Una familia de tres (Nowaki X Hiroki)

Hiroki conoce al hijo de su vecino, que tiene seis años, sin saber lo mucho que les va a cambiar la vida a Nowaki y a él.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,598

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Masuyo ya está empezando a entrar en la edad del pavo y de los enamoramientos Hiroki y Nowaki no darán abasto y tendrán más de un dolor de cabeza.
    No veo la hora de leer cuando esto comience.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  2.     +2   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 12 - Amistades

    Hiroki se encontraba muy cansado. Había sido un día muy largo en la universidad, muchos alumnos habían ido a quejarse por las notas del último examen y eso le había puesto de muy mala leche. No mejoraba su humor el saber que a Nowaki le tocaba guardia por la noche y tendría que dormir solo en su cama. Odiaba dormir solo.

    Ya era de noche, en invierno anochecía demasiado pronto para su gusto. Miró el reloj, llegaría a casa antes de que Nowaki se marchara a trabajar. Sonrió al pensar en que vería a su pareja.

    Iba caminando cuando escuchó voces y risas. Se trataba de un grupo de adolescentes que estaban de pie junto a dos motos. Debían de ser seis o siete y eran los únicos que se encontraban en aquella calle desierta. Hiroki frunció el ceño pensando que aquellos jóvenes deberían estar estudiando en vez de perder el tiempo de aquella forma en la calle, por suerte su hijo sí que sabía como aprovechar el tiempo y en aquellos momentos estaría ya acabando su clase de inglés en la academia que tanto dinero les costaba. Nada más pensar eso, escuchó una risa conocida que le hizo posar los ojos en aquel grupo. Masuyo se encontraba hablando tranquilamente con aquellos adolescentes pero lo que más le llamó la atención fue lo que tenía su hijo entre los dedos y que se estaba llevando a la boca. Observó como Masuyo daba una calada al cigarrillo y sintió como la ira inundaba todo su ser. Sin pararse a pensar en cuál sería la mejor manera de llevar aquella situación, caminó decidido hacia el grupo de jóvenes con la intención de sacar arrastras a su hijo de ahí.

    A Masuyo se le fue el color de la cara al ver que su padre, con gesto mucho más cabreado de lo normal, iba hacia él sin apenas pestañear. Tiró el cigarrillo al suelo rápidamente con la esperanza de que el profesor no se hubiera llegó hasta él, le agarró con fuerza del brazo y tiró para que comenzara a caminar. Uno de sus amigos intentó pararle pero Masuyo le hizo un gesto dándole a entender que le conocía.

    - Kamijou, ¿es ese tu viejo?- Preguntó uno de ellos pero no obtuvo respuesta.

    - Te recordaremos como un héroe, Kamijou.- Dijo otro y los demás rieron.
    Hiroki siguió tirando de él hasta llegar a su casa, que estaba a pocas calles de allí. Masuyo no decía nada, ni siquiera se atrevía a mirar a su padre, caminaba con la cabeza agachada.

    Entraron en el apartamento y Hiroki le soltó. Masuyo se quedó quieto y sin levantar la vista del suelo, esperando que su padre dijera algo. Al escuchar la puerta de la entrada, Nowaki salió con una sonrisa a recibir a Hiroki.

    - ¡Hiro-san!- Dijo y paró en seco al ver a su hijo.- ¿Masu-chan, qué haces aquí tan pronto?

    - Masuyo, a tu habitación.- Dijo Hiroki de manera autoritaria y el menor, sin mirarles, obedeció.

    - Pero...- Comenzó a decir el médico sin entender nada.

    - Estará un mes castigado.- Se limitó a decir el profesor y Nowaki le miró con los ojos como platos.

    - ¿Un mes? ¡Hiro-san, eso es demasiado!- Protestó el pediatra como si aquel castigo fuera para él.

    - Mañana cuando vuelvas de trabajar hablaremos de Masuyo.

    - ¿Pero qué ha hecho?

    - Llegarás tarde a trabajar.- Dijo Hiroki y se dirigió al sofá. Se quedó mirando a la nada con gesto cansado hasta que la voz de Nowaki le sacó de sus pensamientos.

    - Tsumori hará mi turno y mañana trabajaré el doble.

    - ¿Qué?- Dijo Hiroki extrañado.- ¿Por qué?

    - Porque no puedo irme estando tú así y Masu-chan...

    - Ni me lo nombres.- Murmuró Hiroki lanzando una mirada a la puerta de la habitación de su hijo.

    - ¿Lo ves? Si voy preocupado no conseguiré hacer bien mi trabajo.

    - Tu hijo hoy no ha ido a la academia.- Comenzó a decir Hiroki con el ceño fruncido.- Ha preferido quedarse con unos jóvenes en la calle. Cuando le he visto estaba fumando junto a esos delincuentes juveniles.

    - ¿Fumando? ¿Masu-chan?- Nowaki le miró extrañado como si aquello fuera imposible.

    - Sí. Me preocupa mucho, Nowaki.

    - Bueno, tiene quince años y los adolescentes hacen ese tipo de cosas.

    - No le hemos educado para que se salte clases para irse a fumar con esa gente.- Dijo Hiroki.- Esos chicos son una mala influencia, estoy seguro de ello y como siga juntándose con ellos nos lo acabarán echando a perder.

    - No es para tanto.- Negó el médico.- Está en edad de experimentar, tal vez solo estaba probando y...

    - ¿Experimentar? No me vale eso.

    - ¿Por qué no dejamos que se explique?- Propuso Nowaki con voz calmada.- Encerrándole en su habitación no ganamos nada, más bien al contrario.

    - No quiero que vuelva a ver a esos chicos.- Dijo el profesor decidido.

    - No podemos prohibirle ver a sus amigos, Hiro-san.

    - ¡Somos sus padres!- Exclamó Hiroki.

    - Pero no sus dueños.

    - ¡Pero deberá entender que lo que decimos es lo mejor para él!

    - ¡Hiro-san, es casi un adulto y debemos dejar que tome sus propias decisiones!

    - ¡Está muy lejos de ser un adulto!- Exclamó Hiroki poniéndose en pie.- ¡Y hoy me lo ha demostrado!

    - ¡Ha cometido un error!

    - ¿POR QUÉ SIEMPRE TE PONES DE SU PARTE?

    - ¡No lo hago!

    - ¡Sí que lo haces!- Le dijo el profesor enfadado.- ¡Y siempre me toca a mí ser el malo!

    - ¡Eso no es cierto, Hiro-san!

    - ¡Pero ya estoy harto de serlo!- Dijo Hiroki caminando hacia la puerta, antes de salir de la casa se giró para mirar a Nowaki seriamente.- A partir de ahora se hará lo que tú digas, yo ya estoy cansado.

    - Hiro-san, espera...- El profesor cerró la puerta antes de que su pareja terminara aquella frase. Estuvo caminando un par de horas por el barrio sin parar de pensar en su hijo. Lo último que quería era tener que ponerse serio con el muchacho pero debía asegurarse de que su hijo no se iba por el mal camino y lo que había visto aquella tarde no le había gustado nada. No le gustaba ser una persona prejuiciosa pero las pintas de aquellos chavales no le inspiraban nada de confianza y no estaba dispuesto a que su hijo tuviera ese tipo de amistades.

    Se puso a llover de repente y decidió que ya era hora de volver a casa y arreglar las cosas con Nowaki. Al pasar por delante de su edificio se quedó mirando la ventana de la habitación de su hijo. Tenía la luz encendida y él se encontraba con la cabeza apoyada en su escritorio, cubriéndose la cara. Se quedó de pie bajo la lluvia observando a Masuyo. Amaba a su hijo, le quería incluso más que a Nowaki, si eso era posible, y en aquel momento se sintió mal por no ser capaz de entenderse con él. Recordó el día en que lo encontró hecho un ovillo en la puerta de su casa y no pudo evitar que se le escapara una lágrima. Jamás pensó que algo así le pasaría, nunca había entrado en sus planes ser padre y se sentía inmensamente agradecido de que Masuyo se hubiera cruzado en su camino.

    Su hijo levantó la cabeza y Hiroki se escondió detrás de una columna para que no le viera. Observó como su hijo se ponía en pie y se acercaba más a la ventana. Pegó su frente en el cristal mirando fijamente un punto exacto. Se sorprendió al ver que abría la ventana ya que estaban en pleno invierno y la lluvia iba a más, de hecho Hiroki ya estaba completamente empapado pero no le importaba. .

    Frunció el ceño al ver que Masuyo sacaba medio cuerpo por la ventana y, ayudándose de unas repisas, conseguió bajar hasta la calle. Hiroki supo inmediatamente que no era la primera vez que su hijo hacía eso, ¿cuántas veces se habría escapado sin que se enterara? Aquel pensamiento le aterraba.

    Hiroki decidió no decir nada de momento, quería ver a dónde iba Masuyo. Sintió que su cuerpo se relajó cuando su hijo llegó hasta un callejón y se agachó a coger algo. Era una bola de pelo que temblaba sin cesar, se trataba de un cachorro. El joven atrajo al perro hacia su pecho y le arropó acariciándole.

    Hiroki se acercó poco a poco hacia su hijo, quien se disponía a volver por donde había venido. Dudó un momento en si decirle algo o no, pero le preocupaba que se resbalara trepando.

    - Entra por la puerta, es peligroso subir por ahí.- Masuyo paró en seco al escuchar la voz de su padre. Se giró y miró con gesto asustado a Hiroki, instintivamente atrajo más hacia él al cachorro.

    - Papi...yo...está temblando, tiene mucho frío.- Balbuceó con nerviosismo. Hiroki asintió.

    - Será mejor que entremos los tres o nos resfriaremos.- Dijo el profesor con voz calmada. Aunque era solo una planta, subieron en ascensor. Hiroki notaba a su hijo tenso y entendía perfectamente el porqué, aquel no había sido un gran día para ninguno de los dos. Hiroki suspiró llamando la atención del menor, quien todavía le miraba temeroso.- Nos va a tocar quedárnoslo. Cuando lo vea tu padre se va a enamorar del perro.

    - ¿A ti no te importa?- Preguntó Masuyo con un hilo de voz y se abrieron las puertas del ascensor.

    - Mientras no me muerda los libros...

    Se cruzaron con Nowaki quien iba cargado de un paraguas.

    - ¡Hiro-san, iba a buscarte!- El médico miró sorprendido a su hijo.- ¡Masu-chan! ¿Cómo has salido?

    - Yo...- Comenzó a decir el adolescente pero entonces Nowaki reparó en que su hijo llevaba algo en brazos.

    - ¡Qué monada!- Sonrió Nowaki.- Venga, os prepararé un baño y secaremos bien a nuestro nuevo amiguito.

    Entraron en la vivienda y Nowaki fue directo al baño para llenar la bañera y coger una toalla. Salió poco tiempo después y secó con la toalla al cachorro, quien le lamió la mano en agradecimiento.

    - Encenderé la calefacción del suelo para que este pequeñín no pase frío.- Dijo Nowaki.

    - Masuyo, báñate tú primero que debes de estar helado.- Le dijo Hiroki.

    - ¿Por qué no os bañáis juntos?- Propuso Nowaki sorprendiendo a los otros dos.

    - Nowaki, Masuyo ya tiene quince años y estoy seguro de que no quiere...

    - Por mí bien.- Interrumpió el joven.- Así será más rápido.

    - ¿De verdad?- Preguntó Hiroki sorprendido.

    - Qué envidia, ahora yo también quiero bañarme.- Dijo el médico mientras se sentaba en el suelo con el perro en brazos y enrollado en una toalla.
    Ambos se metieron en el baño y se desnudaron sin hacer ningún tipo de contacto visual, pues la situación ya era lo suficientemente incómoda. Se metieron en la bañera y se quedaron callados un buen rato.

    - Papi.- Le llamó su hijo rompiendo el silencio.- Lo siento mucho.- Hiroki no dijo nada, aquel había sido un día horrible y no tenía ganas de seguir discutiendo. Al ver que su padre no contestaba, Masuyo siguió hablando.- No me he saltado clase, la profesora está enferma y recuperaremos las clases perdidas la semana que viene.

    - De acuerdo.- Se limitó a decir Hiroki.

    - No suelo fumar, te lo juro pero...

    - Tu padre dice que ya eres mayor.- Le interrumpió Hiroki.- Si quieres fumar es asunto tuyo.

    - Papi, de verdad que no fumo.- Dijo Masuyo y en ese momento entró Nowaki en el baño.

    - ¿Cómo van mis chicos? ¿Ya estáis más calentitos?- Preguntó Nowaki sentándose en un taburete.

    - Sí, estábamos helados.- Respondió Hiroki y Nowaki le sonrió. Se sentía mal por haberle gritado antes, a veces sentía que no merecía a su pareja.- Nowaki, perdóname por lo de antes. He tenido un mal día y lo he pagado contigo.

    - Hiro-san, no te preocupes por eso.- El médico se levantó y se acercó a la bañera para darle un suave beso en los labios a Hiroki.- Te amo.

    - Yo también te amo.

    - Iros a un hotel.- Murmuró Masuyo con una sonrisa de lado. Nowaki le miró seriamente haciendo que se le borrara la sonrisa.

    - No estás en condiciones de hacerte el gracioso.

    - Dice que le habían cancelado la clase.- Dijo Hiroki.

    - ¿Y lo del tabaco? - Preguntó Nowaki mirando a su hijo.

    - Lo siento, pero os juro que de normal no fumo.

    - ¿Entonces por qué estabas fumando?- Le preguntó el médico y Masuyo agachó la cabeza. Hiroki decidió no intervenir por el momento, dejaría que Nowaki gestionara la situación, ya que consideraba que él lo único que conseguiría sería acabar gritando a su hijo.- Masuyo, te he hecho una pregunta.

    - Porque quería caerles bien a esos chicos...- Respondió finalmente el joven.

    - Masuyo...- Dijo Nowaki suspirando.- No debes cambiar quien eres para intentar agradar a los demás.

    - Ya lo sé pero...me he enamorado de uno de ellos.- Masuyo se puso completamente rojo al decir aquello.- Solo quiero que se fije en mí.

    - Cielo...- Murmuró Hiroki acariciándole el pelo suavemente.

    - No consigo gustarle y ya no sé qué hacer.- Confesó Masuyo frustrado.- ¿Es por mi altura? ¿O porque no soy guapo?

    - ¡No vuelvas a decir eso!- Le dijo Hiroki.- ¡Eres precioso!

    - Masu-chan, sé que te acompleja tu altura pero te aseguro que eso cambiará pronto.

    - Pero mis amigos ya tienen novia o al menos ya han besado a alguien y yo...yo todavía nada.- Dijo Masuyo para después sumergirse un poco en el agua.

    - Yo no di mi primer beso hasta los diecisiete y eso que yo era muy alto.- Le dijo Nowaki sonriendo.- No tengas prisa y ya verás como esas cosas surgen solas.

    - Papá tiene razón, cielo.

    - Voy a morir virgen.- Murmuró Masuyo sumergiéndose todavía más. Hiroki miró a su hijo sorprendido y Nowaki soltó una carcajada.

    - No digas tonterías.- Rió Nowaki.- Ya encontrarás a alguien.

    - Y no tengas ninguna prisa, el sexo no es para tanto.- Le dijo Hiroki y Nowaki miró a su pareja dolido.

    - Hiro-san, si no estás satisfecho...

    - No lo decía por ti.- Le dijo el profesor.- Lo he dicho para que Masu-chan no tenga ganas de hacerlo.

    - Entonces, ¿estás satisfecho sexualmente conmigo?

    - Creía que la situación no podía ponerse más incómoda pero me equivocaba.- Dijo Masuyo levantándose para salir de la bañera. Nowaki le tendió una toalla y el joven se secó con ella rápidamente y después se la ató a la cintura.

    - Yo también voy a salir.- Hiroki se puso en pie y extendió una mano para que Nowaki le pasara una toalla. El médico cogió una toalla del cesto pero no se la entregó.- Nowaki...

    - Hiro-san, es que me encanta verte desnudo.- Comentó el médico sonriendo.

    - ¡Idiota!

    - Yo os dejo solos antes de que me creéis algún trauma.- Dijo el joven y salió rápidamente del baño.

    - Has avergonzado a Masu-chan.- Le dijo Hiroki con cierto tono de reproche.

    - Lo superará. Deja que te seque.- Nowaki se acercó a él y comenzó a secarle las piernas lentamente.

    - Nowaki, no es un buen momento para eso.- Le susurró el profesor.- Todavía no hemos cenado y Masuyo está despierto.

    - Bueno, pero luego no te me escapas.- Le guiñó un ojo Nowaki y continuó secándole pero esta vez de manera más rápida. Un par de minutos después salieron del baño encontrándose con Masuyo ya vestido y tumbado en el suelo junto al cachorrito.

    - Deberíamos darle algo de comer.- Dijo Masuyo.- Seguro que está hambriento.

    - Voy a darle un poco de leche.- Dijo Nowaki yendo hacia el frigorífico. Hiroki se metió en el dormitorio para cambiarse y cuando salió se puso a preparar la cena mientras su pareja y su hijo adoraban a aquel perro. Preparó algo rápido ya que se había hecho muy tarde y a los diez minutos comenzaron a cenar.

    - ¿Entonces mañana tendrás doble turno?

    - Sí, Hiro-san.- Asintió el médico.- Me iré a mediodía y volveré a las seis del día siguiente. No pongas mala cara, Hiro-san.

    - Es que vas a estar muchas horas fuera y cuando vuelvas estarás cansado como siempre que...- Comenzó a quejarse Hiroki pero se calló al notar que algo le tocaba el pie. Se asomó y vio al cachorrito rascándole el pie con la patita.

