BAJAS PASIONES Harry/Draco +17

¿El amor pude nacer apartir del deseo? FINALIZADO

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. 290589-kaname
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    En un momento seguire pasando los capitulos.
    Gracias por leer. Esperando que los problemas del otro fic se resuelvan.



    Capitulo 13
    Las heridas del amor




    Lucius

    Justo cuando Potter cerró sus ojos yo alcance a sujetarle. De seguro estaba demasiado cansado para siquiera mantenerse despierto un poco más. No lo culpaba, toda esa información entrando en su mente y ahora el desgaste físico que tendría seria incalculable.
    - No me lo puedo creer –se escucho una voz a mis espaldas; Severus –desde cuando el patriarca Lucius Malfoy es tan comedido, y mas con el famoso Harry Potter.
    - No es tu asunto –conteste de mal humor, ¿Acaso nunca podría hacer algo que lo tomaran tan a mal?
    - Si claro… desde que te enteraste de que Potter es uno de los suyos as cambiado. –el rostro de mi antiguo compañero de clases compuso una sonrisa sarcástica.
    - Tal vez…
    - Se lo que planeas Lucius. –refuto hostilmente. ¿Desde cuando era tan protector con Potter?
    - ¿Planeas impedirlo?
    - No, creo que después de todo es lo más razonable. Además, se lo debes a tu hijo.
    Si, se lo debía. Desde muy pequeño yo me había empeñado en odiar a ese niño.
    En aquellos tiempos, a mi parecer, el había sido el causante de que mi querida compañera Erín muriera en el parto. Draco había adsorbido casi toda su magia Katagaria, haciendo que su parte elemental la reclamara y se convirtiera entre mis brazos en ceniza. Igual que un Apolita cuando muere a los veintisiete.
    Pero a los pocos años encontré a mi pareja predestinada en una maga. Yo estaba realmente shokeado, ¿Cómo un Katagaria podría emparejarse nuevamente, y con una humana?
    Al principio Narcisa solo había sido la fuente de estabilidad, (además de mi pareja sexual), desafortunadamente para los Katagaria semi elemental como yo, necesitamos un fuente que nos suministre de magia, de lo contrario tendemos a convertimos en un elemento. Tal y como lo hiso Erín. Yo no tuve la magia suficiente para suministrarle a la hora del parto y por ello paso semejante desgracia.
    Pero en vez de culparme a mí por mi debilidad, decidí culpar a mi pequeño Draco que jamás tuvo la culpa. Si no hubiese sido por ahora amada esposa Narcisa, yo no se que le hubiese hecho. Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, ya era demasiado tarde. Draco jamás volvió a verme como a un padre.
    Pero ahora tenia la oportunidad de rectificar lo que había echo, aunque sea solo un poco. Y Potter era la clave de esto.
    Si era verdad que gracias al instinto era posible de que Potter fuera la pareja predestinada de mi hijo entonces yo haría lo que sea para que estuvieran juntos. Y si resultaba que aquel chiquillo oji verde fuese un Arcadiano entonces mis preocupaciones se desvanecerían por completó dado que él le prevería a mi hijo de la magia suficiente para sobrevivir, incluso si decidían algún día tener hijos.
    - El problema será Potter, ¿Estas seguro que el aceptara vincular su vida a tu hijo? –prosiguió Severus.
    - No podrá resistirlo. El impuso se volverá mas fuerte mientras mas lunas llenas pasen. Y si resulta al final que son pareja predestina, entonces todo estará bien.
    Al parecer el rostro de Severus no parecía del todo convencido.
    Se acerco hasta donde estábamos y tomo el cuerpo rendido de Potter entre sus brazos.
    - Lo llevare hasta su nuevo cuarto. –dijo.
    - Te lo encargo.
    Severus hiso una cara de fastidio y rápidamente se fue alejando de mi.

