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290589-kaname
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Hola Loky: Jejejeej en este momento no pueden llegar a mas, ya veras que pasara despues. Y si ya es hora de que Albus vea más haya de su pasado.
Siento la tardanza ya les traigo el prox capi.Capítulo 19
James tomó las pocas pertenencias que tenia y que estaban en una pequeña bolsa mágica colgada en uno de los extremos de la cama donde había descansado los últimos días. Sus ropas habían sido lavadas y planchadas por los elfos del colegio, lo que agradecía como nunca. La verdad… vigilar a su hermano con la forma de un búho, no era nada fácil. Sobretodo cuando llegaba la noche y tenia que dormir afuera.
No quería irse de ahí, por lo menos no todavía. Aunque no quisiera admitirlo, le gustaba estar en compañía de Nott. Sus cuidados era como un bálsamo a toda la presión a la que se estaba sometiendo, pero tampoco era tonto, él sabia que si permanecía más tiempo con el profesor era posible que sus sentimientos hacia el se desbordaran. No, no podía permitirse amar nuevamente para que al final Nott colocara esa barrera que en el pasado jamás pudo traspasar.
- Gracias –dijo el joven Potter sin atreverse a ver al profesor. ¿Qué más podía decir en un momento como ese?
- No tienes que darme las gracias –contestó Nott parándose del asiento donde lo había estado mirando los últimos minutos. –Fue un placer tenerte aquí. –Un momento de silencio se apodero de ambos. –Si tu quisieras… podrías venir todas las noches aquí, no tienes por que dormir en el bosque.
- No, –contestó rápidamente James – no es correcto. Usted es un profesor…
James sintió una opresión en el pecho al ver la cara herida del hombre que aun después de tanto tiempo todavía amaba. Hubo otro incomodo silencio que hiso reaccionar a James y acercarse a la puerta. Cuando tomo el picaporte, la mano de Nott lo detuvo.
- Espera… -sus palabras parecían ahogarse en su boca. –Yo quiero explicarte…
- ¿Explicarme? –James estaba realmente sorprendido, Nott estaba hablándole seriamente, sus ojos parecían desesperados y llenos de angustia. Aun así…
- Siempre hubo una razón por la que no podía aceptarte –declaró, mirándolo a los ojos.
- Yo…yo no puedo escuchar esto. –James se sacudió la mano de Nott y abrió la puerta. Él ya estaba cansado de las escusas que Nott siempre daba, de la manera frívola con la que en el pasado lo había tratado. Estaba cansado de todo. Lo único que quería era comenzar de nuevo.
- ¡Espera! –Nott lo sujeto y serró la puerta. –Tienes que saber, de lo contrario nada habrá valido la pena. Quiero que esta vez seas tú el de la última palabra.
James lo miró confundido. ¿Ser el que de la última palabra?
Nott se coloco frente a él, mirándolo a los ojos y tomando valor. Entonces sin más, comenzó a quitarse la ropa. James se quedo completamente congelado. Ni en sus más alocados sueños pensó que el hombre de sus fantasías se desvistiera frete a el. Y menos en una situación como esa.
Theo se saco la túnica de encima y rápidamente sus manos fueron a los botones de su camisa blanca. Sus dedos temblaban y parecía que sus rostro se hacia cada vez más pálido.
Nott se dio la vuelta para darle la espalda. Potter de repente se sintió feliz de poder ver a su profesor en toda su gloria pero cada sentimiento o pensamiento que había tenido de aquel hombre del presente o próximo futuro, desapareció en cuanto vio la marca de una cicatriz en su espalda. Inmediatamente sus manos se fueron a su boca para sofocar el gemido que estaba a punto de salir, una extraña mezcla entre de sorpresa y temor.
Todos los magos del mundo mágico sabían el significado de esa marca, pero jamás ninguno de ellos la había visto directamente, no asta ahora. Aquella marca parecía como si se hubiese aplicado a la carne con hierro al rojo vivo, como cuando se marcaba a un animal en el mundo muggle.
Esa era la temida marca del esclavo.
Los Subterráneos se las ponían a los magos que caían en batalla sobre sus dominios. Era una muestra de que aquellos que se metían en sus territorios para crear algún conflicto con los suyos serian castigados. Después eran llevados al Barrio Antiguo, la cárcel mágica del los Subterráneos. Pero ese lugar era más que una prisión, era una comunidad de todo tipo de seres. Sus puertas eran custodiadas por horribles criaturas llamadas Contempladores. Por lo cual, ningún mago en sus cinco sentidos se atrevería a siquiera tocar su puerta. Se decía que un mago no podía estar por lo menos a medio kilometro de las puestas porque de lo contrario sus fuerzas mágicas desaparecían, como si algo las chupara.
Mago que entraba en el Barrio Antiguo, jamás regresaba.
¿Entonces como era que Nott estaba aquí?
James se acercó a Theo y toco con las puntas de sus dedos las arrugadas marcas. Ese extraño símbolo: Una luna atravesada por tres rayos, parecía emitir su propia energía.
- ¿Cómo…? –trató de preguntar pero no podía terminar la frase.
- ¿Recuerdas que te dije que antes de llegar al colegio Draco y yo éramos inefables?
- Si… -James miró las cicatrices no muy consiente de que aun su mano seguía en contacto con la piel expuesta de Nott.
- En uno de nuestros viajes, hacia las colonias de Vampiros, descubrimos cosas horribles… -Nott se detuvo y trago. Para él era muy difícil hablar sobre el pasado pero esta vez tenia que soltarlo. – Los Vampiros habían formado una alianza con los Contempladores. Ellos…secuestraba niños pequeños, niños magos y muggles. Recuerdo que los enseraban en mazmorras y apenas si les daban alimentos. Los vampiros seleccionaban a los niños más fuertes para entrenarlos en el arte de la guerra. Había veces que los hacían luchar entre ellos para saber quien era el mejor. Les enseñaban a ser fríos y despiadados, a ser sus asesinos particulares.
El sobreviviente era llevado ante los Contempladores para absorberles su magia, lo suficiente para que un nigromante modificara el estado mental del pequeño y hacerlo más dócil. Cuando el chiquillo desafortunado era vinculado después con algún Vampiro, este lo drenaba hasta morir y así ellos se quedaban con sus poderes. Pero entonces el Vampiro ya no era un Vampiro. Ese ser se convertía en algo peor que un Contemplador. Yo no se que eran… solo se que son peligros.
Los Trisani, como ellos se hacen llamar, nos capturaron para hacernos esclavos. Draco y yo estábamos en camino hacia El Barrio Antiguo pero una noche un mensajero llego con una petición del rey de los Vampiros del Norte. Rogan les pedía que se unieran a él en contra de los magos. Su argumento fue que la comunidad mágica había raptado a su pareja.
James se paralizó ante lo que escuchaba, toda esa terrible historia se parecía a lo que su pequeño hermano había pasado.
- Albus…el no pudo haber pasado por eso –susurró tratando de negarlo, pero entre más lo pensaba más lógica tenia. Cuando Albus regreso la primera ves a su casa, repentinamente se había transformado en un muchacho irracional y lleno de ira. Un adolecente agresivo que a la mínima provocación explotaba. El no lo había visto porque se encontraba en el colegio pero todos en la familia se lo habían dicho. Después, Albus había escapado para reunirse con Rogan.
- Yo también lo pensé –declaró Nott. –Nosotros también estuvimos en el clan del Norte y no notamos nada extraño. Ellos eran…educados.
James retiro sus dedos de la espalda de Nott y frunció el ceño.
- ¿Y que pasa con lo que me contaste sobre los lazos que los Vampiros crean con sus seres amados?
- Eso es lo que quiero pensar que paso con Albus. Me gustaría pensar que Rogan realmente lo amo a su manera.
Nott se volvió a poner la camisa sobre el pecho. James se hubiese sentido decepcionado si en ese momento no tuviera todo el asunto de su hermano en la cabeza.
- Cuando Rogan ataco a los magos que tenían a Albus, alguien acabo con casi todo ese clan con sus propias manos y sin un gramo de magia. Nosotros aprovechamos el momento y escapamos. –continuó Nott –Después me entere que aquella matanza de vampiros había sido obra de “El Jaguar Negro”.
Como veras, esta marca me tiene seriamente restringido. El ministerio hiso arreglos para encontrar un lugar seguro para Draco y para mi. Al final solo se hechizaron tres lugares para que los Subterráneos no pudieran encontrarnos. El ministerio, la mansión Malfoy y el colegio. Yo decidí quedarme en el colegio y Malfoy con su familia.
