InGo:A París [KirinoxShindou][FxK] -cap 6-

Shindou le prometió a Kirino llevarlo a París a cambio de acompañarlo a una fiesta vestido de mujer. El día del viaje por fin llegó y Kirino hará todo lo posible por declararse a Shindou en París

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. Starline
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    Fidio: pero esos momentos son los mejores de Shindou XDDDDDD jajaja ok no, Kirino tiene paciencia de santo xD Yo creo que más directo incluso, que se lo demuestre en el hotel lool XD Pero unas gafas más elegantes... XD Menos verdes.... ajajaja

    Suosainaki: es algo normal, no sé a quien en su sano juicio se le ocurrió ponerle semejantes gafas XD Bueno, Kirino exageró, obvio ir con Endou da más miedo pero... jajaja

    Francita: gracias :D Ajaja Lemon... no sé, primero deben declararse y son tan idiotas todos... XDDDDD


    Sabrina: si :D a la ciudad del amor jeje Bueno, los padres siempre son así owo

    Capítulo 02:

    SPOILER (click to view)
    El aeropuerto quedaba algo lejos de la ciudad y tardaron media hora en llegar. Durante el trayecto Kirino había estado mirando por la ventana, hacia la oscuridad exterior salpicada de luces del alba.
    Estaba muy emocionado con el viaje que tenían por delante y sus ojos brillaban con una alegría y un entusiasmo que arrancaban en Shindou sonrisas de complicidad cuando ambos se miraban.
    El pelirrosa se cogió con fuerza las manos mientras mordía su labio inferior y dirigía sus ojos al Shindou que se reflejaba en su ventana. Luego miró al horizonte, el sol se asomaba con su amarillenta figura que teñía de verdes y naranjas el hermoso cielo del amanecer.
    Kirino se giró hacia Shindou que también contemplaba la salida del astro rey.
    -Que bonito, ¿verdad? –sonrió el pelirrosa.
    Shindou asintió y ambos volvieron a dirigir la mirada al cielo.
    Al llegar al aeropuerto salieron del coche, esperando ver a Kidou y Fudou que los acompañarían desde ese momento. El conductor que los había llevado se despidió deseándoles un feliz viaje y se marchó rumbo a la mansión de los Shindou.
    Kidou y Fudou tardaron un rato en llegar que a ambos adolescentes se les hizo interminable y a la vez muy rápido. Esperaban en la salida del aparcamiento, donde habían quedado con los adultos. Hacía frío y su aliento se congelaba a su alrededor con vaporosas nubes de suspiros.
    Shindou tiritaba, por las mañanas siempre tenía bastante frío. Kirino se le acercó y le rodeó con sus brazos sin decir nada, como siempre hacía desde que eran pequeños.
    -Gracias, Kirino –sonrió Shindou notando el calor corporal de Kirino que era bastante elevado, también el suyo comenzó a subir.
    Shindou siempre había pensando que el hecho de que su cuerpo se caldeara cuando Kirino le abraza era porque le pasaba parte e su calor… En esos momentos con las mejillas ruborizadas y el corazón latiéndole con fuerza entendía que el motivo era bastante diferente.
    Kirino le sacó la lengua en una simpática mueca y el chico de cabellos cenicientos apoyó su cabeza sobre su hombro. El pelirrosa se sintió en el paraíso, pero como siempre, las cosas buenas no duraban demasiado.
    -Buenos días –saludó la voz seria e irritada de Kidou.
    Kirino y Shindou se soltaron de un sobresalto y se giraron hacia los adultos. Kidou llevaba un abrigo negro, elegante y sus llamativas gafas. A su lado Fudou bostezaba ruidosamente sin preocuparse de que pareciera un maleducado, llevaba un anorak pistacho y unos vaqueros grises ajustados.
    -¿Tan temprano y haciendo manitas? –preguntó Fudou limpiándose una lágrima de sus ojos turquesas producto de su bostezo.
    Kirino y Shindou se sonrojaron y le dedicaron una mirada asesina.
    -Venga, vamos adentro, que hace un frío que pasma –murmuró Fudou acercándose a Kidou intentando abrazarlo también.
    Pero Kidou le repelió alargando el brazo y emprendió la marcha hacia el interior arrastrando su elegante maleta plateada. Fudou apenas llevaba un maletín enano de color azul marino descolorido y desgastado.
    Kirino miró sus maletas, tanto Shindou como él llevaban bastante más equipaje que ellos. Pero se encogió de hombros y les siguió junto a su amigo, que miraba con recelo a Fudou.
    -Venga, Shindou –le susurró Kirino dándole una palmada en la espalda y agarrándolo de la mano durante un instante-. Dale una oportunidad.
    Shindou abrió la boca ante el contacto y se giró a mirar los entusiasmados ojos de Kirino. Suspiró largamente bajando la mirada y luego le sonrió con tanta ternura que el corazón de Kirino dio un vuelco.
    -Está bien, Kirino. Por ti.
    Entraron al aeropuerto dirigiéndose inmediatamente a facturar el equipaje, de modo que pudieran quitárselo de encima. Kirino y Shindou se pusieron en la fila detrás de Kidou y Fudou, que se miraban el uno al otro de reojo y luego se hacían los desentendidos. Kirino rio al verlo.
     
    Top
    .
49 replies since 15/11/2012, 23:50   3454 views
  Share  
.