La katana del rōnin y el rōnin del yakuza (UsagixMisaki) ((Nc-17))

Hace Muuucho tiempo, en una tierra muuuy lejana; había un yakuza que amaba a un rōnin. Curioso ¿no? Una historia con peleas, katanas y, por supuesto, amor. ¡Yey!

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  1. 9Dokuro-Chan8
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    Muchas historias comienzan con “hace mucho tiempo, en un reino muy, muy lejano...” pero esta NOOOO!!! Nuestra historia comienza en la era Edo, en Japón (claro, es en lugar muy, muy lejano, y si es de hace mucho tiempo), con unas lindas mujeres que trabajaban en una casa de té.

    -Ya viste quien va por allá? Es Misaki!!-

    -De veras? Ese rōnin que además de ser lindo es fuerte?? Kyaaa!!! No me lo puedo creer!!-

    Estas lindas mujeres vieron al legendario rōnin, Misaki, que, como ellas acaban de mencionar, es famoso por ser fuerte y lindo. Se dice que es un huérfano que se convirtió en un lobo solitario después de haber perdido a sus padres, sin embargo, estos son solo rumores, ya que Misaki tiene un hermano mayor, pero lo de fuerte y lindo era la puritita verdad.

    -Ahh… Nii-chan ya casi sale del trabajo, mejor voy a recogerlo… Etto… donde me dijo que trabajaba?- Misaki vio a las jovencitas de la casa de té y les pregunto- Disculpen, saben dónde está El Dojo del Clan Usami?-

    -Ahh… E-etto… Se-se llega cruzando el pu-puente después del puesto de ca-calamares al lado del rio… De-después de unos minutos encontraras el do-dojo…*Kyaaa!!! Misaki me está hablando!!!*- Pensaba la joven

    -Ya veo, gracias- Dijo Misaki con una sonrisa bastante luminosa y bonita.

    -D-de na…Ahhhh!!!!- Solo eso alcanzo a decir la joven que, a causa de la emoción, se desmayo. Sin embargo, Misaki no le tomo mucha importancia a esto y se fue corriendo hacia el dojo donde trabajaba su hermano.

    Cuando termino el recorrido que le había indicado la jovencita, se topo con un dojo inmenso. Con un letrero que decía “Dojo del Clan Usami”, hasta con guardaespaldas y toda la cosa.

    -Etto, busco a Takahashi Takahiro, podría entrar a verlo?- los guardaespaldas lo notaron algo bajito, por lo tanto lindo, así que no pensaron que pudiera ser peligroso y lo dejaron pasar sin inconveniente.

    Entro al gran Dojo, vio al Maestro Usami Akihiko, un yakuza que tenía el pelo color plata y ojos color purpura. Era bastante atractivo; Sin embargo, el rōnin no le prestó mucha atención a la atractiva imagen del yakuza, sino a la escena con su hermano.

    ***



    -Nii-chan…?-

    -Ah! Misaki! Te dije que no hacía falta que vinieras a recogerme! Gracias!-

    -Es tu hermano menor?- Pregunta el yakuza (Usagi)

    -Si! Misaki, este es mi jefe y mejor amigo, Usami Akihiko!

    -Hee… así que el hermanito de takahiro… no se parece nada a ti!- Esto último lo dijo en tono burlón. Misaki se mostro molesto por el comentario del peli plata, a lo que replico.

    -Qué?! Tienes algún inconveniente con eso, viejito ruco!?- Usagi supo de inmediato que eso lo dijo para hacer mofa de su cabello color plata.

    -Bueno, bueno! Ya está bien, Usagi, nos vemos mañana! Misaki, discúlpate con Usagi!- dijo el hermano mientras regañaba a su hermanito

    -Pero- replico el menor

    -Nada de peros, discúlpate!- continuo el hermano

    -Ahhh, ya entendí, Usami-san, perdón- Dijo el hermanito con un tono molesto, a lo cual, el peli plata respondió con una mirada orgullosa, cosa que enfado mas al menor.- Ah! Como sea, ya vámonos, Nii-chan!!

    -Claro, nos vemos, Usagi!!-

    Cuando los hermanos estaban a punto de salir, otros compañeros sirvientes de Takahiro le pusieron el pie para que se cayera

    -Vamos! Levántate! Ah, perdón, se me olvido que no tienes un brazo, quieres que te demos una mano? Jajajajaja!!!- Misaki obviamente se molesto por lo que le hicieron a su hermano mayor y le dio un puñetazo en la nariz al que le había puesto el pie a takahiro, rompiéndosela.

    -Haber si así aprendes a respetar, imbécil-

    -Que dijiste, bastardo??!!- Dijo uno de los que estaba con el de la nariz rota.

    -No hagas como que no me oíste, o te arranco las orejas!-

    -Haber si sigues diciendo eso después de haberte roto los dedos, niño bonito!!- Dijo otro de los sirvientes mientras se lanzaba hacia Misaki, el cual lo esquivo y, habilidosamente, le dio un puñetazo en la espalda, para que no se pudiera mover. Los otros 4 sirvientes se lanzaron hacia Misaki, quien los noqueo a todos y cada uno de ellos, mientras que Usagi lo miraba, muy sorprendido de que pudiera noquearlos tan fácilmente y sin perder ni una sola gota de energía, y mucho menos de esa lindura que desprendía de cada uno de sus movimientos.

    Cuando termino la pelea, que ni duro 5 minutos, Misaki dijo triunfante y orgulloso:

    -No me gusta que me llamen “lindo”, Nii-chan, estas bien?- Dijo el joven cambiando su expresión orgullosa a una preocupada.

    -Si… En serio es extraño que me falte un brazo…-

    -E-eso no es cierto!! Ni Nee-chan ni yo pensamos eso, es más, estoy seguro que Usagi-san tampoco piensa eso, verdad, Usagi-san?- El yakuza se sorprendió al escuchar como lo llamo el joven rōnin, que además lo miraba con una inocencia esperando su respuesta.

    -Por supuesto que no, takahiro, eso no es de fenómenos- dijo el yakuza saliendo de sus pensamientos

    -Gracias, de verdad son de mucha ayuda, bueno, ya nos podemos, Misaki-

    -Espera, Takahiro, necesito decirle algo a Misaki antes de que se vaya-

    -Ah, vale, pues me voy adelantando, te espero en la casa, Misaki!-

    -Claro, Nii-chan!!- cuando el hermano se fue, el joven le pregunto –De que querías hablar conmigo? Acaso te molesto que te llamara “Usagi-san”?-

    -No, está bien, solo te quería proponer algo-

    -Que cosa?-

    -Que seas mi guardaespaldas personal- El pequeño rōnin apenas y se la creyó, diciendo:

    -QUEEEEEE!!!??? Como puedes decir eso tal tranquilamente??!! Para empezar, sabes que es lo que significa rōnin?! Yo no quiero tener amo!!-

    -Piénsalo, si te conviertes en mi guardaespaldas, podrás venir a vivir aquí, Takahiro será libre de casarse con su novia y tú no te tendrás que preocupar por qué comerás o donde vivirás- El pequeño rōnin todavía dudaba un poco, después de la pésima primera impresión del alto yakuza.-Si aceptas, te podría ayudar con tus estudios, ya sea artes marciales o literatura o matemáticas, lo que sea, yo te lo podría enseñar.-

    -De-de veras??- Pregunto el joven con sus ojos brillantes ante tal oferta. El yakuza, al ver esto, pensó *Este niño es realmente lindo… Ehhhh??!! Pero que estoy pensando???!!!! Si de la única persona de la que estoy enamorado es de Takahiro!!!!*

    -Bu-bueno, piénsalo y luego me das la respuesta-Dijo algo confundido el yakuza

    -Si! Muchas gracias!!- dijo el rōnin con una carita de niño feliz e inocente, a lo cual el yakuza solo logro estar aun mas confundido, ya que, según el, solo había lugar en su corazón para takahiro, no para su HERMANO MENOR!!! No! No se iba a enamorar del hermano menor de su amor no correspondido, tenía que razonar las cosas. Eso le decía su cerebro, pero su corazón decía todo lo contrario.

    ***



    El castaño, al llegar a su casa junto con su hermano y su cuñada, les conto lo que había pasado en el dojo, a lo cual la pareja de jóvenes se alegro mucho

    -Felicidades, Misaki!! Por fin seras capaz de estudiar!!- Dijo la joven de cabellos color miel, Manami.

    -Si!! Misaki, estoy muy contento! Y que decides?-

    -La verdad, no quisiera ser una molestia para Usagi-san, así que no se que decidir…- dijo algo deprimido el oji-verde

    -Misaki, entiende que si el te lo pidió, quiere decir que no es una molestia, es más, le estás haciendo un favor al concederle el privilegio de tenerte como su guardaespaldas!!-le dijo la cuñada guiñándole un ojo.

    -Mmm… pues realmente me gustaría mejorar mis habilidades con la espalda, así que creo que aceptare, además un joven de 18 años en una pareja de recién casados es algo raro, jeje- Rió nerviosamente.

    -No te preocupes por eso!! Misaki, nosotros te queremos mucho!!-

    Al día siguiente, el rōnin fue al dojo del clan Usami, para darle su respuesta sobre la propuesta que le había hecho el día anterior. Cuando llego, el yakuza lo recibió con gusto y lo invito a pasar al cuarto de estar. El castaño se puso algo incomodo por la casa tan grande, pero paso sin muchos problemas.

