Posts written by Ada Reizen

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    Entro despues de mucho tiempo. Perdon. Era porque usaba un proveedor de imagenes no adecuado. Asi que empece a usar el del foro y funciono!
    Saludos!
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    Holis! ok, tengo una duda. La autora del manwha BJ Alex hizo un dibujo especial de halloween sobre sus personajes principales (Dong Gyun y Jiwon como el Doctor Frankestein y su creacion respectivamente), le di un contexto en mi fanfic, pero cuando termine de escribirlo me di cuenta de que no tenia una enfermedad del amor en particular, sino mas bien obsesión con una meta (dar vida) y el haberlo hecho, devolviendo, a su vez, un favor a la persona que es su interes amoroso (Alex). El final termina siendo algo creepy, pero creo que no tiene una enfermedad del amor mas que obsesión ¿esta bien? o lo publico en su sub-foro correspondiente?. gracias de antemano. Saludos n.n
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    Esa fiesta se ve tan divertida! :D

    Desearia haberme tomado una buena foto en Halloween xD
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    Son todos tan lindos uwu

    Bueno, porque no publicar una foto? xD
    Aca va la mia owo

    SPOILER (click to view)
    me
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    Holis! Este AMV lo hice hace algun tiempo, y pense en compartirlo con ustedes. Espero les guste :3

    www.youtube.com/watch?v=41-9k5ybV98
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    Ya intente de muchas formas, lo subi a subir imagenes y a tynipic y nada. Cambie el tamaño y aun asi, el foro no muestra mi avatar. ¿Porque? o solo acepta las imagenes subidas a una pagina en especifico? si es asi, cual? Me desperar mucho. Gracias de antemano!

    EDITO: ARREGLADO



    Edited by Ada Reizen - 7/11/2018, 23:24
  7. .
    Han pasado 84 años... Pero he aqui la conti! :D

    Hice una nueva portada, ya que se me perdio la anterior :´c ...Y bueno, esta me gusta mas uwu

    Nunca me olvide de esta historia y es por eso que volvi! ^w^
    Este capitulo es mas tranqui, pero en el proximo se veran mas avances ;D

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    Capítulo 4

    El resto de la mañana continuo de lo más normal, tanto Chris como Stacy se la pasaron charlando sobre trivialidades. Los demás miembros del Alpha Team iba y venían, pegando portazos de vez en cuando e interrumpiendo su juego de ajedrez. Ya que realmente no había mucho para hacer en aquellas épocas. Mediados de noviembre no era una época de mucho movimiento en la ciudad. Lo más complicado con lo que tendrían que lidiar, seria con algunas lesiones en riña o accidentes de tránsito. Y, si somos mas asertivos, ese es un trabajo que no le corresponde realizar al Special Tactis And Rescue Service, en otras palabras al equipo de tácticas Especiales y Servicios de Rescate. Ya que la observancia sobre ese tipo de situaciones correspondía al R.P.D, es decir, al Racoon Police Department.

    - Jaque mate. - Dijo Chris al matar a la reina que tenía a un cuadro de distancia, en diagonal.

    - ¡Eres un idiota, Chris! El caballito solo se mueve en forma de ele.

    - ¿Que no estábamos jugando a las damas españolas?

    - ¿Dónde diablos ves tú las fichas? ¡Esto es ajedrez!

    -Bueno, aun así yo gané. El caballito se movió en forma de ele. Así. - Chris empezó a mostrarle la táctica de su movimiento, se movía 2 cuadros adelante y 2 hacia la derecha.

    -Exacto. Pero al doblar solo debes moverte hacia un cuadro. ¡Y tú te moviste 2! ¡Ay, yo no puedo jugar así! - Gritó Stacy, mientras empezaba a guardar las piezas en su escritorio junto al tablero, ante la triste mirada de Chris. Las ocasiones en que lograba ganar en las damas eran contadas. Fue una pena no haber terminado aquel juego, a pesar de no tratarse de damas.

    - ¿Y eso por qué? ¿Ya quemaste suficientes neuronas hoy? - expresó burlona la joven Valentine al entrar en la oficina que los miembros del Alpha team compartían. Stacy sonrió, agregando el mayor sarcasmo posible a su sonrisa.

    -Mira, no tengo muchas ganas de discutir contigo, y menos después de lo que Wesker probablemente te haya dicho ¿verdad?

    -Si, es cierto. Me parece que alguien va a tener que cumplir su promesa. - Jill se cruzó de brazos, expectante a la respuesta de Stacy.

    - ¡Bien! - Stacy, sin decir más, abrió el cajón de su escritorio, del que saco un revolver. Tomo una bala que se encontraba entre sus otras pertenencias contenidas allí. Abrió el tambor del revolver, el cual estaba descargado hasta aquel momento, e introdujo la bala en uno de sus orificios. 6 orificios, uno con una bala.

    - ¡Espera! ¿No lo vas a hacer o sí? - le grito Chris alborotado. Stacy lo miro fijamente a los ojos y le sonrió con malicia.

    -Una promesa es una promesa. Y yo siempre cumplo lo que prometo. Un tiro antes que ser amiga de Jill. -giró el tambor para inmediatamente devolverlo a su lugar. Para Chris ese click fue estruendoso e inquietante. Para Jill fue como música clásica para los oídos. Ella suponía que se acobardaría a último momento, por lo que seguía totalmente confiada de la situación. -Además, dije que me pegaría un tiro, no que me mataría. – menciono la rubia con obviedad. Esta vez observo a Jill. Ella solo sonreía, esperando que tarde o temprano desistiera. Stacy ubico el cañon del revolver en el lado derecho de su cabeza. Chris se cubrió los ojos con una mano, tratando de no ver el posible resultado final. La expresión de felicidad en el rostro de Jill fue cambiando paulatinamente a medida que se daba cuenta de que la otra joven no cambiaria de opinión.

    Click.

    Ambos esperaban el estruendo de la desgracia. Pero solo los sorprendió el click del sistema del arma accionándose. No hubo combustión dentro del revolver que fuera capaz de expulsar la bala.

    Chris fue corriendo de a poco los ojos al observar que nada le había ocurrido a Stacy. Jill suspiro de alivio, mientras posaba la mano en su corazón.

    - ¡Puta, Te salvaste! - le gritó Chris. Stacy aun con el cañón ubicado en la cabeza, comenzó a reír nerviosamente, estaba algo pálida aunque no se notara demasiado. Ni ella se esperaba salir con vida de ello. Los 3 comenzaron a reírse nerviosamente, hasta que el nervosismo paso a ser una risa cómplice.

    Esta maravillosa y entretenida escena fue interrumpida cuando los 3 escucharon un portazo. En la puerta que acababa de ser cerrada con demasiada fuerza, los jóvenes se encontraron con la imponente figura del capitán de los S.T.A.R.S. Albert Wesker no se notaba para nada feliz, a diferencia del grupo hace unos instantes. Con pasos rápidos y enérgicos, se acercó hasta el escritorio de la joven Bellamy y le arracó el arma de las manos sin decir más.

    -Los tres siéntense ahora. – les ordenó con su fría y cortante voz. Si las voces represivas de las personas tuvieran que compararse con el filo de algún arma cortante, la voz de Wesker seria la katana mas filosa que existiera. Wesker se fue al centro de la oficina, donde no había obstáculo alguno. Y sin decir ni una palabra más, los 3 jóvenes buscaron las sillas de sus respectivos escritorios para ponerlos en fila frente a Wesker. Una vez hecho, tomaron asiento de la forma más rígida en que pudieron sentarse.

    -A veces tengo la mera impresión de que ustedes 3 se levantan todas las mañanas pensando de que nueva forma van a joderme en el día que recién comienza.

    -¡Uff! ni se imagina de que forma planeamos joderlo todos los días. - Pensó pícaramente Chris para si mismo. Los otros presentes lo observaron fijamente. Jill estaba blanca como papel mientras que Stacy estaba a punto se soltar una carcajada por la situación, fue complicado detener su reaccion. Wesker sintió el frio sudor bajando por su frente ante lo expresado. Se sintió asqueado de solo recordar todo lo que había escuchado aquel día. – No lo dije en voz alta ¿o si?

    -Lamentablemente para usted, señor Redfield, acaba de mandarse al frente con su dudosa declaración. ¿Debería iniciarles acción alguna por abuso de armas? ¿Por incumplimiento del deber de funcionarios públicos EN HORARIOS DE SERVICIO? - les cuestionó sin perder su estoica compostura, levantando la voz lo justo y necesario.

    - Wesker… tal vez debería imputar a Stacy por tentativa de suicidio. Verá, ella no está pasando por un bueno momento…

    -¡Espera! ¡¿Que yo qué?!

    -Esta en una situación muy delicada, animicamente. Trato de explicarnos que no se sentía bien y cuando menos lo esperamos, ella… tomo un arma y se la puso en la cabeza. Tratamos de persuadirla y de explicarle que la vida es bella como para dejar…

    - Esta bien. Haré de cuenta que nada de esto tuvo lugar. Pero no crea que esa estupidez me convence, especialmente porque esta arma solo tiene una bala. – les recalcó abriendo el tambor y quitando la bala para evitar algún infortunio indeseado. - Si esto no es una correcta expresión de juego, no sé lo que sea. No tengo tiempo para sus tonterías. Compórtense como los miembros de este equipo debieran hacerlo. – Se llevó el revolver y guardo la bala en uno de los compartimientos de su chaleco.

    - ¡Gracias, Capitan! Como agradecimiento, podría ir con nosotros a un evento en un bar. Va a tocar una banda, y ellos son los amigos de Jill así que no habría problema en que usted vaya ¿verdad, chicos? - Pregunto al final, esperando una respuesta afirmativa por parte de los otros dos. Chris no supo que expresar, así que observo a Jill. Ella persibió una mirada de ruego por parte de su amigo. No entendía porque el querría que Wesker fuera a aquel evento, después de todo, la relación que todos tenían con Wesker no iba más allá de lo laboral. ¨Probablemente Stacy quiere levantarse a Wesker. Bien, es perfecto. Así podré pasar una noche tranquila con Chris. ¨ sonrió de solo pensar en ello.

    -Si, por supuesto que no hay ningún problema. ¡Puede venir, Capitán!

    Wesker observó al trio de locos. No los entendía del todo bien. La juventud estaba cada vez mas perdida. Pero la charla que había tenido con Bellamy y los sentimientos que Chris y Jill tenían, le hacían pensar que seria una buena idea unírseles y empezar con aquella idea que le iba rondando la cabeza. Lo haría, solo para afianzar las relaciones con sus subordinados, mientras esperaba la opinión de Birkin al respecto.
    Casualmente, le llego un mensaje a su teléfono. Les dio la espalda a los 3, dejándolos inquietos mientras esperaban su respuesta afirmativa. Los 3 al mismo tiempo trataban de ver por uno de los lados de Wesker lo que sea que lo estuviera entreteniendo y no le permitiera dar la respuesta que ellos esperaban. Wesker leyó el mensaje discretamente sin que los otros 3 notaran lo que estaba haciendo realmente. ¨Es un buen plan. Adelante. ¨ decía el texto en la pantalla de su celular. Sonrió de lado mientras guardaba su celular. No les dio la cara en ningún momento mientras avanzaba hacia la puerta. Una vez en ella, tomo la perrilla, posando su mano suavemente sobre ella.

    -Lo pensaré. – dijo simplemente mientras abría la puerta y salía de la oficina.

    -¡Genial! – Gritaron felices los 3 sin conocer los verdaderos motivos de la felicidad del otro. Y sin saber los verdaderos motivos de Wesker para aceptar concurrir a aquel evento.

    Los 3 se quedaron quietos cuando escucharon la puerta abriéndose de nuevo.

    -Bellamy, tendrá asistencia psicológica. Seria una desgracia que realmente usted se suicidara. Se lo comunicare al jefe del departamento para que le organicen una cita de acuerdo a sus horarios de trabajo. – Wesker sabía que todo aquello había sido una patraña, pero tenia que castigar a alguien de alguna forma por hacerle perder su tiempo y para desquitarse. Que mejor que dejar a la agente en manos del psicológicamente inestable Brian Irons, jefe del departamento de policías de Racoon City. Cerro la puerta sin decir más.

    Chris y Jill comenzaron a reírse ante la sanción que acababa de recibir por parte del capitán. Chris le dio los 5 a Jill gracias a su ingeniosa excusa, la que les permitió salir libres de cualquier reprimenda.

    -¡Esa estuvo buena!- le dijo Chris.

    -Oh, no fue nada. – Expresó Jill con la mayor humildad que pudo. El suicidio no es un delito, por lo que Stacy no tendría ningún tipo de represalia, salvo la que Wesker acababa de aplicarle.

    -Bueno, al menos ahora podemos ser amigas. Ya me pegué un tiro ¿No? – dijo Stacy, sin dejar de ver la puerta de la oficina mientras sonreía, como si se hubiera salido con la suya. Justo en ese instante, la sonrisa en el rostro de Jill se borró.
    Mas tarde ese dia, a la hora del almuerzo más precisamente, Chris recibió una llamada. Ya se imaginaba quien seria, teniendo en cuenta quien le había llamado temprano en la mañana.

    -Hey, Chris. ¿Todo bien? – saludo alegremente, aunque no estaba dispuesta a dejarle hablar. - Veras… ¡¿Adivina quién está yendo a Raccoon City?!

