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yuki_love_696
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Este es el primer fic que subo en esta pagina, aunque mi pareja favorita es Joey x Kaiba XD, esta es mas tierna jajaja, bueno espero que les guste y que dejen sus comentarios no importa si son malos... pero intenten no ser tan duros conmigo. grascias
Iniciado el crepúsculo, en el salón de clases, el profesor daba por terminada la lección de ese día y todos se disponían a regresar a sus hogares, entre ellos, Yugi y compañía.
-Yugi, vámonos, parece que pronto comenzara a llover. Tenemos que apresurarnos.
-Esta bien Tea pero... falta Joey, tenemos que esperarlo.
-No te preocupes Yugi, -interrumpió Tristán.- Seguramente su novio ricachón lo llevara en su auto, vámonos que ninguno de nosotros tiene uno y si no nos damos prisa nos mojaremos.
En esos momentos llego Joey en donde se encontraban reunidos sus amigos y estar cerca de ellos dibujo una sonrisa en su cara a modo de saludo.
-¿Hoy no te quedaras con Kaiba? –Dijo Tristán pasando inadvertido el estado de ánimo de su amigo que no se encontraba muy bien e ignorando el hecho de que su comentario resultaría hiriente.
-No Tristán... hoy no me quedare con Kaiba, ¿Nos vamos?
El rubio intento disimular su enojo y aparentar estar bien, pero Yugi pudo darse cuenta en las condiciones que se encontraba este, aunque prefirió no decir nada por el momento, creyó mas conveniente hablarlo a solas para que Joey se sintiera mas cómodo al hablar.
Todos se dirigieron a sus casas acompañándose, en el camino fue Tea la primera en llegar a su casa, dejando después a Tristán en la suya. Al quedarse solos Yugi y Joey el menor decidió hablar con su amigo y enterarse que era lo que lo estaba molestando.
-Joey, no quise decir nada frente a Tea y Tristán... pero se que te pasa algo, no te ves muy bien, me gustaría saber que es.
-Nada Yugi, no te preocupes, estoy bien. –Esto no podía sonar mas falso ya que lo decía de forma titubeante al tiempo que evitaba la mirada de su amigo.
-Joey, somos amigos, confía en mí. Tal vez pueda ayudarte y si no es así, al menos te servirá de algo para desahogarte conmigo. Por favor... dime que es lo que te ocurre.
Joey se quedo callado unos momentos intentando unir las ideas de su cabeza para articular una oración, no quería hablar de lo sucedido pero sabia que Yugi tenia razón, necesitaba desahogarse. Después de unos momentos de caminar los dos en silencio, el rubio se detuvo y recargándose en una pared miro a Yugi intentando ocultar el nudo que tenia en la garganta y que le impedía hablar.
-Yugi... Es que... termine con Kaiba.
-¡¿Qué?!
La sorpresa de Yugi fue grande, ya que el había estado enamorado de Kaiba desde hace mucho tiempo, (incluso antes de que su amigo entablara una relación con el ya mencionado ojiazul) pero debido a su timidez jamás se atrevió a confesárselo, siendo después imposible ya que su amigo se había ganado a Kaiba ignorando los sentimientos de Yugi por este. El día en que Joey les dio la noticia de su relación con Kaiba a el y a sus amigos, el pequeño quedo destrozado viendo desvanecerse todas su esperanzas y dejando de lado aquellas fantasías suyas en las que era Kaiba quien se acercaba a el para declararse, pero en ese entonces era su mejor amigo el que poseía el corazón del CEO.
Pero ya había terminado, Kaiba era libre y tenia una nueva oportunidad para estar con el. No podía sentir otra cosa que no fuera la felicidad de recuperar sus esperanzas sin tomar en cuenta en esos momentos a su amigo. Pero no podía actuar tan descaradamente. Por eso regreso en si para apoyar aunque sea un poco a Joey y a la vez, convencerlo de una vez por todas que se olvidara de Kaiba.
-¿Pero que paso Joey?
-En realidad él termino conmigo, últimamente habíamos tenido muchos problemas y creo que llego a su limite... Pero ¿Sabes Yugi? Creo que nos precipitamos, dijimos cosas sin sentido y nuestros problemas no eran cosas sin solución, todavía lo amo y no acepto no aceptare la idea de perderlo.
-Joey... no lo se, tu y el ya parecían enemigos, era mas común verlos discutir que platicar.