    Cuando el castaño estaba a punto de decirle su respuesta al yakuza, una de las sirvientas le dice

    -Señor Akihiko-sama, un invitado importante quisiera hablar con usted por un momento-

    -Ahh, ya voy, espérame un momento, Misaki. Debo atender unos asuntos…-Dijo el alto oji lila con un tono molesto

    -Sí, no te preocupes- Dijo algo sonrojado el pequeño rōnin por el escotado traje de la sirvienta del oji lila. Cuando el yakuza salió de la habitación, el rōnin se aburrió un poco y decidió pararse un poco y estirar las piernas, cuando, sobre la mesita en un rincón de la habitación, ve un pequeño librito. –Un libro… Supongo que no soy tan inepto como para no poder leer algunas páginas…- El castaño empezó a ojear un poco cuando se detuvo en una página y vio que decía:

    *Cuando el hermoso rostro de takahiro se cubrió de un dulce color carmín, al igual que de unas lagrimas ocasionadas por el placer, Akihiko
    no pudo contenerse más y comenzó a embestir en la dulce entrada del joven*

    -Que… QUE DEMONIOS ESTOOOOOO????!!!! ES UNA HISTORIA GAY CON MI HERMANO!!!!!!- Misaki se encontraba muy confundido y también molesto por lo que había escrito el yakuza sobre su hermano. Misaki comenzó a arrancar las hojas por el impulso del enojo cuando una hoja llamo su atención, ya que tenía su nombre escrito en ella, así que empezó a leerla, pero cuando leyó su contenido, solo se pudo quedar paralizado como estatua y con toda la cara manchada de color carmín. Lo que decía la hoja era:

    *Akihiko comenzó a besar el miembro ya erecto de Misaki. –A-Akihiko-san… por favor, dame mas…- Akihiko comenzó a introducir los dedos poco a poco, hasta que vio que se encontraba lo suficientemente dilatado, así que empezó con las estocadas-*

    -Me… mentira…. Esta vez me uso a MI para sus historias?!- en eso, el oji lila se encontraba entrando a la habitación

    ***



    -Misaki, quieres un poco de te?- el escritor se dio cuenta de que el pequeño oji verde estaba leyendo la novela BL que el mismo estaba escribiendo. La expresión del joven era de vergüenza, algo de miedo, pero sobretodo, resaltaba ese lindo sonrojo que cubría casi toda su cara. El joven se dio cuenta de que el peli plata había entrado a la habitación. Por fin logro reaccionar, y grito:

    -QUE DEMONIOS ES ESTA PORQUERIA??!!! Ya sabía yo que eras un pervertido!! Se te noto desde que te vi abrazando a Nii-chan de esa manera!! Eso es irritante!! Nii-chan no es un degenerado como tú!! No intentes arrastrarlo a tu asqueroso mundo de homosexuales!!! CERDO DEGENARADO!!!!- El yakuza se molesto por el comentario del rōnin y lo arrincono contra la pared.

    -Porque te molesta que escriba sobre tu hermano? Acaso el te ha dicho algo malo sobre mi?!- Dijo molesto el escritor. El joven rōnin no se imagino que el mayor fuera capaz de poner semejante expresión que ponía los pelos de punta a cualquiera. Cuando por fin logro salir de sus pensamientos, dijo:

    -No solo es eso!!! También vi que habías escrito algo sobre mi!!! No pienses que voy a estar dispuesto a hacer todo eso solo por que seas atractivo!!- El yakuza se sorprendió por el argumento del joven, a lo que respondió con una sonrisa entre dientes y dijo:

    -Ohh… Así que te parezco “atractivo”?- El joven se dio cuenta de que había cavado su propia tumba.

    -E-eso no era lo que quería decir, el caso es que-- El pequeño rōnin fue interrumpido por un cálido y húmedo beso. El joven trato de hablar, pero cuando abrió la boca para tratar de decir algo, el peli plata aprovecho para meter su lengua y explorar cada centímetro de la dulce cavidad del oji verde. Cuando por fin se separaron a causa del oxigeno, el yakuza dijo:

    -Te gustó?- El joven castaño solo mirada hacia el piso con la cara manchada de un lindo color carmín. El yakuza se acerco a su oreja, y dijo: -Misaki, me gustas…- El rōnin se sorprendió y el color carmín se seguía apoderando más y más de su rostro.

    -Q-que estás diciendo, bakaa!! Para empezar, los 2 somos hombres!-

    -Pero el hecho de que soy muy atractivo sigue en pie, no?- Dijo el alto oji violeta mordiendo su oreja –Misaki, vamos juntos a Nagasaki…- este último argumento del hombre sorprendió al joven.

    -De… de que hablas…?- El joven realmente no sabía si lo decía enserio.

    -Misaki, desde el primer día en que te vi me pareciste muy hermoso. Te veías tan lindo cuando noqueaste a esos insolentes que golpearon a Takahiro… Me gustas…- El joven se paralizo ante el argumento del yakuza.

    -Porque mencionas tan de repente a mi hermano?-el peli plata se sorprendió por lo que dijo el joven –Si tanto te gusto, entonces, por que mencionas a Nii-chan?- El joven solo salió corriendo, mientras que el yakuza corría tras de él. Cuando por fin lo alcanzo, vio que unas lágrimas estaban a punto de salir de sus lindos ojos esmeraldas. –Es una mentira… después de todo, solo era una mentira…- Las lagrimas comenzaron a rodar sobre su lindo rostro, cuando sintió unos fuertes brazos que se colocaban en su alrededor.

    -Es cierto que yo antes estaba enamorado de tu hermano, pero desde que te vi, me olvide de él y comencé a pensar demasiado en ti, pensé que no era buena idea, pero no puedo aguatarlo más. Fue por eso que te quise contratar para que fueras mi guardaespaldas personal-Dicho esto, el yakuza poso nuevamente sus labios sobre los del joven rōnin, el cual solo pudo sonrojarse hasta más no poder- Te amo, Misaki…- Misaki ya estaba al límite, creía que se iba a desmallar de tanta vergüenza que sentía –Entonces, quieres ir conmigo a Nagasaki?-El joven solo inclino la cabeza hacia adelante y dijo bajito con una voz tímida.

    -Si…-

    ***



    -Pues creo que deberías empezar a hacer tus maletas, mañana nos vamos hacia Nagasaki- Dijo el yakuza feliz por la respuesta del menor.

    -Eh? Mañana?!- Dijo el rōnin todavía confundido por el beso y la respuesta anterior –Vale, entonces mañana te veo…

    -Yo te voy a recoger- Dicho esto, el rōnin se fue dejando al yakuza absorto en sus pensamientos *Definitivamente ya me enamore…*

    Cuando el rōnin llego a su casa, fue recibido por su hermano, al cual le conto que había aceptado la propuesta de ir con Usagi, pero claro, mantuvo en secreto lo que había pasado entre ellos 2.

    -Ahh… ya veo! Pues hay que empacar!! Vamos Misaki, yo te ayudo!! Después de todo, Manami salió a comprar algo de comida!- Ambos hombres subieron a la habitación del rōnin y comenzaron a empacar para el viaje de mañana. Cuando el hermano de Misaki golpeo accidentalmente un mueble, algo se cayó atrás de este, así que lo movió. Para su sorpresa, atrás de ese mueble estaba un collar que tenia las iniciales “IxM”. El joven peli azul sintió hervir la sangre del enojo que sentía y dijo:

    -Qué demonios es esto, Misaki??!!- El castaño solo se quedo como estatua al ver tal collar. Sentía como las lagrimas estaban a punto de salir a causa de todos los recuerdos que lo invadían.- RESPONDEME, MALDICION!!!!!!- el joven logro salir de sus pensamientos a causa de la voz aterradora de su hermano.

    -Ese el collar que me regalo Ichi…- Dijo cabizbajo el oji verde.

    -Eso ya lo sé, lo que quiero saber es porque tienes esta porquería!!- El peli azul estaba más que enojado. No soportaba el saber que su hermanito seguía teniendo algo que ese bastardo le había dado hace 10 años.

    -Yo no sabía que estaba ahí, hace años que no lo veía…- El joven no lo pudo soportar más y comenzó a llorar. El dolor de ese recuerdo era demasiado. El peli azul supo que gritándole solo empeoraría las cosas, así que se tranquilizo y abrazo a su pequeño hermanito.

    -Perdón, es que me molesto saber que tenias algo que te dio ese bastardo…- El joven quería matar a ese hombre que había hecho sufrir tanto a lo que más amaba en el mundo, pero ahora el solo quería estar con Misaki…

    A la mañana siguiente, Takahiro trato de olvidar lo ocurrido la noche anterior, y acompaño a su hermanito mientras esperaban al peli plata. Cuando este llego, el joven rōnin y su hermano se despidieron con un abrazo. El castaño estaba a punto de derramar lágrimas, pero aguanto lo más que pudo y se fue con el yakuza.

    -Misaki, estas bien?- Dijo el oji lila cuando subieron a la carreta.

    -Sí, no te preocupes, Usagi-san…- Dijo algo deprimido el joven. El mayor noto esto y abrazo a su querido niño

    -Todo está bien, Misaki…- El menor solo se adentro mas y mas al pecho del yakuza, mientras este lo seguía apretando mas y mas. El joven rōnin no solo se sentía mal por separarse de su hermano, sino porque la noche anterior habían brotado nuevamente todos los recuerdos que hacían que quisiera morirse y desaparecer para siempre de este mundo. –Misaki, te amo…- El joven rōnin se sonrojó a más no poder.

    -Que-que estás diciendo?! Baka!!-

    -Jejeje…- El oji lila solo se reía mientras veía a su niño sonrojarse y encogiendo cada vez más sus hombros.

    *Creo… que tal vez si pueda olvidarlo… Ichi, porque me hiciste eso?... porque?... porque te tuve que entregarte mi confianza y cariño para que tu solo los rompieras en mil pedazos…?* pensaba el joven oji verde mientras veía melancólicamente la ventana…

    ***


    Cuando llegaron a Nagasaki, todas las mujeres (y los hombres igual, cabe aclarar) miraban a Misaki como leones tras la mas apetitosa presa. Usagi lo notaba, pero Misaki solo caminaba algo distraído por el cansancio del viaje, así que tomo a Misaki de la cintura y lo llevo de prisa hacia su casa entre muchos “bakaa!!” y “suéltame!!” de Misaki.

    Cuando por fin llegaron a la casa del yakuza, el joven rōnin se metió a la ducha a tomar un baño, ya que necesitaba refrescarse para su nuevo trabajo. O al menos eso era lo que pensaba el rōnin, ya que sus motivos de estar ahí eran otros.

    *Ya no aguanto más!! Misaki está desnudo, en el baño, con el agua corriendo por su lindo cuerpo… Ahhh!!! Quiero tomarlo de una buena vez!!!* pensaba el oji lila ya al límite.

    Mientras el rōnin estaba en la ducha, Usagi entro sigilosamente para sorprenderlo. Cuando el joven se percato de la presencia de alguien en el baño donde él estaba, solo salto hacia él y cayó encima de él.

