Consecuencias de un accidente

Y todo por un jugarreta entre adolescentes

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  1. fer-chan
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    Resumen:

    Post-guerra

    Severus Snape no murió por la picadura de Nagini.
    Harry Potter actualmente vive junto a su antiguo profesor de pociones.
    Draco Malfoy es una persona que sabe causar accidentes, pero esta vez no podrá escapar de ellos.

    Una simple jugarreta entre dos adolescentes puede causar un pequeño gran accidente. Ahora todos deben de asumir las consecuencias.

    Disclaimer: Todos los personajes reconocidos son propiedad de sus respectivos autores. No se obtiene ningún fin lucrativo con este trabajo. No se pretende realizar ninguna infracción a los derechos de autor.



    Prologó
    La guerra había terminado, pero no su vida, después de la lucha en Hogwarts que había resultado beneficiosa para la gran mayoría, pero cientos de estragos, el mundo retomo su curso, el castillo fue reconstruido y la ahora directora Minerva McGonagall había ofrecido muy amablemente –nótese el sarcasmo- a todos los alumnos volver a retomar el curso y a otros ahora si cursarlo completamente, o en su defecto, cursarlo realmente, sobre todo a aquellos que habían estado en la guerra, estoy había sido principalmente para el trió dorado, pues habían ido en busca de los Horrocrux. Y por supuesto para sus amigos.

    Después de toda la euforia en el mundo mágico porque el-niño-que-vivió se convirtió en el-niño-vivió-y-venció y se permitió volver a respirar, ya que no lo dejaban es paz, ni el ministerio de magia, ni el profeta, ni las y los montones de fans que se le habían acumulado, vamos, ¡Que ni sus propios amigos lo dejaba ni un momento a solas con su intimidad!, aun faltaban un par de semanas para volver al colegio, así que ya había tomado una decisión, una decisión a la que muchas personas trataban de hacer que desistiera.

    -Harry, por favor, reconsidéralo –La señora Weasley trataba, según ella, de hacerlo entrar en razón

    -Si hermano, vamos, piénsalo mejor, sabes que siempre serás bienvenido en la madriguera.

    -Lo se Ron, y se los agradezco mucho, pero ya tome una decisión y no me harán cambiar de opinión, nunca han podido- lo ultimo lo dijo un poco mas bajo y con una sonrisa burlona, si algo caracterizaba al moreno esa era su terquedad. Aunque la mayoría le habían dicho que era una locura siguió adelante con esa decisión, solo Hermione lo había apoyado, al principio también se negaba a la idea pero después de explicarle sus razones y comprender porque, también se había puesto de su lado.

    Tomo la mochila que tenia a un lado, era una mochila muggle pero que gracias a un hechizo de Hermione lograba tener todas sus cosas dentro, últimamente el utilizar su baúl le parecía hasta cierto punto una carga, se había acostumbrado a ser lo más práctico posible en los últimos meses, camino hacia la puerta, ahí ya lo esperaba el hombre con el que pasaría el verano, refunfuñando cosas por lo bajo, que si hacía demasiado sol, que si los gnomos querían morder sus zapatos, en fin, pero esto solo le causo un poco de gracia, nunca cambiaría.

    Se despidió de todos con una simple sonrisa y desapareció, después de sentir ese tirón en el estomago que tanto detestaba, se encontró frente a una sencilla casa estilo americano en medio del campo, aun que por mas sencilla que pareciera a primera vista, si te fijabas bien tenia pequeños detalles de elegancia, en el pórtico, las ventanas, la puerta. Se sintió simplemente maravillado por aquella imagen, en si era bastante sobria pero transmitía cierta calidez.

    -¿Te vas a quedar todo el día parado, o piensas entrar?

    Siguió a aquel hombre de cabello negro y piel pálida, su antiguo profesor de pociones, Severus Snape.





    N/A: ¿Qué? ¿Y hasta creían que Severus se murió? No es tan idiota (:



    Saludos y buenas vibras.
    Au revoir.
     
