Posts written by Ñeh

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    ¡Hola!

    ¿El tema ha sido resuelto? Sino, no dudes en avisarme y consultaré con deAlth.


    ¡Saludos!
  2. .
    QUOTE
    Fandom: Harry Potter
    Pareja: James Potter x Severus Snape.
    Disclaimer: Ni los personajes ni el universo de Harry Potter me pertenecen. Todo forma parte de la creación de una persona innombrable que obviaremos por razones conocidas por cualquiera con una cuenta de Twitter.
    Advertencias: Algunas acciones de James Potter podrían ser bastante cuestionables. Lamento si por aquí hay gente que sea fanática de su persona, no me tomen a mal, amo a James Potter con mi alma, pero no lo veo como una blanca paloma. Mismo para el caso de mi querido Severus.
    Sin otra advertencia,¡disfruten!



    Prohibido hablar sobre pociones de amor



    Incendio.

    La mitad de las cabezas en la clase de Pociones Avanzadas se giraron en dirección a su mesa. Sobre la superficie, envuelto en llamas, un trozo de pergamino terminaba de consumirse en medio de una llamarada naranja hasta quedar reducido a cenizas.

    —Gran manera de evitar ser el centro de atención, Severus. —La voz socarrona a su lado pertenecía a no otro que Lucius Malfoy—. Déjame adivinar, ¿otra travesura estúpida de esos subnormales? Juro que esos cuatro ponen en vergüenza a todo miembro de la comunidad mágica. Primates como ellos bien podrían ser llamados muggles con escobas…

    Lucius continuó su verborreo un poco más, pero Snape, enmudecido, seguía pegado a su silla con un semblante desconcertado y los ojos clavados en las cenizas frente a él.

    Por supuesto que había leído el contenido del pergamino. Por supuesto que sabía quién era el autor y, como era de esperarse, por supuesto que Lucius tenía gran parte de razón en sus suposiciones.

    Casa de los gritos hoy a la medianoche. No traigas compañía.
    Te estaré esperando.
    JP.


    Las palabras seguían produciendo un eco fantasmal en su cabeza. ¿Desde cuándo la comunicación entre ellos se había trasladado a la correspondencia? Bastante trabajo tenía con escuchar sus carcajadas cada mañana en el gran comedor. ¿Debía ahora también ser perseguido de manera epistolar? ¿Tenía que ocurrirle justo durante su clase preferida de la semana? ¿Era algún nuevo mecanismo de tortura sistemática?

    Severus seguía sin poder dar crédito a lo que sus ojos habían leído en ese mensaje. James Potter se había dignado en levantar una pluma y redactar más de cinco palabras en una misma oración, en letra lo suficientemente legible para alguien con una caligrafía tan inconsistente. Un buen motivo tendría para citarlo a él personalmente a altas horas de la noche y lejos del castillo. Y Severus estaba muy seguro de la razón.

    Sus pensamientos comenzaron a recrear distintos escenarios sobre cómo se desarrollaría la escena con su hostigador, ninguno de ellos favorable para él salvo que involucrarse uno que otro movimiento rápido y quizás un hechizo no verbal. Sin embargo, pronto un golecito en su brazo le hizo volver a la realidad. De pronto recordó dónde se hallaba y levantó la vista al escritorio aún sin ocupar por el profesor Slughorn. No tardaría mucho en aparecer y la clase dar su inicio. Si pensaba escapar, este debía ser el momento.

    —Olvidé mi provisión de cuerno de unicornio para la lección –dijo en un tono que intentaba sonar más importante de lo que realmente era.

    —¿Bromeas, Severus? No te preocupes por tonterías, tengo suficiente para ambos. —Sin esperar respuesta, Lucius comenzó a organizar sobre la mesa los instrumentos enumerados en la página cuarenta del Manual de posiciones avanzadas—. ¿Alguien volvió a robarte tus muestras durante el desayuno?

    No sería la primera vez. Severus era un blanco sencillo y un personaje poco popular entre los miembros de la casa rival.

    —No lo entiendes, Lucius, —contestó frustrado—; ninguno de sus suministros están aquí —agregó fingiendo buscar algo en el interior de su agujereado bolso.

    Lucius no pareció muy contento con esa respuesta. No tardó mucho en llevar una mano a la mesa y comenzar a golpear la superficie de manera impaciente a la espera de una explicación más convincente.

    —Entonces sí han vuelto a gastarte una broma —interrumpió Lucius—: Escucha mis palabras, Severus, si lo que quieres un mínimo de respeto de parte de esos revoltosos será mejor olvides hechizos de defensa y optes por una buena ofensiva. Si necesitas maldecirlos, yo personalmente me ofrezco a ayudarte. No tienes idea de las ganas que he tenido de poner en práctica algunas de las cosas que aprendí este último verano…

    Sin escuchar otra palabra, Severus terminó de recoger sus pertenencias y escapó del salón con la cabeza baja. Algunos estudiantes le siguieron con mirada y tras su salida no tardó en elevarse una marea de susurros que no dejó de crecer hasta que por la puerta ingresó el profesor Slughorn con su maletín bajo el brazo y una rosquilla en la mano. Para cuando estuvo detrás de su escritorio el aula entera se encontraba en absoluto silencio.

    —Página cuarenta y nueve. Hoy estudiaremos los orígenes del antídoto de venenos más antiguo de la historia. ¿Alguien puede decirme de qué hierba estoy hablando? Señor Mulcifer, ¿puede usted leernos la introducción al capítulo o pretende seguir apreciando la práctica de quidditch en la ventana?

    Inmediatamente Mulcifer volvió apresurado a su asiento y comenzó a buscar la página indicada. Pronto el resto de los alumnos corrieron a hacer lo mismo y no hubo quien se atreviera a despegar la nariz de su lectura durante el próximo cuarto de hora.

    El nombre de Severus Snape no tardó en quedar en el olvido.

    Afuera, en el corredor, el corazón de Severus seguía latiendo con tanta fuerza que casi le sorprendía que nadie hubiese asomado la cabeza para comprobar si se trataba de un tambor. Desesperado, llevó las manos a su cabeza y tiró con tanta fuerza de su cabello que casi fue un milagro que no acabara arrancándose un mechón.

    Con casi nulo control de sus piernas, Severus emprendió marcha en dirección a las mazmorras. Al llegar a su habitación, lanzó sus pertenencias a un costado de la cama y se escondió bajo las sábanas llevando con él su varita. Acto seguido se aseguró cerrar con magia las cortinas y levantar un encantamiento a prueba de sonidos antes de dejar escapar un chillido de auténtica agonía. Severus se retorció en la cama y abrazó su estómago como si estuviera padeciendo de un fuerte dolor. El malestar, no obstante, no se concentraba en su abdomen, sino en su pecho, el cual dolía de sobremanera.

    ¡Por supuesto que entendía las intenciones del famoso "JP"! ¿Quién otro sino el mismísimo James Potter se atrevería a enviarle un mensaje así? Invitarlo a otra luna llena para ofrecerlo como bocadillo a Lupin hubiese sido una jugarreta menos cruel. Severus sintió un par de lágrimas escapando contra su voluntad y golpeó con sus puños la almohada hasta hacer volar algunas plumas. ¿Cuántos años más tendría que soportar ese acoso tan cruel? ¿Cuánto más tendría que sobrevivir a Potter y su grupo de bravucones? Pero, por sobre todo, ¿cuántas veces más tendría que repetirse aquello?

    Todo esto era culpa de ese incidente. El maldito incidente ocurrido apenas cuatro semanas atrás, en el mismo sitio donde ahora lo invitaba a una disimulada cita.

    Ese maldito incidente que se había repetido ya en tres ocasiones más, a distintas horas, en distintos lugares. Siempre con él. Solo con él.

    Severus cerró los ojos e intentó practicar un ejercicio de respiración que había escuchado de Lily al presumir sus manuales médicos muggles. El alivio no fue inmediato, pero no hubo dudas en que pronto el ejercicio trajo resultados. Poco a poco su cuerpo se fue calmando y, finalmente, el cansancio lo venció.

    Durante las siguientes horas Severus soñó con una sola escena que se repitió una y otra vez en su cabeza. El incidente volvía a materializarse de manera vívida antes él y en cada repetición encontraba nuevos detalles que había creído perder con el correr del tiempo.

    El recuerdo no era demasiado complejo, pero seguía poniéndole la piel de gallina sin importar conocer de antemano su desenlace.

