Amor del Inframundo. (SasuNaru) (Lemon)

Sasuke y Naruto, 2 chicos muy diferentes. El primero es un alma maldita y el segundo es un religioso. Por cosas del destino se cruzan y consiguen la respuesta a lo que ambos buscan. El amor.

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  1. naru_naru
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    Amor del Inframundo. Por Naru_Naru.

    Decisiones finales.


    "O mejor... Hazme tuyo.
    "



    La familia se había saludado ya con un efusivo abrazo, por parte del padre; muchos besos en la cara, por parte de la madre y risas por parte de Naruto. Estaba tan alegre por volver a verlos que por un milisegundo había olvidado a Sasuke; rápido se repuso y le volvió a tomar de la mano.

    La pareja mayor quedaron interrogantes a Naruto y el menor miró a su novio con una sonrisa.

    —¿Quién es tu nuevo amigo, Naruto? —Preguntó Minato con deje de seriedad; el menor tragó grueso dándose valor por la decisión que iba a tomar.

    —Lo conocí en la universidad y él es mi...

    —Mejor amigo. —Terminó Sasuke por Naruto, quien de inmediato se giró para verle ceñudo. Quería decirle la verdad a sus padres y Sasuke lo negaba, ¿se habían invertido los papeles?

    —Oh, pues me alegro que nuestro hijo tenga su segundo mejor amigo, ¿cómo te llamas? —Kushina le sonrió al moreno y este respondió lo más amable que su naturaleza le daba.

    —Un placer entonces Uchiha Sasuke. —El padre del rubio le ofreció su mano al pelinegro quien la estrechó fuertemente.— Veo que cumpliste unas de tus metas, Naruto. Felicidades.

    —Si, gracias dattebayo. —Sonrió algo apenado y se rascó la nuca en una clara señal de que se sentía incómodo y el moreno lo notó. Naruto no estaba acostumbrado a que su padre le felicitara y cuando lo hacía se sentía algo intimidado, pero poderoso.— ¡Espera no! Él no es solo mi mejor amigo, también es mi...

    —Compañero de alcoba, en la universidad fuimos asignados a la misma habitación. —Minato asintió y les invitó a ambos a entrar mientras conversaba más con Sasuke, buscando algo que fuera de importancia para poder echarle. Aunque aún no le veía nada malo a ese chico para que no pueda juntarse con su rubio. Kushina tenía los mismos pensamientos, ya que Uchiha le pareció un buen chico desde el principio.

    Mientras que Naruto estaba más confundido y molesto que antes, cuando deseaba sincerarse con sus padres Sasuke le cambiaba de tema y eso era estresante. Vió como los tres caminaban a la sala de bienvenida hablando de cosas sin importancia. Les siguió un poco más callado y alejado que antes, ¡Sasuke no le dejaba hablar acerca de su relación! Al sentarse en los muebles la pareja Uzumaki pidió unas bebidas resfrescantes.

    —Por cierto hijo, hemos recibido tus informes con relación al estudio y debo felicitarte por tus excelentes notas, siempre supe que serías el mejor de tu clase. —Halago el rubio mayor mirando a su primogénito con una sonrisa. Naruto de inmediato sonrió en grande e inconscientemente infó su pecho en señal de orgullo.

    —Gracias, padre. A veces era muy difícil entender las clases pero mis metas y espectativas hacen que pueda contra todo y no me rinda. —Kushina asintió apoyándole. Sasuke miró al Uzumaki menor con una mirada muy significativa, analizando las palabras de su novio. Quería saber todos los deseos y aspiraciones que tenía. Naruto le miró también sintiendo la necesidad de estar a su lado, juntarse a él y sentir su piel contra la suya en un abrazo.

    —Ejem, bueno. —Carraspeó notoriamente Minato sintiendo la profunda mirada con la que su hijo miraba a Sasuke y viceversa. Kushina había fruncido su ceño en disgusto y se había colocado de brazos cruzado. Naruto vió esa pose y supo que su madre estaba molesta.— Es un placer que nos hayas visitado Sasuke, gracias por venir.

    —Si así es, fue un gusto el conocerte. Tal vez otro día te veremos por aquí. —Se levantó sonriendo fingidamente la peliroja, Sasuke enarcó una ceja captando lo que querían decirle, por otro lado el rubio menor negó con rapidez.— ¿Qué pasa Naruto?

    —Le he traido para que pase esta semana conmigo. Quiero decir, con nosotros. ¡Estamos de vacaciones! —Lo último salió por si solo no sabiendo que decir para que sus padres cambiaran la expresión de indignación y desagrado por el plan que Naruto ya había planificado sin su permiso.

    —¿Cuando pediste nuestro permiso, jovencito? —Regañó su padre retadoramente, no le gustaba nada esa independencia con la que Naruto comenzaba a tomar decisiones. No le gustaba que empezara a buscar su propio camino. Sasuke se levantó también tratando de mantenerse al margen de la discusión, Naruto debía arreglar eso por si mismo.

