Mi pequeño amante (Akihiko X Misaki). CERRADO

Takahashi Takahiro ha vuelto a Japón luego de 16 años de ausencia, pero no llegó solo: trajo consigo a la persona que -de alguna manera- le arruinó la vida. ¿De qué forma cambiará esto su vida?

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. »Hitch 74 no Danna«
        +1   -1
     
    .

    User deleted


    ¡Hola, hola! Ya les traigo la cuarta entrega de este nuevo fic, que a como veo les ha gustado. Para esta ocasión la parte VI del capítulo es la continuación de la parte V del anterior. Bueno, pues… ¡Disfrútenlo!

    Disclaymer: Junjou Romantica es de su creadora Shungiku Nakamura.


    VI.-

    Aunque los truenos y rayos cesaron hace poco más de media hora, el clima no mejoraba. El viento soplaba y sacudía con violencia las hojas de los árboles, y las grandes gotas golpeaban sin piedad los vidrios de las ventanas. Mahiro se agazapaba fuertemente a su hermano, pues un último trueno sonó lo suficientemente fuerte como para despertarlo y asustarlo de nuevo. Como la vez pasada, Misaki le cantó hasta que se volviera a dormir. Akihiko, por su parte, estaba perdiendo la paciencia, pero sí quería resolver de una vez por todas esa duda que lo mataba, debía ser precavido.


    –¿Le gustaría que habláramos en la sala? –preguntó el de ojos verdes una vez que pudo dejar a su hermanito solo

    –Prefiero que lo hagamos en tu habitación

    –Etto… ¡Hai!


    Misaki guio a Usami hasta su habitación sin tener la menor idea de las intenciones del adulto, ni siquiera cuando la puerta fue cerrada con seguro, apenas pusieron un pie dentro. No fue sino hasta cuando fue recargado bruscamente contra la puerta cuando sintió temor.


    –¿Va a ha-hacer-me d-daño?

    –No, Misaki –le respondió, sosteniéndolo suavemente por ambos hombros

    –En-tonces d-dígame lo… lo que s-sea en lo que… que pue-eda ayudarle… –tartamudeó un poco nervioso por la cercanía– con… con… ¡con gusto lo haré!


    No supo exactamente si fue la vocecita titubeante, la mirada determinada del muchachito, o su ofrecimiento libre de suspicacia, pero eso despertó en el novelista un profundo deseo de protegerlo y amarlo intensamente. Sin más preámbulos rodeó la cintura del castaño con una mano y con la otra tomó su mentón para plantarle un profundo beso, grabando en su memoria su calidez y su suave textura.


    “Sensei… de alguna forma esto está mal… pero es tan cálido que no quiero que acabe”


    Akihiko iba a separarse del chico, pues aparentemente estaba algo aturdido, pero se retractó cuando sintió que se ponía de puntitas, y sus manecitas se deslizaban por su cuello para después enredarse entre sus plateadas hebras.


    “Él también…” Usami llegaba a una conclusión contundente


    Siguió besando al pequeño, primero suavemente para después hacerlo con mayor intensidad; Misaki correspondía torpemente mientras un encendido tono rosado teñía sus acaloradas mejillas.


    –Sensei –farfulló despacito, una vez que fue necesario separarse para respirar

    –Misaki… me has sido de gran ayuda –el adulto le dedicó una cálida sonrisa, aún más sincera que cuando hablaba con Takahiro

    –Etto… ¿en qué?


    “Para ser el típico adolescente crecido en Estados Unidos, es bastante inocente”


    –En descubrir lo mucho que te quiero



    VII.-


    Viernes. Ciertos reclutas del equipo de soccer salían de la escuela.


    –Bien, si no hay objeciones, nos vemos mañana a las dos de la tarde en mi casa para iniciar el trabajo que dejó Mikami-sensei –espetó Hiroki– Cuanto antes, mejor

    –No puedo –Shinobu fue el primero en protestar– Tengo que ir a asesorías

    –¡Pero tú no necesitas asesorías! Tienes diez en todo

    –Casi. Saqué nueve en Literatura y por eso debo ir

    –Pero…

    –Lo siento, pero no puedo cancelarle a Miyagi-sensei –dicho esto se fue, despidiéndose con la mano

    –Hmmm… -gruñó el castaño- bueno, seremos nosotros cinco entonces

    –Etto… yo tampoco puedo –espetó Chiaki

    –¡¿Qué?!

    –Hatori-sensei todavía no me levanta el castigo por jugar con mi PSP en clase la última vez– dicho esto también se fue

    –En fin –suspiró Hiroki– supongo que…

    –Temo que tampoco podré… tengo cita con el dentista.