Yugi comenzaba a sentir miedo, si en realidad Joey volviera con Kaiba de nuevo perdería las esperanzas que hace uno segundos creyó recuperar. ¿Tendría entonces que quitárselo a su amigo? Pero eso era absurdo, jamás podría hacerle algo como eso, ni aun estando seguro de que Kaiba le correspondería.
-Tienes razón Yugi... pero lo amo y no puedo perderlo de esta manera, tengo que recuperarlo y cuando lo logre, no lo volveré a perder.
En esos momentos comenzó a llover y de poco en poco las gotas caían con más intensidad. Yugi estaba congelado, si Joey cumplía con lo que decía entonces el tendría que hacerse a un lado y olvidarse para siempre de Kaiba, el no quería ni siquiera imaginar que lo perdería sin antes haberlo tenido, pero el no podía hacer nada para evitarlo sin arruinar su amistad con Joey.
-¡Vamos Yugi! Te resfriaras si te quedas aquí. –Joey tomo a Yugi de la mano y corrieron para protegerse de la lluvia.
Por la prisa al intentar cruzar la calle no se fijaron que un auto se dirigia hacia ellos. Afortunadamente logro frenar, los chicos vieron que se trataba de Kaiba que se molesto por la imprudencia de los dos, pero al reconocerlos se ofreció a llevarlos para evitarles que se mojaran más.
Yugi se encontraba en un ambiente pesado, entre Joey y Kaiba se sentía como un intruso, además de que aunque quería declararse no podía si el rubio estaba presente y con las intenciones de regresar con el castaño, así que prefirió quedarse callado y únicamente observar lo que pasaba.
Ya dentro del auto, Joey se decidio a reconciliarse con el y rompió el silencio que había.
-Kaiba, necesito hablar contigo. Lo nuestro no debió haber terminado, creo que nos precipitamos y no pensamos claro, vamos a intentarlo de nuevo y esta ves arreglemos nuestras diferencias, por favor.
Yugi se sorprendió de la forma tan directa en la que hablo Joey y la facilidad que tuvo a decírselo, pensaba en que jamás se atrevería a hacer algo así y se resigno a ver perdido a su amado castaño. Apretó los dientes para no llorar frente a ellos y espero una respuesta positiva de Kaiba hacia al rubio.
-Mira Wheeler... lo nuestro ya fue, no quiero ser cruel al decirlo, pero si teníamos problemas no era por tonterías, el motivo es que ya se acabo nuestro interés en el otro. Hace tiempo que ya no siento nada por ti, ya que lo eh aceptado no planeo ilusionarte para hacerte vivir una mentira.
Esa respuesta sorprendió a los dos pasajeros dejándolos boquiabierta, en especial a Yugi, que con eso nuevamente le daba esperanzas.
-¡¡¡NO!!! ¡No lo acepto! ¡No quiero creer que ya no sientes nada por mí! Kaiba, vamos a darnos una oportunidad.
-¿No lo entiendes Wheeler? No hare eso, solo saldrás mas lastimado. Olvídate de mí y no insistas.
En esos momentos Kaiba freno quedando frente a la casa de Joey y sin mirarlo a la cara espero a que saliera de su auto. Joey bajo la mirada, tenia el corazón echo pedazos. Recordó las palabras de Kaiba y la frialdad de su firmeza, con eso comprobó que ya no tenia interés alguno en el.
Joey salió del auto lo mas rápido que pudo olvidando por completo a Yugi y entro a su casa azotando la puerta. Yugi se sentía muy mal por estar buscando la manera de declararse mientras su amigo sufría de tal manera. Además de que no podría sentirse mas incomodo estando solo con Kaiba, pero, sintió que tenía que decírselo ya antes de que algo más pasara.
-Amm... Kaiba...
-Lo lamento Yugi.
-¿Eh?
-Por permitir que presenciaras esta escenita, igual te hubiera llevado primero a tu casa, pero desde que te mudaste no tengo idea de donde vives.
-Ah... eso... –Yugi sintió una pequeña desilusión ya que por un momento alucino que Kaiba decidió llevarlo después para que estuvieran un tiempo solos y no seria necesario declararse porque lo haría el mayor.
Le dio la nueva dirección (ya que había dejado de vivir con en la tienda de juegos para vivir con su madre y su abuelo en un lugar más espacioso) y se quedo nuevamente en blanco respecto a la declaración.
