Persianas - Sessh x Inu (Finalizado)

" Todo es según el cristal con que se mira " reza el conocido refrán. Pero... ¿ Y si lo miramos a través de las persianas, como atrevidos observadores ? Entrando en el íntimo mundo de alguie

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  1. Hoshi no Hikari
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    Aclaraciones del capítulo:

    ¡ Hoooola a tod@s !
    Escribí éste capítulo que les publico hoy, solo que me quedó muuuy largo y mejor lo dividí en dos partes.
    Así que aquí tienen la primera de ellas, espero no estarme pasando de melosa y los deje demasiado empalagados, pero es que éstos cachorritos andan medio dulces..

    Espero les guste. :)






    Capítulo 7 ( Primera parte )


    ¿ Quieres amarme ?









    El amor dentro de su complejidad debería ser un asunto sencillo.
    Debería estar al alcance de todos, sí se supone está a nuestro alrededor todo el tiempo.

    La teoría es : el amor mueve todo, motiva todo, es el impulso invisible y poderoso que activa todo lo que nos rodea, ya sea dirigido a una persona, actividad, profesión o cualquier asunto que implique cierta pasión y entrega. Es el combustible perfecto que mueve el complejo engranaje que forma nuestra ilimitada realidad.

    Todos lo buscamos, anhelamos su encuentro, darlo, recibirlo y casi respirarlo. Sin él nuestra vida languidece, nuestro corazón muere en
    vida, nuestra alma cae presa de helada, solitaria y oscura soledad.

    Nuestro corazón ansia vivir inmerso en esa etérea calidez , envuelto en un remolino intermitente de ternura y pasión, escuchando y emparejándose con el eco del de aquel que nos cobija con su amor y al cual entregamos todos cuanto somos.

    Si es así…

    ¿Por qué es tan difícil tenerlo de verdad ?

    ¿Por qué huye de nosotros cuando lo perseguimos ?

    ¿ Por qué nos persigue cuando huimos de él ?

    ¿ Por qué es tan complejo y esquivo ?

    Quizás lo que sucede es que lo que lo hace tan tentador es precisamente eso… lo casi inalcanzable, lo difícil que es tenerlo en las manos y mejor aún… en el alma.

    Quizás el problema no está en el amor mismo, sino en los obstáculos y ataduras que se encuentran en nuestro interior, muchas de las cuales han sido puestas por nosotros mismos en un afán por protegernos contra el dolor.

    Deberíamos escuchar con más atención a nuestro corazón, poner más atención a los anhelos de nuestra alma… deberíamos escucharnos a nosotros mismos y por encima de todo… no perder de vista nuestros verdaderos sueños.

    Así tal vez, podríamos entregarnos al placer infinito del amor.

    Dejaría así de ser solo un inalcanzable sueño…







    … sueños, plácidos sueños han acompañado a Inuyasha a lo largo de la noche, inquietantes dentro de lo grato que puedan resultarle

    Ha pasado la mayor parte de la noche sumergido en gratos sueños donde el común denominador ha sido una muy especial presencia, un par de bellos destellos dorados, tibias , manos que le prodigan cálidas caricias y unos labios que se aferran a los suyos, robándole el aliento y le entregan un sensual roce, que le altera el corazón y le estremece el alma.

    Aunque para su desconsuelo, la llegada del nuevo día lleno de posibilidades, también trae consigo la cordura, la plena consciencia y las limitantes que él mismo se pone en sus actos.

    Al abrir los ojos, se pregunta si todo lo que recuerda ocurrió en realidad o fue solo parte de un largo sueño o simplemente una jugarreta de su confundida mente.

    Conforme retoma su rutina matutina, la realidad va retornando de forma paulatina a él.


    “ ¡ Esto es tan difícil de asimilar !
    Ya no me cabe la menor duda de realmente ocurrió, no puedo negarlo más pues recuerdo vívidamente cada detalle, cada roce, cada inquieto latido de mi corazón… aún lo, percibo todo.
    Sesshoumaru, has sembrado la duda en mi interior o mejor dicho, has revelado una inquietante e inesperada respuesta dentro de mí ”.


    Sus ojos se abren asombrados al comprender lo que ya siente en su interior lo cual es inútil negar.



