El internado (AkihikoXMisaki) (NowakiXHiroki) (MiyagiXShinobu)

Akihiko es contratado como profesor en el internado en que trabaja Hiroki. Allí estudian Misaki y Shinobu, quien está enamorado de su profesor y cuñado, Miyagi.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Jaja ese Miyagi tan cotilla con la relación de Misaki y Akihiko.
    Muy divertida la escena de Hiroki robando la gallina y escapando con ella y Nowaki.
    Que bien por fin Misaki y Akihiko lo han hecho.
    Esperaré con ansias la conti de este y el de amistad.
     
    Top
    .
  2.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 9

    Misaki amaneció en los brazos de su novio, quien seguía plácidamente dormido. Le observó un momento dormir y comenzó a acariciarle suavemente el pecho, cosa que hizo que el mayor se despertara con una sonrisa.

    - Buenos días. ¿Qué tal has dormido?

    - Mejor que nunca.- Respondió Misaki devolviéndole la sonrisa.

    - Igual un poco adolorido, ¿no?

    - No, me siento bien, Usagi-san.

    - Me alegro.- Dijo el profesor dándole un beso en la mejilla.

    - Será mejor que me vaya. La gente no tardará mucho en despertarse.- Dijo Misaki incorporándose.

    - ¿Y si nos fugamos? Solos tú y yo.- Akihiko le agarró de la cintura para evitar que saliera de la cama.

    - Anda, no seas bobo.- Rió Misaki deshaciéndose de su agarre y comenzando a vestirse.- Espero que Shinobu no se haya dado cuenta de que no he dormido en mi cama.

    - Bueno, sabe lo nuestro.- Comentó Akihiko.

    - Ya, pero preferiría que no sepa que lo hemos hecho.- Dijo Misaki sonrojado, provocando que su novio sonriera.

    - ¿Por qué? Si por mí fuera lo diría por la megafonía del internado.

    - ¡No digas cosas tan vergonzosas!- Le dijo Misaki ya vestido.

    - Tengo ganas de volver a hacerte el amor.- Murmuró el escritor con semblante serio, haciendo que el menor se pusiera completamente rojo.

    - ¡Qué no digas cosas vergonzosas!

    - ¿Tú no tienes ganas?- Le preguntó Akihiko sonriendo de lado y conociendo perfectamente la respuesta. Misaki le miró sabiendo que lo único que intentaba era avergonzarle lo máximo posible, así que decidió ignorarle.- ¿Te vas a ir sin contestarme? Me quedaré muy triste pensando que no te gustó lo de anoche y que soy muy mal amante…

    - Usagi-san, sabes que eso no es cierto.- Le dijo Misaki sin mirarle y dirigiéndose hacia la puerta.

    - ¿Entonces lo disfrutaste?- Preguntó el mayor sin borrar aquella sonrisa de su cara.

    - ¡Qué sí, baka!- Misaki abrió la puerta y asomó ligeramente la cabeza para volver a cerrarla lo más rápido posible.

    - ¿Qué ocurre? ¿Te ha visto alguien?

    - No, pero viene hacia aquí Kamijou.- Susurró un muy nervioso Misaki mientras Akihiko se vestía rápidamente.

    - Corre, escóndete en el baño.- Misaki obedeció sin rechistar y se metió en la bañera, siendo tapado por la cortina. Pocos segundos después se escucharon unos golpes en la puerta.

    - Hiroki, ¿qué haces aquí tan temprano?- Preguntó el escritor cuando abrió la puerta y se encontró con su mejor amigo todavía puesto de pijama.

    - Mi baño se ha inundado por culpa de Nowaki y la dichosa gallina.- Respondió Hiroki adentrándose en la habitación sin esperar invitación.

    - ¿Está en tu dormitorio?

    - Sí, vaya noche hemos pasado.- Dijo suspirando.- Estos días la hemos tenido en el jardín porque el director no estaba, pero como ha vuelto y no quiere bichos en el internado…

    - Ya.

    - En fin, no te importa si uso tu baño, ¿verdad?- Preguntó Hiroki.

    - ¡No!- Exclamó Akihiko agarrándole del brazo para evitar que entrara al cuarto de baño.

    - ¿Qué? ¿Qué diablos te pasa?

    - No puedes usar mi baño.

    - ¿Por qué? No me digas que todavía estás enfadado por lo de tu coche…

    - No, no es eso.

    - ¿Entonces?- Dijo Hiroki comenzando a impacientarse.

    - Que iba a ducharme yo.

    - ¿Y no puedes esperar a que mee? Me va a explotar la vejiga. Además, ya estás vestido. ¿Por qué demonios te has vestido antes de ducharte? Es una pérdida de tiempo y de energía.

    - ¿Por qué no vas a los baños del aulario?- Propuso Akihiko.

    - No pienso pasearme por todo el internado en pijama.- Sin decir nada más, Hiroki se metió en el baño rápidamente y cerró con pestillo para que el escritor no intentara entrar. Akihiko se quedó esperando algún grito por parte de su amigo al descubrir a Misaki, pero nunca llegó tal reacción.

    - ¿Lo ves? No ha sido para tanto.- Dijo Hiroki al salir del baño.- Ya te dejo tranquilo.

    - Vale. Adiós.

    - Estás raro.- Le dijo su amigo mientras cogía el pomo de la puerta y se disponía a salir.- Por cierto, ¿podrías acompañarme esta tarde a deshacerme de la gallina?

    - ¿La vas a matar?

    - ¡Claro que no! Simplemente la voy a llevar a un lugar mejor donde va a ser muy feliz.

    - Eso suena a muerte.

    - Que no. Nowaki ha encontrado una granja donde se harán cargo de ella.

    - Sí, de acuerdo, yo te acompaño a ti y a la gallina a donde quieras.- Le dijo Akihiko empujándole suavemente.- Venga, hasta luego.

    - Que sí, que ya me voy.- Le dijo su amigo para luego salir dando un portazo.

    - Ya se ha ido.- Anunció y Misaki salió del baño.

    - Me va el corazón a mil.

    - No te ha visto, ¿verdad?

    - No, estaba escondido detrás de la cortina.- Negó el menor.- Se ha hecho muy tarde, seguro que Shinobu ya se ha despertado.

    - Deja de preocuparte tanto por Shinobu y quédate conmigo.- Le pidió el mayor poniéndose delante de la puerta para evitar que saliese.

    - Usagi-san, no seas infantil.- Le dijo Misaki divertido por el comportamiento de su novio.

    - Aún no te has ido y ya te echo de menos…

    - Pero si me vas a dar clase en un par de horas.

    - Lo sé, pero no es lo mismo.- Djo Akihiko acercándose lentamente a él.- En clase no te puedo acariciar, ni besar...- Cuando estuvo lo suficientemente cerca del menor, se inclinó para susurrarle al oído.-...ni follar.

    - ¡Baka!- Gritó Misaki muerto de la vergüenza y empujando al profesor para alejarlo.- ¡No seas pervertido!

    Finalmente Misaki se marchó de la habitación de su novio más tarde de lo que tenía previsto. Era consciente de que Shinobu ya estaría despierto y sabría que no había pasado la noche en su dormitorio. Se mentalizó para el interrogatorio al que le iba a someter el rubio y se decidió a abrir la puerta de la habitación que compartían. Lo que no esperó era encontrarse con Kane de pie sobre su cama y aplaudiendo mientras le miraba con una gran sonrisa.

    - ¡Ahí llega nuestro héroe!

    - Kane, le estás avergonzando.- Dijo Satoru, quien también se encontraba ahí.

    - Chicos, ¿qué hacéis aquí?- Preguntó Misaki cerrando la puerta y adentrándose en la habitación.

    - Shinobu nos ha avisado de que no has dormido aquí.- Respondió Kane sin borrar la sonrisa. Misaki miró a Shinobu sorprendido pero éste se limitó a encogerse de hombros.

    - Bueno, ¿dónde has dormido?- Preguntó Satoru.

    - Vaya pregunta más tonta. Está claro que Misa-chan esta noche no ha dormido mucho.

    - No sé a qué te refieres, Kane.- Dijo Misaki intentando aparentar normalidad.

    - ¡Claro que lo sabes!- Rió Kane.- Me refiero a que Usami te ha tenido a cuatro patas toda la noche.

    - Qué bestia eres.- Murmuró Satoru sin poder evitar reír.

    - ¿En verdad lo has hecho, Misaki?- Preguntó Shinobu con curiosidad, provocando que Misaki se pusiera completamente rojo. El castaño le miró un momento sin saber muy bien qué responder, finalmente asintió con la cabeza haciendo que Satoru le mirara sorprendido y que Kane soltara una carcajada.

    - ¡Queremos los detalles!

    - Kane, no seas morboso.- Le dijo Satoru.

    - ¿Duele mucho?- Preguntó Shinobu ignorando a sus dos amigos.

    - Al principio duele un poco pero pasa rápido.- Respondió Misaki con un hilo de voz y evitando hacer contacto visual.

    - ¿Y cómo la tiene?- Preguntó Kane haciendo que Misaki le mirara con el ceño fruncido.

    - ¡Eso no es asunto tuyo!

    - Vale, Misa-chan, no te enfades.- Le dijo su amigo riendo.- No te apetece hablar de su pene, está bien, lo entiendo. ¿Qué tal la chupa?

    - Kane, suficiente.- Dijo Satoru acercándose a su amigo y tirando de él para que bajara de la cama del castaño.- Vamos a arreglarnos y dejemos a Misaki tranquilo.

    - Hoy en clase no podré pensar en otra cosa que no sea Usami metiéndotela.- Comentó Kane mientras Satoru le guiaba hacia la puerta.

    - Voy a ducharme.- Dijo Misaki suspirando una vez sus dos amigos se hubieron marchado.

    - ¿Y cómo fue?- Preguntó Shinobu sorprendiendo a su amigo.

    - Pues...agradable.

    - No, me refiero a cómo surgió. ¿Se te insinuó él?

    - En verdad me insinué yo o eso creo.- Respondió Misaki algo avergonzando al pensar en lo ocurrido la noche anterior.

    - ¿Cómo?

    - Bueno, pues como no se me da muy bien expresarme…me desnudé.

    - ¿Y funcionó?- Preguntó Shinobu sin cambiar su semblante serio, haciendo sentir incómodo a su amigo.

    - Sí.- El rubio se quedó pensativo y Misaki aprovechó su silencio para meterse en la ducha.




    Nowaki llegó a la facultad puntual como siempre. Se encontraba cansado ya que no había dormido mucho la noche anterior por culpa de Chiqui, la gallina que había secuestrado Hiroki, pero eso no le importaba en absoluto. Lo importante era que Hiroki y él mantenían una relación formal desde hacía cuatro meses y si dormir con su pareja significaba dormir también con una gallina, él lo haría encantado.
    Entró en el aula y se sentó junto a Yumi, su mejor amiga, quien se encontraba desplomada sobre el pupitre.

    - Debería ser ilegal tener clase a estas horas.- Dijo Yumi a modo de saludo.

    - Pero si son las diez de la mañana.- Comentó Nowaki con una sonrisa.

    - Por eso mismo. Por cierto, ¿tú cómo lo haces? ¿Cuál es tu secreto para tener tanta energía de buena mañana?

    - En verdad hoy me siento algo cansado, no he dormido mucho esta noche.

    - Es una de las desventajas de tener novio.- Dijo Yumi incorporándose y sentándose lo más recta que pudo.- Hoy haré la preinscripción para lo de EEUU, ¿quieres que lo hagamos juntos?

    - Es cierto, ya ni me acordaba de eso.- Dijo Nowaki sorprendiendo a su amiga.

    - ¿QUÉ? ¡Pero si llevamos desde que empezó la carrera hablando de eso!

    - Ya, pero creo que no me interesa tanto como antes.

    - ¿Es por tu Hiro-san?- Preguntó Yumi arqueando una ceja.

    - Dos años es mucho tiempo, Yumi.

    - ¿Eres consciente de lo mucho que avanzarías en esos dos años?- Preguntó su amiga sin poder creer las cosas que estaba diciendo Nowaki.- Si tu Hiro-san te quiere sabrá esperarte dos años.

    - No es tan sencillo.- Negó Nowaki.- Pueden pasar un montón de cosas en dos años y ya sabes lo mucho que me ha costado que Hiro-san se fije en mí…

    - Estás siendo tonto, Nowaki. ¿Acaso lo has hablado con él?

    - No, porque no voy a ir.- Respondió Nowaki cruzándose de brazos.

    - ¿De verdad vas a desaprovechar una oportunidad única por un novio?

    - Es Hiro-san de quien estamos hablando.

    - ¿Sabes qué? Yo creo que tu querido Hiro-san estaría de acuerdo conmigo y no contigo.- Dijo Yumi suspirando.- No voy a insistir más porque ya eres mayorcito, pero por si te interesa el plazo acaba en diez días.

    Nowaki se quedó pensativo después de aquella charla. No era que le diese igual su carrera, más bien al contrario. Se había esforzado mucho para llegar a donde estaba y pensaba continuar así, se había propuesto convertirse en un gran pediatra y eso iba a hacer. Pero en ese momento lo que más le importaba en el mundo era su novio. Todo giraba entorno a Hiro-san. Nowaki era consciente de lo muy enamorado que estaba y, que aunque Hiroki le quería, no lo hacía al mismo nivel, pero todo eso le daba igual. Lo único que le importaba a Nowaki era que las cosas fueran bien con Hiroki.

    Por otro lado, llevaba soñando con ir a estudiar a EEUU desde que empezó la universidad. Yumi y él habían comentado en numerosas ocasiones lo maravillosos que iban a ser esos dos años en el extranjero. Pero las cosas venían como venían y en aquel momento Hiro-san era más importante que cualquier curso en EEUU.

    - Yo de ti haría la preinscripción.- Dijo Yumi cuando finalizaron las clases y se dirigían al metro.- Es decir, no es seguro que te cojan y en el caso de que lo hagan puedes decir que no. Pero imagínate que no la haces y en unos meses cambias de opinión.

    - Eso es cierto.- Asintió Nowaki pensativo.- Puedo echarla y si luego me admiten y no quiero ir, digo que no.

    - ¿Eso es un sí?- Preguntó Yumi sonriendo.- ¿Vienes conmigo a hacerla?

    - Es un sí a la preinscripción, por si más adelante me arrepiento, pero no es un sí a ir a EEUU.- Le dijo Nowaki.

    - ¡De acuerdo!- Exclamó Yumi emocionada.- ¡Vayamos a hacerla!




    Si a Misaki le había funcionado a él también tenía que funcionarle. Shinobu había conseguido colarse en la habitación de Miyagi y se encontraba pensando en cómo sorprenderle. Tenía claro que iba a estar desnudo, lo que no conseguía era decidirse por la postura con la que le iba a recibir. ¿De pie apoyado casualmente en una pared? ¿La de Titanic? ¿Tumbado en la cama abierto de piernas? Igual esa última era demasiado directa.

    Miró el reloj que tenía su novio en la mesita de noche. Shinobu calculaba que Miyagi llegaría en menos de cinco minutos, ya que esa era la hora en la que solía ir a su dormitorio después de las clases. El rubio se desnudó rápidamente y se tumbó sobre la cama adoptando la pose de Titanic. Su corazón latía con fuerza y notaba los nervios en el estómago, por lo que respiró profundamente durante unos segundos para relajarse. Observó su miembro flácido y se concentró en la idea de que Miyagi iba a verle desnudo, le ponía tanto pensar en ello que no tardó mucho en ponerse duro.
    No pasó ni un minuto cuando Miyagi entró en su dormitorio, quedándose boquiabierto al ver a su novio completamente desnudo sobre su cama. Shinobu se sonrojó ligeramente cuando el profesor le observó de arriba a abajo.

    - Miyagi, píntame como a una de tus chicas francesas.- Dijo el menor intentando poner voz sensual. Aquella frase sacó del trance a Miyagi, haciéndole reaccionar.

    - Por favor, vístete.- Suspiró el profesor dándose media vuelta para no mirarle. Shinobu se incorporó con gesto preocupado, quedándose sentado sobre la cama y cogiendo un cojín para tapar su hombría.

    - Sólo quiero sentir que mi novio me desea.- Murmuró Shinobu con voz rota.- Creo que no pido tanto.

    - Ya te lo he explicado mil veces, Shinobu-chin.- Le dijo Miyagi sin girarse e intentando mantenerse calmado.- Te deseo, créeme que lo hago, pero no pienso hacer nada contigo hasta que cumplas los dieciocho.

    - No quiero esperar...- Dijo Shinobu rompiendo a llorar. Se sentía rechazado y humillado. En el fondo pensaba que el mayor al verle desnudo iba a lanzarse a sus brazos y a hacerle el amor en ese mismo instante. Había sido un idiota al pensar eso.

    - No, por favor, no llores.- Miyagi se dio la vuelta y corrió a abrazar a su novio, quien se agarró a él y comenzó a llorar en su pecho.- Cielo, no llores, no vale la pena.

    - Misaki y Usami lo hicieron anoche…

    - Y te ha dado envidia, ¿no?- Le dijo Miyagi acariciando su espalda desnuda. Shinobu asintió sin poder parar de llorar.- Ya nos llegará a nosotros, no te preocupes.

    - Todavía falta mucho...- Murmuró Shinobu.- ¿Y si no consigues aguantar y te vas con otro?

    - Shinobu, escúchame.- Dijo Miyagi con semblante serio y cogiéndole la cara con sus manos para obligarle a mirarle a los ojos.- Eso jamás. ¿Me has oído? Jamás te haría algo así.

    - Lo sé, pero a veces no puedo evitar tener ese tipo de pensamientos.

    - Shinobu-chin, te quiero. No lo dudes, ¿vale?- Dijo Miyagi secándole con los dedos las lágrimas.

    - Yo también te quiero.

    - ¿Ya estás más tranquilo?

    - Un poco.- Asintió Shinobu.- Aunque sigo queriendo hacerlo contigo…

    - Paciencia, cielo.

    - ¿Y si no llegamos hasta el final?- Propuso el rubio.- ¿Qué te parece? Si no la metes...

    - Si empezamos no creo que pueda parar.- Dijo Miyagi negando con la cabeza.

    - Solo una paja, Miyagi.- Pidió Shinobu apoyando su cabeza de nuevo en su pecho. El mayor le arropó y suspiró sin responder.- ¿No quieres?

    - No, Shinobu.

    - ¿Y si me hago una y tú me miras?

    - Que no.

    - ¿Y si tú te la haces y yo te miro?

    - No.

    - ¿Puedo verte desnudo?- Preguntó Shinobu alzando levemente su cabeza para mirarle a los ojos. Miyagi le miró durante unos segundos de forma muy seria para después sonreír.

    - Estás muy salido, Shinobu-chin.

    - Tú me has visto desnudo…

    - No me he fijado.

    - Qué mentiroso, he visto como me mirabas.

    - Deberías vestirte, vas a coger frío.- Le dijo Miyagi de manera cariñosa.

    - Vísteme tú.

    - Eres un terrorista, Shinobu-chin.




    Hiroki y Akihiko regresaron al internado ya entrada la noche. Habían ido a llevar a la gallina a una granja y el granjero les había entretenido más de lo que habían esperado. Hiroki estaba sorprendido por la actitud de su amigo. Akihiko siempre había sido muy paranoico con su coche, era lo que más quería y cuidaba en el mundo, por lo que a Hiroki le sorprendía que le hubiera perdonado tan fácilmente el haber metido una gallina en su deportivo y que, además, hubiera accedido a llevar a la gallina a la granja en su coche. No entendía qué era lo que le pasaba a su amigo, pero Akihiko estaba de muy buen humor.

    Entraron en el edificio principal y se cruzaron con Kane, quien salía del comedor y se dirigía a los dormitorios, pero al ver a los profesores cambió de rumbo y se acercó a ellos.

    - Buenas noches, Kamijou-sensei.

    - ¿Qué haces por los pasillos?- Preguntó Hiroki sin mucho interés.

    - He bajado a por un poco de agua. Es bueno beber antes de ir a dormir.- Respondió el estudiante y miró con una sonrisa traviesa a Akihiko.- Yo me retiro ya. Hasta mañana, Kamijou-sensei. Buenas noches, pichabrava.

    - ¿Pichabrava?- Repitió Hiroki frunciendo el ceño mientras Kane se alejaba.- ¿Por qué diablos te ha llamado eso?

    - A saber, ese chaval es impredecible.- Se encogió de hombros el escritor.

    - Ya, pero siempre dice las cosas por algún motivo.- Dijo Hiroki pensativo.- Akihiko, ¿hay algo que debería saber?

    - No, nada.

    - De acuerdo.- Asintió Hiroki no muy convencido.

    Cuando llegó a su habitación, Nowaki ya se encontraba en la cama leyendo los apuntes que había cogido aquel día. El menor sonrió al ver a su novio entrar y dejó a un lado sus papeles.

    - ¿Cómo ha ido?

    - Hemos dejado a Chiqui en la granja.- Se limitó a decir Hiroki mientras se desnudaba para ponerse el pijama.

    - ¿Estaba feliz?

    - No lo sé, Nowaki, sólo es una gallina.

    - Espero que sea feliz.- Dijo Nowaki sin apartar la mirada de su pareja.

    - Seguro que lo será.- Comentó Hiroki con el pijama ya puesto y listo para meterse en la cama.- ¿Qué tal el día? ¿Cómo han ido las clases?

    - Bien, como siempre.- Sonrió el menor echándose a un lado para hacerle hueco.

    - Me alegro.

    - Oye, Hiro-san, ¿qué opinas de estudiar en el extranjero?- Hiroki le miró sorprendido mientras se metía en la cama.

    - Depende.

