MI PASION TU CONDENA (MISAKI X USAGI) (Terminado 18/07/14)

hola

espero que les guste el cap porque trata un poco sobre Akihiko, recordandolo en su niñez, se viene un cambio que he estado esperando introducir pero hasta aqui.

Alex la proxima prometo subirte el lemon entre Hatori y Aihiko.

Y bueno un abrazo y bezo mil gracias por la pasiencia.

Hace muchos años…
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Su padre le lanzaba una mirada furiosa de vez en cuando, y el comía en silencio para no molestarlo, era un hombre severo de cabello muy negro y rostro recto. Sentado a la derecha de su padre su hermano que también tenía el pelo oscuro almorzaba con más ánimo que él. Akihiko era el único en la casa con el cabello plateado, su madre había muerto recientemente y esto le provocaba pesadillas con regularidad, aunque las pesadillas no las provocaba la ausencia de su madre, sino más bien lo acontecido luego de su muerte.

Era como si su padre le odiara o algo muy similar pues disfrutaba maltratándolo, gustaba de golpearlo al desnudo y bañarlo con agua fría, y esto aterrorizaba a Akihiko.

- Esta noche se acabaron las sutilezas…

Solo recordar el tono frio de su padre lo hacía temblar, en secreto odiaba a su hermano pues este no parecía sufrir igual que él, no era víctima del proceder paterno y estaba ajeno a todo el dolor que Akihiko sufría día a día, noche a noche ¿Qué sucedería el día de hoy? ¿Acaso los golpes y la desnudes diaria no eran nada comparado a lo que sucedería?

La noche llego y Akihiko espero de pie en su habitación sin saber lo que vendría, pero esta noche su padre tardaba más en llegar de lo usual, él siempre estaba callado para no irritarlo pero ahora le temía mas, deseaba que no viniera pero temía moverse y que el llegara.

Con un leve chirrido la puerta de la alcoba se abrió, mientras su cuerpo temblaba trago saliva pues sabía que esto era malo para él.

Con una irada ardiente recorrió su cuerpo mientras lo acariciaba con las manos frías, su desnudes se clavaba en medio de la noche los gritos callados del terror inundando su boca cerrada. Hizo lo que le decía que hiera y abrió las piernas boca abajo de cuatro, cerró los ojos y oyó la voz que venía desde atrás.

- Porque eres el único culpable de la muerte de mi esposa, eres el único que ocupara su lugar en mi cama...

- AHHRRRGGGG!!!!

- ¡CALLATE MIERDA!!

Grito y chillo mientras los pantalones de su pijama le servían de mordaza, grito y lloro sin saber porque le hacía aquello tan horrible su propio padre, las lágrimas y el dolor crudo.

Sentía el movimiento rudo que se iba incrustando más y más en su trasero, sentía como lo desgarraba una y otra vez desde dentro, en algún omento creyó que iba a romperse con tanto dolor, deseo con toda su alma morir en aquel instante, deseo con todo su ser poder perecer…

No hubo ningún placer para Akihiko. Solo hubo dolor dentro de su ser.

Al terminar entre un sueño y la realidad oyó la voz lejana de su padre hablando satisfecho en un todo repulsivamente cruel.

- Ya no llores Usagi solo es la primera vez… y además eh sido muy amable…

Despertó en su cama cubierto con las mantas, era incapaz de moverse, dolía mucho.
Y en efecto, había sido solo la primera vez.

Akihiko llego del colegio una tarde y en su habitación su padre lo esperaba, se petrifico al verlo pues luego de esa noche no había visto a su padre, seria cuatro o cinco noches atrás pero el dolor aun permanecía, en su cuerpo y en su mente.

- ¿Me tienes miedo? – aquella pregunta no tenía mucho sentido, pues era claro que los ojos de Akihiko mostraban el pánico y el terror en uno mismo - ¿crees que está bien temerle a tu padre?

Camino colocándose delante de él mirándole desde arriba con brutalidad, sonriendo mientras Akihiko sin darse cuenta había orinado sus pantalones.

Lo tomo del brazo arrastrándolo a la ducha y sin más abrió la llave y el agua fría modo su ropa mientras su padre le ordenaba que se desnudara y el frio lo hacía tiritar, tenía miedo y no dejaba de llorar.


…………


- Despierta… despierta… no pasa nada solo es un sueño…

Akihiko despertó sobresaltado, habían sido años sin soñar con eso, tantos años como los que llevaba lejos de su casa y mientras se calaba pensó en silencio que Misaki era un reflejo de su propio dolor miro a Hatori que estaba a su lado sujetando sus mano.

- Lo recuerdas…

- ¿Qué?

- Lo que mi padre nos hizo

Dando un paso atrás Hatori trato de evitar la mirada violeta del novelista y se levantó de su lado rápidamente buscando con su mirada que nadie oyera lo que el otro había dicho en un momento de aturdimiento.