    - ¿Qué? ¡Eso es genial! ¿Dónde estás ahora?

    -Estoy yendo en mi nueva motocicleta. Según tengo entendido llegare a las 5 de la tarde. Espero no te moleste que no te haya avisado antes, quería que fuera una sorpresa.

    -No, esta bien. Me alegra saberlo. Sera genial que estés aquí. Además, podre presentarte a unas amigas mías.

    -La verdad es que me haría mas feliz que me presentaras amigos. – comento riendo, conociendo la reacción de Chris, el cual dejo caer de su cuchara la porción de gelatina que estaba por comer, ante lo que Claire acababa de decir. Chris odiaba la idea de Claire teniendo novio, a pesar de estar en edad de tenerlo. -En fin, debo colgar. Pasaré por unos túneles y allí no hay señal. Estaré en tu casa a las 5:30 como mucho. Bye.

    - ¿Es Claire? – pregunto Jill terminando su almuerzo. Chris asintió con la cabeza. Se lo notaba muy feliz. Ese había sido un gran día a pesar de las peripecias por las que había pasado. Si, quizás su mañana no había sido muy buena, y probablemente le descontarían parte del sueldo de aquel día… pero, el hombre con el que tanto había soñado y al que tanto había anhelado, había aceptado pasar la noche junto a ellos, y ahora su hermana llegaría a la ciudad.

    -Oh, no…- dijo con la vista perdida en su vaso con gelatina a la mitad.

    - ¿Que ocurre? – le pregunto Stacy mientras metía la cuchara en el vaso de chris para quitarle una porción de su gelatina.

    -Claire viene hoy, pero no se que hacer. No quiero que se quede sola en casa.

    - ¡Perfecto! Vendrá de compras con nosotros y a la noche iremos todos juntos a celebrar su llegada en el bar. ¡Sera genial! – lo tranqulizo Jill. Chris la miró tiernamente, agradeciéndole por aquel gesto, y ella se sonrojó un poco ante la cercanía de Chris y su brillante sonrisa. Le alegraba verlo de mejor humor. Una salida y la llegada de su hermana quizás resolverían el bajo animo que tenia Chris por aquellos días.

    -¡Capitán! ¿Quiere sentarse con nosotros? – Stacy Levanto la voz para que Wesker se acercara y almorzara junto a ellos, sin siquiera preguntar la opinión de los otros 2.

    Wesker frunció el seño ante la pregunta de la joven. Como se atrevía a hablarle a su capitán de esa manera tan trivial, ambos no estaban en la misma posición para tanta confianza. Pero por el bien de sus planes y su trabajo, decidió ignorar ese amargo sentimiento para acercarse a los jóvenes. Notó a Chris algo cerca de Jill, ambos se habían sentado uno al lado del otro, mientras que Bellamy se encontraba frente a ellos, quitándole gelatina a Chris mientras este estaba como idiota, distraído con lo que sea que le estaba diciendo Jill, mientras ambos reían. Sonrió internamente al saber que la única persona por la cual Chris tenía sentimientos románticos era por él. Eso, obviamente, solo alimentaba su ego.
    Fue extraño tener que empezar a convivir cercanamente con los 3 jóvenes, a pesar de que notaba a Valentine algo reacia a mirarlo. Quizás aun le tenía algo de bronca por lo rudo que había sido al advertirle que se comportara como una dama con Bellamy, y que trataran de llevarse mejor. A las dos les hacia falta algo de educación, y más en horarios de trabajo. Sabia que Chris solo se limitaba a seguirle el juego a las 2 chicas, quizás por ser el único hombre del trio, era manejado al antojo de las chicas. Le hacia falta mas carácter, era demasiado joven.

    - ¿Y qué? ¿Le gusta algo? – le pregunto Chris de la nada. Era una pregunta estúpida y él lo sabía. ¿Estaba tan nervioso? - Quiero decir… lo digo porque no trajo su almuerzo. - observó de manera más normal.

    -Solo como en mi oficina. Es algo incómodo para mi comer frente a los demás, prefiero la intimidad. – expresó sin importancia. Aunque lo había hecho a propósito, en realidad. Intimidad era una palabra poco fuera de lugar para hablar sobre las costumbres alimenticias que tenía. Pero sabía que la misma inquietaría al joven Redfield a su antojo. Y así ocurrió. El joven se avergonzó un poco al escucharlo decir esa palabra. Wesker no es tan mayor, pero sabía que los jóvenes son más fáciles de controlar de lo que la mayoría cree.

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    I hope you like it... Continuare con este fanfic. Se va a terminar porque se termina owo9

    Gracias a todos por leer!! Saludos :3


    Edited by Ada Reizen - 30/10/2018, 22:27
  8. .
    LEs comparto un fic que escribi hace algun tiempo. Saludos :3

    Una noche - 19 Days Fanfic

    Resumen: [Post capítulo 188]
    Después de que He Tian se despide de Jian Ji, Zheng y Mo, trata de dormir mientras piensa sobre lo ocurrido recientemente. Sobre el asunto con She Li, sobre Mo, y especialemente sobre el beso que le propinó dias atras, tratando de llegar a una conclusion razonable sobre lo ultimo y pensando si lo que hizo esta bien. Antes de lograr dormirse, se ve obligado a recibir un invitado: Mo Guan Shang.
    Pero no sabe porqué lo tiene devuelta en su puerta.

    Desclaimer: 19 Days no es de mi autoría, no me pertenece a mi sino a Old Xian, yo solo relatare los hechos que se me acaban de ocurrir :v

    Una noche...

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    Los chicos que le habían visitado aquella noche, Jian ji y Zhang Zheng Xi, salieron por la puerta mientras Jian le pedía a Zheng Xi que lo cargue, ya que tenia algo de sueño. Zheng, como siempre, trataba de alejarlo ante su incómodo acercamiento, hasta que desde el pasillo se escuchó un buen escarmiento por parte de Zheng hacia el otro joven. He tian se encogió de hombros y cerro la puerta sin darle mucha importancia.

    Poco después, fue Mo quien salií de su departamento, enojado porque le había obligado a usar su chaqueta.

    Cuando se quedó solo, observo el gran departamento, vacío y tranquilo. Perfecto para irse a dormir. Una vez estuvo frente a su cama, se dejo caer sobre ella, como si fuera peso muerto. Se acomodó entre las sábanas mirando hacia el techo. Elevó con calma su mano derecha, la cual estaba cubierta de vendas, después de haber sido atravesada por el cuchillo de She Li. La miraba mientras trataba de mantenerla extendida, observando el techo a través del espacio entre sus dedos. Mo Guan Shang había sido la causa de esas heridas.

    El no pidió ayuda, pero sintió la obligación de ofrecerla. Él era fuerte y sentía el deber de proteger a los mas débiles. Así como lo había hecho con aquel perrito en su niñez. Y era todavía mas importante si se trataba de un amigo. Mas allá de la tosca relación que llevaba con el pelirrojo, lo empezaba a considerar como un amigo.

    Aunque no dejaba de preguntarse, mientras miraba su mano herida, si había valido la pena defender a Mo de She Li. El primero le agradeció con la cena de esa noche. Lo apreciaba, porque su comida era deliciosa. Pero sentía que no era suficiente. Faltaba algo más. O deseaba algo más.

    No lo llenaba. Solo a su estómago.

    Y extrañamente, vino a su mente el planteo que le hizo Jian Ji. Si estaba bien besar a alguien si es un hombre. ¿Estaba bien? No había problema para el.

    A veces los sentimientos, impulsados por el corazón, llevan a las personas a querer acortar la distancia entre ellos para ver cual seria la respuesta. Si es que estos sentimientos son correspondidos o no.

    He Tian frunció el ceño. "los sentimientos", "El corazón" ¿Estaba bien usar esas palabras para hablar de un beso? ¿Que hay acerca del beso que le dió a Mo? Debía admitir que solo quería molestarlo, y mas ganas le dieron cuando vio lo mezquino que era respecto a compartir sus cosas. Y más si de trataba de compartirlas con él.

    ¿Por qué celaría tanto una mísera botella de agua? ¿Por avaricia? ¿Por incomodidad?

    Y lo recordó. "Le doy asco"repitió. "Le doy asco" otra vez. No esperaba esa respuesta por parte de Mo. Solo que lo alejara o se sonrojara como una niñita. No esperaba lagrimas y rabia. Era demasiado solo para un beso. Mo realmente lo odiaba.

    ¿Entonces para que ayudar a alguien que no te soporta? ¿Él lo necesita porque de vez en cuando le da dinero? ¿Es por el dinero por lo que no lo aleja completamente? ¿O porque ser cercano a él le trae cierta conveniencia? Porque Mo sabe que He Tian es mucho mas fuerte y malvado que el mismo.

    Lo siguió pensando.

    No es por conveniencia. Mo no le había pedido ayuda para resolver el asunto de la falsa acusación, ni que le ayudara a resolver sus problemas con She Li. Y eso le molestó. Porque... He tian solo quiere ayudarle. Para mantenerlo a su lado. Porque es una buena sirvienta, claro.Su comida es deliciosa, es todo.

    Cerró los ojos y sin recordar las heridas, cubrió con la mano lastimada sus ojos, lo hizo con demasiada fuerza y esto revivió un poco el dolor. Aunque no soltó ningún quejido, no lo haría por algo tan simple.

    Trataba de dormir, sin embargo, el timbre de la puerta lo interrumpió. Se levantó al instante ante la idea de tener a She Li en su puerta buscando revancha. Con rapidez y sigilo, corrió hacia la puerta y la abrió despacio, listo para enfrentarse a lo que sea que lo esperara del otro lado.

    -Oh... ¿Así que cambiaste de opinión respecto a que te acompañe a casa?- respondió de modo habitual. Solo era Guan Shan en su puerta, completamente mojado, chorreando agua por todas partes.

    -¡Cállate!- Le gritó. Se quitó la chaqueta que le había sido prestada y se la extendió a He tian. -Tómala. Ya paró la lluvia, no me sirve.

    -¿Y para que volviste? Podrías habérmela devuelto mañana.

    -Estaba cerca cuando paro de llover.-ante ese comentario, He tian miró el reloj en la pared. Ya había pasado media hora desde que los tres se habían ido. No es estúpido como para tragarse ese "estaba cerca".

    -¿Y se supone que fuiste y volviste solo para devolverme la chaqueta? Al menos trajiste una desde tu casa por si volvía a llover?- Se cruzó de brazos, observándolo atentamente con sus fríos ojos.

    -¡Solo tómala, idiota!- He Tian no le hizo caso, se centró en su propia mente, con sus pensamientos. Después de unos segundos en silencio, decidió soltar aquello que le aquejaba.

    -¿Por qué?

    -¡Porque es tuya, imbécil! Ya me voy. Tómala de una vez, maldita sea.

    -No levantes las voz. Y no me refiero a eso. ¿Porque cediste al chantaje de ese idiota? ¿Que ganabas tú con eso?

    -¡Ya debo irme!- le arrojó la chaqueta mojada en la cara, y trato de huir. Pero inconscientemente He tian lo tomó del brazo con la mano lastimada, con el dolor comenzando a torturarlo.

    -Debes tener muchos huevos para mojarme e interrumpir mi sueño, así que más te vale entrar y explicarme porque le hiciste caso a ese idiota sino quieres que te golpee.- Guan shang no le respondió de inmediato. Pero cedió y le hizo caso.

    Al entrar, Mo estaba por sentarse en el sofá, todo empapado, pero He tian no se lo permitiría.

    -Si te sientas sobre el sillón en ese estado será lo último que hagas.- Tomó una toalla que tenía cerca y se la arrojó en la cara, contraatacando por el ¨favor¨ que le hizo al devolver su chaqueta mojada. Mo no se enojó por ello, no estaba en posición de replicarle nada ya que tenia razón, la sala entera se mojaría con él así.

    Mo se secó lo mejor que pudo. Se sentó con la cabeza agachada, y He tian tomo asiento a su lado, cruzando la piernas y apoyando el brazo sobre el respaldar del sillón, tal como lo había hecho en compañía de Jian ji.

    -¿Y bien? No tengo toda la noche. Explícame.

    -Un amigo de She Li estaba en problemas gracias a su hermano, que también asiste a nuestra escuela. La falta que había cometido haría que lo expulsaran, y como ellos sabían que yo tenía intensiones de dejar la escuela. Me ofrecieron dinero a cambio de hacerme cargo de la falta. No me dijeron que se trataba de robo.- seguía mirando al suelo mientras relataba lo sucedido, con los dedos entre cruzados.

    -¿Y estabas dispuesto a que todo el mundo te mirara mal solo por el dinero? ¿Que diría tu madre? Eres un estúpido.

    -Ese no es tu problema. Métete en tus asuntos si no sabes nada.

    -Desde que le rompí su bello rostro a She Li es mi problema.- levantó su mano para hacer evidente su afirmación.- Te dije que podías ser mi sirvienta y que yo te pagaría por ello. No era necesario empeorar la imagen que tiene toda la escuela sobre ti, y mucho menos dejar la escuela.

    -¡Tu mano!- Mo se exaltó a observar su vendaje y cuando He Tian se dió cuenta, manchas rojas surgían desde lo profundo de las vendas. No había medido su fuerza al tratar de detener al pelirrojo.

