Banana Ice Cream (KaitoxLen)

Romance. Adv +18. Lemon. Shota.

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  1. hana-hime
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    Espero y les guste :D La vuelvo a subir ya que olvide la contraseña de mi otra cuenta y bueeno; por tanto si ya la leyeron antes, no se sorprendan :P mi cuenta anterior era hanahime pero ya logre que se borraran mis fics subidos n.n
    SPOILER (click to view)
    La historia es un one-shot de dos miembros de Vocaloid, Kaito y Len. Sucede que Kaito está enamorado desde hace un tiempo del rubio, pero hay varios inconvenientes:
    1- en un chico
    2-es menor de edad
    3-es prácticamente su hermano
    Entonces.. con tantas cosas a su contra, ¿Podrá dar fruto? Kaito lo desea ávidamente, pero no sabe si arriesgarse...
    ((más no les digo porque les cuento todo!))

    "Si se preguntan el porqué de esto que siento, es simple. Al conocerlo, vi en esos ojos que no dejaban a nadie acercarse a menos que él mismo lo deseara, vi la libertad misma. Al conocerlo, de a poco logré ganarme aquella confianza con la que ahora nos hablamos, y… simplemente me enamoré de aquel brillo que adquiere al sonreír, del modo en que se ruboriza cuando se avergüenza, de lo violento que aparenta ser con su tierna apariencia de shota. Todo. Amo todo de él."


    Vocaloid
    Banana ice cream (KaiLen)
    Prohibido, tentador e imposible

    -Kaito-nii, ¿Daijobu? (hermano Kaito, ¿está todo bien?)- Preguntó el pequeño Len mirándome fijamente.
    Lo más probable es que mi imagen fuese deplorable, pero, ¿qué más daba? Además, lo raro sería verme bien, pues me sentía totalmente al contrario. El helado que comía era lo único bueno que tenía éste momento, claro, a parte de la presencia de mi querido hermanito… él era quien mejor me conocía, y quien mejor me entendía de todos en nuestra “familia”.
    A sus tiernos catorce años, el rubito de ojos celestes a quien tengo por ototo (hermano menor), es un joven de un fuerte carácter, claro, no más que su hermana gemela, Rin; y su voz es muy hermosa, al igual que él mismo. Es bajo de estatura, aunque el lo niegue rotundamente y se enfade cada vez que lo traten como a un chiquillo. Es adorable…
    -N-nada, solo estaba un poco…distraído- no podía decirle la verdad que aquella palabra acarreaba. Es decir, ¿Cómo podría? ¿De qué modo se tomaría algo así? Realmente no es como si fuese racional de mi parte el verlo de éste modo.
    -Últimamente haces eso muy seguido- me miró como si esperara una negación por mi parte. Pues, no, suficiente con las mentiras que ya le decía. Sonrió maliciosamente- Adivino, Kaito-nii está enamorado y por eso no me quiere decir, ¿o me equivoco?
    -¿Ehh? ¿Q-qué? ¿Q-qué dices, Len? No... No es…no es eso- mi voz tembló un poco, y sentí como mi pulso se aceleraba y el calor de la sangre que fluyendo a mis mejillas. ¿Lo había descubierto?
    Len comenzó a carcajearse de mí, mientras yo escondía mi cara en mi bufanda. ¿Tan notorio era? Bien, mi único consuelo ahora era el simple hecho de que aún no sabía de quien.
    Que se quede así, no quiero. Definitivamente no quiero que nadie sepa de esto. Está mal… yo mismo me doy cuenta de que no está bien algo así…
    ¡Por dios santo, tiene catorce! ¡Catorce años! ¿Cómo es meramente posible sentir esto por un niño?
    -Kaito-nii, estas todo rojo. ¿Es Miku-chan? Porque de ser así…- su mirada se vió un poco extraña, ¿tristeza?- De ser así, tu podrías estar con ella… Digo… Creo que le gustas… ¿Te gusta ella?- ¿Está sonrojado? S-se ve tan bien así, diablos. Es tan mono sonrojado… Como quisiera…No Kaito, dios, concéntrate. Un segundo… ¿Por qué está así? ¿Será que…?
    -No. No me gusta ella.- alivio. Como lo pensaba… el está enamorado de Miku. Ahh… ella es muy linda, y no tiene tanta diferencia de edad con él, y por sobre todo, ella es mujer. Duele saber que nunca será, mi hermanito…
    -Entonces… ¿Quién?- A pesar de que se siente aliviado de que no me guste Miku, sigue preocupado. Bueno, es Len, el siempre es así…
    -M-me…No nadie…- no puedo. Aunque lo intento… las palabras simplemente se quedan en mi garganta.
    -Kaito-nii, no sabes mentir…- Tanta cercanía con él me va a matar… El helado se está derritiendo. ¿Pasó tanto tiempo?
    -¡LEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN! ¡LEN! ¡VEN!- Rin, el reflejo mismo del pequeño, aunque solo sea exteriormente, le llamaba desde la cocina a voz de grito, para luego hablar normalmente- Y-y-ya…y-ya no hay naranjas. Len creo que moriré, ¿M-mis naranjas? ¿Dónde están?
    -¿Qué? Pero si ayer mismo me hiciste comprar una bolsa enorme llena de naranjas ¿Cómo hiciste para que se acabara tan rápido? ¡Rin, te enfermarás!
    -Ven, vamos, vamos- arrastró al rubio menor ignorando sus palabras. Así es como son, siempre, creo que ya me acostumbré a que la ojiceleste zarandee de ese modo a su gemelo- ¡Naranjas, no se preocupen, que ahora mismo voy a por ustedes!
    -Estás loca, ¿Sabías?- con un falso enojo dirijido a su onee-chan, ya que en realidad no puede enojarse con ella, porque la adora, y ya me lo ha confesado antes; se perdieron aquellas dos voces parecidas a campanitas.