    -Quien eres y que haces aquí??!!-Pregunto ya listo para pelear. El castaño se percato de que era Usagi. –Pe-perdón! No sabía que eras tú..- Dijo apenado mientras trataba de quitarse de encima del mayor.

    -No te preocupes, me gusta esta posición…- Dijo con una sonrisa lujuriosa mientras agarraba de la mano al oji verde.

    -Qué? Que hace—El menor fue interrumpido por un beso apasionado. Este no sabía cómo reaccionar y solo cerró la boca como si su vida dependiera de eso. El mayor toco la entrepierna del rōnin. Este soltó un pequeño gemido que solo éxito más al mayor, y aprovecho para meter su lengua y explorar esa cavidad que le encantaba.

    -U… Usagi… San…- Dijo el castaño con un lindo sonrojo y con una expresión de “dame mas”. El mayor sonrió de forma pervertida y comenzó a tocar el miembro semi erecto de Misaki. El castaño solo se retorció y soltó un lindo gemido. El escritor estaba más que excitado, así que comenzó a preparar a su niño. Primero puso un dedo, luego otro hasta que llego a los 3. El castaño era inundado por el placer, mientras el peli plata se excitaba cada vez más. –Ahhh… Usagi-san!-

    -Misaki, quieres que la meta ya?-dijo el oji lila con una sonrisa bastante lasciva.

    -Ahh… Si!... Métela ya!!!- Dijo el rōnin ya bastante impaciente. El peli plata solo rio entre dientes y comenzó a meter su hombría a la estrecha cavidad del menor. El rōnin comenzó a derramar lágrimas.

    -Usagi-san… Duele mucho…- Dijo el menor mientras se contraía del dolor.

    -Intenta aguantar un poco más, amor…- El yakuza comenzó a moverse poco a poco, hasta que Misaki comenzó a mover un poco las caderas. Cuando el peli plata vio esto, acelero el paso de las estocadas y comenzó a masturbar la hombría de Misaki.

    -Gahh… Usagi-san… me voy a venir!!-

    -Yo también… Misaki…- Dicho esto, el menor se corrió en la mano del yakuza manchando también sus abdómenes, y el mayor dentro del pequeño.

    Después de haberse demostrado todo el amor que se tenían, el menor se separo del yakuza mientras dormía *Como me pudo haber gustado eso…?* se preguntaba el rōnin, cuando se oyó que azotaban la puerta.

    -SENSEEEEEEEEEEEEEEEEI!!!!!!!!!!!!!!!!! NECESITO YA ESE MANUSCRITOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!- Misaki se sorprendió, así que puso rápido un kinagashi (Kinagashi: Es un kimono informal masculino. Este no se acompaña con pantalones (Hakama) ni camisa (haori), como en los kimonos más tradicionales.) y tomo su espada para bajar corriendo y luchar con las personas que se habían metido a la casa. Para su sorpresa, era una muchacha peli roja y un joven de cabello color miel.

    –Quienes son ustedes??!!- pregunto de forma algo ruda. La pelirroja se quedo muda al ver a un lindo niño como Misaki.

    -KYAAAAAAAA!!!!! UN PEQUEÑO BISHONEN!!!!!! KAWAIIIIII!!!!!!!- grito la pelirroja bastante emocionada y sonrojada. En eso, sale del cuarto un yakuza con ojeras y con un aura asesina.

    -Aikawa… qué demonios haces en mi casa JUSTO DESPUES de haberme mudado?!- Dijo el peli plata con unos ojos de demonio.

    -Es su culpa por no entregar el trabajo a tiempo, además, tengo a un nuevo asistente, que no ves?- Dijo señalando al joven del cabello miel.

    -Y, como se llama tu afamado asistente?- dijo mientras encendía un pipa.

    -Ah, sí, su nombre es Ichi- Dijo confiada la pelirroja

    ***


    Misaki se quedo estupefacto al escuchar ese nombre.

    -I… Ichi?...- El peor recuerdo de toda su vida llego a su mente:

    FLASH BACK:

    -Ichi!! Te quiero mucho!!- grito Misaki emocionado y abrazando a Ichi

    -Yo igual te quiero, Misaki- dijo calmado el peli-negro.

    Tres meses después.

    -Por… Que… lo hi… ciste…?- Dijo Misaki con la voz entrecortada a causa del llanto sin obtener respuesta del oji negro.

    FIN DEL FLASH BACK

    Misaki vio que no se trataba del “Ichi” que recordaba, era bajito y no tenía ni los ojos ni el cabello negro. Realmente sintió como toda la fuerza se iba de su cuerpo, y se desmayo. Pasaron 3 horas sin respuesta del menor, el yakuza se sentía muy confundido, “¿qué relación tenía ese tal “Ichi” con su pequeño niño?” “Había sido tan mala su relación con el que se había desmayado del impacto?”. Todas esas preguntas atacaban la cabeza del peli plata, cuando el menor comenzó a reaccionar.

    -Misaki?! Estas bien?!- Dijo preocupado el mayor.

    -U… Usagi… San?- pregunto el menor tan bajo como un susurro.

    -Estas bien, Misaki-san?- pregunto el peli miel preocupado. El mayor miro preocupado a su niño, pero este lucía algo tranquilo.

    -Sí, no te preocupes, cual era tu nombre?-

    -Ah, sí, disculpa, olvide presentarme. Me llamo Ichinose, pero puedes llamarme Ichi- sonrió tímidamente

    -Mejor te llamo Ichinose, me gusta ese nombre- Dijo con una encantadora sonrisa. El peli miel solo se sonrojó y el yakuza ardió en celos.

    -Bueno, Aikawa, creo que es mejor que tu asistente nos ayude con el trabajo y dejemos descansar a Misaki.

    -No se preocupe, sensei. Ichi cuidara bien de él- Dijo Aikawa saliendo de la habitación. El oji lila salió de mala gana, pero debía terminar con el trabajo, y no podía dejar a su adoración sola mientras tenía esa fiebre.

    -Bueno, voy a dormir un rato, gracias por ser tan amable- Dijo el castaño mirando al peli miel con ternura. El rojo en la cara de este era obvio. Además, era muy lindo, tenía el pelo color miel, ojos azules, piel tersa y un poco más bajito que Misaki. Cuando Misaki ya se había dormido, El oji azul no pudo contenerse las ganas y acerco su rostro al de Misaki. Se quedo unos minutos contemplando el rostro perfecto del castaño, sus fracciones justo donde debían estar, una perfecta combinación de la nariz, ojos y boca. El peli miel ya había perdido la conciencia de sí y rozo sus labias con los de Misaki. Para él fue una sensación mágica. Deseaba que nunca se acabara y siguieran así para siempre, pero las cosas no eran así.
    El oji lila, preocupado por su niño, tomo un pequeño descanso mientras la peli roja revisaba el manuscrito. Cuando el peli plata llego al cuarto, vio que el tal “Ichi” besando a SU niño.

    ***


    Misaki estaba despertando cuando vio la escena que se formaba, Usagi ardiendo en celos a punto de desenfundar su katana mientras que Ichinose se despegaba de sus labios con la cara llena de mil tonos color carmín. Misaki vio que el peli plata estaba a punto de perder la cordura y desenfundar su katana, así que se paro rápido de su cama para ir con él, pero al momento de parase hizo un movimiento muy brusco y se mareo, así que cayó al piso, a lo que el peli plata recobro la cabeza y fue en ayuda de Misaki.

    -Misaki! Estas bien?!- Dijo preocupado el yakuza

    -E-estoy bien, solo me maree, eso es todo… Auch…- El oji lila vio que Misaki tenía una herida en su tobillo, así que volteo y vio al pequeño Ichinose con ojos que decían “Por tu maldita culpa Misaki se torció el tobillo, ¡niñito de mierda!”. El peli miel, obviamente, solo pudo asustarse como si tuviera al mismísimo diablo enfrente.


    -Misaki-san, lo lamento mucho, esto te paso por mi culpa…- Dijo el peli miel cabizbajo

    -No te preocupes, solo fue un accidente- Dijo con una sonrisa bastante encantadora. El peli plata no pudo aguantar más.

    -¡¡¡SI QUIERES A MISAKI, TENDRAS QUE VENCERME PRIMERO!!!- Grito, desenfundando su espada. El peli miel se sorprendido, pero entendió a que se refería. Tanto el yakuza como el rōnin se quedaron atónitos ante los ojos del joven oji azul, eran… Aterradores…

    -Con que esas tenemos…- Dijo de forma confiada –Si usted, Usami-san está de acuerdo con esto, no lo detendré…-El rōnin se quedo estupefacto ante la actitud de ese joven, ¿de verdad era el mismo que se había disculpado con él hace unos momentos? No cavia duda de que era bipolar…

    -Niñito, no me pruebes, que yo no voy a ceder a Misaki tan fácilmente…-Dijo con un tono molesto, mientras se ponía en guardia.

    -Pues yo ya estoy acostumbrado a pelear por lo que quiero, así que no creo que haya problemas- Dijo con una sonrisa casi divertida. Los 2 jóvenes estaban a punto de pelear a muerte por Misaki, cuando este desenfundo su espada.

    -Ichinose-san, yo le prometí a Usagi-san que sería su guardaespaldas personal, eso quiere decir que el que tiene que pelear no es el, soy yo- Dijo mientras se ponía en posición de pelea –Así que, prepárate, por favor- Puso una sonrisa confiada.

    -Misaki-san…- Guardo silencio al ver el rostro decidido de Misaki.- Entiendo… Usami-san, lamento las molestias- Guardo su espada.-Solo quiero que sepa que no me rendiré, pero por ahora lo dejare pasar…- Se despojo de esa sonrisa burlona y puso su habitual cara angelical.- ¿Vamos a llevarnos bien desde ahora, si?- Tanto el rōnin como el yakuza se sorprendieron, “En verdad este chico es bipolar…” Pensaron los 2 jóvenes. -Bueno, supongo que podemos irnos, ya mañana terminaremos con el trabajo, por mientras, Misaki-san y Usami-san tienen que descansar, nos vemos, Misaki-san- Se despidió con un beso en la mejilla. El peli miel le aviso a Aikawa que se fueran, y le dijo que sentía mal, cosa que claro, no era cierto. Cuando se fueron, el peli plata acorralo al castaño contra la pared.

