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Meilin-chan+1
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Intrusa
Era de mañana y en el gran comedor ya estaban la mayoría de los estudiantes, los murmullos se oían y las risas y carcajadas no faltaban, en la mesa de Slytherin se encontraba la corte desayunando tranquilamente, al menos la mayoría.
La bella Narcissa suspiro mientras veía deprimida su plato, los ojos grises de Lucius la miraron con preocupación y curiosidad.
–Si sigues así te desinflaras Cissa – El rubio dejo de comer y puso una mano en su espalda acariciándola – ¿Qué es lo que pasa?
La oji-azul le miro triste y suspiro mientras apoyaba los codos en la mesa y sostenía su cabeza – No es nada Lucius, son solo problemas amorosos – el susurro se escuchó apagado aumentando la preocupación de la corte.
– ¿Es sobre la Señora Weasley? ¿Verdad? –La voz de Marilyn se escuchó mientras la miraba con la preocupación plasmada en sus ojos – Deberías olvidarla Cissy, ella está casada y no te hace bien ilusionarte – La rubia la miro y volvió a suspirar con tristeza,
–Es que a veces se comparta extraña conmigo, el otro día unos chicos de sexto me estaban acosando y ella apareció y me protegió – Una dulce sonrisa afloro en los labios de la rubia – Es como si yo… Le importara.
–No quiero entristecerte pero recuerda que es una Gryffindor, actúa por nobleza –Ethan, quien estaba a su lado, tomo su mano y la acaricio con delicadeza.
–Lo se Ethan, lo sé –La rubia se recostó su cabeza contra el hombro de Lucius y lanzo un pequeño sollozo – Es que la amo –susurro con la voz rota mientras ocultaba su cara en el cuello de Lucius.
El rubio abrió la boca para decir algo pero se calló al ver que los Merodeadores se acercaban sin buenas intenciones.
–Pero que tenemos aquí, ¡Si son la corte de plata! –James se puso delante de Lucius y alzo una ceja al ver a Narcissa – ¿Qué te pasa Black? ¿Quieres meterte en la cama de Malfoy? ¿O tal vez en la de Nott?
–Cállate imbécil, no te metas en lo que no te importa –James dirigió sus ojos avellanados hacia la castaña frente a el– Porque mejor no te vas a follarte a alguien, que bien que te gusta –El veneno en las palabras de Marilyn era claro, sus ojos azules le veían con furia.
–Riddle, tan encantadoramente hermosa pero con una lengua venenosa, me gusta –El castaño la miro con una sonrisa traviesa mientras la de
orbes azules le miraba con asco.
–Vete al diablo Potter –La castaña volvió a sentarse mientras intentaba seguir con su desayuno.
–Solo si tú me llevas Riddle –El de orbes avellana saco la varita y le apunto con una sonrisa – ¿Por qué no me muestras de que esta echa, su alteza? –El sarcasmo era palpable en su voz.
–Potter, te sugiero que te vayas antes de que pierda la paciencia –Marilyn apretaba los puños, a su lado, Bellatrix agarro la varita por si debía atacar.
–Yo me voy cuando se me dé la gana Riddle –Los ojos de James brillaban divertidos a cada palabra pronunciada por la castaña.
–Señor Potter, le sugiero que se retire a su mesa en este instante –La fría e inconfundible voz de Tom se filtró por los oídos de James sobresaltándolo.
–Solo pasaba a saludar Profesor –James se giró mirándole travieso mientras se retiraba.
La joven rubia se paró bruscamente mientras avanzaba rápidamente a la salida, sus ojos zafiros iban inundados de lágrimas contenidas. Narcissa caminaba muy rápido mientras miraba al piso, por eso cuando cruzo la esquina no se dio cuenta de que había otra persona y cayó al piso bruscamente.
–Oye, ¿Estas bien? – La rubia levanta sus ojos algo sorprendida al escuchar la voz, se encontró con el rostro de una mujer pelirroja con los ojos más azules que había visto en su vida – ¿Señorita Black? ¿Está llorando? –La voz de la mujer tenía un tinte de sorpresa pero también de preocupación.
Narcissa no podía decir nada, parecía que su voz se había ido y lo único que podía hacer era mirar a la mujer frente a ella con adoración. Molly apretó los labios y ayudo a levantarse a la rubia, por su mente pasaban muchas cosas pero lo principal era ayudar a su rubia perdición.
–Ven conmigo, vamos a tratar de ver que es lo que te tiene así ¿vale? – No recibió respuesta, así que lo único que hizo fue empezar a guiar a la joven hacia la cocina para así saber que le pasaba.
En la oficina del director los gritos se oían a la distancia, un furioso Tom alegaba e insultaba a una mujer de pelos castaños, esta se mantenía con una sonrisa maliciosa en el rostro mientras el director los veía tranquilamente. Cuando Tom termino de hablar la mujer se paró y camino alrededor del despacho.
