*~Amor en París~* (Sasuke&Naruto) Actu. 26/12/2012 Cap. N° 9 y 10 [Finalizada]

Sasuke U. es un hombre soltero de 32 años, y quiere q Naruto N. fuera su secretario personal, había jurado q no se dejaría atrapar, pero mesclar ls negocios con el placer, era la especialidd de Sasuke

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  1. Victoria_Namikaze
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    Amor en París




    Sasuke Uchiha era un hombre soltero de treinta y dos años que aparecía asiduamente en las revistas de sociedad acompañado de bellas mujeres y al que le gustaba jugar con sus propias reglas. Así que cuando decidió que quería que al tímido Naruto Namikaze fuera su secretario personal, no le dio opción a decir que no. Naruto había jurado que no se dejaría atrapar por los encantos de su nuevo jefe, pero cuando Sasuke lo llevó a su lujoso apartamento parisino a trabajar codo con codo durante horas, supo que la tentación sería demasiado fuerte. Y, además, mezclar los negocios con el placer era la especialidad de Sasuke..


    Capítulo 1

    -Qué tal está el adorable Naruto esta mañana?. ¿Se ha divertido durante el fin de semana?. Pareces un chico que sabe divertirse.

    Naruto levantó la vista y miró a Sasori Akatzuna sin reacción aparente.

    -Buenos días, señor Akatzuna- dijo secamente.

    Se aproximó y se sentó en su mesa. A el se le revolvió el estómago. Estaba lo suficientemente cerca como para que su repugnante colonia lo invadiera todo. Pero Naruto continuó escribiendo sin mirarlo, con la esperanza de que llegara a cansarse y se marchara.
    Había tres modos de enfrentarse a un acosador.

    *La primera, ignorar y evitar al triste individuo, tratándolo, además con frialdad suficiente como para que entendiera que su impertinencia no era bienvenida.
    *La segunda, acusarlo de acoso y llevar dicha acusación tan lejos como fuera necesario.
    *La tercera, darle al desagradable tipo un puñetazo en la mandíbula.

    Naruto lo había intentado con la primera opción desde hacía ocho semanas, cuando, poco después de incorporarse a Uchiha's Internacional, Sasori Akatzuna había empezado su desagradable persecución. Pero su método de contraataque no parecía estar teniendo efecto alguno sobre él. Denunciarlo, sin embargo, supondría el inmediato despido, pues se enfrentaba al adorado hijo del jefe. El puñetazo en la nariz garantizaría, además, que no volviera a trabajar en ninguna compañía que se preciara durante el resto de su vida. Así que tenía pocas opciones.
    El se inclinó sobre el a leer el informe que estaba escribiendo y le susurró:

    -Ya te he dicho que me llames Sasori cuando estamos los dos solos en el despacho.

    Como siempre, un agrio olor emanaba de su ropa y, probablemente, de su piel. Naruto tuvo que controlar una náusea.
    El espacio era reducido, un ridículo cubículo robado al amplio despacho de la secretaria del padre de Sasori y paso obligado para la entrada en él.
    -Si está buscando a Sakura, volverá en un momento- dijo Naruto, y continuó con su trabajo.

    -Bien. Pero antes, tomaré prestado un lápiz- dijo él, inclinándose sobre el y pasando el brazo por delante de modo que le rozó el pecho. Naruto dejó de escribir y lo miró.

    -Le he dicho ya antes que no haga eso.

    -Qué cosa?

    -Tocarme

    -¿Te he tocado?- él sonrió y volvió a inclinarse sobre el. -¿Por qué no salimos a tomar algo después del trabajo?. Seguro que te apetece…

    -Lo siento, pero tengo otros planes- dijo Naruto.

    -¿Mañana, entonces?. Te invitaré a cenar, si eres un buen chico. Es un trato justo.

    ¿De dónde había salido aquel tipo?. Le habría gustado saber qué podía hacer para reventar aquel ego. Sasori Akatzuna era un prepotente acosador por naturaleza, que trataba de propasarse con todas las chicas o chicos jóvenes de la oficina. Pero casi todas los demás trabajaban en lugares más seguros y menos susceptibles de permitirle salir inmune de sus excesos.
    El lo miró fríamente.

    -Lo siento, pero no voy a salir a tomar nada ni mañana, ni nunca, señor Akatzuna.

    El rostro del individuo cambió.

    -Puedo beneficiarte mucho si juegas bien tus catas- dijo él. -Pero también puedo perjudicarte. ¿Entiendes lo que te estoy diciendo?

    -Perfectamente- respondió Naruto fríamente.

    -¿Y?

    -La respuesta sigue siendo la misma. Ahora, necesito terminar este informe.

    El se incorporó y Naruto pensó por un momento que se iba a marchar, así que volvió a centrar la vista en su ordenador.
    Pero, inesperadamente, dos manos carnosas aparecieron por detrás, descendieron desde sus hombros y estomago rápidamente y atraparon sus partes nobles provocándole un agudo dolor.
    Naruto no tuvo tiempo de pensar. Se levantó en un abrir y cerrar de ojos, lo abofeteó.
    El retrocedió, alarmante sorprendido por aquella reacción, y maldijo con una retahíla de obscenidades. Naruto pudo apreciar que su intención era atacarlo de nuevo, así que se preparó para defenderse.

    -¿Qué demonios está sucediendo aquí?

    La voz que procedía de la puerta obligó a Sasori a volverse. Naruto miraba fijamente al hombre alto y blanco que estaba en el vano. Supo de inmediato de quién se trataba y no solo por su acento francés. Había oído hablar mucho del único dueño de Uchiha's Internacional y lo habría podido describir sin problemas, aunque jamás había visto su rostro.
    Sasuke Uchiha, treinta y dos años, soltero pero con una larga lista de amantes que lo hacían centro de todas las miradas del periodismo de sociedad. Era un hombre que se había hecho a sí mismo, alguien que había salido de los barrios bajos de París y que había llegado a convertirse en el dueño de una cadena de tiendas de muebles originales y de gran éxito.
    París había sido el punto de partida, pero la empresa ya se había extendido por toda Francia, Estados Unidos y Reino Unido.
    Según se decía, tenía varios coches caros, tal y como era de esperar de un joven francés millonario. Pero su transporte favorito cuando visitaba Inglaterra era una Harley-Davidson.
    Pues bien, allí tenía al gran hombre, justo delante de el, y Naruto se había quedado hipnotizado.
    Pero pronto la voz de Sasori Akatzuna lo sacó de su ensimismamiento.

    -Señor, lamento que tenga usted que ser testigo de este incidente. Estaba reprendiendo al joven Namikaze por la baja calidad de su trabajo. Me temo que he perdido los nervios cuando el me ha abofeteado.

    -¡Mentiroso!- gritó el, sorprendido de su duplicidad. -¿Cómo se atreve….

    -Ya está bien- la voz de Sasuke Uchiha interrumpió su protesta. -Discutiremos esto en el despacho del señor Akatsuna.

    -¡Un momento!- dijo Naruto sin reparos. Ya no tenía nada que perder y sabía lo que iba a ocurrir si intervenía el director.

    -¿Acaso no he hablado suficientemente claro?- dijo con un acento francés más fuerte. -Me han informado de que el señor Akatzuna tiene una reunión y no regresará hasta dentro de una hora, así que nadie nos interrumpirá allí.

