Entre el amor y la sangre [Harry/Draco] +16

Entre la espada y la pared. Que elegir, ¿La traicion a su propia sangre... o la persona causante de tantos sentimientos antes desconocidos?

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  1. usagi-
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    Esta historia esta ambientada en el 4º año escolar de Harry Potter. Como se daran cuenta (si leyeron atentamente el 4º libro de Harry Potter) son mas o menos los momentos que el libro no relata y pasa de largo.
    Si usted no ha leido el 4º o 7º libro de Harry Potter, o no tiene conocimiento alguno no lea este fanfic, pues puede considerarse un spoiler.
    Disclaimer: Los personajes y los escenarios utilizados en este fanfic son propiedad de J. K. Rowling.
    Genero: Romance
    ADVERTENCIA: Lemon.

    Capitulo I - La Carta

    Harry se encontraba en el dormitorio de los chicos de 4º curso, de la casa Gryffindor. Era sábado, un sábado muy lluvioso y tormentoso. Acostado en su cama sin deberes ni nada que hacer, Harry abrazaba el misterioso huevo que, arriesgando su vida, había logrado arrebatar a ese "amistoso" Colacuerno, hace solo un par de semanas. ¿Qué iba a hacer con el?

    De eso no tenia la menor idea, aun no estaba seguro de cómo descifrar esos extraños sonidos que emitía el huevo al abrirlo, y no se atrevía a escucharlos de nuevo aunque… Se incorporo, sentándose en el borde de su cama y titubeo unos segundos, pero con un arrebato de una extraña estupidez mezclada con aburrimiento, y la desesperación de saber cuál era el enigma del huevo, lo abrió. Pero a los escasos segundos se arrepintió de haberlo hecho.

    Un sonido desgarrante, parecido a mil mandrágoras, o uñas muy afiladas rasgando una pizarra, inundo sus oídos. Torpemente cerró el huevo y aun con esos inexplicables sonidos resonando en su cabeza dejo el objeto encima de su cama y se apresuro a bajar a la sala común para lograr despejarse un poco.


    Hace una semana que Ron ya volvía a ser su amigo, aunque ya se había acostumbrado a hacer rápidamente los deberes, cuando solo tenía a Hermione como amiga.


    Y allí estaba Ron, tratando de hacer unos deberes (o talves más de uno) seguramente para pociones, el que Harry ya había terminado. Se acercó a el pelirrojo por la espalda leyendo el pergamino sin que él se diera cuenta, luego pozo su mano en uno de sus hombros. Ron dio tal respingo que Harry sospecho que este estuviera pegando el ojo.

    -¡Harry!- exclamo sobresaltado casi dando un saltito, se sacudió un poco el cabello mientras Harry se sentaba en su butaca favorita frente al fuego, pero al momento de sentarse… -¡No! ¡Me he quedado dormido!- dijo casi gritando, Ron, mucho más alterado que antes, al parecer había vuelto en sí.

    -Eso parece- murmuro Harry mirando mejor las hojas del pergamino de su amigo, llevaba el trabajo a la mitad, según comprendió, y este era para el lunes. -Pero aun te queda un día -lo tranquilizo.

    -Si tienes razón - dijo Ron con un leve suspiro mirando sus deberes. Harry estuvo a punto de preguntarle si se le ocurría algo acerca de la próxima prueba, pero Ron se acercó a él sacando un papel de su bolsillo derecho.

    -Ahora que me acuerdo, mira esto - comenzó susurrando mostrándole el papel que tenía en las manos -Parece un cita -termino, y con una leve sonrisa le tendió el papel dejándoselo en sus manos.

    Quiero verte hoy, sábado, a media noche en el 7º piso cerca de la sala

    Multipropósito.



    Te espero


    Harry anonadado releyó la carta varias veces, como para asegurarse de si esta tenía alguna pista oculta, pero no la encontró, así que se dedicó a pensar…

    Esta persona sabía sobre la sala multipropósito, eso de partida era extraño, ¿quién podría ser? pero no se lo dijo a Ron y siguió pensando por unos momentos hasta que se decidió a hablar.

    -Pero esto no está firmado por nadie -se limitó a decir con el ceño fruncido y mirando a Ron con el papel en la mano -¿De quién sería?- preguntó retóricamente en voz alta. Ron se apresuró a contestar:

    -Me lo paso una chica de Slytherin

    -¿De Slytherin?- se extrañó Harry mirando el papel, si uno lo pensaba no parecía letra de mujer.

    -Sí, sí, pero ella me dijo que no fue ella quien la mando -repuso Ron acomodándose en su butaca y sin alterarse por la reacción de su amigo, después de todo Gryffindor y Slytherin eran enemigos por naturaleza.

    -¿Y por qué no le preguntaste?- pregunto rápidamente Harry mirando fijamente a su amigo.

    -Tranquilo eso iba a hacer, pero ella se esfumo cuando se lo iba a preguntar- luego de decirle eso guardo sus deberes y le dirigió una mirada a Harry quien aún sostenía la anónima carta en sus manos anonadado por la situación.

    - y bien… ¿iras?
     
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  2. usagi-
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    Capítulo II - ¿Malfoy?

    Claro que iría, después de que Ron dejara suspendida esa pregunta en el aire este se fue, con la excusa de estar tremendamente cansado y que terminaría los deberes mañana junto a Hermione, quien seguramente los terminaría mayoritariamente ella.


    Harry se quedó solo en la sala común, esperando, un poco nervioso a que su reloj diera las 12:00 de la noche, para poder enfrentar o simplemente conocer a la persona que le envió esa extraña carta.

    ¿Y si era una broma? Pensó, acordándose que la persona que la entrego fuera de Slytherin, aunque ella haya dicho que no fue ella quien la escribió, podría estar mintiendo ¿no?, lo cual era lo más probable.

    Harry tuvo un vago recuerdo de Malfoy, aquella vez que lo había desafiado a un duelo y nunca se había presentado. Malfoy, a cada momento se acordaba de Draco, como si pensara todo el tiempo en el… ¿pero que estaba pensando? ¡Eso no es normal!

    Pero los pensamientos de Harry sobre Malfoy se esfumaron de repente, al ver que la manecilla del reloj indicaba que eran casi las 12:15. Rápidamente se echó la capa invisible encima (la cual había sacado antes de su habitación) y salió disparado por el agujero del retrato de la Dama Gorda, quien al salir se despertó de un sobresalto diciendo un poco soñolienta:

    -¿Quién anda ahí?-pero Harry, a quien la Dama no veía, no se detuvo a contestarle y se apresuró a llegar al 7º piso.

    Gracias a Dios Pevees, el poltergeist, no se encontraba por allí, pero cuando iba como por el 5º piso le dio un vuelco el corazón al escuchar a alguien hablar, sujetando la capa que casi se le había caído por la sorpresa, soltó un suspiro aliviado al ver quien era.

    Solo eran Nick casi decapitado, el fantasma de Gryffindor, y el Barón Sanguinario los cuales se encontraban en una acalorada discusión que Harry no se atrevió a interrumpir y se alejó de ellos en el momento en que estos comenzaban a subir el tono y la agresividad de sus voces.


    Ya había llegado al 7º piso y se acercaba al pasillo de la sala multipropósito, cuando escucho ruidos, pero estos no eran fantasmas, eran pasos ¿sería un profesor? ¿Un prefecto?...acordándose que tenía la capa puesta se acercó al lugar de donde provenían los pasos que habían cesado al instante.

    Un chico rubio, de ojos claros, y la piel blanca como la nieve, esperaba al frente de un cuadro, que Harry reconoció como el de Barnabas el Chiflado, quien increíblemente estaba dormido.

    Ese chico…al verlo así a la luz de la luna, era como si saliera un brillo hermoso de sus ojos y…espera ¿Malfoy?

    Saliendo de su ensimismamiento se acercó al chico.

    -¿Malfoy? -susurro estando al frente de él.

    Draco dio un respingo y sacándose las manos de los bolsillos miro al frente con los ojos muy abiertos, Harry sonrió, aún estaba con la capa puesta, pero por alguna razón le gustaba esa expresión reflejada en el rostro del rubio.