- No es algo en lo que piense Akihiko, y es algo que tu no deberías mencionar jamás

- Deberíamos haberlo matado

- Imposible

- ¿Por qué es imposible?

- Akihiko… han pasado 20 años, que buscas recordando algo como eso, salimos de ahí, huimos y ahora estamos a salvo, no somos as quienes padecen violaciones y torturas

- ¡Claro que no! Ahora nosotros somos quienes las infringen… somos moustros y lo sabes y los que están ahí abajo también lo saben…

Los labios de Hatori sellaron en un beso la voz trémula del novelista que cerró los ojos mientras un suave beso tierno lo obligaba a recostarse.

- No Akihiko… también somos víctimas… igual que ellos…

- No… e… beses ahí…

- Aquí – murmuro despacio Hatori mientras mordía suavemente la oreja del novelista… - esta parte tuya es muy sensible… deja que yo te mime o pídeme que te traiga a alguno de esos niños… lo hare Akihiko… o podeos hacerlo, como antes los hacíamos… lo recuerdas Usagi-san tu y yo desnudos en medio de esos hombres, tocándonos y disfrutando el placer de amarnos

- Si… ahh ahh lo recuerdo ahh

- Entonces recuerda también, que sin importar lo que pase no caeremos…

La boca de Hatori siguió besando la piel desnuda del novelista mientras abajo tres chicos años dormían con frio y silencio.

Continuara…

MI PASION TU CONDENA

CAPITULO ONCE

HIROKI

Akihiko trato de resistir pues se había prometido a si mismo que no volvería a estar debajo de nadie. Tal promesa perdió sentido cuando Hatori-san comenzó a apretar con sus fuertes manos su pálida piel y a lamer sus pezones con fuerza, hiriéndolo al tiempo que lo llevaba a despertar de ese sueño barato de tranquilidad.

Hatori lentamente comenzó a acariciarlo, una suavidad que Chiaki conocía y de la que Akihiko había disfrutado desde hace muchos años, dando suaves mordiscos a la piel suave del novelista Hatori despierta el placer y el deseo en el escritor. Ayudado por Akihiko se va quitando la ropa. Lentamente. Nada los apura en este instante, la noche afuera les deja saber que solo ellos están despiertos…

- Tócame Akihiko, tócame como yo te toco – con su mano Hatori sujeta la mano del novelista llevándola a acariciar su miembro

- Estas muy duro – balbucea incrédulo el plateado

- Mira como me pones…

Una risa seguida de un beso silencia sus palabras, el calor se desata en los cuerpos de ambos y Akihiko se gira deseoso de ser poseído

- Ahnn!!!

Siente el dedo de Hatori tocar su entrada con suavidad, muy lentamente el editor se hace espacio.

La delicadeza y la habilidad mescladas en el sereno Hatori que no requiere la violencia, mucho menos con Akihiko que no llora y no grita. El novelista sonrojado acepta el dolor con deseo. Sabe que cuando sea tomado este suave dolor lo llevara al clímax.

- ¿Por qué no pudimos ser felices?

El escritor deja flotar en el aire su pensamiento, mientras el editor coloca un poco más de saliva en sus dedos.

- Sube la cadera Akihiko

El novelista obedece sintiendo el palpitar de su propia erección.

- Hannn ahhhh

- Estas bien

- Si… Ahnnnn es…. Hace mucho que no lo hago… ahhnnn

- Resiste… pero si te duele dímelo

- Hummm ahmmm simm sigue

Lentamente y calculando el dolor del novelista Hatori comenzó a penetrarlo con deseo, le gusta tomar al escritor, como antes, cuando de niños obligados sobre una cama para goce de hombres se hacían el amor. Hatori estaba disfrutándolo ya sin contemplar si lastimaba a Akihiko o no, solo ahí sobre el en la cama, sintiendo su propio pene satisfacerse en una cavidad suave y húmeda que le permite deslizarse adentro… afuera… adentro… afuera sin salir jamás

Oía sus propios jadeos acompasados con los de Akihiko, saboreando la sal de su saliva sintiendo como sus entrañas se contraían, en el sexo esto era lo importante, el momento en que sientes que revientas y no das una estocada más, si no presionas más a fondo y Hatori presiona, hunde su carne en el ano de Akihiko haciéndolo temblar, porque es la virilidad de un hombre. Mientras posee al escritor y lo ve y siente mover las caderas apoyando la penetración lo aturde el pensamiento del cuerpo de Chiaki o el de Shinobu, ambos chicos parecían disfrutar más que el novelista. O sufrir más que el escritor. Y pensarlos llorando bajo su cuerpo lo enciende más, recordarlos gritando sin poder detenerlo hace que cada penetración sea más profunda y la idea de tenerlo a su disposición a cualquier hora lo hace jadear, porque en el sexo lo importante es el control. Hatori se satisface sin importarle ya si Akihiko lo disfruta o lo sufre mantiene la fuerza y la firmeza mientras entra y entra controla el cuerpo del escritor y lo siente venir…

- Ahhh ahhhh mmmm ¡Toma!