Durante el camino Yugi pensaba en como se lo diría o si era oportuno, tenia miedo de ser rechazado y predominaba en su cabeza que un niño tan tímido y sin gracia jamás tendrá oportunidad con el. Así, llegaron a la casa de Yugi sin que este se atreviera a nada. El pequeño se bajo triste por no haber podido hablar nuevamente por su timidez, solo dio las gracias y se quedo mirando como Kaiba se alejaba en su auto, alucinando una metáfora, relacionándola con el hecho de que lo estaba dejando ir.
Entro en su habitación y después de un baño, llamo a Joey para saber como se encontraba, al cerciorarse de que ya estaba un poco mas tranquilo se dispuso a realizar sus tareas, sin dejar de pensar en la manera que se le declararía Kaiba. Se sentó frente a su escritorio y cuando se propuso empezar a trabajar, miro el sobre de una carta, lo que le dio la solución a su problema de reprimirse debido a los nervios. Decirlo de frente podría ser difícil, pero escribirle una carta... era mucho más sencillo. Así que con una sonrisa en su rostro se paso la tarde y la noche escribiendo borradores y soñando con el momento de dársela.
-Esta vez podre hacerlo... Al fin sabrás lo que siento por ti.
Hasta aqui el primer capitulo, espero les aya gustado, pronto subire la continuacion, solo es cosa de pasarlo a la chompu jojo, gracias por leerlo y ojala lean el siguiente aki les dejo el segundo capitulo, muchas gracias x sus comentarios ^^, espero ke les guste la continuacion y sigan dejando su opinion.
Capitulo 2 NACE EL INTERES
Cuando Yugi se despertó, se alisto para ir a la escuela estando muy al pendiente de no olvidar la carta resultante de muchos borrones y hojas desperdiciadas. Estando ya preparado guardo la carta en su bolsillo y con el tiempo suficiente como para caminar tranquilo se dirigió a la escuela.
Llegando a esta, desde el momento de poner un pie dentro del aula se lleno de nervios y nuevamente el temor y sus dudas se apoderaron de el. Caminaba mecánicamente dirigiéndose al salón de Kaiba, aun era temprano así que no habría problema. Sabía que a esas horas el único que podría estar ahí seria el ojiazul y no tendría obstáculos para entregársela. Al momento de llegar a su destino se paralizo, pudo ver desde la puerta al castaño ocupado en su ordenador mientras esperaba la llegada del profesor. Yugi no se atrevía a acercarse, después de lo que había pasado el día anterior, la manera tan cruda con la que le hablo a Joey, tenia mas que nervios, miedo a la respuesta que tendría ante la carta o si al menos la aceptaría. Ya llevaba un ben rato sin atreverse a entrar y terminar con eso de una vez, Kaiba noto la presencia de Yugi y sin apartar los ojos de su ordenador le pregunto a Yugi la razón de que estuviera ahí parado.
-Ammm... esto.... –Yugi temblando y sin poder articular bien una oración metió su mano al bolsillo y saco la carta extendiéndosela a Kaiba mientras se acercaba lentamente a el. –Eh... toma.
Kaiba miro un momento a Yugi dirigiendo después su mirada a la mano que sostenía la carta, después regreso su atención a la pantalla de su computadora y continúo trabajando.
-¿Qué es eso? –Pregunto con indiferencia el CEO
-Emmm pues... – Yugi no se imagino que tendría que hablar con el, tenia la esperanza de poder entregársela sin mas, pero el miedo al rechazo le impidió decirle a Kaiba que era su declaración, recordó que ni siquiera la había firmado y eso le abrió una salida de escape. –Me pidieron que te la entregara.
Esa fue su gran respuesta arruinando así su plan de declararse lo mas pronto posible a Kaiba, atrasándolo y ahora, agregando al problema el hecho de mentirle al ojiazul desde el principio.
-¿Quién? –Respondió, sin mucho interés ya que imaginaba que seria Joey el que había mandado a Yugi en otro intento de reconciliación inútil.
-A... no te lo pedo decir. – Yugi sentía una gran necesidad de irse, además de que tenia miedo de que Joey (que iba en la misma clase que Kaiba) los encontrara descubriendo así las intenciones de Yugi.
-Si no tiene el valor de decirme las cosas de frente no me interesa lo que tenga que decir. –No apartaba su atención del trabajo y ya incomodo espero a que el pequeño se retirara.