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  2. fer-chan
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    Y yo ni en cuenta de que no había actualizado...

    Disclaimer: Todos los personajes reconocidos son propiedad de sus respectivos autores. No se obtiene ningún fin lucrativo con este trabajo. No se pretende realizar ninguna infracción a los derechos de autor.


    Capitulo 1: ¿Qué hace él aquí?


    Harry se encontraba en la biblioteca acomodando un par de libros que había tomado prestados. Llevaba cerca de dos semanas en esa casa, si bien, alguien le hubiese dicho hace un par de años que llegaría el día que viviría junto a Snape lo hubiese tachado de loco y probablemente le hubiese mandado una que otra maldición, la verdad era que había aprendido a disfrutar de la compañía de Severus, incluso ya empezaba a llamarlo por su nombre, las reglas eran sencillas.

    -Flashback-
    Al entrar a la casa, aunque la primera impresión fue más bien de “demasiado oscuro” daba cierta sensación de calidez, en la pequeña estancia había un par de sillones, una mesa de centro y una pequeña chimenea que siempre estaba prendida.

    -Bueno, ya que vivirás aquí por un tiempo creo que por lo menos podrás seguir un par de reglas básicas- Harry solo le respondió con un leve asentimiento- uno, no hagas ningún escandalo, dos, no me interrumpas cuando estoy trabajando y tres todas las tardes tomaras el té conmigo, creo que es bastante sencillo

    -De acuerdo- y le dedico una pequeña y muy discreta sonrisa

    A Severus le sorprendió la actitud del gry, aunque no lo demostró, siempre tan acostumbrado a verlo con su actitud de rebeldía, en definitiva la guerra había cambiado al chico, al igual y a muchos otros.

    -Fin flashback-


    Termino de acomodar los libros, tomo otros y se retiro a su habitación nuevamente, últimamente no hacia mas que leer y aprender más y más cosas, leyendo o viendo a Severus, este le había permitido ingresar a su pequeño laboratorio de vez en cuando a ver como trabajaba y también le enseñaba nuevas cosas, el chico en verdad era un buen alumno, solo que se ponía nervioso bajo la constante y penetrante mirada de su profesor.


    Un nuevo día llego, Harry preparaba el desayuno, ya que sus tíos lo obligaban a cocinar había tomado la costumbre de preparar, por lo menos, el desayuno, tenia el argumento de que si no hacia nada se sentía inútil, aparte de que no quería perder la costumbre, por su puesto que se había metido en un montón de problemas con la elfina de Severus, Winky, no aceptaba a nadie mas en su cocina, al principio se había mostrado resistencia, pero al final había aceptado a Harry, aunque solo a él se lo permitía. Al terminar de servir la mesa fue a buscar a Snape como todas las mañanas, pero cual fue su sorpresa al encontrarse con ni más ni menos que a Lucius y Draco Malfoy saliendo de la chimenea conectada a la Red Flu y sentándose en la sala de estar.

    -Potter- Aunque Lucius se sorprendió de verlo en ese lugar, como buen Malfoy no mostro sus emociones, a Harry no le que de otra que devolver el saludo aunque no le paso por alto la falta de hostilidad y desprecio que normalmente utiliza para referirse a él, había sido casi… ¿civilizado?

    -Señor Malfoy- su respuesta fue fría, no era sencillo olvidar todas las que le habían hecho esos dos, sobretodo Draco aunque la guerra hubiese terminado y salido a la luz que al igual que Severus eran un espía para la Orden del Fénix y solo estaban atados al Señor Oscuro pues a todo aquel que se le considerase traidor no había la mas mínima compasión.

    No es que fuera cosa del otro mundo que los Malfoy estuvieran ahí, Severus y Lucius eran amigos desde Hogwarts e igualmente era el padrino de Draco

    -Buenos días Lucius, Draco

    -Hola Severus

    -Hola padrino

    Se sobresalto al escuchar la voz detrás de él, y se percato de que inconscientemente había llevado su mano hasta su bolsillo, donde llevaba la varita. Quito su mano y se dirigió hacia Severus

    -El desayuno esta listo

    Harry esperaba cualquier tipo de insulto proveniente de Draco, algo como “¿Ahora eres su elfo?” o algo por el estilo, se retiro lo más rápido que pudo. Fue a la cocina y encontró a Winky que ya empezaba con la limpieza.

