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con que Yusei quiere tomar el camino difícil con su hermano yuki
fue tierno lo de Izzy y lo de Matt me hizo reír y Tai y Tk son una pareja muy buena en todo sentido
Siguelo
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Javier Alejandro (Tetsu)
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no me esperaba eso ultimo y la manera de pensar de yusei va muy a lo que tai haria, bueno practicamente yuki es muy parecido a tk o mas o menos, ya que no se sabe que siente o que piensa, excepto cuando lo pusistes de bebe.
todas las parejas han avanzado, aunque me surgio una duda con willis.
siguelo, cuidate y suerte.. -
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muy bueno, siguelo . -
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Me ha agradado, no me esperaba esto, aunque me confundí un poquito en algunas cosa n_n espero lo continúes pronto.
¡Saludos!. -
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Me gusto mucho este capitulo,
Igualmente me confundí, en especial en las ultimas partes,
pero da igual, lo que entendí me gusto
espero lo continúes pronto.
Bye-bye
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Lamento la pequeña demora que tuve, como saben, los capítulos de mente avanzada para los pequeños han terminado. Continuaremos como estábamos antes aunque disfruté escribiendo cada parte de su pequeño romance, estoy seguro que tendrán una sorpresa para después pero eso será sólo para después. Saludos y abrazos para todos, una palmada en los hombros igualmente. Nos vemos... Capítulo 16
¿Qué es lo que se hace en una situación de emergencia? generalmente se observa a la familia del afectado peleando, llorando, gritándose entre ellos o haciendo cualquier tontería. Pero… las familias Yagami [Ishida -Takaishi] no eran así, tenían un problema y uno muy grande. Tai estaba preso. ¿Por qué? después de haber terminado con las revisiones de los storyboards, el castaño pasó por la casa, aún era temprano, para ser exactos (2:30 pm), decidió salir al supermercado con los dos chiquitines, los cuales jugaban con un sonajero dentro de su cochecito, a su lado estaban los biberones ya vacíos y un chupón. El rubio no estaba en su hogar, más bien en un paseo de la universidad, hacia un antiguo museo cerca de Odaiba. El castaño observaba la lista, tenía muchas cosas por comprar e incluso dejó a los pequeños en la guardería más cercana ya que tendría que hacer muchas cosas allí dentro. Tomó una gran bolsa de arroz, paquetes de fideos, platitos de vegetales cortados, una cesta llena de productos específicamente para preparar un estofado. Tarros de leche, un paquete súper grande de pañales y mamilas1 para los biberones. El carro estaba lleno de todo, se dirigió a la caja y deslizó la tarjeta para poder pagar. Dejó las bolsas en la cajuela del coche y fue a ver a sus niños. Antes de regresar a su casa, pasó por el baby store para comprarle otras mudas de ropas para los pequeños. Pensó en comprarles unos trajecitos muy lindos pero… se quedó fascinado con dos mamelucos2, ideales para salir a pasear o simplemente usarlos como pijama. Eran un conjunto bellísimo, una camisita de mangas cortas, un pantalón, medias y el gorro. Sin dejar ir la oportunidad, llamó a la muchacha encargada y le pidió el modelo para probarlo en sus hijos, los cuales parecían unos príncipes usándolo. Pasó en la sección de aseo y tomó un frasco de paños húmedos ya que había olvidado comprarlos, también se quedó mirando los andadores3 para cuando los enanos crecieran. Fue directo a la caja, entregó la tarjeta para pagar y se agachó a ver a los pequeños los cuales le miraban divertidos, haciendo juego con sus piecitos que movían sin parar. Tomó las compras y justo al salir del lugar, el sensor hace un sonido estruendoso…
“Deténgase” el castaño lo miró asombrado, sacando la factura y bajando las bolsas
“Oiga, acabé de pagar todo lo que compré”
“Para asegurarnos, permítame chequear sus cosas” el hombre le dio la orden de ponerse firme, con los brazos en el aire, las piernas semi-abiertas y los paquetes en el suelo mientras pasaba un detector, justo en el bolsillo de la chaqueta, un foquito rojo se enciende y el hombre mete la mano extrayendo dos bolsitas con el lock de la tienda, el cual se saca solamente cuando se va a pagar. El castaño abre los ojos y se queda mirando las bolsas
“Yo no tomé eso, mis hijos son varones y no tengo una niña como para comprarle esa clase de accesorios” refiriéndose a lo que contenía cada bolsa, el guardia hace una seña y vienen otros guardias
“Queda detenido por robo de accesorios pertenecientes a la tienda”
“Pero si acabo de decirle que no tengo niña, además tengo una factura como para comprobar que todo lo que está en los paquetes he comprado” el guardia saca las esposas y entrega los accesorios a la muchacha
“Por lo menos déjeme llamar a alguien que me ayude con mi abogado” el hombre le autoriza retrocediendo un paso mientras el castaño marca los números
T: Aló, Tai, ¿qué sucede?