    Mo pegó un brinco para ir a buscar el botiquín te primeros auxilios al baño y volvió lo antes posible. Se arrodilló frente a He Tian y tomó su mano. Quitó las vendas para, al instante, limpiar la sangre y la herida que se había abierto de nuevo. Aquel cuchillo con el que She li estuvo a punto de cortarlo solo hirió su mano, no su cuello. Habiía sido algo muy peligroso, pero He Tian no lo había denunciado ante las autoridades de la escuela para evitar mas problemas. Tampoco era una herida tan profunda. No tenía importancia.

    Una vez terminada su labor, devolvió el botiquín a su lugar. He tian seguía sentado en el sillón, esperando por él. Y mientras se oían los pasos volviendo, se escucho un estornudo por parte del pelirrojo.

    -Sigues mojado. Toma una ducha.-respondió casi al instante.

    -Ya debo irme.-

    -Hazme caso. No estoy de humor.-recordando lo que ocurrió y lo que Mo le acababa de contar, se le hirvió la sangre. Que tipo de persona le ofrecería dinero a otra a cambio de un plan tan sucio. He Tian solo pedía comida y el mantenimiento de su departamento, pero no algo tan bajo como encubrimiento.

    El pelirrojo chasqueó la lengua como demostración de enojo y se metió al baño. He tian escucho el agua corriendo, mientras volvía a observar su mano lastimada. ¿Valió la pena? Se preguntó de nuevo.

    -¡Maldición! ¡No tengo un cambio de ropa!- escucho gritar para sí al pelirrojo. Y He Tian, como es de costumbre, sonrió con malicia.

    -¡Puedo prestarte un cambio de ropa pero tendrás que salir a buscarlo!- le grito desde su lugar en el sillón.

    -¡Eres un maldito idiota!- gritó desde el baño. Con pesadez, se levantó del sofá y fue a buscar el cambio de ropa que Mo necesitaba. Y lo dejo en el piso de la puerta. Hubiera sido divertido ver a Mo salir del baño tapando sus vergüenzas en busca de ropa. Pero ya había pasado demasiada humillación aquel día. No lo torturaría más, al menos por el momento.

    -Deje el cambio en la puerta. Me voy a dormir.

    Mo sabía lo malvado que podría ser HeTian así que esperó a que sus pasos desaparecieran por el pasillo. Y cuando tuvo la oportunidad, abrió la puerta y casi desesperadamente tomó las prendas y la volvió a cerrar.

    Una vez terminada su ducha, salió del baño vestido como He tian. Solo que esta no era ropa de calle, sino ropa para dormir. Un poco extrañado, decidió inquirir a He Tian al respecto.

    -¡¿En serio esperas que salga así a la calle?!- le gritó a He Tian, el cual ya se encontraba en su cama, recostado.

    -No conseguirás transporte a esta hora. Quédate a dormir.

    -¡No me des ordenes!

    -¡Haz lo que quieras! Puedes salir así y esperar a que la lluvia te alcance a medio camino o quedarte a dormir y regresar a casa mañana temprano. Tú eliges.

    -¡Tsk! ¡¿Donde se supone que voy adormir?! ¡¿En el piso?!

    -Si no te gusta el piso, podría hacerte espacio en mi cama... pero antes de irte tendrás que limpiar todo mi departamento a cambio.- le propuso.

    -¡Ni hablar! ¡Dormiré en el sillón!- dado que la sala no quedaba a gran distancia de la cama, Mo se recostó sobre su espalda y poso ambos brazos detrás de su cabeza, cerrando los ojos para tratar de dormir. Antes de dejarse caer en su sueños, He tian le habló.

    -¿Porque volviste?

    -¿Me estas echando?

    -Basta de estupideces. Responde. Es obvio que llegaste a casa y volviste de nuevo. Y no digas que no, no soy estúpido.- El silencio se hizo presente, ninguno habló.

    -Creo que es porque... quería darte las gracias. No solo por la chaqueta, sino por lo de She Li. Siempre te comportas como un hijo de puta y por eso es difícil hablar contigo de esta forma.- desde su cama He Tian oía con tranquilidad.

    -Hmm... ¿Y por eso me odias tanto? ¿Por qué me comporto como un hijo de puta?-

    -No te soporto y siempre encuentras la manera de molestarme. Como... con lo del beso. ¡Eres un cerdo! ¡No puedo creer que lo hicieras!

    -¿Tanto por un beso...?-

    -¡Cállate! ¡Déjame dormir de una puta vez!- La intensidad de los insultos aumentaba. He Tian quería seguir provocándolo y ver a donde llevaría todo eso.

    -Me esta sangrando la mano de nuevo~- le dijo. El pelirrojo se sobresalto y acudió a él con rapidez. La culpa lo impulsaba a actuar así.

    -¡¿Es en serio?!- se subió a la cama y le tomo la muñeca para comprobar el vendaje.-¡Eres un estúpido!- le gritó al ver que estaba intacta.

    -¿Por que te afecto tanto el beso?- soltó de pronto- ¿En serio te doy tanto asco?- le pregunto desconcertado. El pelirrojo se dió cuenta que la forma en que actuó lo había dejado como un cobarde. Y se le vino a la mente lo que He tian había dicho sobre los besos. Que implicaban sentimientos. Pero sabía que el asunto de la botella de agua había sido una broma para molestarlo.

    -Si, me das asco, pero ese fue solo un beso. No significa nada.- le respondió cínicamente, tratando de restarle importancia.-trató de alejarse de He Tian. Pero él no se lo permitió tomándolo del brazo con la mano intacta.

    -¡No te creo! Es por eso que tratas de huir de mi como una niñita asustada.-

    -¡Eso no es verdad!- Y quería demostrarle que lo del beso ya no importaba, que no era absolutamente nada. Por mas que no fuera del todo cierto. Y en medio de la desesperación por lograrlo, posó sus labios sobre los de He Tian.

    Solo era un rose entre sus labios, no se podía considerar a eso como un beso propiamente hablando. Por este motivo He Tian lo tomó de la cintura y profundizó aquel inocente gesto cuando Mo estaba por gritarle por aquel movimiento brusco de su brazo. Mo no podía respirar bien, trato se soltarse pero al final decidió tratar de seguirle el juego a He tian. Dejo de forcejear y el beso continuo con el roce de sus lenguas en la boca de Mo. Para ambos fue una sensación agradable y dulce, cálido e intenso. Hasta que este ya no podía respirar más. Tirando a He Tian de la oreja, logró safarse. Un poco agitado, trató de normalizar su respiración.

    -A eso se le llama un beso de verdad.- le dijo He Tian.- Aunque me mordiste un poco, pero no me quejo.

    -¡Eres un estúpido! ¡Idiota! ¡Pervertido!- le gritó al tiempo que tomaba una almohada para golpearlo mientras He tian se reía y hacia lo posible para recibir el menor daño.

    Mo se levantó, soltando un par de maldiciones mientras volvía al sofá y se recostaba. El silencio los acunó a ambos. Y entre los últimos pensamientos de He Tian, volvió a él la misma pregunta: ¿Había valido la pena?

    Definitivamente lo había valido.

    《 FIN 》

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    Como amo a estos dos <3
    Gracias por leer n.n


    Edited by Ada Reizen - 30/10/2018, 23:25
  9. .
    Han pasado 84 años...
    Michisimas gracias por sus comentarios, lo agradesco muchisimo!. lamento mucho la demora, pero habia publicado esta parte en wattpad y olvide hacerlo aqui.
    Espero guste /u\


    Capítulo 2

    Estar parados frente a frente después de tanto tiempo, le trajo viejos recuerdos a Koujaku. Él porque había decidido dejar Benishigure y su negocio, en el cual arreglaba personalmente el cabello de sus clientas, y la razón por la cual decidió unirse a la policía.

    Dejando los recuerdos de lado, decidió concentrarse en la situación que se desarrollaba, tomándolo a él como uno de los protagonistas.

    —¡No pienso trabajar con un mocoso irrespetuoso como este! — Sentencio Koujaku. Hikari, por su parte, se golpeó la frente con la palma de su mano. Pocas veces lo había visto tan exaltado y gracias ello la nueva investigación no comenzaba para nada bien. Algo poco conveniente, teniendo en cuenta la gran relevancia que tenía un caso como la muerte del Jefe.

    —Al parecer, la edad te volvió todo un cascarrabias. — respondió Noiz, provocándolo. Sabía perfectamente que el tema de la edad era un tópico muy sensible para Koujaku, por lo que con ello conseguía una reacción esperada. Irritación.

    —¡¿Que has dicho?!

    —Vaya, también te dejo sordo. — Noiz seguía molestándolo, y Koujaku se seguía exaltando ante sus comentarios. Tomó a Noiz del cuello de la camisa para que esta acción fuera tomada como amenaza. A Noiz poco le importo.

    —¿Porque mejor no se besan para romper la tensión? — comento Hikari con poco interés.

    —¡¿Que!? — dijeron ambos al unísono.

    —¡Pffff! — el Jefe comenzó a reírse ante tal situación, y de la misma forma, Hikari lo secundó.

    —Jajaja. Eso o cálmense de una buena vez. Jajaja. — Koujaku soltó un chasqueo. Libero la camisa de Noiz, empujándolo con la fuerza suficiente para hacerlo retroceder. Se cruzó de brazos e hizo la mirada hacia otro lado con molestia e incomodidad. A Noiz todo le daba lo mismo, por lo que mantuvo su típica compostura, ignorando el empujón que recibió, sino ya estarían yéndose a los golpes.

    —Bien. — El jefe se sentó detrás de su escritorio. — Noiz, no nos conocemos, pero mi nombre es Brian Fisher. Soy el nuevo jefe del departamento de policías de Midorijima. Es un placer. Akushima me había comentado acerca de los trabajos especiales en los que colaborabas con él y su selecto grupo de investigadores. Pero es necesario que ahora me escuches. En esta ocasión no es para algún trabajo en concreto, sino como ¨compañero de Koujaku¨. Colaboraras con él en todo lo que necesite y él lo hará de la misma forma, con un único objetivo. Descubrir la verdad acerca de la muerte de Akushima. Una cosa más: No quiero que todo lo que hablemos dentro de esta oficina salga de aquí, espero no enterarme que alguien hablo de más y todo se fue al garete. Me entendiste ¿no? — lo miró fijo esperando una respuesta afirmativa. Noiz asintió. Koujaku entendió que esa amenaza guardaba algo entre líneas. Si bien le estaba hablando a Noiz, sabía que la advertencia iba para todos.

    —Urasawa. Ya que usted se encuentra implicada en este caso, obligatoriamente. — omitió el "porque no puede mantenerse en sus propios asuntos". — Será el contacto de ambos dentro de la comisaria. Si necesitan información o alguna otra cosa, ellos deben contactar con usted y antes de hacer cualquier cosa debe consultar conmigo. ¿Entendido? — le asignó su misión a Urasawa con el mismo tomo que la advertencia hacia Noiz.

    —Sí, señor. — su voz mostro una firmeza poco común, lo que inspiró confianza en Fisher.

    —Bien. — Volvió a revisar algunos papeles que tenía sobre la mesa, buscando uno en particular. De entre todos, tomo una carpeta amarilla, fina y con la tapa en mano. — Koujaku, toma esto. Es importante que no se lo muestres a nadie, tiene algunos detalles del caso y un permiso para visitar la morgue. No te entretengas buscando algo aquí. Si necesitas saber algo, comunícate con Urasawa.

    —Sí, señor. — asintió. —Pero ¿No sería más fácil que me comunicara con usted? — inquirió con cuidado.

    —No. Koujaku, ¿No has entendido lo que te ordene? Has únicamente lo que se te ordena. —Ante tal llamado de atención, Koujaku solo accedió. Se sintió relegado de alguna forma.

    —Es importante que nadie sepa que los tres están dentro de este caso. Absolutamente nadie. Ahora retírense. — ordeno por ultimo.

    Salieron fuera de la oficina de Fisher. Por aquel pasillo no había mucha movilidad, solo un par de oficiales que charlaban al lado de un tanque de agua mineral, compartiendo un par de copas.

    —Bien. Yo aún tengo cosas que hacer. Noiz, Koujaku, no se maten. — su voz sonó más baja de lo habitual, tratando de mantener cierta confidencialidad, dicho esto se retiró, esta vez a meterse en sus propios asuntos. —¡Ah! ¡Vengan a cenar esta noche a casa, chicos! — dijo lo suficientemente alto como para que todos la oyeran. —Y trae a tu amigo, Koujaku.— se despidió con la mano hasta desaparecer por la esquina contigua.

    —Esta Hikari, podría haberlo gritado más fuerte ¿no? Creo que no la oyeron en Aoyagi. — menciono Koujaku con el ceño fruncido.

    —Creo que eres poco intuitivo, Koujaku. —advirtió Noiz. — Creo que lo hizo para despistar a todos. Como sea, cuida esa cosa. Nos vemos esta noche. — guardó ambas manos en sus bolsillos, dirigiendo su camino en el mismo sentido que Urasawa.

    —Espera. No sabes donde vive. — dijo yendo tras él.

    —Pasare por tu apartamento, iremos juntos. — soltó un bostezo sin dejar de caminar hacia la salida. Koujaku se preguntó cómo es que sabía dónde vive. Terminó dándole más importancia al sueño que se cargaba, y decidió irse a casa para dormir. Aun tenia sueño.

    Luego de unas cuantas horas de descanso, se sirvió algo de la comida que acababa de preparar. Después de dar las gracias, comenzó a comer. Mientras bebía un poco de jugo, abrió la carpeta y comenzó a leer.

