Un príncipe & un mercenario Endou x Kazemaru

Endou, príncipe del reino del relámpago debe de buscar a la princesa del viento para casarse con ella pero, en el camino se enamora de un mercenario que lo acompaña en su búsqueda.

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    Hola... qué vergüenza dejar esto despuésd e haberme ido, fue un gran error haber borrado todos mis fics pero poco a poco los iré subiendo una vez más...
    Ésta es la historia que más quiero, la primera con la que me puse a prueba para ver qué tan buena era, así que, espero y les agrade...

    Un príncipe & un mercenario

    Capítulo 1






    Corría por los pasillos del castillo, muy impropio para ser un príncipe, pero su padre le había llamado. Una vez frente a la sala del trono reguló su paso para entrar arrodillándose frente al rey.
    – ¿Para que me has llamado padre?
    – Hijo mío, tú sabes que para lograr ser un reino mucho más fuerte y eficiente para el pueblo debes de casarte con la princesa Kazemaru, del reino del viento –con eso el príncipe hizo una mueca de disgusto, el rey la ignoró solamente –desgraciadamente no sólo nosotros queremos esa alianza, tu amigo, el príncipe del reino del fuego, Shuuya Goenji, también está tras la princesa. Ella ha desaparecido, muchos reinos la están ya buscando, es tu deber encontrarla y contraer matrimonio antes que otros.
    – Padre, yo a ella no la amo, es más, nunca se le ha visto a la princesa y corren muchos rumores nada agradables sobre ella.
    – Hay que arriesgarnos por el reino.
    Dicho esto el castaño sólo se levantó haciendo una reverencia y marchándose del lugar.
    – Mi señor –dijo un chico de figura un poco pequeña, albino tanto en piel como en cabello y ojos verdes grisáceos.
    – ¿Qué ocurre Fubuki?
    – Ya está lista toda la tropa, Kidou y yo te acompañaremos también. Mañana nos vamos.
    – Muchas gracias Fubuki, eres un gran amigo.
    .-.-.-.-.-
    –Quiero que mañana mismo vayas en su búsqueda, tienes que casarte con ella para formar la alianza.
    – Lo sé padre, partiré mañana por la mañana a primera hora del día.
    -.-.-.-.-.-
    Y así fue, ambos príncipes partieron apenas salió el sol, no más allá de dos kilómetros se encontraron entre ellos.
    – Endou Mamoru –le habló con voz firme Goenji–al parecer vamos tras la misma presa.
    – Así parece –respondió el castaño con el mismo tono de voz.
    – Déjame decirte que ni por ser amigos de la infancia te dejaré vía libre y mucho menos te tendré piedad.
    – Vaya, ¿Así de cruel serás príncipe Goenij?
    Esta vez habló un chico de gafas, castaño claro, su cabello lo tenía en rastas y además poseía unos hermosos ojos color rojo.
    – El gran Yuuto Kidou acompaña al príncipe del reino del relámpago, Inazuma. Al igual que el famoso cazador Fubuki Shirou, eeh, parece ser que nos divertiremos mi señor.
    Ahora quien hablaba era Akio Fudou, un chico de aspecto rebelde con peinado mohicano y ojos color verde, por su tono de voz parecía retar al oji-rojo, apenas Kidou iba a contestarle Mamoru lo detuvo.
    – Goenji, ¿Realmente piensas casarte con ella?, es una completa desconocida.
    – Lo sé, aun así estoy dispuesto a hacerlo por el poder, poco me importan los rumores sobre ello, ella es la heredera del reino que controla todo, el más poderoso, eso es lo único que deseo.
    – El poder no basta para hacer algo así. De ella se ha dicho que es una chica extremadamente obesa, además de no poseer ninguna belleza, que es de baja estatura, que su cabello es descuidado y opaco y que sus ojos no tienen brillo, que se muestra su alma muerta detrás de ellos.
    – Ya que ha estado encerrada durante sus dieciséis años se desconoce su imagen, sólo pocos la han visto y aparte de eso se dice que tiene mejor figura que la misma Afrodita, que no tiene comparación su belleza, su cabello es más hermoso y brillante que el cielo azul y que no hay persona que no se pierda en sus ojos.
    – Lo único bueno de ella que he escuchado es que su sonrisa calma hasta al más tirano. Aún así, son sólo rumores. Te confesaré que yo no quiero casarme, pero mi reino lo amerita.
    – Veré esto como un juego, una simple competencia al igual que antes, no me dejaré vencer por ti, Endou.
    – Yo también espero verlo así, cómo un juego Goenji y no como una pelea.
    Ambas tropas partieron en su búsqueda, el príncipe Goenji heredero al trono del reino de fuego se dirigió al oeste, al reino Teikoku; allí reinaban el rey Koujiro y la reina Sakuma.
    El príncipe Endou fue al noreste, al reino Chaos, donde gobernaba un gran amigo suyo, Nagumo junto a su reina Suzuno, dado que le viaje hacia allí era poco más de dos días decidieron descansar a mitad del camino.
    – Mejor figura que la misma Afrodita, que no tiene comparación su belleza, bah –Yuuto no dejaba de repetir esas palabras en su mente, diciendo en voz alta la oración –suena imposible ello.
    – Kidou no es tan imposible –el albino caminaba junto a él y el príncipe, buscaban un lago, el moreno entre ellos se detuvo al ver algo en el suelo, un pequeños cofre de plata adornado con joyas preciosas. – Mi señor, ¿Qué es eso?
