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JAFRYN
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Esta historia la escribí hace mas de un año para Halloween, nada de competencias, ni retos, ni mucho menos, solo por el placer de escribir, nada mas y como veo que hay varios que han subido historias de esta índole me dije porque no, después de todo estamos en el mes del horror. 
TODO LO BUENO TIENE ALGO DE MALO
Todo sucedió demasiado rápido en un momento reinaba la tranquilidad, un gran peso había abandonado sus pechos y aunque muchos aun tenían miedo por el futuro, jamás imaginaron lo que les depararía su muerte.
Si, el había muerto de una forma indigna dirían sus seguidores mas leales, con un hechizo tan básico que nunca, ni en el mas loco sueño alguien se lo hubiese imaginado, aliados o enemigos. Como era posible que un simple expeliarmus acabara con uno de los magos mas poderosos de la época actual, con un mago oscuro que a su resguardo tenia conocimientos que ni el mismísimo elegido hubiera siquiera pensado en adquirir para enfrentarle, pero así fue, con un simple expliarmas salio expulsado por los aires cayendo muerto al instante. Todos habían quedado impactados, nadie daba crédito a lo que ocurría, algunos lloraron de la felicidad, otros lo hicieron al percatarse de que entre las bajas estaban sus seres queridos, nadie se atrevió siquiera a mirar mas de lo necesario al cuerpo del mago mas temido de todos los tiempos, le llevaron lejos del gran comedor, lo dejaron en un cuarto cualquiera sin siquiera dejar a alguien a su cuidado, ¿para que si ya estaba muerto?, pensaron todos, graso error.
Nadie presto atención al primer grito, ya habían muchos iniciados por madres, hermanos e inclusive enamorados que encontraban los cuerpos inertes de sus amados pero luego ya nadie pudo seguir ignorando los gritos histéricos de otros que veían como esas mismas personas que creían muertos se levantaban y les atacaban sin mayor provocación. Para cuando todos se dieron cuenta de que algo definitivamente no estaba bien y que no se trataba de un milagro, era demasiado tarde, la mitad de quienes se encontraban en el gran salón habían sufrido el ataque de aquellas criaturas que ya ni siquiera se les podía llamar humanas. El caos surgió entre los sobrevivientes de la gran batalla de Hogwarts, todos corrían desesperados con las escasas fuerzas que les quedaban, algunos intentaban lanzarles hechizos que solo les rebotaban, otros mas ilusos intentaban dialogar consiguiendo solo su propia muerte, algunos mas intrépidos se atrevían a atacarlos y así fue como descubrieron que romperles el cuello y reventarles las cabezas eran las únicas formas de acabar con ellos.
¡Difindo! Gritaban algunos cortando en dos sus cabezas.
¡Sectusempra! Se escuchaba a lo lejos erizándole la piel.
Si pensaban que la batalla de hace apenas una media hora habia sido una pesadilla, lo que vivían ahora no tenia nombre para se utilizado, la sangre teñía el gran salón, las partes humanas prácticamente flotaban en un río rojo, todos huían despavoridos, aterrados, atropellándose unos a otros sin siquiera recordar la camada rehería que habían tenido momentos previos.
Correr, correr, correr y no mirar por ningún motivo hacia atrás, ¡corre!, ¡corre!, ¡corre! gritaban a sus espaldas, el obedeció hasta que ya no pudo escuchar nada mas.
El ocultarse no les era muy fácil a los sobrevivientes, aparte de sus propias casas no habia forma de entrar a otras que se encontraban protegidas por fuertes hechizos fidelius a causa de la guerra, hasta ciertos lugares públicos tenían estas medidas de seguridad, el cansancio les estaba ganando mucho mas que el hambre y la tristeza que habia quedado tras lo ocurrido, la sobrevivencia era lo primero.
Con gran horror muchos descubrieron que no podían fugarse al mundo muggle, cualquier método era inútil su única salvación estaba fuera de su alcance, ya no habia nada que hacer debían enfrentarlos o morir pero con el paso del tiempo no solo perdieron a sus seres queridos…..si no también la esperanza.
A nadie le quedaban dudas de que toda esa pesadilla era obra suya, su última carta, su tan mencionada venganza en contra de aquellos que le enfrentaron y de quienes le traicionaron. Nadie estaba libre de su maldición, ni siquiera quienes gritaban de alegría por creerse victoriosos, ni de sus mas fieles seguidores que al verle caer juraron venganza, mucho menos el llanto desesperado de los niños aminoraron la furia de esos monstruos.
