Besos bañados en lujuria sabor chocolate *ONESHOT +~EXTRA~ (12-07.14)* (LEMON)

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  1. kuroshiyaoi
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    ~Hola a tod@s~ :=NEWWWA:

    ¿como les ha ido?
    ha pasado tiempo desde la ultima vez que contesté al tema, pero he vuelto con el tan ansiado extra :)
    me he recuperado un poco de la depresión de la cual estoy sumergida desde hace mucho (creo que ya son cerca de 7 años)
    en otro de mis fic había puesto la razón por la cual no había escrito por tanto tiempo...

    bueno, dejemos atrás las cosas malas y prosigamos:

    éste extra trata sobre una "cita" de la pareja, ubicada temporalmente un mes después del oneshot, está marcada por la sensualidad de un Misaki completamente excitado y un Akihiko que no desaprovecha las oportunidades XD

    Decidí llamar a este capitulo "AFRODISIACO" porque creo que es lo más importante en éste

    ojalá lo disfruten... :)



    ¡~EXTRA~! “Afrodisiaco”



    -¿No crees qué es genial comer afuera de vez en cuando?


    -Es verdad.


    Akihiko sonrió burlonamente a la vez que asentía, no iba a negar que Misaki tenía razón. Sobre todo después de haberse pasado todo el mes trabajando como loco para entregar el manuscrito atrasado por “asuntos de vital importancia” a Aikawa, ignorando completamente todo a su alrededor, todo eso para no seguir escuchando las molestas quejas de su editora, incluso su cumpleaños lo habría olvidado de no ser por su “pequeño angelito de ojos esmeralda” que le se lo recordó y lo persuadió para que tuvieran una cita…


    Misaki le sonrió de vuelta sintiendo un gran alivio al escuchar su enérgica voz. Lo había visto desfallecer más de diez veces en ese corto periodo de tiempo. Le pedía de manera casi suplicante para que se tomara un descanso de su trabajo, una y otra vez, sin resultados favorables. Llegando hasta el punto de seducirlo de distintas maneras para que se alejara de ese maldito escritorio que lo ataba por un par de horas. Pero había sido extrañamente ignorado por su pervertido amante.


    -Sabes, aún sigo pensando que lo que realmente quieres comer es otra cosa…no sé, algo como “carne”…


    Sonrió lascivamente, fijando profundamente sus vívidos ojos amatista en los del chico, quien reía nerviosamente producto de las sospechosamente pervertidas palabras de su parte, haciendo lo posible por ocultar sus intenciones…


    -¡…!


    Misaki dejó de sonreír, sus mejillas se tornaron coloradas. Dejó que su cuchara cayera en el plato con un fuerte sonido metálico, se levantó tembloroso de la pequeña mesa para dos, miró de reojo a su izquierda, esperando que el camarero que yacía de pie a su lado con una jarra de leche para el café no hubiera escuchado esa insinuación.


    -Um…vo…voy al baño


    Dijo aturdido, más de lo que una persona normal estaría. Avanzó rápidamente hacia la puerta, sabiendo que hacer eso solo lo haría ver más sospechoso.


    -Arg… ¿Vamos, qué estoy haciendo?


    Se regañó a sí mismo frente al gran espejo del tocador, nunca había tenido esa capacidad de responder sensatamente a ese tipo de insinuaciones, no era lo suficientemente desvergonzado como para hacerlo. Tampoco era capaz de actuar como el adulto que era frente a asuntos como eso, menos cuando era algo que daba perfectamente en el blanco.


    -¿Acaso no deseas eso?


    Enfrió sus coloradas mejillas con el agua que estallaba con fuerza fuera del grifo. Afortunadamente para él, en ese momento se encontraban bebiendo café, por lo que pronto dejarían de entrar y salir personas de la suite. Por lo que podía esperar sentado hasta que se retiraran. Pero se encontraba un poco humillado por su propia reacción como para intentarlo siquiera, el hecho de mostrar su cara allá afuera le aterraba. Era una actitud infantil y lo sabía, pero aun así deseaba un poco más de tiempo para calmarse y pensar.


