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Apailana+6
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La historia y personajes de Junjou Romantica que serán usados a lo largo de este fanfic, no me pertenecen, son propiedad de Shungiku Nakamura, yo sólo escribo por amor a esta obra.
PAREJA: JUNJOU TERRORIST
CATEGORÍA: Angustia, romance, drama.
ADVERTENCIAS: Violencia, violación, m-preg.~NO ME DEJES CAER~
AgoníaQUOTE"Muchos pensaban... Que los horrores de la segunda guerra mundial... No se podrían repetir. Y sin embargo se han repetido en Camboya, en Bosnia y Herzegovina, en Ruanda. Nuestra época nos ha demostrado que la capacidad del hombre para la maldad no conoce límites."
Kofi Annan
Mi sacrificio
15 años...
Los quince son una edad para seguir siendo felices. Es la edad en que recién te asomas a la adolescencia, la edad en que crees que ya eres un adulto joven pero que en realidad sigues siendo un niño. Los quince deben ser una edad para descubrir, para que alguien te diga que te ama y tú de tonto le creas, una edad para caer y levantarte ¡para ser inocentes!
Y sin embargo no lo son, en todo el mundo, hay niños que a sus quince años solo conocen el dolor... que son explotados, lastimados e incluso asesinados. Vivimos en un mundo horrible donde la felicidad es inalcanzable, y todos somos cómplices de ello.
Era precisamente un niño de quince años de edad quien caminaba por las calles de Japón, iba feliz de la vida sin saber el duro golpe que el destino le tenía preparado...
―A este paso no llegaré a tiempo a la estúpida fiesta de mis padres ―pensaba un apurado Shinobu mientras corría por la calle, eran las nueve de la noche, por lo que la oscuridad cubría las calles haciéndolas lucir aun más solitarias. No era que quisiera llegar al evento social organizado por su padre, pero no le quedaba de otra. La verdad era que en los últimos meses Shinobu había tenido muchos problemas en su familia, en cierto modo siempre sintió que no encajaba, pero ahora, conforme pasaban los días las cosas iban peor, como sea, ahora no era el momento de lamentarse, que eso no solucionaría nada y Shinobu no era una persona que se dejara vencer fácilmente.
Iba por un solitario camino, la ciudad comenzaba a dormir aunque eran a penas pasadas las nueve de la noche, pero todo parecía aun más lúgubre de lo normal. Por un momento deseó que alguien lo acompañara ya que estaba solo y hacía frío, pero siendo sinceros nadie lo acompañaría, estaba solo y quizá lo estaría por siempre... se preguntó por qué, por qué su familia no lo quería, por qué su padre siempre lo rechazó por ser un niño flaco y enfermizo, por qué su madre siempre puso a su hermana antes que a él, por qué nunca se sintió deseado o anhelado por nadie ni aun en su propia familia ¿por qué? Por un momento pensó que sería mejor no haber nacido, pero sacudió la cabeza ante tal idea, rendirse era para los cobardes y él seguiría adelante.Mi sombra es la única que camina a mi lado
Mi corazón superficial es lo único que late
A veces deseo que alguien me encuentre
Hasta entonces caminaré solo
Miró su reloj, así corriera a su máxima velocidad de todos modos iba a llegar tarde, por lo que decidió caminar con simpleza y sin prisas.
Shinobu iba tan absorto en sus propios pensamientos, que ni siquiera se dio cuenta de que la calle que había tomado era peligrosamente solitaria y obscura. Fue demasiado tarde cuando el menor comenzó a darse cuenta de lo peligrosa que podía ser su situación...
Al principio se negó a creerlo, ¿acaso lo estaban siguiendo?...
―N-no... seguro que solo viene por el mismo camino ―pensó Shinobu mientras apresuraba su paso, podía ver que alguien lo seguía y sin saber por qué se sintió repentinamente nervioso, como si estuviera siendo acosado.
Miro la calle, era demasiado larga y no tenía por donde salir, tenía que seguir con su camino ya que no había forma de que se desviase para irse por otro lado... El rubio tragó saliva tratando de calmarse a sí mismo.
―¿Por qué caminas tan rápido, lindura? ―esas fueron las palabras que terminaron de asustarlo... Shinobu pudo escucharlo, pudo percibir la maldad en esa voz, era una voz claramente masculina y que lo aterró.