    —Nunca he traido un amigo a esta casa, primera vez que lo hago ¿y me recriminan? ¡Deberían sentirse feliz por mi! —Habló algo alto por su exaltación ante la actitud de sus padres. Ese lado nunca lo habían desmostrado, o peor aún, él nunca había abierto los ojos para poder notarlo. Kushina negó con la cabeza mientras se tapaba la cara con sus manos.

    —Estás siendo tan irrespetuoso, Naruto Uzumaki. ¿Esa es la manera de tratar a tus progenitores? ¿Te hemos criado para eso? —Gritó Minato; Naruto desde su posición retrocedió unas pasos y se sintió intimidado, su padre tenía razón.— Estás siendo tan mal agradecido, hijo. —Su corazón dolió y el poco coraje que había obtenido se había ido ya, sólo le quedaba la culpa y el arrepentimiento.

    —Lo siento, papá. —Sasuke abrió en grande sus ojos al oírle decir eso, ¿disculparse? ¡¿por qué?! pero aún con eso no abrió la boca en ningún momento. Quería ver como terminaba todo eso.

    —No es conmigo a quien le debes una disculpa. ¡Mira a tu madre! —El menor miró a la peliroja que lloraba alto para que así pueda ser oída. Naruto se acercó a ella abrazándola sin saber como disculparse por hacerle llorar, él no deseaba esa reacción de su parte.

    —Por favor mamá. No llores más, no quería lastimarte.

    —No pensé q-que estar en esa... Universidad te cambiaría t-tanto. —Habló entre llanto y el menor contrajo su rostro en dolor, ¿había cambiado tanto? no lo sabía él se sentía igual que antes, solo que más expresivo y hablador. Antes no hubiese ni podido decirle a su padre que estaba en desacuerdo con su decisión.

    —Mamá...

    —Naruto, ve a tu habitación ahora. Nosotros tenemos que hablar. —El menor miró a Sasuke queriendo decirle con la mirada que le siguiera, pero Uchiha cuando estuvo apunto de acompañarle Minato negó.— El joven Sasuke se queda aquí.

    —P-pero yo... —Ceñudo quiso decirle que Sasuke era su amigo y estaría con él pero la voz de Kushina le hizo cambiar de opinión.— ¿Después puede venir a mi habitación? —Preguntó en un susurro sabiendo que no podía discutir nada.

    —Solamente si te portas bien, como el niño al que hemos criado. —Respondió Minato mirando como su hijo asentía con la cabeza agachada. Naruto caminó a la salida pero no sin antes dirigirle una mirada de arrepentimiento a Sasuke, quien le regaló una media sonrisa, tratando de animarle. Al llegar a las enormes escaleras del recibidor vió a uno de los hombres que trabajaban para sus padres, le vió interrogante al saber que era seguido por él.

    —¿Necesita algo? emm, ¿señor? —Paró abruptamente sin terminar de subir los escalones faltantes.

    —Su padre me ha pedido que le vigilara. —Otra gota más que tenía el vaso. Naruto apretó sus manos y arrugó la nariz molesto, ¿por qué su padre le trataba así? ¡ya tenía dieciocho! era un joven adulto que no necesitaba tanta protección. Su caracter impulsivo estuvo apunto de salir a luz, pero las palabras de Minato le hicieron calmarse. Esa casa oprimía su verdadero ser.

    Continuó el camino que había dejado olvidado con el "guardaespalda" pisándole los talones. Giró a la derecha por un largo pasillo de alfombra roja y muchas telas en las paredes que tenían un color dorado, algo muy parecido a un corredor que llevaba a la capilla sixtina en el vaticano. Llegó a su habitación y la abrió en un golpe, de igual manera la cerró sin dejar que el hombre pasara junto a él.

    Mordió con ira su labio inferior, había olvidado todos los sentimientos y emociones negativas que sentía al estar junto a sus padres, claro que no siempre era así, pero lo era. Su manera dominante le hartaba, como le hacía callar y quedarse sin habla, haciéndole olvidar todo lo que quería reclamar. Se reprimía, siempre lo hacía y actuaba de la manera que a ellos le gustaba. Seguía sus estúpidas normas, que a veces le parecían absurdas y sin sentido. Pero aún así las seguía, todo por ver su aceptación y por ser recompensado.

    Cuando llegaba a abrir la boca para poder quejarse de algo le decían que las cosas tenían que ser así pues desde hace mucho tiempo habían sido así, ¿pero algo que es cotidiano y se hace desde mucho tiempo tiene que ser bueno? ¡no! Si eres maltratado en tu casa todos los días y llegas a acostumbrarte no quiere

    decir que sea algo bueno y tengas que resignarte. Siempre callado y bajo perfil.

    Pateó una silla que estaba en su camino y rompió un libro que estaba en el suelo. Sus ojos querían llorar pero él no lo permitiría, sus lágrimas no tenían que estar presente en ningún momento. Se lanzó a la cama dando golpes a las almohadas que se chocaran con sus puños, necesitaba liberarse de alguna manera de ese terrible sentimiento en su pecho, esa impotencia y esa cólera. ¿Por qué su padre le cuestionaba tanto sus decisiones? ¿Por qué su madre lloraba sin ninguna razón?