    La noche del martes nueve de septiembre, pasadas las once de la noche, Severus abría la trampilla bajo el Sauce Boxeador y se hacía camino iluminando el túnel subterráneo con su varita. Al llegar al final del recorrido, su mano había tirado de la puerta y había ingresado a una de las estancias más amplias de la tan conocida Casa de los gritos, bautizada así por los locales Hogsmeade.

    No era la primera ni sería, lastimosamente, la última vez que visitaría aquella mansión. Severus había desmantelado ya tantos secretos de los Merodeadores, y caído en bromas tan despiadadas como la de Black, que sencillamente había perdido la capacidad de sentir temor verdadero por lo que pudiera encontrar en ese sitio.

    Su sueño evocaba tan vívidamente la escena que Severus prácticamente volvió a sentir bajo su piel los sentimientos de aquella noche. Incluso dentro de aquella reconstrucción de su subconsciente, sus intenciones seguían siendo las mismas. Había ingresado furtivamente a ese lugar en busca del libro que los Merodeadores habían tomado sin permiso durante su última visita a la biblioteca. No porque era que el tomo contuviese un contenido particularmente importante, pero la persona de quien lo recibió era no otra que su mejor amiga, Lily.

    Por supuesto, no tardó mucho en localizar el ejemplar exactamente donde había alcanzado a escuchar a Peter Pettigrew mencionar que había encontrado un libro sin imágenes encantadas: sobre la mesita de café dentro del salón de paredes oliva donde los Merodeadores acostumbraban acumular sus tesoros.

    Severus levantó el libro de manera triunfal. Lo que debía haber ocurrido a continuación debió haber sido una escapada inmediata, pero la realidad —y su memoria en ese momento— le condenaban a recordar su fatídico error. El inicio del incidente había comenzado en el instante en que Severus vislumbró sobre la misma mesita una caja de galletas envueltas en papel celofán y decoradas con una tarjeta color crema.

    Para Lunático,

    Esperamos disfrutes de esta novela de la que Lily tanto te habló. Canuto ha hecho hasta lo imposible para hacerla llegar a tus manos y ha decidido agregar a nuestro obsequio unas galletas para acompañar.

    Tus amigos, los Merodeadores.


    El contenido de ese mensaje se había preservado tan bien en su memoria que Severus casi pudo sentir la textura rugosa del papel entre sus dedos. También prevalecía en su memoria la velocidad con que tiró del cordón del paquete y metió su mano en el interior para robarse cuatro galletas de una sola vez. Llevó las cuatro a su boca y masticó apresurado, sin importarle ensuciar con migajas la superficie de la mesa y parte de la alfombra. Al terminar, volvió a hundir la mano ahora manchada por el chocolate y extrajo un número similar de galletas. Dos de ellas las trituró con sus dedos y las esparció por la habitación y a las otras dos les dio un destino similar al de las primeras.

    Severus pudo sentir el sabor del chocolate negro en su paladar y un ligero loco picante que debía no ser otra cosa que notas de jengibre.

    Sin embargo, el recuerdo no terminaba ahí. ¡No! ¡Ojalá así hubiese sido! En la tercera ocasión en que estuvo a punto de extraer una última galleta del paquete, la novela de tapas naranja terminó en el suelo y la mirada de Severus quedó fijada en su mano. Su brazo izquierdo no dejaba de moverse por cuenta propia y, pronto, el derecho se apresuró a imitarlo con similares movimientos involuntarios.

    Antes que el pánico pudiese apoderarse de él, sus piernas dejaron de responder y comenzaron a balancearse de adelante hacía atrás en el mismo lugar.

    —¿Snivellus, intentas bailar?

    Una vez llegó acompañada de una silueta conocida saltó fuera del armario a sus espaldas. James Potter en todo en su esplendor había hecho su entrada triunfal fuera de su escondite y en su rostro una sonrisa torcida se dibujada de oreja a oreja.

    —¿Pero qué pasa contigo Snivellus? ¿Te comió la lengua el ratón? —Las risas de Potter no tardaron en resonar por toda la habitación. Entonces añadió—: ¡Eres tan predecible! Aun si encontrabas tu estúpido libro, no ibas a contenerte hasta arruinarle el día a otro. ¿No soy acaso un genio? ¡Le dije a Sirius que picarías el anzuelo en unas pocas horas! Ahora me debe su tarea de Transfiguraciones. Debo haberme bebido un frasco de Felix Felicis.

    Severus no tardó en intentar emitir una objeción, pero ahora tampoco su boca estaba colaborando. Sentía los labios duros, pegados el uno con el otro como si alguien hubiese puesto en ellos una cinta adhesiva. En su lugar, un sonido incomprensible se hizo escuchar y el pobre tuvo que llevarse las manos a la boca con tal de intentar callar aquellos lamentables sollozos.

    —¿Dijiste algo, Snivellus? —preguntó James mientras se iba acercando con las manos detrás de la espalda—. Suenas como un cerdo.

    Severus intentó pescarlo con su brazo en un tipo de gancho, pero sus reflejos le traicionaron y casi acabó estrellándose contra el piso. El pobre había cerrado sus ojos con tal de no sentir el impacto, pero este nunca llegó: su cuerpo había decidido por cuenta propia inclinarse al lado contrario.

    —Vamos, Snivellus. Deja de llevar esta broma tan lejos. No usé ni un cuarto de Brebaje parlanchín.

    Severus miró el residuo de migas pegadas aún en sus dedo y levantó luego el rostro en dirección a su némesis.

    Sectum… –Severus había intentando extraer la varita de entre sus túnicas, pero todo lo que consiguió fue tambalearse de forma patética y aletear con una mano vacía el aire.

    James inevitablemente estalló en risas ante semejante escena y hasta acompañó sus burlas con un par de sonoras palmadas.

    —¡Definitivamente quieres bailar! –siguió James—: Espera a que les cuente a los chicos que he sacado a bailar a la chica más fea de Hogwarts.

    James movió su propia varita y pronto el gramófono de la esquina comenzó a emitir las notas de una canción.— ¡Muévete, Snape! ¡Anda! ¡Demuestra de lo que estás hecho! Te he dejado sin poder hablar, pero la falla de tus piernas corre por tu cuenta.

    No fue el recuerdo de ese comentario tan cruel, sino la memoria de James haciéndolo girar de un lado al otro sin ser capaz de controlar su cuerpo lo que realmente volvía a alterarlo una y otra vez.

    Sus pies se movían sin dirección ni elegancia siendo guiados por una mano ajena que lo había rodeado por su espalda.

    —¿No es divertido? Siquiera te estás resistiendo.

    Snape hubiese querido responder con una objeción, pero la cabeza no dejaba de darle vueltas, tornando aquel sueño en algo más aterrador que una pesadilla.

    —No creas que no lo noto. ¿Crees que no me doy cuenta de lo extraño que es lo mucho que disfrutamos meternos entre las narices del otro? —James había comenzado a dejarse llevar—. No es normal, Snivellus. Ni tú ni yo estamos muy cuerdos cuando se trata del otro. Esto siquiera se siente como una competencia por Lily. ¿No crees?

    Mientras James continuaba hablando, Severus intentaba descifrar qué era lo que podía andar mal con sus capacidades motoras. Había algo en todo aquello que no terminaba de cerrar del todo.

    Lo que James había puesto esa noche en las galletas no podía ser Brebaje parlanchín. No solo Severus hubiese detectado el sabor a acónito, sino también su particular color almíbar. No, lo que ese imbécil le había suministrado era algo mucho más potente, lo suficiente como para hacerle perder el control de su cuerpo y entorpecer sus sentidos; sin mencionar que de otra forma lo tendría hablando hasta por los codos. Lo que Potter le había dado solo por día ser…

    —¡Filtro de confusión! —Snape se levantó de un sobresalto. El sueño, el recuerdo, había terminado.

    Agitado, Severus no tardó en entender que se hallaba en su cama y pronto notó la capa de sudor (más densa de la habitual) que cubría su cuerpo y su cabello al rostro. Tembloroso comandó su varita para un hechizo de limpieza y con ella intentó mitigar el desastre pegajoso de sus túnicas y las sábanas de la cama.

    Al abrir las cortinas y levantarse se encontró con sus compañeros dormidos, unos con las cortinas de sus camas cerradas y otros abiertas de par en par. Los ronquidos de Igor retumbaban no solamente en su habitación, sino que probablemente se reproducían infinitamente en el resto de las mazmorras.

    Severus comenzó a avanzar de puntitas teniendo cuidado de no despertar a ninguna de aquellas bestias apaciguadas. Tras comprobar la hora calculó haber dormido las últimas siete horas, lo cual le dejaba una ventana de apenas cuarenta y siete minutos para tomar la decisión sobre si asistir o no a su cita.