James comenzaba a entender mejor lo que estaba pasando. La marca en la espalda de Nott era como un localizador. Cualquier Subterráneo que lo viera podría saber que él era un esclavo. Y un esclavo sin dueño era lo pero que podría pasarle al pobre desgraciado. Por sus propias leyes mágicas los Subterráneos tenían derecho a matarlo o tomar como esclavos a las personas que estuvieron con él como retribución.
- Yo no quería que nada te pasara a ti. –declaró el profesor. –Eras demasiado joven para entender mi situación. Tuve que alejarte, no tenía opción. Si ellos me encontraban y yo estaba contigo…
- Me tomarían como esclavo –James termino la frece. –y yo como estudiante no podría defenderme.
- Mi única opción era esperar a que los acuerdos de paz entre los magos y Subterráneos al fin se firmaran. Cosa que ocurrirá al fin. Cuando ellos firmen, tendrán la obligación de liberar a cualquier esclavo mago que no se encuentre dentro del Barrio Antiguo. Tenia que apostar a que me esperarías, sabía los riesgos y estoy dispuesto a sumir lo que decidas ahora.
- ¿Existe alguna otra manera de quitarte la marca? –preguntó James desviando un poco el tema.
- Sangre de Trisani, pero dudo mucho que ellos voluntariamente me liberen.
James miró a Nott. ¡Por Dios! ¿Qué acaso él no había decidido dejar todo ese amor no correspondido atrás? ¿Porque ahora Nott le hablaba sobre esto?
- Yo…-comenzó entonces –necesito pensarlo un poco.
- Tomate el tiempo que necesites James, yo estaré aquí esperándote.
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Loki-Kun .
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OMG! y ahorita James se va en una cruzada para conseguir la sangre!... que romántico! Kaname, gracias por publicar y no te preocupes que siempre sere tu fiel lector!... ah... me toco cerrar la otra cuenta y abrir esta XP . -
290589-kaname .
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Hola Loky-kun: Casi adivinas lo que va a pasar jejejejeje y gracias por seguir aqui. Te manos un gran abrazo y un beso. Cuidate. 
Capitulo 20
El ambiente del castillo parecía cada vez más animado. Sobretodo porque en unos días seria la fiesta de Halloween. La mayoría de los alumnos mandaban lechuzas para pedir sus disfraces y asían citas con sus futuras parejas. Algo que a Scorpius le parecía demasiado improductivo. El ni siquiera quería ir a esa fiesta.
Scorpius se había dado cuenta que no solo el ambiente de la escuela había cambiado sino que incluso los alumnos parecían más relajados. Lo único que le molestaba era la atención que últimamente Albus estaba teniendo. Cada vez que él pasaba, las mujeres y alguno que otro hombre se giraba para verlo. Algo en Potter había cambiado. Era como si después de haber tomado su sangre, sus encantos vampíricos sobresalieran más. Encantos que no pasaban tampoco desapercibidos para él. Algunas de las chicas de Slytherin incluso habían tenido el descaro de invitarlo como su pareja en la fiesta, pero Albus las había rechazado a todas. Por alguna razón eso le daba mucho gusto. Semejantes hipócritas. Primero lo habían ignorado como si fuese una peste y ahora no perdían la oportunidad de coquetearle. Incluso algunas alumnas de las otras casas parecían interesadas.
Una de las cosas que más le tenía con pendiente era el hecho de que pronto se llevarían a cabo los acuerdos de paz con los seres mágicos. Justo aquella mañana, en el Profeta se había anunciado el lugar y la fecha, que precisamente seria en el pueblo de Hogsmeade. Para él, sele hacia una coincidencia que precisamente fuera muy cerca del castillo. Lo único que lo consoló fue saber que toda la orden de los Cainitas estaría presente en los acuerdos. Tal vez si tenía suerte, el Jaguar Negro aparecería, después de todo pronto se harían las pruebas para poder entrar a la orden.
Lo único malo de todo esto era que Albus no le hablaba a Jareth ni a él. Aun seguía muy enojado por lo que había pasado. Jareth le había contado que cada vez que se encontraban en la habitación, Albus le gruñía pero no precisamente le hablaba. En cuento a él… no sabía como explicarlo pero cuando al fin Scorpius pensaba que lo podía encontrar de frete, Albus lo miraba con susto o le fruncía el seño para después escurriese entre los pasillos.
Pero esta vez seria diferente, Scorpius tenía planeado acorralarlo y no dejarlo hasta que le pudiera explicar muchas cosas.
El rubio se escondió detrás de las puertas de una de las aulas en desuso del segundo piso. Solo tenia que esperar a que Albus pasara rumbo a la clase de cuidado de criaturas mágicas. Tenía la esperanza de que el profesor no se enojara si llegaban un poquito tarde. En cuanto diviso a Potter se preparó para el asalto. Justo cuando Albus se atravesó en la puerta, Scorpius lo tomo del brazo y lo jalo dentro del aula. Pero antes de que pudiera hablar con el, Albus ya lo tenía inmovilizado en el piso boca abajo. Cuando al fin pudo reaccionar se dio cuenta que por alguna extraña razón él siempre terminaba en el piso.
- ¿Scorpius? –la voz de Albus parecía confundida.
- Si,…-Jadeo el rubio tratando de reincorporarse – ese es exactamente mi nombre.
- ¿Qué crees que estas haciendo? –preguntó Potter soltándose y alejándose lo más que podía de él.
- Necesitamos hablar.
- No, no lo creo… -Albus se dirigió hacia la puerta. Scorpius se sorprendió al ver que ni una sola vez lo había mirado a los ojos.
- No hullas –le recriminó el rubio. –Nunca creí que fueras un cobarde.
Al parecer Albus se había tragado el anzuelo y lo miro por primera vez.
- No hables de cosas de las que ni siquiera sabes.
- ¿Qué no las se?- Trato de sonar fanfarrón mientras se ponía de pie y se acomodaba su túnica escolar- Albus, todos estos días te la has pasado evitándome, incluso a Jareth. ¿No crees que estas siendo demasiado infantil?
- Piensa lo que quieras – Albus se dio la vuelta he intento salir nuevamente del aula.
- Espera –Scorpius lo tomo del brazo – Albus, es necesario que hablemos. Tienes que saber…
- No, –lo interrumpió el moreno – si sabes tanto de mi como presumes entonces también sabrás que no puedes decirme nada sobre vampiros, ni de Rogan. De todas formas no hay nada de que preocuparse, Rogan esta muerto. Así que fin del asunto.
- Vamos Albus, -se exaspero Scorpius por lo arbitrario del comportamiento del moreno -yo se que no eres un tonto que se creería semejante estupidez y aun que lo repitas siempre, no quiere decir que sea verdad. Tarde o temprano él dará contigo.
Albus pareció dudar, tenia la vista agachada como si cavilara su siguiente movimiento.
- Solo necesito más tiempo–dijo entonces – todo esto terminara pronto.
- ¿Cómo? La única forma de liberarte es que Rogan realmente muera…- Scorpius detuvo abruptamente la conversación cuando sintió que el moreno lo tomaba del brazo más apretadamente. Sus ojos se habían dilatado y parecía que le costaba respirar. - ¿Albus?
- Vete –la voz de Albus parecía un susurro.
- ¿Qué tienes? ¿Qué esta pasando? –Preguntó el rubio alarmado tratando de mirarlo a la cara.
- Yo… tú…sangre…
Scorpius entendió al instante que lo que Albus necesitaba era tomar más sangre. ¿Si la necesitaba cada pocos días, como había sobrevivido todos estos años?
El rubio jalo al moreno hacia él, después se quito la corbata para desabrocharse la camisa del uniforme.
- Bebe –concedió el rubio.
Albus abrió los ojos con excitación pero entonces se alejo lo más que pudo.
- No, no puedo. –negó rotundamente con la cabeza.
- ¿Por qué no?
- ¿Qué acaso no entiendes? ¿No sabes nada de vampiros?
- Eso no importa en este momento Albus. Tú necesitas sangre…
- ¿No recuerdas nada de lo que paso la ultima ves?
- No, -Scorpius trato de recordar pero no le veía el caso- se que estuve en un estado de trance. No recuerdo pero eso no importa…
- ¡Si, si importa! Por que cada vez que beba de tu sangre yo deseare…
Potter se quedo totalmente estático, apretando los puños. Parecía como si estuviera sufriendo. Después miró al rubio directamente.
Scorpius sintió como si sus piernas le fallaran. Había algo en su mirada que hacia que deseara cosas que nunca imagino. Deseo acercarse a él, tomarlo entre sus brazos y lamer cada rincón de su cuerpo. Esa sensación era demasiado extraña. Su cuerpo se sentía excitado y caliente, pero sobretodo, confundido por desear a un hombre.
