Reencarnación (Junjou romantica)

La vida de Usami Akihiko cambia por completo después de un terrible accidente.... podra tener una segunda oportunidad para remediar las cosas?

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  1. NyanKatDoll12
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    Hola chicas! Estoy segura de que deben haber odiado el capitulo anterior u.u
    Pero gracias por sus comentarios! Perdón a quienes hice llorar, no fue mi intención….
    Pero bueno! Siguiendo con el fanfic…. Aquí les traigo el capitulo 3
    Quizas no pueda actualizar en un tiempo, estoy por empezar la semana de examenes u.u
    Pero bueno
    Aikawa logró animar a Usagi? O terminó como todos los cumpleaños? Véanlo!


    Capitulo 3: Casualidades



    Era la 1 y media cuando sonó el timbre de nuevo. Aikawa esperaba impacientemente, con otra bolsa de regalos (más grande que la anterior), un oso de peluche en la mano, y una sonrisa adornando toda su cara. Los paquetes le pesaban tanto que se desesperó ante la tardanza del escritor, asi que tocó el timbre de nuevo. Nada. Lo tocó una vez más. Nada de nuevo. Se habrá quedado dormido? Pensó la pelirroja. Antes de darse cuenta, se puso a tocar el timbre varias veces, a tal punto que casi lo rompió. Justo cuando iba a tocarlo por vigesima vez, Akihiko abrió la puerta, y la mano de Aikawa salió disparada contra su cara.

    Bienvenida… - dijo el escritor, sobándose la frente

    Perdon, Usami-sensei!! Pensé que se había dormido!! – dijo la pelirroja

    Eso me imagine cuando estabas a punto de tirarme la puerta… - dijo el peliplata, agarrando la bolsa de regalos que la mujer le ofrecia

    Bueno, esta listo para ir? – dijo Aikawa, contenta

    A donde? – dijo Akihiko, confundido

    Le dije que íbamos a ir a comer por su cumpleaños!! – dijo la pelirroja, indignada – no se acuerda??

    Ah…. Claro – dijo Usagi, mientras se sentaba en el sofá

    Podria ir a arreglarse al menos…? – dijo Aikawa, al ver que el escritor seguía en pijama
    Ok… aunque me da flojera… - dijo Akihiko, estirándose

    Oh, vamos!! – dijo la pelirroja, empujándolo hasta su habitación – tiene que divertirse aunque sea una vez!! No cree que a Misaki le hubiera gustado verlo feliz,….?

    Aikawa paró en seco al darse cuenta de lo que dijo. El nombre de Misaki había quedado prácticamente prohibido desde el accidente. Por el simple hecho de que al escritor le daba un shock emocional cada vez que lo escuchaba. Tantas terapias, psiquiatras y tratamientos, y no podía olvidar al castaño. Seguia sintiéndose culpable por su muerte. La pelirroja dejó al escritor, esperando a que palideciera, o se pusiera en estado zombi.

    Ya, pero al menos déjame cambiarme solo, vale? – dijo el peliplata, ante la sorpresa de la mujer

    Eh…. Claro! – dijo Aikawa, disimulando su asombro.

    Usagi subió las escaleras con pesadez. No quería hablar de Misaki. Mejor se vestia rápido y satisfacía a Aikawa, antes de que lo lamentara. Se puso su traje de siempre, se anudo la corbata, se ató sus zapatos, y salió de la habitación con una caja de cigarrillos en la mano. Desde la muerte del castaño, había aumentado su dosis diaria. Ya no iba a ningún lado sin fumar. A lo mejor se moria de un cáncer a los pulmones, y podía irse a ver a Misaki de nuevo…

    Listo? – dijo la pelirroja, emocionada

    Acabemos con esto de una vez.. – dijo Akihiko, agarrando su sobretodo

    Ok, pues vamos!! – dijo Aikawa


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    Los dos se subieron al porsche del escritor. Desde que su viejo automóvil quedó inutilizado, se compró otro mucho más elegante. Era de color negro, y solo tenia 2 puertas. Típico de las personas de pocos amigos….

    Y a donde vamos? – dijo Akihiko, encendiendo el automóvil

    A donde usted quiera, es su cumpleaños – dijo Aikawa

    Osea que ni siquiera pensaste un lugar? – gruñó el escritor

    Es que a mi solo me gustan los restaurantes de comida exótica o que suelen frecuentar las chicas, y como Usami-sensei conoce tantos restaurantes elegantes…. – dijo la pelirroja, ante la mirada enojada del escritor

    Como sea – dijo el peliplata, conduciendo – vayamos a cualquiera lado. Total, ningún restaurante me gusta….

    Si quiere yo invito el postre! – dijo Aikawa, sonriendo

    Si, si… - dijo Akihiko, mientras conducia. No tenia ni la más minima idea de a donde ir. Asi que solo escogió un restaurante al azar….