    Mientras se sacaba la capa susurraba: -Soy Harry…- comenzó ya con la cara totalmente destapada -así que, ¿Tú fuiste el de la carta?- pregunto cuando se descubría el cuerpo por completo, fue extraño como el rostro de Malfoy cambiaba. Al principio miraba la capa invisible con los ojos como platos y la boca entreabierta sin emitir sonido, pero luego lo miro a los ojos y su rostro había vuelto a la normalidad pero ahora fruncía el ceño y tenía una expresión que Harry había visto muchas veces, algo así como burlón.

    -Si Potter, yo fui el que te envió esa carta…-comenzó el rubio, pero paro al instante, Harry creía que iba a decir algo más, porque la boca del rubio se había abierto para, seguramente, decir algo más, pero de esta no salió ninguna palabra. Harry quiso remediarlo de alguna forma.

    -Y… ¿Qué quieres decirme? Me llamaste por algo ¿no? -al terminar la frase, Harry tuvo la impresión de haber visto como Malfoy se sonrojaba por lo que él había dicho, pero eso era imposible, era extraño, no, en realidad él estaba extraño.


    -Bueno este…- murmuro Draco, parecía nervioso- Harry- ¿Harry? Si bien recordaba, Malfoy nunca lo había llamado así, solo lo llamaba Potter con algún insulto antes o después, definitivamente algo estaba pasando.


    -No sé qué me paso- continuo mirando hacia sus pies, y Harry se dio cuenta de que no debía interrumpirlo -Ese día, el día de la primera prueba, yo estaba…muy nervioso, ni siquiera pude comer al desayuno, pero ¿Por qué?- le decía con el ceño fruncido sin despegar su vista de sus pies y negando levemente con la cabeza. Harry escuchaba atentamente lo que le decía ¿A que quería llegar?...¿Nervioso?...-hasta que estaba en las tribunas, viendo como los demás campeones daban sus vidas por ese huevo de oro, no grite, ni me emocione al ver a Krum, Delacour, o a ese Diggory, pero aún estaba ese maldito nerviosismo. Cuando entraste tu…yo…- Harry no sabía como interpretar lo que Malfoy le decía, era extraño, demasiado, el seguía mirando el suelo y estaba sonrojado ¿sonrojado?, Harry se sorprendía cada vez más por las expresiones del rubio… -Cuando tu entraste y peleaste con ese dragón, el pánico y la emoción me…-parecía avergonzado y peleaba contra su voluntad, al parecer a Draco le costaba decirle eso -me aturdieron ¿Por qué? ¿Por qué eras tú?- Malfoy parecía más nervioso pero aun así hablaba con firmeza -Pero cuando ganaste y saliste ileso, me alegre mucho, demasiado en realidad, yo…-Malfoy no dejaba de mirar el piso y Harry solo podía ver su clara y rubia cabellera.

    De repente una pregunta irrumpió en su mente dejando una estela de extraña felicidad y mareo ¿Acaso se estaba declarando?, sorprendido por lo que sentía, sin pensarlo levanto el rostro de Malfoy agarrándolo del mentón, haciendo que sus ojos por fin se juntaran con los verdes brillante, pero estos bajaron.

    -Mírame a los ojos Malfoy- sentencio con un susurro y al fin pudo ver fijo a esos ojos claros como el agua, no estaba mintiendo, Draco estaba diciendo la verdad. Sin habla y con la boca reseca Malfoy se apartó un tanto de él.

    -No me mires así…- le dijo subiendo un poco más el tono de su voz -Potter...-

    Pero ¿Qué era esto? ¿Qué era esta felicidad que lo inundaba? Su cuerpo se movió solo, pero estaba seguro y consciente de lo que hacía. Acorralando al Slytherin entre la pared se acercó a él y rápidamente le dio un tierno beso en los labios ¿Pero que hacia? Después de separarse de él se sintió totalmente aliviado y feliz, parecido a la felicidad de cuando termino la primera prueba.


    Malfoy lo miraba como si nunca lo hubiera visto en su vida y tenía la boca entreabierta como si estuviera a punto de decir algo, pero simplemente la cerro y se fue dejando a Harry con sus alocados pensamientos resonando en su cabeza, el cual ni siquiera se dio cuenta de lo que estaba pasando…¿Por qué lo había hecho? ¿Esto es normal? ¿Le gustaba a Malfoy? ¿Le gustaba Malfoy?...y muchos más dominaban su mente en esos momentos.

    Dándose cuenta de donde estaba, se apresuró a ponerse la capa para volverse invisible, y sin dejar de pensar en Malfoy se dirigió a su Dormitorio, en la Sala Común, en donde descansaría, aunque talvés no podría ni hacerlo.
     
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  3. Amhy_Miyu
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    *-* me gustooo y mucho... Por favor continuala... Solo espero que sigas ya que la mayoria de las historias no estan terminadas... Espero que eso no pase con esta... @-@ esperare la conti con ansias...
    Bye~
     
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  4. usagi-
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    Jeje, no te precupes, hasta ahora van 13 capitulos :3 QUe bueno que te gusto mi fic ^^
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    Capitulo III - Confusión


    A la mañana del Domingo, Harry no había podido dormir muy bien, gracias a los enredados pensamientos respecto a Malfoy, aún se preguntaba demasiadas cosas, pero sería mucho mejor despejarse un poco de eso o no podría dormir en las siguientes noches.


    Cuando se despertó, con un poco de dolor de cabeza, Ron ya estaba levantado y por alguna extraña razón más despierto de lo habitual, algo bastante extraño en él ya que casi siempre era el último en despertarse. Harry se vistió un poco incómodo, porque su amigo no le quitaba el ojo de encima y no se movía de su cama. Cuando estuvo completamente vestido, Ron, con una sonrisa pícara en la cara dijo:

    - ¿Quién era? -al parecer no pudo retener el tono emocionado de su voz.

    Harry se sorprendió por la pregunta del chico, golpeándole como una bofetada las imágenes de la noche anterior ¿le diría a su mejor amigo que le gustaba otro chico?, espera, ¿gustar?... sintió que se le revolvían las tripas, como si se hubiera saltado un escalón sin darse cuenta.


    ¿Qué le diría? Harry sentía que sus mejillas se calentaban, no podía decirle, simplemente no podía. Esquivando la impaciente mirada de su amigo, espero que cualquier cosa pasara, no importaba cual pero que hiciera que Ron se olvidara de ese asunto por unos momentos. Fue como si alguien estuviera leyendo su mente, porque en esos momentos incómodos, como caído del cielo, entro Hermione por la puerta y Harry se alegró mucho, demasiado, de verla. Lo había salvado.

    -¿Y qué esperan, acaso no bajaran a desayunar?- dijo Hermione entrando en la habitación, aunque era obvio que ese no era el motivo de su visita.

    -Se supone que tu no pue…-comenzó a decir Ron con el entrecejo fruncido, pero esta lo interrumpió.

    -¿Quieren firmar esto, por favor?- les dijo un tanto alterada mostrándoles un papel. Como suponía Harry, seguramente se debía a un asunto de la PEDDO

    -Hermione…si es algo sobre la PEDDO yo…

    -¡No Ron! ¡Nada de eso! Se trata de las salidas a Hogsmeade, deben firmarlo. Además se llama P.E.D.D.O -lo corrigió, un poco molesta.

    -¡Pero esto es absurdo! -exclamo Ron al leer los papeles en donde debían firmar - ¡Es obvio que queremos asistir a todas las salidas a Hogsmeade!- dijo con un tono de obviedad, Hermione se encogió de hombros.

    Simplemente la Profesora McGonnagall dijo que era urgente, no sé por qué…


    Luego de firmarlas, Hermione se fue diciéndoles por segunda vez que bajen a desayunar, y para el agrado de Harry, Ron parecía haber olvidado de que estaban hablando antes de que entrara Hermione. El pelirrojo no tardo ni un segundo en vestirse para ir a desayunar, rezongando que estaba muerto de hambre.


