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~Akemi~.
Hola chicas gracias por comentar esta historia, y perdón por no haber dejado una nota el capítulo anterior, tenía prisa y solo subí el capítulo.
Hablando un poquito sobre esta historia les quiero contar que esto es más un “experimento”. Lo que quiero lograr es hacer capítulos cortitos, con un poco de humor y no tan serios como mis otras historias.
Este finc no tiene un límite de capítulos, pero eso significa que un dí simplemente puedo llegar y decirles”Hasta aquí el finc”
Es una historia completamente espontanea – (Casi en todas mis historias las pienso y planeo mucho antes de publicarlas, esta es diferente)- además casi no he encontrado historias donde los egoístas se conozcan desde pequeños, lo cual, personalmente, me parece muy tierno.
Sin más las dejo leer.
Bye byeCap. 2- Ojos azules
1-5
Hiroki visitaba ese departamento una o dos veces a la semana desde hacía un año: en sus paredes siempre revotaban las palabras “abandono” y “divorcio”. Hiroki no entendía la complejidad de esas palabras, pero prefería no preguntar y jugar con sus coches en la suave alfombra de la casa.
La dueña del departamento siempre parecía ocupada y su madre trataba de ayudarle. Hiroki solo se quedaba calladito en medio de la sala. Ni un solo ruido aparte de los tacones sobre el piso se escuchaba, lo que a Hiroki le parecía extraño, ya que se suponía que la amiga de su madre tenía un pequeño bebé, pero siempre que Hiroki se asomaba a su cuna lo encontraba dormido ¿Cómo era posible que alguien durmiera todo el día?
Ese día, harto del aterrador y sofocante silencio se acercó a la cuna de madera y quito la suave sabana con estampados que cubría al bebé. Sus ojos estaban cerrados y su respiración era suave. Con uno de sus dedos Hiroki toco la suave mejilla del infante que se quejó y después poco a poco abrió los ojos.
Hiroki nunca había visto a el bebé desde tan cerca y apenas había notado lo azul de sus ojos. Clavó su mirada en Hiroki y el castaño se sintió estremecer. Lástima que dos segundos después el bebé comenzó a llorar dañando los tímpanos de Hiroki
Ahora no solo era el bicho raro sino también la molesta cosa ruidosa.
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