    Nombre: T.K.

    Puesto: Doctor de emergencias

    Turno: noche

    Establecimiento: Hospital General de Midorijima

    Sujeto: A. Shinigami.

    Ese apelativo desconcertó a Koujaku. Recordó que era el apodo con el que se referían al jefe Akushima. Por lo que debía ser su expediente. La razón del porque no aparecía su nombre era desconocido. Como la investigación se hacía en secreto, supuso que era por ello.


    Fecha de defunción. Sábado 17 del presente año, a las 21 horas, aproximadamente.

    Motivos de muerte: Suicidio.

    La idea de Akushima yendo al armario le pareció tan absurda. Parecía imposible. ¿Por qué alguien tan fuerte de carácter y agresivo con los delincuentes como lo era Akushima, se vería orillado a cometer suicidio? Se pasó la mano por la nuca, como gesto de desconcierto.

    Aproximadamente a las 23:48 pm la central recibió el llamado de emergencias por parte de la esposa de Shinigami. Alrededor de las 23:59 pm una ambulancia llego a la residencia del sujeto. La esposa nos indicó que su conyugue se encontraba en la sala, colgado del techo de la residencia con unas sábanas e inmediatamente nos dirigimos a comprobarlo. Y efectivamente. El cuerpo del sujeto se encontraba suspendido del cuello mediante unas sábanas que habían sido atadas entre sí, lo suficientemente largo como para llegar al techo. Al momento de bajar el cuerpo, se lo encontró sin signos vitales, como era de esperarse después de notar sus labios resecos y la piel pálida. Se dejó la residencia tal y como se la encontró al momento de nuestra llegada, se dejó la casa cerrada herméticamente para no contaminar la escena del crimen, a la espera de que la división científica de la policía llegue a escena a sacar sus propias conclusiones respecto al caso. Por lo pronto, describiré el estado del cuerpo. Además de las marcas encontradas alrededor del cuello del sujeto, provocadas por la asfixia que recibió de las sabanas, se le encontraron cortes en ambas muñecas, resueltas por algún objeto punzo-cortante. Es altamente probable que antes de quitarse la vida con las sabanas, lo hubiese intentando a través del desangrado por las muñecas. La principal prueba de esto es la sangre encontrada bajo el cadáver colgante. El charco ya se coagulaba al momento de nuestra llegada. Lo que indicaba que el cuerpo ya llevaba horas desde el momento de su muerte.

    El cuerpo fue posteriormente llevado a la morgue para su siguiente estudio.


    Allí terminaba el informe. Era todo lo que se le proporcionó. No había siquiera fotos. La situación era muy extraña para ser cierta.

    No se había percatado de que no termino su vaso de jugo, y de comer ni hablar, probablemente por la sugestión que le provoco la lectura del improvisado informe. Lo había notado, era improvisado porque estaba manuscrito. No habían tenido la molestia de pasarlo a ordenador o a limpio, e imprimirlo como era debido. Ese día era lunes 19, Akushima había muerto el sábado. Hace 2 días. ¿Cuál sería el motivo de la atrasada investigación que se le encargo? Tomo su libreta de anotaciones y comenzó a escribir aquello que le parecía relevante.

    Eran las 7:39 de la tarde. Solo entonces recordó que Noiz debía venir a su casa para después ir a la de Hikari. Como se suponía que estaba de vacaciones, decidió ponerse su característico Kimono rojo y volver a su vida de civil. También tomo su katana, no sería extraño que lo volvieran a ver con ella nuevamente. Era su fiel compañera, al igual que Beni, al cual, sin percatarse, había dejado en modo sueño casi todo el día. Así que decidió encenderlo, esperando los regaños del ave.

    —¡Otra vez volviste a olvidarte de mí! — grito ni bien fue encendido. Koujaku le respondió con una risa un tanto nerviosa.

    —Lo lamento. He estado ocupado en el nuevo caso. —

    —¿Nuevo caso? ¿Qué hay de nuestras vacaciones? — reprendió el ave.

    —Tendrán que esperar. Lamentablemente esto es más importante. Murió Akushima. — Beni noto que su voz tenía una sequedad inaguantable. No le estaba contando todo.

    —Hay algo que no me estás diciendo, ¿verdad?

    —Sí, y lo lamento demasiado, Beni. Pero esto es demasiado delicado como para hablarlo abiertamente. El jefe me lo advirtió. —

    —Hoy te has estado disculpando más de lo habitual— respondió con simpleza.

    —Lo sé. — bajo un poco la mirada. Koujaku decidió no torturar más a su all-mate.

    Durante la reunión con Fisher lo había mantenido apagado porque creyó que era lo correcto. No solo eso. Es obligatorio. Aunque los all-mate son parte importante en la vida de los ciudadanos de Midorijima, para la policía no era eficiente que información policial estuviese circulando en aparatos electrónicos que pudiesen llegar a ser corruptos. Por este motivo, estaba prohibido almacenar información de casos o asuntos policiales en all-mates. Almacenamiento incluye la información que ellos perciben. Palabras, sonidos, reacciones, movimientos, entre otros. Todos actuaban con recelo respecto a lo último.

    El silencio fue interrumpido gracias al sonido de una ventana bajándose y cerrándose, y también sintió pasos amortiguados, como si alguien no quisiese que notaran su presencia. Koujaku tomo su katana con calma, y se dirigió con cuidado a la sala. Esperando lo peor.

    Se apoyó con cuidado en la pared, sobrecargando su espalda en ella. Trato de no hacer ningún movimiento. Pero sin que pudiese ser percibido con antelación, se aventuró hacia la sala empuñando su espada. Noto que su oponente no estaba cuando su espada apunto hacia la nada. Nuevamente notó otro sonido. Desde la cocina. Con velocidad se movió hacia allí, esta vez sin intentar ocultar su presencia. Aun con la katana en manos, entró a la cocina y vió la heladera abierta.

    —¿Hace cuánto que esta esto aquí? Creo que hasta tiene vida. — le dijo alguien inclinado mirando hacia dentro de la heladera. Este se levantó y pudo ver que era Noiz.

    —Ah, eres tú. —Bajó la katana y la devolvió al lugar que ocupaba en su espalda.

    —Si, a mi también me alegra verte. — A Koujaku seguía molestándole ese tono suyo. Sin ninguna especie de cambio. Profunda e inexpresiva. Y cada palabra que soltara, sonaba a burla.

    —Además de venir a asaltar mi refrigerador ¿Se te ofrece algo más? — le respondió con ironía.

    —Naah. ¿Estás listo? — notó el viejo atuendo que Koujaku había comenzado a usar de nuevo. — Vaya, esa cosa es más vieja que yo. No creí que te siguieras vistiendo así.

    —... —

    —Las viejas costumbres no se pierden ¿Verdad?

    —Podrías... Dejar de usar la palabra "viejo" conmigo. Es en verdad molesto.

    —Ese es el punto. Somos amigos. Los amigos se hacen bullying. — le contestó con obviedad. Koujaku rodó los ojos, pero no respondió en absoluto.

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    Tratare de actualizar lo antes posible. Lamento muchisimo la demora n.nU
    Realmente me animo mucho leer que les ha interesado este fic. Espero continuarlo pronto owo!!
  10. .
    Hola! Queria escribir algo nuevo, y que mejor que algo sobre mi OTP <3
    No he visto la nueva temporada ni las peliculas, asi que este fic se supone que es post Free! Eternal summer. A Falta de una buena memoria, es probable que haya algunos cambios en la historia para la conveniencia del fanfic. Nada sustancial. Espero les guste n.n


    Time of our lives- MakoHaru





    Introducción: Times of our lives

    —¿Esto termino, ¿verdad? — Dijo Makoto mientras observaba a Haruka con su diploma en la mano. Ambos se habían egresado de la preparatoria. Un nuevo año terminaba, y un ciclo se cerraba en la vida de ambos.

    —Así parece...— murmuró Haruka observando también el diploma que Makoto sostenía en sus manos.

    — ¡Mako-Chan! ¡Haru-Chan! — gritaba Nagisa, arrastrando a Rei de la mano. Rei apenas podía seguirle el paso, tanto que parecía que sus anteojos estaban por caérsele en cualquier momento. Nagisa los iba saludando con la mano, mientras trataba de reprimir el llanto, algo totalmente evidente por lo brillantes que se veían sus ojos.

    Cuando estuvo cerca de los jóvenes graduados, soltó la mano de Rei para abalanzarse sobre ambos, uniéndolos en un enérgico abrazo.

    —¡Buuuuaaaah! ¡Se van de la escuela dejándonos solos! ¡Son muy malos! — reclamó, dejando de reprimir el llanto dramáticamente.

    —¡Nagisa! ¡Basta ya! ¡Es un día muy especial, no lo arruines! — decía Rei tratando de separar a Nagisa de Haru y Makoto, pero una vez que lograba zafar los brazos de Nagisa, este volvía a abrazarlos nuevamente. Esta acción se repitió por un rato más, hasta que Nagisa, cansado, se dejó arrastrar por Rei hacia atrás.

    —Uuuhhh. — lamentaba mientras se secaba las ultimas lagrimas y recobraba la compostura. —Aun así, estoy muy feliz por ustedes! Jeje. — concluyó como si nada de lo anterior hubiera ocurrido. Rei Suspiro con hastío. Hasta que recordó que no había felicitado a los otros dos jóvenes.

    —Makoto. Haruka. Felicidades por terminar la preparatoria. Es un día muy memorable, si tengo algo que agregar a esta maravillosa ocasión es... que...— se detuvo. Poco a poco, sus vista comenzaba a nublarse. — Uuuhhh... no, yo... Lo siento. — Dijo mientras se quitaba los anteojos, para después despejar su vista. Makoto lo observó conmovido, también lo embargó la tristeza, pero sabia que no podía ponerse mal, era un día preciado.

    No funciono, para nadie. Uno a uno fueron dejando que las emociones los embargaran, y Makoto no era la excepción.

    —¡Chicos! Dijo no pudiendo soportarlo mas. Arrastro a Haruka con él y volvió a unir al equipo en un abrazo. —¡Gracias! De verdad. Gracias por todo. ¡Pero esto no termina aquí, el club seguirá funcionando gracias a ustedes y eso me hace muy feliz! Han sido los días más felices de mi vida. El conocerlos fue genial. Volveré a verlos de vez en cuando, y si necesitan ayuda con el club, saben que estaré feliz de ayudarles. ¿Tú también, verdad, Haru? — Makoto hablo por los dos, suponiendo lo que Haru querría decir. Aunque Haru parecía no prestar demasiada atención a la escena, a pesar de encontrarse entre los brazos de los demás.

    —Hmmm. — murmuro como expresión de su voluntad. Aunque era un tanto inexpresivo, Haru también estaba feliz de haber podido ser parte del club. No solo porque pudo volver a nadar en un relevo, sino porque había llegado a disfrutar el tiempo que compartió con los demás miembros del club. Habían sido unos días muy brillantes y divertidos. Ya no eran solo Makoto y Haru, sino Makoto, Haru, Nagisa, Gou y Rei... los 5 miembros del club de Natación de Iwatobi.

    Pero, mientras los cuatro permanecían abrazados, había algo en la mente de Haru que no lo dejaba en paz. Antes de que Nagisa y Rei llegaran, el tenia algo en mente. Había algo que no lo dejaba tranquilo. Se sentía muy inquieto.

    Makoto había hablado sobre el final. Es cierto, era el final. Makoto iría a una universidad en Tokio. Ya tenia un futuro decidido, mientras que Haruka, no sabia que hacer. Estaba perdido. Era aquello lo que tenia a su mente alejada del evento en curso.

    —¡Chicos! ¡Felicidades! — decía Gou mientras corría hacia el grupo, sonriente. Unos segundos después, se unió al abrazo.

    Aquel día, los 5 decidieron pasar la tarde en la playa. Después de que Haru y Makoto fueran a sus hogares a dejar sus respectivos diplomas, salieron juntos a caminar. Se encontraron algunos puestos de comida cerca, por lo que mientras se dirigían a la playa iban comiendo yakitori alegremente. Se iba oscureciendo de apoco, así que, para cerrar el día, los 4 jóvenes decidieron que se Darian un chapuzón juntos en el mar por ultima vez. Makoto, por su parte, expreso que solo seria en la costa del mar, no quería avanzar muy profundo en el agua por obvias razones. Y ante los ademanes de fangirleo de Gou frente a la musculatura varonil de los jovenes, los 4 chicos se metieron al agua ante la atenta mirada de la misma. A pesar de ser parte del club de Natación, ella nunca se había metido al agua junto a los demás. Así que Nagisa creyó conveniente unir a Gou con ellos. Arrastró a Gou hasta el agua y la obligó a meterse al agua.

    —¡Nagisa! — le gritó algo enojada. Pero al ver reír a los demás, el enojo fue instantáneo y sonrió. Estuvieron nadando un rato en el agua. Hacían tonterías. Como cuando a Nagisa le pareció buena idea bucear y pellizcar a los demás mientras lo hacía, o como cuando también a Gou le pareció buena idea darle un tirón de oreja como represalia.

    Para finalizar aquel día, los 5 decidieron hacer una fogata en la costa y conversar sobre sus futuros planes. Los 5 eran realistas, ya no sería lo mismo sin Makoto y Haruka en la escuela.

