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Tem-chan+1
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Diosa del amor yaoi!
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Bueno aquí vengo con el capi de este fic… parece raro que me adelante pero es que mañana no puedo escribir porque me llevan a la montaña a pasar el día… y con un poco de suerte, caeré por un precipicio o algo… ehem… eso no… tampoco… sería mala suerte pero como estoy en una racha de muy mala suerte… pues nunca se sabe… perdón estoy bastante negativa… me pongo ya con el capi que podría llegar a deprimiros a vosotros y no es el plan, yo quiero que se diviertan, jajaja
Limón, gracias, hacia tiempo que no sabia de ti, xd... me alegro de tenerte de vuelta, jajaja, genial... porque quiero ambientarme en la maldita época y aprovar la maldita asignatura que suspendí por 3º vez... a ver si el fic me ayuda un poco...
Ani-nee-chan, Cariño tranquila, jajaja, yo no quiero que le pase nada malo, de momento, se ha retractado de sus palabras y ya es mi amigo... y se porta como tal... más o menos, jajajaja, es un pesado pero le quiero mucho, jajaja
Uoo!! si que te gustó... me alegro, jajajaja, esto es bueno, espero no defraudarte con las contis que vengan... sería muy malo que eso pasará... Pero Kariya y Hikaru interactuaron en algun momento? no me suena... sniff... que yo recuerde no le ha hecho nada aun...
Okami-chan, olas pequeña, Jajaja mis fics no son tan buenos, y los tuyos tampoco a mi me gustan... por cierto... colgaste capi? porque no me sale, tendré que pasarme a mirar... gracias, me alegra que te guste tanto, tambien hacia tiempo que no sabia de ti... igual que de limon... siempre es una alegria volver a teneros por aqui, xd Gracias por el apoyo, xd
Misutore-chan, al fin un comentario tuyo... sniff... lloro de la alegria... (la depresion no cuenta ahora mismo, jajajaja)... esperaba ansiosa, xd... Tranquila sé esperar jajajaja, aunque estaba impaciente, xd...
Jajajajajaja, un poco estricto este padre, pero es que tiene que controlar a Kariya... así que o es malo o se lo como su propio hijo jajajaja, y tu tío es así?... yo mis tios no sé... no los conozco, xd
Tu corazón gana premio, xd... eran ellos, jajajajaja, Namikawa con su gran caracter... y Makoto simplemente es un angel, jajaja
Le da monedas para que sepa que le ha gustado, jajaja, no sé una especie de atención porque es lo unico que tiene en ese momento que le pueda ofrecer... el amor, vendrá más tarde... cuando sepa como volverlos a unir... pero algo se me ocurrirá, jajajaja cuando hayan aparecido todos los personages que aun me quedan... es que no puedo hacer largos capis por falta de tiempo... xd...
Hombre aburrida... no sé si te aburres, no había tiempo... pero igual tenian tiempo para jugar un poco... jajajaja... y de encontrar pareja, para que veas, jajajaja
Claro, ser un poco coqueto es bueno para conquistar corazones digo yo... jajaja...Y si... es muy mono Aoyama sonjado, jejeje, que cuco...
Claro, la parte de tu bebé, la que te gustó más, porque será, jajajaja, no influye en amor, cierto? jajajajaja
Bueno, realmente era antes de los diez... pero luego apareció una ley que impedia que trabajaran antes así que me fui directamente a la ley... xd... Igualmente haran yaoi para nosotras no te preocupes, jajaja, ya lo verás... en bastantes capis, pero lo verás, jajajaja
AleShiro, tranqui, no importa, al menos comentaste y ya lo aprecio, jajajaja, gracias por ello. A mi en el movil, tambien me cuesta responder sinceramente...
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Capítulo 3
En el mercado que había ese día se había reunido mucha gente, la cual estaban distribuidos por lo que vendían o lo que querían comprar. Cierto rubio había ido al mercado por orden de sus padres a comprar frutas y verduras y carne. Había ido a la parada de siempre donde compraba la carne después de pasar por las tiendas de los campesinos. Se había entretenido bastante observando las mejores paradas y buscando las mejores piezas para comprarlas. Debía admitir que pesaba un poco la compra pero le gustaba hacerla así que estaba feliz. En la carnicería de siempre encontró a un peli-naranja de ojos azules, por lo que sonrió más feliz aun.
—Buenos días, señor Taiyo —saludó como era costumbre para él.