    - ¿De qué?

    - De muchos factores.- Dijo Hiroki sin dejar de mirarle, como estudiando a qué venía toda esa conversación.- Pero en la mayoría de los casos suele ser una experiencia muy recomendable.

    - Entiendo.- Asintió Nowaki pensativo.

    - Hay oportunidades que sólo se presentan una vez en la vida y hay que saber aprovecharlas.

    - Vale, Hiro-san.- Dijo Nowaki dándose la vuelta para disponerse a dormir.

    - ¿Estás pensando en irte a estudiar fuera?- Preguntó Hiroki intentando que no se le notara el miedo que sentía en ese momento. La simple idea de estar lejos de Nowaki le resultaba insoportable.

    - No, es Yumi quien quiere irse a EEUU.- Respondió Nowaki sin mirarle.

    - Ah, me alegro por ella, va a aprender un montón.- Comentó Hiroki pero ya no obtuvo respuesta por parte de su pareja.


    Hola ^^
    ¿Qué tal? Espero que os haya gustado.
    Simplemente quería avisar de que el próximo capítulo tardaré en subirlo porque voy a hacer un parón por culpa de los exámenes. Subiré el último capítulo de Amistad y después de eso estaré unas semanas sin subir nada.

    Muchas gracias por leer.

    Un abrazo :)
     
    Top
    .
  3.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Adoro a Kane.
    Shinobu no consigue convencer a Miyagi para hacer sexo pobre.
    Espero que Nowaki no se vaya y si se va que Hiroki se vaya con él.
    Mucha suerte con los exámenes.
    Esperaré con ansias la conti de este y el final de amistad.
     
    Top
    .
  4.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 10 - San Valentín


    Febrero llegó y, con él, una de las fechas más románticas del año. San Valentín no era una celebración muy importante en el internado, pues sólo conseguía recordar a los alumnos lo aislados que estaban del mundo. Pero eso no era así para todos los estudiantes, había dos en concreto que se encontraban muy ilusionados con San Valentín. Uno de ellos era Shinobu.

    Shinobu mantenía una relación en secreto con su profesor de matemáticas y ex-cuñado desde hacía cinco meses. Era la primera vez que tenía con quien pasar San Valentín y se encontraba bastante emocionado con la simple idea de pasar una velada romántica con Miyagi y, quién sabía, tal vez aquel día el mayor se dejaba llevar y conseguían hacerlo.

    Shinobu le había propuesto cenar juntos pero Miyagi rechazó la oferta, pensó que llamaría mucho la atención que ambos no fuesen a cenar al comedor. Al ver la cara de cachorrito abandonado que le puso Shinobu, Miyagi decidió invitarle a su habitación aquella noche para ver una película lo cual hizo que el adolescente se ilusionara.

    Shinobu se encontraba junto con sus amigos en la sala de ocio que había en uno de los edificios del internado. Se habían sentado en el sofá más apartado que había, los meses de frío solían relajarse allí, ya que no apetecía salir a los jardines.

    - ¿Por qué no?

    - Porque no me veo en eso, Kane.- Le dijo Satoru con el ceño fruncido.

    - No tienes de qué avergonzarte.

    - Kane, déjale.- Le dijo Shinobu.- No quiere.

    - Si yo lo digo por su bien.

    - Tú tampoco tienes pareja.- Dijo Satoru mirando a su amigo con semblante serio.- Ni Shinobu, ¿por qué no le creas un perfil de citas a él?

    - Porque Shinobu todavía es muy pequeño, ya se lo crearé llegado el momento.- Respondió Kane.

    - ¡Oye!- Exclamó Shinobu.

    - El amor llega cuando menos te lo esperas.- Comentó Misaki sonriendo.- No se puede forzar.

    - ¿A qué viene esa cursilada?- Preguntó Kane intentando no reír.

    - Yo diría que está emocionado por su cena romántica.- Dijo Satoru.

    - Misa-chan, escúchame, déjate de cursiladas y sé una fiera.- Dijo Kane sorprendiendo a los demás.

    - ¿A qué te refieres?- Preguntó Misaki extrañado.

    - Sales con un hombre más mayor y con muchísima más experiencia que tú, no es bueno que caigáis en la monotonía.

    - Misaki, no le hagas caso.- Dijo Satoru.

    - Y sí, me refiero al sexo.

    - No entiendo lo que estás tratando de decirme.- Murmuró Misaki.

    - Pues que si no pruebas cosas nuevas en la cama se acabará aburriendo.- Dijo Kane.- Usami-sensei tiene pinta de haber hecho de todo, seguro que ha participado en alguna orgía.

    - ¡Hala!- Exclamó Satoru mientras Shinobu reía y Misaki miraba a Kane espantado.

    - ¿Tú crees? Digo yo que si Usagi-san se aburriera conmigo me lo diría, ¿no?

    - Pero no lo escuches.- Dijo Satoru.- Kane no ha tenido una relación en su vida, ¿qué sabrá él?

    - No habré estado con nadie pero tengo mucha cultura.- Se defendió Kane.

    - ¿Y qué debería hacer?- Preguntó Misaki con cara de preocupación.

    - Cambiar de amigos.- Dijo Shinobu ganándose un codazo por parte de Kane.

    - ¿A Usami qué le va?

    - No le respondas, Misaki.- Dijo Satoru.- Sólo quiere saberlo porque es un morboso.

    - Necesito toda la información posible para poder ayudar a mi amigo.

    - Cambiad de tema que por ahí viene Kamijou.- Dijo Shinobu.

    - Pero aquí no se acerca, seguro que ha entrado solo para ver a su querido Nowaki.

    - Bueno, ¿qué puedo hacer?- Dijo Misaki.- No quiero que Usagi-san me deje…

    - ¿Tienes esposas?

    - Kane, tu mente me inquieta.- Le dijo Satoru.



    Nowaki no sabía muy bien qué hacer. Le habían admitido en el curso de EEUU y él tenía muchas ganas de ir, pero en aquel momento sólo podía pensar en Hiroki. Nowaki quería estar con él, la simple idea de estar dos años separado de él le parecía una auténtica tortura. Por otro lado, aquel curso era una oportunidad única que no se le iba a volver a presentar en la vida. En dos semanas se acababa el plazo para confirmar su asistencia al curso y todavía no lo había hablado con su novio.

    Nowaki llevaba varios días queriendo sacar el tema pero nunca encontraba el momento oportuno. Aquel día era San Valentín y tenía planeado pasar la noche con Hiroki, quería que las cosas fueran bien por lo que decírselo aquel día quedaba completamente descartado.
    Se encontraba en la sala de ocio cuando Hiroki entró por la puerta y, sin decir nada, se dejó caer a su lado en el sofá.

    - Qué asco de día.- Murmuró el profesor llamando la atención del menor.- Hoy un niño de primero se ha echado a llorar en clase, ¿tanto miedo doy? No, mejor no contestes.

    - Hiro-san a mí no me das miedo, me pareces adorable.- Le dijo Nowaki sonriendo. Hiroki fue a decir algo pero se escucharon gritos.

    - ¡KANE, ERES UN MALDITO PERVERTIDO!- Hiroki alzó un poco la cabeza para ver de dónde provenían los gritos, al ver al grupo de amigos suspiró.

    - ¡Takahashi, no armes escándalo!- Le gritó Hiroki sin moverse del sitio, haciendo que todos miraran a Misaki, quien se puso rojo al ser el centro de atención.

    - En verdad sí que entiendo que un niño haya llorado, Hiro-san.- Comentó Nowaki riendo levemente.

    - He preparado algo especial para esta noche.- Susurró Hiroki cambiando de tema. El menor se emocionó al oír eso.

    - Me muero de ganas de que llegue esta noche.- Sonrió Nowaki.- Llevo toda la semana pensando en nuestra cita de hoy. Es nuestro primer San Valentín, ¿no estás emocionado?

    - Bueno, me apetece mucho.- Dijo Hiroki intentando que no se notara la emoción en su voz.- Además, quiero compensarte un poco el desastre de fin de año.

    - No fue tan mal, fue una anécdota más.

    - Eres un santo.- Murmuró el profesor.

    - ¡NI HABLAR, NO PIENSO HACER TAL COSA!

    - ¡TAKAHASHI!- Gritó Hiroki para después volver a dirigirse a Nowaki.- Y yo un demonio.

    - Sí, el demonio Kamijou.- Rió el menor.



    La noche llegó y las tres parejas se reunieron para celebrar San Valentín. Misaki se encontraba intranquilo. Kane le había dicho que debía huir de la rutina si no quería que Akihiko se cansara de él. Misaki estaba enamorado del mayor, cada vez lo tenía más claro, y le creaba mucha inseguridad el saber que Akihiko había estado con varias personas antes que él y tenía donde comparar. El castaño temía no llegar al nivel y que Akihiko decidiera dejarle. Por aquel motivo Misaki tomó la decisión de hacer caso a su amigo y arriesgarse. Como no tenía esposas, aquella noche se puso un cinturón para usarlo con su novio en la cama. La sola idea hacía que quisiera morirse de la vergüenza.

    Akihiko había preparado una especie de pícnic en el suelo de su habitación. No era nada muy sofisticado, pues Misaki le había pedido que no se gastara mucho dinero, pero al castaño todo le pareció perfecto.

    Comenzaron a cenar mientras charlaban tranquilamente, de vez en cuando se decían alguna cursilada o se daban un pequeño beso. Ambos estaban encantados con la situación y se sentían muy afortunados de tener el uno al otro.

    - Tengo una buena noticia.- Sonrió Akihiko.

    - ¿De verdad? ¿Cuál?- Preguntó Misaki con curiosidad.

    - Ya sabemos que profesores irán con vosotros al viaje de fin de curso.- El escritor se inclinó un poco hacia Misaki sin borrar la sonrisa de la cara.- Me he ofrecido voluntario.

    - ¿QUÉ?- Exclamó Misaki abrazándole.- ¡Usagi-san, eso es genial!

    - No podía dejar pasar una oportunidad así. Tú y yo por Italia.- Dijo el mayor sin poder ocultar su felicidad.- Nuestro primer viaje juntos.

    - ¡Tenemos que hacernos muchas fotos!- Dijo Misaki alegremente.- ¿Y quién más vendrá?

    - Viene también Hiroki.

    - Eso alegrará mucho a Kane.- Comentó el castaño riendo.

    - Y Yamaguchi.- Akihiko notó como Misaki borraba la sonrisa rápidamente.- Misaki, no te preocupes por él, no voy a permitir que nos amargue el viaje, ¿de acuerdo?

    - Lo sé, pero de todos los profesores que había…

    - Nadie quería ir.- Comentó Akihiko.- El director no nos puede obligar a ir, tiene que ser algo voluntario y si ningún profesor se presenta se cancela el viaje. Hiroki tampoco tenía muchas ganas de ir pero no quería que os quedarais sin ir a Italia, después me ofrecí yo de voluntario y finalmente aceptó Yamaguchi.

    - Es que no le soporto...- Murmuró Misaki cabizbajo.

    - No se ha vuelto a meter contigo, ¿verdad?- Preguntó Akihiko y Misaki negó con la cabeza.- Bien, porque como me entere de que te hace algo…

    - No te preocupes, Usagi-san, no me ha vuelto a decir nada.



    Shinobu miró a Miyagi sorprendido, como si fuera una especie de aparición. El mayor le devolvió la mirada también extrañado, sin saber muy bien de qué iba la cosa.

    - A ver, ¿qué he hecho ahora?- Suspiró Miyagi al ver que Shinobu no cambiaba de expresión.

    - ¿Tiburón?- Dijo Shinobu cruzándose de brazos.- Cuando me propusiste ver una peli en San Valentín pensaba que te referías a Titanic

    - ¿Casi tres horas para ver como se convierte en un cubito?- Interrumpió Miyagi.- Paso. Si quiero ver hielo me pongo Frozen.

    - O Orgullo y Prejuicio

    - En esa ni se besan.

    - Vaya, no sabía que estaba saliendo con el Grinch de San Valentín.

    - Shinobu-chin, no te enfades.- Le dijo Miyagi dándole un beso en la mejilla.- Ya verás como esta te gusta.

    Llevaban más de media hora de película y Miyagi miraba la pantalla con mucha atención y sin dejar de sonreír, mientras que Shinobu se encontraba más que aburrido. El menor no podía dejar de pensar en la conversación que habían tenido esa mañana, Kane le había dicho a Misaki que tenía que ser más atrevido y él pensó que eso también se podía aplicar a su situación. Era cierto que ya había sido bastante atrevido, el mes anterior se había desnudado para recibir a Miyagi. La cosa no había ido bien y Shinobu creía saber el motivo; se había pasado de atrevido. Debía hacer algo atrevido pero hasta cierto límite. Se quedó un momento pensativo, planeando su próximo movimiento, y de repente recordó una escena de una película que había visto el verano anterior. Era un poco arriesgada pero sabía que Miyagi no se iba a enfadar.

    Sin decir palabra, Shinobu llevó su mano a la entrepierna del mayor y comenzó a acariciarle por encima del pantalón. El rubio notó como Miyagi se ponía duro rápidamente y alzó la vista para encontrarse con el rostro sorprendido del profesor. Shinobu temió que Miyagi le diera un manotazo, pero el mayor no hacía movimiento. Aprovechando que Miyagi no le apartaba, Shinobu metió la mano por debajo del pantalón y de la ropa interior, agarrando su miembro y comenzando a masturbarlo mientras le besaba el cuello. Shinobu sonreía triunfante escuchando la voz ronca de Miyagi gemir, pero la victoria le duró poco.

    - No, no, no, no.- Dijo Miyagi apartándole la mano.- No podemos hacer este tipo de cosas y lo sabes.

    - Pero si te estaba gustando...- Murmuró Shinobu frustrado.

    - Sí, pero aún así no podemos hacerlo.

    - No le hacemos daño a nadie.

    - Shinobu, tienes dieciséis años.- Le dijo Miyagi con tono que ponía fin a la discusión.- En dos años te haré de todo, no te preocupes, pero mientras tanto…

    - A matarnos a pajas.- Dijo Shinobu cruzado de brazos y alejándose del mayor.

    - Exactamente.- Asintió el profesor.- Y no vuelvas a insistir más, no quiero ni tocamientos ni desnudos, ¿entendido?

    - Lo que tú digas.

    - Shinobu-chin, no te enfades…

    - No, si no me enfado. Anda, sigamos viendo esta película tan romántica.- Dijo Shinobu con tono cabreado, haciendo que el mayor suspirara.


    Había llegado el momento, iban a hacerlo y Misaki debía tomar la iniciativa, no podía dejar que Akihiko pensara que su vida sexual era aburrida. Se tumbaron en la cama y comenzaron a besarse. En un momento dado, Misaki se puso a horcajadas sobre el mayor, quien sonrió sorprendido y le agarró del culo atrayéndole hacia él para besarle. Misaki con manos temblorosas pero seguras comenzó a desvestir al mayor, quien ansioso se quitó rápidamente la poca ropa que le quedaba. Akihiko intentó desnudar a Misaki, pero éste le paró las manos.

    - No, hoy mando yo, Usagi-san.- Susurró Misaki y se quitó el cinturón bajo la atenta mirada del profesor. Misaki miró a su novio con algo de nerviosismo mientras sujetaba el cinturón con sus dos manos.- Te voy a atar pero solo si quieres. Ya sé que quedaría mejor hacerlo sin pedirte permiso pero necesito asegurarme de que te parece bien.

    - Hazme lo que quieras.- Dijo Akihiko sonriendo enternecido por la actitud del menor. Misaki ató las dos manos del escritor al cabecero de la cama, para después comenzar a desnudarse bajo la atenta mirada del mayor. Una vez desnudo, volvió a ponerse a horcajadas sobre Akihiko, quien movió un poco las caderas para entrar en contacto con el estudiante.- Si no me echas un poco de lubricante te va a resultar incómodo.

    - ¿Mi saliva vale?- Preguntó Misaki algo sonrojado y Akihiko asintió sorprendido. Misaki se apartó un poco y se inclinó para comenzar a lamer el miembro de su novio. Era la primera vez que lo hacía pero se dejó guiar por su instinto y al escuchar los gemidos de Akihiko cogió más confianza.

    - Misaki, no voy a poder aguantar mucho más.- El menor sacó la hombría de su novio de la boca y comenzó a prepararse él solo para lo que venía a continuación.- Dios, Misaki, verte hacer eso me está volviendo loco.- El castaño no respondió, simplemente le miró a los ojos sonrojado. Cuando estuvo listo se sentó sobre el mayor, metiéndose lentamente el miembro de Akihiko.



    Hiroki y Nowaki se besaban apasionadamente, como si hubieran estado días sin verse. Ya estaban prácticamente desnudos cuando Hiroki se separó de él.

    - Espera.

    - ¿Ocurre algo, Hiro-san?- Preguntó Nowaki preocupado.

    - Quería que hoy fuera más romántico.- Dijo Hiroki algo avergonzado.- Por eso he dejado un montón de velas en la habitación pero no las he podido encender, ¿tienes un mechero?

    - No, Hiro-san, pero da igual…

    - No da igual, la atmósfera tiene que ser romántica.- Hiroki se levantó de la cama y se puso una bata para taparse.- Voy a pedirle un mechero a Akihiko, no tardo.

    Hiroki salió corriendo de su habitación, tenía mucha prisa por volver junto a su amado. Recorrió el trozo de pasillo que separaba su habitación de la de su amigo y entró sin llamar, puesto que tenía mucha prisa. Toda la prisa se le fue cuando vio lo que estaba ocurriendo en la habitación de su mejor amigo. Jamás se hubiera podido preparar para lo que vio. Takahashi se encontraba desnudo, sin dejar de gemir y cabalgando a Akihiko, quien estaba atado al cabecero de la cama. Akihiko fue quien se dio cuenta de que les habían pillado, puesto que Misaki estaba de espaldas a la puerta. Al ver la expresión de susto en la cara de su novio, Misaki se giró y se encontró con la mirada horrorizada de su profesor de literatura. El estudiante, avergonzado, bajó de Akihiko, se cubrió con la sábana y le desató lo más rápido posible.

    - Hiroki, yo…- El nombrado le miró con una cara de enfado que jamás le había visto. Akihiko esperó a que comenzara a gritar pero simplemente se fue dando un portazo.

    - Hiro-san, estás pálido.- Cuando entró en su dormitorio Nowaki le miraba con preocupación. Hiroki se dejó caer sobre la cama y se pasó la mano por la cara.- ¿Ha ocurrido algo?

    - Sí.

    - ¿El qué?

    - Ya no nos hablamos con Akihiko.- Dijo Hiroki con un hilo de voz.- Para nosotros está muerto, ¿entendido?

    - ¿Por qué? ¿Qué ha pasado? ¿Te ha hecho algo?- Preguntó Nowaki cada vez más preocupado.

    - Se está follando a Takahashi.


    Hola ^^
    Espero que os haya gustado. Sé que dije que tardaría en actualizar pero he encontrado tiempo para escribir y por eso os traigo el capítulo antes de lo previsto.
    Muchas gracias por leer.

    Un abrazo :)
     
    Top
    .
  5.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Pobre Shinobu por mucho que lo intenta no consigue que Miyagi le haga el amor, necesita insistir más y provocarlo más.
    Noooo Hiroki ha pillado a Misaki y Akihiko mientras estaban en pleno acto.
    Ahora que Nowaki ha sido aceptado que hará se irá a estudiar a EEUU o se quedará en Japón con Hiroki o ambos se irán a EEUU?
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  6. Azu-sama
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Holaa....ay noo no quiero que la amistad de hiroki y akihiko se dañe--
    Y misaki como estara de avergonzado jeje
    Me encanto con todo y drama eh!
    Sigue asi!!
     
    Top
    .
  7.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Hola ^^
    Aquí os dejo un nuevo capítulo. Es un poco más dramático de lo normal pero no os preocupéis porque pronto volverá el humor.
    Espero que os guste :)


    Capítulo 11 - Un mal día


    Misaki todavía no podía creer lo que le había ocurrido la noche anterior. ¿Por qué tenía tan mala suerte? Para una vez que decidía llevar él la iniciativa…qué mal le había salido la noche romántica. La interrupción de Kamijou les impidió acabar.

    - Es la tercera vez que suspiras.- Dijo Kane. Se encontraban en la habitación de Misaki y Shinobu y en cualquier momento iban a bajar a desayunar.- ¿Pensando en cierto profesor?

    - Sí, pero no en el que tú crees...- Murmuró sorprendiendo a los otros tres.

    - ¿Pasó algo anoche?- Preguntó Satoru con cierta preocupación.

    - Ya lo creo que sí.- Asintió Shinobu.- No esperaba que viniera a dormir y cuando lo hizo estaba muy alterado.

    - ¿Discutiste con Usami-sensei?

    - No, Satoru, fue algo mucho peor.- Sus tres amigos le miraban expectantes y con semblante serio. Misaki desvió la mirada ya que el solo hecho de pensar en lo ocurrido le daba mucha vergüenza.- Kamijou nos pilló mientras lo hacíamos.- Misaki levantó la vista cuando sus amigos no dijeron nada. Shinobu y Satoru se miraban entre ellos con mucha preocupación, mientras que Kane hacía un esfuerzo sobrehumano por no reírse. Pasaron unos segundos que para Misaki fueron eternos hasta que alguien se decidió a hablar.

    - Cuando os pilló, ¿estabais usando el cinturón?- Misaki asintió y Kane no pudo contener más la risa.

    - ¡No tiene gracia!- Le dijo Satoru.- Esto es grave.

    - Sí, les ha pillado un profesor.- Dijo Shinobu.- Si Kamijou se lo cuenta a mi padre…

    - ¿Tú crees que lo hará?- Preguntó Misaki angustiado.