La última frase culmina su acto, un retortijón en el cuerpo y un fuerte agotamiento prosiguen al orgasmo, disfruta de sacar su pene y ver el chorro blanquecino salir del ano de Akihiko, es así. Hatori a no pensó en el escritor pero sonríe al ver la ancha de semen en la cama. A conseguido que Akihiko termine y lo ve tendido y respirando con agitación.

- Rayos… - jadea el novelista – me arde el culo Jajajaja

Las risas entre ambos y su minuto de paz.

- ¿Han tenido buena noche? – Miyagi observa a los dos hombres relajados

- ¿Por qué lo preguntas?

- No lo sé, tal vez por todo el ruido que hicieron

- Hay que darle desayuno a los niños – Hatori camina hasta el refrigerador sacando huevos y leche – creo que les hare una tortilla para desayunar – Miyagi por cierto, Shinobu ha preguntado por ti

- Antes o después de que te jodieras - Miyagi observo severo a Hatori

- Ok… ya me canse de tu forma de actuar, ¡No es tu puta novia! – golpeando su mano sobre la mesa Hatori coloco énfasis en sus palabras. – no puedes cabrearte con nosotros por joder con Shinobu, sui te molesta baje y rómpele la cara a Misaki o tírate a Chiaki hasta hacerlo sangrar. Pero basta de molestarte porque usemos al rubio, está bajo las misma condiciones que los otros.

- Ya… pero esas no eran las reglas, las únicas veces que jodi con Misaki fueron cuando trato de huir y Akihiko violo a Shinobu sin mi consentimiento y saber ahora que tú también vas a meterle el dedo no me hace feliz

- Hatori – intervino el escritor tranquilo – jodete a los otros porque si estas encariñado con Shinobu podrías ponernos en peligro a todos

- No crees Akihiko que sería más simple si cada uno de nosotros se cogiera solo a su chico

- No, no lo creo – bajo la mirada y sonrió – si hacemos eso les estaremos dando esperanzas sobre lo imposible… dime Miyagi ¿Piensas dejar libre a Shinobu?

- No – es verdad Miyagi sabe que si Shinobu sale un día lo acusara y no tiene intenciones de perder la vida que lleva – pero no me interesan los otros dos, es solo que…

- Chiaki te quiere y tú lo sabes – Hatori cruza los brazos con calma escuchando a Akihiko – en mi caso varia pues Misaki me detesta, pero Chiaki sueña con que Hatori lo saque de aquí y Shinobu está seguro de que Miyagi lo salvara de nosotros… si Hatori y yo estamos aquí es porque esos hombres eran nuestros padres, pero esos chicos no son hijos nuestros no van a la escuela y no podemos prometerles un mañana que sabemos terminaría con el nuestro

- ¿y que supones que deberíamos hacer?

Miyagi y Hatori toman asiento mirando al plateado con interés, con ese interés que nace cuando sabes que algo está mal, que algo no es como debe ser.

- Quiero dárselos a Hiroki

- ¡Vete a la mierda!! - en unísono responden molestos – Akihiko estás loco o que te sucede, no son carne de cañón, no voy a vender a Chiaki a un proxeneta que lo lleve a Rusia o a Colombia, Misaki lleva cinco años aquí pero los chicos de Hiroki no viven más de uno. – Hatori parece descompuesto mientras habla – Tienes razón al decir que no deberíamos alimentar esperanzas en ellos, pero no por eso voy a matar a Chiaki.

- Hagan lo que quieran, yo entregare a Misaki. – la voz del novelista suena triste – no puedo seguir viviendo una doble vida ¿y ustedes? inventando viajes para venir a esta casa, saliendo antes del trabajo y fingiendo que hacen horas extras…. ¡Somos basura! Pero para mí se acabó, Hiroki puede llevarse a Misaki y librarme de todo, si lo saca del país mejor para mí, al menos así correré menos riesgo…

- Si, - Miyagi sonríe – y después volverás a los antros de Hiroki a comprar niños hasta que veas uno y lo secuestres otra vez… por mi parte mataría a Shinobu antes de dárselo a Hiroki… si quieres librarte de Misaki lo menos que puedes hacer es matarlo tú. Decídete.

Se miran unos a los otros, suena el pitido de la caldera y Hatori regresa a la cotidianidad, tratando de no pensar en Kamijou Hiroki. Tratando de no pensar en sacar de ahí a Chiaki, pero piensa en ambas cosas sin decir una palabra y sin decirlo sabe que los otros también meditan sobre qué hacer.

Continuara…