    Cuando terminaron de desayunar y durante toda la mañana, Harry no tuvo la más mínima idea de donde se encontraba Malfoy, talvés no se había levantado, o se encontraba en su sala común.

    Harry estaba ansioso, necesitaba ver a Malfoy cuanto antes, para poder hablar sobre lo que había sucedido la noche anterior.

    Pero sus ansias explotaron a media tarde, cuando repentinamente deja a Ron en medio de la quinta jugada (perdida) de ajedrez mágico, con la excusa de tener que devolver un libro urgente a la biblioteca y que pasaría al baño en el trayecto. Aunque su excusa fue bastante poco convincente y Ron lo miró extrañado cuanto Harry salió por el agujero del retrato, no podía detenerse a pensar en algo como eso, tenía que encontrar a Malfoy, y ya.


    Busco y busco, le pregunto a una Slytherin de 2º pero esta no tenía la menor idea. Creyó por unos momentos que lo sabría todo al toparse con un prefecto de Slytherin, pero desgraciadamente este tenía los mismos conocimientos de Harry al respecto.

    De pronto vio a Crabble y Goyle que por alguna extraña razón iban solos, viéndose bastante raros al no estar con la persona que los mandaba a cada momento. Con un poco de valor Harry se acercó a ellos con paso firme y sin siquiera saludarlos les pregunto:

    -¿Saben algo sobre Malfoy? -los dos grandulones se miraron ceñudos durante unos segundos como si no asimilaran lo que Harry les preguntaba. Luego de unos extraños minutos, Crabble lo miro aun ceñudo pero firme, y respondió:

    -Sí, está en el 7º piso, eso creo -balbuceo como si no se acordara muy bien, pero antes de que le digiera algo más, Harry ya iba hacia el 7º piso como una bala, no podía esperar más, necesitaba verlo.


    Al llegar, se dirigió instintivamente al lugar en donde se habían besado…Harry se ruborizo al pensar que se habían besado, y mucho más al pensar que él era el que lo había hecho.


    Pero Malfoy no estaba allí, así que siguió buscando hasta que de repente entro en un baño y lo vio. Estaba enfrente de un lavabo con la cabeza gacha, tenía el pelo y la cara mojados, haciendo que se viera más...espera, parecía nervioso y angustiado, Harry no quería verlo así, así que no lo soporto más y sin avisarle en lo más mínimo que estaba allí se acercó a él y lo acorralo casi bruscamente contra la fría pared del baño, pero después de verlo a los ojos lo soltó y se puso la mano en la sien… ¿Qué hacía? ¿Por qué su cuerpo se movía solo?...Malfoy recuperando la compostura, por la sorpresa de la llegada inesperada de Harry, se secó la cara con la manga y después de tragar saliva le dijo con voz firme:

    -Potter, ¿Qué fue exactamente lo de ayer?- exclamo con una voz autoritaria y sin ponerse rojo ni nervioso, lo que hizo que Harry entrara en razón.

    -Malfoy…-no sabía cómo decirlo, era algo que sentía de hace mucho antes, pero que solo hace un día había asimilado, no podía decírselo, no podía, pero debía hacerlo. Con un esfuerzo gigante y luego de unos incomodos segundos de mirar esos hermosos ojos claros llenos de confusión y pregunta, dijo con la boca totalmente seca -Tú…tú me gustas, Draco- y dicho esto, sin esperar respuesta del rubio, lo agarro de la corbata y atrayéndolo hacia sí, le dio un profundo beso en los labios.

    Malfoy se quedó con la boca abierta, al igual que la primera vez, cuando Harry había probado esos delicados labios. Lo extraño es que parecía feliz, entre sorprendido, enojado y feliz, era extraño ver esa emoción en el rostro del chico que era siempre tan hiriente.


    Después de unos momentos más o menos incómodos, Malfoy levanto la mirada a esos ojos verde brillante, mirándolos con su habitual mirada maliciosa.

    -Nos veremos pronto, Potter- le dijo arrastrando las palabras y apretando la insignia de: "APOYEN A DIGGORY" sobre su pecho, yéndose enseguida.

    Harry sonrió y alcanzo a ver el dobladillo de su túnica, había vuelto a ser el de antes, ese mismo estúpido, arrogante, molestoso, pesimista, cobarde, egoísta y excesivamente engreído Malfoy. El que le gustaba a Harry…
     
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  5. kûro_scorpîo
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    ahh draco *^*!!!! se ve tan tierno asi de nervioso *o*
    ahora harry tiene que conquistarlo.....
    me encanta tu historia, estare esperando ansiosa el proximo capitulo owo
     
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  6. usagi-
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    Gracias por comentar, me hace muy feliz que lean mi fic ^^
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    Capitulo IV - ¡Hermione! ¿Cómo lo sabes?

    Se acercaban las fiestas de navidad, y lo que Harry se preguntaba hace meses. ¿Por qué necesitaba un traje de gala? ¿Acaso tendría que bailar?

    No, eso nunca.

    Las dudas de Harry respecto a un supuesto "Baile" se aclararon rápidamente, cuando un sábado por la tarde, la profesora McGonnagall, jefa de la Casa Gryffindor, citó hombres y mujeres de su Casa para comunicarles un mensaje.

    Los Gryffindor asistieron a una gran aula vacía en donde reposaban sillas a un lado de la pared y otras al lado opuesto de esta. Harry se dio cuenta de que las chicas de su Casa cuchicheaban emocionadas, como si supieran exactamente lo que les esperaba.


    Ahora, otro "deber" de Harry era encontrar pareja para el Baile de Gala, el cual se celebraría en navidad, tal como les había dicho su querida profesora de Transformaciones.


    Ron y el no habían conseguido pareja aun, y Harry miraba desesperado a los enormes grupos de chicas que pasaban a su lado riendo como tontas, mientras él se dirigía al Gran Comedor para desayunar con Ron y Hermione, ¿Cómo podrían, las chicas, ser peores que los dragones?


    Al desayuno, Harry estaba absorto en sus pensamientos. Aun no les había contado, y definitivamente no pensaba contarles, lo que tenían entre él y Malfoy a sus dos mejores amigos. Se sentía un poco mal por ello, ya que desde primer año que prácticamente le contaba todo a sus amigos, y ellos a él. Saliendo de esos pensamientos, no pudo evitar extrañarse del humor de Hermione esa mañana.


    -Te noto extraño, Harry -Le dijo casi canturreando, su amiga, con una gran sonrisa en la cara, mirando fijamente a Harry. Quien casi se atraganta con el jugo de calabaza que se disponía a tomar. Justo en esos precisos momentos estaba dirigiendo la mirada a la mesa de Slytherin, y a una persona en especial sentada allí.

    Tosió por la sorpresa y alejo un poco el vaso de él, mirando rápidamente a Hermione, quien aún lo miraba con una radiante sonrisa. Harry no sabía que decir.


    -Creo que eres tú la extraña -espeto Ron, comiéndose el último trozo de la tostada que tenía en la mano, y sacando rápidamente otra de un pocillo. - Estas demasiado alegre esta mañana- añadió ceñudo, mirando a Hermione, dándole una mordida a su tostada.

    -Si -confirmo Harry, asintiendo con la cabeza esperando que Hermione no hablara más del tema, pero su amiga seguía con una sonrisa de oreja a oreja, como si se emocionara con todas las acciones de Harry. Después de unos segundos incómodos pasó algo que lo horrorizo por completo:

    -¿Lo miras mucho no? Te gusta, ¿cierto? -Soltó la chica de golpe, sin dejar de sonreír.

    Esta vez Harry volcó su cuenco de cereales, derramándolos a estos y a la leche por todas partes.