    -Ahh-suspiré.- Bien, helado, ahora que se fueron, solo quedamos los dos-
    Rápidamente terminé lo que quedaba de mi postre favorito, mientras mi mente divagaba respecto a aquellos ojos reacios que e tenían hipnotizados.
    Es inevitable… Al parecer… esto no puede ser. Creo que lo mejor para él es que yo lo olvide, que no le diga nada… Sí, definitivamente… He de olvidarme de ese pequeño de quien caí profundamente enamorado.
    Si se preguntan el porqué de esto que siento, es simple. Al conocerlo, vi en esos ojos que no dejaban a nadie acercarse a menos que él mismo lo deseara, vi la libertad misma. Al conocerlo, de a poco logré ganarme aquella confianza con la que ahora nos hablamos, y… simplemente me enamoré de aquel brillo que adquiere al sonreír, del modo en que se ruboriza cuando se avergüenza, de lo violento que aparenta ser con su tierna apariencia de shota. Todo. Amo todo de él.
    Pero como dije… no haré nada al respecto, pues se bien que lo mejor es dejar de lado esto que me quema internamente.
    -Mnn… se acabó el helado…- arrojé a la basura el pote.

    Las semanas pasan, y no logro sacarme a mi hermano de la cabeza… sé que dije que lo haría, pero no es tan fácil como lo supuse….
    Él se ve cada día mejor, más cercano a la pubertad, a pesar de verse muy aniñado, yo puedo notar los pequeños cambios que tiene.
    Por otro lado, pronto cumplirá los quince, al igual que yo los veintiuno. Esto se ve mal para cualquiera, en especial porque el solo aparenta once, si tanto lo se, ¿porque soy tan idiota como para no poder dejarlo atrás?
    Me duele la cabeza como los mil demonios, el pecho, la garganta… todo. Estoy enfermo, y en cama. Y como no puedo comer cosas frías, ni siquiera me dejan tocar helado alguno. Es desesperante… Al diablo con todos, ¡yo quiero un helado!
    Bajo de mi cama, y me escabullo hacia la cocina.
    -Parece no haber nadie- me digo a mi mismo en un suave murmullo, escondido detrás de una pared.
    -Ahh, ¿Estás seguro? Mnn… Me siento ofendido, al parecer no cuento…
    -¡Len! Me asustaste
    -¿Qué hace mi travieso hermano tratando de entrar en la cocina sin ser visto? ¿No deberías estar en cama?
    -Etto… jeje no, nada…
    -¿Seguro? – Sacó su mano desde atrás de su espalda, la cual tenía escondida sin que yo me fijase antes.- ¿O es que buscabas esto?
    -¡Oye! ¡Eso es uno de mis helados!- admiré, pero sin regañarlo, y puse mi mejor cara de perrito lastimero- ¿Me quieres dar un poco?
    -Mnnn… lo consideraré… pero debes regresar a tu cama, estás enfermo y necesitas reposo.
    -¡Hai!- ambos subimos a mi habitación, y ahora tenía un poco más de ánimos. El siempre es tan amable con migo…

