5 Razones para no escuchar las conversaciones ajenas

¿Qué pasaría si por andar de fisgones terminamos malinterpretando nuestra propia vida sentimental? Aquí las consecuencias.....

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  1. Darkdnaangel
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    Capítulo I: Un príncipe


    … por Akihiko

    El día había amanecido soleado y despejado. No es que me importe el clima, es solo que cuando amanece así siento que Misaki es más cariñoso de lo usual. Al parecer el buen clima lo pone de buen humor…
    Me levanté porque no sentía el tibio cuerpo de Misaki respirando sobre mi pecho. Aún era temprano y quería seguir durmiendo, así que bajé en busca de mi amado para llevarlo nuevamente a la cama; sin embargo cuando bajé me di cuenta que sería difícil cumplir mis deseos….
    Mi pequeño estaba ya vestido para salir y solamente se limitaba a terminar de cocinar los platillos para el desayuno. Aún así tenté a mi suerte y caminé sigilosamente, esperando que Misaki no se diera cuenta de mi presencia y no estropeara mis planes.
    Cuando estuve justo detrás de él, pasé mis brazos por su cintura y lo atraje hacia mí, se sorprendió al instante. Tan lindo, después de tanto tiempo aún se sorprende por este tipo de cosas.
    - Wuaaa! Usagi-san! ¡No me asustes!
    - Lo siento pero tengo mucha hambre “¿Habrá detectado el doble sentido de mis palabras?”
    - Espera un poco usagi que ya casi termino
    - “Tan lindo e inocente como siempre…” Pero Misaki…. En verdad quiero comer ahora
    - Siéntate a la mesa y ve comiendo lo que ya serví
    - No quiero… preferiría…. Mmm…otra cosa más deliciosa… “¿Ya habrá captado mi juego?”
    - ¿No te gusta lo que preparé?
    - “¡Por dios no me hagas esto! ¡¡No me mires con esos ojos de preocupación tan lindos y mucho menos me hables con esa vocecita!!.... aag!! ¡No puedo más!” ¡Claro que no! Me encanta todo lo que cocinas solo que preferiría comer algo más….dulce
    - Mmm… ¿entonces qué quieres usagi?
    - “Sin duda alguna es un niño” Quiero Misaki…
    - Nooo!!! ¡Suéltame!
    Sin decir más lo cargué para llevármelo a nuestra habitación, pero justo cuando estaba a punto de llegar a las escaleras, Misaki logró bajarse de mis hombros y salió corriendo por su mochila. Lo intercepté y forcejeamos un poco hasta que su mochila se cayó y todos sus cuadernos y papeles salieron volando.
    - Baaka usagi! ¡Ahora llegaré tarde por tu culpa! ¡¡¡Y mira mi tarea!!! ¡Se ensució!
    - No te alteres Misaki…
    No había sido una buena idea coger su mochila pero el verlo con ese puchero infantil requintando porque ahora tenía que recoger sus papeles era una vista adorable. En cuanto terminó salió corriendo sin darme tiempo a reaccionar.
    - Ni modo hoy tendré que desayunar solo
    Me encaminé hacia la mesa cuando de pronto sentí algo bajo mi pie. Miré hacia abajo para ver de qué se trataba y me encontré con un fólder. Al abrirlo me percaté que se trataba de la tarea de mi castaño. Era la misma infernal tarea por la cual mi adorable Misaki no pudo dormir conmigo una semana. Si no la entregaba hoy de seguro me culparía por eso y no me hablaría por un mes. O peor, quizás tendría que rehacerla y ¡¡no dormiría conmigo durante otra semana más!!
    No podía permitirlo así que tomé su tarea y salí corriendo para alcanzarlo. Lamentablemente Misaki parecía estar ya muy lejos así que subí a mi auto y fui llevando su tarea y rezando para que no la tuviera que entregar a primera hora….
    ………………………………………………………………………………………………………………………………………………………….
    Entré a la universidad que ahora parecía más silenciosa que de costumbre, quizás se debía a que todos estaban en sus salones escuchando sus clases. No sabía dónde comenzar a buscar a Misaki así que decidí ir a buscar a Hiroki para preguntarle, después de todo, él es profesor de Misaki y quizás podría entregarle su tarea. Con esta idea en mi mente comencé a atravesar los pasillos hasta que, cuando me encontraba a pocos metros de la sala de profesores, el sonido del cambio de hora hizo que miles de chicos y chicas salieran de sus clases.
    En cuanto las chicas me vieron comenzaron a gritar
    - ¡¡ ¿Espera qué no es usami-sensei?!
    - ¡¡ ¿USAMI-SENSEI?!! ¡¡ ¿Dónde?!!
    - Kyaaaaaaaa sensei!!