    -¿Qué-que dices?-murmuro alarmado parándose de la silla rápidamente como si se hubiera electrocutado. Sentía como su rostro ardía. Hermione lo sabía, sabia lo de Malfoy y el. No podía ser, estaba muy avergonzado. -Debo irme, adiós- exclamo bruscamente de un tirón, y salió rápidamente del Gran Comedor, alcanzando a escuchar como Ron le preguntaba a su amiga que era lo que sucedía. Y Harry rogó que Ron no se haya dado cuenta de lo que realmente se refería Hermione al decir: <<lo miras mucho ¿no?>>



    Harry seguía sintiéndose avergonzado y no sabía cómo iba a mirar a Hermione en la siguiente clase doble de pociones. La que les tocaba en solo unos minutos más. Pero cuando comenzaba a calmarse y estaba bajando a las mazmorras, se le vino un pensamiento a la cabeza, y recordó que las clases de pociones las compartían con los alumnos de Slytherin, y seguramente Hermione lo molestaría. Pensó lo que pasaría y deseo no sonrojarse por el asunto.


    Estaba a punto de entrar en el aula cuando una voz (que no quería escuchar precisamente en esos momentos) lo llamo, y luego una mano lo agarro por un brazo, era Hermione.

    -Quiero hablar contigo -dijo, para horror de Harry, y lo llevo a un rincón alejado de la multitud de alumnos que se acercaban -Se a quién miras, Harry- le soltó de un tirón, y eso hizo que el moreno se sobresaltara al escucharla.

    -No sé a qué te refieres- le espeto mirando hacia abajo y con un tono de voz que, a decir verdad, solo un tonto creería.

    -Harry...mírame a los ojos- Al momento que el chico alzó la mirada se encontró con unos ojos fulminantes color marrón, rápidamente se dio cuenta de que no tenía más remedio que declarar. Su amiga no se quedaría tranquila hasta que él sea sincero con ella. Soltó un gran suspiro, y se dispuso a hablar.

    -Bien, te lo contare - murmuro con sinceridad -Pero, la condición es que no le digas ni una palabra a Ron - dijo fulminándola con la mirada -ni a nadie -añadió con firmeza y autoridad

    -Claro que no le diré a nadie, Harry, ni siquiera a Ron -le dijo con un tono de obviedad -confía en mi- afirmo con una cálida sonrisa que hizo que Harry confiara un poco más.


    -Bueno…yo- balbuceo, sabía que comenzaba sonrojarse, pero dio su mayor esfuerzo para hablar firme y no notarse nervioso, aunque ya era demasiado tarde. -Estoy…yo estoy con Malfoy -dijo al fin, y le sostuvo la mirada a Hermione por unos segundos esperando que su amiga no se burlara o se extrañara de mala manera, pero se sorprendió al ver que la chica sonreía, y Harry no pudo evitar sonrojarse un poco por el incómodo silencio -¿Qué pasa? -le pregunto al ver que su amiga no le decía nada y lo miraba con una sonrisa de suficiencia. Muy parecida a la que ponía cuando sabia la respuesta de algo que los demás no sabían.


    -Ya lo sabía, Harry- declaro mirándolo a los ojos al ver la perplejidad del chico -Los vi en los baños- añadió sonriendo de oreja a oreja viendo como Harry abría más los ojos.

    -Pero es...

    -No, no es imposible- lo interrumpió Hermione como si le leyera el pensamiento -Los vi justo en su momento, la puerta estaba abierta, y…simplemente los vi - termino encogiéndose de hombros.

    Harry sentía su rostro muy ardiente, seguramente estaba rojo como un tomate, y no pudo disimularlo por la mirada de su amiga.

    -No te preocupes - le dijo al ver a Harry se disponía a hablar -guardare el secreto - y sin decir más, le dio unas palmaditas en el hombro y se dirigió a la puerta del aula de Pociones -¡Qué esperas, entremos! -advirtió sacando a Harry de su ensimismamiento, este se apresuró a entrar por la puerta siguiendo a Hermione, pues ya llegaban alumnos de Slytherin y Gryffindor.


    Miro a los de la casa contraria y distinguió a Malfoy, quien le sostuvo la mirada unos segundos y, luego de hacer una mueca de desprecio, lo ignoro por completo, como si estuviera enojado de haberlo visto. Harry un poco decepcionado entro en el aula, seguido de un par de chicas que no conocía.
     
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  7. kûro_scorpîo
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    ohh hermione es muy astuta O__O aunque no me sorprende realmente tanto
    ahora la pregunta es como se lo tomara ron (uy va a caer truenos xD)
    esperare a que pongas el proximo capitulo ewe
     
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  8. usagi-
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    Capitulo V - ¿Celoso?


    Durante la clase de pociones, Harry miraba continuamente a Malfoy, esperando que este le devolviera la mirada. Pero para la tristeza de Harry, el rubio nunca le dirigió la mirada, y se rio con malicia cuando Snape le puso un injusto cero por haber estado distraído toda la clase.


    Aunque siempre se riera de él, esta vez era diferente, como si estuviera realmente enojado, muy enojado. Harry se decidió a abarcarlo al final de la clase para preguntarle que rayos le pasaba, pero luego pensó que era mejor esperar, y ver si "su enojo "se terminaba, o empeoraba. Quizá Harry solo estaba exagerando.


    En efecto, como sospechaba Harry. Malfoy lo ignoro espléndidamente todo el día, y el día siguiente, y el siguiente. Hasta que Harry no lo soporto más. El miércoles después de la cena, estaba irritable y enojado en su Sala Común. Se dispuso a salir, pero Ron le pregunto adonde iría, y Harry no supo que contestar, no podía pensar con la cabeza fría.

    -Voy a…se me quedo un libro en la biblioteca- contesto simulando estar contrariado, pero horrorizado se dio cuenta de que su excusa era demasiado vaga. Cuando Ron abría la boca para replicar, una vez más, Hermione, como caída del cielo, fue en su ayuda.

    -¿El libro de Transformaciones?- dijo Hermione, mirando fijo a Harry.

    -Eh…si, ¡si ese! - respondió Harry rápidamente captando la indirecta.

    -Lo vi allí, pero no se me ocurrió traértelo. Se te quedo en el 3er estante- murmuro con una pequeña sonrisa y con un tono increíblemente convincente, volviendo a esconderse detrás de su libro de texto. Ron ya no tenía otra opción que creerle.


    Corrió como una bala en dirección a las mazmorras, talvés se lo encontraría allí, yendo hacia su Sala Común.

    Harry tuvo mucha suerte, demasiada. Su corazón comenzó a latir rápidamente, Malfoy estaba bajando hacia las mazmorras y…por alguna extraña razón, se encontraba estaba solo.

    Sin pensarlo dos veces, Harry se apresuró a alcanzarlo y pasar una mano por su hombro. Draco dio un respingo y se dio vuelta enseguida.

    -¿Qué pa…?- pero no termino la frase, al ver quién era el que lo había alcanzado, cambio su rostro al instante, y una expresión fría y distante se apodero de él. Algo que le afecto al chico de los ojos verdes.

    -Malfoy…-Comenzó, pero el rubio hizo un ademán de irse y le dio la espalda. Pero Harry fue más rápido y lo tomo firmemente de un brazo, pensando rápidamente lo llevo a la fuerza a un armario de escobas que, por suerte, estaba cerca de ellos y su puerta estaba entreabierta.


    Malfoy forcejeo para soltarse, pero Harry fue más fuerte y los dos entraron al pequeño armario. Y Harry cerró la puerta tras de sí sellándola con un simple encantamiento y poniéndose delante de esta por si acaso el rubio intentaba escapar.

    -¿Qué haces?- Dijo desesperadamente el rubio tratando de salir, pero Harry estaba allí, y no pensaba correrse y que su "presa" se escapara.

    -Malfoy ¿Qué te ocurre? - le pregunto de golpe, agarrándolo de los hombros para que dejara de moverse. El rubio aun parecía muy enfadado y lo miro fríamente.

    -¿Qué, que me ocurre? -repitió Draco, con una voz bastante desagradable. - ¿A qué te refieres, Potter?- añadió, con desprecio en la última palabra.

    -Vamos -dijo recomponiéndose de la sorpresa, no le gustaba para nada ese tono, bastante distinto al usual - ¡Me has estado ignorando todos estos días! desde que… paso eso- protesto frunciendo el ceño, y lo acorralo contra la pared, haciendo que una escoba cayera al suelo.


