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Diosa del amor yaoi!
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Está es mi segunda historia que hago con los personajes de Inazuma eleven, no sé si les gustará, está basada un poco por una historia que escribió una amiga aunque la he versionado bastante y tengo su permiso. Y los personajes son distintos a los de su historia y solamente me ha inspirado el comienzo, xd.
Espero que la lean y les gusta.
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¿La fiesta atrae el amor? ¿La homofobia atrae a la homosexualidad?
Capítulo 1
Narradora
Había un chico peli-crema tumbado en su cama leyendo un libro para pasar el rato de una tarde de verano. Normalmente quedaba con sus amigos para ir a jugar a futbol pero ese día en especial no habían quedado y no recordaba el porqué. Podría leer tranquilamente toda la tarde sin que nadie le molestara ya que su padre y su hermana se habían ido de vacaciones por un mes. Hacía tiempo que tenia tanta tranquilidad a su alrededor y la iba aprovechar para leer los libros que tenía pendientes des de que había empezado el colegio el año pasado. Con las clases, los entrenos y su hermana pequeña no había tenido de leer lo que quería y se había prometido que lo haría en verano. Y esta era su oportunidad o eso creía.
Ding Dong.
Goenji
Sonó el timbre de la puerta. Hice una mueca de molestia con la boca y me levanté de la cama sin ganas. Me dirigí a la puerta y la abrí.
—¿Qué haces aun vestido así? —me dijo un chico castaño.
—Pero si hoy no habíamos quedado —dije extrañado.
—Hoy es la fiesta de Afuro —se quejó un pelirrojo.
Los miré un poco extrañado. Entonces me di cuenta de que iban vestidos elegantemente. Luego me puse a pensar. Me dirigí a la cocina y miré el calendario que había colgado a la pared. Era verdad, allí lo ponía. “FIESTA DE AFURO” y en letras mayúsculas, como para no darse cuenta. Sonreí por mi falta de atención por las datas, pero estando en verano quien piensa en estas cosas. Me fui hasta el comedor donde mis dos amigos ya estaban sentados en el sofá mirando la televisión como si estuvieran en su casa.
—Ahora me visto y nos vamos —les dije mientras me dirigía a mi habitación—. ¿Qué me pondré?
Miré mi armario, no tenia mucha ropa elegante, casi todo era ropa de deporte, a parte del uniforme escolar que ahora tenia guardado. Encontré una camisa de manga corta de color lila oscuro y unos tejanos azul oscuro con una pequeña cadena ligada en mi cintura por los dos extremos por lo que colgaba por mi pierna como si fuera una guirlanda y unas bambas negras de suela un poco alta. La camisa tenía los dos primeros botones abiertos para que se viera un pequeño collar plateado con la figura de un pequeño lobito. Me miré en el espejo y decidí que iría así. Volví al comedor donde estaban mis amigos sentados aun en el sofá.
—Chicos, ya podemos irnos —dije desde el marco de la puerta.
Ellos se giraron y me miraron. Luego me sonrieron y me silbaron.
—Que guapo estás Goenji. A ver si ligas con algún tío bueno, que seguro que en la fiesta habrá alguno —me dijo Hiroto riéndose de mi.
—Y haber si tu consigues a Mido, que con el tiempo que hace que le vas detrás y aun estas igual que el primer día —le dije como venganza. Y la verdad es que di en donde más dolía.
—Vamos chicos… que si no llegaremos tarde —intervino Endo intentando poner paz y animar a Hiroto que estaba al borde de la depresión por culpa de mis palabras.
Y sin decir más nos fuimos a casa de Afuro en silencio, al menos Hiroto y yo, ya que el capitán no sé podía estar callado mucho rato.
Midorikawa
Acababa de llegar a la fiesta de Aphrodi, estaba casi seguro de que vendría Hiroto pero de momento no lo había visto. A mi lado estaba un peli-azul emo, con mirada cansada mientras miraba mi nerviosismo. Había sido él el que me había convencido o más bien arrastrado hasta aquí. Nos es que no quisiera venir pero no quería encontrarme con Hiroto y él seguro que venía.
—Vamos Mido, no estés tan nervioso que seguro que viene —me dice el emo sonriendo.
—Pero es que yo no quiero que venga, ¿sabes emo? —le dije para fastidiarle.
—Yo no soy emo —me gritó enfadado—. ¿Y que es eso de que no quieres que venga? Si te mueres de ganas de verlo.
—Eso no es verdad.
—Claro que sí, solo hace falta ver como miras hacia la puerta todo el rato.
—Eso no es verdad.
—Esto ya lo dijiste, no te repitas. No intentes negar cosas obvias.
Me callé y me giré para mirar hacía otro lado. Aunque lo negara sabía que Kazemaru tenía razón. Me moría de ganas de verlo, pero no entendía este sentimiento que tenía por él ni porque me ponía tan nervioso cuando lo tenía cerca. Eran estos los motivos por los que me negaba a verlo aunque en verdad quisiera.
Kazemaru
Estaba intentado hacer entrar en razón a Midorikawa, cuando de repente él se giró molesto. Le iba a decir algo para hacer las paces, cuando unos brazos por detrás me abrazaron. Al principio me tensé un poco pero después me relajé, no podía ser nadie más que él.
—Hola, ¿Qué tal está mi precioso emo? —me preguntó cerca de mi oído.
—Bien, hablando con Mido. Pero se ha enfadado porque tengo razón.
—¿En que tienes razón, cariño? —me preguntó antes de besarme.
Mido me miró con mala cara.
—En cosas nuestras.
Luego me di cuenta de que mi novio no venia solo. Hiroto y Goenji también estaban ahí. Miré a Mido, él se había dado cuenta un poco antes que yo, de eso. Y ya tenía la mirada baja y las mejillas sonrojadas, por los nervios, se veía muy tierno así pero eso no debía decírselo yo.
—Hola —dijo Hiroto con una gran sonrisa dirigida a Midorikawa aunque este no la vio ya que parecía muy interesado en el suelo.
—Hola —respondió él tímidamente sin levantar la mirada del suelo.
—Hola —dije yo después de Midorikawa, me había parecido correcto esperar a que él respondiera primero.
Se notaba el sonrojo en ambos y quería que acabaran juntos ya que se gustaban pero parecía que no sería posible por ahora. Uno demasiado tímido y el otro demasiado indeciso. Suspiré. Endo había sido más directo y eso que yo era más discreto a la hora de mostrar mis sentimientos.
Flashback
Estaba en la clase de biología humana, una de mis preferidas. Sonó el timbre y me fui a donde siempre comíamos todos juntos. Me sorprendí al llegar y ver que no había nadie. Fui hasta la puerta del club que normalmente estaba abierta de par en par con los chicos entrando y saliendo o jugando y haciendo ruido. Hoy, por el contrario, estaba todo muy quieto y silencioso. Puse la mano en el pomo de la puerta y la abrí, me pareció raro, pensé que estaría cerrada, pero no era así. Entré y miré a mí alrededor. Parecía que no había nadie pero de repente la puerta de entrada se cerró a mis espaldas. Me giré y vi que ahí estaba Endo tan guapo y con esa sonrisa suya de siempre. Mi corazón empezó a latir rápidamente.
—Endo ¿Qué haces aquí? Creí que no había nadie —dije lo más tranquilo y natural que pude.
—Es que quería hablar contigo a solas y por eso les he pedido a los otros si me dejaban la sala del club para nosotros. A lo que accedieron sin rechistar.
—Y que me querías decir —dije sin inmutarme.
—Esto… ¿te parece bien si primero comemos? —me dijo un poco nervioso.
—Como quieras —le dije un poco indiferente.
Nos pusimos a comer con tranquilidad aunque en verdad el ambiente era un poco tenso. Por mucho que intentara esconderlo estaba nerviosísimo, no era muy normal comer a solas con Endo. Siempre estaba con todo el club de futbol ya que era costumbre comer juntos. De vez en cuando lo miraba de reojo, nuestras miradas se cruzaron un par de veces pero los dos desviamos la mirada ambas veces. Cuando al fin terminamos de comer me miró seriamente. Se levantó del lugar donde había comido y se acercó a mi.
—Kaze… yo te quería decir que… —suspiró— bueno no sé muy bien como decirlo así que voy al grano —respiró fuertemente y se sonrojó un poco— Yo te amo y quisiera que aceptaras ser mi novio —soltó de repente.
Me quedé parado por unos segundos esto no me lo esperaba. Endo se me había declarado y me estaba pidiendo que fuera su novio así de golpe. No sabía que responder. Yo sabía que me gustaba pero era todo muy repentino, yo creía que él no me correspondía. Nunca había pasado por mi cabeza el hecho de que él se me declararía.
—Yo… esto… claro que acepto ser tu novio. Tú me gustas.
Seguidamente nos besamos durante un rato, hasta que sonó el timbre de comienzo de las clases de la tarde.
Fin Flashback
Al final no le había costado tanto de decirlo, o al menos eso creo. Pero en su caso era todo más obvio, ellos ya lo tendrían que haber visto, o como mínimo notado que se gustan. Pero bueno, ellos sabrán. Es su vida y si quieren estar así por todo lo que les dure yo no me voy a meter. Aunque intentaré dar una pequeña ayuda a Mido.
Afuro
Estaba mirando como estaba yendo todo por ahora. Parecía que estaba viniendo todo el mundo, menos Tachimukai y Tsunami que no se veían por ninguna parte. Supuse que llegarían tarde o temprano, más bien tarde aunque viniendo de Tsunami con lo feliz que vivía me parece bastante normal. Vi a Endo y compañía y me acerqué a ellos.
—Hola chicos ¿Cómo va todo? —pregunté feliz de verlos.
—Bien —respondieron la mayoría.
—Veo que hay una persona desaparejada —dije al notar que eran cinco.
—Bueno, tú también lo estás —me respondió Goenji tan frio como siempre.
—Tienes razón. —dije mientras me acercaba a Mido y lo abrazaba por la espalda—pero yo siempre puedo abrazar a Mido.
Miré a Hiroto. Su expresión de celos era de las mejores que había visto en mi vida, y la verdad me encantaba molestarle. Por su parte Midorikawa estaba bastante más rojo que antes y muy nervioso.