Por unos segundos, Shinobu se sintió paralizado, tardó en asimilar todo, fue como si su cerebro se desconectara de su cuerpo... pero en cuanto el shock inicial pasó su reacción fue instantánea, supo que estaba en peligro, que ese hombre quería dañarlo, así que Shinobu hizo lo primero que se le vino en mente: correr, huir de ahí. En ese momento no pensaba en nada más que en escapar, corrió con todas sus fuerzas, sentía que la calle era muy larga o que él corría demasiado lento porque por más que se apresuraba no se daba abasto. Podía sentir su corazón palpitar como nunca antes lo había hecho, su respiración estaba acelerada y el correr no lo ayudaba en nada, podía sentir como poco a poco sus pulmones se iban cansando y su cuerpo cada vez le respondía menos... Shinobu sacó fuerzas de sí mismo y aun con el inmenso miedo que comenzaba a sentir, continúo corriendo...
Pero correr no fue suficiente, ya nada era suficiente...
―Ahhhhhhhhhhnnnnnnngh ―gritó con horror cuando sintió como por detrás le jalaban sus rubios cabellos y lo sujetaban del torso. Su grito no fue tanto por el dolor causado, era más bien por el terror que le causo... estaba en peligro, había sido capturado y tenía mucho miedo ¡estaba aterrado!
―Deja de gritar, pendejo ―escuchó como su atacante le decía en voz baja pero severa mientras lo jalaba por la cabeza, el menor casi podía jurar que le arrancaban los cabellos.
Pero ni aun así el rubio dejó de gritar, entre el dolor y el miedo le era imposible no tratar de defenderse. Como respuesta a sus gritos incesantes, Shinobu solo recibió un puñetazo en el rostro que lo desequilibró, seguido de una cruel patada también en la cara y otra en el abdomen que no hicieron más que noquearlo.
...
Cuando se repuso del golpe, vio todo borroso y segundos después comprendió que su vista era nublada por sus propias lágrimas que salían incesantes. Podía sentir un sudor frío recorriendo todo su cuerpo, pero lo que más sentía era miedo, ¡terror! ¿por qué nadie lo ayudaba? ¿por qué? Quiso gritar, pero en los segundos que perdió la consciencia le habían cubierto la boca con una mordaza, quería hablar, pedirle que parara, él, el orgulloso Takatsuki le rogaría que se detuviese si fuera necesario, pero nada de eso servía porque ahora sus labios estaban amarrados. Y lloró, lloró porque no podía hacer otra cosa más que seguir sufriendo.
Shinobu se tensó en sobremanera cuando sintió como sus ropas le eran arrancadas, quiso poner resistencia pero su oponente le superaba en fuerza. Pudo sentir como le abrían la bragueta del pantalón y en ese momento el rubio ―aun con su vista borrosa y sus sentidos confundidos― aprovechó para darle una patada en el pecho y salir corriendo... pero cuál fue la sorpresa de Shinobu cuando apenas al dar tres pasos fue sujetado por su pie cayendo así en el duro asfalto y siendo arrastrado en este hasta quedar a merced de su atacante.
―Más te vale que te vayas calmando, maldito marica... ―fueron las palabras que en medio de su inconsciencia Shinobu escuchó que le decían, para después ser torturado por golpes y patadas en el abdomen, espalda y rostro. El menor quiso escupir sangre, más esta se quedó atorada en la tela que cubría su boca para evitar que sus gritos de auxilio fueran escuchados.
Y sucedió...
En un abrir y cerrar de ojos Shinobu fue colocado de espaldas y sin piedad alguna fue penetrado sin preparación previa, la sangre corría por sus piernas y la agonía invadía cada parte de su cuerpo.
Ya nada se podía hacer...
Shinobu abrió los ojos sintiendo el mayor dolor de su vida, ahora todo le había sido arrebatado, ¡todo! Ya nada le quedaba.
El sufrimiento era inaguantable, en cada estocada un pedazo de su alma era asesinado. En cada estocada que aquel maldito daba una parte de Shinobu se quebraba hasta el punto de destrozar por completo su persona. En cada estocada un sueño era aniquilado, su infancia era aniquilada, su inocencia era robada de la manera más cruel y dolorosa posible, porque sí, dolía MUCHO tanto física como espiritualmente.
