A(R)MOUR (Traducción del fanfic de Sinnatious)

A Hiroki le siguen rompiendo el corazón, una vez, otra vez y otra vez, como un tonto que no sabe hasta donde detenerse.

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Puede ser que ahora lo mejor para Hiroki sea esto sexo sin compromiso con Akihiko, así ambos van sanando sus heridas y olvidando a sus ex.
    Solo espero que Hiroki no sufra, a lo mejor al final terminan enamorados y felices. Al menos eso espero.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  2.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    495
    Location
    argentina

    Status
    Offline
    Fsigue
     
    Top
    .
  3.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    138
    Location
    Somewhere only we know

    Status
    Offline
    Hola chi@s, vuelve con un nuevo episodio de esta historia. Debo reconocer que no sabia que esperar de lo que pasaría, siento que Hiroki aunque quiera permanecer persistente en alejarse de su mejor amigo, en el fondo esta disfrutando de su estadia (lo que queda) y disfruta de lo que para el habia sido una fantasia (Y sabemos que tan intenso puede ser Akihiko)… Aun tengo dudas si Akihiko lo este usando como desahogue o si en verdad se esta conectando a Hiroki de manera sexual… Bueno siento que Hiroki ha tenido mucha mas experiencia en la cama de lo que es Misaki que solo ha tenido a Akihiko (y en este universo a Nowaki pero aun no tenemos su punto de vista) y bueno… No se que pensar con lo que seguirá, espero sus comentarios al respecto. Nos leemos mas adelante.





    Capitulo 12




    “¿Y cuándo estaría disponible?” Hiroki acunó el teléfono entre su oído y su hombro, garabateando los detalles en una libreta. Hizo una pausa. “¿Tres semanas? No, lo lamento, es que esperaba que fuera más pronto-”

    “Tres semanas está bien,” Akihiko dijo por encima del hombro.

    Hiroki dio un salto, y el teléfono hizo ruido al caer al suelo. Maldiciendo, gateó para retomarlo, amenazando a Akihiko con el bolígrafo. El escritor solo ladeo su cabeza, y navego a su lado sin daño alguno. “Lo siento, si, eso…. okay, Le enviare los formularios mañana. Gracias.” El colgó dándole una mirada mortal a su viejo amigo. “¡Idiota! ¡Ahora pensarán que soy raro!”

    Akihiko se acomodó sobre los hombros de Hiroki, sus rostros rozándose mientras se inclinaba para inspeccionar los papeles esparcidos sobre la mesa de centro. “¿Tienes tanta prisa en irte?”

    “Estoy agradecido con tu hospitalidad, pero no puedo quedarme aquí para siempre.”

    “¿Porque no? Ya dije que podías hacerlo. Y tengo el espacio.”

    Hiroki no tenía un argumento contra eso. No podía explicarle lo que esto le estaba haciendo a él.

    “Aunque este bien, No me gusta vivir de la caridad de alguien más,” el murmuro después de un rato.

    Akihiko se encogió de hombros. “Si te molesta tanto, puedes pagar renta aquí. Lo que sea que ibas a pagar por ese lugar.”

    “Quiero vivir más cerca de la universidad. Y antes de que lo digas, no, no necesito que me lleves como chofer”

    El necesitaba irse. Akihiko pensaba que le estaba ayudando, pensó que este sexo casual, jugando a la casita, una escalación temporal de su amistad en un momento en el que ambos estaban despechados.

    Mas lo que había hecho, era cortar la última ruta de escape de Hiroki. Él se sintió acorralado. Claustrofóbico.

    No era que fuera desagradable. Al contrario, el sexo era fantástico. De hecho, alucinante, mejor que lo que sus fantasías adolescentes lo habían entretenido incluso en su forma más vívida. Mil veces mejor que su desacertado primer revolcón de una noche. En esta ocasión, esas tiernas palabras y caricias gentiles llevaban su nombre.

    Ese era el problema. Akihiko le había entregado cada deseo suyo en bandeja de plata siete años demasiado tarde, y después decirle que no le era permitido comer.

    Afortunadamente, su amigo lo dejaba pasar, al menos por ahora. Hiroki lo sabía mejor que esperar a que el asunto terminara completamente. “Si es tan importante para ti…” Los dedos de Akihiko se deslizaban por debajo del cuello de su camisa – fríos contra el calor de su pecho. “Deberíamos aprovechar lo que más podamos de estas tres semanas restantes.”

    Su respiración se obstaculizo, pero se la trago de nuevo. “Es la mitad de la tarde.”

    Las manos de Akihiko solo se deslizaron mas allá, y empezaron a deshacer del botón superior de su camisa. “¿Cuál es tu punto?”

    Hiroki atrapo su brazo. “¿No tienes pendiente un manuscrito que debas escri-?” Se detuvo ante el sonido de unas llaves en la puerta principal.

    Akihiko hizo una pausa, ladeando su cabeza a modo de contemplación. “Ah, esa debe ser mi editora.”

    Tan pronto como esas palabras salieron de su boca apareció una animada castaña que llevaba un labial rojo intenso y una entallada falda estilo pitillo navegando en la habitación. “¡Akihiko-Sensei! Tiene el- oh, ¡Hola!” Se detuvo, mirando y pestañeando con sorpresa confusa.

    A Hiroki, en brazos de Akihiko con los dos botones superiores de su camisa abiertos.

    Hiroki se separó rápidamente, apurándose en abotonarse la camisa de nuevo. “¡I-idiota! Si ya sabias que tu editora iba a venir tu…” Su voz se apagó, su rostro encendido. No había manera de terminar esa frase y a la vez retener cualquier negación.

    “Por Aikawa está bien,” Akihiko dijo desestimando la situación. “Aikawa, él es Hiroki. Hiroki, Aikawa.”

    “¿Tarado, que clase de presentación tan mediocre fue esa?” Se inclino hacia Aikawa. “Hiroki Kamijou. Un placer conocerla.”

    “¡Oh, cierto! ¡Eri Aikawa! ¡Encantada de conocerlo también!” Ella le ofreció su tarjeta de presentación. Hiroki la acepto murmurando una disculpa por no tener la suya a mano. Editorial Marukawa. Entonces se trataba de la faceta más frívola del trabajo de Akihiko, a menos que hubiese dejado completamente a la editorial Onodera. Ella llevaba una bolsa plástica. “Traje algunos pastelillos si quieres unirte a nosotros. Debe haber suficiente para los tres.”

    Ya que Akihiko no estaba siquiera intentando hacer algo, parecía que le tocaba a él jugar a ser el anfitrión. Sinceramente, para ser un hombre criado en la zona más exclusiva de la ciudad, su viejo amigo aun no tenía un entendimiento de incluso las más básicas normas de etiqueta. “Ah, gracias, hare algo de té.” Hiroki tomo esa oportunidad para escapar a la cocina.

    Ese idiota. Hiroki lo iba a matar. Hizo ruido en la cocina, solo recordándose que tenían un invitado le impedía a él tirar de golpe con fuerza las puertas de los gabinetes mientras buscaba las tazas y la tetera.

    Mientras recorría el camino de regreso a la sala, Aikawa presionaba a Akihiko. “Suficiente de eso. ¿Su manuscrito, sensei?”

    Akihiko suspiro, y de caer sus cigarrillos y encendedor en la mesa de centro. “Ya está escrito. La dejé imprimiendo, debería haber terminado ahora. Espérame aquí.”

    Dejando a Hiroki a solas con Aikawa.

    “Gracias, Kamijou. Oh no, déjame servirlo. No tienes que atenderme, ya que soy yo quien tiene que hacer esto.” Ella casi le arrebata de sus manos la tetera y empieza a servir. “Así que, ¿Como tú y Usami-sensei se conocieron?” Había un extraño destello estrellado en sus ojos.

    Hiroki incomodo cruzo sus brazos mientras sentaba en el sofá. Un sentido arraigado de decencia era lo que lo mantenía en su asiento – después de todo, ¿Desde cuándo el tenía que entretener a los invitados de Akihiko? “Fuimos vecinos, mientras crecimos.”

    Ella entrelazo sus manos, sus ojos prácticamente brillando ahora. “¿Amigos de la infancia?”

    “Nos conocimos desde que teníamos… diez, creo que sí.” Hiroki le dio un mordisco a uno de los pastelillos glaseados, solo para tener algo que hacer. Mas dulce que lo que normalmente prefería, pero era ligero y esponjoso y aun tibio. “Solo estoy aquí temporalmente. Yo… aún estoy buscando un apartamento.” Tan amable como ella parecía, el difícilmente iba a divulgar la patética tragedia de su vida personal a una extraña.

    Ella parecía decepcionada al escuchar eso, pero dijo, “Bueno, me alegra que estes aquí. Eso lo explica todo.”

    Hiroki pauso a mitad de dar un bocado. “¿Hah?”

    Aikawa levanto su taza de té, mirando el líquido con una expresión apesadumbrada. “Él ha estado comportándose difícil últimamente. Es decir, él nunca le ha dado atención a sus fechas de entrega, pero eso nunca había importado porque él es tan prolífico. Pero después… bueno, tu probablemente ya sabes. Su escritura se detuvo. Lo he visto de mal humor antes, pero esto fue…” Ella se estremeció.

    Hiroki frunció el ceño. El pareció recordar a Akihiko holgazaneando en su oficina quejándose de su bloqueo de escritor hacia un tiempo… ¿Había estado tan mal eso?

    Pero, después de un momento, Aikawa se espabilo. “Fue desafortunado, y no era que yo no entendiera – Yo tampoco me lo esperaba. Yo casi había dado por perdida esta fecha límite, pero al último momento…” Ella le desplego una sonrisa taimada. “Supongo que finalmente encontró a una nueva musa.”

    Le tomo un momento para registrar el significado de lo que decía Aikawa. Hiroki empezó a balbucear, “No lo soy, yo no podría-”

    “Hiroki siempre ha sido mi musa,” Akihiko dijo desde sus espaldas. El dio un respingo mientras el autor dejaba caer el pesado manuscrito en la mesa, Aikawa lanzando un chillido mientras se apuraba a evitar que las tazas de té se derramaran. “Él era la primera persona que leía mi trabajo”

    “Ahhh, ¿Es eso cierto sensei?” Aikawa irradiaba una poco natural cantidad de deleite ante esa exquisita noticia. “¡Eso es maravilloso!” Ella se inclina y se aferró a las manos de Hiroki, fijándolo con una intensa mirada. “Kamijou, lo pongo a él a tu cuidado. ¡No me decepciones!”