    Y cuando recién estaba asimilando la situación, un grupo de locas desquiciadas me había rodeado por completo, impidiéndome lograr mi cometido. Todas gritaban cursilerías o simplemente me declaraban su amor y ese tipo de cosas rutinarias a las que ya estoy acostumbrado, pero lo que no podía soportar era que me estuvieran tocando por todas partes. ¡Esto era el colmo! Así que en un intento por salvar mi vida, dejé caer un lapicero de mi bolsillo.
    - Oh! Cuanto lo siento, mi lapicero favorito se cayó, ¿podría alguna de ustedes señoritas ayudarme a buscarlo?- dije con una sonrisa fingida pero convincente a mi parecer, esperando que se creyeran mi pequeña mentira.
    De inmediato como si fuera una orden el tumulto de chicas comenzó a buscar el dichoso lapicero mientras que yo, sin otra salida posible, comencé a correr en dirección opuesta a la sala de profesores.
    Ni modo, tendría que esconderme y esperar a que toda esa manada de locas maniáticas se calmara.
    En cuanto eché a correr, todas me persiguieron hasta que por pura suerte logré meterme a la primera sala que vi sin que ellas se percataran. Sentí atrás de la puerta como el ejército de fanáticas atravesaban corriendo el lugar.
    Ya más calmado, decidí inspeccionar el lugar en el cual me había metido. Era como una pequeña biblioteca, solo que aquí se guardaban los ejemplares más antiguos y valiosos de la universidad.
    No era un sitio muy concurrido por los alumnos y sería el último lugar en el que ese ejército de chicas me buscaría, así que me pareció el lugar perfecto para esconderme, por lo menos un rato.
    Para un amante de los libros como yo, el lugar era sumamente interesante así que decidí explorarlo un rato mientras mis fans se calmaban y dejaban de buscarme.
    Paseé por los pasillos ojeando libros al azar hasta que sin querer escuché la conversación de dos chicas que al parecer se encontraban en el estante continuo.
    - Amiga pero ¿qué pasa? ¿Por qué traes esa cara?
    - Es solo que no dormí nada anoche
    - ¿No dormiste bien?
    - No
    - ¿Por qué?
    - Por culpa de mi novio
    - ¿Tu novio? ¿Acaso pelearon?
    - No, no es eso… es solo que…
    - ¿Es solo que...?
    - “¿Solo que…?” escuchaba atentamente, por alguna extraña razón esta charla comenzó a interesarme.
    - Me da vergüenza decirlo…
    - Dime, sabes que somos amigas ¿verdad?
    - E-está bien… es solo que mi novio no me deja descansar…
    - ¿Te llama por las noches?
    - N-no…
    - ¿Estudia contigo hasta tarde?
    - T-tampoco
    - ¿Entonces qué?!
    - “¿Es idiota o qué? Es obvio que no la deja descansar porque…”
    - ¡¡¡EL IDIOTA DE MI NOVIO ME HACE EL AMOR TODO EL TIEMPO Y YA ESTOY HARTA!!!
    - “Hasta que lo dijo…”
    - ¡Ah!… era eso… ¿y qué planeas hacer?
    - No lo sé… ¿qué me aconsejas?
    - “Vuelve a casa y sigan con lo suyo… jajaja” - no podía evitar reír, esta chica me recordó a Misaki y a mí; además, eso era justamente lo que deseaba hacer en ese momento.
    - Mira si yo fuera tú, dejaría a ese idiota en el acto
    - ¿Por qué?
    - “¡Sí! ¡¿Por qué?!”
    - ¡Vamos! ¿Qué clase de novio es aquel que todo el día te está persiguiendo para tener sexo? ¿Qué acaso no sabe que una no es un robot o que no tiene vida social para estar complaciéndolo todo el tiempo? ¡Despierta! ¡Ese tipo definitivamente solo te quiere para bajar la calentura!
    - ¿Tú crees?
    - ¡Claro! ¡Ese chico no te conviene en absoluto!
    - “¿Cómo puedes decir eso? Ni siquiera lo conoces”
    - Pero…
    - ¿Te deja salir con tus amigos?
    - No
    - “No, ¡pero Misaki es muy lindo y descuidado! ¡Algo le podría pasar!”
    - ¿Alguna vez hacen lo que tú quieres?
    - No, siempre hacemos lo que él quiere...
    - ¿Van a sitios que tú eliges?
    - Tampoco, siempre vamos a cumplir sus excéntricos caprichos
    - “A Misaki nunca le ha molestado salir conmigo y cumplir mis caprichos, ¿o sí?”
    - ¿Ves? ¡No le importas!
    - N-no digas eso
    - “¡No tienes derecho, esas no son suficientes razones!”
    - ¿Así? ¿Cuántas veces al día tienen sexo?