El corazón casi se le sale de la boca en cuanto siente que es agarrado con fuerzas y llevado hacia la oscuridad, -“estoy muerto”- se dice, pero entonces les ve, pasan frente a él sin siquiera notarle, es cuando se percata, una mano tapa su boca y alguien le pide con voz baja calmarse. Suplica, ruega porque no se de cuenta de quien es, esta seguro que si el salvador se entera de su identidad le lanzara hacia una muerte segura, porque si piensa que es uno de sus camaradas no tendrá nada que temer, pero también sabe que si hubiese sido uno de los suyos no le cabria duda que en primera no le habrían salvado por elección y que de hacerlo debería rezar por no estar consiente de los horrores que se le pasarían por la cabeza al otro para sobrevivir a sus costas.
Hogsmeade era un cementerio latente, con carne putrefacta que tropezaba con sus propios pies cada tres pasos, el olor era insoportable y apenas unas cuantas pociones lograban aminorarlos. Le extendía nuevamente un baso con agua, no podía negar que se sentía extraño al estar con el, mucho mas al terminar sus reservas pero quizás la soledad o el saber que aun seguia alguien con vida le hacia olvidar de quien se trataba. No podía negar que la sorpresa fue mutua en cuanto llegaron a su guarida y se vieron de frente, mas que podían hacer, echarse maldiciones, agarrarse a golpes, gritarse insultos, vamos ya no eran unos niñatos y las actuales circunstancias les obligaban ha actuar, lo
quisieran o no como seres humanos civilizados.
Llevaban una semana encerrados cuando decidieron que ya era hora de mudarse, según él debían hacerlo porque las criaturas, como el se refería a esos monstruos, invadían las casas luego de pasado un tiempo, era como si supieran que habían personas vivas, ya que siempre iban en donde quedaban sobrevivientes, así era como muchos de sus amigos habían muerto al encontrarse supuestamente a salvo en verdaderas prisiones de las cuales no podían escapar por encontrase con fidelius que evitaban tanto la entrada de enemigos como la salida de sus habitantes para mayor seguridad, lamentablemente esto no afectaba en lo mas mínimo a esas cosas y el horror no se hizo esperar. Cuando escucho esa horrible historia tuvo una horrible alegría de no haber tenido entonces amigos que le acogieran en sus hogares porque de ser así ya estaría muerto, ahora daba gracias el haberse tenido que ocultar en los linderos del bosque prohibido, siempre teniendo cuidado de no adentrarse lo suficiente, ni mucho menos quedar expuesto ante esos monstruos. Con gran dificultad subía a las copas de los árboles y se resguardaba en ellos por horas para descansar solo bajando de estos al encontrarse seguro de que no había peligro alguno con el único fin de hacerse de comida que cada día era mas difícil de encontrar. Noto enseguida su cara de sorpresa cuando le contó como había sobrevivido hasta entonces, tal parecía aquel sujeto pensaba que él era un completo inútil pero vaya sorpresita la que se llevo. No cabían dudas de que si hubiese podido habría ido derecho a su mansión apenas el caos dio inicio pero había algunos pequeños inconvenientes, el primero eran sus padres, no regresaría sin ellos, pero luego de varios días comprendió que lo más probable seria que ellos pensaran lo contrario y se dirigirían ahí en primer lugar. En cuanto quiso ir hasta ahí se percato de un segundo problema, en medio de la batalla en la sala de menesteres había perdido su varita por lo cual aparecerse estaba fuera de discusión, solo en ese momento cayo en cuenta del peligro real que vivía, en esos momentos nadie podría decir que ser un Slytherin no tenia sus ventajas, astucia antes que nada era una de las virtudes de las serpientes y el si la había aprovechado al máximo. Su tercer inconveniente se presento en cuanto quiso entrar a un par de casas, los malditos hechizos protectores le impedían el paso, si tan solo el hubiese tenido la oportunidad de explicar a sus ocupantes que no deseaba quedarse, que no era una de esas cosas, que tan solo necesitaba una maldita chimenea para