    “No es- estas equivocada- ¡Akihiko!” Hiroki ladro.

    El autor en cuestión solo se encogió de hombros mientras se sentaba y dejaba colgar un brazo alrededor de los hombros de Hiroki. “Pero es cierto.”

    “¿Y Takahiro?” Hiroki le señalo. “Ese fue todo tu primer libro publicado justo ahí.”

    “Un escritor puede tener más de una musa. Tu siempre me has dado muchas ideas.”

    Hiroki se cruzó de brazos resoplando. “No escuches a este idiota. Escribir es como respirar para él. A él no le da bloqueo de escritor, el solo sostiene la respiración hasta que ya no pueda más.”

    Sin embargo, en algún diminuto, olvidado rincón de su corazón, una minúscula rosa de calidez empezó a florecer.

    La sonrisa más desapercibida agracio los labios de Akihiko. “Él tiene razón, en cierta forma,” Akihiko le admitió a Aikawa. “Supongo que me conoce muy bien después de todos estos años.”

    Excepto cuando sus espinas destilaban veneno, y estaba enraizado tan profundamente en su orgullo que Hiroki no podía liberarse.

    “Ustedes son tan cercanos,” Aikawa los halago. “En verdad me dan envidia.”

    Esto lo iba a matar.

    “Los dejare para que terminen su trabajo en privado,” Hiroki dijo, levantándose y apurándose a alejar de la sala antes de que alguno de ellos pudiera protestar. El cerro la puerta en su habitación detrás de él, y recostó su espalda contra esta.

    Él estaba demasiado involucrado.

    “Tres semanas,” el murmuro. El solo necesitaba mantener la calma por tres semanas más.


    ………………..



    Tres semanas era una eternidad.

    Hiroki no podía decidir si temía el final o el que este no llegara más rápido.

    Su bolígrafo permanecía en reposo en la página, sus ojos desenfocados, las palabras borrosas. Cuatro días más hasta que su nuevo apartamento estuviera disponible.

    Que paso entonces, él no lo sabía. El dudaba que Akihiko simplemente cambiara el switch con respecto a su extraño asunto de amigos-con-beneficios que tenían ellos. Lo único que Hiroki sabia era que el desesperadamente necesitaba recuperar su aliento. El necesitaba espacio. Distancia, así podría endurecer su corazón de nuevo y recuperar la compostura que él no había tenido de necesidad de usar por siete años.

    Las puertas de la oficina se abrieron, que lo sacudieron de su ensimismamiento. “¿Kamijou? ¿Aun estas aquí? Creía que no tenías clases pendientes hoy.” Miyagi incline su cabeza, con el ceño fruncido contemplativo. “Y yo pensé que ya habías terminado tu investigación.”

    “Estoy adelantando las calificaciones,” le respondió monótonamente. “El fin del semestre esta acercándose. Y aun son horas de oficina, Profesor.”

    Miyagi reviso su reloj avergonzado. “Oh, cierto. Claro, por supuesto. Ah, sí me voy un poco más temprano, ¿Podrías…?”

    El Profesor había estado haciendo esto con cada vez más frecuencia recientemente, yéndose tan pronto como sus clases terminaban por el día. No está descuidando su trabajo, pero se lo llevaba a su hogar en vez de permanecer en la oficina hasta que cayera la noche como solía hacerlo. Tal vez era porque la atmosfera de incomodidad y la tensión en la oficina aun persistía, pero Hiroki sospechaba lo contrario. Después de todo, él había atrapado un destello de ese mocoso de cabello color arena más de una vez. “No puede esperar que lo cubra por siempre, Profesor.” Sin embargo, al ver la expresión alicaída de Miyagi, Hiroki suspiro. “…Esta bien, supongo. Solo es media hora.” Las probabilidades de que alguno de los estudiantes de tercer o cuarto año llegaran para hacer alguna consulta a esta hora del día eran escasas de cualquier manera.

    “Ahhh, Kamijou, ¡Eres el mejor~!” Miyagi canturreo. “¿Estás seguro que no tienes problema con eso? No quiero retenerte aquí si tienes que hacer algo por tu cuenta.”

    “No tengo problema,” le repitió.

    Miyagi se demoró un momento mientras recogía sus coas. “Has estado trabajando hasta tarde últimamente,” le comento casualmente. “Aun si no estas ocupado en ese momento. Deberías aprovecharte de eso, ya sabes. Periodos tranquilos como este no surgen con frecuencia.”

    Hiroki se tensó. “Pensé que le había dicho que no interfiriera, Profesor.”

    El levanto las manos a modo de defensa. “No estoy interfiriendo, no es eso… solo estoy preocupado. ¿Problemas con tu amigo?”

    Su colega era demasiado fisgón. “…seria más fácil si los hubiera,” murmuro por lo bajo.

    No tenía intención de que llegara a los oídos de Miyagi, pero el Profesor lo escucho de todas formas. El hizo una pausa mientras levantaba su maleta. “Sabes, Kamijou… solo porque yo no fui de fiar… ¿No habrás renunciado a todos los demás, cierto?”

    Hiroki cerró los ojos. “Que tenga una Buena noche, Profesor.”

    Miyagi dejo la oficina en silencio.

    Ningún estudiante vino – la calma entre resolver las asignaciones y sus fechas de entrega. El bolígrafo de Hiroki garabateaba sobre el papel en silencio, hasta que el sol poniente había coloreado la oficina de naranja. Entonces incluso cuando la luz se había desvanecido, y él había abandonado su calificar, y se quedara mirando hacia la ventana.

    Cuadro días.

    El recogió sus cosas. Colgó su moral sobre el hombro.

    Su teléfono sonó. El rebusco para encontrarlo. “¿Hola?”

    “Hiroki. ¿Ya terminaste?”

    Su corazón omitió un latido, y se maldijo por su debilidad. “Bakahiko, ¿Qué quieres?”

    “Estoy afuera.”

    “¿Tu qué?”

    “Has estado trabajando hasta tarde, así que vine a recogerte.”

    “Idiota, ¿Sin llamarme antes? ¿Qué pasaría si no hubiese terminado?”

    “Entonces esperaría en tu oficina. ¿Necesito buscar un espacio libre en el parqueadero o no?”

    Hiroki gruño. “No, de todas formas, ya me estaba yendo. Ya voy para allá.” Al menos el campus para esa hora ya estaba lo suficientemente vacío como para que el ostentoso auto de Akihiko llamara demasiado la atención. Podría apreciar el aventón, pero no tanto el espectáculo.

    El cerro bajo llave la oficina y se dirigió al parqueadero, donde con seguridad habría un distintivo auto deportivo rojo inmóvil en el bordillo de la acera. Hiroki se subió a bordo indignado. “Bakahiko, ¿Que pretendes?”

    “Quería verte,” fue la simple respuesta. Akihiko alargo la mano y la paso por el cabello de él, Hiroki instintivamente se tranquilizó ante la gentil caricia. “No has estado mucho en casa los últimos días.”

    “He estado ocupado, es todo,” le murmuro. Sus mejillas se sentían muy cálidas. “Ya vámonos.”

    Era Estúpido. Cada día se había Jurado a si mismo que él se apartaría, que él no se dejaría afectar, que en esta ocasión cuando Akihiko le preguntara el daría una excusa. Que él no se dejaría permitir sentir esa calidez floreciendo con cada palabra gentil, o ese fuego apasionado con cada caricia cargada de electricidad. Que él no se dejaría caer más profundo en sus viejos sentimientos.

    Cada día el fallaba. El minute en que poso sus ojos en su viejo amigo, o su voz barítona era atrapada por sus oídos, su determinación se derretía como un cubo de hielo lanzado a una forja de hierro.

    Él era un adicto, y Akihiko era su droga. Incluso si era una euforia falsa, incluso si el sabía que lo destruiría al final, el seguía volviendo por más. Era patético, en verdad. Siete años, y el seguía siendo un caso perdido como lo había sido cuando estaba en la Universidad.

    El camino de vuelta al apartamento transcurrió en un silencio confortable – ni él ni Akihiko eran habladores por naturaleza, y ellos se conocían el tiempo suficiente para no sentir la presión para hacer alguna conversación casual. Sin embargo, en el momento que entraron al pent-house, las manos de Akihiko ya estaban en sus caderas y su boca posándose en su garganta.

    “¡A-Akihiko!” Hiroki soltó un grito ahogado. Su moral se deslizo de sus dedos hacienda un ruido sordo al caer al suelo.

    “Te fuiste sin despertarme esta mañana,” el murmuro contra la curva de su cuello.

    “Porque no quería llegar tarde cuando decidiste que yo era tu oso de peluche personal,” Hiroki logro decir con dientes apretados, incluso mientras las manos de Akihiko siguieron deambulando. “Ya eres un adulto, tú puedes levantarte cuando tu- ¡Oye!” El atrapo los dedos del autor mientras comenzaban a trabajar en los botones de sus pantalones. “Me recogiste del trabajo solo porque estabas cachondo,” le acusó.

    “Esa no fue la única razón.” Se notaba la diversión en su voz.

    Hiroki cerró los ojos. “Después de la cena,” le dijo. “De otra forma terminaremos yéndonos a dormir sin comer de nuevo.” Y si Akihiko era como un oso normalmente, eso no se comparaba a esas mañanas cuando se levantaba hambriento.

    Sus manos se deslizaron hacia abajo, y luego se soltaron, y luego el autor se alejó. “Pediremos a domicilio. Sera más rápido.”

    A Hiroki le pareció bien. Después de todo, lo concerniente a la cocina le tocaba a el – algo diferente invitaba al desastre. Pero Akihiko ciertamente se pondría impaciente y envolvería con sus brazos los hombros y luego Hiroki se descarrilaría y ellos terminaban comiendo un “stir-fry” hecho carbón de cualquier manera. “Cualquier cosa menos pizza.”

    “¿Por quién me tomas?” Akihiko le agito su mano hacia él. “Voy a llamar, ve a tomar tu ducha.”

    Hiroki se retiró hacia el baño del segundo piso. Mientras se quitaba la ropa y estaba debajo del rocío de la ducha su piel sintió un cosquilleo ante la excitación de la anticipación, mientras su estómago se revolvía con una silenciosa ansiedad.

    Él era un adicto, lo sabía.

    Se quedo hasta que el vapor empaño el espejo y tenía el rostro sonrojado. Su mente estaba en blanco mientras se quitaba con la toalla y se envolvía en una camiseta y pantalones limpios. Tal vez sea un desperdicio – especialmente si van a terminar arrugados en el piso de la habitación en una hora.