    - …
    - ¡Dime!
    - C-cuantas veces el quiera…
    - “Hasta que me canse”
    - ¿Y aún así dices que le importas?
    - Pero…
    - “Pero…”
    - ¡Si te quisiera, te preguntaría si tú estás de acuerdo y no solamente se limitaría a arrastrarte a la cama todas las veces que a él se le antoje! ¡Piénsalo!
    - T-tienes razón…
    - Apuesto que ni siquiera te deja terminar tu tarea
    - ¡Sí! Esta mañana por su culpa no entregué mi trabajo y ahora tengo que rehacerlo...
    - “Esto no me está gustando…”
    - ¡Déjalo! Es más, no entiendo cómo alguien puede soportar a sujetos como él...Si interfiere tanto con tu vida, ¡mejor déjalo! No es un buen novio aquel que solo hace lo que quiere, sin importarle si estás de acuerdo o no y mucho menos si es para que tengan sexo todo el tiempo
    - ¿Tú crees?
    - ¡Claro! ¡Eso todo el mundo lo sabe!
    - ¡Sí! ¡Tienes razón! ¡Me siento usada!
    - ¡Eso es exactamente lo que está haciendo! Te usa para satisfacerse sin importarle si quiera qué es lo que tú quieres
    - ¡Se acabó! ¡Hoy mismo lo dejo!
    - ¡Así se habla!
    - Pero sabes… solo salí con él porque en el instituto lo llamaban príncipe
    - Vaya príncipe resultó ser
    - Jajaja dímelo a mí… ¿qué acaso ya no existen los príncipes?
    - Si encuentro uno te lo haré saber
    - Jajaja ¡claro! Vamos
    Y diciendo esto, ambas chicas salieron del salón sin siquiera reparar en mi presencia. Por mi parte, me encontraba en un estado total de shock. ¿Había sido un mal novio todo este tiempo? ¿Acaso mi Misaki se sentía utilizado? ¡No! No era posible... ¿o sí?
    Pero si así fuera, Misaki ya me habría dicho algo ¿verdad? Aunque pensándolo bien, Misaki no es el tipo de persona que le gusta causar problemas así que cuando algo le molesta solamente se queda callado.
    Quizás por eso ha estado evitándome ¡No puede ser!! ¡¡¡Misaki quiere dejarme!!! Eso explica por qué no se despidió de mi hoy. ¡No! Esto no puede estar pasando
    Salí de ese lugar y rápidamente me encaminé a la sala de profesores, Hiroki no estaba así que solo dejé el trabajo de Misaki junto a una pila de trabajos que vi sobre su escritorio y salí del lugar.
    No podía creer lo que acababa de descubrir… Misaki ya no me quería y todo porque había sido muy egoísta y nunca le había preguntado qué era lo que él realmente quería.
    - En verdad soy un idiota…
    Me dirigí a la salida y vi a Misaki con un grupo de amigos. Debo admitir que la sangre me hervía por la forma en la que miraban y tocaban tan descaradamente a mi Misaki, pero después de lo que acababa de descubrir no tenía ni el coraje ni la confianza suficientes como para poder poner a esos chicos en su lugar, pero tampoco podría quedarme ahí mirando sabiendo lo mucho que me lastimaba así que di media vuelta y me alejé rumbo a mi auto para salir de aquel lugar.
    Subí al auto y arranqué sin rumbo fijo. Comencé a manejar por donde el tráfico me llevara, y antes de que me diera cuenta ya estaba casi a las afueras de la ciudad. Seguí avanzando y a un lado de la pista divisé un viejo árbol de cerezo cuya sombra creaba un espacio perfecto para alguien que necesitara tan desesperadamente aclarar sus ideas.
    Estacioné el auto a un lado de la carretera, encendí un cigarro y me tiré a la sombra de ese viejo cerezo a pensar. Durante unas horas aparecían recuerdos en mi cabeza de todos los momentos que Misaki y yo habíamos pasado juntos: nuestro primer beso, nuestra primera vez juntos, nuestra primera cita y una a una todas las primeras veces que habíamos tenido juntos…
    - Misaki… ¿acaso me odias? Soy un pésimo novio por no haberme dado cuenta antes…
    Las palabras de esas chicas me daban vueltas en la cabeza una y otra vez…
    - “Mal novio….”
    - “Lo que él quiere…”
    - “…solo sexo”
    - “¿… porqué no existen los príncipes?”
    Pero ¿qué podía hacer? Yo no era un príncipe de cuentos de hadas…
    - No soy el príncipe que mi Misaki necesita…
    Y de pronto como si me hubiera caído un balde de agua fría me di cuenta. ¡Eso era! Tenía que convertirme en el perfecto príncipe con el que mi bello Misaki debería salir.