    – No sé, tal vez… –no pudo terminar de hablar pues algo entre las ramas de un árbol comenzaba a moverse, rápidamente Kidou y Fubuki se pusieron en posición de ataque tomando el mango de sus espadas.
    – ¡Ah! –fue lo que se escuchó al momento en que caía del árbol un chico, quedando inmóvil en el suelo, tanto el castaño como el albino le apuntaron con las espadas.
    – ¿Quién eres? – le habló al chico Kidou con voz firme.
    – Ah – se quejo de dolor al momento en que se levantaba quedando sentado en el suelo – yo… – al voltear a verlos se dio cuenta de la presencia de Endou arrodillándose al instante – lamento mi descortesía, majestad.
    – Tú, muchacha ¿Quién te ha enviado a espiarnos?
    – Yo no vengo a espiar a nadie y…– en ese momento se levantó– no soy una muchacha.
    Efectivamente, era un chico al parecer de la misma edad de ellos, de cabello azul celeste, con ojos café rojizos, su cabello era largo, pero lo llevaba atado en una coleta baja y la escondía debajo del saco que tenía, su piel era tan delicada y blanca cómo la de una mujer, tenía escondido su ojo izquierdo con parte de su cabello y además de eso, su figura era más delicada que la de Fubuki.
    – Lamento la confusión – Dijo Kidou – Volveré a preguntar, ¿Quién eres?
    – Mi nombre es… Nathan, Nathan Swift, soy un mercenario. Si estaba sobre el árbol es por que he perdido mi más grande tesoro, confiaba en que la luz de la luna y la altura me ayudarían a encontrarlo. Es un pequeño cofre de plata, adornado por varias esmeraldas y rubís, dentro suyo tiene un collar con un zafiro.
    El príncipe abrió el cofre y efectivamente allí estaba el collar que relató Nathan.
    –Entonces esto es tuyo Nathan
    Le entregó el cofre, el peli-azul en modo de agradecimiento sonrió, aquella sonrisa había sido hermosa, logro sacar un leve sonrojo en Endou.
    – ¿De qué reino procedes? – le habló esta vez el chico albino.
    – Vengo del reino del viento.
    ¡Que provechoso era eso! El chico venía del mismo reino que la princesa.
    – Dime con toda la verdad, ¿Conoces a la princesa Kazemaru?
    El moreno le miraba fijamente a los ojos esperando la respuesta.
    – Si, la conozco –de la misma forma lo miraba a los ojos demostrándole total sinceridad – Kazemaru Ichirouta, la princesa de todo el reino, es una gran lástima que hubiera escapado de casa.
    Los otros tres le miraron sorprendidos por lo que acababa de decir, el oji-marrón tomo aquella expresión como señal para continuar.
    – La princesa ya estaba harta de estar encerrada todo el día en casa, quería ver más allá de las cuatro paredes que le aprisionaban, deseaba conocer a la persona indicada y no casarse sin amor, no quería ser vista cómo trofeo.
    – Y, ¿Nos dirás cómo es ella? – le pregunto el cazador.
    – Por supuesto que no.
    Ahora le miraban un tanto molestos – Deberías contestar esa pregunta para el príncipe Endou.
    – Aún así no les diré nada – les sonreía mientras hablaba calmando así un poco su ira – no lo diré porque tiene que verlo con sus propios ojos, yo le ayudaré en su búsqueda, sin mí les será difícil pues no es algo sencillo buscar a alguien a quien jamás se le ha visto. Será mi forma de agradecer por haber encontrado mi pequeño tesoro.
    – Mi señor – Kidou le miraba preocupado pero éste estaba sonriendo.
    – Bien, acepto eso. De ahora en adelante Nathan Swift será parte de nuestra tropa.
    Ya por la mañana volvieron a retomar su viaje, ahora con un nuevo acompañante.
    – Yo soy Shirou Fubuki – se presentó con su nueva compañía con una tierna sonrisa.
    – Mucho gusto Fubuki – Su presentación terminó con un apretón de manos – ¿Puedo preguntarte algo sobre el príncipe? – Éste asintió – ¿Cómo es él?
    – ¿A qué te refieres con ello?
    – Me refiero en su persona, ¿Cómo es él?
    – Es alguien bastante agradable en verdad, es cariñoso, atento, es un gran amigo y siempre busca ser mejor pero por medio de su propio esfuerzo, es una persona digna de admiración.
    – Ya veo… El reino del relámpago tiene un muy buen candidato a líder.
    – ¿Y en ese sentido cómo es tu princesa?
    – Es algo solitaria y cerrada, bastante triste realmente, pero en el fondo ella lo que quiere es hacer feliz a su pueblo, quiere ser fuerte para ellos, aunque no tiene compañía de quien recibir apoyo, yo fui amigo suyo y es por ello que conozco esto, aún así lo que ella desea es alguien que la ame, busca más allá de la amistad.
    – Una persona así debe ser perfecta para el príncipe Endou, seguro y piensas que él también es perfecto para tu princesa.
    – Mira Kidou – El susodicho volteó a verlo y después a ver lo que le señalaba – Fubuki y Nathan parecen llevarse muy bien.
    – Así parece alteza, eso me alegra, que sea de confianza.
    – Además de que sus ojos demostraron ello Fubuki tiene la habilidad de saber si la gente miente o no, puede presenciar el aroma de las cosas. No por nada es nuestro mejor cazador.
    – Majestad –intervino uno de sus guerreros – hemos llegado al reino Chaos.
     