    -Winky, ¿Sabes porque los Malfoy están aquí?

    -Pues… -la elfina trato de esconderse detrás de su pequeño mandil- El amo Snape me ordeno que no dijera nada- Acto seguido desapareció, detestaba mentirle a Harry

    -Claro, huye… - Acto seguido se sentó a la mesa a esperar


    Mientras tanto en el living

    -¿Por qué no mencionaste que Potter estaba aquí padrino?

    -Simplemente no tenía necesidad de ello -trato de esconder una pequeña sonrisa ante la molestia de la presencia del otro chico, era increíble después de tantos años siguieran siendo igual, bueno, ya había progreso, no hubo ningún insulto o hechizo de por medio, Draco estaba a punto de reclamar pero una mirada por parte de su padre lo callo – espero que esto no cambie tus planes Lucius

    -Por supuesto que no, Draco se quedara aquí por lo que resta del verano y tanto Narcissa como yo iremos a Francia por un tiempo indefinido

    -De acuerdo, ¿te quedas a desayunar con nosotros?

    -Lo siento pero no puedo, tengo un par de negocios, así que me retiro

    -Hasta pronto

    -Adiós padre

    Dicho esto desapareció por la chimenea, solo quedaron unas cuantas flamas verdes y un poco de polvo

    -Te vas a quedar ahí parado todo el día ¿O vienes a desayunar?

    -¿Eh? Ya voy- Draco salió de su pequeño trance, después de la guerra y la completa recuperación de su padrino, su padre le había regalado una de las propiedades Malfoy a Severus, que originalmente habían sido de la familia Prince (una de las tantas).

    Draco observo el lugar, hasta cierto punto le recordaba a las mazmorras del colegio, pero ahí no hacia frío y si había ventanas y entraba la luz. Llegando al comedor se encontró con un Harry bastante aburrido jugando con uno de los cubiertos, apenas si levanto la visto cuando Draco entro al comedor, hasta cierto punto su indiferencia le molesto, pero eso era mucho mejor que recibir un ataque de parte del moreno, todos lo habían visto en la guerra y se habían podido dar cuenta de cuan poderoso era, en verdad se alegraba de ya no ser mas su enemigo declarado, hasta el momento todo iba progresando, si es que así se le podía llamar. Tomaron asiento a la mesa, Draco noto una pequeña diferencia en la comida que le habían servido, no era lo que preparaba normalmente Winky, parecía más a la comida que preparaban los muggles y también tenía otro olor.

    -Harry, Draco se quedara aquí por lo que resta del verano para entrar a Hogwarts

    -Si… ya escuche, por lo menos pudiste habérmelo dicho antes, ¿No crees?

    Draco se sorprendió de sobremanera ¿Desde cuándo su padrino y Potter se llevaban tan bien? Una incógnita aun mayor era como Harr… Potter, había terminado en casa de Severus.

    -¿A caso te molesta?

    -Me moleste o no es tu casa y respeto tus decisiones. – se encogió de hombros y empezó a desayunar. En verdad no era la comida de Winky, tenía un sazón diferente, pero no por eso dejaba de ser agradable al gusto.

    La mañana transcurrió en paz y tranquilidad en esa casa (n/a: sí, por más extraño que parezca) a Draco se le asigno la primera habitación a la izquierda subiendo las escaleras, de lado derecho la primera era una sencilla sala de estar, la segunda es la habitación principal, perteneciente a la Severus y la de Harry era la tercera, junto a la de Severus.

    Por ese día, Draco se quedo en su habitación, Severus en su laboratorio preparando pociones y Harry perdido en algún lugar de esa inmensa casa.