En medio de sangre y dolor, Shinobu se preguntó por qué tenía que pasar por esto, él no quería ser violado, ¡joder, él no quería esto! Podía escuchar a aquel desgraciado agrediéndolo, diciéndole cosas sucias, muchos insultos sobre que era un maldito homosexual que no merecía nada... y no comprendía, Shinobu no comprendía nada de lo que le decía, Shinobu solo sabía que tenía miedo y que rogaba porque parase y lo dejara libre.
―Maldito rubio imbécil, tú y tu cara bonita no merecen más que la muerte.
Shinobu apretó sus párpados, ni aun en el último momento dejó de forcejear, porque no quería, ¡en verdad que no quería!
Un último impulso y Shinobu pudo escuchar el gemido cumbre de ese maldito violador a tiempo que sentía como su interior se llenaba de un asqueroso líquido caliente, Shinobu se sintió sucio, jamás en su vida se había sentido tan miserable, tan poca cosa.
Está de más decir que el menor no disfruto NADA el acto, para él solo fue dolor y humillación.
Más este no fue el final, después del acto, ese miserable repartió golpes por doquier a Shinobu, dejándolo inconsciente. Fue solo antes de cerrar los ojos, que Shinobu pudo ver por única vez el rostro de su atacante... rostro que lo asustó en sobremanera, rostro que para el representó la maldad hecha persona...
Y así, con la vida destruida, sin nada, Shinobu cayó desnudo, ensangrentado y lastimado en esa calle de los sueños rotos. Su cuerpo temblaba agonizante mientras un frio lo recorría de pies a cabeza... Su último pensamiento antes de desmayarse fue que sí, que lo mejor hubiera sido jamás haber nacido o en su defecto morir ahí mismo. Ya nada sería igual, este golpe difícilmente sería superado. No solo su cuerpo había sido lastimado, su alma había sido ultrajada, había sido asesinada de la manera más cruel posible, ¿por qué? Por qué si él no le hizo daño a nadie, él siempre fue un buen estudiante, un buen hijo, un buen niño, porque eso era ¡un niño! ¿por qué tenía que ser destruido de esta manera? En esos momentos solo había una cosa que Shinobu deseaba: morir. Hubiera preferido mil veces la muerte antes que ser ultrajado de esa manera.
―Nos volveremos a ver, preciosura... ―dijo en un susurro ese maldito violador antes de perderse en las sombras.
_____________________________________________
Bueno, pues aquí me tienen con un nuevo fic de mi pareja favorita... ya sé, lo que Shinobu vivió fue HORRIBLE... Pero créanme que al final su bondad será recompensada porque yo también amo a Shinobu (;
Nee, la canción que en parte escuché mientras escribía este primer cap. fue "Boulevard of Broken Dreams" de Green Day.
Un abrazo enorme a todos los que lean. Quejas, comentarios, sugerencias o lo que quieran es bienvenido.
¡GRACIAS!
Apailana*
Edited by Apailana - 15/2/2017, 22:59
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Yoshino-kun+2 .
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pobresito Shinobuuuuu!
La verdad me gustó la historia pero -snif-
Nadamás de imaginarmelo se me rompe el corazón
Maldito violador!!
Agh!! espero con ansias lo que sigue
Muchos saludos. -
+2 .
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Que triste!
pobre de mi hermoso shinobu, por que tiene que sufrir tanto
espero la próxima conti con ansias!. -
+2 .
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WAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!! ME ENCANTO!!!! EXIJO CONTI YA!!!!
ESTA PRECIOSO ((WTF???))) BUENO LA VIOLACION NO VERDAD, PERO ESCRIBES MARAVILLOSO Y SUPER BIEN, QUIERO MAS!!! Y PRONTO!!!!
GAMBATENE!!! NOS VEMOS!!!
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Kajika Sama+2 .
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Apailana-Sensei en verdad en fick le quedo super mega increíble en verdad, pobre de shinobu-chin, si no le llueve le llovizna, la verdad lo que le paso es algo monstruoso, espero que miyagui-san lo encuentre y cure sus heridas, y le de todo el amor que se merece y que ese maldito violar se muera a manos de miyagui-san.
nos leemos
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+2 .
Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo... quería ser poema. JG
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Howww¡¡¡ baya¡¡¡ que interesantisimo fic¡¡¡
muy triste¡¡¡¡ eso si ...pero fue muy bueno...me gustó
pobrecito nene....
esperare contyy
saluditos¡¡¡. -
Apailana+5 .