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  2. kony-chan
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    AMO ESTE FIC Y TU LO SABES MUY BIEN!!!, me torturaras si subes realmente me facina, etto tengo una pregunta este fic lo gurdaste en tu computadora o en una de tus libretas o lo estás escriendo de nuevo por lo que acuerdas??, por que si es lo último yo ya lo habría tirado al caño no tengo nada de pasiencia xD
    Te quiero mucho mi ukesita, leere todo tu fic de nuevo eso me alegra mucho tu sabes que es mi fic favorito!
    Un besho

    Sayo^-^
     
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    Hiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii~~ este fic creo que habia hecho un coment cuando tenia otro name pero me gusta muxoooo
    -u_u- no tengo remedio pero bueno creo que eso no es malo niiaaa~~ hace muxoo tiempo que no veoo un endou por Kaze y me pase por aqui y vi este Fic de New
    me gusta MucHo conti contii contiii :=DANCING:
    matta nee~~
    PD: espero que sigas escribiendo me gustan mucho Los Pocos fics que he leido Tuyos :=WORKIN:
     
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    me encanta tu fic
    pido conty
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    Muchas gracias, les dejo el capítulo 2...

    Capítulo 2




    – Majestad – Intervino uno de sus guerreros – hemos llegado al reino Chaos.
    Abrieron las puertas del reino, entrando pudieron sentir una fría brisa y además de ello, había nieve que cubría parte del suelo, aquel lugar tenía un ambiente muy agradable.
    – Bienvenido príncipe Endou.
    Habló acercándose "la reina" Suzuno, quien era realmente un chico pero, eso no se podía ver a simple vista, su vestimenta que era un vestido largo azul turquesa y sin mangas, además de que su apariencia podría llegar a confundir a cualquiera que no pusiera mucha atención en él, su cabello plateado estaba cubierto con un poco de nieve, tenía ya un tiempo esperándolos, cómo si hubiese estado enterado desde antes de su llegada.
    – Es un gusto volver a verte – Le respondió el castaño arrodillándose.
    – Por favor deja las formalidades – Endou se levanto en esos momentos–. Ustedes también –ahora le habló al ejercito que seguía de rodillas, obedeciendo al instante– Me alegra verlos nuevamente Kidou, Fubuki.
    – Es todo un honor verle otra vez, lady Suzuno – le dijo el de gafas, el albino sólo asintió.
    – Suzuno, ahora tenemos otro acompañante – Endou tomo a Nathan suavemente por los hombros obligándolo a acercarse–. Se llama Nathan Swift, él conoce a la princesa y nos ayudará en su búsqueda.
    – Es un honor conocerla majestad.
    – Lo mismo digo Nathan -dado que el oji-marrón estaba haciendo una leve reverencia doblando parte de su torso no le había dado la cara, cuando se levantó y Suzuno lo pudo ver se sorprendió– Yo te he visto antes, ¿Nos conocemos de algún lado?
    – Lo dudo mucho majestad, debe confundirme con alguien más. Yo sólo soy un simple mercenario.
    Se quedó así la plática de ambos, dado que les indicó que le siguieran para llevarlos al palacio, dejando allí a la tropa que más tarde sería atendida por los sirvientes. Siguieron al moreno claro hasta entrar al castillo, estaba adornado en su mayor parte de rojo, era cálido a diferencia del clima de afuera, entrando Suzuno tomó un abanico mientras el rey llegaba con ellos.
    – ¡Endou! ¡Tanto tiempo sin verte!
    Los dos se dieron un abrazo cómo saludo entre ellos.
    – ¡Fubuki, Kidou! Qué sorpresa verlos también –se encontraba muy feliz, no dejaba de sonreír sacándole una pequeña sonrisa a su reina de hielo–. Y además veo que se han conseguido un nuevo amigo.
    – Él es Nathan Swift, un mercenario que se unió a la tropa de Endou.
    Lo miraba mientras lo presentaba pero de un momento a otro su vista comenzó a nublarse y sus piernas fallaron, por suerte estaba allí su esposo que impidió que cayera al suelo.
    – Suzuno, ¿Estás bien?, ¿Qué te ocurrió?
    – No es nada, sólo es qué… –levantó la vista mirando a los presentes, al momento de ver nuevamente al peli-azul su vista comenzó a tornarse tal y cómo momentos antes. Empezó a marearse y antes de caer tuvo una muy vaga imagen de su infancia quedando esta vez desmayado en los brazos del oji ambarino.
    – Suzuno, Suzuno querida despierta.
    Por más que le llamara no despertaba, decidieron dejarlo en su habitación descansando para poder conversar.
    – ¿Qué es lo que le habrá pasado a mi Suzuno?
    El rey estaba preocupado por su chico, le miraba muy angustiado; eso le daba envidia al príncipe castaño, ellos se habían casado por amor y obligación. Ellos habían tenido un romance escondiendo sus identidades, cuando Diamond Dust y Prominence estallaron en guerra los reyes de cada uno de sus respectivos reinos optaron por formar una alianza por medio de una boda, de esa manera se unificarían con la unión de ambos herederos, para los dos había sido “un milagro” que terminaran siendo ellos quienes se casarían, su historia de amor se había vuelto la favorita de ambos reinos y la primera y digna de contar de la fusión de ambos, Chaos.
    – Un hechizo roto, sólo eso –Le respondió Kidou la pregunta a Nagumo– ¿Han encantado a Suzuno?
    – No estoy enterado de eso pero, ha mencionado su padre que le han borrado parte de sus recuerdos de la infancia, ése fue el único hechizo en él.
    – Lady Suzuno ha dicho en la entrada que Nathan se le hace conocido y ha sido desde aquél momento donde comenzó así.
    Ahora su atención se vio puesta en Swift, lo miraban esperando alguna respuesta.
    – Yo no sé nada, lo digo enserio.
    – Majestad – habló una criada entrando a la habitación – ya está lista la cena, por favor vayan a comer, nosotras nos encargaremos de atender a la reina.
