IN11: Caperucito Rojo [FudouxKidou]

Yuuto tiene que llevarle una cesta a su abuelita que vive en el bosque, pero el camino es peligroso por culpa de los Lobos, o eso dicen.

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  1. Starline
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    Suosainaki: bueno, sí jaja Van de acuerdo con la trama porque están sacados de ella XD Yuuto es un chico precavido, nunca se sabe cuando te va a asaltar un vampiro. Si hubiera sido un dinosaurio creo que le hubiera tocado correr XD Ah. gracias *abraza* me alegro que te guste tanto :D

    Haruchan: por supuesto, si es con L cambia mucho a si es con l... XD Es que esos títulos figuratiovs me gustan pero yo para pensarlos... me parece que no se me da bien XD Ah, para nada, me alegra muchísimo que me digas eso <w< Siempre hace mucha ilusión que te digan que gusta como escribes x3

    Yaoi love: por supuesto que va preparado, él es un genio :) Sí, es imaginativo, es lo que pasa cuando se tiene un gran coeficiente intelectual y te aburren las clases, empiezas a desvariar XDDDD Pues no te preocupes que tenéis por el momento 15 capítulos escritos, así que durante dos semanas no habrá retrasos jojojo (a no ser que me quedara sin ordenador claro ;w;)

    Bueno os dejo el 4º capítulo :D Este es un poquito (bastante) más corto que los otros, pero igual al final del día os dejo el quinto de regalo de fin de semana XD


    Capítulo 04: Cestas de picnic

    SPOILER (click to view)
    -¡No me comas, por favor! –suplicó el pobre Yuuto que sabía perfectamente que en una pelea cuerpo a cuerpo contra el lobo, sus afilados dientes le llevaban ventaja por mucho que él tuviera… ¿qué tenía él? Una cesta con comida y ¿el poder de pensar en positivo?… Ni eso, no veía nada positivo en aquel momento.
    El Lobo le miró con una mueca de asco infinito, acompañado de lo que parecían unas arcadas.
    -¿COMERTE? ¡Ni loco! –gruñó intentando borrar de su mente una horrible imagen de un cuerpo insertado en un palo y girando en un fuego- ¡Yo soy vegetariano! Bueno, alguna vez me he comido algún pájaro o un conejo ¡pero ellos se lo habían buscado!
    Yuuto enmarcó una ceja y le preguntó irónicamente:
    -¿Un Lobo vegetariano?
    -¿Tienes algún problema? –gruñó el Lobo mientras se volvía a acercar lentamente enseñando los dientes, pero teniendo cuidado de dejar sus orejas lejos del alcance del chico.
    -No, ninguno… -replicó él con una sensación parecida al alivio que se produce al saber que no se te van a comer.
    Y no era que al Lobo no le gustara la carne… pero era difícil de conseguir, los conejos corrían mucho y los pájaros no se le acercaban, y tenía que cocinarse para que no le sentara mal en el estómago, era mucho más fácil comerse directamente una fruta o una hortaliza. A veces había conseguido robar bocadillos de chorizo o jamón, pero generalmente la gente llevaba tartas de manzana a sus picnics. No le gustaban las manzanas.
    -A mí me gustan mucho los plátanos –sonrió malignamente el Lobo haciendo que a Yuuto le recorriera la espalda un escalofrío y el alivio desapareciera por completo-. Son tan….
    Se interrumpió al ver que Yuuto lo miraba con cara de vergüenza y temor, y colocaba la cesta delante de su virilidad a modo de protección.
    -¡ESOS PLÁTANOS NO! –el Lobo se llevó las manos a las orejas desesperado-. ¿Pero cómo os educan a los niños en la escuela?
    -¡Oye! ¡Qué tú no pareces mucho mayor!
    -¡Porque no lo soy! –gritó él y justo entonces resonó un trueno que les puso los pelos de punta a los dos, el Lobo cerró los ojos y agachó las orejas lanzando un gemido.
    -¿Te dan miedo los truenos, Lobito? –preguntó Yuuto mirando al Lobo con sorna.
    -¿¡Luces y sonidos espantosos provenientes del cielo como si se fuera a caer sobre nuestras cabezas!? ¡Que va! ¡Yo no tengo miedo de nada! –gruñó este, aunque su cara y sus orejas moviéndose asustadas lo delataban.
    Yuuto soltó una sonrisa pícara y le miró con burla.
    -¡Aunque no vaya a comerte no tengo ningún problema en despedazarte! –gruñó el Lobo encolerizado alzando las orejas en señal de ataque.
    Pero Yuuto no se atemorizó y le sacó la lengua de forma muy maleducada. Un rayo iluminó el oscuro cielo y un trueno más desgarrador que el anterior retumbó por el bosque, el Lobo se quedó paralizado durante un momento y luego echó a correr, quitándole a un sorprendido Yuuto la cesta de comida.
    -¡Eh! ¡Mi cesta!
    -¿Qué eres, una niña? –sonrió perversamente el Lobo alejándose a toda prisa- ¡Púdrete, niñato!
    El chico hinchó los carrillos y cerró los puños, tenía que recuperar la cesta antes de que ese estúpido chucho se comiera la tarta… El pensar en la tarta de grosellas dulce y ácida al mismo tiempo y su textura suave y esponjosa le dieron fuerzas a Yuuto para seguir al Lobo entre los árboles, saltando raíces y esquivando ramas que parecían intentar evitar el peligroso rescate de la cesta, gritando como poseído y lanzando maldiciones por doquier.


     
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168 replies since 29/8/2012, 15:28   5808 views
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