    Malfoy se ruborizo pero se quedó mirando fijamente a esos ojos verde brillante, sin pestañar y aun con los ojos llenos de un extraño odio. No se resistió, y se quedó firmemente acorralado contra la pared.

    -Y tú has estado con esa sangre sucia ¿no? -murmuro arrastrando las palabras y sin dejar de mirarlo fijo. Harry carraspeó, se acercó un poco más al rubio y lo miro, esta vez con odio.

    -No la llames así -sentencio aun sosteniéndole la mirada, a pocos palmos de su rostro, si había algo que no le agradaba del Slytherin era eso, su inculcado desprecio hacia los mestizos o "sangre impura" como los llamaba.


    -¿Ves cómo la proteges?- le dijo enojado. Pero de pronto Harry comprendió porque estaba enojado, y sonrío, casi dejo escapar una risita. Malfoy estaba celoso de Hermione, y eso hizo que le causara una gran alegría. No podía ser que lo ignorara todos esos días por eso, era absurdo.

    Malfoy lo miraba extrañado y aún muy enojado.

    -¿Estas celoso?-le pregunto, Harry, sonriendo pícaramente. Pero Malfoy solo pestaño y lo siguió mirando con el ceño fruncido, esta vez con una expresión menos molesta que la anterior, era imposible que Malfoy, con el enorme orgullo que tenía, le digiera que estaba celoso. Aun así sus ojos lo delataban.

    -No tienes por qué estar celoso- Lo tranquilizo, y se acercó lentamente a su oído -Ya sabes que solo me gustas tú -Susurro. Y el mismo se sorprendió de las cosas que decía cuando estaba tan cerca del rubio. Draco se sonrojo de golpe y se puso nervioso. Harry por su parte sonrío, y aun teniéndolo acorralado lo tomo del mentón antes que el replicara. Y le dio un beso en los labios, al sentir que Malfoy le respondía, este lo beso nuevamente con más pasión, y enredando sus dedos en el lacio y rubio cabello de Draco. Al separarse por la falta de aire, el rubio lo miro sonrojado y respirando entrecortadamente. Harry no quería parar de besarlo, no podía parar, su cuerpo se lo impedía. Y al ver la expresión de Malfoy, Harry no pudo evitar besarlo de nuevo, pero sus besos comenzaron a bajar por el cuello del rubio lentamente. De pronto, al escuchar un leve gemido del rubio, Harry se desprendió enseguida al darse cuenta de lo que estaba haciendo. No podía seguir, quería seguir, pero no debía hacerlo. Comenzaron a pasar imágenes por su mente, y un deseo que no había sentido antes lo invadió… ¡No! ¡No es normal!

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    ¡Cuidado! Se acerca el Lemon... si, aviso que en el proximo capitulo habra Lemon.
     
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  9. kûro_scorpîo
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    ohhh draco estaba celoso owo ¡que lindo >w<!
    ahora se acerca el lemon *o*
    debo controlar mi lado pervertido uwu meh ¡nunca! xD
     
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  10. Amhy_Miyu
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    adsdaasaasadasdadsadasad *-* lamento no haber respodido antes... Me alegra que no la dejes de seguir... Genialllll viene lemon @-@ y Draco celoso... Me lo imagino tan lindo "-" espero la conti :D
     
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  11. usagi-
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    ADVERTENCIA. ESTE CAPITULO CONTIENE LEMON
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    Capitulo VI - Sin control

    -Lo siento yo…- pero no pudo continuar la frase. Malfoy estaba muy extraño, respiraba entrecortadamente y miraba al piso, apoyado en la pared, y totalmente sonrojado. El Malfoy de siempre no se quedaría allí, inmóvil, sin ofrecer resistencia. No sabía cómo expresar lo que sentía en esos momentos, era verdaderamente algo inusual. ¿Cundo había empezado esta alocada atracción? ¿Desde cuándo se perdía en esos ojos grises, controlándose para no besarlo enfrente de todos? ¿Desde cuándo se enamoró del arrogante Draco Malfoy? Lo único que sabía, era que, en esos momentos, no podría controlarse.


    -Draco- murmuro, acercándose a él, Malfoy se sobresaltó por la repentina voz del moreno, pero a Harry no le importo. El rubio levanto la mirada, y en sus ojos plateados se reflejaron una mezcla de extrañeza y felicidad contenida.

    -Tú nunca me habías llaa…- pero Harry no lo soporto más y lo beso con muchas más ganas, acercando su cuerpo al de él. Su cuerpo se movía solo, era casi imposible pararlo. Apenas se daba cuenta de las cosas que hacía.


    Malfoy respiraba entrecortadamente, y mientras Harry apoyaba suavemente su cabeza en su frente, quedando a solo unos centímetros de su hermoso rostro, comenzó a desabrochar su camisa instintivamente. Sin esperar reclamos.

    -No hagas…eso, Potter- susurro Draco, mientras entrecerraba los ojos y Harry acariciaba su desnudo pecho. Pero entonces sucedió algo muy extraño.

    -Harry, comienza a apre-tarme- logro decir el rubio, mirando de reojo su pantalón. Harry quedo helado por unos momentos, por la sorpresa de las palabras que había escogido Malfoy, y porque…Miro hacia los pantalones del rubio, y pudo divisar un bulto en su entrepierna. Era verdad.


    Sin detenerse a pensar ni un segundo Harry supo que hacer enseguida, y se dispuso a "ayudar" a Draco. Se acercó lentamente a su oído y le susurro dulcemente:

    -¿Quieres que te ayude?- Se sorprendió nuevamente de sus palabras, pero lo olvido rápidamente, y comenzó a besar su cuello, dejando leves marcas.

    -Yo…- Pero Malfoy no podía hablar, estaba muy sonrojado, y Harry no soportaba verlo así, eso lo provocaba aún más, haciendo que de un momento a otro también comenzara a apretarle el pantalón.


    Empezó a bajar su mano derecha por el pecho del rubio. Mientras le besaba el cuello, su mano bajaba, bajaba, tocando cada rincón de su hermosa piel, hasta posar su mano en el bulto que sobresaltaba de su pantalón. Comenzó a acariciarlo lentamente.

    Malfoy se estremeció, y abrió un poco la boca, la cual fue tapada al instante por Harry, quien lo beso nuevamente, mientras su mano se adentraba en el pantalón del rubio, y comenzaba a acariciar el suave bóxer de este. Estaba caliente, y Harry no estaba muy consciente de lo que hacía, estaba completamente cegado por Malfoy. La lujuria y el deseo le obligaban a hacer cosas que, en un estado más consciente, no hubiera hecho jamás.


    -Harry…-susurro despacio, muy sonrojado, con la cabeza gacha, y los ojos cerrados.

    Al escuchar su nombre, Harry no dudo en actuar. Fue como impulsado por un rayo a hacerlo.

    Le bajo los bóxers y agarro con sus manos el ya erecto miembro del rubio, haciendo que este gimiera levemente y se mordiera el labio inferior. El pene del rubio estaba caliente y levemente mojado con una sustancia extraña y pegajosa, al sentir las suaves manos del moreno Draco comenzó a temblar levemente.

    -Harry…- repitió, pero no continúo. Pues el moreno comenzaba a masturbar el miembro ajeno, y a ahogar sus gemidos con besos. Mientras aceleraba el ritmo de su mano, el rubio aceleraba su respiración, y sus temblores, haciendo que hablara entrecortadamente.

    -Yo…no puedo…- susurro Malfoy, mientras se agarraba firmemente de la pared para no caerse.


    Harry besaba su cuello, y aceleraba cada vez más el ritmo de la masturbación. Hasta que después de un par de minutos, sintió una sustancia liquida y cálida que empapo su mano derecha, acompañada de un gemido, algo más pronunciado, de Draco.

    Este se dejó caer en el frío piso del armario de escobas, respirando entrecortadamente, y con los ojos entrecerrados.