    ¿Acaso había adivinado el motivo de su objeción?. Naruto lo miró directamente a los ojos.
    Sus pupilas eran de un color negro profundo y su mirada era hipnotizante. Eran sin duda unos ojos hermosos, pero fríos, como los de un gran depredador felino.
    Se reprendió a sí mismo por aquella inorpotunas apreciaciones y siguió a los dos hombres hasta el opulento despacho del señor Akatsuna.
    Al pasar por delante de Sakura, la secretaria de dirección, pudo apreciar en su mirada que había oído parte de lo acontecido en la habitación contigua. NO podría hacer mucho por el, porque Naruto pronto se encontró a solas con los dos hombres.

    -La verdad, señor Uchiha, es que no tiene sentido que le preste ni un minuto de atención a un asunto tan nimio- dijo Sasori Akatzuna en un desagradable tono servil. -Seguro que tiene usted cosas mucho más importantes que hacer.

    -Muy al contrario- respondió Sasuke Uchiha con total frialdad, indicándoles que se sentaran con un simple gesto de la mano.

    El gran hombre se apoyó en el borde el gran escritorio de madera y los miró fijamente.
    -Bien- dijo Sasuke. -Parece que tenemos un problema.

    -Nada que no esté en mi mano solucionar, señor Uchiha- intervino rápidamente Sasori.

    Naruto intervino rápidamente.

    -¡En sus manos, desde luego, no!- se dirigió a Sasuke. -Le he tenido que pedir al señor Akatzuna que no se propase conmigo en más de una ocasión y hoy lo ha hecho hasta más allá del límite. Este hombre es un pervertido y me niego a permitir que me acose ni un minuto más.

    Sasuke levantó las cejas.

    -Continúe, joven Namikaze, diga cuanto tenga que decir.

    -Gracias, señor Uchiha. Eso es exactamente lo que voy a hacer. No hay nada malo con mi trabajo y no me estaba reprendiendo por ningún fallo. Me estaba tocando contra mi voluntad y, por eso, le he dado una bofetada.

    -Ya veo.

    -No son más que calumnias- intervino Sasori. -La única verdad que hay aquí es que el joven Namikaze no está cualificado para realizar el trabajo para el que ha sido contratado y yo siento pena por él. Llevo semanas dándole oportunidades, pero está claro que ha malinterpretado mi interés y lo ha confundido. Cuándo le dejé claro que no me gustaba que flirteara conmigo, se puso furioso y me abofeteó.

    La mirada de Sasuke se volvió hacia el seboso y repugnante individuo que acababa de hablar, antes de volver a posarse en el delicioso hombre que tenía delante. Su pelo era rubio y brillante, sus ojos azules y tenía esos pómulos salientes por los que muchas modelos habrían podido matar. El rubor de sus mejillas indicaba que estaba furiso, muy furioso.

    -Asumo que refuta su argumentación, joven Namikaze.

    -Sin duda alguna- dijo él.

    -Bien, me gustaría ver algo que pruebe sus argumentos. Señor Akatzuna, ¿podría mostrarme algún trabajo donde se haga patente la ineptitud de el joven Namikaze?

    -Bueno…lo cierto es que de sus trabajos solo conservamos los que ya han sido corregidos. Lo que no vale, se tira.

    -¿Y usted, joven Namikaze?.¿Tiene pruebas de las “excesivas confianzas” que se toma con usted el señor Akatzuna?

    -No son solo confianzas- dijo él. -Es acoso. Y lo comete porque siendo el hijo del director sabe que no le va a suceder nada. Todas las chicas y chicos lo evitan. Y no, no tengo ningún testigo directo, si eso es lo que me está pidiendo. Metido en ese pequeño cubículo, no tengo vía de escape ni posibilidad de que nadie lo vea. El señor Akatzuna busca siempre el momento en que nadie pueda observar sus acciones. Si me va a preguntar si alguien más podría testificar en su contra, le diré que probablemente no, pues todo el mundo quiere conservar su trabajo aquí.

    -Esa es una afirmación algo cínica, ¿no cree?

    -Más bien realista- respondió el.

    No iba a dejar que la intimidara con su arrogancia y estaba dispuesto a sacar a la luz toda la verdad. Estaba seguro de que el señor director sería capaz de conseguir que al menos una docena de féminas juraran que su hijo estaba cerca de la santidad, pero eso no lo detendrío.
    Todo aquello implicaba que sus días en Uchiha's Internacional estaban contados, y lo sentía, pues tenía un puesto muy bueno. Pero las cosas estaban así y no pensaba amedrentarse.

    -¿Significa eso que no tiene fe en los procedimientos internos de la compañía para solventar este tipo de incidentes?

    Naruto alzó la vista y la hermosa mata de pelo se agitó con el movimiento. Su aguda observación hizo que se sintiera más vulnerable aún ante el problema, pero era una sensación conocida a la que estaba habituado y que no le costaba ocultar.

    -Solo llevo ocho semanas en esta empresa, con lo cual no tengo información suficiente como para emitir un juicio de valor- dijo él. Luego miró a Sasori. -Pero sería infantil por mi parte pensar que se va a hacer justicia en un caso así.

    -Ya- Sasuke Uchiha se volvió hacia el otro hombre. -¿Y usted?. ¿Cree que se hará justicia?

    -Tengo toda mi fe en los procedimientos de la compañía. - dijo Sasori pomposamente.

    ¿Cómo era posible que Hiroto Akatzuna, un hombre que contaba con toda su estima y admiración, tuviera un hijo como aquel?, pensó Sasuke. Se levantó irritado por el problema que se le estaba planteando.
    Se arrepentía de no haberse dejado llevar por su instinto tiempo atrás, cuando Hiroto Akatzuna había sugerido la incorporación de su hijo a la compañía. Sasuke había considerado entonces la opción de tenerlo en París, lejos de la sombra protectora de su padre. Solo así habría podido estimar la valía real del individuo, y sus valores personales.
    No obstante, en ningún momento habría podido imaginarse algo así. Se volvió hacia el individuo en cuestión.

    -Queda suspendido de empleo y sueldo hasta que se aclare este asunto.

    -Pero…

    -No hay “peros”- lo interrumpió el con sequedad. -Es la política de la empresa.

    -¡Pero no puede creer a este chico!. No es más que un vulgar mecanógrafo mientras que yo….-se detuvo abruptamente, pero luego continuó. -Es decir, mi padre…..

    -El será el primero en apoyar una medida justa.

    Naruto estaba a punto de sonreír cuando notó que la mirada del gran hombre se volvía hacia él.

    -¿Tiene usted algo más que decir, joven Namikaze?- preguntó él.

    Confuso y algo desconcertado, se limitó a negar con la cabeza.

    -Entonces, lo mejor que puede hacer es regresar a su pequeño “cubículo” y escribir un informe con todos los detalles de lo acontecido. El señor Akatzuna hará lo mismo conmigo aquí- presionó el intercomunicador y Sakura apareció rápidamente por la puerta, sin duda ansiosa por enterarse de lo que pasaba. -Tráiganos café, Sakura. Incluya una taza para el joven Namikaze, si no le importa. Se la tomará en su pequeño “cubículo”.