    - Papi, creo que le gustas.- Comentó Masuyo sonriendo.

    - Es imposible que Hiro-san no guste.- Dijo Nowaki observando como el perro intentaba llamar la atención del profesor.- Ahora que ya sois amigos nos lo tendremos que quedar, ¿no?

    - Un perro es una gran responsabilidad.- Dijo Hiroki aunque supo desde el momento en que su hijo recogió al perrito, que iban a quedarse a aquella criatura.- Y los veterinarios son muy caros.

    - Yo me haré cargo de todo, Hiro-san, y nos podemos permitir perfectamente llevarlo al veterinario.

    - Pues entonces habrá que ponerle nombre.- Dijo Hiroki y Nowaki le abrazó sonriendo, haciendo que el cachorro se asustara por los movimientos bruscos.

    - Creo que es hembra.- Dijo Masuyo llevándose la comida a la boca. Nowaki se agachó para coger al cachorro y se puso a observarlo.

    - ¡Nowaki, no le mires tan fijamente sus partes!- Exclamó Hiroki haciendo reír a su hijo.

    - Es que quería comprobar que era hembra y efectivamente lo es.

    - Pero eso con un simple vistazo lo ves.

    - ¿Qué os parece Amaya? Como la encontré en la lluvia...- Propuso Masuyo.

    - Me gusta Amaya.- Dijo Hiroki mirando a la perrita que estaba en brazos de Nowaki.

    - Bienvenida a la familia, Amaya.- Sonrió Nowaki y le dio un beso en la cabeza.

    - No esperes besarme después de haber besado a la perra.

    - ¡Qué cruel, Hiro-san!- Dijo Nowaki y se quedó un momento pensativo.- Masu-chan, no me has contestado antes. ¿Cómo has salido de casa?

    - Tu hijo ha bajado por la ventana.- Respondió Hiroki y el médico miró a su hijo con el ceño fruncido.

    - Papá, no me mires así, tampoco hay tanta altura.- Dijo Masuyo con nerviosismo.

    - ¿Sueles escaparte mucho?- Le preguntó Hiroki con gesto serio. No se le había olvidado nada de lo ocurrido aquel día y sabía que su hijo se merecía un castigo.

    - No, nunca he...

    - Masuyo, no me mientas.- Dijo el profesor.- He visto como bajabas y parecías muy seguro de lo que hacías.- El adolescente suspiró desviando la mirada.

    - El chico del que os he hablado ha venido un par de veces a por mi.- Dijo con un hilo de voz.

    - Viene a recogerte con la moto, ¿no?- Preguntó Hiroki y Masuyo asintió. Nowaki frunció todavía más el ceño.

    - Jovencito, esta vez te has pasado.- Le dijo el médico de manera firme pero sin alzar la voz.- Has fumado y te has escapado por tu ventana para subirte en la moto de un chico.

    - No íbamos muy lejos...- Comenzó a decir Masuyo pero Nowaki le interrumpió.

    - Ya sabes lo que opino de las motos, ¿tienes idea de la cantidad de jóvenes que acaban en el hospital por conducir de forma indebida?- Le dijo Nowaki.- Algunos tienen suerte y sobreviven, suele ser con lesiones graves pero al menos siguen vivos, y otros no tienen tanta suerte. Los jóvenes pensáis que sois inmortales y no es así.- Masuyo asentía sin hacer contacto visual con el médico.- Tienes prohibido volver a subirte a una moto, ¿entendido?

    - Sí, papá.

    - Y como papi o yo te volvamos a ver fumando, te traeré fotografías de lo que puede hacer el tabaco en tu cuerpo.

    - Nowaki.- Murmuró Hiroki sorprendido.

    - Y estarás dos semanas castigado. Irás al instituto, a natación y a la academia pero nada más. El resto del tiempo lo pasarás en casa. Y por supuesto no tendrás móvil.- Dijo Nowaki y Masuyo abrió los ojos como platos.

    - Pero necesito el móvil, no me lo podéis quitar.

    - Lo deberías haber pensado antes. Dos semanas sin móvil.- Nowaki tendió una mano mientras que con la otra sujetaba a Amaya. Masuyo resopló pero le dio el móvil.


    Por fin llegó la hora de irse a la cama y Hiroki y Nowaki se acurrucaron dándose calor.

    - Hiro-san, ¿crees que he sido muy duro?- Le preguntó el médico en un susurro.

    - No, aunque me has sorprendido.

    - He estado pensando en lo que has dicho de que siempre eres tú el malo y tienes razón. Soy muy blando con el chico y se lo permito todo, por eso siempre te toca a ti castigarle. A partir de ahora seré un poco más estricto con él.

    - Nowaki, no hagas caso de lo que he dicho antes.- Le dijo Hiroki.- Eres un gran padre.

    - Pero es cierto que soy muy permisivo.

    - Cielo, no te imaginas la envidia que me da la relación que tienes con él.- Le confesó Hiroki sorprendiéndole.- A mí a veces me tiene miedo. Hoy ha habido un momento en que me ha mirado aterrado y no le culpo.

    - Hiro-san, tú también tienes muy buena relación con él.

    - No es cierto.- Negó el profesor.- Un día estamos a buenas y al otro no paramos de discutir.

    - Pero se le pasará, son cosas de la edad.

    - Esa es otra, cada vez se fija más en los chicos y me preocupa.- Suspiró Hiroki.

    - Bueno, al menos nos ha confesado que sigue siendo virgen.- Bromeó Nowaki haciendo resoplar a su pareja.

    - Es un alivio.- Dijo Hiroki y se quedó un momento pensativo.- Pero si ha hecho ese comentario es porque ya está pensando en ello. ¿Crees que deberíamos darle alguna charla?

    - ¿Sobre sexo?

    - Sí. Bueno, mis padres nunca me hablaron sobre ello, así que no sé...- Dijo Hiroki inseguro.- Tal vez sea muy violento para él.

    - Yo es que aún le veo muy joven.- Dijo Nowaki y el profesor asintió.

    - Tienes razón, todavía es un bebé.- Dijo Hiroki con una sonrisa de lado.

    - Dejaremos la charla para dentro de un año.

    - O cinco.- Murmuró el profesor sintiendo como el cansancio se apoderaba de él y comenzaba a quedarse dormido.



    Hola ^^

    Espero que os haya gustado el capítulo. Por motivos personales es posible que tarde más de lo normal en subir el siguiente, aunque intentaré subir el del Internado pronto.

    Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  3.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,598

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Masuyo ya empieza a traer de cabeza a sus padres con los problemas de los adolescentes.
    Me ha gustado que sea Nowaki quien castigara a Masuyo y no Hiroki, a si ve que no solo es Hiroki quien lo castiga y que lo ha hecho muy mal ya que ambos padres lo castigan.
    No te preocupes actualiza cuando puedas aquí estaré esperando para seguir leyéndote.
    Esperaré con ansias la conti de este y el del Internado.
     
    Top
    .
  4.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 13: El funeral

    Nunca era buena señal que un teléfono sonara durante la noche pero aun así Hiroki no hizo movimiento, fue Nowaki quien se levantó y caminó hacia la sala para responder. Hiroki intentó volverse a dormir mientras escuchaba la voz de su amado a lo lejos, sin entender muy bien qué decía. Los párpados le pesaban y le fastidiaba pensar que en pocas horas sonaría el dichoso despertador.

    Nowaki volvió a entrar en la habitación y, para sorpresa de Hiroki, encendió la luz. El profesor se tapó la cabeza con la manta mientras Nowaki se acercaba hacia él con paso lento.

    - Hiro-san.- Murmuró el médico sentándose a un lado de la cama y abrazándole suavemente. Hiroki no se movió, simplemente le gruñó.- Tenemos que ir a casa de tus padres.- Aquella frase sí que le hizo despertar. El castaño asomó la cabeza para mirarle con el ceño fruncido y sintió una presión en el pecho al ver la cara que ponía su pareja.- Tu madre ha muerto. Lo siento mucho, Hiro-san.- Nowaki le miró como esperando alguna reacción pero Hiroki se limitó a asentir y a volver a taparse con la manta.- ¿Hiro-san?

    - Dame dos minutos y me levanto.

    - De acuerdo.- Asintió Nowaki suspirando.- Voy a despertar a Masu-chan.

    - Déjale dormir, ella nunca hizo de abuela.

    - Pero tu padre sí, Hiro-san. Creo que agradecerá tener a su nieto a su lado en estos momentos.- Le dijo Nowaki.- Nosotros no teníamos relación con tu madre, pero sigue siendo la mujer de tu padre y está hecho polvo. Él la amaba.

    - Ya lo sé.- Dijo Hiroki incorporándose.- Venga, avisa a Masuyo.

    Nowaki salió dejando solo a Hiroki, quien sintió que las ganas de llorar le invadían pero consiguió controlarse. Hacía ocho años que no hablaba con su madre, ya que se sentía muy dolido por lo ocurrido en su último encuentro, pero no podía evitar sentirse triste. Hiroki quería a su madre, había intentando odiarla pero nunca lo consiguió. Odiaba estar triste por la muerte de su madre pues creía que ella no lo merecía, al menos después de lo mal que se había portado con él y su familia.

    - Ya se está vistiendo.- Le dijo Nowaki volviendo a entrar en el dormitorio. Hiroki se levantó de la cama y comenzó a desnudarse.- ¿Estás bien?

    - Sí.- Asintió el profesor sin mirarle. Sacó una camisa y una corbata del cajón y las dejó sobre la cama.

    - Creo que la gris es más apropiada para hoy.- Le dijo Nowaki y Hiroki sacó otra corbata.- Sí, esa mejor.

    - ¿Te ha dicho mi padre cómo ha sido?- Le preguntó Hiroki todavía sin mirarle.

    - Ha tenido un ictus y no han podido hacer nada por ella.

    - Vale.

    - Hiro-san, no estás bien…

    - ¡Sí que lo estoy!- Exclamó Hiroki mirándole.- Esa mujer dejó de significar algo para mí hace muchos años.

    - Pues yo sí que estoy triste, Hiro-san.

    - ¿Tú? ¿Por qué?- Le preguntó el profesor sorprendido.

    - Solamente crucé un par de palabras con ella pero quiero mucho a tu padre y sé que está sufriendo por haber perdido a la persona que ama así tan de repente.- Respondió Nowaki.- Y porque es tu madre al fin y al cabo y me entristece que haya muerto.

    - Pues no lo estés, ella nunca aceptó lo nuestro.- Le dijo Hiroki desviando la vista al suelo. El médico quiso decir algo pero su hijo les interrumpió desde el otro lado de la puerta.

    - ¡Ya estoy listo!

    - ¡Ya salimos!- Le dijo Hiroki y continuó vistiéndose.



    Nada más verle, su padre le dio un fuerte abrazo y se echó a llorar. Hiroki correspondió el abrazo luchando para que no se le saltaran las lágrimas a él también.

    - Todavía era tan joven...- Murmuró su padre.- No es justo.

    - No, no lo es.- Le dijo Hiroki. Su padre le dio un beso en la mejilla y se dirigió a Masuyo.

    - Mi niño también ha venido.

    - Lo siento mucho, abuelo.- Le dijo el joven y ambos se dieron un abrazo.

    - Gracias por venir, Masu-chan.- El hombre se separó de su nieto y abrazó también a Nowaki, quien le susurró algo al oído.- Gracias, Nowaki.

    - Papá, dinos que hay que hacer…

    - Ya está todo listo, esta tarde será el funeral.- Explicó.- Ahora mismo lo único que necesito es compañía.

    - Por supuesto, Kamijou-san, estaremos todo el día con usted.

    - Nowaki, eres muy amable.- Le sonrió su suegro.- He encargado un catering, sé que hoy se acercará mucha gente a casa.

    - Muy bien, papá.

    - Y he llamado a Akihiko, no tardará en venir.

    Pocos minutos después apareció el escritor acompañado de Misaki. Akihiko se acercó al viudo para darle el pésame y después se dirigió a su amigo.

    - ¿Cómo estás?

    - Estoy bien.- Respondió Hiroki. Misaki se acercó y le dio un abrazo al profesor.

    - Siento mucho lo de tu madre.

    - Gracias, Misaki.

    - Masu-chan, qué elegante...- Le sonrió Misaki mientras le acariciaba la mejilla.

    - Papá me ha hecho ponerme esto.- Se excusó el joven.

    - Estás muy guapo.

    - Sí, lástima que en los funerales se ligue poco.- Le dijo Akihiko.

    - Usagi-san, no seas irrespetuoso.

    Hiroki se sentía muy cansado, aquel había sido uno de los días más largos de su vida. El funeral había ido bien, algunos conocidos se habían acercado a la casa de la familia Kamijou para dar el pésame.

    - Hiroki, lamento lo de tu madre.

    - Gracias, Usami-san.- Le dijo Hiroki al padre de su amigo.- Me alegra que haya venido.

    - Es lo mínimo, conozco a tus padres desde hace muchos años.

    - Yo también lo lamento, Hiroki.

    - Gracias, Haruhiko.- El mencionado asintió y se fijó en Masuyo, quien se había pasado todo el día al lado del profesor.

    - ¿Es tu hijo?

    - Sí.- Asintió Hiroki mirando orgulloso a su hijo.

    - Qué mayor.- Comentó Fuyuhiko.- ¿Cómo te llamas?

    - Masuyo. Un placer.- Dijo con cierta timidez.

    - Siento mucho lo de tu abuela. Mucho ánimo.- Le dijo Haruhiko dándole dos pequeñas palmadas en el hombro.

    - Gracias.- Los dos hombres se alejaron dejando solos a padre e hijo.- Papi, ¿quién era ese?

    - El mayor es el padre del tío Akihiko.

    - ¿Y el otro?

    - El hermano del tío Akihiko.

    - No sabía que tenía un hermano.- Dijo Masuyo.

    - No se llevan bien.- Dijo Hiroki.- Es un hombre un poco extraño, la verdad.

    - ¿Por qué?

    - Es muy inexpresivo y poco hablador. De hecho tú debes de haberle caído en gracia porque contigo ha hablado mucho.

    - Pero si solo me ha dicho una frase.- Le dijo Masuyo.

    - Viniendo de él eso es mucho.

    - Hiro-san, tus tías no paran de acosarme.- Nowaki se acercó a ellos con cara de agobio.- Una incluso ha intentado tocarme el culo.

    - Habrá sido mi tía Izanami.- Le dijo Hiroki.- Tiene ochenta años y nunca ha catado varón.

    - Eso no es excusa para que intente meterme mano.- Dijo Nowaki y Masuyo rió. Akihiko, quien se había acercado a ellos y les había escuchado, se dirigió a su sobrino.

    - ¿Y tú de qué te ríes? Tampoco has catado varón.

    - Akihiko...- Le dijo Hiroki con tono de advertencia.

    - Pero yo tengo dieciséis, no ochenta.- Le respondió el joven con cierto sonrojo.- ¿Tú a qué edad lo hiciste, so listo?

    - ¿Hace falta que os recuerde que estamos de entierro?- Les dijo Hiroki y ambos callaron.

    - Por favor, Hiro-san, no me vuelvas a dejar solo con tus tías…

    - Tranquilo, mis tías no tardarán en irse.- Dijo el profesor.- Oye, Akihiko, ¿has dejado a mi padre solo?

    - Ha sido una causa de fuerza mayor, han ido el imbécil de mi padre y su lameculos personal a darle el pésame.

    - Pues ya no están con él, ahora están con Misaki.- Dijo Nowaki señalando al castaño.

    - No jodas...- Murmuró Akihiko y se dirigió hacia donde estaba su novio.

    - Iré yo con tu padre.

    - Gracias, Nowaki.- Le sonrió Hiroki.



    Hiroki se encontraba recogiendo en la cocina cuando la puerta se abrió y entró Akihiko.

    - Misaki y yo ya nos vamos.- Le dijo el escritor.- Se ha hecho tarde y a Misaki no le gusta que conduzca de noche.

    - Si queréis quedaros a dormir...

    - No, Hiroki, hoy no es el día.- Negó Akihiko.- Es mejor que os quedéis solo la familia.

    - Tú eres familia.

    - Es mejor así.- El escritor se acercó y le dio un abrazo.- Cualquier cosa que necesites...

    - Gracias, Akihiko.- Le sonrió el profesor y en ese momento entró su hijo cargando una bandeja con platos y cubiertos.- ¿Eso ya es lo último?

    - Sí.- Asintió el joven mientras dejaba la bandeja sobre la encimera.

    - Nos vemos, Masu-chan.

    - Adiós, tío.- Le dijo Masuyo y el escritor salió.

    - ¿Y tu padre?

    - El abuelo estaba muy nervioso, así que ha ido a acostarle.

    - Vale.- Asintió Hiroki.- ¿Queda mucha gente en el salón?

    - No, ya se están yendo todos.

    - Menos mal.- Suspiró Hiroki y se puso a fregar los platos mientras su hijo le ayudaba.

    - ¡Ese culo me suena!- Exclamó una voz desde la puerta.- Te reconocería por el trasero en cualquier parte del mundo.- Padre e hijo se giraron para ver de quién se trataba. Un hombre de mediana edad se encontraba apoyado en el marco de la puerta.

    - Tú...- Murmuró Hiroki entrecerrando los ojos.

    - Yo.- El hombre dio unos pasos y se acercó hacia ellos.- Hiroki, lamento mucho lo de tu madre.

    - Gracias, Jun.