    —Podrían visitarme alguna vez en Tokio, seria genial verlos por allá chicos. No me sentiría tan solo.

    —No digas eso, Makoto-senpai. ¡Conocerás amigos y será divertido!

    —No será lo mismo sin ustedes... y sin Haru. — Makoto miro a Haruka a los ojos, y él le devolvió la mirada sin saber que decir. Cuando no sabes que decir, es mejor callar. Y eso fue lo que Haru hizo.

    —¿Y que harás tu Haruka senpai? — inquirió Gou. Haru volvió su mirada hacia la fogata, esperando alguna respuesta divina proveniente de las llamas, tal vez.

    —No lo sé. — expresó. — Me quedaré cuidando mi casa hasta que regresen mis padres, y cuando lo hagan ya veré que hacer.

    —Haru...— empezó a decir Makoto.

    —No te preocupes, Makoto. Estaré bien. — Le dedicó una ligera sonrisa. La seriedad en Haru era lo habitual, la sonrisa era poco común. Makoto también sonrió al pensar en ello. Haru siempre sintió envidia por la sonrisa de su amigo. La suya no expresaba lo que el realmente sentía. Mientras que la sonrisa de Makoto era cálida y transmitía la felicidad a los demás. O la calma cuando ellos lo necesitaban. Fue el sentimiento que a él le transmitió desde siempre.

    La noche siguió tranquilamente, los 5 siguieron compartiendo los últimos momentos del día juntos.

    Haru comprendió que no había podido decir aquello que lo inquietaba.

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    Espero que les haya gustado. Y aun hay mas ^^U

    Saludos <3


    Edited by Ada Reizen - 7/11/2018, 22:50
  11. .
    Holaaa~
    ¿Mira quien aparece años despues? 0;
    Este fanfic es maravilloso, muchisimas gracias, querida! Te pasaste! Me recordaste lo mucho que adoro como escribes. El lime te quedó muy bien, tiene lo justo y necesario. Fue genial *-*
    Muchisimas gracias, entrar de nuevo al foro y volver a leer esto me trae muchisima nostalgia, no solo por la serie sino por aquellos tiempos en el que nos la pasabamos aqui. Ademas de que, no habia dejado un mensaje de agradecimiento como es debido ToT
    Nuevamente, muchisimas gracias *-* <3 <3
  12. .
    Hola! Esta es una idea que ha estado dando vueltas en mi cabeza durante algun tiempo. Una novela policial ambientada en DMMd pero en lugar de Aoba, tenemos como protagonista a Koujaku y Noiz.
    Esta de mas decir que es un KouNoi xD

    Inspirada en la cancion y el video oficial de Caravan Palace, Lone Digger. En realidad no tiene nada que ver con la temática del fanfic, a excepción del bar y las peleas, probablemente.


    Derechos: Los personajes y el escenario no son de mi propiedad, son propiedad de Nitro+Chiral y del juego BL Dramatical Murder. Yo solo los uso, a los personajes y parte de la trama, sin fines de lucro, solo por diversión.

    Lone Digger



    portada_zpsollzphuj

    Resumen: Koujaku es un detective de Midorijima, conocido por su fama de mujeriego. Justo antes de tomarse vacaciones, recibe un llamado del departamento solicitando urgentemente se presente alli. Es cuando le informan de la muerte del Jefe de policía, Akushima. Y es, además, el encargado de investigar el caso. Pero a falta de personal, le asignan como compañero a Noiz, un Hacker informático que de vez en cuando hacia algunos trabajos para la policía.
    Investigando a los sospechosos, descubren que todos ellos tienen algo en comun: Todos han visitado un Bar de mala fama llamado Lone Digger
    ¿Por qué Lone Digger es lo único que tienen en común? ¿Qué se esconde allí? ¿Qué paso con Benishigure y Ruff Rabbit? Y más importante ¿Podrán Koujaku, el detective mujeriego, y Noiz, el hacker frío e insensible, dejar a un lado sus diferencias para poder resolver el caso?

    Capítulo 1

    El sonido de un Coil fue lo único que irrumpió en el silencio de la habitación. En medio de la oscuridad, una sombra negra comenzó a moverse perezosamente hacia la ventana abierta, donde se encontraba una mesa de madera. Sobre la mesa se podía apreciar unas prendas de vestir masculinas, un traje completo.

    La sombra se acerco a la ventana y la luz de afuera ilumino completamente su figura, dejando ver un cuerpo masculino bien formado y desnudo, lleno de tatuajes en la espalda y los brazos, por no mencionar que estos continuaban hasta su pecho. Los tatuajes eran acompañados por un par de cicatrices que rememoraban cortes proferidos por otras personas en el pasado. Y lo más llamativo del hombre frente a la ventana era su largo cabello azul marino, cubriéndole parte de la espalda casi llegándole a la cintura.

    El hombre rebuscó entre las prendas de la mesa hasta que encontró el origen del sonido. Tomó el Coil y se aclaro la garganta antes de contestar.

    –Koujaku al habla. – respondió a su nuevo interlocutor.

    – ¿Detective...?– la voz al otro lado sonó nerviosa, y más notorio fue la expresión de sorpresa y nerviosismo que mostró al ver el estado del detective.

    –Si ¿Qué sucede?– Koujaku decidió ignorar la cara del joven para centrar su atención en el motivo de la llamada.

    –Debe venir al departamento inmediatamente. – le informo, esta vez con más confianza y seriedad.

    – ¿Sucedió algo?– preguntó un poco sorprendido ya que al día siguiente comenzarían sus vacaciones. Hace mucho que las esperaba ansiosamente.

    –Sí. Pero se solicita su presencia aquí para ser informado. – un dejo de preocupación y decisión demostraron sus palabras. Koujaku soltó un suspiro de hastió entrecerrando los ojos, y al volverlos a abrir decidió responderle finalmente.

    –Bien. Voy en camino. – Y colgó sin esperar respuesta de su compañero de trabajo. Lo conocía del grupo de operadores que usualmente atendían las llamadas en los horarios nocturnos. Era un joven casi nervioso y no resaltaba demasiado, pero había compartido un par de palabras con él en algunos pasillos de la estación y no le parecía un mal chico, solo le faltaba experiencia.

    Se quedó parado en su lugar unos segundos tratando de descifrar el motivo por el que fue llamado. Tal vez alguna mujer furiosa por la falta de atención de su parte había ido a hacer un escándalo en la estación para hacerle quedar mal. Desecho la idea. Hace mucho que no hablaba sobre su trabajo con alguna de sus conquistas de una noche. Tal vez algún familiar suyo se encontraba en peligro. La opción también fue descartada. La única familia que le quedaba había sido su madre, pero ella se encontraba en Japón, y si algo estuviera mal, podrían haberlo llamado desde allí y no desde el departamento de policías. Antes de seguir con sus cavilaciones, un bostezo lo interrumpió llamando su atención. Giro su cabeza hacia la cama, donde una mujer estaba sentada alongando los brazos y cubierta con las sabanas hasta el pecho, mirándolo con el ceño fruncido.

    – ¿Ya te vas?– le profirió un poco molesta.

    –Si. Acaban de llamarme y es una emergencia. – dijo guardando el Coil, para después pasar a ponerse su ropa interior seguido de sus pantalones.

    –Bien. Aunque es un poco temprano...– respondió la mujer desviando un poco la mirada quitándole importancia al espectáculo frente a ella. Probablemente trataba de mostrarle un toque de inocencia, aunque el estado de ellos y la habitación demostraba lo poco inocentes que habían sido anoche.

    – ¿Qué hora es?– pregunto terminando de abotonarse los botones de la camisa bordó que antes había vestido. La mujer dirigió su vista hacia una parte en particular de la pared. En ella un reloj digital le dio la respuesta.

    –Las 5:27...– ahora se encontraba más tranquila, aunque un poco desconfiada. – Te paso mi contacto...– comenzó a decir apresuradamente.

    –No es necesario... luego vendré a verte de nuevo. – una sonrisa limpia compaña sus palabras y la mujer no pudo evitar quedar encantada ante ello. Aunque fuese pura mentira. Lo decía solo para que ella se quedara tranquila, probablemente cuando saliera el sol no recordaría donde había pasado la noche ni con quien. "Las mujeres son un tesoro que, debemos cuidarlas si ellas se ofrecen" se decía constantemente, y no queriendo faltar a sus palabras decía cualquier cosa con tal de no lastimar a las chicas con las cuales compartía una noche. No soportaba ver sufrir a ninguna mujer, y con tal de lograr eso, era capaz de soltar palabras falsas para satisfacer su "ética" y dejarlas contentas... al menos hasta que se dieran cuenta por sí mismas de que solo era un tipo que no buscaba nada mas allá de solo sexo. Lo más extraño de todo es que siempre que volvía a reencontrarse con alguna de aquellas mujeres, ellas lo seguían persiguiendo para repetir la noche que habían compartido con anterioridad. A veces no se negaba, pero con las que parecían más obsesionadas no tenía otra opción más que tomar. El rechazo.

    –De acuerdo. Te estaré esperando. – respondió con timidez y una sonrisa. Él le devolvió otra de sus clásicas sonrisas para complacerla a la vez que pasaba los brazos por el saco. Tomo la corbata que acompañaba el traje del suelo, llevándola en la mano y sin más que decir se dirigió a la puerta. Antes de cerrarla, por última vez le dedico un guiño para desaparecer por el umbral.

    Afuera del departamento de la joven, dejo escapar otro suspiro de cansancio. A veces se cansaba de seguir la misma rutina de cada ocasión en que iba a la casa de alguna mujer a pasar la noche.

    Se encamino hacia el estacionamiento del complejo de departamentos en el que vivía la mujer de antes para subirse a su auto y marcharse a la estación. Una vez dentro de su coche, encendió a Beni, su Allmate, para pedirle algunas indicaciones.

    –¡Koujaku! ¡Vaya que tardaste!– le reclamo el ave ni bien fue encendido, aleteando un poco las alas.

    –Lo sé, perdóname. Acaban de llamarme de la estación ¿Sabes de algún camino que me lleve mas rápido hacia allí?– hablo mas rápido de lo normal, probablemente tratando de evitar más regaños por parte del ave. Comenzó a ponerse la corbata frente al retrovisor a la espera de indicaciones.

    –Si, dame un momento.

    ***

    A pesar de que había puesto en falta varias normas de transito, de haber recibido insultos por parte de conductores y transeúntes, y de casi haber atropellado a un pobre gato callejero, Koujaku hizo un buen tiempo en su camino hacia la estación.

    Dejo aparcado su auto en el estacionamiento al lado de tres patrullas. Después de sacar su placa de la guantera, llevo a Beni sobre su hombro y cerró la puerta. Acomodo mejor su corbata y a paso más acelerado de lo normal, entro por las puertas principales del departamento.

    – ¿Dónde estabas?– le pregunto una oficial apenas entro por las puertas, plantándose frente a él.

    –Me estaba relajando listo para tomar mis vacaciones ¿Tu qué crees?– respondió como si fuera lo mas obvio, la oficial lo vio incrédula, pareció no tragarse sus palabras, y miro a Beni seriamente esperando la verdad.

    –Estaba en casa de otra mujer...– dijo rendido y con una gota de "sudor" cayendo de su frente.

    – ¡¿Otra vez?!– le grito a Koujaku dándose una planada en la frente. Suspiro. – No por nada te dicen "Koujaku, el que se mueve todo lo que lleva falda"–

    –Y es por eso que no intento nada contigo...– le respondió Koujaku con burla y arrogancia cruzándose de brazos, sabiendo que la mujer no tenía por costumbre usar faldas o vestidos.

    –Si, porque sabes que saldrías de eso sin cabeza. Y no hablo precisamente de la que llevas sobre los hombros. – termino imitando la postura de Koujaku a modo de reto.

    Los oficiales de todo el departamento iban y venían a su alrededor. Había más movimiento del cotidiano. Fue lo primero que noto Koujaku, pero se había entretenido hablando con la oficial. Y por supuesto, no era el único distraído.

    – ¡Urasawa!– se escucho un grito desde algún lugar en la comisaria. La policía puso una expresión de terror. Sabía perfectamente de donde y de quien provenía ese grito. De la oficina del Jefe del Departamento de Policía de Midorijima.

    –Muévete, antes de que el nuevo jefe me arranque la cabeza a mi...– le dio una palmada en el hombro a Koujaku animándolo a continuar hacia la oficina del Jefe. Pero Koujaku no se movió y se quedo en su lugar.

    – ¿Nuevo jefe?– le pregunto mirándola con confusión. Ella levanto ambas manos tratando, metafóricamente, de lavárselas.

    –A mi no me veas, el nuevo jefe pidió hablar contigo urgentemente. Yo que tu mejor me apresuro. –

    Sin decir más, ambos decidieron ir derecho a la oficina del jefe. No más distracciones.

    –¡Urasawa!– se volvió a escuchar. Esta vez, ellos ya se encontraban afuera de la oficina del jefe. La oficial abrió la puerta con cautela.

    –Si, señor.– se anuncio con firmeza y llevando su mano a la frente, el típico gesto de los militares. Trato de disimular su miedo ante el nuevo jefe.

    – ¡¿Donde está el detective Koujaku?!– volvió a gritarle.

    –Acaba de llegar...– abrió la puerta completamente, dejando ver a Koujaku parado en la puerta con una expresión extraña.