    Adentro de la duchas, Severus abrió el agua fría y se apresuró a meterse bajo el chorro con todo y sus ropas puestas. Al salir casi soltó un alarido al chocar con su reflejo en el espejo. Parecía un perro mojado. Un perro lastimado y probablemente sacado de una perrera de mala muerte. Severus cuestionó seriamente su propósito no solo esa noche, sino en la vida. Tiró las túnicas empapadas en el canasto de ropa sucia sabiendo que los elfos probablemente se pasarían más tarde a llevarse todo y entregarlo a la mañana siguiente limpio y seco en su baúl.

    Observó su figura esquelética y pálida durante lo que para él fue una eternidad. ¿Por qué seguía dando vueltas a su aspecto? ¿Acaso importaba verse bien o mal al momento de presentarse ante su hostigador? La respuesta racional sería no. Severus lo sabía y la sola idea de estar contemplando esos pensamientos le causaba pavor. Sin embargo las palabras de Potter volvían a resonar en su cabeza: ¿a qué habían estado jugando todo ese tiempo?

    La pregunta pudo haber sido de carácter dudoso aquella noche de septiembre, pero ahora, casi un mes más tarde, la cantidad de respuestas a esa interrogante se habían ido expandiendo como raíces bajo la tierra. Lo ocurrido esa noche, sumado a los posteriores encuentros, pintaban un cuadro poco alentador para su salud mental. ¿A qué jugaba cuando él y ese Gryffindor se enfrentaban eluno contra el otro?

    Severus miró el reloj una vez más. Si decidía acudir a la convocatoria tendría que partir ahora. Cuando finalmente decidió ponerse un par de túnicas limpias y esconder su varita el reloj marcaba quince minutos antes de la media noche. Había tomado una decisión: enfrentaría a James Potter de una vez por todas y contestaría esa pregunta.

    A medida marchaba hacia la salida de las mazmorras repasó no tres, sino cuatro veces en su cabeza un listado de los encantamientos de defensa más efectivos. James Potter terminaría en el ala del hospital con Madame Pomfrey o Severus sería expulsado por cometer un crimen. En cualquier caso, bajo ningún escenario se permitiría terminar como el perdedor.

    Mientras atravesaba los jardínes en dirección al Sauce Boxeador los recuerdos de su sueño volvían a recorrer cada centímetro de su piel. Por un momento casi tuvo que convencerse de que aquello no se trataba de una nueva recreación parte de un sueño del que aún no había conseguido despertar. Sin embargo el frío del sereno y los inclasificables sonidos provenientes del Bosque Prohibido le hicieron comprobar que todo aquello era real.

    Al llegar al Sauce Boxeador decidió implementar el mismo mecanismo que aprendió desde su primera visita. Ejecutó un Patronus y su cierva salió disparada en carrera en dirección opuesta a la que él tomó.

    El Sauce, dejándose cautivar por el cuerpo más veloz, movió sus pesadas ramas en dirección al Patronus y, en un abrir y cerrar de ojos, Severus se vio deslizándose por la trampilla entre sus raíces al tiempo que sentía el estruendo de unas ramas estrellándose contra el suelo.

    Su corazón ahora latía más rápido que nunca, pero no era por la carrera, sino por el mismo nerviosismo. Ahí estaba otra vez. Si todo salía mal, habría vuelto a caer en otra trampa de la auditoría de Potter. Solo imaginarlo con esa sonrisa triunfal en su estúpido rostro le provocó un burbujeo extraño y caliente al interior de su pecho.

    ¡Estúpido Potter!

    Severus volvió a sentirse como un roedor atrapado en aquel angosto túnel. Sin embargo ya era muy tarde para retroceder. Llevó la mano a sus túnicas y extrajo de ella su varita antes de recitar:— Lumos.

    La tenue luz fría emitida por la punta de su varita fue suficiente para ayudarlo a avanzar en medio de aquella oscuridad. Al llegar al final del recorrido su mano se posó en el pomo de la puerta y quedó petrificado en ella durante unos interminables segundos. Al otro lado podía escuchar las notas de gramófono sonando débilmente emitiendo la misma canción de la nefasta noche de septiembre.

    —Voy a vomitar…–susurró Severus para sí mismo, llevándose ambas manos a la altura de su vientre. Sabía lo que esperaba por él al otro lado y la sola idea le asustaba.

    Cuando Severus se atrevió a abrir la puerta una ola de luz cálida le golpeó de lleno el rostro. Tal y como se lo temía, James aguardaba al otro lado, acomodado como el amo y dueño de aquella polvorienta estancia de tapices oliva mientras disfrutaba muy relajado de una taza de chocolate y los pies estirados sobre un otomano.

    —¡Snivellus! —exclamó con emoción James, dando un salto fuera de su silla—. Realmente te animaste a venir. ‒continuó, sin poder caber en su propia sorpresa. James se acercó al recién llegado, provocando que Severus diese un par de pasos atrás. Esa acción solo provocó en James una enorme sonrisa. De pronto levantó ambas manos en alto, como queriendo demostrar que no se encontraba armado y aclaró—: No estoy aquí para jugar otra broma pesada. ¿Crees que me habría tomado tantas molestias para algo así? Esta vez he preparado todo para la ocasión.

    La cercanía de sus cuerpos fue la gota que derramó la última gota de su paciencia. En la cabeza de Severus atravesó como un relámpago el último fragmento que componía el recuerdo detrás de ese baile la noche del incidente. El motivo que había desencadenado lo que sería una serie de eventos desafortunados —o algo así— las últimas cuatro semanas de su miserable existencia.

    Las imágenes en su cabeza se aglomeraron como un caótico montaje. La secuencia se le presentó de la siguiente forma:

    James —aún bailando y haciendo girar a Severus sus brazos— perdió el control de su fuerza y empujó al Slytherin como un trompo sin control. James esperaba que el otro consiguiera recuperar el equilibro y frenara los giros cual prodigiosa bailarina. El resultado, por supuesto, estuvo lejos de coincidir con los cálculos del desdichado. Severus giró y giró sin control un par de veces hasta que sus pies acabaron por enredarse por el mareo e, inevitablemente, perdió el equilibrio. La gravedad no tardó en hacer su parte y, en un parpadeo, Severus se venía al suelo como una torre que acaba de ser demolida. Sin embargo no fue la caída lo que hizo reaccionar los reflejos del cazador de Gryffindor para intentar detener la caída, sino el hecho que el cuerpo de Severus estaba por aterrizar sobre el fuego vivo de los troncos de leña en la chimenea.

    Logró atraparlo a tiempo entre sus brazos y, durante un segundo, Severus pudo casi jurar que el miedo se había apoderado de su adversario. Potter lo apretaba contra él con más fuerza de la necesaria.

    —¿Qué pasa contigo? ¿Cómo puedes ser tan torpe? —Si bien había indignación en su tono de voz, James no dejaba de lucir genuinamente aterrado. Era como si el Slytherin de pronto se hubiese pasado a convertirse en un espectro. ¡Todo era un riesgo con Severus! Era un riesgo ser su amigo —Lily había sido advertida—, uno peor ser su enemigo… Entonces, ¿por qué debía ir siempre detrás suyo? ¿Por qué no dejaba de preguntarse qué estaría tramando el otro a cada hora del día? ¿Por qué James tenía que lidiar con el impulso de querer fastidiarlo en cada oportunidad virtualmente posible y, cuando no lo hacía, no paraba de maquinar nuevas maneras para atormentarlo? ¿Por qué se hacía James todas esas preguntas mientras sostenía al desdichado espécimen entre sus brazos? ¿Por qué sus ojos se habían clavado en los labios de dicho espécimen?...

    James Potter cerró los ojos y decidió averiguar eso último.

    El recuerdo debía terminar aquí y ahora.

    —¡No fue un beso! —rugió Severus con todas sus fuerzas cuando su cabeza le permitió volver al presente—. ¡Ese fuiste tú dándome un maldito Filtro de confusión!

    —¿No lo fue? ¿Y cómo llamarías a los que siguieron? —James de pronto había comenzado a perder la discusión.

    —Un desafortunado incidente.

    —¡Snape! Nos hemos besado ya tres veces. ¿Qué más quieres como prueba?

    Severus dio un brinquito. De pronto la habitación comenzaba a sentirse más y más pequeña.

    —¿Qué dices sobre el que nos dimos en la Torre de Astronomía?
    —¡Lapsus mental!
    —¿El que te robé el otro día en la Sala de los Menesteres? —siguió James.
    —¡Intentaste atacarme y ese fue tu golpe bajo como distracción!
    —¡Severus! ¿Te estás escuchando? ¿Qué hay del que me te he lanzada esta mañana saliendo del gran comedor?
    —¡No te atrevas a llamarme ahora por mi nombre!
    —¿Y cómo debería llamarte entonces? ¿Snivellus?