    - Pero la vida sigue.- Dijo y miró a Masuyo.- Vaya, Hiroki, cada vez te los buscas más jóvenes.

    - Es mi hijo.- Le dijo el profesor de forma cortante.

    - No sabía que tenías hijos...- Murmuró y le sonrió al joven.- ¿Y cuántos años tienes?

    - Los suficientes para poder ser tu nieto.- Respondió Masuyo haciendo reír al hombre.

    - Soy de la edad de tu padre.

    - Pues que mal los has llevado...

    - Te ha salido descarado el niño.- Le dijo a Hiroki.- Me recuerda a ti cuando salíamos.

    - Soy adoptado.- Le dijo Masuyo mirándole mal.

    - Me alegra saber que no te has liado con una mujer.- Le dijo el hombre a Hiroki.

    - ¿Y a ti qué más te da?- El profesor se cruzó de brazos y le miró desafiante.

    - No has cambiado nada.

    - Tú tampoco.

    - Te lo decía como un cumplido.

    - Yo no.- Le dijo Hiroki.

    - ¿Entonces tienes pareja?- Quiso saber el hombre.

    - Acabo de enterrar a mi madre...

    - No quería ser irrespetuoso, Hiroki.- Después de decir eso se volvió a dirigir a Masuyo.- Has tenido mala suerte con el padre que te ha tocado, chaval, Hiroki se las sabe todas, seguro que no le puedes torear.

    - Jun...- Le dijo Hiroki con tono de advertencia.

    - ¿Qué? No he dicho ninguna mentira. ¿Recuerdas lo bien que nos lo pasábamos juntos?

    - Me alegro de verte y saber que estás bien, pero este no es el momento.- Le dijo Hiroki.- Te agradezco que hayas venido, pero ha sido un día muy largo y...

    - Tu padre y yo empezamos a salir a los quince, estuvimos juntos dos años.- Interrumpió Jun para informar a Masuyo, quien seguía mirándole con muy mala cara.- Íbamos todos los sábados cerca del río, ¿lo recuerdas, Hiroki?

    - Creo que será mejor que te vayas.

    - No podíamos hacerlo ni en su casa ni en la mía, así que íbamos al río.- En ese momento entró Nowaki.- Tu padre era muy golfo, le encantaba estar con chicos.

    - Jun, mi hijo no necesita saber estas cosas.- Dijo Hiroki. Nowaki miró al hombre con cara de pocos amigos.

    - Le estoy dando material para que te lo eche en cara cuando le riñas.- Bromeó el hombre pero Hiroki no estaba de ánimos para aquello. Iba a decirle de nuevo que se marchara cuando su hijo habló.

    - Lo único que le echaré en cara será el haber sido novio tuyo.

    - Será adoptado pero tiene tu misma mala leche, Hiroki.

    - ¿Qué ocurre?- A Nowaki se le habían disparado las alarmas al escuchar lo de novio y Hiroki lo sabía, lo podía ver en su rostro fruncido.

    - ¿Y tú eres?- Le preguntó Jun tendiéndole una mano que el médico no estrechó.

    - Eso debería preguntarlo yo, eres tú quien está molestando a mi pareja y a mi hijo.- Dijo Nowaki haciendo énfasis en aquellos "mi".

    - Oh, ¿eres tú el novio de Hiroki?

    - Prefiero marido, lo de novio es demasiado informal y teniendo en cuenta que llevamos más de veinte años juntos…

    - Al final Akihiko pasó de ti, ¿no? - Hiroki miró a Jun con odio pero no le dio tiempo a hacer nada, pues Nowaki se le adelantó y agarró del cuello de la camisa a su ex-novio.

    - Hiro-san acaba de perder a su madre y no tiene porqué estar aguantando tus mierdas, así que márchate antes de me arrepienta de dejarte ir con la cara intacta.- Nowaki le soltó y Jun se dirigió rápidamente a la salida.- Que sea la última vez que te veo cerca de mi familia.

    - Qué fuerte.- Murmuró Masuyo cuando Jun se fue.- Papi salía con un imbécil y papá se ha puesto agresivo… Qué día más raro.

    - Venga, ya es tarde.- Dijo Nowaki acercándose a Hiroki.- Deberíamos ir a dormir ya.

    - Sí.- Asintió Hiroki. El profesor no se encontraba bien, le preocupaba la imagen que se podía haber llevado su hijo de él y no quería dejar las cosas como estaban.- Masuyo, siento que hayas tenido que oír esas cosas de mí.

    - Papi, no tienes que explicarte.

    - Mi adolescencia no fue fácil y me gustaría algún día hablarte de ella, pero me temo que no será hoy.- Le dijo Hiroki.- Ha sido un día demasiado largo.

    Aquella noche decidieron quedarse en casa del padre de Hiroki, porque no querían dejarle solo. Masuyo durmió en la habitación que en su día perteneció al profesor y la pareja se instaló en la habitación de invitados.

    Ya en la cama, Hiroki se acurrucó sobre el pecho de Nowaki, quien le besó suavemente en la cabeza. El médico ya se estaba quedando dormido cuando Hiroki habló.

    - Tenías razón, no estoy bien.- Le dijo con un hilo de voz. Nowaki le abrazó con más fuerza y volvió a besarle, esta vez en la mejilla.

    - Ya lo sé, Hiro-san.

    - Intento pensar en lo mala que fue con nosotros pero no puedo, cuando pienso en ella lo único que se me viene a la cabeza es lo unido que estaba a ella de pequeño.- Hiroki sintió como los ojos se le humedecían al recordar a su madre.- Siempre me cantaba antes de dormir y cuando me hacía daño me acunaba en su pecho hasta que dejaba de llorar. Como no tenía hermanos, era ella quien se pasaba el día jugando conmigo, al menos hasta que llegó Akihiko, y siempre se dejaba ganar en todo.- Las lágrimas comenzaron a rodar por sus mejillas y, en aquella ocasión, a Hiroki no le importó, necesitaba desahogarse.- Le encantaba hacerme cosquillas porque decía que mi risa era muy contagiosa. A mí me gustaba esconderme siempre en la misma esquina para darle un susto y ella todas las veces fingía que se asustaba.- Hiroki calló durante unos segundos y rompió a llorar de forma más sonora.- Nowaki, yo la quería.

    - Y ella a ti.

    - Ella creía que no la quería, me lo dijo…he sido un mal hijo, debí haber sido más paciente con ella...tal vez...tal vez te hubiera acabado aceptando y…lo último que le dije fue que no quería que se acercara a mi familia...- Hiroki se sentía incapaz de parar de llorar y a Nowaki, al verle en ese estado, también se le escaparon las lágrimas.

    - Hiro-san, no te tortures con eso…

    - No la voy a volver a ver…

    - Estoy seguro de que ella también se arrepentía y que nunca dejó de quererte.

    - Si hubiera sabido que aquella iba a ser la última vez que la iba a ver…

    - Era imposible saberlo, Hiro-san.- Nowaki se limpió las lágrimas con la manga del pijama y acarició la mejilla empapada de Hiroki.- No pienses más en ello porque estoy seguro de que a tu madre le pasaba lo mismo que a ti y cada vez que pensaba en ti, recordaba los buenos momentos.

    - Le hice mucho daño…

    - Hiro-san, tu madre no querría verte así.- Le dijo Nowaki.- Céntrate en la relación que solíais tener y no pienses más en lo otro, porque no ganarás nada.

    - No es tan fácil.

    - Ya lo sé, amor, y puedes llorar todo lo que quieras que yo voy a estar a tu lado.

    - Nowaki.

    - Dime, Hiro-san.

    - Si te hubiera conocido bien le habrías encantado.- Le dijo Hiroki con media sonrisa.

    - Bueno, a tus tías les he gustado.- Bromeó el médico haciendo reír a su pareja, quien se secó las lágrimas con un pañuelo.

    - Nowaki.

    - Hiro-san.

    - Te amo.- Le dijo Hiroki y Nowaki le besó.

    - Yo también te amo.

    - Espero morirme yo antes que tú porque no lo soportaría.

    - No pienses en eso, Hiro-san.- Le dijo Nowaki.- Además, si tú te mueres yo me moriría a los pocos días de pena.

    - ¿Y si os morís los dos quién me mantiene?- Se escuchó la voz de su hijo, quien estaba en la habitación de al lado.- Me he acostumbrado a cierto nivel de vida.

    - Serías problema del tío Akihiko.

    - Estas paredes son muy finas.- Comentó Nowaki.

    - ¿Pero has visto cual es la preocupación de tu hijo si nos morimos? Vaya descarado...- Le dijo Hiroki y en ese momento Masuyo abrió la puerta y entró en la habitación. Sin decir nada se tumbó en medio de sus padres, quienes le abrazaron.

    - Era una broma para relajar el ambiente.- Dijo el joven.- Ya sabéis que os quiero mucho.

    - Y nosotros a ti, cielo.- Le dijo Hiroki y besó su mejilla.

    - Pero en serio, ¿el tío Akihiko? ¿No había nadie más inestable?- Comentó Masuyo haciendo reír a sus padres.

    - Bueno, confiamos plenamente en Misaki.- Dijo Nowaki.

    - Papi…

    - ¿Qué, cielo?- Masuyo le miró dubitativo.

    - Hay algo que no os he contado.- Ambos padres le miraron alarmados, temiéndose lo peor.- Sé que me dijiste que no me acercara a la abuela pero he estado viéndome con ella todos los meses.

    - ¿Qué? Pero...- Hiroki miró a su hijo muy sorprendido.

    - Desde hace cinco años. Yo no quería pero ella insistió tanto… y todos los meses me preguntaba por vosotros.

    - ¿Por mí también?- Dijo Nowaki sorprendido.

    - Sí, decía que si el abuelo te quiere tanto es porque debes de ser buena gente.- Dijo Masuyo.

    - ¿Y cuándo la veías?

    - El último sábado de cada mes.

    - ¿Pero no es ese día cuando te reúnes con tu club de lectura?- Le preguntó el médico.

    - Nowaki, algo me dice que no existe tal club de lectura. Ya me extrañaba a mí que un adolescente quisiera pasar un sábado comentando libros… Los jóvenes de hoy en día no se apasionan por la lectura.

    - Me gusta leer.- Dijo Masuyo.- La abuela me dejaba un montón de libros, le encantaba leer.

    - Ya lo sé.- Dijo Hiroki acariciándole suavemente el pelo.

    - También le gustaba hacer galletas.

    - Las de chocolate estaban muy buenas.- Comentó Hiroki con una sonrisa triste.

    - Esas eran las mejores.- Masuyo escondió su cara en el pecho del profesor, mientras Nowaki le acariciaba la espalda.- La voy a echar mucho de menos…

    - Masu-chan, me alegra saber que disfrutaste un tiempo de la abuela.- Le dijo Hiroki. Se quedaron un rato más hablando de ella hasta que el cansancio les pudo y se quedaron los tres dormidos sin romper aquel abrazo.

    Hola ^^
    ¿Qué tal todo? Lamento haber tardado tanto en subirlo, pero espero que os haya gustado el capítulo.
    Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  5.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,598

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo, aunque ha sido muy triste por la muerte de la madre de Hiroki.
    Me encanta Akihiko y sus ocurrencias aunque sea en momentos inadecuados como un funeral.
    Me encanta Masuyo, me ha gustado cuando ha dicho que si no había alguien más inestable para cuidarlo que su tío Akihiko, y cuando ha dicho papi salía con un imbècil y papá se ha puesto agresivo.
    Muy tierno cuando Masuyo le ha contado que se veía con su abuela, lo que hacía con ella y lo que ella pensaba de Nowaki e Hiroki.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  6.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 14

    Como cada agosto se disponían a pasar las vacaciones juntos, pero aquel año era distinto. Hiroki estaba preocupado por Masuyo, siempre le había gustado ir a la playa con ellos pero en aquella ocasión se había quejado mucho sobre ello, hasta el punto de rogarles a Nowaki y a él que lo dejaran en casa. Nowaki consideró aquello pero Hiroki se negó completamente, las vacaciones familiares debían pasarse en familia.

    Masuyo estuvo de morros durante todo el trayecto en coche y no dijo ninguna palabra, por suerte, Misaki y Nowaki no habían parado de hablar, haciendo el viaje más ameno. Llegaron al hotel, el cual era el mismo de todos los años, y fueron a recepción a por las llaves de las habitaciones. Ese fue el momento en que Masuyo decidió hablar.

    - Me dijiste que lo solucionarías.- El adolescente miró a Hiroki con el ceño fruncido.

    - Lo intenté pero es temporada alta, hasta dentro de tres días no hay habitaciones disponibles.

    - Masu-chan, no te enfades.- Le dijo Nowaki sonriendo.- Solo tendrás que dormir dos noches con nosotros.

    - ¡Tengo dieciséis años no quiero dormir con mis padres!

    - Ni que fuera en la misma cama...- Murmuró Hiroki rodando los ojos.

    - ¿Y por qué tenéis que quedaros vosotros la grande? No quiero dormir en la supletoria.- Dijo Masuyo cruzándose de brazos.

    - Porque somos dos.

    - Si quieres yo duermo en la supletoria y tú duermes con papi.- Propuso Nowaki con ganas de que aquella conversación llegara a su fin.

    - ¡No quiero dormir con papi!

    - Haz el favor de comportarte.- Le dijo Hiroki con tono autoritario.- Pareces un niño pequeño.

    - Sobornaré a alguien para que nos den otra habitación.- Dijo Akihiko haciendo que Misaki le mirara mal.

    - No, Akihiko. Ya hablé con los del hotel y en tres días tendrá su habitación.

    - ¿Por qué me odiáis?- Preguntó Masuyo para luego coger su maleta e irse hacia la habitación.

    - Ver a tu hijo me quita las pocas ganas que tenía de ser padre.

    - ¡Usagi-san!

    - Es muy buen chico pero está en una edad difícil.- Comentó Nowaki sonriendo.

    - Llevas años diciendo eso.- Le dijo Hiroki.

    - Es que casi todas las edades son difíciles.

    - Sí, Usagi-san también está en una edad difícil.- Dijo Misaki y el escritor le miró arqueando una ceja.

    - Eso no es por la edad, Akihiko siempre ha sido una persona difícil.

    - Tú tampoco eres fácil de tratar, Hiroki.

    Dejaron las cosas en las habitaciones y se dispusieron a prepararse para bajar a la playa. Masuyo se tumbó sobre la cama cruzado de brazos y Hiroki decidió ignorarle. Estaba de vacaciones y no entraba en sus planes pelearse con su hijo. Ambos padres, junto con Akihiko y Misaki, fueron a la playa dejando a Masuyo en el hotel, ya que éste se negaba a ir.

    Estuvieron un par de horas y volvieron al hotel con la intención de arreglarse para ir a cenar. Hiroki y Nowaki se sorprendieron al no encontrar en la habitación a su hijo pero no le dieron mucha importancia, pues sabían que Masuyo no saldría del hotel.

    - ¿Le llamamos o vamos a cenar sin él?

    - Dice que es mayorcito, ya se apañará.- Dijo Hiroki.- Estas vacaciones yo me desentiendo de nuestro hijo.

    - Está bien, pero le dejaré una nota por si viene. Así sabrá que estamos en el restaurante.

    - Como quieras.

    Cenaron en el restaurante del hotel con Misaki y Akihiko. Después se quedaron hasta tarde en el bar bebiendo. Nowaki miraba el móvil cada dos por tres y Hiroki sabía que estaba preocupado por su hijo. A él tampoco le gustaba no saber dónde ni con quién se encontraba Masuyo, pero estaba harto de ir detrás del adolescente. Si ya era mayor para no dormir con sus padres pues también lo era para ir a su aire.

    Volvieron al dormitorio y, para alivio de los padres, Masuyo se encontraba en la cama leyendo uno de los mangas que le había regalado Misaki.

    - Masu-chan, ¿qué tal? ¿Has cenado?- Le dijo Nowaki.

    - Sí, he ido a una hamburguesería que hay en la calle de al lado.

    - ¿Tú solo?- Quiso saber el médico y Masuyo simplemente se encogió de hombros.

    - Esa no es una respuesta.- Le dijo Hiroki sin poder evitarlo.

    - ¿Qué más os da?- Dijo el joven sin apartar la vista del manga. Hiroki se metió el baño para no contestarle, no tenía ganas de discutir, y se sentó sobre la tapa del váter. Segundos más tarde, Nowaki también entró al servicio.- No soporto cuando se pone respondón…

    - Venga, Hiro-san, no es para tanto. Es un buen chico.

    - Pero no nos respeta.

    - Son cosas de críos, Hiro-san, todos son así.

    - Pues a ver si ocurre un milagro y madura pronto.- Suspiró Hiroki.

    - Oye, Hiro-san, ¿vas a usar el baño?

    - Oh, lo siento. Estaba huyendo de nuestro hijo.- Le dijo Hiroki poniéndose en pie.

    - Es que llevo un buen rato haciéndome pis…

    - Ya salgo.- Dijo el profesor y Nowaki le agarró por la cintura para besarle.- ¿A qué ha venido eso?

    - Me apetecía.- Nowaki le dio una palmada en el culo y Hiroki salió del baño pensando en aquello y no en su hijo.

    - ¿Por qué sonríes?- Le preguntó Masuyo extrañado.

    - Nada, cosas de tu padre.

    - No hagáis guarradas en el baño mientras yo estoy aquí.- Dijo Masuyo seriamente y Hiroki resopló.- Solo dormiré con vosotros dos noches, ¿podréis aguantar?

    - Seguramente no, igual lo hacemos estando tú presente.- Le dijo Hiroki.- Dices cada cosa…

    - Bueno, yo lo digo por si acaso.

