Fantasma en mi corazón (UsagixMisaki) ((Nc-17)) ((UA))

Un Humano y un Fantasma. Un amor imposible por obvias razones. Que te quema el corazón y enloquece tus sentidos, pero que esconde un profundo y desgarrador dolor.

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  1. 9Dokuro-Chan8
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    Capitulo 1
    Aparición



    Usami Akihiko estaba sentado frente a la televisión; realmente no estaba viendo nada en específico, pero encontró las noticias, y como estaba bastante aburrido, se dedico a verlas para pasar el rato.
    -Nada interesante pasa… Creo que mejor le cambio…- Estaba a punto de cambiarle, cuando vio que pasaban una noticia sobre un asesinato. Realmente no le importaba que alguien hubiera muerto, pero se veía algo interesante el tema.
    -Según testimonio de los vecinos del acusado, en el día del cumpleaños del presunto culpable, Takahashi había ido a visitarlo para celebrarlo, pero todo se complico y el joven Ijuuin pensó que el joven Takahashi lo estaba engañando con su mejor amigo, así que tuvieron una discusión bastante fuerte, y el joven Ijuuin lo apuñalo con un cuchillo en el pecho, atravesándole el corazón- El escritor se quedo pensativo por un momento
    -¿Cómo se sentirá amar tanto a alguien como para perder la cordura de esa manera? ¿Es eso realmente amor?- Pero la pregunta más importante era –¿Alguna vez llegare a amar a alguien?- El escritor suspiro resignado –Supongo que no me queda de otra más que seguir teniendo sexo sin preocupaciones… Creo que no me vendría mal una pequeña caminata…- El joven oji lila se puso abrigo y se dirigió hacia la puerta. Caminó sin rumbo por algunos minutos y solo se dedicó a concentrarse en el viento frío y húmedo de la noche. Cuando llego a una calle algo obscura, se dio cuenta de que esa era la calle donde había pasado el asesinato que vio en las noticias. A decir verdad, era algo escalofriante estar en lugar obscuro y en muy mal estado, donde, además, había asesinado a alguien. Estaba algo distraído con sus pensamientos, pero logro ver a alguien que salía de la casa donde habían ocurrido los hechos del homicidio. Pensó que no era buena idea dejarlo hacer lo que quisiera, así que lo llamó. -¡Hey, niñito! ¿Qué no sabes que ahí paso un homicidio? ¡Te puedes meter en serios problemas si te encuentran aquí!- Se detuvo ante aquel joven de cabello castaño. Lucia triste, como si ahí hubiera perdido algo muy importante. “Tal vez el tal “Takahashi” era su hermano, o algún conocido”. Eso estaba pensando, cuando vio que unas cuantas lágrimas recorrían sus mejillas.
    -Lo lamento… Pero… Me obligaron a hacer esto…- Seguía llorando, apenas y se notaban sus sollozos.
    -He-hey… Que tienes miedo? No te preocupes, ya todo está bien…- El peli plata acaricio la cabeza del menor con su mano. Al sentir esto, el castaño alzo la mirada y el peli plata vio esa linda imagen: Sus ojos color verde, con lagrimas, lo que hacía que se viera inocente, y unos labios que suplicaban ser probados, muy apetitosos. El oji lila se perdió en sus pensamientos y, por el impulso, le dio un apasionado beso al menor. Había algo en el menor que lo llenaba de un sentimiento algo extraño, algo que hace años enteros no había sentido, alguna especie de cariño, como si fuera su destino estar juntos. El castaño solo se dejo llevar, ya que sabía lo que tenía que hacer “Aquí vamos… No pensé que llegaría tan rápido…”. Pasaron unos minutos cuando tuvieron que separarse por oxigeno.
    -Po… ¿Por qué?...- Pregunto el menor con la cara manchada de un lindísimo color carmín.
    -¿No te gustó?- El joven solo asintió con la cabeza.
    -Al menos… ¿Puedo saber tu nombre…?-
    -Me llamo Usami Akihiko, ¿Cuál es tu nombre?-
    -Takahashi Misaki- Akihiko sintió que ya había oído ese nombre, pero no sintió que debiera darle más importancia.
    -Entonces, Misaki, ¿quieres ir a un lugar un poco más “personal”?- Dijo con una sonrisa bastante lasciva, El castaño solo se ruborizo más y más.
    -S-si…- Así, llegaron a la casa de Usagi. Ya ahí, el peli plata acostó al castaño en el sillón salmón que estaba en su sala y comenzó a despojarlo de su ropa. Este solo se estremecía.
    -Je je, Misaki, te vez muy apetitoso- Lo miraba de forma muy pervertida, pero a la vez tiernamente. “Definitivamente este niño tiene algo que me gusta… Quiero que sea mío…”
    -U… Usagi-sannn…- El mayor comenzó a masturbar el libido del oji verde, este solo se contraía del placer. –Ahhhh… Usagi-san…- El toco la entrada de Misaki, ante esto, el joven soltó un gemido que solo éxito más al mayor. El oji lila empezó a dar pequeños besos en el miembro duro de Misaki y metió un dedo a la cavidad del menor.
    -Misaki… Eres muy lindo…- Fue agregando hasta que llego a los 3 dedos. La cavidad del menor se encontraba lista, pero el afán de burlarse de él le gano. –Misaki… ¿Ya quieres que te la meta?-
    -Nnnggh… Si… Métela… ¡Métemela ya! ¡Por favor!- Dijo casi suplicando. El mayor acomodo al castaño sobre sus piernas y comenzó a embestir al joven. Primero fue lento, pero al cabo de los minutos las embestidas se hicieron más fuertes. El miembro de Misaki tocaba el abdomen del escritor, mientras el intensificaba la fuerza de las estocadas.
    -Misaki… Estoy a punto de…-
    -Yo también… Usagi-san… ¡Termina dentro de mí!- Dicho esto, el mayor se corrió dentro del castaño, mientras el joven manchaba ambos estómagos con su elixir.
    -Misaki… Te quiero…- Misaki volteó a verlo “De seguro lo dijo de forma posesiva”, pensó de forma confiada mientras abrazaba el abdomen del peli plata.

    Al día siguiente, el oji lila se despertó y vio que su niño no estaba.
    -No puede ser que se haya ido… Definitivamente lo encontraré- Dijo de forma decidida, cuando escuchó una voz detrás de él.
    -No necesitas buscarme, ya estoy aquí- El mayor volteó pensando que se encontraría con el cuerpo de Misaki, pero lo que vio fue totalmente diferente. Ahí se encontraba un FANTASMA, justo delante de sus ojos. –Como puedes ver, no soy lo que creías- El mayor solo palideció y cayo desmayado al suelo. – ¡Usagi-san! ¡Reacciona!- Grito la aparición nerviosa.
    “Con razón se me hacia conocido…” pensó el peli plata mientras se entregaba al los brazos de Morfeo…


    Capitulo 2
    ¿Qué pasó ese día?


    El escritor se despertó en su sillón con un pañuelo húmedo en su frente.
    -Que demonios… Todo fue… ¿Un sueño…?- Estaba haciéndose la idea, cuando escuchó una voz muy familiar.
    -Me temo que no fue un sueño, Usagi-san- El mayor volteó rápidamente hacia la aparición.
    -Que… ¿Porqué eres un fantasma…?- Preguntó totalmente sorprendido.
    -Bueno, es una larga historia ¿De verdad quieres escucharla toda?- El escritor trató de calmarse un poco.
    -Sí. Quiero estar seguro de que todo fue real y que no estoy alucinando por el estrés…- Dijo el peli plata rascándose la nuca.
    -Bueno, todo empezó en la casa de mi antiguo novio…
    FLASH BACK
    -¡Kyō! ¡Ya llegué!- Dijo un castaño bastante feliz mientras entraba en la casa de su novio.
    -Ah, Misaki, bienvenido- Dijo el peli-negro tranquilamente. –Me alegra mucho que hayas venido.
    -Bu… Bueno, no me podía perder tu cumpleaños, ¿o sí?- Un lindo sonrojo apareció en su rostro.
    -Jeje, no, no creo… Bueno, vamos a comer- El menor estaba a punto de decir algo, cuando el sonido de su celular lo interrumpió. Tomó el aparato para ver quien llamaba. –Ah, es de Eduardo- Su habitual sonrisa se formó en su rostro. Al ver esto, el mayor se molestó.
    -¿Qué? ¿Ahora ya te puede andar cortejando hasta en mi cumpleaños?-
    -Ahhh…- Suspiró irritado. –Ya vas a comenzar otra vez con tus celos enfermizos…-
    -Bueno, si no estuvieras a cada rato mandándote mensajitos y coqueteando con él, no tendía porqué ponerme celoso-
    -¡Yo no me ando mandando “mensajitos” con él! ¡Si él quiere conmigo, es su problema!- El joven ya se estaba hartando de aquella situación. –Como sea, si vas a empezar con tus estupideces, entonces me voy de aquí-
    -Si quieres no te molestes en volver. De seguro vas de zorra con ese tipo, ¿verdad?-
    -¡Juhm! ¡Pero mira quién habla! ¡Es el que SIEMPRE anda tras las mujeres, aún cuando estoy yo! ¡Te enojas por el más mínimo detalle, cuando TÚ eres el único infiel aquí! ¡Imbécil!- El mayor ya no tenía paciencia en esa situación.
    -¡Sabes que yo no me paseo delante de las mujeres para que me volteen a ver! ¡Aquí eres TÚ el desesperado!-
    -¡¿Desesperado?! ¡¡Si TÚ fuiste él que me pidió salir!! ¡¡Hasta me dijiste que había sido “amor a primera vista”!!-
    -¡Si dije eso fue para conquistarte! ¡Y yo solo te pedí salir porque me pareció interesante!- El oji jade sintió una punzada en su pecho. Esas palabras significaban mucho para él. Él de verdad lo amaba, pero al parecer, su amor solo lo había utilizado. Que humillación…
    -Je, ¿sabes qué?- Las lagrimas estaban a punto de salir de sus ojos esmeralda. –No tengo necesidad de estar con un tipo tan miserable como tú, total, yo ya tengo bastantes propuestas, no necesito que tú te compadezcas de mí, así que terminamos- Las palabras de Misaki cayeron como balde de agua fría sobre el joven. En realidad, él quería mucho a su oji esmeralda, pero al parecer la relación ya se había ido al caño.
    -¿Planeas irte así nada más? ¡Pero vaya que eres una cualquiera!- El peli negro ya estaba saliendo de sus casillas.
    -Me vale madres lo que tú opines, sobre todo acerca de ese tema. Ambos sabemos que ni tu ni yo nos queríamos- El peli negro ya no lo soportó más.
    -¡¿QUE NO NOS QUERÍAMOS?! ¡¡¿QUIÉN DEMONIOS DIJO QUE YO NO TE QUERÍA?!! ¡¡YA ME TIENE HARTO ESTA JODIDA SITUCIÓN!!- El joven tomó un cuchillo con las manos temblándole de cólera. -¡¡SE ACABÓ!! ¡¡SI TÚ NO ERES MÍO, NO SERÁS DE NADIE!!- El peli negro se lanzó hacia Misaki. El oji jade se defendía lo más que podía, pero era inútil; Su “novio” era mucho más alto y fuerte que él, así que el fin llegaría pronto.
    -Ky…. Kyō…- balbuceaba el castaño tratando de luchar por su vida. –De-ten…te… Gahhh- El joven estaba muy asustado. Era la primera vez que se asustaba tanto. El estaba a punto de morir.
    Toda su vida pasó por su mente. El de verdad no quería morir. Lo amaba. Lo amaba tanto. Las lágrimas comenzaron a salir por sus ojos esmeralda, cuando sintió como el cuchillo traspasaba su pecho.
    -Ky…ō…- Solo eso alcanzó a decir el joven al borde de la muerte. Oraba porque alguien viniera y lo salvara, pero era inútil. Misaki murió amando y sufriendo.
    FIN FLASH BACK
    -Y así fue como paso- Dijo el joven con toda la tranquilidad del mundo
    -Entonces ¿Esperas que me crea que te mató tu antiguo novio, y que después de eso te volviste un FANTASMA? ¬¬U-
    -Exactamente °3°- El peli plata estuvo a punto de creérsela, pero aún así, había que ser realistas ¿Cómo un fantasma podría existir? Y sobre todo era una historia muy melodramática.
    -Y dime, ¿Hay alguna razón para que te hayas convertido en fantasma?-
    -Pues sí. Me dejaron convertirme en humano por las noches, hasta que encontrara a otro amor. Eso es lo que les pasa a todos las personas que mueren asesinados por sus seres amados. Ahora, después de... Umm… Lo de anoche…- Un lindo sonrojo apareció en su rostro. –Tú y yo cerramos un pacto. Si tú te enamoras de mí y yo de ti antes de la luna llena, que llega en 3 semanas, yo podré volver a ser humano, y pasaré el resto de mi vida contigo.- El peli plata no sabía si creérsela o no. Era una propuesta muy tentadora; Tendría ese lindo y perfecto joven toda su vida y además él ya estaba interesado en ese misterioso oji jade.
    -Pues yo estoy de acuerdo con eso, pero ¿Qué pasa si no nos enamoramos?-
    -Yo me iré y tendré otras 2 oportunidades de enamorarme. Pero si no lo logro, estaré condenado a seducir a los hombres por las noches hasta que la tierra deje de girar- Dijo con tono tranquilo, pero algo triste. Después de todo, el SI quería MUCHO a Kyō. –Así que te pido que me ayudes a enamorarme de ti. Por favor- Su mirada era seria.
    -Está bien- El castaño apenas se podía creer la respuesta del mayor. –Después de todo, creo que yo ya me estoy enamorando de ti- El oji lila tenía tantas ganas de rodear al castaño con sus brazos y cargarlo de regreso a su habitación para volver a inicial lo de la noche anterior, pero no podía, ya que un fantasma no se puede tocar
    -Espera, que las cosas no son tan fáciles- Alegó el menor. –Recuerda que te dije que me AYUDARAS a enamorarme de ti. Eso quiere decir que yo no correspondo a tus sentimientos. Por eso, Usagi-san, te pedí tu ayuda- El oji lila sintió una punzada en su pecho, ese joven lo había cautivado y el solo le decía que no le correspondía los sentimientos. Era algo cruel…
    -Bueno, entonces- El mayor se acercó a su rostro lo más que pudo. –Definitivamente haré que te enamores de mí, así que prepárate- El rostro del castaño se llenó de un lindo color carmín ¿Qué se supone que hiciera si un tipo tan apuesto como Usagi estaba tan cerca de su rostro? Tal vez no iba a ser tan difícil enamorarse de él.
    -E-entonces… Cuento contigo, Usagi-san…-
    -Sí- En eso estaban, cuando oyeron que tocaban la puerta. El escritor fue a abrir de mala gana, pero tenía que hacerlo, ya que podía ser su fastidiosa editora. Pero se encontró con algo totalmente diferente.
    -Takahiro…- Dijo sorprendido el escritor mientras el castaño solo se quedó petrificado al ver a su hermano mayor.