Ta: Amor, estoy en graves problemas, voy a ser detenido por unos supuesto robo de accesorios de oro para niña que se encontraban en el bolsillo de mi chaqueta
T: Pero si eso es imposible, tú nunca has robado además en casa no hay ninguna niña como para llevarle eso, ¿dónde están los pequeños? ¿dónde estás tú?
Ta: En el baby store de Odaiba, no te preocupes amor, sigue con tus cosas
T: ¡¿Cómo quieres que me quede tranquilo sabiendo que te van a llevar preso?! (sniff) ¡¿cómo?!
Ta: No llores, amor, todo va a estar bien así que calma, consigue un abogado y avisa a mis padres, tranquilo, ¿sí?, todo va a estar bien…
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Nunca sabes lo que puede suceder, un caso típico es cuando cierras los ojos por unos instantes y te pones a pensar en algo, ¿qué puede pasar durante ese tiempo en que estás meditando? fácil, pueden robarte, asesinarte o simplemente realizar un movimiento ultra rápido. La muchacha del almacén había sido comprada, apenas el castaño había sido trasladado a la delegación, ella recibió un buen pago por su servicio. Cierta mujer le dio un cheque, ¿por qué? cuando el papá de los niños les probaba la ropa, ella se colocó una gorra y simuló poner una muda de ropa adicional, estiró la mano y colocó dos bolsitas de color rojo, dentro de ellas habían dos pares de aretes, un anillo, un collar con un dije redondo y un pendiente. Todo esto era de oro, y al ser pasado por la máquina detectora esta reacciona ya que el lock no había sido retirado. El plan perfecto para meter en problemas a cualquier persona con la seguridad. La chica salió, marcó un número en específico y tomó un destino
“Tai fue llevado a la delegación, realiza el segundo movimiento”
“Excelente, tu encárgate del tercero, que nadie sospeche de ti, hazte pasar por una de las tías y retira a los niños”
“No te preocupes, estaré con ellos en unos instantes” siguió conduciendo en su auto. Le tomó alrededor de 18 minutos llegar a la estación de seguridad, se puso dos gotas de cierto medicamento en los ojos y entró “buenas tardes, vengo a retirar a mis sobrinos, mi hermano fue arrestado y… (sniff) para que no se preocupe, vine a verlos”
“¿Podría darme algún tipo de documento que pruebe que existe relación entre ustedes con los pequeños Yagami Takaishi?” saca dos hojas de su bolso y el guardia la hace pasar. Los bebés se habían quedado dormidos plácidamente dentro de su coche, sus biberones necesitaban llenarse, ya casi faltaba poco para que despierten y hagan pucheros, reclamando ser alimentados. La mujer toma el coche y finge limpiarse las lágrimas, hace un ademán de despedida al oficial y mete a los bebés al carro.
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¿Has visto lo que pasa con las palmeras cuando el viento sopla muy fuerte? generalmente sus hojas se tuercen hacia atrás y se agitan fuertemente en dirección donde va el viento. Eso le sucedía al cabello de cierto rubio que corría desesperadamente. Aún estaban investigando pero como la clase no había terminado, no pudo molestar a Alex para que le diese un aventón hasta la delegación, no obstante le tocaba ir a la casa de sus suegros los cuales no estaban enterados de nada. Maldiciendo el no haber conseguido el suficiente dinero para comprarse su propio auto pero eso era casi imposible, su esposo le tenía muy bien dicho que no tenía que esforzarse tanto en la universidad y trabajando medio tiempo, esto que también cuidaba de los enanos, ya que muy bien, el castaño podía hacerse cargo del dinero pero el rubio era terco. Golpeó la puerta inclinándose y colocando sus manos en las rodillas
“Sra. Yagami (agitado) Tai… está… está” la mujer lo mira asustada, yendo a la cocina y dándole un vaso con fresca agua
“Gracias, Tai está en la delegación, lo arrestaron porque supuestamente robó unas cosas para niñas en el almac-cén” el rubio había tomado a la mujer en brazos ya que se había desmayado, seguramente nunca debió decirle a ella primera. Tomó el teléfono y marcó a su suegro el cual apenas enterado salió directo para donde hablaron. Kari apareció prometiendo cuidar de su madre, bajándole el ataque de nervios que tenía. No era tan emocionante que le digan “su hijo está preso.”