    -Solo debo actuar normalmente


    Revolvió sus bolsillos en busca de algún caramelo o algo que quitase su estrés por el momento, encontrándose con una pequeña botella de cristal oscuro. Sin notarlo la llevó a sus labios, bebiendo lentamente de ella. Un líquido sabor dulce y amargo a la vez jugaba con su paladar, parecía elevar su temperatura corporal y agitar su serena respiración, era algo que sólo podía ser…


    -¡Mierda!


    Miró detenidamente la botella e intentó escupir lo que había tragado, era el afrodisiaco destinado al café de Akihiko. Ahora este se encontraba en su cuerpo ¡Se lo había bebido!


    -¡NO, no, no!


    Con desesperación llevó sus manos a su lengua, intentando limpiarla. Como si pudiera eliminar la droga y sus próximos efectos en su organismo con eso. “Maldita sea”


    -¿Misaki estas bien?, has estado mucho tiem… ¿Qué haces?


    Misaki dio un pequeño salto al oír la voz de su amante, volteó hacia el mientras tiraba rápidamente la botella vacía en el papelero. Se paralizó al verlo de pie junto a la puerta, los colores se le subieron al instante al rostro, no solo por ser descubierto mientras hacía un estúpido reflejo producto de su torpeza, sino que también porque de alguna forma Akihiko se veía extrañamente mucho más atractivo y sensual que de costumbre.


    -Ah, usagi san…yo…veras…pues…em…y…también…- Intentó decir una excusa lógica, pero era imposible, pues se encontraba nervioso por la presencia del otro.


    Akihiko rio mientras se acercaba al inquieto chico, fingiendo no interesarle más que una cosa. Lo abrazó con fuerza, siendo invadido al instante por la dulce esencia a frutilla que emanaba del cabello de Misaki, atrapó su lóbulo izquierdo con sus labios, jugando enérgicamente con él, sacándole pesados suspiros a su amante.


    -…Al fin se fueron…- Susurró suavemente, estremeciendo al chico con su voz


    -Usagi san…


    -¿Si?


    Sacudió levemente su cabeza. Se sentía un poco mareado, a pesar de no haber bebido lo suficiente como para embriagarse. Su cuerpo pesaba y se encontraba somnoliento, un balbuceo se escapó de sus labios cuando intentó decir algo. Abrazó con fuerza al mayor, queriendo besarle torpemente, fallando al instante, dejándose caer sobre el frío piso…


    -¿Misaki?


    *…*


    -¿Qué pasó…?- murmuró Misaki apenas abriendo los ojos en la oscuridad.


    -Te desmayaste…


    La voz de su amante sonó atractiva en sus oídos, estimulando completamente sus sentidos. Una extraña sensación en su entrepierna le molestaba desde que había despertado. Cómo una dolorosa presión que solo sentía en situaciones aisladas, como si en éste preciso instante se encontrara…


    -Lo siento, no fue mi intención causarte problemas en tu día libre…


    -No hiciste nada malo como para disculparte


    Akihiko llevó su mano hacia la frente del menor, posándola con suavidad y cuidado, dejándola ahí por largos segundos…


    -¿Qu…Qué haces?


    Su corazón latía sin control, su cuerpo se tensó al instante y sintió como una corriente recorría sus nervios, jadeó suavemente. La fría mano de su amante se sentía demasiado bien, tanto que deseaba que esta recorriera todo su cuerpo…


    -Tienes fiebre…


    -No creo…


    Akihiko se volteó en dirección a Misaki, sentándose a su lado, llevó su mano hacia el torso desnudo del chico y situó su mano ahí. La piel del muchacho ardía, su rostro estaba teñido de carmín y su respiración se había tornado rápida e irregular. Hizo una mueca mientras se acercaba a la cara del chico.


    -Tienes fiebre, estás ardiendo.


    Misaki cerró sus ojos y abrió su boca, sonriendo levemente. Realmente la mano de Akihiko se sentía bien. “tocame más…”, pensó.