    Capítulo 3
    Nii-chan


    El hermano de Misaki estaba ahí, parado en la puerta.
    -¿Qué haces aquí, Takahiro?- Preguntó por fin el peli plata. El joven se veía triste, pero se armó de todo su valor y le dijo:
    -Usagi, vengo a pedirte algo- El joven se oía muy angustiado. Estaba pasando por un momento muy difícil. -¿Me puedo quedar unos días en tu casa?-
    -Por supuesto. Pero ¿Puedo preguntar por qué?-
    -Bueno, ¿No has visto las noticias?- El peli plata se confundió un poco, al igual que la aparición que estaba escondida en la cocina
    -Pues no, ¿Pasó algo?- El peli azul se encogió un poco ante la pregunta del mayor. El oji lila vio esto y decidió dejar de preguntar. –Bueno, no importa. Pasa, estás en tu casa-
    -Muchas gracias, Usagi. ¿Me puedes prestar una habitación? Es que tengo mucho sueño-
    -Claro, sígueme- Llevó a su amigo a su habitación, y después le preguntó al castaño. –Misaki ¿Es mi idea o ustedes 2 se apellidan igual?- El castaño no tuvo de otra más que responderle.
    -Así es. El es mi hermano mayor- Ese día había sido muy sobrecargado de información y sorpresas.
    -Bueno ¿Y no le puedes decir que puedes volver al mundo? Se ve que está pasándola muy mal-
    -Ese es otro detalle- Alegó con algo de tristeza el menor. –Ningún humano, que no seas tú, puede verme. Ni siquiera cuando soy humano. Me gustaría mucho poder estar con Nii-chan. Después de todo, es mi única familia. Pero no puedo- El tono del castaño era algo triste. De verdad quería ir con su Nii-chan y abrazarlo muy, muy fuerte.
    -Bueno, no te pongas triste. Lo que yo me pregunto es ¿Qué quiso decir Takahiro con “haber visto las noticias”?-
    -Pues yo no sé. Tal vez por lo de mi muerte. ¿Eso apareció en las noticias?-
    -Sí. De hecho, creo que yo las vi. *Suspiro*-
    -¿Te pasa algo, Usagi-san?-
    -Estoy algo cansado. ¿Tú no?-
    -Pues tal vez un poco, pero los fantasmas no pueden dormir-
    -Ya veo, ¿Quieres ver la televisión?- El menor asintió. –Está bien, pues tú me dices en que canal me detengo- El mayor le empezó a cambiar de canal.
    -¡Espera, el canal anterior!- Gritó el menor. El peli plata le cambió al canal anterior.
    -En estos momentos están buscando al presunto culpable, Takahashi Takahiro, acusado de asesinar al joven Ijuuin Kyō, el joven que asesinó a su hermano menor, Takahashi Misaki. Takahashi, según suposiciones de la policía, trató de “vengar” a su hermano menor, así que amenazó a Ijuuin con un arma y le disparó en la pierna. La bala perforó una arteria, creando una herida mortal. El cuerpo del joven fue hallado por un grupo de turistas, flotando a un kilómetro de la orilla, aproximadamente, como si el culpable hubiera tratado de echar el cuerpo al mar-
    El peli plata apagó la tele cuando vio que Takahiro estaba detrás de él, observando al peli plata con la mirada perdida. No tenía ninguna expresión aparente. Era como si estuviera muerto.
    -Sabes Usagi…- El peli plata se asustó por el tono de voz del peli azul. Parecía que no tenía vida. – Yo te considero mi amigo, pero ¿Tú en verdad lo eres?- El mayor titubeó. Le asustaba un poco el tono de su amigo, pero no lo iba a abandonar así como así.
    -Por supuesto que sí, Takahiro. Eres como un hermano para mí- El peli azul lo miró con malicia.
    -Entonces- Dijo con una sonrisa algo aterradora. -¿Me ayudarías a matarte?- El oji lila se sorprendió muchísimo por la pregunta de su “amigo”, el cual sacó un cuchillo de su chaqueta y se lanzó contra el mayor. Forcejearon bastante. El castaño estaba muy asustado. El comenzaba a interesarse en Usagi, por lo tanto no quería que le pasara nada, pero Takahiro era su hermano, y no quería que le hicieran daño. Sin embargo, no pudo hacer nada, ya que su hermano no lo podía ver. Después de algunos minutos de estar luchando, Usagi golpeó al peli azul entre las costillas, haciendo que este quedara inconsciente. El castaño sentía que se partía en dos.
    -¡¡NII-CHAN!!- Dijo angustiado hasta el límite.
    -No te preocupes- Trataba de tranquilizar al menor. –No le di tan duro, así que no le pasará nada grave- El menor volteó si rostro hacia el mayor, algo tranquilo. Pero aun estaba preocupado ¿Por qué demonios su hermano, quien quería a Usagi como a un hermano, lo amenazaría de esa forma? Todo se estaba volviendo muy confuso.
    -Usagi-san ¿Qué vamos a hacer? No podemos tener a Nii-chan aquí, pero si lo entregamos a la policía le darían mucho tiempo en prisión- El menor tenía algo de razón, pero aun así, entregarlo a la policía era lo correcto.
    -Creo que deberíamos entregarlo. No podemos correr tantos riesgos- El menor sintió claramente como su corazón se partía a la mitad. Sabía que todo había sido su culpa. *Ya no quiero sentir…* Pensaba el castaño. El oji lila vio que el menor estaba angustiado, así que para calmarlo, añadió. –Bueno, primero deberíamos llevarlo al hospital para que vean cuánto daño lo hice. ¿Por qué no esperamos hasta que se haga de noche? Así puedes ir en tu forma humana- El castaño asintió levemente. Esperaron a que el sol se ocultara. Cuando el Sol ya no se veía, Misaki comenzó a formarse otra vez en su hermoso y perfecto cuerpo. Claro, sin NADA encima. Cuando ese proceso terminó, Misaki se puso algo de ropa y ambos hombres cargaron al peli azul hacia el auto, para llegar al hospital. Cuando llegaron ahí, fueron atendidos por las enfermeras y lo llevaron a un cuarto. Misaki no sabía qué hacer, así que lo único que hizo fue estar al lado de Usagi. Cuando el oji lila terminó de firmar papeles y de arreglar los problemas legales, fue junto con su niño. Se veía preocupado, al igual que el mayor, pero al ver el rostro del otro las preocupaciones se calmaron, aunque sea un poco.
    -Usagi-san ¿Qué te dijeron?- Preguntó preocupado el menor.
    -Que iban a esperar a que estuviera mejor, y después lo llevarían a juicio- El oji jade se angustió un poco. No quería que nada le pasara a la única familia que tenía. Se sentiría muy mal si eso pasara. El peli plata se dio cuenta de que su niño se estaba estresando mucho, y le dijo. –Misaki, vamos a casa a dormir. Mañana será un día muy largo- El menor sabía qué, efectivamente, tenía que aprovechar el hecho de que rea humano para dormir aunque sea un rato.
    -Entiendo… Pues vamos, Usagi-san- Dicho esto, se fueron a su hogar para descansar esa noche, y prepararse para lo que vendría en la mañana.


    Capítulo 4
    Personalidad


    Misaki se despertó a lado del mayor. Abrazando su ancha espalda. Eran las 5:00 de la mañana. Le daba tiempo de preparar algo rápido y comer mientras seguía siendo humano. Y preparar el desayuno para Usagi-san, claro. Se puso algo de ropa y comenzó a preparar un delicioso desayuno para ambos. Prendió un rato la televisión para entretenerse un rato y comenzar a comer antes de que saliera el Sol. Le cambiaba y le cambiaba, y en cada canal se oía la noticia de Takahashi Misaki y Takahashi Takahiro.
    -Maldición… En cada canal me recuerdan a mi hermano… Me preocupa mucho…- Dijo a punto de llorar, cuando sintió los rayos del Sol encima de su nuca. –Haaa… Otra vez a no ser nada…- El joven se fue desvaneciendo hasta ser de nuevo la sombra a la que estaba condenado a ser.