    Saludos y buenas vibras.
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  3. fer-chan
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    Capitulo 2: Conviviendo con San Potter
    La mañana del día siguiente Harry preparo de nueva cuenta el desayuno, algo que realmente le encanto a Draco aunque aún no estaba seguro si era por volver a probar esa deliciosa comida o ver a Harry como elfo domestico.
    Se sentaron a la mesa mientras las cosas pasaban con tranquilidad, el silencio que se había credo fue roto por Harry al hablar.
    -Severus, ¿podemos ir al mercado? Necesito comprar un par de cosas
    -Claro, ya que terminemos de desayunar, yo también necesito comprar un par de ingredientes para las pociones
    -Todo por no ir a buscarlos tú mismo, flojo -Harry soltó una sonrisita burlona
    -Esos ingredientes son difíciles de conseguir- se defendió para después tomar un sorbo de su café
    Era su imaginación o ¿Draco en verdad había visto una escena en la Potter había ofendido a su padrino y este solo se había excusado en vez de seguir discutiendo? Se sintió en algo así como en una dimensión paralela, una en la que por alguna extraña razón ellos se llevaban de maravilla.
    -Y tu Draco, ¿necesitas comprar algo también?
    -Pues… si –necesitaba comprar cierta dotación de sus postres favoritos si es que quería sobrevivir en esa casa por el tiempo que quedaba para entrar a Hogwarts
    -Pues bien, yo vuelvo en un momento, iré por mi cartera- Severus se levanto de la mesa y llamo a Winky para recogiera la mesa y les acompañara de compras
    Igualmente Harry subió por una de sus chamarras, eso de utilizar capas y túnicas no era su costumbre, aunque las había utilizado en la escuela no había sido más porque era parte de su uniforme, Draco no se molesto en tomar su capa, con la túnica estaba bien. Se sentó a esperarlos en el living, observando el crepitar de las llamas en la chimenea. Despego su vista al escuchar los amortiguados pasos provenientes del hall encontrándose con un par de ojos esmeraldas mirándolo fijamente. Se levantó y se colocó junto a su padrino, no se sorprendió de que ambos hombres saliesen por la puerta frontal y siguiesen un caminillo de tierra y piedras, no es que le molestara, solo que no le parecía adecuada la ropa y los zapatos. Aunque su primera opción fue pensar en Diagon Alley la descarto al razonar a las personas que acompañaría, personas que detestaban ser reconocidos públicamente.
    Tomaron otro camino, este era mucho más ancho, un par de metros, no tardaron más de 10 minutos en llegar a las afueras de un pueblo, por lo que Draco pudo observar era muy pintoresco, transmitía una sensación de frescura y calidez. La mayoría de las personas que transitaba vestían ropa muggle, por eso se sentido un poco fuera de lugar, aun así continuo caminando junto a ese par.
    Varios transeúntes saludaban de vez en cuando, Draco no hacía más que mirarlos, pero Severus y Harry respondían de buena manera, le pareció muy extraño que los saludaran si ni siquiera los conocían, simplemente los ignoro. Llegaron al centro del pueblo, una plaza antigua con un hermoso kiosco, frente a esta un mercadillo lleno de personas, algunas caminando, algunas otras vociferando precios y ofertas, un típico domingo en un pueblo cualquiera de algún lugar perdido entre los caminos que llevan a todas partes.
    A Draco le pareció tan impropio estar en un lugar como ese, pero la curiosidad y el sentimiento de aventura se sobrepusieron a cualquier pensamiento o prejuicio que hubiese llegado a tener.
    El día se pasó entre puestos y compras, un par de frutas de un lugar, un par de especias, varios dulces, entre tantas y tantas cosas que Draco y Harry olvidaron por un rato las viejas rencillas, la última parada, después de que Severus encargara ciertos ingredientes para sus opciones y que le llegarían dentro de un par de días vía lechuza, era un tienda con una apariencia bastante desgastada, en un letrero por encima de la tienda rezaba: “ANTIGUEDADES”, Harry entro seguido de Severus, aunque el primero parecía bastante familiarizado puesto que esquivaba con perfecta habilidad las cosas que sobresalían de los estantes y también las cosas que regadas por el suelo, llego hasta el mostrador donde se encontraba un gato de un peculiar color negro durmiendo, que despertó al sentir las caricias de Severus sobre su cabeza soltando un dulce ronroneo, Draco empezó a husmear un poco entre las cosas.
    Enseguida llego una chica, pasando por una cortina hecha de abalorios que daba a un pasillo en la que se veían más y más cosas, la chica cargaba un par de frascos con cosas que Draco prefería no averiguar que eran, era una chica extravagante, llevaba el cabello de un interesante verde chillón, unas gafa geek y la ropa a juego, extrañamente tenía una armonía con el lugar en vez de parecer lo contrario.
    -¡Harry!
    -Hola Rose, ¿Ya te llego?- se notaba cierta ansiedad en su voz
    -¿Cuántas veces he escuchado eso ya? –él le contesto con una sonrisa hundiéndose en los hombros- estas de suerte, encontré un ejemplar, te saldrá más caro de lo que pensaba, pero está completo y no parece demasiado dañado
    -Está bien, lo quiero –Draco noto perfectamente el brillo en sus ojos, como los ojos de un niño pequeño que por fin obtiene el juguete que ha pedido por demasiado tiempo
    La chica regreso a la parte posterior de la tienda, perdiéndose entre los abalorios de nueva cuenta regresando al poco tiempo con un grueso y viejo tomo en verde oscuro entre manos, lo dejo caer sobre el mostrador y este soltó una capa de polvo.
    -Aquí lo tienes guapo
    -Gracias Rose –le dedico una sonrisa, una sonrisa sincera, una sonrisa que Draco deseo le fuese dedicada por lo menos una vez a él
    -Son 200 galeones, ¿te lo envuelvo?
    -Por favor
    ¿200 galeones? ¿Por un libro? Harry de verdad quería ese libro, esa era una suma exagerada hasta para Draco, pero prefirió guardarse sus opiniones, la chica lo envolvió en un bonito papel marrón con una cinta verde a juego, Harry le entrego de vuelta una pequeña bolsa con galeones y salieron de la tienda para regresar a casa.