Se acercó a él y lo sujeto fuertemente asta que ambos quedaron contra la pared. Scorpius bajo su rostro y sintió brevemente los labios suaves de Albus. Era una sensación totalmente nueva para él, desconcertante si, pero no del todo desagradable. Pero eso fue lo que le asusto más. Y entonces se separo al fin de él.
Albus se separo de él con una mira de sorpresa. Por un minutó ambos se quedaron mirando fijamente a los ojos.
Cuando Scorpius no pudo soportarlo más, se fue a un rincón del aula y comenzó a vomitar todo el contenido de su estomago. ¡Por Merlín! ¿Qué había estado a punto de hacer?
- Te lo advertí –escuchó Scorpius que Albus decía. –Esta era la razón por la que te estaba evitando.
- ¿Esto también paso la primera ves? –logro decir el rubio mirando al moreno. Su rostro parecía ¿Dolido?
- Si, podría decirse que si…
- ¿Qué quieres decir?
- Creme Scorpius, no quieres saber.
- ¿Jareth lo sabia? –El rubio recordó como Jareth había salido de la habitación con el pretexto de la comida. Ese maldito bastardo. Lo iba a matar en cuanto lo viera.
- No lo se…pero yo supongo que si. Scorpius yo…
- No, no digas nada solo necesito un momento por favor.
El rubio sintió como la puerta se abría y Albus salía. Nuevamente sintió las arcadas en su garganta y volvió a vomitar.
¡Maldición! Casi había besado a un hombre.
En ese momento el joven Malfoy no podía ni levantarse para afrontar lo que había hecho. Sentía tanta confusión que realmente en ese momento pensó que no había sido buena idea involucrarse con Potter.
Jareth caminó de un lugar a otro por el lindero del bosque al ver que ni Albus, ni Scorpius se presentaban a clases. ¿Qué había pasado? Albus no se perdería precisamente sus clases por gusto y Scorpius…bueno…jamás metería las manos al fuego por él. Cuando la clase termino, vio como Scorpius se acercaba pero de Albus ni su rastro.
- ¿Sabes donde esta Albus? –preguntó cuando el rubio llego a él. Afortunadamente ya no había ningún alumno, de lo contrario darían de que hablar al ver como le hablaba a Malfoy siendo que antes ni el saludo se daban.
- Eres un maldito bastardo –dijo entonces el Scorpius sacando su varita y poniéndose en posición de ataque.
El moreno se sorprendió por el comentario, en realidad últimamente se estaban llevando tan bien que casi había olvidado como insultaba el hurón junior. Pero pensándolo bien, solo había una razón por la que él lo insultara. Se pregunto si ya estaba enterado sobre el pequeño encuentro candente que había tenido con Albus.
- Oh, creo que ya lo sabes. – Scorpius trato de alcanzarlo con un hechizo pero Jareth logro escapar justo a tiempo.
- ¿Por qué no me lo dijiste? –Scorpius quiso alcanzarlo nuevamente.
- Bueno, tu estabas demasiado dispuesto a ser el donante que no tuve corazón para decirte la verdad.
- ¡Desgraciado! ¡Deja de moverte!
El rubio trato de alcanzarlo pero Jareth se deslizaba demasiado rápido.
- ¿Por qué no mejor fuiste tú? Después de todo a ti te gustan los hombres. Esto no seria difícil para ti.
- ¿Estás loco? ¿Y que después Albus me viera y no pudiera resistirse a mi cuerpecito? Ni hablar. Seria raro, él es mi amigo. Albus no me vería de la misma forma jamás. Tal vez incluso dejaríamos de se amigos.
- ¿Y yo?
- ¿Tú?...-Jareth se quedo pensando unos segundo con un dedo sobre su boca- Bueno, tú de todas formas nos caes mal así que no había problema.
- Te matare. –Scorpius lo miro con ojos afilados.
Jareth lo vio con fingida cara se susto.
- Inténtalo cariño.
- Eres un idiota, lo has arruinado todo. Nunca debí haber confiado en ti. La única posibilidad de ser amigo de Albus se arruino.
- ¿Amigos? –preguntó el moreno incrédulamente –no creo que Albus te pueda ver nunca como un amigo.
- ¿Por qué no? –Scorpius se detuvo abruptamente.
- Pues por que él esta en…
- ¡Jareth! –la vos de Albus Potter resonó en el bosque, petrificando a los contendientes.
Esta vez Jareth si que se asusto. La mirada de Albus era fría. Jamás lo había mirado así antes. Realmente estaba muy enojado.
- ¿Qué crees que estas asiendo? –preguntó con voz gélida.
- Bueno…yo… -¡rayos! ¿Cómo pudo ser tan tonto? ¿Por qué no serró su bocota? Es que era demasiado divertido meterse con Malfoy, razono.
- Albus –llamó entonces Scorpius. Su vos parecía afligida, lo cual le sorprendió mucho a Jareth. –necesitamos hablar.
- No –negó Albus con la cabeza – déjalo así Malfoy será mejor que no nos acerquemos más.
- No quiero –la determinación del rubio era sorprendente. ¿Por qué tan desesperadamente quería ser el amigo de Albus? – Todavía hay muchas cosas de que hablar. Escucha, estas en peligro entiendes…además esto no solo te afecta a ti, sino a toda le escuela. Los tratados de paz están a punto de firmarse y es mucha casualidad que se lleven a cabo en Hogsmeade. Muchos clanes de seres mágicos vendrán y entre ellos los vampiros. No confió en ellos. Déjame ayudarte.
- ¿Ayudarme? –Albus miró a Scorpius con furia. - ¿Cómo?
- No lo se…yo solo…
- No –Albus hablo determinadamente –no tienes ni idea de en que te estas metiendo estando conmigo. Ni siquiera me conoces realmente.
- Eres Albus Severus Potter y eres un alumno de Hogwarts. Con eso me vasta–declaró el rubio acercándose a Albus.
Albus parecía desesperado, por un lado quería seguir en contacto con el rubio pero por el otro no quería que lo odiara al descubrir que él era gay y que en realidad había disfrutado del contacto íntimo que habían tenido. Tampoco estaba seguro de querer que Scorpius descubriera todos sus secretos. Además sus palabras eran tan confusas y contradictoria a la vez.
Al final, Albus al parecer se dio por vencido. Estaba a punto de decir algo cuando de entre el bosque apareció un hombre vestido totalmente de negro. Su rostro portaba una mascara roja.
- Balam –llamó – tenemos que hablar.
- Iqui –Albus lo nombro con un susurro, parecía en shock. - ¿Pero que rayos haces aquí?
- Tenemos trabajo que hacer…
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Capitulo 21
- ¿Quién era ese hombre? –preguntó un rubio muy malhumorado al verse arrastrado por el pasillo por su codo como si fuera un niño pequeño.
- Yo que se… -contestó Jareth totalmente despreocupado por la situación. Incluso no parecía importarle que varios alumnos los observaran con curiosidad.
- ¿Yo que se? Si no sabes quien demonios era, ¿Por qué dejaste a Albus solo con él?
- Son asuntos de ellos –Jareth se detuvo al sentir que Scorpius se retiraba de su agarre con brusquedad.
- ¿Estas de broma? Ese tipo podría ser algún secuas de Rogan y tú simplemente te retiras como si nada…
- Scorpius, no exageres. Ese hombresote que viste con Albus no es ningún secuas de Rogan. Al contrario, creo que es de Albus.
Scorpius miró a Jareth como si estuviera loco.
- Como sea –continúo el moreno –será mejor que nos demos prisa si no queremos llegar tarde a la clase de DCAO.
El rubio sacudió se cabeza con frustración, pero sabia que no podía hacer nada en estos momentos.
Al llegar a la clase del profesor Nott, se dieron cuenta que tenían invitados. Los alumnos cuchicheaban y veían con fascinación a los dos desconocidos que se encontraban platicando con el profesor.
Scorpius se paralizó por un momento, aquellos encapuchados ya los había visto antes. Si, no podía equivocarse, esos hombres eran de la orden de los Cainitas. Su corazón casi salta de la emoción al darse cuenta que posiblemente el mismísimo Jaguar negro estaría en esos momentos recorriendo los pasillos del colegio. Instintivamente comenzó a girar el cuello para ver si podía localizarlo.
- ¿Qué pasa? –preguntó Jareth al ver su excitación. - ¿Tienes alguna extraña pulga en el cuerpo? Si es así, debiste decirme antes de que te tocara.
El rubio lo vio con el ceño fruncido.
- Si serás…
- Me voy adelantando –interrumpió Jareth –no quiero que me vean contigo y manches mi reputación. –sacudió las manos en despedida mientras se alejaba.
Scorpius abrió los ojos como platos ante semejante comentario. ¿Manchar su reputación? ¿Pero que se creía ese idiota?
Antes de que pudiera gritarle cualquier cosa, unas manos lo tomaron de la túnica y lo jalaron hacia un pasillo sin alumnos.