    - No lo hará.- Dijo Kane dejando de reír.- Conozco muy bien a Kamijou y te aseguro que no dirá nada. Eso sí, prepárate.

    - ¿Para qué?

    - A Kamijou no le habrá hecho nada de gracia el asunto, así que a partir de ahora te dará mucho por culo y no en el sentido en que lo hace Usami.

    - ¡Qué burro eres!- Le dijo Satoru frunciendo el ceño.- No entiendo por qué somos amigos tuyos…

    - Es por mi carisma.- Le sonrió Kane.

    - ¿Creéis que estará cabreado?- Preguntó Misaki.- Ayer no puso buena cara pero no sabría decir si era de enfado…

    - ¿No dijo nada?- Preguntó Shinobu.

    - No, nos miró como si se le hubiera aparecido un fantasma y se marchó sin decir nada.

    - Joder, hubiera pagado millones por verle la cara.- Comentó Kane.

    - ¿Por qué me tienen que pasar estas cosas a mí?

    - Misa-chan, no te mortifiques. ¿Quieres que hable yo con Kamijou?

    - ¡No!- Exclamó Misaki rápidamente.- No te ofendas, Kane, pero tienes un don para sacar de quicio a Kamijou. Eres la última persona que quiero que hable con él sobre el tema.

    - Usami y Kamijou son muy amigos, ¿no?- Dijo Satoru.

    - Sí, desde pequeños.- Asintió Misaki.

    - Entonces dudo mucho que diga algo por respeto a esa amistad. Kamijou no querrá que Usami se meta en un lío.

    - Satoru tiene razón, así que no pienses más en eso.- Le dijo Shinobu a Misaki.

    - No es por hacerte sentir peor pero sabes que tenemos clase con Kamijou a primera hora, ¿no?- Le dijo Kane haciendo que Misaki volviera a agobiarse.

    - ¡Es cierto! ¡No puedo ir!- Exclamó el castaño.- ¡No soy capaz de mirarle a la cara!

    - ¿Por qué, Misa-chan?

    - ¿Cómo que por qué? ¡Me ha visto desnudo y...haciéndolo!- Le dijo Misaki a Kane.

    - Igual veros le puso cachondo.- Comentó Kane haciendo que Shinobu no pudiera contener la risa y que Satoru y Misaki le miraran como si estuviera loco.- Es posible que le ponga ese rollo, me apuesto lo que quieras a que salió corriendo porque estaba cachondo perdido y quería desahogarse con Nowaki.

    - Fantástico, Kane, gracias por esa imagen mental.- Le dijo Satoru con expresión seria.

    - De nada.

    - Será mejor que bajemos a desayunar.- Dijo Satoru mirando el reloj.- Y no te preocupes, Misaki, ya verás como todo el asunto no es para tanto.



    Akihiko estaba preocupado. No porque pensara que Hiroki podía contarle lo que vio a alguien, sabía que a la única persona a la que se lo iba a contar era Nowaki y aquel joven no le preocupaba en absoluto. Akihiko confiaba en Nowaki, quien le preocupaba era Hiroki. Era consciente de que a su amigo no se le pasaría el enfado fácilmente. Hiroki desde principio de curso le había estado aconsejando que se alejara de Misaki y no hiciera ninguna estupidez. Él no se arrepentía de lo que tenía con Misaki, más bien al contrario, consideraba que el joven era lo mejor que le había pasado,
    pero sabía que Hiroki no lo iba a entender.

    Iba caminando por el pasillo en dirección al comedor cuando se cruzó con Hiroki y Nowaki, quienes salían del dormitorio del mayor.

    - Hiroki.- Le llamó el escritor pero no recibió respuesta.- ¡Espera! ¡Necesito hablar contigo!

    - Hiro-san, no pierdes nada por escucharle.- Dijo Nowaki en voz baja haciendo que Hiroki le mirara cabreado.

    - Mi valioso tiempo.

    - Por favor, Hiroki, por nuestra amistad.- Dijo Akihiko agarrándole del brazo para que no se fuera, pero el profesor se deshizo del agarre de forma brusca.

    - Nowaki, dile a Usami que él y yo ya no somos amigos.

    - Hiroki…

    - Hiro-san, tenéis que hablar, yo puedo hacer de mediador.- Se ofreció Nowaki.

    - No hay nada de qué hablar. Vamos, Nowaki.

    - Hiroki, prácticamente somos hermanos.

    - Sí, somos como Caín y Abel.- Le dijo Hiroki mirándole por primera vez en toda la conversación.- Adivina quién eres tú.

    - Dime qué puedo hacer para que se te pase el enfado.- Suspiró Akihiko cansado de la situación.

    - No hay nada que puedas hacer.- Dijo Hiroki cruzándose de brazos y mirándole con gesto serio.- Confiaba en ti, creía que no te ibas a acercar a él y, mira por donde, te has acercado pero bien.

    - En ningún momento te dije…

    - ¡Era de sentido común!- Le interrumpió Hiroki con enfado, mientras Nowaki observaba la escena sin atreverse a intervenir.- Te hacía más listo…

    - Ya te lo dije, estoy enamorado de él.

    - ¿Aún sigues con esas?

    - Lo digo muy en serio, Hiroki, le amo.- Dijo Akihiko sin titubear haciendo que Hiroki frunciera más el ceño.- De hecho, voy a pedirle que viva conmigo al acabar el instituto.- Kamijou le miró con los ojos como platos y negó con la cabeza.

    - Estás peor de lo que pensaba.- Sin decir nada más se marchó muy enfadado.

    - Dale tiempo, seguro que acaba entrando en razón.- Le dijo Nowaki con una débil sonrisa.

    - Eso espero, el idiota de tu novio me importa mucho.

    - Y tú a él, por eso sé que todo se va a solucionar.



    Misaki recordaba pocas veces en las que se hubiera sentido tan incómodo como en ese momento. Kamijou se había pasado toda la clase lanzándole miradas de odio, mientras él evitaba hacer contacto visual a toda costa. Kane era quien le mantenía informado de si Kamijou le miraba con ganas de estrangularle o no. Para alivio de Misaki, el timbre sonó dando por finalizada la clase y él comenzó a recoger sus cosas con rapidez, con la esperanza de salir de allí lo antes posible. Pero aquel no iba a ser su día.

    - Takahashi, no te vayas que quiero hablar contigo.- Dijo Kamijou con cara de pocos amigos provocando que un escalofrío recorriera el cuerpo del menor. Sentía que aquel era su fin. Kane y él esperaron a que todos se hubieran marchado.- Uchima, necesito hablar con tu amigo a solas. Cierra al salir.

    - Profesor, no tenía ni idea de que le iba el rollo voyeur.- Dijo Kane justo antes de salir. Misaki quiso matar a su amigo al ver como la expresión de Kamjou se endurecía más.

    - Vaya, Uchima sí que sabe lo vuestro.

    - Kamijou-sensei...- Comenzó a hablar un Misaki muy nervioso.

    - ¿De qué vas, Takahashi? ¿Es por su dinero? ¿Porque es famoso?- Preguntó Hiroki sorprendiendo al más joven, quien negó rápidamente con la cabeza.- ¿Por el morbo?

    - Nada de eso.

    - ¿Entonces qué es? ¿Qué coño buscas de Akihiko?- Preguntó el profesor asustando a Misaki, quien jamás le había visto así. Era cierto que le había visto miles de veces enfadado, pero siempre era otro tipo de enfado, un enfado de profesor. Kamijou no le estaba hablando como un profesor, sino como el mejor amigo de su novio, al cual no le había hecho nada de gracia descubrirles.- ¡Responde! ¿A QUÉ ESTÁS JUGANDO?

    - ¡Yo no busco nada!- Alzó la voz Misaki sorprendiendo al profesor.- Simplemente…

    - ¿Simplemente qué, Takahashi?

    - Simplemente le quiero.- Dijo Misaki con un hilo de voz y sin apartar la mirada del profesor. Hiroki le miró sorprendido y relajó su postura mientras suspiraba.

    - Vais a acabar provocándome una úlcera.- Miró al alumno con seriedad pero ya más calmado.- ¿Eres consciente de lo que hubiera pasado si en vez entrar yo lo hubiera hecho otra persona?

    - Sí, soy muy consciente de ello.- Asintió Misaki todavía nervioso.

    - ¿Y aún así estás dispuesto a seguir con la relación?

    - Sí. Yo no puedo estar sin él, sensei.- Confesó un muy avergonzado estudiante. Hiroki no dijo nada, se limitó a frotarse los ojos con su mano derecha. Misaki se sentía algo más tranquilo, por lo que decidió dejar las cosas claras.- Jamás le haré daño, le quiero demasiado.

    - ¿Quién lo sabe?

    - Kane, Satoru y Shinobu.

    - Nowaki y yo.- Murmuró Hiroki.- Ya son demasiadas personas. Takahashi, no lo puede saber nadie más, ¿entendido?

    - Sí, sensei.

    - Y si alguien más lo descubre tú debes negarlo todo hasta el final.- Dijo Hiroki con tono autoritario.- Venga, Takahashi, ya puedes irte, no quiero que llegues tarde a tu próxima clase.



    La tarde ya estaba llegando a su fin y Miyagi se sentía muy cansado. Había pasado varias horas en su despacho corrigiendo exámenes, estaba ya harto y en lo único en que pensaba era en ver a Shinobu. Unos golpes en la puerta le hicieron levantar la vista de los papeles.

    - Adelante.

    - Hola, ¿te pillo en mal momento?- Miyagi miró sorprendido a su ex-mujer, no la veía desde que firmaron los papeles del divorcio y no entendía
    muy bien qué hacía en su despacho.

    - No, para nada.

    - He venido a ver a mi padre y he decidido pasar a ver cómo estabas.- Sonrió Risako.

    - Pues aquí estoy, corrigiendo. ¿Tú cómo estás?

    - Bien, un poco liada.

    - Ya me imagino, Shinobu me ha contado que te casas.- Comentó Miyagi.

    - Sí, pero él se niega a venir a la boda.- Dijo Risako con una sonrisa amarga.- Te quiere más a ti que a mí.

    - No digas eso…

    - Es por eso que me gustaría pedirte un favor.- Risako sacó un sobre del bolso y se lo tendió a Miyagi.- Si tú vienes a mi boda seguro que Shinobu querrá venir.

    - Risako, soy tu ex-marido…- Dijo Miyagi cogiendo la invitación.

    - Te prometo que no será incómodo.

    - Claro que lo será, sólo esta conversación ya me hace sentir incómodo.- Dijo Miyagi y Risako se acercó más a él y le cogió la mano.

    - Por favor, quiero que mi hermanito esté en mi boda.

    - ¿Estás segura de casarte?- Preguntó Miyagi sin poder contenerse.- ¿No es un poco pronto? Es decir, tu último matrimonio no te salió muy bien…

    - Eso no es asunto tuyo.

    - Cierto, pero me preocupa que la vuelvas a cagar. Si estás bien con ese chico deberíais seguir tal y como estáis y si dentro de un año o año y medio decidís…- No pudo finalizar la frase porque Risako se abalanzó sobre él y le besó. Miyagi se quedó paralizado por la sorpresa pero a los pocos segundos se recuperó y apartó suavemente a su ex-pareja.- ¿Qué haces?

    - Necesitaba comprobar si aún sentía algo por ti.

    - Bueno, pues yo ahora mismo necesito que te marches.

    - Si tú me lo pides no me caso.- Le dijo Risako muy segura.

    - Cásate, por favor.- Miyagi se encontraba muy serio.- Y no te preocupes que yo estaré ahí para verlo. Ahora márchate.



    No era el mejor momento y él lo sabía, pero no podía alargarlo más. Nowaki debía hablar con Hiroki sobre el curso en EEUU. El profesor ya no estaba tan enfadado como aquella mañana, pero aún así se quejaba de lo largo que había sido el día y se le notaba de mal humor.

    - ¿Te lo puedes creer?

    - Que dos personas se quieran es algo bonito, Hiro-san.

    - ¡Pero él es su estudiante!- Exclamó el mayor tumbándose en la cama derrotado.- En fin, no me apetece hablar más de ese par de idiotas enamorados.

    - De acuerdo, Hiro-san.- Asintió Nowaki sentándose en la cama. Hiroki le miró arqueando una ceja, su instinto le decía que algo iba mal.

    - Sea lo que sea dilo ya, por favor.

    - ¿A qué te refieres, Hiro-san?

    - Llevas la palabra “problemas” escrita en la frente. Venga, suéltalo.

    - En verdad solo quiero pedirte tu opinión sobre un asunto.- Dijo Nowaki con cierto nerviosismo.

    - Está bien.- Dijo Hiroki más calmado.

    - Me han ofrecido una beca para irme a estudiar a EEUU dos años, pero no sé qué hacer.- Hiroki le miró un momento pensativo, comenzando a notar cierta presión en el pecho.

    - ¿Tú quieres ir?

    - Yo no quiero estar dos años alejado de ti, Hiro-san.

    - No pienses en mí, piensa en ti y en tu carrera. ¿Dónde crees que progresarías más? ¿Aquí o en EEUU?

    - El programa que ofrece EEUU es muy avanzando.- Respondió Nowaki mirándole con tristeza. Hiroki suspiró sabiendo que su relación tenía fecha de caducidad.

    - Pues entonces serías un tonto si no aprovecharas esta oportunidad.

    - ¿Pero y nosotros?

    - Olvídate de nosotros.- Le dijo Hiroki.- Piensa en tu carrera, en tu futuro. Eso es lo más importante.

    - No, Hiro-san, para mí lo más importante eres tú.- Dijo Nowaki mientras las lágrimas se acumulaban en sus ojos.- Siempre lo has sido desde el momento en que te vi por primera vez.

    - Debes irte, Nowaki.- Hiroki intentaba que no le fallara la voz, pero cada vez le costaba más.- Jamás me perdonaría que rechazaras una oportunidad así por mi culpa.

    - Son dos años.- A Nowaki se le comenzaron a escapar las lágrimas y Hiroki sentía que él también se iba a echar a llorar en cualquier momento.- Dos años sin ti…

    - Iré a visitarte en vacaciones.- Le dijo Hiroki abrazándole.- Y hablaremos todos los días. Pero tienes que irte, ¿de acuerdo? No te puedes quedar.

    - Hiro-san, por ti lo dejaría todo.

    - No digas tonterías.- Le dijo el profesor sin soltarle.- Que no es el fin del mundo.

    - Te amo, Hiro-san.

    - Y yo a ti.- Dijo Hiroki sintiendo como le faltaba nada para romper a llorar.- Por eso tienes que irte. Vete y conviértete en un gran médico.

    Nowaki se durmió poco tiempo después, se encontraba agotado tanto emocional como físicamente. Hiroki le observaba dormir sin poder contener las lágrimas. No iba a soportar el estar dos años separado de él, iba a ser muy duro pero sabía que eso era lo mejor para el menor. ¿Y si se iba y ya no volvía? ¿Y si se olvidaba de él? ¿Y si conocía a alguien más interesante y con mejor humor? Eso le destrozaría, pero quería tanto a Nowaki que estaba dispuesto a renunciar a él si eso era lo mejor para el estudiante. Hiroki se inclinó para darle un suave beso en los labios.

    - Yo por ti también lo dejaría todo.



    Finalmente se decidió a contarle a Shinobu lo ocurrido. Llevaba varias horas pensando en si debía decirle a su pareja que Risako le había besado o no. Sabía que Shinobu se llevaba mal con su hermana, que la odiaba, y lo último que quería era echar más leña al fuego, pero si no se lo contaba y Shinobu se enteraba por otros del beso… sería hombre muerto.

    Entró en la habitación y vio con satisfacción que Shinobu se encontraba solo. Takahashi debía estar con Usami. El rubio le sonrió y le indicó con una mano que se sentara a su lado en la cama.

    - Tengo un cotilleo.- Dijo Shinobu sabiendo lo cotilla que era su pareja.

    - Yo también, pero no te va a hacer gracia.- El menor le miró extrañado.- Hoy ha venido a verme tu hermana.

    - ¿QUÉ?

    - Tranquilo, Shinobu-chin.

    - ¿Y qué quería esa?- Preguntó Shinobu con cara de asco.

    - Ha venido a invitarme a su boda.

    - ¡SERÁ DESGRACIADA!- Exclamó Shinobu indignado.- ¿CÓMO SE ATREVE?

    - Shinobu-chin, relájate, no me he ofendido.- Mintió Miyagi. La verdad era que le había parecido de mal gusto que su ex-mujer le invitara a su boda.

    - ¡Pues deberías!

    - Necesito que te tranquilices porque eso no es todo.- Dijo Miyagi y Shinobu le miró con mucha atención.- Si te cuento esto es para evitar futuros malentendidos, quiero que sepas que para mí no ha significado nada, es más, me ha desagradado.

    - ¡Oh, dios mío!- Shinobu se echó a llorar de forma dramática.- ¿CÓMO HAS PODIDO, VIEJO? ¡CON MI HERMANA!

    - Shinobu, por favor…

    - ¡TE ODIO!

    - ¡No sé qué idea te acabas de hacer pero no ha pasado nada!- Gritó Miyagi intentando tranquilizar al menor.- ¡Ella me ha besado y yo la he rechazado!

    - ¿De verdad?- Preguntó Shinobu secándose las lágrimas.

    - Te lo juro. Y la he echado de mi despacho.

    - ¿Y no le has pegado?

    - Shinobu-chin, por favor, ¿cómo voy a pegarle a tu hermana?- Dijo Miyagi escandalizado.

    - Pues con la mano abierta.

    - Venga, deja de decir tonterías y ven aquí.- Miyagi extendió los brazos y Shinobu se dejó arropar en su pecho. El profesor fue a besarle pero el rubio le esquivó.- ¿Y eso?

    - Es que has besado a mi hermana y ahora me da asco besarte.- Se sinceró Shinobu haciendo que Miyagi riera suavemente.

    - Mira que eres bobo a veces…

    - Te prometo que mañana ya te besaré, pero te tienes que lavar la boca muy bien.

    - Bueno, ¿cuál era ese cotilleo?

    - Ya ni me acordaba. Anoche Kamijou pilló a Misaki y a Usami follando.- Miyagi miró a Shinobu con los ojos como platos.- ¿Quieres más detalles?

    - Por supuesto.

    - Cuando les pilló Usami estaba atado con un cinturón al cabecero de la cama.- Dijo Shinobu y ambos rieron.

    - Qué fuerte.

    - ¿Sabes lo que es fuerte?

    - ¿Qué?- Quiso saber el mayor.

    - Que algunos incluso usen cinturones y que nosotros no hagamos nada.- Dijo Shinobu haciendo un puchero.

    - Ya tardabas en sacar el tema.- Suspiró Miyagi.

    - Es que no lo puedo evitar.

    - Ya lo sé, cielo.



    Misaki volvía de la habitación de Akihiko. Ya era muy tarde por lo que iba haciendo el menor ruido posible, si le descubrían a esas horas por el pasillo de las habitaciones de los profesores estaría en problemas. Ya estaba a punto de salir al hall cuando una mano se posó en su hombro. Misaki se asustó al sentir que alguien le había pillado, pero se asustó todavía más al ver de quién se trataba.

    - ¿Dónde vas, Takahashi?- Preguntó Yamaguchi haciendo presión en su hombro.- O mejor dicho, ¿de dónde vienes?

    - Yo…

    - ¿De hacerle una visita a Usami?

    - No sé de qué me habla...- Comenzó a decir Misaki pero se calló cuando el profesor le acorraló contra la pared.

    - Yo creo que sí lo sabes. Hace meses que os observo, sois muy obvios.- Dijo Yamaguchi.

    - Se está equivocando.

    - Cállate, niñato.- Le dijo el profesor al oído.- Me preguntó qué dirá el director si se entera de esto…

    - Sensei, de verdad que no…

    -…o que pensará tu hermano si descubre que te acuestas con un profesor.- Misaki sentía mucho miedo. Aquel profesor siempre le había inspirado cierto temor, pero en aquel momento tenía ojos de loco y Misaki pensó que aquel hombre era capaz de cualquier cosa.- Escúchame bien, Takahashi. Si quieres que me mantenga calladito será mejor que hagas lo que yo te diga, ¿entendido?- Misaki asintió suavemente.- Aléjate de Usami, ignórale, no le hables, ni le mires. Si os veo juntos lo contaré todo y no solo al director y a tu hermano, también me encargaré de que lo sepa todo el mundo. ¿Crees que cuando la gente sepa que se ha follado a su alumno menor de edad le seguirán comprando libros? Claro que no, le habrás arruinado su brillante carrera.- Yamaguchi soltó al estudiante, quien temblaba de forma descontrolada.- Y ni se te ocurra contarle esto a nadie.
    El profesor se marchó dejando a Misaki en aquel pasillo. El estudiante, todavía temblando, se echó a llorar angustiado. ¿Qué iba a hacer? No podía continuar saliendo con Usagi-san, se había acabado todo por culpa del idiota de Yamaguchi y no podía pedir ayuda porque si se lo contaba a alguien…no podía arriesgarse.
    Lo que ninguno de los dos sabía era que aquella escena había sido presenciada por una tercera persona que no se iba a quedar de brazos cruzados.


    Hola ^^
    ¿Qué os ha parecido? Espero que os haya gustado. Pensaba publicarlo el miércoles, pero lo he escrito todo prácticamente esta madrugada y hoy le he dado los últimos retoques. Intentaré no tardar mucho en subir el siguiente.
    Muchas gracias por leer y por vuestros comentarios.

    Un abrazo!!
     