    -Así que ¿ya me convertí en tu amo? Mi lindo samurái…- El color escarlata se apodero de las mejillas del menor.

    -¡¡Claro que no!! ¡¡Yo siempre seré un rōnin!!-

    -Claro, claro, pero me defendiste; Si no soy tu amo ¿Por qué lo hiciste?-

    -E-eso fue porque…- El color rojo se seguía apoderando de su rostro.

    -Jeje, puedes enfrentarte sin arma alguna ante un grupo de maleantes, pero no puedes admitir tus sentimientos, ¡qué lindo!- El yakuza se seguía burlando del rōnin, cuando empezó a meter su mano en el Kinagashi que traía Misaki...

    ***



    -¡¡He-hey, Usagi-san!! ¡¡Estoy muy cansado, mejor vamos a dormir!! ¡¡Además, estoy herido!!- El oji lila vio que, efectivamente, estaba bastante cansado, así que desistió y soltó al menor.

    -Bueno, pero para la próxima no te vas a escapar- Dijo con una sonrisa bastante lasciva. El rōnin solo se ruborizo como tomate en plena temporada.

    -¡¡C-como sea!! ¡¡Me voy a dormir!!- Dicho esto, ambos jóvenes se fueron a dormir.

    Al día siguiente, el yakuza bajaba somnoliento las escaleras.

    -Ah, Usagi-san, buenos días- Dijo el rōnin con su habitual sonrisa.

    -Buenos días…- El peli plata estaba bastante cansado, ya que cuando Misaki se durmió, tuvo que levantarse para terminar su novela. Los 2 jóvenes se sentaron en la mesa, cuando al oji jade le entro una duda.

    -Ne, Usagi-san ¿En que trabajas?- El joven peli plata se sorprendió por la pregunta del castaño.

    -Hoa, Parece que Misaki se esta interesando en mi ¡Qué lindo!- Se burlaba el yakuza.

    -¡¡S-si tu no me quieres decir es tu problema!! - Toda su cara se había manchado de un rojo intenso *Se ve muy lindo de esa manera…* Pensó el peli plata.

    -Bueno, realmente no hay problema. Yo soy parte del clan Usami, una familia que ha pertenecido al Shogunato desde hace años, pero a mí no me interesaba eso. Lo que yo quería era convertirme en escritor- El rōnin se sorprendió un poco. ¡Gracias a Dios no era parte del Shogunato! Eso hubiera sido HORRIBLE. Además, se acordó del libro que había leído la primera vez que fue a su casa.


    -Entonces, ¿Eres escritor?-

    -Así es. Me fui de mi casa porque no me interesaba ser parte del Shogunato, mejor que le dieran esa bronca a mi hermano mayor-

    -¿Qué? Usagi-san, ¿Tienes hermano mayor? No me lo imagino…- Dijo con la típica gotita anime.

    -Tienes mucha suerte al no poder imaginarlo. Por cierto, hoy tengo una reunión con algunas personas importantes a las 7:00, y necesito que me acompañes- El rōnin se sorprendió ante el argumento del yakuza.

    -¿Eh? ¿Y por qué yo?- Preguntó bastante confundido.

    -Bueno, es obvio que te tengo aquí porque te quiero, pero aún así eres mi guardaespaldas, y te necesito para mantener las apariencias, claro- El joven entendió, así que terminando de comer se apuró a terminar los quehaceres de la casa. Cuando dieron las 6:30, ambos hombres se subieron a la carreta para ir hacia el Dojo del Clan Yagami. Llegando ahí, el rōnin se sorprendió del tamaño de esa casa. La vedad era casi del mismo tamaño que la de Usagi, pero aún así no pensaba que hubiera mucha gente rica como él. Al llegar ambos hombres, fueron recibidos por un ejército de Maids con un Kimono BASTANTE escotado. Realmente no dejaba nada a la imaginación, lo cual hizo que Misaki se sonrojara como tomate. (kawaii…^^) El mayor vio esto y solo rió entre dientes. Estaban en eso, cuando vieron llegar a una mujer de cabello rojo junto con un tipo con cabello azulado y uno de ojos color azul claro.

    -¡Senseeeei!- Dijo la mujer acercándose a ellos. La joven miró a Misaki de reojo y recordó lo que había pasado en la casa del mayor. – ¡Ara~! Tu eres el que trae menso a Ichi, ¿verdad?- esta pregunta incomodó al joven oji aqua y al oji jade. Las mejillas de ambos se cubrieron con un lindo color carmín. Aunque, claro, el más lindo sequía siendo Misaki. El mayor, al ver eso, abrazó al oji jade por la cintura y le susurró.

    -No te preocupes, Misaki. No dejaré que ese tipo te ponga las manos encima- El joven realmente no estaba preocupado por eso, pero como había tantos superiores del escritor presentes, sintió que era mejor obedecerlo. (Eso sonó pervertido xD)

    El tiempo pasó lento para el rōnin, ya que no era muy cómodo estar afuera de una reunión, sentado, quieto y con solo los árboles para entretenerse. Cuando se hartó de estar ahí sentado sin nada que hacer, decidió ir hacia un árbol para recostarse un rato. El rōnin se empezó a distraer, tanto, que no notó como la figura de un joven se sentaba a su lado. *Este chico… Tal vez si podría funcionar. Maldición, este estúpido trabajo ya me tiene harto, pero necesito el dinero… Sunako-chan…* La expresión del oji café se tornó triste, pero pensó que lo mejor era que el castaño no sospechara nada, por muy inocente que se viera, así que puso su habitual sonrisa y le dijo.

    -¿Tienes sueño?- El oji jade volteó su rostro hacia el del joven al lado de él. Era bastante atractivo; Tenía cabello y ojos marrón, el cabello un poco más claro. Era alto, con fracciones finas, pero se notaba su fuerza y destreza. Esto no hizo que Misaki pensara dos veces el pararse y preguntarle de manera brusca.

    -¿Quién eres tú?- Puso su mano encina de su katana, para hacerle notar que con un movimiento sospechoso que hiciera, la sacaría (Eso también suena muy pervertido… -////-U) y no dudaría en defenderse, cueste lo que cueste. El joven de ojos marrón entendió que con él sería algo difícil ganarse la confianza, pero estaba dispuesto a hacer el intento.

    -No te preocupes, pequeño. No te haré nada. Mi nombre es Sumi Keiichi. Dime ¿Tu eres el samurái de Usami-sensei?- El joven se sorprendió ante esa pregunta. ¿Acaso ya era el samurái de un tipo rico? ¡No! ¡No era posible! Pero… Si no era eso, entonces ¿Por qué debía de permanecer ahí? Estaba envuelto en sus pensamientos cuando recordó algo.

    -N-no. Yo soy su guardaespaldas personal, pero solo eso. *¡Fiu~! ¡Me libré de esta! =_=U*- El joven peli avellana soltó una risita. –Este… ¿Porqué se ríe?...-

    -Nada… Es solo que ¿De verdad no sabes que un guardaespaldas es lo mismo que un samurái?- El joven se sorprendió mucho. En el rostro del oji esmeralda se formó una expresión algo melancólica, lo cual fue notado por el peli avellana. Al parecer ninguno de los dos se encontraba muy bien, pero el ya tenía muchos problemas como para preocuparse por alguien más. Tenía que cumplir con su trabajo, o si no, temía que lo peor podría suceder…

    -Bueno, no te tienes que sorprender así. ¡Ya sé! ¿Qué tal si vamos a tomar algunas copas?- Dijo recuperándose del nudo en su garganta.

    -¿Ehh? Lo siento, pero yo no bebo…-

    -No te preocupes, no es como si me fuera a aprovechar de ti mientras duermes- El oji esmeralda no estaba muy seguro en cuanto a la propuesta del oji marrón, pero por alguna razón no creía que fuera una mala persona. Como que su intuición se lo decía.

    -Bu… Bueno… Pero, ¿Para ti está bien? Digo, tal vez tú sí eres un samurái, y no me gustaría causarte molestias…- El oji marrón se sorprendió con la actitud del pequeño, pero más que sorpresa, se conmovió.

    -Por mí no te preocupes. Mi amo es muy comprensivo, así que lo más probable es que no se oponga ¿Y tú?-

    -Pues no sé porqué, pero creo que no va a ser tan fácil…-

    -Vaya… Tal parece que ya lo conoces muy bien- El oji esmeralda se sonrojó casi inmediatamente por el comentario del peli avellana, el cual solo se rió entre dientes.

    -Bueno, te espero el próximo sábado en la entrada del bar “Hitomi”, ¿Sí?- El joven asintió con la cabeza, cuando se escuchó el golpe de la puerta de la habitación al abrirse. Ambos jóvenes vieron como sus amos salían del cuarto, y fueron junto a ellos para escoltarlos hacia la salida. Misaki con Akihiko y Sumi con Isaka. Cuando llegaron ahí, el oji café le dijo a Misaki.

    -Te veo él sábado, Misaki- El joven se despidió del rōnin con un beso en la mejilla, lo que hizo al peli plata hervir la sangre. Lo tomó del brazo y lo llevó hacia la carreta. El oji jade forcejeó un poco, pero aún así llegó a rastras al vehículo. Ya ahí, el joven le preguntó bruscamente al mayor.

    -¿¡Qué demonios te pasa?!- El mayor rodeó con sus brazos al oji jade, el cual se sonrojó a más no poder. -¡U-Usagi-san! ¡En serio estoy enojado!-

    -Misaki, no quiero que te alejes de mí- Dicho esto, posó sus labios sobre los del oji esmeralda, iniciando así un delicado y tierno beso. Misaki no entendía por qué se comportaba de esa manera, y tampoco el por qué le gustaba tanto que el mayor le hiciera ese tipo de cosas. El beso se empezó a tornar más apasionado, sin llegar a ser violento. La lengua del mayor chocó con los labios del oji jade, el cual abrió un poco su boca, permitiendo que este entrara en ella. La falta de oxigeno se hizo presente, y se vieron obligados a separarse. El mayor le dedicó una profunda y apasionante mirada a Misaki. Sus bellos ojos lilas penetraban hasta lo más profundo de su alma, haciendo que se estremeciera y se enrojeciera más de lo común. El oji jade no lograba pronunciar una sola palabra. Lo que le venía a la cabeza eran puras incoherencias, pero hizo su mayor esfuerzo y logró balbucear algo que apenas era entendible.