    Me recosté cómodamente, dejándole un espacio a len para que se acostara a mi lado, como tantas miles de veces. La migraña se iría eventualmente, sí, pero era casi insoportable. Punzada se me clavaban tanto en la base de la nuca, como en los costados de las orejas, sentía la sangre bombear rítmicamente, pero solo estando co Len me es posible olvidar cada malestar.
    -Es de banana… ¿te gusta?
    -Claro, ¿puedo?- me levanté levemente, pero el rubio no me permitió el movimiento
    -Puedes comer, pero debes recostarte- Se sentó a mi lado en lugar de acostarse, agarró una cuchara y comió un poco. Sentí como mi cara, ya de por si un tanto febril aumentaba de temperatura, al solo ver de que manera, casi erótica en mi opinión, se llevaba cada bocado de helado ¿Por qué dios me tortura de éste modo?
    -¿Pero c…?- acalló mi pregunta al darme él de comer. No hay dudas, dios me odia… Si esto es un castigo, tal vez me termine convirtiendo en masoquista, verlo, tenerlo tan cerca es tan natural… me hace desearlo tanto, en modos tan indecorosos, y en otros tan cursis, tanto, y a tal punto de ser insano.
    -¿Puedo contarte algo, Kaito-nii?- se ruborizó un poco. Tengo un mal presentimiento, aunque torpemente asentí.- C-creo q-que estoy…e-e-enamorado.
    ¿Alguien por allí oyó un crak? No se preocupen… creo que solo soy yo, tal vez sea ese inútil órgano dentro mío que se supone debería bombear sangre rompiéndose en pedazos. Suspiro, bien, debo de decir algo… ¿pero qué? Una sonrisa falsa…
    -Te felicito, Len…- mis ojos me arden, los dolores regresan, ahora soy conciente de todo aquello que ese pequeño me hacía olvidar. Pero ahora, esos ojos que arden son por otra razón distinta a la fiebre… las lágrimas están peleando por salir. Que decoroso, un hombre llorando, nada mejor que eso… ¿Se nota el sarcasmo?- ¿Q-quién es la afortunada?- ouch, mi voz suena quebrada- ¿La conozco?
    El rubor en su piel es encantador… desearía ser yo quien lo provocara. Miku, debe ser ella… muy probablemente. Su mirada está gacha, no me ve, gracias a Kami-sama, porque tan pronto como lo haga creo que el llanto me será inevitable.
    -Eeeeeeehhh….- sus ojos celestes se cruzaron con mi mirada azulina, y el brillo en sus ojos por la felicidad es desgarradoramente tangible. Me hiere saber que mientras creces, más te alejas de mi ¿Por qué debe de ser esto así?- ¿En serio no sabes?-
    Claro que se… se que es ella… quiero que me deshagas por completo… y tal vez así sea mejor.
    -No, dime.- Para evitar hablar inmediatamente se dirigió una gran cucharada de helado de banana, y un poco de éste quedó en sus comisuras, cayendo ligeramente… que bien ha de saber… bajó su mirada, como dudando y se me… ¿acercó?- Demo (Pero)… ¿Nanii? (¿Qué?)- Sentí el calor de su respiración contra la mía, el calor de sus suaves labios presionando los míos, y el frío del helado en su boca al rozar mi piel.
    Me alejé de él, y lo miré, y me desgarró por completo el ver que se sentía herido por mi rechazo.
    -Len… lo lamento, pero… esto no está bien… ¿Por qué lo hiciste?- ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué Tu aún no entiendes que no es debido… aunque yo también lo desee, no puedo.
    -¿Qué no es obvio? Yo creí que mis sentimientos eran claros… creí que lo sabías… Yo te amo, Kaito-nii, pero… pero no es un amor fraternal…-el carmín en sus mejillas se hizo aún mayor- Adoro a Rin, pero se distinguir entre ese tipo de adoración, con la que siento por ti- tocó mi pecho, a la altura del corazón, y se inclinó, quedando sobre de mí, ya el estaba sentado, y me besó- Lo que siento por Kaito-nii es deseo.
    Existe un límite para la cordura, y el razonamiento, y éste es el mío… Soy débil, lo admito… Pero ninguno de ustedes tiene a un pequeño arrebatadoramente sexy e insinuante sobre ustedes diciendo que los desea, así que no me critiquen.
    -Yo también te amo, Len- le mordí suavemente el lóbulo, mientras se lo susurraba al oído.- Más que a nada ni nadie.
    Limpié el helado de su rostro con mi lengua, y comencé a plantar pequeños besos por todo su rostro, y por último por aquella boquita hermosa que tanto deseaba.