    Estaba claro que no le había gustado el comentario sobre su ridículo despacho. Lo sentía, pero no había hecho más que llamar a las cosas por su nombre.
    Naruto salió del despacho y cerró la puerta; luego atravesó el despacho de Sakura y entró en el suyo.
    Se sentó ante el ordenador y sintió que el corazón le latía con fuerza. Respiró profundamente para tratar de calmarse.
    Miró de un lado a otro el reducido espacio.
    Seguía pesando que aquel no dejaba de ser un cubículo diminuto por mucho que al señor Sasuke Uchiha no le hubiera gustado el comentario.
    Sakura apareció un momento después por la puerta.

    -¿Qué ha pasado?-le preguntó en un susurró y añadió. -He encargado que suban café.

    Naruto le contó lo sucedió, siempre pendientes de la puerta del despacho del señor Akatzuna, temerosos de que los sorprendieran hablando.
    Encuanto terminó su relato, Sakura le puso una mano en el hombro para reconfortarlo.

    -Es un tipo repugnante, Naruto, y lleva mucho tiempo necesitando que alguien le dé su merecido. Yo nunca he tenido ningún problema con él, claro está- Sakura llevaba tres décadas felizmente casada y tenía dos hijos mayores. -Pero sí sé de al menos una chica que decidió marcharse de aquí para que no siguiera molestándola. He tratado de hablar con su padre sobre todo eso en varias ocasiones, pero él hace caso omiso a mis insinuaciones. El señor y la señora Akatzuna perdieron dos hijos en un accidente antes de que naciera Sasori y siempre lo han considerado perfecto.

    -Espero que, encima de lo que me ha sucedido, no me convierta en el hazmerreír de la compañía.

    -No te preocupes, Naruto.

    En ese instante, entró en el despacho anexo una camarera con los cafés y Sakura salió a atenderla.
    Una vez solo, Naruto recapacitó con calma sobre la situación y llegó a la calara conclusión de que debía empezar a buscarse otro trabajo aquella misma noche.
    Con aquella decisión tomada, se puso a teclear su declaración.
    Se concentró en o que quería escribir durante una hora y lo revisó todo con detenimiento antes de mandarlo a imprimir. Luego lo volvió a leer. No había exagerado nada, no le hacía falta. La verdad de los hechos era suficientemente dura de por sí.

    -Es muy malo lo que hay ahí escrito, ¿verdad?

    Naruto alzó la vista y vio al imponente Sasuke Uchiha de pie delante de el. Se había quitado la chaqueta de cuero y se había quedado con una sencilla camiseta que marcaba todos sus músculos.
    Aunque trató de controlar su reacción, Naruto se quedó momentáneamente sin respiración.
    Luego, se estiró y trató de recobrar la compostura.

    -Júzguelo por usted mismo- le dijo con una dureza impropia de un empleado hablando al jefe supremo.

    Él se aproximó hasta el y tomó el informe de sus manos. Se sentó en el borde de la mesa y se puso a leerlo allí mismo.
    De pronto, a Naruto le pareció que el ya pequeño espacio se hacía insufriblemente diminuto, pues la sola presencia de aquel hombre lo llenaba todo. No podía evitar oler su colonia sutil y cara, no podía dejar de apreciar, no sin claro deleite, el aspecto sensual que le daban los pantalones de cuero negro.
    Era, sin duda, un hombre realmente atractivo.
    Naruto lo oyó maldecir al llegar a la última parte de la declaración y se sorprendió.
    Sasuke alzó la vista y la miró.

    -¿Cómo es que no ha dado parte de todo esto antes?. No me parece usted del tipo de hombre que tenga problemas para expresar lo que piensa.

    -Esperaba poder solucionar la situación ocasionando los mínimos problemas.

    -Pues no lo ha conseguido.

    -No es culpa mía, ¿verdad?- respondió el con cierta rabia. Aquel hombre impertinente parecía estar acusándolo. -Quería conservar mi trabajo. Supongo que eso no es un crimen.

    -Claro que no, joven Namikaze- afirmó él. -Se que lleva en Uchiha's Internacional solo unas semanas.

    -Ocho- añadió el rápidamente. -Me va a decir que el señor Akatzuna lleva aquí mucho más tiempo que yo, pero si no ha habido quejas no ha sido porque no haya dado motivos, se lo aseguro.

    -No iba a decir nada de eso- alzó el informe. -¿Me puedo quedar con esto?

    Naruto asintió.

    -Sí, ya está terminado.

    Igual que lo estaba el. Sabía que no le quedaba mucho tiempo en aquel puesto.
    Podía ser que ganara aquella pequeña batalla, pero Hiroto Akatzuna acabaría encontrando un motivo para despedirlo. Además, en aquellas circunstancias, el trabajo se haría más que desagradable.
    Sasuke Uchiha se levantó.

    -Le aseguro que desprecio profundamente a los hombres que tratan a los hombres o mujeres de este modo, así que puede tener la certeza de que investigaré el caso con total objetividad. La posición de Sasori akatzuna no afectará al veredicto.

    ¿A quién quería engañar?. No dudaba de su integridad, y podía creerse que cumpliría sus promesas, pero, en realidad, ese no era el problema real. Lo importante en aquel caso era que el padre de Sasori dirigía aquella filial y nadie se iba a enemistar con él. La protección del gran Sasuke Uchiha no serviría de nada una vez que se hubiera ido.
    Naruto no era consciente de hasta qué punto su rostro lo delataba.

    -No me cree, ¿verdad?

    -No- respondió el con toda sinceridad. No tenía sentido mentir. -Creo que hará usted todo lo que esté en su mano para averiguar la vedad, pero dudo de que lo consiga. Verá, a todo el mundo le cae muy bien el señor Hiroto Akatsuna , y, por más que les desagrade su hijo, saben lo importante que es para el señor Akatzuna y su esposa. Además….

    El se detuvo.

    -¿Sí?

    -Usted no está aquí la mayoría del tiempo- dijo el.

    -Sí, eso es evidente….lo que significa que mis preguntas habrán de ser confidenciales y no le podré dar al señor Akatzuna nombres de los implicados, Incluso evitaré darle el nombre de su hijo. El suyo sí, por supuesto.

    Estupendo, iba a ser el cordero a sacrificar.

    -Vaya- dijo el, sin poder evitar el sarcasmo en su voz.

    Tal y como había ocurrido antes, le leyó el pensamiento.

    -Usted no parece comulgar con mi modo de hacer las cosas- dijo él. -Lo cual es bastante inusual. Por desgracia, estoy siempre rodeado de gente reverencial que nunca me contradice. Los que lo hacen se pueden contar con los dedos de una mano. Reconozco que, en algún momento, podría haberme resultado satisfactorio.

    -Pero no ahora, ¿verdad?

    El lo miró unos segundos sin responder y el se preguntó si se habría excedido. Pero la sonrisa de él aclaró sus dudas.

    -Sí, ocasionalmente, me sienta bien.

    ¡Vaya!. Aquella respuesta había sido realmente inesperada procediendo de un hombre como aquel. No cabía duda de que estaba siendo un día extraño y en muchas cosas excepcional.

    -Sakura dice que su trabajo es más que aceptable- Sasuke cambió de tema. -Dice que es excelente.