    -¿E-estas mejor ahora? -le pregunto Harry, con una sonrisa pícara. El también respiraba entrecortadamente y sentía el palpitar de su miembro quien necesitaba salir de ese apretado pantalón.

    Malfoy se limitó a asentir con la cabeza, y Harry se sentó en una caja que tenía detrás, pero antes de decir algo, Draco se acercó a él arrodillado y lo miro desde abajo.

    -Tu…tú también necesitas ayuda ¿no crees?- murmuro con una sonrisa maliciosa, haciendo que Harry se sobresaltara y lo mirara contrariado por lo que decía. El Slytherin aún no normalizaba el ritmo de su respiración y seguía con la cara totalmente sonrojada.


    -Nada que no pueda resolver yo solo- respondió, con una tímida sonrisa -No crees que…ah…- Malfoy había acercado su rostro y sus manos a la entrepierna de Harry, y con una mano comenzó a acariciarla haciendo que el moreno gimiera levemente…-Malfoy, no te preocupes…yo-

    Pero Draco no le hacía caso y ya lo estaba haciendo. Le bajo el cierre, y dejo ver lo que orgullosamente hacia hombre a Harry, totalmente erecto.

    -¿No crees que debo castigarte…? -comenzó a decirle, mientras acercaba su rostro al miembro expuesto de Harry, y este sentía con leves estremecimientos, su respiración sobre el -¿…Por hacerme eso?- concluyo, subiendo la mirada a esos ojos verdes que lo miraban sorprendido.

    -Malfoy… ¿tu…?- pero no pudo continuar la frase, Malfoy comenzaba a darle pequeñas lamidas a su miembro, haciendo que Harry ahogara gemidos y se mordiera el labio inferior, estremeciéndose con cada una de ellas.

    -Tú…no deberías…Draco- Pero al escuchar, el rubio, su nombre, hizo lo que, tanto deseaba Harry. Se metió su miembro entero a la boca haciendo que el moreno posara su mano instintivamente en su cabello lacio, y enredara sus dedos en su pelo rubio platinado.

    En esos momentos nada pasaba por su cabeza, estaba totalmente cegado por la lujuria y por Draco. Miraba lo que hacía el rubio con gran esmero y se excitaba cada vez más.


    Harry reprimía gemidos de placer al sentir como el rubio sacaba y entraba su miembro por la boca, simulando la penetración. Hasta que pasados unos minutos…

    -Draco estoy apunto…de…ah- pero antes de continuar esa frase, se corrió en el hermoso rostro del Slytherin, perlado de sudor y de su esencia. Rápidamente Harry lo limpio con una sacudida de su varita, sin antes disculparse con un: "Lo siento, no pude contenerme"…


    Se miraron el uno al otro sin saber qué hacer, los dos respiraban entrecortadamente. Pero Harry no llegaría a algo más, no podría, aunque sonara extraño aún no estaba ¿preparado?, se podría decir que solo tenía 14 años (casi 15) y no podría seguir. Miro al rubio y pudo comprender que este pensaba lo mismo.

    Pasaron unos incomodos minutos de silencio, mientras los dos chicos comenzaban a respirar normalmente y a bajar la temperatura de sus cuerpos.

    Harry se disponía a pararse pero antes recordó que tenía el pantalón y calzoncillos abajo. Rápidamente se los subió y miro de reojo al rubio, el cual todavía no se los había subido.


    -¿No crees que deberías guardar eso?- dijo al fin, Harry, en tono burlón, como imitando al muchacho que tenía frente a él.

    Malfoy, como saliendo de una especie de transe, rápidamente se subió los pantalones y torpemente los cerro.


    Los dos se pararon quedando a casi la misma altura, Malfoy seguía sonrojado pero no miraba a Harry. Al parecer comenzaba a ponerse al corriente de las cosas que había hecho, al igual que Harry.

    -Mírame- sentencio, acercándose a él. Pero Draco no levantaba la mirada, y Harry comenzaba a impacientarse -Mírame- repitió dulcemente, pero el rubio seguía mirando el piso.

    Harry lo tomo del mentón, sin ningún esfuerzo, haciendo que el rubio levantara su rostro y lo mirara, pero sus hermosos ojos plateados se desviaron y no se mezclaron con los ansiosos ojos verdes. Pero Harry se decidió a hablarle.

    -No te avergüences de lo que hiciste… ¿OK?- le dijo, dándole un cálido beso en la mejilla -no deberías avergonzarte conmigo- añadió, viendo cómo se sonrojaba nuevamente, quizás no podría dejar de pensar en aquello…- esto está entre tú y yo - y sin decir más, lo abrazo fuerte, como si no lo fuera a soltar jamás, siempre había querido abrazarlo de esa forma.

    Lo quería, lo quería demasiado, nunca había sentido aquello por alguna persona. Parece que era verdad que el odio y el amor venían del mismo lugar ¿no?

    En esos momentos, se le vino un fugaz recuerdo de sus padres, y se preguntó: ¿Qué dirían si supieran lo de su hijo?

    Pero una voz lo saco inmediatamente de sus lejanos pensamientos…

    -Te quiero Harry- le murmuro Draco, a la oreja de Harry. A este se le acelero el corazón, y lo apretó más fuerte. Escuchar al arrogante Draco Malfoy decirle semejante cosa lo sorprendió. Jamás creyó que el muchacho le diría eso, quizá se dejó llevar por el momento.


    -Yo también -Le dijo simplemente, no sabría cómo expresar lo que de verdad sentía. Sus labios se fundieron, pero esta vez con amor y no con lujuria.

    Al separarse Harry pensó que, el Draco que el había conocido desde el primer curso nunca le había mostrado otra personalidad que no fuera la arrogante, hiriente y orgullosa de siempre. Pero esta vez había conocido otra faceta del rubio, una sumisa, tímida y sincera. Soltó sin querer una leve risita al pensar en aquello, pensar en lo escondida que tenía esta faceta.

    Malfoy lo miro con el entrecejo fruncido y con una voz, mucho más parecida a la del chico hiriente, le espetó: -¿De qué te ríes?-

    Harry esquivo la pregunta y simplemente sonrió levemente -De nada, ¿qué te parece si salimos de aquí?- le dijo deshaciendo el encantamiento de la puerta y abriéndola. Malfoy simplemente lo miro un tanto enojado y se dispuso a salir primero que él.


    Salieron tambaleándose del armario de escobas, sintiendo que afuera estaba mucho más frio que dentro, y sin dirigirse la palabra, quedaron satisfechos con una simple mirada. El verde brillante y el gris plateado se mezclaron por unos segundos, y luego cada uno se dirigió a su respectiva sala común, en donde les esperaban una serie de preguntas respecto a su retraso.
     
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  12. kûro_scorpîo
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    ahora empieza el interrogatorio ¡tan tan taaann! (que gran musica de fondo xD)
    en este capitulo draco ha estado sonrojado todo el tiempo ¡que lindo >w<! voy a dormir con esa imagen en la cabeza *-*
    ahora solo tengo que esperar el proximo capitulo (que emocion *-*)
     
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  13. usagi-
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    Gracias por los comentarios (: me alegra que leeas mi fic ^^
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    Capitulo VII - A la víspera del famoso Baile


    Gracias a dios, después de "aquello" en el armario de escobas, a Harry no lo bombardearon con preguntas como él creía. Más bien, encontró a sus dos queridos amigos en una acalorada y agresiva conversación en plena Sala Común, en la cual no quiso interferir, y se fue directamente a su cama, sin dejar de pensar en lo que había pasado hace solo unos momentos.

    ¿Se lo debería contar a su mejor amigo?

    Se preguntó de pronto, cuando un chico pelirrojo entraba a la habitación hecho una furia, y murmurando cosas ininteligibles.

    Harry mientras tanto tenía una pequeña batalla en su mente:


    "Debería contárselo, después de todo es mi mejor amigo."


    "Pero… ¿Qué crees que diría? Talves incluso se burlaría de ti, y se alejaría. No olvides que hace solo casi un mes que él no te dirigía la palabra, y por una razón bastante estúpida."