    Su lengua pidió permiso para entrar en mi boca, y se lo concedí, haría cualquier cosa por mi rubio, lentamente atraje su cuerpo al mío, hasta que él quedó recostado sobre mí. El beso se hacía más profundo a cada instante, más fogoso y pasional, aunque era claro que él no tenía experiencia, eso me encantaba. La idea de ser el primero para él, pues lo conocía lo suficiente para saberlo, me hacía tocar las nubes. El sabor de aquellos labios que desde hace tiempo anhelaba es exquisito…Esto… todo de él me gusta… me volveré loco si esto sigue… solo Len me puede hacer tan feliz.… Aunque me costó un poco debido a la estrechez de la cama logré ponerlo debajo de mí.
    -Kaito-nii…- su voz sonaba como suplicante, mientras que su rostro se tornaba de un tono escarlata muy bello.
    -¿Sí? Te complaceré en lo que quieras, mientras pueda simplemente tenerte con migo…- my voz sonó un poco ronca y ¿sensual?
    -Quiero que me tomes…- escondió un poco su rostro al decirlo. Un segundo ¿Es en serio? ¿Realmente está pasando? Mis ojos se abrieron de la sorpresa.
    Es decir, una cosa era imaginarlo, y todo eso, pero al concretarlo, realmente, el seguía siendo dolo un nene. ¿Esto es correcto? ¡Por supuesto que no! ¡¿Cómo es posible que si quiera lo considere?! Me senté en la cama
    -¿Qué sucede? ¿No quieres?- se sienta a mi lado- Creí que te gustaría… o es que… ¿No me deseas?- Esto es el colmo…
    -¡No! ¿Realmente como puedes pensar eso? ¡AHH! ¿Cómo se supone que me niegue si es que haces esto? ¡¿Qué no te deseo?! Len, eso es imposible, una blasfemia, yo te amo y te deseo en cada forma posible… pero…. Aunque eso sea así, no quiero lastimarte. Aún no estás listo
    -¡No me trates como a un niño, porque no lo soy!
    -Si, Len, si lo eres, afronta la realidad, esto, el solo besarte no está bien… pero ir más allá de eso, no puedo…-bajé la cabeza, al parecer el piso es muy interesante cuando trato de evitar su mirada.
    -Bien, no hagas nada- su voz extrañamente no tenía resentimiento alguno, lo miré- Yo puedo hacerlo solo… Si así lo quieres, te prohíbo que me toques, hasta que yo te lo permita.
    Bajó la bragueta de su pantalón y parte de sus boxers
    -¿Qué, aquí? Ve al baño, Len.
    -Sí, aquí, y no, me quedo, es tu castigo por ponerme en éste estado y no hacerte cargo- con que por eso no mostraba resentimiento antes…
    Comenzó a acariciar su miembro, cambiando la velocidad, lento, luego rápido, luego lento… Verlo jugar consigo mismo era tortuoso, realmente había elegido un castigo sublime. Pequeños gemiditos se hicieron presentes, totalmente guturales, y no hacía esfuerzo por contenerlos, ya que supuse que iba incluido en el castigo. Porque, diablos que el verlo era hipnotizante… El movimiento de su mano aumentaba, al igual que sus ahora sonoros gemidos, y a su vez, mi miembro se endurecía, clamando atención, pero eso no era todo… deseaba a Len… fervientemente. Deseaba tocarlo, poseerlo, sentir su interior, y en éste momento, más que nunca antes, deseaba probar su esencia.
    Me acerqué un poco, aunque era un tanto irracional, dispuesto a ayudar al rubio en su labor, dispuesto a cumplir aquel capricho que le había negado.
    Estaba encendido, eso seguro, ¿Cómo no estarlo? ¿Alguien realmente es capaz de imaginar a un hermoso pre-adolescente masturbándose frente tuyo, cuando sabe que anhelas su cuerpo? ¿No? ¿Nadie? Bien, entonces no les queda más que creerme que es algo muy excitante.
    -¡NO! Te dije, no puedes tocarme… ¡Aahhh!- diablos, en serio, ahora es lo que más quiero- ¡Aahhh!
    Ignoré sus órdenes y me bajé el pantalón, pues estaba tan ajustado que dolía. Me acerqué y lo besé mientras él se tocaba. Era un beso lujurioso y tierno, y aunque no desobedecí del todo, pues no le toqué su zona, le quité la remera, apreciando la vista.
    Su piel era blanca, y sus pezones eran dos botoncitos rosados. Agarré el helado de banana que estaba un poco derretido, y me bebí la mayoría de lo que estaba líquido, lo otro tendría un fin más útil. Vertí un poco sobre cada uno de esos botones, y Len respingó ante el frío. Yo sonreí maliciosamente, mientras comenzaba a lamer su piel, trazando círculos en sus pezones, y dando pequeños mordiscos, dejándolos erectos.
    Seguí el camino de helado que se había formado con mi lengua. Sabía delicioso, el sabor de su piel, que era dulce, como vainilla, con el de aquel postre era la mejor combinación posible. Len se recostó, facilitándome la tarea.
    -Así que cambiaste de opinión- sonrió maliciosamente, sabiendo que su plan había sido muy efectivo.
    -No, pero creo que mi hermanito es lo suficientemente inteligente como para engañarme-sonreí también.- No quiero quejas después…