    ¡Maravillosa Sakura!

    -¿Cuántos años tiene?- continuó él.

    -Veinticinco, ¿Por qué?- preguntó el con cierta inseguridad.

    A Sasuke lo desconcertaba. Era un hombre seguro y decidido que, de repente, se mostraba débil y frágil. No lo comprendía y, como todo lo desconcertante, lo perturbaba. Se jactaba de poder captar la personalidad de la gente a primera vista, pero con el le resultaba difícil. Tenía que confesar que lo intrigaba.

    -¿Por qué?- volvió a preguntar el.

    -¿Se ha planteado alguna vez la posibilidad de trabajar en el extranjero?. ¿O tiene alguna atadura que lo impida?

    Naruto parpadeó sorprendido. ¿Qué tenía que ver aquello con lo sucedido?. El lo miraba con cierta frialdad y aquella distancia lo ponía nervioso. Debió notar su inquietud, pues su boca se curvó en una sonrisa cínica.

    -¿Y bien?

    -No me importaría trabajar fuera del Reino Unido en el futuro- dijo el con cierta precaución.

    -¿Tiene ataduras familiares?.¿Compromisos amorosos?

    Las dos últimas palabras dichas en acento francés adquirieron un sentido sensual y sugerente que lo hicieron ruborizarse.

    -Vivo solo en un piso alquilado y tengo muchos amigos, pero no tengo novio ni novia, si eso es a lo que se refiere.

    El lo miró fijamente.

    -Tengo unos asuntos que tratar a los largo del día, pero me gustaría hablar con usted antes de que vaya a casa esta tarde. ¿Se acordará?

    -Por supuesto- respondió el sin permitirse preguntar por que. -¿En el despacho del señor Akatzuna?.

    -Sí.

    Dicho aquello se marchó.


    Continuara....


    Espero que les haya gustado este primer capitulo!! Se aceptan todo tipos de comentarios!! x33
    Onegai! Comenten, quiero saber si les gusto la historia como para continuarla... Nos leemos!!
    Oh, olvidé mencionar que esto es una adaptación de un pequeño libro del mismo nombre, de Helen Brooks.

    Ya Nee´ttebayo!


    Edited by Kushii - 21/5/2014, 01:11
     
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    OwO me ha encantado!!! espero que subas conti pronto *w*
     
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    que interesante me encantoooooo!!!!!!
    conty pronto plissss

    Matta ne n.n
     
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  4. Sof-chan
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    Waaaa~ estuvo muy bueno~ ewe ...

    Espero la contii~ ^^
     
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  5. Victoria_Namikaze
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    Bueno, primero que nada..... GRACIAS POR COMENTAR!!!
    Ewe.... Tengo planeado poner la conty el miércoles... Así que espero que la esperen x3333
    jejejeje (okey, mal chiste ¬//¬) En fin, me despido!!
    Enserio, muchas gracias por sus comentarios... Me alegran el día, aparte de que es una gran alegría recibir comentarios para cualquier escritor... Bueno, para irme, les dejo un pequeño chiste para que les alegre un poco el día... Nah mentira xD


    Un vampiro llega a su casa con la boca llena de sangre, y su mamá le pregunta:

    - ¿Dónde conseguiste eso tan rico?.

    Y él responde:

    - ¿Ves ese muro que está allá?
    - Si
    - Bueno, pues yo no lo vi.



    JAJAJAJAJA les juro que me caí de la risa!!! (esta sentada en la silla de mi cocina con la netbook)
    Espero que les aya gustado!!! JEJEJEJE

    Ya Nee~~
     
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    la vida es efímera , hay que disfrutarla

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    k lindooo fic esperare contiuii

    ay sobre el chiste:


    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA (respira fuerte y ruidosamente ) JAJAJAJAJAJJJAJAJAJAJAJAJA


    no ma me mato de la risa...sobre todo pork a mi me paso lo mismo hace rato....ME PEGUE CON MI PUERTA....Y ESO K ESTABA A BIRETA JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJ

    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA
    JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA

    JAJAJAJAJAJAJAJAJAAJAJAJ

    (traumada cagandose de la risa )

    matta ne =)
     
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    Amo el SasuNaru ♥ ♥

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    En una ciudad rodeada de ríos en el rincón más lindo de Chile ^^

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    muy buen fic esperare la conty
     
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  8. Victoria_Namikaze
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    Se les agradece por comentar! Disculpas por no poner la conty ayer, pero unos problemas sin sentido me los impidieron. Sin más el capítulo!!

    Capítulo 2:

    El resto del día resultó un anticlímax. Naruto fue a comer con Sakura, como solía hacer, pero él se negó a hablar de lo sucedido aquella mañana.
    Naruto tenía la sensación de que el señor Akatzuna le había dado instrucciones explícitas de no hacer comentario alguno, o tal vez habría sido el gran jefe en persona.
    Se pasó la tarde escribiendo a máquina un largo y aburrido informe, sin poder dejar de atender a cuanto sucedía fuera de su pequeño despacho.
    Oyó salir al señor Akatzuna en un momento dado pero, por suerte, no pasó a verlo ni le oyó hacer comentario alguno.
    Hubo el movimiento habitual en el despacho de Sakura, pero nada extraordinario.
    Naruto terminó el informe, imprimió tres copias y grapó cada grupo, poniéndolas en tres carpetas.
    Luego se estiró en la silla y se pasó la mano por el pelo, cerrando los ojos y suspirando.
    Había intentado no pensar en la reunión que habría de tener tonel señor Uchiha. La verdad era que prefería no verlo, ni entonces, ni nunca mas.

    -¿Cansado?

    El habrió los ojos sobresaltado y allí estaba él, vestido con un traje gris que debía de ser carísimo. Llevaba la chaqueta sin abrochar y dejaba ver una impoluta camisa color vainilla metida pero la impecable cinturilla del pantalón. Era, sin duda, la personificación del prototípico magnate. Así vestido estaba incluso más sexy que con pantalones de cuero.
    Naruto se horrorizó de aquel último pensamiento, así que se incorporó rápidamente en su asiento, tratando de evitar ruborizarse.

    -Son casi las cinco y media. Creo que nuestra conversación podría tener lugar durante la cena, ¿le parece?. ¿Está usted libre esta noche, joven Namikaze?

    -¿Cómo?- ¿estaba alucinando?. Debía de estarlo. No podía haber dicho lo que acababa de decir.

    -Cenar- repitió él con un tono condescendiente casi insultante. -Le estoy preguntando si querría acompañarme a cenar esta noche.

    Naruto se ruborizó aún más. ¿Se había vuelto loco?

    -Tengo una propuesta laboral que hacerle- continuó él. -Pero estoy hambriento y sediento, y me parece que sería más agradable hablar con una buena copa de vino delante. Si está libre, lo puedo acompañar a casa para que se cambie. Tengo una mesa reservada para las siete.

    El lo miraba totalmente anonadado. Pero, después de recapacitar, se preguntó para quién habría hecho realmente aquella reserva. Un hombre como él seguro que no cenaba nunca solo. Sin duda, había tenido algún percance con su acompañante y el no iba a hacer más que rellenar el hueco.

    Trató, no obstante, de mantener la calma.