    Siguiendo a Nagumo fueron a parar en el comedor.
    – Bien Endou, platícame sobre esa princesa.
    – La princesa Kazemaru, heredera del reino del viento según dijo Nathan se ha escapado por qué tampoco quiere casarse con un desconocido, yo entiendo eso.
    – ¿Y a qué se debe el alboroto por ella?
    Esta vez fue Kidou quién habló – El reino del viento es el que se encarga de todo, es el centro de cada reino, tiene el control de cada uno en sus manos, la tecnología a su favor. Los reinos que buscan las riquezas buscan esa unión. Nosotros la buscamos por que el reino está en crisis.
    – Ya veo, entonces no quieres casarte Endou.
    – En lo más mínimo, no con una persona a la que no ame.
    Interrumpiendo su plática Fuusuke entró al comedor.
    – Nathan necesito hablar contigo.
    El chico sin decir nada solamente se levantó y fue con Suzuno, se alejaron del comedor acercándose a un balcón dejando entrar una brisa fría.
    – Kazemaru – comenzó a hablar después de unos momentos de silencio – ¿Por qué has escapado?
    – Así que lo notaste, la verdad no pensé que lo hicieras.
    – No lo hice en un comienzo, después de desmayarme regresó el recuerdo tuyo. Ahora por favor contesta mi pregunta.
    – Escapé del castillo por que deseaba conocer a mi futuro esposo – Suzuno le miro con sorpresa en esos momentos – Midorikawa lo ha visto en uno de sus sueños, me casaré con el príncipe Endou.
    – Aún así, hay muchos reinos buscándote.
    – Si, pero se supone que la persona que me encuentre primero podrá casarse conmigo, ellos ya me tienen sólo no lo saben.
    – ¿Cuánto más piensas seguir con esto?
    – No lo sé, más bien no se decirte. Yo sabré cuando detenerme, ya lo verás.
    – ¿No crees que Midorikawa pueda llegar a equivocarse? – Kazemaru negó – hace tanto que no le veo, supongo que no es el destino encontrarnos.
    ~º~º~
    – Esto es una gran distracción – gruño Fudou– ¡¿Cómo pudiste perder el mapa?! –La pobre criada ni siquiera podía hablar por el miedo que le causaba el oji-verde – retírate ya.
    – ¡Hiroto! – Gritó Goenji.
    – Mi señor – entró el peli rojo de ojos jade arrodillándose ante él – ¿En qué puedo ayudarle?
    – Ve y busca al hechicero Terumi, él debe de poder mostrarnos el camino a la princesa.
    Sin dudarlo el oji jade se fue en su búsqueda, tenía suerte conocer bien el bosque donde vivía Terumi. Mientras él lo buscaba el príncipe y toda la tropa seguiría su camino a Teikoku, allí se volverían a encontrar.
    En un lago, sentado a la orilla de éste el chico rubio estaba observando su figura.
    – ¿Eres tú Terumi?
    Volteó a ver al chico, entrecerrando un poco sus ojos color rubí mirando detalladamente al chico.
    – ¿Un amor no correspondido?, ¿Las más grandes riquezas que alguien pueda poseer?, ¿Qué es lo que buscas?
    – Nada de eso – el rubio le miro fijamente.
    – Me buscas a mí – lo dijo después de verlo por unos segundos – dile a tu príncipe que no iré con él.
    – ¿Y por qué no?
    – Por que su corazón comienza a pudrirse, sólo está buscando el poder. No lo haré por ello.
    – Entonces hazlo por mí –dado que el oji-rojo se había dado media vuelta para regresar al lago, volvió a darse la vuelta para verlo, interesado en lo que decía – mi más grande amor es del reino del viento, si no quiero que el príncipe me decapite debo de cumplir con esto, tengo que llevarte con él.
    – Viéndolo de esa forma lo haré, no puedo negarme a servirle al amor.
    ~º~º~
    Cuando llegaron a Teikoku tal y cómo pasó con Suzuno, Sakuma les estaba esperando en la entrada.
    – Animal, estúpido, bastardo sin vergüenza ¿Cómo te atreves a venir aquí? – La “reina” Sakuma y al ver a Fudou comenzó su lluvia de insultos.
    – A mi también me da un gusto verle majestad – le respondió con sarcasmo para después sonreír de medio lado – no debería hablar así, debe recordar su puesto cómo reina.
    – ¡Eso me viene valiendo un bledo!
    – Sakuma –ahora le habló el moreno – lamentamos venir sin avisar pero, estamos en medio de un tipo de “pelea”, buscamos a la princesa del reino del viento.
    – Oh, es por ello – a diferencia del tono de voz con el que le hablaba al oji-verde ahora era suave – entonces entren, son bienvenidos en mi reino. Koujiro está en el dormitorio, ha estado algo enfermo, seguro le hará bien su visita.
    Siguieron a una criada hasta llegar a donde reposaba el rey, Sakuma debía de encargarse de varios asuntos del pueblo.
    – Hmp… -gruñó Fudou – cada vez que me ve tu lindo esposo me dice de cosas.
    Su señor y el peli-caoba voltearon a verlo con cara de “¿Porqué será?” pero, éste los ignoro.
    – ¿Qué les trae por aquí?
    – Estoy ahora en busca de la princesa Kazemaru, queremos una alianza con el reino del viento.
    –El problema es que no solo somos nosotros, hay ya varios reinos buscándola, entre ellos el ejército de Inazuma, dirigidos por Endou, también está la tropa de Edgar, el reino Epsilon ya había intentado una alianza pero les fue rechazada, seguro ahora también deben de ir tras ella.
    – Será algo difícil, ¿No creen?, nunca antes se le ha visto.
    – Es por eso que he mandado a mi mejor arquero en busca de Terumi.
    – ¿Sabes que él sólo le sirve a personas de buen corazón?, si se llega a obligarle a servir pese a ello, trae desgracia solamente.
    – No me interesa eso, yo quiero el poder que sólo tiene el reino del viento.
    Desde el otro lado de la puerta el peli-plateado les estaba escuchando.
    – No tienes idea de los líos en los que te metes, Goenji – dijo en susurro alejándose de la habitación y caminar por el largo pasillo.
    ____________________________________________________________________