    -Solo hazlo. No sabes cuanto ansío por esto… Pero, primero…-comenzó a desvestirme a mi también, cosa que no me molestaba, es más, el modo en que lo hacía era tremendamente sensual, así que me deleité viéndolo. Primero me quitó la remera, y luego yo le quité el pantalón junto con su boxer, dejándolo completamente desnudo. ¿Cuántas veces habré fantaseado con Len? ¿Cuántas veces habré tratado de imaginar las formas de su cuerpo desnudo? ¿Cuántas veces habré dormido abrazado a mi pequeño sin poder tocarlo como ahora? ¿Cuántas...? Innumerables…
    Temblorosamente sus manos se dirigieron a mi pantalón, que cayó al suelo en instantes, perdiéndose en la habitación junto a las otras prendas. Y no tendrían ni idea la satisfacción al ver sus ojos al despojarme de mi ropa interior, liberando mi miembro, completamente asombrados por el tamaño. No es que quiera presumir ni nada, pero yo mismo soy conciente de que soy atractivo, con mi cabello azul, mi cuerpo delgado pero masculino y fuerte, con los músculos suficientes, facciones finas pero viriles, y pues, no fue hasta hace poco que descubrí que el tamaño de mi… bueno de eso, es bastante grande, y hasta ahora realmente no me había interesado, pero la mirada de Len me hizo cambiar de opinión, y reconsiderar el hecho de su importancia.
    Volví a lo que hacía, realizando simulaciones de penetraciones en su ombligo, y el me agarró el rostro luego de un rato.
    -Deja de jugar… ¿Quieres helado, Kaito-nii?- con su mano agarró una cantidad importante, y con ella se lubricó la entrepierna.
    Se le fue el aire por unos segundos, era claro que estaba frío, así que necesitaba con urgencia de mi ayuda.
    -Siempre lo quiero- pronuncié lascivamente.
    Limpié cada centímetro de piel, mientras sentía como se estremecía al sentir mi lengua por sus lugares más ocultos. Mojé mis dedos con más helado y con ellos froté sus testículos mientras me encargaba de aquel miembro, desde la base a la punta, y luego le dí unos pequeños besos al terminar de limpiarlos.
    -Ahhhh...ahhhh, sigue… onegai, Kaito-nii…..Ahhh- la combinación del frío con la fricción era enloquecedora sin duda, y esto no iba a quedarse allí, con un poco más del postre el cual ubiqué en el glande comencé a engullir su pene, con mucho cuidado para no lastimarlo rodeé mis dientes con mis labios, y comencé un suave vaivén.
    Claro que Len siempre es exigente, así que no tardó en agarrar mis cabellos, cosa que lejos de ser molesto, me agradaba, y creo que he de admitir que soy un poco masoquista, marcó el ritmo.
    -AAAAAhhhhhhhhhhhh…mnnnngg y-ya casi llego… ¡aahhhh!- sus manos trataron de que dejara de moverme, pero yo soy más fuerte, y por ningún motivo me perdería de probar su semilla. Al encontrar una venita logré que llegara el éxtasis, llenando mi boca de él. Delicioso. Amaro y dulce al mismo tiempo, tan como él. Me tragué todo, sin desperdiciar mi nuevo postre favorito, Len.- B-baka, no era necesario que hicieras eso…- jadeaba arrítmicamente.
    -Quería hacerlo- le dediqué una sonrisa. Se veía encantador, con su boquita entreabierta, un sonrojo prominente, y todo para mí.- Te amo
    -Yo también, aunque seas un idiota la mayoría del tiempo…- una sonrisa floreció en aquel rostro que tanta adoración me provoca.- Veo que te gusta…- llevó su mano hacia mi miembro, completamente erecto…- Que prefieres. Opción uno: que te toque. Opción dos: que lo lama. Opción tres: dentro de mí, ¿Entonces?
    -¿Realmente tienes catorce, Len? ¿Robaste el cuerpo de un niño para verte joven? ¿Tomaste algún líquido extraño que te hizo rejuvenecer? Porque… ¿Cómo diablos es posible que digas éste tipo de cosas?- Se sonrojó mientras me besaba.
    -Rin me habla respecto a esto… ella me alentó a contarte…
    -¡¿Rin sabe?!- ¿Porqué esto me trae tan mal presentimiento?
    -Kaito-nii, ¿Tenemos que hablar sobre mi hermana justo ahora?- masajeó un poco mis testículos, y me avergoncé un poco, tenía razón… vaya momento para hablar… Pero es que con él todo era tan extrañamente natural…
    -T-tienes razón… Mnnn....-lo recosté y acomodé una almohada en su espalda- Opción tres- Len sonrió, él también desea tenerme en su interior.
    Remojo mis dedos en el helado, ya líquido del todo, lastimosamente, pues tenía otras ideas… y con el intermedio comienzo a prepararlo.
    Sentí su cuerpo estremecerse, le dolía.
    -Trata de rlajarte… ya sé, te distraeré un poco- Besé sus labios, ya hinchados, mientras mojaba los dedos de mi otra mano para estipular sus pezones. De éste modo fue dilatándose lentamente, y pude meter el segundo dedo sin problema. Su interior era tan cálido… El solo pensarlo era atrayente…