    "¡Pero es mi amigo! Estoy seguro que él me lo contaría. El me contaría si estuviera con alguien."

    "Obvio que te lo contaría, te lo contaría si saliera con una chica y Malfoy es…"


    "Un chico…"


    Harry salió de su ensimismamiento y miro hacia su derecha, en donde Ron estaba acostado, aun con ropa, pero no parecía que estuviera dormido.

    Su boca se abrió para hablar, pero no pudo decir nada, esta se cerró, pero luego se abrió con decisión después de unos segundos.

    -¿Ron?...- murmuro con un dejo de nerviosismo. No debió haberlo llamado, porque no podría confesarse, no, ¡era una locura! No solo Malfoy era un chico, sino que también era de la casa Slytherin, además aún no estaba seguro si podía decir que estaban salie...


    -¿Qué?- pregunto mirando ceñudo a Harry, al parecer aún seguía enojado por lo de Hermione.

    Los veloces pensamientos de Harry se callaron rápidamente -Este…yo- titubeo mientras pensaba en algo… ¿Qué le diría?, entonces la respuesta se le vino tan rápido a la cabeza que se sorprendió. - ¿Ya conseguiste pareja para el baile?- le pregunto fugazmente, y se dio cuenta como su amigo se sorprendía por la pregunta y arqueaba las cejas.



    -¡Hooo...! …¿Qué haremos? -le dijo el pelirrojo incorporándose en su cama y tocándose la sien - supongo que tú tampoco tienes pareja ¿cierto? -añadió mirándolo a los ojos.

    A Harry se le vino fugazmente la imagen de un chico rubio de piel blanca y suave, pero se esfumo al instante al ver la expresión de su amigo.

    -No, no he conseguido -respondió negando con la cabeza.

    -¿Qué haremos?, ¡no podemos ser los únicos sin pareja! Además, queda poquísimo para el baile…- reclamo Ron, un tanto ceñudo otra vez.

    Harry pensaba… ¿Quién podría ser su pareja?

    Se imaginó a Draco, pero eso sería imposible. Luego imagino a Draco con Pansy, y sintió una pizca de celos. Pensó en todas las chicas que conocía, se demoró unos minutos en recordar hasta que por fin, como un rayo, le vino el recuerdo de algo que lo tenía extrañado hace tiempo… ¿Cómo no lo había pensado antes?, era una idea genial, su salvación sin duda.


    A la mañana siguiente con una sonrisa en el rostro, Harry esperanzado se acercó a Parvati Patil, de Gryffindor, para preguntarle si quería ir con él al Baile, y que su hermana Padma, podría ir con Ron. Ella encantada asintió y Harry radiante fue a contarle a su mejor amigo.


    Finalmente tenían una acompañante para el baile, y no serían los únicos sin pareja.

    Pero Harry no podía solo pensar en eso, tenía algo más importante en que pensar, y ese "algo" no era Draco Malfoy, sino, la 2º prueba del torneo de los tres magos, esta vez desgraciadamente, cuatro.


    Era la víspera del famoso baile de navidad, y la mayoría de las chicas estaban totalmente alocadas, cuchicheaban el triple de lo normal y no paraban de reír como tontas.

    Ron aún seguía enojado con Hermione, y Harry ya no soportaba sus cotidianas disputas. No sabía si podría seguir así.


    El mismo día del baile, por la mañana, trato de que se juntaran y volvieran a ser amigos, pero fue totalmente imposible, por que causo otra gran discusión.

    Cuando salía apresurado del Gran Comedor, pudo ver a lo lejos, entre dos grandulones, un chico rubio y de tez blanca. No pudo evitar gritarle:

    -¡Draco! -gritó entre la marea de alumnos, Malfoy se volteó ceñudo, mientras sus guarda espaldas lo miraban extrañados.

    -Crabble, Goyle. Vayan a buscarme un zumo de calabaza -escucho como les decía Malfoy a los dos gorilas - ¡Vamos que esperan! -insistió, al ver la perplejidad de sus amigotes.

    Pero aun así, los dos obedientes, partieron en busca de la bebida.


    -Eh…hola -murmuro Harry, cada vez más cerca del rubio.

    -Hola- saludo Draco, de mala gana -¿Qué quieres? - le pregunto ceñudo.

    -Yo…solo quería verte, ya sabes…- se revolvió un tanto el cabello azabache -no nos hemos hablado desde ese día -añadió recalcando las palabras: "ese día"

    Y esbozando una tímida sonrisa, pudo ver un leve rubor en las mejillas del Slytherin, y como este lo miraba ceñudo, como si estuviera a punto de hacer un puchero.

    Pero extrañamente, Malfoy suavizo un tanto su mirada y cuando se disponía a hablar una voz chillona resonó a sus espaldas:

    -¡Draco!- gritaba Pansy Parkinson entre la multitud, aproximándose a su compañero -¿Qué haces con ese idiota?- le pregunto ya cerca de él, y fulminando a Harry con la mirada, abrazo levemente a Malfoy y lo beso en la mejilla.

    Harry sintió un pequeño hormigueo en la nuca. Pequeños celos, que se agrandaban cada vez más, al ver como esa estúpida tocaba con sus sucias manos una piel tan suave y pura como la de SU Draco.

    Cerró los puños peligrosamente al momento en que el rubio le decía:

    -¿Eres idiota, Potter?, ¿Por qué no te vas? - le dijo con desprecio arrastrando las palabras, mientras Pansy le acariciaba el cabello con tanta confianza que Harry no lo soportaba más. Si se quedaba allí más tiempo iba a dejar un desastre y tendría un gran problema.

    Dio media vuelta, y sin mirar a Malfoy se fue hacia su Sala Común, en donde seguramente las chicas estarían ya arreglándose para el Baile de esa misma noche.
     
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  14. kûro_scorpîo
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    los C-E-L-O-S (nunca lo entendere uwu ¡bazinga! xD)
    ahhh me dio unas ganas de empujar a pansy cuando abrazo a MI draco (bueno ya de harry ewe)
    ya quiero ver que pasara en el baile owo ...me gana mi impaciencia xD
    creo que si podre aguantar al proximo capitulo =3=
     
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  15. usagi-
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    Capitulo VIII - El estupido Baile.


    Y en efecto. La Sala Común estaba casi desierta, solo se encontraban: Ron, Seamus, Fred, George, Neville, Dean, entre otros chicos de 6º y 7º los cuales Harry no recordaba sus nombres.

    Harry se acercó a su mejor amigo, que aún estaba un tanto ceñudo por lo de hace unos minutos, y se sentó a su lado. Ya casi se le pasaban la rabia o los "celos"

    -¡No sé por qué se arregla tanto!- refunfuño Ron, al instante en que Harry se sentaba a su lado -Si ni siquiera tiene pareja para el baile-

    -Pero…ella dijo que si tenía pareja -lo contradijo Harry.

    -¿Y tú le crees?- espetó el pelirrojo, ceñudo y con los brazos fuertemente cruzados.

    -Bueno… ¿Y por qué no?- Declaro Harry, y se encogió de hombros. Ron dio un extraño gruñido y miro hacia otro lado.


    Entonces Harry, conociendo a su amigo, le dijo que lo esperara allí, y fue en busca de golosinas de Honeydukes.

    Al regresar de su habitación, con una caja enorme de Ranas de Chocolate, a Ron se le borro la mala cara, y una tímida sonrisa se dibujó en su rostro. Al rato le dijo a Harry que jugaran algunas partidas de ajedrez mágico, y por el tono de voz que detecto Harry, supuso que estaba un poco arrepentido, y le agradecía humildemente las Ranas.

    Harry cedió, aunque sabía que perdería contra Ron, pero él ya estaba de muy buen humor otra vez.

    Ya era tarde, y el crepúsculo casi se esfumaba, el cielo empezaba de un naranjo intenso y comenzaba a oscurecer hasta casi azul marino, incluso se veían algunas estrellas escondidas. Era la hora perfecta para empezar a alistarse para el Baile.