ir a su hogar lo habría hecho la persona mas feliz del mundo pero ni eso pudo hacer. Cuando por fin logro entrar al “Caldero Chorreante” respiro tranquilo y en cuanto vio una chimenea una inconfundible sonrisa aparecio en su rostro pero que cuando se paro al lado de esta todo rastro de alegría desapareció al ver la cero existencia de polvos flu a su alrededor, lanzo un grito de frustración, la angustia le estaba ganando, ya no sabia que hacer, entonces reconoció una puerta en particular y supo que no todo estaba perdido. Era algo irónico ser salvado por quienes odio toda su vida pero ya no le quedaba otra alternativa, cruzar el umbral era lo único que podía hacer, vivir entre muggles no podría ser tan malo como había dicho su padre y estaba seguro que hasta el le habría apoyado en su decisión de estar a su lado. Pero entonces la desolación inundo su corazón, no podía salir, primero pensó que se debía a no tener varita pero luego recordó que aun sin ella un verdadero mago podría abrirlo, ¡que demonios ocurría, cuando terminaría aquella pesadilla! Perdió los estribos, lo sabia, pero en esos momentos necesitaba tanto sacar esa frustración ese Stress acumulado mucho antes de toda esa maldita pesadilla que no le importo o quizás fue que ni se le ocurrió pensar en las consecuencias, solo logro darse cuenta cuando un par de esas cosas arremetieron en contra suyo y con gran dificultad les hizo el quite saliendo con dificultad de la desgraciada posada, no sabia cuantos de aquellas cosas había esquivado, cuantas cuadras había corrido intentando de no perder la conciencia por la falta de sueño y alimento, estaba débil, sabia que en cualquier momento caería y seria carne de carnada para esos monstruos, entonces unas manos lo agarraron con fuerza bruta y supo que su hora había llegado. O al menos eso pensó.
Quien diría que el final de sus días los pasaría junto a su odiado enemigo de colegio, ese a quien alguna vez le ofreció su mano en amistad y que sin mayor miramientos le rechazo de forma humillante. Sin lugar a dudas la vida tiene vueltas misteriosas que ni el mismo niño que vivió lograría comprender ni que el mismo deseaba entender.
Era muy noche cuando le sintió moviendolo, apenas alcanzo a tomar lo indispensable para salir huyendo de su ultimo escondite, aquellos engendros los habían encontrado mucho mas pronto que la ultima vez, en medio del pánico hizo lo único que se le ocurrió fue rogar, rogar a ese moreno por algo que hasta el mismo sabia podía significar su muerte pero eso ya no importaba, mucho mejor era morir de forma digna, siendo atacado por alguna criatura normal que por alguna de esas cosas, supo al instante que el entendía, su temor, porque era el mismo que sentía, entonces le tomo del brazo y los desapareció justo a tiempo cuando un par de esas cosas se lanzaban en contra suya.
Al principio su llegada al bosque encantado no fue fácil, tuvieron que lidiar con un enjambre de arañas hambrientas para luego esquivar a unas criaturas extrañas, debieron luchar para obtener alimentos y por ultimo con su gran decaimiento, se sentía inútil, débil, dependía casi completamente del moreno y eso le molestaba pero que podía hacer, no tenia su varita, en ocasiones intentaba preguntar por su destino a quien la había tenido por ultima vez pero de una u otra forma la conversación siempre cambiaba de rumbo y ya no insistió mas. Los días fueron pasando rápido, al igual que las semanas y posteriormente los meses, al final perdieron la cuenta del tiempo que llevaban ahí. Les sorprendía que aquellas cosas nunca se adentraran, aunque sospechaban que la magia del bosque las ahuyentaba mas que las criaturas en ella, daban gracias por ello, al menos gracias a ello podían respirar con tranquilidad.
A veces se dejaba llevar por los recuerdos del pasado al igual que él, solían intercambiar sus memorias, tanto tristes como alegres, fue así como ambos se dieron cuenta que aunque sus vidas e ideales hayan sido diferentes tenían varias cosas en común y una de ellas era su amor incondicional hacia sus familias.