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¿Qué es lo que haces cuando alguien está estérico? siempre tienes que tomarlo de los hombros y sacudirlo llamándolo por su nombre hasta que reaccione pero… ciertamente Tk no era de eso. Matt solamente tuvo que hacerlo de la mejor manera que ha podido hacer desde que eran niños, lo abrazó y lo apretó fuertemente dejándolo sin respirar hasta que este pudiera reclamar por aire
“¿Mejor?”
“S-sí, pero… ¡¿cómo puede ser posible que hayan entregado a mis pequeños a cualquier persona?!”
“Lo sentimos, Sr. Yagami, aquella mujer se reportó como familiar de los bebés, incluso traía estos papeles” el rubio toma aquellas hojas, exprimiéndolas brutalmente
“¡Estos miserables papeles son de Kari, han sido falsificados y ustedes entregaron a mis hijos a una extraña! ciertamente… no sé, no sé qué pasará pero…” se agacha en el suelo colocando las manos en su rostro. El pelirrojo se le acerca levantándole y abrazándolo de nuevo, mientras el otro rubio se acerca al guardia
“Ahora no es momento de pelear, es mejor que mi cuñado no se entere de esto, mientras tanto el abogado estará aquí, ahora es cuando ustedes deben enviar a sus incompetentes guardias a buscar a mis sobrinos, le juro que podría levantar cargos en contra de esta delegación” el hombre tragó saliva, haciendo un aviso con el teléfono. “Izzy, cuida de Tk por ahora, la editorial estará de locura sino hay un mando que controle todo, cancelaré todo por hoy hasta que equilibremos las cosas” el rubio besa a su pelirrojo caminando directo a la salida y a su siguiente destino.
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Cierta muchacha cargaba tres tarros de leche, los empacaba en el auto mientras un hombre dentro atendía a uno de los pequeños mientras otro arreglaba la ropa del segundo pequeño
“Tendrás que ocultarte por un tiempo, te avisaré cuando puedas volver, cuando Yagami salga de donde está, estará loco por encontrar a esos niños, mientras yo aprovecho alargando el plan”
“Hecho, espero resultados de todo esto” cierra la puerta mientras el carro empieza a botar humo del motor y comienza a correr…
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Mamila (1): Parte principal de un biberón
Mameluco (2): Conjunto de ropa en un bebé de una sola pieza que cubre hasta los pies.. -
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Javier Alejandro (Tetsu)
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jeje, lo dejastes muy misterioso y todo es un comploc, a ver como lo avanzas y resulta todo, bueno supongo que uno de esos es daisuke, la otra chica no estoy seguro, y quiero saber sobre kari tambien.
siguelo, cuidate y suerte.. -
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Waa...!!
Algo Terrible le pasara a la persona que organizo todo el plan, junto con las personas que están ayudando a realizarlo.
No me imagino lo duro que debe de ser para todos,
Si algo así le ocurriera a alguien de mi familia no sabría como ayudarlo a tranquilizarse.
Pero todo lo malo siempre (o usualmente) tiene un final feliz, ya quiero saber cual sera.
Espero lo continúes pronto.