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Me alegra ver que han recibido bien el fic : )
Ya sé que este inicio puede ser un poco crudo, la verdad que me costó un poco escribirlo, y Shinobu sufrirá mucho durante el fic, pero su Miyagi estará para consolarlo y sacarlo adelante ♥ ambos tendrán que superar muchas cosas. Como ven, aquí Shinobu tiene 15, en este fic Miyagi NO conoce a Risako por lo que tampoco a Shinobu...
Pues bueno Yoshino-kun, que bueno que te haya gustado el inicio, a mí tampoco me gusto la violación, que quede claro... pues bueno, obvio subiré pronto la conti (; un abrazo enorme y bienvenido.
Angeluuuuuxx~ que gusto verte por aquí jaja me encantó el día que coincidimos en Facebook ;D jaja un placer total tenerte, espero te guste el fic, un beso.
Nathalia Rosmary, hermosa que gusto poder leerte, pronto subiré la conti, espero tenerte por aquí. Un abrazo enorme.
Kajika Sama ¿dónde estabas, hermosa? me tenías preocupada, pero bueno, es un gustazo total volver a tenerte por acá, me encantan tus comentarios siempre me hacen sonreír. Un abrazo enorme, espero tenerte en la historia, saludos.
Misagi Ryuk también es un gustazo tenerte por acá, bienvenido al fic, espero te guste, un abrazo enorme.
Y pues bueno, este es solo el comienzo. Gracias a todos por acompañarme, sean bienvenidos. Ahora mismo escribiré la continuación para subirla a la brevedad, que no me gusta dejar a Shinobu en tales condiciones >.<
Los que quieran agregarme, aquí me encontrarán siempre https://www.facebook.com/andrea.ordaz (; jaja ay me avisan quienes son para reconocerlos, saben que los aprecio mucho como lectores, escritores y no sabría definiros, pero los quiero mucho mucho y siempre contarán conmigo.
Un abrazo enorme.
Nos leemos pronto.
Apailana*. -
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waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa tendremos conti pronto!!! genial **persona que aun no trabaja en su fic por estar leyendo fics de otros e,e.... no me mires mal...dentro de un rato empiezo y se me vinieron ideas muy buenas recién!!! 
*** gracias por lo hermosa u,u.... 
ya quiero esa conti!!! no se porque pero creo que llorare mucho con tu fic!!
pero pero pero escribes taaaaaaaaaan bonito!!! nos vemos, bye, te me cuidas, y aqui esperando esa conti!!!
muchos besos, gambatene!!
. -
Apailana+5 .
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~No me dejes caer~
El mundo es un asco
Miyagi Yō
Vacía... si le pidieran que describiese su vida esa sería la palabra que usaría: vacía... sin sentido, monótona, carente de cualquier impulso, sin ningún motivo para seguir adelante y solo sobreviviendo por costumbre. Se preguntaba a sí mismo si era feliz, a lo cual sonreía irónicamente, no era que estuviera en un estado depresivo, pero tampoco era feliz y no recordaba haberlo sido nunca... reía a ratos, lloraba a ratos, pero no era realmente feliz ¡no tenía un maldito motivo para vivir! Desde muy joven se independizo de su familia, para ellos la literatura no era algo serio, pero eso era lo que a Miyagi le apasionaba, por lo que no dudó en dejar atrás a su familia para ir por sus sueños, en la actualidad el recuerdo de aquellos días le provocaba gracia, en aquel entonces era un joven idealista que creía que podía manejar el mundo con palabras y conquistarlo con el conocimiento, ahora ―a sus 33 años de edad― estaba más que convencido de que el mundo era un asco, estaba decepcionado de las personas, del país, de la vida en sí; dicen que todos llegamos a un punto en que nos decepcionamos de todo, un punto en que comprendes que nada mejorará, que nadie cambiará y que todo siempre se irá para abajo, solo que algunos llegan a esa conclusión antes que otros. Miyagi suspiró con melancolía mientras caminaba por las obscuras calles de Japón, ¿en donde habían quedado sus sueños? ¿Dónde había quedado aquel muchacho idealista que daría todo por la justicia? ¿Dónde...? ahora era un simple profesor de literatura que pese a seguir amando los libros, odiaba su trabajo, odiaba lidiar con jóvenes insensibles, pero más que nada, odiaba ver como con cada generación que crecía las cosas se venían cada vez más abajo. Sí, el mundo es un asco.