    “El baño esta libre,” le llamo, antes de dirigirse escaleras abajo y seleccionando uno de sus libros de los estantes y acomodándose en el sofá.

    Él no había podido avanzar más allá de un capítulo antes de que se escuchara el timbre de la entrada. Era la comida a domicilio. “Eso fue rápido,” se murmuro, deslizando un marcalibros en donde se quedó. Presiono el botón para abrir la puerta del frente y fue en búsqueda de su billetera.

    Desde arriba el sonido de la ducha moría mientras Akihiko terminaba su baño. Un momento después sonó un inseguro golpe en la puerta. “¡Ya voy!” Hiroki exclamo, finalmente localizando la billetera Escondido en medio de los cojines del sofá.

    Excepto que cuando el abrió la puerta principal, para nada era el chico de las entregas. En su lugar, parado torpemente en la entrada estaba un muy-familiar-adolescente de cabello-castaño y de ojos-verdes, retorciendo el bajo de su camisa tan fuertemente que la tela se había empezado a estirar.

    “Tu-” Las palabras se murieron en la garganta de Hiroki.

    Misaki Takahashi.





    Hola de nuevo! Que podrá querer de nuevo este muchachito…. ¿No dizque habia elegido a Nowaki? ¿Qué pasa ahí? ¿Qué dira Hiroki? ¿Qué pasara con Akihiko? ¿Por qué aparece aquel que ayudo a crear este caos preciso en ese momento? ¿Hiroki tendrá que sufrir una vez mas?.... La verdad no sabia que pensar, por un momento pienso “Seguro la cosa con Nowaki no funciono, tanto el como el otro habían estado muy enamorados de sus parejas y se dieron cuenta que el “pasto no es mas verde mas allá de la barda” asi que viene en plan de que le perdone y que vuelvan… Y si eso es asi, Nowaki estará en la misma tonica y querra volver con aquel a quien abandono??... Y que pasara con Hiroki, el querra volver con ese o prefiere extender la fantasia… Y que pasa con Usagi-san, el me preocupa porque generalmente siempre es tan misterioso, no sabes muy bien que quiere, la única vez que ha sido claro ha sido que quería a Misaki y punto… Pero con Hiroki no se descifrarlo… ¿Quiere probar un amor diferente o preferirá retornar a ese amor que compartio con Takahashi? Después de todo la cosa con Hiroki lleva poco tiempo, y aun tiene el corazon vulnerable y de Hiroki ni hablemos, el apenas y se puede sostener en pie a pesar de su orgullo, no se que pasaría si le exponen a tomar una decisión o peor, que elijan por el y las circunstancias lo hundan aun mas en depresión, porque si considero que Hiroki tiene depresión… Esperemos ver que quiere este chico listo con ellos.

    Ahora quisiera seguir con la zona de agradecimientos: Yukikaze Abi (Me encantan las comentadoras nuevas, me encanta tambien compartir ideas y de pronto llegar al debate sano… Si creo que la adicion de Haruhiko es libertad literaria de la autora original, pero es plausible, ya que Hiroki no era precisamente “casto” pero si creo que de pronto en un arranque de despecho hubiera ido tras el…. Pero no, a veces el ver lo orgulloso que es me hace dudar que haya sucedido en el canon, aunque hay mil versiones en fanfic de sus posibles encuentros jaja. Sobre la relación de Nowaki y Misaki…. Es difícil, creo que aparte de empatia (ambos sin padres, con ciertas deficiencias emocionales, mas en el caso de Nowaki, y aun asi ambos resultaron ser buenas personas) tambien podría haber algo de compatibilidad, a Nowaki le costo mucho enamorar a Hiroki por su carácter y la relación de Akihiko y Misaki no empezó con el mejor pie, hubiera sido una relación muy tranquila, pero no es muy interesante a nivel de historias de manga que precisa del conflicto para desarrollar la historia, auqnue en este universo sucede en forma de traición, y si lo vemos bien incluso Nowaki fue mas fiel con Misaki, que Misaki a Nowaki porque aunque ya estaba en relación con el doctor, seguía indeciso con Akihiko, probablemente porque es el personaje mas joven y el mas inexperto. Ahora probablemente a nivel sexual me imagino que Nowaki no es tan exigente como si lo fue en un principio Akihiko con Misaki, y a pesar de ser el seme, de todas formas Hiroki es casi un “power bottom” lo cual aunque no sabemos el punto de vista de Akihiko, las sesiones sexuales entre ambos debieron haberse beneficiado en mas de una ocasión de la experiencia de Hiroki y la insaciabilidad de Akihiko, y ai ellos volvieran a sus respectivas parejas, esta situación podría añadir algo a sus relaciones, no si los refuerza o si la desconfianza terminaría mermando dicha relación y terminaran aunque siento que ahora que ya faltan pocos episodios no alcance a ese desarrollo. Ahora si entro en debate, porque Miyagi no es ningún muchachito, que le guste uno que ronda esa franja de edad es otra cosa, hay que revisar que a pesar de las buenas intenciones que pudo tener al principio no lo hace culpable, tal vez se le pedia ser mas maduro al respecto y lo hizo hasta cierta forma, no inicio nada físico hasta terminar la relación con Hiroki y aun esta probando como le va con alguien tan taaan joven… Pero creo que la razón por la que empezó a “forzarse” en la vida de Hiroki fue mas como un reto provocado por esa preocupación por alguien que pasa por una depresión, y seguramente pensó que inicar una relación (no se si eso llego a ser casual u oficial aunque Miyagi se mantuvo fiel al principio cuando Shinobu empezó a acosarlo) resolvería eso, ya empezando eso fue irresponsable, y luego darle la sensación de estabilidad a Hiroki y luego deshacer lo que el mismo busco y que ya no quiere es lo que le reprocho, y si leíste el ultimo capitulo el mismo lo reconoce, “no fue confiable” y eso debia entenderlo a su edad (es de los personajes mas mayores del universo Nakamura) y tal vez por eso da un poco de cringe que viera algo en un muchachito egoista y “terrorista” pero bueno siempre crei que esas actitudes infantiles que a veces tiene el profesor solo lo hacia para aligerar los ambientes donde el trabaja y es como para no ser sombrio solo por ser mayor… Y si vemos su insistencia en tratar de solucionarle a vida a Hiroki, me hace ver que el se siente culpable por algo que el tuvo que ver (no es el culpable único, por ahí anda Nowaki pero el cobarde no ha vuelto a aparecer, y el peor enemigo de Hiroki que es el mismo)… Shinobu ahora tiene un maestro de la vida, pero si vemos en el manga ahí es mucho mas maduro que esta versión pero me alegra que aunque sea haya reprendido por Miyagi para que aprenda a ser una mejor persona, cosa que no creo que al final entienda porque logro su objetivo siendo el mocoso que es jaja. Y hablando de Nowaki, un posible retorno de el y como lo pintas da para una historia interesante, pero quedan poquitos capítulos no alcanzaría a desarrollarse, pero algo va a pasar y si aparece Misaki, es apenas lógico que aparezca el otro para buscarlo, y seguro sabe cual es el primer lugar a donde iría Misaki si se llegan a pelear…. Pero si me gustaría que Akihiko se de cuenta de la situacion vulnerable en la que esta Hiroki, y que no repita lo que paso con Miyagi, ambos tuvieron buenas intenciones (creo que Akihiko tuvo una segunda desde el principio pero digamos que si) pero al no ser responsables con alguien que saben que tiene una vulnerabilidad emocional y que paso por una ruptura al menos no entrar con el en temas ni sexuales ni emocionales porque Hiroki no esta bien y hasta ahora esta teniendo un pequeño alivio pero por una situación no esperada…. Y en el ultimo párrafo que me enviaste tienes toda la razón, una persona que se equivoca de esa forma es una muestra de que no es una persona estable a nivel emocional por lo que siento que es muy dependiente de la estabilidad de alguna relación y si esta solo quiso ser temporal, ahonda en esa vulnerabilidad y si la relación con Akihiko resulta ser otro desastre, me temo que no se si el lo soporte… O tenga como alternativa comenzar algo nuevo lejos de todos ellos, pero no se, quiero apelar a la fuerza de carácter de Hiroki para comprender que tal vez deba estar solo para crecer personalmente…. No conozco Black Lotus, me picaste con el bicho de la curiosidad le estaré dando un vistazo, muchas gracias por las flores llamándome sensei, creo que estoy lejos de eso, pero me reconforta mensajes como ese, gracias por tu tiempo.) Anne onodera takano (Creo que esta yendo mas allá del sexo sin compromiso con alguien que le gusta retener a sus parejas, pero entiendo que sea complicado entender a Akihiko sobre que tan serio va con hiroki y peor ahora que Misaki vuelve… Yo tambien quiero que Hiroki sea feliz, pero primero el tiene un problema personal muy grande y es su depresión, ojala lo supere porque siento que siempre esta con miedo a que lo dejen y hace buscar vias de escape en caso de que las cosas no vayan bien, esperemos a ver que pasa en el siguiente capitulo. Gracias por comentar!!) Alicia gonzalez (Yo tambien no quiero que Hiroki nos sufra mucho, y espero que esta actualziacion te guste. Gracias por comentar). Y a mis lectoras fantasme espero que este episodio les haya interesado. Gracias por leer!! <3
     
    Top
    .
  4.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    495
    Location
    argentina

    Status
    Offline
    Que asé misaki hay ,???
     
    Top
    .
  5.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Porqué aparece ahora Misaki? Se viene más drama para Hiroki.
    Esperaré con ansias la conti.
     
    Top
    .
  6.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    495
    Location
    argentina

    Status
    Offline
    😮😯
     
    Top
    .
  7.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    138
    Location
    Somewhere only we know

    Status
    Offline
    Hola de nuevo! Olviden el retraso como de costumbre! Si ahora tengo dos trabajos y me toca lidiar con los nuevos horarios… Pero aquí firmes con esta historia que pronto va a acabar… Así que en este capitulo habrá un carrusel de emociones, de los cuales en la nota final les comento sobre lo que senti en especial sobre unas escenas… Es decir… Primero deben leerlo para que me entiendan porque si… mejor que lo lean primero… Y luego quiero que me cuenten que les parecio este episodio… Y sin mas a leer!!





    Capítulo 13




    Hiroki lucho para retomar la compostura. “¿¡Qué rayos estás haciendo aquí?!” Por un horrible momento, él pensó que tal vez algo le había pasado a Nowaki. Un accidente, o una terrible enfermedad. ¿Qué otra posible razón podría tener este niño para buscarlo?