    - Chicos, ¿vemos una peli?- Propuso Nowaki con una sonrisa cuando salió del baño.

    - Yo paso.

    - Ya es un poco tarde.- Dijo Hiroki.

    - Venga, Hiro-san.

    - De acuerdo, pero no tardes mucho en elegirla.

    - Ya sé cual vamos a ver, me la ha recomendado Tsumori.- Dijo Nowaki encendiendo la tele.

    - Pues seguro que no me va a gustar.- Murmuró Hiroki haciendo sonreír a su hijo.

    - Dice que es muy bonita, es de amor.

    Ambos adultos se metieron en la cama de matrimonio para ver la película, mientras Masuyo continuaba leyendo en la supletoria. Al contrario de lo que había predicho, a Hiroki le estaba gustando la película. Nowaki lloró con el final y Hiroki estuvo a nada pero pudo contenerse.

    - Joder, dile a Tsumori que a la próxima te recomiende una en que los protagonistas acaben juntos.- Dijo el profesor mientras su pareja se secaba las lágrimas con un pañuelo.

    - Pero ha sido muy bonita.- Dijo el médico.

    - Sí, eso sí. Venga, ya es hora de dormir.- Hiroki se dirigió a su hijo.- Deja ya eso, no es bueno para la vista leer tan a oscuras.

    - Estoy bien.

    - Ya es tarde.- Dijo Hiroki y apagó la única lamparita que seguía encendida. Escuchó a su hijo murmurar algo pero le ignoró. Se acurrucó en el pecho de Nowaki, como hacía todas las noches, y dejó que el sueño le venciera.

    Al día siguiente Masuyo se negó a ir a la playa con ellos y al otro tampoco quiso, pero al menos se encontraba de mejor humor por tener ya una habitación propia. Los días fueron pasando y casi no veían a Masuyo. El adolescente parecía no querer que le relacionaran con ellos, esto al principio afectaba a Hiroki, pero decidió ignorar la actitud de su hijo y disfrutar de las vacaciones.

    Aquella noche salieron las dos parejas a cenar fuera del hotel. Ya solo les quedaban dos días de vacaciones y habían decidido aprovecharlos. Después de la cena tomaron algo en un bar y, como Misaki se encontraba muy cansado, decidieron volver al hotel. El editor se despidió de ellos hasta el día siguiente y se marchó a dormir, dejando a los tres en el bar del hotel. Nowaki fue el siguiente en caer rendido. Hiroki y Akihiko se quedaron hasta tarde hablando de futuros proyectos del escritor. Hiroki le escuchaba atentamente y le daba ideas o le sugería cambios. Cuando vieron que ya era bastante tarde decidieron volver a las habitaciones, pues al día siguiente tenían pensado madrugar para ir a la playa.

    Akihiko se metió en la habitación, donde debía estar Misaki ya dormido, y Hiroki continuó por el pasillo en dirección a la habitación que compartía con Nowaki. Paró delante de la puerta de su hijo, supuso que estaría dormido y se dispuso a seguir, aunque quería hablar con él, ya que no le había visto en todo el día, no quería molestarle a esas horas. Una voz que no era la de Masuyo le llamó la atención. ¿Qué hacía un hombre a esas horas en la habitación de su hijo? Pegó la oreja a la puerta para poder escuchar mejor, necesitaba saber qué se traía entre manos su hijo.

    - ¿Qué esperabas? ¿Dormir acurrucaditos?- Escuchó que decía aquella persona, no le gustó nada el tono que estaba usando.- Creía que eras más maduro para tu edad pero veo que no.

    - No, yo...- El tono que usó su hijo llamó su atención, sonaba temeroso, algo muy alejado de la actitud que solía mostrar con Nowaki y él. Hiroki se preparó para dar unos golpes en la puerta y enterarse de qué estaba pasando pero lo que escuchó a continuación le hizo parar en seco.

    - No estoy para perder el tiempo, si no vamos a follar yo me voy.

    - No, no, podemos hacer otras cosas.- Oyó la voz de Masuyo algo temblorosa.

    - Paso, yo lo que quiero es follar y si tú no te atreves... Te hacía más maduro y has resultado ser otro niñato más calientapollas.- Hiroki sintió que la rabia le invadía. Iba a decirle cuatro cosas a ese imbécil. Dio tres golpes secos en la puerta y al ver que no abrían dio otros tres más.

    - ¿Qué coño quieres?- Un chico de unos veinte años abrió la puerta con gesto enfadado. Hiroki le dio un empujón y entró en la habitación, encontrándose a su hijo con los ojos rojos y en ropa interior.- Oye, no puedes entrar...

    - ¿Cuál es tu puto problema? ¿Qué demonios haces a la una de la madrugada en la habitación de un menor? ¿Cuántos años tienes, asaltacunas?- Le preguntó Hiroki poniéndose delante de su hijo, como protegiéndole de aquel desconocido.

    - Eso no es asunto tuyo.

    - Eres el socorrista, te he visto un par de veces.- Le dijo Hiroki con semblante serio.- Pienso hablar con el hotel, deben saber lo que hace su socorrista con huéspedes menores de edad.

    - No, si yo ya me iba.- Dijo aquel socorrista e hizo el amago de salir pero se encontró con Akihiko, quien bloqueaba la puerta.

    - Espera, que te acompaño a la salida.- Le dijo el escritor estirándose para parecer más alto.

    - Conozco el hotel.- Dijo mirándole mal.

    - Ya, pero a estas horas igual te cruzas con alguien que te puede partir esa carita tan bonita que tienes.- Akihiko le agarró del hombro con fuerza y le empujó hacia el pasillo.- Venga, arreando.- El escritor cerró de un portazo dejando a padre e hijo en la habitación.

    - Masu-chan, ¿estás bien?- Le preguntó Hiroki preocupado. Masuyo cogió unos pantalones cortos y se los puso sin mirarle.- ¿Te ha hecho algo?

    - No.- Se limitó a responder y Hiroki se percató de que estaba llorando.

    - ¿Quieres contarme que…

    - No, papi.

    - ¿Prefieres hablarlo con Misaki?- Masuyo negó con la cabeza, todavía sin hacer contacto visual con su padre.- Creo que te vendría bien hablar con alguien, cielo.

    - ¿No estás enfadado?

    - Estoy preocupado.- Respondió Hiroki. Su hijo se sentó en la cama y se limpió las lágrimas.

    - He metido a un chico en mi habitación, pensé que me gritarías.- Su padre se sentó a su lado suspirando.

    - He escuchado las cosas que te ha dicho, te estaba presionando para acostarte con él.- Dijo Hiroki.- Es a ese imbécil a quien quiero gritarle.

    - Soy un idiota.- Murmuró Masuyo volviendo a echarse a llorar.

    - No lo eres.- Hiroki le abrazó y el adolescente apoyó la cabeza en el pecho de su padre.

    - Sí que lo soy.

    - ¿Qué ha pasado?- Le preguntó el profesor con tono amable.

    - No me apetece hablar, papi.

    - Está bien.- Suspiró Hiroki. Estuvieron un rato en silencio mientras el menor sollozaba suavemente, hasta que finalmente el profesor se decidió a hablar.- Cuando tenía quince años me gustaba mucho un chico.

    - Sí, el imbécil del funeral de la abuela.

    - No, ese vino después.- Dijo Hiroki.- Era un amigo suyo.

    - ¿Y qué pasó?

    - Pues como no conseguía llamar su atención, me acerqué a Jun, el del funeral.- Le contó Hiroki.- No estoy orgulloso de esto pero era un saco de hormonas por aquel entonces, así que no me lo tengas en cuenta.

    - ¿Qué hiciste?

    - Un sábado salí con Jun y sus amigos porque sabía que este chico también iría. Empezaron a beber y fumar en un parque, yo no fumé pero sí que bebí. Era la primera vez que probaba el alcohol y se podría decir que me vine muy arriba.- Dijo el profesor y su hijo le escuchaba atentamente sin deshacer el abrazo.- Recuerdo ir directo a Jun y comenzar a bailar con él y a acariciarle, en verdad no me interesaba, solo quería que el otro chico viera que no era ningún mojigato.

    - ¿Funcionó?- Le preguntó Masuyo.

    - Sí. Aquel chico vino a hablar conmigo de inmediato, aunque, sinceramente, no hablamos mucho. Él era mayor que yo, así que ya conducía y me propuso irme con él en su coche. Ahora lo recuerdo y me parece que fui un idiota pero me gustaba mucho y en ese momento no pensé con claridad. Me llevó al monte, ahí paró el coche y comenzó a desnudarme.- Masuyo le miró sorprendido pero no dijo nada.- Todo pasó muy rápido pero recuerdo perfectamente lo mucho que me temblaban las piernas. No sé si fue por el alcohol o por lo mucho que me asustaba aquella situación, pues yo no me sentía preparado para hacerlo, pero de repente me eché a llorar.

    - ¿De verdad? ¿Y él que hizo?

    - Me llamó llorón y me echó del coche, me dejó tirado en el monte y de noche. Por lo menos tuvo la decencia de darme mi ropa.- Respondió Hiroki.- Entonces no era como ahora, los adolescentes no estábamos todo el día con el móvil y en aquel momento yo todavía no tenía uno. Sé lo que me vas a preguntar, sí que existían, no soy tan viejo.

    - ¿Qué pasó entonces? ¿Fuiste a pie hasta casa?

    - No sabía dónde estaba, no conocía la zona y estaba todo oscuro. Me quedé ahí parado esperando a que amaneciera para entonces intentar volver a casa. Estuve más de una hora así hasta que llegó una moto.- Dijo Hiroki.- Aquel chico había vuelto al parque y les había contado a todos lo ocurrido, Jun lo escuchó y decidió venir a buscarme. Me consoló y me llevó a casa. Y, bueno, un par de semanas más tarde empezamos a salir.

    - Y estuvisteis dos años juntos.

    - Exacto.

    - ¿Le querías?- Preguntó Masuyo y Hiroki se quedó pensativo.

    - Le tenía mucho cariño pero no, no le quería.

    - Tu primera vez fue con él, ¿no?

    - Sí, pero no me preguntes por los detalles que no los recuerdo.- Le dijo Hiroki y sonrió de lado.- Estaba borracho.

    - ¿Bebías mucho de adolescente?

    - Sí.- Asintió Hiroki.- Creo que ya te lo he comentado alguna vez, mi adolescencia no fue nada fácil e hice muchas idioteces. De hecho me distancié mucho de Akihiko y fue entonces cuando se hizo amigo de Takahiro. Luego entré a la universidad y decidí centrarme en mis estudios. Dejé de salir con chicos y tenía planeado seguir así pero tu padre se cruzó en mi camino.- Ambos sonrieron.- Pero supe compaginar mi vida amorosa con mi carrera.

    - Nunca me habéis contado como os conocisteis.

    - En un parque, casi me estrella un cohete en la cabeza.- Dijo Hiroki sin poder borrar su sonrisa y Masuyo rió suavemente.

    - Seguro que te enfadaste y le gritaste.

    - Lo intenté pero él parecía inmune a mi mal genio. Dice que se enamoró de mí a primera vista.

    - ¿Y tú de él?- Quiso saber su hijo. Hiroki negó con la cabeza.

    - Me llevó un tiempo, aunque no mucho.

    - Papá sigue muy enamorado de ti.- Comentó Masuyo.- Y tú de él. Me fijo mucho en como os miráis cuando creéis que el otro no está mirando.

    - Tu padre lo es todo para mi. Es lo mejor que me ha pasado.- Dijo Hiroki y se quedó pensativo.- Bueno, no, es lo segundo mejor que me ha pasado.

    - ¿Eh? ¿Y qué es lo primero?- Le preguntó Masuyo sorprendido. Hiroki le miró y le acarició la mejilla.

    - Mi pequeño Masu-chan, por supuesto.- El adolescente le sonrió de lado mientras el otro le seguía acariciando.- Aunque ya no eres tan pequeño, pero para mí siempre serás aquel niño de seis años que venía corriendo a abrazarme cada vez que me veía.

    - Papi, gracias.

    - No me las des, es la verdad.

    - No, lo digo por lo de hoy.- Le dijo Masuyo y se incorporó un poco.- Gracias por no echarme la bronca cuando has visto al socorrista. Sé que he hecho mal al meter a ese chico en mi habitación y lo último que necesitaba era que me gritaras y me hicieras sentir peor.

    - Lo sé, cielo.

    - Yo…creía que estaba preparado pero no.

    - No tengas prisa, lo importante es que tú estés seguro y que sea con una persona con la que te sientas a gusto.- Le dijo Hiroki.

    - Tienes razón.- Suspiró Masuyo.- Pero muchos de mis amigos ya lo han hecho…

    - Bueno, cada persona tiene su ritmo.

    - No quieres que lo haga, ¿verdad?- Le preguntó su hijo con una pequeña sonrisa. Hiroki se quedó un momento pensativo.

    - El sexo no es malo y si en un momento dado surge y tú te sientes preparado…pues adelante. Solo quiero que vayas con cuidado y no te precipites.- Respondió el profesor algo incómodo.- Dios, era Nowaki quien debía hablar de esto contigo y no yo.

    - ¿Qué? ¿Teníais pensado darme la charla?- Preguntó Masuyo riendo. Se notaba que aquella conversación le había animado.

    - Tu padre era el encargado pero se ha ido posponiendo durante años.- Dijo Hiroki.- Le diré que mañana mismo te la dé.

    - No es necesario.

    - Sí, quiere explicarte algo sobre los preservativos y las ETS.

    - No, por favor.- Dijo Masuyo haciendo reír a su padre.- Conociendo a papá seguro que me hace una demostración de cómo ponerle un condón a un plátano.

    - No le des ideas.- Rió Hiroki y se puso en pie.- Me voy con tu padre que debe de estar preocupado al ver que no llego.

    - Vale.

    - ¿Estarás bien? ¿Quieres que duerma contigo hoy?

    - No, papi, no te preocupes.- Le dijo Masuyo. Hiroki dudó un momento pero finalmente habló.

    - No le debes nada a nadie. Si en un momento dado te apetece ponerte cariñoso con un chico pero luego se te quitan las ganas y no te apetece hacerlo, está bien, el chico lo debe entender. Puedes cambiar de opinión, no hay nada malo en eso.- Hiroki suspiró.- Joder, esto se me da fatal. Lo que quiero decir es que si te lías con un chico y luego no quieres llegar hasta el final, está bien porque no le debes nada a ese chico. Así que no dejes que gilipollas como ese te hagan sentir mal, porque eso significa que no les importas y lo único que quieren es acostarse contigo.

    - No me ha gustado cuando me ha llamado calientapollas.- Murmuró su hijo cabizbajo.

    - Cielo, eso es una idiotez. De verdad, no te sientas en la obligación de satisfacer a nadie si en ese momento no te apetece, aunque hayas coqueteado previamente, eso da igual.

    - Ya, pero me ha hecho sentir mal.

    - Mira, alguna vez me he puesto cariñoso con tu padre y al rato me ha dejado de apetecer, esas cosas pasan, ¿crees que él se ha enfadado?- Masuyo negó con la cabeza.- Por supuesto que no. No dejes que el chulo de playa ese te haga sentir mal.

    - Gracias, papi.

    - Te quiero mucho, Masu-chan.- Hiroki se inclinó y le dio un beso en la frente.

    - Mañana bajaré con vosotros a la playa.

    - Genial, te hemos echado de menos. Sobre todo tu tío Akihiko, no tenía con quien hacer castillos de arena.

    - Qué infantil es.- Rió el adolescente.

    - Buenas noches, cielo.

    - Papi.- Le dijo Masuyo antes de que se marchara.- ¿Se lo vas a contar a papá?

    - No si no quieres.- Respondió Hiroki.- Aunque Akihiko lo ha visto así que te lo recordará durante toda tu vida.

    - Genial.- Rodó los ojos el adolescente.

    - No le diré nada a tu padre.

    - No, se lo puedes contar.- Dijo Masuyo.- Pero dile que no me dé la charla, por favor. Se pone muy raro con estos temas y será incómodo.

    - Está bien, le diré que ya sabes que hay que usar condón.- Le dijo Hiroki.- Que descanses.

    - Buenas noches, papi.

    Hiroki salió de la habitación de su hijo y se encontró con Akihiko, quien acababa de salir del ascensor.

    - Ese chaval no volverá a acercarse a Masuyo.- Dijo el escritor con cierto orgullo.

    - Gracias, Akihiko.

    - De nada. ¿Cómo está?

    - Bien, estaba algo desanimado pero creo que ya está mejor.- Respondió Hiroki.

    - ¿Entonces mañana ya puedo hacer bromas sobre lo ocurrido?

    - Espera un par de meses.

    - Muy bien. Buenas noches.

    - Oye, ¿qué hacías en la puerta de mi hijo? ¿No habías entrado a tu habitación?

    - Sí, pero he recordado que se me han acabado los cigarrillos e iba a por más.- Dijo el escritor.- Entonces ha sido cuando te he visto aporrear la puerta.

    - Entiendo. Buenas noches, Akihiko.

    Cuando entró en su habitación se encontró con Nowaki, quien le miraba aliviado.

    - Hiro-san, iba a ir ahora a buscarte.

    - Lo siento, Nowaki, se me ha hecho muy tarde hoy.- Dijo Hiroki y comenzó a desvestirse.- Vengo de la habitación del niño.

    - ¿A estas horas? ¿Le ha pasado algo?

    - He escuchado gritos en su habitación, estaba con un… imbécil.