Yugi había puesto mucho esmero en esa carta y aunque no estuviera listo para hablar de frente quería que Kaiba supiera lo que contenía su escrito, coloco el sobre en el teclado de la laptop y un poco apenado le pidió que antes de deshacerse de ella la leyera. Dicho esto salió corriendo del salón para ahorrarse una negación por parte de su sempai.
Kaiba quito la carta de su teclado porque lejos de interesarle, le estorbaba, la tomo y pensó en tirarla, pero casi impulsivamente la guardo en una carpeta y continúo su trabajo.
Las clases comenzaron y Yugi intentando relajarse y regular su pulso, se sentó después de saludar a sus amigos y recargo su cabeza en sus brazos.
-(Me pregunto... que me dirá Kaiba sobre la carta... ¿Al menos la habrá leído?)
En la hora del receso Yugi discretamente buscó con la mirada al ojiazul, pero o solo no lo encontró, si no que tampoco vio a Joey. Esto le preocupo por que pensó que tal vez Kaiba había imagino que la carta era de pare de Joey y eso provocaría que se reconciliaran o quizás con eso Joey se enteraría de sus sentimientos hacia su “ex novio” y terminaría muy mal. Todo el día se quedo pensando en estas posibilidades sin poder poner atención a las clases.
Al finalizar el día escolar Yugi les avisa a sus amigos que no iría con ellos usando el pretexto de que quería hablar con un profesor. Ya estando seguro de que se habían ido fue corriendo al salón que ocupaba Kaiba. Sabia que el se quedaba un poco mas para ordenar algunos documentos y archivos de KC. Cuando llego se aseguro de que Joey no estuviera con el y al comprobarlo entro tímidamente y con paso lento al lugar de seto.
-Kaiba... ¿Leíste la carta? – su voz era tenue y con mucha inseguridad refleja en su pronunciación.
-¿Vienes por una respuesta? No la leí.
Yugi sintió eso como un golpe directo, se había esforzado tanto solo para se avergonzado por el CEO. Mordió su labio inferior y cerro las manos formando un puño para ahogar las lagrimas. No quería que lo viera así, pero tampoco podía moverse por la impresión tan grande que tenia.
En esos momentos Kaiba cerro la laptop y organizo sus cosas, se levanto y camino hacia la puerta cerrándola y recargándose en ella. Yugi, al notar eso, palideció, estaba encerrado y solo, con Kaiba. Pensaba en mil cosas que este haría, la mayoría fantasías suyas. Kaiba saco de su bolsillo la carta y comenzó a leerla silenciosamente.
Yugi observaba atentamente las expresiones dibujadas en su precioso ojiazul al leer cada línea, notando así que paso de indiferencia a interés, finalmente a una enorme curiosidad. La carta estaba escrita por computadora, ya que después de tantos borrones Yugi sintió que seria mas cómodo para Kaiba (ya que el pequeño tenia una letra no muy legible), fue eso lo que desconcertó al mayor dejándolo sin muchas pistas para saber de quien se trataba. Poco antes no le importo, pero luego de leer eso y enterarse de que había alguien lo amaba envidiando a Joey por su suerte y soñando con una oportunidad con el, sintió la enorme curiosidad de saber quien era. Su contenido obviamente descartaba a Joey y si habían mandado a Yugi... ¿Habría sido alguno de sus amigos? Al terminar de leerla, la guardo y miro fijamente a Yugi.
-¿Quién te dijo que me la dieras?
-Ammm... eh... pues... no te puedo decir. –yugo no estaba seguro de decírselo y estando Kaiba obstaculizando su única salida se sentía aterrado.
-Entonces dile a tu amigo que si tiene algo que decir lo diga de frente y así obtendrá una respuesta. –Volvió a sacra la carta haciendo un gesto corporal aparentando que la rompería.
-¡No!- Dijo el pequeño con cierto desasosiego. –Espera...
-¿A que?
-Es... solo que quiere que empieces a saber a si de su existencia y sus sentimientos por ti... estoy seguro que pronto te lo dirá en persona.
-¿Quién fue? Ahórrame tiempo y dime.
-No puedo...
Kaiba se creyó que la habían mandado y considero que Yugi jamás hablaría de más por serle tan fiel a sus amigos. Así que sin más interés en insistir recogió sus cosas y antes de salir, miro de nuevo al tricolor.