    - No te preocupes Misaki… seré el perfecto príncipe que quieres que sea…
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    Las clases habían terminado antes de lo acostumbrado y para el joven Takahashi Misaki eso era un gran alivio considerando los desafortunados eventos que habían sucedido ese día.
    Al parecer por la prisa había olvidado llevar el informe en el que llevaba trabajando una semana y lo peor de todo era que ese informe sería el 30% de su nota final en el curso de literatura antigua que dictaba el terrible demonio Kamijou; y quien a causa de su olvido había sentenciado a cada uno de los desafortunados estudiantes que olvidaron el trabajo a escribir otro reporte 3 veces más complicado que el anterior con la diferencia de que para este solo contarían con la tarde de ese día.
    Sin duda alguna ese día no había sido de los mejores para el pequeño niño quien de por sí ya sabía que pasaría el resto del día y sus horas de sueño terminando el reporte y ¡¿quién sabe?! Quizás aún así sería muy poco tiempo para completar el reporte y terminaría sufriendo la ira del terrible profesor.
    - “¡Demonios! ¿Cómo pude olvidarme el reporte?.... pero claro, ¡todo es la culpa del idiota de usagi! Si no me hubiera estado persiguiendo toda la mañana, habría recordado traer el informe ¡En cuanto lo vea yo…!”
    El sonido de unos gritos lo trajeron de vuelta de sus fatalistas pensamientos. A lo lejos pudo divisar una multitud de personas que rodeaban algo. A simple vista no podía distinguir de qué se trataba así que, movido por la curiosidad como todo buen muchacho de su edad, decidió acercarse y averiguar de qué se trataba.
    Se acercó rápidamente al tumulto de gente, se abrió paso hasta llegar al centro de ese círculo que obstaculizaba el paso a los peatones y se dio cuenta del porqué de tanta conmoción. Ahí estaba, el gran escritor Usami Akihiko-sensei apoyado sensualmente sobre la parte delantera de su deportivo rojo fumando un cigarro de una manera tan sugerente que era inevitable que toda esa gente estuviera mirando embobada los sensuales movimientos del escritor.
    - “¡Claro! Primero hace que olvide mi reporte y ahora seduce a toda esta gente a mitad de la calle ¿Pero quién se cree que es?”
    De pronto su cara de molestia cambió abruptamente a un enternecedor sonrojo. Su amante lo había divisado y se encontraba sonriéndole tiernamente. Ante esta situación el pequeño no sabía cómo actuar; ya que el acercarse a su casero en esos momentos sería una situación muy comprometedora, y si no lo hacía estaría lastimando los sentimientos de su novio. ¿Qué debía hacer?
    Pero por fortuna, sabiendo cuán tímido podía llegar a ser su amado, Akihiko dio el primer paso y se acercó lentamente al muchacho.
    - Bienvenido…Misaki
    La voz ronca y sensual que akihiko usaba solamente cuando tenían intimidad hizo que el corazón del castaño comenzara a latir como si su vida dependiera de ello.
    - H-hola… u-usagui-san… n-no tenías q-que venir a… a r-recogerme…-dijo en un hilo de voz
    - Quería hacerlo
    Y una vez más el joven escritor le regalo una sonrisa tan cautivadora que hizo que todos los presentes quedaran maravillados ante tan flamante acontecimiento.
    - ¿Nos vamos?
    - ¿A-a d-dónde?
    - Es una sorpresa….
    Sin palabras ni voluntad para contrariarle, el pequeño hizo exactamente lo que su amante le pedía.; mientras que una gran multitud de curiosos miraba como se alejaban en el horizonte.

    Después de haber estado manejando un buen rato sin un rumbo aparente, mi pequeño se armó de valor y me preguntó
    - ¿Usagi-san?
    - Dime
    - ¿A dónde vamos?
    - Ya te dije que es una sorpresa…. Mi querido Misaki- respondí acariciando lentamente su mejilla.
    - Estás raro…
    - ¿Por qué lo dices?
    - ¡Porque....!
    - ¿Porque….?
    - No nada, olvídalo
    Misaki no hizo más comentarios, solo se limitó a voltear su cabeza y mirar por la ventana para evitar verme a los ojos. Sin embargo, esta acción lejos de molestarme me fascinaba, amaba ver como mi castaño se sonrojaba con una simple frase o gesto mío, nadie más tendría el privilegio de poner de esta forma a mi niño.
    Seguí manejando hasta que llegamos al lugar en el cual planeaba reconquistar otra vez a mi amado. Al parecer Misaki estaba tan concentrado en sus pensamientos que no reparó en el lugar en el que nos encontrábamos.
    - Misaki, ya llegamos
    - ¿Eh? ¡Waaaa! ¡¡Usagui-san!! ¿D-dónde…? ¿P-Por q-qué?