Bye-bye
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enredos *muchos enredos*
me gusto el capitulo, tanto misterio te hace preguntarte e imaginarte tantas cosas y si tienes una imaginacion tan activa como la mia aun mas
a ver como le va a los peque con esas personas, es un secuestro casi y quiero ver mas de sus intenciones xD
un saludo y quiero leer el proximo ya cuando lo tengas listo, bye. -
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Que interesante lo dejastes. Si que le has ido poniendo misterios y das mucho que imaginar
Ya quiero leer que sera de todos, como reaccionara Tai cuando sepa lo de sus hijos, ademas de lo obvio por su puesto
Sigue como vas, escribes muy bien. -
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Lamento la demora, quería actualizar antes pero he hecho one-shots como loco, todo por una personita que me está haciendo sentir raro e////e tampoco he podido actualizar mi otro fic que está retrasado con 3 capitulos, o dos. Prometo actualizarlos mañana ya que no me tocan vacunas o que otra cosa más, abrazos y palmaditas en el hombro para todos. Capítulo 17
-¿No saber qué hacer? estás en un cuarto, con rejas al frente de ti, paredes color gris que no confortan ni la más mínima esperanza de salir, preocupándote el doble, no solo por las cosas que tienes que hacer sino por a quienes quieres. El caso del castaño era algo crítico pero una de las soluciones ya había sido escogida: pagar la fianza. Lo que él ganaba en la editorial y con lo que apoyarían los demás sería suficiente para sacarlo de allí pero de lo que no estaba enterado era que en su casa no había nadie, razón por la que sus hijos habían sido raptados. Una castaña se acerca a la delegación, decidida a colocar una denuncia por falsificación de sus documentos y toma de identidad oculta sin su consentimiento, una vez terminado el papeleo se dirigió hacia su cuñado el cual estaba pálido, actitud seria, el pelirrojo se había retirado dejándole a cargo, surgió un problema en la empresa y necesitaban la ayuda de un experto en máquinas
“Tengamos esperanzas, todo saldrá bien” la castaña abraza fuertemente al rubio el cual solo corresponde, una duda había estado en su cabeza desde que los bebés habían desaparecido ¿quién querría hacerles daño? fue interrumpido al sentir unas gotas de agua resbalando sobre su cabeza, al parecer su cuñada le vertía un poco de líquido, quizá eso conseguiría calmarlo por unos minutos.
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¿Cuál era la idea de buscar a los pequeños en el auto de un policía? era aburrido y el que manejaba era un muchacho, al parecer le designaron la zona este de Odaiba pero justo en medio camino el carro se le daña un fusible, el rubio estaba furioso, no pudieron haberle dado a otra persona pero no, prefirieron darle a ese chico
_Lo siento, Sr. Yagami, le prometo que repararé esto lo más rápido posible_
_Ya le dije que no me llame así, ese es el apellido de mi… (suspira) mi apellido es Takaishi_
_Lo siento una vez más_ no podría ponerse peor, tuvieron que regresar caminando, como no estaban tan lejos llegaron rápido, tomaron otro carro y siguieron con la búsqueda. Toda la tarde había sido tomada exactamente para buscar a los pequeños, se detuvieron en un restaurante para comprar la merienda y bajarse en un parque
[Ningún resultado, mi teniente]
[Reanudaremos la búsqueda por la mañana, el otro escuadrón seguirá buscando en otras zonas]
[Sí, señor] el rubio lo miraba curioso, el cómo utilizaba el aparatito ese que terminaba con un ruido raro, tal como (grjg) mientras se llevaba un pedazo de pollo a la boca
_Interesante como manejas esa cosa, Rin_ de tantas discusiones que habían tenido en el día habían terminado dándose algo de confianza a diferencia del muchacho que aún no podía cogerla, era demasiado difícil para el
_Bueno, es algo aburrido si lo ve de otro lado, siempre tiene que cargarlo y escuchar esa aburrida voz_ el chico se sonrojó por una sonrisa venida del rubio, tenía manchado un lado de la mejilla con salsa de tomate, era valiente en muchas ocasiones así que tomó la servilleta y la pasó delicadamente, limpiando la piel del ojiazul
Tk P.O.V
Sentí algo, un recuerdo se vino a mi mente, claramente podía ver a Tai frente a mí, limpiándome con la servilleta, ese toque que es ajeno a él; aparté la mano de Rin con una sonrisa, sus ojos son miel y su cabello es negro. Ciertamente atractivo pero… tengo un anillo en mi cuarto dedo, estoy felizmente casado como indica mi identificación y con el mejor esposo del mundo, tengo dos chiquitines por cuidar que… han sido secuestrados, recordar eso me trae a la realidad, la triste realidad en la que… no me rendiré, ellos me necesitan y la esperanza nunca se apaga si con fe la avivas y no me rendiré hasta encontrar a mis pequeños.
El ojimiel lo observaba, detenidamente, cada rasgo del rubio, delineando su rostro, sus ojos, su cabello, su piel, un impulso ciego, colocó el plato que tenía entre las piernas en el suelo y luego… besó al ojiazul, el cual abrió los ojos y por solo 4 segundos correspondió para después quitárselo de encima con poner ambas manos en el pecho del chico y empujarlo lo más fuerte que pudo. Se sintió raro, algo entró dentro de su organismo, un sentimiento, realmente extrañaba a su castaño, realmente lo extrañaba.