    - ¡¡ No, eso no ! ¡ No puede ser posible, todo esto es un error !
    Un error que no me permitiré – exclama ya en vos alta, echando a correr con todas sus fuerzas, apretando los puños, durante el último ramo de su cotidiana carrera matutina. – así sea contra mi voluntad… ¡Esto es algo que no me permitiré ! –



    No quiere pensar más en el asunto, no sea que las cosas le queden aún más claras de lo que ahora lucen ya.






    -----------------------------------------------------








    Más tarde sin embargo al llegar a su trabajo y contemplar lo que sucede ante su mesa de trabajo, una buena parte de su determinación se evapora.

    Puede ver como un empleado encargado de la limpieza del lugar está terminando de asear su sitio, pero Inuyasha ha llegado en el momento justo en el que el hombre coloca en una enorme bolsa uno de los últimos paquetes que contienen pockys, los cuales el diseñador había ido acumulando sin tocarlos.

    A su mente llega como un flashazo un reciente recuerdo:


    “ ¿ No llevarás pockys de chocolate con almendras ? ”


    Esa “ inocente pregunta” hecha por Sesshoumaru la noche anterior le ayuda a aclarar de golpe la duda sobre los misteriosos obsequios, después de todo ¿ cuánta gente ahí sabe un detalle así, sobre sus gustos personales.
    Shippou al parecer no tiene nada que ver… tal vez sea solo una sospecha, pero todo apunta hacia el mismo lado.



    - ¿ Oiga, qué supone que hace? – le dice aproximándose al empleado.

    - Disculpe… ¿ A qué se refiere? – le pregunta ese hombre volteando a verle intrigado.

    - Le pregunté que… ¿ Qué cree que hace con mis cosas? –

    - ¿ Se refiere a todos éstos paquetes? – le dice levantando uno con la mano que tiene libre, mostrándosela a Inuyasha.

    - - Sí, justo a esos –

    - - Sólo obedezco órdenes, librándolo a usted de éste molesto estorbo –

    - ¿ Estorbo? – exclama Inuyasha tomando la bolsa de las manos del empleado, inclusive quitándole el paquete que tiene en la mano.

    - ¡ Hágame el favor de dejar mis cosas en su lugar, no me estorban en lo absoluto y en todo caso, pensaba llevármelas hoy a mi casa. –



    El hombre se disculpa inclinándose ante Inuyasha.



    - Lo lamento, pero solo le aclaro nuevamente que yo solo obedecía órdenes explícitas de retirarle los paquetes que parecían no ser importantes para usted y podrían entorpecerle su trabajo, así que yo debía de ocuparme de desecharlos –

    - ¡ Desechar nada ! le agradeceré deje mis cosas como están –

    - Sí señor, como diga –



    Cuando el hombre se retira ya, Inuyasha le detiene de improviso para hacerle una pregunta.



    - Disculpe ¿ Podría decirme si había un paquete como éstos sobre mi mesa cuando usted llegó ? –

    - No, sol los que se apilaban sobre su escritorio –

    - ¡ Gracias! – responde Inuyasha tras lo cual el hombre se retira del lugar.


    “ Seguramente al ver mi desinterés en los obsequios, ya no aparecerán más” – piensa Inuyasha con cierto aire de desanimo.



    Minutos más tarde cuando Byakuya llega de muy buen humor y se aproxima a la mesa de Inuyasha, éste ya se encuentra concentrado en su trabajo, una cajita de pockys de fresa ya se encuentra a su lado abierta y uno de ellos ya es saboreado por Inuyasha.



    - ¡ Hola Inuyasha! Veo que decidiste finalmente comerlos –

    - Sería un desperdicio no hacerlo -

    - ¿Ya tienes idea de quien los deja todos los días en tu mesa? –

    - ¡ En lo absoluto !, no puedo imaginar quién sea – por alguna razón Inuyasha le miente a Byakuya y viendo con más calma a su amigo,
    le pregunta.

    - Hoy luces de muy buen humor ¿ Qué tal tu salida de ayer? – de verdad Inuyasha tiene curiosidad por saber qué pasa con ese delgado chico y su amigo de la universidad

    - ¡ De maravilla Inu chan! De verdad que Kouga es un muy buen chico y un excelente amigo –

    - ¿Amigo solamente? Tengo la sospecha de que no solo de esa manera te interesas en él ¿ Me equivoco? –

    - Ya somos buenos amigos… por el momento – le responde Byakuya guiñándole un ojo de forma pícara.