    —No sé porque mierda dedicí volver a este sufrimiento. —Susurró para él mismo.

    ~o~o~



    —Naruto... —El mencionado con pereza abrió sus ojos mirando a todos lados de la habitación que estaba en penumbra. Esa voz había sido de Sasuke. Buscó por todas las esquinas pero en ninguna daba señal del pelinegro. Cerró sus ojos pensando que había sido un sueño.— ¡Dobe! —Era inconfundible, Sasuke le estaba llamando. Se levantó con cuidado y caminó hasta donde provenía la voz, su ventana.

    —Sasuke. —Abrió con exageración sus globus oculares, Uchiha estaba intentando entrar por su ventana como un ladronzuelo. Le ayudo a pasar y vió la elegancia con que vestía, sonrió al verle tan guapo y se abrazó efusivamente al tenerlo cerca. Luego de ello cayó en cuenta en la realidad.— ¿Qué hora es? ¿por qué entraste por mi ventana? ¿por qué estás vestido tan formal? ¿dónde están mis padres?

    —Ya cierra esa bocaza que tienes, ruidoso. —Coloco su blanquecina mano en los labios del rubio, que frunció su entrecejo y le dejó un manotazo en la mano.— Hey, calma fiera.

    —Contesta a mis preguntas. —Uchiha rodó los ojos frustrado y se dispusó a explicarle todo a su novio.

    —Bien, son las seis y media de la tarde, entre por la ventana pues tus padres me han echado de la casa cuando te fuite a la habitación. —Naruto abrió su boca con indignación.— No tengo ni la mínima idea de donde están tus padres y pues lo de mi vestimenta es una sorpresa.

    —No puedo creer que... ¡ellos te hallan botado de la casa! ¿cómo pudieron? —Estaba rabioso una vez más, Sasuke le miró serio y el menos suspiró con paciencia, buscando alguna manera de calmarse y solo conocía una. Se acercó a Uchiha y en un movmiento unió sus labios en el ósculo que tanto lograba hacerle calmar. Sus manos rodearon su cuello y ladeo la cabeza en busca de mejor penetración para su lengua.

    —Tus padres te manipulan, Naruto.

    —Yo... lo sé. —Respondió sin más. Había encontrado ese dato justo ese día, su madre y padre lograban manipularle a su antojo y él como idiota caía. Sasuke esperó a que continuara pero al ver que no diría nada más prefirió hablar él.

    —Ellos también lo saben, y lo usan en tu contra para manejarte a su placer. Ese comportamiento es despreciable Naruto. ¿Siempre han sido así contigo? —El rubio quedó pensativo y luego de unos minutos asintió desanimado. Sus padres eran terribles.— Pues, no deberían hacerlo más, tú ya eres un hombre de dieciocho, ¡hey, que te estoy hablando! —Se molesto al verle bajar su cabeza. Con una de sus manos levantó su menton haciendo que le viera con sus ojos vidriosos.— Eres una buena persona Naruto, tanto que pareces tonto. No me gusta ver como te utilizan, si es cierto que son tu familia y los amas con todo lo que tienes —Su voz se hacía más suave al decir eso, hablar de familia le recordaba tanto a Itachi.— pero llega un momento en el que debes de tomar la riendas de tu destino y hacer lo que de verdad tú quieras, tienes la fuerza y la inteligencia para eso. Yo confío en ti y sé que puedes.

    —Gracias... Sasuke. —Sonrió en el abrazo haciendo el esfuerzo por no llorar delante de Uchiha.— Luego dices que el cursi soy yo. —Bromeo y Sasuke achicó sus ojos en manera de advertencia. Se separaron.

    —¿Qué esperas? si soy novio de uno. —Naruto le dejó un suave golpe en su hombro. Aunque eran novios no habían cambiado mucho de ser amigos, los mejores.— Quiero que te vistas para salir. Te escaparás solo por hoy de tu casa y te mostraré algo que no te esperas. —Naruto le miró entre confundido y curioso, aún así hizo lo que dijo sin dudarlo.

    Luego de abotonarse la camisa siguió al pelinegro que había abierto la ventana y le hacía una seña para bajar por allí. Naruto tragó grueso.

    —¿Qué estás loco, teme? —Miró lo alto que era y sintió vértigo. Cuando era un niño solía salir por allí pero muy pocas veces y ahora le parecía la locura más grande de su vida.— ¿Por qué no bajamos como personas civilizadas por las escaleras?

    —Tus padres están en alguna parte de tu casa y si nos atrapan tal vez entres en algunos problemas. Vamos Naruto, ¿acaso eres un gatito asustado? —Le provocó esperando que su valentía y orgullo saliera aflote. Pero salió algo peor aún. Su impulsividad.

    —¡Ya verás quien es el gatito miedoso! —Miró el árbol que estaba delante de su ventana y una de las ramas que estaban más cerca. Calculó solo por un segundo y corrió hasta el exterior dando un salto algo arriesgado e imprudente ante los anonadados ojos de Uchiha, quien sin poder evitarlo corrió tras él tratando de impedir algún accidente innecesario.