—Afuro… por favor… suéltame —me medio suplicó.
—Ha dicho que lo sueltes —saltó Hiroto de repente mientras le cogía del brazo y lo tiraba hacía él.
—O vaya, por aquí hay celos, ¿eh? —sonreí sínicamente. En este momento vi entrar a Tsunami y Tachimukai—Por fin han llegado.
Me marché de allí dejando a la parejita feliz y los otros y me dirigí hacia los recién llegados.
—Tsunami —le saludé con la mano—. Ya era hora, tío. Pensé que no vendrían.
—Bueno, es que Tsunami tardó bastante en arreglarse —dijo Tachimukai, desde detrás del otro, mientras se cogía a su camiseta.
—Tampoco hace falta exagerar —aclaró riéndose de esa forma tan suya— pero es que quería que este chiquitín me viera bien —dijo mientras le tocaba el pelo al castaño.
El pequeño se sonrojó tiernamente y se escondió un poco más detrás de Tsunami.
—“A veces me sorprende la timidez que puede llegar a mostrar Tachimukai en las fiestas. Es obvio que no están hechas para él, todo lo contrario que el peli-rosa. Supongo que si van a las fiestas es por el segundo.” —pensaba al ver como este se sentía bastante incomodo—. Endo y los demás están por allí —les dije.
Narradora
Ya hacía rato que estaban todos en la fiesta.
Goenji no hacia nada de especial miraba como la gente bailaba, pero no había nada ni nadie que le pareciera interesante así que solo miraba de vez en cuando como les iba a sus amigos con sus respectivas parejas.
Kazemaru y Endo estaban bailando juntos des de hacia mucho rato y habían aprovechado para manosearse y besarse.
Hiroto miraba embobado a cierto peli-verde que bailaba como si no hubiera mañana, mientras pensaba en cosas poco decentes con este. Había pensado en acercarse para bailar con él, pero no sabía bailar y eso lo echaba atrás. Y cierto peli-verde iba mirando si el pelirrojo se animaba a bailar con él pero no tenía suerte y estaba empezando a desesperarse.
Tsunami no sabía que hacer, estaba que se moría por ir a bailar y liarla un poco para animar más la fiesta, pero no quería dejar solo a su pequeño que casi no se despegaba de él. Aunque esto le gustaba. Había pensado de dejarlo un momento con Goenji para poder liarla pero Tachimukai no le había dejado. Había puesto ojitos de perrito abandonado y no había podido dejarlo solo. Y bailar con Tachimukai, aunque quisiera, no era una idea factible, ya que el castaño nunca bailaría ante tanta gente.
Goenji
—Voy a tomar un poco de aire —dije marchándome hacia la puerta de salida de la casa.
Estaba llegando a la puerta cuando de repente noté que alguien me tocaba el hombro, por lo que me giré a ver quien era.
—¿Ya te vas? —me preguntó Afuro.
—No, solo salgo a tomar un poco de aire fresco.
—Te acompaño.
Me encogí de hombros en señal de que podía venir si quería. Y salimos los dos de la casa tranquilamente. Me parecía extraño que el organizador de la fiesta se fuera de ella pero él sabría lo que hacia.
—Vamos hermanito, levántate —dijo una voz de chico.
—At… Atsuya, por favor… tranquilízate —se oyó otra voz, esta suplicante.
Miramos hacia el lugar de donde procedían las voces. En el suelo había un chico de unos 15 años, como yo, de cabellos plateados y unos ojos grisáceos hermosos. Me quedé viéndolo pero había algo que no me gustaba, un pequeño hilo de sangre que salía por la comisura de sus labios a causa de un puñetazo, probablemente. Luego miré al chico que tenía justo al frente de este. Tenía una cara muy similar aunque esta estaba contraída por la rabia. Su pelo era de color rosa pálido y llevaba una bufanda blanca en el cuello, lo que me sorprendió ya que estábamos en verano.
Me acerqué al chico que estaba tirado al suelo y le ayudé a levantarse.
—¿Estás bien? —le pregunté mirándolo a la cara y secando su sangre de la cara con mi mano.
Como más lo miraba más bello lo encontraba. Su mirada baja, su cabeza gacha y sus mejillas sonrojadas ligeramente lo hacían ver muy violable. Me quedé viéndolo embobado y mi corazón empezó a latir rápidamente sin poderlo controlar. Este chico tenía algo que me atraía. No entendía porque… lo acababa de conocer y ya despertaba en mí un montón de sentimientos que no conocía por el momento. ¿Podía ser que me hubiera enamorado con solo verlo? Es a lo que se le llama amor a primera vista ¿no?
—Oye, Vegeta peli-crema, no toques a mi hermano —dijo mientras se acercaba a mi para pegarme.
Lo encaré pero Afuro se puso entre los dos y le cogió de las manos para que no pudiera golpear con ellas.
—¿Qué crees que estas haciendo? —Le preguntó el chico— ¿Te piensas que un afeminado como tu me va a parar?
—Bueno, es que me preguntaba el porque has pegado a tu hermano.
—Por que es maricón. ¿Y ahora puedes soltarme o tendré que rellenar un formulario?
—Bien, te suelto —dijo un poco molestó—Pero márchate.
—No sin mi hermano, depravados. No lo voy a dejar a vuestras manos para que hagáis lo que queráis con él.
—Ui, pero si eres tu el que le estaba haciendo daño —dijo Afuro como quien no dice nada.
El peli-rosa se quedó callado, no sabía que decir. El rubio tenía razón pero bajo ningún concepto lo admitiría, o esa fue la impresión que me dio. Sin decir nada se giró y empezó a andar unos dos pasos.
—Shiro, no hace falta que vuelvas a casa esta noche.
Después de decir esto se fue casi corriendo. Miré otra vez al chico que tenía entre mis brazos, estaba llorando. Su cara estaba un poco mojada y roja y sus ojos bañados en lágrimas brillaban. Era una de las imagines más hermosas que había visto en mi vida. Me quedé embobado ante tanta belleza y me sonrojé. En esos momentos para mi no existía nada más que ese chico de pelo plateado y una mirada grisácea, parecida a los hermosos ojos de los gatos.
Atsuya
—“¿Que fue lo que sentí? No me puede gustar ese afeminado… es un chico. Pero entonces ¿que era eso? ¿Porque me rendí tan fácilmente ante su mirada? Esto no tiene lógica” —me dije desesperado mientras recordaba la escena de minutos antes.
Me tumbé en la cama aun con los pensamientos intranquilos, no entendía que me pasaba y tampoco quería, me daba demasiado miedo darme cuenta de que a mí, a Atsuya, me gustara un chico, eso no podía ser. Siempre me habían gustado las chicas y eso no podía cambiar ahora, no quería ser un, según yo, raro.
Me giré en la cama y vi la cama vacía de Shiro, esto me entristeció. Yo no había querido hacerle daño. Yo quería mucho a su hermano, lo quería por encima de todo y no me sentía bien habiéndolo dejado con esos tíos a los que no conocía de nada. ¿Y si le hacían algo? Sería mi culpa. Y no quería eso, no me lo perdonaría si por mi culpa le pasara algo a Shiro. Pero mi orgullo no me había permitido ejercer de buen hermano y ahora lo lamentaba.
Empecé a llorar en la solitud de la habitación mientras miraba la cama de mi hermano. Me levanté y me fui hacía esa. Me tumbé en ella i me dormí abrazando la almohada de mi hermano mayor.
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Capítulo 2
Narradora
Dentro de la fiesta todo continuaba igual, unos seguían bailando otros seguían mirándose y otros seguían juntos, con la única diferencia que ahora estaban en un lugar alejado besándose.
Un pequeño castaño estaba siendo arrinconado a la pared “contra su voluntad” por un moreno de cabello rosa chillón. El cual lo besaba apasionadamente separándose solo para poder respirar. Un hilito de saliva los unía. El mayor lo volvió a besar, al ver que por fin su pareja se dejaba llevar y le correspondía, dejo de acorralarlo con ambos brazos y con una de sus manos le acarició su hermoso y pequeño cuerpo. Mientras el menor se sonrojaba aun más de lo que estaba por los besos del mayor.
Tachimukai
—Tsunami —le dije tímidamente— estamos en un lugar donde hay gente ¿sabes?
—Entonces ¿si te llevo a un lugar donde estemos solos podré continuar?
No contesté simplemente me sonrojé y me dejé llevar por él, ya que me había cogido de la mano y me arrastraba hacia algún lugar. No sabia que hacer… yo le quería y ya llevábamos dos meses de novio y aun no le había dejado que me tocara de esa manera, pero es que aun era muy pequeño, como él siempre decía, y no me veía capaz de hacerlo aun. No me daba miedo pensar que él solo me quisiera para eso ya que me ha demostrado que no era así y que me quería a mí, pero es que sería mi primera vez. Aunque de todas formas si le siguiera diciendo que no de aquí a algunos años continuaría siendo mi primera vez y me continuaría dando miedo, pero… también había la posibilidad de que ya no fuéramos novios, puede que se cansase de esperarme y me dejara o peor aun que pensara que yo no le quería, cuando lo amaba con todo mi ser.
—“Tienes que decidirte. No puedes dejar que eso pase. Solo tienes que entregarte a él y dejar que te haga suyo, tampoco es tan malo… tu quieres ser suyo” —decía la parte de mi más decidida— “Pero y si te hace daño, piensa que es doloroso hacerlo. A parte y si no le gusta… y si no lo haces lo suficientemente bien. ¿Entonces que harás? ¿Y si por eso te deja? No él nunca me dejaría por eso ¿no? No, debo confiar en él. Pero entonces tampoco te dejaría solo porque le hicieras esperar un tiempo más. Debe entender que eres más pequeño y que aun no estas preparado. Pero entonces yo también debo entender que él es mayor y tiene las hormonas más excitadas.”
Mientras pensaba en esto Tsunami ya me había sacado fuera de la casa y me llevaba hacía Afuro que estaba justo allí con Axel y un chico de pelo plateado que no conocía. Nos acercamos.
—Afuro —dijo mi novio— nos vamos ya a casa.