    Top
    .
  8.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Ese Kane es genial, lo adoro.
    Miyagi tan cotilla como siempre.
    Me alegro que Hiroki al final se le ha pasado el enfado al saber que ambos se aman y sobre todo que Misaki no está con Akihiko por interés sino por amor.
    Noooo Yamaguchi ha descubierto a Misaki y Akihiko, menos mal que alguien ha escuchado la amenaza a Misaki espero que sea Akihiko, Hiroki, Nowaki o Miyagi y no otra persona que amenace más a Misaki.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  9.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 12 - La pena de Misaki

    Había madrugado, cosa rara en él. De normal solía despertarse diez minutos antes de que comenzara la primera clase, ni siquiera desayunaba porque prefería quedarse más tiempo en la cama. Pero aquel día tenía un buen motivo para levantarse temprano. Llamó a la puerta y le abrió un sorprendido Shinobu todavía en pijama y con el pelo revuelto.

    - Viejo, ¿quién ha muerto?

    - ¿Estás solo?- Preguntó Miyagi y Shinobu asintió dejándole pasar.- ¿Y Misaki?

    - No lo sé, cuando me he despertado ya no estaba.- Respondió Shinobu frotándose los ojos.- Si no fuera porque anoche le oí llegar poco después de que tú te marcharas, pensaría que no ha dormido aquí.

    - Anoche pasó algo.- Dijo Miyagi con semblante serio. El menor le miró con el ceño fruncido y, sin decir nada, cogió la almohada de su cama y le dio con todas sus fuerzas en la cara.- ¡Shinobu-chin!

    - ¿QUÉ DEMONIOS HICISTE ANOCHE?

    - ¿Por qué siempre piensas lo peor?- Preguntó el profesor suspirando.- Anoche, cuando volvía a mi dormitorio, vi a Yamaguchi amenazar a Misaki.

    - ¿Qué?- Dijo Shinobu mirándole con los ojos como platos.

    - No me gusta como pinta la cosa. Yamaguchi lo sabe y le ha dicho que si no se aleja de Usami se lo contará a todo el mundo, incluido su hermano.

    - ¿Y tú qué hiciste? ¿Le partiste la cara?

    - Ganas no me faltaron pero no podía, lo último que quería era armar un escándalo. Es mejor calmarse y pensar una solución, Shinobu-chin.

    - ¿Y qué has pensado?

    - Yo se lo contaría a Usami, es decir, a mí me gustaría saberlo.- Dijo Miyagi encogiéndose de hombros.

    - ¿Entonces se lo vas a contar?

    - ¿Yo? No, ni hablar.- Negó Miyagi.- No quiero que sepa que sé lo suyo con Misaki.

    - Tengo que contárselo a los chicos.- Dijo Shinobu pensativo.- Pobre Misaki…

    - Sí, anoche no paraba de llorar.

    - ¿Y TÚ NO LE CONSOLASTE, INSENSIBLE DE MIERDA?

    - Shinobu-chin, no te pongas así. ¿Qué querías que le dijera? No puedo decirle que lo sé porque salgo contigo y que me parece bien. No quiero que nos descubran y toda precaución es poca.

    - Eres un paranoico, Miyagi.- Dijo Shinobu.- Bueno, vete ya que tengo que ducharme, a no ser que quieras enjabonarme tú…

    - Te veo en clase.- Se despidió Miyagi para, por primera vez en todo el curso, bajar a desayunar.


    Shinobu ya estaba listo cuando sus dos amigos aparecieron como hacían todas las mañanas.

    - ¡Buenos días, gente!- Entró Kane en el dormitorio seguido por Satoru.- ¿Misaki está en el baño?

    - No, cuando me he despertado ya se había ido.

    - ¿Y eso?- Preguntó Satoru.

    - Chicos, hay algo que os tengo que contar.- Dijo Shinobu con expresión seria.

    - ¿Vas a salir del armario?- Dijo Kane.

    - No, no es eso. Se trata de Misaki.

    - ¿Qué ha pasado?- Quiso saber Satoru con preocupación.

    - Yamaguchi le ha amenazado.

    - ¡Hijo de…

    - Esa boca, Kane.- Le interrumpió Satoru para luego dirigirse al menor.- ¿Le ha amenazado? ¿Por qué?

    - Por lo visto sabe que está con Usami y le ha dicho que o se aleja de él o se lo contará a todo el mundo.- Respondió Shinobu.- Chicos, tenemos que hacer algo.

    - ¿Y cómo está Misaki?- Preguntó Satoru.- ¿Qué te ha dicho exactamente?

    - No le he visto, no ha sido él quien me lo ha contado pero os aseguro que la fuente es muy fiable.

    - Escuchad, tengo una idea.- Dijo Kane con tono serio.- Nos encapuchamos, nos colamos esta noche en su habitación y le damos de hostias hasta que no respire.

    - Vale, ¿alguna idea más que no acabe en asesinato?- Dijo Satoru.

    - ¿Y si se lo decimos a Usami?- Propuso Shinobu.

    - En esa opción Yamaguchi también acaba muerto.- Murmuró Kane pensativo.- Necesitamos a alguien que le acojone. Usami lo haría, sin duda, pero estoy seguro de que se dejaría llevar por la rabia y sería peor el remedio que la enfermedad. No nos interesa que despidan a Usami.

    - Nosotros tres no acojonamos. Solo conseguiremos empeorar la situación.- Comentó Satoru.

    - Tiene que ser alguien con dos dedos de frente, que acojone y que sepa que Misaki y Usami follan.- Dijo Kane sonriendo.- Creo que está claro quién va a ser nuestro héroe.

    - Debes estar de broma.- Le dijo Satoru.

    - No creo que sea buena idea...- Murmuró Shinobu.

    - ¿Por qué?

    - Porque no hace ni 48h que se enteró y no le hizo nada de gracia.- Respondió Satoru cruzándose de brazos.- Kamijou no es una opción.

    - Bueno, ya lo veremos.

    - No, Kane, no se lo puedes contar a Kamijou.- Dijo Shinobu.- Cuanto menos gente sepa esto mejor.

    - Kamijou no dirá nada a nadie.- Dijo Kane.

    - Eso no lo sabes.

    - Shinobu, ¿no confías en Kamijou?

    - No.

    - Yo estoy con Shinobu en esto.- Dijo Satoru. Kane les miró con el ceño fruncido.

    - Sabéis que no os voy a hacer ni caso, ¿verdad?

    - Kane, no puedes hacer lo que te dé la gana siempre.- Le dijo Satoru.

    - ¿Queréis ayudar a Misaki?- Preguntó Kane y los otros dos asintieron.- Pues Kamijou es nuestra única opción.

    - Debe de haber otra manera…

    - Shinobu, no la hay.- Dijo Kane.- O se lo contamos a Kamijou o se lo contamos a Usami y si se lo contamos a Usami, habrá mucha sangre.

    - Supongo que no nos queda otra.- Suspiró Satoru.

    - Va a ser un desastre...- Murmuró Shinobu.


    Misaki se encontraba fatal, no había pegado ojo en toda la noche. No conseguía olvidar la conversación con Yamaguchi, ¿qué se suponía que iba a hacer? Ya conocía la respuesta pero no le gustaba. No se veía capaz de romper con su novio, no sabía de dónde iba a sacar el valor para hacerlo, pero lo que tenía claro era que debía hacerlo.
    Aquel día desayunó solo, pues era tan pronto que el comedor estaba prácticamente vacío. Misaki agradeció la soledad, en aquel momento no le apetecía nada hablar con nadie, necesitaba poner en orden sus pensamientos y saber cómo iba a dejar a Akihiko. Le dolía muchísimo pensar en ello pero no tenía más opciones.
    Salió del comedor con tan mala suerte que se cruzó con Akihiko y Hiroki, quienes debían de haber hecho ya las paces. El escritor al verle sonrió y le llamó pero Misaki agachó la cabeza y pasó por el lado de Kamijou rápidamente. Misaki escuchó, mientras se alejaba, como Akihiko continuaba llamándole pero no dio la vuelta. Llegó al baño que estaba cerca de allí y se encerró en un cubículo. No sabía cuándo había comenzado a llorar pero se tocó la cara y tenía las mejillas empapadas. A los pocos segundos escuchó que alguien llamaba a la puerta del cubículo, Misaki decidió no responder porque no se sentía en condiciones de hablar.

    - Takahashi.- Dijo la voz de Kamijou.- Sé que estás ahí, abre.

    - Está ocupado.- Dijo Misaki con un hilo de voz, sin querer mantener una conversación con su profesor.

    - ¿Va todo bien?

    - Sí, sensei.

    - ¿Entonces por qué estabas llorando?- Preguntó el profesor sorprendiendo a Misaki.- Venga, abre.

    - Es la alergia...- Mintió el castaño sin querer salir y estar cara a cara con Kamijou.

    - ¿Y por qué has ignorado a Akihiko? ¿Ha ocurrido algo?- Preguntó el mayor.- Si es así él no está enterado, le has dejado muy preocupado…

    - No, no...- Negó Misaki. Quiso añadir un “está todo bien” pero no le salió la voz.

    - Takahashi, abre.- Dijo Kamijou suspirando.- Te estoy oyendo llorar. Venga, cuéntame qué pasa.

    - ¿Está Usagi-san ahí?- Preguntó Misaki.

    - No. Está desayunando, le he dicho que iba un momento a mi dormitorio. ¿Vas a salir?- El profesor no recibió respuesta. Misaki se lo pensó un momento y finalmente abrió la puerta.- ¿Por qué lloras?

    - No es nada, sensei, ya se me pasa.- Respondió el menor sin mirarle a los ojos.

    - ¿Sabes? Akihiko es una persona muy sensible y le afectan mucho las cosas, aunque sean tonterías como lo que acaba de pasar. No puedes ignorarle sin que le duela.- Dijo Kamijou con voz calmada, como intentando no alterar al estudiante.- No te digo esto para hacerte sentir mal, sólo quiero que entiendas lo mucho que tus actos le pueden afectar. Él te adora y vive por y para ti.- El profesor calló durante unos segundos esperando que el estudiante dijera algo, pero Misaki no levantaba la cabeza.- Sé que no soy la persona más amable del mundo pero quiero que sepas que puedes contarme cualquier cosa.

    - Gracias, sensei.- Dijo Misaki en voz tan baja que, de no haber sido porque estaban tan cerca, Kamijou no le hubiera escuchado.

    - ¿Hay algo que quieras contarme?- El menor negó con la cabeza.- ¿Quieres hablarlo con Nowaki? Sé que con él tienes cierta confianza.

    - No.

    - Está bien.- Dijo Kamijou.- No quiero ser pesado así que te voy a dejar tranquilo. Te veo luego en clase, Takahashi.

    Cuando se marchó el profesor, Misaki volvió a cerrar la puerta e intentó controlar su llanto. No paraba de pensar en las palabras de Kamijou. Lo último que quería era hacer daño a Akihiko pero si no se alejaba de él saldría todavía más perjudicado. Era la única forma de que Yamaguchi no le hiciera daño a Akihiko, debía romper con él y había decidido hacerlo aquella noche.



    Hiroki entró en el comedor y se sentó al lado de su amigo, quien se llevaba una tostada a la boca con aire pensativo.

    - ¿No ibas a cambiarte la camisa?- Preguntó el escritor cuando se dio cuenta de la presencia del otro.

    - Me lo he pensado mejor, esta no me queda tan mal.

    - Estoy preocupado por Misaki.- Suspiró Akihiko.- Le pasa algo, ¿has visto como me ha ignorado? Además, creo que estaba llorando.

    - No digas chorradas, no estaba llorando.- Dijo Hiroki.- Y, sinceramente, dudo mucho que te haya ignorado. Puede que no te haya escuchado o que tuviera prisa…

    - Yo sé lo que digo, Hiroki, a Misaki le pasa…

    - Nowaki y yo vamos a romper.- Interrumpió Hiroki llamando la atención de su amigo, quien le miró muy sorprendido.

    - ¿Qué gilipollez es esa?

    - Se va dos años a EEUU.

    - ¿Y?

    - Pues que no puedo estar con alguien que vive en otro continente.- Dijo Hiroki como si fuera la cosa más obvia.

    - Por supuesto, está claro que estáis en un callejón sin salida.- Dijo Akihiko.- ¿Pero tú eres tonto? ¿Qué demonios te pasa en la cabeza?

    - ¡Oye, sin faltar!- Exclamó el castaño frunciendo el ceño.

    - ¿Es que no quieres a Nowaki?

    - Sabes que sí.

    - Si de verdad le quisieras no te quedarías de brazos cruzados viendo como se aleja de ti.- Le dijo su amigo.

    - No puedo pedirle que se quede, no puedo ser tan egoísta.- Hiroki dio un sorbo al café sintiendo que le embargaba la tristeza sólo de pensar en estar alejado de Nowaki.- Además, soy yo quien le ha animado a irse, es una gran oportunidad para él.

    - Eso lo entiendo y lo respeto, yo a Misaki también le animaría a irse.- Asintió el escritor.- ¿Pero sabes qué? Yo me iría detrás de él.

    - No digas locuras.

    - Deja tu trabajo y búscate uno allá porque te aseguro que no volverás a encontrar un novio que me caiga bien.

    - No puedo dejar este trabajo.- Murmuró Hiroki pensativo.

    - ¿Por qué no?

    - Pues…

    - No se te ocurre nada, Hiroki.- Dijo Akihiko sonriendo de lado.

    - ¿Qué les diré a mis padres?

    - ¿Cuántos años tienes? ¿12?

    - Ya sabes como son, no les hará gracia que me vaya así de repente y me harán muchas preguntas.

    - Creo que ya va siendo hora de que les digas a tus padres que no van a tener nietos.

    - Bueno, eso ya se lo diré cuando esté lejos.

    - ¿Eso es un sí?- Preguntó Akihiko.- ¿Estás dispuesto a dejarlo todo por Nowaki?

    - Sí.

    - ¿Seguro?

    - Segurísimo.


    Misaki a penas les había dirigido la palabra en toda la mañana, estaba decaído y Kane no quiso decirle nada, ya que sabía qué le pasaba. La clase de Kamijou se le estaba haciendo eterna, sólo pensaba en que se acabara esa tortura que tenía por clase para poder hablar con su profesor sobre Misaki. Sus plegarias debieron ser escuchadas pues en aquel momento sonó el timbre, sus compañeros se levantaron y salieron del aula lo más rápido que pudieron. Kane comenzó a recoger sus cosas de forma molestamente lenta bajo la atenta mirada del profesor.

    - He visto perezosos hacerlo más rápido.- Comentó el mayor.

    - Tenemos que hablar.- Dijo Kane con gesto serio.

    - ¿Por qué lo dices como si fueras a dejarme?

    - Es sobre Misaki.- Kamijou le miró sorprendido y se acercó hacia donde estaba su alumno.

    - ¿Qué le pasa? Le he visto esta mañana en el baño llorando.

    - Anoche Yamaguchi le pilló volviendo a su dormitorio.- Comenzó a explicar Kane.- Le dijo que sabía que Usami-sensei están liados y le ha amenazado.

    - ¿Qué?- Dijo Hiroki frunciendo el ceño.

    - Misaki tiene que romper todo contacto con Usami-sensei, de lo contrario el gilipollas ese se lo contará a todo el mundo.

    - Qué hijo de puta...- Murmuró el profesor con cara de enfado.- Eso lo explica todo.

    - Nosotros no sabemos qué hacer y habíamos pensado que igual a usted se le ocurría algo.

    - No os preocupéis más por el asunto, yo me encargo.- Dijo Kamijou muy decidido, haciendo que Kane sonriera para sus adentros. Hiroki tenía claro que iba a ir a hablar con Yamaguchi y que lo haría nada más terminaran las clases, no había tiempo que perder.


    Shinobu no podía creer lo que veían sus ojos. ¿Cómo se atrevía ese viejo? Aquello era lo peor que le había pasado nunca y todo era culpa de Miyagi. El rubio volvió a mirar el examen con cara de enfado, no entendía aquello, no encontraba explicación para lo que había en ese trozo de papel. La clase se terminó y sus compañeros se fueron, dejando a Shinobu a solas con Miyagi.

    - Tienes que devolverme el examen.- Dijo el profesor acercándose al pupitre del rubio, quien seguía sin apartar la vista del papel. Miyagi le tendió la mano para que le entregara la hoja pero al no ver movimiento por parte del menor, se la arrancó de las manos.- Enhorabuena, Shinobu-chin.

    - ¿Enhorabuena? ¡No te burles de mí!- Exclamó Shinobu muy enfadado.- ¡Me has puesto esa nota porque me tienes manía!

    - Shinobu-chin, ¿qué diablos estás diciendo? Tienes muy buena nota.- Miyagi le miraba sorprendido sin entenderle.

    - ¿EN QUÉ UNIVERSO UN 9’2 ES BUENA NOTA?

    - En este.- Dijo Miyagi.

    - ¡Yo siempre hago perfectos los exámenes de matemáticas!

    - Siempre hay una primera vez para todo, Shinobu-chin. Además, sigues teniendo una notaza.

    - ¡No entiendo en qué he podido fallar!

    - A ver.- Dijo Miyagi con gesto cansado observando el examen.- Mira, aquí, en el ejercicio tres. ¿Lo ves? El procedimiento esta bien, pero te has equivocado en un número al copiar la cifra, por eso no te he contado todo el ejercicio bien.

    - ¡Pero está bien!

    - No grites, Shinobu.

    - ¡Es que es injusto!

    - Shinobu, soy tu profesor, debes hablarme con respeto.- Le dijo Miyagi poniéndose serio.

    - ¿Pues sabes qué?- Dijo Shinobu con gesto cabreado.- Algún día follaremos y te pondré nota.

    - ¿Es una amenaza?- Miyagi le miró aguantándose la risa. Shinobu se ponía muy adorable cuando se enfadaba, lo cual era muy a menudo.

    - Sí, y no esperes que sea más de un 9’2.

    - Pero qué rencoroso.- Dijo el mayor sin poder evitar reír un poco, haciendo que el rubio le mirara todavía más cabreado.

    - No estoy de broma, viejo.- Shinobu se cruzó de brazos sin dejar se mirarle con enfado. Miyagi se inclinó hacia él para susurrarle a la oreja.

    - El día en que lo hagamos me pondrás matrícula de honor porque te encantará y suplicarás por más.

    - Ya te suplico...- Murmuró Shinobu para después besarle. Miyagi correspondió al beso durante unos segundos pero luego se separó recordando que estaban en un sitio público.- No te imaginas como me pones cuando me hablas así…

    - Shinobu-chin, estamos en clase.

    - Mejor, más morbo.

    - Venga, cielo, será mejor que te vayas a estudiar.- Dijo Miyagi separándose un poco para poner distancia entre ellos. Shinobu se levantó suspirando.

    - Siempre cortas el rollo.


    Misaki sabía que estaba yendo hacia la boca del lobo pero no tenía otra opción, aquel día Yamaguchi le había pedido, o mejor dicho, ordenado que fuera a su despacho después de las clases. A Misaki le temblaban las piernas del miedo, no quería estar a solas con ese hombre, después de lo ocurrido el día anterior le parecía un psicópata.
    Llamó a la puerta con la esperanza de que no hubiera nada, pero el profesor abrió rápidamente y le hizo pasar.

    - ¿Y bien? ¿Has hablado con Usami?- Dijo Yamaguchi de forma brusca.

    - No.- Respondió Misaki sin atreverse a mirarle a los ojos.

    - ¿Le has mirado?

    - No.

    - Muy bien.- Asintió Yamaguchi sonriendo.- Ahora sólo te queda decirle que le odias y que nunca le has querido, que para ti no ha significado nada. ¿Entendido?

    - Pero...- Comenzó a decir Misaki pero Yamaguchi le calló empujándole contra la pared y agarrándole de los brazos.

    - Creo que he hablado bastante claro, Takahashi. ¿Qué es exactamente lo que no has entendido?

    - Yo…yo creo que, bueno, con ignorarle ya es suficiente.- Dijo Misaki con un hilo de voz. Yamaguchi le apretó con fuerza los brazos y, sin previo aviso, intentó besarle con brusquedad pero el estudiante fue más rápido y pudo girar la cara. El profesor no se quejó y aprovechó que el cuello quedó expuesto para besarlo y morderlo. Misaki temblaba y lloraba sintiendo mucha impotencia. En aquel momento se abrió la puerta del despacho, entrando un muy cabreado Hiroki, quien al ver la escena se enfadó todavía más. El profesor de literatura apartó de un empujón a Yamaguchi, desequilibrándole y haciéndole caer al suelo.

    - ¡ASALTACUNAS!- Gritó Kamijou agarrándole del cuello de la camisa y levantándole ligeramente del suelo para luego volver a soltarle con fuerza, haciendo que se golpeara la espalda.- ¡ME DAS ASCO!

    - Es tu amigo el asaltacunas.- Dijo Yamaguchi desde el suelo.- ¿Sabías que se folla a Takahashi?

    - Dudo mucho que eso sea cierto, ¿a caso tienes pruebas, cerdo?- Dijo Kamijou con rabia.- El que sí que ha sido pillado abusando de un estudiante menor has sido tú.

    - Venga ya, es tu palabra contra la mía.

    - Yo también he sido testigo.- Dijo Nowaki quien había permanecido fuera por petición de su novio. Simplemente le había llevado por si la cosa se ponía fea.- Ya somos dos testigos y la víctima.

    - Puedo joderte la vida y estaré encantado de hacerlo.- Le dijo Hiroki apoyando su rodilla en el estómago del otro para impedir que se levantara.- Así que será mejor que dejes en paz a Takahashi, porque como me entere de que has intentado propasarte con él o con otro alumno, me aseguraré de que sea lo último que hagas. Acabaré contigo, te despedazaré y alimentaré con tus restos a Chiqui.