    Harry y Ron subieron a ponerse sus trajes de gala, el de Ron no era muy lindo que digamos, pero no tenía otra opción. Harry trato de aplastarse un poco el pelo, pero este no cedió, y quedo tan rebelde como siempre.

    El azabache se encontraba un poco nervioso, pues luego de haberles pedido a Padma y Parvati que fueran sus acompañantes, nunca más hablaron del tema y Harry predecía que algo iba a ocurrir, pues la profesora Mcgonagall, cada momento que lo veía, le decía cosas como "¿Estás preparado para el Gran Baile?" o "¿Y cómo van esos pasos de baile, Potter?", las cuales le hacían pensar a Harry que talvés tendría que bailar o algo por el estilo, después de todo seguía siendo uno más de los campeones.


    Ya vestidos y perfumados salieron de la Sala Común hacia el Gran Comedor, en donde se reunirían las respectivas parejas.

    Los dos chicos se reunieron con Padma y Parvati, pero entre eso, Ron ya no estaba de buen humor, al contrario, estaba peor que antes, al ver como la mismísima Hermione Granger, con un atuendo y cabello de una hermosura nunca antes vista en ella, salía tomada de la mano con Víctor Krum, buscador del equipo internacional de Quidditch de Bulgaria.


    Y pasaba el tiempo, pasaba…

    Tick, tack, tick, tack… pero nada.

    ¿Cómo se podría describir esa noche para Harry?

    Aburrida.

    Si, como había pensado antes (con un poco de miedo) al principio tuvo que bailar en frente de todos, ya que era una tradición del torneo, cosa que nadie le había dicho antes. Sin embargo resulto no ser tan malo como había imaginado, porque Parvati lo guiaba en todo momento.

    Pero, ¿y luego de aquello?, nada.


    Ron y el escuchaban a las brujas de Macbeth, como cantaban W-Rock y todos bailaban felices. Pero Harry ya comenzaba a impacientarse, lo único que lo podría distraer seria…el.

    Harry se preguntó cómo vestiría (pues no lo había visto en toda la noche), y al instante se le vino una imagen de Malfoy con un traje elegantísimo y seguramente muy caro, junto a él. Instantáneamente se le revolvieron las tripas de vergüenza y se tapó la cara con las manos.

    Sonrojado levemente, alzo la mirada al escuchar que alguien se paraba cerca de él, y se dio cuenta de que Parvati, ya demasiado aburrida, se dirigía a buscar otra pareja para bailar. Su hermana también la siguió, casi corriendo.


    Y así Harry y Ron se quedaron solos.

    -Iré a tomar aire…-le aviso Harry a su amigo, escogiendo bien las palabras para que su amigo entendiera que quería ir solo. Vio satisfecho como el pelirrojo asentía y hacía un gesto flojo con la mano.


    Harry comenzó a buscarlo, salió afuera, pero solo había algunas parejitas escondidas entre los arbustos, a las cuales ni siquiera se acercó y salió de allí un poco abochornado.

    Entonces entro nuevamente y se sorprendió por no haberlo visto, solo se encontraba a metros de donde estaba sentado antes con Ron, pero mucho más atrás.

    Estaba vestido muy parecido a como lo imagino Harry, tenía un traje de gala negro con detalles en algo parecido al terciopelo, aquel color siempre le hacía resaltar su hermoso cabellos rubio platinado, el cual resplandecía lleno de vida. Llevaba una camisa blanca debajo con un broche plateado en forma de serpiente, el cual tenía incrustadas piedras rojas en él, seguramente un tesoro familiar, con un corbatín perfectamente colocado de negro brillante.

    Además de eso llevaba unos guantes blancos, muy elegantes y el típico pañuelo blanco en el bolsillo del pecho. Se veía muy elegante.


    Pero al lado de él estaba Pansy, la cual le acariciaba su hermoso cabello con la misma confianza que antes, Harry la fulmino con la mirada, y aunque ella no lo miro (ni siquiera sabía que estaba allí mirándolos), Harry se acercó a ellos lentamente, pero entonces le hirvió la sangre al darse cuenta que Draco la miraba con una sonrisa coqueta, y tenía una mano por la cintura de esta.


    Harry cada vez más cerca y con paso más firme, se paró enfrente de ellos. Pansy lo miro con desprecio pero cuando iba a decir algo, Malfoy la cayó con un movimiento de la mano que tenía libre, posándola en los labios de la chica, cosa que enfado mucho más a Harry.

    Draco la miro y sonrío de lado

    -¿Quieres ir a buscarme un poco de ponche, hermosa?

    -Claro, no tardo- y dándole un beso en la mejilla, sin antes fulminar a Harry con la mirada, la chica se fue rápidamente, perdiéndose entre el mar de alumnos.

    -¿Qué qui…?

    -¿Me puedes decir que haces con ella?- lo interrumpió bruscamente Harry, y se acercó a él mirándolo con el ceño fruncido.

    -¿Acaso estas celo…?

    -Que pasa, ¿acaso no puedo estar celoso?- lo interrumpió una vez más el azabache, casi sin poder controlar el volumen de su voz, mirando a esos ojos plateados que lo volvían tan loco de cariño y deseo, pero que en estos momentos lo enloquecían de distinta manera.

    -Baja la voz ¿quieres? - reclamo Malfoy, mirando a la gente que lo rodeaba y las que solo algunas se habían volteado para saber de dónde había venido esa voz.


    Harry lo tomo bruscamente del brazo derecho y lo arrastro hacia fuera, Draco intento resistirse, pero finalmente cedió un poco, al pensar que así se vería menos sospechoso.

    El moreno se alejó de las parejitas (o por lo menos donde más se concentraban) y en un rincón muy alejado de la gente lo arrinconó contra la fría pared de piedra, aun sosteniendo su brazo derecho.

    -Suéltame- exclamo Draco, y Harry lo soltó, pero seguía arrinconándolo contra la pared.

    -¿Qué pasa?- le dijo Harry

    -Yo debería preguntar eso, ¿no crees, Potter?- le respondió el rubio ceñudo.- ¿Desde cuándo que me tra…?-

    -No- lo interrumpió -… ¿Por qué dejas que esa te toque?, pareciera que fueran novios- dijo, marcando irónicamente las últimas frases.

    -No solo parece, Potter, lo somos -

    Harry le dio un vuelco el corazón, y sus ojos se agrandaron y lo miraron, ahora sorprendido.

    -Estas bromeando… - comenzó Harry, con una falsa sonrisa en el rostro. Pero Malfoy seguía mirándolo fijo y desafiante.

    -No Potter, no estoy bromeando, soy el novio de Pansy Parkinson- y al decir eso se soltó de los brazos que lo arrinconaban ya no tan firmes, y exclamo con la voz que más había escuchado Harry los años pasados -No vuelvas a hacer lo mismo, ¿me escuchaste?, pareciera que fuéramos- puso una cara de asco - amigos o algo así - y dándole una mirada de desprecio se fue con paso acelerado, dejando a Harry destrozado y con un nudo en el pecho lleno de preguntas.



    ¿Estaba jugando con él?, ósea, primero decía que lo quería, y… ¿y si talves solo era una broma?, pero lo del armario de escobas…

    Malfoy no se arriesgaría a hacer tal cosa para que Harry le creyera, lo conocía.

    ¿Y si no conocía al verdadero Draco?

    Talves el verdadero Draco…no lo quería en verdad.

    ¿Y qué mierda era eso de al final? ¿Por qué volvía a actuar como el antiguo Draco?

    Quizás le daba vergüenza de que alguien pudiera llegar a saber lo de ellos dos, alguien que no fuera Hermione, claramente.

    Mierda.

    ¿Por qué se tenía que enamorar de tal persona? ¿Cómo había sido engañado por él?

    Se sentía estúpido, imbécil, y triste.



    Se alejó de ese estúpido lugar y se fue directamente a su habitación, sin mirar ni dirigirle la palabra a nadie y sumido en pensamientos sobre ese estúpido engendro.

    Pero debía olvidarse, olvidarse...

    Cuando subía las escaleras, una voz lo llamo, era la de Cedric Diggory...
     
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