—¿Tan pronto? —Dijo Afuro mirándome mientras yo me escondía detrás de Tsunami y asentía con la cabeza— ¿Es por culpa tuya? —Agaché la cabeza ya que no tenía respuesta para eso.
—No, simplemente he decidido que nos vamos —dijo con su sonrisa de siempre pero un poco molesto por el comentario de Afuro.
—Bueno como quieras. Ya nos veremos.
Dicho esto me cogió de la mano otra vez y se me llevó en dirección a su casa. Llegamos y fuimos directamente a su habitación donde me tumbó con cuidado en su cama y se puso encima de mi apoyado en sus brazos de manera que yo no notara su peso y empezó a besarme.
Sus besos eran más pasionales que otras veces pero también desprendían amor. Una de sus manos me acarició el cabello tiernamente, luego bajó por mi cuello hasta llegar a mis hombros. Luego metió su mano dentro de mi camiseta y me acarició el torso hasta llegar a mi pezón donde se entretuvo pellizcándolos suavemente dándome placer mientras yo gemía bajito por vergüenza. La verdad, es que se sentía bien. Sentía corrientes eléctricas por todo mi cuerpo y arqueé un poco la espalda a causa de ellas. Me gustaba sentir sus manos en mi cuerpo aunque nunca le había dejado llegar tan lejos. Y aunque me gustaba no estaba seguro de querer continuar, me daba miedo la idea de hacerlo mal. Quería que él se sintiera igual de bien que yo, pero no sabía como hacerlo y me daba miedo.
—Jou… suke… —dije entrecortadamente— por favor… para.
Este se paró en seco ante mi suplica. Me miró y se separó un poco de mi, aunque no mucho.
—¿De verdad quieres que pare? —me preguntó.
—Esto… yo… —dije un poco intimidado por su pregunta— esto… es que es mi primera vez y… bueno… me da un poco de miedo.
—¿Prefieres que lo dejemos para más adelante? —Me preguntó— tranquilo que puedo esperar, aunque no eternamente ¿eh? —me dijo sonriéndome como tanto me gustaba.
—Bueno… yo… esto… no es que quiera que pares… pero ves con cuidado por favor… sé suave y tierno conmigo… porfis —dije más rojo que un tomate.
—Siempre lo soy y lo seré, porque te quiero. Nunca te haría daño ¿lo sabes? —Asentí— Bien —dijo mientras me acariciaba el cabello de nuevo y me besaba para tranquilizarme—. Y tranquilo, que no me molesta que sea tu primera vez, al contrario me encanta. —añadió como si hubiera leído mis pensamientos.
Sonreí un poco me dejé hacer por esas manos que para mi parecían ser tan expertas. Aunque esto me preocupo, ¿si eran expertas quería decir que él ya había estado con otra persona? Esto me atemorizó, yo no sería su primera vez y esto me dolió. Y unas pequeñas lágrimas empezaron a caer por mis mejillas sin yo quererlo. Tsunami se dio cuenta y dejo de hacer lo que hacia para mirarme seriamente.
—¿Estas bien, peque? —me dijo cariñosamente, como siempre hacia cuando estábamos solos.
—Sí —respondí.
—¿Entonces porque lloras? —me preguntó preocupado.
—No lo sé… solo pensaba y de repente… salieron solas.
—¿En que pensabas?
—En que… tu sabías mucho de esto… y que posiblemente habías estado con alguien ya… —dije sollozando cada vez más fuerte.
—Mmm. ¿Esto es lo que te preocupa? ¿Es por esto que lloras? —asentí. Él sonrió y me besó de nuevo— Entonces no tienes porque… para mi también es mi primera vez.
—¿Entonces como es que sabes tanto? —pregunté sin creérmelo mucho.
—Porque me gusta leer yaoi y he visto alguna que otra escena por internet.
—¿De verdad? —pregunté aun inseguro de lo que me decía.
—Te lo prometo, peque —me respondió mientras me miraba con dulzura—. Aunque me alegra que lo pienses… significa que lo hago bien. Y que llores por esto quiere decir que de verdad me quieres y esto me hace feliz —me dijo sonriendo— Aunque estás más guapo cuando sonríes.
Me besó de nuevo y me rendí ante él. Pasé mis brazos por detrás de su cuello para profundizar el contacto.
—Muy bien, Tachi. Esto es la primera vez que lo haces en los dos meses de relación —me dijo acariciándome la cabeza como si fuera un perrito trayendo el palito a su amo.
Shiro
—“¿Que ha pasado? ¿Él me ha ayudado? Ha sido Goenji-kun. Pero ¿Por qué precisamente él?” —pensaba sonrojado mientras estaba aun con él.
Habíamos entrado a la fiesta de Afuro ya que después de presentarse me invitó a pasar. Por supuesto acepté, aunque solo fuera para estar con mi amado Goenji. La fiesta estaba bien, había bastante gente. Como es obvio no conocía a nadie así que me sentía un poco fuera de lugar pero valía la pena si así podía conocer un poco a Goenji. Este caminaba directo hacía una parte de la casa y yo le seguí, me daba miedo perderme y quedarme “solo” en medio de tanta gente así que me cogí de su camisa lila, la cual le quedaba muy bien.
—Do… donde vamos —pregunté nervioso.
—Donde están mis amigos, te los presentaré.
Seguimos caminando entre la gente y llegamos al lado de un pelirrojo que miraba sin parar a un peli-verde que estaba bailando. Estaba sudado así que seguramente llevaba bailando bastante rato. Estaba cerca de un peli-azul que estaba junto a un castaño, en verdad no estaban juntos sino que estaban pegados.
—Este es Hiroto Kiyama —me dijo señalándome al pelirrojo que teníamos al lado.
—Hola —le dije dándole la mano.
—Hola —me respondió aceptándola.
De mientras se acercaron los otros tres mencionados que dejaron de bailar para saciar su curiosidad. Cosa que me acobardó un poco ya que no me gusta ser el centro de atención aunque lo he sido bastante en este poco tiempo.
—Este es Mamoru Endo —dijo señalando al castaño—el que está siendo acosado y pronto violado por este, es Ichirouta Kazemaru, su novio —el cual me saludo con su mano— Y este peli-verde frustrado de la vida por culpa de cierto pelirrojo es Riuuji Midorikawa.
—Oye que no estoy frustrado por culpa de nadie —dijo el peli-verde enojado y sonrojado, luego se giró hacia mi— Hola.
—Hola —dijeron los otros dos nombrados
—Hola —respondí— Me llamo Shiro Fubuki, encantado de conoceros —dije haciendo una reverencia.
Goenji
Miré la hora, ya eran las 2 de la madrugada, se había hecho tarde así que decidí que ya era hora de irme a casa a dormir. Miré a Fubuki, que se había estado todo el rato a mi lado sin moverse ni decir nada, pero notaba que de vez en cuando me miraba. Antes había escuchado que su hermano le decía que no fuera a dormir a casa, pero entonces ¿Dónde dormiría? ¿En la calle? No, eso lo impediría yo. Si hacía falta lo arrastraría hasta mi casa.
—Fubuki, esto… tú hermano ha dicho que hoy no puedes ir a dormir a casa… ¿Qué harás? —pregunté preocupado.
—No lo sé.
—¿Tienes a algún lugar donde ir?
—No, creo que no.
—Entonces te vienes a dormir a mi casa —le afirmé.
—Esto… no quiero ser una carga ni nada… —dijo bastante sonrojado.
—No eres una carga, si lo fueras no te lo hubiera dicho. Vamos —le cogí la mano y dirigiéndome hasta mis amigos les dije—. Chicos, nos vamos.
—Ya nos veremos —dijeron todos y luego Endo añadió— Mañana te llamo para quedar. Que os vaya bien —dijo con voz picarona mientras guiñaba un ojo— ¿nos vamos también Kaze-chan? —Este asintió y nos fuimos los cuatro juntos hasta la puerta.
Una vez llegamos allí nos separamos para ir a las diferentes casas, aunque probablemente Endo y Kazemaru acabarían en la misma cama.
Apreté el agarre que hacía a la mano de Fubuki y lo dirigí hacia mi casa sin importarme lo que habían insinuado, yo sabía que no pasaría nada entre él y yo, si conseguía controlarme, claro está. Él no dijo nada, solo se dejó guiar por mí en silencio, le miré de reojo y vi que tenía las mejillas un poco rojas y la mirada fija en nuestras manos unidas.
Al fin llegamos a mi casa y entramos. Lo dirigí a mi habitación, busqué en el armario un pijama que tenia del año pasado y que me venia un poco corto así que pensé que a él le iría bien. Cuando lo encontré, cerré el armario y se lo di.
—Ponte esto para dormir. Creo que te irá bien. Dormirás en mi cama si no te importa.
—Emm… no, pero tu… ¿donde dormirás?
—En la habitación de mi hermana, ahora está de vacaciones con mi padre, así que su cama está vacía —respondí, cogí mi pijama y le di un beso en la frente antes de irme a la habitación de mi hermana.
Endo
Casi arrastré a mi querido Kazemaru hasta mi casa. No es que tuviera sueño, pero si que me apetecía estar un rato a solas con mi novio. Este si parecía tener sueño, así que no ponía mucha resistencia a nada.
Llegamos a casa y nos fuimos a la habitación a “dormir”. Yo quería hacer algo más adulto pero Kazemaru no parecía tener muchas ganas y no lo iba a violar, aunque si que lo intentaría haber que pasaba. Puede que tuviera suerte. Kaze se quitó la ropa y se quedó en bóxers, luego se metió en la cama de espaldas a mí y se tapó con la sábana, dispuesto a dormir. Lo imité pero no con el mismo propósito. Una vez dentro de la cama le abracé por la cintura mientras empezaba a besarle el cuello sensualmente. Oí un pequeño gemido y un leve movimiento de cabeza pero no le hice caso y continué a lo mío.
—Mamoru, por favor tengo sueño.
—Vamos no seas así, divirtámonos un poco y luego dormimos —dije haciendo un puchero— Por fa.
—Es que tengo sueño.
—Vamos cariño… —supliqué.