    Naruto cayó en la rama que estaba cercana a su ventana, se sentó en esta buscando a Sasuke por todo lados. Miró unas manos que se sujetaban a su lado y supo que era él, le ayudo a subir y sentarse a su lado. Le sonrió divertido hasta que el mayor le pellizco un brazo.

    —Hey, Teme. Me dolió. —Intentó dejarle un golpe pero paró al sentir algo de vertigo por tal altura

    —No vuelvas a hacer una idiotez como esa Naruto. Podrías haber caído directo al suelo y con tu gran torpeza no lo dudo para nada.

    —Aún así debes de admitir que ha sido muy divertido, ¡nunca antes había hecho algo así! —La adrenalina corría por sus venas y juntos bajaron por el tronco del árbol hasta el suelo donde corrieron hasta la entrada principal de su gran casa, justo donde había un taxi esperando. Naruto miró interrogante a Sasuke y este asintió indicándole que entrara. Cuando ya estaban a unos metros de la casa Sasuke suspiró con disimula mientras que el rubio reía emocionado.

    —¿Te has vuelto loco? —Naruto negó al momento de acurrucarse contra él.

    —Es que no me he escapado de mi casa jamás, es tan... divertido. En especial porque es contigo Sasuke. —Murmuró en su oido y el ojinegro giró su cabeza para besarle.— ¿A dónde me llevas? —Su cabeza cayó en el espaldar y su hombro chocó con el de Sasuke.

    —Una sorpresa a la cual estamos muy cerca de tu casa, solamente espero y no se te ocurra decirme algo tonto.

    —¿Tonto? ¿por qué lo dices? —Miró por la ventana al sentir que el automóvil paraba en seco, delante de él se encotnraba un hotel-restaurant, llamado "Le siena" era un restaurant de estilo francés con una hermosa representaciones del famoso río siensa de París. Bajó del taxi algo torpe, aún no cabía en su asombro Sasuke que estaba a su lado le tomó de la mano guiándole dentro de este.— Es hermoso... e increíble.

    —Aún no has visto nada. —En la recepción Sasuke habló con la joven de acento y aspecto frances que le dió una llave y unas indicaciones. Naruto miraba más a su alrededor descubriendo parte de esa hermosa estructura y decoración.— Vamos, Naruto.

    —Mira que genial, una imitación de la torre eiffel. —Señaló como un niño mientras se alejaba de ella con Sasuke a un elevador. Entraron y Sasuke marcó el número seis. Cuando llegaron el moreno tapó los ojos del rubio con la excusa de que sería una sorpresa, caminó a ciegas con ayuda de Uchiha y se sintió intrigado por tanto misterio, que sería la gran sorpresa.

    —Bien, ya puedes mirar. —Habló Sasuke algo nervioso pero sin llegar a exteriorizarlo, no quería que Naruto viera ese nerviosismo suyo, primero muerto. Naruto de inmediato hizo caso quedando de piedra, no podía creer lo que sus ojos le mostraban. Era una especie de cena romántica para dos en uno de lso balcones del restautrante con la vista a la ciudad que estaba iluminada.

    —¿Tú hiciste esto? —Naruto caminó algo extrañado y sin saber como actuar, ¿Ese era el Sasuke que conocía? Debía ser una especie de sueño extraño, desde cuando su novio era tan expresivo y romántico. Miró la cena para dos, las velas aromatizadas y la música de fondo. Tan entusiasmado estaba por ello que no se fijó en lo incómodo y sonrojado que estaba Sasuke, no se sentía del todo normal haciendo eso, pero Naruto lo merecía.

    —No es obvio, dobe.

    —Es tan... lindo de tu parte. —Se giró ignorando el último comentario. Le sonrió divertido al verlo pero prefirió no arruinar el momento tan romántico por el cual Sasuke se había esforzado. Llegaron a las sillas y ambos se sentaron, Naruto vió conmo unos meseros trajeron algo de comer se sorprendió al ver lo que era.— ¡Es ramen! —Emocionado exclamó aspirando el delicioso olor que desprendía este.— En un restaurante francés.

    —Sabía que te gustaría.

    —Me conoces muy bien. —Sasuke sonrió mirándole directo a los ojos. El contacto visual se finalizó cuando ambos empezaban a comer de su respectivo plato, la platica era amena y mur corta. Las miradas estaban en dominancia, al igual que los roces bajo la mesa, sus pies divertidos y ansios chocaba, sus manos se juntaban cuando ambos las movían en la misma dirección.

    Sasuke estaba olvidando lo vergonzoso que le parecía ese gesto de su parte y se empezaba a sentir muy bien; el siempre se sentía cómodo mientras estuviera con Naruto. Había aprendido a quererle tanto y no dudaba en ningún minuto en recordárselo, sentía una inmesa felicidad al pronunciarlo, antes se le era totalmente difícil pues el recuerdo de Sakura volvía a él, pero ahora no, siempre que pronunciaba esas palabras estaba Naruto presente: Su sonrisa tan animada y divertida, sus berrinches y exclamaciones sin sentido, sus promesas de amor y gemidos cuando tenían algún encuentro sexual, su hiperactividad e impulsividad, su bondad y gentileza, su idiotez y torpesa. Todas esas cosas eran perfectas a sus ojos, algunas veces le hacía rabiar, pero no era por mucho tiempo.