No sabia si fue a causa de la soledad, de la nostalgia, la falta de cariño o simplemente la necesidad implacable del cuerpo, solo ocurrió eso se dijeron, fue a causa del frió, el causaba que durmieran abrazados bajo las copas de los árboles, en aquella gruta que mas tarde se convirtió en su hogar y que con gran sorpresa descubrieron podían realizarle un Fidelio que los defendiera de las criaturas salvajes del bosque. Sintió como su mano se aferraba en su estomago, como esta misma ascendía hasta su pecho para juguetear con sus pezones, como luego descendía para arremeter en su entre pierna, como le daba la vuelta para besarle para posteriormente desatar por segunda vez sus bajas pasiones. El eco de la gruta duplicaba sus gemidos y gritos que se auto exigían mutuamente pidiendo mas cercanía, ni en sus mas locos sueños hubiese pasado por su mente el haber acabado con su enemigo escolar como amigo, mucho menos como amante pero las cosas ya no eran como antes, el mundo había cambiado a causa de un enfermo y a causa de eso el suyo también.
No entendía el porque estaba subiendo tanto de peso si apenas comían lo necesario gracias a lo que el cazaba pero luego de otro par de meses lo comprendió y no tuvo mas remedio que enfrentar la realidad al sentir algo removerse en su interior o mejor dicho en su vientre.
Su rostro era único, no podía saber si le creía o simplemente pensaba que ya había perdido el juicio, intento de explicarle de mil formas que el jamás pensó ser fértil, que los magos en su mayoría podían detectar esto a mas tardar a los 15 años con ciertos síntomas pero que el jamás sufrió ninguno de ellos, le pidió comprensión, nuevamente se encontró rogándole por algo muy diferente pero ni eso sirvió, le dejo solo en el que era su hogar y entonces no pudo mas que dedicarse a llorar por la suerte que tendría su pobre hijo.
Cuando vio una figura fuera de la gruta no dudo ni un segundo en que se tratara de él, había regresado, quizás no seguido por el amor pero si por ese niño que al fin y al cabo era su sangre. Corrió hacia este con la única intención de abrazarlo y no dejarlo ir nunca más, pero apenas extendió los brazos y vio aquel rostro su alarido de horror recorrió cada rincón del bosque prohibido.
Despertó confuso, con unos terribles dolores abdominales, sentía el sudor implacable sobre su cuerpo y como voces lejanas cantaban, mientras alguien tocaba su vientre. Podía escuchar también los reclamos de alguien a lo lejos a quien no se le permitía acercarse. Vio a su madre acariciarle el rostro, besarle la frente, sonreírle y finalmente desaparecer en el horizonte del gran cielo estrellado.
“¡Puja mago, puja, puja si quieres que este niño viva!”
La petición no fue rechazada, con gran dificultad y en medio alaridos obedecía sin chistar, sus lagrimas bañaban su rostro, el dolor era insufrible pero aun así seguía con su labor hasta que el llanto de un recién nacido inundo el bosque y los gritos de felicidad de quienes le asistieron no se hicieron esperar.
“Lo siento, lo siento tanto, fui un imbécil, un cobarde si pudiera cambiar las cosas lo haría, yo….perdóname”
Sentía como agua salada caí sobre sus labios, con gran dificultad habria los ojos para ver a ese moreno que tanto había odiado y que ahora estaba seguro amaba. Levanto con dificultad su brazo, deseaba tocar su rostro y decirle que todo estaría bien, que no tenia porque preocuparse que el le daría la familia que tanto había anhelado en su niñez, entonces lo vio, sus ojos anegados en lagrimas cargados por un profundo temor. Supo entonces que debía calmarlo y con mayor ahínco aproximo su mano a su mejilla pero entonces se percato de algo que ni siquiera se imagino. Sangre, acaso eso que tenia su muñeca era…¿Cuándo?, ¿Cómo?, ¿acaso era una mor…? no, no podía ser, el no, no podia, tenia un bebe por quien vivir, un amor por quien luchar, una familia. Le miro asustado, el ignoraba sus ojos, les huía.
“Te amo”
Le escucho decir en un susurro y su corazón se lleno de felicidad para luego apagarse por el feroz golpe que recibiera en el cráneo.
FIN
Bueno espero haya sido de su agrado, como siempre gracias por leer y mucho mas por comentar.
P.S.: Para los que tienen cable y no lo saben, por el canal Space todas las noches de este mes dan una peli de terror a eso de las 23hrs.
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TODO LO BUENO TIENE ALGO DE MALO (HARRY-DRACO) Terror/M.16años.Nunca se imaginaron que con su muerte solo darían inicio a la peor de sus pesadillas. |