    -No entiendo, señor Uchiha. ¿Me ha dicho que tiene una propuesta laboral que hacerme?

    -No me diga que no ha estado todo el día pensando en buscarse otro trabajo.

    El se quedó boquiabierta y trató de salir airoso de aquella situación. Si confirmaba sus sospechas, se vería fuera de la compañía antes incluso de lo que el había imaginado. Sasuke Uchiha era el tipo de jefe que exigía total lealtad.

    -¿Qué le hace pensar eso?- respondió el.

    -Buena salida, joven Namikaze- dijo él en un tono grave.¡ Aquel hombre era imposible!. -Bien, le daré diez minutos para terminar lo que está haciendo y luego nos dirigiremos a su apartamento, ¿de acuerdo?

    Naruto pensó en todas las razones que hacían necesario un “no” a tan ridícula invitación pero, al parecer, no fueron suficientes.

    -Gracias, señor Uchiha. Estaré encantado de cenar con usted y oír esa propuesta que me quiere hacer.

    -Excelente- él lo miró fijamente antes de salir.

    No habían pasado ni dos segundos de su partida cuando Sakura irrumpió en el pequeño despacho.

    -¡No puedo creerme lo que acabo de oír!- le susurró. -He trabajado para el señor Uchiha durante años y he visto muchas mujeres y hombres tratando de cazar al gran jefe y él jamás se ha dignado a mirar a nadie. Además, siempre mantiene lo profesional y lo personal muy separado.

    -Esta cena es de trabajo- dijo Naruto totalmente avergonzadao. -Me ha hablado de una propuesta laboral. Supongo que ha llegado a la conclusión de que no puedo permanecer aquí después de lo sucedido esta mañana.

    -¿Eso es verdad lo que te ha parecido a ti?

    Naruto asintió.

    -Supongo que sí. De ser otra su intención, no me habría hecho la invitación de un modo tan evidente y público, ¿no crees?

    Sakura lo miró fijamente y su instinto maternal le dictó una advertencia.

    -Ten cuidado, Naruto. Sasuke Uchiha es un reconocido mujeriego que no quiere ataduras. Sus parejas suelen ser iguales que él: mujeres u hombres profesionales y sofisticadao a quienes no les interesan las responsabilidades de una casa y una familia.

    -Sakura, solo me va a hacer una propuesta. -dijo el perplejo.- Ademas creo que cree que lo que le dije Sasori Akatzuna, Por eso se ve obligado a darme opciones. Eso es todo.

    Naruto no podía dar crédito a lo que Sakura sugería: ¿Sasuke Uchiha y un mecanógrafo?. Era impensable.

    -Espero que tengas razón- dijo la mujer. -Pero no olvides lo que te he dicho.

    -Me lo ha propuesto casi delante de ti. No habría hecho algo así de no ir completamente en serio con lo del trabajo, ¿verdad?- preguntó Naruto, pero Sakura se limitó a encogerse de hombros y a enarcar las cejas. -De acuerdo, te prometo que tendré mucho cuidado y te mantendré al día de todo lo que suceda. Aunque estoy seguro de que te preocupas innecesariamente. No obstante, te lo agradezco.

    La mujer sonrió cálidamente.

    -Supongo que piensas que soy un poco quisquillosa. Pero, aunque hace pocas semanas que nos conocemos, te considero mi amigao y el hecho de que no tengas familia creo que te hace….

    -¿Vulnerable?- terminó Naruto.

    Sakura asintió.

    -Créeme, Sakura, no soy vulnerable- dijo Naruto.- Llevo cuidando de mí mismo desde que era un niño porque sabía que nadie más iba a hacerlo. Además, el ir de casa de acogida en casa de acogida hasta los dieciocho años me ha dado mucha fuerza.

    -¿Me estás diciendo que eres un chico duro?- su tono fue tan incrédulo, que Naruto se rio.

    -Al menos no soy fácil de manipular. Y te aseguro que todavía no ha habido ningún hombre y mujer que me haya empujado a hacer algo que no quería.

    -Pero no conoces a Sasuke Uchiha…

    En ese instante sonó el teléfono y Sakura tuvo que salir a toda prisa.
    Naruto se quedó unos instantes pensativo.
    Era cierto que la secretaria del director y el se habían compenetrado muy bien desde principio, desde la entrevista que el misma había llevado a cabo. Tenerla cerca le había dado seguridad y la esperanza de que, en pocos años, podría ascender, llegando a una posición razonable con un sueldo más que digno. No le daba miedo trabajar duro, muy al contrario, le gustaba, y no tener obligaciones en casa facilitaba que se pudiera quedar hasta tarde.
    Sus advertencias se quedaron rondando los pensamientos de Naruto mientras recogía su escritorio y apagaba el ordenador. Cerró los archivos con llave antes de cruzar el despacho de Sakura, que seguía hablando por teléfono.
    En ese mismo instante, apareció Sasuke Uchiha.

    -¿Ya está listo?- le preguntó él.

    Naruto asintió. El lo tomó del brazo y salieron al corredor.
    Una vez en el ascensor, el no hizo más que buscar durante todo el trayecto un tema de conversación que suavizara la tensión, pero su mente estaba en blanco. Agradeció los años de entrenamiento que le habían enseñado a ocultar sus sentimientos.
    Se vio en el espejo y su reflejo le devolvió la imagen de un hombre de mediana estatura, delgadaoy joven, con ojos azules y mirada fría. Aquella apariencia distante era una barrera que había levantado cuidadosamente a lo largo de los años.

    -Nos espera un taxi en la puerta- dijo él al llegar abajo, y añadió. -Su apartamento esta en Battersea, ¿verdad?

    -Sí- respondió el sorprendido. ¿Cómo sabía eso?. ¿Se lo habría preguntado a Sakura? o lo habría mirado en su ficha personal?. Estaba seguro de que se trataba de lo segundo.

    -Nuestro restaurante, Lemaires, está en Chelsea, así que os viene bien- dijo él.

    Pero el no estaba tan segura de eso; La idea de tener a Sasuke Uchiha en esa pequeña habitación de alquiler a la que ella llamaba “apartamento”, le resultaba tremendamente incómodo. Que la esperara abajo en el taxi aún lo era más.
    Abandonaron el fresco edificio refrigerado y una ráfaga de aquel aire cálido de mayo les golpeó la cara. El inspiró profundamente antes de hablar.

    -Si lo prefiere, puede esperarme en el restaurante mientras yo me visto, señor Uchiha.

    -Esa es una manera cortés de hacerme saber lo que prefiere, ¿verdad?- dijo él, y el sintió la mano que la sujetaba demasiado fría y demasiado firme. -Le enviaré el taxi de vuelta, joven Namikaze. ¿Le parece bien?.

    Sin responder, el se puso a repasar mentalmente el contenido de su armario, pensando en si habría algo digno de un restaurante tan caro como Lemaires. Jamás se había atrevido a soñar con cenar en un lugar en el que los comensales de lo último de lo que se preocupaban era del precio del menú. Menos aún hacerlo sin hábese pasado varias semanas antes buscando el vestuario apropiado.

    -…Y podremos discutirlo después.

    -¿Perdone?- Naruto se dio cuenta de que él había estado hablando y el había hecho caso omiso a su conversación.