Llevaba su cigarrillo en mano, qué más daban los malestares del tabaco, no le afectaba en lo más mínimo morir un día antes si lo hacía con un tabaco en la mano, igual no tenía motivo alguno para preocuparse, vivía solo, no tenía familia y cuando muriera nadie le lloraría. Inhaló el placentero humo mientras sentía como el frío viento rozaba su rostro, miró su reloj que daba las 12 en punto― media noche ―dijo sin darle importancia, qué más daba. Se apresuró pues estaba cansado y quería llegar a cenar a casa, se maldijo por haber estacionado el auto tan lejos. Miyagi dobló por una esquina y entonces vio algo que le heló la sangre... al principio se negó, pero después de parpadear varias veces y tallarse los ojos lo comprobó, ahí, en el fondo de un callejón yacía una figura humana inconsciente, dudó si acercarse o no, después de todo podría resultar peligroso, pero quizá necesitaba ayuda― es solo un humano, un despreciable hombre como yo y como los demás ―pensó como para restarle importancia al asunto, pero al final su lado noble fue fuerte y caminó al auxilio de quien yacía inconsciente y quizá hasta muerto...
Sus ojos se abrieron, sus pupilas se dilataron y sin que él mismo se diera cuenta su mirada se humedeció y entristeció ante la figura que tenía frente a él. Miyagi pudo ver a un niño, un adolescente poco más joven que sus alumnos... y estaba claramente, violado.
El profesor cerró los ojos no creyendo lo que veía, pero los abrió nuevamente solo para comprobar la cruel realidad: era un niño de cabellos rubios tirado boca abajo en el asfalto, estaba prácticamente desnudo, con marcas de violencia extrema por todo su sucio cuerpo, tenía golpes por doquier, sangre en su espalda, en sus piernas, ¡había sido violado, más que eso... había sido torturado de la peor manera! Al verlo en tal estado no dudo que estuviera muerto, por lo que temeroso lo volteó, y al hacerlo se estremeció aun más, su rostro estaba golpeado y lleno de sangre al igual que todo su cuerpo. Pero pudo comprobar que estaba vivo, aunque a ese punto ya no sabía que era mejor, aun así una diminuta ola de esperanza invadió su alma.
Miyagi se quitó su abrigo y tomando al chico con la mayor delicadeza posible lo cubrió para sostenerlo entre sus brazos. Amargas lágrimas salieron de los ojos del profesor― es solo un niño ―dijo en un murmuro― ¡es solo un niño, por qué le hicieron esto! ―repitió sin tratar de reprimir sus lágrimas y aferrando al chico más contra sí.
Sentía una ola de rabia invadirlo, quería golpear con todas sus fuerzas al desgraciado que dejó en tal estado a ese joven que tenía entre sus brazos ¡quería hacerlo rogar piedad, quería hacerlo arrepentirse hasta los huesos por hacerle tal maldad a un ser humano! Jamás en su vida se había sentido tan furioso, no conocía al joven, pero aun así sabía que ningún ser humano merecía que le hicieran tal atrocidad, no conocía a ese joven que cargaba en sus brazos pero aun así deseaba vengar lo que le hicieron... jamás en su vida había sentido la necesidad de matar, de asesinar, de torturar, jamás antes se había sentido tan enojado y al mismo tiempo tan triste...
Triste, sí, así se sentía, en extremo triste, pero no por él, si no por el niño que había sido destrozado, NO, no era lástima lo que sentía, era algo más fuerte y más humano, deseaba proteger a ese chico, deseaba curar sus heridas, no, no curarlas, lo que en realidad deseaba era borrarlas, deseaba poder retroceder en el tiempo y evitar aquella tragedia... Ni él mismo lo comprendía, pese a que minutos atrás no conocía la existencia de aquel joven, deseaba retroceder en el tiempo y salvarlo, ¡salvarlo! Y sin embargo no podía ser así, el acto estaba hecho, no se podía retroceder en el tiempo, el hubiera no existe.
Miyagi limpió sus lágrimas, él no tenía derecho de llorar, después de todo él no había sido violado.