    Mierda…

    En eso, un peli plata bajaba las escaleras para encontrarse con la aparición en medio de la sala.
    -Buenos días, Misaki…- Dijo con tono cansado, cuando vio el canal de las noticias. Era Takahiro en el hospital. –Esos malditos ya fueron a hostigar a Takahiro al hospital- Dijo con tono molesto, pero Misaki no le dio importancia. Estaba absorto en sus pensamientos *Nii-chan…*. El oji lila se dio cuenta de lo mal que la estaba pasando su adoración. Le dolía mucho verlo así. –Misaki ¿Quieres ir a ver a Takahiro al hospital?- Ante esta pregunta el joven volteó su rostro hacia Usagi y asintió de manera afirmativa. –Bueno, nada más me cambio y salimos para allá- El peli plata fue hacia su recámara y se cambió de ropa para ir hacia el hospital donde se encontraba el peli azul.
    Ya ahí, el peli plata y la aparición fueron hacia la habitación del hermano de Misaki.
    -Usami-san- Era el doctor. Tenía un tono preocupado. ¿Cómo debería estar si les iba a decir algo tan doloroso e importante al mejor amigo del enfermo? Era algo difícil.
    -¿Qué pasa, Kusama-san?- El tono del doctor lo preocupó. – ¿Kusama-san?- Preguntó dudoso al ver la expresión preocupada y algo melancólica del doctor.
    -Es que tengo que decirle algo sobre el paciente- Esto preocupó aún más al mayor al igual que al castaño, que, de alguna manera, estaba presente.
    -Dígame lo que me tenga que decir- Titubeaba un poco, pero necesitaba saber la verdad.
    -Lo que pasa es que Takahashi-san a desarrollado un trastorno mental- Esto cayó como balde de agua fría sobre la cabeza de ambos jóvenes. Tanto como para Usagi como para Misaki.
    -Como… ¿Porqué…?-
    -No estamos seguros. Pero sospechamos que el incidente con su hermano mayor lo sorprendió demasiado. En el momento en que mató a aquel hombre fue por un ataque de cólera, eso lo impresionó aún más, después de todo, hasta para los cirujanos es algo muy impresionante ver un asesinato. Y mucho más ser el causante de una muerte. Después de hechos tan traumáticos desarrolló ese trastorno. Como una forma de protegerse- El menor sintió perfectamente cómo se partía a la mitad. *Todo fue mi culpa…* Pensaba triste a morir el castaño.
    -¿Y qué tipo de trastorno es?- Dijo un poco menos impresionado.
    -Trastorno de Identidad Disociativo. O también Trastorno de Personalidad Múltiple- El peli plata ahora sí se sorprendió bastante ¿Acaso tan traumática había sido la experiencia de perder a su hermano menor? No lo entendía. Se quedó pensativo un momento. Estaba tan absorto en sus pensamientos que no notó como el oji jade se ponía al lado del cuerpo de su hermano, sin poder derramar una sola lágrima, dado que era un fantasma. Tenía tantas ganas de romper todo y golpear a la primera persona que se le pusiera en frente. Quería morir dentro de su propia muerte y ya jamás regresar. Cuando el peli plata se dio cuenta de la expresión de su niño, era tan triste y solitaria que él mismo se vio reflejado en ese ser. Pudo sentir perfectamente el dolor de Misaki, de perder a la persona que más amas. A la única tal vez.
    -Kusama-san- El escritor se quería deshacer del peli azul cuanto antes posible. - ¿Habría algún inconveniente en quedarme a solas con Takahiro?-
    -No realmente. En el estado en que está posiblemente no recuerde que intentó asesinarlo. Es una especie de “síntoma” de su trastorno-
    -Entonces ¿Nos podría dejar un rato a solas?- El joven asintió afirmativamente y, con una sonrisa, salió de la habitación. Después de todo, lo que él quería hacer en ese momento es llamar a su Hiro-san y decirle lo mucho que lo amaba. Estaba tan agradecido de tener que sufrir lo que ese hombre estaba sufriendo, creyendo erróneamente que Takahiro era su pareja. Claro, no se alegraba para nada con la idea del sufrimiento de alguien más. Pero al menos no le había tocado a él. Nowaki marcó al teléfono de su amante, y cuando él contestó solo escuchó.
    -Hiro-san, ¡Te amo!-
    Cuando el doctor salió de la habitación, el peli plata se acercó lo más que pudo a Misaki.
    -Misaki, recuerda que yo SIEMPRE voy a estar contigo. Yo jamás te abandonaré y seguiré a tu lado aunque esté muerto o a punto de morir- El castaño solo pudo romperse en llanto. Ya no soportaba esa puta situación. Se sentía triste, molesto, confundido, pero feliz por lo que había dicho el mayor. Tal vez algo… ¿Enamorado? ¿Eso era “amor”?
    -Usagi-san… Quiero quedarme aquí… Junto a Nii-chan…- El mayor sonrió. Sabía que él nunca lo amaría tanto como a su hermano, pero con la quinta parte o hasta menos de su amor bastaría para hacerlo infinitamente feliz. No le importaba nada más, lo quería, mucho, muchísimo. Tal vez… hasta lo amaba.
    -Está bien, Misaki…- Así, siguieron hablando de cosas variadas. Algunas muy inteligentes e interesantes, otras totalmente estúpidas. Intercambiaban anécdotas tristes y felices. Esos momentos fueron tan tranquilos para ambos, tan rejuvenecedores y satisfactorios. Estaban platicando, cuando vieron que el peli azul estaba despertando.
    -¡¡¡NII-CHAN!!!- Gritó el castaño. El peli azul, obviamente, no lo escuchó.
    -U… ¿Usagi?- Dijo confundido el joven. - ¿Dónde estoy…?-
    -Estás en un hospital. Takahiro ¿Sabes por qué estás aquí?- El peli azul se quedó pensando.
    -Usagi ¿Me van a llevar a la cárcel?- Esa pregunta tomó por sorpresa al mayor. Misaki solo se limitó a observar.
    -¿Porqué lo preguntas, Takahiro?- Los ojos azules del joven se llenaron de lagrimas y se abalanzó sobre él peli plata que estaba sentado en la cama.
    -Pe… Perdóname, Usagi… Pero… No me dejes solo… No quiero… Volver a estar solo…- Su voz estaba entrecortada por el llanto. Sus sollozos lo dejaban si aire, parecía que lo estaban asfixiando. El mayor no dudó y correspondió el abrazo.
    -No te preocupes, yo estoy contigo- Dijo más por Misaki que por Takahiro. El castaño solo se rompía cada vez más y más. No soportaba ver sufrir a su persona más amada. El oji jade se detuvo a reflexionar *La persona que más amo… ¿Es Nii-chan…? O es… ¿Usagi-san…?*. Ese pensamiento se clavó en su mente, ¿Cómo podía llegar a querer más a alguien a quien conoció en menos de unas 2 semanas, que a su propio hermano? Pero vaya que era egoísta…
    -Usagi…- Dijo un poco más calmado. –Discúlpame por intentar atacarte de esa manera…- El peli plata se sorprendió un poco por el argumento del joven, pero temía decir algo que no debía, así que le siguió la corriente.
    -No te preocupes. Ya te dije que eres como de mi familia- El oji azul solo se acurrucó más en el pecho del escritor quedando así dormido nuevamente. Cuando Misaki iba a decir algo, el doctor entró otra vez al cuarto con una expresión algo melancólica. *Aquí va otra mala noticia…* Pensó preocupado el oji lila.
    -Usami-san. Tenemos que arreglar los problemas legales-
    -Lo sé, pero ¿No podríamos esperar a que se encuentre mejor?-
    -Bueno, hay que admitir que todo lo que hizo fue a causa de su enfermedad. Sin embargo, el hecho de que cometió dos delitos no cambia, aunque hay justificación. Tal vez podrían meterlo al área de neurología del hospital- El peli azul tenía toda la razón, y la opción que él daba parecía la más conveniente. Sin embargo, ese era un problema legal y debían esperar cualquier tipo de sentencia hacia Takahiro. El peli plata estaba claramente preocupado por eso, al igual que el oji esmeralda. Pero de algo estaba seguro; él no dejaría que su niño sufriera, aún si tenía que matar al juez y poner a otro para que le dieran a Takahiro un tratamiento para su trastorno y no una sentencia a prisión.
    -Bueno, pues tendremos que esperar y buscar un muy buen abogado- Dijo el peli plata, pensando como resolvería ese dilema que tenía que ver bastante tanto con él como con su “pareja”.


    Capitulo 5
    Posesión


    Pasaron 3 días desde que un hombre de cabello plateado buscara un abogado para que tratara con el caso Takahiro. La verdad es que no era muy difícil pagarlo, lo difícil era que el oji lila lo considerara lo suficientemente bueno para tan importante misión.
    -Bueno… Aunque sea ya encontré a alguien que se pueda hacer cargo de ese asunto…- Hablaba solo el mayor encerrado en su estudio. Se sentía algo aliviado porque ese tema ya estaba cubierto, pero todavía había algo que lo preocupaba *Misaki… ¿Qué es lo que sientes por mí?... ¿Me amas?...*. Un suspiro salió de la boca del mayor, que solo lo dejó más pensativo *¿Sera que alguna vez pueda llegar a ser el primero en tu corazón?... Tal vez no…*. El mayor se adentró en su novela para olvidar esos pensamientos que rondaban por su cabeza. El no entendía como ahora deseaba tanto el poseer todo el amor, el corazón, el cuerpo de una persona, cuando toda su vida había podido pasar por la soledad y conformarse con la miseria de amor que sus padres le daban. ¿Por qué ahora tenía que ser diferente? ¿Por qué tenía que doler tanto? No lo entendía y no quería hacerlo, solo quería tener a Misaki. Se adentraba cada vez más a sus pensamientos, cuando recibió una llamada de su abogada. La conversación transcurría con el tema del juicio. Al parecer iba a ser dentro de una semana. Ya habían pasado 5 días desde que hizo el pacto con el menor y todavía quedaba tiempo, pero aún así el mayor estaba demasiado ansioso porque ese pequeño oji jade le dijera que lo amaba. De verdad que estaba ansioso. En eso estaba, cuando vio que el menor entraba a la habitación. El peli plata supo inmediatamente lo que el oji jade le pediría.
    -Misaki, ¿quieres ir a ver a Takahiro?- El joven se sorprendió por el comentario del mayor
    -Ehh... S-si…- *¿Tan predecible soy? O es que… ¿Ya me conoce tan bien?*
    –Bueno, entonces me cambiaré rápido y vamos para allá ¿Te parece bien?- Así, el oji jade se fue del cuarto todavía pensando *¿Cuáles son mis sentimientos hacia Usagi-san? ¿Amor?* Después de tanto pensar, decidió que era mejor ignorar esos pensamientos de momento. Ahora la prioridad era su hermano.
    Ya en el hospital, Misaki y Akihiko se fueron directo a la habitación del peli azul acompañados por el doctor Kusama Nowaki, que estaba a cargo del cuidado de Takahiro. Al parecer estaba hablando por teléfono con su novia, ya que escucharon un “Te amo” salir de su boca, aunque casi inmediatamente escucharon un impacto contra la bocina del teléfono al otro lado de la línea *Que mujer tan extraña…* Pensaron ambos jóvenes al unisonó. Cuando llegaron al cuarto, Takahiro recibió al peli plata alegremente sin notar al castaño. Claro que esto le dolió un poco al menor, pero su consuelo era que, al menos, su hermano ya se encontraba mejor. O eso creía. Comenzaron a charlar normalmente, cuando tocaron el tema de la abogada.
    -Dime, Usagi ¿Es bonita?- Decía de forma alburera
    -Bueno, eso yo no lo sé. Pero a mi parecer no está mal- La risas comenzaron y el castaño se sentía algo excluido, pero el ver a su hermano riéndose tan animadamente lo alegraba.
    -¿Y como se llama la afamada abogada?- Dijo el peli azul recuperando la compostura.
    -Ahh… Se llama Ayuzawa Misaki- Esto cayó como balde de agua fría tanto como Misaki como para los dos jóvenes que estaban sentados sobre la cama del cuarto. El autor vio claramente como el semblante del peli azul se volvía pálido. Sus ojos se mostraban abiertos y con las líneas de expresión bastante marcadas. Su boca formaba una mueca que no podía ser llamada sonrisa. Una mueca que mostraba dolor y desesperación. Pequeños sollozos comenzaron a salir de su boca, que balbuceaba el nombre de Misaki como si lo estuviera llamando. El peli plata no tenía idea de qué hacer y solo se le ocurrió llamar a una enfermera. Salió corriendo de la habitación y no se percató de que el doctor ya volvía al cuarto junto con un joven de cabello y ojos color chocolate, el cual se sorprendió al ver a su amigo de la infancia correr de esa manera fuera de una de las habitaciones de ese hospital. Nowaki, al ver esto, corrió al cuarto donde estaba el peli azul, siendo alcanzado por su novio y el autor junto con una enfermera. El oji azul sostenía un cuchillo que le habían dado junto con su almuerzo, y lo puso encima de su muñeca.
    -Ahora… Ya no puedo vivir…- Su voz estaba entrecortada por los sollozos. –Misaki… Ya no me queda nada… El era mi todo… Sin él, yo… Ya no puedo vivir…- Su mano temblorosa amenazaba con dar el fatídico roce del filo del cuchillo. Ninguno en la habitación estaba seguro de la decisión que tomaría el oji azul. Misaki sentía la culpa sobre sus hombros, desgarrándole cada vez más el corazón y las neuronas. El doctor no pudo aguantar y se lanzó contra el paciente, pero al sentir que se acercaba, movió el cuchillo contra sus venas y dejó salir el líquido escarlata de su muñeca. Todos ahí quedaron boquiabiertos al ver la acción del joven. Misaki sintió su mundo hundirse en desolación y soltó todo el aire que guardaba para dar un grito que estuvo a punto de sacudir el lugar. Akihiko y Hiroki escucharon dicho estruendo y ambos voltearon su rostro hacia el lugar donde yacía la aparición, perturbada y desesperada. Misaki pedía a Dios porque todo fuera un sueño, o mejor aún, cerrar sus ojos y adentrarse a un eterno sueño del cual jamás pudiera despertar. El doctor tomó rápido al joven y lo volvió a poner en la cama para aplicarle las medidas de primeros auxilios, ayudado por la enfermera que había traído el peli plata. Hiroki solo seguía viendo hacia el rincón del cuarto, desde el cual había escuchado aquel grito momentos atrás. El castaño podría haber jurado que escuchó un grito proveniente del rincón, estaba segurísimo. La aparición se dio cuenta de que el castaño lo observaba, así que se confundió y se sorprendió al mismo tiempo. Estaba seguro de que los humanos no lo podían ver, entonces ¿Por qué él sí sabía dónde estaba? El peli plata notó el interés que tenía Hiroki en el rincón donde se encontraba Misaki, así que le preguntó.
    -¿Porqué tanto interés en la pared?-
    -Se que me dirás loco, pero te puedo asegurar que escuché un grito venir de ahí- El peli plata estuvo a punto de reírse, pero vio la expresión seria del castaño y la imagen perturbada del oji jade. El menor recordó que había cierto número de personas que podía hacer una especie de contacto con el más allá, así que hizo una pequeña prueba. Se acercó al profesor, sin que este lo notara, claro, y entró en su cuerpo. Hiroki sintió como algo o alguien se adentraba poco a poco en su cuerpo. No era una sensación dolorosa, era más bien raro. Misaki no podía creer que pudiera meterse tan fácilmente al cuerpo de ese hombre. Era algo extraño. Cuando ese procedimiento terminó, el cuerpo de Hiroki tenía el alma de Misaki dentro. El por fin tenía un cuerpo capaz de ser visto por alguien más. Ya era capaz de comunicarse y sentir, de expresarse. Podía ser visto y ver con sus ojos reales. Era algo que no sentía hace mucho. Recordó la situación en la que se encontraba y corrió casi automáticamente al lado de Takahiro. Su rostro estaba pálido y no tenía una expresión aparente. Unas lágrimas cristalinas comenzaron a rodar por sus mejillas, lo cual tomó por sorpresa al doctor y al escritor ¿Desde hace cuanto tiempo Hiroki no tenía esa expresión de dolor en su rostro? Definitivamente no era para nada común. El menor se dio cuenta de que lo miraban, así que se incomodó y dijo.
    -Akihiko ¿Puedo hablar contigo?- Ambos jóvenes se sorprendieron por el tono de su voz, era un tono apenado. Normalmente le habría dado la orden de que salieran a hablar. O aunque sea le habría preguntado con un tono más brusco.
    -C-claro…- El peli plata se encontraba muy confundido, tanto que no se dio cuenta de que el fantasma no estaba
    Cuando salieron de la habitación, ninguno sabía cómo reaccionar, mucho menos el peli plata. El silencio entre ambos era algo incomodo, pero el menor logró pronunciar una palabra.
    -Usagi-san…- Al escuchar esto, el escritor casi se cae del impacto. Y no solo él, el doctor, quien escuchaba todo detrás de la puerta, se sorprendió de tal manera que quitó su mano de donde se apoyaba para no caerse y casi se golpea el rostro con la pared. Lo que de verdad lo sorprendió fue su voz… ¡Fue tan endemoniadamente tierna! ¡Ni siquiera con él había sido así de lindo! ¡Por Dios, ni siquiera cuando tenían sexo! No soportó más y salió de su escondite para abrazar a SU Hiro-san y aventar con una mano al oji lila.
    -¡¡Hiro-san es mío!!- Diciendo esto, tomó su barbilla con su mano derecha y la dirigió su boca hacia la suya, iniciando un fogoso beso que sorprendió MUCHO a Misaki. Tal parece que el hombre que había poseído era pareja de su doctor. El menor empujó con todas su fuerzas al doctor, haciendo que este se sintiera extremadamente mal por su reacción. El menor notó esto y le ofreció su mano para poder levantarse. El doctor pensó que esa era su forma de disculparse, así que la tomó con gusto. Ya levantado, el menor decidió hablar.
    -Kusama-san- El peli azul se sorprendió muchísimo al escuchar ese nombre salir de la boca de su amante. –Usagi-san- El escritor tuvo exactamente la misma reacción que el peli azul. –Les tengo que decir algo que seguramente los sorprenderá mucho, pero deben de creer que todo lo que les voy a decir es verdad- Ambos jóvenes se sentían intimidados por la extraña actitud del castaño, pero estaban dispuestos a escuchar lo que tenía que decir. Sobre todo Nowaki. El joven, al ver que ambos hombres lo iban a escuchan, hablo.
    -Yo soy Misaki en el cuerpo de este hombre- Ambos hombres se confundieron MUCHO con el argumento del joven. Akihiko sabía que Misaki era un fantasma, así que era imposible que Misaki fuera él. ¡Y Nowaki no tenía ni una maldita idea de quién era Misaki! El menor vio que ambos estaban confundidos, así que trató de explicarles. –Verán, este hombre tiene la capacidad de albergar en su interior a 2 almas. Gracias a eso puedo entrar en su cuerpo y usarlo como si fuera mío- El mayor parecía convencido de la historia .Si había fantasmas ¿Por qué no se podría hacer eso? Ya podría creer hasta lo que no. Pero el médico era difícil de convencer, después de todo, hasta ahora había vivido una vida normal junto con su novio ¿Cómo podría creer todo eso tan de repente? Sonaba como de una película barata de Hollywood. El mayor miraba aun confundido a Hiroki, cuando se dio cuenta de algo.
    -Espera… Si tu eres Misaki, eso significa que… ¡¡TU BESASTE A MI MISAKI!!- El mayor se enojó bastante cuando se dio cuenta de que, hipotéticamente, habían besado a SU Misaki. El doctor se sorprendió ante el acto del mayor. No entendía quién demonios era Misaki y porque el hecho de haberlo besado significaba tanto para él. Ya se estaba hartando.
    -Espera, Usagi-san. Voy a salir de este cuerpo para que vean que este hombre sigue siendo él mismo- El menor comenzó a salir del cuerpo del castaño. Este iba recuperando su control de sí mismo. Cuando el oji jade salió completamente del castaño (eso sonó pervertido xD) este cayó al suelo. Nowaki se asustó y se arrodilló frente a él para darle suaves golpecitos en las mejillas. Cuando por fin reaccionó, lo primero que dijo fue.
    -Nowaki… ¿Quién es Misaki?...- Esto sorprendió al médico. De nuevo ¡¿Quién demonios es Misaki?!
    -Hiro-san ¿Quién es Misaki?-
    -Eso es lo que te estoy preguntando ¡Idiota!- El castaño se estaba comenzando a fastidiar, cuando escuchó una voz muy familiar.
    -Hiroki ¿De verdad Misaki se metió en tu cuerpo?- El profesor volteó a verlo, sorprendido; Pero supo a lo que se refería el mayor, así que respondió firmemente.
    -Así es. Dime ¿Quién es Misaki?- El médico se sentía muy fuera de lugar en esa conversación, pero quería escuchar todo acerca de ese “incidente”.
    -Te responderé con otra pregunta ¿Supiste de un caso de asesinato sobre un chico que murió a manos de su novio?- Eso desconcertó a la pareja. Pero el profesor no se quedaría sin saber.
    -Si ¿Pero qué tiene que ver eso con esto?-
    -Bueno, el nombre del chico era Takahashi Misaki. El que se metió en tu cuerpo fue su alma- Eso ya fue demasiado para el doctor.
    -Un momento ¿Cómo puede ser posible que los fantasmas existan? Eso suena muy estúpido desde el punto de vista por el que lo veas-
    -En eso tienes razón, pero ¿Por qué no podrían existir? ¿Cuáles son las evidencias de que estoy mintiendo?-
    -¿Y cómo se que si estás diciendo la verdad?-El mayor supo que tenía razón, por lo que no le quedó de otra.
    -Por que Hiroki está de testigo- El profesor se confundió con el argumento del escritor.
    -¿A qué te refieres, Akihiko?-
    -Misaki entró en ti, ¿no?- El mayor dudó un poco, pero al final decidió que decir la verdad sería lo mejor.
    -Así es- El médico se sorprendió mucho. Sabía que Hiroki decía las cosas tal y como eran. Que era directo y que él no acostumbraba a hacer bromas tan pesadas, ni siquiera de las más simples; Así que terminó por confundirse más de lo que ya estaba.
    -Bueno, no quiero creer que Hiro-san está mintiendo, así que no tengo otra opción más que creer en ustedes dos-
    -¡N-nadie te está pidiendo que me creas! ¡Idiota!- Dijo con tono avergonzado y algo molesto.
    -Jeje, pero tengo que creerte. Después de todo yo te amo, Hiro-san- Dijo eso con una total tranquilidad. Lo que hizo que el escritor y el fantasma se sorprendieran *¿Tan fácil es decir “Te amo”?...* pensaron al unisonó. El médico vio a la enfermera salir de la habitación, así que fue con ella para discutir el estado del paciente. Tanto él como el profesor y el escritor estaban confundidos. Aún quedaba mucho que explicar sobre ese tema, pero por ahora lo dejarían pasar.