- ¿Pero que…? –trató de zafarse, pero se detuvo al encontrarse el rostro de seriamente enojado de Damián.
- ¿Qué significa esto? –preguntó.
- ¿Qué significa que? –Scorpius no entendía lo que su compañero decía y mucho menos el porque se encontraba tan exaltado.
- ¿Por qué estabas con Jareth? ¿Qué tienes tú que ver con él? –soltó el muchacho con la vos crispada. Fue entonces cuando el rubio se dio cuenta de lo que pasaba. Damián estaba celoso, muy celoso.
- ¿Celoso? –preguntó Scorpius con descaro, pretendiendo con su actitud que relámete tenia algún tipo de relación con Jareth.
- Malfoy…no juegues conmigo, yo…
- Damián, ¿Cuándo vas a admitirlo? Yo se perfectamente que a ti te gusta Jareth…
- ¡Eso no es verdad! Yo no… -Damián soltó el agarre de la túnica del rubio y se dio la vuelta.
- Cobarde, -Scorpius se arreglo la túnica maltratada -lo estas perdiendo y para que… ¿apariencia? ¿apellido?
- Tú no entiendes.
- No, no lo entiendo. Damián, tienes la oportunidad de ser feliz con la persona que amas pero te niegas por vergüenza. Así que no tienes nada que reclamarme.
- ¡El es hombre! ¡Por Merlín! Es antinatural.
- Ese es tu problema, por que Jareth no tiene ningún reparo en abrirse ante el mundo. Tiene derecho a amar y ser amado.
Damián lo miró como diciendo “¿Tú, hablado así de los homosexuales?”
- ¿Tienes algo con él? –Damián parecía demasiado ansioso. Pero a pesar de que no eran precisamente amigos íntimos, Scorpius se dijo que no podía mentirle con algo así.
- No, pero Jareth no tardara en encontrar a alguien más.
- ¿Cómo lo sabes? ¿Lo conoces? ¿Es Potter?
- ¡¿Qué?! –El rubio se encontró exaltado al pensar en Jareth y Albus juntos. -¡No! Albus no es gay.
Ambos chicos se quedaron de repente callados cuando escucharon pasos detrás de ellos. Al voltear para ver de quien se trataba, vieron a Albus Potter viéndolos con curiosidad. Scorpius se pregunto si abría escuchado algo de su conversación.
Damián le dirigió una mirada venenosa a Potter antes de irse hacia el salón de clases.
Albus se planto enfrente del rubio con el ceño fruncido, mirándolo como si lo viera por primera vez.
- Pensé que odiabas a los gay –dijo entonces.
¡Rayos, si me escucho!
- Yo no odio a todos los gay. –respondió el rubio con un suspiro. Jamás había hablado con nadie de este asunto. El tema de la homosexualidad era espinoso para él.
- No te creo, si dices que no odias a los gays, ¿Por qué te empeñas en hacerle la vida imposible a Jareth?
- Tengo mis razones Albus, es que odio la forma en que él se limita cuando hace magia. Me fastidia que no utilice toda su capacidad en clases o que ni siquiera quiera participar en torneos de duelo. El tiene una gran habilidad mágica, incluso mayor que la mía. Y no le importa, la escuela es un juego para él. Jareth no esta en el colegio porque quiera aprender, más bien porque algo trama…
Scorpius freno su explicación, se suponía que esto no se lo diría a nadie asta que estuviera seguro de lo que tramaban esos gemelos.
Albus parecía como si quisiera decir algo, se veía confundido pero la voz del profesor Nott incitando a que los alumnos entraran al aula los interrumpió.
Scorpius siguió al moreno asta sus asientos. Regularmente él se sentaba con Damián, pero esta vez no lo hiso, en su lugar, decidió estar al lado de Albus y Jareth. No había pensado en lo que estaba haciendo asta que vio las miradas sorprendidas de los leones y las otras serpientes. Incluso Rose Weasley los miraba muy bobamente.
- Muy bien –comenzó el profesor Nott –hoy tenemos a dos invitados especiales, -señalo a los hombres vestidos de negro -los cuales han accedido a estar en nuestra clase y darnos algunos consejos para las prueba que se llevaran a cabo a finales del ciclo escolar para el reclutamiento de nuevos magos en la orden de los Cainita.
Albus miró a los miembros Cainitas con fastidio, Iqui a le había advertido de su presencia pero nunca pensó que serian tan tontos como para querer ver a los futuros candidatos. De todas formas él no había estado de acuerdo en reclutar a estudiantes recién salidos del colegio. Él creía que era una barbaridad exponer a personas tan jóvenes a luchas encarnizadas.
Bien, él también era joven. Pero a diferencia de los otros estudiantes, él ya había acecinado. Sus manos estaban manchadas de sangre inocente, por lo cual cuando salía en misiones ya no tenia miedo a morir. Porque después de todo él se lo merecía.
- Déjenme presentarles –continuó el profesor – a Alexander Mortmain y Nathalien Gray.
Los dos encapuchados saludaron a los alumnos con una leve inclinación de cabeza. Para a continuación sacarse las capuchas de los rostros. Albus casi le grita por su osadía. Nadie, absolutamente nadie tenia que conocer el nombre o rostro de los miembros cainitas. ¿Acaso no se los había dicho anteriormente?
- Me gustaría comenzar hablándoles sobre nuestra orden – comenzó Alexander, un hombre de mediana edad con una sonrisa cálida. Alex era de esos tipos simpáticos, no guapos pero tampoco un adefesio. Sus ojos verde claro eran su mayor atractivo. – como sabrán, fue fundada por el ministerio hace tres años, con muestro líder, el Jaguar Negro.
- ¿Él esta aquí? –preguntó un muchacho de Slytherin.
Alexander frunció el ceño ante la interrupción. –Él se encuentra en una misión. Pero pronto se reunirá con nosotros. Después de todo, la orden será la encargada de la seguridad durante los tratados con los Submundos.
Los cuchicheos no se hicieron esperar y en un momento todos los alumnos parecían emocionados. Albus se pregunto si realmente se sentirían tan excitados al saber que posiblemente los Submundos eligieron a Hogsmeade como punto de encuentro debido a que Hogwarts estaba a su alcance para atacar si algo salía mal.
- Como decía –continuó Alexander –El día que comenzó la orden fue el día que los tratados se iban a firmar por primera vez.
- Fue el día que el Rey de los Vampiros Rogan atacó a los nuestros ¿Verdad? –preguntó Rose maliciosamente.
- Eh, si…no sabía que se supiera eso. –Alexander lo dijo casi en un susurro – El rey Vampiro argumento que nosotros habíamos secuestrado a su pareja.
“Hay no” –pesó Albus. Una de las razones por las había elegido a Alexander Mortmain era por su instinto de descubrir a los mentirosos. Nadie podía decir una mentira sin que él lo supiera, pero lo único malo es que él tampoco podía decir mentiras u ocultar la verdad. Si alguien le preguntaba, el estaba obligado a responder. Él sabía su historia, la historia de cómo nació el Jaguar negro, aunque no supiera su verdadera identidad.
- ¿Su pareja? –preguntó nuevamente Rose.
- Si, su pareja es un mago. Nadie sabe quien era, lo único que se sabe es que a la hora de la verdad, ese mago mato a casi todos los Vampiros del clan del norte para a continuación convertirse en…
- ¿Podría decirnos sobre las pruebas para unirse a la orden de los cainitas? – Interrumpió Jareth, cosa que Albus se lo agradeció infinitamente.
- ¡Oh si las pruebas, se me estaba olvidando! –Alexander parecía más animado con ese tema. –Recuerden jóvenes, el Jaguar Negro busca peculiaridades únicas en los magos. Se interesa por las personas de mente abierta que estén dispuestos a comportarse a la altura. De estar dispuestos a tener compañeros submundos.
- ¿Compañeros Submundo? –preguntó de mal humos una chica Slytherin – Pensé que él se encargaba de deshacerse de ellos.
- ¡Que! No, no. El Jaguar Negro es como un juez imparcial. El juzga si los submundos son culpables o no. Él hace que se cumpla la ley, no importa si es Mago o Submundo. Pero bueno, como dije, el busca a los mejores pero también a los más innovadores con peculiaridades únicas. –Por un momento Alex busco entre los alumnos hasta que topo su mirada con Albus –Una muy buena peculiaridad es ser un animago como su compañero Albus. Seria todo un privilegio tener a un Potter en nuestras filas. Señor Potter, lo estaremos esperando en las pruebas.
El aula entera se quedo mortalmente silenciosa por unos segundos. Los alumnos miraban a Albus sorprendidos, como si no creyeran que Albus pudiera hacer algo como eso.