    Su amor por él era más grande que cualquier pelea que hayan tenido. Lo amaba.

    —Te amo...

    Naruto miró a Sasuke una vez más, detallandolo.

    Era muy difícil presentar una descripción exacta de Sasuke, cualquiera podría describirlo como alguien frío y asocial, amargado y muy serio, malvado y con una furia ciega; pues en cierta parte no se equivocaban, pero solo estaban hablando de un cuarto de su ser, eso solo era un pedacito de Sasuke y vaya casualidad que solo era lo malo. Sasuke además podía ser amable y cálido cuando estaba en compañía. Podía sonreír e interactuar cuando le intersaba. Podía amar y ser amado cuando lo deseaba, nadie podía saber eso más que Naruto, conocía muchas de las facetas de Sasuke, su lado orgulloso cuando peleaban por tonterías, su lado maquiavélico cuando aún Sasuke no le aceptaba ni como amigo, su adoración por los tomates, su parte activa y dominante como cuando intimaban, su lado amoroso y romántico como ese mismo instante. Con Sasuke había aprendido más de la vida.

    Naruto con Sasuke descubrió del odio verdadero, de la amistad más fuerte que hay y de un verdadero amor.

    —Yo más aún... —Sintió como la silla de Sasuke se acercaba más a él y el no dudo en hacer lo mismo hasta estar hombro con hombro, Sasuke besó en los labios al menor con una ternura que nadie reconocería en él. Su mano acarició la mejilla morena haciendo un increíble contraste de colores. Naruto acaricio su pálido cuello sabiendo que eso era algo que le gustaba mucho a Sasuke.

    Un dulce beso, literalmente, pues apenas y terminaban de tomar una bebida de fresas. A veces dulces y otras amargas pero realmente deliciosas, muy parecido a ellos.

    —Gracias por la cena, ha sido la mejor que he tenido'ttebayo.

    —Es la primera cena que tengo con tanta emoción. —Sonrió poniéndose en pie siendo seguido por el menor que tomó su mano con efusividad, se sentía tan emotivo y quería demostrarle eso a Sasuke, lo muy ansioso que estaba. Sasuke pudo captarlo y esta vez le guió a su habitación la cual era el número 483, abrió la puerta dando con colores dorado y rojo.

    La cama matrimonial estaba allí, tentando a ambos a actuar sobre ellas, a cometer el último acto de amor que se podrían mostrar. Un olor que parecía actuar de afrodisiaco inundó la habitación, Sasuke pasó de último cerrando la puerta tras si viendo como el menor estaba allí parado como un idiota. Sin hacer ningún movimiento, se acerco a él y este se exaltó por su llegada.

    Sasuke no comprendió esa actitud pero prefirió alejarse, tal vez le estaba dando nervios, así que se dirigió al teléfono que había empezado a sonar. Contestó oyendo la voz de la chica que antes había estado en recepción le comentó que en unos minutos su postre sería entregado por servicios de habitación y el le agradeció.

    Naruto comenzó a sentir la falta de oxígeno en sus pulmones, respiraba por la boca aunque muy suavemente casi imperceptible y aún no podía comprender el verdadero porque. Sus mejillas comenzaban a tomar un color rosacio, cada fibra de su ser se sentía emocionada y ansiosa, sabía a la perfección lo que en esa noche podía pasar y eso le hacía sentirse nervioso pero también excitado, una extraña combinación.

    Respiró hondo recostandose en la cama, sintió otro peso hundirse a su lado, no abrió los ojos sabía perfectamente de quien se trataba.

    —En que piensas tanto. —Oyó esa voz tan masculina a su lado, claro que la suya también lo era, pero la de Sasuke era profunda y le hacía estremecerse, o por lo menos en ese momento. Abrió los ojos mirándole directo a los de su contrario, esas orbes onix que empezaban a acercarse más, cada vez más cerca hasta que Naruto rompió el espacio entre los dos en un beso nada tierno.

    Sasuke fué tomado de imprevisto pero al instante reaccionó, y es que Naruto nunca antes le había plantado un beso con tanta intensidad, siempre iba de lo suave a lo ardiente. Ladeó su cabeza en busca de profundidad, con sus manos tomó la mejilla del menor y esta vez se dejó guíar por el ritmo del rubio que parecía estar cada vez más decidido con lo que deseaba.

    Uchiha se fue girando de a poco hasta que así quedó sobre su novio sin romper totalmente el beso, sus manos apoyadas al lado de la cabeza de Naruto y este subió las suyas a la espalda de Sasuke que era cubrida por una camisa que para Naruto empezaba a estorbar entre los dos. Guió sus manos a la cintura del moreno buscando el comienzo de su camisa para así poder sacarla de allí, Sasuke entendió y le ayudo a desnudarse de la cintura hacia arriba.