    El muchacho en cuestión se agito incontrolablemente. “¡Ah! Es el Dem- ¡Kamijou-sensei! ¿Que- que está haciendo- ¡Estoy aquí para ver a Usagi-san!”

    ¿…Usagi? Ese viejo, estúpido apodo que no había escuchado desde la secundaria, y solo de los labios del condenado de Takahiro.

    Takahashi.

    Misaki Takahashi.

    Hiroki se inclinó contra el marco de la puerta y empezó a reírse.

    “¿Esta es una broma, cierto?” se atraganto. “Alguna fuerza cósmica está haciendo de mi vida una tragicomedia.”

    “Ah… ¿Kamijou-sensei?” Misaki se aventuró nervioso.

    El apenas había notado el apellido cuando Nowaki se lo menciono. Es el tercer apellido más común en Japón, después de todo, justo después de Tanaka o Suzuki. ‘Misaki’ sobresalía más por ser más típicamente un nombre de chica, así que nunca había pensado de más sobre eso.

    El hermanito de Takahiro. Él había sido un tonto.

    El arrastro una mano sobre su rostro. “Y estas de vuelta para ver a Akihiko. ¿Las cosas no están funcionando con Nowaki?” Se lo merecen.

    “Nowa- ¿¡Como sabes sobre eso?!” Misaki tartamudeo.

    “¿Misaki?” Akihiko había bajado las escaleras ante la conmoción, con una toalla colgada en sus hombros, y ahora estaba estático y con los ojos bien abiertos en el vestíbulo.

    “¡Ah! Usagi-san…” Misaki lo paso de largo para entrar al pent-house. “¡L- Lo siento! No sabía a donde más ir…”

    “¿Estas herido? ¿Él te hizo algo? Lo matare.” Akihiko cambio de estar aturdido a prometer maldad inminente en un parpadeo.

    “¡No! No estoy- Lo siento. Nos… peleamos, y yo tenía que irme, y yo… ya se había hecho tarde, y yo necesitaba ir a algún lugar, y yo lo siento, no quiero ser una carga, pero-”

    “Shhhh, cálmate,” Akihiko lo consoló, atrapando el rostro de Misaki entre sus manos, sus pulgares acariciando sus mejillas. “Tú no eres una carga. Estoy feliz que estés aquí en vez de afuera en la calle tan tarde en la noche. Ven aquí, siéntate.”

    Hiroki los observo con ojos caídos. Vio la gentil atención de Akihiko, las caricias cuidadosas, y la aparente inclinación para pasar por alto las transgresiones de su antiguo compañero de casa. A pesar del hecho de que apenas unas semanas atrás Aikawa le había susurrado a Hiroki sobre el bloqueo de escritor y la tragedia silenciosa. A pesar de la memoria de su amigo apareciéndose en el sofá de su oficina, preguntándole como alguien podría desenamorarse.

    Esa clase de devoción sacrificada que solo había visto una vez antes. Él lo había visto en forma de años de silenciosa espera por un amor no correspondido. En como su mejor amigo preguntaba por el enamoramiento de Takahiro quien sería después su novia y luego su prometida, ofreciendo sus felicitaciones en cada hito de su relación incluso si eso le partía el corazón en dos.

    Hiroki silenciosamente se puso su chaqueta y salió por la puerta.

    El sonido gentil del cierre detrás de él amortiguo sus voces en un murmullo indescifrable. Hiroki se alejó, presionando el botón del elevador con una leve sonrisa que permanecía dolorosamente en sus labios.

    Eso, parecía ser, que era el fin de eso.


    ……………….



    Pareció que en un parpadeo Hiroki se encontraba en la universidad. Sus pies habían operado en automático, arrastrándolo a lo largo del camino familiar mientras su cerebro le daba vueltas una y otra vez al último sorpresivo giro en la tragicomedia de su vida amorosa. Grandes franjas del edificio se mantenían oscuras y silenciosas. Los laboratorios de computación y la biblioteca aun estarían abiertos, y la facultad de ciencias aun daba clases nocturnas hasta tarde, pero el ala artística de Mitsuhashi estaba casi completamente desierta. Sus pasos hacían eco en el pasillo solitario.

    El casi tempranamente se había dado vuelta frente a la puerta. Con seguridad venir a la oficina había sido una terrible idea. Este era su espacio compartido con Miyagi, lo cual no ayudaba mucho a su estado mental actual. Pero por ahora estaba vacía y silenciosa llena de libros, y el no podía pensar en un mejor lugar para ir. El obtendría las llaves de su nuevo apartamento en cuestión de días, y él podría quedarse en un hotel de negocio o algo así mientras tanto, pero solo por esta noche… el necesitaba ir a algún lugar privado y familiar. Y la oficina era el último lugar familiar que le quedaba.

    Se permitió entrar, su mano aferrándose al interruptor de luz. Encendió la cafetera y dejo que el silencioso burbujeo de el percolador humedeciera el silencio agobiante. Él se sentó en su silla y recostó su frente contra la lisa madera del escritorio.

    Desde el principio el sabía que este día llegaría. No había sido nada más que un sueño temporal, un deseo cumplido brevemente. Una trampa de su propia fabricación. Él se había preparado mentalmente para las consecuencias.

    ¿Pero había sido el hermanito de Takahiro? ¿Era el mismo mocoso por el que Nowaki le abandono?

    Era demasiado para soportarlo.

    El silencio se rompió con el sonido del ringtone de su celular. Hiroki no se movió hasta que se detuvo, luego suspiro y rebusco en su chaqueta para sacarlo. Tenía suerte de que incluso lo hubiera llevado con el – él había dejado el pent-house con nada más que lo que tenía a su alcance. Su billetera y su teléfono y poco más.

    Su ceño se frunció cuando registro en la pantalla. ¿Dieciséis llamadas perdidas? ¿Trece mensajes? ¿Qué tan distraído había estado caminando allí? Las calles no estaban tan ruidosas como para no haberlo escuchado.

    Antes de que pudiera hacer clic, una rápida serie de golpes resonaron contra la puerta.

    ¿Miyagi? Pero él se había ido antes que Hiroki ese día, hacia otra cita clandestina con su mocoso, y el simplemente habría entrado de cualquier forma. Era demasiado tarde para que cualquier estudiante estuviera allí, el horario de oficina había terminado hace tiempo. ¿Tal vez era el conserje?

    El reviso otra vez a su teléfono, asaltado por la inquietud.

    “¿…Hiro-san? ¿Estas allí?”

    Antes de que pudiera encontrar su voz – o que se hubiera decidido a contestar – la puerta se abrió y allí él estaba.

    Nowaki.

    Habían pasado alrededor de cuatro meses desde la última vez que lo vio. En alguna parte de su cabeza él se había vuelto transparente, irreal, como un espectro que solo acechaba sus recuerdos. El shock de verlo ahí en persona, viéndose igual que aquel día en que él le había entregado su llave… era como si estuviera soñando, y de repente se había despertado en una nítida, realidad hiper detallada.

    Él tuvo problemas para encontrar su voz. “…Tu… Que estas…”

    “Lo siento, Hiro-san,” Nowaki murmuro. “No – No sabía a donde más ir.”

    Que gracioso, el acababa de escuchar esas palabras en alguna parte. “¿Así que viniste aquí?”

    Nowaki se encogió de hombros y desvió la mirada. “Supongo que… Yo quería verte.” Se movió nerviosamente por un momento. “Ya no estabas en el viejo apartamento, y no estabas contestando tu teléfono, así que…”

    “Me mude,” Hiroki le respondió mordaz. “Y que mal por ti, porque yo no quiero verte.” El empezó a sacarlo a empujones. Que se fuera a algún lado, el no sabía, solo a alguna parte.

    “¡Espera, Hiro-san!” Nowaki le tomo del brazo, llevándolo de vuelta a la habitación.

    “¡Suéltame!” Hiroki se liberó fuertemente, tropezándose contra el sofá. “¿De cualquier forma, para que estas aquí? ¿Tuviste una pelea con tu precioso Misaki y pensaste que irías a ver a tu ex?”

    Nowaki abrió sus ojos. “¿Como sabes sobre eso?”

    Él no era tan patético como para soltarle todo a su ex novio sobre el asunto. Para admitir que él había sido en efecto abandonado dos veces – incluso si no hubiera sido nada más que un romance ocasional con Akihiko – porque había sido en ambas ocasiones el mismo maldito Takahashi el que diera el golpe que su orgullo no podía soportar. “Lo adivine,” le dijo con desdén.

    Se quedaron así por medio minuto, atrapados en un impasse incomodo – Nowaki bloqueando la puerta, y Hiroki sin querer acercársele.

    “¿…Estas bien, Hiro-san?” Nowaki eventualmente le pregunto. “No te ves bien.”

    Él se dio vuelta, haciendo un ademan para buscar algo en su escritorio, solo buscando algo más a que mirar. “He estado ocupado, es todo.”

    “¿A dónde te mudaste?”

    “¡No es tu asunto!”

    Sus oídos registraron el leve pitido de unos botones un momento después. “¿…Usami-san?”

    Se dio la vuelta, quitándole el teléfono del agarre de Nowaki. “¡Dame eso! ¿Qué eres, un loco acosador?” Estaba abierto en los mensajes – muchos eran del mismo Nowaki aparentemente, pero los que estaban arriba eran los de Akihiko, preguntándole a donde se había ido y cuando volvería a casa.

    Los ojos de Nowaki se oscurecieron. “¿Porque te estas quedando con el?”

    “¿Estas celoso?” Le pregunto incrédulamente. Nowaki le desvió la mirada, sin responder a la pregunta. “No tienes por qué ponerte celoso. Me abandonaste ¿Lo recuerdas?”

    “Yo solo… No me lo imagine, es todo. Que tu podrías… con él. No tan pronto, al menos.”

    “Que, ¿Estabas esperando que permaneciera solo por siempre?” Técnicamente él estaba soltero ahora, pero Nowaki no necesitaba saber eso. “¿Pensaste que tan solo podrías volver si las cosas no te funcionaran y con disculparte yo hubiera vuelto contigo?”

    Nowaki permaneció en silencio.

    Hiroki se congelo, viéndolo fijamente. “…Vas en serio.” Una risa burbujeo de su garganta con un sabor amargo. “Debe ser agradable, pensar que puedes volver cuando cometes un error. Cambiar tus sentimientos tan fácilmente.” Se cruzo de brazos. “Que conveniente.”

    “Tú nunca dejaste de importarme, Hiro-san,” Nowaki murmuro.