Suspiró frustrado y revisó los signos vitales del menor, lo veía muy alterado, el pulso alto, la respiración agitada y además temblaba. Buscó algo que pudiera indicarle la identidad del niño pero no encontró nada en los alrededores, seguro que aquellos desgraciados que mancillaron al menor habían eliminado toda evidencia de su maldito acto.
Sin más, y temiendo por la salud del menor, lo cargó en brazos y lo llevó con rapidez hasta donde tenía estacionado su auto. Lo recostó en la parte trasera, le acomodó su abrigo para cubrirlo bien, acarició con ternura y cariño su cabello y lo miró con melancolía...
―Sé que no podré borrar tus heridas... pero al menos intentaré curarlas. ―dijo sin quitar la vista del rubio.
Miyagi subió a su auto y lo aceleró en su totalidad mientras trataba de acomodar sus ideas. En el trayecto hacía su departamento, pudo ver como un conductor se pasaba el alto, frunció el seño enojado...
Sí, el mundo era un asco, y todos somos parte de esta porquería de sociedad.
______________________________________
Bueno, pues esta fue la pequeña conti n__n ¿qué les pareció?
Ya vimos un poco de lo que Miyagi siente, les prometo que este profesor cuidará más que bien de nuestro pequeño terrorista.
Un abrazo enorme y gracias a todos los que leen.
Los quiero.
Apailana*
Edited by Apailana - 25/6/2012, 10:13. -
Kajika Sama+2 .
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Apailana-Sensei soy la primer en comentar 
ahhhh que emocion 
, si pues que bueno que aparecio miyagui-san 
y que va a curar las heridas de shinobu-chin 
, por fin miyagui-san encontrara el motivo que le falta a su vida 
, y que mas que con shinobu-chin 
y espero que miyagui-san encuentre a es maldito 
de que le hizo eso a su niño y que lo mate como un perro , bueno sensei me despido esperando con ansias el proximo capitulo 
, bueno sensei en verdad amo mucho sus fick`s creo que me he vuelto adicta a ellos. 
nos leemos
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waaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa que felicidad, quiero maaaaas!!!!
estuvo super de verdad!!! gracias por el capi!!!
nos vemos!!! cuidate y gambatene!!
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Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo... quería ser poema. JG
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Howw¡¡¡¡¡ que capitulo¡¡¡¡
me encantó¡¡¡¡
me encantó como expresaste los sentimientos e ideas de miyagi..UNICO¡¡¡¡
saluditos *esperando contyy*. -
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Al terminar de leer el fic me dejas con un sentimiento de tristeza lamentablemente es sierto lo que piensa miyagi el mundo esta podrido u.u
creo que tu fic me dio en un punto sensible, me hiciste recordar muchas cosas
ya me callare XDD Espero que miyagi ayude en la recuperación de Shinobu no sera facil pero espero que lo superen juntos. -
Apailana+4 .
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~No me dejes caer~
Lo lamento
―Ven rápido, Kusama...
Del otro lado del teléfono, Nowaki no creía los horrores que su amigo –o más bien el amigo de su pareja- decía.
Intranquilo, Hiroki trataba de escuchar por el otro lado del auricular, pero su novio no se lo permitía.
―¿Qué pasa, Nowaki? ―preguntó Hiroki una vez que el aludido hubo colgado el teléfono― nunca había escuchado a Miyagi tan preocupado.
Nowaki no respondió, simplemente tragó saliva y miró a su novio con ternura mientras lo abrazaba muy fuerte contra él, como temiendo que se lo fueran a arrebatar― siempre te protegeré Hiro-san ¡siempre! ―fueron las palabras del médico.
Hiroki se estremeció entre los brazos de Nowaki, había visto la mirada de su novio y esta era por demás preocupada― ¿Q-qué pasó...? ―preguntó nuevamente, pero esta vez lo hizo con algo de temor.
―Tenemos que ir con Miyagi-sensei ―le dijo sin vacilaciones Nowaki mientras deshacía su abrazo.
―¿Q-qué ocurrió? ―preguntó confuso Hiroki, ya era pasada la media noche ¿qué podría ocurrirle a su colega en estos momentos?
―En el camino te explico ―fueron las palabras de Nowaki mientras con rapidez tomaba su maletín, revisando que todo lo necesario estuviera en él.