    - ¿Quién coño es Chiqui?- Murmuró Yamaguchi con cierto temor en su voz. Hiroki se levantó y caminó hacia Misaki, rodeándole con su brazo para dejar que llorara sobre su hombro.

    - Venga, vamos.- Dijo Nowaki. Los tres salieron dejando al otro profesor en el suelo. El menor lloraba en silencio sin atreverse a decir nada.- Misaki, ¿estás bien?

    - Ha sido sólo un susto, en un rato se me pasa.- Respondió todavía abrazado a su profesor, cosa que jamás hubiera creído posible.

    - ¿Quieres que avise a Akihiko? Se lo puedo contar yo si no te ves con fuerzas.- Propuso Hiroki mientras caminaban por los pasillos.

    - Creo que es mejor que no se entere, no quiero preocuparle.- Dijo Misaki.- Muchas gracias por defenderme, sensei.

    - No tienes que agradecerme nada.

    - Misaki, ve a acostarte un rato y ahora te subiré una tila.- Le sonrió Nowaki.

    - No te molestes, ya estoy mejor.

    - Ya verás como te sienta bien.- Insistió Nowaki. Ninguno de los tres se percató de que Akihiko iba hacia ellos y que traía mala cara al ver a Misaki llorar abrazado a Hiroki.

    - ¿Qué ocurre? ¿Qué le habéis hecho a Misaki?- Preguntó el escritor apartando a su amigo y abrazando con todas sus fuerzas a su novio.

    - Es una larga historia.- Dijo Misaki correspondiendo el abrazo.

    - ¿De verdad piensas que le haríamos algo?- Preguntó Hiroki indignado.

    - ¿Qué pasa, Misaki?

    - Te lo contaré pero prométeme que no harás ninguna tontería.- Le pidió Misaki con ojos suplicantes y Akihiko asintió preocupado. El estudiante sabía que debía contárselo, si no lo hacía a la larga lo acabaría descubriendo y sería peor, porque al final todo se sabe.


    Espero que os haya gustado ^^
    Muchas gracias por leer :)
     
    Top
    .
  10.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Que bien que Hiroki gracias a Akihiko ha decidido irse con Nowaki, cuando Nowaki lo sepa se pondrá muy contento.
    Que bien que al final Hiroki y Nowaki han pillado al bastardo de Yamaguchi y lo han amenazado para que deje tranquilo a Misaki.
    Shinobu tiene razón Miyagi es un corta rollos .
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  11.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 13 - Vacaciones de primavera


    Solamente quedaban dos días para las vacaciones de primavera y, como todos los años, Misaki planeaba pasarlas en el internado, pero esta era la primera vez que se encontraba feliz por ello. Akihiko y él habían planeado una pequeña escapada a Tokyo durante esos días de vacaciones y el más joven estaba realmente ilusionado, esa iba a ser su primera cita de verdad.

    - ¿No sentís una presión en el pecho?- Preguntó Satoru sin levantar la vista del libro. Se encontraban en la sala de estudio, sentados en una mesa al lado de la ventana.

    - Sólo cuando me miro en el espejo.- Respondió Kane.- Mi belleza me deja sin aliento.

    - En mes y medio son los exámenes, ¿sois conscientes de todo lo que está en juego?

    - Satoru, relájate que me estás poniendo nervioso.- Le dijo Misaki.

    - A ver, Sato-chan, ¿qué es lo peor que podría pasar?

    - Pues que no me admitan en la universidad que yo quiero.

    - Vale.- Asintió Kane pensativo.- Y si eso pasara, ¿seguirías con vida?

    - No, porque me tiraría al río.

    - Pero si tú nadas muy bien…

    - Creo que estás exagerando, Satoru.- Le dijo Misaki.- Te irá muy bien, estoy seguro.

    - Exacto, si hay alguien que debería estar preocupado por los exámenes ese es Misaki.- Comentó Kane haciendo que el nombrado le mirara frunciendo el ceño.- Es el que peor notas saca…

    - ¡No estoy para nada preocupado porque Usagi-san ha dicho que me ayudará a estudiar!- Exclamó Misaki ofendido, haciendo reír a Kane.

    - Sí, claro, “estudiar”. Misa-chan, qué inocente eres.- Le dijo Kane.- Usami se refería a que follaréis como conejos.

    - ¡Idiota!

    - Kane, siempre estás con lo mismo.- Dijo Satoru resoplando.- Creo que quien debería follar eres tú.

    - ¡Exacto!- Asintió Misaki.- Estás salido, Kane.

    - Si no follo es porque no quiero...- Murmuró Kane.

    - Eso es lo que te repites a ti mismo todas las mañanas cuando te levantas, ¿verdad?- Rió Satoru.

    - Tú tampoco deberías hablar mucho, aquí el único que folla es Misaki.

    - ¿Podéis dejarme a mí en paz, por favor?

    - Por cierto, ¿no tenías que ir al club de teatro?- Preguntó Satoru y Kane miró el reloj.

    - ¡Mierda! Llego tarde, espero que Kamijou no se enfade.- Dijo Kane poniéndose en pie y recogiendo sus cosas. Al salir de la sala de estudio se cruzó con Shinobu, quien entraba con cara de pocos amigos.

    - La vida me odia.- Dijo Shinobu a modo de saludo y dejándose caer en la silla que acababa de abandonar su amigo.

    - ¿Qué ocurre?- Preguntó Misaki.

    - Finalmente voy a ir a la boda de mi hermana.- Suspiró Shinobu.

    - Seguro que no es para tanto.- Le dijo Satoru.

    - Al menos he conseguido que me pongan en la misma mesa que Miyagi.

    - Me sigue pareciendo muy raro que tu hermana haya invitado a su ex-marido.- Comentó Misaki.

    - Sí, debe ser bastante violento para Miyagi-sensei.

    - Ya, es que mi hermana es una bruja sin sentimientos.- Dijo Shinobu.- Y pensar que en dos días vuelvo a casa y que ella va a estar ahí…

    - ¿Por qué no te quedas en el internado?- Preguntó Misaki.- Kane y yo vamos a estar aquí.

    - Mis padres no quieren que me quede.

    - Simplemente intenta ignorarla.- Dijo Satoru.

    - No es tan fácil, a mis padres les encanta que cenemos todos juntos como una familia feliz.- Shinobu apoyó la cabeza sobre la mesa.- Sólo le pido a la vida que no lleve a su novio a casa…

    - ¿Tan horrible es él?- Preguntó Misaki con curiosidad.

    - No es que sea horrible...es que...¡Joder, es el tío con el que le puso los cuernos a Miyagi!- Dijo Shinobu con cabreo, dando un golpe a la mesa.- Le odio. Les odio.

    - Pero Miyagi parece que lo está llevando bien, ¿no?- Dijo Misaki.

    - Claro, ahora me tiene a mí.- Respondió Shinobu inconscientemente haciendo que sus dos amigos le miraran extrañados.- Es decir, que me tiene a mí para lo que quiera y bueno...que no está solo.

    - Vaya, sí que estáis unidos.- Sonrió Misaki.

    - Sí, él siempre se ha portado muy bien conmigo.

    - Lo sabemos, te tiene muy mimado.- Comentó Satoru riendo.

    - Eso no es cierto.




    Hiroki no estaba de humor para aguantar las estupideces de sus alumnos, quienes cada día eran más tontos, o al menos eso era lo que pensaba el profesor. Llevaba un mes buscando trabajo en EEUU y hasta la fecha no había tenido suerte. Nowaki se iría a principios de julio y sentía que el tiempo se le echaba encima. Todavía no le había comentado nada acerca de irse con él, estaba esperando a encontrar un trabajo para decírselo, no quería ilusionar al menor sin tener todo asegurado.
    Odiaba tener que hacerse cargo del club de teatro, las tardes con esos muchachos se le hacían eternas y ese día no iba a ser una excepción.

    - ¡Lo siento!- Exclamó Kane entrando en el salón de actos. Hiroki miró el reloj y frunció el ceño.- Pero ya he llegado, que no cunda el pánico…

    - Llegas media hora tarde.- Comentó Hiroki sin mirarle.- Ya hemos hecho el reparto de personajes para la obra que representaremos a final de curso.

    - ¿Qué? Pero si yo no estaba...- Comenzó a quejarse Kane pero fue interrumpido.

    - Y tampoco estarás en la obra.

    - ¡Protesto!

    - Protesta todo lo que quieras.- Le dijo Hiroki.

    - Venga, Kamijou, sé que en el fondo tiene corazón…

    - Estarás entre bastidores ayudando a tus compañeros.

    - ¿De verdad que no me va a dejar participar?- Hiroki le miró con semblante serio.

    - ¿Alguna vez me has visto bromear, Uchima?

    - No, pero tenía esperanzas de que esta fuera la primera.- Dijo Kane con el ceño fruncido.- Kamijou-sensei, si no me deja ser el protagonista de la obra me pondré en huelga.

    - Por mí como si te encadenas al ciprés del jardín.

    Kane dio media vuelta enfadado y, sin decir nada más, salió decidido del salón de actos. Hiroki suspiró y se centró en dos alumnos de primero que le pedían indicaciones sobre sus papeles.

    El tiempo no pasaba para Hiroki, ya no tenía ganas ni de gritarle a sus alumnos, lo único que quería era tumbarse en la cama y no hacer nada. La tarde comenzó a mejorar cuando vio entrar a Nowaki, su novio siempre conseguía alegrarle el día.

    - ¿Qué haces aquí?- Le preguntó Hiroki cuando el menor se acercó a donde estaba él.- ¿No estabas estudiando?

    - Tenía ganas de verte.- Sonrió Nowaki haciendo sonrojar levemente al profesor, quien intentó disimular para que sus alumnos no se dieran cuenta.

    - No seas irresponsable, vete a estudiar y ya nos veremos luego.- Le dijo Hiroki aunque no quería que el menor se marchara.

    - Bueno, también he venido porque...- Comenzó a decir Nowaki algo inseguro.- He visto a Kane y está muy desanimado, dice que no le vas a dejar participar en la obra. ¿Es eso cierto, Hiro-san?

    - Ha llegado tarde al reparto de personajes.- Se limitó a decir Hiroki con el ceño fruncido.

    - Un error lo comete cualquiera, Hiro-san. Además, ya sabes lo mucho que le gusta el teatro…

    - ¿De verdad, Nowaki?- Le interrumpió Hiroki.- ¿Va a llorarte un poco y tú te pones de su parte?

    - Yo no estoy de parte de nadie, Hiro-san. Sólo pienso que deberías darle una oportunidad.- Dijo Nowaki.- Lo está pasando mal, no se siente querido en casa y el teatro es su única vía de escape.

    - ¿Eso es lo que te ha dicho?- Preguntó Hiroki.

    - Venga, Hiro-san, dale un papel aunque sea muy pequeño.- Le pidió Nowaki haciendo que el profesor dudara.

    - ¡No!- Exclamó Hiroki finalmente.- A ese le das la mano y te coge el brazo.

    - Pero…

    - Además, si acepto sólo porque tú me lo pides, acudirá a ti siempre que quiera algo.

    - Eso no es cierto, ni que fuera nuestro hijo.

    - Kamijou-sensei.- Le llamó un alumno.- Lo hemos estado hablando y no nos gusta la obra.

    - ¿Qué?- Frunció el ceño el profesor.- ¿Por qué?

    - Es muy antigua.- Dijo otro alumno.- Nos gustaría interpretar Un tranvía llamado deseo.

    - ¿En qué universo esa no es antigua?- Dijo Hiroki con cierto cabreo. Era él quien había elegido la obra y no le gustaba nada que sus alumnos cuestionaran su gusto.- Además, esa está muy vista. ¿Por qué no me decís de hacer a Shakespeare? Puestos a hacer algo que todo el mundo hace…

    - Hiro-san, iré a decirle a Kane que va a haber un nuevo reparto de personajes.- Dijo Nowaki sonriendo.

    - No, espera...- Comenzó a decir Hiroki pero Nowaki ya se había marchado.





    Akihiko llegó al internado ya entrada la noche, se había pasado toda la tarde en la editorial hablando del lanzamiento de su próximo libro. Desde que había comenzado a salir con Misaki, le habían vuelto las ganas de escribir, aunque todavía no tenía prácticamente nada escrito.
    Se dirigió a su habitación algo frustrado con la situación. Misaki ya casi nunca iba a su dormitorio porque tenía miedo de que les pillaran de nuevo y tampoco dejaba que el mayor fuera a la suya. Se veían todos los días pero ya pocas veces podían ponerse cariñosos. Por suerte para Akihiko, muy pronto serían las vacaciones de primavera y había planeado una cita romántica con Misaki.
    Entró en su dormitorio y se sorprendió al ver que había alguien sentado sobre su cama utilizando su portátil.

    - ¿Qué demonios haces aquí?

    - Nowaki está en mi habitación.- Respondió Hiroki sin mirarle.

    - ¿Y?

    - Que necesitaba comprobar si me habían contratado en algún sitio.- Dijo el castaño suspirando.- La respuesta es no.

    - Bueno, aún tienes tiempo.

    - No quiero hacerme ilusiones. ¿Qué demonios voy a hacer dos años sin Nowaki?

    - Igual deberías optar a otro tipo de trabajo.- Propuso Akihiko.

    - Pero a mí me gusta ser profesor de literatura.

    - Ya, pero también te gusta Nowaki, ¿no?- Dijo el escritor y Hiroki asintió.- Prueba a buscar trabajos de profesor de japonés. Seguro que encuentras mucho más.

    - Pero a mí no me gusta enseñar japonés.- Dijo Hiroki con una mueca.

    - ¿Quieres estar con Nowaki sí o no?

    - Sí.

    - Pues entonces trabajarás en algo que no te gusta durante dos años. Será algo temporal.

    - Tienes razón.- Asintió Hiroki y se puso a buscar ofertas de empleo mientras Akihiko se ponía el pijama.- Mira, aquí hay varios para el próximo curso.

    - ¿Lo ves?

    - Este está muy cerca de la universidad a la que va a ir Nowaki. Este sería perfecto.- Comentó Hiroki.

    - ¿Ya estás más animado?

    - Un poco. No me entusiasma la idea de dar clases de japonés, pero lo haré por Nowaki.

    - Oye, ¿cómo has entrado en mi ordenador?- Preguntó Akihiko arqueando una ceja.

    - “Misaki” no es una contraseña muy segura.- Respondió Hiroki y Akihiko resopló.

    - Por cierto, hoy me ha llamado tu madre.- Dijo Akihiko haciendo que Hiroki levantara la vista del portátil.

    - ¿Y eso?

    - Quiere que vayas a pasar las vacaciones a casa. A mí también me ha invitado pero ya le he dicho que no puedo.

    - Ni hablar, voy a quedarme con Nowaki.- Se limitó a decir Hiroki.

    - ¿Por qué no llevas a Nowaki? Estoy seguro de que él estará encantado.

    - ¿Has bebido, Akihiko?

    - Algún día tendrás que presentarle a tus padres.

    - Por supuesto, pero ese día no está cerca.

    - ¿Qué les vas a decir a tus padres si de repente te mudas a EEUU?- Preguntó el escritor.

    - Ya se me ocurrirá algo.

    - Bueno, que le he dicho a tu madre que la llamarías.

    - Pues vas a quedar de mentiroso.

    - Y tú de mal hijo.

    - Si la llamo me hará ir, así que paso.- Dijo Hiroki.

    - Muy bien, pues le diré a Nowaki que tu madre está sufriendo porque tú no quieres hablar con ella.- Dijo Akihiko cruzándose de brazos.

    - ¿Por qué coño todo el mundo recurre a Nowaki?- Hiroki le miró cabreado.

    - Porque es el único capaz de hacerte entrar en razón.

    - Está bien, mañana llamaré a mi madre, ¿contento?- Akihiko asintió.- Pero ni se te ocurra decirle algo a Nowaki.




    Habían pasado unos días desde el inicio de las vacaciones de primavera y Shinobu sentía que ya no podía más, el fratricidio le estaba empezando a parecer una buena opción. No solo tenía que soportar a su hermana, sino que el novio se pasaba prácticamente todo el día en casa. Por lo visto eso era algo habitual y su padre estaba comenzando a cogerle cariño a Keiji, cosa que enfurecía todavía más a Shinobu.
    Shinobu había comenzado a pasar los días en una biblioteca que había cerca de su casa. Se iba todas las mañanas temprano con la excusa de estudiar y no volvía hasta la hora de cenar. De esa forma sólo tenía que soportar a su hermana y a su cuñado durante las cenas.

    Aquella noche se encontraban todos cenando cuando su hermana sacó el tema de los preparativos de la boda. Shinobu se limitó a mirar su plato sin participar en la conversación, como ya era costumbre.

    - Nos ha costado mucho organizar las mesas de invitados.- Comentó Risako.

    - Sí, eso suele ser de las cosas más complicadas.- Asintió su madre sonriendo.

    - Es que había invitados que no sabíamos dónde colocar. Por ejemplo, tu ex-marido.- Dijo Keiji haciendo que Shinobu alzara la vista del plato y le mirara con odio, cosa que no percibió su nuevo cuñado.- Sinceramente sigo sin entender por qué le has invitado, pero lo que menos entiendo es por qué él ha aceptado.

    - Keiji, por favor...- Le dijo Risako mirando de reojo a su hermano.

    - Simplemente digo que me parece raro, puede que tu ex aún no haya superado vuestra ruptura.- Keiji continuó hablando pero Shinobu ya no le escuchaba. El rubio se levantó lentamente, cogió su vaso de agua y se lo tiró a la cara al novio de su hermana.

    - ¿PERO QUÉ HACES?- Exclamó Risako cogiendo una servilleta para secar a Keiji.

    - ¡Shinobu!- Le gritó su madre.

    - No es necesario que gritéis.- Dijo Shinobu tranquilamente.- Es agua, no ácido.

    - ¿QUÉ PROBLEMA TIENES CONMIGO?- Le dijo Keiji cabreado.

    - Me molesta tu existencia.- Respondió Shinobu y después se dirigió a su padre, quien le miraba con el ceño fruncido pero sin decir nada.- Me iré a pasar el resto de las vacaciones con Miyagi, no me apetece estar aquí.- Su padre asintió.

    - ¡Ni hablar!- Protestó su madre pero Shinobu ya se encontraba fuera del salón con la intención de recoger sus cosas lo antes posible e irse a casa de Miyagi.

    Media hora más tarde se encontraba en la puerta de su novio, quien le miraba extrañado.

    - ¿Qué haces aquí y por qué llevas una maleta?- Le preguntó Miyagi.

    - Le he tirado agua a la cara al novio de Risako.- Respondió Shinobu haciendo que Miyagi sonriera de lado.

    - Terrorista...- Murmuró el profesor haciéndose a un lado para dejarle pasar.

    - Les he dicho a mis padres que me quedaría contigo el resto de las vacaciones.

    - Menos mal que sólo quedan cinco días.- Comentó Miyagi encendiéndose un cigarrillo.

    - ¿Qué pasa, viejo? ¿No me quieres aquí?

    - Claro que sí, Shinobu-chin, si me sentía muy solo.

    - En esta casa hace falta un perro.- Dijo Shinobu sentándose en el sofá.

    - Ya te tengo a ti.- Miyagi se sentó a su lado y alargó el brazo para abrazarle.- Te he echado de menos, ¿sabes?

    - Normal.

    - Mocoso.

    - Yo también te he echado de menos.- Le dijo Shinobu sonriendo mientras el mayor fumaba.- Qué vicio más feo.

    - Lo sé, pero es lo que hay.

    - Podrías dejar de fumar.

    - No tengo tanta fuerza de voluntad, Shinobu-chin.

    - Venga, hazlo por mí.- Le pidió Shinobu. Miyagi suspiró y apagó el cigarrillo.

    - Prometo no fumar en tu presencia, ¿de acuerdo?

    - Entonces no pienso separarme nunca de ti. Ni siquiera para cagar.- Dijo Shinobu haciendo reír a Miyagi.

    - Creo que nuestra relación aún no ha llegado a ese nivel de confianza, so cochino.

    - ¿Y por qué nivel vamos?

    - No lo sé.- Se encogió de hombros el mayor.

    - A ver, tú me has visto desnudo y yo te he tocado el pene.- Dijo Shinobu.- Y eso ha sido todo…

    - Más que suficiente. Pero en verdad me refería a otras cosas.

    - ¿Cómo qué?

    - Pues no sé, una pareja debe tener mucha confianza, ¿no?- Dijo Miyagi.- No tener secretos y ese tipo de cosas.

    - Miyagi.- Dijo Shinobu poniéndose muy serio, asustando al mayor quien temía lo peor.- Hay algo que nunca te he dicho.

    - ¿Qué ocurre?- Dijo Miyagi con un hilo de voz.

    - No soy rubio natural.- Shinobu le miró con nerviosismo y Miyagi suspiró intentando no echarse a reír.

    - Lo suponía, cielo.




    Era la primera vez que Misaki iba al acuario. Cuando tenía siete años iba a ir de excursión con el colegio, pero aquel día se puso enfermo y su madre tuvo que llamar para avisar de que no iría. Desde entonces había querido ir y en aquel momento le hacía mucha ilusión estar allí con su pareja, quien no le había parado de mimar en todo el día. Aquella era su primera cita fuera del internado, hasta entonces sólo habían estado juntos en la habitación del mayor. Al principio Misaki había tenido dudas sobre salir juntos por la ciudad, lo último que quería era que algún conocido les pillara, pero se alegraba de haber aceptado.