-Si eso quiere... bien, seguiré su juego un rato, pero si se le ocurre mandar otra carta, solo la recibiré si esta escrita a mano. –Dicho esto se retiro del lugar.
Yugi sintió un contraste de emociones, por un lado estaba feliz por que había conseguido la atención de su querido Kaiba, pero por otro estaba preocupado. Si escribía la carta a mano Kaiba se daría cuenta, ya que conocía su caligrafía por las firmas que dejo al entrar al torneo de ciudad batallas, necesitaba a alguien que la transcribiera, pero no se le ocurría nadie. Su abuelo no se prestaría para eso además de que se aterraría de que a su nieto le gustara un hombre, Yami solo le daría sermones diciéndole que hablara con la verdad, fue entonces cuando pensó en Tea, ella seria perfecta pues no era duelista y Kaiba no conocía su letra, además de que ella le tenia un cariño incondicional al pequeño y lo apoyaba en todo.
Salió del salón y llego directamente a la casa de su amiga. Ella lo recibió muy amablemente y luego de un rato de hablar de tonterías Yugi se dispuso a contarle todo y pedirle ese enorme favor. Le hablo de sus sentimientos por Kaiba y lo que había echo a modo de declaración para luego pedirle el favor.
-Mmm... No lo se Yugi, tu sabes que Joey aun lo quiere. –Dijo la chica sin mirar a los ojos a su amigo.
-Lo se pero yo también lo quiero, creo que tengo el mismo derecho a intentarlo que Joey.
-Si, pero... ¿Joey lo sabe?
Yugi agacho la cabeza y la movió en señal de negación, después volvió a mirar a Tea con sus ojos húmedos y una expresión de ansiedad.
-Pero Tea, ¡entiéndeme! Estoy enamorado de el y quiero saber si tengo oportunidad, por favor...
-Esta bien Yugi, lo hare, ya no me mires así.
Yugi se alegro, podría seguir con esto con la ayuda de Tea y después, ya se lo contaría a Joey, su amigo tenía que saberlo pero no era el momento, si Joey se enteraba ahora, existía la posibilidad de que le dijera a Kaiba quien era el verdadero autor de las cartas.
Esta vez, Yugi ya inspirado, escribió todo lo que quería decir en un cuaderno dándoselo a Tea, quien lo transcribió con su letra en una hoja blanca para luego guardarla en un sobre. Yugi regreso muy ilusionado a su casa, provocando curiosidad en su abuelo y en Yami, que desconocían el motivo de su felicidad, el abuelo pregunto y al recibir solo una sonrisa como respuesta no quiso insistir, fue Yami quien se dispuso a averiguar.
-¿Por qué tan contento pequeño?
-¿Yo? No, para nada, estoy normal.
-Mmm... ¿Dónde estabas?
-En casa de Tea.
Yami al escuchar esto se molesto un poco, no le agradaba que Yugi y Tea estuvieran solos juntos y menos ver esa extraña felicidad en Yugi. Se preguntaba que es lo que había pasado allá pero prefirió ahorrarse las preguntas.
Al día siguiente, Yugi llego nuevamente temprano al salón de clases, y encontró solo a Kaiba, esta ves entro con mas seguridad y con una sonrisa le entrego la carta, Kaiba la tomo y esta vez la leyó de inmediato. Yugi espero para ver la respuesta que daba el castaño, solo que esta vez no pudo interpretar su mirada. Al terminar de leerla, Kaiba la guardo, en verdad le molestaba, la persona que escribía eso despertaba en el una emoción inexplicable, las palabras tenían tanto sentimiento que el podía imaginar el tono de voz que se usaría si las palabras fueran pronunciadas, le inquietaba ignorar de quien se trataba y todo esto solo en la segunda carta.
-Dime quien es la persona que escribió esto. –Dijo con un tono firme y serio.
-Mmm... Aun no Kaiba, pero bueno... tal vez te mande otra. –Yugi se dispuso a irse pero Kaiba se levanto y lo alcanzo antes de que el tricolor saliera, sujetándolo de los brazos y arrinconándolo contra una pared volvió a preguntar.
-¿Quién la escribió? No seguiré con estos juegos, dime quien es. Ahora.
La voz de Kaiba resonaba en Yugi, aunque pareciera molesto, lejos de asustar a Yugi lo excitaba. El echo de pensar en lo interesado que estaba en esa persona y además tenerlo tan cerca dirigiendo toda su atención a el y a nadie mas lo llenaba de alegría.