    -Usagi… San… ¿Qué te…- El mayor notó que el joven se apenó de sobremanera por el beso que le había dado, así que esbozó una pequeña sonrisa y volvió a abrazarlo.

    -Misaki… Te amo…- El joven se avergonzó por esas simples, pero hermosas palabras, así que ocultó su rostro en el pecho del oji lila, mientras que estrujaba la tela de su yukata en su espalda. Después de esa romántica escena, se fueron a su hogar, mientras que el peli plata rodeaba la espalda del menor con su brazo izquierdo.

    Al llegar ahí, el joven recordó la conversación que había tenido con el tal “Sumi Keiichi”. *¿De verdad no sabes que un guardaespaldas es lo mismo que un samurái?* .Esto rondaba por la cabeza del menor. Realmente no quería dejarse controlar por un tipo rico. No quería dejar de ser lo que sus padres eran. Era como su último recuerdo de ellos. El oji jade ya no podía más con esa duda ye le preguntó al mayor.

    -Usagi-san. ¿Es verdad que yo ya me convertí en un samurái?- El mayor se confundió un poco por la pregunta del joven, el habría jurado que Misaki ya lo sabía.

    -Así es, Misaki. Tú ya eres mi samurái- Esto sorprendió de sobremanera al menor. No quería. Con un demonio ¡No! El oji jade se tambaleó a causa del impacto y estuvo a punto de chocar con el suelo, pero el oji lila alcanzó a sujetarlo antes de que cayera. –¡¡Misaki!! ¡¿Estás bien?!- (Ok, se que suena muy estúpido, pero no se me ocurrió nada más que ponerle xD) El oji esmeralda reaccionó y unas lágrimas cristalinas comenzaron a salir de sus orbes ojos esmeralda. El mayor no entendía el porqué, pero optó por abrazarlo y esperar a que se tranquilizara.

    -Misaki, ¿qué te pasa? –El menor, ya tranquilo, le contestó.

    -Usagi-san… Yo no quiero ser un samurái… Mis padres… Pero aún así, yo… No lo entiendo, Usagi-san…-

    -Misaki…- El mayor ahora sí estaba sorprendido. ¿Tanto así odiaba el estar con él?- Misaki, si tu ya no quieres estar conmigo, está bien. Pero no me lo hagas saber de esa manera, por favor…-

    -¡¡N-no!! ¡¡Eso no es!!-

    -¿Qué?...-

    -Mi-s padres eran rōnin… n-no quiero que ese recuerdo desaparezca…- El oji lila suspiró aliviado, pero aún así su pequeño estaba sufriendo y esto le dolía a él también. –Usagi-san- Dijo ya recuperado del llanto. –Si yo no me convierto en samurái, ¿Me tendré que ir de aquí?...- El joven pronunció esto con un grado tan alto de ternura, que el oji lila rodeó la espalda de su adoración con sus torneados y fuertes brazos; mientras que este aceptaba el abrazo hundiendo su rostro en el hombro del mayor.

    -Misaki, si tú no quieres ser un samurái, por mi está bien; pero no te vayas de mi lado. Te amo aunque no quieras ser mi propio guardaespaldas, te amo más que a mí mismo. Te necesito más que al aire, más que a todo mi dinero. Yo mataría y hasta moriría por ti, Misaki… - El oji jade no pudo hacer más, ante la repentina confesión de amor por parte del mayor, que sonrojarse a más no poder y derramar pequeñas lágrimas de felicidad. De verdad lo hacía muy feliz que esa persona le dijera que lo quiere; ahora sabía lo que en verdad sentía por él. Lo amaba. Más que cualquier otra cosa. Más que a cualquier otra persona. Incluso, más que a su hermano. Quería que ese maravilloso hombre lo abrazara, lo besara, que lo llevara al cuarto y que lo devorara durante toda la noche. No sabía exactamente qué decir, pero supo que las mejores palabras que le podría pronunciar al peli plata eran…

    -Usagi-san… A mí sí me gustaría ser tu samurái. Porque yo… Te amo, Usagi-san… De verdad, te amo…- El escritor abrió como platos sus orbes ojos lilas, pero luego volvieron a su forma original, los cuales brillaban de alegría y de emoción. Su boca se estiró, creando así una dulce sonrisa, que reflejaba la felicidad de su corazón en ese preciso momento. Su cerebro y su corazón se ponía a prueba con esas tiernas y hermosas palabras, ¿De verdad su persona más preciada le había dicho que o amaba? La respuesta definitivamente era un reconfortante y bello sí. Los corazones de los dos jóvenes estaban acelerados, y sus cuerpos comenzaban a despertar, creando así una atmosfera bastante placentera para ambos. Sus rostros se acercaron nuevamente. Sus alientos se entrelazaban, y sus miradas se fundían en la del otro. Cuando la distancia se volvió aún más corta, el Yakuza no pudo más y aprisionó su boca en un dulce y suave beso. Sus labios probaban el dulce sabor de los del menor, que lo excitaba de sobremanera, al punto de enloquecer sus sentidos y de no permitirle razonar bien las cosas. Adentró su lengua para profundizar el tacto y el menor aceptó la intromisión con un hermoso gemido, cosa que enloqueció más al escritor. Su lengua recorría hábilmente la cavidad del menor, mientras que los movimientos de este eran torpes e inexpertos, haciendo que se viera tierno e inocente.

    Cuando ya era bastante la falta de aire, finalizaron el tan apasionado y exquisito beso, con un hilillo de saliva uniendo sus bocas. El escritor alzó al ahora samurái al estilo princesa, y lo llevó directamente al cuarto.

    Ya ahí, el oji lila comenzó a quitar el desaliñado kimono del joven que lo hacía ver sensual y de alguna manera tierno; pero que no se comparaba a lo sexy que se veía sin ninguna prenda de ropa. Cuando el castaño solo tenía un fundoshi para tapar su ya duro miembro, el mayor empezó a besar el rostro del samurái. Bajando lentamente sus labios a su cuello, queriendo saborear todos y cada uno de los centímetros de su bella y tersa piel. Esa piel que volvería loco a cualquiera que la probara, pero que definitivamente Misaki no dejaría a nadie que no fuera Usagi probarle. Después bajó hacia sus hombros, a su hermoso pecho, a su no tan marcado abdomen, pero que tenía pequeñas marcas del ejercicio. El oji jade se sonrojaba cada vez más y más. Aquellos roces eran desesperados, pero gentiles.

    -Misaki…- Al yakuza se le había ocurrió una idea algo arriesgada, pero que, dada la situación en la que estaba, se atrevió a proponer. –Misaki, quiero que me llames “Amo”…- Ante estas palabras, el oji jade gritó.

    -¡¡¿¿QUEEE!!?? ¡¡¿¿QUIÉN DEMÓNIOS TE CREES QU ERES PARA PEDIRME ESO??!! ¡¡¡MALDITO PERVERTIDO!!!!- El menor no podía creer que la petición de Usagi era esa. ¡Definitivamente no! ¡No haría eso! ¡No en esta vida!

    -Misaki. Por favor, no arruines este precioso momento, ¿sí?- La voz del mayor era tan encantadoramente embriagante, que dejó de resistirse y pronunció con una total inocencia:

    -E-está bien… Amo…- El oji lila no podía creerlo ¡Misaki lo estaba llamando Amo! Definitivamente era un pervertido. Pero el único que podía hacer que sus hormonas estuvieran tan “activas” era ese hermoso castaño. Aunque lo que ahora pensaba el escritor era que ya tenía pase para la siguiente jugada…

    -Misaki, ¿Me amas?- El samurái se sorprendió con la pregunta del mayor. Estaba apenado. Realmente apenado; pero no quería ni podía seguir negando sus sentimientos.

    -Sí. Te amo, Usagi-san…- El oji lila sonrió.

    -¿Lo suficiente como para cumplir otro capricho mío?...- El samurái entendió a la perfección el mensaje. Empezó a dudar un poco, pero después de todo, esa noche era algo “Especial”.

    -S-si… Se gentil conmigo, A-amo…-El yakuza sonrió aún más lascivamente, lo cual asustó un poco al menor; que ni se imaginaba la bomba que venía.

    -Entonces, Misaki… Quiero que te masturbes…- El oji jade se heló completamente. Parecía una estatua. –Misaki…- Pronunció el mayor al ver que su niño estaba petrificado.

    -Está bien… Pero no me veas mucho, ¿Vale, Amo?- Dicho esto, el joven colocó su mano sobre su propia hombría, a lo que soltó un leve, pero entendible gemido. Comenzó tocando la punta de este, después bajó lentamente hacia la base, creando así, una sobre excitación por parte del mayor, que lo miraba cada vez con más lujuria, mientras se relamía los labios. Esto fue notado por el menor, que se enrojeció más de lo que ya estaba (si esto era posible). -¡A-amo! ¡T-te dije que no te me quedaras viendo!- Dijo totalmente tierno.

    -Misaki, ¿Cómo me puedes pedir que me pierda esto? Es demasiado tentador, ¿Sabes?- Justo cuando el menor estaba a punto de reclamarle, este le volvió a plantar un dulce beso. –Misaki, continúa, por favor- *¡De nuevo esa encantadora voz! Bastardo, ¿Qué tratas de hacerme, imbécil?* Pensaba Misaki, siguiendo las órdenes de su amo, y comenzando el roce de su mano. Aunque de alguna manera, era placentero aquel vaivén, no se comparaba a las expertas manos del mayor; Frías, pero tan embriagantes.

    -A-amo… Estoy a punto de…- Sin poder terminar la frase, el oji jade se corrió con su propio tacto. El saber que al escritor le excitaba verlo lo ponía a mil; pero claro, el mayor no se quedaba atrás. Le encantaba ver a su pequeño excitado y las hermosas reacciones vergonzosas que este solía tener con la más mínima insinuación. Akihiko sentía ya un agudo dolor en su miembro, ansioso por alguna caricia.