    Esta vez entraron por la puerta posterior llegando directamente a la cocina donde dejaron sus compras, Draco observo como Harry se retiraba al living y con suma delicadeza abría el paquete y empezaba a ojearlo hasta llegar a una página en específico, se acercó cautelosamente, con una apariencia desinteresada y se sentó en un ángulo que le permitiese ver lo que había en ese libro que había causado tanto interés en el azabache, pero no comprendía la mayoría de lo que ahí había escrito, si bien él sabía runas, estas eran mucho más antiguas y había otro dialecto que jamás había visto, escucho un pequeño susurro, el susurro provenía de Harry, estaba hablando en parsel, al parecer después de matar al Señor Tenebroso no había perdido ciertas “habilidades”.
    Draco se sobresaltó al sentir como algo se resbalaba sobre su pie y soltó un chillido y subió los pies al sofá al ver que se trataba de una serpiente, de un color amarillento, de no más de dos metros, y que subía con toda confianza en Harry y descansaba en sus hombros y este no hizo más que dedicarle una simple caricia.
    -Tranquilo Malfoy, no muerde –contesto sin apartar la vista del libro
    -Disculpa, todos mis recuerdos que incluyan a una serpiente no son precisamente muy agradables, que digamos
    -Es una pitón real, no confundas
    -Me da igual lo que sea, aléjala de mí
    -Como quieras
    Severus entro al living con unos libros y varios pergaminos entre manos y los dejo sobre la mesa de centro, la cual agrando con un simple hechizo y un pase de varita.
    -Por fin todo está completo, creo que ahora si podremos realizar el hechizo
    -¿Estas completamente seguro de esto Harry? Solo hay un intento
    -Creme Sev, estoy totalmente seguro, lo traeré de vuelta.
     
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2 replies since 25/9/2012, 04:32   345 views
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