    Ron

    ¿Esto podría ser verdad? ¿Acaso dos hombres podrían emparejarse?
    No, no, eso no podía ser posible. No era que no me gustara la idea de ser la pareja predestinada de Sirius, pero se suponía que esto solo ocurría a parejas capases de procrear.
    Mi padre era un Regis Katagaria de león y mi madre una Arcadiana que encontró en mi padre a su pareja predestinada y que por ello huyo de su patria. Para estar con el.
    No sabíamos mucho de la familia de mi madre, ella jamás quiso contarnos mucho, no era tampoco que nos preocupáramos dado que todos habíamos nacido Katagaria y no Arcadiano. Nuestra forma base desde el principio fue de león.
    La única razón por la que se me ocurría que Sirius y yo estuviéramos emparejados era que yo fuera un Arcadiano elemental. Porque en la familia de mi padre jamás se habían involucrado con algún ser elemental, de lo cual no estaba muy seguro de la familia de mi madre.
    Entonces, ¿Seria posible que yo fuera un Arcadiano?
    Me pare del lugar donde Sirius y yo seguíamos pasmados y desnudos. Ignore las preguntas de mi amado, antes tenia que confirmar mis teorías.
    Tome un pedazo de roca del rio, la más filosa que encontré y me corte la mano. Cuando un Katagaria sufría alguna herida este tendía a regresar a su forma base para recuperarse. No paso nada. Yo seguía teniendo mi forma humano. ¿Cómo era posible esto?
    Alguna vez escuche historias sobre Arcadianos y Katagaria que cuando llegaban a la pubertad tendía a cambiar su forma base. Pero so solo pasaba si sus padres eran de diferentes clanes, tales como los míos.
    - ¡Ron! –la voz de Sirius al fin me llego.
    - Sirius… -no tenía cara para enfrentarlo.
    - ¿Qué esta pasando? –me apremio, con la frustración y la preocupación marcada en sus bellas facciones.
    Me tomo tiernamente de la mano lastimada y miro con asombro como esta se curaba casi al acto.
    - ¿Qué rayos? –exclamo, soltándome la mano asustado. –¿Que demonios esta pasando Ronald Weasley, que eres tu?
    Sus palabras se me incrustaron como pequeños filamentos de metal. Era de esparce que reaccionara así. No esperaba menos, tal y como le paso a Bill.
    - Déjame explicarte. –suplique.
    - Empieza a hablar… -su vos se volvió fría.
    Comencé a explicarle como lo hice con Harry, sin omitir detalles. Le explique de mi familia, de lo que somos y como llegamos aquí. Lo único que omití fue el asunto de Harry.
    Después de esa larga explicación, espere a que Sirius me dijera algo, lo que fuera. Pero el se mantuvo callado, pensativo.
    - Esta marca… ¿Tratas de decirme que esas mujeres llamadas destinos ya han decidido por mi?
    - Es una manera de verlo pero… ¿Acaso no me querías antes de saberlo? ¿No podías tratar de verlo como si fuera el destino? Somos uno Sirius…
    - ¡Deja de decirlo de esa manera! ¿Por qué no me advertiste de esto antes?
    - Es que yo… -¿Qué podría decirle? “Por que no pensé que fuéramos parejas predestinadas ya que éramos hombres y que pretendía tenerte ignorante del secreto por miedo a ser rechazado”
    - ¡Es que nada! ¡No eres humano como yo! Es que tú eres…
    Las piernas me flaquearon del dolor, no quería seguir escuchado más. ¿Por qué me aferre tanto a esto, incluso al grado de arriesgar mi vida al ser rechazado? Por que no solo me arriesgaba a quedar de por vida estéril, sino que también al cumplirse el plazo – si mis conjeturas eran ciertas – entonces mi cuerpo seria reclamado por los elementales. Me volvería ceniza.
    - ¿Qué soy un monstruo? –sugerí, al ver que no acababa su frase.
    Sirius no contesto, solo se quedo viendo la nada. Como si no estuviera aquí.
    - Las promesas de los humanos después de todo no sirven de nada. ¿En que estaba pensando en confiar en ti? ¿Con que pase lo que pase, he? Siempre juntos…
    Camine en su dirección, quería verlo de frente. Si tenia que enfrentar esto, era lo mejor que fuera ahora mismo. Trate de tomar sus brazos pero en cuanto sintió mi alcance él se alejo.
    Mis brazos extendidos cayeron a mi costado, inertes, muertos, como pronto yo lo estaría. Sentí mis ojos húmedos y la respiración se me hiso mas dificultosa.
    - ¡¿No piensas decirme nada?! –demande, furioso. Si era mentira lo que acababa de decir yo sobre su palabra, era momento de hablar. Por que solo en sus palabras se decidiría mi futuro.
    - Tú… eres algo que yo no comprendo. No se como manejar esto, creo que es demasiado para mi. Lo siento Ron, yo no puedo…
    Un escalofrió recorrió todo mi ser. Derrotado al fin, mire la luna, como si en ella pudiese encontrar algo de consuelo.
    Las pisadas de Sirius fueron alejándose poco a poco, hasta que ya no pude escucharlas más.
    Bill… ¿esto fue lo que sentiste cuando aquella humana te rechazo?
    Mi mente comenzó a nublarse, de apartar de hoy, mi sentencia de muerte estaba fijada.
    Trate de caminar, tenia que llegar al castillo antes del amanecer, tenia que llegar…
    Sirius…
    “Quédate… no me dejes solo otra vez.”
    Mis sollozos, -como siempre que estaba triste – comenzaron a invocar la lluvia. ¿Cómo no me había dado cuenta antes? La lluvia…
    Sentí como la fría agua de la tormenta comenzaba a envolverme. El frio se estaba apoderando de mi, he incluso por mas que lo intentase la magia no salía de mi cuerpo para trasladarme a otro lado.
    Total, que más daba. Si iba a morir pronto ¿Por qué no ahora?