    Kony-chan, si, sé que lo amas xD eso me alegra mucho y verte por aquí también, pues verás, amo demasiado lo que escribo que lo tengo todo muy bien guardado así que descuida, todas mis historias estarán tal y como se habían subido anteriormente ^^ aunque si fuese lo último también podría, yo tengo mucha paciencia. Muchas gracias, cuídate.

    <‹därk bláck kâzémárü›>™ ¿Un comentario con otro nombre? Hmmm, no sé la verdad :S aún así espero que te haya gustado, muchas gracias... Y, descuida, subiré todos los fics que tenía antes y seguiré escribiendo más, así que no te preocupes ^^.

    Maka-chan, muchas gracias por leerlo, espero que te haya gustado.
     
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  6. <‹därk bláck kâzémárü›>™
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    ~que bien que los subas~ pues la verdad antes era Kaze_emoxa por eso digo que con otro name
    wijijijriji bueno solo fue un coment pero esta vez si comentare muxo aunque ya se que se siente estar deprimida pero aqui sigoo
    bueno me ha Gustado mucho thu fic, y suzuno es un adivino por que lo supo muy facil la identidad de Kaze niaa +_+ contiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
    pleaseeeee :=DANCING:
    :=PENSDF: :=PENSDF: matta nee~~
     
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  7. kony-chan
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    lo re-contra amo!!!!!!!!!! ME ENCANTA, ME FASCINA, ME IPERVENTILA, ME EXCITA (?), amo tus hermosas manos y uñas que escribieron esto desde hace como un año? no?, mala memoria every were xD, AMO LA COSAS DONDE TENGAS GUARDADOS LOS FICS LO AMO, TT.TT lo malo es que tendré que esperar hasta el ultimo capitulo que que subiste, moriré en la espera!!! xD,cuanta pasiensia???? préstame un poco la necesito!!! :D, jeje te quiero muchooooooooooooo!!!! te querré aunque me tortures subiendo muuuuuuy lentamente los fics igual te amare mi sensei!!!!!!!! xD

    creo que estoy muy iperactiva hoy, se nota no? :P

    bueno sayo^^
     
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    no me gusto me encanto xD el cap esta genial
    espero la conty
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    Siento mucho el haber tardado tanto en traer la continuación, enserio lo lamento mucho y espero que me perdonen. Dejaré de dos o tres capítulos cada vez que actualice.


    Capíttulo 3


    Suzuno junto a Kazemaru no pudieron seguir hablando puesto que podrían llegar a preocupar a los otros tres, regresaron al comedor con ellos.
    – ¿Qué es lo que ha pasado?
    – No te preocupes, no es nada – contestó la pregunta de su esposo, el rey–. Quise presentarle a Nathan una persona.
    No muy convencido de la respuesta siguieron con la cena sin decir una sola palabra más.
    Gracias a que Nagumo les insistió bastante –de hecho solo a Kidou– se quedaron allí a pasar la noche.
    – Mi señor, no deberíamos estar aquí, estamos perdiendo el tiempo.
    – Tranquilo Kidou sólo será una noche, además no tengo prisa en buscarla.
    ¬– Pero…
    No pudo concluir la oración, el moreno ya había salido corriendo de allí, muy impropio para ser un príncipe pero, así era él.
    – ¿Puedes creerlo Fubuki?
    – Si… – dicho eso el oji-rojo sintió un gran alivio y se formo una pequeña sonrisa de satisfacción al saber que no era el único pensando así pero, así como llegó la sonrisa se fue al momento en que el oji-grisáceo terminó de hablar– se ha ido sin mí.
    Salió corriendo por el mismo pasillo que el príncipe dejando allí solo al gran maestro de la planeación y dirigente de guerra de Inazuma.
    Shirou no logró encontrar al moreno, así que decidió dar un paseo por el reino solo. Saliendo del palacio se dirigió a un pequeño jardín donde la vista era a unos niños que se rehusaban a entrar a casa pues querían seguir jugando; esto le trajo unos recuerdos a la mente a Fubuki, de siete años atrás y todos tenían nueve años.
    Tanto Goenji, cómo Endou y Nagumo son príncipes, se veían seguido, Kidou hijo de los duques, Fubuki sobrino del conde y Fudou junto a Hiroto hijos de guerreros del fuego. De esa manera tenían la gran posibilidad de verse seguido y jugar, los tiempos en los que sólo les importaba eso, ni reinar, ni el poder entre otras cosas rondaba sus cabezas.
    La escena que tenía más presente fue una vez en el jardín del palacio de Prominence, jugaban todos al escondite, mientras Endou estaba contando se dispersaron para esconderse. El albino no sabía donde esconderse así que opto por subirse al techo de una de las habitaciones de los sirvientes.


    – Shh… no hagas ruido Fubuki
    Le habían susurrado, volteó a ver de donde provenía la voz que le silenciaba y allí se encontraba Goenji, con un ligero sonrojo asintió y se posiciono a su lado.
    – Aquí jamás nos encontrará Endou. Hemos pensado lo mismo, Goenji.
    – Las grandes mentes pensamos igual –había dicho divertido pero, la risa de ambos tuvo que silenciarse si no querían ser atrapados.
    Duraron así un rato, hasta que Endou les pidió que salieran por que no lograba encontrarlos, se rindió. Goenji se echó a reír y tomó a Fubuki de la mano.
    – ¡Si no puedes encontrarnos entonces ven y atrápanos!
    Comenzó a correr jalando consigo al otro niño, corrieron lo más que sus piernas les dieron perdiéndose a la vista del heredero de Inazuma. Al llegar a cierto punto cuando ya no pudieron correr se tiraron al pasto.
    –Fubuki –éste volteó a verlo–Me gusta mucho estar contigo.
    El menor sonrió – A mí también, Goenji.
    Con esto, ambos se quedaron dormidos allí, juntos y solos bajo los últimos rayos del sol que daba el día.