    Esta vez Snape apuntó la varita directo a su pecho. Acto seguido, susurró:

    —Vuelve a llamarme así y juro que no me arrepentiré. No me importa si terminó en un pabellón de Azkaban por haber acabado con el glorioso linaje de los Potter.

    James no pareció asustarse ni un poco, es más, lo único que resolvió hacer fue reacomodarse los anteojos y dejar escapar un suspiro de fastidio. Sin mostrar un solo signo de intimidación dio un paso al frente, lo que causó que la varita del otro se clavara suavemente en su pecho.

    ―¿Cuánto más quieres arrastrar esto,Severus? Te advierto que mi paciencia no es eterna—preguntó James con una voz más suave que antes—.Llévanos semanas jugando como dos tontos cada vez que no nadie está mirando. Entiendo que la primera vez fue un accidente. Cuando compré esa poción en Hogsmeade pensé que se trataba de brebaje parlanchín.

    —¡Cómo puedes ser tan imbécil? ¿Qué hubieses hecho si en lugar de Confección para confusión me hubieses dado letal? ¿Cómo puede una sola persona almacenar tanto aire en su cabeza? —Severus comenzaba a alzar el timbre de su voz. Sus manos terminaron cubriendo su rostro e intentó en ellas contener un sollozo—. ¿Y después de eso realmente creíste que aceptaría salir contigo porque sí y ya?¿Creíste que iba a barrer bajo el tapete los años de acoso que tú y tú estúpido grupo han llevado contra mí?

    El corazón de Severus pronto se contrajo y no tardó en hacerse presente un dolor en su pecho peor que la perforación de una estaca. James lo cotempló en silencio durante lo que se sintió como una eternidad. Finalmente, armado de valor, rodeó al Slytherin en un penoso intento de abrazo.

    —Si durante años no he sido capaz de ser efectivo cortejando a Evans, ¿cómo crees que voy a lograr un progreso real contigo? Incluso ella se cansó hace bastante de escucharme incluir tu nombre en cada oportunidad —James subió y bajó su mano por la espalda de Severus un par de veces antes de continuar—. Comencemos por una disculpa de mi parte y la promesa de no volver a utilizar más pociones de dudosa procedencia contigo.

    —¡Ningún tipo de poción! Y quiero que sepas que no te estoy perdonando. Tendrán que pasar años antes de que puedas escuchar de mí esas palabras. ¿Entendiste, Potter?

    James lo liberó del abrazo y se quedó contemplando al otro durante unos segundos. Parecía querer dejar escapar una risa, pero algo en su interior le advirtió que no era el momento.

    —¿Crees que no ha sido toda una travesía espiritual para mí hacer las paces con el hecho de que besar tus labios no me genera tanto repudio como podría esperar?

    Tras ese comentario, Severus estuvo a punto de abandonar el lugar, pero James fue más rápido y tiró de su muñeca.

    —¡Ya! ¡Lo lamento! ¿Severus? ¿Podemos bajar las varitas solo un momento y sentarnos a hablar de lo que ha ocurrido? Prometo comportarme. Te doy mi palabra.

    No es que esa afirmación tuviera demasiado valor, pero Severus sintió verdadera curiosidad cuando James colocó la varita sobre la mesa y volvió a su asiento, palmeando el espacio a su lado para invitarlo a sentarse.

    —Nada de peleas.Solo... Quiero entender por qué estamos haciendo esto. Quiero escuchar tu versión. Además he robado unos cuantos sobres del chocolate instantáneo del baúl de Lunático y temo que vaya a morderme cuando se entere. ¿No sería mejor al menos utilizarlos? He preparado una taza para ti.
    —¿Una taza de chocolate libre de pociones?
    —Libre de pócimas de amor, eso te lo garantizo.
    —Te prohibo siquiera nombrarlas delante de mi presencia.
    James pareció recuperar cierta confianza en su postura. Una pequeña sonrisa no tardó en dibujarse en su rostro cuando Severus decidió dejar la varita en la mesa, junto a la suya, para tomar asiento a su lado.

    —Entonces, ¿quieres hablar de lo que pasó la otra tarde en la torre?
    —No puedo creer que me hicieras venir hasta aquí para hablar de esto. Una cita para hablar sobre algo tan... —Severus no alcanzó a terminar. James había llevado un mechón de su pelo detrás de su oreja. Una acción que había llegado sin burlas. La sola acción había dejado perplejo al confundido Severus.
    —Si lo piensas bien, Snivellus, esta sería nuestra cuarta cita. Y para ser honesto, me gustaría que la próxima podamos saltarnos la discusión y repetir eso que ambos estamos esperando con tantas ansias.

    Severus sintió los latidos de su propio corazón amenazando por escapar por su garganta. Su mirada había bajado hasta los labios de James y, sin necesidad de filtros de confusión ni pócimas de dudosa procedencia, su cuerpo se inclinó buscando acortar la distancia entre sus bocas. El otro no tardaría en dejar sus gafas a un lado y buscar exactamente lo mismo.

    James Potter definitivamente sería su boleto directo al pabellón psiquiátrico de San Mungo.


    Edited by Ñeh - 21/3/2024, 04:38
  3. .
    Hola, Txakur txarra

    Tus temas han sido cerrados.

    ¡Saluditos!
  4. .

    Se extiende el plazo del reto literario


    Hasta el 20 de marzo - 11:59pm, hora México.

    Originalmente, el reto estaba programado para finalizar el 10 de marzo. Sin embargo, hemos decidido extender el plazo por días días más. Confiamos en que este tiempo extra incentive a más personas a participar.

    ¡Saludos!

  5. .

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    ¡Hola, hola!
    Como prometido, regresamos aquí para presentar la playlist confeccionada de manera colectiva. Ante todo, queremos agradecer a todas las personas que se animaron a participar en la actividad. No teníamos idea de que la dinámica musical llamaría la atención de tantos, ¡y sin duda superó todas las expectativas! Gracias a sus aportes, conseguimos nada más y nada menos que más de cuatro horas y media de música de todos los géneros.

    Confiamos en que la variedad de esta lista sirva para explorar nuevos territorios y enamorarse de nuevos artistas y canciones. Los temas se sumaron por orden de llegada, pero los invitamos a reproducirla desde su inicio, por su final o a sumergirse en ella en modo aleatorio. Por último, quizás noten que algunos de estos títulos no se encuentran presentes en entre los posts de este tema; queríamos aclarar que se debe a que también desde la moderación nos animamos a aportar alguna que otra rolita para no quedarnos fuera de la oportunidad. De corazón, esperamos que sean de su agrado.

    Sin más preámbulos, comparto aquí la playlist de San Valentín de Mundo Yaoi:


    ¡Gracias a todos por participar! Esperemos disfruten el resultado tanto como nosotros.

    Edited by Ñeh - 2/26/2024, 05:14 AM
  6. .

    CFE5mph

    Bienvenidos al 39° Reto Literario: "Disastrous Date"



    Bienvenidos sean todos a un nuevo reto de San Valentín. Después de dos febreros un tanto picantes y un bastante kinky, decidimos que era momento de cambiar el casete y guardar por un rato los látigos y las cuerdas. Volvemos al plano de las citas y el cortejo, pero digamos que con un giro un tanto… ¿desastroso?

    Temática:

    Si bien San Valentín es una fecha que suele evocar imágenes de citas a la luz de las velas, caminatas bajo las estrellas o románticos paseos en pareja; la realidad es que para muchos se convierte más bien en una especie tortura entre reservaciones limitadas, nervios y una batalla de contratiempos. Aceptémoslo, ¿cuántos hemos visto frustrados nuestros esfuerzos debido al mal clima? ¿Cuántos hemos cancelado ese plan tan esperado por culpa de un percance de último minuto?

    La vida no es perfecta y, a veces, la mala suerte llama a nuestra puerta en el momento menos pensado y con la última persona con quien quisiéramos tener un mal trago. Habrá citas que nos dejen un grato recuerdo y otras que solo nos regalen una terrible jaqueca. No existe el historial perfecto y, aquel que lo tenga, ¡que por favor nos comparta sus consejos!