-A... pero Kaiba...
En esos momentos Joey (que había tenido la misma idea que Yugi de llegar temprano para estar con Kaiba) entro al salón, encontrando a Kaiba sujetando al pequeño y estando su cara tan cerca a la de su ruborizado amigo.
-¡¡¡Yugi!!! ¡¿Qué diablos haces?!
Yugi palideció, no esperaba que el, que siempre llegaba tarde lo encontrara en esa situación, tendría que confesar en esos momentos, o tal vez no...
-No malinterpretes Wheeler ¿Crees que me fijaría en este niño? –dijo colocándose derecho y de frente a Joey.
Yugi sintió una puñalada en el corazón, esas palabras realmente lo habían lastimado, salió corriendo del salón para evitar delatarse tan tempranamente, solo pudo notar que Joey de nuevo insistiría, poniendo a Yugi en peor estado.
Hasta aki los dejo x el momento
pronto subire el tercer capitulo, gracias x leerlo.ueno ahora aki les dejo el tercer capitulo, espero les guste, ya el ke sigue es el ultimo. Espero ke lo lean, muchas gracias x todos sus comenetarios, en verdad me animan mucho.
Capitulo 3 SE PIERDE LA ESPERANZA
Yugi se encontraba en los baños de la escuela frente a una llave de agua lavando repetidas veces su rostro buscando esconder así, las lagrimas que escapaban de sus ojos. Le dolían demasiado las palabras de Kaiba, pensaba en que no tenía ninguna oportunidad, el castaño había sido muy directo. “¿Crees que me fijaría en ese niño?” Esa simple oración destruyo en pedazos el corazón del pequeño tricolor.
-No tengo oportunidad... no tiene sentido seguir haciéndome ilusiones –Yugi no aguanto mas y dejo salir su dolor permitiéndose llorar desconsoladamente. –Solo me queda desearle buena suerte a Joey.
Al tranquilizarse un poco se dirigió a su salón intentando comportarse lo mas natural posible, ese día tenia un mayor interés en las clases pues quería dejar de pensar en Kaiba. Llegada la hora de receso, Tea le pregunto a Yugi del como le había ido con la carta que escribieron. Esto le recordó lo acontecido en la mañana y perdió la poca tranquilidad que había conseguido durante las clases, volviéndose a sentir pésimo. Sin ningún pretexto les pedido a sus amigos que lo dejaran solo, Tea entendió con esto que no había resultado muy bien y se retiro junto con Tristán que no sabia nada.
Yugi se dirigió hacia una de las áreas verdes de la escuela y recostándose en el pasto espero a que el calor del Sol lo ayudara a sentirse un poco mejor, pero no mucho después de acomodarse fue interrumpido.
-Yugi
Yugi un poco asustado dirigió la mirada hacia donde provenía la voz descubriendo, para su sorpresa, que se trataba de Joey. . Al verlo se levanto de inmediato, retrocediendo discretamente.
-Eh... Joey... –El pequeño estaba un poco inquieto, porque aunque en realidad Joey no supiera lo que estaba pasando, si tenía una idea. -¿Qué ocurre?
-Yugi... –El rubio abrazo con fuerza al tricolor, dejándolo desconcertado. –He perdido por completo a Seto.
-¿De que hablas? ¿Por qué dices eso? –Yugi ya no tenía interés en lo que pasara. Si no tenia oportunidad, Kaiba podía quedarse con Joey siempre y cuando pudiera olvidarlo.
Joey limpio sus ojos de algunas lagrimas que había derramado y se sentó en el pasto haciendo un ademan indicándole a Yugi que quería hiciera lo mismo. Yugi un poco desinteresado se acomodo junto a su amigo y se preparo a escuchar lo que tenia que decir.
-Yugi, tu escuchaste cuando Kaiba me dijo que ya no quería nada conmigo... pero yo no acepte esa idea... yo creí que aun podía rescatar lo nuestro... no fue así. Cuando saliste del salón esta mañana hable con el y me pidió que dejara de insistir. Me lastimo porque ni siquiera toma en consideración de lo mucho que lo amo como para tragarme el orgullo y pedirle una nueva oportunidad. Lo peor de todo de es... que me dijo que el estaba interesado en otra persona... alguien que no conoce y según sus propias palabras, que muy probablemente este jugando. ¡Me cambio por alguien del que no sabe ni siquiera si es hombre o mujer y se deja llevar solo por un par de cartas! ¡Dos cartas!