—Buenos días Kinsuke. ¿En qué puedo servirte hoy? —dijo con galantería intentando quedar bien, como hacía cada vez que el rubio entraba por la puerta.
—Ponme lo de la lista, por favor —dijo leyendo un papel que su padre le había dado.
Taiyo se puso manos a la obra y empezó a preparar todo lo que le decía el rubio. Lo hacía con esmero y lentitud para que quedara perfecto para ese lindo ángel que veía una vez por semana. Siempre intentaba impresionar al rubio para asegurarse de que volviera la semana siguiente no soportaría que decidiera cambiar de carnicero y perder la oportunidad de verlo.
—Estaba muy buena la carne de la vez anterior —dijo Kinsuke intentando decir algo más aparte de la lista.
—Gracias, la preparé lo mejor que pude para ti —respondió sonriendo con afecto. Lo que hizo que el rubio se sonrojara un poco— ¿Y qué tal te fue la semana?
—Muy bien, ansioso por volver a venir a comprar —dijo aun sonrojado y bajando la mirada.
—Me alegro de que volvieras. Siempre me pone feliz verte.
—Gra-gracias.
—Aquí tienes —dijo entregándole el pedido— 10 pesetas.
—Está bien —dijo entregando dos monedas agujereadas por el medio de color dorado y cogió su carga para irse a la cara— hasta la semana que viene Taiyo —dijo antes de alejarse de la tienda.
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En una de las masías, un rubio estaba aburrido, su vida era demasiado tranquila y quieta, aparte de solitaria. Quería cambiar eso. Así que había decidido acompañar a su padre, a ver a la familia Amemiya, donde él aportaba sus animales para que vendiera la carne. Era carne de primera calidad eso se podía dar por seguro. Su padre se había extrañado pero le había dejado ir, de todas formas siempre iba bien que el pequeño le acompañara para que aprendiera sobre las ventas. Después de vender tendrían que ir a comprar al mercado semanal.
—Chet —le dijo su padre llamando su atención— ¿Quieres algo? —preguntó al llegar al mercado.
El rubio miró por las tiendas y en una de ellas vio una manzana verde, la cual le decía “cómeme” no había visto nunca manzana que le pareciera tan apetecible, por lo que fue hacía la tienda y se la quedó viendo. El chico que estaba allí lo miró extrañado por su comportamiento. Era la primera vez que veía a una persona mirar tan fijamente una manzana. Sonrió.
—¿Quieres algo? —preguntó mirando al peli-largo mientras este levantaba la mirada.
—Esta manzana —dijo cogiendo la fruta que le había robado el corazón.
—Será una peseta —respondió sonriendo felizmente.
—Está bien —dijo girándose hacía donde estaba su padre— papá, quiero esta manzana, cómpramela.
—Vale —dijo este mirando al peli-blanco— ¿Cuánto es muchacho?
—Una peseta —respondió mientras sonreía a ese par de rubios. El mayor le dio una moneda gris— gracias señor.
—¿Cómo conseguiste esta hermosa manzana? —preguntó el rubio al peli-blanco.
—Pues… solo la recogí del árbol.
—Entonces es un buen árbol —dijo este llegando a una gran conclusión— cuídalo mucho. Vendré a buscar otra manzana como está la semana que viene.
—Está bien, te esperaré —dijo sonriéndole.
—Hasta la semana que viene —dijo con un pequeño sonrojo yéndose de allí
—Hasta entonces —respondió al aire.
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En la colonia industrial de los Kariya/Kishibe, un peli-blanco estaba enojado por tener que ir a un lugar que le parecía muy aburrido pero parecía que no tenía más remedio, porque sus padres estaban muy pesados con el tema. Le habían ido a buscar en su tiempo de descanso en el cual se encontraba jugando con su gran amigo Sousuke, ya que era el único que siempre tenía tiempo para jugar con él, al hacer los mismos horarios que él.
—Pero mamá, no quiero ir a la iglesia.
—Tienes que ir a la casa de Dios, sino este no te dejará ir al cielo.
—Está bien —dijo resignado ya que sabía que su madre le haría ir por las buenas o por las malas— Sousuke tengo que irme.
—Ya jugaremos otro día —contestó yéndose para su casa a buscar algo con el que entretenerse.
