¿Como seria con orejas y cola de gato? COMPLETADO

— Bueno con este sí que s- — Antes de que Tenma pudiera siquiera terminar la frase, Tsurugi agarro la muñeca en la que el castaño sostenía el delicioso Pocky y con la otra mano sujeto la barbilla del menor.

Y lo beso. Al principio era solo una simple caricia de labios, pero casi enseguida el beso se hizo más profundo hasta el punto en que el castaño estaba gimiendo contra la boca del felino.

— Ahh~ K-Kyousuke…

— No creo que se levanten. — Respondió Yuuichi, sonriendo y agitando la cola como solía hacer cuando sabía algo que Taiyou no sabía. El perrito lo miro con el ceño fruncido.

— Tú sabes algo ¿verdad? — Taiyou se acercó al mayor. — ¡Vamos dime, dime, dime! — Empezó a molestar el can, agitando insistentemente el hombro del gato, que ni caso le hacía. — ¡Vamos~ Yuuichi-san! ¡Dime!

— Esta bien, te diré, pero a cambio debes prometer que me darás algo ¿vale?

— No grites, casi me dejas sordo. — Aunque el tono era de regaño, Yuuichi estaba sonriendo realmente divertido. — Y no te olvides de lo que dijiste.

— ¿Ah? ¿Lo que di-? — No alcanzo a terminar cuando Yuuichi le dio un pequeño beso en los labios separándose casi enseguida.

— Bueno, iré a ver si esos dos van a levantarse o se van a quedar en cama todo el día. — Y dicho eso el gato subió las escaleras, dejando al perrito boqueando como un pez, completamente shockeado.

— Vas a dormir afuera.

Taiyou miro al menor de los Tsurugi, luego miro la ventana, era de noche, afuera llovía torrencialmente y había unos cuantos truenos, luego miro de nuevo a Kyousuke.

— ¡P-Pero! ¡¿Por qué?!

— ¡¿Cómo que “Por qué”?! — Grito enojado el de patillas rizadas, asustando un poco al perrito. — ¡Rompiste todos los platos, arañaste las cortinas y también los sofás!

— ¡Ese fue Tenma! ¡Yo solo rompí los platos! N-No es para tanto… — Trato de arreglarla, pero solo admitió que si hizo lo decía Tsurugi.

— Vas a dormir afuera. — Repitió.

La carita de perrito bajo la lluvia. Solo un demonio sin corazón le diría que no a esa carita.

Lástima para para el perrito que Kyousuke era un demonio sin corazón, sobre todo si se trataba de Taiyou.

— ¡Yuuichi-san~! ¡Tenma~! — Grito para hacer la misma carita de perrito, pero esta vez yendo con las únicas personas en esa casa que si caían con sus lágrimas de cocodrilo. Abrazándose al mayor de los hermanos que justamente pasaba por ahí junto a Tenma. — ¡Kyousuke está siendo malo conmigo!

— Vamos, no seas malo con Taiyou. — Le dijo su hermano, con una sonrisa mientras acariciaba cariñosamente los cabellos naranja del perrito que había ocultado su rostro en el pecho del mayor. — Él lo siente, ¿Verdad Taiyou? — Taiyou asintió, aun con una carita apenada, aunque estuviera riéndose a carcajada limpia por dentro.

Tsurugi solo asintió, dándose por vencido, además si seguía insistiendo lo más seguro es que saliera perdiendo.

Pero se juró que algún día ese perro se las iba a ver con él… cuando su hermano no estuviera para cuidar de su mascota.

Ichino miro con una sonrisa el como Aoyama se quedó dormido en su hombro.

Solo que no se esperaba que alguien tan pequeño y flaco como Aoyama pesara tanto…

Intento unas cinco veces el tratar de levantar al más pequeño, cuando se dio por vencido y decidió llevarlo arrastrando a duras penas.

— ¿Ichino? ¿Por qué estás haciendo pesas? — Pregunto Shunsuke con dos vasos de jugo en sus manos viendo como el de cabello blanco con mechones rojos levantaba con insistencia dos pesas

— Solo quiero recuperar mi orgullo de seme…

— ¿Eh?

— ¡Tsurugi! ¡Juguemos al “Pocky game”! —

— ¿Q-Quieres jugar al Pocky game…? — Pregunto dudoso, por su mente paso la idea de que Tenma se estuviera burlando de él… aunque la posibilidad de darle un beso a Tenma…

Tenma abrió alegremente el paquete de Pocky, poniendo la punta de uno en sus labios, Tsurugi hizo lo mismo con la otra punta. Tenma dio el primer mordisco, pero antes siquiera que Tsurugi pudiera dar un mordisco… el Pocky se rompe por la mitad…

— Ah… bueno no importa… ¡tengo más! — Y así el optimista castaño pone otro Pocky en sus labios, el gato peli azul solo frunció el ceño pero tomo la otra parte, todo por un beso de su dueño.

Pero paso lo mismo con el segundo… y el tercero… y el siguiente a ese…

Kyousuke ya estaba perdiendo la paciencia…

— Bueno con este sí que s- — Antes de que Tenma pudiera siquiera terminar la frase, Tsurugi agarro la muñeca en la que el castaño sostenía el delicioso Pocky y con la otra mano sujeto la barbilla del menor.

Y lo beso. Al principio era solo una simple caricia de labios, pero casi enseguida el beso se hizo más profundo hasta el punto en que el castaño estaba gimiendo contra la boca del felino.

— Ahh~ K-Kyousuke…

Yuuichi, quien llevaba una bandeja con la cena de su hermano y de su dueño, se quedo mirando la puerta por un largo rato, al final negó con la cabeza y decidió dejar en el microondas la cena de los dos tortolos.

— ¿Y esos dos no van a venir a desayunar? —

— Tú sabes algo ¿verdad? — Taiyou se acercó al mayor. — ¡Vamos dime, dime, dime! — Empezó a molestar el can, agitando insistentemente el hombro del gato, que ni caso le hacía. — ¡Vamos~ Yuuichi-san! ¡Dime!

— Esta bien, te diré, pero a cambio debes prometer que me darás algo ¿vale?

— ¡¿QUÉ TENMA Y TSURUGI QUE?! — Yuuichi tuvo que tapar sus orejas por el grito del perrito, aunque vio con diversión el como Taiyou boqueaba como un pez tras la noticia.

— No grites, casi me dejas sordo. — Aunque el tono era de regaño, Yuuichi estaba sonriendo realmente divertido. — Y no te olvides de lo que dijiste.

— ¿Ah? ¿Lo que di-? — No alcanzo a terminar cuando Yuuichi le dio un pequeño beso en los labios separándose casi enseguida.

— Bueno, iré a ver si esos dos van a levantarse o se van a quedar en cama todo el día. — Y dicho eso el gato subió las escaleras, dejando al perrito boqueando como un pez, completamente shockeado.