    – ¿Qué es lo que te habrá pasado, Goenji?
    Tras esto Fubuki dejó caer las lágrimas abiertamente con la sola compañía de la luna y la oscuridad del lugar.
    El príncipe por su parte había ido a buscar a Nathan, pensó encontrarlo con Fubuki pero, lo vio fuera, prefirió no molestarlo. Con Suzuno ya no era probable así que opto por buscarle en la habitación donde le dejaron dormir. Quería preguntarle sobre el reino del viento, nunca había estado allí, algo sobre su historia, la tecnología… ¡No podía soportar más aquella curiosidad!
    – ¡Nathan! –gritó entrando a la habitación, su emoción hiso que olvidara que debía de llamar a la puerta antes de entrar.
    – Oh, majestad…
    Respondió sonrojado, estaba desvistiéndose para tomar una ducha, ahora la coleta baja con la que recogía su cabello estaba suelta. Podía observar su hermoso, largo y brillante cabello, más hermoso que el cielo azul. ¿Dónde he escuchado eso?, se preguntó a si mismo, sin poder recordar que era uno de los rumores de la princesa pero no le dio importancia alguna.
    – Lo lamento Nathan, entré sin avisar –se disculpó también sonrojado– supongo que te veré después.
    – No, no, no. Majestad, por favor, dígame en que puedo ayudarle.
    – Bueno, estaba interesado en que me contaras sobre el reino Kazegafuku*.
    – Majestad, ¿Qué es lo que quiere saber sobre él?
    – Deja las formalidades Nathan, puedes llamarme solo Endou. Platícame cómo es el reino.
    – Bien… Endou –dijo tímidamente– es un reino grande, en el cual el viento que sopla por las noches crea una hermosa melodía, la luz siempre está presente para los árboles y demás plantas cómo flores y cosechas los cuales se mecen sin cesar con el viento.
    Mientras más le contaba más se interesaba el moreno acercándose más a él, más y… Ambos cayeron al suelo, con el peli-azul en el suelo y el castaño encima. El momento era incomodo, los dos así, Nathan sin quitar a Endou y Endou sin la más mínima intención de levantarse de encima. Volteó a ver sus labios, estaban entre abiertos. Bésalo, pensaba el príncipe. Hazlo, le repetía aquella voz. El silencio se tornaba agradable, dejaba de ser incomodo. Hazlo, se repitió nuevamente. Se acercaron lentamente, sintiendo cada vez más el respirar del otro, escuchando así su rápido palpitar. La distancia disminuía más, sus labios a no más de pocos centímetros. Vamos, bésalo, se dijo a si mismo Endou uniendo al fin sus labios.
    ~º~º~
    Por la noche en Teikoku, llegó el arquero junto al hechicero, donde fueron bien recibidos por los sirvientes y dejados a ambos en una sala.
    – Desde que fuiste por mi no me he presentado, disculpa mi descortesía. Yo soy Afuro Terumi.
    – Descuida, yo soy Kiyama Hiroto.
    – Vamos, cuéntame sobre tu gran amor, la razón del por qué estoy aquí.
    – Es un chico, sirve en el reino de Kazegafuku. Él es un vidente, ve el futuro en sus sueños, él me dijo una vez que era destino de ambos estar juntos pero, que no era aún el momento. Sigo esperándolo, yo creo que está es la oportunidad de verlo y reunirme con él. Es un chico bastante lindo, su cabello es largo de color verde, sus ojos negros y su piel morena.
    – Suena bastante atractivo –tomó una copa con agua entre sus manos y volteó luego de eso a ver al peli rojo– ¿Quieres verlo?
    Esto lo impresionó – Daría lo que fuera por verlo en estos momentos.
    El rubio sonrió, movió con su dedo índice derecho el agua de la copa, cuando el agua dejó de tambalear en esta se pudo observar a Midorikawa limpiando una habitación del castillo pues trabajaba allí cómo el sirviente personal de Kazemaru.
    – ¡Midorikawa!
    Tomó ahora él la copa para observarlo, al tomarla pudo notar que su novio sonreía tiernamente. Movió sus labios hablando solo, Hiroto se lamentaba al no poder escucharlo pero le bastaba con verlo y saber que se encontraba bien. Hubiese sido muy feliz al escucharlo decir: “Sabía que me verías Hiroto, es agradable saber que te tengo de ángel guardián”.
    Terumi desvaneció la imagen del agua.
    – Muchas gracias Terumi, me has alegrado bastante.
    – Te lo he dicho antes, no puedo negarme a servir al amor. Pronto vendrá tu señor.
    Así fue, Goenji entró momentos después a la sala, viendo a Terumi y dirigiéndose a él.
    – Así que tú eres Terumi, lo que decían sobre tu belleza no es mentira.
    – Príncipe Goenji, tu corazón pronto comenzará a pudrirse enteramente. Con eso yo no puedo ayudarte cómo sé que lo quisieras
    – No me importa eso, yo necesito de ti en estos momentos. Poco me interesa la desgracia de la que tanto me hablan, yo deseo el poder.
    – Intenté advertirlo –susurro para si mismo–. Acércate
    Goenji se acercó a él, tal y cómo con Hiroto le mostro la escena que daban Endou junto a Nathan.
    – ¿Endou?... ¿Quién es el otro chico?
    – La clave de todo. Éste chico es quien puede guiarlos a la princesa Kazemaru, no hay persona que la conozca mejor, está su sirviente pero, se encuentra en el reino de Kazegafuku. A parte de ellos dos nadie podría guiarlos. El chico, Nathan Swift, el mercenario que se unió a Endou Mamoru pese a que es un mercenario no podrás convencerlo.
    – Es un mercenario, con una paga más grande lo traeré a mí
    – Te equivocas. Él tiene algo a que usted le falta, amor.
    Dicho eso se levanto, hiso una reverencia y se fue de la sala, el rubio se molestaba con estas situaciones.
    – Amor, ¿Eh?
    Repitió el moreno para si mismo al momento en que una sonrisa de medio lado y cínica a la vez se formaba en su rostro.
    – Señor mío –dijo Fudou– tiene algo en mente.
    – Así es Fudou. Tenemos que esperar por nuestro próximo encuentro con Endou.
    Sakuma estaba sentado en la cama junto a su esposo, el peli-caoba estaba preocupado por el moreno, su reacción con Fudou está vez estaba muy calmada y no solo eso, estaba muy callada, desde qué había visto a Terumi entrar al palacio.
    – Tengo miedo –dijo la reina.
    Koujiro volteo a verle, no esperaba que comenzará a hablar tan pronto y menos comenzar con eso.
    – ¿Qué es lo que te da miedo?
    – El pasado, eso me da miedo. Me aterra el presente.
    Se levantó de la cama dejando confundido a su esposo y saliendo de la habitación.
    – Los recuerdos y la memoria muerta. Aquello me come vivo en silencio. Discúlpame querido mío –dijo aún sabiendo que no lo podía escuchar– tengo que regresar a mis antiguos días.