    –Oye, ¿No crees que yo también merezco algo de “atención”?- Dijo con total sensualidad, señalando su durísimo lívido. El rostro del oji jade reflejó completamente su vergüenza, pero debía admitir que también sentía el deseo de la lujuria que corría por todo su cuerpo.

    -Amo… ¿Qué quieres?… ¿Qué haga?...- El menor sabía perfectamente a lo que se refería el escritor; pero aún así, no se atrevía a hacerlo por él mismo.

    -¿No es obvio? Lámelo…- Al joven realmente lo avergonzaban ese tipo de peticiones por parte de Usagi, pero tenía que admitir que en realidad le encantaba ver ese cuerpo tan masculino y marcado de Usagi. El menor se hincó en el piso, mientras que el pali plata estaba sentado en la orilla de la cama. Cuando parecía que ya no se podía excitar más, el menor dijo algo que, ciertamente, era un arma de doble filo.

    -Entonces; déjeme lamerle su pene, Mi amo- Esa era, ¡La gota que derramó el vaso! ¡La que hizo que el gran y resistente Usami Akihiko lanzara algunas gotas de pre-semen (para no decir montones) sin una sola caricia! Algo que, por cierto, NADIE, pero NADIE había logrado en todas sus anteriores relaciones. De verdad ese niño era especial. Cuando el menor comenzó a lamer el glande de su miembro, el escritor tocó su entrada. –¡Ah! ¡A-amo! ¡E-so es… Demasiado! Nghh…- Los suspiros y gemidos del menor comenzaron a resonar en toda la habitación, endureciendo e hinchando más la hombría del peli plata, el cual comenzó a meter un dedo dentro del menor.

    Cuando el mayor creyó que ya no podía estar más excitado, el oji esmeralda comenzó a lamer lentamente el contorno de su miembro, dando pequeños besos y una que otra mordida. Las lamidas del menor eran enloquecedoras, además de que estaba en una encantadora y peligrosa pose; se veía endemoniadamente tierno y seductor con esa posición en forma de un suculento gatito. Sentado encima de sus piernas, estas separadas levemente, para que se viera su excitado miembro. Con sus pequeñas manos sosteniendo firme, pero avergonzadamente su miembro. Y, para variar, esa expresión tan seductora, con sus ojos entrecerrados y algunas gotas de saliva mezcladas con el fluido del mayor cayendo por sus mejillas; todo esto, claro, no era notado por el mismo Misaki.

    -Ahh... Misaki… Nghh… Más-rápido…- Los gemidos del escritor eran roncos, pero no hacían al mayor perder su encanto; Es más, se le notaba muy sexy con esos deliciosos sonidos saliendo de su boca. El menor comenzó a aumentar el ritmo de las lamidas, lo cual hizo que el peli plata estuviera al límite. –Misaki… Me voy a correr…-

    -Puees ajelo… (Puedes hacerlo n////n)-Dijo Misaki con la boca llena; tanto, que le tocaba la garganta. Lo cual, le agradó de sobremanera al Yakuza, ya que su miembro chocaba con las paredes de su hermosa boca, simulando así, pequeñas penetraciones. La entrada del oji jade ya se encontraba dilatada, y succionaba los dedos del peli plata, como pidiendo ya su intromisión.

    Llegó un momento en que la capa de piel que cubría el miembro del escritor desapareció por completo, dando paso al gran placer de su primer orgasmo de la noche.

    El oji lila dejó que toda su esencia saliera disparada hacia la garganta del joven, atragantándolo con tanto semen. Cuando ambos jóvenes lograron recuperar el aliento, el oji lila pronunció:

    -Misaki… Súbete a la cama y date la vuelta…- El castaño obedeció; no sin antes hacer su propia jugada.

    -Como usted ordene, Amo…- Después de decir esas seductoras y excitantes palabras, se acostó en la cama, para luego alzar sus nalgas y sostenerse con sus rodillas. El mayor supo que Misaki también estaba ansioso por tenerlo adentro, así estiró sus labios para formar una lasciva sonrisa y dirigió su miembro erecto hacia la cavidad del menor. Comenzó a rozar su lívido contra la rosa entrada de Misaki, mientras que este se estremecía un poco por el delicado tacto que este le proporcionaba.

    -Ahh… Amo… Hazlo ya…- El oji lila solo rió entre dientes.

    -¿Hacer que, Misaki?-

    -¡No te hagas el tonto! Sabes perfectamente que quiero que me la metas ya…- Pronunció tímidamente el castaño. Como el mayor estaba bastante excitado, no esperó más y metió en un solo movimiento su erecto lívido. Misaki, al sentir la intromisión del escritor, lanzó un agudo grito de dolor; lo cuan asustó un poco al peli plata.

    -Misaki ¿Estás bien?- Preguntó preocupado el mayor.

    -Usagi-san… ¿Se siente bien?...-

    -¿Eh?- El escritor se desconcertó un poco por la pregunta del oji esmeralda, pero la respondió sin ninguna duda.-Por supuesto que sí, Misaki. Se siente realmente bien-

    -¿D-de verdad?- Los ojos del castaño casi brillaban por la respuesta del oji violeta, el cual se confundió aún más. –Entonces… Yo también estoy bien…- Dijo con una amable y hermosa sonrisa. El peli plata supo que Misaki se encontraba ya listo, así lentamente comenzó a moverse en el interior del castaño. Este nuevamente se estremeció, pero disfrutaba cada una de las caricias por parte del oji lila.

    -¡A-amo! Nghh… ¡Más duro!- El escritor obedeció e intensificó el ritmo de estocadas, mientras que tomaba el miembro del muchacho y comenzaba a masturbarlo. Los gemidos de ambos resonaban en la habitación, haciendo que la excitación y el placer aumentasen. El mayor hizo las embestidas más salvajes, mientras que ambos gemían y gritaban el nombre del otro, hasta que su virilidad tocó el punto exacto que enloquecía a Misaki. Fue ahí donde ambos ya no pudieron aguantar.

    -Ahh… Misaki… Yo… Ya casi… Ngh…- Dijo el mayor con la voz entrecortada a causa de los gemidos.

    -Yo también… Ahh-amo… ¡Termine dentro de mí!... Ngh… ¡Por favor!- Dicho esto, el escritor dio las últimas dos estocadas, para luego dejar salir toda su semilla dentro del castaño, el cual hizo lo mismo, manchando la cama con su delicioso elixir.

    El castaño cayó rendido a la cama, con el peli plata a su lado. Ambos estaban agotados, así que el mayor rodeó al oji jade con sus fuertes brazos, mientras que este recostaba su cabeza en su pecho y respondía al abrazo del escritor.

    -Misaki… Te amo- Le susurró el escritor con una hermosa sonrisa.

    -Yo igual te amo, Usagi-san…- El menor nuevamente se enrojeció por las palabras del oji lila.

    Ambos hombres se entregaron a los brazos de Morfeo, no sin antes dedicarse un tierno beso, y sumirse en un sueño que pronto tomaría un drástico giro.

    Edited by 9Dokuro-Chan8 - 29/7/2011, 07:35
     
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  2. AzamiYaoista
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    ala mierdd eso fueee lemonosoooooo ahhh * grita como colegiala *
    Takano-san : =_= k tanto gritas mujer ??? otra vez leyendo fics ?

    Yo : Siii n_n porkee ? no te gusta :=BUABUA:

    Takano : No :=¬¬:

    Yo : ahhhhh * poner cara de pervertida * kahkashak mira quien habla , el que queria violar a...

    Takano : Okey ya si te dejo lee yaoi

    Yo : siiiii :=starss:
     
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  3. bettychan
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    que bien conty porfa
    quiero saber mas onegai
    mata ne :=starss:
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    roonin

     
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  4. EmYly1545
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    sempaii como siempre escrives xvr porfa contiiiiiiiiii

     
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  5.     +1   -1
     
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    Aun en tus brazos... ♥
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  6. okumura_misakii
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    n////n estuvo genial espero la contii por fa :D
     
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  7. 9Dokuro-Chan8
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    A la mañana siguiente, un lindo castaño se despertaba lentamente en su cama. Los rayos del sol daban directamente a su cara, lo cual hizo que se despertara completamente; aún cuando quería dormir por otro rato. Se levantó perezosamente, para irse a dar un baño; ya que no estaba muy limpio que digamos. Entró al baño, no sin antes notar que el mayor no estaba presente; aunque pensó que podría haber salido por tabaco o por alguna reunión de trabajo, por lo que no le dio importancia. Suspiró levemente y se dio una reconfortante ducha.

    Al salir de ahí, fue por su kinagashi a un extremo de la habitación, poder cubrir su desnudez y bajar a preparar el desayuno. Se estiró, y salio de la habitación.

    Bajó las escaleras a paso lento, mientras se rascaba la nuca y soltaba un gran bostezo. Ya en la planta baja, se dirigió hacia la cocina y sacó toda la comida que necesitaba del refrigerador. Comenzó a lavar y picar verduras, mientras pensaba que tan ocupado podría estar el peli plata como para no ir a desayunar.

    Terminó de preparar la comida, así que se dedicó a esperar a que el Yakuza llegara a casa para poder comer apropiadamente. Pasaron unos cuantos minutos, y el mayor no regresaba. Pensó que tal vez le había asado algo, así que se asustó por un momento. Comenzaba a desesperarse, cuando escuchó que alguien abría la puerta. Corrió hacia ella, para ver que el oji amatista entraba a la casa.

    -¡Usagi-san!- Exclamó con una sonrisa.

    -Tadaima, Misaki- Sonaba tranquilo, mientras colocaba tabaco en su pipa y comenzaba a fumar.

    -¿Donde estabas, Usagi-san? ¿Trabajo?- El mayor inhaló nuevamente el humo de su pipa.

    -Bueno, mas o menos. Dime, Misaki, ¿te gustaría estudiar?- Esa pregunta sorprendió bastante al menor, el cual solo le pudo decir lo primero que se le vino a la mente.

    -Eh... ¿Si?...- El menor estaba algo confundido por la pregunta del peli plata, mientras que este solo estiró sus labios para formar una dulce sonrisa.

    -Que bien- Dijo sonriente. Esto solo confundió más al menor.

    -¿Por qué lo dices?- Una fría mano del novelista se dirigió a la mejilla del oji esmeralda; el cual, obviamente, se sonrojó al instante.