    Después del acuario fueron a dar un paseo por el parque y, finalmente, Akihiko le llevó hasta su apartamento, pues quería enseñárselo. Misaki se encontraba nervioso, era la primera vez que iba a ver la casa de su novio y sentía que era un acontecimiento importante en su relación. Todos esos pensamientos se esfumaron al poner un pie dentro de la estancia y que un desagradable olor inundara sus fosas nasales.

    - Usagi-san, ¿no huele un poco raro?- Dijo Misaki intentando no poner cara de asco.

    - Sí, huele bastante fuerte.- Asintió el escritor frunciendo el ceño y mirando a su alrededor.- Debe de ser que lleva muchos meses cerrado. Voy a abrir un poco.

    - Sí, abre que se ventile.- Misaki intentó olvidarse de aquel olor y centrar toda su atención en el apartamento.- Es muy bonito, aunque hay un poco de polvo.

    - Desde enero que no venía.- Comentó Akihiko abriendo las ventanas.- Debería decirle a Tanaka que se pase de vez en cuando…

    - ¿Quién?- Preguntó curioso Misaki.

    - El mayordomo.- Respondió Akihiko como si nada, sorprendiendo al menor.- Lamento que todo esté tan sucio, simplemente quería traerte aquí para proponerte algo.

    - ¿El qué?- Preguntó Misaki.

    - Verás, he estado pensando mucho en nuestra relación y cuando el curso acabe tú…

    - ¿Eso que hay en un plato es moho?- Interrumpió Misaki. Akihiko dirigió la mirada hacia donde estaba mirando su novio.

    - Posiblemente.- Respondió el escritor.- Bueno, lo que estaba diciendo.

    - Sí, lo siento.

    - No te preocupes.- Sonrió el escritor.- El curso que viene tú ya no estarás en el internado y, sinceramente, yo tampoco planeo estarlo. Tú comenzarás la universidad y yo volveré a mi rutina de escritor. He estado pensando en nosotros y la verdad es que me gustaría que vinieras a vivir conmigo.- Misaki le miró sorprendido y Akihiko sonrió nervioso.- Te prometo que estará limpio.

    - Pero...yo...es decir, ¿cuánto pagas de alquiler?- Preguntó Misaki, aquel apartamento estaba muy por encima de sus posibilidades.- Me encantaría vivir contigo pero yo no puedo permitirme…

    - ¿Qué estás diciendo, Misaki?- Dijo Akihiko sin entender.- El piso es mío, no hay alquiler.

    - ¿QUÉ?- Dijo Misaki sorprendido.- ¿Todo esto es tuyo?

    - Claro.

    - ¿Y cuánto pagas de hipoteca?- Misaki estaba muy sorprendido. Sabía que su novio tenía dinero, pero no esperaba que pudiera permitirse ser propietario de un ático en el centro de Tokyo.

    - Nada, no hay hipoteca.- Respondió Akihiko muy extrañado. Misaki le miró con la boca abierta.

    - Pero...pero…

    - ¿Pero qué, Misaki?- Akihiko se estaba comenzando a poner muy nervioso, simplemente quería una respuesta afirmativa.

    - Vives aquí sin hipoteca y acabas de decir que tienes mayordomo...- Murmuró Misaki.- ¿Cómo de rico eres, Usagi-san?

    - ¿Qué? ¿A qué viene eso?

    - ¡Dios mío, he dado un braguetazo sin darme cuenta!- Exclamó Misaki algo agobiado.

    - Misaki, ¿te encuentras bien?

    - Sí, es solo que...tú eres tan rico y yo soy tan...normal.- Dijo el menor.- No quiero que pienses que a mí me importa tu dinero, es más, no me importa en absoluto. Yo te querría aunque fueras pobre.

    - Ya lo sé, Misaki.

    - Pero me siento tan fuera de lugar ahora mismo...- Misaki se dejó caer en el sofá.- Me siento como en Pretty woman.

    - No digas tonterías, Misaki.- Dijo Akihiko sentándose a su lado y cogiéndole la mano.- Esto no cambia nada de nuestra relación, siempre he sido rico lo que pasa es que tú eres torpe y no te habías dado cuenta.

    - He visto tu coche, créeme que me había dado cuenta.- Le dijo el menor.- Pero no sabía que eras tan rico.

    - Bueno, ¿qué me dices? ¿Vendrás a vivir conmigo?

    - ¿Cuánto me cobrarás?- Preguntó Misaki.

    - Ahora el que se siente como en Pretty woman soy yo. ¿A qué viene eso de cobrar?

    - Tendré que pagarte algo por vivir aquí, digo yo.

    - Por supuesto que no. Soy tu novio y esta es mi casa, bueno, nuestra casa si tú quieres.

    - Pero yo no puedo vivir aquí de gratis.

    - Pues yo no pienso cobrarte nada.

    - ¿Y si me encargo de las tareas domésticas?- Propuso Misaki.- Así yo no me sentiría tan mal por vivir gratis aquí.

    - Puedo contratar a alguien para que limpie.

    - ¡No derroches tu dinero!- Le gritó Misaki.

    - ¿Pero tú quieres vivir conmigo sí o no?- Preguntó Akihiko todavía nervioso.

    - Claro que sí.- Dijo Misaki y le dio un corto beso.- Pero yo me encargaré de limpiar y cocinar, ¿de acuerdo?

    - De acuerdo.- Asintió Akihiko sonriendo para luego darle un beso.



    Hiroki leyó el e-mail cinco veces para asegurarse que efectivamente le habían cogido en aquel trabajo. Querían hacer una entrevista con él vía skype pero eso no le preocupaba en absoluto, Hiroki tenía claro que el puesto ya era suyo.

    Salió del edificio principal y caminó hacia la pequeña casita en la que vivían Tadao y Nowaki, aunque el futuro médico pasaba más tiempo en su dormitorio que allí. Entró sin llamar, como ya era costumbre, y se dirigió a la cocina donde estaba su suegro preparando la comida.

    - Buenos días.

    - Hiroki, qué sorpresa.- Sonrió el hombre.- Te quedas a comer, ¿verdad?

    - No quiero molestar.

    - Tú nunca molestas, hijo. Anda, toma asiento.- Dijo el hombre señalando una silla.- Nowaki no tardará en volver.

    - ¿Dónde ha ido?

    - Tenía que hacer un trabajo para clase.

    - Cierto, me lo comentó.

    - Pero me dijo que comería en casa, así que no tardará en volver.- Dijo Tadao.- Normalmente comemos junto a los alumnos que se quedan aquí durante las vacaciones, pero hoy nos apetecía hacer algo más especial.

    - ¿Y eso?

    - Ya he llegado.- Dijo Nowaki entrando sonriente, pero su sonrisa se agrandó al ver a Hiroki allí sentado.- ¡Hiro-san!

    - Hoy comerá con nosotros.- Informó Tadao también sonriente.

    - ¿De verdad? ¡Eso es genial!- Nowaki se inclinó y le besó la mejilla.

    - Insensato, no hagas esas cosas delante de tu padre.- Dijo Hiroki avergonzado y padre e hijo rieron.

    Después de comer, Tadao se retiró a hacer sus tareas por los jardines y la pareja se quedó asolas.

    - Me alegra mucho que hayas venido a comer conmigo y con mi padre.- Sonrió Nowaki.

    - En verdad solo venía a hablar contigo pero tu padre ha insistido en que me quedara.

    - ¿Y de qué querías hablar?- Preguntó Nowaki.

    - Sobre EEUU.- Dijo Hiroki con cierto nerviosismo. Nowaki desvió la mirada, no era un tema del que le gustara hablar.- Nowaki, yo no sé si seré capaz de estar tanto tiempo alejado de ti y, además, no creo que una relación a distancia funcione.

    - ¿Vas a dejarme, Hiro-san?- Preguntó Nowaki con carita de pena.

    - Por supuesto que no. Solo digo que si estamos separados esto no va a funcionar.

    - ¡Pues entonces no me iré!- Dijo el menor decidido.

    - No digas tonterías.- Le dijo el profesor.- Debes irte y...y yo me iré contigo.

    - ¿Qué?- Nowaki le miraba sorprendido, como si hubiera dicho una locura.

    - Sólo si quieres, claro.

    - Hiro-san, claro que quiero pero es imposible…

    - He encontrado trabajo allí.- Dijo Hiroki.- Aún no es oficial pero sé que me lo van a dar, hoy me han enviado un e-mail diciendo que el puesto es prácticamente mío. Es en una academia de idiomas cerca de la universidad a la que vas a ir.

    - Hiro-san, ¿vas a dejar el internado?

    - Sí.

    - ¿Por estar conmigo?

    - Sí.- Nowaki le miró sonriendo y se abalanzó sobre él.- ¡No seas tan efusivo!

    - ¡Te quiero tanto, Hiro-san!- Exclamó Nowaki y cogió al mayor en brazos para subirle hasta su dormitorio.

    - ¿Qué crees que estás haciendo?- Preguntó Hiroki sin soltarse del menor.

    - Llevarte a mi habitación.

    - ¿Y si viene tu padre?

    - No vendrá.- Dijo Nowaki y le colocó sobre la cama cuando llegaron a su dormitorio. Hiroki miró a su alrededor.

    - Es la primera vez que estoy en tu habitación.- Comentó el profesor.

    - Lo sé.- Nowaki le dio un beso para luego separarse de él. Se puso en pie y se dirigió al escritorio, sacando una carpeta de uno de los cajones.

    - ¿Qué es eso?- Preguntó Hiroki curioso y Nowaki le tendió la carpeta sin borrar su sonrisa. Hiroki la abrió y se sorprendió al ver su letra.

    - Son todas las correcciones que me hiciste cuando me dabas clase.- Le dijo Nowaki.- Cuando me ponía triste porque no me hacías caso las leía, por alguna razón me reconfortaba ver tu letra.

    - Nowaki...- Murmuró Hiroki enternecido. Dejó a un lado la carpeta y tumbó a Nowaki sobre la cama, colocándose a horcajadas sobre él. Le besó el cuello lentamente mientras le desabrochaba el pantalón e introducía una mano por debajo de éste. Nowaki coló sus manos por debajo de la camisa del profesor para seguidamente quitársela y comenzó a acariciarle los pezones, mientras Hiroki le tocaba por encima de la ropa interior.

    - Te amo.- Le susurró Nowaki al oído.

    - Y yo a ti.- Hiroki se incorporó un poco para poder quitarle el pantalón con la ayuda del menor, quien levantó un poco las caderas. El profesor lamió su miembro por encima de la tela de los calzoncillos, mientras que con sus manos acariciaba sus piernas.

    - Por favor, Hiro-san...- Hiroki se deshizo de los calzoncillos de su pareja y comenzó a lamer el miembro de Nowaki.- Qué bien se te da...- El mayor no dijo nada, simplemente se limitó a metérselo en la boca lo máximo posible. Al cabo de poco rato, Nowaki le tocó suavemente la barbilla.- No quiero correrme aún. Desnúdate.- Hiroki se quitó la ropa que le quedaba puesta mientras que Nowaki se quitaba la camiseta que aún llevaba.- Ven aquí.- Hiroki se acercó a Nowaki, quien le puso las manos en las caderas para después llevarlas hasta sus glúteos mientras que el mayor le acariciaba el pelo y la nuca.- Eres precioso.

    - Casi tanto como tú.- Le dijo Hiroki. Se unieron en un beso apasionado sin poder quitar las manos del cuerpo del otro. Nowaki comenzó a meter un dedo en la entrada del mayor, quien abrió un poco las piernas para facilitarle la tarea. El dedo entró fácilmente y fue seguido de otros dos más, hasta que finalmente Nowaki metió su miembro. Hiroki mordía el cuello y la clavícula de su pareja mientras gemía levemente. Nowaki comenzó a acelerar y a profundizarlas embestidas haciendo gemir y retorcerse de placer a Hiroki.
    Cuando bajaron, recién duchados, se encontraron con un sonriente Tadao quienes les había preparado algo para comer.

    - Os he hecho la merienda para que repongáis energías.- Comentó el hombre sin dejar de sonreír.

    - Gracias, papá.- Dijo alegremente Nowaki, mientras Hiroki sentía que se iba a morir de la vergüenza.

    Hola ^^
    ¿Qué tal? Espero que os haya gustado el capítulo. Siento haber tardado tanto en subirlo pero estoy de exámenes y no tengo mucho tiempo. Intentaré subir el de Una familia de tres pronto.
    Muchas gracias por leer :)

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  12.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Ese Kane es todo un personaje, lo adoro.
    Que bien que Misaki se irá a vivir con Akihiko y Hiroki se va a EEUU con Nowaki.
    Esperaré con ansias la conti.
    Suerte en los exámenes.
     
    Top
    .
  13.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 14


    Misaki sentía que no podía más, se había matado a estudiar en las últimas semanas y, justo a pocos días de comenzar los exámenes, quería tirar la toalla. Iba a volverse loco si tenía que pasar una tarde más en la biblioteca. Necesitaba vacaciones y todavía faltaban diez días para ese tan ansiado viaje a Italia. Intentaba concentrarse en el libro que tenía delante, pero solamente podía pensar en Usagi-san y él paseando cogidos de la mano por las calles de Roma. Aquel pensamiento le hizo sonrojarse.

    - ¿Estás bien? Te has puesto rojo.- Le dijo Kane.

    - Normal, con el calor que hace ya...- Murmuró Satoru.- El año pasado no hacía tanto calor en junio.

    - Sí, hace calor.- Se limitó a decir Misaki.

    - Debería ser ilegal estudiar cuando hace tiempo de ir a la playa.- Dijo Kane mirando por la ventana.

    - En cuatro días comienzan los exámenes. No estoy nada preparado.- Se quejó Satoru.

    - Yo sólo quiero que acaben ya…solo diez días más y estaremos en Italia.

    - Cierto, Misaki, muy emocionante, ¿verdad?- Sonrió Kane.- Pero no es lo más emocionante que va a ocurrir esa semana.

    - Por favor, no empieces.- Le pidió Satoru con voz cansada.

    - Sí, efectivamente, en nueve días le comeré la boca a Nowaki.

    - Sólo estáis actuando, no es como si lo hiciera por gusto...- Comentó Satoru.

    - ¿Por qué quieres matarme la ilusión?

    - Lo que no entiendo es por qué aún no le has besado.- Dijo Misaki frunciendo el ceño.- ¿No ensayáis todos los días?

    - Sí, pero Kamijou no es capaz de controlar los celos.- Dijo Kane riendo.- Siempre que llega la parte del beso dice que nos la saltemos, su excusa es que así el día de la representación quedará más real.

    - Tiene sentido.- Comentó Misaki.

    - No lo tiene, lo que pasa es que no quiere que nadie toque a Nowaki.

    - ¡Ja! Como si tú tuvieras alguna posibilidad con Nowaki...- Dijo Satoru ganándose un codazo de su amigo.

    - ¿Qué tiene Kamijou que no tenga yo?

    - Estabilidad económica.- Dijo Satoru.

    - Madurez.- Dijo Misaki.

    - Estabilidad emocional.

    - Inteligencia.

    - Experiencia.

    - Trabajo fijo.

    - Con experiencia me refería a sexual.- Aclaró Satoru.

    - Cultura.

    - A Nowaki.

    - Ya lo he pillado.- Dijo Kane.- Pero yo tengo algo que Kamijou no tiene.

    - ¿El qué?- Preguntó Misaki.

    - Sentido del humor.

    - Uy sí, que tiemble Kamijou.- Rió Satoru.

    - No sé por qué estamos hablando de esto si no tienes ningún interés por Nowaki.- Comentó Misaki.

    - A ver, si me propusiera hacerlo no le diría que no…

    - Y luego te despertarías.- Kane le lanzó un libro a la cabeza a Satoru, lo que provocó que les echaran de la biblioteca aquella tarde.


    Los días pasaron y finalmente los exámenes llegaron a su fin. Misaki no podía estar más feliz, jamás le habían salido tan bien unos exámenes. No tenía ninguna duda de que le llegaría la nota para entrar en economía y todo era gracias a su novio, quien le había estado ayudando todas las noches a estudiar.

    - Nii-chan.

    - Misaki, me alegra que me hayas llamado.- Dijo Takahiro y Misaki no necesitó verle para saber que estaba sonriendo.- Manami y yo estamos contando los días para verte de nuevo.

    - Yo también tengo muchas ganas de veros, nii-chan.

    - Por cierto, ¿ya lo tienes todo listo para Italia?

    - Sí, he acabado de hacerme la maleta esta mañana. He aprovechado para llamarte porque tengo ahora un hueco y sé que durante el viaje no podre hablar mucho contigo, lo siento si no son horas por allá.

    - No te preocupes por eso, Misaki. Y dime, ¿los exámenes bien?

    - Eso creo, espero que me admitan en la universidad.

    - Seguro que sí. De todas formas, ya sabes que a Manami y a mí nos gustaría que vengas a estudiar a aquí.

    - Nii-chan, ya te dije que voy a estar bien.

    - Pero que vayas a vivir con un amigo… No sé, no me convence la idea. Me quedaría más tranquilo si decidieras vivir en una residencia de estudiantes.

    - Ya no soy un niño, sé cuidarme.

    - No puedo evitar preocuparme.- Le dijo Takahiro.- Además, nunca me habías hablado de ese amigo. Y eso de que el piso sea suyo y no te vaya a cobrar… Es todo muy extraño, Misaki, yo...

    - Nii-chan, hoy tenemos una representación de teatro y el partido de fútbol.- Le interrumpió el castaño.- Así que debería irme ya al salón de actos.

    - Claro, el famoso partido profesores-alumnos. Pásalo muy bien y ve con cuidado por Italia.

    - Sí, nii-chan.

    - No te separes del grupo, cuidado no pierdas el pasaporte y si los profesores te dicen…

    - Nii-chan, de verdad que llego tarde.

    - Hasta pronto, Misaki, haz fotos.

    - Lo haré. Adiós, nii-chan.

    - Ya estoy listo.- Dijo Shinobu saliendo del baño.

    - ¿Por qué te acabas de duchar si en unas horas vamos a jugar a fútbol?- Le preguntó Misaki con curiosidad.

    - Porque no pienso participar en eso, es estúpido.- Respondió el rubio y en ese momento llamaron a la puerta.

    - ¿Vamos? Kane se enfadará si llegamos tarde.- Dijo Satoru después de abrir la puerta.

    - Sí, es su momento de gloria.- Comentó Shinobu riendo.

    - Seguro que está nervioso porque va a besar a Nowaki.- Dijo Misaki.

    - Quien debe de estar histérico es Kamijou.- Dijo Satoru.



    Hiroki frunció el ceño, se habían complicado las cosas a media hora de que empezara la representación. Sabía que la culpa no era de Nowaki, pero aun así no podía evitar mosquearse con él. Se dirigió frunciendo el ceño hacia el salón de actos, donde ya se encontraban todos los participantes en la obra ya caracterizados. Uchima, quien interpretaba a la protagonista, estaba acabando de maquillarse pero al verle dejó todo lo que estaba haciendo y caminó hacia él.

    - ¿Y Nowaki?- Le preguntó Uchima más serio de lo habitual.- Llega tarde.

    - Sí...- Murmuró Hiroki y miró hacia su alrededor.- ¡Venid todos, tenemos que hablar!- Sus alumnos le miraron con curiosidad y se acercaron.- Ha habido un cambio de última hora. Nowaki ha tenido que ir a hablar con un profesor de la universidad y no va a poder venir a…

    - ¿QUÉ?- Exclamó Kane.

    - No va a poder venir a tiempo.- Terminó de decir Hiroki mirándole mal.- No podemos suspender la obra a estas alturas, así que alguien debe interpretar al protagonista.

    - ¿Quién?- Preguntó un niño de segundo.- Nowaki ya era el sustituto…

    - Esta obra está gafada.- Comentó un alumno de último curso.- Es peor que Macbeth.

    - ¡No digas Macbeth en un teatro!- Le gritó otro alumno.

    - Ahora tú has dicho Macbeth.

    - Además, esto no es un teatro.

    - ¿Por qué? Ya no nos puede ir peor.- Comentó el de último curso.

    - ¡Callad!- Gritó Kane.- ¿No os dais cuenta de la gravedad de la situación? Nowaki debe venir.

    - Pues no va a poder.- Dijo Hiroki suspirando.

    - ¿Entonces quién le va a sustituir? Ya todos tenemos papel…

    - Yo le sustituiré. Me sé el texto.- Dijo Hiroki haciendo que Kane le mirara asustado.

    - ¡Usted no!

    - ¿ALGUNA QUEJA?- Le gritó Kamijou ya harto.

    - ¡Muchas!

    - ¡Pues te las callas!- Le dijo el profesor enfadado.- Voy a cambiarme, os quiero a todos listos en diez minutos. ¿Entendido?

    - Sí, sensei.

    No estaba yendo tan mal después de todo, ya casi era el final de la obra y fue justo en ese momento cuando Hiroki se dio cuenta de una cosa; tenía que besar al idiota de Uchima. Estaban entre bastidores, les iba a tocar salir cuando aquella escena llegara a su fin. Uchima estaba muy callado, tanto que Hiroki se estaba empezando a preocupar.

    - Kamijou.- Dijo Kane en voz baja rompiendo aquel silencio.

    - ¿Qué?

    - Será mi primer beso.- Hiroki se giró a mirarle sorprendido.

    - Vaya, es mucha responsabilidad...- Murmuró el profesor.

    - Esto es una mierda.- Suspiró Kane.- Debía ser con Nowaki, no con usted.

    - ¿Disculpa?- Hiroki le miró con cierto enfado pero intentando controlarse para no armar escándalo.

    - Nowaki siempre ha sido mi amor platónico y me parecía bonito que mi primer beso fuera con él, pero ha tenido que llegar usted y fastidiarlo todo.