    Capítulo 6
    Confusión


    -Les tengo buenas noticias- Dijo un sonriente Nowaki después de cuatro horas de lo sucedido con el peli azulado. –Takahashi-san se encuentra bien. Por ahora no hay ningún riesgo respecto a su salud.- Tanto el escritor como la aparición soltaron un suspiro de alivio. Hiroki también suspiró, pero no precisamente de alivio. Seguía aún confundido por la serie de eventos que habían pasado ese día. Lo del sujeto que se cortó las venas no era algo que hiciera mucho impacto en él; pero el hecho de que lo había “poseído” un “fantasma” si era bastante extraño. Era IMPOSIBLE que existieran, pero el mismo era un testigo. Además, según lo que dijo el espectro dentro de su cuerpo, el podía tener dos almas en su interior. Eso también era ridículo.
    Por su parte, el espectro miraba preocupado al oji marrón. No sabía si había sido buena idea el haberlo poseído. Recordaba que le habían dicho que algunas personas eran capaces de hacer ese “tipo” de cosas, pero que también podía haber consecuencias; aunque, claro, tenía tanto miedo que no puso atención a lo que le decían. La aparición suspiró, resignada; lo cual fue notado por el peli plata.
    -¿Qué te pasa, Misaki?- Le susurró al espectro.
    -Usagi-san, ¿crees que fue buena idea haber poseído a ese hombre?- El mayor no sabía que responderle. No tenía idea de cómo era posible, y el también estaba algo preocupado.
    -La verdad no lo sé… Haa…- Suspiró el peli plata. Todo había sido muy de repente. Y, aunque no se arrepentía de haber encontrado al menor, no estaba acostumbrado ni tampoco le gustaba estar tan estresado todo el tiempo. Su mejor amigo estaba hospitalizado, y ahora estaba involucrado con fantasmas y posesiones. No le gustaba; pero sabía que todo eso llevaría a algo que lo haría totalmente feliz… O al menos eso quería creer.
    -Por cierto ¿Cuál es el nombre del tipo que poseí?- Preguntó el espectro.
    -Su nombre es Kamijou Hiroki, de hecho es mi amigo de la infancia ¿por qué lo preguntas?-
    -Bueno, pensé que era normal el querer saber el nombre de la persona en la que estuve- Rió el menor. El ambiente se había vuelto un poco más tranquilo; pero la tensión seguía en el aire.
    El doctor, que estaba con el castaño, también estaba preocupado por lo que había ocurrido recientemente. Después de todo, era su Hiro-san. Sabía que él era una persona directa, y que tampoco pudo haber dicho y hecho todo eso por una simple broma. Sin embargo, era muy difícil de creer esas cosas de posesiones y fantasmas. Pero aún así, el le iba a creer a su Hiro-san. Por su amor, le iba a creer.
    -Bueno, creo que el paciente necesita reposo, así que sería mejor que fueran a descansar a su casa- Dijo sonriente el médico. El peli plata dudó un poco, ya que sabía que Misaki estaba bastante preocupado por su hermano. Pero consideró que él también estaría cansado, así que optó por obedecer al oji tormenta.
    -Está bien, Kusama-san. Le encargo a Takahiro, ¿sí?- El médico asintió con la cabeza, así que el oji lila se despidió y se dirigió a la salida del hospital para así irse a su hogar.
    Cuando por fin llegaron, ya eran las 7:00 PM. El mayor se quitó el saco y se dejó caer cansado al sillón. El oji jade solo se “sentó” a su lado.
    -Misaki… ¿Me puedes explicar que fue lo que hiciste?...- El menor se encogió un poco de los hombros y dijo.
    -Yo tampoco estoy seguro… Lo único que sé es que poseí a Kamijou-san…- Ambos suspiraron nuevamente. El peli plata sabía que era muy poco probable que Misaki supiera algo tan trivial, así que solo se dispuso a esperar que el joven volviera a su forma humana. Pasaron unos 30 minutos, cuando empezó a obscurecer. Llegó la noche, y Misaki se empezó a transformar en humano otra vez. De hecho, era bastante peculiar el ver a un humano formándose a partir de una sombra. Ciertamente, era algo mágico. Sobre todo si se trataba de un joven tan hermoso como él.
    Cuando este procedimiento terminó, el joven subió las escaleras para buscar algo de ropa. Fue a la habitación del peli plata y de uno de sus cajones, sacó una playera y un bóxer. Ambos le quedaban enormes. Bajó nuevamente, para sentarse junto al mayor y ver un rato la televisión. El peli plata pensó un momento en abalanzarse sobre el oji jade, para aprovechar su estado físico y devorarlo toda la noche, pero sabía que, al igual que él mismo, el menor estaba muy cansado y estresado como para sus insinuaciones.
    Resignado, se quitó su saco y su corbata, para dejarse caer sobre las piernas de Misaki y cerrar un poco los ojos. El menor se sorprendió y se enrojeció por el acto del oji amatista, pero comprendió que, al igual que él, el oji lila estaba bastante cansado; por lo que acarició tímidamente el cabello del escritor. El cual, también sorprendido por el acto de Misaki, abrió los ojos para encontrarse con la cálida y hermosa sonrisa del castaño. Su mirada era amable y tímida, aunque reflejaba la tristeza y preocupación por la situación de su hermano. Supo que Misaki pasaba por un momento muy difícil, y realmente temía que no lo pudiera soportar. Comprendió que ese joven, que se hacía el fuerte, en realidad era muy frágil, y que podría derrumbarse en cualquier momento.
    Misaki, por su parte, sabía que Usagi no estaba acostumbrado a todo ese estrés, y que, por supuesto, mucho menos a lidiar con temas de fantasmas y cosas sobrenaturales. Sabía (o pensaba) que se podía hartar en cualquier momento…