Hiroki se comenzó a alterar al ver que su pareja tomaba vendas, jeringas, algodón, alcohol, medicamentos y demás artículos propios de su profesión para la inesperada visita que le harían a Miyagi ―¿Qué rayos pasó?... ―se preguntó, pero trató de mantenerse calmado mientras seguía a su novio afuera del departamento que compartían.
Nowaki suspiró con pesadez al cerrar la puerta de su departamento, sabía que tenía que mantenerse sereno y con una actitud profesional, pero aun así le costaba, le dolía saber la mierda de mundo en el que vivían, le dolió escuchar los lamentos del profesor Miyagi en el teléfono, le dolió escuchar los horrores cometidos contra aquel niño... le dolía saber todo lo malo que ocurría en el mundo y no poder hacer nada... ―Siempre te protegeré Hiro-san... siempre, nunca te dañarán estando a mi lado. ―y sin importarle si alguien los veía, tomó a su novio por la cintura, Hiroki era lo más preciado que Nowaki tenía, y no dejaría que nada ni nadie lo lastimara.
Miyagi se estacionó afuera de su departamento. Limpió sus lágrimas antes de salir de su coche. En la parte trasera se encontraba el pequeño joven que minutos atrás se había cruzado en su vida de una manera por demás dolorosa. Miyagi revisó sus signos, aun seguía bastante alterado. Con delicadeza, como si fuera su objeto más preciado y frágil, lo tomó en sus brazos cubriéndolo con su propio abrigo que momentos atrás le había colocado al encontrarlo sin ropas. Pudo sentir como el menor temblaba en sus brazos― tranquilo, no te haré daño... ―le dijo con un tono de voz muy dulce y cuidadoso mientras otra lágrima se escapaba por su rostro, tan solo ver en ese estado al menor, le partía el alma, sí... algo dentro de Miyagi se rompió en el momento en que su vida se cruzo con ese Shinobu en extremo dañado.
Miyagi encendió la luz al entrar a su apartamento, se dirigió a su habitación y con mucho cuidado recostó a Shinobu en la cama. Tomó una manta y lo cubrió con ella mientras le daba una sonrisa nostálgica al chico inconsciente. Quiso ir por un paño húmedo y limpiarlo, limpiar sus heridas... pero sabía que no era lo más apropiado, le tendrían que hacer algunas revisiones para verificar lo ocurrido y si lo limpiaba solo estaría alterando pruebas. El profesor bufó frustrado, también le preocupaba que estuviera inconsciente, el niño temblaba, se removía, sudaba frío... quería despertarlo, pero no quería lastimarlo; lo mejor sería esperar a Nowaki.
―Maldición Kusama, apresúrate ―dijo estresado y casi como si lo hubiera invocado, en ese momento escuchó el timbre de su apartamento sonando impaciente.
Miyagi le dio una mirada rápida a Shinobu cargada de ternura antes de salir a abrir la puerta a su colega literato y su novio doctor.
Los ojos de Hiroki se abrieron como platos cuando se encontraron con la visión de Miyagi... llevaba ya varios años de conocer al profesor, y nunca lo había visto tan devastado... tenía manchas de sangre y mugre en su blanca camisa y podía ver sus ojos hinchados por el llanto, pero más que eso... era su mirada, Hiroki no supo interpretarlo, pero algo había cambiado en la mirada de Miyagi, más precisamente en su alma.
―Pasen... ―inquirió Miyagi sacando a Hiroki de sus cavilaciones.
El profesor condujo a ambos hombres hasta su habitación y si Hiroki se había sobresaltado con la primera imagen de Miyagi, ahora al ver al menor frente a él su corazón se estremeció completamente. El castaño cerró por un momento sus ojos, tratando de negarse a lo que veía, pero no, era real; frente a él, en la cama yacía un inconsciente niño de no más de dieciséis años, tenía sangre en el cuerpo, se veía claramente lastimado, golpeado y violado... Nowaki le había advertido a Hiroki que el menor estaba lastimado y que iba a ser algo fuerte, pero esto era simplemente demasiado.
Claro que a Nowaki también le afectó el caso, pero tenía que ser profesional, era lo único que podía hacer por ahora para ayudar al menor.― Tenemos que dar parte a las autoridades... ―dijo el doctor mientras miraba a Miyagi.
―Lo sé... ―respondió con simpleza, con la mirada medio perdida pero siempre concentrada en cuidar del menor.
―¿Tienes idea de cómo se llama, has tratado de localizar a sus familiares? ―preguntó Nowaki.