    Por ello, para este reto de San Valentín, queremos desafiarlos a no imaginar el picnic perfecto ni una velada de ensueños. ¡No! En esta ocasión tomamos la ruta opuesta y les proponemos una temática que explore la cita más desastrosa que puedan imaginar. Quizás preguntarán, ¿qué tan desastrosa? Bueno, la gravedad del asunto y las penas a padecer por sus personajes quedarán a cuenta de sus ocurrencias. Imaginen un encuentro donde cada paso parece estar marcado por la desgracia. Desde la clásica mosca que decide hacer una inoportuna aparición en la sopa hasta un malentendido tan terrible que culmine en una escena del crimen.

    Las líneas, enredos y tragedias aquí serán todas bienvenidas. Ya sea una historia digna de una comedia romántica o un desenlace más amargo que café negro en un velorio.

    Bases:

    Para esta convocatoria, y como ya se ha pautado en retos anteriores, la extensión de los escritos conservará las mismas pautas de retos anteriores: 1,500 palabras mínimo en el caso de los fanfics, y 500 palabras máximo para el caso de los drabbles.

    Se permite la participación con fanfics de temática yuri o femslash.

    El formato del fanfic debe ser, invariablemente, oneshot. Es decir, que la historia se limite a un solo capítulo.

    Tal y como se ha visto en retos anteriores, no se impondrá un número límite de historias con las que se pueda participar, por lo que siéntanse libres de aportar la cantidad de relatos que ustedes más quieran. Recuerden siempre abrir un tema nuevo para cada una de sus historias.
    Una vez finalizada la fecha del reto, los fanfics serán enviados al subforo correspondiente.


    No olvidar:
    Cada fanfic deberá ser posteado en este subforo bajo el siguiente título:

    QUOTE
    39.º Reto Literario "Disastrous Date" – Nombre del anime o serie elegida, el título del fanfic, y la pareja escogida.


    Puntos a tener en consideración
    La meta para este reto es alcanzar un mínimo de 15 participaciones. Dado que no existe límite máximo, cumplida la meta se seguirán recibiendo aportes hasta la fecha de finalización. Se les recuerda que, si así lo desean, los participantes podrán presentar más de un escrito.

    Se les suplica y agradece prestar especial atención a su ortografía. Si no se encuentran del todo seguros sobre cómo escribir una determinada palabra, pueden apoyarse en herramientas como Word u otros programas similares.

    El fanfic en participación debe ser inédito. Es decir, no haber sido publicado con antelación en el foro.

    Se solicita utilizar el color y tamaño de la letra que viene por default del foro.

    No están permitidos escritos cOn eStE tIpO dE eScRiTuRa. Esto incluye el título y texto.

    No se permiten fanfics donde todo esté escrito en MAYÚSCULAS.

    Al finalizar el reto, se otorgará a los participantes un banner conmemorativo para utilizar en sus firmas, el cual estará libre de las reglas de firmas regentes en el foro. A quienes tengan un rango de escritor, este reto los ayudará a aumentar su cantidad de escritos y, en consecuencia, su rango.

    No se permite el formato chat y/o script, es decir, escritos que parezcan conversaciones de MSN o con caretos para reflejar sentimientos, entiéndase ( T_T, *///*, 😀, 🥲 ).


    Plazo:
    El reto da inicio el 10 de febrero y finaliza el 10 de marzo del presente año, a las 11:59 de la noche, hora de México (GMT-6).


    Cualquier duda o consulta, por favor exponerla en este mismo tema.
  7. .
    SPOILER (click to view)
    Hola [Ray],
    Sé que no tengo derecho ni motivo para meterme a opinar. No nos conocemos mucho, pero, como a algunos otros, te leo cada tanto que paso por el foro. Por ello no puedo evitar venir aquí y decirte que realmente lo lamento. Por años he seguido una que otra anécdota o confesión que has compartido. Me hacía una idea de la relación que tenías con tu jefe y tus compañeros de trabajo. Hasta cierto punto, incluso te he de confesar que parte de tus palabras resonaron en mi interior. ¿Y sabes algo? No tienes idea de la impotencia que me dio leer cómo te sentías.

    Diste tanto como pudiste durante mucho tiempo. Dejaste tu corazón y parte de tu salud en ello. Tus desvelos, tus horas extra. Es horrible pensar que todo ese tiempo que nadie te devolverá no pudo ser genuinamente valorado. Lo digo con pesar. Lo digo porque quisiera ofrecerte algo que pudiera mitigar esas sensaciones tan desagradables estás sintiendo y que, de verdad, no merecías. Es una pena que no existan trucos ni pócimas mágicas para solo borrar la tristeza. Hoy lo único que puedo ofrecerte es mi empatía, (por bastante inútil que esta sea).

    Y si bien tus sentimientos son completamente justificados, no me gustaría que te perdure en ti por mucho la amargura. Sí, probablemente tu jefe te valoró por lo que representabas para la empresa en un momento y perdió su interés cuando no encontró cómo retenerte; pero eso solo demuestra la escasa decencia que posee en su calidad de persona. Tú seguiste ahí pese a todo lo que representaba intentar partirte en dos durante tanto. Tú diste todo lo que podías porque pensaste en los otros. No es que no eres valioso, pero este sujeto no es definitivamente una persona que vea más allá de su nariz. No reduzcas tu verdadero potencial a lo que no pudo ver un mezquino.

    Concuerdo indiscutiblemente con Yun en cuanto a que la traición de un amigo duele, pero reitero mis palabras: por favor, ambos, tú y mi estimada Yun, son personas con mucho para ofrecer y es una pena que otros no sepan valorar eso.

    Me despido con una tonta reflexión a medias. La he tenido esta semana cuando pasaba un mal momento. No sé si viene al caso, pero aquí va: Lastimosamente somos una generación que lucha por el reconocimiento de nuestros pares en ambientes laborales donde rara vez se nos aprecia si no es por nuestras métricas o efectividad. Creo que el mundo se mueve tan rápido que poco a poco todos nos hemos terminado poniendo gríngolas en el rostro con tal de ver hacia adelante. Con tal de solo avanzar. "Continúa, continúa, continúa", y terminamos perdiendo el rastro de lo que hay más allá de esa lejana meta. ¿Y qué es la meta? Ya ni lo sé. Los "adultos" nos dicen que es la jubilación. Otros que es la muerte. Algunos siquiera deben ser capaces de ver la meta a estas alturas. Trabajos porque no queda de otra. Trabajamos porque es eso o no tener un techo en nuestras cabezas y fin. Es una pena que lo hagamos tan en piloto automático que seamos incapaces de detenernos un momento a considerar cómo nos sentimos o cómo se encuentran los otros a quienes valoramos.

    No sé si algo de lo que dije tiene sentido. Solo deseo que el tiempo se lleve esta decepción, mi estimado.

    Un abrazo enorme. Y como dije antes, sé que no tengo vela en este entierro, pero realmente quería poderte hacer llegar de alguna forma mi mensaje. Espero que mi intervención no se completamente inoportuna.

    Saludos. Les mando un abrazo muy fuerte.



    Y con eso me despido.
  8. .
    J a c k, Alpha Dia, Txakur txarra, disculpen la demora.

    Sus temas han sido cerrados.
  9. .

    CPsJQED


    ¡Bienvenidos a una nueva edición del Santa Secreto de Mundo Yaoi!



    El 2024 se prepara para recibirnos con sus brazos abiertos y asegura traer grandes promesas para todos. ¡Será mejor no hacerlo esperar! Traigan la champaña, preparen las uvas y alisten sus mejores galas, porque la celebración está a punto de comenzar.

    En el espíritu de estas fiestas queremos extenderles una cordial invitación a participar en una de nuestras actividades favoritas: ¡La 6ta edición del Santa Secreto!

    En esta ocasión nos encontramos particularmente felices con este anuncio. Nos llegaron informes directos desde el Polo Norte, y la noticia es excelente: los usuarios del forito se han portado muy bien este año. Por ello, y sin más preámbulos, pasen y sean todos bienvenidos a compartir en este tema sus listas de deseos.

    Si es tu primera vez animándote a participar, ¡no te preocupes! Las reglas son más sencillas de lo que te imaginas y ahora mismo procedemos a explicarte cómo unirte a la diversión.

    La actividad se desarrollará de la siguiente manera:

    QUOTE
    Aquellos usuarios que deseen participar deberán apuntarse con una ficha en este mismo tema en la cual podrán exponer una lista de deseos con regalos que les gustaría recibir. Posteriormente, finalizado el período de inscripción, recibirán por privado el nombre de un usuario al azar, al cual deberán preparar un regalo siguiendo las indicaciones de la lista asignada. Por supuesto, no podrán revelar la identidad del usuario hasta el momento de publicar el obsequio.