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    En un segundo les tomaran la orden – dijo un joven, vestido elegantemente

    Muchas gracias – dijo Aikawa, sonriendo con dulzura

    El restaurante que habían elegido era una de comida europea. Servian muchos platos típicos de Francia, Alemania, Inglaterra, Rusia…. Tantos que Aikawa no tenia ni idea de que diablos pedir. Le consultó al mesero por unos 20 platillos, para al final decidirse por algo de sushi. Akihiko pidió un bisteck con vegetales, y les trajeron su orden al cabo de 10 minutos. La pelirroja se deleitaba con su plato, que era algo tan sencillo y común, mientras que Usagi apenas olia el suyo. No tenia hambre. Se terminó su copa de vino y se sirvió otra, pese a las criticas de Aikawa. Finalmente, llegó la hora de pagar…

    Wow, que cosa rompimos?? – dijo la pelirroja, al ver la exuberante cuenta

    No te preocupes, yo pago –dijo Usagi, sacando su billetera

    No debería gastar tanto dinero, Usami-sensei – le refutó Aikawa – debería pensar en su futuro!

    Akihiko suspiró. Algo exactamente igual le hubiera dicho Misaki en aquella situación…

    Hey, gran escritor!!! – dijo una voz detrás suyo

    Isaka-san sonreía maliciosamente. Estaba sentado en una mesa a poca distancia de la suya. A su costado estaba sentado un hombre mayor, seguramente un socio de negocios o algo asi. A Akihiko le dio asco darse cuenta de su presencia. Se puso en plan de ignorarlo, pero el hombre no le dejaba.

    Escuche que era tu cumpleaños! – dijo Isaka, mientras el escritor se levantaba malhumoradamente – feliz cumple! Cuantos años cumples? 50?

    Deja de fregarme, Isaka – dijo Akihiko, dejando un fajo de billetes en la mesa

    Que raro que estes con Aikawa! – dijo el hombre – y que paso con Chibi-tan? Hace taaanto que no lo veo. Ya te dejo o algo asi….?

    Usagi pusó una mano con fuerza en su mesa. Isaka lo veía, algo asustado. Su ceño estaba tan fruncido que parecía sacado de una película de terror. El escritor tenia ganas de romperle la cara al hombre. Sin embargo, no podía hacer cosas asi en publico. Asi que tomó un respiro y se levantó.

    Para que sepas… - dijo el peliplata, con tono enojado – Misaki murió hace más de 10 años. Informate antes de decir estupideces

    Isaka lo miró atonito. El hombre a su costado agachó su cabeza. Akihiko jaló del brazo a Aikawa, y los dos salieron del restaurante rápidamente. La pelirroja se incomodó un poco, pero prefirió no decir nada: Usagi no estaba como para soportar más cosas. Se subieron al auto, y se fueron sin tener rumbo.

    Si quiere…. Todavía le puedo invitar el postre – dijo la pelirroja, en su intento de animar la cosa

    No gracias… - dijo el escritor

    Vamos..! – dijo Aikawa – no deje que algo tan pequeño arruine su cumpleaños!

    Isaka es un imbécil – dijo el peliplata, claramente enojado

    Ya se…. Pero mire! Nos podemos detener a tomar un helado ahí – dijo, señalando una heladería

    Odio los dulces – dijo Akihiko, secamente

    Vamos, seguro venden sabores amargos – dijo Aikawa – y le vendría bien des estresarse. Yo invito!

    Uff… - suspiró – esta bien…. Pero que sea rápido


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    Habia una fila tan larga que a Akihiko le dieron ganas de marcharse al instante. Por que diablos tanta gente quería comprar un maldito helado? Ni que fuera la octava maravilla del mundo. Aikawa le contaba chistes y anécdotas graciosas para entretenerlo, pero el escritor seguía con el ceño fruncido. Le daba rabia tener que estar parado por media hora solo por una estúpida bola de leche fría con huevos y saborizante. Y encima, sin los sabores que le gustaban…

    Si quiere yo hago la fila, y usted puede esperar sentado allá – dijo la pelirroja, señalando un asiento que daba a la calle.

    Esta bien…. – dijo el peliplata – pero comprame el sabor más amargo que encuentres, o si no devuélvelo

    Aikawa le hizo un gesto que si con la cabeza. Usagi se sentó en la banca, aburrido. Miró al piso. Habian unas cuantas hormiguitas y un poquito de pasto seco. Veia a niños jugando y comiendo helados enfrente de él. Todos sonreían, pasaban bien el rato, disfrutaban. Y él, incluso en su cumpleaños, seguía tan malhumorado. Todos los años era lo mismo. Él sintiéndose miserable mientras los demás eran felices. Incluso en su propio dia. Suspiró, mientras miraba a Aikawa hablando por teléfono mientras hacia la fila. Se aburrió y miró a los niños de nuevo. Estaba tan aburrido, tan cansado, tan afligido… que no se dio cuenta cuando una persona se sentó junto a él.