    – ¡Pase! ¡¿Que está esperando?!– Entro con cuidado. Ya conocía al nuevo jefe, era el antiguo sub–jefe. Le pareció extraño que Akushima no estuviera sentado en el lugar del nuevo jefe.

    –Señor...– comenzó a decir.

    –Silencio. – lo callo. Se levanto de su asiento, y abrió la puerta haciendo un gesto con la mano, invitando a la oficial a retirarse. Ella lo miro confundida y al ver las expresiones del rostro de su jefe endurecerse, supo que no había lugar para replicas y se retiro.

    El jefe volvió hacia su asiento y con un gesto de la mano, invito al detective a tomar asiento. Koujaku no dijo nada y se sentó con cautela.

    –Señor..., ¿Que está pasando? ¿Dónde está Akushima?– se fue sin rodeos, yendo directamente al grano. El jefe se aclaro la garganta antes de decir algo.

    –Está muerto. – su voz sonaba seca a los oídos de Koujaku.

    Un silencio inevitable se hizo presente. Koujaku bajo la cabeza, confundido y con cierto remordimiento. Entonces, volvió a ver a los ojos a su nuevo jefe.

    – ¿Que sucedió exactamente?–

    –El jefe Akushima se encontraba en su casa este fin de semana, como siempre. Su esposa iba los sábados a visitar a sus padres, el no la acompañaba porque detestaba a sus suegros. Y su muerte fue notificada cuando al llegar la esposa, noto la calma en el hogar. Cundo emergencias llego, ya no tenía signos vitales. Aun no le han hecho la autopsia. –fue diciendo con calma y pena. Akushima siempre fue conocido por ser una persona honorable y respetado por todos, los integrantes del departamento confiaban en el. Su pérdida era muy lamentable. Ahora se explicaba porque tanto ajetreo por todo el departamento.

    –Aun no se ha dado a conocer la noticia, no solo porque aun no se le ha practicado la autopsia, sino porque las condiciones en que murió y él cómo están siendo investigadas. Por ahora, Akushima se encuentra como desaparecido. Los de arriba nos han pedido claramente que mantengamos en secreto su muerte. – suspiro y se rasco la sien.

    Cuando "los de arriba" se inmiscuían en los asuntos de la policía, era sabido por todos que allí había algo raro. Nadie nunca hablaba sobre ello, pero era un secreto a voces. A algunos les indignaba, a otros les daba igual.

    – ¿Y cuál es mi papel en este asunto? Estaba a punto de tomarme unas buenas vacaciones...– No pudo continuar, gracias a la interrupción del jefe.

    –Es por eso mismo que te mande a llamar. Koujaku. Tú investigaras el caso. A partir de ahora estas a cargo de la investigación de la muerte de Auxina. Nadie puede saber sobre su muerte y aprovechado que estarás de vacaciones, usaras ese pretexto para hacer la investigación, como un trabajo extraoficial. Para todos estarás tomando tus vacaciones, pero en realidad investigaras el caso. Es confidencial. Nadie, absolutamente nadie puede saber sobre esto. – le dijo con firmeza. Cuidando de las palabras que usaba.

    –Así que usted también cree que aquí hay algo raro...– comenzó a decir.

    –Koujaku. Encárgate únicamente de lo que se te ha pedido. No quiero replicas a ello. – le dirigió una mirada a modo de reproche, y Koujaku no tuvo más opción que callarse. Ninguno dijo nada por unos segundos.

    – ¿Tu última compañera renuncio y pidió una transferencia, verdad?– le pregunto revisando unos papeles sobre la mesa sin mirarlo de frente. En realidad, era una pregunta retorica.

    –Hmmp. – simplemente murmuro. –Me dio una cachetada y me dijo que era cruel. Fui mable con ella y la trate muy bien. A veces creo que cuando le tomas la mano a una mujer ya cree que quedo embarazada. – dijo con simpleza recargándose en el respaldar de la silla.

    –Koujaku. Eso solo pasa contigo. Además, es fácil suponer que no solo tomaste su mano. – ambos compartieron risas cómplices.

    –Las mujeres son un Tesoro. Si ellas se ofrecen, no puedo negarme. Es el deber de un hombre complacer a una mujer– repitió.

    – Sí, claro. Pero eso no es a lo que me dirijo. Lo que trato de decirte es que ya no tienes un nuevo compañero gracias a que estamos con poco personal, y la mayoría está a cargo de más casos de los que debería. En esta oportunidad, diría que te encargues de la investigación solo, pero no creo que sea justo. Por ello hemos contratado a alguien que te será de mucha ayuda, no solo como compañero sino como hacker, si es necesario. No es un oficial ni un detective del departamento, trabaja por libre.

    – ¿Es alguna especie de detective privado a algo así?– preguntó, poniéndose mas cómodo en el asiento.

    –No exactamente. En el campo se investigación de homicidios no tiene experiencia, pero en lo demás, posee casi la misma que tu. – se levanto y se dirigió a la puerta. Ni bien esta se abrió, la oficial Urasawa cayó hacia delante dándose de lleno contra el suelo, dejando suponer que estaba tratando de espiar o escuchar a través de la puerta.

    – ¿Hikari?– menciono Koujaku elevando una ceja, un poco confundido.

    –Yo no, imbécil. – dijo aun desde el piso levantándose y recuperando la compostura como si nada hubiese pasado. El jefe rodo los ojos ante ello.

    –Urasawa, tráigalo. – ordenó con seriedad. Ella salió y cerró la puerta tras de sí. Pocos segundos después se escucho como tocaban a la puerta. El jefe volvió a abrir la puerta.

    –Koujaku, te presento a tu nuevo compañero en esta investigación...–

    En cualquier otra historia policial, por la puerta entraría una hermosa mujer, talentosa e increíble que haría cambiar al típico protagonista mujeriego. Koujaku no esperaba precisamente esto último, pero si lo primero.

    Grande fue su sorpresa al ver que no era ninguno de los dos. Por la puerta ingreso un hombre. Alguien que conocía perfectamente.

    –Hey, anciano, creí que ya te habías jubilado. – le dijo con burla y una sonrisa igualmente molesta.

    Koujaku ya conocía a este tipo y este tipo ya conocía a Koujaku.

    – ¿Ya lo conoces, Noiz?– dijo el jefe.

    –Por desgracia, si. Ya conozco a este mocoso irrespetuoso. – dijo el detective entre dientes. La forma en que se miraban hacia recordar a un par de perros ladrándose, solo que esta vez ellos lo hacían con la mirada. Entonces el nuevo jefe supo que al parecer no había sido tan buena idea el haber contratado a Noiz.

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    Hola! Gracias por leer, espero que te haya gustado. Bueno y asi empieza este intento de novela policial, habia leido un libro policial y desde entonces se me ocurrio esto, no pude evitarlo jjajaaj

    Traté de hacer algo mas serio de lo que acostumbro, vere que tal me va...

    En fin, saludos y hasta la proxima n.n


    Edited by Ada Reizen - 28/2/2016, 11:20
  13. .
    Hola a Todos!!! Aca vuelvo con el 3 cap! Espero que les guste :Db...Lamento la demora pero es que he estado estudiando como loca para un examen muy importante. Y aprobé!!!

    En fin, ahora les trigo su conti :3


    Capitulo 3: ¿Nuevo Hogar?



    Ya eran las 7:00 de la noche, la cena estaría lista para servirse en una hora más. Merry miraba el reloj con nerviosismo. Según lo que le había comentado Anna, esa noche vendría Jake como a las siete y algo. Después de que recibieron la noticia de que Jake vendría a cenar, Lucy decidió llevar a Claude a algún lado para que se le pasara la rabia y Claude había aceptado porque no quería que esa noche sucediera una masacre en su casa. De paso aprovecharon para ir a comprar algunas cosas.
    Ahora Merry se encontraba, sentada en el sofá a la espera del timbre sonando. Cuando llegó el tan esperado timbrazo, se levantó rápidamente y, conservando la elegancia, fue hacia la puerta. Allí estaba Jake. Ahora se veía más arreglado, pero sin perder su estilo.

    –Pasa, querido – Abriendo mas la puerta y haciéndole espacio para que entre. El pasó, observando todo el lugar. Realmente parecía que vivían cómodamente. Las luces eran de un tenue amarillo. La casa parecía tener un decorado que mostraba orden y elegancia, un perfecto balance entre los colores blanco y manteca pálido. Las ventanas estaban cerradas con cortinas de color manteca y tras esas cortinas se encontraba un hermoso jardín, provisto de rosas y algunas otras plantas, con el césped bien cortado y prolijo.

    –Gracias– Le dijo. Se quedo con las manos en los bolsillos de su chaqueta, parado sin saber qué hacer.

    –Siéntate.– Le dijo amablemente. Él la miro, parecía una buena persona, lo que le inspiro confianza. Le recordaba a su madre de algún modo. Y así, se sentó en uno de los sofás.

    –¿Que tal el viaje, Jake?– Le preguntó con amabilidad. Ella se había sentado en un sofá frente a él, y le miraba cálidamente.

    –Bien, tranquilo. Llegue hoy a las 2 de la tarde y apenas me dio tiempo para llegar a registrarme en el Hotel Starlight. Es que anoche me despedí de unos amigos, llegue tarde a casa y me quede dormido esta mañana jajaja.– Rió. Habia juntado ambas manos, cruzando los dedos a modo de timidez.

    –Ah, ya veo. Es un buen hotel… ¿Pero porque te hospedas ahí? ¿No está tu madre en Starlight?

    –Sí, pero ella vive a las afueras de la ciudad. No me dio tiempo de ir a verla tampoco. Además es un buen viaje de aquí hasta allá. Prefería quedarme aquí, en la parte central de la ciudad, porque hay un par de amigos que viven aquí. Aunque todavía no los he visto tampoco.–

    –Vaya… –Lo pensó por un momento. Era bastante fuerte lo qui iba a decir, pero se animó a hacerlo.– Bueno, teniendo en cuenta que ahora eres parte de la familia ¿No te gustaría quedarte aquí mientras estés en Starlight?

    –¿Eh?– Dijo incrédulo. La miro con sorpresa. No lo podía creer.

    ***



    Claude y Lucy habían ido a comprar vino y otras cosas que ellos creían que necesitarían para la noche. Llegaron a la casa, con un par de bolsas en las manos. Mientras Claude estacionaba el auto en la cochera, Lucy había decidido entrar mientras tanto con algunas bolsas. Al llegar a la sala no pudo evitar escuchar la conversación de los presentes.

    –¿No te gustaría quedarte aquí mientras estés en Starlight?– Casi se le caen las bolsas de las manos al escuchar aquello.–Ya llegaron. ¿Y Claude?– Dijo Merry dándose la vuelta para verla. Lucy notó que a su lado estaba alguien más. Un joven que también se dio la vuelta para mirarla. Por alguna razón lo primero que pensó sobre él, es que Claude tenía razón. Parecía un chico problemático.

    –Si… Él esta estacionando el auto. Ya debe estar por venir. –Hizo una pausa. –¿Quien es él? – Su tono de voz poseía incomodidad fingida, algo que nadie notó. Ya suponía quien era. El aludido se levantó y se acercó a la chica.

    –Jake McCauley. Un placer. –Dijo con voz seca extendiéndole la mano.

    –Lucy Green. El placer es mío.– Dijo ella estrechándole.

    –El es hijo de Gregory. Recién nos estamos conociendo.- Dijo la mujer mayor. Jake se tragó las ganas de decir que él no era hijo de Gregory porque sería una falta de respeto. Y al contrario de lo que Claude decía, el conocía esa palabra.

    –Vaya… veo que ya se están llevando bien.– Dijo Claude entrando a la sala y tirando las llaves del auto sobre una mesa contra la pared. Los otros dos no se habían dado cuenta de que llevaban bastante tiempo del debido tomados de la mano, por lo cual se soltaron.

    –Claude acompaña a Jake al Hotel Starlight.– Le dijo su madre.

    –¿Ya se va? Con gusto.– Dijo recuperando las llaves de la mesa. El tono casi feliz en su voz, hizo que Jake frunciera el ceño. Claude parecía reanimado.

    –No. Irá a buscar sus cosas. Mientras esté en Starlight, se quedará aquí.

    El cambio del ambiente se hizo notable para todos. Porque en el se extendió una atmosfera de incomodidad y tensión. Lucy se mordió el labio inferior sabiendo cómo le caería aquello a Claude. Claude miraba inexpresivo a su madre, tratando de hacerle saber cómo se sentía. Enojado y furioso. Merry lo miró seriamente, después de todo era una orden. Y Jake, después de meditar un poco, habló.

    –Señora Merry, no hace falta. Yo de verdad voy a estar bien, no se preocupe.– Trató de diluir la tensión en el ambiente.

    –No, Jake, por favor. Quien no tiene que preocuparse aquí eres tú. Después de todo, en esta casa mi opinión ya no importa.– Dijo Claude molesto y con sarcasmo. Se dio la vuelta en dirección a la puerta.

    –Claude – Llamó su madre.

    –Lucy, Jake. Los espero en el auto.– Y de un portazo, se cerró la puerta. Lucy suspiró y salió tras Claude. Jake los miró sin ninguna emoción en particular.

    –En seguida volvemos.– Dijo saliendo tras de los otros dos.