    El tercer dedo no se hizo esperar, pero para éste, ya había comenzado a masturbarlo, una distracción más efectiva al dolor inminente.
    -Ahh… hazlo ya, Kaito-nii… Te necesito…- su pecho subía y bajaba con respiraciones agitadas, y casi podía oír mi propio corazón desbocado, repicando como un colibrí. Al rozar su entrada con la cabeza de mi miembro gimió, y no me detuve, comencé a adentrarme.- Ahh, d-duele…
    -Perdón… ¿Quieres que paremos?- ¿Realmente puedo autocontrolarse así? Bueno… no creo poder lastimarlo, por mucho que quiera…-
    -¡NO! No… aguantaré, no importa… solo… solo hazlo… pero, pero…despacio…- sus ojos me mostraban que realmente deseaba tanto como yo que esto sucediera, pero tengo que tener mucho cuidado… Ahhh es tan estrecho….
    Lento fui adentrándome, con mucha atención a sus reacciones, al entrar completamente finalmente soltó el aire que contenía. De a poco sentí como sus paredes de amoldaban. El calor, la estrechez, todo, aquel en aquel exquisito lugar era perfecto, al punto de sentir venirme con solo estar allí.
    Tal vez había sido malo no haberme masturbado o lo que fuese antes, ahora sentía una urgencia tremenda de moverme y embestir a mi niño, pero claro está, no podía, lo lastimaría.
    -Estoy listo- asentí, mientras comenzaba un parsimonioso traqueteo. Salí casi completamente de él, y me impulsé suavemente de nuevo, y así, hasta que el zarandeo se hizo constante y frenético.
    ¿Era esto el cielo? Algo muy parecido… mis sentidos estaban ofuscados completamente, no había nada más que él, lo único que podía sentir era a él rodeándome, mientras acomodaba sus piernas sobre mis hombros.
    Sus gemidos iban en aumento, al parecer cumplía bien mi tarea. Aunque no lo parezca, mi experiencia en éste tipo de cosas era completamente nula, porque desde que me había obsesionado con Len, simplemente me era imposible el pensar en alguien más del mismo modo. El poder sentir el roce de sus caderas, su acogedora calidez, ahh… éste chico es mi perdición.
    Porque, no es que fuese homosexual ni que fuese un pedófilo, ya que siempre me habían gustado las chicas de mi edad, o tal vez más jóvenes, pero ni tanto… es simplemente que éste rubio me hacía ir más allá del límite de lo irracional y lo racional, de lo puro y lo impuro, del género o la edad.
    -AAAAhhhh… Kaito, te amo…
    -Yo igual, Len- mi respiración, mis jadeos, nuestros gemidos, nuestro placer, todo fundido.
    -Aahhh, más, más fuerte…ahh…sí, así… Ahhh…- yo cumplí cada uno de sus caprichos, pues me encantaba.
    Lo senté sobre mí y lo abracé cuando íbamos a llegar al éxtasis, aunque me era un poco más complicado moverme, quería mirarle la cara y poder abrazarlo cuando ambos acabáramos, sentirlo aun más mío, como si fuese posible.
    Para mi sorpresa, mi niño comenzó también a mover sus caderas, acompañando mi movimiento, encerrando mi cuerpo con sus piernas. De éste modo, embestí más y más fuerte, y encontré un punto sensible en su cuerpo, mientras que con mis manos acariciaba sus nalgas.
    -Daisuki, Kaito (te amo) No me canso de decirlo, porque al fin soy tuyo, y yo también quiero que seas mío…
    -Yo soy tuyo- sus manitas se aferraban a mi espalda, tratando de no clavar las uñas, me besó el cuello y yo simplemente me dejé.
    -Lo sé, pero yo también quiero marcarte…- A veces me pregunto si él no es más pervertido que yo…- Déjame marcarte…Aaaaaaaaahhhhhhhhhhhhhhhhh!- gimió fuertemente cuando embestí sobre su punto G. Creo que nunca fui tan feliz antes… me vine dentro de él al sentir sus paredes contraerse debido a su eyaculación, fue demasiado para mí…
    Caí rendido en la cama, sin fuerzas, respirando arrítmicamente y con dificultad, al igual que mi pequeño rubio.
    -Déjame marcarte- susurró entre jadeos.
    -¿Crees que tienes fuerzas para eso?
    -¡Baka! No de ese modo… aún no…- que curiosas palabras, ¿así que luego si lo hará? Bien… la idea no es tan mala
    -Si eres tú, creo que cederé…- Rubor. Que adorable.- Ya vuelvo…
    -¡No! Espera… etto… no me refería a eso, yo…- me besó, y le correspondí, pero extrañamente el beso se cortó rápido, mientras sentía sus labios bajar por mi cuello- a esto me refería- comenzó a lamer, morder y succionar mi cuello.
    Hpf, que niño mas inocente… ¿Cierto?
    -Ahora tu también eres mío- sonrió- para siempre, Kaito-nii.
    -Sí- Eso espero…- Bien, ahora, déjame limpiarte…