    -Bueno. Digamos que desde mañana comenzará con tus clases- Esto sorprendió al oji jade, le cual pensó detenidamente la situación y se dio cuenta de algo. ¡Al principio de todo, Usagi-san le había dicho que si iba con el le daría clases!

    -¡P-pero!, Usagi-san! ¡No necesitas darme clases! ¡Mientras siga teniendo fuerza, puedo trabajar con cualquier oficio!

    -No seré yo quien te de clases- Su sonrisa era luminosa, como siempre. El samurái no podía estar más confundido. Un corto, pero incomodo silencio reino la habitación, hasta que el oji lila se atrevió a decir algo. -Quiero decir, no en todo. Mañana vendrá un reconocido profesor a darte asesorías. Especialmente de literatura y de matemáticas. Yo te daré clases sobre la espada, ¿bien?- Una gota de sudor rodó por la frente del oji jade; el cual, resignado, le dijo.

    -Bueno. Como sea, vamos a comer...- Ambos hombres se dirigieron a la mesa y se sentaron en sus respectivos lugares. Como siempre, la comida se veía deliciosa.

    -Itadakimasu.

    -Itadakimasu.

    Comenzaron a desayunar, mientras el escritor se preguntaba si había sido una buena idea el asignarle ESE profesor al pequeño de Misaki. Después de todo, puede que hasta lo termine matando por su falta de atención o por el simple hecho de que es muy despistado.

    -Ne, Usagi-san ¿Cómo es ese maestro del que me hablaste?-El mayor no sabía que responderle. Después de todo, no es como si lo conociera mucho.

    -Bueno... La verdad no se muy bien como es, ya que solo lo conocí cuando lo contraté; pero se ve que tiene un carácter algo fuerte. Todo lo contrario a su representante- Rió el mayor. El menor hizo lo mismo, aunque se preocupó un poco, ya que no era bueno para tratar a las personas de carácter fuerte. Excepto a... Una sonrisa apareció en su rostro, la cual notó el escritor. -¿Qué te pasa, Misaki?-Estaba algo molesto, ya que pensaba que el único que le podía sacar una sonrisa así a Misaki era él-

    -Ah, nada. Solo me acordé que en esta semana sacan el próximo tomo de mi manga favorito- El oji amatista supo perfectamente que estaba mintiendo, pero decidió no darle mas vueltas al asunto y siguió comiendo.

    El día pasó normalmente. Misaki salió al mecado por la comida, mientras que Akihiko terminaba una de sus novelas. Llegó la noche, y se acostaron a dormir tranquilamente.
     
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  8. 9Dokuro-Chan8
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    Luego le sigo que tengo hambre... =w=

    Si, se que han escuchado eso antes, pero como es "temprano", de seguro puedo poner la conty hoy. Creo....

    Como sea, viene la aparición de una pareja que de seguro a TOD@S les fascina! (A ver si adivinan de quienes se trata x3)

    Espero que es esté gustando; y les aseguro que pronto dará una especie de "giro" la pequeña historia^^

    Yane! (^o^)/
     
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  9. JimeHyuuga37
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    OIE! Jime se acaba de fijar en algo... ¿En ese tiempo había duchas? o.ó
     
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  10. 9Dokuro-Chan8
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    QUOTE (JimeHyuuga37 @ 17/8/2011, 07:17) 
    OIE! Jime se acaba de fijar en algo... ¿En ese tiempo había duchas? o.ó

    Bueno, creo que meterse a una especie de "bañera" de los tiempos del caldo se le puede llamar ducha, no? Bueno, eso creo yo...-_-U Si no, dime como le puedo poner, ne? Pensé que era así, por que se me hizo lo más lógico; pero si no está bien, corrígeme, por favor^^

    Ahorita veré si puedo poner la conty, ne? Que mi abuela está casi a mi lado y me da miedo que me vaya a descubrir... Y si me descubre... (CENSURADO, CENSURADO, CENSURADO, CENSURADO, CENSURADO, CENSURADO) O algo así.. ^^U

    Gracias por avisarme sobre eso, y otra vez; si sabes la respuesta corrígeme, por favor^^
     
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  11. 9Dokuro-Chan8
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    QUOTE (JimeHyuuga37 @ 17/8/2011, 07:17) 
    OIE! Jime se acaba de fijar en algo... ¿En ese tiempo había duchas? o.ó

    Bueno, creo que meterse a una especie de "bañera" de los tiempos del caldo se le puede llamar ducha, no? Bueno, eso creo yo...-_-U Si no, dime como le puedo poner, ne? Pensé que era así, por que se me hizo lo más lógico; pero si no está bien, corrígeme, por favor^^

    Ahorita veré si puedo poner la conty, ne? Que mi abuela está casi a mi lado y me da miedo que me vaya a descubrir... Y si me descubre... (CENSURADO, CENSURADO, CENSURADO, CENSURADO, CENSURADO, CENSURADO) O algo así.. ^^U

    Gracias por avisarme sobre eso, y otra vez; si sabes la respuesta corrígeme, por favor^^
     
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  12. JimeHyuuga37
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    Em,, pues podrías poner... ¿Bañarse?
    Jime no sabe >,< esque según Jime "ducharse" es meterse a la ducha y "Bañarse" es meterse a la bañera..
    PEro solo era una cosita de nada !No importa! lo que pasa es que Jime tiene la mala costumbre de corregir a todo mundo -.-

    Hehe Jime espera que puedas subir la conty !BYE!
     
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  13. 9Dokuro-Chan8
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    Cuando llegó el día siguiente, nuevamente el escritor no estaba al lado del castaño. Un ligero suspiro salió de la boca del menor, mientras se estiraba y se levantaba de la cama. Como no habían hecho nada "sucio" la noche anterior, el menor pensó que no era necesario bañarse esa mañana; así que solo fue a "descargar" al baño, y bajó por algo de comer.

    Su kinagashi estaba desaliñado y su cabello desordenado; (cosa que lo favorecía bastante) era obvio que se acababa de levantar. Bostezó, mientras que iba camino a la cocina. Estaba tan somnoliento, que no se dio cuenta de que tres personas estaban en la sala. Una algo malhumorada, por cierto. Fue sin problemas a servirse un vaso con agua, y a lavarse la cara.

    -Hey...- Lo llamó un castaño que estaba entre las tres personas de la sala. Misaki, sin voltear a verlo, le dijo; con una sonrisa y los ojos entre cerrados.

    -Ah... Buenos di-- Se paró en seco. -¡¿QUE?!- Volteó rápidamente, aunque como no tenía la katana, se puso en posición de lucha a mano limpia. El samurái del castaño, el cual era bastante alto, tomó la muñeca del menor.

    -Te aconsejaría que te detuvieras, Misaki- Dijo el peli azul con una sonrisa. El menor lo miró detenidamente, mientras se quedaba atónito de la impresión.

    -No... ¿Nowaki-chan?....- Lo miró directo a los ojos, mientras este soltaba su mano.

    -Cuanto tiempo- Dijo con su tono amable de siempre. Misaki se dio cuenta de que, efectivamente, era Nowaki-chan. Pensó que no debía abrazarlo, ya que vio que ahí estaba Usagi, pero termino por no importarle y se abalanzó sobre él. Cosa que, claro, molestó al oji amatista.

    -¡Nowaki-chan! ¡Hace mucho que no te veía!- Estaba tan emocionado que casi derramaba algunas lagrimas; aunque se pudo contener.

    -Misaki; creo que te falta saludar a alguien- Señaló al castaño sentado en el sillón salmón. Lo examinó con la mirada, hasta que el oji marrón le dirigió la palabra.

    -Cuanto tiempo, Misaki-kun- Esa voz, ese tono, esa forma de sentarse, y esos finos rasgos eran inconfundibles para el oji jade.

    -¡Hiroki-san!- Exclamó al borde de las lágrimas. Corrió a abrazarlo fuertemente, mientras que el novelista solo ardía en celos. El castaño vio que Misaki estaba a punto de soltar algunas lágrimas, así que le sonrió de manera tierna. Cosa que, como todos sabemos, es casi imposible.

    -Misaki-kun; creo que hace falta que saludes a alguien más- El oji marrón señalo al escritor. Misaki se dio cuenta de lo que había hecho al ver el aura negra que salía del oji lila; lo cual hizo que sintiera un escalofrío correr por su espalda.

    -U-Usagi-san...- Dijo con nerviosismo.

    -¿A mi no me vas a abrazar?- Estiró sus brazos, para que el menor fuera y lo abrazara. El castaño no sabía que hacer, ya que le avergonzaba mucho cumplir con las demandas del escritor. Sin embargo, sabía que si no lo hacía, luego podría ser peor; así que se acercó lentamente al mayor y lo abrazó tiernamente; el cual hizo lo mismo con sus torneados brazos.

    -B-bueno... Creo que ya es suficiente...- Su rostro estaba lleno de mil tonos carmín; ya que, además de que le avergonzaban esa peticiones del oji amatista, sabía que Nowaki y Hiroki estaba viéndolos. El novelista supo que estaba avergonzado, así que lo soltó; pero no sin antes decirle algunas seductoras palabras: "Te ves tan violable con el kinagashi así..." Susurró. El oji jade se avergonzó muchísimo mas de lo que ya estaba.

    -Como sea. Misaki, ¿conoces a estas personas?- Preguntó el oji amatista.

    -¡Si!- Exclamó energéticamente, mientras que el oji café se acercaba a ellos.

    -Entonces, ¿este va a ser mi alumno?- Se dirigió al escritor, mientras tocaba el hombro de Misaki. Cosa que, por supuesto, molesto a Akihiko.

    -Si. Pero ten en cuenta algo; no quiero que POR NINGÚN MOTIVO te acerques demasiado a Misaki- El mayor sujetó al oji jade por la cintura, mientras que este se volvía a avergonzar, y el castaño se molestaba.

    -¿Ha? ¿Que quieres decir con eso, imbécil?- Su tono, como de costumbre, sonaba malhumorado; aunque ahora más, por lo que ese tipo le había dicho. El escritor, obviamente, se molestó al igual que el profesor.

    -Lo que quiero decir es que no te acerques a Misaki, ¿Acaso tu pequeño cerebro no alcanza a comprenderlo?- Los samuráis de ambos personajes se preocuparon un poco, ya que sabían que sabían que ninguno de los dos tenían muy buen genio que digamos.