–Solo seré la profesora de pociones Tom, ni más ni menos. No tengo nada contra ti o tu hermana –La mujer se detuvo frente a él con la misma sonrisa, sus ojos marrones le miraban fríamente– No debes preocuparte.
–Como veras Tom, la Señorita Gallegar no viene con malas intenciones –Intervino Dumbledore con una sonrisa enigmática – Espero que se lleven bien y dejen en el pasado sus diferencias. Tom, necesito que le enseñes a la profesora Gallegar el colegio, y que se la presentes a los alumnos de cada casa –El de ojos verdes se dio la vuelta de mal humor mientras caminaba a la salido siendo seguido por la castaña – Y Tom, estoy seguro que usted y la profesora Gallegar harán un buen equipo.
Tom no dijo nada y salió dando un portazo, no muy lejos de él le seguía Beatriz, quien con una sonrisa maliciosa maquinaba un plan en su cabeza.
–Deberían dejarnos salir a Hogsmade, ellos fueron los que empezaron Susurraba una malhumorada Bellatrix mientras le limpiaba una herida en el brazo Regulus – Mira que cuatro contra uno, eso es de cobardes.
–Ya sabes cómo son los Gryffindors Bella, alegan ser muy valientes pero solo son unos cobardes –Lucius miraba por la ventana con aburrimiento mientras Mary acariciaba su cabello tranquilamente.
–Y como saben que Narcissa puede echar el grito más agudo e infernal que hayas oído, van a por Regulus –Termino Ethan quien se encontraba leyendo un libro frente a la chimenea.
–Aun así me pone de mal humor que ellos si puedan salir y nosotros no –seguía susurrando Bellatrix– Me sorprende que la “justa” profesora McGonagall no les haya castigado como a nosotros.
–Tu sarcasmo me derrite Bella –La de orbes azules dejo el cabello de Lucius y se sentó al lado de Regulus – Pero somos Slytherins, y siempre nos trataran así.
–Y por mucho que queramos cambiarlo no nos dejaran –susurro la peli-negra con fastidio– Ya lo sé Mary, no tienes que repetírmelo. Aunque estoy segura de que si hubiera sido el profesor McCrabert quien los hubiera encontrado seguramente le valdría madres que fueran alumnos de su casa y la sangre hubiera llegado al rio.
Regulus, quien se había mantenido callado, miro sobresaltado a suprima mientras un sonrojo se apoderaba de sus mejillas – ¡¿Pero qué dices Bella?! Esas son tonterías, les hubiera castigado al igual que a nosotros, a diferencia de McGonagall, el profesor McCrabert si es justo – Bellatrix rodo los ojos al escuchar al menor mientras movía su cabeza de forma burlesca, abrió la boca para decir algo pero paro al ver como una enamoradiza Narcissa entraba por la puerta. Una inevitable sonrisa burlona se instaló en su rostro mientras alzaba una ceja en señal de picardía.
–Vaya, vaya, ha llegado nuestra querida enamorada –El tono de ironía era claro pero eso no le afecto a la rubia, pues se dejó caer encima de Ethan con una sonrisa de idiota en su cara.
–¿Por qué encima de mí?
El susurro de Ethan fue ignorado pues Narcissa enseguida empezó a parlotear.
–Es tan amable, es imposible que los Gryffindors sean tan malos si alguien como ella fue uno –La reacción de alzar una ceja fue automática para todos… Bueno, casi todos.
–Para el rollo y dinos que carajos paso –La rubia volteo hacia Ethan con la sonrisa de idiota todavía.
–La señora Weasley me encontró llorando en uno de los pasillos, me llevo a la cocina y me consoló pidiéndome que le contara que pasaba, me dio galletitas y un vaso de leche –Bellatrix al escuchar eso rodo los ojos y siguió curando los golpes de Regulus – Le conté que estaba enamorada y que esa persona no me correspondía, además que estaba en una relación, obviamente no le dije que era ella de quien hablaba, pero de repente se puso un poco escéptica conmigo y se le oscureció el rostro, me dijo que esa persona era un idiota y que no debía sufrir por él, al final me dijo que me fuera.
–Y se puede saber porque tu actitud de enamorada Cissy –Dijo Lucius mientras jugaba con su varita.
– ¡Porque se puso celosa! – Ethan se tapó los oídos ante el chillido de Narcissa y rodo los ojos antes de contestar.
– ¿Y qué te hace pensar eso Cissa?
–Te digo que después de contarle se puso escéptica, es obvio que estaba celosa.
–O tal vez pensaba que ojala no te hubieras enamorado de unos de sus leones –Narcissa miro a Bellatrix un momento antes de volver a caer deprimida.
–Tienes razón –Marilyn, quien veía todo en silencio, se paró al oír su tono de voz y se arrodillo frente a la rubia.
–Venga Cissa, no es para tanto, además, si ella no te corresponde pues sedúcela – En el instante que termino de decir eso cinco pares de ojos le vieron sorprendida– ¿Qué?