    Que podía ser una molestia…

    El hacía todo lo posible por no molestarlo, y sinceramente pensaba que no era suficiente con eso. Aunque no entendía el porqué se molestaba en preocuparse por ser una molestia para ese tipo, simplemente no quería. Sea cual sea la razón, le dolía pensar que esa persona se pueda hartar de él. Que lo abandonara. Le dolía como diez mil dagas enterradas en su pecho. Por muy tonto que pareciera, el dolor era similar a eso.
    El ambiente se había vuelto melancólico, lo que hacía que sus miradas se entrelazaran, como recitándose dulces palabras de amor en un profundo silencio. Sus rostros mostraban tristeza, pero también cariño y una clara dependencia hacia el otro; como si de alguna manera perdieran a esa persona. Todo iba bien, hasta que un ruido irrumpió en esa romántica escena. Era el rugido del estomago del mayor, el cual tenía hambre desde que habían regresado del hospital. El menor se dio cuenta de esto, sí que esbozó una amable sonrisa y dijo:
    -Usagi-san, ¿quieres que te prepare algo de cenar?- El mayor no estaba seguro en que ese despistado joven supiera cocinar algo, pero como era la comida de Misaki y además tenía mucha hambre, asintió afirmativamente con la cabeza.
    -Pero trata de no incendiar nada, y no le pongas pimientos, ¿sí?- Dijo burlonamente. El menor se enfadó un poco por el comentario, y un ligero color escarlata apareció en sus mejillas, pero aún así, levantó delicadamente la cabeza del escritor de su regazo, para no lastimarlo, y se fue a la cocina a preparar la cena para ambos. Buscó en la alacena el aceite y un sartén, pero en un gabinete de esta, encontró un delantal. Primero se confundió un poco, al ver que el delantal era color rosa pastel, pero pensó que tal vez era para alguna empleada de Usagi o algo, así que no le tomó mucha importancia. Fue hacia el refrigerador, para sacar algunos vegetales; los cuales rebanó en trocitos. Encendió la estufa, y puso una olla con agua en el fuego para ponerla a hervir. Cuando ya estaba lo suficientemente caliente, puso los vegetales a cocerse, mientras limpiaba un salmón, y le sacaba los órganos; para luego cortarlo en rebanadas. Puso aceite en un sartén, y lo colocó en la estufa. Mientras el menor preparaba la comida, comenzó a pensar en muchas cosas. Entre ellas, pensó en su hermano, en sus sentimientos, en la posesión, y en todo lo que había pasado ese día. En verdad le dolía demasiado el que su hermano estuviera hospitalizado; pero aún así, se sentía un poco feliz de poder estar con el mayor. No sabía por qué ese hombre era tan especial, o por qué cuando estaba con él se sentía tan lleno; aunque comenzaba a sospechar que era porque…
    -W-waaa!!!- El sonido del aceite hirviendo lo sacó de sus pensamientos; así que apresuró a poner con cuidado el salmón en el sartén, para saltearlo. Todo esto estuvo seguido de más procedimientos. Todos algo complicados.
    Cuando la cena ya estaba lista, colocó todo en su lugar y alistó la mesa para que ambos jóvenes comieran. El peli plata estaba sentado en uno de sus sillones color salmón, leyendo tranquilamente un libro con un cigarrillo en su boca, cuando le llegó el delicioso olor de la cena que había preparado el oji jade. Volteó hacia la mesa, solo para poder observar el maravilloso festín que le había preparado el menor.
    -Ya está lista la cena- Dijo con su natural sonrisa. El oji lila en verdad estaba sorprendido, ya que, como habíamos mencionado antes, no pensó que ese joven, tan torpe y despistado, fuera capaz de preparar esa deliciosa comida.
    Ambos jóvenes se sentaron en sus respectivos lugares. Dijeron el típico “itadakimasu”, y comenzaron a comer. La comida estaba realmente buena. A Usagi, quien estaba acostumbrado a la comida de restaurantes caros, prácticamente le encantó la comida que preparó Misaki. Era un sabor exquisito, mejor que el de cualquier restaurante de la más alta calidad.
    O tal vez…
    Tal vez solo era… Por que Misaki lo había hecho.
    Si… El oji lila quería con locura a ese castaño… No sabía por qué, ni cómo llegó a quererlo de esa manera; que lo enloquecía, y con una simple sonrisa, hacía que sintiera que estaba en el cielo. Lo amaba, y quería que ese sentimiento lo quemara, y que jamás perdiera la dicha de estar junto a él. Y aunque sus sentimientos aún no eran correspondidos, el estaba dispuesto a esperarlo. Esperaría toda su vida si era necesario. Todo, por su amado niño.
    El oji jade, por su parte, se había esforzado más de lo normal en esa cena. Era primera cena que le servía a Usagi. No tenía idea del porqué, pero se sentía realmente bien el estar con él. En verdad no sabía que era ese sentimiento. ¿Amor? ¿Cariño? Si era así, ¿Qué tipo de cariño? ¿De amigos?, o quizás… ¿De amantes?... No lo sabía… Era algo muy raro… Algo que no había logrado experimentar ni con Kyō… Algo profundo, y cálido… Como si estando con él, su felicidad estuviera asegurada…
    El menor suspiró profundamente. El escritor asumió que se debía a lo cansado que estaba, así que no le prestó mucha atención.
    -¿Tienes sueño, Misaki?-
    -Si... Terminando de comer, me iré a dormir…- Dijo tallándose los ojos. El mayor se aseguró de terminar al mismo tiempo que Misaki, para poder dormir junto a él. Terminaron de cenar, y ambos se dirigieron a la habitación del peli plata. Misaki sospechó que, tal vez, el escritor estaba tratando de esperar a que se despistara para hacer su “jugada”, pero comprendió que él también estaba cansado, así que se confió y se acostó junto a él. El oji jade se durmió antes que el mayor, el cual se quedó observando su hermosa cara durmiente, hasta que el sueño lo venció a él también, y se quedó dormido.
    Cuando Misaki despertó, el peli plata ya estaba levantado (cosa que era MUY extraña en él). Lo miraba amablemente, mientras acariciaba su cabello desordenado.
    -Misaki, ¿crees que puedes volver a preparar algo de comida para el desayuno?- El menor se sonrojó un poco, ya que los fuertes brazos del oji lila le rodeaban firmemente la cintura, y sus rostros estaban demasiado cerca.
    -Eh… Sí claro…- Dijo tímidamente. Se levantó de la cama, para irse a lavar la cara, y dirigirse a la cocina y preparar el desayuno para ambos. Eran las 5:00 AM, así que tenía todavía tiempo de comer aunque sea un poco.
    Terminó de cocinar, así que alistó todo y comenzaron a comer. El sol comenzaba a salir, así que no quedaba mucho tiempo para que el menor siguiera siendo humano. Tiempo que el peli plata aprovechó para abrazar a Misaki con sus torneados brazos, y besarlo apasionadamente en sus bellos labios rosas. Rozando sus labios con los suyos, creando una hermosa sensación; y haciendo que un notable sonrojo apareciera en las mejillas del menor. Su lengua rozó los dientes del oji jade, así que este entreabrió su boca, aceptando la intromisión del peli plata. El cual comenzó a explorar la deliciosa cavidad del joven, y a saborear todos y cada uno de los rincones de esta.
    La falta de oxigeno se hizo presente, por lo que tuvieron que separar sus bocas; con un hilillo de saliva que los unía aún. El sol terminó de salir completamente, así que Misaki se volvió a transformar otra vez en la sombra a la que ya se estaba acostumbrando a ser. El peli plata, obviamente, se había quedado con ganas de más. Pero, dado al estado del menor, era imposible. Un suspiro salió de la boca del mayor; lo que hizo que el oji jade se preocupara un poco.
    -Usagi-san, ¿estás, bien?-
    -Si, no te preocupes…- Dijo el mayor; todavía emberrinchado. –Por cierto, ¿quieres ir a ver hoy a Takahiro?- El menor recordó lo que había pensado el día anterior, así que respondió firmemente.
    -Sí. Usagi-san, ¿puedes pedirle a Kamijou-san que vaya al hospital? De todos modos hoy es Sábado- La voz de Misaki sonaba firme, pero aún así estaba algo nervioso, ya que se notaba al peli plata muy confundido por la petición del menor. Sin embargo, como este vio lo serio que se encontraba, decidió obedecerlo y llamar al profesor.
    El mayor tomó el teléfono de la casa y marcó el número de Hiroki. Pasaron los minutos, así que Misaki se empezaba a impacientar. Pero cuando por fin contestaron, escuchó perfectamente como golpeaban la bocina del teléfono al otro lado de la línea, y vio como el peli plata separaba repentinamente su oreja del teléfono.
    -¡¡¿¿QUE DEMONIOS QUIERES TAN TEMPRANO EN SÁBADO, IMBÉCIL??!! D8<- Gritó completamente enojado el profesor. El peli plata solo rió entre dientes. Empezaron a charlar, y por supuesto, el mayor comenzó a fastidiar a Hiroki. Misaki comenzaba a sentir una leve punzada en su pecho, y aunque sabía que la prioridad ahora era su hermano, no pudo evitar sentir celos del castaño. Estaba absorto en sus pensamientos, así que no escuchó muy bien la conversación. El mayor colgó nuevamente el teléfono, y le dijo con una sonrisa al oji jade.
    -Me dijo que sí, pero que a cambio quiere que le preste un libro. Pero dime, ¿para qué quieres que Hiroki vaya?- El menor se encogió de hombros, y, con una expresión algo melancólica en su rostro, le dijo:
    -Solo… Quiero intentar algo…- Akihiko supo que el oji esmeralda estaba sufriendo bastante, ya que su única familia estaba en el hospital. Y, había que admitirlo, su estado era muy lamentable. El ambiente nuevamente se había vuelto tenso, así que al peli plata solo se le ocurrió algo para tratar de ablandar un poco las cosas.
    -Bueno, me voy a cambiar y nos vamos, ¿vale?- El menor asintió con la cabeza, así que el peli plata se fue a su habitación y se alistó para ir junto con el oji jade al hospital.
    Cuando por fin llegaron ahí, vieron al profesor sentado en una de las bancas del hospital.
    -¡Hiroki!- Lo llamó el escritor.
    -Akihiko… ¿Para qué me llamaste tan temprano en sábado?- Su tono de voz, como de costumbre, se oía malhumorado e irritado.
    -Es una larga historia, pero bueno, necesito que me acompañes- El castaño no comprendía el porqué el repentino comportamiento del oji amatista; pero, aunque hiciera hasta lo imposible por disimularlo y negarlo, se sentía algo feliz de poder ver a Nowaki en su trabajo.
    El peli plata buscó una enfermera y ambos jóvenes, junto con la sombra, fueron directamente al cuarto del oji azulado.
    Cuando llegaron ahí, la misma enfermera se dirigió hacia el peli plata, con una expresión algo preocupada.
    -Usami-san, Kamijou-san. Tengan en cuenta que Takahashi-san se encuentra algo mal; así que prepárense, ya que lo que van a ver puede que los impacte un poco. - Esto sorprendió un poco a ambos jóvenes, incluyendo a Misaki, pero ninguno dijo nada, y entraron a la habitación de Takahiro.
    Dentro ya de esta, Akihiko sintió claramente como le fallaban por un momento las rodillas; mientras que Hiroki se quedó boquiabierto por la imagen ante sus ojos. Ciertamente, el estado del peli azul los impactó bastante, el cual volteó a mirarlos. En verdad se veía bastante mal:
    Estaba atado a la cama; al parecer de brazos y piernas. Tenía un tubo saliendo de su antebrazo, con sangre corriendo en él; y se notaba bastante la cicatriz que se había hecho en la muñeca. Estaba pálido, y tanto sus ojos como su nariz estaban hinchados y rojos. Las marcas y moretones que se hizo al dar pelea estaban alrededor de sus brazos, y se podía observar el rastro de unas lágrimas secas en sus mejillas. El espectro sintió casi inmediatamente una punzada en su pecho, y parecía que se iba a desmayar del impacto. Le dolía demasiado el ver a su única familia en ese estado tan deprimente y patético. Sí; aunque sonara muy cruel, era bastante patético.
    -Usagi…- Habló por fin el oji azulado. –Pensé que ya no vendrías más…- Su voz sonaba muy deprimente. Era obvio que, al haber perdido tanta sangre, su salud pendía de un hilo.
    -Takahiro, recuerda que tú eres muy importante para mí. Tanto como si fueras mi propio hermano.- Al decir estas palabras, unas lágrimas cristalinas comenzaron a rodar por las mejillas del oji azulado; el cual fue rodeado por los fuertes brazos del oji amatista. Casi inmediatamente correspondió ese abrazo y comenzó a llorar amargamente, con el rostro hundido en el hombro del peli plata. Sus sollozos lentamente se hacían susurros, dedicados al alma del oji jade. Susurros que recitaban palabras de afecto y desesperación. “Misaki… Misaki… Te amo… No lo olvides… Quiero ir contigo… Déjame ir contigo… Quiero verte… Y abrazarte… Te extraño…” Su voz estaba entrecortada, y se percibía muy fácilmente la angustia en ella. El menor cada vez se retorcía más del dolor de ver a su amado hermano en esa patética y lastimera situación.
    Hiroki, por su parte, no entendía que era lo que estaba pasando, y se le hacía muy extraño estar ahí, cuando realmente no tenía nada que ver con el enfermo. Se sentía muy incomodo, aunque no podía evitar sentir lástima por aquel joven de cabello azulado, que prácticamente suplicaba a un muerto el que lo dejara ir con él. Realmente era doloroso hasta para él verlo en ese estado tan lamentable. Estaba distraído viendo la escena con su amigo y el paciente, que no notó como una presencia se posaba a un lado de él, hasta que sintió nuevamente esa curiosa y peculiar sensación de que su cuerpo fuera penetrado por aquel espíritu, y que albergara ahora dos almas en él; pero con una, que no era la suya, al mando. Llegó un momento en el que perdió todo el control de sí mismo, y el alma de Misaki conquistó totalmente el cuerpo del profesor. Misaki, ahora en el cuerpo de Hiroki, prácticamente se lanzó hacia el peli azul; quien no pudo decir nada por la sorpresa. El castaño comenzó a llorar, todavía abrazado a él, mientras que ambos mayores se confundían cada vez más y más.
    -Disculpa… ¿Pero quién eres tú?...- El menor sabía que eso había sido muy repentino, así que se limpió las lágrimas sobre su rostro, y dijo, todavía algo preocupado.
    -Yo… Soy tu hermano menor, Misaki…-
     
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  2. bettychan
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    kyaaaaaaaaaaaaaaa lo dejastes por donde ibas kyaaaaaaaaaa

    me encanta tu fic aunque yo he escrito muchas

    no las pondre porque ya son historias viejas se

    y si que inventare otras

    quiero conty ok
    :=NEKKIN:
    Attached Image
    1283301573195426

     
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  3. okumura_misakii
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    sniff :=SHOROO: esta historia me a conmovido espero la conti :) byebye! :=deeaaah:
     
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  4. bettychan
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    QUIERO LA CONTY
    YAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!