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Colocar protección en la editorial no es algo fácil, al contrario, hay tantos ordenadores y tantos datos que se pueden perder, un ataque había sido recibido, punto de emisión desconocido, daños en el sistema de almacenaje desconocido, solamente se sabía que un virus amenazó la base de datos principal, el rubio no era tan bueno con las máquinas, su trabajo era editar cada storyboard que le era asignado, el resto de trabajo dependía de las órdenes de sus superiores. El pelirrojo empezaba a tener malestares al estar sentado en aquella silla dura, ¿cuál era el chiste? ¿cómo es que Matt podía mantenerse trabajando allí durante casi un día completo? imposible, era para tener ampollas en el trasero, difícilmente podías moverte porque si lo hacías te dolía más.
-Izzy, quiero ir a casa, mañana tenemos que ir a la delegación temprano- el pelirrojo siguió tecleando, mirando cada historial reciente en la editorial, el encargado de eso era Joe pero este no es experto en protección, le concierne a Cody pero este no parece haber prestado atención a los últimos mensajes que había llegado. El rubio, ignorado completamente le tocó hacer lo que mejor podía hacer para llamar la atención de su esposo; se inclinó lentamente y lamió el cuello de este el cual a tal acción se puso rojo, sus dedos empezaron a temblar y se desconcentró
-Matt, ¿p-puedes esperar? podremos hacer lo que quieras pero falta poco para terminar, así que toma asiento-
-Podría esperar pero… sólo si yo me siento donde tú estás y luego tú te sientas en mis piernas, te haría sentir mejor-
-¡¿Eh?!- se sonrojó completamente - ¿cómo podría hacerme sentir mejor estando sentado en tus piernas?-
-Sencillo- se aflojó la corbata –te mueves a cada minuto buscando comodidad, siéntate en mis piernas, lograrás terminar mucho más rápido. –
-Bien- el pelirrojo aceptó con un gesto de “disgusto”, dejó que el mayor tomara el mando de la silla y luego se sentó allí, donde se puso más rojo que los tallarines cuando les echan demasiado achiote, algo había allí que no lo dejaría trabajar bien durante los próximos 30 minutos.
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La mujer le besó la frente del muchacho, con mucho cariño, una lágrima rodó por su mejilla, no podía aceptar que su pequeño esté tras las rejas, el otro solo se dejó mimar, su esposo no había vuelto y no sabía por qué, no se había fijado que su madre lloraba, le alzó el rostro y le hizo la pregunta –Mamá, ¿qué sucede?- la mujer retrocede unos pasos y toma aire
-Primero, toma un bocado de aire-
-Listo, dime mamá, me estás asustando-
-Los pequeños han sido secuestrados- la mujer baja el rostro completamente para escuchar un ruidito de las rejas, una risita y un… fuerte grito.
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Lo divertido de hacer mangas yaoi es que puedes dibujar chicos teniendo sexo salvaje, eso es lo que pensaba una castaña, su esposo intentaba tomar una taza de chocolate mientras ella iba por su bolso, un aura brillante es lo que siempre la rodea, casi siempre opaca los problemas pensando positivo hasta que en la oficina de seguridad, una sonrisa macabra, un hilito de sangre y un pequeño ruidito detrás de la puerta. Un rubio desabotonando la camisa de un pelirrojo mientras este gemía descontroladamente, intentaba teclear pero con cada gemido era un dedo por tecla, su pantalón había sido desabrochado y una mano estaba moviéndose en la entrepierna del menor. La chica estaba toda roja, con una sonrisa de lado a lado, hasta que un peliazul la toma del cuello y golpea suavemente la pared
-Ehm, Matt, podrás seguir comiéndote a Izzy en tu casa pero déjame cerrar ya- el pelirrojo se lleva ambos manos en medio de sus piernas, tapando a otra mano más grande que la de él, rojo igual que su cabello, un rubio asiente en silencio y se levanta, sujetándose el pantalón que estaba por rodársele mientras una castaña cae el suelo con ojos de corazones
-Hombre, que mujer para más rara- el peliazul se lleva una mano a la frente, cargando a la chica en brazos y cerrando el lugar.. -
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Waaa..!!