―No... no llevaba ni una cartera, ni una identificación, nada... ni siquiera un teléfono móvil. ―pasó una mano por sus cabellos azabaches en señal de frustración― tal vez se lo quitaron después de... ―no pudo continuar, un nudo se hizo en la garganta de Miyagi con solo recordar las atrocidades que le habían hecho al niño.
―Entiendo... ―Nowaki miró a Miyagi y pudo ver la preocupación en su rostro― Hiro-san y yo podríamos hacernos cargo de todo el papeleo legal, así no habría problemas mientras localizamos a sus familiares. Supongo que te pedirán que rindas declaración, pero eso puede esperar. Como médico mi declaración será la más importante, si realizo el papeleo como es debido no hará falta que ningún otro médico revise al niño. ―Nowaki le estaba dando un trato preferencial a Miyagi y Shinobu. Sin saber en qué momento se dio cuenta, el doctor supo que la preocupación que Miyagi mostraba iba más allá que un gesto solidario, en cierto modo Nowaki era ahora un cómplice de Miyagi para proteger a Shinobu.
―De acuerdo... ―asintió Miyagi, quería agradecerle a Nowaki por sus favores, pero no tenía palabras.
―Bien, prepararé todo para que procedamos. ―dijo Kusama mientras se colocaba su bata blanca, se colgaba el estetoscopio al cuello y ayudado por su Hiro-san cubrió sus manos con unos guantes de látex.― Tal vez sea mejor que esperen afuera.
Hiroki asintió y después de dar una dulce mirada a su novio salió de la habitación―trátalo con cuidado ―le dijo, aunque estaba por demás seguro que su Nowaki jamás lastimaría a ningún paciente.
―Yo me quedaré. ―dijo Miyagi, a lo que el doctor solo asintió.
Miyagi solo miró como Nowaki sacaba algunas cosas de su maletín, pudo observar un pequeño botiquín que tenía escrito en la parte inferior “Rape Kit” por lo que le dio una mirada interrogativa al doctor.
Kusama miró a Miyagi, pudo ver la interrogante que se formó en su rostro al ver el Kit de violaciones― se usa para estos casos ―le dijo con tranquilidad― pasé por varias cosas al hospital antes de venir para acá. ―con eso Nowaki también le respondió el porqué de su tardanza.
―¿Para qué sirve? ―preguntó Miyagi de nuevo refiriéndose al kit.
―Más que nada para evidencia ―le dijo Nowaki mientras humedecía unas gasas con alcohol― vienen algunos portaobjetos para muestras que después revisaré en el microscopio y también tubos de ensaye para unas muestras que deberé tomar.
Yō asintió a todo lo dicho por el médico.
―Bien... ―dijo Nowaki y su rostro lucía algo preocupado― es hora de que despierte.
Ambos hombres se miraron preocupados, sabían que el verdadero infierno del menor comenzaría en cuanto despertara, cuando la realidad le viniera de golpe.
Mientras Nowaki preparaba una jeringa, Miyagi se arrodilló frente al niño y lo miró con devoción―Yo te protegeré... siempre lo haré. ―como se lamentaba por haber llegado demasiado tarde, como se lamentaba por no haber conocido antes a ese pequeño...
Lamentos, Miyagi, Nowaki, Hiroki... los tres se lamentaban por no poder hacer nada por el infante.
―Lo lamento, mi pequeño, lo lamento tanto... ―dijo Miyagi dejando salir unas lágrimas. No le importó que Nowaki lo escuchara, no le importaba, nada importaba excepto aquel pequeño que tenía frente a él.QUOTELo supe en el momento en que te vi, quererte iba a dolerme de verdad, pero volví a mirarte y comprendí que iría contigo hasta el final.
Bueno, aquí una pequeña conti... ¿qué les pareció?
En la semana subo lo que sigue.
GRACIAS a todos los que leen y comentan, los quiero.
Apailana*
Edited by Apailana - 4/7/2012, 18:59. -
+1 .
Yo creía que quería ser poeta, pero en el fondo... quería ser poema. JG
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*.*...neeee me gustó mucho¡¡¡¡¡
kiero conty pronto¡¡¡¡¡
oww..porbre de shinobu¡¡¡
un saludo.
No me dejes caer. *Actualizado 15/febrero/2017* |
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