    - ¿Qué?- Nowaki le miró con el ceño fruncido.

    - Se ve que ha ligado y ha metido en su habitación a ese chico pero Masuyo no quería hacer nada.- Explicó Hiroki.- Y ese idiota estaba presionándole para que se acostara con él.

    - ¡Dime quien es!

    - Nowaki, tranquilo, Akihiko se ha encargado de él.

    - Pero Masuyo es solo un niño…

    - Puede que ya no sea tan niño.- Suspiró Hiroki acabando de ponerse el pijama.

    - ¿Está bien?

    - Creo que sí, he estado hablando con él.

    - Bien, me preocupa que esto le afecte, es un chico muy sensible.- Comentó Nowaki.

    - Sí, aunque a veces sea un borde con nosotros sigue siendo muy tierno.- Dijo el profesor.- Espero que encuentre a un buen chico pronto, sé que tiene ganas de estar con alguien.

    - Tsumori tiene un sobrino que…

    - Ni de coña, Nowaki.

    - Está bien.- Sonrió Nowaki.- Masuyo es un chico maravilloso, seguro que encuentra a alguien que le merezca.

    - Eso espero, porque como me toque vivir otra situación como la de hoy...- Murmuró Hiroki sin saber que lo de aquel día no había sido nada comparado con lo que se le venía encima, pues el primer novio formal de Masuyo iba a dar mucho de que hablar.


    Hola ^^
    ¿Qué tal? Espero que os haya gustado el capítulo. En el próximo Masuyo ya estará a nada de comenzar la universidad.

    Muchas gracias por leer :)

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  7. valgyaled
        +1   +1   -1
     
    .

    User deleted


    Hola!!!

    De verdad que me tienen enamorada todas tus historias <3 el capítulo me ha encantado, como siempre

    Tengo muchas ganas de ver cómo Masuyo se enamora, sus besos, etc y espero que encuentre a una persona especial. Y por supuesto cómo reaccionarán Hiroki y Nowaki :3

    ¡Espero con ansias la conti! Besos
     
    Top
    .
  8.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    QUOTE (valgyaled @ 5/9/2019, 01:21) 
    Hola!!!

    De verdad que me tienen enamorada todas tus historias <3 el capítulo me ha encantado, como siempre

    Tengo muchas ganas de ver cómo Masuyo se enamora, sus besos, etc y espero que encuentre a una persona especial. Y por supuesto cómo reaccionarán Hiroki y Nowaki :3

    ¡Espero con ansias la conti! Besos

    Hola ^^
    Me alegra que te gusten mis historias.
    Masuyo enamorado dará muchos dolores de cabeza jajajja

    Muchas gracias por leer y por comentar 😊

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  9.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,598

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Lástima que Masuyo ha dado con un grandísimo capullo, siempre he odiado cuando los tíos gilipollas usan la palabra calienta pollas o la de calienta bragueta, cuando algún tío que acababa de conocer me decía que algunas tías son unas calientas yo lo respondía creo que lo que pasa que cuando ven que eres una picha corta no quieren seguir porque ven que no merece la pena la mercancía y me iba.
    Me ha gustado la manera de proceder de Hiroki.
    Pobres los que le espera con la adolescencia de Masuyo esto solo es el principio.
    Jajajaja me reí cuando Akihiko le dijo a Hiroki si ya por la mañana podía tomarle el pelo a Masuyo por lo ocurrido y me gustó como Akihiko sacó a ese tipejo.
    No veo la hora de leer cuando Masuyo esté en la universidad, las locuras que se hacen cuando estás en ella. Hiroki y Nowaki se las verán negras.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  10.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    QUOTE (Anne onodera takano @ 5/9/2019, 13:48) 
    Me ha gustado el capítulo.
    Lástima que Masuyo ha dado con un grandísimo capullo, siempre he odiado cuando los tíos gilipollas usan la palabra calienta pollas o la de calienta bragueta, cuando algún tío que acababa de conocer me decía que algunas tías son unas calientas yo lo respondía creo que lo que pasa que cuando ven que eres una picha corta no quieren seguir porque ven que no merece la pena la mercancía y me iba.
    Me ha gustado la manera de proceder de Hiroki.
    Pobres los que le espera con la adolescencia de Masuyo esto solo es el principio.
    Jajajaja me reí cuando Akihiko le dijo a Hiroki si ya por la mañana podía tomarle el pelo a Masuyo por lo ocurrido y me gustó como Akihiko sacó a ese tipejo.
    No veo la hora de leer cuando Masuyo esté en la universidad, las locuras que se hacen cuando estás en ella. Hiroki y Nowaki se las verán negras.
    Esperaré con ansias la conti.

    Hola ^^
    Estoy completamente de acuerdo contigo, es algo que me da mucha rabia y me parecía interesante meterlo en el fic.
    Akihiko es único jajajja
    Creo que la etapa universitaria de Masuyo va a estar bien...

    Muchas gracias por leer y por comentar ☺️

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  11.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 15

    Hiroki llegó a casa y fue recibido por Nowaki, quien le dio un corto beso. El profesor se puso a cocinar mientras su pareja colocaba los adornos que había comprado para decorar la sala. Escucharon que alguien metía la llave en la cerradura de la puerta y ambos se pusieron nerviosos.

    - ¿Qué hace aquí? Nunca llega tan pronto...- Susurró Hiroki. Masuyo entró en la sala y se sorprendió al ver los adornos.

    - ¿Qué...

    - Feliz cumpleaños, Masu-chan.- Sonrió Nowaki y fue a darle un abrazo a su hijo.- Qué mayor te nos has hecho...

    - Felicidades, cielo.- Hiroki se acercó para darle un beso en la mejilla.- No te esperábamos hasta dentro de una hora, esto iba a ser una sorpresa...

    - He venido a cambiarme de ropa, saldré a cenar con mis amigos.- Ambos padres se miraron entre sí.

    - Esperábamos que cenaras hoy con nosotros.- Dijo Nowaki.- Papi ya está preparando la cena y también van a venir los tíos.

    - Sí, Misaki hoy ha salido antes del trabajo para poder hacer esa tarta que tanto te gusta.- Comentó Hiroki.

    - Lo siento, pero como no me habíais dicho nada ya he quedado.

    - Es que era una sorpresa...- Murmuró Hiroki mientras su hijo se metía en su dormitorio. En ese momento llamaron a la puerta y Nowaki fue a abrir.

    - Vaya cara, Hiroki.- Dijo Akihiko a modo de saludo.

    - El niño no cena con nosotros.

    - ¿Y eso?- Quiso saber Misaki.

    - Ha quedado con unos amigos.- Dijo Nowaki. Misaki dejó la tarta en la nevera y se dirigió al dormitorio de su sobrino.

    - Bueno, pues tocamos a más tarta.

    - A ti no te gusta el dulce, Akihiko.- Le dijo Hiroki desanimado.

    - Yo me como todo lo que prepare Misaki.

    - Habrá que dejarlo para otro día, Hiro-san.

    - Esto es lo malo de las sorpresas, a veces no salen bien.- Dijo Akihiko.

    - Voy a seguir con la cena.- Murmuró Hiroki yendo hacia la cocina. Misaki salió del dormitorio seguido de Masuyo.

    - Sí que me quedo. He hablado con mis amigos y saldremos después de cenar.

    - ¿Hasta muy tarde?

    - Hiroki, tu hijo ya tiene los dieciocho, ya puede volver cuando le salga del...

    - ¡Usagi-san!

    - Sí, claro.- Asintió Hiroki no muy convencido.- Ya no tiene hora...

    - No sé hasta qué hora saldremos, pero no me esperes despierto, papi.

    - ¿Te ayudo con la cena?- Le preguntó Misaki a Hiroki.

    - Sí, por favor.- Hiroki y Misaki se pusieron a cocinar mano a mano, mientras los otros charlaban tranquilamente en la sala.- Gracias por hablar con él para que se quede.

    - Tampoco he hecho gran cosa, cuando he entrado ya se sentía un poco mal por irse a cenar fuera.

    - Gracias de todas formas.

    - Se le ve ilusionado con lo de esta noche.- Comentó Misaki sonriendo.- Por lo visto se ha echado un noviete.

    - ¿De verdad?- Hiroki le miró sorprendido.- ¿Y te ha contado algo?

    - No mucho.- Negó Misaki.- No le gusta hablar de sus ligues, del anterior casi ni me habló. Me enteré cuando se pelearon.

    - ¿El anterior? ¿Cuántos novios ha tenido mi hijo?- Misaki se mordió el labio y pensó la respuesta.

    - No creo que los considere novios. Los chicos jóvenes ya no se echan novios formales, por lo visto. Son rolletes.- Dijo el editor.- Pero solo ha estado con dos, al menos que yo sepa.

    - Oye, Misaki, ¿te ha contado si ya...- Comenzó a preguntar Hiroki pero no sabía cómo hacerlo.

    - ¿Si qué?

    - Si ya lo ha hecho.- Dijo el profesor en voz muy baja. Misaki desvió la mirada.

    - Él me cuenta esas cosas en confianza y no me siento cómodo...

    - Me tomo eso como un sí.- Le interrumpió Hiroki suspirando.- ¿Con cuál de los dos?

    - Con los dos.

    - Genial.- Murmuró el profesor y en ese momento entró su hijo en la cocina.

    - ¡Muchas gracias, tío Misaki!- Masuyo abrazó a su tío, quien correspondió el abrazo con una sonrisa.- Gracias por el regalo.

    - ¿Te ha gustado el reloj?- Quiso saber el editor y su sobrino le miró extrañado.

    - ¿Qué reloj?

    - Usagi-san te ha dado ya el regalo, ¿no?

    - Sí, el viaje.- Asintió Masuyo.

    - ¿Qué viaje?- Preguntó Misaki sin entender nada.

    - Me habéis regalado un viaje a Europa, ¿no?

    - ¿QUÉ?- Exclamaron Misaki y Hiroki a la vez.

    - ¡Usagi-san!

    - ¡Akihiko!

    - ¿Qué os pasa?- Akihiko entró en la cocina seguido de Nowaki.

    - ¿Le has regalado a mi hijo un viaje?

    - Sí.- Asintió el escritor.

    - ¿Y el reloj?- Le preguntó Misaki.

    - Al final no lo compré, me parecía muy poca cosa para su decimoctavo cumpleaños.- Explicó Akihiko.

    - ¿Te das cuenta de que tenemos otro sobrino que también va a cumplir los dieciocho este año?- Misaki le miraba con el ceño fruncido.

    - Mahiro en navidad me llamó gordo.- Dijo Akihiko.- Le regalaremos un fin de semana en un onsen y gracias.

    - No te llamó gordo, te preguntó si habías dejado de hacer deporte.

    - Akihiko, no quiero que mi hijo vaya solo a otro continente.- Le dijo Hiroki.

    - No irá solo, el viaje es para dos personas.- Dijo el escritor.- Puede llevar a un amigo o a un novio, lo que quiera.

    - Masu-chan no tiene novio.- Comentó Nowaki sonriendo y Hiroki suspiró.

    - Tío Misaki, ¿quieres venir tú conmigo?- Le propuso Masuyo y Akihiko negó con la cabeza.

    - No, a ver, puedes llevar a quien quieras pero a Misaki no.

    - Usagi-san, no seas controlador o dormirás en el sofá.

    - Tío, no te vas a morir por estar un par de semanas sin Misaki.- Le dijo Masuyo.

    - O sí, es un riesgo que no quiero correr.

    - Me encantaría acompañarte.- Le dijo Misaki sonriendo.- Pero hasta el año que viene no tengo más vacaciones.

    - Papá, a ti tampoco te quedan vacaciones.- Murmuró Masuyo pensativo.- Papi, tú tienes las mismas vacaciones que yo.

    - Qué bonito, soy elegido por descarte.- Sonrió Hiroki.

    - Al menos has sido elegido. Le regalo yo el viaje y ni siquiera considera que le acompañe yo.- Dijo Akihiko.

    - ¿No decías que no podías estar sin el tío Misaki?- Le dijo Masuyo.

    - Cielo, ya hablaremos de lo del viaje.- Le dijo Hiroki.

    - Pero voy a ir, ¿verdad?

    - Sí, pero ya veremos con quién.- Dijo el profesor.- Y ahora todo el mundo fuera de mi cocina. Tú no, Misaki.

    - Este hombre es lo peor.- Suspiró el editor una vez los demás se hubieron marchado.- Ahora le tendremos que regalar otro viaje a Mahiro...

    - Es un derrochador.- Asintió Hiroki mientras seguían cocinando.- Ahora me pasaré dos semanas preocupado por mi hijo.

    - Te ha dicho de ir con él.

    - Ya, pero no me parece justo para Nowaki.- Dijo el profesor.- Él dirá que no le importa pero sé que no es cierto.

    - Espera, se me ha ocurrido algo. ¡Usagi-san!

    - ¿Qué?- Akihiko asomó la cabeza por la puerta.

    - ¿Y si le pido a Isaka que me adelante las vacaciones?

    - ¿Vas a hacer un pacto con el diablo?- Dijo el escritor.

    - Podría acompañar a Masuyo.- Dijo Misaki.- Supongo que tú también vendrías, ¿no?

    - ¿Lo dudas?- Sonrió el escritor.

    - Podemos ir los cuatro.- Dijo Misaki.- Los niños y nosotros.

    - Espera, que no me salen las cuentas.- Dijo el escritor.- ¿A quién te refieres con los niños?

    - A nuestros sobrinos.

    - No, Mahiro no.- Negó Akihiko.

    - Qué rencoroso eres, el chiquillo no lo dijo con maldad.

    - No voy a pagarle un viaje.

    - Usagi-san, tenemos que tratar a nuestros sobrinos por igual.- Dijo Misaki.

    - Bueno, tú consigue que Isaka te dé vacaciones y ya hablaremos de Mahiro.

    - Tío Misaki, ¿crees que te las dará?- Le preguntó Masuyo ilusionado.

    - Eso espero. Me gustaría mucho hacer ese viaje con mis dos sobrinos.

    - De momento solo uno.- Murmuró Akihiko.

    - ¿Mahiro también vendrá? Hace años que no le veo.- Comentó Masuyo.

    - Mahiro no se lo merece.- Dijo Akihiko cruzándose de brazos. Misaki le miró con el ceño fruncido y Hiroki resopló.

    - No seas cruel, Akihiko.

    - Está bien, Mahiro no vendrá.- Asintió Misaki.- Lo siento mucho, Masuyo, te tocará dormir en la misma habitación que nosotros.

    - ¿Qué dices, Misaki?- El escritor le miró muy confundido.

    - Yo había pensado que los chicos compartieran habitación pero si Mahiro no viene, Masuyo tendrá que dormir con nosotros. No quiero que esté solo.

    - A ver, que fue un comentario inofensivo, tampoco hay que castigar al chaval de esa manera.- Dijo Akihiko.- Le pagaremos el viaje a Mahiro.

    - ¡Genial, Usagi-san!- Exclamó Misaki contento.

    - Pero primero consigue esas vacaciones.

    - Qué fuerte eres, Akihiko.- Dijo Hiroki con una sonrisa de lado.- Hasta que no has visto que ibas a estar dos semanas sin sexo, no has entrado en razón.

    - Misaki y yo lo hacemos prácticamente a diario y yo soy un hombre de costumbres.- Comentó Akihiko haciendo que Misaki se sonrojara.

    - ¡Usagi-san!

    - Demasiada información.- Dijo Masuyo riendo.

    - Cuando Misaki tenía tu edad empecé a salir con él.- Le dijo Akihiko.- Y ya entonces follábamos casi todos los días.

    - ¡Usagi-san, deja de decir esas cosas!

    - ¿A qué viene eso, Akihiko?- Le preguntó Hiroki mientras metía la cena en el horno.

    - Nada, que el tiempo ha pasado muy rápido.- Dijo el escritor.- Piensa en ti y en Nowaki. Cuando comenzasteis él era menor que Masuyo.

    - Es cierto.- Murmuró Hiroki pensativo.

    - Y ahora sois unos cuarentones.

    - ¡Tú también eres un cuarentón!- Le gritó el profesor a su amigo.

    - Sí pero estoy con un treintañero y eso me hace parecer más joven.

    - Venga, todos fuera de mi cocina que aquí ya no hay nada más que hacer.- Dijo Hiroki y los tres salieron al salón, donde se encontraba Nowaki acabando de poner los adornos. El profesor se quedó pensando en lo que le había dicho Misaki sobre su hijo. Hasta ese momento creía que Masuyo todavía no lo había hecho, ya que no había dado indicios de lo contrario. Siempre que salía decía que se iba con sus amigos y nunca nombraba a nadie en especial. Le costaba creer que su hijo estuviera saliendo con alguien pero sabía que Misaki había dicho la verdad.

    - Papi, ¿qué haces?- Le preguntó Masuyo volviendo a entrar en la cocina. Hiroki cogió una bayeta y la pasó por la encimera.

    - Limpiar un poco.

    - Me gustaría hablar contigo.- Dijo su hijo. El profesor se giró a mirarle y vio que su hijo se encontraba nervioso.

    - ¿Pasa algo?

    - Sí, en verdad no es nada.- Dijo Masuyo.- Es solo que...bueno, los exámenes de acceso a la universidad se acercan y sé que os dije que me dejarais en paz y que no me agobiarais. No fue nada personal, solo que estoy bajo mucho estrés y el hecho de que vosotros cada dos por tres me estéis preguntando qué voy a estudiar no ayuda. Siento haber sido un borde.