    Capítulo 4




    – Los recuerdos y la memoria muerta. Aquello me come vivo en silencio. Discúlpame querido mío –dijo aún sabiendo que no lo podía escuchar– tengo que regresar a mis antiguos días.
    Koujiro pese a no poder escuchar a Sakuma sintió un muy mal presentimiento. El peli-plata fue a donde las criadas.
    – Lady Sakuma, ¿En qué podemos ayudarle?
    – Necesito salir de aquí, ayúdenme por favor.
    Éstas asintieron – Lady Sakuma, cuente con nosotras.
    – Muchas gracias pero no quiero que nadie se entere de que me iré. Sólo denle esto al rey.
    Jirou les entregó una carta, la ama de llaves la tomó. Cambiaron a la reina totalmente y lo guiaron por una compuerta secreta que se usaba en caso de haber guerra.
    –Suerte Lady Sakuma.
    – Muchas gracias, se los recompensaré en tanto llegue. Recen por mí.
    Salió corriendo bajo la lluvia que caía rápidamente sin poder distinguirse de entre la oscuridad de la noche, esa vez la luna había cooperado con él y se había escondido detrás de unas espesas nubes dejándole seguir con su camino.
    ~º~º~
    Al sentir la lluvia sobre su cabeza el cazador decidió volver al palacio.
    – Goenji –susurró débilmente– tú no eras así –observó por el balcón el caer de la lluvia–. Algo cambió en ti, algo que todos desconocemos, pese a que nunca me viste más allá de un amigo y nunca lograste ver mis sentimientos hacía ti yo daría lo que fuera por verte feliz, pero no con la falsa felicidad que crees que podrás obtener con grandeza y poder. La felicidad de aquel día, la calidez de tu ser de aquella vez, ¿Por qué no puede ser así, Goenji?
    Ahora la escena que embargaba su cabeza era un día en el que fue de visita al reino Kaji*. Su tío debía de ir con la duquesa y cómo él se tenía que encargar del pequeño lo llevó consigo.
    Esa vez, cuando tenía doce años, el príncipe y el cazador habían salido a correr. Les encantaba jugar carreras y ver quién podía subir más rápido los árboles. La lluvia había obligado a ambos a detenerse. Se refugiaron en una pequeña casa en construcción allí cerca pero, aún lejos del palacio.


    – Ah… ah… ¡Achu! –estornudó Fubuki abrazándose a si mismo por el frío. Estaba temblando.
    – Fubuki –le llamó Shuuya– toma, ponte esto.
    Extendiéndole la mano le dio su saco para así cubrirse del frío.
    – No… no tienes por qué hacerlo Goenji, yo estoy bien.
    Haciendo caso omiso al pequeño se acercó y coloco su abrigo sobre él, cómo reacción Fubuki se sonrojo notablemente.
    – Gracias Goenji…
    Lo dijo en susurro, intentaba que Goenji no escuchara el nerviosismo de su voz pero falló, el peli-crema lo había escuchado.
    – No hay de qué, Fubuki.
    Para pasar la tarde de lluvia sin frío, el príncipe abrazó al albino, acercándolo a él y dejándolo recostado en su pecho mientras este lo enredaba en sus brazos. Así siguieron en un agradable silencio hasta que la lluvia desapareció y pudieron salir a jugar nuevamente.