    De éste modo acabó la noche más inolvidable de mi vida, y espero que igual la de mi rubio. Len se durmió en mis en mis brazos como otras tantas veces, pero finalmente pude sentirme completo al estrecharlo contra mí cuerpo.
    Esto es incorrecto y sucio… quizás, pero no conozco amor más puro que éste que siento por Len, tal vez no sea lo que todos crean correcto, lo sé… pero, no hay otra persona aparte de él con quien pueda ser feliz. NO, tengo certeza absoluta de ello…

    Cuando estaba por cerrar los párpados sentía una pequeña risa del otro lado de la puerta, la cual estaba un poco abierta. Yo había cerrado es puerta. Maldición, con todo lo sucedido me había olvidado del resto de la familia… Mañana tendremos unas cuantas explicaciones que dar…
    BIEN, ¡¿SABEN QUE?! QUE TODOS SEPAN QUE LEN ES MÍO Y DE NADIE MÁS.
    Suspiré, y me dejé caer en brazos de Morfeo, creo que después de tanta agitación, tendré una semana más de cama debido a la gripe, solo espero que mi rubito no se enferme…
    El sopor llegó, y la última imagen que concilié antes de caer inconciente fue la de mi niño, acurrucado en mi pecho, tan cómodo, con su perfecto aroma vainilla inundándome.