    - Cielo, yo te entiendo, de verdad.- Le dijo Hiroki.- Pero papá y yo estamos preocupados porque vemos que no tienes claro tu futuro cuando quedan menos de dos meses para los exámenes. Puede que no hayamos sido de mucha ayuda pero te aseguro que nuestra intención ha sido buena. Si quieres que vayamos a mirar universidades o que hablemos con algún orientador...

    - No, ya sé que voy a estudiar. Llevo ya unas semanas pensándolo y estoy seguro de que eso es lo que quiero.- Hiroki sintió que se le quitaba un peso de encima.

    - No te imaginas cuanto me alegra oír eso.- Sonrió el profesor.

    - No es que no supiera qué estudiar pero es una decisión muy importante y he dudado entre dos carreras.- Le explicó su hijo.

    - ¿De verdad? Papá y yo creíamos que no te interesaba nada...

    - Ya, no os comenté nada para que vuestra opinión no me condicionara.- Dijo Masuyo.- No sé si te va a gustar lo que he elegido...

    - ¿Qué? ¿Por qué?- Hiroki frunció el ceño confundido.- Todas las carreras son buenas, hijo. Es cierto que algunas tienen más futuro que otras pero ya sabes que papá y yo queremos que estudies lo que tú quieras.

    - Pensé en hacer magisterio porque he descubierto que me gustan mucho los niños.

    - Vaya, has salido a tu padre.- Comentó Hiroki sonriendo.

    - Pero finalmente me he decidido por la literatura.- El profesor borró la sonrisa y miró a su hijo sin saber qué decir. El joven le miró temeroso.- No sería en tu universidad, obviamente. Bueno, ¿qué opinas?

    - Yo... Me has sorprendido.- Dijo Hiroki.- Literatura...

    - No te gusta nada la idea.- Masuyo le miró con tristeza y Hiroki se acercó a él.

    - No, cielo, no digas eso. ¿Cómo no me va a gustar que mi hijo tenga los mismos intereses que yo?- Le dijo el profesor.- Pero me has sorprendido, no me lo esperaba.

    - ¿Entonces te parece bien?

    - Claro que sí.- Hiroki le abrazó con cariño.- Me parece genial.

    - Menos mal.- Dijo Masuyo aliviado. Ambos se separaron y Hiroki le acarició la mejilla.

    - ¿Pero estás seguro de no querer estudiar en mi universidad? ¿Es por mí?

    - Creo que sería más cómodo para los dos.

    - Sí, seguro que sí, no me apetece nada ser tu profesor pero no quiero que te cierres puertas por mí.- Le dijo Hiroki.- Mi universidad tiene más prestigio y, desde mi punto de vista, el plan de estudios es mejor. ¿Estás seguro de no querer estudiar ahí?

    - Ya lo sé. He mirado las asignaturas y me gusta más tu universidad pero tú serías mi profesor en varias asignaturas.- Comentó Masuyo y Hiroki suspiró pensativo.

    - Sí, me tendrías en unas siete asignaturas durante toda la carrera. Nueve si te coges las optativas que impartimos Miyagi y yo juntos.

    - ¿Lo ves?

    - Nadie sabrá que eres mi hijo, te lo aseguro. Bueno, lo sabrá Miyagi pero no dirá nada, me debe un par.- Dijo Hiroki.- Y te trataré como a cualquier alumno. Tú piénsalo.

    - ¿De verdad que nadie lo sabrá?

    - Claro, quiero que hagas amigos.- Sonrió Hiroki.- Y siendo el hijo del demonio Kamijou lo tendrías muy difícil...

    - En verdad no hay nada que pensar, quiero estudiar ahí. Y si nadie lo va a saber...

    - Te puedes cambiar el apellido a Kusama si quieres.

    - No, papi, eso sería exagerar. Hay muchos Kamijou.


    Hiroki se removió en el sofá y Nowaki le miró con gesto cansado.

    - Hiro-san, vayamos a la cama.

    - El niño aún no ha vuelto.

    - Son más de las dos de la mañana, puede que no vuelva hasta el amanecer.- Le dijo el médico.- Vayamos a dormir.

    - Tienes razón.- Asintió Hiroki y Nowaki le miró sorprendido. De normal el profesor no se acostaba hasta ver que su hijo ya estaba sano y salvo en casa.- ¿Por qué me miras así?

    - Por nada, Hiro-san.

    - Me ha dicho que no le espere despierto.- Dijo Hiroki.- Además, tal vez duerma en otra parte.

    - ¿Y eso, Hiro-san?

    - Misaki me ha contado que Masuyo tiene un novio.- Nowaki le miró sonriendo.- ¿Por qué demonios sonríes?

    - Porque Masu-chan ha encontrado a alguien.

    - No te precipites, Misaki dice que no es nada serio.- Dijo Hiroki.- Y por lo visto no es su primer novio.

    - No me extraña, nuestro hijo es muy guapo.- Comentó Nowaki.- Me gustaría conocer a su novio.

    - No te ilusiones que no nos va a presentar a nadie.

    - Hiro-san, hay algo que no te he contado.- Le dijo Nowaki poniéndose en serio.- No te lo dije porque no sabía cómo ibas a reaccionar.

    - Me estás asustando.

    - Hace unos meses encontré lubricante y una caja de preservativos en la habitación de Masu-chan.- Hiroki miró a Nowaki con sorpresa y cierto reproche.

    - Sabías que nuestro hijo tenía relaciones...

    - No, no, Hiro-san.- Negó Nowaki rápidamente.- Hablé con él y me dijo que lo tenía por si acaso, que simplemente quería estar preparado por si surgía pero que no tenía intención de...

    - Nowaki, el niño te mintió. Si los tenía era porque los usaba.

    - ¿Por qué iba a mentirme?

    - A ver, ¿qué hubieras hecho de haberte dicho que sí que es sexualmente activo?- Preguntó Hiroki cruzándose de brazos.

    - Pues le hubiera preguntado qué tal, si estaba disfrutando de sus relaciones y hubiera intentado resolver cualquier duda.- Respondió Nowaki y Hiroki se llevó las manos a la cabeza.

    - Por eso mismo te mintió.- Le dijo el profesor.- Te conoce tan bien como yo.

    - No lo entiendo, Hiro-san.

    - El niño hubiera pasado mucha vergüenza, hasta yo he pasado vergüenza cuando has dicho eso de si disfruta de sus relaciones.- Dijo Hiroki y Nowaki frunció el ceño.

    - Me preocupo por mi hijo.

    - Ya lo sé, cariño, pero hay cosas de las que un hijo no quiere hablar con su padre.

    - Pero es algo natural. No hay nada malo.

    - No es que sea malo, es que es incómodo.

    - Pues a partir de ahora en esta casa dejará de ser incómodo.- Dijo Nowaki con decisión para luego levantarse y meterse en el dormitorio.

    Al día siguiente, Masuyo no se levantó hasta la hora de comer. Los tres charlaban tranquilamente hasta que Nowaki decidió cambiar el tema de conversación.

    - ¿Sabéis qué he soñado hoy?

    - ¿El qué, papá?- Preguntó Masuyo mientras se llevaba un bocado a la boca.

    - Que papi y yo lo hacíamos en un quirófano.- Masuyo se atragantó con la comida mientras que Hiroki miraba a su pareja con cara de pocos amigos.- Hace mucho que no lo hacemos en un sitio público, Hiro-san.

    - Nowaki, será mejor que te calles.- Le dijo el profesor y se dirigió a su hijo, quien ya había parado de toser.- ¿Te encuentras bien, cielo?

    - Sí, papi, ha sido la impresión.- Murmuró el joven evitando todo tipo de contacto visual con sus padres.

    - No he dicho nada malo.- Dijo Nowaki.- Todos tenemos sueños eróticos. ¿Te apetece contarnos alguno, Masu-chan?

    - Nowaki, ¿qué demonios te pasa?- Hiroki le miraba con cabreo mientras que Masuyo se veía muy incómodo con la situación.- ¿Quieres dejar al niño en paz?

    - Quiero que vea que en esta casa podemos hablar de cualquier cosa.

    - ¡Deja ya el tema!- Dijo Hiroki y Nowaki se cruzó de brazos mosqueado.

    - Hiro-san, igual si fueras más abierto, Masu-chan no se sentiría tan incómodo.

    - ¡Soy abierto!

    - ¿Entonces por qué no quieres que hablemos de sexo?

    - ¿Qué os pasa?- Se atrevió a preguntar Masuyo.- Estáis muy raros.

    - Nada, cielo.

    - Sabemos que no eres virgen.- Dijo Nowaki y Masuyo se puso completamente rojo.- Y nos parece bien, pero nos gustaría hablar contigo sobre...

    - Nowaki, ya es suficiente.- Le interrumpió Hiroki.- Eres su padre, no su amigo, no quiere hablarte de eso.

    - Pues no lo entiendo. Yo soy su padre y no tengo ningún problema en hablarle de nuestra vida sexual.

    - Yo sí que lo tengo.- Dijo Hiroki.

    - ¿Ves cómo eres muy cerrado?

    - No soy cerrado, pero nuestro hijo no necesita saber detalles de nuestra vida sexual.

    - Haces que el sexo parezca algo malo y no lo es.- Le dijo Nowaki.

    - ¡Parad!- Exclamó Masuyo.- ¿Por qué no podéis ser padres normales?

    - Cielo, papá tiene muy buena intención.- Le dijo Hiroki.

    - No quiero hablar de esto con vosotros, es raro.- Dijo Masuyo con cabreo y Nowaki asintió cabizbajo. El profesor suspiró al ver aquella expresión en su pareja.

    - Puede que sea bueno que hablemos de estas cosas. Hasta cierto punto, claro.- Dijo Hiroki sorprendiendo al médico.

    - Yo no lo creo.

    - La verdad es que hace tiempo que no tengo ningún sueño de esos, supongo que significará que estoy satisfecho.- Comentó el profesor con un leve sonrojo. Nowaki sonrió de oreja a oreja al escuchar aquello y Masuyo no pudo evitar reír al ver la expresión que ponía el médico.

    - Sois los padres más raros que hay...- Murmuró el joven.

    - ¿Quieres contarnos algo, Masu-chan?- Le preguntó Nowaki.

    - Papá, esto es muy incómodo. Deja de preocuparte, ya soy mayorcito. Te prometo que uso protección.

    - Me alegra oír eso.- Suspiró Nowaki.- En verdad solo quiero que sepas que nos puedes contar cualquier cosa.

    - Lo tendré en cuenta.- Dijo Masuyo poniéndose en pie.- Me voy a estudiar, necesito muy buena nota para entrar en la universidad que quiero.

    - ¿Ya te has decidido?- Sonrió Nowaki.

    - Sí, voy a estudiar literatura con papi.- El médico abrió los ojos sorprendido pero sonrió.

    - Eso es genial, Masu-chan.- Dijo Nowaki. El joven se retiró dejando a la pareja en la mesa.- Vas a ser su profesor.

    - Si todo va bien, sí.- Asintió Hiroki y Nowaki le miró con gesto serio.

    - Se enfadará mucho cuando le suspendas.

    - Lo sé, pero puede que él apruebe.

    - Hiro-san, ¿estás seguro de querer ser su profesor?

    - No es mi decisión, Nowaki. Además, nadie sabrá que es mi hijo.

    - Va a oír muchos comentarios feos sobre ti.- Comentó Nowaki.- Creo que él no es verdaderamente consciente de...

    - De lo mucho que me odian mis alumnos, ni de mi forma de dar clase. Lo sé, pero se tendrá que acostumbrar y tendrá que aprender a ignorar ciertos comentarios.

    - Espero que no le afecten mucho...

    - No te preocupes, Nowaki, todo va a ir bien.





    Hola 😊
    Espero que os haya gustado el capítulo. Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  12.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,598

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Me encanta las ocurrencias y los comentarios que hace Akihiko.
    Ese Nowaki y sus ocurrencias de hablar de sexo desayunando, su manera de pensar y tratar el tema del sexo con su familia me gusta, creo que todos los padres deberían tratar el sexo como algo natural y no como un tabú.
    Espero que a Masuyo no le afecte los comentarios que escuche de su padre cuando esté en la universidad.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  13.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 16

    Hiroki sonrió al escuchar la puerta abrirse y dejó lo que estaba haciendo para ir a asomarse a la entrada.

    - Papi.- Le sonrió su hijo dejando la maleta en el suelo.

    - Cielo, ¿qué tal el viaje?- Le preguntó mientras se acercaba para darle un abrazo.

    - Muy bien, me lo he pasado genial.- Respondió el joven.- Los tíos me han dicho que se pasarán mañana a saludar, iban ahora a dejar a Mahiro en su casa.

    - Te hemos echado mucho de menos.- Le dijo Hiroki feliz de tener por fin a su hijo en casa.

    - ¡Amaya!- Exclamó Masuyo y al no escuchar a la perrita correr hacia él, frunció el ceño.- ¿Dónde está?

    - Siendo paseada por tu padre. Gracias por preguntar por él.- Le dijo Hiroki sin borrar la sonrisa.

    - Creía que estaba trabajando.

    - Venga, te ayudo con la maleta. Debes de estar muy cansado.

    - Ha sido largo el viaje y tengo un poco de jet lag.- Comentó Masuyo mientras iban hacia su dormitorio.- Ya desharé la maleta mañana.

    - Ahora mejor, Masu-chan.- Dijo Hiroki.- Mañana ya comienzas las clases.

    - Está bien.- Suspiró el joven y abrió la maleta.- He traído imanes para la nevera.

    - Genial, cielo. ¿Qué ciudad te ha gustado más?- Le preguntó Hiroki mientras comenzaban a sacar ropa de la maleta.

    - Praga. Es preciosa, de verdad. Aunque todas eran muy bonitas.

    - ¿Esto es para lavar?- Preguntó Hiroki cogiendo una camiseta muy arrugada.

    - No lo sé, a ver que la huela.

    - No seas cochino, Masuyo.- Dijo el profesor tirándola en el cesto de la ropa sucia.- ¿Habéis hecho muchas fotos?

    - Muchísimas.- Respondió su hijo y en ese momento su móvil vibró. Masuyo sonrió al ver la pantalla, escribió algo y volvió a dejar el móvil en la mesita.- Mahiro está obsesionado con las fotos.

    - ¿Qué tal con él?

    - Muy bien, es muy agradable. Los primeros días nos quedábamos hasta tarde hablando pero luego ya se nos fue acumulando el cansancio.

    - ¿Él qué va a estudiar?

    - Me lo dijo pero no lo recuerdo, algo relacionado con la fotografía.- Volvió a sonar el móvil. Masuyo lo miró, escribió algo y lo volvió a dejar.- Su padre no estaba muy contento con eso, pero su madre le ha hecho entrar en razón.

    - ¿Y tiene novia?- Quiso saber el profesor.

    - Ni idea.- El móvil volvió a sonar llamando la atención de Masuyo.

    - ¿Quién te habla tanto?- Preguntó Hiroki mientras sacaba unos pantalones de la maleta y los metía en el armario.

    - Nadie.- Respondió el joven sin levantar la vista de su teléfono.- Hoy saldré.

    - ¿Qué? No, Masuyo.- Dijo Hiroki haciendo que su hijo frunciera el ceño.- Dile a tu novio que si habéis estado dos semanas sin veros podéis estar un día más.

    - No tengo novio.

    - Pues lo que sea. Acabas de llegar y mañana es tu primer día de universidad, tienes que ir descansado.- Le dijo su padre y Masuyo resopló.

    - El primer día no se hace nada.

    - Porque tú lo digas.- Dijo Hiroki.- Yo mañana ya voy a empezar con el temario.

    - ¿De verdad? Creía que el primer día solo se hacía la presentación.

    - Miyagi os hará la presentación a primera hora, después ya tenéis clase normal.

    - Está bien, hoy me quedaré en casa descansando.

    - Por cierto, quería decirte una cosa sobre la universidad.- Dijo Hiroki y su hijo le miró con atención.- No soy un profesor muy querido por mis alumnos y es posible que escuches algún que otro comentario sobre mí. Si es así quiero que lo ignores y no le des importancia, es lo que yo hago.

    - Papi, no exageres, dudo mucho que la gente te odie. Gritas mucho pero eres un amor.- Le sonrió Masuyo.

    - Contigo sí pero con mis alumnos no. Ya lo verás mañana.- Le dijo Hiroki.- Tú hazme caso e ignora lo que digan de mí.

    - No creo que sea para tanto.

    - El curso pasado aprobé a dieciséis personas de setenta en primera convocatoria. En la segunda el número ya pasó de los cuarenta, pero digamos que este curso casi treinta personas tienen que repetir mi asignatura e irán contigo a clase.- Explicó Hiroki.- Y no deben de tenerme mucho aprecio.

    - ¿Suspendes a muchos?- Le preguntó su hijo.

    - Depende. En primero el porcentaje es bastante alto, en los últimos cursos ya no tanto. Yo creo que es porque los de primero entráis muy confiados y luego pasa lo que pasa. Soy un profesor muy exigente, ya lo verás.

    - ¡Hiro-san, hemos vuelto!- Exclamó Nowaki y se escucharon unos ladridos.

    - ¡El niño ya está aquí!- Dijo Hiroki y Nowaki fue corriendo hacia el dormitorio. Al ver a su hijo, le cogió en brazos y le comenzó a dar besos en las mejillas mientras Masuyo se removía y reía.

    - ¡Papá, no tengo cinco años!- Se quejó sin parar de reír por la actitud de su padre.

    - Es que te he echado tanto de menos...

    - Cielo, ¿por qué no nos enseñas las fotos?- Propuso Hiroki una vez que la maleta estuvo vacía.
    Los tres se sentaron en el sofá mientras veían las fotografías en la tele. Masuyo se situó entre sus padres y con Amaya en su regazo.