Me gusto mucho, me dio bastante risa (tanta que mi familia se me quedo viendo raro u.u)
con lo de Matt e Izzy,
Hicieron que se perdiera algo de sangre,
Como es posible que ese tipo se haya atrevido a besar a TK,
Jum... que solo espere a que Tai se entere ,
Espero lo continues pronto,
suerte.. -
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Hola nuevamente... la verdad me agrado el capítulo... y pues primero... hay mucho misterio, lo cual me agrada, segundo y ese que se cree??, espero que tengas suerte y espero la continuación n_n ¡Nos vemos!
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Hola mis queridos lectores, intentaba hacer un buen lemon pero soy remalo haciéndolos. Espero que les agrade el capítulo porque a mi me fascinó escribir algunas partecitas, tendrán una sorpresa para después. Los quiero a todos, abrazos y palmaditas en el hombro para todos. Nos vemos en el siguiente cap. Capítulo 18
¿Qué es lo que haces cuando llegas a casa a altas horas de la noche? esa pregunta se hacía un rubio, había sido dejado en la puerta de su casa.
Abrió e ingresó, lanzando las llaves hasta el mueble más cercano, deslizando su cuerpo lentamente tras de la puerta hasta que cayó al suelo, abrazando sus rodillas.
Dibujó una sonrisa, una muy fingida sonrisa pero no duró mi medio segundo, una lágrima había caído y se sorprendió. No debía llorar, no debía hacerlo pero la circunstancia era realmente dolorosa. Todos los días, llegaba de la universidad y corría al cuarto de los pequeños los cuales o estaban comiendo o estaban jugando con sus sonajas, agitándolas o metiéndoselas a la boca. Su esposo estaría tomando un baño o preparando la cena, se lanzaría a él y lo llenaría de tantos besos como sea posible. Le dolía, le dolía realmente, no quería acostarse solo, en esa fría y enorme cama, se tiró suavemente sin cambiarse de ropa, quitándose los zapatos, las medias y la camiseta quedando más ligero. Colocó un brazo sobre la cara tapándose los ojos. Sin movimiento voluntario, su mano acariciaba a lado, fue cuando se dio cuenta que su cuerpo por si solo estaba buscando el calor del castaño, ese que todos los días lo llenaba de besos, lo aferraba a sus brazos y lo hacía sentir tan suyo. Ese que cada vez que tenía “entusiasmo” lo provocaba para darle besos y al final terminar haciéndolo gemir de completo placer. Se volteó para mirar ese lado, tomó la almohada y la abrazó fuertemente, se había quedado impregnado el olor del mayor, único, fuerte y seductor. No podía más, tendría que traer a su esposo lo más rápido posible, así sea que le tenga que pedir a los de la delegación que lo pongan en la misma celda que el castaño, no importaba con tal de estar a su lado, sentir sus caricias, sentir sus besos, ver esas galantes sonrisas que le regalaba. Levantó la mirada y estaba una pañalera, eso lo puso peor. Sus hijos, aquellos que les fueron encomendados para cuidarlos con su vida, esos que contenían sus mismos apellidos, Yagami Takaishi, no podría quedarse a dormir en esa cama. No podía, era imposible, tendría que hacer algo, llamar a alguien, eso era
T: Izzy, lamento llamar a esta hora, ¿podrías pasarme a mi hermano?
I: L-lo siento, M-Matt está dormido
T: Uhm, ya entiendo por qué…
I: ¿P-pasa algo?
T: Necesito a mi Tai, lo necesito
I: ¿Lo n-necesitas?
T: Demonios, ¿es tan difícil entender? amo a ese castaño, lo quiero aquí a mi lado, junto a mis pequeños, los extraño, los e-extraño.