    “Pero él te importo más.” Era una lucha no echarle toda la culpa al mocoso de Takahashi. Hiroki siempre había resentido de esos exes que se encolerizaban contra el intruso en vez de guardar su ira para aquel que los había traicionado directamente. El ahora descubría que tan particularmente poderoso era ese impulso. El respiro hondo, y contuvo a la fuerza el temblor de rabia que subía por su espalda. “Todo lo que necesitaba era saber que yo era la persona que más te importaba.”

    “Hiro-san…”

    “No,” Hiroki le grito. “Dejemos una cosa en claro – No soy tu amante de repuesto. Te di una oportunidad tras otra – y tú me las tiraste de vuelta a mi cara. No importa cuánto te amaba, no soy tan estúpido de repetir ese error. Yo tengo mi orgullo.”

    Su orgullo era todo lo que le quedaba.

    Nowaki se vio afligido. “Hiro-san, eso no era lo que yo -”

    “Nadie tiene esa intención, idiota, pero a eso se reduce si tan solo tuvieras las agallas de admitirlo. ¿Por qué más estarías aquí?” El lanzo un suspiro, y deslizo una mano por su cabello. Él estaba cansado. El apenas tenía la energía suficiente para seguir enfadado. “Aunque no entiendo. ¿Qué causo problemas en el paraíso?”

    Mirando a sus pies, Nowaki confeso, “Es mi culpa, en verdad. Tsumori-senpai estaba tonteando, y ha habido muchas emergencias últimamente, y.…” Su voz sin esperanza se apagaba.

    Hiroki podía adivinar el resto. Salir con un médico residente… era duro. Las noches solitarias cuando Nowaki tenía que trabajar hasta tarde, se perdía los aniversarios y los cumpleaños, los días en ese tiempo cuando no se podían ver a menudo… el menor rastro de inseguridad lo podía volver insoportable. Incluso ahora, mirando atrás, el escasamente creía que había valido la pena.

    Y aun así… le irritaba eso. Una parte descortés de él quería jactarse con un ‘Te lo dije’, regodeándose en el conocimiento de que había sido tomado como algo seguro en vano, pero una parte mucho más grande de él estaba indignada de que los siete años que estuvieron juntos serian dejados de lado por algo que ni siquiera había durado 6 meses completos. “Idiota.” Le dio un golpe en la cabeza con un diario.

    Nowaki parpadeo con sorpresa. “¿Hiro-san…?”

    El hizo una mueca irritada, recogiendo su chaqueta y deslizando sus brazos dentro de las mangas. “Tú no eres de los que se rinde fácilmente.”

    Dentro del consiguiente silencio, él pudo casi escuchar los engranes moviéndose en la cabeza de Nowaki mientras procesaba eso. Sus ojos lentamente se aclararon, seguida de la más breve de las sonrisas en su rostro.

    “Gracias Hiro-san. Eres tan amable.”

    “Ya lárgate de aquí. Me voy,” Hiroki resoplo en respuesta.

    Nowaki se retiró lentamente dando una venia con su cabeza. Luego ya estaba corriendo a través del pasillo. Hiroki podía adivinar a donde se dirigía.

    Idiota.

    Hiroki cerro con llave la oficina detrás de él. Él había repensado pasar la noche allí – el encontraría un hotel de negocios para pasar la noche. Después de todo, si Nowaki pensó en buscarlo allí…

    El solo quería un lugar donde hacerse un ovillo a solas con una brazada de libros y lamerse las heridas en privado. ¿Era mucho pedir?



    …………………..


    Resulto que fue mucho a pedir.

    “Llegas tarde,” Miyagi lo saludo con una sonrisa tan pronto como Hiroki puso un pie en la oficina a la siguiente mañana.

    “Lo sé,” le gruño. “Lo siento. Inconvenientes con las líneas de tren.” Teniendo que detenerse en un almacén por departamentos para encontrar una camisa nueva tampoco había ayudado en nada.

    “Bueno, tu clase no empieza sino hasta dentro de una hora así que supongo que está bien,” Miyagi recalco, su tono de voz destilaba una antinatural alegría. “Aunque la cosa más extraña sucedió esta mañana, cuando llegue ya había alguien esperando por ti.”

    Hiroki se congelo.

    No pudo haber sido Nowaki otra vez, no después de lo de la noche pasada. Eso solo dejaba a…

    “¿Se llama Usami?” Miyagi continuo animadamente. “Quería saber en dónde estabas.”

    La mirada de Hiroki se clavó en la puerta. Sus manos se aferraron al espaldar de su silla, atrapado en el incomodo limbo entre quedarse a pelear o salir corriendo.

    Debió haberse notado, ya que Miyagi añadió, “No te preocupes, el ya no está afuera.”

    Hiroki parpadeo. “¿Lo ahuyentaste?”

    Miyagi apago su cigarrillo, despidiendo hilillos de humo enroscándose hacia el techo. “Considerando como tus amantes siguen apareciendo aquí cada vez que las cosas no salen bien, ¿Puedo preguntar que sucedió?”

    “Nosotros no-” Hiroki se cortó a mitad de camino. “No éramos eso.”

    No exactamente. Había sido algo casual, después de todo. ‘Amigos con Beneficios’.

    “¿En serio?” Miyagi puso un rostro pensativo, su mirada habitando distantemente en el sofá. “Eso es raro. Él se veía casi frenético.”

    ¿Akihiko? ¿Frenético? El Profesor como acostumbraba exageraba las cosas. “Él es solo un idiota. Yo le envié un mensaje donde le decía que no volvería en la noche.” La verdad es que, justo después había apagado el teléfono. Palmeo el dispositivo rectangular dentro de su bolsillo, pero no la saco de allí.

    Una mariposa moribunda de esperanza revoloteo débilmente en su estómago. El la aplasto contra el suelo, pulverizando sus finas alas.

    Él no podía dares el lujo de tener esperanza. Él no se atrevía. No después de ser decepcionado vez tras vez tras vez otra vez. No solo por Akihiko. Por todos.

    “Si tú lo dices. Solo fue la impresión que tengo de ti, es todo,” Miyagi recalco.

    “Nunca fue mutuo. No en la forma que importaba.” Hiroki no pudo detener la amargura escurrirse en su voz. “Y aparte ya no es asunto suyo, Profesor.”

    Pero sus palabras ya no tenían ese acostumbrado filo, y Miyagi debió haberlo notado porque en vez de retirarse el gentilmente presiono, “Tal vez no, pero un simpatizante oído ¿Podría ayudar? Mantener todo embotellado en el interior no es saludable.”

    “No es gran cosa,” el insistió. Ante la mirada de Miyagi, se enfureció, pero admitió con indiferencia forzada, “Si debes saberlo, me dejaron. Eso es todo.”

    “¿Otra vez?” Ante la mirada rabiosa de Hiroki, Miyagi se avergonzó. “Ah, cierto, eso fue insensible. ¿Pero no habías dicho que no estaban involucrados?”

    “Él no lo estaba. Yo, por otra parte, aparentemente no puedo evitarlo.” Hiroki se hundió en su silla y enterró su cabeza entre sus manos, deseando que el pudiera irse a algún lugar y embriagarse en vez de lidiar con el trabajo y Miyagi. Excepto que, con sus antecedentes, eso solo podía resultar en volver a casa con algún sórdido acosador y brindarle otro paquete de arrepentimientos.

    “Entonces ¿Exactamente qué fue lo que paso? ¿Se pelearon?” Miyagi le pregunto, poniendo frente a él una taza de humeante café. Hiroki lo miro con desconfianza, pero eventualmente lo acepto asintiendo brevemente agradeciéndole.

    “No. Nada de eso.”

    “Entonces?”

    “Aparentemente todos los hombres con los que me involucro tienen un tipo,” fue la irónica respuesta de Hiroki. “Y en el caso de Akihiko y Nowaki, ese tipo es muy específico.” Ante la inexpresividad de Miyagi, el añadió, “El ex de Akihiko vino anoche. Resulta que él y Nowaki tuvieron una pelea.”

    El ceño de Miyagi se frunció mientras procesaba eso, entonces su rostro se comprimió. “Era-”

    “Cierto.” No era la historia completa, pero era lo suficientemente malo sin necesidad de enlodar el nombre de Takahiro.

    “¿No lo sabias?”

    “Debería haberlo sabido.” Una cansada mano se froto contra su frente. “Soy un maldito tonto.”

    “Eso es…” Decía mucho cuando un profesor de literatura se quedaba falto de palabras. “…desafortunado.”

    “No sabes siquiera lo peor de todo eso,” Hiroki murmuro por lo bajo.

    “¿Entonces es eso? ¿Solo te estas rindiendo? ¿Ni siquiera le vas a contar a tu amigo como te sientes?”

    “No tiene caso Profesor.” Su mente recordó el rostro preocupado de Akihiko y su toque gentil, guiando a Misaki Takahashi a el sofá como si estuviera manejando una joya delicada. Incluso si Nowaki empezaba a comportarse como es debido y el y Misaki arreglaban las cosas, ahora que Hiroki había visto esa mirada… “No estoy tan desesperado ni soy tan dependiente que estaría dispuesto a ser la segunda opción de alguien.”

    “Tú no eres una segunda opción.”

    Por un largo momento Hiroki observo, intentando reconciliar esa voz con el rostro de Miyagi. Pero los labios de Miyagi no se habían movido, y su expresión había cambiado a una de culpa avergonzada, y Akihiko se levantaba de detrás del sofá como una forma de zombi de cabello blanco pesadillesco.

    Hiroki se devolvió hacia Miyagi, la propia imagen de una cobra a punto de escupir veneno. “Tú-”

    “En realidad, técnicamente no estaba entrometiéndome,” Miyagi protesto antes de que el pudiera dejar salir alguna palabra. “Solo sucedió en un afortunado momento oportuno. ¡Y yo no mentí! ¡Ni una sola vez!”

    “No es su culpa,” Akihiko dijo. “Estaba revisando los estantes y se me cayó un libro allí. Tu llegaste cuando estaba recogiéndolo y yo simplemente elegí quedarme ahí.”

    “Bueno, con interés de ser sincero, yo tal vez le señale que se quedara allí abajo,” admitió Miyagi. “Pero en mi defensa, ¿Quién podría desaprovechar una oportunidad como esa?” Frunció los labios. “… Está bien, tal vez estaba entrometiéndome después de todo.”

    “Hiroki,” Akihiko dijo, y de repente estaba justo allí, sujetando su muñeca, sus manos como el hielo y su aliento cálido contra su rostro y demasiado cerca. “Creo que debemos hablar.”