    - Aquí el tío Akihiko le dio sin querer a otro turista.- Comentó Masuyo riendo.

    - Solo a él se le ocurre hacer esa pose.- Rió Hiroki.

    - El tío Misaki le riñó.- Pasó a la siguiente foto.- Esto no recuerdo muy bien dónde fue, pero Mahiro dijo que había muy buena luz para hacer fotos. Y esta ya es en Ámsterdam, somos Mahiro y yo en las bicis. El tío Akihiko se negó a alquilar una porque dice que ir en bici es de clase media.

    - Qué imbécil es.- Resopló Hiroki.

    - ¿Fumasteis?- Preguntó Nowaki y Hiroki le miró sorprendido.

    - ¿Qué demonios dices? ¿Cómo van a fumar los niños?

    - Misaki no nos dejó.- Respondió Masuyo y pasó a la siguiente foto.- ¿Esto dónde era? Ah, sí, Berlín. Este día el tío Akihiko se hartó de nosotros y se llevó al tío con él. Mahiro y yo fuimos a hacer turismo.

    - Qué foto tan bonita.- Sonrió Nowaki.- Salís muy bien los dos.

    - Gracias.

    - ¿Pasó algo entre Mahiro y tú?

    - Nowaki...

    - Papá, qué cosas dices.- Rió Masuyo.- Y esas han sido las fotos.

    - Me alegra que te lo hayas pasado bien, Masu-chan.- Dijo Nowaki.

    - ¿Vosotros qué tal sin mí?

    - Te hemos echado mucho de menos.- Le dijo Hiroki.

    - Sí, pero tener la casa para nosotros solos ha tenido sus ventajas. ¿Verdad, Hiro-san?

    - ¡Nowaki!

    - Qué sutil, papá.- Dijo Masuyo.- Ahora ya sé que lo habéis estado haciendo como conejos...

    - Nowaki, te toca a ti cocinar.

    - Voy.- El médico se puso en pie y fue hacia la cocina.

    - Masu-chan, mejor que te bañes ya así podrás ir a la cama después de cenar.

    - Papi, no me hables como si tuviera seis años.

    - Te lo digo porque estás cansado, ha sido un viaje muy largo y mañana tienes que madrugar.


    Sonrió al escuchar el silbido de su padre mientras éste subía la persiana para que entrara luz. Se desperezó un poco sin abrir los ojos.

    - Buenos días, universitario.- Le dijo Nowaki acariciándole el pelo suavemente.- Hoy es tu primer día, el desayuno ya está en la mesa. Voy a despertar a papi y me marcho a trabajar.

    - Que tengas un buen día.- Murmuró el joven.

    - Tú también, Masu-chan. Esta noche me cuentas.

    Se quedó un par de minutos más en la cama y finalmente comenzó a vestirse. Cuando salió a la sala su padre ya se había marchado a trabajar. Se sentó a desayunar bajo la atenta mirada de Amaya, quien se encontraba tumbada en su sitio. Ya estaba acabando cuando la puerta de la habitación de sus padres se abrió de un golpe.

    - Este Nowaki nunca me despierta, mira que se lo tengo dicho...- Murmuró su padre con cierto cabreo, mientras se dirigía al baño. Masuyo sabía que lo mejor era no hablarle por las mañanas, ya que tenía muy mal despertar. Salió y se sentó en la mesa, mirando por primera vez a su hijo.- Buenos días, cielo. ¿Has podido descansar?

    - Sí, la verdad es que he dormido del tirón.

    - Me alegro. ¿Estás nervioso?

    - Un poco.- Sonrió Masuyo.- Yo me marcho ya, no quiero llegar tarde el primer día.

    - ¿Sabes dónde tienes que ir?

    - Al salón de actos.

    - Está en el sótano.- Le dijo su padre.

    - Vale, papi.- Asintió Masuyo recogiendo su plato y llevándolo hasta la cocina.

    - Hasta luego, cielo.- Masuyo se inclinó para que su padre, quien seguía sentado en la mesa, le diera un beso.


    Masuyo entró en el salón de actos y se sentó en el primer sitio que vio vacío, junto a un chico de cabello castaño y ojos azules.

    - Hola, ¿cómo te llamas?

    - Masuyo. ¿Y tú?

    - Haku.- Sonrió aquel chico.- ¿Eres de aquí?

    - Sí, vivo con mis padres.

    - Qué suerte. Yo me estoy quedando en una residencia y es un rollo, mis padres me han buscado la más estricta.- Dijo Haku.- Y encima es masculina, la única chica que hay es la encargada del comedor y le queda muy poco para jubilarse...

    - ¿De dónde eres?

    - Soy de un pueblo de Osaka.

    - Sí que eres de lejos.- Comentó Masuyo y en ese momento entró Miyagi para darles la charla de presentación. Cuando acabó el acto, se dirigieron a la que sería su primera clase, la profesora era una mujer bastante joven y que parecía agradable. Durante esa clase conocieron a dos chicos más, Ichiro y Saito, quienes también venían de fuera y vivían en una residencia de estudiantes.

    Los cuatro chicos caminaron a la siguiente clase charlando tranquilamente con la intención de conocerse un poco mejor.

    - Tengo miedo.- Dijo Ichiro mientras entraban en el aula.

    - ¿Por qué?- Preguntó Saito.

    - Porque nos toca con Kamijou. Un chico de mi residencia me ha hablado de él y dice que es lo peor.

    - Seguro que solo estaba intentando meterte miedo.- Dijo Haku.- No será para tanto.

    - Mira a tu alrededor, novato.- Dijo una chica que estaba sentada en la primera fila.- Pocas clases verás con tantos alumnos como las de Kamijou, con él no aprueba ni dios.

    - Es posible que llore.- Murmuró Ichiro.

    - Tranquilo, es solo un profesor.- Le dijo Masuyo.

    - Os aconsejo que os sentéis por las primeras filas, es mejor que se quede con vuestra cara.- Dijo la muchacha y los cuatro se sentaron en segunda fila, justo detrás de ella. Otra chica entró en el aula y se sentó junto a la que les había hablado.- Ran, los novatos creen que Kamijou no es para tanto.

    - Chicos, no habléis, no miréis el móvil, no os distraigáis.- Dijo la tal Ran.- Tiene un sexto sentido para saber quién no le está prestando atención.

    - Y coged apuntes porque en el examen va a querer que le pongáis absolutamente todo.- Dijo la primera chica.

    - A Shion no le cae nada bien.- Comentó Ran riendo.- Este es el tercer año que tiene esta asignatura.

    - El muy hijo de puta no me aprueba.

    - ¿Tan difícil es?- Preguntó Ichiro.

    - Os vais a cagar.- Dijo Shion.

    - Pero no es todo malo.- Sonrió Ran.- Está muy bueno, yo me lo tiraría.

    - ¿Qué dices?- Dijo Masuyo mirándola sin dar crédito.- ¿No es muy mayor para ti?

    - Tampoco será tan mayor, como mucho tendrá cuarenta.- Dijo Ran encogiéndose de hombros.

    - Yo creo que más, conozco a gente que lo tuvo hace ya veinte años.- Dijo Shion.

    - Imposible.- Negó Ran.- Se le ve muy joven.

    - Tiene alguna cana.- Le dijo Shion.

    - Eso le hace aún más sexy.- Masuyo miraba a Ran como si estuviera loca. ¿En qué universo su padre era sexy? El nombrado hizo aparición y todos se callaron. Hiroki caminó hacia el escritorio bajo la atenta mirada de sus alumnos y dejó sus cosas sobre la mesa, sacó una hoja y carraspeó.

    - Buenos días. Soy Kamijou y me vais a ver mucho durante la carrera. La asistencia es obligatoria en esta asignatura, por eso voy a proceder a pasar lista.- Comenzó a decir nombres y finalmente llegó al de su hijo.- Masuyo Kamijou.

    - Presente.- Se escuchó cierto murmullo cuando pronunció el apellido pero no duró mucho.

    - Te apellidas igual que él.- Dijo Haku en voz muy baja mientras Hiroki continuaba pasando lista.- No seréis familia, ¿verdad?

    - No que yo sepa.- Se limitó a decir Masuyo y nadie volvió a tocar el tema. El profesor hizo una muy breve introducción de la clase y después comenzó con el temario.
    Durante la explicación lanzó tiza a un par de personas que estaban hablando, pero por lo demás la clase fue bastante bien.

    - Y eso ha sido todo por hoy. Nos vemos mañana.- Todos comenzaron a recoger sus cosas rápidamente para salir, pues aquella era la última clase de la mayoría de los estudiantes.

    - ¿Te apetece salir a tomar algo?- Le propuso Haku.

    - Mejor mañana. Ayer volví de viaje y aún no he visto a mi novio, he quedado con él en un rato.

    - Kamijou-sensei.- Le llamó Ran justo cuando iba a salir. Hiroki paró en seco y se acercó a donde estaban ellos.- Me leí el libro que me recomendó.

    - ¿Te ha gustado?

    - Sí, usted tiene muy buen gusto.- Hiroki sonrió.

    - El peloteo no te sirvió de mucho el curso pasado.- Dijo el profesor.

    - Vamos a ir con los novatos a beber, ¿se apunta?- Le propuso Ran y se ganó un codazo de su amiga.

    - Ni pagándome.- Sin añadir nada más, el profesor se marchó.

    - No juegues con Kamijou que acabarás mal.- Le dijo Shion.- Hoy porque estaba de buenas, pero el día en que le pilles de malas...

    - Es que me pone mucho, ¿has visto cómo me ha sonreído?

    - Bueno, chicos, yo me voy.

    - ¿No te quedas?- Le preguntó Ran.

    - Ha quedado con su novio.- Informó Haku.

    - Pues mañana tienes que venir sí o sí, así nos vamos conociendo.- Le dijo la chica.


    Masuyo sacó la llave del bolsillo y la metió en la cerradura. Entró en aquel enorme apartamento y dejó sus cosas sobre el sofá.

    - ¡Amor!- Exclamó pero no obtuvo respuesta. Suspiró y subió a la planta de arriba. Miró en el despacho pero no había nadie y se dirigió al dormitorio. Sonrió al escuchar el sonido de la ducha. Abrió la puerta del baño y se quedó apoyado en el marco, observando como su novio se duchaba.- Haruhiko, ¿me has echado de menos?- El nombrado cerró el grifo y se dio la vuelta sonriendo.

    - No te había oído llegar.- El mayor salió de la ducha y, sin cubrir su desnudez, caminó hacia su pareja para besarle. Masuyo correspondió el beso mientras acariciaba la espalda de su novio.- ¿Qué tal el viaje? Mi hermano insoportable, supongo.

    - Ya sabes que no me gusta que hables mal de él.- Le dijo el menor y Haruhiko le volvió a besar. Las manos del mayor se colaron por debajo de su camisa, acariciando suavemente su cintura.- Te tengo muchas ganas.- Le susurró Masuyo y Haruhiko comenzó a desnudarle de forma rápida.


    Se encontraban abrazados en la cama cuando el móvil del menor vibró. Masuyo suspiró al leer el mensaje.

    - Voy a darme una ducha rápida y me voy, mi padre dice que la cena estará en nada.

    - Diles que cenas fuera.- Sugirió Haruhiko.

    - No, saben que me veo con alguien y preferiría que olvidaran el tema. Cuanto más esté en casa mejor.

    - No, mejor no. Yo quiero estar contigo, Masuyo.- Le dijo el mayor.- Tarde o temprano tendrás que contárselo a tus padres.

    - Haruhiko, eres mayor que mis padres, me van a matar.

    - Masuyo, quiero estar contigo. ¿Por qué no vienes a vivir conmigo?

    - Yo...

    - No tienes que responder ahora, piénsalo.- Le dijo Haruhiko.- Venga, dúchate y te llevo a casa.

    - Vale, pero me dejas a un par de calles.


    Cuando Masuyo llegó a casa, sus padres se encontraban sentados en la mesa esperándole. Nowaki al verle sonrió y se levantó a darle un beso en la mejilla.

    - ¿Cómo ha ido el día, universitario?

    - Bien.- Respondió y todos se sentaron en la mesa.- Lamento llegar tarde.

    - ¿Te acabas de duchar?- Le preguntó Hiroki tocándole el pelo por detrás.- Lo tienes un poco mojado y no huele a tu champú.

    - Venga, vamos a cenar. ¿No teníais tanta prisa?- Sus padres se miraron entre sí pero no dijeron nada más sobre el tema.

    - Bueno, cuéntanos cómo ha ido tu primer día. ¿Has hecho amigos?- Dijo el médico.

    - Sí, o al menos eso creo. Mañana saldré con ellos después de clase.

    - He visto que has hecho buenas migas con Ran y Shion.- Comentó Hiroki mientras se servía un poco de agua.

    - Sí, aunque Ran es muy rara.- Dijo Masuyo.

    - ¿Y eso?- Quiso saber Nowaki.

    - Me advertisteis sobre que podría escuchar palabras de odio hacia papi, pero lo que he tenido que oír ha sido mucho peor.

    - ¿Qué han dicho de mí?

    - Da igual, es mejor que no lo sepáis.- Negó Masuyo.

    - Venga, cuéntamelo.- Le pidió Hiroki.

    - Ran dice que le pones y que te follaría. ¿Verdad que es asqueroso?- Dijo Masuyo haciendo una mueca.

    - Oye, que no es tan raro.- Le dijo Hiroki.- Es la erótica del poder.

    - ¿Quién es esa Ran, Hiro-san?

    - Nowaki, no empieces. Es solo una alumna.

    - No se te ve sorprendido.- Le dijo Nowaki frunciendo el ceño.

    - Sospechaba algo, la chiquilla siempre está intentando llamar mi atención.- Respondió Hiroki.

    - Me gustaría hablar con ella.

    - Nowaki, olvídate del tema. Es una idiotez, en verdad no le gusto a la niña, simplemente le atrae la idea de liarse con un profesor. Y encima de mi edad, debe tener algún complejo.

    - ¿Por qué dices eso, papi?

    - ¿El qué? ¿Lo de complejo?

    - Sí.

    - Cielo, si una chica de diecinueve años se fija en alguien de cuarenta y muchos es porque tiene algún problemilla sin resolver con su padre.

    - Hiro-san, no seas bestia.- Rió Nowaki y Masuyo miró a su padre con el ceño fruncido.

    - Vamos, que, inconscientemente, quiere hacerlo con su padre.

    - ¡Eso es una gilipollez!- Exclamó Masuyo sorprendiendo a sus dos padres.

    - Era broma, cielo.- Dijo Hiroki sin entender la actitud de su hijo.- Como ya he dicho antes, si se siente atraída por mí es porque soy su profesor, nada más.

    - Me voy a mi habitación, se me ha quitado el hambre.

    - Masu-chan, espera.- Le llamó Hiroki pero su hijo le ignoró.


    Hola ^^
    ¿Qué tal? Ya sé que no es muy normal que publique dos días seguidos el mismo fic pero ya tenía el capítulo prácticamente acabado desde hacía un tiempo.
    Espero que os haya gustado.

    Muchas gracias por leer :)

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
  14.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,598

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Gracias por traer el capítulo tan pronto.
    Wow que sorpresa que Haruhiko sea su novio, y ya Haruhiko le ha dicho que vivan juntos, cuando Masuyo diga quien es su novio Hiroki y Akihiko no estarán muy contentos.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  15.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    469

    Status
    Offline
    Capítulo 17

    Masuyo frunció el ceño fastidiado. Haku volvió a insistir.

    - Eres el único que tiene una casa. Venga, no molestaremos.

    - Claro, tus padres ni se enterarán de que estamos ahí.- Asintió Ichiro.- Además, es solo a hacer el trabajo.

    - Es que si no lo acabamos hoy, mañana nos tocará volver a quedar y tú no podrás irte con tu novio.- Le dijo Saito.

    - Está bien.- Suspiró Masuyo.- Pero con una condición.

    - ¿Cuál?

    - No le podéis contar a nadie lo que veáis en mi casa.

    - Ya sabemos que tus padres son hombres y no nos importa.- Le dijo Haku.

    - No es eso, bueno, ya lo veréis.- Dijo Masuyo.- Voy a avisar a mis padres de que os quedaréis a dormir en casa.

    El móvil de Hiroki vibró y resopló al leer el mensaje. No le importaba que su hijo trajera amigos a casa, pero le molestaba que fuera en su día de cocinar, ya que eso le suponía más trabajo. Se dirigió al dormitorio de Masuyo y sacó la cama supletoria. Se encontraba poniendo las sábanas cuando escuchó la puerta abrirse.

    - ¡Ya estoy en casa!- Dijo su hijo. Masuyo le había pedido que fuera amable con sus amigos, ya que por lo visto uno de ellos le tenía pánico. Suspiró y salió de la habitación poniendo su mejor sonrisa.

    - Hola, chicos.- Los tres amigos le miraron con sorpresa y Hiroki optó por no hacer ningún comentario al respecto.- Poneos donde queráis a hacer el trabajo. Yo no os molesto.

    - ¿Papá aún no ha venido?- Le preguntó Masuyo.

    - No tardará mucho.- Respondió Hiroki y se dirigió a los otros tres.- ¿Qué os apetece cenar?

    - Cualquier cosa está bien, sensei.- Dijo Haku, quien fue el único que se atrevió a hablar.

    - ¿Os gustan las hamburguesas?- Los chicos asintieron y Hiroki se metió en la cocina. Los estudiantes se colocaron en la mesa y comenzaron a hablar en voz baja, aunque Hiroki podía escuchar la conversación perfectamente.