Yugi en esos momentos dibujo una enorme sonrisa, sin saberlo ni quererlo Seto Kaiba se había fijado en “ese niño”. Tenia una oportunidad, si Kaiba lo conocía así entonces podría pasar algo entre ellos. Joey no se percato de la felicidad que estaba experimentando su amigo y con su mirada clavada en el suelo continuó hablando.
-Se que tu le das esas cartas... Por favor Yugi... dime quien las escribe. –Yugi se sorprendió mucho, Joey no debía enterarse aun, así que tenía que esconderlo un poco más.
-No te lo puedo decir Joey y por favor no me insistas porque no te lo diré. Perdóname.
Joey se molesto por la respuesta de su Yugi. ¿Quién podría ser más importante que él, que se supone, era su mejor amigo? Fue entonces que pensó en Yami. El no asistía al colegio porque prefería ayudar en la tienda del abuelo, entonces una manera fácil de comunicarse con Kaiba era mandando al pequeño a entregarle esas cartas. El rubio sintió que tenia la respuesta y decidió que esa tarde hablaría con el ex faraón para saber el por que de su comportamiento a escondidas y entender el motivo de que no fuera directo.
El receso término y cada quien se dirigió a su salón. Al finalizar las clases, Joey fue directamente a buscar a Yami.
-Yami, tengo que hablar seriamente contigo.
El comportamiento del chico del chico desconcertó al faraón, poniéndolo en una situación incomoda, ya que ignoraba el motivo de esa visita tan repentina.
-Dime, ¿Qué te ocurre Joey?
-¿Por que nunca me contaste que te gustaba Kaiba? –Dijo fríamente el rubio.
-¡¿Qué?! ¿De que hablas? –Yami estaba totalmente confundido, hace tiempo que ni siquiera veía al mencionado empresario y jamás había hecho algo como para que pensaran que gustaba de el, ya que eso no era así.
-Se que has estado escribiéndole cartas y que le pides a Yugi que se las entregue.
-¡Yo no he hecho algo como eso! A mi no me gusta ese sujeto.
Yami se quedo pensando un momento. Recordó que Yugi había estado con Tea a solas, cosa que era inusual, normalmente se reunían todos y no solo dos, pensó que no era que entre ellos tuvieran una relación sentimental (cosa que lo hizo sentir un poco aliviado) si no que algunos de ellos era quien las escribía. Le comento esto a su amigo quien le dio la razón y al estar los dos interesados, quedaron en investigar (Joey a Tea y Yami a Yugi) de quien se trataba.
Al mismo tiempo Yugi, que se sentía totalmente renovado por la última noticia, le entrego a Tea un borrador de su nueva carta y le pidió que lo ayudara nuevamente. Tea accedió y la escribió con mucho cuidado y detalle. Se la dio a Yugi y regreso cada quien a su casa.
Al llegar, Yugi saludo como cualquier otro día a su familia, dejo sus cosas en la cama, como siempre y se alisto para tomar una ducha. Yami aprovecho esto y entro a la habitación del pequeño para buscar entre sus pertenencias cualquier cosa que lo delatara. Su búsqueda lo llevo a encontrar la nueva carta. Para su suerte no estaba sellada así que con un gran cinismo se sentó en la cama y comenzó a leerla.
-Entonces... es Tea. –Dijo el faraón convencido mirando el tipo de letra y la tinta tan común en todos los apuntes de la chica. –Mmm... Es un alivio.
Justo en esos momentos entro Yugi, descubriendo a Yami con la carta en sus manos.
-¡Yami! ¡¿Qué haces?! –El pequeño le arrebato la carta. Estaba realmente alterado, no quería que nadie además de Tea se enterara de esto.
-Lo lamento Yugi, pero... bueno...
-¡Nada justifica el echo de que estés revisando mis cosas! –Dijo aun enfadado.
-Tengo una buena razón.
-Dime entonces ¿Cuál es?
-Hoy vino Joey y me hablo de unas cartas que has estado entregando a Kaiba. Por un momento sospeche que serias tu el que las escribía... –Yugi palideció por pensar que seria descubierto, pero decidió terminar de oír al faraón antes de hacer o decir cualquier cosa. - ... Y el solo pensarlo me molesto. Pero ahora me alegra saber que se trata de Tea. No me gustaría que estuvieras interesado en alguien más.