    Mi ototo… te robé tu inocencia… ¿serás capaz de perdonarme por ello? Los para siempre, siempre acaban, por ello no quiero estar contigo por siempre, no soy tan ambicioso, pero quiero estarlo tanto como nuestras vidas duren. ¿Egoísta? Quizás, solo quiero tenerte para mí, y tú… ¿No me quieres a mi tanto como yo a ti? Y si no es así, ¿Seré capaz de solo dejarte ir? Lo dudo mucho.
    Mi pequeño Len, te amo tanto…
     
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    awwwww! me encanto!,felicidades escribes muy bien! >w<
     
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  3. hana-hime
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    QUOTE (Lady@Dani-chan @ 3/1/2012, 15:47) 
    awwwww! me encanto!,felicidades escribes muy bien! >w<

    Muchas graciaas!! :=duouou: :=WIJIS: **banzaaii**
    jajaj me alegro que te haya gustado n.n
    saludos! :D
     
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  4. love_yaoinaru
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    K bonito!!!!!!!!!!!!!!!! TwT
    muy bello!!!
    lo adore!!!!!!!!!.....
     
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  5. Neko-Chan_
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    Waa~ Tu fic es genial..creo que tendre una hemorragia nasal! ¡Es demaciado detallado! Gyaaa!!! >////< LO AME!!!!
     
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  6. hana-hime
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    QUOTE (love_yaoinaru @ 3/1/2012, 23:21) 
    K bonito!!!!!!!!!!!!!!!! TwT
    muy bello!!!
    lo adore!!!!!!!!!.....

    OMG! graciaas :D mee alegraan los comentarios positivos :D!!!
    :=duouou: (algo asii)
    graacias por tomarte la molestia en dejar un comentario :=NEKKIN:
    besos!


    QUOTE (Neko-Chan_ @ 4/1/2012, 02:44) 
    Waa~ Tu fic es genial..creo que tendre una hemorragia nasal! ¡Es demaciado detallado! Gyaaa!!! >////< LO AME!!!!

    Aww gracias! Jajajjaja No fue taaaan detallado... solo un poco bastante xDD wiii amoo amo amoo qe me degan que les gustan las coasas que escribo xD le da sentido a escrir <3 (bueeno, en realidad ya de por si me gusta, pero es un gran alivio que alguien lo crea xD)
    un besoo :D :=WIJIS:
     
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  7. OnigiriAsahinaSan
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    oowowowojowjojojojojojojoj

    me encanto

    deberia haber una cancion sobre esto ewe....mas

    sigue asi onegai shimasu!

    mis besos y abrazos!
     
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  8. Laritsuki
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    Este Fic lo deberían de leer Todas las amantes de KaiLen <3
    Escribes bien besho.... <3
     
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7 replies since 3/1/2012, 18:52   669 views
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