Él solo se giró para mirarme. Puse carita de perrito abandonado y me lo gané. Conseguí lo que quería como casi siempre. Que tierno… no puede resistirse a mi carita de pena. Le acaricié la mejilla con dulzura y le besé. La verdad es que siempre tenía ganas de besarlo y la mayoría de las veces, como ahora, no me podía resistir a hacerlo.
—Te quiero —le dije en cuanto finalizamos el beso.
—Yo también.
Empecé a acariciar y besar su pecho. Le daba gracias a Dios, al hecho de dormir casi sin ropa ya que esto me facilitaba la tarea de desvestirlo para poder saborearlo. Me entretuve en uno de sus pezones, el cual lamí y mordí cuidadosamente hasta dejarlo bien erecto. El otro lo atendí con la mano. Cuando estuvieron los dos preparados y mi novio ya estaba más que excitado me dirigí a su miembro el cual estaba bien despierto. Lo masturbé un poco para acabarlo de excitar. Después le enseñé tres de mis dedos, los cuales lamió. Cuando estuvieron bien lubricados los llevé hacia su entrada y metió un primer dedo en ella. Kazemaru arqueó un poco la espalda e hizo pequeños quejidos que rápidamente pasaron a pequeños gemidos, por lo que metí el segundo dedo y al poco rato el tercero. Cuando volvió a gemir con mis tres dedos dentro, los saqué y acerqué mi miembro. Empecé a masturbarlo mientras lo penetraba para minorar el dolor de esta. Y lo conseguí porque solo escuché gemidos de placer por su parte. Una vez dentro empecé a embestir lentamente pero enseguida aumente el ritmo, a medida que mi cuerpo lo pedía. Kazemaru no paraba de gemir lo que me gustaba, era la mejor música para mis oídos. Al poco rato nos corrimos los dos, Kazemaru primero lo que me hizo sentir más presión sobre mi miembro y me ayudó a correrme más rápido.
—Kaze ¿estás bien? —pregunté cuando mi respiración ya se me había tranquilizado un poco y me había tumbado al lado de él después de salir de su interior.
—Sí, aunque cansado —me respondió acurrucándose en mis brazos.
—Bien, duerme cariño. Que descanses bien.
Rápidamente cayó en los brazos de Morfeo y yo al poco rato me reuní con él.
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¿Qué les ha parecido?
¿Están bien estos dos capis?
¿Quieren que continúe la escena entre Tachi i Tsunami? ¿Quién prefieren que la explique? ¿Tachi, Tsunami o la Narradora?
¿Shiro ya conocía a Goenji de antes? Habla de él como si le conociera y lo amara desde hace tiempo ¿no? ¿Por qué será?
¿Me ha quedado bien el lemon Endo-Kaze?
¿Les parece que pase algo en casa de Goenji? ¿Lemon?
¿Creen que Hiro y Mido se atrevan a confesar lo que sienten? ¿Creen que les costara?
¿Me ha quedado más o menos bien el carácter de los personajes respeto a la serie? Es que no soy muy buena en eso y aunque intento que me queden lo más parecidos posible no estoy segura, xd.
¿Quieren conti?
Creo que esta historia me saldrá larga si queréis. Me va a dar para rato de escribir, aunque a partir del 8 me voy a trabajar y no tendré mucho tiempo para escribir y puede que aparte no tenga internet hasta el 22 así que no sé cuando podré colgaros las contis que ya tengo pensadas, xd.
Hasta otra.
Edited by Tem-chan - 4/6/2014, 12:02
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ahhhh!!!!!kawai me encaaaantaa la historia por favor continualaa!!!!please!!! 
siiiii mi querer lemmon de goenji y fubuki!!!yeahh!!!lemmon!!!
bueno espero contyyy
matte ne
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+2 .
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AHHHHHHHHHH lo amo amo amo amo (mil amos despues) lo amo jejeje me encanto esta osea super hello jajaja sobre tachi y tsuna onegai continuala y el lemmon de endo-kaze me quede asi de ahhhh kiero mas no ni tanto pero si estuvo bueno.
Acerca de Goenji y Fubuki veras a mi no me gusta esta pareja xk la vdd no se y ahhhh caiste jaja no esta es mi pareja favorita ante todo y la AMO es genial plisss lemon d ellos pro tierno y lindo por favor te lo pido de rodillas ja bueno espero conty y muy pronto onegai
Hasta entonces besos, cuidate y sayonara.. -
Shirohimi Fubuki+2 .
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Ay que hermoso fue lo de Goenji
Espero contyyy!!!!. -
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Hola, muchas gracias por vuestros animos... me estais ayudando mucho a continuar la historia jaja...
Me alegra un montooooooooooon que os guste he intentaré escribir y actualizar lo antes que pueda, pero una de mis mejores amigas me esta obligando ha escribir otra historia y casi no puedo escribir de esta, mis disculpas, xd... espero colgar el proximo capi pronto. Si me inspiro puede que mañana por la noche, xd.
Espero que continueis leyendo.. -
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jejeje de nada y no tengas prisa por lo menos yo no tengo prisaa ^.^
sayonara 8D. -
+2 .
¿Qué les ha parecido? Me ha gustado! ya anteriormente te dije que me gusta como escribes!! y con este segundo fic tuyo que me leo lo reafirmo!! además muy buenos capitulos
¿Están bien estos dos capis? claro que si!! aunque me quede con ganas de más jajaja
¿Quieren que continúe la escena entre Tachi i Tsunami? Pues yo diría xD ¿Quién prefieren que la explique? ¿Tachi, Tsunami o la Narradora? Yo opino que la narradora
¿Shiro ya conocía a Goenji de antes? Habla de él como si le conociera y lo amara desde hace tiempo ¿no? ¿Por qué será? Yo creo que si lo conocía de antes... y si, lo ama desde hace mucho!! será porque... no se ayudame con eso jajajaja
¿Me ha quedado bien el lemon Endo-Kaze? Si, me ha gustado
¿Les parece que pase algo en casa de Goenji? ¿Lemon? mmm no creo que pase, al menos "esa" noche, yo creo que si lo harán, pero después... me equivoco, cierto?!?
¿Creen que Hiro y Mido se atrevan a confesar lo que sienten? ¿Creen que les costara? Si lo van a confesar...pero va a tardar un poco jajaja, cuando vean a Goenji y a Fubuki, como que se animarán
¿Me ha quedado más o menos bien el carácter de los personajes respeto a la serie? Es que no soy muy buena en eso y aunque intento que me queden lo más parecidos posible no estoy segura, xd. pues creo que sí, al menos a mi parecer si se parece a su carácter
¿Quieren conti? eso no se pregunta obvio quiero, no importa cuanto tarde. -
+2 .
kyaaaaaaa
que hermoso, goenji tan tierno con fubuki
y como siempre mi angelito sonrojado,
pero no entiendo porque atsuya le pego, se supone que son muy unidos
pero bueno le da un giro interesante, ademas gracias a eso fibiki ¨dormira¨
en la casa de goenji.
bueno por ultimo podrias poner lemon de gorenji y fubuki? ¿si?
bueno matta ne
PD. conty, conty conty conty. -
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Hola a todos, ¿que tal todo? Aquí os dejo el tercer capitulo de esta historia espero que les guste igual o más que los anteriores.
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Capítulo 3
Narradora
Tsunami estaba quitándole la camiseta a Tachimukai, cuando lo hubo hecho se quitó su camisa se volvió a tumbar encima de mi niño el cual se puso rojo al ver el torso de su novio desnudo por primera vez. Hasta ahora siempre había evitarlo verle así en los entrenamientos o las veces que había dormido en su casa. Le parecía hermoso lo que veía, ese torso moreno y bien formado en ese esbelto y maravilloso cuerpo que lo enamoraban más si se podía. Mientras Tsunami se divertía besando y lamiendo el cuerpo del pequeño castaño que tenía debajo fue deslizando una de sus manos hasta el pantalón de este y desabrochó el botón y la cremallera del tejano que llevaba puesto y que tan ceñido y bien le quedaba. Finalmente empezó a bajarle los pantalones con una mano mientras con la otra le sostenía las caderas para que fuera más fácil deslizarlos. Pero por culpa de lo ceñido que era al pantalón estaba tan pegado a la piel que le costaba de bajar
—“Mierda” —Se quejó interiormente.
Como pudo consiguió bajar y le quitó los pantalones junto con las bambas y los calcetines. Levantó un poco su cuerpo mirando al pequeño que estaba semidesnudo debajo de él, con solo los bóxers puestos. Les pareció adorable y por supuesto muy violable. Cada vez tenia más ganas de poseer, de hacer suyo aquél cuerpecito menudito que de un ángel parecía. Era tan fina y de un color tan bello que le daban ganas de acariciarlo y besarlo eternamente, pero la verdad es que tenía demasiadas ganas de hacerlo suyo como para contentarse con eso. Le miró a la cara. Aquellas mejillas tan suaves y que tantas veces había acariciado estaban rojas a más no poder, se veía realmente hermoso con el contraste de colores que hacia con su color de ojos de un azul tan bellos que ni el mar y el cielo junto se pueden comparar a él. Tsunami se le quedó mirando fijamente durante un instante de tiempo, se podía perder por horas en esos hermosos ojos pero ahora no tenía tanto tiempo. Su cuerpo estaba tan excitado que le pedía a gritos, bueno más bien con una pancarta luminosa, que poseyera ese menudito y hermoso cuerpo que tenía permiso para poseer. Se acercó a Tachimukai y lo besó con dulzura y amor, aunque también había lujuria y pasión o al menos eso es lo que se podía notar en el beso. En cierto modo esto alivió al pequeño, el cual no estaba convencido de que su pequeño cuerpecito estuviera a la altura de las expectativas del mayor, aunque no sabía cuales eran, si es que había. En el beso no parecía que Tsunami no le gustara, al contrario, parecía encantado lo que, en el fondo, hizo feliz a Tachimukai. El cual sonrió feliz al notar como Tsunami acariciaba su cuerpo con delicadeza y deseo a la vez.