    -Si mi cerebro es pequeño, quiere decir que tu no tienes- Las palabras fluían como armas de doble filo; aunque ninguno se dejaría ganar por su adversario.

    -Claro que si. Soy tan inteligente y maduro, que no me molestaré en usar mi gran cerebro para insultarte- Esta era una de las muchas muestras de la gran madurez del escritor. (xD)

    -No te preocupes; estoy seguro de que tu no te preocupas por usarlo en nada- Y esta una de las muchas muestras de que Hiroki nunca se detendría hasta estar seguro de que ganó la batalla. (*¬*)

    Las miradas de ambos fulminaban a su contrincante, mientras que Misaki y Nowaki se preocupaban cada vez más por detener a esos dos demonios. El conocido escritor por su aura asesina; y el muy famoso "demonio Kamijou". Un encuentro muy peligroso, a decir verdad.

    -U-Usagi-san. Ya esa bien, ¿ne?- Trató de calmar al escritor.

    -Hiro-san, cálmate, por favor- Trató de calmar al profesor.

    Ambos jóvenes con aura demoníaca se calmaron al ver a sus amantes preocupados. Un suspiro de alivio salió de la boca de ambos samuráis.

    -Sea como sea, no quiero que te pases de listo con MI Misaki- Le dijo el novelista al maestro.

    -Tú no eres nadie para decirme que hacer. Y aunque me despidas, puedo visitar cuando yo quiera a Misaki- Contradijo el profesor.

    -¡No digas eso, Hiroki-san! ¡Yo estoy muy feliz con la idea de que tu vuelvas a ser mi maestro!- Akihiko vio claramente como los ojos de Misaki se llenaban de brillos; lo cual hizo que sintiera una leve punzada de dolor en su pecho. Pensó que no era tan mala idea que ese hombre (el cual era objeto de sus instintos asesinos en ese momento) fuera el profesor privado de su Misaki; ya que este se veía totalmente feliz por la opción, aunque no se sintiera muy seguro con la oferta.

    -Está bien...- Suspiró resignado, mientras Misaki volteaba a verlo con sus ojos brillantes de la alegría y mil gracias pintadas en su cara. -Pero solo si es aquí y si te puedo ver mientras estudias- Obviamente, hablaba desconfiadamente.

    -Por mí está bien; después de todo, hace mucho que no veía a mi estudiante número uno- Estas palabras hicieron que una sonrisa y un leve sonrojo aparecieran en el rostro del menor. El oji lila se sorprendió por la actitud de su niño, aunque lo que más lo sorprendió fueron las palabras del castaño. "¿ Estudiante Número uno? ¿Desde cuando Misaki es tan inteligente como para que un profesor del calibre de Kamijou Hiroki lo llamara de esa forma? Es algo misterioso y extraño..." pensó el oji violeta.

    -Hiroki-san... ¡Gracias!- El profesor le acarició suavemente la cabeza, cosa que volvió a despertar los celos del escritor.

    -Como sea, ¿Podrían dejar de perder el tiempo y ponerse a estudiar?- Dijo el peli plata, para parar la escena que despertaban sus instintos asesinos. Hiroki, como era su costumbre, estaba a punto de reclamarle y lanzarle lo que sea que tuviera en a la mano, aunque decidió contenerse apara no armar una escenita delante de Misaki.

    Ambos, tanto alumno como maestro, se sentaron en la mesa del living, para iniciar con sus clases; las cuales les trajeron algunas risas a los dos jóvenes, aunque también recordaron con algo de nostalgia, los viejos tiempos.

    Un preocupado oji lila los miraba desde la cocina, mientras que el despreocupado de Nowaki también los veía con un poco de nostalgia. En verdad que el destino era muy amable con ellos tres, por hacer que se volvieran a reunir.

    -¿A tí no te preocupa?- Le preguntó el novelista al peli azul; el cual supo exactamente a que se refería.

    -No tengo porqué. Hiro-san me ama y yo lo amo. Eso es todo lo que importa- Su sonrisa se notaba amable, aunque seguía con sus ojos fijos en Misaki; recordando. Las simples palabras de Nowaki hicieron pensar un poco al escritor. Era verdad; si sabía que Misaki lo amaba, no tenía de que preocuparse. Aunque...

    La forma en que sus ojos brillaban, en que sus mejillas se cubrían con un bellísimo color carmín, y como su sonrisa hacía notar su infinita alegría, hacía que...

    Simplemente no pudiera soportarlo...

    -Dígame; ¿que relación tiene usted con Misaki?- Como siempre, el oji azul decía directamente las cosas. Esto causó que el mayor se sorprendiera un poco por la repentina pregunta, pero le contestó igual de directamente que él.

    -Novios- Dijo firmemente. -¿Y tu? ¿Cual es tu relación con Misaki?

    -Amigos de la infancia... Y antiguos rivales...- Esto último lo dijo muy bajo, aunque el mayor lo escuchó perfectamente.

    -¡¿C-como?!- Fue tanto su impacto, que se cayó; haciendo que ambos castaños fueran hacia él, guiados por el gran estruendo del sonido del golpe.

    -¡Usagi-san! ¡¿Estás bien?!- Dijo, totalmente preocupado. Un desafiante y burlón Hiroki lo miraba desde arriba.

    -Vaya, vaya. El "inteligente y maduro" Usami-sama se cayó como un idiota cualquiera, ¿ha? Definitivamente tengo que estar muy celoso de su gran capacidad- Se rió despectivamente, mientras que este solo lo veía con su característica mirada asesina. Misaki los miraba preocupado por que se terminaran masacrando; hasta que vió una profunda cortada en el brazo del mayor. Al parecer se la había hecho con uno de los vasos que tiró y rompió.

    -Usagi-san, ven; vamos a curarte esa herida- Por supuesto; las palabras del oji azul seguían atormentando al escritor. Pero lo que él quería en ese momento era poder darle, aunque sea, un vigoroso beso a su más grande adoración.

    -No te preocupes, Misaki-kun. Yo soy un doctor por profesión, aunque sea el samurái de Hiro-san. Déjamelo a mí- Interrumpió el peli azul. Obviamente, el oji jade no se daba ni la menor idea de lo que pasaba. El oji lila, enfurruñado, solo se dejó curar por el entrometido doctor.

    -¿Molesto?- Le preguntó el doctor al escritor, mientras que le desinfectaba su herida.

    -Así que fue intencionalmente- Le dedicó una desafiante mirada, mientras este solo sonreía.

    -Más o menos. Quería ver como reaccionabas, para saber si eres bueno para Misaki. Aunque no creo que haya problema- El oji lila estaba a punto de decir algo, cuando este lo interrumpió. -¡Bien, ya está!

    -Nowaki- Lo llamó el profesor. El peli azul solo asintió con la cabeza. -Lo sentimos, Misaki-kun; pero tenemos que arreglar unos asuntos. Mañana durarán más las clases, así que prepárate.

    -Ah, que pena... ¡Pero al menos mañana los volveré a ver de nuevo! ¡Tengan por seguro que les prepararé una deliciosa comida!- Esto, claro, molestó un poco al escritor.

    -Claro. Nos vemos mañana, Misaki-kun- Dijo el castaño.

    -Nos vemos, Misaki- Se despidió el oji azulado, mientras seguía a Hiroki hasta la puerta. El escritor sabía de antemano que iban a irse más temprano, por lo que cargó a Misaki al estilo princesa y lo llevó directamente al cuarto, entre reclamos y quejidos por parte del menor.

    Los amantes al salir de la residencia Usami; comenzaron a hablar de lo mucho que había crecido Misaki, o de que ya no estaba tan bajito como antes.

    -Que nostálgico, ¿no, Hiro-san?

    -Si... Todavía recuerdo el tiempo... Donde Misaki no era para nada así...- Un leve suspiro salió de la boca del mayor.

    -Si... Ne, Hiro-san... ¿Que dices sobre Usami-san?- Le preguntó el oji azul.

    -Bueno... A mí no me cayó muy bien, pero no se ve como una mala persona. Aunque es muy celoso y posesivo, lo cual puede ser algo problemático...

    -Ya veo... Pero, está bien, ¿no?- El oji café volvió a suspirar.

    -Supongo... Pero no hay que confiarnos... Aún no...

    -Claro... Como sea, hay que apurarnos a llegar a casa, ¿vale?

    -Hoy tengo ganas de caminar. Tal vez podemos comer Oden callejero; dicen que el de los Zorros sabe muy bien...- El doctor, como era de costumbre, sonrió al ver la gran indirecta de Hiroki; ya que estaba seguro de que, por dentro, estaba diciendo "Quiero pasar más tiempo contigo", o algo así.

    -Hiro-san. ¡Te amo!- Una mano juguetona tomó la del castaño; el cual, como de costumbre, le reclamó con un golpe en la cabeza. Ambos amantes se dirigieron al famoso "Oden de los Zorros", para cenar y olvidarse un rato del tema de Misaki; el cual, por supuesto, era muy importante para ambos...

    Juaz! Pues mañana le sigo, que ya tengo sueño =w=

    Espero que le haya gustado; y Jime, no te preocupes! Si alguien comete algún error, es algo bueno que lo digas directa y firmemente; ya que así podrá corregirlo y mejorar! Ya sea en un fic o en cualquier otro aspecto! ^^ Aunque ten cuidado, ya que no todas las personas piensan igual y puede resultar un insulto para alguien (claro, yo lo tomé como un crítica constructiva^^)

    Como sea, CREO que le pondré lemon, pero solo si me llega la imaginación, ne?

    Bueno, nos leemos luego!

    Yane! (^o^)/
     
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  14. okumura_misakii
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    ^^ me encanto!!!! :=uuhuhuhus: aunque unos primos estan aqui y no me dejan leerla a gusto :=angrys: pero bueno que se le puede hacer...

    espero la contii con ansias :D!!!!!! :=arribarriba: :=arribarriba: :=arribarriba: :=arribarriba: :=arribarriba:

    bueno me voy xD byebye! :=yeahyie:
     
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  15. bettychan
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    wuaaaaaaaaa

    quiero mas deeste fic ne
     
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37 replies since 28/7/2011, 01:01   1487 views
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