    Mentira. En realidad Misaki tendría una cita con nadie más ni nadie menos que el afamado escritor Usami Akihiko, quien después de robarle su primer beso, le propuso una cita para conocerse mejor, y él con gusto había aceptado. Por obvias razones ni sus padres ni sus amigos estaban enterados de esto. Estaba tan emocionado con la idea que no pudo evitar soltar una risita boba.


    –¿De qué te ríes? –inquirió Onodera con ingenuidad

    –Etto… yo… ¡Del episodio de Los Simpsons donde Homero dice: no soy un hombre de plegarias, pero si estás en el cielo, sálvame por favor Superman (1)! –dijo lo primero que se le ocurrió

    –¡Oh, sí! Fue tan j*didamente épico



    Día D. Agradecía enormemente que su loca editora estuviera demasiado entretenida con la novela BL que –gracias al pequeño Misaki– recientemente escribió, pues de lo contrario no lo hubiera dejado de molestar con el otro manuscrito que tenía pendiente. Ahora se encontraba conduciendo en una carrera contra el tiempo para llegar a la casa de los Takahashi, en donde encontraría a su pequeño amor. Para buena suerte suya, Takahiro seguía trabajando y Manami llevó a Mahiro al dentista.


    El chirrido de los neumáticos de su Ferrari rojo llamó la atención de algunos transeúntes que pasaban por la avenida. Bajó del auto, causando suspiros a cada mujer que se encontrara cerca; a pesar de sus 36 años, su porte elegante y sus rasgos le daban un aire lozano y varonil. Pero eso a él no le importó, lo único que le importaba era el niño de ojos verdes que le esperaba, sentadito en las escalinatas frente a la casa, con los pies balanceándose y las manecitas cruzadas, haciéndolo ver sumamente adorable.


    –¿Listo? –le preguntó

    –¡Listo! –asintió el chico felizmente


    Akihiko le revolvió los cabellos y luego de eso le plantó un beso corto que fue correspondido. Unos instantes más tarde ya se encontraban dentro.


    –¿A dónde vamos, sensei?

    –Es una sorpresa –le respondió y le tomó la mano, provocándole un lindo sonrojo

    –Adivinaré… ¿La convención de anime y manga?

    –¿Cómo lo supiste?

    –¿Ah? ¿Adiviné? –preguntó inocentemente el ojiverde


    Y luego de eso los dos soltaron una risa. Más tarde llegaron al centro de convenciones.


    –¡Wow! –exclamó el niño con los ojos iluminados


    Centenares de personas iban de aquí para allá, algunas haciendo cosplay, otras formando interminables filas para conocer a algún mangaka favorito, algunas más comprando cualquier mercancía y otras más sacándose fotografías.


    –¿A dónde quieres ir primero?

    –Etto… la verdad no sé –el chico rio nerviosamente, jugando con sus dedos– La verdad es la primera vez que vengo a una convención

    –Oh… pero supongo que has visto algún anime ¿cierto?

    –Prefiero leer mangas… en Estados Unidos el anime suele estar muy censurado –se quejó haciendo un puchero muy tierno para el gusto del escritor

    –¿Ah, sí? ¿Cuál?


    Aunque no conocía mucho de este tipo de cosas, el escritor pensó que su elección fue buena, y eso lo demostraba la carita de emoción de su pequeño. Primero fueron a una tienda de DVD’s y encontraron títulos interesantes como Code Geass, Claymore, Ghost in the Shell, Hellsing, etc. Posteriormente fueron a presenciar una puesta en escena con cosplayers de Naruto. Más tarde decidieron comer en un restaurante, que era una réplica exacta de Ichiraku Ramen (2).


    –¡Vaya! Esto es mucho mejor de lo que imaginaba –decía el chico

    –Me alegra que te estés divirtiendo –espetó el escritor con una sonrisa sincera


    Así pasaban un rato agradable, sin tener la menor idea de que un muchacho de cabello gris y ojos negros les venía siguiendo la pista desde que Misaki saliera de su casa.



    CONTINUARÁ…



    Notas de la autora:

    1.- Esta frase la dice Homero en el episodio “Hemos perdido a nuestra Lisa” (español latino), que es el número 24 de la novena temporada, en la parte en que se sube a una cosa naranja (la verdad no sé cómo se llama) y no sabe cómo bajar. Creo que cabe decir que Misaki es fan de Los Simpsons, XD.

    2.- Supongo que ya lo saben, y si no, es el restaurante al que Naruto suele ir a comer.


    Espero que haya sido de su agrado este cap. Gracias por leer.
     
    Top
    .
79 replies since 19/11/2013, 23:27   5480 views
  Share  
.