    - ¡ Ah, comprendo ! tenía razón… no te conformarás solo con eso-

    - Me parece que Kouga y yo podemos ser mucho más que amigos –

    - ¡ Enhorabuena Byaku ! me dará mucho gusto por los dos – Inuyasha es sincero en lo que le dice . “Estoy seguro que será una buena pareja para Kouga, ya merece ser feliz de verdad ” , son los pensamientos que cruzan por la mente de Inuyasha, quien está a punto de decir algo más, pero prefiere dejar la charla para más tarde, pues debe apurarse , la presentación de la campaña de la que se ocupa será en dos días y aún le faltan algunos detalles para terminar.






    ---------------------------------------------------------








    - ¿ Sesshoumaru Sama ? le traigo lo que me pidió –



    Es su secretaria que se ha detenido en la puerta de la oficina, esperando la autorización para entrar.



    - Adelante Kanna –

    - Aquí está el expediente de Takahashi Inuyasha San con toda su información –

    - Muy bien, puedes retirarte –



    En seguida Sesshoumaru se pone a revisar con calma la carpeta del diseñador gráfico.



    - ¿ Así que tu cumpleaños es el próximo viernes? – murmura mientras sigue leyendo – solo eres 3 años menor que yo. En cuanto al festejo de tu cumpleaños… yo me encargo – dice pensativo – aunque me parece conveniente dejarlo para el día siguiente.-



    Oprime el botón del intercomunicador.



    - Kanna, necesito que me hagas un par de reservaciones para el próximo sábado.

    - Sí señor , enseguida me ocupo de ello –




    No pasa mucho tiempo, cuando al dar la hora del almuerzo Sesshoumaru se queda un rato más en su oficina ocupándose de algunos papeles.



    - Señor, Naraku san pide hablar con usted – se vuelve a escuchar la voz de Kanna.

    - Supongo que era de esperarse – murmura Sesshoumaru molesto – Hágalo pasar –

    - Esto será interesante – dice para sí el joven No Taisho .



    Casi enseguida se abre la puerta de la oficina y sin mediar palabra, ingresa Naraku a dicho lugar y se sienta sin más en el sillón ubicado frente a el escritorio de Sesshoumaru, quien lo observa fijamente, arquea una ceja y molesto exclama:



    - ¡ Sí adelante, puedes pasar y ponerte cómodo ! –

    - ¡ Gracias… jefe ! - le dice seco Naraku.

    - Puedo ver que vienes de “ buen humor” – le dice irónico Sesshoumaru.

    - Déjate de tonterías ¿ Quieres? Será mejor que vayamos al grano… Supongo que sabes a que vengo –

    - No tengo idea – dice de modo burlonamente ingenuo Sesshoumatu- ignoro que asunto te trae por aquí –

    - ¿ Te suena acaso un asunto llamado Inuyasha ? –

    - ¿ Inuyasha, Inuyasha ? como que me suena el nombre –

    - ¡No te hagas el tonto ! sabes perfectamente de quien hablo y sabes también de mi interés por él –

    - ¿ Y qué con eso ? –

    - ¡¿ Que qué con eso? ¡ Vengo a exigirte me digas que demonios planeas con él! –

    - ¿ Sobre qué ? – Sesshoumaru está disfrutando realmente hacer perder la paciencia a su amigo.

    - Sobre la grandiosa idea de llevarlo en tu auto, cuando sabes que yo ando tras de él –

    - Yo no tengo la culpa de haberme encontrado con él y que prefiriera regresar conmigo en lugar de contigo –

    - Pero tú sabes que deseo acercarme a él, lo vi primero y me interesa… ¡ Yo mismo te lo dije ! - exclama ya de forma más molesta
    Naraku.



    Sesshoumaru comprende que no dejará llegar más lejos a Naraku, así como no tolerará que le exijan explicaciones de sus actos.