    Se volvió hacia él y vio que tenía el ceño fruncido.

    -Siento haber interrumpido sus pensamientos- dijo él secamente.- Pero estaba sugiriendo que primero nos tomáramos un cóctel, mientras le explico cuál es mi propuesta de trabajo. Después, tendría tiempo de pensar sobre ello durante la cena, para que así pudiéramos discutirlo después.

    -Bien, me parece bien- dijo el rápidamente, tomando repentina conciencia de lo cerca que los obligaba a estar el reducido espacio del taxi.

    Podía sentir el calor que había empezado a emanar de su propio cuerpo y trató de controlar la sensación mirando por la ventanilla.

    -Hace una noche preciosa, ¿verdad?- murmuró el.

    El tardó unos segundos en responder.

    -Sí, lo es. Demasiado hermosa para malgastarla en las calles de una ciudad. Es una noche perfecta para disfrutar del aroma de las flores y ver cómo el cielo limpio se va volviendo plateado; perfecta para ver la luna reflejada en un lago y oír el canto de los cisnes salvajes.

    El lo miró realmente sorprendido y él respondió a su pregunta tácita con una sonrisa.

    -Mi Château es un lugar extraordinario para pasar una noche como esta.

    Naruto sintió un inexplicable ataque de pánico.

    -¡De verdad?- sonrió. -Es usted afortunado.

    -¿Ha estado alguna vez en Francia, joven Namikaze?

    El negó con la cabeza. No había estado en ningún sitio, pero no pensaba decírselo.
    Seguro que estaba acostumbrado a la compañía de mujeres o hombres que hablaban de sus viajes a Mónaco, a Suiza o al Caribe como algo normal.

    -Es un país muy variado- dijo él. -Yo tengo un apartamento en París, cerca de la oficina. Pero mi verdadero hogar es el Château. Es un lugar tranquilo en el que uno puede relajarse para seguir con la lucha diaria.

    Era curios, pero la imagen de Sasuke Uchiha no le encajaba con la de un lugar tranquilo.

    -¿Pasa mucho tiempo allí?

    -No tanto como quisiera-dijo él. -En parte por mi culpa. Me resulta muy difícil delegar.

    Después de un rato de agradable charla por parte de él, quien parecía haber logrado un estado de relajación inalcanzable para Naruto, llegaron ante su casa.
    Por desgracia, los gatos de su vecina, la señora Tsunade, habían decidido tirar el cubo de la basura y esparcir su contenido por la acera. Aunque consideraba a la señora Tsunade como una anciana adorable y no tenía problemas en que sus tres felinos hicieran cosas así, aquel día en particular habría preferido que se hubieran abstenido.
    Naruto salió a toda prisa y se pudo delante de la ventanilla para esconder el desastre.

    -No hace falta que mande el taxi de vuelta, señor Uchiha. Puedo llamar a otro.

    -No quiero oír hablar más de ese tema- dijo él y Naruto notó que no la miraba a el, sino a algo que había detrás. -Hay una anciana señora con un “cubreteteras” en la cabeza saludándolo, joven Namikaze.

    Era de esperar. Naruto miró hacia atrás y agitó la mano devolviéndole el saludo.

    -Es la señora Tsunade. Es una amiga mía- dijo en tono desafiante. -Nos vemos más tarde.

    -Sí, claro- dijo él en un tono distraído.

    Uno de los gatos estaba regodeándose con un trozo de pescado pútrido y la mujer trataba de impedirle el paso.

    El taxi partió y Naruto se volvió hacia la mujer.

    -Traeré un cubo con agua y algún desinfectante para limpiar todo esto.

    -¿Lo harías, Naruto?. Eres un encanto. El señor Jiraiya ha vuelto a echar sus arenques a la basura. Le dije que a Konohamaru quitaría la tapa y lo volcaría, pero no me hizo caso. Ese hombre es un idiota.

    -Señora Tsunade, ¿por qué lleva un “cubreteteras” en la cabeza?- le preguntó el.

    -¡Vaya!. Así que es aquí donde estaba- dijo tocándose la cabeza. -Llevo días buscándolo. Como lavé mi gorrito de lana junto con esto, debí confundirme al ponérmelo. Me pregunto dónde estará el gorro, porque no lo he puesto en la tetera.

    -No se preocupe, ya lo encontrará- dijo Narut con una gran sonrisa.

    Tardó más de diez valiosos minutos en limpiar la calle, después, cerró los cubos de la basura y los aseguró con dos ladrillos que estaban allí para ese propósito, pero que nadie más que el utilizaba.
    Corrió a su cuarto, se duchó en el baño del pasillo con agua fría porque el calentador se había estropeado de nuevo y pronto se encontró delante del armario buscando algo que ponerse.
    Tenía algunas cosas bonitas según su punto de vista, pero no sabía si eran realmente adecuadas para un lugar como Lemaires. Lo dudaba. No obstante, se decidió por el traje negro con aquellos zapatos de negro que se había comprado como premio pro haber entrado en Uchiha.
    Miró por la ventana antes de 'peinarce' y vio que el taxi ya estaba allí. No tenía tiempo de arreglarce el pelo. Se quedó mirándose en el espejo durante un minuto o dos. Nunca antes había sentido tanto miedo.

    -Míralo de este modo- le dijo a su reflejo.-Tienes mucho que ganar y nada que perder escuchando lo que tiene que proponerte. Ya habías decidido que no ibas a poder quedarte en Uchiha´s Internacional. Puede que te haga una oferta interesante.

    Lo único que tendría que hacer era escuchar y sopesar los pros y los contras.
    Algo más tranquilo, se puso el saco sobre los hombros como si fuera a una batalla en lugar de a una cena. Así era como se sentía.
    Sasuke la vio nada más entrar. Llevaba un rato observando la puerta. Se levantó de inmediato cuando, acompañada del camarero, llegó hasta él.

    -Gracias, Sai. Quizás podrías prepararle uno de tus deliciosos cócteles de champán al joven Namikaze.

    -Espero no haberle hecho esperar demasiado, señor Uchiha.

    -No, no se preocupe- respondió él en un tono agradable y se acomodó relajadamente en su asiento.

    Naruto envidiaba aquella capacidad para tomarse la situación con calma. El estaba tan tenso como la cuerda de un piano.

    -Creo que podríamos ser un poco menos formales y tutearnos. Mi nombre es Sasuke, como ya sabes. El tuyo es Naruto, como el ingrediente del rammen, ¿verdad?. Un nombre poco común incluso para alguien que ha nacido en Octubre.

    Aquello lo confirmó que había estado mirando su ficha y, aunque se lo había imaginado, se sintió mal. Sasuke Uchiha querría todos los detalles de su vida antes de hablar de su oferta de trabajo.

    -¿Fue elección de tu madre o de tu padre?

    -De ninguno de los dos creo.- dijo el escuetamente y decidió cambiar radicalmente de tema.-Es muy amable por su parte invitarme a cenar, señor Uchiha, pero realmente no era necesario.

    -Sí lo era, y me llamo Sasuke- dijo él mirándolo intensamente y continuando con la conversación que había iniciado. -Si no fueron ni tu madre ni tu padre, ¿quién lo eligió?