El pequeño no sabía que hacer, ni si debía hacer algo o dejarlo todo al mayor. La verdad es que quería participar, quería tocar… tenía curiosidad por saber que se sentiría al tocar el pecho del mayor pero no sabía si debía o si podía tocar ¿Y si lo hacía algo que no debía? ¿Y si eso molestaba a Tsunami? No se atrevía a tocar nada ni siquiera a moverse mucho por si acaso. Pero su curiosidad ganaba terreno así que después de pensarlo un poco decidió preguntar.
—E-Esto, Tsunami… —dijo un poco avergonzado por lo que iba a preguntar.
—Dime, peque —respondió dejando de besar el pecho del menor.
—¿Pu-puedo… —preguntó señalando el torso del mayor—… a-acariciarte?
—Claro que puedes —se rió un poco Tsunami pero no mucho ya que le parecía muy tierna la timidez e inocencia del menor y tampoco quería que se avergonzara y se cerrara más—no hace falta que me pidas permiso. Puedes tocar todo lo que quieras, amor. Tienes todo mi permiso —dijo sonriendo tiernamente mientras el menor se sonrojaba—Te amo —dijo y le volvió a besar.
Tachimukai acercó una de sus manos al pecho del mayor y empezó a acariciar lentamente esos pectorales tan bien formados. Se sonrojó más. Tsunami suspiró ante el contacto, era agradable notar, por primera vez, las manos del chico que le gustaba y que era su novio desde hacía unos dos meses. El pequeño le gustó la suavidad de esa piel morena que tenía en su mano y empezó a acariciarlo con ambas manos. Acarició su torso y su espalda y fue bajando lentamente hasta encontrar una prenda de ropa que le molestaba, los pantalones de Tsunami. Se quejó un poco, aunque flojo. El mayor se rió y se los quitó junto con sus bóxers de manera que quedó desnudo ante la mirada atónita del pequeño quien se tapó los ojos con las manos y sus mejillas cogían una tonalidad más roja que un tomate maduro y el pelo de Hiroto juntos.
Tsunami se rió ante la reacción del menor y se volvió a tumbar encima de este. Cogió sus manos y las apartó de su cara para poderlo besar de nuevo, nunca se cansaría de besar esos suaves y tiernos labios. Le acarició el cabello para intentar calmar al pequeño que era un manojo de niervos. Lentamente fue dirigiendo una de sus manos a la cintura donde estaba la goma del bóxer de Tachimukai y la fue bajando lentamente. Cuando por fin le quitó esa pieza de ropa que desde hacia rato le molestaba volvió a levantarse sobre sus brazos para admirar el cuerpo del otro. Le gustaba mirárselo y disfrutar de la vista que ese cuerpo le ofrecía. Sobretodo en ese momento ya que era la primera vez y hacía mucho tiempo que lo deseaba. Le volvió a besar y luego cogió un tubo de lubricante de su mesita de noche. Se lo puso en tres de sus dedos y en la entrada del menor. Luego penetró el agujerito con uno de sus dedos.
Tachimukai lo encontró incomodo pero no le dolió. El dedo empezó a hacer círculos dentro de él intentando ensancharla para poder colar otro de los dedos. Cuando estuvo lo suficientemente dilatada metió el segundo dedo con sumo cuidado y empezó a hacer movimientos circulares y de tijera durante un rato. Cuando el pequeño empezó a dar pequeños gemidos metió un tercer dedo y volvió con los movimientos ahora añadiendo otros de mete-saca. Unos segundos después, cuando creyó que ya estaba lo suficientemente dilatado se puso lubricante en su miembro y miró al menor a la cara.
—Tachi, ¿podría ponerte de cuatro patas mirando la pared? —preguntó el mayor.
Tachimukai lo miró y asintió con la cabeza, para luego girarse como le había mandado el mayor.
—Si te duele dímelo.
—Está bien.
Dicho esto el mayor lo cogió por las caderas y guió su miembro hasta la entrada del menor. Poco a poco fue entrando por esa estrecha cavidad. Cuando ya estuvo completamente dentro notó un gemido del pequeño.
—¿Estas bien?
—Duele un poco —respondió el menor con pequeñas lágrimas en los ojos.
—Lo siento… —se disculpó el mayor— no era mi intención —dijo mientras le rodeaba la cintura con sus brazos y le daba pequeños besos por la espalda— ¿Aun te duele?
—N-No…
Dicho esto el mayor empezó a moverse lentamente dando pequeñas embestidas. En una de ellas profundizó más dentro del menor tocando su punto de placer.
—Ahh… —dijo el pequeño sin poder evitarlo.
El mayor empezó a embestir con más fuerza intentando encontrar de nuevo ese punto de placer en un niño. El cual gemía sin parar. Tsunami también gemía aunque lo hacía más fuerte que Tachimukai el cual se reprimía por vergüenza. Unas gotas de sudor bajaban por su rostro y caían desde su pelo y barbilla dándole un aspecto adorable y sensual.
—Te amo —dijo el mayor casi al punto de llegar al orgasmo—Tachi…
El menor simplemente dejó ir un gemido más alto al correrse encima de las sabanas de la cama del mayor y se dejó caer en ella completamente agotado. Era la primera vez que sentía este placer en toda su vida. Se sentía bien y feliz, por fin se había entregado al chico que tanto le gustaba y ahora sentía que este siempre estaría a su lado, aunque este lo hubiera estado igualmente.
El mayor salió de su interior y se tumbó a su lado. Le abrazó y lo junto más a él tumbándolo de manera que el pecho de Tachimukai quedara apoyado en su pecho.
—Duerme bien Yuuki —dijo el mayor dándole un beso en la cabeza y abrazándolo posesivamente para corroborar que ese ángel era suyo y de nadie más.
Ahora, después de sus dos meses esperando y deseando este momento por fin había conseguido su recompensa. Y tenía claro que no la iba a dejar escapar por nada del mundo, debía de ser solo para él igual que él solo sería para ese pequeño que dormía tranquilamente entre sus brazos. Estuvo unos minutos mirándolo hasta que cayó en los brazos de Morfeo.
Hiroto
Aun estaba en la fiesta de Afuro con Midorikawa, el cual estaba sentado a mi lado mirando hacía otro lado. Parecía un poco enfadado aunque no sabía el porque. Miré la hora eran las 4. No sabía que hacer, ya llevaba un tiempo aburrido en esta fiesta pero no quería dejar solo al peli-verde que de seguro algún pervertido lo violaría si no lo vigilaba.
—Mido ¿Quieres irte a casa? Si quieres te acompaño —le dije esperanzado de poderme ir de allí con Midorikawa.
—Está bien —dijo— vámonos.
Suspiré aliviado, ya tenía ganas de irme de allí. Cogí mis cosas y cogí de la mano a Midorikawa para no perderlo entre la gente que aun había en la casa. Parecía que la gente no tenía intenciones de irse. Me acerqué a Afuro y le dije que nos íbamos y que ya nos veríamos y continué arrastrando a mi acompañante fuera sin dejarle decir nada más que adiós. No quería que Afuro se acercara mucho a Mido ya que solía abrazarlo y acosarlo y no me hacía ninguna gracia que se comportara así con él. Ryuuji debía ser solo para mí. Cuando por fin salimos de la casa le solté de la mano y lo miré.
—Oye, ¿porque me sacaste así de la casa? No pude despedirme de Afuro —me dijo un poco molesto y sonrojado.
No respondí. ¿Como decirle que era que me molestaba que Afuro siempre le estuviera abrazando cuando no me atrevía a decirle lo que sentía por él? En estos momentos me sentía de lo más inseguro, bajé un poco mi cabeza. Él me miraba esperando una respuesta que no llegaba. Noté que se impacientaba.
—¿No me vas a responder? —preguntó enfadado y casi gritando.
—Bueno yo…
—¿Esto es todo lo que sabes decir?
—Vámonos a casa que se hace tarde —dije cogiéndole de la mano para llevarlo rumbo a su casa.
Caminamos en silencio cada uno pensando en sus cosas. Intentaba entender sus reacciones, saber si… por casualidades de la vida yo podía gustarle pero no acababa de verlo claro. No estaba seguro y eso inseguridad me estaba matando. Necesitaba saber. Llegamos al portal de su casa, lugar donde nos teníamos que separar. Me esperé para ver como abría la puerta y se quedaba en el marco mirándome. Yo también le miraba. Al final no pude resistirme más y me acerqué a él rápidamente dándole un pequeño y tierno beso en su mejilla. Luego me giré y me marché de allí rápidamente no sin antes asegurarme de que entraba en la casa en perfecto estado.
Cuando llegué a casa me puse a pensar en el beso, Mido se había puesto rojo pero no parecía molesto, claro que tampoco le había dejado tiempo de quejarse. Y con estos pensamientos en la cabeza me dormí feliz de haberle dado mi primer beso al chico que amo, aunque solo fuera en la mejilla.
Afuro
La fiesta se había acabado no hacía mucho todo el mundo se había ido a su casa a dormir o a lo que fuera que hicieran. Eran las 6 de la mañana y estaba muerto de sueño. Al día siguiente ya recogería la casa pero ahora no tenía ganas de hacer otra cosa más que dormir. Me fui a mi habitación y me dispuse a dormir. Pero al cerrar los ojos noté que no tenía tanto sueño como creía o a lo mejor si. Una vez escuché en un documental que las personas necesitamos un tiempo para desconectar de la realidad antes de dormirnos podía ser que fuera por eso que no podía conciliar el sueño.
En ese momento un chico peli-rosado con bufanda, en pleno invierno, cosa bastante rara, me vino a la cabeza. Era hermoso aunque tenía la cara contraída por la rabia, se veía que era un chico muy bello. Me había gustado des del primer momento en el que lo había visto. Pero me sorprendía pensar que tuviera esos ataques de ira sobretodo con el parecido que tenía a un ángel.
Me dormí y soñé con un ángel de pelo rosa pálido, túnica blanca por encima de las rodillas y una bufanda blanca que dentro de la túnica escondía una cola de demonio.
Midorikawa
Entré en la casa y me dirigí a la habitación con la mano en la mejilla, donde Hiro me había dado ese pequeño beso. Me volví a sonrojar al pensar en la escena. Ese beso me había pillado por sorpresa. De Hiroto me lo esperaba todo menos que me diera un beso.