El teléfono cayó al colchón rebotando unos centímetros, empezó a llorar, lo hizo y con muchas ganas. No podía ser feliz si los 3 varones de esa casa no estaban, los necesitaba, a su esposo, a sus hijos, a su felicidad…
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La pelota rebotó una y otra vez, golpeando la pared una y otra vez mientras regresaba a la mano del lanzador. Su rostro se había hecho pesado, tenía sueño pero no podía cerrar los ojos, le mataba la preocupación, no debía llorar, no ahora. Debía mantenerse en pie, pero… esa cama de hierro, esa almohada fría, sus manos, ¡sus manos! estaban en busca de algo, no, de alguien, se movían solas, su mano izquierda, su derecha, la pelota paró de rebotar. Reposó la cabeza en la pared, imaginaba a alguien, de ojos azules, de cabello rubio, ese alguien que le hacía completamente feliz y que era el más infeliz sino estaba a su lado. La imagen del chico se le vino observando sus brazos, algo manchados por un poco del hierro de las rejas. Imaginó después a los pequeños, sus hijos, sus campeones, se imaginaba junto a ellos, junto a su familia. ¿Era mucho pedir? quería estar con ellos, los necesitaba, no quería estar allí, quería estar en su casa, en su cama, con su esposo a su lado y tener pendiente que sus hijos dormían en la cuna. Quería besarlo, abrazarlo, hacerle el amor, sentir su tacto y su respiración agitada, amaba a ese rubio, no importaba cuantas veces el trabajo le quitara tiempo para estar con él, le confortaba saber que tenían un poco de la tarde y la noche entera para amarlo. Quería ver el sol salir, esperaba con ansias a su rubiecito y de su boca salió
-Te amo, Tk-
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Suspiró levemente, miró hacia el costado y se sintió mucho más tranquila. Esos niños habían llorado sin parar, llamaban, intentaban hablar, intentaban moverse y salir corriendo en busca de alguien. El de ojos verdes, había estado balbuceando “pa-pa” miraba continuamente a los lados, se intentaba voltear, no tenía hambre, ya había sido alimentado pero no quería nada, el solamente quería ver a sus padres no a una pelinaranja que casi no le hacía nada de cariños y peor los otros sujetos que lucían refeos. En su cabecita tenía el recuerdo de un castaño, un rubio y sus cuidados, nada más, no pedía absolutamente nada más. Su hermano estaba igual, a diferencia que ese había llorado y llorado hasta que se cansó y se quedó dormido. No podían pasar así, la mujer se llevó la mano a la cabeza, esos niños no podrían pasar una noche más allí, podrían enfermarse, les podría pasar algo de tanto llorar, apenas se levantaban y pedían comida, limpieza y… cariño. Ella intentaba darle mimos pero ellos no la querían, no la conocían, querían a sus padres y a nadie más. La consciencia le remordía lentamente, sin dejar de darle vueltas al asunto. Esperó a que esos sujetos se fueran, vistió a los niños y compró una canasta amarilla, lo suficientemente grande para acondicionarla con pañales de tela blancos, puso cinco, abriéndolos y luego colocando una sabanita. Llenó los dos biberones hasta su límite y puso en la boca de las criaturas dos chupones, para que así estos no se despierten y tengan algo que chupar. Se maquilló, se colocó una peluca y se vistió de manera informal. Colocó una colchita encima de ellos, les puso gorros, mediecitas y el pijama, faltaba poco para que sean las 5:49 am pero debía salir rápido de allí. Si no se apuraba, podría estar en serios problemas y los compinches podrían cogerla, metió a los niños en el carro y amarró la manigueta de la canasta con el cinturón de seguridad. Fue un largo camino y no quería encontrarse ninguna patrulla ya que desde que las criaturas desaparecieron estaban en todos lados. Faltaba tan solo media hora de camino y pudo ver por el espejo que un carro por unos 8 metros de distancia los seguía
-Mierda, se dieron cuenta- era hora de acelerar unos cuantas rayas más, debía entregar esos niños y debía hacerlo rápidamente. Era lo suficientemente buena conduciendo pero no era tan buena desviando, era hora de la acción. Se concentró en los próximos caminos que podría tomar y tomó un atajo, ahora una patrulla estaba a la esquina. ¿Qué carajos podría hacer en esos instantes? Compró un espacio para estacionar el auto, tomó la canasta y se colocó una manta en la cabeza. Empezó a caminar rápidamente ya que en la canasta los enanos empezaban a dar pataditas. Se escondió entre unas cajas para que los hombres que la buscaban no la encontraran. Se metería en grandes problemas, severos