    - ¿Te crees que yo tengo ganas de besar a un mocoso como tú?

    - Pues sí, que para algo le van más jóvenes.

    - Eres un imbécil, Uchima.

    - Estoy seguro de que usted lo tenía todo planeado, nunca ha querido que Nowaki y yo nos besáramos porque sabía que pondría su relación en peligro.

    - Hay veces que no sé si te crees lo que dices...- Murmuró Hiroki.

    - Todo me sale mal.- Dijo Kane tapándose la cara con las manos.- Con las ganas que tenía de besar a Nowaki…

    - ¿Eres consciente de que estás hablando de mi novio?

    - Creo que ya nos toca.- Dijo Kane nervioso.- Se habrá puesto cacao en los labios, ¿no?

    - Anda, cállate ya.

    - Una última pregunta.

    - ¿Qué?- Preguntó Hiroki con tono cansado.

    - ¿Con lengua o sin lengua?- El profesor le miró con ganas de asesinarle, pero consiguió controlar sus instintos asesinos.

    - Sin, obviamente. No te preocupes, será solo un roce.- Le dijo Hiroki intentando tranquilizarle.- Será como besar a tu abuela.

    - Yo no beso a mi abuela en los labios. Además, mi abuela no tiene pene.

    - ¿A qué viene eso?

    - A que usted sí que tiene pene.

    - ¿Y eso te molesta?

    - No, más bien al contrario.

    - ¿Cómo que al contrario? Dios, estás fatal.- Kane no pudo responderle porque tuvieron que salir al escenario.


    La tarde fue avanzando y llegó el momento del partido de fútbol, ya era una tradición del internado que se llevaba a cabo desde hacía poco más de una década. Misaki se encontraba en el vestuario acabando de ponerse la ropa de deporte, los demás ya se encontraban en el campo jugando, a él no le tocaba hasta el segundo tiempo. Se asustó al notar dos manos sobre su cintura y dio un pequeño brinco, pero se relajó al escuchar la suave risa de su novio.

    - ¿Te he asustado?

    - Claro que no.- Respondió Misaki y Akihiko comenzó a besarle el cuello.

    - Mentiroso.

    - Usagi-san, puede entrar alguien…

    - Me da igual.

    - Pues a mí no.- Dijo Misaki dando media vuelta para quedar cara a cara con el escritor.- Hoy he hablado con mi hermano. No le hace mucha gracia que viva contigo.

    - ¿Te ha vuelto a decir lo de estudiar en Nueva York?

    - Sí.- Asintió el menor.- Y le he vuelto a decir que no. Si él supiera lo feliz que soy contigo no insistiría tanto…

    - ¿Vas a contárselo?

    - Algún día, todavía no estoy preparado.- Dijo Misaki.- Pero voy a hablarle de ti a mi nee-chan este verano. Al fin y al cabo ya sabe que tengo novio.

    - Te voy a echar mucho de menos este verano.- Akihiko apartó sus manos suavemente de la cintura del muchacho y las posó en su culo, haciendo reír al menor.- Debería ir contigo.

    - No digas tonterías.- Le dijo Misaki rodeando el cuello del mayor con sus brazos.

    - Puedo quedarme en el hotel más cercano a la casa de tu hermano.

    - ¿Durante los casi dos meses que voy a estar?

    - Claro.

    - Es una locura, Usagi-san.

    - No puedo estar tanto tiempo alejado de ti.- Dijo Akihiko para después besarle. Aquel momento fue interrumpido por el flash de una cámara. La pareja se sobresaltó y se separaron rápidamente. Misaki sintió sudor frío recorrer su espalda al ver que se trataba de Yamaguchi.

    - Al director le encantará ver esto.- El profesor de inglés salió del vestuario y Akihiko quiso seguirlo, pero Misaki le sostuvo mientras lloraba.

    - Ya es tarde, sólo conseguirás empeorar las cosas.- Dijo el menor y Akihiko le miró apenado.

    - Hey, zorras.- Dijo Kane entrando en el vestuario.- Por hoy ya he cumplido, te toca salir a jugar, Misaki. ¿Qué ocurre? ¿Por qué lloras?

    - Yamaguchi nos ha hecho una foto a Usagi-san y a mí. Va a enseñársela al director.- Consiguió decir Misaki entre hipidos. Kane asintió y salió de allí decidido.
    Akihiko no sabía qué hacer, quería ir a partirle la cara a ese desgraciado pero no se sentía capaz de dejar a Misaki allí llorando. Suspiró frustrado mientras rodeaba al castaño con sus brazos.


    A Hiroki todo eso le parecía una pérdida de tiempo pero, ya que le tocaba participar, se había propuesto ganar a esos niñatos que tenía por alumnos. Se encontraban en mitad del partido cuando Yamaguchi atravesó el césped sin importarle que allí se estuviera jugando a fútbol. Hiroki estuvo tentado a darle un balonazo en la cara pero se contuvo, le quedaban pocas semanas trabajando en el internado y no iba a permitir que se quedaran con una mala imagen de él.

    Hiroki se sorprendió todavía más al ver a Kane con cara de cabreado correr hacia donde estaba Yamaguchi. Hiroki al verlo no pudo evitar recordar aquel beso que se habían tenido que dar aquella tarde, aquel trabajo no estaba lo suficientemente bien pagado para todas las cosas que tenía que aguantar.

    Todo pasó muy rápido, Hiroki lo vio todo de cerca pero aún así no sabría explicar cómo ocurrió. Los profesores habían marcado gol justo en el momento en que Yamaguchi se había tirado al suelo rabiando de dolor. Hiroki había visto a Kane acercarse mucho al profesor, estaba convencido de que él era el culpable de que Yamaguchi estuviera en el suelo gritando. Lo que más llamó la atención de Hiroki fue que Kane pisoteó disimuladamente el móvil del profesor.

    Cuando el revuelo de aquel gol pasó, todos se dieron cuenta de lo ocurrido y fueron a atender a Yamaguchi. La ambulancia no tardó mucho en llegar, al parecer se le había roto el peroné.
    El director se acercó a hablar con Hiroki poco después de que se marchara la ambulancia.

    - Esto es un inconveniente.- Comentó el director.- Os marcháis para Italia en menos de veinticuatro horas y ahora uno de los tres profesores encargados está de baja.

    - Los chicos están muy ilusionados con el viaje.- Dijo Hiroki.

    - Lo sé, no podemos cancelarlo.- Suspiró el director.- Pero no puede ir ningún otro profesor con vosotros, no hay tiempo para organizarlo todo. Sería un lío para encontrar a alguien que sustituyera a ese profesor durante los trece días que estaréis fuera.

    - Creo que Akihiko y yo podremos apañarnos con los chicos.

    - Lo dudo, son casi treinta.- Negó el hombre.- ¿De dónde vamos a sacar a una persona de confianza, responsable y que esté disponible? Es imposible.

    - ¡Hiro-san!- Sonrió Nowaki llegando hacia donde estaban ellos.- Había sido un error, sí que tengo aprobada la asignatura. ¡Ya estoy oficialmente de vacaciones!

    - Nowaki, ¿tienes el pasaporte en regla?- Le preguntó el director con gesto serio. Hiroki lo comprendió al instante y tuvo que controlarse para no sonreír como un idiota.

    - Sí, ¿por qué?

    - Haz la maleta, te vas mañana a Italia.- Dijo el director.- Voy a mi despacho a cambiar el nombre del billete, a ver si me deja.

    - ¿Qué ocurre, Hiro-san?

    - Kane le ha roto el peroné a Yamaguchi, así que te vienes a Italia conmigo.

    Muchas gracias por leer! El próximo capítulo será más largo.
    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  14.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Jajajaja ese Kane tuvo que besar a Hiroki y no a su amor platónico Nowaki, a Hiroki le vino bien, así no tuvo que presenciar que Nowaki besara a otro con lo celoso que es.
    Bastardo de Yamaguchi pero Kane le dio un poco de su merecido, le tenía que haber hecho más.
    Gracias a Kane ahora pasarán el viaje a Italia juntos Hiroki y Nowaki.
    Será un viaje muy romántico para Akihiko y Misaki y para Hiroki y Nowaki, solo falta a Miyagi para que Shinobu pueda intentar llevárselo a la cama puede ser que en el viaje Miyagi se deje llevar.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  15.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 15


    Un autobús les había llevado hasta el aeropuerto desde el internado. Hiroki estaba que se caía de sueño, por lo que intentaba ignorar las tonterías de sus alumnos. Ya no era sólo el haber tenido que madrugar tanto, sino que Nowaki prácticamente no le había dejado dormir, y no en el buen sentido. Nowaki estaba tan emocionado con el viaje que no había parado de hacerle preguntas en toda la noche.

    - Hiro-san, ¿quieres que te compre un café?

    - Quiero dormir.- Respondió Hiroki cansado.

    - No seas quejica.- Le dijo Akihiko.- En nada embarcaremos y tendrás muchas horas por delante para poder dormir.

    - Kamijou, ¿me dará tiempo a ir al baño antes de subir al avión?- Le preguntó Kane acercándose a donde estaban los tres responsables del grupo.

    - ¿Cuántos años tienes?¿Seis?- Le dijo Hiroki frunciendo el ceño.- Vuelve con tus amigos que no te quiero oír hasta llegar a Roma.

    - Hiro-san, no seas malo, él no tiene la culpa de que hayas pasado mala noche.- Sonrió Nowaki.

    - En eso tienes toda la razón, me pregunto quién habrá sido el culpable.

    - Qué mal te sienta viajar, Hiroki.

    - Kamijou-sensei con jet lag debe de dar mucho miedo.

    - Uchima, ¿por qué sigues aquí?

    - Ya han abierto la puerta.- Anunció Misaki acercándose al grupo.

    - ¿Qué le pasa a ese?- Hiroki señaló a Satoru, quien iba medio dormido y apoyándose completamente en Misaki.

    - Le da miedo volar y se ha tomado una pastilla, pero creo que se la ha tomado demasiado pronto.- Respondió Misaki.

    - Venga, todos a embarcar.- Dijo Akihiko a los alumnos.- Nowaki, recuento.

    - Los acabo de contar. Estamos todos.

    Entraron en el avión y fue entonces cuando Hiroki se arrepintió completamente de haberse ofrecido voluntario para el viaje. Sus alumnos estaban armando un gran revuelo a la hora de ocupar sus asientos y Hiroki no estaba de ánimos.

    - Haced algo que como no se callen me lío a hostias.

    - Hiro-san.- Dijo Nowaki muy sorprendido.

    - Te aseguro que después de este viaje no querrás volver a ir a ningún sitio con tu novio.- Le dijo Akihiko para luego dirigirse a sus alumnos.- ¡Chicos, tenemos para nosotros las primeras ocho filas y dos asientos en la novena!

    - A ver, no somos los únicos en el avión, intentad no alzar las voces.- Les dijo Nowaki.

    - ¿Cómo lo hacemos para sentarnos?- Akihiko puso cara de estar pensando y Hiroki, quien le conocía muy bien, presentía qué iba a decir.- Nowaki y tú os podéis sentar juntos y yo me sentaré con un alumno al azar. Vamos a ver.- El escritor hizo como que miraba a su al rededor para acabar posando su mirada en Misaki, quien estaba sospechosamente cerca.- Misaki, lo siento, pero te ha tocado.

    - De acuerdo, Usami-sensei.- Sonrió Misaki andando hacia él.

    - ¿Eso ha sido al azar?- Murmuró Hiroki.

    - ¿Eh? ¿Y yo me quedo con el drogado?- Dijo Kane señalando a Satoru, quien ya se había sentado en el asiento y se encontraba medio dormido.- Que son casi quince horas de vuelo…

    - No te preocupes, se le pasarán antes los efectos de las pastillas.- Le dijo Nowaki.- ¿Nosotros dónde nos sentamos, Hiro-san?

    - En los dos asientos que sobren.

    - Aquí aún no se ha sentado nadie.- Dijo Kane refiriéndose a los dos asientos que estaban detrás del suyo y del de Satoru.

    - Demasiado cerca de ti.- Le dijo Hiroki.

    - Creo que son los únicos que quedan.- Comentó Nowaki.

    - Espera que ahora hago que dos alumnos se muevan.- Dijo Hiroki decidido pero su novio le paró.

    - Venga, sentémonos ya.- Le sonrió Nowaki y ambos ocuparon aquellos asientos. Ya estaban despegando cuando Kane se giró para hablarles.

    - No sé por qué pero siempre que me subo a un avión me vienen a la cabeza flashazos del episodio piloto de Lost.- El alumno se sorprendió al ver a su profesor reír suavemente.

    - Estoy tan cansado que hasta tus idioteces me hacen gracia.

    Un par de filas más hacia atrás se encontraban sentados Misaki y Akihiko hablando de todo lo que iban a hacer esos días.

    - Quiero comprarle algún souvenir a mi sobrino.

    - ¿Para qué? No va a saber qué es.

    - Pero es mi sobrino y quiero llevarle algo.- Dijo Misaki.

    - Ya, pero tiene como cinco meses, ¿no?

    - Tiene año y medio, Usagi-san.

    - No veo diferencia.- Dijo Akihiko y se inclinó para susurrarle al oído.- ¿No te excita la idea de follar en otro continente?

    - Imbécil.- Dijo un Misaki sonrojado.

    Aterrizaron en Roma pasado el mediodía. Un autobús que habían contratado les recogió en el aeropuerto para llevarlos al hotel. Hiroki, quien ya se encontraba descansado porque se había pasado prácticamente todo el vuelo durmiendo, cogió el micrófono del autobús para hablarles a los alumnos.

    - Ahora iremos al hotel y os daremos un par de horitas para que descanséis, os aseéis o hagáis lo que queráis, pero a las cinco os quiero a todos en la recepción del hotel.- Explicó el profesor.- Todas las habitaciones son de tres personas, así que os quiero ya organizados en grupos de tres cuando lleguemos al hotel. ¿Alguna pregunta?- Kane fue el único en levantar la mano.

    - ¿Saldremos hoy de fiesta?

    - No.

    - ¿Y mañana?

    - Tampoco.

    - ¿Y pasado?

    - Esto es un viaje cultural y de momento emborracharse no se considera cultura.- Dijo Hiroki.

    - ¿Cómo que no? En algunas personas es todo un arte.- Dijo Kane y otro alumnos alzó la mano.

    - Hoy no porque estamos muy cansados, pero sí que estaría bien salir alguna noche.

    - Saldremos alguna noche a dar un paseo y tomar un helado.

    - Kamijou, no somos octogenarios.- Dijo Kane y los demás alumnos asintieron dándole la razón.

    - Hiroki, podríamos dejar que salgan alguna noche.- Le dijo Akihiko en voz baja.- Nosotros iremos con ellos y volveremos antes de las dos al hotel.

    - ¿Quieres llevar a treinta adolescentes hormonales a una discoteca?

    - Hiro-san, son buenos chicos, no harán ninguna locura.- Sonrió Nowaki consiguiendo convencerlo.

    - Saldremos una noche por Roma.- Dijo Hiroki volviendo a hablarle al micro.- Pero no quiero ninguna tontería, ¿entendido?

    - Sí.- Dijeron los alumnos al unísono.

    Llegaron al hotel e hicieron el reparto de las habitaciones. Los tres adultos dormirían juntos en la misma habitación. Akihiko ya estaba pensando una solución para poder dormir con su querido Misaki.
    Cuando dieron las cinco, todos se reunieron y salieron a dar un paseo por la ciudad. Como no habían contratado guía para aquella tarde, Nowaki les iba guiando con el móvil. Todo iba bien hasta que llegaron a la Fontana di Trevi.

    - Venga, chicos, ya habéis hecho suficientes fotos.- Dijo Hiroki.- Tenemos que ir moviéndonos ya. ¿Por dónde es ahora, Nowaki?

    - No lo tengo muy claro.- Respondió sin apartar la vista de la pantalla.- La flechita no para de cambiar de dirección.

    - Pero si has mirado el recorrido en el hotel y has dicho que estaba todo muy claro.

    - En ese momento estaba todo muy claro, Hiro-san, pero ahora ya no lo está.

    - ¿Nos hemos perdido?- Preguntó Kane.

    - Claro que no.- Le respondió Hiroki.- ¿No ves la fuente?

    - ¿Entonces a dónde vamos ahora?

    - Al panteón.- Dijo Nowaki.

    - ¿Dónde demonios está Akihiko?- Dijo Hiroki buscándole con la mirada entre toda la multitud.

    - Está con Misaki haciéndose fotos.- Respondió Satoru provocando que el profesor rodara los ojos.

    - Kamijou, no te preocupes que voy a preguntar por dónde es.- Dijo Kane.- Voy a preguntarle a ese que viene por ahí, que no me importaría que me empotrara. Excuse me, darling.

    - A veces me da un poco de vergüenza ajena.- Comentó Satoru cuando Kane se alejó un poco para hablar con aquel chico.

    - Normal.

    - Jo, simplemente me ha indicado cómo ir.- Se quejó Kane cuando volvió a donde estaban ellos.- Yo esperaba que se enamorara de mí y vivir un romance italiano, pero mi vida es así, una serie de constantes decepciones. Un buen ejemplo de eso fue cuando creía que iba a besar a Nowaki y le acabé besando a usted.

    - Ya he lanzado una moneda a la fuente pero te juro que como no cierres la boca te tiro al agua.- Le dijo Hiroki y en aquel momento se acercaron Akihiko y Misaki.- ¿Ya os habéis cansado de haceros fotos?

    - Bueno, habrá que ir moviendo, ¿no?- Dijo el escritor.- No podemos estar aquí todo el día.

    - Hablando del beso.- Dijo Kane.- Tengo una propuesta para usted y Nowaki.

    - Pues te la guardas.

    - Yo tengo curiosidad, Hiro-san.

    - Es innegable que entre Nowaki y yo siempre ha habido cierta tensión sexual.- Comenzó a decir Kane haciendo que el nombrado riera y que Hiroki le mirara con odio.- Y, bueno, el beso de ayer estuvo bastante bien…

    - Kane, cállate que te la estás jugando.- Le dijo Misaki.

    - ...y es por eso que me gustaría hacer un trío con vosotros dos. No es necesario que me respondáis ahora, podéis pensarlo.

    - Podrá no caerte bien, Hiroki, pero no podrás negar que los tiene cuadrados.- Le dijo Akihiko riendo.

    - Reza para que no quede ningún león en el coliseo, porque te echaría encantado a la arena, so salido.- Le dijo el profesor de literatura.- Y como te acerques a Nowaki te dejo aquí en Italia.

    - Mis padres no se percatarían.- Dijo Kane encogiéndose de hombros.

    - Bueno, tranquilidad, que Kane sólo bromeaba.- Dijo Nowaki con una sonrisa nerviosa.- ¿Te ha dicho por dónde tenemos que ir?

    - Sí, me ha dicho que es por ahí.- Respondió Kane señalando una calle.

    - ¡Venga, chicos, nos vamos!- Gritó Akihiko llamando la atención del grupo.


    Después de cenar se retiraron todos a las habitaciones, pues estaban muy cansados. Nowaki le propuso a Hiroki aprovechar que los estudiantes estaban tranquilos para ir a dar un paseo por la ciudad. Al principio Hiroki se opuso, pues no quería dejar sin vigilancia a sus alumnos pero finalmente no pudo decirle que no a Nowaki.

    - Akihiko.- Le llamó Hiroki.- ¿Te importa quedarte al mando? Nowaki y yo queremos ir a dar una vuelta. Será rápida, lo prometo.

    - Claro, sin problema. No te preocupes que yo iré patrullando los pasillos.- Dijo el escritor.- Pasadlo bien y tardad todo lo que queráis.

    - ¡Muchas gracias!- Sonrió Nowaki entusiasmado.- Eres muy amable.

    - Sí, demasiado...- Dijo Hiroki frunciendo el ceño.- ¿Qué tramas, Akihiko?

    - Nada, sólo quiero que disfrutes del viaje con tu pareja. ¿Es eso tan raro?

    - Pues sí.

    - Venga, Hiro-san, salgamos.- Nowaki le cogió la mano y le guió hasta la puerta.- ¡Hasta luego!

    - Adiós, chicos.- Dijo Akihiko sonriendo. Esperó cinco minutos y después salió en busca de su Misaki. Llamó a su habitación y su amado le abrió la puerta.- Ven conmigo.- No dejó que dijera nada, simplemente le agarró de la mano y tiró suavemente de él hasta llevarle a su habitación. Le tumbó en la cama más separada, que era la suya, y comenzó a desnudarle con ansia.

    - Usagi-san, si viene Kamijou…

    - No vendrá. Nowaki y él han salido.- Se limitó a responder mientras besaba su torso ya al descubierto. Misaki quiso volver a manifestar su preocupación pero decidió callarse al notar la mano de su novio acariciar su miembro.
    Sin apenas darse cuenta, ya estaban completamente desnudos y tocando el cuerpo del otro. Misaki le besaba y le mordía el cuello mientras Akihiko le introducía poco a poco sus dedos.

    - ¿Cómo te apetece hoy?- Le susurró el escritor al oído, para seguidamente lamerlo, haciendo que se estremeciera.- ¿Suave o brusco?

    - Brusco, muy brusco.- Respondió Misaki con un hilo de voz, dejándose llevar por el momento.

    - ¿En qué posición quieres que te folle, amor mío?- Misaki llevó sus manos al pelo de su novio.

    - A cuatro patas.

    - Dime que quieres que te folle a cuatro patas.