Se fue hacía la iglesia de la colonia donde la misa estaba a punto de empezar. Hacía poco que habían llegado a la colonia así que no la conocía mucho. Hasta ese momento había ido siempre a la iglesia de la ciudad, pero no sabía muy bien el motivo, había acabado con su familia en esa industria. No le había molestado el cambio, allí había conocido a Sousuke, un chico castaño que le caía muy bien y con el que jugaba al futbol por las calles en su tiempo libre. Cierto era, que trabajar en la industria era cansado pero siempre se podía sacar energías para ello.
Al llegar a la iglesia vio al párroco del lugar junto con un chico de pelo color crema. Este tenía una mirada de superioridad que le molestó en primer momento, ¿Quién se creía que era para ir de superior por la vida? Se enojó. Sus padres siempre le habían dicho que todas las personas eran iguales pero parecía que ese monaguillo no pensaba lo mismo y eso que él debía predicar el ejemplo. Desvió la mirada con el propósito de pasar de él, sabía que lo tendría que ver siempre que fuera a la misa con su madre pero no quería verlo directamente porque le molestaba esa expresión.
Sin saber porque, al contrario de lo que se había propuesto su mirada se dirigía hacia ese ayudante del párroco y no podía evitar seguirle con la mirada en todos y cada uno de sus movimientos lo que hizo que se enojara con él mismo.
—“Espero no tener que verlo nunca más y menos fuera de la iglesia” —se dijo.
La misa acabó y junto con su madre salió de la iglesia pensando en ese chico con el que no quería encontrarse y ni siquiera volver a ver, pero para su desgracia al despedirse de su madre para ir a dar una vuelta antes de volver al trabajo en la fabrica se encontró con ese peli-canela el cual se acercó a él. Puso mala cara, pero se le pasó un poco al ver que ya no miraba con superioridad.
—Hola —le saludó— soy Gillis, el hijo del párroco. ¿Y tú? Es la primera vez que te veo en la misa.
—No te importa quién soy.
—Bueno, si no me importará no hubiera venido a buscarte, ¿no crees?
—Hay gente que hace cosas sin sentido —dijo intentando que no se notará que esas palabras le habían gustado.
—Como quieras. Creo que mi padre dijo que hacía menos de una semana que había llegado una familia a la colonia, con un chico de mi misma edad, debes de ser tu.
—Podría ser —contestó intentando aparentar indiferencia.
—Bueno, entonces buscaré tu nombre en el registro ya que no me lo quieres decir —dijo acercándose al peli-blanco— me gustaría que nos lleváramos bien —añadió posando su mano en el hombro del otro— hasta pronto.
Dicho esto se fue dejando a Saru pensativo por lo acabado de ocurrir, pero no tuvo mucho tiempo ya que sonó la campana de regreso a la fábrica a trabajar.
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Hasta aquí el capítulo, espero que les haya gustado y que comenten.
¿Quieren conti o es demasiado malo el fic?
Por cierto en este capítulo vienen unas aclaraciones:
*Me acabo de fijar que me equivoqué con el precio del tazón que compra Namikawa en el primer capítulo… 10 pesetas… para que valiera eso debía de ser de oro o algo… así que costó 2 pesetas y porque es hecha torno, sin industrialización y con decoración “blava catalana”… lo que supongo se traduce en catalana azul o algo así… y de “ditada” que se traduce de “dedada” creo… perdón es que estudio en catalán y hacer la traducción se me hace difícil… si supiera como colgar fotos os colgaría una imagen para que vierais a que me refiero… perdonadme… aunque no sé si este tipo hacia tazones o si solo hacia platos… pero lo dejaremos así, xd.
**las monedas que describo son pesetas pero son de las modernas, de las que había cuando yo era pequeñita… sé que no son las mismas que en esa época pero es que tendría que tener unos 60 años para poder describir las antiguas y solo tengo 20, jeje… ya me voy al pasado a recordar las monedas de cuando era pequeña pero tanto… podría preguntarle a mi padre pero es muy pesado y no me apetece oírlo, jeje
***como siempre digo, mis fics están ambientados en una época pero pongo partes de inventiva, ya que tengo mala memoria y me es difícil recordar todo lo que me explican en clase y mis apuntes son un horror y un caos, xd así que no tienen que fiarse mucho, que como la ciudad es inventada me da libertad para que no pueda tener cosas de diversas épocas mezcladas, jeje. A parte de que nunca he vivido en una colonia industrial ni en una masía ni en un ciudad moderna, así que tengo que jugar con lo que sé, lo que imagino y con los espacios negros que relleno con imaginación.
Y bueno nada más por hoy, xd
Hasta la semana que viene.
Edited by Tem-chan - 20/8/2013, 23:27
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