—“¿Qué debe de significar para él este beso?” —Pensaba mientras me cambiaba de ropa—. “Espero que algo importante porque para mi lo es. Aunque me hubiera gustado más que fuera en los labios. ¿Cómo? ¿Eso lo he pensado yo? ¿Eso significa que me gusta? Entonces… todo eso que siento cuando estoy con él es… AMOR. Uaaa, estoy enamorado de Hiro.”—suspiré.
Me había costado un poco pero al fin entendía porque me ponía tan nerviosa al verlo, al tenerlo cerca o al pensar en él. Ahora lo sabía pero tampoco cambiaba mucho las cosas. Bueno si, pero para peor. AL entender que él me gustaba me venían las dudas.
—“¿Yo le gusto a Hiro? ¿Debería decirle que me gusta? ¿Y si no le gusto y me dice que no? ¿Y si luego deja de ser mi amigo por eso? No, no sé lo puedo decir por ahora”
¿Pero entonces que se supone que debía hacer? ¿Esconder mis sentimientos para siempre? ¿Y si él me correspondía? Demasiadas preguntas para mi mente en muy poco tiempo. Era mejor que me pusiera a dormir y dejara de pensar sino al día siguiente no me podría ni levantar de la cama.
Shiro
Estaba tumbado en la cama de Goenji, parecía que por fin mi sueño se estaba cumpliendo. Había tenido la oportunidad de conocer y hablar con el chico del que estoy enamorado desde tanto tiempo. E incluso estoy durmiendo en su casa y en su propia cama. Me abracé al cojín. A pesar de todo no podía estar contento. Estaba en la cama de Goenji pero ¿a cambio de que? Del odio de mi hermano gemelo.
—“Nunca pensé que se lo tomaría tan mal. Nunca habíamos hablado del tema y no me podía imaginar que mi hermano sería un homófobo.” —pensaba tristemente.
Nunca nos habíamos peleado de esta manera. Nunca me había pegado ni había sacado de casa. Algunas veces nos habíamos discutido pero solamente esto. Empecé a llorar. No me gustaba que mi hermano me odiara yo lo que quería, era una de las personas más importantes para mi.
—“Aunque si mal no recuerdo… se ha preocupado por mi cuando intervinieron Goenji y Afuro. Podría ser que no me odio después de todo.” —me dije con una pequeña sonrisa aunque las lágrimas no paraban de salir de mis ojos.
Sollocé un poco más fuerte por la falta de aire. No quería llorar pero no lo podía evitar. Al final rompí en un llanto desesperado. Estaba seguro de que Goenji me oía y eso yo no lo quería pero tampoco lo podía evitar. Intenté amortiguar el sonido acercando mi cara al cojín pero no hubo suerte. La puerta de la habitación se abrió dando paso a un Goenji preocupado.
—¿Qué te pasa? —me preguntó acercándose a la cama y acariciándome el cabello.
—Na-nada —respondí entre los sollozos.
—¿Es por lo que ha pasado con tu hermano?
Afirmé con la cabeza. En estos momentos no quería hablar de eso pero supongo que era inevitable que preguntara. Cuando alguien llora la gente pregunta el porque aunque esa persona no quiera.
—¿Quieres hablarlo? —me preguntó mientras seguía acariciándome. Me gustaba que lo hiciera.
Negué con la cabeza. Él suspiró y se levantó de la cama, donde se había sentado para hablar conmigo.
—Está bien —dijo y luego añadió—que duermas bien.
Intentó andar hacia la puerta pero se lo impedí. No quería estar solo. Le agarré por la camiseta del pijama fuertemente.
—¿Qué pasa?
—¿Podrías quedarte conmigo? Por favor —pregunté bajito. Me daba vergüenza pedirle algo así—. Es que… no quiero estar solo. Po favor.
—Claro —dijo sentándose de nuevo en la cama—. Me quedaré hasta que te duermas.
—P-puedes… tumbarte… esto… si quieres.
—Bueno —me respondió haciéndome caso.
En cuanto se tumbó me acerqué a él y me acomodé en su pecho abrazándolo. Lo necesitaba. Este correspondió a mi abrazo. Me sentí bien. Entre esos brazos me sentía seguro así que me dormí rápidamente.
Narradora
Todos estaban durmiendo ya en sus respectivos lugares. Unos solos otros acompañados, unos desnudos otros vestidos, unos inquietos otros con dulces sueños, unos tranquilos otros nerviosos, unos enamorados y otros… también aunque no lo supieran o no lo quisieran reconocer. Pero todos habían caído en los brazos de Morfeo y habían llegado en el mundo onírico.
Así finalizaba ese día de fiesta en el cual habían pasado muchas cosas para todos y las que quedaban por pasarles o al menos eso parece.
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¿Qué les ha parecido? ¿Ha quedado bien?
No sabía en que pose poner al lindo Tachi pero después de mucho pensarlo pensé que esta era la mejor o al menos la que más me gustó a mí.
¿Les ha gustado este largo lemon?
¿Qué les ha parecido el beso de Hiroto?
¿Nace un nuevo amor en el corazón de Afuro?
¿Qué lindo Mido verdad? Justo ahora se da cuenta de su amor por Hiroto.
¿Y el comportamiento de Shiro?
Edited by Tem-chan - 14/7/2012, 20:12. -
+2 .
hola
te ha quedado hermoso
fubuki abrazado a goenji kyaa
y luego tachi tsunami
y terumi ya se enamoro, mientras que hiroto se pone celoso
le da un besito a mido
que lindo
bueno espero conty
matta ne. -
rociioo+2 .
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ohhh stuvo kawaii el capy sobre todo la parte de shuu-chan y shi-chan ^\\^ fue tan tiernoo
spero conty
matte ne 8D
Edited by rociioo - 6/7/2012, 19:29. -
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Me alegra que os haya gustado el capi, xd...
Con la conti tendrán que tener paciencia porque no hay mucho tiempo y tampoco muchas ideas por el momento.
Me falta inspiración!!!!!!!!!!!!! buaaaaaaaa... no.... soy una escritora muy joven para tener una crisi... TT
No tranquilas tampoco es para tanto, pero esroy nerviosa porque me voy a trabajar dos semanas y ahora que me había acostumbrado a estar de vacaciones (aunque solo han sido 4 dias, xd. Me acostumbro rápido a esto) se me hace raro ir a trabajar más de 8 horas excavando, xd.
Pero traeré la conti lo antes que pueda... si mis amigos y família me dejan, xd
Paciencia y no se enfaden conmigo, xd.
Hasta pronto, espero. -
lizbeth_fubuki shirou+2 .
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ke lindo fubuki abrazando a goenji ay!! cosii!! amoo a esta pareja jeje me encantoo. espero contii . -
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Este es el cuarto capítulo de este fic que estoy escribiendo. Espero que les guste tanto como los capis anteriores que he escrito y que opinen. Pueden decirme de todo bueno y malo aunque espero que sean buenas conmigo.
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Capítulo 4
Shiro
Me desperté en los brazos de una persona, por un momento pensé que eran de Atsuya ya que a veces dormíamos juntos y tenia la costumbre de abrazarme, pero luego me di cuenta de que no eran sus brazos, eran unos de más fuertes. Me giré y miré a la persona que me abrazaba. Me sonrojé. Era Goenji… Goenji… entonces recordé lo que había pasado el día anterior. La pelea, la fiesta, la casa de Goenji, yo llorando, Goenji preocupado por mi y que me abrazó para que me durmiera. Lo continué mirando un poco hasta que sus ojos se abrieron lentamente. Esos hermosos ojos negros, profundos e hipnotizantes, podría estar horas mirando estos ojos de color parecidos al azabache. Pero en vez de eso aparté la mirada de él sonrojado. Me gustaba tanto este chico… que no podía ni mirarle a la cara sin que apareciera un sonrojo en mi cara. Escondí mi cabeza entre las sabanas y su pecho para que no viera este sonrojo que me delataba frente a él, pero se dio cuenta igualmente y sonrió. Subió mi cara cogiendo del mentón y acercó su cara a la mía… ¿me iba a besar? Cerré los ojos esperando pero ese beso no llegó. Al menos no en donde quería, él me había dado un pequeño besito en mi mejilla justo al lado, muy cerca, de mis labios, pero no en ellos.
Se levantó de mi lado, me acarició el pelo mientras me daba una tierna sonrisa que me hizo sonrojar más. Luego salió de la habitación dejándome solo y sonrojado. Cuando lo dejé de ver y vi la puerta marrón de la habitación salí de mi “Mundo Feliz” donde ya estaba casado con Goenji y vivíamos juntos.
—“Pero que rápido vas, Shiro” —me regañé a mi mismo y susurré—. Si ni siquiera sabes si tú le gusta a él —suspiré.
Y era verdad, yo no sabía nada de él. A parte de que había pasado la noche a mi lado abrazándome pero no había intentado nada raro, lo que quería decir dos cosas: que se sabía comportar y respetar a la gente o que yo no le interesaba para nada, pensamiento que me dolió. Y donde vivía, que le gustaba jugar a fútbol y cuales eran sus amigos. Nada más sabía de él. Aunque por haberlo conocido ayer por la noche no estaba nada mal.
Me levanté de la cama pensando en lo dulces que eran sus brazos mientras me abrazaba y en lo bien que estaba entre ellos. Lo dulce que había sido conmigo… eso era un poco raro… la gente no se comporta tan dulce y bien con gente que no conoce y a veces ni con gente que si conoce.
He visto amigos pelearse a ostia pura e insultarse hasta hacerse llorar mutuamente. Además de que Goenji y su amigo Afuro fueron los únicos que intervinieron en nuestra pelea… la demás gente solo miraba y alguno, hasta grababa… estaba seguro de que si miraba al Youtube encontraría un video con nuestra pelea.
—“La gente es mala, pero Goenji… es distinto, creo” —pensé mientras sonreía felizmente.
Después de arreglarme salí de la habitación y me fui al comedor para ver si estaba pero no, me dirigí a la cocina y allí estaba haciendo el desayuno para ambos. Había hecho un par de huevos fritos con bacon o como se diga eso. Tenía hambre ya que el día anterior no había cenado así que me senté en la mesa delante de uno de los platos y esperé a que Goenji se sentara para comer juntos.