    Draco

    En cuanto estuve lo suficientemente lejos del alcance de Potter, volví a mi forma humana. En cuanto toque el suelo, pude notar como las piernas me fallaban. Apenas si pude poner las manos para no magullarme la cara.
    ¿Qué era lo que me estaba pasando? Últimamente me sentía más débil de lo habitual.
    Las trasformaciones a dragón cada vez eran más difíciles y eso no era normal. Yo era un Katagaria y mi forma base era un drago, entonces ¿Por qué se me dificultaban tanto las trasformaciones? Tal vez influía un poco el hecho de que por mis venas corría sangre de elementales. Los Katagaria capases de adecuar su cuerpo como un hombre o como mujer. Pero eso era solo por parte de mi madre por que por Lucius, se suponía que era un Katagaria completo.
    O al meno eso era lo que el me había dicho hasta ahora.
    Me recosté sobre la hierba. Que tranquilidad. Todo estaba tan pacifico si Potter merodeando.
    Potter…
    Cuando estaba entre mis brazos, frágil y temeroso yo realmente creí que el me gustaba. Pero en cuanto supe que el pertenecía a uno de nosotros entonces supe que lo único que compartíamos era una atracción física.
    Nunca había creído a Lucius lo poderosa que era. Era como si una gran fuerza magnética me atrajera a el y sin importar que tanto luchase, el campo magnético me dirigía a el. Un camino sin salida.
    Pero había ocasiones que me atrevía a dudar de que solo fuera atracción física.
    Ha veces, cuando lo miraba, un extraño calorcito se ponía en mi pecho y hacia latir mi corazón con fuerza. También me dolía el hecho de que a pesar de todo, él seguía enamorado de Oliver.
    ¿Cómo podía ser posible?
    El corazón de los humanos es tan complejo.
    ¿Cómo pueden soportar tanto dolor?
    Luche por quedarme un poco mas despierto. Quería ver las estrellas y la luna, pero los parpados me pesaban cada vez más y más…
    Supe exactamente en el momento en que serré mis ojos que estaba soñando.
    Los colores se hacían cada vez mas nítidos aunque en los bordes aun era borroso.
    Estaba sobre un prado, las flores eran muy hermosas. La mayoría lilas, narcisos y azafrán. Sobre un borde rocoso se alzaba un impresionante dragón de ojos verdes. Después la visión se borro para dar paso a una figura humana. El me miraba pero después arrojaba sobre mí una enorme lanza.




    Para aquellos y aquellas que deceen saber mas sobre los Dark Hunter aqui les dejo el libro 03-Dragonswan.
    los primeros dos no tienen cazo que los leean, ya que solo son instrucciones he una historia que aparecera en el libro 23.
    Este es mas sobre los Katagaria y los Arcadianos.

    link:
    www.4shared.com/file/154327111/716cecb3/6181.html

    disfrutenlo.
     
    Top
    .
71 replies since 4/8/2011, 01:44   8869 views
  Share  
.