- Aunque es algo raro, en los registros del ministerio no dice en que se trasforma exactamente…-Alex se interrumpió cuando Nathalien le dio un codazo.
- Ser un Potter no es suficiente –argumento Gray –tiene que tener la destreza para estar a la par con nosotros. –Gray miró despectivamente a Albus. – y por lo que he sabido, el señor Potter no es precisamente muy diestro en la magia.
Albus se impresionó de la forma en que Nate se dirigía a él, con veneno en su voz.
- ¡Albus es lo suficientemente capaz de darte una paliza! –gritó de repente Jareth. Albus le daba las gracias por defenderlo pero en ese momento no creía que fuera una muy buena idea provocar a Nate. Aunque este se mereciera una lección de humildad.
Nate lo miró con desprecio. ¿Qué demonios le pasaba a ese chico? No recordaba que fuera de esa manera. Agrio tal vez, pero no rencoroso y vengativo.
- ¿Ah si? –preguntó con malicia -¿Qué tal si hacemos una pequeña demostración?
- No creo que sea una buena idea –interrumpió el profesor, su ojos parecían preocupados. Albus se pregunto de quien exactamente. Si de él o de Nate. Si el profesor sabia la mitad de lo que Albus creía que sabia, en ese caso debería estar preocupado por Nate.
- ¡Oh vamos profesor! –animó uno de los Leones. –Nosotros también queremos ver que tan bueno es Potter o si sus calificaciones son merito de su apellido.
Albus miró a los demás alumnos que lo miraban provocándolo. Él sabia que no debía caer en las provocaciones de los demás pero, que diablos, tal vez si les demostraba de lo que era capaz nadie mas se meterían con él. Ya estaba cansado de toda esa mierda estudiantil. De cierta forma a el le gustaba inspirar temor.
Scopius observo cuidadosamente la expresión facial de Albus, el moreno parecía tan calmado y sereno. Pero cuando se levanto, el rubio no podía creer que realmente se iba a enfrentar a un miembro de la orden de los cainitas. Cuando Albus se coloco en frete de del señor Grey, Ross se acerco a su primo y le susurro algo. Para la buena fortuna del rubio, pudo leer lo que la pelirroja pronunciaba “No lo mates Albus” –dijo. El rubio los miro en estado de shock, ¿había entendido mal?
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Loki-Kun .
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yay! que emoción!
No puedes terminar el capitulo ahi!... no es justo, para nada justo! :'(
Aún así me ha encantado voler a leerte!... ya quiero saber que va a pasar!
Besos Kaname!
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290589-kaname+1 .
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Hola Loki-Kun: Gracias por seguir leyendo este fic. Perdon por tardar tanto. jejejejej Capitulo 22
Scorpius estaba mirando la escena con pavor, no era que temiera la vida de Albus, no, mas bien era la vida del señor Gray. Había algo en la forma en que Albus miraba a su contrincante que lo desconcertaba y de alguna manera le hacia sentir escalofríos. Todos los alumnos del aula parecieron darse cuenta del ambiente turbio que se estaba formando.
El señor Gray, que al principio lo había mirado con prepotencia, tuvo el sano juicio de sentirse intimidado ante la presencia de Albus y tal vez debido a su estúpido orgullo, no salió corriendo del aula como lo quería hacer su compañero, el señor Mortmain que se veía pálido y seriamente horrorizado.
- Cuando quiera –dijo Albus en un tono bajo y gutural. Era extraño pero de alguna forma el rubio creyó que esa vos ya la había escuchado antes.
El Cainita lo miro con odio, era claro que se sentía humillado por la forma irrespetuosa con la que Albus estaba llevando la situación.
Ambos contendientes levantaron sus varitas y lanzaron sus hechizos. De cada punta salieron chispas de colores rojos y dorados. El rubio tenia que reconocer que el señor Gray tenía una innata capacidad para los duelos mágicos, se movía incluso con gracia al esquivar a penas, los ataques de Albus.
Potter por otro lado, era más salvaje y fiero, su manejo de la varita era certero, como la de un cazador. Ambos parecían estar a la par. Pero al ver la expresión de Albus, Scorpius se dio cuenta que este sonreía con malicia, como si solo estuviera jugando con el señor Gray. ¿Qué era lo que le pasaba a Albus? Era como si algo o alguien lo estuviera poseyendo y no descansaría hasta que viera destruido a su contrincante.
Para ninguno de los observantes este duelo le estaba pareciendo divertido o emocionante. Había ojos aterrados y desconcertados a la vez. Incluso Ross parecía preocupada. ¿Acaso ella sabia lo que podía pasar y por eso le dijo a Albus que no matara al señor Gray?
De repente Albus extendió su mano, como si estuviera llamando algo. De alguna forma el movimiento le recordó la forma como llamaban a sus escobas, pero no estaba llamando a una escoba, ¿cierto?
Algo de lo que hiso Albus debió alterar al señor Gray porque se puso pálido. Ahora sus hechizos solo eran de defensa, pero Albus era implacable. Una y otro vez sus hechizos dieron contra los escudos del Cainita, hasta que la varita de Albus se rompió.
Potter vio caer los pedazos de su varita con curiosidad, pero no era como si eso le importara. El señor Gray trató de aprovechar esa oportunidad para aturdirlo pero un resplandor plateado paso justo al lado de su cabeza desconcertándolo.
Muchos de los alumnos sintiéndose totalmente alarmados, salieron del aula como estampida. Al final solo quedaron los dos cainitas, el profesor, Ross, Jareth y Scorpius.
El reflejo plateado que antes se había visto, era en realidad una espada que Albus sostenía con el firme impulso de atacar.
Scorpius miró a Albus con sorpresa, su corazón dio un salto ante la emoción y el miedo ¿seria posible?
Él recordaba el cuerpo y la forma del Jaguar negro, recordaba la forma que sostenía la temible espada japonesa. Recordaba cada aspecto de la lucha que meses atrás había presenciado.
Albus era el Jaguar Negro, era él. ¿Cómo no la había vista antes?
Pero a diferencia de la conducta que el jaguar negro había demostrado anteriormente, esta vez parecía fuera de control.
- ¡Albus! –gritó Ross. -¡Detente!
El moreno no parecía escuchar nada ni a nadie. Levanto su espada y la dirigió a un petrificado señor Gray.
- ¡Severus! –dijo entonces alguien detrás de nosotros.
Scorpius se dio la vuelta para ver de quien se trataba. Era el desconocido con el que anteriormente Albus se había quedando hablando.
Albus se detuvo en su ataque y miró al desconocido. Sus ojos miraban sin ver embravecidos de locura. Fue entonces cuando aquella mirada se dirigió a donde estaba Scorpius. Por un segundo, que pareció eterno, ambos se miraron. El rubio creyó que en cualquier momento la ira de su compañero de clases se dirigiría a él, pero en cambio, los ojos de Albus parecieron recobrar la conciencia y poco a poco bajo la espada.
El moreno miró por toda el aula, pareciendo perdido. Miró a todos con curiosidad y consternación tratando de recordar que era lo que había pasado. Pero su mente estaba en blanco. Al mirar su katana en la mano, se dio cuenta de lo que había hecho. Severus había controlado nuevamente su mente y por culpa de su otra parte, él había quedado expuesto.
- No puedo creerlo –dijo entonces el Alex uno de los dos Cainitas que habían entrado a la clase. –eres tu, tú eras el jaguar Negro.
Albus serró los ojos para censurarse el mismo de su estupidez. Al abrirlos nuevamente, se dio cuenta con alivio que casi nadie de los alumnos estaba, con acepción de Malfoy.
- Iqui –llamó entonces Albus, -encárgate de estos –señalo a los dos Cainitas.
Iqui asintió con la cabeza pero miró con desconfianza a los otros del aula-¿Qué pasa con ellos? –señaló a el profesor, Jareth y Scorpius.
- No te preocupes, ellos son de mi confianza –mientras decía esto, Albus no estaba seguro si realmente debía confiar Scorpius. Aunque de todas formas él ya sabía más de su vida que su propia madre.
El moreno miró su varita destrozada y sonrió. Ya se había imaginado algo como eso –un catalizador de magia- con razón se había vuelto bueno con la varita. Él ya sabia de su problema y la razón por la que no podía hacer magia, pero nunca antes lo había querido pensar tan a fondo. Ahora podía darse ese lujo, pronto se vincularía con su demonio y nadie mas podría volver a meterse en su mente. Severus desaparecería y Albus también. No estaba seguro de que o quien quedaría en su mente, lo único que sabía era que seria libre y con un poco de suerte olvidaría todo lo que vivió en el clan del norte y lo que estaba ocurriendo aquí en Hogwarts.