–Estás loca Mary, los leones no nos quieren ver ni en pintura y menos una leona graduada, casada y con hijos – la castaña volteo con una
sonrisa divertida pintada en sus labios ante lo dicho por Lucius.
–Entonces hagamos que nos empiecen a buscar hasta por debajo de las piedras, somos Slytherins y siempre obtenemos lo que queremos.
Los tacones se oían en todo el salón, los alumnos de Gryffindor y también los de Slytherins veían con atención los movimientos empleados por la mujer de cabellos castaños, quien se detuvo y examino el salón a través de sus ojos marrones.
–Buenos días alumnos, yo soy Beatriz Gallegar su nueva profesora de pociones –una dulce sonrisa adorno sus facciones mientras les miraba – Apenas estoy llegando así que no se mucho de ustedes y ustedes no saben mucho de mí, haremos una ronda de preguntas en donde ustedes me preguntaran a mi primero y luego yo a ustedes –Al terminar de pronunciar la frase varias manos del sexo masculino se levantaron, incluyendo a James – Usted señor Potter.
– ¿Saldría con un estudiante profesora McCrabert? –Varios de los alumnos rieron mirando a James con gracia.
–Solo si el profesor Dumbledore me lo permita –La sonrisa pícara que puso dejo paralizado a más de uno – El siguiente –Varias manos volvieron a ser alzadas – Señor Phoenix Malfoy.
– ¿Qué edad tiene?
–Veinticuatro años, siguiente –Esta vez los Slytherins alzaron la mano – La señorita… Riddle.
– ¿Estudio con mi hermano? –Los orbes azules de Marilyn estudiaban con sumo cuidado a la perdona frente a ella.
–Claro que sí, íbamos ambos en Slytherin – un jadeo de sorpresa de parte de los Gryffindors inundo la habitación – Supongo que me recuerda señorita Riddle, porque en aquellos tiempos Thomas era menor de edad y no podías quedarte con él, así que el profesor Dumbledore les adopto y empezaron a vivir aquí en el castillo – Los Gryffindors soltaron una risita mientras veían fijamente a la castaña – ¿No lo recuerda?, la verdad es que me sorprende que quedaras en Slytherin, recuerdo que eras tan vivaz, terca y valiente como un león pero al parecer los genes Riddle ganaron –la mayor alzo una ceja en gesto de burla mientras miraba a la más joven – Según tengo entendido tu heredaste el collar de la Reina de la Corte, me sorprendería ya que eres mestiza pero tu hermano fue el primer mestizo en tener un puesto en la corte así que ahora me da igual. Siguiente –Nadie alzo la mano, la tensión se sentía en el aire haciendo que la mayor sonriera – Me toca. Señor Snape, he oído que también perteneces a la corte, lo cual me deja sorprendida, me explica cómo es posible.
Los labios del pelinegro se apretaron mientras veía a la mujer – Es personal –susurro mientras veía como esta ensanchaba su sonrisa.
–Señorita Riddle ¿Qué se siente tener un amor platónica evidentemente imposible con uno de los Gryffindor? –Las miradas de asombro fueron dirigidas a la castaña más joven, quien con las mejillas rojas y los ojos cristalizados salió dando un portazo siendo seguida por unos preocupados Lucius y Ethan y una enfurecida Bellatrix –quiero que para la próxima clase me traigan una redacción sobre sus vida, pueden retirarse.
James echo a correr hacia Marilyn, quien caminaba sola por uno de los pasillos. Al alcanzarla la empujo al suelo y empezó a caminar alrededor de ella mientras jugaba con su varita.
–No me puede creer que la profesora Gallegar haya pertenecido a vuestra casa –Decía un divertido James mientras caminaba alrededor de Marilyn– Dime Riddle, tu que has estado aquí toda tu vida ¿Cómo era la profesora Gallegar en sus días de estudio?
La oji-azul miro al de cabellos negros con fastidio antes de empezar a responderle – Creo que eso rompería tu fantasía, y por si no te has dado cuenta, mi hermano se acerca por el pasillo, así que si no quieres que rompa tu corazón más de lo que ya esta será mejor que te apartes – El susurro y el veneno de las palabras hizo que James la mirara con la sorpresa pintada en su rostro – Cuando aceptaras, que por mucho que te le insinúes a mi hermano, soy yo la que más le importa… A ti ni siquiera te mira, así que empieza a reconsiderar tus estúpidas tácticas de conquista, porque si sigues así el nunca volteara a verte imbécil– término de decir para pasar por su lado molesta e ir corriendo hacia Tom, quien con una mirada calculadora miraba a James para luego voltearse y recibir a su hermana con los brazos abiertos.
James miraba la escena a la lejanía sintiendo un dolor fuerte en el pecho– Lo se Riddle… Lo sé. Sin embargo, haré lo hasta lo imposible para darte la guerra, así que no te confíes.
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Gryffindor y Slytherin: El origenHan visto una version de la historia, pero ahora yo les mostrare otra ¿Quieres que te la muestre? (Reescrito) |