    Finalizado el período de inscripciones, los usuarios serán distribuidos de manera aleatoria, por lo que es posible que te sea asignado alguien que conozcas poco o nada. Por ello, pedimos a los interesados en participar de este juego que ajusten al siguiente formato al momento de realizar su inscripción:

    QUOTE
    Los participantes del Santa Secreto deberán dejar constancia en este tema de su deseo por participar acompañado de los siguientes elementos: 5 cosas que les gusten, no necesariamente relacionadas con el yaoi o el BL. Por ejemplo:

    1. Recomendaciones de películas de terror

    2. Manhwas BL con finales felices.

    3. Recetas de cocina.

    4. Recomendaciones de fanfics slow-burn con la pareja de…

    5. Documentales sobre teorías conspirativas


    Como hemos dicho antes, podrán incluir cualquier cosa. Música, videojuegos, películas, libros, anime, yaoi, yuri, series, blogs, podcasts, etc. Todo lo que pueda permitir a los otros usuarios orientarse un poco al momento de preparar un obsequio de su agrado. Tampoco teman explayarse con los detalles de cada ítem de su lista. Entre más detalles puedan brindarles a sus Santas, mejor.

    Al igual que todos los años, la creatividad y formato de los regalos queda a criterio de cada participante. Todos cuentan con completa libertad para obsequiar lo que a ustedes más les parezca: fanfics, ediciones de imágenes o videos, dibujos, listas de recomendaciones, playlists, poemas o incluso un bonito mensaje con tus mejores deseos.

    Pedimos a aquellos quienes decidan apuntarse es que, por favor, sean consecuentes y cumplan con la entrega del regalo antes de su fecha límite. No queremos que nadie se quede con las manos vacías.

    El periodo para inscribirse en la actividad comienza hoy, 8 de diciembre, y se cerrará el 18 de diciembre a las 23:59 GMT-6 (hora México).

    Al día siguiente los moderadores, tras usar un generador de números al azar, nos encargaremos de hacerles llegar a través de un mensaje privado el nombre del destinatario que se les haya sido asignado. Con todos los participantes ya informados, los regalos podrán postearse en este mismo subforo desde el 24 de diciembre hasta el 10 de enero a las 23:59 GMT-6 (hora México).

    Finalmente, por favor, asegurarse de tener espacio suficiente en su bandeja de mensajes para poder recibir los mensajes privados sin problemas.

    El único requisito para postear su regalo es que en el título del tema destaquen con claridad el nombre del usuario a quien va dirigido. Por ejemplo:
    QUOTE
    Para deAlthairth de Lady Moony

    *El remitente es opcional.

    Todos se encuentran más que invitados a participar en esta actividad.
    ¡Esperamos recibir muy pronto sus listas de deseos!

    ¡Saludos!

    Edited by deAlthairth - 10/12/2023, 02:00
  10. .

    K3OhhjU

    Bienvenidos al 38° Reto Literario: “Till the World Ends".



    Sean bienvenidos a una nueva edición del reto literario de Halloween, el evento que cada octubre nos invita a entretejer el misterio y el terror con nuestra imaginación. En esta macabra oportunidad, traemos para ustedes una propuesta teñida con los tonos más oscuros y una temática que podría quitarle el sueño incluso al más valiente. ¡Prepárense para desafío que promete emociones fuertes!

    Temática:

    Nos preparamos para bajar las luces y dar la bienvenida a una larga noche. ¿Qué están esperando? Agarren sus mantas, preparen sus linternas y juntense a la ronda, la hora de los relatos está por comenzar. Prepárense para escuchar historias donde el horizonte se tiñe de incertidumbre y la última esperanza podría ser, quizás, ¿el amor? Mas tengan algo muy presente: el fin podría ser inminente.

    En esta oportunidad, escenarios apocalípticos, amenazas letales, aventuras extremas y toda clase de cataclismos serán el telón de fondo de nuestras historias. Lo invitamos a sumergirse en mundos dominados por máquinas rebeldes, territorios infestados de zombies, conflictos mágicos, invasiones extraterrestres, deidades iracundas o realidades alteradas.

    Lastimosamente el apocalipsis no ofrece mapas concretos. Será cuestión de ustedes, escritores, optar por la mejor ruta en esta encrucijada: aliados en la tormenta, encuentros del destino, sacrificios por amor o promesas de un nuevo comienzo; será decisión suya optar por las circunstancias y sus desenlaces. Cada quien maneja las reglas de su fin del mundo. ¿Traerán penas y angustias? ¿Finales abiertos? O, quizás, ¿la posibilidad de un mejor mañana? Cuando el fin está cerca, los sentimientos más inesperados pueden florecer y la conexión de dos almas podría ser la última chispa de esperanza en la oscuridad.

    Bases:

    Para esta convocatoria, y como ya se ha pautado en retos anteriores, la extensión de los escritos conservará las mismas pautas de retos anteriores: 1,500 palabras mínimo en el caso de los fanfics, y 500 palabras máximo para el caso de los drabbles.

    En esta ocasión se permitirá la participación con fanfics de temática yuri.

    El formato del fanfic debe ser, invariablemente, oneshot. Es decir, que la historia se limite a un solo capítulo.

    Tal y como se ha visto en retos anteriores, no se impondrá un número límite de historias con las que se pueda participar, por lo que siéntanse libres de aportar la cantidad de relatos que ustedes más quieran. Recuerden siempre abrir un tema nuevo para cada una de sus historias.
    Una vez finalizada la fecha del reto, los fanfics serán enviados al subforo correspondiente.


    No olvidar:
    Cada fanfic deberá ser posteado en este subforo bajo el siguiente título:

    QUOTE
    38.º Reto Literario "Till the World Ends" – Nombre del anime o serie elegida, el título del fanfic, y la pareja escogida.


    Puntos a tener en consideración
    La meta para este reto es alcanzar un mínimo de 15 participaciones. Dado que no existe límite máximo, cumplida la meta se seguirán recibiendo aportes hasta la fecha de finalización. Se les recuerda que, si así lo desean, los participantes podrán presentar más de un escrito.

    Se les suplica y agradece prestar especial atención a su ortografía. Si no se encuentran del todo seguros sobre cómo escribir una determinada palabra, pueden apoyarse en herramientas como Word u otros programas similares.

    El fanfic en participación debe ser inédito. Es decir, no haber sido publicado con antelación en el foro.

    Se solicita utilizar el color y tamaño de la letra que viene por default del foro.

    No están permitidos escritos cOn eStE tIpO dE eScRiTuRa. Esto incluye el título y texto.

    No se permiten fanfics donde todo esté escrito en MAYÚSCULAS.

    Al finalizar el reto, se otorgará a los participantes un banner conmemorativo para utilizar en sus firmas, el cual estará libre de las reglas de firmas regentes en el foro. A quienes tengan un rango de escritor, este reto los ayudará a aumentar su cantidad de escritos y, en consecuencia, su rango.

    No se permite el formato chat y/o script, es decir, escritos que parezcan conversaciones de MSN o con caretos para reflejar sentimientos, entiéndase ( T_T, *///*, 😀, 🥲 ).


    Plazo:
    El reto da inicio el 15 de octubre y finaliza el 15 de noviembre del presente año, a las 11:59 de la noche, hora de México (GMT-6).


    Finalmente, antes de cerrar nuestra invitación, nos gustaría agregar una aclaración que consideramos importante. Somos conscientes del contexto mundial y no queremos que nuestra elección de temática parezca insensible. Esta consigna se pensó tiempo antes de las lamentables noticias que esta semana recorrieron el mundo. Por ello, pedimos a los participantes que traten temas que mantengan resonancia con la guerra, hacerlo con suma sensibilidad.

    Cualquier duda o consulta, por favor exponerla en este mismo tema
  11. .

    Damos por finalizado el 37. º Reto Literario


    Volvemos por aquí para anunciar el cierre oficial del 37. º Reto Literario y, a su vez, hacer felices la entrega de una nueva barrita conmemorativa para sus participantes. Agradecemos a todos los que se animaron a compartir sus escritos y contribuyeron para llegar a la meta de esta convocatoria.

    He aquí el banner conmemorativo:

    Barra-Hero
    https://i.postimg.cc/JhKbvD1n/Barra-Hero.gif


    Una vez más, les damos nuestro más sincero agradecimiento a todos quienes se tomaron el tiempo en participar.

    Aclaración para los participantes del reto anterior:
    No nos hemos olvidado ni por un segundo de su barrita. La personita a cargo de ella se ha comprometido a traerla y queremos respetar su deseos.