    - ¿Te gusta Misaki?
    - ¡Me encanta!
    Si debo ser sincero, la verdad es que no entendía por qué tanta emoción por parte de mi pequeño, el lugar era bonito pero no sorprendente, bueno mientras Misaki esté feliz por mí está bien.
    Ayudé a mi pequeño a bajar dándole mi mano, cosa que solo logró que mi pequeño se sonrojara.
    - “Misaki, no me tientes…”
    - U-usagui-san… ¿d-de verdad vamos a e-entrar?
    - Sí, ¿por?
    - Es que… y-yo… no estoy vestido para….
    - “Tan lindo…” Misaki no te preocupes… solo sígueme
    - O-ok…
    Ambos entramos al gran salón y al vernos me reconocieron por lo que muchas personas se acercaron y comenzaron a rodearnos.
    - ¡Usami-sensei! Qué agradable sorpresa, pensamos que no vendría
    - No me perdería la inauguración de un lugar como este- dije tratando de disimular la cara de fastidio que tenía porque esa gente estaba interfiriendo con mis planes
    Mientras trataba de terminar lo más pronto posible la conversación vi como lentamente mi pequeño se alejaba de mí. Como era usual en todas las reuniones a las que Misaki me acompañaba, se quedó en un rincón mirándome tímidamente. Temiendo que desapareciera vi que lo mejor que podía hacer en ese momento era alejarme de toda esa multitud
    - Discúlpenme pero en este momento estoy ocupado, mi acompañante me espera. Misaki ven…
    - Y-yo…
    - Discúlpenos usami-sensei….¿eh? ¿ese niño es su acompañante?
    - ¿Y-yo? Ammm… y-yo solo…. Y-yo…
    - Así es y si nos disculpan tenemos unos asuntos que resolver
    - Claro adelante y disfrute de su estancia, cualquier cosa no dude en llamarme
    - Se lo agradezco.
    Finalmente logré salir de todo ese tumulto de gente y tomando de la mano a mi amado nos alejamos de ese lugar.
    - ¡U-usagui-san! ¡No me tomes de la mano en público!
    - ¿Por qué?
    - ¡Porque…! ¡Lo que dirán…!
    - Eso a mí no me importa, mientras Misaki esté conmigo seré feliz
    No me contestó, solamente bajó la mirada y sus mejillas se tornaron rosadas. Sonreí y tomados de la mano como estábamos, lo conduje a una estancia que previamente había reservado. Caminamos lentamente y antes de abrir la puerta le tapé los ojos
    - ¡¿Q-qué estás haciendo?!
    - Tranquilízate, solo no quiero arruinar la sorpresa
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    Ambos entraron a la más lujosa suite del hotel. La habitación era hermosa, por encontrarse en el último piso, y aún más importante, al borde del mar. La vista que ofrecía era absolutamente cautivadora. Por unos minutos el castaño se dedicó a observar totalmente ensimismado el lugar en el que se encontraba.
    Sin embargo, mientras Misaki admiraba la habitación como niño pequeño no se percataba la situación en la que estaba dejando al peli-plata. Si usualmente Misaki era lindo, ahora verlo actuar tan alegre corriendo por aquí y por allá como un niño pequeño, aumentaba enormemente la libido del mayor quien se encontraba a unos segundos de saltarle encima al castaño y comérselo a besos. Si bien en un día normal eso sería lo que hubiera hecho, hoy no podía hacerlo. Ya no podía permitirse el lujo de imponer sus egoístas deseos sobre los del castaño, ¿acaso no se había propuesto convertirse en el perfecto príncipe que su amado merecía? Así que solamente se acercó y lo abrazó por la cintura dejando sorprendido al menor.
    - Misaki….
    - ¿U-usagi-san?...n-no me a-abraces…
    - Está bien… ven Misaki
    Rápidamente lo soltó y lo invitó a tomar asiento en la mesa que ya había mandado preparar anteriormente. No obstante el castaño estaba más que sorprendido, ¿por qué akihiko lo había soltado tan fácilmente? Y ¿por qué estaba tan cariñoso y atento con él? En un día normal ambos ya se encontrarían sobre la cama haciendo lo suyo. Y tras este último pensamiento el castaño se sonrojo hasta las orejas llamando la atención del peli-plata
    - ¿Misaki? ¿Estás bien?
    - Sí
    - ¿Seguro?
    - Sí….U-usagi-san…
    - Dime mi Misaki
    - Ammm… ¿p-por qué e-estamos a-aquí?
    - ¿No te gusta el lugar?
    - N-no es eso es solo que…
    - ¿Um?