    Bueno esto continua pero hay cosas que quisiera descargar después de leer este capitulo:
    Pobre Hiroki, su autoestima debe estar por los suelos… Que todos lo dejen, y aparte dos de ellos por Misaki… Lo que lleva al siguiente punto:
    Que p*tas hace Misaki donde Akihiko???... Es decir no tenia otro lugar a donde ir despues que cobardemente huyo sin afrontar las consecuencias de sus actos… Pero… Uno podría decir que es un descarado pero revisando bien todo, efectivamente el no tiene mas a donde ir y pues le tocaba poner cara de perro… Aunque este no se esperaba al demonio Kamijou allí…. Y el pobre tuvo que ver como Usagi-san se desbarataba por Misaki…. Si un golpe a su autoestima, que no supo mas que huir tambien, de forma cobarde o solo para mantener el poco de cordura que le quedaba?? Que hombre tan desdichado
    Ahora la aparición del otro que provoco la discordia… Otro que supuestamente no tenia a ningun lugar a donde ir (Porque no fue a donde Tsumori??) Y tambien poniendo cara de perro… Este fue mas descarado, pensando que repitiendo la escena en la universidad le funcionaria…. Y créanme hasta ahora después de haber releído este episodio no me queda claro que quería lograr Nowaki con Hiroki… Es decir le dice una mentira (que quería verlo), luego decir que sentía preocupación por Hiroki (No se si para convencerlo de que estaba allí para verlo a el) luego celarlo (al enterarse que Hiroki vive con Usami)… Es decir WTF?? Me gusto que Hiroki le dejara en claro que el no era segunda mesa de nadie, y debio haberle reclamado mas cosas, siento que Hiroki se desquita mas con sus alumnos que con el hombre que lo traiciono… Y a parte va y le da consejos para levantarle el animo ¿En serio? Yo lo hubiera mandado a comer mierda, en serio!!... Pero supongo que la autora solo quería retratar a Hiroki como un hombre mas maduro por tanto sufrimiento que en este caso prefirió ser “the bigger person” es decir la persona menos mezquina, que no ganaba nada con hacerle daño a alguien a quien amo, a pesar de que este le pago mal y que aparte ni le dio una disculpa sincera, le saco el consejo gratis… Loable pero quise darle un palmazo en la cabeza a Hiroki por ser demasiado comprensivo, es mas hasta le revocaria a Nowaki el privilegio de llamarlo Hiro-san, porque ya no se lo merece… Darle una consecuencia permanente… No se que depare el futuro pero ayudándole solo da pie a que Nowaki en el próximo encuentro piense que las cosas están bien entre ellos y que ahora tienen una amistad… No se si Hiroki con el tiempo ahora lo vea como un amigo…. Yo igual no podría pero bueno asi lo quiso retratar la autora.
    Ah y esa ultima parte… Bueno Miyagi al parecer quiere cavar su propia tumba con sus ganas de compensar a Hiroki al entrometerse con el, pero en esta ocasión no le tengo tanta rabia, creo que Hiroki en el fondo solo lo aprecia, y no estaban destinados a ser pareja… Pero ahora ¿Qué querra Akihiko? Le dira algo bueno a Hiroki?... ¿Qué no es segunda opción? ¿Sera solo una reacción primaria al darse cuenta que Hiroki siente algo por el? ¿Entonces que pasa con Misaki? ¿Por qué buscaba a Hiroki? Sabemos que Akihiko es egoista y puede que se sintió importante al ver que misaki lo busca de nuevo… ¿Sentira algo por Hiroki que hasta ahora esta descubriendo? Tendremos que esperar a ver el siguiente capitulo.
    Seccion de agradecimientos: para Anne onodera takano y Alicia gonzalez gracias por comentar en esta historia, se que me demore bastante en esta ocasión, porque ahora me toca trabajar el doble (en el sentido literal) y ahora el tiempo se me hace el doble de escaso… Pero aquí estoy firme…. Espero sacar tiempo/fuerzas para vanzar en el siguiente episodio del otro fanfic que tambien esta sufriendo estos embates de la vida jaja (que tristeza ☹ pero a ellas y los que leen esta historia gracias por tomarse el tiempo.
    Otro anuncio parroquial: Resulta que tambien actualizaba esta historia en la pagina Amor-Yaoi con este mismo usuario (XIVA) pero empezando este año me encuentro con la desagradable noticia que hicieron algo con esa pagina y aunque puedo ingresar con mis credenciales, cuando quiero actualizar la historia me sale que no tengo autorización para hacer eso, en esa pagina la historia va en el capitulo 12 creo. Por eso quiero solicitar a cualquiera de las lectoras que lean ese anuncio aquí en Mundo Yaoi que tengan cuenta activa (y que puedan mandar mensajes y actualizar historias) en Amor Yaoi que le manden un mensaje al administrador de AMOR YAOI para que revise mi caso, me preocupa que cuando actualice “MIENTRAS NO TENGAMOS ROSTRO” Las lectoras que tengo en esa pagina no sepan de este problema y se queden sin saber porque no he actualizado la historia porque desde hace meses que tengo este problema… Solo es que le avisen que XIVA no puede actualizar sus historias y ya… Si pueden ayudarme les agradecería mucho <3. Listo chicos espero les haya gustado este episodio. Nos vemos en el siguiente!!! <3 <3 <3
     
    Top
    .
  8.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    495
    Location
    argentina

    Status
    Offline
    Pobre hiroki
     
    Top
    .
  9.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el capítulo.
    Como se atreven Misaki y Nowaki a ir a buscar a Hiroki y Akihiko porque se han peleado para buscar consuelo y consejos, que bastardos después del daño que hicieron, Hiroki demasiado bueno y maduro, yo con toda mi madurez le digo vete a la mierda hdlgp y le doy con toda la puerta en la cara, pero antes un buen rodillazo en sus partes.
    Esperaré con ansias la conti.
    Siento lo que te pasa en amor yaoi pero no tengo cuenta en esa plataforma, lo siento.
     
    Top
    .
  10.     +1   +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    138
    Location
    Somewhere only we know

    Status
    Offline
    Bueno chicos despues de mucho sufrimiento de parte mia y de Hiroki, por fin llegamos al ultimo episodio de esta historia.... Agradezco a todos por acompañar a este tragicomico personaje porque ya a sufrido demasiado... Y todos queremos que sea feliz y aunque la vida tenga una forma extraña de compensarle... o castigarle... tal vez esta sea una forma de hacer que el por fin suelte esa armadura que lo ha acompañado por tanto tiempo... Bueno aqui les dejo el final de este fanfic. Nos leemos al final con mas noticias futuras


    Capítulo 14




    Miyagi los ahuyento hacia la puerta con la promesa de que cubriría las clases de Hiroki y sus horas de oficina ese día ‘porque de todas formas le debía unas horas’.

    Hiroki paso por una suerte de entumecimiento provocado por el horror – porque Akihiko le había escuchado. Había escuchado cada palabra de ese patético, vergonzoso pronunciamiento. Su cerebro se había apagado, incapaz de ver más allá más que percatarse de que Akihiko lo sabía.

    El rugido en sus oídos era el sonido del último puente que se iba a quemar detrás de él.

    “¿Estas despierto, Hiroki?”

    Ellos estaban en el ostentoso automóvil de Akihiko, en el cual el en verdad no recordaba haber entrado, pero el escenario pasando rápidamente a través de la ventana le parecía sorpresivamente familiar. El auto retumbo en medio del tráfico, el ronroneo del motor elevándose y cayendo con cada semáforo de camino.

    “¿Hiroki?”

    “¿A dónde vamos?” logro decir, aunque el ya sabía la respuesta.

    “A mi casa.”

    Tenía cierto sentido. De cualquier forma, el necesitaba volver a donde Akihiko en algún momento. Todas sus cosas estaban todavía allí. Sus libros, sus calificaciones y su ropa.

    “¿A dónde fuiste anoche?”

    Hiroki se irrito. “Tal vez salí a tener un encuentro casual de una noche. Eso es lo que me sigues recomendando ¿Cierto?” El auto viró bruscamente, y Hiroki se aferró al tablero frontal. “¡Ten cuidado como estas conduciendo!”

    Akihiko le lanzo una furiosa mirada por el rabillo de sus ojos, y la oscuridad de esa mirada le hizo retroceder. Era una expresión venenosa que le había visto solo en raras ocasiones, e incluso entonces solo estaba reservada para alguien como Haruhiko, nunca para él.

    Solo duro cuestión de un momento, afortunadamente. “Estas mintiendo,” Akihiko concluyo, y retorno de vuelta a la vía.

    Hiroki espurreó. “Yo- Como sea, ¿cómo podrías saberlo?” declaro acaloradamente.

    “Porque si tu fueras el tipo de persona que en verdad hiciera eso, no estaríamos aquí en primer lugar.”

    No había respuesta que el pudiera articular ante eso, ninguna negación que no sonara hueca en sus oídos.

    Hiroki se dio vuelta para mirar a la Ventana en vez de contestar.

    Los nudillos de Akihiko estaban blancos sobre el volante, pero el autor no dijo otra palabra hasta que se estacionaron en el garaje del complejo de apartamentos, la luz demasiado brillante del sol de media mañana abruptamente se eclipso con sombras sucias y grises. El auto deportivo se detuvo. Con un giro de la llave, el motor decayó en silencio, un tic-tac fuerte aparece mientras se enfriaba, el eco se amortiguo a través de las puertas del auto.

    Ninguno se movió. “¿Porque no dijiste nada?”

    “Idiota,” Hiroki murmuro. “El que no te enteraras era la cuestión.” Se deshizo de su cinturón de seguridad. “No necesitas preocuparte sobre eso. Solo me desapareceré por un tiempo. Eso pasara al olvido.”

    Su mano apenas toco la puerta cuando de repente su asiento estaba cayendo. La espalda de Hiroki se estrelló hacia atrás con un grito ahogado en sorpresa, y entonces Akihiko estaba medio suspendido sobre él, con una mano sujetándolo hacia abajo, unos ojos azul-lavanda tan oscuros que eran casi violetas.

    “Creo,” el autor declaro con exagerado cuidado, “que ha habido algunos malentendidos.”

    “¿Que ha sido un malentendido?” ¿Akihiko no quería restregárselo en la cara cierto? Él no podría ser tan cruel – no de forma intencional.

    “Pareces creer que no tengo sentimientos por ti.”

    “Tu-” La palabra se atascó en su garganta, espeso y pesado de incredulidad.