    MATA NE :=angrys:
     
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  5. 9Dokuro-Chan8
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    Capitulo 7
    Pruebas


    -Yo... Soy tu hermano... Misaki...- Al oír esto, Takahiro no pudo hacer más que quedarse atónito de la impresión; mientras que el peli plata se quedó helado ante la repentina declaración del profesor. El peli azul lo pensó un poco, y llegó a la conclusión de que querían "probar" que tan desequilibrado estaba; hecho que lo molestaba bastante. ¿Acaso lo consideraban tan loco, como para decirle que ese era su difunto hermano? No podía ser cierto. ¡Por Dios, era una locura el solo pensarlo!. Su expresión triste se tornó molesta, y miró directamente al castaño, con mirada cortante.

    -No creas que soy tan imbécil como para creerme esa estupidez. Y tu también, Usagi. ¿Como puedes hacerme esto? Misaki está mu...- Se detuvo en seco. Le dolía mucho el siquiera pronunciar esa palabra refiriéndose a su hermano menor; cosa que notó el profesor.

    -Takahiro, se que piensas que Misaki está muerto; y de hecho lo esta. Pero puedes estar seguro de que lo que esta diciendo es verdad- Dijo el escritor, tratando de calmar al oji azulado.

    -¡Así es, Nii-chan! Tu sabes que yo jamás he podido ocultarte algo, aunque lo haya intentado- El peli azul lo miró sorprendido; ya que eso era completamente cierto; aunque no era suficiente evidencia como para probar que lo que decían era verdad; y no estaba dispuesto siquiera a considerar esa opción. -Nii-chan..- Lo llamó el castaño al ver que este se mantenía callado.

    -Te agradecería que dejaras de tratar de parecerte a él. Es una falta de respeto hacia su memoria- Se notaba molesto. El oji marrón comprendió que Takahiro lo quería mucho, y que aún cuando estaba muerto, cuidaba que no ensuciaran su nombre; así que esbozó una pequeña sonrisa y miró tiernamente al oji azul.

    -Gracias...- Susurró levemente para el peli azul. Este se sorprendió nuevamente, ya que esa expresión era una de las muchas características que hacían a Misaki inconfundible. Aunque, como en un principio, el no estaba dispuesto a creer nada de lo que le decían. -Entiendo que te sientas así- Dijo refiriéndose al oji azulado. -Pero entiende que ahora es necesario. No quiero que te molestes conmigo, pero al menos déjame comportarme como en verdad soy...- Takahiro lo miró, y sintió como si estuviera viendo el reflejo de su propio hermano; cosa que lo hablando un poco.

    -Esta bien... Pero no te pases de listo...- Dijo como un murmuro. El menor volvió a formar una pequeña sonrisa. El oji amatista se sentía un poco fuera de lugar ahí, pero decidió no decir nada y dejar que Misaki siguiera con su "plan". -Debo de reconocer que eres un muy buen actor- Se dirigió al castaño. -, pero ¿por qué lo haces? ¿Acaso el experimentar con mis reacciones es tan especial? Por favor, ya deja de tratarme como un loco y compórtate como tú mismo- El castaño soltó un suspiro y se sentó en un pequeño sillón al lado de la cama del peli azulado.

    -Yo no estoy actuando...- Dijo tristemente. -¿Qué tengo que hacer para que me creas?- Voleó a mirar al paciente con sus típicos ojos de cachorrito bajo la lluvia. Takahiro se sintió un poco triste, ya que ese hombre se comportaba exactamente igual que su difunto hermano menor; pero no dijo nada y esquivó la mirada. Misaki supo que tenía que hacer mucho mas que eso para ganar la confianza de su hermano, así que le dijo:

    -Si yo te dijera cosas sobre mí y sobre ti, que nadie más sabe, ¿me creerías?- Le dijo al peli azul, con mirada seria. El peli azul sabía que, cuando se necesitaba, Misaki podía ser muy serio en lo que hacía. Cada vez se parecía más y más a su hermanito.

    -Podrías intentarlo- "No podrá. Mis secretos más obscuros solo se los he contado a Misaki. Ni siquiera a Usagi" Una sonrisa confiada apareció en el rostro del peli azul. El menor se acercó lentamente a la oreja del paciente, y comenzó a murmurar levemente los más profundos secretos de ambos, los más personales, y hasta las marcas y lunares en los lugares exactos de sus cuerpos. El escritor los observaba en silencio, cuando se dio cuenta de la expresión anonadada del oji azul. En efecto; todo lo que decía el menor era completamente cierto.

    Cuando terminó de recitar todas esas palabras, se separó de la oreja de Takahiro. Se volvió a sentar en el sillón que estaba al lado de la cama, y dijo dulcemente.

    -¿Ya me crees?- Takahiro no podía creerlo. Ese hombre había demostrado perfectamente el ser Misaki. Sin embargo, todavía había un problema. Era IMPOSIBLE que eso fuera cierto. El silencio se apoderó de la habitación; y se le habían acabado las ideas a Misaki. Se comenzaba a desesperar, ya que era muy frustrante que tuviera que insistir tanto en algo, y que al final no diera resultado; aunque no estaba dispuesto a ceder hasta que su hermano le creyera.

    -Que dura es la realidad...- Suspiró el mayor; ya que pensaba que por la culpa de lo que llamaban "realidad", Takahiro no se daba cuenta de lo que era verdaderamente real. Misaki, al escuchar las palabras del escritor, recordó algo completamente importante y que absolutamente nadie, además de él y Takahiro, había sabido en toda su vida.

    -Nii-chan...- Lo llamó el castaño. -¿Recuerdas una vieja conversación que tuvimos acerca de una especie de `realidad ficticia´?- El oji lila se confundió un poco por la pregunta del oji café, mientras que el oji azul se quedaba completamente estático por la repentina pregunta. No había ninguna manera de que ese hombre pudiera saber eso. ¡Era ridículamente imposible! -¿Lo sabes?- La voz del castaño lo sacó de sus pensamientos.

    -¿Cómo es que tú lo sabes?- Le preguntó, algo desconfiado.

    -Es porque soy Misaki- Dijo con una sonrisa. Una vez más, le pareció ver el espejo de su hermanito, pero no caería en la trampa de los médicos para sus muchos experimentos. El menor se dio cuenta de la desconfianza de su testarudo hermano, así que siguió hablando. -Bueno, para que me creas, te explicaré nuevamente, y sin tu ayuda, como fue la explicación de aquel "problema", al que llamamos `realidad ficticia´- El oji azul asintió con la cabeza. Estaba dispuesto a escucharlo, solo para restregarles en la cara que había descubierto su engaño.

    -Bien, pero yo se exactamente como era eso, así que ten cuidado de equivocarte con algún detalle- Habló confiado el oji azul.

    -Misaki, ¿a que te refieres con `realidad ficticia´?- Se atrevió a hablar el novelista; que, por el simple hecho de sentirse muy incómodo y fuera de lugar, no había dicho ni una sola palabra.

    -No te preocupes, Usagi-san. Yo se de lo que hablo; ya que a mí me se ocurrió- Takahiro se sorprendía cada vez más por la cantidad de información que tenían sobre su hermano menor.

    -Entonces- Dijo el paciente. -¿como es la `realidad ficticia´?- El oji marrón supo que la manera en que describiera ese acertijo era crucial para que Takahiro le creyera, así que tomó una gran bocanada de aire, para luego liberarlo de de sus pulmones y comenzar la explicación.

    -Bueno. Para empezar, el meollo del asunto o la cuestión en sí, es: "Todo en el mundo es mentira; pero el hecho de que todo es una mentira es una verdad. ¿Como es eso posible?", ¿no es así?- Hizo una breve pausa, mientras suspiraba levemente. El oji amatista estaba claramente confundido por la "cuestión" del acertijo; así que comenzó a pensar alguna posible solución al problema. El enfermo se mantenía con una expresión seria ante las palabras del profesor.

    -Una posible explicación, sería- Interrumpió el castaño los pensamientos del novelista. -: "Como todo es mentira; esa realidad también lo es. Pero eso quiere decir que no todo es mentira, ya que la `realidad´(la que dice que todo es mentira) es falsa"- Los ojos amatistas del escritor se abrieron como platos, mientras que el paciente lo miraba desafiante; ya que no podía creer que ese sujeto fuera capaz de explicar algo que Misaki y Takahiro habían guardado como uno de sus más personales secretos.

    -¿Eso es todo?...- Preguntó el peli azul al menor; el cual volvió a inhalar y a exhalar, para terminar con la discusión.

    -No, no es todo. Por lo tanto- continuó el castaño. -, la verdad es: "Todo fue una mentira. Tanto la cuestión como la explicación; y hasta esta misma verdad"- Ambos mayores estaba anonadados por la explicación que había dado Misaki. Takahiro estaba claramente confundido por todo eso de que Misaki estaba vivo o no, o si lo estaban estudiando para alguna investigación o algo así. Ya tenía suficiente con las terapias con el psicólogo y tener que estar atado a la cama. -Nii-can...- Dijo Misaki. -¿Ahora si me crees?- El oji azul volteó su rostro hacia donde estaba el castaño, y dijo cortantemente.

    -¿Eres imbécil?...- Esto sin duda lastimó un poco al oji marrón. -Eso es imposible...- Unas pequeñas lagrimas se asomaron por sus ojos azules. Misaki trató e acercarse para abrazarlo, pero este se lo impidió. -¡NO ME TOQUES!- Gritó.

    -Nii-chan...- Pronunció tristemente. El oji amatista lo miró con un poco de tristeza, ya que era obvio que el sufrimiento de ambos de desbordaba de sus almas.

    -Eso es imposible...- La lagrimas comenzaron a rodar lentamente por los costados de su rostro. -Por mas que me muera... Aunque mate al responsable de su muerte... Aunque lo deseara con todas mis fuerzas, y con todo mi corazón, y con toda mi mente, y con toda mi alma... Misaki no volverá...- Esa situación era dolorosa para todos en la habitación. Especialmente para los dos hermanos. El llanto comenzó del peli azul comenzó a intensificarse, haciendo que el castaño también comenzara a derramar algunas lagrimas. El oji café se acercó al paciente, sin importarle que este le gritara que no lo hiciera, y lo rodeó con sus delicados brazos.

    -¡¿Crees que esas lagrimas son falsas?! ¡¿De verdad no puedes sentir todo mi sufrimiento?! ¡Eres mi hermano! ¡Por lo menos deberías saber eso!- La voz de Misaki sonaba muy dolida y desesperada; lo cual fue notado por el oji azul. Era la misma voz que había utilizado cuando sus padres habían muerto...


    ___________________________________________________________





    Perdonen si lo dejé hasta ahí. Ya luego le sigo (TRATARÉ que pueda ser hoy) Ya que mi abuela llego... -_-U

    Y una cosa más: PERDOOOOOOOON!!!!!!!!!!

    Me tardé demasiado, y se que es digno de que me decapiten; pero es que estuve todos los días con mi Onee-sama y ahoraestoy medio triste porque ya se fue...u_u

    Pero bueno, ahora me concentraré al 50% al mis fics!! n_n

    Espero que les haya gustado la conty, ne? Espero sus comentarios!! Y ya les dije: Luego le sigo! ^^

    Yane! (^o^)/
     
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  6. okumura_misakii
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    siiii por fin la conti y ¡Como que el 50%!!!! nooo mejor un 90% >.< o bueno un 75% xD
    bueno espero la conti pronto byebye!
     
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  7. 9Dokuro-Chan8
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    GYAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!! ESTA PORQUERÍA SE CERRÓ JUSTO CUANDO ESTABA A PUNTO DE TERMINAR EL OTRO CAPITULO!!!!!!! PUT* MADR*!!!!!!!!!!!! GYAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!! ALGÚN DÍA TERMINARÉ POR APORREAR A LA MALDITA COMPUTADORA HASTA QUE SE CONVIERTA EN PURA BASURA!!!!! AH, NO!!! LA PINCH* COMPUTADORA YA ES UNA BASURA!!!!! FOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOC!!!!!!!!!!!!!!

    ...

    Pero bueno... Primero que nada: Mañana (más bien hoy xD) Pongo la conty, vale? Ahhhh.... Ya estaba por el final, cuando la maldita porquería de los años del caldo se apaga...

    Mierda....