    - N-no nada…
    La cena transcurrió normalmente, con severos sonrojos del castaño por culpa de los gestos de su amado. Finalmente, cuando terminaron de comer el castaño se preparaba para lo que por obviedad pensaba que seguía, sin embargo…
    - Bueno Misaki, que descanses
    - ¿Eh?
    - Nos vemos mañana
    - ¿A d-dónde vas?
    - A mi habitación
    - ¿N-no vas a dormir aquí?
    - No, así dormirás más cómodo. Hasta mañana mi pequeño
    Dicho esto se acercó y lo besó superficialmente para después dirigirse a la salida. Mas antes de que pudiera si quiera poner un pie fuera de la habitación, sintió como unos pequeños brazos lo abrazaban por detrás.
    - ¿Qué pasa?
    - ¿P-por qué a-actúas tan raro?
    - Yo estoy actuando normal
    - ¡E-estás muy amable!
    - No sé de qué hablas mi pequeño…
    - ¡Primero me traes a este lugar y comienzas a portarte cariñoso conmigo, me consientes me hablas al oído y luego me dejas solo!.... ¿o acaso ya no quieres estar conmigo?
    De inmediato se le paralizó el corazón al mayor por ver como su amado tímidamente dejaba de abrazarlo y trataba de ocultar su triste carita. Si bien el mayor había podido controlar sus ansias ese fue el detonante perfecto para que cargara al castaño, lo colocara sobre la cama y comenzara a besarlo desesperadamente.
    - ¡U-usagi-san! E-espera…¡nnng!
    Sin embargo, al escuchar a su amado, akihiko se detuvo en el acto. ¡Otra vez estaba cayendo en lo mismo! ¿Qué no había prometido controlarse y comportarse como un verdadero príncipe? Así que se levantó de la cama y se dirigió hacia la puerta.
    - Perdóname Misaki. Que descanses
    - E-espera…Usagi-san, ¿a-a dónde vas?
    - A mi habitación
    - ¿A-acaso estás m-molesto con…conmigo?
    - ¡Por supuesto que no!
    - E-entonces… ¿p-por qué?
    - Porque esto es lo que te mereces
    - ¿de qué estás hablando?
    - Sé que muchas veces me he impuesto sobre ti, pero ya no puedo seguir haciéndolo. No quiero que me odies Misaki
    - U-usagi-san… t-tú nunca has hecho nada para que te odie
    - ¡Pero no me porto como un príncipe!
    - ¡¿AH?!
    - Sé que te gustaría que me comportara como un príncipe así que…
    - ¡Y-yo jamás dije eso!
    - ¿Pero no es eso lo que todas las chicas quieren?
    - ¡YO NO SOY UNA CHICA! ¿Y CUÁNDO DIJE QUE QUERÍA UN PRÍNCIPE?
    - P-pero…
    - ¡A MI ME GUSTA USAGI-SAN TAL Y COMO ES AHORA!
    De pronto el menor reparó en lo que había dicho. ¿Cómo se le había ocurrido decirle eso a usagi-san? ¿En qué estaba pensando?
    Sin embargo, pese a los fatalistas pensamientos del menor, akihiko estaba más que contento. Su pequeño acababa de admitir que lo quería como él era. La felicidad era tanta que sin pensarlo dos veces se acercó a su ahora sonrojado novio y lo recostó sobre la cama, colándose encima de él.
    - Dilo otra vez Misaki
    - N-no sé de qué estás hablando
    - Dime que me amas
    - ¡Y-YO NO DIJE ESO!
    - Sí lo hiciste, dijiste que me amas como soy
    - ¡NUNCA DIJE ESO!
    - Misaki, por favor…quiero oírlo
    - …
    - ¿Por mí?
    - M-me g-gustas t-tal com…como eres…
    - No te escuché
    - M-me g-gustas t-tal com…como eres…
    - Sigo sin escucharte
    - ¡QUE ME GUSTAS TAL COMO ERES!
    - Gracias Misaki
    Después de haber oído tan linda confesión de su caprichoso amante, Akihiko tenía aún más ganas de hacerle el amor a su pequeño así que comenzó a besarlo apasionadamente.
    Deseaba tanto comenzar a consentir a su pequeño por las palabras que le había dicho, ya que era completamente inusual que el menor se sincerara de esta manera con él y muchos menos que lo repitiera más de una vez.
    Después de despejarlo de su saco, akihiko comenzó a retirar lentamente la camisa de su amante para poder comenzar a consentirlo durante toda la noche. Al ver los primeros rastros de piel, fue besando cada espacio de su cuerpo de una manera más dulce que la forma usual en que lo acariciaba, cosa que no pasó desapercibida por el castaño.
    - Nnng…u-usagi-san- decía dificultosamente el menor por las caricias que le proporcionaba su novio-.
    - Dime…
    - ¿P-por qué…. Aaaah! …… sigues aannng….actuando raro?