    “Yo te amo.” Akihiko lo dijo de forma tan fácil, como si eso no derrumbara esa preciosa poca coherencia que le quedaba a Hiroki en su cerebro, como si eso no volcara todo su mundo y cada verdad dentro de él. El podría odiarlo, solo un poco, en ese momento, de cómo podía hacer eso sin ningún inconveniente.

    “Pero, Misaki-”

    “El rompió conmigo meses atrás. El no estuvo aquí para volver conmigo, Hiroki. Si te hubieras quedado en vez de sacar conclusiones, ya lo hubieras sabido ahora.”

    “Pero…” Hiroki lucho por encontrar las palabras que guardaba con recelo, palabras que cruelmente le habían abandonado. “Tú lo amas.”

    No había ningún dolor disimulado en los ojos de Akihiko. “…Si.”

    “Y es por eso que lo nuestro no funcionara nunca,” Hiroki le explico, con una diminuta, sonrisa amarga que el esperaba era una mejor mascara que la de su amigo. “Quítate, Bakahiko. No voy a tener esta conversación acostado sobre mi espalda dentro de tu auto.”

    La mano de Akihiko solo lo presiono hacia abajo más fuerte. Hiroki podría haberse liberado fácilmente, pero la intensidad de la expresión de su amigo lo aprisiono en su lugar. “No. tu solo huiras de nuevo. Y tú me estas malentendiendo deliberadamente. Yo ya te dije que no iba a volver con él.”

    Hiroki se enfureció. “Oh, entonces eso lo hace estar bien, ¿Cierto? Yo ya se lo dije a Nowaki anoche. No importa cómo me sienta, no voy a ser el novio de repuesto de nadie.”

    Un gruñido de frustración se construyó en la garganta de Akihiko. “Te estas haciendo el difícil. Sabes-” Se corto a sí mismo, presionando el puente de su nariz con su mano libre. “Amarlo no te hace alguien de reserva, Hiroki.” Le lanzo una mirada irritada. “Nunca es tan simple con los exes. Tú lo sabes. Tu aun no te has olvidado de él, después de todo. Ni siquiera después de tu amorío con el Profesor.”

    “Lo tuve.” Había logrado pasar casi un día sin pensar en Nowaki en algún momento, antes de que ese pequeño mocoso terrorista se hubiera aparecido y destruyera la preciosa estabilidad que había conseguido. “Solo me deje provocar de nuevo, es todo.” Forzó una risa, y se odiaba por como su voz temblaba. “Tal vez salir con alguien por despecho no funciona después de todo.”

    “A mí me ayudo a superar a Takahiro,” Akihiko le comento.

    La mirada de Hiroki se desvió, sus dedos se aferraron al asiento tapizado. Y Nowaki me ayudo a superarte. “Tú nunca en verdad saliste con Takahiro, idiota.” Era bajo, incluso para él, pero cualquier cosa que hiciera que Akihiko se alejara, que no viera, que no notara. Para preservar el ultimo frágil fragmento de orgullo que aún se aferraba al mástil de su ego.

    Sin embargo, él había subestimado que tan lejos exactamente había llegado su amigo. Akihiko simplemente se sacudió de las palabras venenosas y dijo, “Algunas veces, puede ser difícil seguir adelante cuando no tienes a donde ir.”

    Hiroki no pudo evitar las lágrimas salir de sus ojos ante eso. ¿Algo a dónde ir? ¿Porque no el, cuando había estado allí todo el tiempo? Le habría ahorrado haber desperdiciado siete años de su vida con el estúpido de Nowaki.

    “¿Hiroki?”

    “¡Ah!” Apuradamente, se secó los ojos y trato de levantarse. “Lo siento, Que estoy- mis ojos solo están cansados, no dormí bien-”

    “Hiroki.” Akihiko atrapo su mano. “¿Porque no me crees?”

    El jaló su mano bruscamente, acunándola defensivamente contra su pecho. “Porque tu amaste a Takahiro por años, idiota, incluso cuando él estaba dando saltos de gusto con su novia y comprometiéndose con ella. ¡Y lo último que quiero es perder ante otro Takahashi!”

    "¿Otro...?"

    Hiroki se congeló.

    Akihiko se inclinó hasta que sus narices casi se tocaran, su agarre de repente se apretó tanto que era doloroso. “Hiroki… ¿Exactamente hace cuanto te has sentido así?”

    Él estaba desconcertado. Demasiadas cosas ya habían sucedido. Ya nada tenía sentido. Ya no quedaba más que comprometerse completamente a esa pesadilla retorcida para que así pudiera finalmente acabar. “Desde siempre, idiota. Desde que tenía edad suficiente para saber lo que es el amor.”

    Ahí estaba. Lo dijo. Finalmente.

    Algo desdichado se deslizo a lo largo del rostro de Akihiko ante esas palabras. Una expresión que Hiroki nunca querría volver a ver. El respiro hondo preparándose para lo que se avecinaba, ya no le importaba. Sus últimas reservas emocionales se habían acabado. Su viejo amigo ya estaba enterado. Todo. La última pieza de su armadura se había retirado.

    “Esa noche cuando estábamos ebrios…” Akihiko comenzó a decir. “Oyéndote mencionar el nombre de otro hombre, en esa situación…” Su cabeza se desplomo contra el hombre de Hiroki, su voz amortiguada contra su camisa. “Ahí fue cuando lo supe. Me destrozó. Y ahora, me doy cuenta que te hice algo peor…”

    “I-idiota,” Hiroki tartamudeo. “Fue mi culpa, no tuya.” Esto no era parte de ese libreto anticipado.

    “Yo nos habría ahorrado a ambos muchos problemas si no hubiera sido tan ciego en ese entonces.” Se rio, y el sonido se estremeció contra su pecho. “Bueno. Eso explica muchas cosas.” Finalmente levanto su cabeza. “Pero ya no amo a Takahiro. No más que a un amigo. Eso lo sabes, ¿Cierto?”

    “¿Estás seguro?” Hiroki dijo ronco. “Si Takahiro se divorciara de su esposa y viniera a ti, ¿Le dirías que no? ¿Estás seguro de eso?”

    “Lo haría. Y yo aun amo a Misaki, pero le diría no a él también. Y con el tiempo ya no amare más a Misaki, tampoco. Y tú dejaras de amar a Nowaki, y seremos solo nosotros.”

    Eran unas dulces palabras. Todo lo que él siempre quiso. Pero… “Bien,” Hiroki murmuro. ‘Muy bien. Si estás seguro de eso.”

    Akihiko se alejó, considerando esa respuesta. “No me crees ¿Cierto? No crees que esto va a durar.”

    La risa le destrozo la garganta como cristal roto. “Nunca dura. Siempre es algún tipo experimentando con su sexualidad antes de establecerse con una esposa, o alguien que solo quiere sexo sin compromiso, o alguien esperando su momento hasta que encuentran a alguien más joven, más manejable a quien perseguir.” El desvió su rostro para evitar esos ojos inquisidores. “Tal vez no será Takahiro o Misaki, pero será alguien más eventualmente. Siempre es así.”

    El agarre de Akihiko se apretó de nuevo, y Hiroki dejo salir un siseo entre dientes, finalmente liberando su brazo. Akihiko lo dejo ser, su mirada se tornó distante. “Debería matarlos por lo que te hicieron. Incluso si eso nos unió.”

    “Ya basta de esos discursos melodramáticos. Si que eres un escritor,” Hiroki resoplo, aunque sus mejillas se colorearon al tiempo. El ajusto el asiento hacia arriba de nuevo. “En serio, quien habla de esa forma.”

    “Pensé que te gustaba como escribo.” La broma era casi distraída, hasta que el escritor volcó toda su atención a el de nuevo. “Te voy a probar que te equivocas, Hiroki. Incluso si me toma toda la vida.” El tomo su mano, y entrelazo sus dedos juntos. “Nos conocemos hace mucho tiempo. Tú sabes que nunca rompo mi palabra.”

    Él era un idiota. Un tonto que no sabía decir no, que se condenaría a sí mismo una vez y otra vez al mismo maldito destino. “Si, te conozco. Un verdadero romántico hasta el final. Ya te dije que sí, ¿Cierto?”

    Akihiko sonrió, una verdadera sonrisa genuina, para él, y se inclinó para robarle un beso. Duro demasiado y se transformó mas allá de lo casto con pasmosa velocidad.

    Cuando finalmente se separaron, Hiroki estaba presionado incómodamente contra la ventana del auto con la manija de la puerta presionándose contra su espalda. “Estamos muy viejos para hacer esto en el auto, Bakahiko.” Sus palabras salieron más agitadas de lo que él quisiera.

    “Al apartamento,” Akihiko coincidió inmediatamente. Estaban fuera del automóvil y ya en el elevador en tiempo récord.



    ………………….



    No fue sino hasta que alcanzaron el umbral del apartamento que Hiroki se dio cuenta de que algo aun andaba mal. Específicamente un par extra de tenis aparcados en la entrada.

    “¿Aun está aquí?”

    Akihiko se aferró su mano, como si temiera que está a punto de salir huyendo. “Yo te elegí. Lo que tuve con Misaki se acabó. No me voy a disculpar por eso. Pero no puedo sacarlo de aquí. Después de todo él es el hermano menor de un viejo y querido amigo.”

    Eso era… exasperantemente razonable. Pero Hiroki aún estaba desequilibrado como para sentirse “razonable”.

    “¿Usagi-san?” Su presencia había sido notada aparentemente mientras Misaki vacilantemente deambulaba en la planta baja. Parpadeo y se echó para atrás. “¡Ah, Kamijou-sensei! ¡Regresó!”

    “No esperaba que aun siguieras aquí,” Hiroki admitió con más acidez que el deseado. La mano de Akihiko se apretó, Aunque no estaba seguro si era por censura o por confortarlo. Sin embargo, el tenía una genuina curiosidad, así que lo intento en un tono más neutral, “¿No te has reconciliado con Nowaki aun?”

    “No he hablado con él,” Misaki admitió, su rostro enrojecido, sus puños cerrados, sus ojos fijos en el suelo.

    “¿Como? Estoy sorprendido que ese idiota no este tirando abajo la puerta a golpes.”

    Misaki se encogió. “Probablemente no sepa dónde estoy.”

    No se le había ocurrido a el que Nowaki podría no haberse dado cuenta que ‘Usagi-san’ era de hecho, Akihiko.

    Eso… en realidad ayudaba. Era absurdo, por supuesto, pero considerando que Hiroki no había encajado las piezas del rompecabezas hasta que se vio cara a cara con ellos, era más que posible que Nowaki aun permaneciera ajeno a eso. Muy probablemente, de hecho, si su confusión ante el aparente presagio de Hiroki fuera algo que terminara siendo ignorado. Pero el saber que su antiguo amante se había ido a vivir en pareja con el más reciente encaprichamiento de Akihiko sin saberlo hacia de todo este asunto algo más ridículamente trágico más que maliciosamente doloroso.