    - Tío, eso se avisa, casi me da un infarto.- Escuchó que decía uno de ellos.

    - Sí, ¿cómo no nos has dicho que Kamijou es tu padre?

    - No es para tanto. Si no he dicho nada es porque no quiero que se sepa.- Dijo Masuyo.

    - No te preocupes, no se lo contaremos a nadie.- Dijo Haku, su voz era la única que Hiroki era capaz de reconocer, pues los otros dos nunca participaban en clase. El profesor comenzó a cocinar sin darle importancia a la conversación que mantenían los muchachos, hasta que una frase llamó su atención.

    - Tus padres no lo saben, ¿no?

    - ¿El qué?- Preguntó Masuyo.

    - Lo de tu novio.

    - Saben que me veo con alguien pero respetan mi intimidad y casi no hacen preguntas.- Respondió su hijo.

    - Pero no saben que...

    - Shh.- Le chistó Masuyo.- Pues claro que no lo saben.

    - ¿Y no se lo piensas contar?

    - De momento no.- Respondió Masuyo y Hiroki frunció el ceño.- Mis padres no lo van a entender.

    - ¿Crees que te desheredarán?

    - Saito, no digas burradas.- Escuchó la voz de Haku.

    - No sé...- Murmuró Masuyo.

    - No te preocupes, Masuyo. Es muy posible que al principio les cueste aceptarlo pero acabarán haciéndose a la idea. Lo importante es que os queréis, ¿no?- Dijo Haku.

    - Sí. Hace un par de meses me pidió que fuera a vivir con él.- Hiroki sintió que se le paraba el corazón. ¿Tan en serio iban? El profesor creía que era un rollete, tal y como le había dicho Misaki aquel día.- Le dije que no creo que sea el momento adecuado. Hasta que no sea económicamente independiente no quiero ir a vivir con él, no soportaría la idea de ser un mantenido.

    - Bueno, ahora te mantienen tus padres.

    - Ya, Ichiro, pero una cosa es que te mantengan tus padres y otra es que lo haga tu novio.-Dijo Masuyo.

    - Yo creo que has hecho bien.- Dijo Haku.- Tampoco lleváis tanto tiempo juntos como para dar ese paso.

    - Sí, solo llevamos saliendo ocho meses.

    - Además, si te mudas con él tendrás que contarles a tus padres que...

    - ¡Ya he llegado!- Exclamó Nowaki y entró en la estancia con su sonrisa de siempre.- Chicos, ¿qué tal? Soy Nowaki, el padre de Masuyo.

    - Hola.- Saludaron los muchachos.

    - Papá, ellos son Haku, Ichiro y Saito. Estamos haciendo un trabajo para la clase de Miyagi.- Le dijo su hijo.

    - Muy bien, que os sea leve.- Dijo Nowaki acariciando la cabeza de Masuyo.- Voy a saludar a tu padre. ¡Hiro-san! ¡Qué bien huele!

    - Hola.- Saludó Hiroki cuando Nowaki entró en la cocina. El médico se acercó a él y le besó suavemente.- ¿Qué tal el día?

    - Bien.- Le dijo Nowaki y se inclinó un poco para susurrarle a la oreja.- Llevo todo el día pensando en ti.- El profesor se sonrojó y el menor le volvió a besar, pero esta vez de forma más pasional.

    - Nowaki, están los chicos.- Le dijo Hiroki cuando se separaron.

    - ¿Y si nos escapamos? Vayamos al parque a darnos el lote.- Propuso Nowaki haciendo reír al mayor.

    - Eres un idiota.- Nowaki colocó sus manos en el trasero de su pareja y le volvió a besar.

    - Hey, cortaros un poco que me dais vergüenza.- Dijo Masuyo, quien había entrado a la cocina a por agua para sus compañeros y para él.

    - Deberías alegrarte de tener unos padres que se quieran tanto.- Le dijo Nowaki sin borrar su sonrisa.

    - Y me alegro, pero no es necesario que lo demostréis y menos cuando hay gente en casa.- Comentó Masuyo y volvió a salir a la sala.- Chicos, si entráis en la cocina haced ruido porque mis padres están en modo cariñoso.

    - Qué tonto es este chaval.- Resopló Hiroki.

    - Voy a cambiarme de ropa.

    - Vale, pero no te pongas el pijama. Podríamos salir a pasear a Amaya después de cenar.

    - ¿Al parque, Hiro-san?

    - Sí, a esas horas no habrá nadie.- Le dijo Hiroki y Nowaki sonrió.

    Cuando ya tuvo la cena preparada salió a la sala para pedirle a los muchachos que despejaran la mesa. Poco tiempo después, ya se encontraban cenando.

    - Debe de ser duro estar lejos de casa.- Comentó Nowaki.

    - En las residencias nos cuidan bien.- Dijo Haku.

    - De todas formas si necesitáis cualquier cosa no dudéis en decirlo.- Dijo el médico.

    - Muchas gracias.- Haku era el único que hablaba, los otros tres se encontraban demasiado cohibidos por la presencia de su profesor.

    - ¿Estáis los tres en la misma residencia?- Preguntó Hiroki.

    - No, estamos en distintas.

    - Dejad de hacerles preguntas.- Dijo Masuyo.

    - Queremos conocer mejor a tus amigos.- Dijo Nowaki.

    - Pero estáis siendo pesados.

    - Muy bien, jovencito, ¿de qué quieres que hablemos?- Le dijo Hiroki con el ceño fruncido.- ¿De tus notas? ¿Tu misterioso novio?

    - Hiro-san, no seas malo.

    - Nos ha llamado pesados.

    - Lo estabais siendo.- Murmuró Masuyo y Hiroki suspiró.

    - Está bien, no más preguntas.- Dijo el profesor y hubo un silencio algo incómodo.

    - Hiro-san, se me ha olvidado decirte que he visto a tu padre.- Dijo Nowaki.- He ido a saludarle pero se ha hecho el loco.

    - ¿Cómo que se ha hecho el loco?- Preguntó Hiroki extrañado, ya que Nowaki y su padre se llevaban muy bien.

    - Creo que no quería ser visto. No iba solo.

    - Sería algún amigo del club de golf...

    - No, Hiro-san, era una mujer.- Hiroki miró a Nowaki muy sorprendido y Masuyo soltó una carcajada.

    - ¿El abuelo tiene novia?

    - Tal vez sea solo una amiga.- Dijo Hiroki.- Siempre pensando mal...

    - Tener novia no es nada malo.- Comentó Nowaki.

    - Ya, pero aún es pronto, acabamos de enterrar a mi madre.

    - Bueno, hace ya dos años de eso.- Dijo Nowaki y Masuyo continuó riendo bajo la atenta mirada de sus amigos.

    - ¿Y a ti qué te hace tanta gracia?- Le preguntó a su hijo.

    - Pues que vas a tener una madrastra como la Cenicienta.- Respondió Masuyo y Hiroki resopló.- Seguro que intenta comprar tu amor con regalos.

    - Nowaki, el niño nos ha salido tonto.- Dijo Hiroki también riendo.

    - ¿Te imaginas que tu padre se casa, Hiro-san?

    - A ver, que nos estamos dejando llevar. Mi padre no se va a volver a casar.

    - ¿Su padre es muy mayor, sensei?- Se atrevió a preguntar Haku.

    - Tiene sesenta y dos años.

    - Entonces aún es joven, mi abuela se ha echado un novio con casi ochenta años.- Comentó Haku.- Viven juntos y todo.

    - ¿Y lo hacen?

    - ¡Masuyo!- Exclamó Hiroki, los demás rieron y Haku hizo una mueca.

    - Prefiero no pensar en eso, no me imagino a mi abuela... Dios, no.


    Después de cenar, los estudiantes se quedaron acabando el trabajo y la pareja salió junto con Amaya. Iban caminando cogidos de la mano y cuando llegaron al parque se sentaron en un banco, mientras la perrita correteaba por allí. Nowaki pasó una mano por la cintura del mayor y se inclinó para besarle, pero Hiroki se apartó ligeramente.

    - Tenemos que hablar de Masuyo.

    - ¿Qué ocurre? Creía que habíamos bajado a hacer manitas...

    - Nowaki, no tenemos quince años.

    - ¿Qué pasa con Masuyo, Hiro-san?- Preguntó Nowaki todavía con la mano en la cintura del profesor.

    - Nos está ocultando algo.- Dijo Hiroki con preocupación.- Le he escuchado hablar con sus amigos y hay algo relacionado con su novio que nos está ocultando. Uno de ellos ha bromeado con que le vamos a desheredar cuando nos enteremos. No sé, Nowaki, no me gusta un pelo...

    - Hiro-san, los chavales de hoy en día tienden a ser muy dramáticos.- Dijo el médico.- Seguro que no es para tanto. Mira, hablaremos con él y le diremos que queremos conocer a su novio.

    - Te va a decir que no tiene novio. A nosotros nos dice que no es su novio y a sus amigos les cuenta que llevan ocho meses juntos y que hace poco le dijo de ir a vivir juntos.

    - ¿Qué?- Nowaki le miró con el ceño fruncido.

    - Por suerte Masuyo le dijo que no, que era pronto.

    - ¿Pero cómo se va a ir a vivir con su novio? ¡Es solo un crío!

    - ¿Cuántos años tenías tú cuando comenzamos a vivir juntos?- Le dijo Hiroki y Nowaki suspiró.

    - Es cierto.- Murmuró el médico.- Hiro-san, quiero adoptar otro niño.

    - Anda, calla.- Le dijo Hiroki.- Centrémonos en el que ya tenemos.

    - Mañana hablaremos con él sobre su novio.

    - Mañana no estará de humor.- Comentó Hiroki.- Ya tengo los parciales corregidos. Iba a subir la nota a la plataforma esta noche pero teniendo en cuenta que tengo tres alumnos que han suspendido en casa...

    - ¿Quién ha aprobado?

    - Haku.

    - ¿Cuánto ha sacado Masu-chan?

    - Un tres.- Respondió Hiroki y Nowaki frunció el ceño.

    - Casi no está estudiando, está casi siempre fuera de casa con ese novio que se ha echado.

    - Antes te alegrabas de que el niño estuviera con alguien.

    - Pues ya no me hace gracia, Hiro-san.

    - Hablaremos con él sobre sus notas y sobre su novio.- Dijo Hiroki.- Pero a buenas.

    - Por supuesto, Hiro-san.

    - Le tenemos que hacer ver que estamos preocupados por él y no enfadados. Que por suspender no pasa nada pero que creemos que lo puede hacer mucho mejor.

    - Sí, que vea que no le echamos nada en cara.- Asintió Nowaki.- Y lo del novio...

    - Es lo que más me preocupa. Nuestro hijo pasa muchas noches con él y el no saber dónde está y con quién...

    - Ya lo sé, Hiro-san.


    Al día siguiente por la noche, Masuyo entró en casa y sus dos padres le saludaron pero este no respondió y se metió en su dormitorio.

    - ¿Ya has colgado las notas, Hiro-san?

    - Sí.

    - Eso explica el enfado.

    - Dejamos la charla para otro día, ¿no?

    - Tanteemos el terreno.- Dijo el médico.- ¡Masu-chan, a cenar!

    El menor salió de su dormitorio y se sentó en la mesa sin decir palabra. Hiroki suspiró y se puso a conversar con Nowaki. Acabaron de cenar y Masuyo se puso en pie.

    - Espera, queremos hablar contigo.- Le dijo Nowaki y Masuyo resopló.

    - Ya le has contado que tengo un tres, ¿no?- Le dijo a Hiroki con el ceño fruncido.

    - Sí, pero no es eso, cielo.- Le dijo el profesor.- Venga, siéntate.

    - El examen no estaba de tres, papi.

    - Sí que lo estaba.- Dijo Hiroki armándose de paciencia.- Todo lo que me pusiste es correcto pero te faltaron muchas cosas, fue un examen muy pobre. Pero esto lo tenemos que hablar en mi despacho, no aquí. Ahora no soy tu profesor, soy tu padre.

    - Estudié mucho y lo sabes.- Dijo Masuyo cruzándose de brazos.

    - Masu-chan, creemos que has estado un poco distraído últimamente.- Dijo Nowaki.- Nos preocupa que estés muy confiado con tus estudios.

    - Sabemos que eres capaz de hacerlo mucho mejor, cielo.

    - Me estoy esforzando.- Dijo Masuyo.

    - Sales muchas noches, Masuyo.- Le dijo Hiroki.- Y creo que podrías invertir mejor tu tiempo.

    - Tu novio entenderá que no le puedas ver tanto.- Dijo Nowaki y Masuyo le miró cabreado.

    - ¡A penas salgo!

    - Cielo, duermes un par de noches por semana fuera.- Le dijo Hiroki.- Estamos preocupados. Te vas y no te vemos hasta el día siguiente. Voy a clase y cuando te veo ahí siento alivio de que estés bien.

    - Estás exagerando.

    - Queremos conocer a tu novio.- Dijo Nowaki.

    - No tengo novio.

    - No nos tomes por tontos. Está claro que llevas meses viéndote con alguien.- Le dijo Hiroki.- Nos gustaría saber cómo es, necesitamos saber que es una buena persona.

    - ¡No tengo novio!

    - ¿Entonces con quién duermes cuando sales?- Le dijo Nowaki con tono serio.

    - ¡No es asunto tuyo!

    - No me hables así.- Le dijo Nowaki.- Estamos preocupados, Masuyo.

    - Estudiaré más, de verdad.

    - No es solo por los estudios.- Dijo Hiroki.- De verdad que queremos conocerle porque si vais en serio...

    - ¡No vais a conocerle!- Exclamó Masuyo alterado, sorprendiendo a sus padres.

    - Masu-chan, ¿qué pasa? ¿Por qué estás tan nervioso?- Le preguntó Hiroki con preocupación.

    - ¡Dejadme en paz!

    - Masuyo, ya está bien.- Nowaki habló con firmeza y el menor comenzó a respirar de manera agitada.

    - Cielo, tranquilo.- Le dijo Hiroki poniéndose en pie y acercándose a su hijo, pero este le apartó de un manotazo.- ¿Qué ocurre? ¿Por qué te pones así?

    - ¡No quiero que me habléis del tema!

    - Masu-chan, papi y yo no queremos saber nada tampoco, ¿vale? Lo único que queremos es que te tranquilices.- Dijo Nowaki con voz calmada. Masuyo asintió y se tapó la cara con las manos.- Muy bien, respira así, lo estás haciendo genial.

    - Gracias.- Murmuró Masuyo cuando se hubo calmado.

    - ¿Estás mejor, cielo?- Le preguntó Hiroki.

    - Sí, pero voy a acostarme ya.- Dijo Masuyo y se fue a paso lento hacia su dormitorio.

    - Nowaki, esto no pinta bien.- Susurró Hiroki cuando su hijo se hubo marchado.

    - Lo sé, estaba a nada de tener un ataque de ansiedad. Puede que sí que sea gordo lo que oculta.- Dijo Nowaki con gesto preocupado.

    - ¿Y qué vamos a hacer?

    - No lo sé, Hiro-san.



    Hiroki no podía conciliar el sueño por lo que se levantó de la cama y salió hacia el dormitorio de su hijo. Vio que asomaba un poco de luz por debajo de la puerta y llamó suavemente.

    - Pasa.- Su hijo se encontraba en la cama y Hiroki pudo ver que había estado llorando.

    - No podía dormir y he venido a ver cómo estabas.- Le dijo el profesor acercándose. Su hijo se hizo a un lado haciéndole hueco y Hiroki no dudó en tumbarse con él. Masuyo apoyó la cabeza en su pecho y el mayor comenzó a acariciarle el pelo suavemente.

    - Siento haberos preocupado antes, no sé qué me ha pasado.

    - Estás bajo mucho estrés, cielo.- Le dijo Hiroki.- No pretendíamos presionarte. Si no quieres contárnoslo está bien, pero queremos que sepas que nos puedes contar cualquier cosa.

    - No, eso no es cierto.- Murmuró Masuyo.- Hay cosas que no se pueden contar.

    - Masuyo, te amo más que a nada. Eres mi niño y te prometo que me puedes contar cualquier cosa.- Hiroki le atrajo hacia él todavía más y le dio un beso en la cabeza.

    - Me da mucho miedo decepcionaros.- Dijo Masuyo echándose a llorar.

    - Jamás nos decepcionarías, Masuyo. Te lo prometo.

    - Papi...- Murmuró Masuyo.- Mi novio no os va a gustar nada.

    - ¿Por qué dices eso? ¿Qué tiene de malo?- Preguntó Hiroki y Masuyo negó escondiendo la cara en el pecho de su padre, quien continuó abrazándole.- Te prometo que sea lo que sea, me lo voy a tomar bien.

    - No hagas promesas que no puedes cumplir.

    - Venga, que seguro que no es para tanto.

    - Es el hermano del tío Akihiko.- Dijo Masuyo en voz muy baja.

    - ¿Qué? Cielo, habla más alto que no te oigo bien. He entendido una locura...- Rió Hiroki suavemente.

    - Mi novio es Haruhiko, el hermano del tío.- Dijo el estudiante llorando y al profesor se le borró la sonrisa.

    Hola ^^
    ¿Qué tal? Espero que os haya gustado el capítulo. Puede que tarde en subir el siguiente porque esta semana no planeo escribir nada.
    Muchas gracias por leer.

    ¡Un abrazo!
     
    Top
    .
79 replies since 4/5/2019, 19:10   1902 views
  Share  
.