    - No actúo raro…. Solo trato de ser amable
    - ¿S-sigues con la idea del príncipe?
    - ¿Eh?
    - ¿Sabes? ¡P-prefiero mil veces al usagi-san que hace lo que quiere y que toma mi cuerpo cuando se le antoja a este usagi-san que solo se limita a mirarme!
    - Misaki…
    - ¡no! E-es decir… y-yo no…
    - No digas nada mi pequeño….
    - …
    - ¿Así que te gusta que te haga el amor salvajemente?
    - ¡CLARO QUE NO!
    - No te preocupes Misaki, esta noche te dejaré más que satisfecho…
    - ¡No! ¡Aaaah! Nnnng
    Decidido a dejar completamente agotado a su amante esa noche, akihiko retiró los bóxers de su sonrojado novio para comenzar a degustar su ansioso miembro.
    - ¡No! ¡Aaaah! ¡U-usagi!.... no…. N-no me… aaah! ahí no…
    - ¿No? Pero si te encanta
    - N-no es cierto…¡aaah!
    - ¿debería preguntarle a tu cuerpo?- diciendo esto, metió todo el miembro de su pequeño en su boca y empezó a succionarlo fuertemente de arriba abajo, saboreando la puntita y lamiendo toda su longitud.
    Misaki no cabía en tanto placer sentía que pronto llegaría al orgasmo, sin embargo, la idea de que su novio seguía metiendo su miembro en su boca lo mataba. Todo indicaba que tendría que terminar en su boca como tantas veces lo había hecho.
    - B-basta…p-por favor….y-yo….¡aaaaaaaaaaaaah!
    Con un sonoro gemido dejó su esencia en la boca del escritor quien gustoso tragó hasta la última gota.
    - Te has venido mucho… ¿Tan excitado estás Misaki?
    - ¡N-no! ¡C-claro que no!
    - ¿Oh?
    - ¡Aaaaaah!
    Por estar negando las palabras de su novio, Misaki no se percató que este había separado discretamente sus piernas para comenzar a prepararlo para la intensa actividad que tendrían esa noche. Podía sentir como un dedo frío y largo ingresaba a su interior moviéndose por todas partes y haciendo que comenzara a excitarse nuevamente.
    Prontamente a ese dedo le siguió otro y otro más a los cuales prontamente su entrada comenzó a acostumbrarse
    - Aaah….nnng…u-usagi
    - Dime
    - Y-ya no…nnggh!....n-no más…
    - Misaki recién estamos comenzando, además yo aún no me he venido- replicó el peli-plata con una sonrisa tan seductora que Misaki se quedó sin palabras para replicarle
    El escritor sacó sus dedos para remplazarlos por su miembro, el cual metió de una sola estocada en el frágil cuerpo del menor, sintiendo como el placer se apoderaba de cada célula de su cuerpo.
    - ¡aaaah! U-usagi-san
    - Mmm…Misaki
    El escritor principió a embestir a su amante mientras este pasaba sus piernas alrededor de su cadera para facilitar las embestidas y lo abrasaba posesivamente.
    El placer invadía el frágil cuerpo de Misaki, quien por la sensación no podía ni hablar. En definitiva Akihiko era un maestro en la cama y esa noche se lo estaba demostrando. No creía posible sentir más placer, mas el peli-plata como adivinando sus pensamientos, aumentó la velocidad de las embestidas.
    - ¡aaah! ¡N-no!.... ¡m-muy fuerte…aaah!
    - Misaki….misaki
    - P-para…p-por favor
    - ¿seguro?- preguntó el escritor al tiempo que con una estocada tocaba el punto más sensible del oji-verde.
    - ¡¡Aaaaaaaaah!! ¡¡U-usagi-san!! ¡¡M-más!!
    - ¿Ahora quieres más?
    - Aaaah… p-por favor…. ¡M-más! ¡Más! ¡Usagi más fuerte!
    - Como gustes
    Y así, complaciendo la petición de su amante, aumentó la velocidad de las penetraciones hasta que el cuarto fue invadido por los ahora gritos de su pequeño quien movía sus caderas desesperadamente en busca de más placer.
    Las cosas quedaron así por algunos minutos hasta que sintiendo como su niño comenzaba a contraerse. El mayor aumentó aún más la velocidad, besó apasionadamente a su niño y con una de sus manos comenzó a masajear su miembro para que sintiera más placer.
    - ¡Aaaaaaaah! U-usagi….m-me vengo….
    - Adelante….misaki… aah
    - ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah!!
    Tras un sonoro gemido y el sentir como se manchaba su abdomen, el peli-plata se vio obligado a terminar en el interior de su pequeño. Ambos estaban agitados y cubiertos de sudor y semen, mas nada de eso importaba se amaban mucho y esa era la mejor forma de demostrarlo.