    -La enfermera de la maternidad en la que me abandonaron- respondió ella con sequedad. Lo que Naruto no sabía era que, antes de que sus padres lo dejaran en la maternidad, por problemas económicos, les pidieron a los de ahí que le nombraran Naruto.

    El no hizo ninguno de los comentarios que la gente solía hacer cuando les contaba su historia.

    -Un comienzo duro- se limitó a decir.

    -Lo fue.

    -¿Encontraron a la mujer que te había traído al mundo?

    Se alegró de que no llamara a Kushina Uzumaki “tu madre”. Hacía mucho que había comprendido que la vinculación biológica no hacía de alguien madre o padre.

    -Sí- respondió Naruto. -Mi madre ya tenía tres hijos más antes que yo, todos de padres diferentes. No quería una cuarta. Después de que la localizaran, vino a visitarme en un par de ocasiones, según me dijeron, pero nada más. Luego, cuando yo cumplí los veintiún años, tuvimos un breve encuentro. Me contó que mi padre era un hombre casado con el que había tenido una corta aventura. No me dijo su nombre y yo no se lo pregunté. Mis otros hermanos también acabaron en centros de acogida en diferentes puntos del país. Tuvo dos más después de mí.

    De pronto, Sasuke sintió deseos de besar aquella boca que trataba de controlar el temblor del labio inferior. La intensidad del sentimiento lo desconcertó.

    -Lo siento mucho, Naruto.

    El se se encogió de hombros y él se dio cuenta de que aquel gesto encajaba perfectamente con la ilegible expresión de su rostro.

    -Son cosas que pasa- dijo el.-Mucha gente sufre más.

    Su rostro se iluminó en el momento en que vio aparecer al camarero con los cócteles.
    Estaba claro que no le gustaba hablar de sí mismo y, probablemente, tampoco le gustaba él.
    Sasuke sintió que el pulso se le aceleraba y no sabía si la sensación que lo acuciaba era deseo, emoción, curiosidad, o una mezcla de todo.
    Tomó control de la situación, levantó la copa y propuso un brindis.

    -Por una cena excelente y una buena botella de vino.

    Naruto se rio.

    -Es un brindis un tanto frívolo.

    -Puede- dijo él.-Pero la frivolidad está llena de placeres nada despreciables.

    -Eso también es verdad- reconoció el.-En tal caso, brindemos por la cena y el vino.

    Chocaron ligeramente sus copas y bebieron. El cóctel estaba delicioso, pero Naruto podía notar cómo las burbujas se le subían directamente a la cabeza. No había comido nada desde el sándwich mediodía. Así que decidió que era hora de entrar en el tema de la noche antes de que el alcohol pudiera reducir sus reflejos.

    -Según me has dicho, ibas a hacerme una propuesta de trabajo.

    -Luego- dijo él. -Ahora necesitas relajarte un poco.

    El discrepaba radicalmente. No consideraba que necesitara relajarse, sin más bien lo contrario: mantener las defensas bien altas. Empezaba a pensar que Sakura tenía razón y que no debería haber aceptado la invitación.

    -También me gustaría que dejaras de mirarme como si tú fueras Caperucita Roja y yo el Lobo Feroz- añadió Sasuke suavemente y el sintió un escalofrío. -Me gustaría que me hablaras de la señora Tsunade, la que hemos visto al llegar a tu apartamento. ¿son todos tus vecinos tan pintorescos?

    -Lo primero, me gustaría aclarar que no tengo un apartamento. Realmente es solo una habitación- confesó Naruto después de un fortalecedor sorbo de champán. -En cuanto a la señora Tsunade es una anciana maravillosa y excéntrica.

    Se quitó lentamente el saco y notó que él seguía el movimiento con los ojos, hasta posarse en sus hombros blancos y deslizarse por su escote en busca de su pecho.
    Levantó la vista sin tratar de fingir que no había estado mirando.

    -Estás muy guapo, Naruto.

    Quizás fura el acento francés, o el romanticismo del entorno y la situación, o, simplemente, su necesidad de ocultar lo alterado que se sentía, lo que le hizo soltar una ligera carcajada.
    Pero, en cualquier caso, a él pareció no gustarle.

    -¿Te hago gracia?- preguntó en tono gélido.

    -No, claro que no.

    -Pues algo te ha provocado risa.

    El lo miró fijamente y sintió la necesidad de rebelarse contra su autoritarismo.

    -Es Todo esto.- dijo el señalando el entorno. -Me resulta irreal. No obstante, es muy agradable….

    -Vaya, gracias- dijo él en tono sarcástico.

    -Lo digo de verdad. Es un lugar perfecto para una invitación- sus comentarios no parecían sino estar empeorando las cosas.

    Aquel hombre había hecho el esfuerzo de llevarlo a aquel restaurante en el que todo era estupendo y maravilloso. Debía estar agradecido. Sin embargo, todo el mundo parecía tomarse aquello demasiado en serio. Naruto llevaba toda su vida aprendiendo a no tomarse demasiado en serio nada, ni a nadie….

    -Así que no estás acostumbrada a que te saquen a cenar, a que te malcríen, a pesar de ser tan hermoso.- dijo él, en una libre interpretación del comentario de el.- ¿Qué problema tienen los hombres y mujeres en Inglaterra?

    Naruto lo miró anonadado, sin dar crédito a lo que pensaba estaba sucediendo. ¿Sasuke Uchiha estaba flirteando con el?. Sasuke Uchiha. Nada en su vida lo había preparado para enfrentarse a una situación así. Una de sus reglas había sido mantenerse alejada de los hombres tanto como las mujeres, evitar su proximidad, que lo tocaran. Por eso la actitud de Sasori Akatzuna le había resultado tan desagradable, pero también tan fácil de identificar y combatir.
    Sasuke Uchiha era infinitamente más peligroso y ambiguo.

    El agarró la copa y se bebió el resto.

    -Los ingleses no tienen ningún problema, que yo sepa- respondió el.

    -Pero tú no tienes novia, ni pareja.

    -Muchos hombres no lo tienen.

    Sasuke notó por su mirada que había tocado una fibra sensible y siguió con el tema.

    -No todas poseen esos ojos maravillosos y ese pelo precioso. ¿Cuándo tuviste tu última aventura amorosa, Naruto?

    El se removió en su asiento con patente inquietud. Sasuke esperó con calma su respuesta, pero en ese momento apareció el camarero con los menús.
    Sasuke le pidió dos cócteles más y Naruto quiso protestar, pero no lo hizo.
    El abrió el menú y le aconsejó sobre lo que debían pedir.

    -El pollo con judías y pimientos es un buen comienzo y complementa con el salmón al mango perfectamente. Confía en mí.

    ¿Confiar en él?. Acto difícil
    -Eso suena bien.

    -De acuerdo- dijo él, dándole la orden al camarero que ya regresaba con los cócteles.

    Una vez solos, continuó.

    -Y bien,¿qué me dices de tu último novia?. ¿Fue el amor de tu vida o solo otra joven esperanzada?

    La pregunta la golpeó como un martillo. Se hizo un silencio denso.

    -No he tenido demasiado tiempo para novias.

    Él notó que el pulso se le aceleraba. ¿Qué quería decir?

    -¿No?

    -No.

    -¿Por qué no?