    ***



    –Espérame, Claude.– Le dijo Lucy atrás suyo. Los pequeños escalones de la entrada le dificultaban a ella seguirle el paso. Para cuando lo alcanzó, él ya estaba frente al auto y la cochera ya estaba abierta. Se sentó sobré el capó del auto y ella hizo lo mismo.

    –Cálmate y escúchame. Ese niño se quedará aquí. Lo sé. Pero no te pongas así, trata de llevarte bien con él. Te conviene, después de todo.– Le dijo ella con calma y calidez.

    –¿Ah, sí? ¿Y cómo? – Le preguntó él. Ella le sonrió con picardía. Probablemente con alguna intención oculta.

    –Bueno… – Dijo ella, antes de ser interrumpida por Jake.

    –Lamento interrumpir su momento pero ¿Nos vamos?– Dijo él, con desgano. Los otros dos lo miraron inexpresivos. El abrió la puerta trasera del auto y la cerro, esperando que los otros dos se subieran también. Una vez que ambos lo hicieron, Claude en el asiento del conductor y Lucy en el del copiloto, un silencio agrio los acompañó. Hasta que Lucy decidió hablar.

    –Dime, Jake ¿de dónde eres?

    –De aquí de Starlight. Me fui con un amigo a New york cuando termine la secundaria.– Respondió con tranquilidad y seriedad mirando hacia la ventana.

    –Y me imagino que fue por estudios ¿verdad? ¿Qué seguiste estudiando allá? – Preguntó Claude secamente. Jake le dirigió una mirada filosa y seria, la que Claude, por supuesto, ignoró.

    –Estuve un año en estudios generales hasta decidir mi carrera, pero no me motivé con ninguna. Entonces seguí uno de mis más grandes sueños.– Respondió con desgano. No le gustaba hablar de sus asuntos con alguien a quien no conocía. Aun eran perfectos desconocidos.

    –¿Ah, sí? ¿Y cuál es?–

    –No sé porque preguntas si ni te importa.– Claude suspiro y no dijo nada mas, solo se mostro inexpresivo y se concentró en conducir. De nueva cuenta, el silencio los acogió.

    –Llegamos. ¿En qué habitación te hospedas, Jake?– Preguntó ella, dirigiendo su mirada hacia el asiento trasero.

    –No te preocupes, ya vuelvo. – Salió del auto. Lo siguieron con la mirada hasta que desapareció tras las puertas del lujoso hotel.
    Era uno de los edificios más antiguos de la ciudad, que con el tiempo se fue refaccionando, ajustándose a los requisitos de la época. Aquellas compañías o lugares que tenía por nombre ¨Starlight¨ tenían un estrecho lazo con los inicios de la ciudad. Y ese hotel era uno de ellos. Las grandes figuras públicas que venían a la ciudad de visita, se hospedaban en ese hotel. Políticos, actores, atletas, entre tantos otros. Se le hacía extraño que ese chico estuviese hospedándose allí. Dejando eso a un lado, Claude decidió encarar a Lucy.

    –Vaya, te veo muy amable con el bastardo.– Dijo él, posando su codo por sobre la ventana totalmente baja.

    –A partir de ahora será tu hermano, creo que debo ser amable con la familia ¿no?– Dijo ella con un tono juguetón. Claude la miró seriamente, esperando a que agregara algo más.– ¿Qué? ¿Estás celoso? Jajaja.– Y se largó a reír ante la cara del hombre.

    –¿Tanto te molesta tu hermano? –Le preguntó.

    –Simplemente no lo soporto.

    –Ya te dije que te conviene tenerlo de tu lado. No quieres que ese niño derroche lo que le dejo tu papá y lo que tanto le costó construir verdad. Se nota que se gastaría todo en una semana. Si está cerca de ti podrás controlar o a lo mucho ver qué hace con el dinero ¿verdad?– Le dijo recargándose contra el asiento.

    ***



    Mientras tanto, en el ascensor Jake marcaba un número en su celular. Con el sonido del tono y del ascensor, llegó a su piso al tiempo que le contestaban al otro lado de la línea.

    –Hey, Jake ¿Ya llegaste?– habló un chico al otro lado de la línea.

    –Si ¿Adivina qué? La habitación será toda tuya.–

    –¿Por qué? ¿Pasó algo? – habló su interlocutor nuevamente. Parecía ser una voz joven y masculina.

    –Si –Abrió la puerta mientras entraba.– Mi hermana me obligó a conocer más a mi ¨hermano¨ y a la esposa de mi padre. Cuando fui a verlos, ella me propuso quedarme en su casa mientras este en Starlight.– Tomó la maleta que había tirado de encima de la cama, sin prestar demasiada atención a la lujosa habitación. Salió y cerró la puerta para dirigirse al ascensor.

    –Bueno, entonces cancela la habitación. Yo llego hoy a la noche, pero llegare a mi casa directamente. Yo me encargo después de los gastos ¿Qué harás mañana? ¿Almorzamos juntos?– Le propuso.

    –No sé. Probablemente nada. Llama a los chicos para decirles ¿Ok?– Dijo al tiempo que la puerta se abrió nuevamente. Salió para observar mejor la recepción del hotel. Quedarse en el hotel era realmente un lujo, si se quedara solo allí no podría pagarlo. Todo gracias al que le hablaba al otro lado de la línea, quien se molestaría a pagar.

    –Bien. En una hora llego. Ya estoy en el vuelo hacia allá. Y no te portes como un imbécil con tu nueva familia ¿ok?– dijo aburrido.

    –Bueno, maldita sea. Te llamo mañana, ya llegue a la recepción. Adios.– Colgó antes de recibir respuesta.
    En la recepción entregó la llave a la recepcionista que le dio atención de más, no paraba de coquetearle y sonreír. Sin demasiados ánimos, decidió volver al coche. Cuando llegó a la puerta del hotel pudo ver desde allí la ventana del auto, donde sus acompañantes compartían un apasionado beso. Por un momento sintió celos. Ella era una mujer hermosa, de curvas pronunciadas, ojos encantadores, una hermosa melena ondulada, negra y larga. Realmente lo era. Pero Claude, el era otra cosa... mucho más encantador a sus ojos que lo propia mujer.

    Continuara…

    Corto? Probablemente lol

    Yuumon2: Como le hiciste para saber que ellos iban a vivir juntos?!... Me estas vigilando?! xDDDD ...Gracias por esperar la continuacion y aqui esta! Claude tambien me agrada xD
    Ventus Rokusasu~: Jeje Gracias, espero que te siga gustando n.n

    Bueno, eso es todo por ahora chicos, actualizare cuando puedo y creo que no tardare tanto jajaja

    Saludos ;D

    See you later...
  14. .
    Holi! Bueno, vuelvo para traer el siguiente capitulo de este fic :3

    Capitulo 2: No somos hermanos

    –Debes estar equivocada, este… engendro no puede ser el hijo de mi padre.– Le dijo hacia la mujer. Ella suspiró con cansancio.

    –¡Ja! Te llenas la boca con palabras como ¨respeto¨ y sin embargo no las pones en práctica. ¡Pingüino!– Le dijo. Lo último hacia claramente una referencia hacia su vestimenta. Claude era un hombre de cabellos café oscuro. Una cara limpia y masculina, con un porte elegante. Lo que más resaltaba de él eran unos hermosos ojos ámbar, además de la vestimenta formal que llevaba en ese momento. Un traje completo, acompañando de una corbata negra con sutiles bordados en plateado. Ese toque de perfección, se veía opacado por su rostro fúrico.

    –¡Serás!– Le refutó Claude. El otro joven comenzó a reírse descaradamente, sacándose la capucha que lo acompañaba.

    –Jajaja. Ni siquiera lo entendiste ¿verdad?– Se rió, ahora si podía verle bien la cara y las expresiones que ponía. En cierto sentido, Jake si se parecía a su padre. Tenía el cabello negro, revuelto, una sonrisa burlona, mostrándole todos los dientes. Solo era un poco más bajo que él. Tal vez le llevaba unos diez centímetros. Y esa mirada de altanería, como si no se rebajara ante nadie. Sus ojos eran negros, oscuros como la noche.

    –¡Basta! Compórtense de una vez.– Les volvió a reprender la abogada.– No voy a permitir más de este comportamiento. O se calman o llamo a seguridad para que los calmen y los saquen de aquí.

    –No hace falta, yo ya me iba.– Jake se dio la vuelta y los saludo con la mano sin mirar atrás.

    –¡Espera un momento!– Le gritó la abogada para salir detrás de él.

    –Será mejor que nos vayamos de una vez. Lo que sea que debas preguntarle a Anna, será mañana.– Le dijo su madre tranquilamente. Le sorprendió el que no le dijera nada durante su discusión con Jake.
    Ambos se dirigieron al estacionamiento del Buffet, y se subieron a un lujoso auto negro, un Line Cero. Ya eran las 5 de la tarde, se irían directo a casa. Estaba preocupado por lo que decía el testamento. Su padre había decidido dividir su fortuna en tres partes. Una parte para la esposa, la otra para el hijo y la última para el hijo no reconocido. Lo que le tenía aun más preocupado es que ese chico tenía más poder, o mejor dicho, más derecho a recibir todo de su padre. El no era más que su hijastro. Y aceptar a un desconocido como hermano y nueva familia, era inaceptable. No lo iba a aceptar. ¨Los hermanos sean unidos¨ sí, claro.

    Antes de arrancar, prefirió hablar con su madre un momento.

    –¿En que estaba pensando papá? ¿De dónde-de donde salió ese chico?– Preguntó.

    –Ay, cariño. Podríamos hablar de esto en casa. Estoy muy cansada.– La mujer llevo la mano a su frente, frotando con cansancio.

    –Papá te pidió que cuidaras a ese chico como su hijo ¿Qué dices al respecto?– Ignoró las palabras de su madre y siguió preguntando. Quería sacarse algunas dudas.

    –Que lo haré.– Dijo decidida su madre.

    –¿Qué?– inquirió con incredulidad.

    –Claude. A ese niño tu padre lo tuvo antes de conocerme, para ese entonces nosotros no existíamos en su vida. No tenemos nada que reclamarle. Aunque parece un chico bastante animado, creo que deberíamos conocerlo primero antes de juzgarlo. – Le dijo su madre mientras lo veía fijamente. Ella por el retrovisor podía observar los ojos de su hijo, el cuál miraba inexpresivo hacia el suelo.

    –¿Papá… lo quería?– Preguntó dudoso, sin quitar sus ojos del suelo.

    –No lo sé. Pero deseaba que se uniera a la familia. Yo quiero cumplir su deseo.– Dijo ella finalmente, con calma y tranquilidad. Ese fue su pie para encender el motor e iniciar marcha. Salieron del estacionamiento, camino a casa.

    Al llegar, metió el auto a la cochera, y de allí se dirigieron a la entrada principal. Al entrar, se fueron derecho para la sala. Sobre el sillón se encontraba una mujer, sentada mientras miraba una revista de moda. Al escuchar la puerta, dejo la revista sobre la mesa del centro y se levantó, acomodándose un poco la falda. Y les sonrió a ambos. Claude se acercó a ella y la besó, abrazándola por la cintura para atraerla hacia él.

    –Hola, cariño. Vaya que tardaron.– Le dijo ella con una ligera risa.– Merry, ¿Cómo está?– Se dirigió a la mujer, dándole un beso en la mejilla, mientras ella la imitaba.

    –Bien. Ya me siento mejor. Aunque ha sido difícil, pero estaremos bien – Dijo ella con una sonrisa nostálgica. –Ahora me iré a descansar. Ya no puedo más. Los dejo, chicos. Portéense bien, eh.– Después de la advertencia en broma que les hizo, subió por las escaleras, perdiéndose de la vista de ambos jóvenes.

    –¿Y bien? ¿Qué paso?– Le dijo ella sentándose sobre el sofá. Palmeo el espacio a su lado invitando al otro a sentarse con ella. El se sentó, y se cubrió la cara con ambas manos para después pasarlas por su cabello, como mote de exasperación.

    –Resulta que papá, tuvo un hijo antes de conocer a mi madre. Y ese bastardo se apareció hoy a la hora de leer el testamento.

    –¿En serio?

    –Sí. Y eso no es todo. Le dejo la tercera parte de todo. A mí y a mi madre las otras dos y a él la ultima ¿En qué estaba pensando?... No importa que sea su hijo de sangre, es un completo desconocido como para dejar todo eso en sus manos.– Ella lo abrazó por los hombros.

    –No te preocupes. Si no es su hijo, podrás quedarte con todo.– Mencionó ella, tomándolo con delicadeza por la barbilla para atraer su mirada hacia ella, viéndolo a los ojos.

    –Tienes razón.– Dijo él con un tono más vivo. Desvió la mirada hacia otro lado.– Pero no, el lo reconoció frente a todos. Es su hijo, debe estar seguro. Lo peor es el carácter que tiene. Es un chiquillo mal educado y rebelde, por lo visto. Solo espero no tener que verlo de nuevo.– Dijo él, suspirando.

    Su madre bajó nuevamente. Ambos al oír el sonido de los tacones chocando contra las gradas, se dieron vuelta para verla.

    –Hijo, esta noche viene Jake a cenar. Lucy te quedaras ¿verdad?

    –Sí, si no es molestia.– Respondió la mujer con una sonrisa.

    –Claro que no, querida.– Le dijo la mujer. Claude se tragó su enojo y no dijo nada. Lo más probable es que esa noche se enojaría mucho.