    El teléfono sonó, rompiendo con el incomodo silencio. “Ah, esa debe ser Aikawa-san,” Misaki dijo. “Ella vino más temprano, cuando estaban fuera.”

    Hiroki pudo sentir a Akihiko observándolo con el rabillo del ojo. “Puede esperar.”

    “Idiota, ve a contestar el maldito teléfono. No me voy a ir a ningún lado,” Hiroki resoplo, halando su mano libre y empujando al escritor hacia el teléfono. “O ella seguirá llamando, eso ya lo sabes.” ‘Y llegar en momentos muy inconvenientes’ se quedó sin decir en voz alta.

    La promesa de eso fue suficiente para enviar a Akihiko arrastrando sus pies hacia el teléfono y desaparecer con él en la cocina. Dejando a los dos solos parados en la sala.

    Misaki le lanzaba miradas furtivas, como un estudiante que se hubiera saltado unas clases y tuviera temor de preguntar de que se trataba la tarea. “Kamijou-sensei… ¿Cómo conoce a Nowaki?”

    “Pregúntale tú mismo.” En los pasados dos días había estado confrontado con demasiadas conversaciones francas para añadir una más a la lista. “Mocoso, sabes que no puedes esconderte aquí para siempre.”

    El muchacho se encogió – si empezaba a llorar, Hiroki lo iba a abandonar justo en ese momento, y mandaría al diablo la promesa hecha a Akihiko. “Lo sé," le susurro.

    Hiroki suspiro. “No me refiero a eso. Mira, por conocimiento sé que él está allí afuera buscándote exhaustivamente en las calles preocupándose como un estúpido. Ve. Llámalo, lo que sea. No dejes pasar más tiempo.” ‘Como lo haría yo’ dejo en el aire sin mencionar.

    Misaki se removió inquieto, agachando la cabeza. “Creo que tienes razón.” Sus mejillas se sonrojaron. “…¿El en verdad está buscándome?”

    Hiroki se mofó. “¿Tu piensas que él no lo haría?” Obviamente él estaba rodeado de idiotas.

    El, sin piedad aplasto la diminuta voz que sugería que no eran los únicos idiotas en la habitación.

    Esa misma luz había florecido en esos ojos verdes, eso – la misma luz que había visto en ese par familiar de ojos azules la noche anterior. Esperanza, determinación y obstinación.

    A pesar de todo ellos estarán bien.

    “¡Cierto! ¡Cierto! Um, creo que debo irme,” Misaki dijo, rebuscando torpemente para recoger el par de cosas que había traído consigo. “Gracias, Kamijou-sensei. Ah, lamento la molestia. Si pudiera decirle a Usagi-san por mi…”

    “Si, seguro, no hay problema,” Hiroki lo despidió con irritación. Exasperantemente, el niño le sonrió. Claramente estaba perdiendo su toque.

    El muchacho se puso los zapatos. “Te doy un consejo,” Hiroki añadió de repente. Misaki hizo una pausa, mirándolo de vuelta. “Aquellos del tipo medico no tienen mucho tiempo. Ellos trabajan horarios extraños, y algunos días ellos para nada llegan a casa. Cumpleaños, aniversarios, días festivos, no importa que planes hagas, hazte a la idea de pasarlos solo. Si no puedes manejar eso… No vale la pena. Ahórrate la agonía ahora y acaba con eso.”

    La cara del niño se ilumino con una expresión lo suficientemente determinada como para mover montañas. “¡No lo haré!”

    Luego se había ido, por fin, la puerta se cerró de golpe detrás de él. Con suerte de forma permanente.

    “Eso fue amable de tu parte,” Akihiko murmuro, unos brazos serpenteando alrededor de su cintura.

    Hiroki se paralizo por un momento – un reflejo que probablemente le tomaría un tiempo erradicar. “¿Lo escuchaste?” Luego, dijo con retraso, “Solo estaba velando por mis propios intereses, es todo.”

    Un resoplido de risa se estrelló contra su oído. “Ya me encargué de Aikawa. Ella no se aparecerá por aquí el resto del día.”

    Ese comentario estaba cargado de promesa. Y de nuevo, Hiroki no pudo evitar ponerse tenso contrariándolo.

    Akihiko debió haberlo sentido, pero no hizo ningún comentario, solo se quedó allí hasta que eventualmente Hiroki se relajó una vez más.

    Paciente. Brindando su apoyo. Y muy, muy comprensivo.

    Él había visto ese tipo de devoción antes. Pero ¿Tenerlo dirigido solo a él? “Te das cuenta que esto va a tomar un tiempo para adaptarme,” Hiroki murmuro.

    “Lo que sea que necesites.”

    Tal vez eso no funcionaria. Las probabilidades estaban en contra de él. Tal vez en esta ocasión, lo quebraría para siempre.

    Sin embargo, tal vez en esta ocasión…

    “Yo cumplo mis promesas, Hiroki,” Akihiko murmuro contra su cabello. “Hasta el día que ya no me quieras más a tu lado.”

    Y eso, más que cualquier otra cosa, fue lo que hizo que Hiroki quisiera creerle.

    “Idiota,” le musitó. “Una promesa como esa necesita de dos personas. No te pongas a hacerlas por tu cuenta.” El entrelazo los dedos de sus manos juntas y cerro sus ojos, y se dejó hundir en la esperanza. “Yo lo prometo también.”



    FIN





    Primero quisiera tomarme un minuto para soñar con el deseo de que esta alternativa pudiera desarrollarse mas, es decir… A nivel de escritura erotica esta pareja tiene mas sentido… Y ciertamente Hiroki seria una pareja sexual mucho mas activa y experimentada que Misaki… Pero entonces no seria Junjou Romantica, porque bueno ya hemos tenido casi 60 episodios donde nos quedan mas que claro que Usami y Misaki son una pareja que se ama hasta el infinito y esto solo es un fanfic…. Pero si debo decir que Misaki me ha salido a deber en su “performance” como amante… Pero bueno ama a Usagi-san y se esfuerza por ser cada vez mejor para estar a su nivel y eso es lo que importa.
    Por otro lado, ya hablando de esta historia, me alegra que porfin Hiroki se haya comunicado con Usami, que se haya confesado y este tratando de retirarse la armadura emocional que ya tiene como costumbre usar, aun tiene mucho camino, le esta costando confiar y debo decir que Usami tiene un desafio hacerle cambiar de opinión aun cuando por fin esta manifestando lo que siente y piensa, es que si soy sincera me parecio que se intereso en Hiroki de la nada, como despechado, y entiendo si Hiroki no quiere volver a ser un plato de segunda mesa, todo paso muy rápido, y a estas alturas Usami sabe que con su nueva pareja los hechos valen mas que mil palabras (Ser escritor no le ayuda mucho)… Por otro lado Hiroki lo siento todavía muy maltrecho con todo lo que paso, todavía esta reacio a entregarse por completo cuando le han lastimado su corazón tantas veces, y entiendo porque se ha sentido rechazado tantas veces por lo que se aferra a su orgullo, lo único que le queda. Y aun asi es lo suficientemente buena persona para dar consejos a esos que no lo merecen, es como en ingles el concepto “be the bigger person” y pues demostrando que es alguien mas maduro que Misaki y Nowaki, y pues debido a eso y su sufrimiento la autora de esta historia quiso recompensarle con estar “con su verdadero amor” y que por primera vez el sea a quien buscan y que hagan el esfuerzo para enamorarlo, porque al parecer Usami ahora si pondrá sus esfuerzos en conquistarlo y convencerle de que lo que siente es real y que no desaparecerá. Ya como apartado, en lo personal no dejaría que Hiroki le permita a Nowaki llamarlo “Hiro-san” porque ya perdió ese privilegio y ojala que no se los vuelva a encontrar en un futuro… Pero en fin al menos en este universo siento que esta pareja tiene mas cosas en común que con las canon, pero les deseo felicidad a ellos.

    Ahora ya finalizado este proyecto debo anunciar que ahora me puedo concentrar en mi otra ultralarga-casi-en-hiatus fanfic “Mientras no tengamos rostro” porque ahora ya me puedo dedicar a escribir… Pero debo ser sincera es mucho mas fácil traducir que escribir de la nada y reestructurar historias y darles continuidad ha sido un desafio para todos estos años, tanto que he contemplado cambiar el estilo de escritura para dar mas fluidez y concretar mas… Y tal vez me tome cierto tiempo, que no tengo porque como mencione antes ahora tengo mas responsabilidades personales y el tiempo se me agota terriblemente, pero estoy dando esperanzas porque de este modo podre continuar con la historia y con mucho esfuerzo lo terminare, me digo esto todo el tiempo. Asi que esperen al nuevo episodio… Por ahora es todo lo que puedo comentar.

    Seccion de Agradecimientos: Quiero agradecer a mis grandes compañeras Alicia Gonzalez (Si pobre pero ya ves que ahora a pesar de todo tuvo un final feliz??) y mi eterna comentadora Anne Onodera Takano (Si ese par de descarados a buscar refugio mientras fueron tan crueles con aquellos que le brindaron su amor… Yo tambien le hubiera mandado a comer de la que sabemos, pero Hiroki es mejor que eso y eso fue lo que quiso mostrar la autora. No te preocupes al parecer la pagina de Amor Yaoi ya me permitió actualizar pero como que hubo un gran problema con esa plataforma… espero que lo lleguen a solucionar) De resto chicos solo me queda agradecer su tiempo y que esperen porque “Mientras No Tengamos Rostro” va a volver… Me esta costando lo reconozco pero va a volver solo espero que los que me acompañaron en esa historia continúen conmigo… Sin mas gracias y nos volveremos a leer de nuevo… Bye!!!!
     
    Top
    .
  11.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Maestr@ en Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    5,597

    Status
    Anonymous
    Me ha gustado el último capítulo.
    Por fin Hiroki va a ser feliz y tendrá tranquilidad junto Akihiko.
    Aquí estaré esperando el tiempo que sea para leer tu trabajo mientras no tengamos rostro.
     
    Top
    .
  12.     +1   -1
     
    .
    Avatar

    Aprendiendo Yaoi
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    495
    Location
    argentina

    Status
    Offline
    Que alegría al menos hiroki está con akihiko
     
    Top
    .
41 replies since 1/2/2022, 23:45   1266 views
  Share  
.