y necesitaba esconderse después de entregar a esos niños. No querría lastimarlos dejándolos sin sus padres, eso le dolía en el alma y su consciencia no la dejaría en paz. Uno de los pequeños dentro de la canasta empezó a balbucear, parecía que se había quitado el chupón. Arrulló suavemente hasta que se tranquilizó y observó una vez más hasta estar segura que se habían ido. Debía llevar a esos niños a su casa rápidamente antes de ser encontrada y también porque no eran horas para que ellos estén despiertos. Corrió abrazando fuertemente la canasta y se metió tras de unos basureros, miró una vez más a los lados y corrió hacia la puerta, la tocó lo más fuerte posible hasta que un muchacho la abrió, con una colcha cubriendo sus hombros y descalzo. No vio a nada más que solo a una canasta, bostezó y creyendo que era algo de basura iba a cerrar hasta cuando esta se movía por si sola. Sorprendido se agacha y la descubre dejando ver a las criaturas, las cuales empezaban a sonreír dulcemente. El rubio tomó la canasta y la metió adentro, sacó a los pequeños y los llevó a su cuarto. De sus ojos los cuales estaban rojos caían lágrimas, pero de felicidad, sus pequeños habían vuelto, los abrazó suavemente y los besó sin parar, uno en la cabecita, piecitos, manitas y en todo el resto del cuerpo. Ellos empezaban a dar pataditas, felices de ver a su papi pero después de unos minutos balbuceaban entre ellos “pa-pa” lo cual significaban que buscaban al mayor. El rubio los acomodó junto a él, arropados, besándolos de nuevo y una pequeña sonrisa se formó en su rostro. Lo último que faltaba era sacar a su esposo de donde estaba y volvería a ser feliz.
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-M-me duele… d-despacio por favor, me duele…-
-Tranquilo, falta poco, se está abriendo lentamente-
- ¡D-despacio!- el pelirrojo estaba de espaldas, su esposo le masajeaba lentamente la espalda, le dolía bastante y eso era porque el rubio no se pudo esperar. Entraron al auto y el ojiazul no soportaba el dolor en la entrepierna, se desabrochó el pantalón y bajó la manigueta del asiento
- ¿Q-Qué haces?-
-Lo siento pero… - se acerca a su oído y le susurra –voy a hacerte el amor- el menor se puso muy rojo, con eso que le dijo quedó helado, el asiento se dio para atrás lentamente mientras sentía como una lluvia de besos le caían encima. Su ropa fue despojada dejándolo solamente en medias, sus piernas fueron desplazadas y de ahí… un pequeño grito salió de su boca. El auto se movía, el peliazul llevando la cartera de su esposa se metió a su carro sin ver lo que pasaba porque aunque no veía, podía escuchar los brutales gemidos que emitía. La castaña miraba curiosa, quería acercarse y ver más de cerca pero no pudo, su esposo la jaló y la metió adentro para irse a casa. No querría tener que atender sus hemorragias nasales. El auto aún seguía moviéndose, las piernas del pelirrojo enlazadas a la espalda del ojiazul mientras este lo tenía agarrado de la cintura y moviéndose de arriba hacia abajo, lo besaba, desde su cuello hasta su pecho donde mordía delicadamente los botones rojos de su compañero. Una y otra y otra vez lo cambiaba de posición hasta que ya no pudieron más y el gemido final había salido. Se puso la camisa y se quedó en boxers, miró hacia atrás dulcemente observando el cómo su esposo estaba rendido, le puso la camiseta que cargaba como manta hasta que llegaron a casa y cerrando el garaje, lo sacó en brazos para llevarlo a dormir más cómodo en su habitación. Agradecía tener casa propia y un garaje que se cerraba y no dejaba paso a nadie. Una vez acomodándolo en la cama regresó hacia al carro para tomar las prendas que quedaban. Al siguiente día, el pelirrojo amaneció con un fuerte dolor de espalda y unos hincones en la cadera.
-Es la última vez que hacemos el amor en el auto-
- ¡No! a mí me gustó, aún recuerdo como gemías desquiciadamente mi nombre, incluso pedías más y más-
- ¡Calla! no digas más y sigue masajeándome-. -
Dai-Kun+1 .
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Llevaba mucho sin leer tu historia por lo menos ya me puse al dia y es que tuve mucha tarea
Le pones mucho misterio e intriga, ya quiero que vayas desvelando poco a poco, ese detalle me gusto y estos capítulos les pusistes mucho drama y comedia, Matt siempre me hace reír
Síguelo pronto....
Nuestro futuro (Continuación de "Viaje inesperado") Tai x Tk, Matt x Izzy, Willis x ???Después de haberse casado, a Tai y Tk se les encarga la vida de dos angelitos, estos bebés harán muchos cambios en sus vidas... |