    Sus miradas chocaron una vez más diciéndose todo en ella. Sasuke miraba a Naruto y este en un momento a otro sintió que toda esa ansiedad se volvía temor, podía ver la decisión en la mirada de Sasuke y de alguna manera ya tenía una idea de como sería, pero es inevitable que los nervios atacaran en ese momento.

    Su mentón vibró y Uchiha le vió, entonces pudo sentir el cambio del rubio.

    —Naruto, sino deseas hacerlo...

    —¡Por supuesto que si! lo que ocurre es que yo... No sé si te complacere de la manera que esperas o si... no te gustará, esto es nuevo para mi y estoy nervioso y... —Sus palabras se trabavan con su lengua, el nerviosismo afectaba su manera de hablar, Sasuke lo sabía siempre le pasaba igual.

    —Solamente déjate llevar y cuando no desees que continúe te prometo y pararé. —Propusó acariciando con una mano el cuello del menor quien cerró los ojos y asintió respirando por la nariz muy notoriamente.— Debes de calmarte, hemos tenido ya muchos encuentros similares...

    —Pero nunca hemos llegado al final. —Contraatacó y Sasuke le besó el cuello.

    —Cuando no quieras continuar, dímelo. —Fue lo último que dijo para empezar con su labor de hacer calmar al rubio para así poder disfrutarlo los dos. El moreno cuello de Naruto era atacado por los labios de Sasuke que se abrían tomando una pequeña porción y se cerraban en un chupetón, aveces mordidas. El rubio tenía la mirada fija en el techo, sus ojos a veces se cerraban involuntariamente por lo bien que Sasuke le besaba.

    Su mente estaba hecha un caos, siempre había sido muy activo con Sasuke en estas cosas pero ahora parecía una nena asustadiza y se molestaba por tan solo pensarlo.

    —Sasuke... —Su voz sonaba tan sensual, estaba agitado y no dejaba de moverse contra la cama. Sus manos traviesas fueron al cabello azulado de Uchiha, a perderse allí. Podía escuchar la respiración agitada de su novio y algunos sonidos que salían de su garganta para confundirse en la noche de luna llena que mostraba la ventana abierta. Solo con tocarle Sasuke estaba disfrutando aunque el rubio pensaba que no tanto como él.

    Gimió alto cuando sus tetillas fueron absorvidas por la boca traviesa de Uchiha que las succionaba con laborosidad, mientras que la otra la mantenía estimulada con su mano izquierda. Naruto se arqueo por instinto y continuó soltando alaridos desde su posición, la mano que mantenía en el cabello de Sasuke jalaba mucho de sus mechones intentando de controlar esas desbordantes sensaciones que deseaban salir y podía sentir que se descontrolaría, algo en él que no conocía, su vientre vibraba de excitación.

    Sasuke se alzó cuando sus dos pezones estuvieron completamente erectos y se deleito con la imagen que Naruto le otorgaba. Sus ojos estaban tapados por el antebrazo que le cubría, respiraba con agitación por su boca húmeda y su cuerpo perlado por el sudor. Bajó su mirada hasta el bulto que tenía en el pantalon, comprendió que hacía bien su trabajo.

    Con un movimiento brusco abrió con totalidad la camisa del rubio, quien de la impresión se apoyo sobre sus codos. Algunos botones habían salido volando pero eso lo último que le importaba, sus ojos dilatados miraban como Sasuke ahora desabotonaba su pantalón, con algo de lentitud, tampoco deseaba echarlo todo a perder por una tontería. El menor ayudó lenvantando sus piernas cuando Sasuke bajó su jean hasta alejarlos de esa situación; gimió por lo bajo cuando su miembro estaba con más espacio que antes.

    —¿Quieres que continúe? —Su voz estaba más ronca de lo normal y Naruto asintió girando su rostro a otro lado, no quería mirarlo mucho, sentía que le quería comer con esa mirada penetrante que tenía. Sasuke vió su morena piel descubierta y casi toda su desnudez, él tenía algo de verguenza , pero no más que antes.

    —No me mires mucho —Había un poco de luz y tenían la lámpara prendida, el moreno sintió que no podría cumplir muy bien esa petición, quería verle bien cuando se lo hiciera.

    Su mano acarició con suavidad el miembro semi-erecto del rubio, sintiendo la dulce agitación del rubio bajo él, Naruto simplemente volvía loco a Sasuke con sus movimientos desesperados, sus jadeos, con sus besos y gemidos, definitivamente había perdido el control. Estaba sudando, y todo contacto le producía tanto calor; las manos de Sasuke iban específicamente sobre su piel, y esta vez se movían de arriba hacia abajo sobre su cintura y caderas desnudas. Naruto continúo con su sinfonía de gemidos para la satisfacción de Sasuke que veía el Naruto activo de siempre, en busca de más contactos.

    —Sasuke, Sasuke... —Le llamó desesperado intentando sacarse por si mismo la única prenda que cubría su desnudez, el moreno se alejó un poco para ayudarle viéndole a los ojos, Naruto se sentó en la cama yendo directo por el, besando todo lo que estuviera en su camino. Sacó su lengua juguetona y lamiendo la mejilla de su novio.