    Ahora bien, aprovecho este mismo mensaje para decirle a esa misma personita que nuestra mayor prioridad es que te recuperes. Tengo fe en que los usuarios comprenderán el motivo de la espera. Deseamos que tu mayor preocupación ahora mismo no sea otra que recuperarte de este largo episodio. ¡Aquí te estaremos esperando, querido!


    Sin otra cosa por comunicar, ¡les deseo una buena semana!
  12. .
    QUOTE
    Fandom: Jujutsu Kaisen
    Pairing: Ryomen Sukuna x Fushiguro Megumi
    Longitud:1,282 palabras.
    Advertencia: Ryomen Sukuna no esperaba el consentimiento de nadie.
    Disclaimer: Los personajes no son míos, todo este universo pertenece a Gege Akutami.

    Cuando huir no es una opción


    Algo en el titileo de las luces del vagón aquella noche despertó en Megumi una inexplicable sensación de alerta. Si no se trataba de la amenaza de un repentino apagón, lo curioso del viaje radicaría entonces en la ausencia total de pasajeros desde hacía ya cuatro estaciones. Algunos llamarían a esa sensación una corazonada, otros mal augurio; él ,por su parte, decidió darle el nombre de paranoia. La única explicación admisible sería la falta de sueño y el cansancio acumulado en su cuerpo.

    Los parlantes anunciaron de pronto su destino. Megumi dio un último vistazo a su alrededor, había llegado la hora de prepararse y bajar. El reloj del tren marcaba cinco minutos antes de las once. Comprobó el dato en la pantalla del celular. El mensaje más reciente contenía un conjunto de instrucciones simples y una dirección. Itadori debía estarlo esperando con la torta de cumpleaños de Nobara. Si todo salía acorde al plan, a la medianoche se reunirían junto al profesor Gojo y los alumnos de segundo año a las afueras del clausurado parque de diversiones.

    El fantasmal silencio con que le recibió la estación de Hatanodai fue el segundo mal presagio de la velada. La noche era el escenario predilecto para lo maligno. Un siniestro no tardaría en ocurrir. No necesitaba ser un hechicero para presentirlo.

    Megumi abandonó la estación dejándose guiar por una brisa de aire fría y una pizca de su propia intuición. Conocía el camino, pero optó por recurrir a una ruta alterna. Poca diferencia haría, después de todo, las calles se encontraban igual de desiertas. No tardó mucho en encontrar al desvío que recordaba.

    ¿A dónde se había metido el barrio entero? El viento le traía murmullos de voces lejanas, conversaciones de rostros que no identificaba en ninguno de los locales con cortinas abajo y luces apagadas.

    Algo no estaba bien, pero era demasiado tarde para volver. Al ingresar a la boca de ese callejón oscuro su destino fue escrito.

    El barrio se encontraba inexplicablemente muerto para una noche de verano. Repentinamente, Megumi levantó la vista del suelo con sus sentidos alerta y su cuerpo preparado para el ataque inminente. Ahora no le quedaban dudas. Se aproximaba a él una fuente de energía maldita. Sin perder un segundo analizó sus posibilidades entre aquel angosto pasaje. Pésimo lugar para un enfrentamiento con una maldición de ese calibre. Sus shikigamis le darían apenas el tiempo suficiente para escapar por el extremo contrario.

    ¿En que había estado pensando cuando se decidió por ese atajo? Cualquiera le diría que se había obsequiado en bandeja de plata para lo que fuera que se avecinaba. No es que la situación le asustara, pero no era precisamente la forma en visualizó su velada. Su cuerpo aún se recuperaba de un exorcismo esa mañana y la ausencia de refuerzos tampoco prometía un escape simple.

    Pero Fushiguro Megumi no era un cobarde.

    Las articulaciones de sus dedos emitieron el habitual crujido cuando se preparaba para una invocación apresurada. Un espíritu maldito no tardaría en hacer su aparición.

    Alzó la vista al cielo. Aún quedaba una última opción. Una alternativa atravesó su mente como un rayo. Megumi aceleró la marcha, metió una mano en su bolsillo y extrajo de él su celular. Deslizó el dedo sobre la pantalla hasta encontrar el nombre Itadori Juji y, sin perder otro valioso segundo, presionó el botón de llamada.

    Tragó un poco de saliva para preparar su garganta. La línea no tardó en enganchar y aguardó sosteniendo contra su cuerpo la bolsa con la decoración de papeles dorados y un letrero de feliz cumpleaños escrito en letras enormes y brillantes.

    De pronto un sonido familiar —y en aquel momento inesperado— le heló la sangre. Un escalofrío le recorrió desde la nuca hasta la punta de los pies. Megumi giró en la dirección desde donde llegaba ahora mismo la cancioncita atorrante que le había atosigado las últimas dos semanas, una melodía de celular que conocía muy bien y que solo podía asociar a una única persona.

    Lo que sus ojos encontraron comprobaba sus peores temores. A sus espaldas no halló a su amigo, sino al único demonio capaz de crispar los vellos de sus brazos.

    —Sukuna… —Lo que Megumi emitió que apenas podía ser llamado murmullo.

    Frente a él se encontraba el rey de las maldiciones, Ryomen Sukuna.

    —¿Por qué tan sorprendido, Fushiguro Megumi? Has sido tú quien que ha marcado primero —El demonio mostró con una sonrisa burlona el celular que sostenía con su nombre saltando en la pantalla. Su puño se cerró y se fue con la facilidad con la que llegó.— ¿No te ha gustado mi sorpresa?

    Megumi intentó retroceder.

    No estaba asustado. No estaba asustado. No estaba asustado. ¿O sí?...

    —¿Miedo? —preguntó irónico Sukuna con su sonrisa socarrona—. Otros en tu lugar ya estuviesen implorando de rodillas por su vida.

    Sukuna avanzó con total confianza. Al llegar frente suyo, dejó escapar una carcajada que difícilmente sería clasificada propia de un humano. No conforme con ello, le obligaba con una mano en su mentón a enfrentar sus miradas en una especie duelo retorcido. La expresión de Sukuna brillaba con una fascinación. Parecía inspeccionar a su víctima como una bandeja de carne en el supermercado.

    Megumi luchó contra náuseas que aquello le provocaba. Su cuerpo resentía verse expuesto cual mercancía en medio de un bazar. La presión en el filo de esas uñas era molesta, pero sabía que lo más inteligente sería evitar movimientos súbitos. Se negaba rotundamente a conservar cicatrices de ese encuentro.

    —¿Has venido a matarme?

    No fue necesario que Sukuna completara los espacios vacíos con la información restante. Una macabra sospecha había comenzaba a formarse en su cabeza:

    —¿Tanto querías verme? —La sola pregunta abrió en su estómago un agujero.

    El rey de las maldiciones inclinó la cabeza. Parecía genuinamente entretenido. Definitivamente esa no era la reacción esperada. Ese silencio podía ser incluso más problemático que una amenaza explícita. El miedo comenzó a propagarse en su interior.

    Si Sukuna realmente lo quisiera muerto, hubiese desmembrado su cuerpo varios minutos atrás.

    —Nadie va a salvarte.

    Sukuna estaba en lo correcto. Para el hechicero necesitó solo un instante para concluir en que todo estaba perdido y otro para registrar la falta de aire en su sistema. Una obstrucción en su boca le impedía respirar. ¿El origen? Los labios del demonio reclamando con una furia injustificada un beso que no jamás debió tener lugar.

    Asqueado, Megumi contuvo el deseo por apartar al otro de su cara. Sin embargo, sabía que no podía. Su vida pendía ahora mismo de un hilo muy fino y lo más sensato sería dejarle continuar unos minutos. Permitir que Sukuna se sintiera al control la situación, si es que eso no era ya del todo evidente.

    El beso pronto se transformó en un juego incluso más peligroso. Ahora ambos seguían compás apresurado entre dos bocas que apenas podían distinguirse una de otra. Megumi había caído directo en su trampa.

    Megumi comenzaba a sentirse intoxicado. Su cuerpo había sido tomado preso por un hervidero de sensaciones desconocidas. ¿Tenía sentido luchar contra las fuerzas de lo inevitable? Si su encuentro con Sukuna estaba escrito en su destino, entonces huir era un lujo que nunca estuvo entre sus opciones.

    El hechicero finalmente separó sus labios para dar paso a lo inevitable. Si ser su objeto de deseo era lo que la suerte deparó para él, no habría persona ni fuerza capaz de salvarlo de su condena.

    Era demasiado tarde para solicitar refuerzos. Había sido demasiado tarde desde el momento en que bajó del tren. Megumi cerró los ojos y se entregó a su destino.


    Edited by Ñeh - 9/18/2023, 05:08 AM
  13. .
    ¡Se encuentra usted en lo correcto! Son justamente esos dos los personajes elegidos por Blut para esa edit tan chula.