    -No pongas esa cara, me haces creer que quieres…


    Su boca fue callada por la ardiente lengua del muchacho, la cual se deslizaba con gracia por la cavidad, invitando a la suya a danzar con ella. No tardó en relajarse y corresponder a la insinuación de su novio, tomando en pocos segundos el control del beso…


    -Tengo fiebre…pero por otra razón…


    Tomó la mano del mayor, guiándola lentamente hacia su dura entrepierna, moviéndola en torno a esta, gimiendo necesitadamente.


    -Misaki…


    Akihiko buscó los labios del chico, devorándolos con ardiente pasión, tirándole hacia adelante, obligándole a sostenerse de su amplia espalda. Retiró hábilmente la única prenda de vestir de su novio, revelando en el momento la erección que se erguía hacia su plano estómago. Sonrió mientras deslizaba su mano sobre la hombría del muchacho…


    -Usagi san, más…- jadeó el chico, llevando su cuello hacia atrás por la deliciosa sensación.


    Sin dudarlo, Akihiko beso lascivamente ese blanco cuello de porcelana, dejando en el, pequeñas marcas rojizas, jadeando silenciosamente por el calor que rápidamente crecía en su interior.


    Una pequeña mano se acercó a tientas a su cadera, bajando con dificultad el cierre de su pantalón, deslizándose hasta encontrarse con su miembro, que poco a poco despertaba y endurecía. Ahogó un ronco gemido que emergía de su boca, a la vez que temblaba.


    -Nnn…


    -No es justo que solo yo disfrute… ¡Wow! Estás tan…caliente…


    Devoró los labios de Misaki con pasión, acortando más la distancia entre sus cuerpos. Vaya, el chico estaba realmente juguetón esta noche. Y aun sin saber la razón de su excitación, la aprovecharía al máximo.


    -Tú me pones así.


    Misaki escondió su rostro en el hombro del mayor, degustando provocativamente la firme piel de su clavícula, llenándola de besos, marcas y una que otra mordida. Sacando eróticos sonidos de la boca de su amor…


    -No digas esas cosas…Ahhh…


    -Pero si es la verdad.


    Fue empujado hacia las desordenadas sábanas, quedando recostado sobre su espalda. Sus piernas fueron delineadas por los finos dedos fríos de Akihiko, hasta llegar a su cadera. Donde jugaron con la esencia que lentamente fluía de su miembro. Estremeciéndolo, haciéndole gemir dulcemente.


    Movió una de sus manos hasta los glúteos del chico, hasta el lugar que sólo él conocía y tenía derecho a tocar. Colocando un dedo por la estrecha abertura, moviéndolo en círculos, frotando sus entrañas que ardían incluso más que la piel de su amante, buscando ese punto especial, donde todo se tornaría súbitamente más placentero…


    -Más…justo ahí- gimió.


    Como si fuera una esperada orden otro dedo se unió al juego, aumentando rápidamente los eróticos gritos que Misaki hacía…


    Un violento estremecimiento lo recorrió con premura, su espalda se arqueó y sus caderas se elevaron. No pasó mucho tiempo antes de que se blanca semilla empapara su abdomen…


    -Usagi san…por favor…


    -¿Qué?


    -Entra, satisfaceme…- quería salir corriendo, o por lo menos esconder su colorado rostro de la pervertida mirada de su amante. Era vergonzoso, pero por culpa de la droga quería más…


    Akihiko sonrió, nunca creyó que su niñito diría cosas como esa. Buscó su boca, degustándola con la misma pasión que sienten las bestias hambrientas al comer de su presa.


    -Como gustes


    Tomó las piernas de Misaki y las levantó, dejándolas reposar sobre sus hombros. Se acomodó en la entrada de éste, embistiendo suavemente, gruñendo en voz baja mientras avanzaba por el estrecho pasaje que ceñía cada vez más…


    -¡Ahhh!


    -Misaki…


    Se besaron nuevamente, a la vez que sus caderas bailaban al mismo compás. Los jadeos y gemidos subidos de tono llenaban la habitación, haciendo eco en las paredes y en ellos mismos, inundándolos de salvajes instintos de placer y sobreexcitación. Misaki buscó otra vez el cuello de su amante, llenándolo de besos y marcas de un sutil color rosa. No sabía bien porqué, pero hoy el cuerpo de Akihiko tenía un sabor muy adictivo.