    Naruto se dio cuenta de que no iba a dejarla escapar hasta que no le contara todo. Deseó en ese instante salir huyendo de allí, volver a su casa. Pero no podía hacerlo. Sasuke Uchiha se estaba comportado como un caballero, no estaba haciendo nada que no pudiera considerarse normal.
    Naruto notó que las mejillas se le encendían al empezar con su historia.

    -Estuve en el colegio hasta los dieciocho años. Al terminar, conseguí un trabajo y me busqué un lugar para vivir. Trabajé durante dos años hasta poder reunir dinero suficiente para ir a la universidad sin necesidad de tener que pagar créditos bancarios. Siempre he trabajado muchas horas y he tenido poco tiempo para salir.

    -¿Por qué te marchaste de casa al terminar el colegio?

    -¡No tenía casa!- dijo el bruscamente. Se detuvo un segundo para poder controlar su temperamento y continuó.-Lo que quiero decir es que era un hogar adoptivo y no me llevaba demasiado bien con la familia. Lo mejor para todos era que yo me marchara y así lo hice. Además, era demasiado mayor para continuar allí. Terminé mis estudios a los veintitrés años y conseguí otro trabajo. Decidí entonces mejorar profesionalmente y deje de lado mi vida amorosa.

    Por algún motivo él no la creía.

    -Parece muy razonable- le dijo él.-Pero seguro que en la universidad te lo pasaste muy bien.

    El hizo caso omiso del doble sentido de la pregunta.

    -Sí, me lo pasé muy bien.

    Sasuke quería sonsacarle algo más.

    -Todo el mundo se divierte en esa época de la vida- señaló él.-Las hormonas están disparadas y se junta un montón de gente libre por primera vez en su vida. Da lugar a buenas historias para escribir en un diario. ¿Tú escribes un diario?

    El se cuidó mucho de que su voz no reflejara la intensa curiosidad que sentía.

    -Yo prefiero leer a escribir.

    -Vaya, una actividad un tanto solitaria. No permite que nadie más entre en el juego.

    En ese instante apareció el camarero con los primeros platos y Sasuke aprovechó para quitarse la chaqueta. Señaló su corbata.

    -¿Te importa que me la quite?. Siempre me produce ahogo.

    -No hay problema- dijo el, sin poder evitar una extrema conciencia de su torso amplio bajo la camisa.

    Decidió centrarse en su comida y olvidarse de lo que la rodeaba, así que tomó el primer bocado de pollo y ya no pudo parar a pesar de los nervios. La comida estaba deliciosa y el vino que la acompañaba también.
    Sasuke, por su parte, bajó la guardia y dejó de atacar; mantuvieron una agradable y divertida conversación que relajó la atmósfera.
    Después del segundo plato, el camarero llevó la carta de postres.

    -La tarrina de chocolate con caramelo caliente suena deliciosa- dijo Naruto.- Pero las naranjas y fresas con licor y nata también.

    -Pues pediremos uno de cada para compartir.

    Extrañamente, la sugerencia le provocó un vuelco en el estómago. Compartir un postre le parecía una acción extremadamente íntima.

    -Puedo decidirme por uno de los dos- dijo el rápidamente.

    -No hace falta- dijo él como si no hubiera reparado en su mirada de pánico.

    En ese instante se dio cuenta de que durante la última hora Sasuke había logrado bajar sus defensas, creándole una sensación de falsa seguridad. Pero, en realidad, aún no sabía cuál era el objetivo de aquella velada, ni en qué consistía la propuesta de trabajo que quería hacerle. Tenía que recobrar la calma, ponerse en su sitio y dar paso a ese tema.
    Sin embargo, en el instante mismo en que ella se disponía a hablar, él se adelantó.

    -Y bien, Naruto, entrando en el tema que nos ha traído aquí esta noche- su actitud cambió radicalmente. -Según he leído en tu currículo vital eres especialista en textiles. ¿Qué estás haciendo en un puesto tan diferente al que te corresponde?

    -No había vacantes acordes a mi especialidad y, como también tengo un título en el área de empresa, pensé que sería interesante trabajar para una empresa como Uchiha's Iternacional…

    -Yo tengo una vacante para un técnico textil responsable de diseño y creo que el entusiasmo es más importante que la experiencia-la cortó Sasuke con cierta impaciencia. Trabajarías mano a mano con mis diseñadores y el resto del equipo creando productos de alta calidad para venderlos en distintas partes del mundo. Uchiha's Internacional es una empresa eficiente y competitiva, pero necesita más flexibilidad y capacidad de innovación. ¿Entiendes a lo que me refiero?

    El asintió.

    -Te ofrecería un contrato de tres meses para ver si encajas en mi equipo. La mayor parte de mis trabajadores son gente muy calificada a los que aprecio, y necesito que haya armonía en los grupos. La remuneración va de acuerdo con el puesto.- Sasuke nombró una cantidad equivalente a cuatro veces su sueldo en aquel momento. Eso implica que es un trabajo de
    mucha entrega. -Nadie esperará de ti que seas perfecta, pero sí que te comprometas cien por cien con la compañía.

    Naruto no daba ctédito a lo que estaba oyendo. Aquella era la oportunidad de su vida. Podría haber trabajado durante años sin haber recibido una oferta como aquella.

    -¿Qué me dices?. ¿Estás interesado?- preguntó él. -¿Qué piensas?

    -Solo en cuándo puedo empezar.

    -En cuanto todos los papeles y el pasaporte estén arreglados.

    Naruto lo miró desconcertado.

    -Pensé que habías entendido que, para dicho puesto, tendrás que trabajar en París.

    No, no lo había entendido.


    Continuara...


    Espero que les aya gustado este capítulo!! Espero sus lindos comentarios!!

    Ya Nee´ttebayo!!


    Edited by Victoria_Namikaze - 2/11/2012, 18:34
     
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    La vida es un juego que hay que jugar pase lo que pase n_n
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    En el mundo k he creado para poder sobrevivir a mi situacion actual

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    k buen fics n_n
    esta genial me encanto
    y sasuke va por todo con naru
    espero k pronto esten juntos n_n
    esperare la conty con muchas
    ansias cuidate bye n_n
     
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  10. XxTomoyoxX
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    ME GUSTO MUCHO EL CAP ^.^

    NARUTO Y SASUKE JUNTOS EN EL PAIS DEL AMOR

    OPORUTNIDADES COMO ESAS NO SE DESAPROVECHAN

    ESPERO QUE NARUTO SEPA CONFIAR EN SASUKE

    BUENO ESPERO CONTY PRONTO

    CUIDATE

    MATTA NE ^.^
     
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    Muy bueno! Sasuke le esta tirando con todo
    espero la conti :=PAMDAXX:
     
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  12. Sof-chan
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    Muy bueno e interesante~ ewe ... espero la contii~ ^^

    :=amors:
     
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    no me habia dado cuenta que habias puesto la conty muy buena
     
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    oh, esta muy interesante.
    me gusto mucho la forma de relatar.
    aunque, naruto + oficina + mi imaginacion extraña = naruto con falda (no me puedo quitar la imagen de la cabeza)

    bueno, espero continuacion.

    ciaosu
     
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  15. Ankoku
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    Yo quiero contiii~
    ame este fic así que síguelo nee?

     
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