—E-Esto… gracias por hacerme compañía esta noche y por la comida —dije tímidamente una vez terminé de comer.
—No ha sido nada —respondió sonriendo levemente haciendo que me sonrojara de nuevo. Tenía ese increíble poder de hacerme sonrojar hiciera lo que hiciera.
—B-Bueno… yo… —estaba a punto de ponerme a llorar de nuevo.
—Puedes quedarte el tiempo que quieras —me dijo de repente mientras yo levantaba mi cabeza y le miraba sorprendido.
—¿C-Como?
—Que te puedes quedar el tiempo que necesites —dijo tranquilamente— aunque mi familia llegará dentro de un mes.
—“Un mes… podría ser que yo pasara un mes en casa de Goenji” —parecía un regalo caído del cielo pero volví a la realidad—P-Pero… esto… yo no tengo ropa para cambiarme… ni mis objetos personales… y esto… no quiero molestarte Goenji-kun.
—No me molestas… aunque tienes razón. Algo deberíamos hacer al respeto —dijo pensativo—. Podríamos ir a tu casa a buscar un poco de tu ropa, así te sentirás más cómodo que si compramos ropa nueva ¿no?
—Pero… mi hermano… me odia. Y no querrá verme.
—Esto no lo creo, pero de todas formas solo vamos un momento a buscar un poco de tus cosas y luego nos vamos. Te verá poco ya que te quedas conmigo aquí durante un tiempo.
—B-Bueno… como q-quieras.
—Perfecto iremos ahora luego comemos y a la tarde lo arreglamos todo para que estés como en tu casa.
Se levantó y cogió los platos para lavarlos. Luego Salimos de la casa y lo guié hasta la mía. Yo vivía arriba de un restaurante que des de siempre llevaba mi familia y ahora lo llevábamos mi hermano pequeño y yo, ya que mis padres murieron hacía dos años. Ahora tenía quince años y trabajaba en ese bar como copropietario aunque no tuviera edad ni para trabajar así que la mitad de él era mío, o más o menos ya que en un principio debíamos tener un tutor legal, que era inexistente, ya que vino para hacer acto de presencia el día indicado y desapareció del mapa. Cuando llegamos cogí el brazo de Goenji ya que tenía un poco de miedo de ver a mi hermano.
En cuanto entré vi como una cosa rosada me miraba y corría hacia mí para abrazarme.
—Hermano… —dijo con voz tierna—te quiero.
—¿Eh? Y-Yo también te quiero —dije respondiendo a su abrazo un poco extrañado.
Me esperaba de todo menos esto… ¿en serio era este mi hermano o me lo habían cambiado? Le debe haber afectado mucho dormir solo. Se separó de mí y miró a mi acompañante con cara de odio.
—No le habrás hecho nada está noche ¿no? —le preguntó mi hermano enojado.
—¿A que te refieres? —preguntó tranquilamente mientras se sonrojaba un poco.
—¿Por qué te sonrojas? PERVERTIDO —gritó muy enfadado— Shiro ¿seguro que no intentó propasarse contigo?
—Pues claro —dije sonrojándome yo también— “Como le iba a gustar yo…”
—¿Seguro?
—Segurísimo.
—Si tú lo dices, te creeré… Siento haberte hecho pasar la noche fuera de casa.
—No importa. Goenji ha sido muy bueno conmigo.
—Hmmm.
No parecía muy convencido pero no dijo nada. Miré a Goenji… si ya me había reconciliado con mi hermano ya no hacía falta que fuera a su casa durante unos días. Esto me entristeció pero estaba feliz por reconciliarme con mi hermano y no le di mucha importancia. A parte siempre podía quedar con él. Si él quería, claro está. Parecía que la situación le molestaba pero su rostro casi no cambió.
—Hola —dijo uno de los clientes habituales que venia a tomar un coñac de mañana (joder que bomba para el estomago, ¿no?) aunque tampoco era pronto. Eran como las doce y media del mediodía así que pronto llegaría la gente a comer.
—Hola —respondimos mi hermano y yo a la vez— ¿Su coñac de siempre? —preguntó mi hermano mientras lo preparaba.
—Claro —respondió como si fuera lo más normal.
—Shiro… ¿me ayudaras con las comidas?
—E-Esto… claro que sí… ¿Voy ya hacia la cocina?
—Si ¿no?... pronto llegaran los clientes de siempre.
—Bien. Me despido y vengo.
Salí del bar-restaurante con Goenji a mi lado.
—¿Ya no hace falta que vengas a mi casa entonces?
—E-Esto… c-creo q-que no.
—Bueno… ¿te apetecería quedar esta tarde conmigo?
—C-Claro.
—Te pasaré a buscar ¿te parece bien?
—Si —dije sonrojado, ya que podía ser nuestra primera cita… bueno no sé como amigos tal vez.
Él se acercó a mí de nuevo y me besó en la frente y luego en la mejilla antes de irse hacia su casa. Suspiré. Me gustaba demasiado Goenji.
Atsuya
Como se atrevía a venir a mi bar-restaurante ese degenerado que pasó la noche con Shiro. Espero que no le haya hecho nada… Shiro es tan bueno que sería capaz de mentir para proteger a su violador… aunque parece que le gusta ese pelo pincho. No lo puedo creer ¿que le ve? Es un chico… CHICO… de pelo corto y blanco levantado hacia arriba y su cuerpo no es nada del otro mundo. Si como mínimo fuera tan guapo como ese rubio de ojos rubíes…
―”¡PERO QUE DIGO! ¡NO ERA NADA GUAPO! ¡ERA UN CHICO! ¡NO PUEDO PENSAR ESTAS COSAS DE UN CHICO! ¡NO, NO Y NO!”
Como decía espero que mi hermano siga virgen hasta que él quiera. Había visto como el pelo pincho besaba a mi hermano en la frente y mejilla. Me ardía la sangre por dentro de mi cuerpo. ¡QUIEN SE CREIA QUE ERA PARA HACER ESO! ¡Y POR QUE COJONES SE SONROJABA SHIRO! En serio le gustaba esa cosa…
—Shiro —lo llamé— ¿Me ayudas o no?
—Ah… si… perdón —que lindo era mi hermano mayor… siempre pidiendo perdón y permiso… era demasiado bueno y lindo y por eso me preocupaba por él. Como no tenia carácter estaba seguro de que lo violarían y él no diría nada… bueno tampoco exageremos—. Ahora voy.
Entró a la cocina y se puso a preparar las cosas para la hora de las comidas que se acercaba. Me fijé en que no caminaba raro, por lo que al menos estaba seguro de que su traserito estaba intacto (como sabe para odiar el tema, ¿no?). No sé porque mi mente se fue hacia cierto rubio por lo que me quedé medio en shock.
—“Pero en que coño piensas Atsuya” —me dije mientras me ponía a trabajar.
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Cuando ya había acabado la faena del mediodía Shiro y yo nos fuimos a comer a una mesa mientras hablábamos.
—Shiro… yo… ayer me pasé contigo… en serio que yo no quería pegarte pero… no sé… no me gustan los homosexuales ¿sabes? No son normales, van contra natura… lo normal es que un chico esté con una chica. Pero te quiero y… bueno… no me importa que tu lo seas… esto… yo te quiero igual.
—G-gracias Atsuya. Yo también te quiero —me respondió. Por lo que me sentí mal ya que se suponía que lo que había dicho le debía ofender o enfadar pero no… siempre tan bueno él.
De pronto se abrió la puerta y apareció de nuevo el pelo pincho blanco. Miró hacia mi hermano y sonrió. A mi esto no me gustó, estaba seguro de que ese tío solo quería aprovecharse de mi querido Shiro y no se lo iba a permitir. Él era demasiado inocente para que le hiciera algo así. Ya había comprendido que a mi hermano le gustaba ese idiota pero no quería que este se aprovechara de esto para usarlo y tirarlo (como las cámaras de rodete antiguas, había de usar y tirar, xd)
—¿Qué haces aquí pelo pincho?
—Me llamo Shuuya Goenji y he venido a buscar a Fubuki para dar una vuelta.
—Hola Goenji-kun.
—Hola —respondió este feliz.
—Atsuya volveré para las cenas.
Asentí con la cabeza ya que no podía hacer otra cosa. Aunque me jodiese que fuera así Shiro era feliz junto al pelo pincho.
Tsunami
Desperté y me encontré a mi pequeño ángel dormido entre mis brazos, era la primera vez que me despertaba y lo tenía ahí desnudito. Sonreí, se veía realmente tierno. No creía que pudiese haber otra persona tan tierna como él, y no es que me lo quisiera comer ¿o si? aunque solo a besos. Lo miré durante unos minutos pero al poco rato noté que necesitaba moverme así que decidí levantarme de la cama y hacerle el desayuno a ese pequeño que tan feliz dormía aun. Parecía cansado pero estaba sonriente.
—Me gustaría saber que sueña —susurré para no despertarlo.
Me levanté y me fui al baño donde abrí el agua de la bañera para que se llenara en lo que hacía el almuerzo. Luego bajé hacia la cocina y me puse a preparar unas tostadas con mantequilla y mermelada de melocotón. Luego exprimí unas naranjas para hacer un zumo natural y preparé dos vasos de leche. Ya sé que esto es más un desayuno que una comida pero es que no sé cocinar demasiado bien y esto es lo máximo que sé hacer. Cuando hube preparado el “desayuno-almuerzo” para ambos subí a la habitación pero antes me pasé por el lavabo para cerrar el agua que estaba ya casi arriba del todo.
Una vez en la habitación vi que mi niño aun dormía así que me acerqué a él con cuidado y le besé la frente, la nariz y por último esos carnosos y apetitosos labios. Con este último beso Tachi se movió un poco y segundos después abrió sus ojos perezosamente mientras que segundos después cerró i se talló el derecho, gesto que me pareció adorable.
—Buenos días, peque —dije besándolo de nuevo. Él me correspondió.
—B-buenos días Tsunami —me respondió tímidamente.