    -¿Tengo buen sabor?- Jadeó Akihiko mientras sonreía.


    Misaki asintió con una expresión pervertida en su rostro.


    -Eres delicioso…


    -Pero no tanto como tú lo eres.


    Jaló al chico hacia adelante, sentándolo en su cadera, haciendo que lo montase como a un caballo, penetrándose con su propio peso y la ayuda de la gravedad, marcando un ritmo solo con su fuerza. Gritó lascivamente, ya no era capaz de seguir escondiendo sus gemidos, tampoco razonar algo distinto a hacer más duradera la sensación de ser llenado por su novio, esto se sentía bastante bien como para mantener la calma. Sonrío sin notarlo.


    Sudor se deslizaba lentamente por los cuerpos de la ardiente pareja, sus pechos se expandían y contraían notoriamente, sus cabellos se hallaban desordenados y humedecidos, otorgándoles credibilidad a su excitación. Akihiko levantó sus caderas, embistiendo al muchacho, entrando más profundo en él. Estremeciendo sus paredes internas, su voz y su ser…


    -Ahhh…usagi san


    -Misaki, no…no aprietes tanto…que voy a…


    El chico se encorvó, levantando su sudado cabello, agitando violentamente su cadera, su pelo. Un agudo gemido salió de su garganta, y el erecto miembro expulsó su líquido vital, salpicando su abdomen y el de su amante.


    -Ah…


    Una cálida marea y un ronco grito le indicaron que Akihiko también había llegado al orgasmo, había soltado su carga dentro. Estremeciéndolo. Ambos jadeaban pesadamente, abrazados, dejando caer sus cansados cuerpos sobre el desordenado mar de sábanas blancas. Compartiendo sus labios de vez en cuando.


    -Nunca creí que una droga fuera tan poderosa…-Murmuró Misaki escondiendo su rostro de Akihiko.


    Había vuelto en si casi instantáneamente después de venirse por segunda vez, siendo embargado por una profunda vergüenza, habitual en éste tipo de situaciones. Deseos embarazosos que había mantenido ocultos fueron expuestos con tan solo un trago de afrodisiaco, en solo unos fugaces segundos…


    -¿Dijiste algo?


    -Ehh…nada…solo que…em…”vamos Misaki, actúa como si nada” fue…increíble ¿No crees?


    -Fue tan increíble que quiero otra ronda…


    Llevó las sábanas sobre su cabeza, sin importarle cuanto calor sintiese, ni cuan incomoda fuera la sensación pegajosa en la parte baja de su cuerpo. Solo le importaba una cosa: ocultar su avergonzado rostro de la pervertida mirada de su amante.


    -Bue…nas noches…estoy muy cansado


    Akihiko sonrió, Misaki era tan lindo cuando actuaba de esa forma…


    -Buenas noches


    Abrazó su cuerpo desnudo con delicadeza, bañó su nuca con su tibia respiración. Quería verlo estremecerse una vez más antes de dormir. Llenó la zona con besos antes de murmurarle tiernamente:


    -Te amo…


    Misaki sonrió, él también lo hacía, pero le apenaba decírselo a la cara. Se volteó suavemente, escondiendo su cara en el esculpido pecho de su novio. Plantó un beso en la clavícula y dijo temblando por la vergüenza:


    -Gracias…


    -Cuando despiertes no te salvas, todavía no he recargado completamente…


    Misaki tembló de miedo ante las palabras de Akihiko, había cavado su propia tumba nuevamente y nadie lo salvaría.

    ~FIN~

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    Bueno, eso es todo por ahora, espero porder seguir adelante con mis fics y esas cosas

    ojalá les haya gustado y me encantaría que leyeran otros de mis escritos si tiene oportunidad

    nos leemos en algun otro fic... :=deeaaah: :=deeaaah:

    besitos :=uuhuhuhus:
     
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12 replies since 15/2/2014, 05:01   1508 views
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