Yami se acerco lentamente a Yugi mientras decía esto, asustando un poco al menor (que continuaba solo con una bata de baño).
-¿De... de que hablas?
-¿No lo entiendes Yugi? Te amo
Al decir esto ultimo Yami sujeto de la muñeca al menor y en un movimiento rápido lo acerco a el, rodeándolo con su otro brazo de la cintura para después besarlo apasionadamente.
Yugi estaba totalmente fuera de si, ese era su primer beso y se lo había dado alguien a quien consideraba su hermano mayor. No podía moverse por la impresión.
Yami aprovecho que el pequeño solo tenía una prenda y metió su mano debajo de ella para acariciar el suave pecho del menor. Fue entonces cuando Yugi reacciono y con todas sus fuerzas empujo a Yami para alejarlo de el.
-¿Qué ocurre Yugi? – Yami estaba desconcertado, el estaba casi seguro de que seria correspondido.
-¡¿Qué te ocurre a ti?! Tú y yo somos como hermanos.
-Jajaja, pero no lo somos. Tranquilízate Yugi, esa sensación desparecerá, por ahora solo disfruta del momento.
-¡No! Tu no me gustas Yami. Por favor, sal de mi habitación, quiero estar solo.
Yami se sintió un poco decepcionado, pensó que había actuado demasiado rápido y esto había confundido a Yugi. Sin decir nada mas le dedico una sonrisa al pequeño y salió de la habitación para dejarlo asimilar lo sucedido y esperando ser correspondido mas tarde.
Yugi cerro la puerta de su cuarto y luego de vestirse se acomodo en su cama, quedándose muy pensativo. El quería que su primer beso se lo diera el ojiazul. Jamás se imagino que fuera él y de esa manera. Le incomodaban los sentimientos de Yami, pues lo consideraba como un miembro de la familia. Y en medio de todo esto odiaba la idea de que aquel beso, le había gustado. Perdido en todos estos pensamientos el pequeño se quedo dormido.
Al amanecer, repitió la rutina de los dos días anteriores para llegar temprano al colegio. Al igual que el segundo día, espero la respuesta de Kaiba, solo que esta vez aparentando indiferencia para no verse sospechoso.
Kaiba termino de leer la carta y resignado a que Yugi no le diría el nombre de la persona que las escribía, llego a la conclusión de que con una amenaza obtendría su respuesta.
-Dile a esta persona, que si quiere llegar a algún lado con todo esto, ya no recibiré más cartas, lo veré al finalizar las clases en la entrada principal del colegio.
Yugi se sintió tenso, esta vez no podría prolongarlo mas, tendría que decirle todo a Kaiba, incluyendo el hecho de que le mintió. Aunque esta vez, considerando que Kaiba estaba tan interesado en él, se sintió mas seguro de si mismo.
-Esta bien. –Fue lo único que pudo decir.
Salió del salón y durante todo el día estuvo pensando en la mejor manera de decírselo, el profesor le llamo la atención varias veces por descubrirlo distraído.
Terminaron las clases y Yugi, con un poco de miedo se dirigió al lugar acordado. Para su sorpresa, antes de llegar, pero a una distancia no muy larga de la puerta principal, distinguió a Seto y Tea juntos, hablando. Se acerco un poco mas de forma discreta para poder escucharlos.
-Quiero oír tu respuesta. –Le escucho decir al CEO
-Si... Kaiba... Me gustas, Te quiero. – Fue la respuesta de su querida amiga.
Bueno, espero ke se pasen x aki cuando suba el final, espero sus comentarios, buenos y malos tambien, sirve ke aprendo a mejorar, gracias de nuevo. n_n
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NaoNekoMisaki .
User deleted
mejorar!? pero de q hablas esta genial
eres buenísima con el suspenso
aunque admito q mis parejas favoritas son:
setoxjoey
yamixyugi
bakuraxryou
marikxmalik
pero la historia va muy bien. -
Nue Lubay .
User deleted
Me gusto mucho n.n me puse a buscar de pronto de esta pareja y me apareció esta historia, esta genial n.n ojala puedas avanzarla pronto n.n mucha suerte! . -
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Conty plis esta genial .
Deseo anónimo (KaibaxYugi) (Nc-17)Por BLACK_R0SE |