Por Dios que mono que es. Después de dos meses juntos, de haber hecho por fin el amor y él todavía es tímido e inseguro, pero que monada… me dan tantas ganas de protegerlo de todo y todos, que no puedo evitar enfadarme por cualquier cosa que le pueda afectar, por poco que sea. Puede que suene muy posesivo, ¿pero quien no haría lo mismo en mi lugar? (yo si lo haría, xd. Yo también mataría al que hiciera daño a mi precioso niño). Le sonreí mientras acercaba la bandeja de comida para él.
—¿Tienes hambre?
—B-bueno… un poco.
—Come pues. Es tu almuerzo. Sé que no es gran cosa, pero no sé hacer nada mejor —dije con una de mis sonrisas.
—¿Lo preparaste tu? —Asentí— ¿Para mi? —Asentí de nuevo—. Gracias —me dijo y luego de dejar la bandeja a un lado se lanzó a mis brazos—Te quiero Tsunami.
—Yo también te quiero Tachi —dije recibiendo a mi pequeño y abrazándolo. Luego le besé de nuevo, era adicto a esos labios que parecían llamarme “Tsunami bésanos… somos tuyos, solo para ti… bésanos” me decían y yo obedecía sin rechistar— come que sino el zumo perderá sus vitaminas.
Tachi se puso a comer mientras yo le observaba, se veía tan tierno. Puede que me repita mucho, pero es que mi novio es muy pero que muy tierno, por si no se habían dado cuenta. Cuando acabó de comer lo llevé rápidamente hasta la bañera, ya que si empezaba a hacer la digestión se les podía cortar y si lo metía antes no pasaba nada (creo que la digestión empieza a los diez o veinte minutos después de comer), donde lo metí en el agua junto a mí. Lo senté en mi regazo y él apoyó su cabeza en mi hombro.
—¿Estas cansado?
—Si, bastante. A parte de que me duele un poco el trasero.
—Lo siento, intenté ser lo más cuidadoso que pude.
—Lo sé. No pasa nada.
Levantó la cabeza y me besó. ¿Él me besó? Uaaaaa, que raro. Normalmente soy yo quien tiene que hacer el primer paso. Sonreí. Por fin parecía que se abriría conmigo… por fin no sería tan tímido. Estaba feliz. No es que me molestara, de hecho me parecía sumamente adorable pero siempre es bueno tener un poco de carácter.
—¿Y ese beso? —le pregunté.
—¿No querías? —me respondió con otra pregunta mientras bajaba la cabeza.
—Claro que si. Siempre quiero un beso tuyo y más de uno. Solo que me ha parecido raro que fueras tu el que lo hicieras —dije rápidamente— aunque me ha gustado mucho que hayas cogido tú la iniciativa.
Sonrió y me volvió a besar. Le correspondí rápidamente mientras le abrazaba por la cintura más fuertemente. Empezaba a excitarme pero debía tranquilizarme. Lo habíamos hecho la noche anterior y Tachi me dijo que le dolía un poco el trasero así que no quería forzar nada y aun menos que se pensara que solo lo quería por eso.
Tachi se movió encima de mi (no piensen mal por ahora) y se sentó con una pierna en cada lado de mi cintura mientras continuábamos besándonos. Esto hizo que me excitara más. Estaba muy cerca de mi cuerpo por lo que mi miembro se rozó con el suyo, eso hizo que ambos gimiéramos por el contacto.
—Yuuki… si sigues así… tendré que darme una ducha de agua fría.
—… p-porque… e-esto… no re-epetimos… lo de… a-ayer —dijo sonrojado mientras escondía su cara en mi pecho.
—¿Lo dices en serio? —pregunté sin creerme lo que mi pequeño me decía.
—S-si… ¿no quieres? ¿No te gustó?
—Claro que si. Solo que no creí que quisieras repetir… tan rápido. Creí que tendría que esperar un poco para volver a hacerlo contigo —no sabía que decir, verdaderamente creo que decía cosa raras. Pero es que no me esperaba que me dijera eso así de repente. Y menos viniendo de ese lindo y tímido pequeño—. Aparte de que dijiste que te dolía el trasero y esto… ¿Estás seguro?
—S-si —tartamudeó él.
Por lo que empecé a besarlo por su cuello sacando pequeños gemidos en él. Gemidos que me encantaba escuchar salir de su boca gracias a mis atenciones. Nunca hubiera creído que mi pequeño me dijera que quería hacerlo de nuevo pero no iba a perder la oportunidad de volver a hacer mío ese pequeño y angelical cuerpecito que tanto me gustaba y anhelaba.
Hiroto
Me acababa de despertar y ya pensaba en cierto peli-verde que siempre ocupaba mi mente. Sobretodo pensé en ese beso… me parecía irreal. Aun no me podía creer que lo hubiera besado. Pero un dilema venia a mi mente… ¿Y si no le había gustado? ¿Qué debía hacer? ¿Cómo debía mirarle? De repente me di cuenta que con ese beso había complicado las cosas y, sobretodo, nuestra relación. No sabía si había hecho bien aunque no había podido resistirme, se le veía realmente adorable y violable. En verdad era un milagro que no lo hubiera besado en los labios, aunque ganas no me faltaban.
—“¿Qué hago? Seguro que después del beso que le he dado no me quiere ni ver.”
Suspiré.
—Mido, te amo —dije tumbado en mi cama—bueno esto se lo tendría que decir a él y no al aire.
Suspiré de nuevo. Me cansaba ser tan indeciso a veces, aunque solo lo era cuando se trataba de Mido. ¿Por qué? Supongo que porque le amo. Dicen que el amor te vuelve tonto y en mi caso me vuelve indeciso. Pero algún día le diré lo que siento, eso seguro.
Tirorí Tirorí.
Me acerqué a mi móvil. Tenía un mensaje de Endo.
“Te vienes a jugar a futbol donde siempre a las 5 de la tarde”
Respondí.
“Ok”
Así que me fui a duchar y a comer, ya era mediodía. Luego hice una pequeña siesta, esa noche había dormido poco por la fiesta y aun tenía algo de sueño.
A las 4:45 salí de casa y me fui a un parque que tenía porterías, donde íbamos a jugar des de siempre y ahora a nuestros quince años aun les quitábamos el campo a los niños más pequeños durante unas horas. Me sabía un poco mal por ellos pero vi que estaban encantados de ver jugar a sus ídolos del Inazuma Japon. Y no les molestaba que jugáramos por una hora o más. Como en el barrio había otros campos de futbol los niños que no querían mirar iban a jugar a los otros.
A las 5 en punto llegué al campo donde ya estaban Endo, Kazemaru y mi pequeño peli-verde. Titubeé un poco pero luego llegué a la conclusión de que debía ir, decir algo y fijarme en la reacción de Mido. Así que me acerqué a ellos.
—Hola —dije mirando básicamente a Mido quien bajó la mirada sonrojado.
—Hola —respondieron los tres, aunque a Mido se le veía un poco menos animado que normalmente lo que me preocupó.
—“¿Está así por culpa de mi beso?” —me pregunté.
Me acerqué a él. Quería hablar con él. Seguía con la cabeza abajada, parecía que estaba nervioso a parte de sonrojado… pero también parecía más preocupado y callado que normalmente. Entonces tuve una gran idea.
—¿Cómo estás, Mido? —pregunté.
—B-bien —tartamudeó.
—Esto… quisieras quedar luego. ¿Te parece bien que te invite a un helado? —estaba tan nervioso que no sabía que me decía.
—B-bueno.
—Perfecto —contesté emocionado.
Kazemaru
Estaba jugando al futbol tranquilamente con mis amigos cuando de repente sonó mi móvil. Respondí.
—¿Si?
—“…”
—¿Que?
—“…”
—No… no puede ser —susurré mientras lágrimas caían por mis mejillas.
—“…”
—E-esto… g-gracias po-por lla… mar… me —dije entre sollozos mientras colgaba.
Noté que unos brazos me envolvían protectoramente, lo abracé y me puse a llorar desconsoladamente como si fuera un bebe.
—Kaze-chan ¿Qué ha pasado? ¿Por qué lloras? —me preguntó la voz preocupada de mi novio.
—Mi… mis… —dije antes de desplomarme en los brazos de este.
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¿Les gustó?
¿Quieren conti?
¿Atsuya y Shiro ya han hecho las paces? Que rápidos son ¿no? Supongo que esperaban más mal rollo, pero es que no se me da bien escribir peleas ni enfadarme por mucho tiempo así que no sabía como hacer esa parte, xd. ¿Me perdonan?
¿Qué pasará en la cita de Shiro y Goenji?
¿Atsuya se atreverá a darse cuenta de que Afuro le gusta?
¿Otro lemon de Tachi-Tsunami?
¿Habrá confesión de sentimientos por parte de Mido y Hiro?
¿Qué le habrá pasado a Kaze para que llore y se desmaye por la noticia que ha recibido?
Aunque no lo parezca la pareja principal es Shiro-Goenji, xd. Pero es que aunque esta me encanta igual que la de Mido-Hiro y Endo-Kaze mi preferida es Tachi-Tsunami y ahora me he dado cuenta de que coge mucho protagonismo.
¿Me perdonan por esto también?
Edited by Tem-chan - 15/10/2012, 14:43. -
+2 .
algunos lo llaman locura, yo lo llamo ver la realidad de manera diferente
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- en mi retorcido mundo de sueños abrazando a mi lindo shiro fubuki y ver como atrapo a atsuya
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kyyaaaaa!!!!!!!!!!!!!!! tan bello shiro y goenji tan protector yo queria que se quedara con el el mes entero...........mejor para siempre AMO TU FIC espero contiiiiiiiiii
shiro: cual es el escandalo?
yo: este fic¬w¬
shiro:(leyendo)-/////- goenji........
atsuya: ejeemmm de que se sonrojan ustedes (mirando a shiro con cara acusadora)
shiro: nada...... YO TAMBIEN ESPERO CONTIIII
yo: EJEEMMM¬¬
shiro: perdon aika TODOS ESPERAMOS CONTIII!!!
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¿Fiesta atrae amor? ¿Homofobia atrae homosexualidad? (EXTRA IV) (FIC FINALIZADO)Parejas GoenjixShiro, AfuroxAtsuya, HirotoxMidorikawa, TsunamixTachimukai, EndoxKazemaru, KidoxFudo (Mpreg y lemon) |
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