    —¿Quieres que pare? —El menor negó desde su cuello en donde se estremecía al sentir su piel desnuda chocar con la piel de pecho de Sasuke, ambas calientes y con deseo de más.— ¿Cómo te sientes? quiero oírte decirlo, dobe.

    —Estoy... Estoy caliente. —Gimió audiblemente y empujó el cuerpo de su novio a la cama donde ordenó que se sacara toda la ropa. En otras circunstancia se hubiese lamentado por mencionarle eso a Sasuke pero el placer era mayor que su verguenza.— No es justo que yo este así y tú...

    —Como quieras. —Sus manos bajaron hasta su cinturon el cual despojó con calma, algo que empezaba a desesperar e impacientar al ojiazul, que sin saber que más hacer y dejándose llevar por su ansiedad le ayudó a sacarse toda la ropa restante, mientras dejaba suaves caricias por la piel de su compañero y notando que su miembro estaba igual al suyo.— Parece que alguien está impaciente.

    —Quiero llegar hasta el final contigo, Sasuke. —Le besó la mejilla dulcemente olvidando por un momento todo ese deseo salvaje que se agrupaba en su miembro y esparcía corrientes de placer por todas las fibras de su cuerpo hasta nublarle los sentidos. Y dando paso al amor que pensaba entregar a Sasuke desde el momento que se planteo la posibilidad de perder su virginidad.

    El moreno al quedar en las mismas condiciones que su novio le recostó de costado poniéndose delante, cara a cara, y empezó una serie de besos repartidos por todos los lados de su rostro. Caricias por sus pieles desnudas que parecían también estorbar entre ellos, su cuerpo exigía la cercanía de su compañero y así disminuír el espacio entre los dos; se necesitaban con desesperación. Así provocando que sus entrepiernas calientes entraran en contacto.

    —Mhmm, Naruto... —Sus manos acarician las nalgas del su novio con devoción admirando lo suave de estas y el calor que proporcionaba el pequeño agujero que permanecía, aún, cerrado y sin ninguna especie de dilatación. Por lo menos no por mucho tiempo. Una de sus manos fue al miembro del menor de manera que se distrajera con el placer otorgado por sus dedos.

    —¡Ahhhh! S-sasuke, ahí. —Gimió con ganas al sentir como le sujetaba desde la base iniciando un movimiento arriba-abajo, apretando un poco en ocaciones y restregando la punto con deseo. Naruto tomó las sábanas rojas con sus manos desordenando todo a su paso, las movía con desespero en la cama hasta que llegó al cabecero de donde se sostuvo y arqueó en aceptación a las caricias de Sasuke.

    Naruto tenía la mente totalmente en blanco en aquel instante y los colores en su vista destellaron tanto como miles de estrellas fugaces que pasaban y chocaban entre ellas dando como resultado más colores aún, abrió un poco los ojos observando como Sasuke se erguía y con un empujón le colocó boca abajo, y sin muchas fuerzas cayó sobre la cama quedando totalmente pegado a esta.

    —Levanta un poco tu trasero. —Pidió mientras tomaba una almohada. El aludido apoyó sus manos en la cama, entonces Sasuke lo tomó de la cadera y pude alzarlo un poco, se arrodilló temblando y expuso su trasero a Uchiha que se sonrojó ante tal vista.— Ahora relájate un poco, ¿bien? —Sasuke humedeció sus dedos entre su boca para así introducirlo en aquel agujero.

    —¿Y cuando disfrutarás tú? —Preguntó sin más.

    —Muy pronto... —Contestó al momento de rozar su entrada delicadamente, él menor le dió la cara en ese proceso algo extrañado.— Pero... —Miró sorprendido a su novio por lo que acababa de hacer, se sonrojó mucho y volvió a mirar al frente, entonces explorando un poco esa zona consiguió entrar allí, el rubio empezó a removerse y a jadear.— ¿Estás bien?

    —N-no lo sé... creo que si, Ummh. —Apretó su mandíbula. No podía afirmar que le doliera pero tampoco negar que era algo muy placentero, más bien era una incomodidad. Respiró hondo tratando de seguir el consejo de su novio y relajarse, era tan vergonzoso e incomodo, cerró los ojos avergonzado de saber que Uchiha le miraba todo y exploraba ese lugar tan íntimo de él.— Falta mucho para q-que... —Preguntó impaciente por salir de ello.

    —Esto es necesario para que sea menos dolor. —Respondió con gentileza. Su mano libre la paso por su espalda en modo de apoyo. El menor comprendió y suspiró tratando de buscar un poco de placer a eso. Sasuke dejó un beso en una de las mejillas posteriores de Naruto y este se agitó abochornado. Intentó pegarse a la cama otra vez pero Sasuke sacó su dedo del interior del rubio y le tomó de sus caderas mientras que inesperadamente le besó ahí, hundiéndose en él, sintiendo como se desesperaba y decía un montón de cosas incoherentes, le lamió y humedeció directamente en su entrada.