Scorpius vio salir a Albus del aula. En ese momento no estaba seguro de cómo reaccionar. Ya ni siquiera sabia si era prudente hablar con el, después de todo él era el Jaguar negro y el, pues solo era un simple estudiante. Pero de alguna manera eras amigos ¿no?
Si pensar en las consecuencias, el rubio decidió seguir al Albus y tratar de hablar con el. Lo alcanzo apenas saliendo del aula. Albus parecía avergonzado, lo cual, no entendía el porque.
- Parece –comenzó Albus –que ahora sabes todo de mi, como querías… espero no ser una desilusión.
- ¿Desilusión?
- Bueno, no soy ni nunca fui el hijo que se merecía el famoso Harry Potter. Ahora puedes ver porque mi familia no me quiere. ¿Quién querría a un asesino como hijo?
Malfoy irritado, lo tomo del brazo y lo llevó hacia su habitación. Varios alumnos de primero y otros grados los miraron con sorpresa. Ellos sabían que nadie tenia permitido entrar en le curto del famoso príncipe de Slytherin.
Dentro del cuarto Scorpius arrojo a Albus sobre la cama y lo miro totalmente indignado. Por un lado estaba enojado con la familia del moreno por atreverse a tratarle de esa manera cuando lo único que Albus hacia era cuidar de toda la comunidad mágica y por otro lado su enojo estaba dirigido a Albus, por atreverse a pensar que él era un asesino.
- ¿Acaso estas loco? –explotó al final Scorpius - ¿Un asesino? Albus tu eres… ¡Rayos, tu eres lo mejor que le pudo haber pasado a la comunidad mágica! ¡Eres el Jaguar Negro! No, no trates de negarlo, lo se. Solo te vi una vez con tu traje pero con eso me vasto para memorizar la forma de tu cuerpo…me recrimino por no haberlo descubierto antes. Todas las pistas estaba ante mis ojos pero nunca quise ver. Al principio solo quería creer que eras un rebelde al que no le gustaba seguir reglas. Cuando te vi con la sirena, creí que eras de esos chicos románticos que se escapaban en las noches para un encuentro íntimo, pero cuando estuvimos en el club, me di cuenta que esos seres te respetaban, sabían de ti.
El que seas mitad vampiro también explica muchas cosas, como el hecho de que prefieran usa una espada en lugar de la magia. ¿Pero como no hacerlo si tu sangre de vampiro te lo impide? Rogan te creo como un arma pero tú usas tu poder para salvar a otros. ¿Un asesino te llamas?
Albus miró el despliegue de emociones que el rubio estaba teniendo. Por un momento pensó que le recriminaría algo, incluso de mentiroso o algo así. Pero los repentinos elogios que Scorpius tenía para él, hicieron que se sintiera avergonzado. Ni siquiera sabia que decir.
- No entiendo –continúo el rubio –como ellos no ven todo tu potencial. Estás predestinado para algo mucho más grande, algo que ellos ni en sueños se imaginarían. ¡Que indignación! ¿Cómo se atreven a tratarte de esa manera? Pero más increíble me parece que tú se los permitas.
- Me hablas de esa manera porque no sabes de lo que soy capaz. –interrumpió Albus. –Mis manos están manchadas de sangre, sangre inocente. Cuando algunos de la familia se enteraron de que estaba aquí en Hogwarts pidieron a mi padre que desistiera de este absurdo ya que podría ser un peligro para los demás alumnos.
- Ellos hablan de cosas que no saben. Albus, si tu alguna vez cometiste alguno de esos crímenes, los atribuyo a que no estabas en tus cinco sentidos o que tal vez estabas desquiciado por la forma en la que fuiste tratado durante tu secuestro. Pero ahora es diferente. Yo te conozco y se que eres un muchacho lo suficientemente cabal y sin malicia.
- Entonces no me conoces lo suficiente…
- Pero podría hacerlo, si me dejaras.
El moreno se levanto de la cama con un sonrojo en el rostro. Sabia que no debía tomar en otro sentido las palabras del rubio pero su corazón era demasiado necio y deseaba que Scorpius quisiera conocerlo pero por motivos más íntimos.
- No creo que al conocer todo de mi te agrade ser mi amigo.
- Albus, eso lo decidiré yo. Pero por ahora quiero que me cuentes, quiero saber de tus labios lo que paso exactamente en él aula de defensa.
- Oh, eso…ese fue Severus tomando el control de mi mente.
- ¿Severus? –El rubio recordó un poco de la conversación que había escuchado del Señor Potter pero prefirió saberlo por el mismo Albus.
- Severus es mi parte salvaje, por decirlo de una manera. Cuando vivía con Rogan ellos…modificaron mi personalidad para convertirme en un asesino a sangre fría. Cuando mi padre me encontró, el quiso deshacerse de esa parte y lo encerró en mi mente. Pero ahora quiere liberarse. La lucha lo motiva y siempre tiene deseos de sangre. Yo trato de refrenarlo lo más que puedo pero existen ocasiones en que nuestros caracteres se fusionan. En esas ocasiones es cuando trato de aprovechar su fuerza para mis batallas pero no siempre puedo controlarlo.
- Hablas como si el fuera una identidad que vive y piensa a parte de ti.
- Lo es, -confirmó Albus –incluso tiene su propia memoria. Es por eso que necesito deshacerme de el cuanto antes. No quiero que Severus siga con migo cuando Rogan me encuentre.
Scorpius estaba sorprendido, era la primera vez que Albus decía en vos alta que Rogan vivía.
- Ahora debo ir a empacar. –dijo Albus dirigiéndose a la puerta.
- ¿Empacar?
- Ya es hora de que me mache de este colegio. Este no es mi mundo y jamás lo será. Tengo otras responsabilidades que cumplir.
- ¿Te iras definitivamente? –Scorpius se sintió alarmado ante la repentina decisión del moreno. -¿No piensas volver jamás?
- No… no tengo motivos para volver, eso es todo.
El rubio lo sujeto nuevamente impidiendo que Albus siguiera alejándolo. La perspectiva de no volver a ver a Albus era algo inconcebible. Sus sentimientos sufrían, aunque aún no sabía los motivos. No podía resignarse a no volver a ver a Albus.
- Entonces hazlo por mí. - la frase se le escapo al rubio antes de que pudiera evitarlo.
Albus lo miró confundido. Él sabía que Scorpius lo decía sin ninguna otra intención más que amistosa pero no podía evitar que sus palabras lo lastimaran a saber que jamás podría darse nada entre ellos.
- No digas esas cosas, que podría malinterpretarlas…
Scorpius no sabia en que forma podrían interpretarse sus palabras. Al reflexionar lo que había dicho, se dio cuenta que cualquiera que los escuchara dirían que ellos dos tenia una relación amorosa. ¿Eso seria a lo que se refería Albus?
Un momento…
¿Por qué Albus malinterpretaría sus palabras? A menos que él estuviera pensando precisamente es esas cosa mientras el le decía que se quedara por él. ¿Acaso, Albus tenia algún tipo de sentimiento por él? Después de todo Rogan había sido algo así como su pareja y era hombre.
El rubio soltó a Albus ante el descubrimiento. Potter pareció notar que al fin se había dado cuenta de que era el en realidad. La expresión en el rostro de Scorpius era indescifrable y al verse libre de las manos del rubio, Albus creyó que el Slytherin lo despreciarían en cualquier momento. Prefiriendo no arriesgar mas sus inestables sentimientos, el moreno salió de la habitación y llego a la suya serrando la perta.
Al cabo de unos segundos, se escucharon pasos en el pasillo y unos débiles toques en su puerta interrumpieron el silencio que Albus estaba agradeciendo.
- Albus, ábreme – la voz de Scorpius se filtro sobre su oídos y lo hiso temblar. El muchacho no contesto, haciendo que el rubio se impacientara. –si no abres la puerta la derribare.
Albus no tuvo de otra más que acceder. Ya había hecho suficientes males en la escuela para añadir este. A regañadientes abrió la puerta y dejo que el rubio entrara. El moreno trato de prepararse lo mejor que pudo para la horda de insultos que se avecinaba.
- Si deseas malinterpretar mis motivos, -dijo el rubio –hazlo. Pero quédate a mi lado y quédate en la escuela. Te daré lo que necesites de mí si con eso hago que te quedes.
El moreno sintió que su pecho se oprimía. No sabía exactamente como sentirse ante lo que el rubio estaba ofreciendo.
- Malfoy…no creo que realmente estés entendiendo la situación.
- Lo se, pero mi ofrecimiento solo podría serte atractivo si tu te sientes de alguna forma atraído a mi.
- No estas pensando en lo que dices. ¿Te crees capas de estar con una persona homosexual? ¿En la intimidad, me refiero?
- Puedo hacerlo, pero debes prometer quedarte.