    Los helados de este lugar son horribles – dijo una voz desconocida a su costado

    Akihiko volteó su cabeza con fuerza. A su costado, encontró a un chico, que miraba detenidamente una bola de helado de fresa. Era alto, pero el resto de su apariencia no mostraba más de unos 15 o 14 años. Tenia cabello negro, ojos azules, y piel casi tan blanca como la leche. Miraba el helado como un científico que ve a un espécimen raro. El escritor lo miró, sin saber que diablos le parecía extraño al muchacho.

    Todos los helados son horribles – dijo el peliplata

    No todos, por la universidad T hay una buena heladería, mucho mejor que esta – dijo, haciendo un gesto extraño, como si quisiera tirar el helado al piso

    Te gustan las fresas? – dijo Akihiko

    Seh, me encantan – dijo el chico, sonriendo

    Yo odio los dulces… - dijo el escritor

    Entonces que haces aquí? Solo venden sabores dulces, sabes….

    Diablos – dijo Usagi, refunfuñando

    Alguien esta haciendo fila por ti? – preguntó el chico

    Si, ella – dijo Akihiko, señalando a Aikawa

    Ah…. – dijo el joven, sonriendo alegremente.

    Unos niños pasaron delante de ellos. Una pequeña niña se quejaba con su mamá de que su helado sabia a podrido. El pelinegro se rió, mirando su cono.

    No te dije? Horribles – dijo, sin dejar de reir

    Seh, debería ir a decirle a Aikawa que mejor nos vayamos.. – dijo el escritor, sonriendo

    A decir verdad, le resultaba algo… agradable, la compañía del muchacho. Tenia algo particular en su sonrisa, sus ojos… no sabia que, pero le gustaba. Estaba tan a gusto que ni se había dado cuenta de que estaba sonriendo.

    Ah, olvide presentarme – dijo Usagi, mirándolo – soy….

    Usami Akihiko, el escritor de novelas – dijo el chico, ante la sorpresa del peliplata – lo se, jeje

    Ya me conocias? – dijo Akihiko

    Tu foto sale en tus libros. No te reconocí hasta hace un rato – dijo el muchacho, alegremente – a mi papá le gustan tus novelas…. Aunque a mi no me gusta mucho leer que digamos.

    Ah…. – dijo el escritor. No sabia que los adolescentes supieran de él. Ni siquiera por medio de sus padres – y tu…. Como dijiste que te llamabas?

    Hikamaru Tadashi – dijo el chico – tengo 13 años y medio, jeje

    Vaya, pareces mayor – dijo Usagi

    Es que soy muy alto para mi edad, no crees? – dijo el chico

    Si – dijo Akihiko – yo acabo de cumplir 42

    Hoy es tu cumpleaños? – dijo Tadashi, sonriente

    Sip – dijo el escritor

    Feliz cumpleaños! – dijo el chico, alegremente

    Akihiko se sintió feliz. Feliz como no se había sentido en años. Que tenia ese chico, que lo hacia sentir tan feliz, con solo decir algo tan sencillo como “feliz cumpleaños”? mucha gente se lo había dicho, pero al escritor nunca le llegaba de verdad. No sabia que era, pero no le importaba. Sonrió alegremente ante el muchacho.

    Uh, me tengo que ir – dijo Tadashi, al ver que una pareja se le acercaba

    Son tus padres? – dijo el peliplata

    Si, ya nos vamos – dijo, mientras un hombre alto y de ojos azules le hacia una señal para que se viniera con ellos – nos vemos otro dia, señor Usami!

    Adiós… - dijo Akihiko, despidiéndose.

    Vió al chico alejarse a lo lejos. Se reia con sus padres, ignorando el helado de fresa que se derretia en su mano. Se sentía feliz de verlo. Un segundo después, sus pensamientos se vieron interrumpidos por Aikawa, que venia con un helado en cada mano.

    Le traje de menta con algo marron, dijeron que era lo más amargo que tenían – dijo la pelirroja, antes de sorprenderse con la expresión del escritor – Usami-sensei? Que paso?

    Que cosa? – dijo el peliplata

    Nada, solo que… Se ve feliz – dijo la pelirroja, sonriendo


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    Les gusto? este capitulo no estuvo tan traumatico ni triste, al menos, jeje :=FOXXIN:
    Espero que les gustara!!
    Sayonara! :=MUSEEN:
     
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179 replies since 21/9/2012, 01:18   7652 views
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