    ¡Espero te animes a participar! Aún quedan unos días para ponerse a escribir.

    Saluditos, = T o c h t l i = 🌻
  14. .

    Se extiende el plazo del reto literario

    Hasta el 17 de septiembre - 11:59pm, hora México.

    Esperamos que esta extensión anime a más de uno a participar.

    ¡Saludos!

  15. .
    QUOTE
    Fandom: My Hero Academia
    Pairing: Himiko Toga x Uraraka Ochako
    Longitud:1,256 palabras.
    Advertencia: Spoilers de buena parte de los eventos acontecidos en el capítulo 395 del manga.
    Disclaimer: Si los personajes fueran míos, este manga hubiese medio arco atrás. Pero en este rincón bancáremos a Horikoshi hasta el final. Sin importar el dolor que quiera causarnos. He dicho, ¡caso cerrado!

    La sonrisa más bella del mundo


    Cual cliché propio de villano de historietas, Toga Himiko vivió aislada del resto. La desdichada vino al mundo con un paquete peculiaridades y conductas que la hacían ingresar en la clasificación de lo aberrante. Desde sus comportamientos sadistas hasta sus obsesiones dañinas, Himiko contó siempre con una lista de problemas que iban de la A a la Z.

    Podríamos entonces partir por la más simple de sus preocupaciones: su sonrisa. Sonreír nunca fue tarea sencilla para Toga. No tanto por la dificultad de tensar los músculos de su rostro para conseguir un ángulo que revelara sus colmillos, tampoco por la escasez de travesuras dignas de hacerla curvar sus labios con malicia. Más bien, su problema se debía a la certeza de que sus momentos de mayor goce rara vez eran bienvenidos por quienes la rodeaban.

    Comprendió de la forma más cruel que sin importar sus esfuerzos, el peso de un don como el suyo nunca removería la sombra siniestra que se colgaba de sus hombros.Toga nació como un fenómeno y moriría como uno.

    En su calidad de paria, creció a los márgenes de sus compañeros de escuela y familia. Probó encajar de distintas maneras —mentiría aquel que dijese lo contrario—, tentó su suerte en una tras otra y se forzó a encajar en medio de aquella sociedad que la expulsaba.

    Vampiro. Monstruo. Fenómeno. Himiko nunca dejó de ser un imán de comentarios grotescos, como si su simple existencia tuviese una connotación morbosa.

    «Tienes la sonrisa más bella del mundo»


    Como un trueno, las palabras de Uraraka rompieron el maleficio. Lo más cercano de una confesión de amor unida a una experiencia de cara a la muerte. Si la vida pudiera terminar para Toga en un momento determinado, sin duda desearía que fuera en aquel preciso instante. Fantaseó una caída tan fuerte que al estrellarse contra el suelo el dolor se viera reducido a un instante.

    Sin embargo, hablemos antes de un problema más complejo para Toga: el amor. Enamorarse de la gente era cosa sencilla, el problema era mantenerlos con vida. Más fácil sería mantener intacto un cubo de azúcar bajo el agua.

    La historia era siempre la misma: amor, obsesión, rechazo y jeringa. Pinchazo por aquí, pinchazo por allá. El amor era eso, sangre.

    Deku prometía algo especial. Él y su complejo de héroe que lo empujaba a los límites de lo inimaginable. Un chico con tanto potencial que, no obstante, no tardó mucho en rechazarla como el montón.

    Y, sin embargo, detrás de ese sol radiante encontró a esa chica tan genial, Uravity.

    Uraraka Ochako era ella y a la vez no; Toga así lo decidió creer. Ochako también iba tras Deku, pero sus sentimientos la hacían actuar de manera opuesta.

    Toga debió ver venir antes este final funesto. No había algo más estúpido que enfrentarse a una chica enamorada. Debió saberlo mejor que nadie. Ella misma era una chica enamoradiza. Ahora no había retorno, pagaría por su insolencia con el precio más caro.

    Toga inició el ritual que tantas veces había llevado a cabo. Un piquete rápido y la aguja ya perforaba esa piel suave. El extremo contrario la unía a su propio cuerpo. Había sido un milagro encontrar una vena útil en ese brazo lleno de hematomas.

    —En otra vida —murmuró Toga vigilando la manguerita que la unía a Uravity—. En otra vida tú y yo seremos las amigas que no pudimos ser.

    Ochako hizo un esfuerzo por levantar sus párpados. Abusar de su don la había llevado a su límite y el puñal en su vientre no estaba ayudando. Cualquiera le llamaría locura a su acto, ella se conformaba con sobrevivir.

    —¿Cómo negarme a serlo con esa sonrisa?

    Toga no creyó que Ochako siguiese consciente. Ahora se daba cuenta de lo tonta que debía haberse escuchado. Mas su cabeza comenzaba a darle vueltas y sus pensamientos se disolvían en nubarrones grises. El frío entumecía sus dedos, pero consiguió llevarlos a la altura de aquel rostro demacrado. Aún cubierta de sangre, Ochako seguía siendo linda.

    Toga contaba con apenas unos minutos más de vida. Su corazón bombeaba cada vez más débil. Con el tiempo que le quedaba, peinó el mechón que obstruía su vista de ese rostro bonito para obtener un espacio donde presionar sus labios.

    Aquello era un beso de agradecimiento a su heroína. Ochako la había salvado una última vez. Ochako había compartido su don con ella —o eso se diría Toga en esta recta final. Ochako le abrió su corazón. Ochako la hizo sentir hermosa.

    —Eres una chica extraña, Ochako.—Toga no pudo contener una risa débil.

    Ver a otras personas sonreír siempre le causó celos, pero esta vez Toga se dignó a disfrutar la vista.

    Ochako por su parte rememoraba en esos instantes lo que sintió la primera vez que se cruzó con la mirada intensa y desequilibrada de la chica a su costado. Toga la leyó como un libro abierto. Quizás no fue la lectura más acertada, pero Toga probaba ser una observadora meticulosa. Lo confirmó con cada de sus escasos encuentros. Entre cada nueva pelea. En cada intento frustrado por detenerla.

    Volvían a ella recuerdos atropellados, como los de sus sospechas sobre ciertas visitas inesperadas de Toga bajo pieles robadas. Nunca tuvo pruebas, pero algo en esas miradas peculiares y sonrisas perturbadoras por los pasillos de la academia le hicieron sospechar más de una vez que Toga de vez en cuando se animaba a jugar a los disfraces.

    También sospechaba que era Toga la autora de los textos anónimos que saltaron una madrugada en la pantalla de su celular. Mensajes de amor escritos de manera errática, sin pies ni cabeza.

    ¿Habría cambiado algo si se hubiese atrevido a contestar alguno? ¿Habría tenido ella la posibilidad de modificar ese desenlace?

    Ochako intentó recuperar el control de sus miembros. Los resultados no fueron positivos; sin embargo, en su corazón comenzaba a crecer un calor inexplicable e incompatible con la situación que su cuerpo atravesaba en aquel momento. Se imaginó llevando las manos a su pecho para presionar el origen exacto, en el punto donde ahora su sangre convergía con la otra volviéndose un mismo ADN.

    Cuando menos lo esperaba, Ochako consiguió arrastrar un brazo hasta que sus dedos consiguieron alcanzar la mano ajena.

    —Quédate –suplicó intentando mantener la conciencia.

    Temía perderse otra vez en esa ola de recuerdos. Se negaba rotundamente a cerrar sus ojos, pero el cansancio le ganaba. Ochako comenzaba a perder la batalla. Sus párpados se volvían cada vez más pesados.

    —Gracias…—Toga sonaba igual o más agotada.

    —No hables —la interrumpió—. Los héroes no tardarán en venir…

    La calidez sobre sus labios devolvió a Ochako al presente. Contra su boca se habían estrellado unos labios pequeños con sabor a metal. Toga le dio un beso torpe y débil, tanto que casi pasaría por un roce involuntario.

    Aquello era un beso de despedida a su heroína. Toga exhaló un par de veces más. Ochako pudo sentir su agonía. Cada segundo le resultaba más doloroso observar el esfuerzo de Toga por subir y bajar su pecho en busca de oxígeno.

    —¿Y ahora qué voy a hacer sin ti?...

    Ochako no supo si alcanzó a formular su pregunta o si aquello había sido solo otro pensamiento furtivo en su cabeza. Un jadeo se ahogó su garganta. Una convulsión la llevó al mundo de los sueños.

    ¿Y ahora cómo volvería a flotar sin esa sonrisa?


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