- No es muy romántica la situación…
- Albus, yo solo quiero que te quedes. No solo es por tu seguridad si no también porque me importas. Y si con esto puedo retenerte entonces lo hare.
Albus se sintió totalmente desconsolado. ¿Cómo podría creer Scorpius que él aceptaría quedarse solo por favores carnales? ¿Cómo era que lo había etiquetado como esa clase de persona? ¿En que tipo de concepto tenia a los homosexuales?
- ¿Entonces libremente te ofreces a tener relaciones sexuales conmigo a cambio de que me quede?
- Si…
- No puedo creer que me creas ese tipo de persona. Será mejor que salgas de aquí.
- Albus…
- Vete.
Scorpius, enfurecido, tomó a Albus y lo echó sobre la cama para al siguiente momento colocarse a horcadas sobre él y sujetarle las manos.
- ¿Me estas diciendo que no sientes atracción por mi? ¿Qué a pesar de que te gustan los hombres a mi no me aceptarías?
- No, lo que estoy tratando de decir es que no me quedare solo por favores sexuales. Yo jamás me acostaría con alguien por el que no siento nada, yo no soy así. ¡Me quedaría en Hogwarts si me amaras como yo te amo a ti!
El moreno no pudo morderse lo suficientemente rápido la lengua para no decir sus sentimientos por el rubio pero ya lo había dicho y no había vuelta atrás.
- Si me amas, -dijo entonces Malfoy – no te vayas.. -
Narcisa Black .
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x'D cap 21: "no lo mates" jeje ayyy
cap 22: rayos, no lo mato! jeje no te creas xDD
hasta que scorp se da cuenta de que Albus es el jaguar negro!!!!!
<3 ke se quede !!!!!!!!!!! n////n se le escapo su confesion de amor!!! qe bonito!!!!!
esperare la contii con ansias!!
bye. -
Loki-Kun .
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Ahhhh... el amor!... que románticos que son!... quiero lemon! ♥
Kaname, gracias por actualizar... Te lo agradezco :3. -
290589-kaname .
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Hola Loki-kun: ya pronto lo prometo, gracias por seguir con el fic.
Hola Narcisa Black: Si ya se le escapo, jejeje, ya pronto habra lemos lo prometo.
Capitulo 23
Scorpius miró el gran comedor con cierta curiosidad. Todo ya estaba listo para la gran fiesta de Halloween. Había velas y calabazas suspendidas en el aire. De algunas ventanas colgaban murciélagos que se estiraban con flojera. El rubio se pregunto como reaccionaria Albus ante los animales nocturnos. Y aunque últimamente parecía mantener mas control de si mismo cuando alguien hablaba de vampiros, a veces Albus serraba sus ojos para tranquilizarse.
El que se encontraba más emocionado con la fiesta era Jareth. Era la primera vez que asistiría con pareja hombre. Pero resultaba que esa pareja era Albus. De lo cual Scorpius no estaba del todo de acuerdo. ¿Acaso no había dicho Albus que estaba enamorado de él? ¿Entonces por que tenia que ir a la fiesta con otro hombre?
Aunque pensándolo bien, si Albus hubiera querido ir con él a la celebración, el rubio no estaba seguro de haber aceptado. Después de todo él no era homosexual. Y no quería que sus otros compañeros malinterpretaran las cosas.
Era cierto que había sido él quien se hubiese ofrecido a Albus con tal de no se fuera. Pero eso no quería decir que todo el mundo tuviera que enterarse de ese acuerdo.
Todo parecía demasiado desconcertante.
También estaba la actitud de Albus. En todos estos días ni una sola vez el moreno había hecho algún avance de su “relación”. Ni siquiera había intentado darle un beso, nada. Solo hablaban y él le contaba algunas historias de sus misiones. Scorpius había estado atento a cada palabra y a cada demostración que le hacia con su espada. Malfoy no sabia bien como describir lo que estaba pasando entre ellos, lo único que sabia era que Albus era su mejor amigo y lo quería. Tan fuerte era ese sentimiento que no le importaba si Potter se satisfacía con él. Pero para su alivio y nervios, Albus no lo había hecho.
En algunas ocasiones en los pasillos se había encontrado con los Cainitas con los que se había enfrentado Albus anteriormente pero estos parecían como si no recordaran que Albus era el Jaguar Negro. Todo aquel pandemónium había servido para que nadie más se metiera con Albus. Ni siquiera su propia familia. Solo en alguna ocasión vio como Hugo Weasley entablaba una conversación con Albus.
Scorpius salió del gran comedor y se dirigió a los calabozos donde se encontraban Albus y Jareth. Toco la puerta y sin esperar contestación entro.
Potter ya estaba vestido en su totalidad. Llevaba un traje del siglo pasado con holanes en el cuello y manga. Lo único que preparaba era su mascara de color blanco.
Por otro lado Jareth aun seguía en calzoncillos y al verlo entrar se tapo rápidamente con la sabana de su cama.
- ¡Maldición Scorpius! ¿Podrías esperar por favor a que te den permiso de entrar a un cuarto? –recriminó Jareth fulminándolo con la mirada.
- ¿Te da pena que te vea tus partecitas? No hay mucho que ver la verdad. –bromeó el rubio.
- Ya quisieras tener este cuerpecito para ti, tu…sabandija. – con esto ultimo se encamino hacia la puerta del baño y se encerró.
- ¿Y tú? – preguntó entonces Albus - ¿no te vestirás para la fiesta?
- Paso, no quiero verme con un payaso. Sin ofender.
- Pensé que irías con Andrea, escuche que le habías pedido que fuera tu pareja.
- ¿Estas de broma? Yo no saldría con ese tipo de chicas huecas. Es bonita pero también es demasiado superficial. –Scorpius se recostó en la cama y miró a Albus totalmente indignado.
- ¿Entonces, con que tipo de chica si saldrías?
La pregunta sorprendió a Scorpius. ¿Realmente él le estaba preguntando eso?
- ¿Por qué me preguntas eso cuando sabes que nosotros…?
- Scorpius, no sigas. No hay un nosotros. Yo se perfectamente que a ti te gustan las mujeres. Lo que dijiste en la otra ocasión fue…
- Fue verdad –El rubio se levantó de la cama y se acercó a Albus para tenerlo frente a frente. – y no me arrepiento de nada.
- Scorpius…
- Albus, –el rubio se trago su nerviosismo y tomo la mano de Albus – soy tuyo. No quiero perderte. Me prometiste que te quedarías con migo.
Tomando todo el valor que tenia, el rubio se acercó mas a su ¿amante? Y lo tomó del mentón pera plantarle un beso suave. Los labios de Albus eran aterciopelados y sedosos. Nunca hubiera creído que los labios de un hombre fueran así. Al principio Albus se resistió al primer contacto real y consiente que ambos habían tenido, pero al final el moreno cedió a sus propios deseos y recibió el beso. Scorpius sintió la humedad de la lengua de Albus flanqueando su boca. “Esto es para el” se repitió a si mismo y entreabrió su boca para recibir el beso de su amante.
Malfoy se asombro del sabor de aquel contacto íntimo. Descubrió que incluso era agradable. Se atrevió a creer que este era el mejor beso que había recibido en toda su vida. Tomó a su pareja del rostro y lo acercó a él para besarlo con más pasión. Albus respondió con la misma intensidad pegando su cuerpo al del rubio. Cuando al fin se separaron por falta de aire, Albus lo miró con el rostro rojo de vergüenza. Aquella situación lleno de ternura al rubio y sonrió por la expresión del moreno.
- Besas bien –dijo entonces Scorpius para alejar la tensión.
Albus lo miro sorprendido pero también sonrió.
Al escuchar la puerta del baño abrirse, ambos se separaron con un salto.
Jareth salió de baño vestido como un arlequín. El traje se le ceñía al cuerpo provocativamente.
- Bien, ya estoy listo…Albus.
- Ah, si claro. –El moreno salió de su momentáneo aturdimiento y se coloco al lado de su amigo para que tomara su brazo. –vamos.
- Te veo en la fiesta –comenzó Jareth –niño beso.
Scorpius quiso decirle algo pero la vergüenza y el nerviosismo solo hiso que su cara se tornara roja.
Albus y Jareth salieron de la habitación dejando a Scorpius totalmente solo. El muchacho se sentó en la cama demasiado aturdido por lo que había pasado. Sentía su corazón latir demasiado a prisa y le sudaban las manos. ¿Qué rayos le pasaba? Esto no era normal en el. Jamás le había pasado esto, ni siquiera con una mujer.
El ronroneo de un pequeño gato lo saco de sus pensamientos. Scorpius tomo al pequeño minino negro que Jareth había adoptado unos días antes y le acaricio la oreja.
- ¿Qué crees que deba hacer Cherise?