    See... Soy una inche vulgar... Lo lamento.... u_u

    Pero comprendan! Como se pondrían ustedes si les borran todo un capitulo JUSTO EN EL MOMENTO EN EL QUE LO IBAN A SUBIR?? No se ustedes, pero a mi me dan ganas de matar a alguien...

    El caso es: Lamento ser vulgar y espero que esperen (¿?) la conty, vale? Onegai~!

    Yane! (^o^)/
     
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    Y ahora intenta decir que me amas sin miedo a que parezca mentira otra vez ... https://web.facebook.com/Btalkrajo

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    TU NO MAS RESPIRA...
    CUAENTA HASTA 15... Y CALMATE...
    NO, YA EN SERIO ES DE LO PEOR, Y BUENO YA QUE LO SUBAS MAS TARDE YO SERE FELIZ....
    SOY DE LO PEOR... PERO SOLO PUEDO LEER EN MI CASA SI QUIERO ENCHUFARME PARA COMENTAR SE ME TRUENA LA MAQUINA, AHORA SI PUDE...
    GRACIAS POR EL FIC, TU TRANQUILA SOLO DANOS LA CONTINUACION... VALE...
    Y TE QUEDO GENIAL PERDONAME POR NO HABERLO PODIDO ESCRIBIR ANTES...

     
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  9. Usagi_Gumi_Loveless
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    Esta muyyy~ interesantee!!!
    Y demasiado bueno!!!

    hací que RÁPIDO CON LA CONTINUACIÓN !!!! :=uuum: :=uuum: :=uuum:
     
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  10. 9Dokuro-Chan8
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    Capitulo 8
    Lágrimas de deseo



    Misaki lloraba silenciosamente envuelto en las sabanas de sus cama, mientras abrazaba fuertemente la almohada y en ella ahogaba sus sollozos. Takahiro, acostado a un lado de él, solo podía sentir como su pequeño y frágil cuerpo se estremecía por los jadeos contenidos.

    Esa era costumbre de todas las noches. Intentar dormir, mientras sentía a su hermano menor sollozar a su lado. En el peor de los casos, se iba de la habitación para poder llorar normalmente. Hubo una vez que hasta estuvo a punto de desmayarse por la falta de oxigeno. Fue esa la primera vez en que el peli azul trató de consolar al menor, pero este le dijo que todo estaba bien y que no se preocupara. Se tallo los ojos para limpiar sus lagrimas y detuvo su llanto; para luego formar una muy forzada y dolorosa sonrisa. Todo porque no quería causar molestias. Ese patrón se repitió unas cuantas veces más, en las que el mayor solo lograba preocuparse más. Había pensado en llevarlo aun psiquiatra, pero no tenían mucho dinero y era obvio que el castaño se opondría rotundamente.

    Así era, desde el fatídico día en que sus padres murieron. Desde entonces, Misaki se volvió antisocial y distante. No hablaba con nadie, ni con su propio hermano. La vida para ambos se había vuelto gris y solitaria. Misaki por que era solitario y el dolor de la culpabilidad le carcomía la mente. Y Takahiro porque la preocupación hacía que ni siquiera pudiera dormir bien; o encontrar una linda novia.

    El tiempo pasó. Un año, para ser exactos; y Misaki había entrado a segundo de secundaria. Seguía tan solo como siempre, y siempre que llegaba se encerraba en su cuarto, para hacer la tarea y dormir las horas que había perdido llorando en las noches. Toda su vida seguía igual de gris, y hasta se podía decir que ya se había vuelto negra.

    Al llegar a la mitad del año escolar, se volvió popular con las mujeres. Le dejaban cartas en su pupitre, y en su casillero; o se las entregaban en persona. El las rechazaba todas. Lo citaban en la azotea o en cualquier otro lugar, y el no iba. No le interesaba tener novia ahora, y ninguna mujer lo haría cambiar de opinión.

    Transcurrieron la semanas, y el seguía recibiendo cartas y chocolates. En el día de San Valentín tuvo que ir al hospital, por asfixia; ya que sus "fans" lo acorralaron contra una pared y le apretaron demasiado el pecho. Casi le rompían una costilla.

    Se podía decir que, teniendo en cuenta que todos los días le dejaban cartas en su casillero, y aveces hasta las que ya había rechazado, sus días transcurrían normalmente; de no ser porque ya no solo eran sus fans, sino sus acosadoras.

    Al salir de la escuela, sus compañeras lo seguían al metro y comenzaban a toquetearlo. En la escuela, seguían las cartas y algunas de sus compañeras le hacían insinuaciones. Incluso, su maestras de historia y la de matemáticas lo castigaban por cualquier estúpida razón, para decirle cosas con doble sentido y hasta tocarlo un poco. No comprendía el porqué el interés de las mujeres en él. No era muy sobresaliente en los estudios y en el único deporte que era bueno, era en las carreras; además, su cara tampoco era muy especial. Entonces, ¿por qué no simplemente lo dejaban en paz? Era muy molesto que ellas estuvieran en cada maldito lugar en donde el estaba. Y hasta afuera de su casa lo llamaban a su celular; el cual, quien sabe como habían conseguido.

    Cada vez era peor; y ya hasta lo obligaban a besarlas a la fuerza. De hecho, su primer beso fue a la fuerza, por una muchacha de segundo de preparatoria. Takahiro lo notaba, pero cuando mencionaba el tema ante Misaki, este le decía que no se preocupara y que estaba bien. Eso era todo. Todas las mujeres lo seguían acosando y cada vez se sentía más y más asfixiado.

    Cuando ya estaba a punto de salir de tercer año, las acosadoras no se detenían; es más, estaba peor. Aunque Misaki estaba ya más aliviado porque ya se podría ir de esa escuela. Ya no tendría que soportar el acoso de sus compañeras ni de sus maestras. Y además sabía que iba a sacar buenas calificaciones y que podría conseguir la beca para la preparatoria a la que el quería ir.

    Eso era lo que pensaba.

    Al terminar las clases, ya iba hacia su casa; sin prestarle atención a las muchachas que lo veían desde lejos. Estaba feliz, porque era seguro que se sacaría un diez en el examen de historia. Después de todo, había estudiado hasta muy tarde para esa materia en especial.

    Estaba a punto de salir de la escuela, cuando uno de sus compañeros le dijo que la maestra de historia lo llamaba en el aula. Misaki dudó un poco, ya que esa era una de las maestras que lo acosaban; pero sabía que ahora que estaba a punto de conseguir la beca para la preparatoria no podía poner en riesgo sus calificaciones; así que tomó una gran bocanada de aire y se dirigió al salón.


    Ahorita le sigo, que tengo hambre; y me da miedo que me vuelva a pasar lo de ayer.... =_=U...

    Perdón si es muy repetitivo, pero ahora no me da tiempo para releerlo y corregir. Si, yo soy mi propia editora ^^U (Pero no me pagan bien ¬¬) xD.

    Ok, nos leemos alratin~!

    Yane! (>3<)/

    PD: Si no le entendieron, son los recuerdos de Takahiro! ^^
     
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  11. bettychan
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    kyaaa misaki popular no me lo esperaba jajaja
    si y estuviera en la misma escuela tambien lo acosaria esa cosa linda por ahi suelta ajaja

    pero bueno

    queiro conty onegai si
    mata ne
     
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  12. okumura_misakii
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    contii contii te esta quedando muy padre :D byebye!
     
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  13. bettychan
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    y que onda con las conty
    quiero la conty yaaaaaaaaaaaaa
    mata neeeeeeeeeeeee
     
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  14. 9Dokuro-Chan8
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    Capitulo 9
    Intercambio


    Al llegar al salón, Misaki notó que este estaba vacío. Dio un pequeño suspiro de alivio, ya que era mejor que la acosadora de su maestra no estuviera ahí. Se dio la media vuelta, para irse de una vez a su hogar; pero al alzar la mirada, pudo ver a su profesora de historia recargada a un lado de la puerta; la cual era muy bien conocida por sus compañeros por <<estar bien buena>>. Se asustó y dio un pequeño saltito del impacto.

    -Buenas tardes, Takahashi-san...- Dijo con su tono seductor de siempre.

    -B-buenas tardes, Y-Y-Yuiko-sensei...- Por supuesto, estaba nervioso y algo asustado; ya que le incomodaba estar a solas con una de sus acosadoras. La maestra se acercó lenta y sensualmente al menor, mientras que este retrocedía a la misma velocidad. Sus ojos azules lo miraban lascivamente, cosa que asustó más la castaño. Los cabellos cabellos dorados de la profesora caían suavemente de sus hombros, pero Misaki no le prestó atención a eso y siguió retrocediendo con nerviosismo.

    Seguía huyendo de las bien torneadas piernas de la oji azul, hasta que su espalda tocó el borde del escritorio, cosa que aprovechó la peli dorado para acorralarlo con sus delgados y ágiles brazos. El oji jade sintió un escalofrío corriendo por su espalda, al sentir el aliento de la oji agua contra su frente.

    -Takahashi-san, ¿sabes por qué está aquí, no es cierto?- Susurró levemente contra su oreja.

    -¿Eh? Pues... Etto...- Estaba claramente confundido. Después de todo, no podía decirle "Porque usted es una acosadora empedernida que siempre me anda dando indirectas". La peli dorada formó en su rostro una pequeña sonrisa.

    -Dime, ¿En verdad estudiaste para mi examen?- Esa pregunta sorprendió y confundió de sobremanera al menor.

    -¿De que está hablando? ¡Por supuesto que sí!- Se empezaba a poner aún más nervioso. Ahí había gato encerrado.

    -¿De verdad?- Soltó una pequeña risita burlona mientras que el oji esmeralda se sorprendía aún más.

    -¿A que se refiere con eso?...- La mujer paró su risa, y acercándose al castaño, hasta que sus narices se tocaron, le dijo.

    -Mira tu examen- Se separó de él, para ir hacia su escritorio y sacar, entre muchos papeles, el examen de Misaki.El castaño pensó en huir de ahí antes de que su maestra hiciera algo mas; pero pensó que lo mejor era mirar el examen, para ver que era a lo que se refería la muchacha.

    Al sacar el examen, se puso al lado del castaño y se lo entregó en la palma de su mano. Misaki observó poco a poco su examen, solo para llevarse una gran sorpresa, la cual no era nada agradable.

    -¡Este no es mi examen!- Dijo, totalmente exaltado. La maestra sonrió de una manera casi siniestra.

    -¿Qué? Si dice tu nombre, es tuyo. Después de todo, no es como si pudieras probar lo contrario con tu letra...- La profesora amplió aún más su sonrisa. Fue en ese momento cuando el castaño se dio cuenta de algo. ¡Fue por eso que la prueba consistía en rellenar círculos! ¡Para poder falsificar sus respuestas! Pero, ¿por que habría de hacer eso? No tenía ningún sentido. ¿Era venganza? No era posible. Una maestra tiene su propia moral; y eso no es digno ni siquiera de una maestra como ella. Un caricia en su mejilla, por parte de la profesora, sacó al muchacho de sus pensamientos. -¿Sorprendido?- Lo dijo con un grado tan alto de cinismo, que el menor se dio se dio cuenta de que, efectivamente, la peli dorado había sido la responsable de la falsificación de sus respuestas.

    -¿Por qué?...-Fue todo lo que pudo decir el oji esmeralda. La mujer volvió a acorralarlo contra el escritorio, mientras apegaba su rostro al cuello del menor.

    -Es más que obvio. Porque te amo...- Esto perturbó aún mas al oji jade. ¿Como podía ser tan hipócrita?.

    -¿A que se refiere?...- No podía decir más. Las palabras no salían, y su cuerpo comenzaba a sentirse pesado.

    -Misaki... Desde hace tiempo te estoy observando. Todo lo que he echo es por ti. Trabajar, enseñar, incluso cosas como comer o respirar. No puedo hacer nada si tu no estás- La muchacha apretó al joven con sus brazos, mientras que este solo se quedaba estático por el shock.

    Cuando se dio cuenta de que la mujer comenzaba a desabrochar los botones de su camisa, el oji esmeralda reaccionó y la apartó bruscamente de él. Sus respiraciones eran agitadas, aunque por razones diferentes.

    -Así es como me pagas...- Dijo la mujer con sus ojos fijos en Misaki. -Aún cuando te ofrezco mi cuerpo como prueba de mi amor. Aún cuando he estado sufriendo por tu maldita culpa. Eres un malagradecido...- Unas pequeñas lagrimas se asomaron en sus ojos, mientras que Misaki se contenía de las ganas de darle un buen puñetazo en su cara. -Pero está bien...

    -¿Que?...- La mujer bajó su rostro.

    -Porque ahora tengo una excusa para que me des tu cuerpo...- Una siniestra sonrisa apareció en su rostro cubierto de lágrimas, la cual asustó al castaño. -Misaki, necesitas una buena calificación en todas las materias para conseguir la beca en la preparatoria a la que quieres ir, ¿no?- Estas palabras perturbaron de sobremanera al menor, el cual supo exactamente lo que venía.

    -¿Yuiko... Sensei?... ¿Que está diciendo?- Sus ojos estaban muy abiertos, con las lineas de expresión bastante marcadas y una sonrisa nerviosa.