    —¡Sasuke! ¡¿Qué haces?! ¡Sasuke!... Oh, S-Sasuke... —Suavizó su tono de voz mientras le pasaba la lengua humedeciéndole bien— Humm... Sasu... Ahhh... —Sus manos temblaron con fuerza al sentir como el placer le abrumaba y hacía perder la fuerza. Su cara fue directo a la almohada que tenía para poder callar sus escandalosos sonidos y esconder la cara por la verguenza que le provocaba que Sasuke le lamiera allí.

    Unos minutos más paso su lengua por allí hasta sentir que era suficiente para volver a introducir su dedo, solo que esta vez metió dos. Al no recibir queja del menor intentó con el tercero. Les movía en forma de tijera para expandir lo mayor que pudiera las paredes internas del menor, este solo jadeaba por lo bajo y una que otra vez se quejaba.

    Estuvo apunto de sacar sus dedos del cálido interior de Naruto pero este por reflejo alzó su trasero, arqueando su espalda, haciendo que los dedos de Sasuke se hundieran un poco más de la mitad de estos y gritó desesperándose. Sasuke se angustió al pensar que le pudo haber hecho daño.

    —¿Estás bien? —Preguntó Sasuke preocupado, su tono de voz le delataba.— Dobe, te estoy hablando. —Podía ver como estrujaba las mantas debajo de él y cómo se removía. De inmediato una sonrisa zurcó los labios del pelinegro al verlo relamerse los labios y gemir alzando su trasero un poco más. Le erstaba gustando, lo podía ver.

    —Acaríciame... —Su voz sonó ahogada, estaba llegando a su límite y el orgasmo quería hacer su acto de presencia. Sasuke acarició su espalda de espacio, sintiendo el sudor de esta y viendo lo brillante que se veía, quizo hacerlo suyo de inmediato.— O mejor... Hazme tuyo. —Como si Uzuamki le hubiese podido leer los pensamientos pidió lo que Sasuke estaba deseando.

    —¿Estás seguro? —Sacó sus tres dedos jadeando de tan solo pensar en la posibilidad que su miembro podría estar allí esa noche, que podría hacer el amor con Naruto; la persona que amaba con todo lo que tenía, con cada partícula de su ser. El rubio se giró hasta quedar de espaldas contra la cama y expuesto ante los ojos de Sasuke. Le sonrió ruborizado y asintió energéticamente; se extendió un poco para acariciar sus labios mutuamente.

    —Estoy seguro porque te amo. —Confesó al terminar su último beso...

    —Yo también Te... —La poca luz que iluminaba la habitación se acabó; todo quedó en la total oscuridad del abismo y una atmósfera frívola se instalo en el ambiente tan calido que ambos habían procreado. Un olor putrefacto se paseó en el aire e hizo que Sasuke se levantara con sigilo de la cama. Naruto intentaba acostumbrar su vista en la oscuridad, algo en él le decía que ese bajón de luz no era uno cualquiera.

    —¿Qué está pasando? —Preguntó en un susurró tembloroso. Sus manos estaban sudando y ya no tenía que ver con la erección que en momento pasados presentó. Buscó desesperado el cuerpo de Sasuke preocupándose al no oírle en ningún lado.— ¡Sasuke!

    —Naruto, no te muevas. —Esa voz, era la que Sasuke utilizaba cuando le hablaban de Dios. Un escalofrío recorrió su espina dorsal al sentir la presencia de alguien o algo más en la habitación. Se arrinconó más en el cabecero de la cama tomando su ropa íntima y desesperado con un temblequeó se la colocó.

    El silencio podía volver loco a cualquiera y Naruto estaba comenzado a alucinar, no sabía cuanto tiempo había pasado y oyó una voz cerca de él, casi susurrándole al oído.

    *Hey, Naruto. ¿Te acuerdas de mi? —Esa voz era rasposa y profunda, sin quitar ese tono sarcástico que empleaba.— Porque yo si te recuerdo. Recuerdo que te prometí que ese amor no dudaría mucho.

    —Tú... —Susurró sabiendo que era la voz de su cabeza.— No te quiero oír, ¡sal de mi cabeza! —Apretó sus ojos al momento de taparse los oídos y sacudir con fuvor su cabeza. Le escuchó reir con cinismo y el menor frunció el entrecejo.

    —¿Quién te dijo que estoy en tu cabeza? —Abrió los ojos y giró su rostro sintiendo alguien a su lado, brinco en un intento de alejarse y gateo hasta el suelo.

    —¡Aléjate de él! —Gritó Sasuke y las luces se encendieron. El rubio miró a su novio que tenía una katana consigo y un rosario en esta. Luego miró a la entidad que le había hablado viendo que era una persona alta cubierta por una capa negra que también portaba una espada.— Tu pelea es conmigo... Maldita.

    —Nos volvemos a ver, Uchiha.

    SPOILER (click to view)
    Pues muchisimas gracias por la paciencia y los comentario espero y les haya gustado el lemon soft (si es que existe o.o) el capítulo que han leído es el penúltimo, después de este viene el gran final pues aquí se acabará la gran persecución entre la muerte y Sasuke o como también me gusta llamarlo "el mal y el bien" ¿Sasuke morirá o no? ¿Estará siempre con Naru? eso lo sabran dentro de unas semanas. ¡Adios ;)!
     
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