    Las finas lágrimas que había llorado antes se lograron confundir con la lluvia pero ahora, no podría hacer nada para ocultarlas, se encontraba llorando desconsoladamente.
    – Fubuki… ¿Te encuentras bien?
    Yuuto se había a cercado a él, se preocupó en tanto lo vio llorar.
    – Si, tranquilo Kidou, estoy bien.
    Limpiando sus lágrimas le sonrió al castaño, éste no comprendía por qué estaba así pero, comprendía que necesitaba privacidad con ello.
    – De acuerdo. Fubuki, ¿Recuerdas la cena?, yo siento que lady Suzuno no le mostró a alguien.
    – Y no fue así – contestó–. Lady Suzuno mintió cuando dijo eso.
    – Hmm… ¿Qué crees que hayan echo entonces?
    – No lo sé Kidou pero, no vi malas intenciones en ello.
    El estratega comenzó a caminar indicándole al oji-grisáceo que lo siguiera, se dirigían a la biblioteca en donde se encontraba la reina.
    – Fubuki, Kidou, ¿Qué puedo hacer por ustedes?
    – Majestad –habló el de gafas– queremos que nos conteste el por qué ha mentido durante la cena.
    – Oh, Fubuki lo ha notado. No es nada grave pero, no les puedo decir que ha sido, lo lamento.
    Fuusuke se levantó dejando su libro en una pequeña mesa de té – ya lo descubrirán con el tiempo, sólo tengan paciencia.
    Con eso salió del lugar dejándolos allí aún con la duda y la palabra en la boca. La reina era bastante misteriosa algunas veces.
    – La curiosidad no lleva a nada bueno, ese es el gran error de los humanos –dio un largo suspiro adentrándose en una habitación solitaria– Nada bueno, ¿Cierto Kazemaru?, pero no podemos hacer nada, ahora no. –Cerró sus ojos levemente acostándose en la cama– Sin embargo tú eres fuerte, yo no pude contener aquel dolor y terminé olvidando todos los buenos momentos de antes, ¿Será también el destino?
    ~°~°~
    – Terumi, ¿Por qué estás decidido a servirle al amor?, bueno, no me quiero entrometer en tu vida, solo es que…
    Ante eso Afuro soltó una leve risita – Por que a mi se me fue negado mi amor, no quiero que alguien más sufra por ello. Al igual que tú, mi novio y yo no podíamos vernos por motivos del destino, él era un chico de familia noble, yo sólo un hechicero que vive en una cabaña en medio de un bosque. Su familia se molestaba cada que iba a buscarme o cuando nos veían juntos. Éramos muy felices juntos, esto trajo consigo el pecado de la envidia, una chica, hija de los más privilegiados del reino estaba celosa de no poder tener a mi antiguo novio, Hera. Me acusó de actos satánicos, intentaban matarme pero él, por el amor que me tenía dijo que aquel rito se usó con su cuerpo, sacrificándose por mí. Ahora lo que yo quiero es hacer que las personas que se aman estén unidas y no sufran lo que yo tuve que sufrir.
    Hiroto se había quedado sin palabras ante ello, el oji-rubí bajo la mirada y sus ojos estaban al borde de las lágrimas, Kiyama no sabía que alguien tan decidido a hacer feliz a la gente hubiese sufrido de esa manera.
    – Yo… lo lamento mucho.
    El rubio ahogó un suspiro calmándose a si mismo – Descuida, eso ya es pasado, es cierto que duele pero aún puedo estar junto a él de cierta manera.
    – Pero… ¿No ha sido ya hace ciento cincuenta años que se asesinó al último chico acusado de ese tipo de actos?
    El rubio asintió y Hiroto empalideció (Más si es que se puede) – ¿A que viene eso?
    – Que no es posible, ¿Cómo pudo haber sido hace tanto tiempo?, fue hace ciento cincuenta años y tú a lo mucho tienes dieciocho
    Terumi le miraba con inocencia y sonrió de manera tierna – Yo soy más grande de lo que parezco. Debo de hacer feliz y unir a las personas que lo merecen, aquellas a las que no se les debe privar el amor.
    Tras decir eso volteó la mirada a cierto punto de la pared, cómo si estuviese observando a alguien, sonrió para si mismo sin dejar de mirar aquel punto. El arquero pudo sentir la presencia de alguien más en la sala pero solo estaban estos dos. Trago saliva y salió del lugar dejando allí al hechicero.
    ~°~°~
    Tras aquel beso, ambos estaban sonrojados, Nathan en una esquina de la cama y Endou mirando por la ventana, la vergüenza les consumía pero, no podían negar cuanto lo habían disfrutado.
    – Nathan, yo… lamento haber echo eso, es sólo que, sentí la necesidad de hacerlo.
    – De-descuide majestad –sacudió su cabeza un poco recordando que le habían pedido que dejara las formalidades– Endou –susurró– también ha sido mi culpa, discúlpeme.
    –La verdad, yo no quiero casarme con la princesa Kazemaru – con esto el peli-azul abrió los ojos con sorpresa– yo quiero casarme por amor, tal y cómo lo han hecho Suzuno y Nagumo y la verdad –dio media vuelta mirando fijamente a Nathan– cuando te vi, olvide por completo la misión de la princesa, no creo que haya alguien más hermoso que tú, tu cabello es largo y brillante, es mejor que el azul del cielo, tus ojos son hermosos –ahora estaba junto a él en la cama, sentado enfrente suyo destapando el otro ojo que cubría con su cabello– me han hipnotizado por completo, tu cuerpo es delicado, siento que es deber mío protegerlo cómo si fuera mi más grande tesoro.
    El oji-marrón estaba ya más que rojo y sin poder decir una sola palabra, el príncipe lo había cautivado por completo.
    – E… ah….
    – No tienes que decir nada, eso es lo que yo siento por ti, sé que me dirás que es algo imposible, tú un mercenario y yo un príncipe pero, créeme, yo daría lo que fuera para que mi reino saliera de la crisis, me entregaría a cualquier pirata o me iría en busca de un dragón con tal de poder tenerte a mi lado, sacar a mi reino de la crisis y no tener que casarme con una desconocida, este poco tiempo me hiso saber que yo quiero estar contigo, el verte me da fuerzas para querer dejar la búsqueda e ir a luchar por mi pueblo, conseguirlo con mi esfuerzo.
    Nathan ya no soporto más eso, comenzó a llorar a mares, Endou no lograba entender el por qué, pero su mente le hiso creer que tal vez era por no poder corresponderle, antes de salir de la habitación le dio un beso en la frente al peli-azul.
    – Endou… mi príncipe… eres todo lo que he soñado este tiempo… Discúlpame por no decirte quien soy en realidad pero, no puedo, no ahora.
     
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  10. <‹därk bláck kâzémárü›>™
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    nia~ esto esta interesante [gomen por el coment tan corto pero tengo poco tiempo]
     
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    Un deseo , es una ilusión y una esperanza

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    perdida en las sombras llenas de desilusiones y tristeza en busca de una luz que no desaparezca

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    dios mio con razon no lo encontraba
    pero ne por que lo borraste
    hay te digo que estaba desesperada
    hace rato que queria volver a leerlo
    pero ni rasto de el haya
    pero me alegra que lo estes subiendo otra vez
    bueno espero conty
     
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  12. kazemine
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    quiero la conti pleace quiero saber que pasa...
     
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  13. mikoto kirishima
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    waaaaaaaaaaa ya extrañava esta historia
    conto
     
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  14. kazemari124
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    conty conty esta muí interezant
    continua lo esta muí bueno
     
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    "TOMAR TUS MANOS Y BESAR TUS LABIOS" ♥♥♥ Sara-chan

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    Juguemos al escondite; si me encuentras seré tuya, y si no estoy en el armario.

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    kyaaaa *o* esta geniall me encantaaa
    Continualoo por favor... lo has dejado interesantisiimoo >·<
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50 replies since 30/8/2012, 22:25   2927 views
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