Albus y Jareth se enfilaron por el pasillo del calabozo para llegar al gran comedor.
- ¿Nos viste? –preguntó Albus azorado.
- Como no hacerlo, podía escucharlos desde el baño.
- Jareth yo…
- Albus, realmente a mi no tienes que darme explicaciones, tu sabes lo que haces. Lo único que te pido es que tengas cuidado. No quiero que te pase lo mismo que a mí.
El moreno se sintió culpable, no le había dicho a su amigo lo que relámete pasaba entre Malfoy y él. Bueno, en realidad el tampoco lo sabia.
Cuando entraron al gran comedor, Albus sintió escalofríos al ver los murciélagos. Esas cosas le causaban mucha incomodidad. Venían a él fragmentos de recuerdos olvidados. Cosas que a pesar de todos sus esfuerzos por que nadie tocara nuevamente su mente era mejor olvidar. Ya faltaba poco. Se suponía que cuando apareciera la marca de su demonio él seria capas de hacer el pacto y entonces seria inmune a la magia del pasado, del presente y del futuro.
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Narcisa Black .
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O.O
hola!! n.n
que lindo beso !!!!
si!!! espero que el lemon no tarde xDD
pobre albus ... a ver que le espera cuando tenga a su demonio ...
lindo capitulo n.n
esperoo la contii !!
bye!. -
290589-kaname .
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hola, perdon por tardar tanto en subir, he estado pasando por momentos que me quitan mucho de mi tiempo. cuando me termine de mudar de mi casa ya subo los capi. gracias por esperar . -
Loki-Kun .
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Perdóname te lo pido de todo corazón! realmente me moría por leer el siguiente capitulo, pero no tenia ordenador y leerlo desde el móvil es super incomodo! :'(
Espero al Albus sea muy feliz!... quiero se coma a Scorpius con salsa de chocolate en una bañera xP, esperare ansioso el siguiente capi y prometo leerlo super rápido y comentar mas rápido aún, besos y que tu mente se aclare para el siguiente capitulo!
. -
290589-kaname .
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hola Loki-kun gracias por seguri y esperar, al fin podre subir el siguiente capi. Capitulo 24
Los alumnos que se encontraban en el gran comedor miraron a Jareth y a Albus sorprendidos. Era como si de repente todo hubiera quedado silencioso. Albus pensó que después de todo ya no le importaba si descubrían que a él le gustaban los hombres. De todas formas no se quedaría en la escuela por mucho tiempo. Tal vez solo lo que durara el baile.
Sabía que le había hecho una especie de promesa a Malfoy, pero si él se quedaba ¿Qué tipo de futuro les esperaría? Lo que había declarado Scorpius parecía más un sacrificio que una declaración de amor. Además, él tenía una vida en la que muy difícilmente entraba un romance. ¿En que había pensado cuando se imagino con una persona que lo amara? Ningún tipo de relación amorosa prosperaría mientras él fuera el Jaguar Negro.
Albus camino por el salón del brazo de Jareth, después de la primera impresión, todos los alumnos parecieron volver a sus asuntos. Pero aun así una que otra mirada fisgona los asechaba.
- Creo que has causado una conmoción. –anunció Jareth con una sonrisa picara en los labios. Albus asintió pero no dijo nada.
Siguieron caminando entre mascaras y vestidos hasta que llegaron a la mesa donde se encontraba la comida.
Todo parecía tan relajado y natural. Y a pesar de que ese era su primer baile, Albus sintió como si esto ya lo hubiera vivido. La música de fondo comenzó a parecerle conocida, era una extraña melodía que parecía relajar sus sentidos. De repente todo le pareció como un sueño, como si un manto semi tranparente le cubriera los ojos y no pudiera ver bien lo que estaba pasando a su alrededor. Los sonidos comenzaron a desvanecerse para quedar solo en su lugar una curiosa melodía que por extraño que pareciera le encantaba. La vos del cantante era suave y tersa y sin pensarlo sus ojos comenzaron a búscalo.
El extraño grupo que cantaba esa harmonía se encontraba al fondo del gran comedor, en donde comúnmente se hallaba la mesa de los profesores. Los músicos venían vestidos con ropas del siglo XVIII y sus rostros estaban cubiertos por mascaras blancas. Pero el que más le llamo la atención fue el vocalista.
Desde donde se encontraba Albus, podía ver que se trataba de un hombre joven y apuesto. Su melena rubia le caía por los hombros como cascada fina. Y parecía como si le estuviera viendo.
Albus no entendía bien que era lo que ocurría con él, pero sin siquiera proponerse nada, él ya se encontraba yendo a donde provenía esa vos.
Scorpius se asomó por la puerta del gran comedor para ver a toda aquella multitud disfrazada. El plan original era que él iría con Andrea, bueno, eso antes de que iniciara una ¿relación? Con Albus.
A pesar de lo confuso que parecía la analogía Scopius no quería hacer lo que su amigo había hecho con Jareth, no quería que Albus sufriera. Y de todas formas no tenía ganas de estar con Andrea.
Al mirar a Albus entre la multitud se dio cuenta de que algo andaba mal. Jareth lo llamaba pero el moreno no le respondía, miraba algo, o más bien a alguien.
Los músicos, que por cierto tocaban una melodía que jamás había escuchado antes, se quitaron las mascaras revelando rostros de porcelana pálida, y el vocalista, un hombre extraordinariamente hermoso, fijaba su mirada en Albus. El desconocido le sonrió revelando unos prominentes colmillos.
¡Rogan!
Scopius se dio cuenta que ese hombre tenía que ser él vampiro. Se adelanto para pasar entre la multitud y alcanzar a Albus antes de que este llegara al rey vampiro. La desesperación del rubio causo alboroto ante los demás alumnos que se encontraban bailando, causando que uno que otro león lo maldijera.
Y fue entonces cuando todo el caos comenzó.
Jareth estaba tomando un poco de jugo de calabaza cuando noto que Albus se ponía rígido y torcía la cabeza para encontrar a algo a alguien. Al mirar a la dirección donde Albus había fijado su mirada, Jareth se congelo. Rogan estaba ahí, en frete de Albus, mirándolo con esos ojos azules penetrantes.
Jareth llamó a su amigo pero este estaba como hipnotizado. Era el hechizo del vampiro. Trato de alcanzarlo entre la multitud pero había demasiada gente, mas de los que comúnmente se encontraría en un baile de estudiantes. Fue entonces cuando se dio cuenta de que no todos eran estudiantes. Los hombres de Rogan se habían infiltrado en la escuela.
Esto era obra de Jaden.
Albus estaba a punto de llegar con Rogan cuando una oscura figura se interpuso. ¡Era Iqui! uno de los amigos Cainitas de Albus. Potter trato de esquivarlo pero Iqui no lo dejo. ¿De dónde había salido Iqui?
Entonces todos los vampiros que se encontraban infiltrados entre los alumnos se acercaron al Cainita para reducirlo.
Cuando al fin los alumnos se dieron cuenta que era lo que estaba pasando, todos comenzaron a correr y gritar, tratando de salir del gran comedor a como diera lugar. Los profesores prepararon sus varitas para comenzar la lucha y fue cuando Jareth se percato que había más miembros Cainitas de los que se hubiera imaginado ¿A caso ya sabrían que algo así pasaría?
Entre la multitud, Jareth distinguió a Scorpius que corría en contra de la muchedumbre para tratar de alcanzar a Albus. Atrás de él se encontraba el profesor de defensa contra las artes oscuras y James Potter. En ese momento quería preguntarse de donde habían salido pero este no era el instante para preguntase sobre eso.
Los hechizos comenzaron a lanzarse sobre los vampiros pero estos no llegaban. Era como si una capa invisible los protegiera.
“Esto no puede estar pasando” se dijo Jareth. Los vampiros habían traído Trisanis. “Estamos perdidos”.
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Loki-Kun .
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waaaa! que susto! ya quiero saber que pasa! Maldita Jaden... y pobrecito Albus... ojala de entre la confusión Scorpius alcance a Jareth y el Jaguar Negro haga su entrada... ojala que el amor de Jareth se de cuenta de qque corre peligro y se solucione poco a poco la historia romantica de Jareth!
Kaname! nos leemos pronto, cuando vuelvas a publicar, no te hago prisas pero ojala no te demores
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290589-kaname .
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Hola loki, siento no andar tan pronto por aqui en los foros ni comentar, desde que sali de las escuela y me puse en serio a trabajar eh estado muy ocupada.
Espero que para la primera semana de año nuevo suba el siquiente capitulo, mientras tanto cuidate mucho y felices fiestas..
Mago por naturaleza (Scorpius/ Albus) +17Un mago que es un desastre en la magia, es odiado a muerte por él chico del que se enamoro a primera vista. |