    - Usagi-san, quiero que me folles a cuatro patas.- Misaki se ruborizó un poco al pronunciar esas palabras pero sabía que la vergüenza iba a valer la pena. Akihiko sacó sus dedos de la entrada del menor y le giró suavemente. Misaki se colocó apoyando todo su peso en las palmas de sus manos y en sus rodillas y Akihiko se posicionó de rodillas detrás de él. Poco a poco metió la punta y, cuando vio que entraba sin problemas, dio una fuerte estocada haciendo gemir a Misaki. Akihiko comenzó a moverse de forma rápida y brusca, arrancando gemidos de la garganta del castaño. Misaki sentía que el placer le desbordaba, los brazos y las piernas le comenzaron a temblar haciendo que le resultara difícil mantenerse en esa posición. Finalmente no pudo más y los brazos le cedieron, pero no cayó completamente sobre la cama pues Akihiko le agarró fuertemente de la cintura, manteniendo aquella posición.

    Cuando acabaron se dieron una ducha rápida y, aunque Misaki no estaba muy convencido, se metieron en la cama del escritor. Akihiko apagó todas las luces quedando completamente a oscuras. Se quedaron abrazados y, cuando ya les faltaba nada para quedarse dormidos, la puerta se abrió y entraron Nowaki y Hiroki de forma sigilosa, pues creían que el escritor estaba dormido.
    Ambos se acostaron en las dos camas que habían juntado nada más llegar al hotel. No pasaron muchos minutos cuando Akihiko escuchó las respiraciones acompasadas de los otros dos.

    - Hiroki, si me respondes te doy un millón de yenes.- Dijo Akihiko en un susurro. Nadie respondió, simplemente Misaki se movió un poco inquieto.- Tranquilo, tiene el sueño muy profundo.

    - Creo que debería irme.- Susurró Misaki.

    - Quiero dormir contigo, no te vayas.- Dijo el escritor para luego besarle suavemente. Comenzaron a besarse intentando moverse lo menos posible para que no sonaran los muelles de la cama. Akihiko metió una mano por debajo de la ropa interior de Misaki, quien le agarró para pararle.

    - No estamos solos.- Le dijo Misaki al oído.

    - Eso es lo que lo hace más divertido.- Akihiko comenzó a masturbar al menor y a besarle para acallar sus gemidos, con la esperanza de no despertar a su amigo porque eso acabaría con toda la diversión.

    Una especie de jadeos despertaron a Nowaki. Al principio pensó que estaba soñando, pero aquellos sonidos comenzaron a repetirse con más frecuentas. Los jadeos fueron acompañados de susurros y de una especie de ruido que Nowaki pudo identificar al instante; alguien estaba follando en aquella habitación.
    Nowaki, por instinto, llevó a una mano a la cintura de Hiroki para comprobar que seguía ahí. Efectivamente, su novio estaba durmiendo a su lado. No tuvo que darle muchas vueltas al asunto para llegar a la conclusión de que Akihiko había metido a Misaki en la habitación. Nowaki se sentía muy violento ante aquella situación, por lo que decidió hacerse el dormido.

    - Dios, Usagi-san.- Se escuchó gemir la voz del estudiante.- Ahí, ahí, justo ahí.

    Nowaki se sorprendió al notar que se estaba excitando con aquella escena. Tenía el miembro completamente duro y se moría de ganas de tocar a su Hiro-san, pero sabía que si le despertaba se enfadaría con su amigo y no harían nada.
    Se seguían escuchando los gemidos de Misaki, cada vez más intensos, cosa que no estaba haciendo más llevadero el problema de Nowaki. El estudiante de medicina se llevó una mano al pene e intentó masturbarse, pero desistió cuando Hiroki cambió de posición. El profesor se abrazó a él y su pierna comenzó a rozar el miembro del menor. Quiso apartar suavemente a Hiroki, pero solo consiguió que tocara más esa zona tan sensible. Notaba el aliento de Hiroki chocar contra su cuello, aquel simple gesto estaba volviendo a Nowaki loco.

    - Ya, ya, ya.- Dijo Misaki fracasando en el intento de controlar el volumen de su voz. Akihiko le tapó la boca con su mano y el menor se corrió. El escritor dio un par de embestidas más y acabó dentro del estudiante.

    - ¿Lo ves? Ni se han enterado.- Murmuró Akihiko y poco tiempo después se durmieron sin saber que Nowaki no podría conciliar el sueño en toda la noche después de haber sido testigo de su pasión.


    - ¡BAKAHIKO, MERECES IR A PRISIÓN!- Akihiko abrió los ojos para encontrarse cara a cara con el rostro enfadado de su amigo. Misaki también estaba despierto, pero ante tal situación no se atrevía a decir nada.

    - Hiro-san.- Dijo un muy nervioso Nowaki.- Creo que deberíamos bajar a desayunar y dejar que se arreglen.

    - ¡No tienes vergüenza, degenerado!- Siguió gritando Hiroki ignorando a su novio.- ¡Esto es un escándalo! ¿Cómo te atreves a traer aquí al pobre niño? ¡Vas a acabar traumatizándolo!

    - Venga, Hiro-san.

    - ¿De qué te quejas? Si no te enteraste de nada.- Le soltó el escritor.

    - ¡ESTA NOCHE AQUÍ SE DUERME CON LA LUZ ENCENDIDA!

    - Ni que fuéramos niños.- Murmuró Akihiko.

    - ¡Tu novio lo es!

    Aquel ambiente de tensión continuó durante toda la mañana. Era tan obvio el enfado de Hiroki que ni Kane se atrevió a dirigirle la palabra. Aquella mañana se cansaron bastante, fueron a ver el foro romano y el coliseo. Más tarde pararon a comer y, sin dejarles ningún rato libre, les llevaron a ver el Vaticano.

    Misaki estaba agotado, aquella noche había dormido muy poco debido a ciertas actividades nocturnas y, encima, habían tenido un día muy cansado. No le apetecía nadar salir de fiesta por la noche, lo único que quería era llegar al hotel para echarse a dormir.

    - Kamijou-sensei, ¿los que estemos muy cansados podemos quedarnos en el hotel?- Le preguntó Misaki cuando ya iban de vuelta en el autobús.

    - No pienso dejaros solos.

    - No te preocupes, yo me quedo con ellos.- Se ofreció Akihiko.

    - ¡Tú no!- Le gritó Hiroki cabreado.- Se quedará Nowaki.

    - ¿Eh? Yo quería ir contigo, Hiro-san.- Le dijo Nowaki en voz baja.

    - Lo siento, pero tú te quedarás en el hotel y Akihiko y yo saldremos con quienes quieran ir de fiesta.

    Al final sólo diez estudiantes decidieron salir. Hiroki les llevó a una discoteca no muy lejos de allí y les dijo que a la una y media estuvieran en la puerta.

    - ¿Hasta cuándo te va a durar el enfado?

    - Akihiko, no tengo ganas de hablar.

    - ¿Entonces qué hacemos? ¿Nos miramos las caras hasta que sea hora de volver al hotel?

    - Eres increíble, no eres capaz de ver el peligro.- Le dijo Hiroki.

    - No le hacemos daño a nadie.

    - Akihiko, si alguien lo descubre os meteréis en un buen lío. ¿Tanto te cuesta ser discreto? Además, dejarás de ser su profesor en menos de quince días. Si cuando él se gradúe queréis seguir juntos, os prometo que tendréis todo mi apoyo pero durante estos últimos días…

    - Vamos a seguir juntos, Hiroki. En septiembre se mudará a mi apartamento.- Hiroki le miró sorprendido.- Y este verano me voy con él a Nueva York.

    - Vaya, sabía que te había pegado fuerte con el crío pero no me imaginaba que tanto...- Murmuró Hiroki.- Akihiko, de verdad que me alegro por ti. Sé que lo has pasado muy mal y me encanta verte tan feliz, pero tienes que ser sensato. El mes acabará muy pronto y ya no serás profesor del internado, podrás empezar una nueva vida con Misaki, ya que por lo visto eso es lo que quieres.

    - Ya sé que queda muy poco tiempo, pero no soy capaz de estar alejado de él ni un segundo.- Le dijo el escritor seriamente.- Le amo.

    - No lo hagas por ti, hazlo por él. ¿Te has parado a pensar qué le ocurriría a él si todo se descubre?

    - Hiroki, llevamos juntos desde principio de curso y no ha pasado nada. Todo está bien, ¿de acuerdo?

    - Yamaguchi…

    - Kane ha enviado al hospital a Yamaguchi.- Le interrumpió Akihiko.- Está todo controlado.

    - No te confíes, Akihiko.

    - Bueno, cuéntame, ¿cómo van las cosas con Nowaki?- Cambió de tema el escritor.

    - Las cosas van muy bien. Ya casi lo tenemos todo listo para irnos a EEUU. Tenemos ya un par de apartamentos mirados, sólo nos falta decidirnos
    por uno.

    - ¿Y ya se lo has dicho a tus padres?

    - He pensado que les mandaré una postal cuando esté allá.

    - Cobarde.- Dijo Akihiko y ambos rieron.

    - Iré a decírselo cuando volvamos porque tenemos los billetes para agosto y quiero que mis padres tengan tiempo para procesarlo.

    - Te voy a echar de menos.- Le dijo el escritor rodeándole con los brazos con mucha fuerza.

    - ¡Akihiko, no te pongas sensiblero!

    - Kamijou.- Dijo una voz a sus espaldas.- ¿Qué hacen abrazados? ¿Tienen una aventura?

    - Kane, ¿te lo estás pasando bien?- Le preguntó Akihiko mientras soltaba a su amigo.

    - Ya lo creo, me he liado con un italiano. Se llama Valentino y me muero por probar su pepino.

    - Dios.- Se limitó a decir Hiroki mientras Akihiko reía.

    - En verdad necesito un favor.- Dijo Kane.- Kamijou, ¿tiene un condón?

    - Muy bien, nos volvemos ya al hotel.- Dijo Hiroki.

    - No, venga, que van a desvirgarme.

    - Uchima, no conoces al Leonardo ese de nada. No tengas prisa, ya llegará tu momento.- Le dijo Hiroki dándole una palmadita en el hombro.

    - Ha dicho Valentino.

    - Mi momento ya ha llegado y lo voy a hacer sí o sí.

    - Iré a comprarte condones.- Dijo Akihiko.

    - Debes de estar de broma.- Le dijo Hiroki.- ¿Vas a ponérselo en bandeja a tu alumno menor de edad?

    - Tengo dieciocho.

    - Dice que lo va a hacer sí o sí, yo prefiero que use protección.- Se encogió de hombros Akihiko.

    - Pues no la va a necesitar porque se va a quedar a mi lado hasta que volvamos al hotel.- Hiroki cogió a Kane del brazo impidiendo que se moviera.

    - ¡Kamijou!- Se quejó el estudiante.- ¡No quieres que folle con Valentino y tampoco quieres que hagamos un trío con Nowaki! ¡Me tienes frustrado sexualmente!

    - Hiroki, deja que el chaval se lo pase bien.

    - El chaval es responsabilidad nuestra y no se va a ir con Raphael.

    - Valentino.

    - Por favor, Kamijou, que ya me empieza a pesar la virginidad…

    - ¡Pero si aún eres muy joven!

    - Lo dice el que la perdió a los quince.- Comentó el escritor riendo.

    - ¡Akihiko!

    - ¿Es eso cierto, sensei?- Dijo Kane.- Cada vez le admiro más.

    - Sí, sí, con su profesor de kendo.

    - Akihiko, a Uchima no le interesa mi vida sexual.

    - En verdad me interesa un montón.- Dijo Kane.- ¿Cómo era ese profesor?

    - Un hombre casado.- Respondió Akihiko.

    - ¿Sabes qué? Que haz lo que quieras, Uchima.- Dijo Hiroki soltándole el brazo.- Lárgate ya de aquí con el dichoso Michelangelo.

    - Valentino.

    - Ahora que se estaba poniendo interesante la conversación…

    - ¡Fuera!- Le gritó el profesor y Kane volvió a entrar en la discoteca.

    - Al final se ha ido sin condones.- Dijo Akihiko.

    - No los va a necesitar.

    - ¿Por qué lo dices?

    - Porque no hará nada.- Dijo Hiroki.- No quiere hacerlo, está acojonado, es por eso que ha venido aquí con nosotros, sabía que yo intentaría pararle.

    - ¿Apostamos?

    - No vamos a hacer apuestas sobre la vida sexual de un alumno.

    - Gallina.

    - Venga, apostemos.- Dijo Hiroki.- Yo digo que no se acuesta con Donatello.

    - Valentino.

    - Con ese tampoco.

    Llegaron al hotel pasada la una y media y se dirigieron directamente a las habitaciones. Akihiko le pagó lo apostado a Hiroki ya que Kane finalmente no había hecho nada con el italiano. Nowaki se encontraba en la habitación viendo la tele, esperando a que los otros dos llegaran.

    - ¿Cómo ha ido?- Preguntó Nowaki cuando entraron.

    - Bien, han sabido comportarse.- Respondió Hiroki y comenzó a desnudarse para ponerse el pijama.- Pero estoy agotado.

    - Por aquí también ha estado todo muy tranquilo.- Comentó Nowaki.- He estado jugando a las cartas con algunos estudiantes, pero la mayoría han ido pronto a dormir.

    - ¿Y Misaki?- Preguntó Akihiko, quien ya se había puesto el pijama y estaba metiéndose en la cama.

    - Ha sido el primero en irse a la habitación.

    - El pobre estaba muy cansado.

    - Igual si le hubieras dejado dormir por la noche...- Dijo Hiroki.

    - No me arrepiento.

    - ¿Les has dicho que a las ocho y media tienen que estar listos?- Le preguntó a Nowaki.

    - Sí, Hiro-san, a las ocho y media en la recepción.

    A la mañana siguiente madrugaron para poder seguir haciendo turismo y por la tarde visitaron las catacumbas. Aquella iba a ser la última noche que pasarían en Roma y no tenían pensado acostarse tarde ya que al día siguiente debían madrugar para ir a visitar Pompeya.

    El día pasó sin ningún tipo de percance, cosa que Hiroki agradeció profundamente. Al ver que sus alumnos estaban bastante calmados, decidió aprovechar y salir a dar un paseo con Nowaki después de cenar.
    Caminaron cogidos de la mano por las calles de Roma y Nowaki era incapaz de no parar cada dos pasos para besarle. Hiroki estaba encantado por como estaba acabando aquel maravilloso día. Por fin estaba empezando a disfrutar de aquel viaje. Pero todo no iba a ir tan bien, el móvil de Hiroki sonó interrumpiendo aquel beso que empezaba a subirse de tono.

    - Creo que es del hotel.- Murmuró Hiroki al ver el número que aparecía en la pantalla.- ¿Si?

    - Buenas noches, le llamo del hotel. Algunos huéspedes se han quejado por el ruido que están haciendo sus alumnos. Le recuerdo que muchos son menores de edad y no puede dejarles solos.

    - Sí, lo sé. ¿Se lo ha comentado a mi compañero? De todas formas ya vamos de camino al hotel.

    - Su compañero se marchó con un alumno hace casi una hora.

    - ¿Qué? Le mato.

    - Y creo que debería saber que otro alumno también ha decidido salir.

    - Mierda. Por casualidad, ¿el alumno en cuestión era uno con el pelo largo?

    - Sí, por los hombros.

    - De acuerdo, lamento mucho las molestias. Cogeremos un taxi y en unos minutos estamos ahí. Adiós.- Hiroki colgó notando como el cabreo iba en aumento.

    - ¿Qué ocurre, Hiro-san?

    - Que esos mocosos no saben comportarse y mucha gente ha ido a quejarse a recepción, Akihiko se ha largado a hacer a saber qué con Misaki y Uchima ha salido del hotel.- Explicó Hiroki.- Para un taxi que yo llamaré a Akihiko.

    Nada más llegar al hotel, Nowaki se disculpó con la recepcionista mientras Hiroki les echaba la bronca de sus vidas a sus alumnos. Akihiko llegó junto con Misaki pocos minutos después.

    - Takahashi, ¿alguna idea de dónde puede estar tu amigo?- Le preguntó Hiroki.

    - No, no me ha dicho nada.- Negó Misaki.- Le he llamado varias veces cuando Usagi-san me lo ha dicho pero no me lo coge. No sé dónde puede estar.

    - Sigue llamándole hasta que te lo coja.

    - Ayer conoció a un chico, yo creo que debe de estar con él.- Dijo Misaki.- Porque dudo mucho que haya decidido salir solo.

    - Hiro-san, ¿qué hacemos? ¿Llamamos a la policía?

    - A la morgue, porque cuando venga le pienso matar.

    - Iré a dar una vuelta por la zona, puede que no se haya alejado mucho.- Dijo Akihiko y salió del hotel.

    - No responde.- Suspiró Misaki.- Voy a enviarle mensajes.

    - Hiro-san, si no aparece…

    - Aparecerá.- Dijo Hiroki de manera tajante.- La policía no hará nada hasta pasadas las veinticuatro horas, nos toca esperar.

    Akihiko volvió veinte minutos después. Se sentaron en los sofás que había en la entrada del hotel sin saber muy bien qué hacer. Una hora más tarde se escuchó el motor de una moto y entró por la puerta del hotel Kane. Al verle, Hiroki se puso de pie de un salto, dispuesto a pegarle, por suerte Nowaki le agarró por la cintura y consiguió pararle. Fue Misaki quien se acercó a él gritándole.

    - ¿ES QUE ERES IMBÉCIL? ¿TIENES IDEA DE LO PREOCUPADOS QUE ESTÁBAMOS?

    - Misa-chan, tranquilo, no es para tanto.

    - ¡Que no es para tanto! ¡TE HE LLAMADO QUINCE VECES Y TE HE DEJADO MÁS DE TREINTA MENSAJES!

    - Lo siento, creía que volvería antes.

    - ¿DÓNDE DEMONIOS ESTABAS?- Le preguntó Misaki de mala manera.

    - Con Valentino.- Respondió Kane y sonrió de lado.- Lo hemos hecho.

    - ¿De verdad?- Preguntó Misaki, a quien se le había pasado el enfado de golpe.- ¿Y qué tal?

    - Ha sido una pasada.- Respondió Kane. Hiroki intentó zafarse de Nowaki pero éste no le soltaba.- Me ha traído con su moto. He ido en moto por Roma, Misa-chan. Me he sentido como Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma.

    - Uy, sí, lleváis vidas paralelas.- Dijo Hiroki cabreado.- ¡Nowaki, suéltame!

    - No que le pegas.

    - ¡Que no le pego!- Gritó Hiroki.- Sólo quiero llamar al director para asegurarme de que este payaso mañana mismo vuelve a Japón.

    - Kamijou, está usted exagerando. Ha sido una locura de juventud.- Dijo Kane.- Debería entenderme ya que usted también fue un poco zorra de joven.

    - ¡AHORA SÍ QUE LE PEGO!

    - Pero no se ofenda que era un cumplido.- Dijo Kane mientras Hiroki forcejeaba con Nowaki.- Me encantó la historia del profesor de kendo.

    - ¿Qué profesor de kendo?- Quiso saber Nowaki.

    - Con el que perdió la virginidad a los quince, estaba casado. Fue un drama impresionante.- Le dijo Akihiko.

    - ¡TODOS A LA PUTA CAMA, NO QUIERO SABER NADA DE VOSOTROS HASTA QUE LLEGUEMOS A FLORENCIA!

    - Kamijou, que esa es nuestra última parada.

    - ¡Por eso mismo!- Gritó Hiroki y se soltó de Nowaki, quien le siguió hacia la habitación.

    - Hiro-san, ¿es buen momento para hablar del profesor de kendo ese?

    - ¡No!

    El resto del viaje Hiroki se lo pasó enfadado. Estuvieron tres noches en Nápoles, durante las cuales Hiroki, Nowaki y Akihiko se turnaban para hacer guardia en el pasillo y que ningún estudiante saliera de la habitación. Nowaki y Akihiko se estaban empezando a cansar de la situación pero sabían que Hiroki estaba muy cabreado y era mejor dejar que pasara un poco el tiempo.
    Kane intentaba hablar con el profesor, pero Hiroki simplemente le ignoraba, hacía como si no existiera. En un principio quería mandarle a Japón de inmediato pero Akihiko le había convencido para que no lo hiciera.
    Pasaron una noche en Siena y tres más en Florencia. Finalmente el día en que volvían a Japón llegó, cosa que Hiroki había deseado desde aquella última noche en Roma. Ya se encontraban en el aeropuerto e iban a embarcar en breve. Hiroki iba pensando en todo lo que tenía que hacer al llegar al internado cuando comenzó a sonar su teléfono.

    - ¿Si?

    - Buenas tardes, le llamo de la universidad M. en relación a la beca que pidió.

    - ¿La beca? La pedí hace más de cuatro años…

    - Bueno, pues se la ofrecemos ahora. Si sigue interesado deberá pasarse el lunes.

    - Sí, sí, por supuesto.

    - Muy bien. Empezaría en septiembre como profesor adjunto. Ya le informaremos el lunes de todos los detalles, incluido el del proyecto.

    - De acuerdo, muchas gracias.

    - Que tenga un buen día.

    Hiroki estaba eufórico, siempre había soñado con ser profesor de universidad. Había solicitado aquella beca con la esperanza de dar clases de literatura y por fin había llegado su momento. Tardó unos segundos en procesar lo que eso significaba. Si aceptaba el trabajo no podría irse con Nowaki a EEUU. Observó a Nowaki a lo lejos comprar un par de revistas en una de las tiendas del aeropuerto y suspiró. Debía tomar una decisión que no iba a ser para nada fácil; el trabajo con el que siempre había soñado o el amor de su vida.

    Hola ^^
    ¿Qué tal? Capítulo larguito, espero que os haya gustado.
    Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
758 replies since 12/3/2019, 17:31   17642 views
  Share  
.