    ***



    Jake salía del estudio muy enojado, estaba dispuesto a volver al hotel lo antes posible a descansar. El viaje lo había agotado mucho y apenas había dormido. Venir desde New York hasta Starlight, le había costado 6 horas de sueño que quería recuperar. Lo peor había sido que anoche no había descansado bien. No había dormido solo.

    –¡Espera, Jake! ¡Cálmate, maldita sea!– Dijo Anna tratando de seguirle el paso. Ya en la puerta del edificio, Jake se dignó a verla.

    –¿Qué quieres?– Le dio la cara y le preguntó.

    –¿Podrías dejar tus berrinches por dos minutos? Te pedí que simplemente asistieras y te comportaras, no que te pelearas con tu hermano.– Le gritó ella.

    –El no es mi hermano. Yo no soy hijo de ese hombre. No quiero nada de él.– Enumero las razones por las cuales se encontraba molesto.

    –Y yo lo sé, pero debes hacer las cosas como se debe ¿Qué dirá tu madre?– Siempre le hizo gracia la forma en que se expresaba, hacía movimientos con las manos a medida que hablaba. Pero este no era momento para reírse.

    –No me importa.– Se cruzó de brazos y miró hacia otro lado.

    –¿Vas a ir a casa?– Le preguntó ella, como él no respondió.– Ven a mi casa, entonces.– Le propuso.

    –No, está bien. Me quedare en el hotel y visitaré a algunos amigos aquí antes de irme. No quiero meterme en la vida de un matrimonio joven y a papá y mamá los veré después.– Hizo ademán de bajar las escaleras. Pero se detuvo al ver pasar un coche.

    Line Cero. Conocía esos coches, pertenecían a una de las compañías de coches que había en Starlight. Un lujo que solo pocos se daban. Por la ventana delantera del coche vio al hombre de ojos ámbar con el que había discutido. Estaba seguro de que lo odiaba. Indudablemente porque él se quedaría con el dinero que le ¨correspondía por derecho¨. Los hombres de dinero tenían una única ambición. Mucho más dinero. Así que reflexionó unos segundos.

    –Bien. ¿Qué quieres que haga?– Le dijo, se cruzó de brazos y la observó expectante.

    –Que te lleves bien con la señora Ross y con su hijo. Que los trates con más asiduidad, es lo que tu padre querría.– Le habló con calma.

    –Él no es mi padre. Mi padre se llama Frederic Marshall y mi madre Lilian Marshall.– Le dijo. Ella le pegó una ligera cachetada que no le dolería a nadie, solo para tranquilizarlo un poco y jugar con él.

    –Y yo lo sé, hermanito. Pero debes hacer esto. Le llamaré a Merry para que puedas ir a conocerlos mejor.– Le dijo. También cruzó los brazos para hacerse respetar. Ambos eran hermanastros. EL apellido de Anna había cambiado cuando se caso, al igual que el de su madre.

    –Bien.– Decidió resignarse. Observó la dirección por la cual el coche oscuro despareció. Había aceptado acercarse a la familia del hombre que lo abandonó. A él y a su madre. Ya vería que clase de personas eran y que podía hacer para sacarle ese hombre el aire de superioridad que tenía.

    Continuara…

    Bueeeeeno... tal vez parece que avanza lento(?) pero eso es porque quiero que parescan logicas las cosas que van a suceder >w< xD

    Yuumon2: Gracias por comentar :D Bueno, personalmente, el incesto tampoco es muy de mi gusto xD... Pero Incesto incesto como tal no es xD Como te habras dado cuenta ni Jake ni Claude tienen relacion sanguinea xD

    Bueno, chicos, me despido espero que les haya gustado n.n

    See you later...
  15. .
    Buenas, Mundo yaoi \^w^/ Ha pasado mucho tiempo y ya cumplimos 10 años, que lindo. Hablando de años hace monton que no escribia nada, asi que ahora vuelvo con algo nuevo y espero que les guste n.n

    Bueno me apuro que ya debo irme D:

    Aclaracion (19-9-15): Esto lo aclaro por si las moscas, si ven este fic en Amor yaoi con el nick de Jenny Almendra o en algun otro lado con los nicks de Ada Wesker o Hada Reizen, no se asusten, soy yo jaja


    Los Hermanos Sean unidos (Original)

    Capitulo 1: ¿Los hermanos sean unidos?



    Starlight, la ciudad que como las estrellas, brillaba de noche tanto como de día, se encontraba como siempre concurrida y movilizada por las actividades cotidianas de sus ciudadanos.

    Pero en uno de los lugares más importantes de la ciudad, más específicamente, un buffet prestigioso de abogados. Se encontraba ocupada por otra familia que acababa de perder a un ser amado, y que como parte del código de familias, se les asignarían por derecho los bienes materiales del difunto. Gregory Ross, quien antes de morir había dejado su testamento a manos del buffet para hacerle saber a su familia la forma en que se dividiría su fortuna. Como en cualquier caso antes visto por los abogados de dicho establecimiento, a la hora de la repartición de bienes aparecía familia de todas partes para ver si sacaban alguna parte de los bienes del difunto.
    Entre ellos, entro a la sala en la cual se leía el documento en silencio, un joven con capucha y auriculares que trataba de no oír absolutamente nada del asunto. Otro de los hombres, sentados más próximamente a la mesa donde un hombre, joven aun, leía el documento de interés para todos, había notado especialmente la nueva presencia que se cernía entre todos. Mientras el hombre frente a él, leía parte del documento, disimuladamente desvió la vista hacia atrás, viendo con furia al nuevo visitante, quien miraba hacia la pared con total desinterés.

    ¿Cómo alguien así podía estar entre tanta gente, vestida para la ocasión por respeto al difunto, como se le daba la gana? ¿No sabía acerca del respeto? ¿Y las fachas en las que se presentaba? ¿Mínimo debería estar escuchando la narración del testamento atentamente, no? ¿En que estaba pensando?

    –Para mí querida Merry: te dejo la casa en la cual me diste los días más felices de mi vida. Espero cuides de ella como lo has estado haciendo hasta ahora, mientras yo estaba tu lado. También recibirás una tercera parte del total de todo lo que poseo, el dinero nunca te importo, pero no descansaría en paz sabiendo que algo te falta. Se feliz, cariño, y cuida de nuestro hijo. Sabes lo mucho que te amo, no lo olvides.– Leyó el hombre con el documento en mano, sentado en el escritorio. La llamada Merry, una mujer mayor vestida de negro quien entre sus manos sostenía un pañuelo blanco que apretujaba al oír las palabras de su esposo, lloro y se limpio las lágrimas con el pañuelo. A su lado, se encontraba su hijo, quien dejó de ver al fondo de la sala para poder prestarle atención a su madre. La abrazaba por los hombros tratando de contenerla.

    –Para mi hijo, Claude: Querido hijo, el que Merry y tu hayan llegado a mi vida, fue una bendición. Desde que nos convertimos en familia, tu pasaste a ser hijo mío. Nunca olvides esto: Tú eres mi hijo. A ti, te dejo la otra tercera parte de todo lo que poseo. Te deseo la mayor felicidad, sea cual sea la felicidad que tú encuentres, seré feliz si la encuentras. A partir de ahora, no solo pasas a ser el hombre de la casa, sino la cabeza de la compañía, por tanto, te pido que cuides de tu madre.– El hombre recitó la parte del hijo. La verdad es que él no era hijo biológico de Gregory, solo el hijo que Merry había tenido con otro hombre antes de conocerse.

    Claude abrazó con más fuerza a su madre, rodeándola con ambos brazos. No podía creer que aquel hombre que lo tomó por hijo y familia, se hubiese ido ya. Ahora solo quedaban los dos, solos en este mundo. Estaban a punto de levantarse cuando el abogado prosiguió.

    –Momento, por favor.– los detuvo.– Aun falta una parte… Ejem.– Hizo una pausa.– A Jake McCauley: Jake, lamento no haber podido ser el padre que necesitaste. Tu madre no me dijo acerca de tu existencia hasta hace 3 años. Para entonces ella ya estaba casada y al igual que yo, encontró una familia. La historia que tuvimos tu madre y yo, tendrás que pedirle a ella que te la cuente, lamento tener que estar dejándole esa tarea a tu madre, me hubiese gustado a mi poder contártelo, pero cuando quise conocerte, tu madre me lo impidió. No la culpo, tenia todo su derecho. Pero también me comento acerca de tu personalidad, que de seguro no deseabas verme. Incluso pensé en reconocerte como mi hijo, pero ella tampoco lo quiso. Si es que lo deseas, podras apelar para ello. En fin, espero que puedas lograr abrir tu camino por ti mismo, pero aun así, te dejo la otra tercera parte de mi fortuna…–Se escucho un ademan de sorpresa general entre los presentes de la sala, a todos les sorprendía que un hijo no reconocido recibiera exactamente la misma cantidad que el hijastro al cual si había reconocido. Se escucho un sinfín de murmullos.–… para poder saldar siquiera un poco el abandono que sufriste por mi parte. – Continuo.– Por último, Merry, espero que puedas aceptar y cuidar de Jake por mí, acéptalo como a un hijo, por favor. Y Claude, espero que puedas aceptar a Jake como un hermano, realmente deseo que ustedes dos sean unidos y amigos. No. Hermanos. ¨Los hermanos sean unidos¨. –Hizo, una nueva pausa, se aclaro la garganta.– Los ama, Gregory Ross… Y aquí termina el testamento. Mis socios y yo nos comunicaremos con los interesados para arreglar la asignación de los bienes. Gracias a todos por su presencia.– Dijo el abogado educadamente, mientras se levantaba de su asiento para salir de allí.

    Con lo último, varios de los presentes se retiraron de la sala, de a poco. Claude y su madre decidieron quedarse, para poder hablar con alguno de los abogados. A Claude le quedaba la duda, ¿Quien de todos los presentes podría ser ¨Jake McCauley¨? Ese nombre se le hacía muy conocido. De algún lado lo conocía, estaba seguro. A ellos se les acercó una bella mujer rubia, de piel blanca y con una sonrisa.

    –Anna Logan.– Extendió su mano hacia Claude, quien la estrecho enérgicamente, siendo claro su nerviosismo. Luego se la extendió a Merry, quien amablemente la estrecho con delicadeza.– Me imagino que deben tener muchas dudas ¿Verdad?– Sonrió para ambos.– Primero que nada. Jake McCauley, quien menciona el señor Ross, es un hijo extramatrimonial que tuvo con otra mujer antes de conocerla a usted, Señora Merry…– Se dirigió hacia su madre.

    Claude no le prestaba atención a la mujer en lo que decía. No podía quitarle los ojos de encima al joven de la capucha, al cual ni siquiera podía verle bien el rostro. Tenía el rostro tapado con la capucha, llevaba una campera negra, en la cual ocultaba sus manos. Claude se acercó a él. Se notaba enojado.

    –¿Quién eres y que se supone que haces aquí? Eres otro de esos buitres ¿verdad? Para tu información, ya se acabó la junta, así que puedes retirarte.– Le dijo con firmeza. El joven ni se inmutó. Cuando cayó en cuenta de que una figura negra se cernía delante de él, se sacó los auriculares, para darle atención.

    –¿Eh?– Le dijo en tono de burla y sorna. No le molestaría sacar de sus estribos a alguno de aquellos ricos que estaban ahí. Y si uno había venido buscando pleito por su cuenta ¿Por qué no iba a aprovechar?– Oh, lo lamento, no pude oírte. ¿Podrías repetirlo?– prosiguió. Le mostro una sonrisa sarcástica al hombre frente a él y este claramente ya estaba enojado.

    –¿No tienes una pisca de respeto? Vienes aquí a sentarte en un rincón, sin oir siquiera la lectura del testamento, y luego no oyes a quien se dirige a ti. Que falta de educación. Debí suponerlo, que alguien como tu viniera de esa manera a un lugar como este– Le reclamó. Aunque en un principio, le hacía gracia el comportamiento de este hombre, termino por hacerle enojar.

    –¿Y qué? ¿Esperabas que yo me vistiera como uno de esos pingüinos? ¿Exactamente como tú? No- me- jodas.– Le dijo enojado, como retándole.

    –¡¿Cómo te atreves?!– Le grito y le tomo con fuerza del cuello de la chaqueta acercándolo así para amenazarle con más violencia. La abogada que los había saludado hasta hace un momento, los separo y se interpuso entre ellos.

    –¡Basta! En este establecimiento no se permiten peleas, señores. Se supone que son caballeros ¿Por qué tienen que andar empezando una riña en cualquier lugar?– Les reprimió Anna. Su madre, al lado de la abogada, le observaba con preocupación y desaprobación.

    –Y bueno, veo que ya se han conocido, por cierto.– Dijo la mujer, observándolos a ambos. Los dos, Claude y el otro hombre, se miraron de arriba abajo, con sorpresa y un poco de rabia, sin entender a que se refería la mujer. Ante la sorpresa de ambos hombres, la mujer decidió hacer la presentación correspondiente.

    –Señor Claude Ross, le presento a Jake McCauley. Señor McCauley, el señor Ross.– Les dijo a ambos. Los dos se miraron fijamente, aun enojados y con cierto toque de reto en sus miradas. Los hermanos acababan de conocerse.

    Continuara...

    Adios ^^/

    Edited by Ada Reizen - 19/9/2015, 10:17
169 replies since 1/8/2013
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