    -Misaki... Hagamos un "intercambio", ¿vale?- La falsa sonrisa del muchacho desapareció de su rostro, dando paso a una expresión completamente perturbada. -El trato es simple. Yo te doy la calificación perfecta en este examen; pero a cambio quiero pasar una noche contigo. ¿Que dices?- Una gran sonrisa apareció en su rostro. Misaki sabía que tenia que hacerlo; ya que, de otra manera, no habría forma de que fuera a la preparatoria; y no quería preocupar a su hermano por el egoísta deseo de no querer acostarse con la profesora. Pero, aún así...

    ...

    Aún así...

    ...

    No quedaba opción. De todas maneras, ya había aceptado, y hasta iba en camino hacia la casa de la mujer. Pronto llegaría ahí y lo haría con ella hasta que quedara satisfecha.

    No importaba. Todo valdría la pena. Pasaría la secundaria, como su hermano quería. Sacaría buenas calificaciones, como su hermano quería. Iría a la preparatoria que su hermano quería. Volvería a esforzarse para sacar buenas calificaciones, como su hermano quería. Si tenía que volver a utilizar ese método para conseguirlo, lo haría; para que su hermano estuviera feliz. Todo por su amado Nii-chan; no podía tomar la egoísta decisión de sentirse triste o darse el lujo de que sus calificaciones bajaran. No podía, ya que no quería ser una molestia para Nii-chan.

    El auto de la oji agua se detuvo delante de una lujosa y bonita casa. La joven bajó de su coche, mientras que el menor hacía lo mismo y la seguía hasta la entrada de su hogar. Abrió la puerta, para que Misaki entrara. Al entrar, la peli dorado se lanzó rápidamente hacia el castaño, para comenzar a besarlo fogosa y bruscamente. Entre besos y caricias, todas por parte de la mujer, fueron hacia a habitación de esta.

    Al llegar ahí; la profesora comenzó a quitar hábilmente la ropa del muchacho, mientas que este solo se dejaba llevar por las manos de la experta maestra...
     
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  15. 9Dokuro-Chan8
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    Capitulo 10
    La ilusión de la verdad



    Ya eran las 2: 00 AM de la mañana, aproximadamente; cuando un joven de ojos esmeralda y cabello castaño iba de camino hacia su casa, por las solitarias y obsuras calles de la ciudad de Hiroshima. Estaba a punto de llegar, cuando un hombre pasó a su lado a toda velocidad. El joven no le hizo caso y siguió sin más su camino. Sin embargo, una gran mano lo sujetó firmemente del brazo, y lo hizo voltear para ver su rostro. Era Takahiro; el cual tenía los ojos llenos lágrimas. Misaki no supo que decir delante de su hermano, así que solo se quedó en silencio. El peli azul apretó más el brazo del menor, sin importarle el pequeño quejido de dolor que emanó de su boca. Comenzó a caminar hacia su hogar, todavía sujetando el brazo de su hermano menor.

    Al llegar ahí, el mayor alzó la palma de su mano, para luego dejarla caer bruscamente sobre el rostro del castaño; la cual hizo que este cayera al piso por a fricción del golpe. Misaki no hizo nada, y comenzó a llorar silenciosamente en el piso, mientras que sobaba suavemente su mejilla. Takahiro levantó bruscamente al menor, tomándolo fuertemente del brazo.

    -¡¿Donde demonios estabas?! ¡¿Sabes que horas es?! ¡¡Estaba muy preocupado!!- Su voz sonaba claramente molesta; pero, por las lagrimas que salían de sus ojos, era obvio que sí estaba bastante preocupado.

    -Lo lamento... Es que...- Sus lagrimas comenzaron a intensificarse y dejó escapar algunos sollozos.

    -¡Dime la razón, Misaki! ¡¿Donde estabas y que hacías para llegar a estas horas?!- Misaki solo quedó en silencio; haciendo que Takahiro se desesperara. -¡¡Respondeme, con un demonio!!- Comenzó a moverlo bruscamente, mientras lo sujetaba de los hombros. Misaki se contenía lo más que podía. No podía hacerle o decirle nada malo a su hermano. No podía ser egoísta y darse el lujo de reclamarle a su hermano; el cual solo se preocupaba por él. Takahiro seguía moviendolo y moviendolo. Otra bofetada llegó a la mejilla del menor; el cual, ya sin ninguna intención de controlarse, le dio un gran puñetazo en su rostro, para luego gritarle.

    -¡¿QUIERES SABER EN DONDE ESTUVE?! ¡¿QUIERES SABER EN DONDE ESTUVE?! ¡¡NO ME VENGAS CON ESAS ESTUPIDECES!! ¡¡TU NO TE IMAGINAS SIQUIERA DONDE ESTUVE HOY!!- Takahiro se quedó sin palabras ante la repentina actitud de su hermanito. No se esperaba que el fuera capaz de poner una mirada tan llena de odio y desesperación.

    -Misaki, cálmate. Estaba preocupado por eso no me pude controlar y pues...

    -¡¡YA CÁLLATE!! ¡¡YA CÁLLATE, YA CÁLLATE, YA CÁLLATE!! ¡¡ERES MI HERMANO!! ¡¡POR LO MENOS DEBERÍAS SABER ESO!!- Sus rodillas le comenzaban a temblar, mientras su espiración se volvía agitada y dejaba escapar sollozos mucho más fuertes que los anteriores.

    -¡Misaki, por favor, cálmate! ¡Te vas a desmayar si sigues así!- El peli azul rodeó al menor con sus fuertes brazos, mientras que este se iba calmando poco a poco. Cuando parecía estar mejor que antes, el mayor le preguntó. -Misaki... ¿Que pasó? ¿por qué te pusiste así de repente?- El menor volteó a verlo, mientras que se limpiaba con las manos las lagrimas que brotaban de sus ojos.

    -No te preocupes, Nii-chan... Todo está bien... Lamento haberte gritado y golpeado...- Estas palabras hicieron que el peli azul perdiera la paciencia.

    -¡No me digas eso! ¡No quiero escuchar esa falsas palabras tuyas! ¡Quiero por una sola vez confíes en mí!- Una amargas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos azules, las cales hicieron sentir aún peor al menor.

    -Nii-chan... De verdad, no necesitas forzarte a escucharme...- Su mirada se posó en el piso, mientras que el mayor lo volvía a rodear con sus fuertes brazos.

    -No me estoy forzando... Así que, por favor, cuéntame...- El oji esmeralda volteó a verlo, para poder observar la dulce mirada del mayor.

    Así, la historia empezó. El como comenzaron a acosarlo, las cartas, los obsequios, las llamadas, las maestras, sus compañeras; todo. El oji azul, cada que avanzaba el relato, se sorprendía cada vez más. Todo eso lo había sufrido su hermanito. La única persona que había prometido proteger con su vida, si era necesario. Esa persona tan importante, había estado sufriendo tanto; sin que el supiera nada.

    Al llegar a la parte de la profesora, la ira comenzó a surgir en el mayor, el cual apretó con fuerza los puños. Misaki lo notó, así que pensó que después de todo, si era molesto el escuchar sus palabras.

    -Lo lamento... Sabía que era molesto y aún así te empecé a contar todo... Creo que mejor me voy a dormir, así que--

    -¡No! ¡No es eso! Es que... Me enoja muchísimo lo que esa puta hizo...- Apretó aún más sus puños, haciendo que el menor sonriera levemente.

    -Gracias...- Dijo dulcemente. El peli azul supo inmediatamente que se sentía feliz de tener a alguien que se preocupara por el, por lo cual dirigió su mano al hombro de su hermanito, y le dijo.

    -No te preocupes, Misaki. Todo va a estar bien. Ten por seguro que yo siempre te protegeré; ya que eres lo mejor de mi vida...- El oji jade no pudo soportar más y volvió a derramar algunas lágrimas. Solo que esta vez las lagrimas eran de alegría. Abrazó fuertemente a su hermano, el cual correspondió el abrazo. Siguió recitándole hermosas palabras al oído, mientras que las lágrimas seguían fluyendo y fluyendo.

    El relato termino por fin. Misaki sentía claramente como un gran peso había desaparecido de su corazón. Takahiro, todavía pensando en lo de "Yuiko-sensei", dijo.

    -Misaki, tenemos que demandar a esa mujer. Eso que te hizo se llama extorsión y corrupción, además del acoso sexual- El oji esmeralda lo miró preocupado, lo cual también preocupó al peli azul.

    -Pero no hay pruebas de eso... Es casi imposible...- Dirigió su mirada al suelo.

    -Es difícil, pero no imposible- El menor volteó a mirarlo, lo cual aprovechó el mayor para acariciar su cabeza y revolver sus cabellos. -Confía en mi...

    Después de ese día, comenzaron los trámites para la demanda; la cual, obviamente, no fue tomada nada bien por parte de la profesora. La cual decía que había sido por consentimiento mutuo y que hasta había sido Misaki el que la había seducido. Y que, además, no había pruebas de que haya manipulado el examen.

    Al final, tenía razón. No había evidencia que probara que todo de lo que era acusada fuera cierto; y, al final, no fue posible probar su culpabilidad y quedó libre.

    Tal y como ella había prometido, sacó una calificación perfecta en su materia, aunque cuando entró a la preparatoria, ella seguía acosandolo y siguiendolo a todos lados. Cada vez era más persistente, hasta que más y más acosadoras llegaban y no lo dejaban en paz.

    Llegó un momento en que se volvió insoportable, y decidieron mudarse a Tokio. Duró algo de tiempo acostumbrarse; pero, por asares del destino, Takahiro conoció a un tipo muy amigable, llamado Usami Akihiko.

    Todo parecía ir bien, además que en esa cuidad las acosadoras cada vez eran menos. Takahiro no podía estar más feliz, y había conseguido un muy buen trabajo que le permitía pagar la preparatoria de su hermanito y los gastos de la despensa. Todo parecía ir muy bien; pero, un día, (de hecho, uno o dos años después de haber llegado) Misaki llegó con un "amigo" a la casa. Al principio parecía una relación entre dos buenos amigos, hasta que Misaki lanzó la bomba. El dijo "Soy homosexual" Frente a su "amigo", el cual, Takahiro se dio cuenta de que no era su "amigo", sino era su NOVIO. Una gran discusión dio lugar en la casa; y, de no ser por que el tal "Ijuuin Kyo" lo hubiera detenido, Misaki habría recibido una de sus buenas bofetadas. Takahiro vio que su nov... Bueno, Ijuuin Kyo lo quería mucho, así que aceptó su relación.

    Pasó el tiempo, en el que Misaki se veía mas feliz de lo normal. Se esforzaba aun más en estudiar y en preparar una rica comida (en la mayoría, para Ijuuin). Todo era tranquilo, y se podía decir que vivían en una vida estable.

    Hasta que...

    ...

    Misaki murió...

    ...

    Ahí fue donde su vida comenzó a desmoronarse....

    Cuando mató al que asesinó a Misaki...

    Cuando fue a la casa de Usagi, y trató de matarlo...

    Cuando comenzaron a tratarlo como un loco...

    Cuando comenzaron las sesiones de terapia con el psicólogo...

    Cuando se podían escuchar las burlas de las enfermeras...

    Cuando trató de suicidarse...

    Su vida no tenía sentido. Estaba solo y el solo respirar era doloroso...

    Y un día, como si nada, llegó un tipo que, según, era Misaki...

    Al principio pensó que se trataba de uno de los estudios de los médicos. Eso pensó, hasta que escuchó su voz. -¡Eres mi hermano! ¡Por lo menos deberías saber eso!- Eso fue lo que dijo. Esa era una prueba bastante clara de que ese hombre, el cual lo estaba abrazando en ese preciso momento, era Misaki. Era imposible. Sabía que los psicólogos eran capaces de hacer cualquier cosa para sus estudios, pero aún así... Quería que ese hombre fuera Misaki...



    -¿Misaki...?- Dijo débilmente, mientras sentía las lágrimas de un castaño en su hombro.

    -Nii-chan... ¿Ya me crees?- Lo miró hermosamente. El oji azul no sabía si creerle, pero como sabía que en el estado de su vida ya no tenía sentido estar cuerdo o no, decidió hacerlo.

    -Si... Misaki...- Estas palabras resultaron maravillosamente reconfortantes para el menor, que lo único que se limitó a hacer fue a llorar, mientras susurraba algunas palabras en el oído del mayor.

    -Gracias...- Fue lo único que alcanzó a escuchar el oji lila, el cual seguía parado a un lado de la cama de Takahiro; mientras los veía con un poco de nostalgia.

    Takahiro sabía que estaba muy en el medio de la linea que divide la cordura y la locura, pero estaba dispuesto a vender su cordura por ser feliz por aunque sea un momento, junto a la ilusión de su amado hermano menor...






    Perdonen si los hago muy cortos, pero pues son las 3: 21 de la madrugada y me esforcé por terminar los capítulos en esta mañana; además de que necesitaba entretenerme con algo para no cortarme las venas...

    También quiero disculparme por no haber puesto continuación, aún cuando dije la hacía en cuanto terminara de comer; pero quería aprovechar el tiempo con mi hermana.

    Como sea, ojalá y les hayan gustado los capítulos. Dejen comentarios y coman dulces y frituras!

    Edited by 9Dokuro-Chan8 - 16/8/2011, 01:41
     
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