    En cuanto recuperó el aliento, el mayor comenzó a salir de su amante para no lastimarlo y dar por concluida la noche de pasión que habían vivido. Finalmente, con las pocas fuerzas que le quedaban, acercó a su amante para que durmiera sobre su pecho.
    Si bien en un día normal Misaki hubiera apartado a su novio y habría salido corriendo de la habitación, en ese momento no tenía las fuerzas suficientes así que se limitó a dejarse llevar por el peli-plata y por las caricias que ahora este le propiciaba.
    - Misaki… te amo tanto… haría lo que fuera por ti mi pequeño
    - Y-yo también t-te amo usagi-san
    Al oír tan linda frase, el escritor quedó paralizado y deseoso de tomar a su pequeño una vez más; sin embargo se dio cuenta que el menor tenía demasiado sueño y la frase anterior había sido producto del mismo.
    Siguió acariciando la castaña cabellera hasta que se durmió. Akihiko pasó las siguientes 2 horas admirando la belleza que emanaba el menor mientras dormía, sin embargo, agotado por todo el trabajo acumulado y el trajín del viaje, el escritor también cayó presa de los brazos de Morfeo.
    A la mañana siguiente, un adolorido castaño despertaba de las profundidades de su sueño solamente para encontrarse con una lluvia de imágenes de las cosas que había dicho el día anterior.
    - “¿CÓMO PUDE HABER DICHO ESO? ¡¿EN QUÉ ESTABA PENSANDO?!”
    - Buenos días Misaki
    - Buenos días usagi-san….- contestó el menor dándose cuenta de la posición en la que se encontraba.
    - Tengo algo para ti
    - ¿q-qué es?
    - Ve a la sala y mira.
    Dudando de la contestación del mayor, Misaki se levantó de la cama y se dirigió hacia la sala. Mas por estar pensando en la supuesta sorpresa de su novio, no reparó que se encontraba completamente desnudo y mucho menos en la pervertida mirada que este le dirigía.
    - ¡¡¡¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESTO?!!!!-replicó al tiempo que tomaba el extraño regalo y gritaba con todas sus fuerzas
    - Dijiste que te gustaba tal como era-respondió tranquilo desde la puerta
    - ¡YO NUNCA DIJE ESO!
    - Sí lo hiciste
    - ¡¡¡Y AUNQUE LO HUBIERA DICHO, ¿QUÉ TE HIZO PENSAR QUE ME PONDRÍA ALGO COMO ESTO?!!!!- replicó el menor asiendo alusión al provocativo traje que consistía en un corsé unido a unas pantimedias y qué decir de la provocativa ropa interior que le hacía juego al conjunto.
    - Tu mismo dijiste que te encantaba que te hiciera el amor cuándo y cómo yo quisiera, así que… pruébatelos Misaki.

    Después de una larga tarde de estar escapando de su amante para evitar ponerse el provocador traje, Takahashi Misaki de 21 años se dio cuenta que debía cuidar mejor lo que decía. Mas sin embargo la mejor lección la aprendió el peli-plata: fuera como fuera su carácter, eso no impedía que su adorado Misaki lo amara….aunque se empecinara en negarlo.
     
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  2. lauriSekaiinlovE
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    waaa!! estuvo lindisimo, me encanto haaa Usagi y Misaki mi pareja favorita *w*
    haaw Usagi tan preocupado y Misaki lo quiere tal cual es, haa son tan adorables,

    Saludos!!!:D


    Me encanto muchisimo de verdad!!!
     
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  3. Brenda_Kamijou
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    WOOOOOOOOOOOW me encanto, de verdad de los mejores que eh leido, ademas como convinas la ternura & amabilidad con la lujuria de usagi-san enserio lo ame, me encanto muchas felicidades, quiero leer mas tuyos *w* :=NOIP:
     
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  4. Kajika Sama
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    :=NEWWWA: Darkdnaangel sensei en primer lugar dejame felicitarte por tu excelente fick que has creado, en segundo lugar dejame trasmitirte toda mi felicidad por volver a saber de ti ya que te habia leido pero nunca te llegue a comentar en el otro foro, y me gustaria si no fuera molestia que siguieras con tus fick, una semana con suzuki san que lo dejaste inconcluso que estaba super genial, dejame decirte que eres una de mis escritoras favoritas, me canta como escribes las forma como lo haces es increible, bueno sensei espero con ansias el proximo capitulo, me despido.

    nos leemos :=BIENODOE:
     
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    pues si tu uke te dice que le gusta que le des duro contra todos ys eas salvaje, ¿como contenerce?
     
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4 replies since 8/3/2012, 23:06   718 views
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