    - Me parece Naraku que va siendo tiempo de poner las cosas claras para ti :
    Para empezar, ni tú ni nadie me va a decir a quien puedo o no llevar en mi auto,
    En seguida, yo no forcé a Inuyasha a viajar conmigo… de hecho fue tú tu presencia la que lo hizo.-

    - ¿ Cómo dices? ¿ Que mi presencia quueeeé? –

    - ¡ Déjame terminar ! – le ordena Sesshoumaru de forma helada.- Pues bien , así es ¿ Acaso crees que porque tú tienes interés en Inuyasha, él inmediatamente te aceptaría? Ya viste que él incluso que te evade, lo único que quiere es que lo dejes en paz…
    Por último ¿ Quién te dijo que fuiste el primero en poner su atención en Inuyasha ? –

    - ¡¡ No me vengas con eso Sesshoumaru !! ¡¡ No me fastidies !! ¡¡ Si a ti no te gustan los hombres !! tú siempre me demostraste que no eras homosexual cada que he intentado acercarme a ti… ¡ Mierda no te entiendo Sesshoumaru, me he pasado una eternidad tratando de ser algo más que un amigo para ti – le suelta casi con desesperación -

    - Entonces cuarto punto – añade Sesshoumaru con toda calma:
    El que tú no me atraigas no quiere decir que no pueda gustarme algún otro hombre si descubro que mis preferencias han cambiado o nunca fueron lo que yo creía. En todo caso soy libre de aceptar un cambio e incluso aceptar en verdad quien soy y en eso no niego que Inuyasha ha tenido un papel determinante –

    - ¡¡¡ Queeeé !!! – Naraku lo mira con los ojos abiertos como platos, que ahora además parece que lanzarán chispas en cualquier momento.


    Sin embargo Sesshoumaru continua como si nada pasara:



    - Ahora déjame aclararte algo, te dejé actuar solo para ver como hacías tus inútiles intentos, pues yo sabía que no pasarían de ser solo eso, sin embargo se agotó mi paciencia… ¡ Ya no más ! –

    - ¡ Así que es solo eso lo que te mueve ! ¿ Tu maldito ego y tus ansias de sentirte el vencedor en una estúpida competencia por alcanzar un codiciado trofeo de linda cara?

    - ¿ Y tú que sabes de mis verdaderos motivos? ¡¡ Tú no sabes nada !! en todo caso … ¿ Qué me dices de ti? Cuando solo se trata de conseguir uno más para llevarlo a tu cama, para agregar un número a tu cuenta, sin importar el daño que puedas causarle –



    Naraku lo mira con rabia, pues sabe que Sesshoumaru ha acertado, sin duda lo conoce demasiado bien.



    - Yo me fijé primero en Inuyasha, desde el momento mismo en que él llegó a solicitar el trabajo y ni tú ni nadie me va a decir lo que debo o no debo hacer ¿Entendiste? Y si tanto te interesa tendrás que competir conmigo, pero el que tendrá la última palabra será Inuyasha. – La mirada de Sesshoumaru se torna entonces rojiza cuando mira de forma más directa a Naraku y su voz se vuelve a oír:

    - Pero te advierto una cosa Naraku… ¡ Cuídate de intentar siquiera lastimar a Inuyasha porque no te lo perdonaré y sufrirás las consecuencias de ello bajo mi propia mano ! ¡¡ Espero haber sido bastante claro!! –



    Naraku se sonríe burlón…



    - ¿ Así que el gran Sesshoumaru Sama se ha enganchado más de lo que yo hubiera imaginado y más de lo que él se atreve a aceptar, con ese insignificante diseñador ? está bien… ¡ Acepto el reto! –

    - ¿Insignificante dices? Ja,ja,ja … pero él ha logrado lo que ni tú ni nadie ha podido antes – le dice con desprecio, lo cual sin duda lastima en lo más profundo al joven de rojiza mirada.

    - Pero… - aún trata de replicar algo Naraku, a pesar de que se ha quedado sin argumentos.

    - ¡ Pero nada ! así son las cosas y me tiene sin cuidado si estás de acuerdo o no, en todo caso Inuyasha será mío y yo le perteneceré solo a él y más vale que te vayas haciendo a la idea. –

    - ¡ Eso ya lo veremos ! – exclama Naraku poniéndose de pie y saliendo como tromba azotando la puerta.

    - ¡ Ya lo veremos! - susurra Sesshoumaru pensativo- haré todo lo que esté a mi alcance para tenerte conmigo Inuyasha, pero no pienso obligarte a nada si esto no resulta verdadero, solo me pregunto…¿ De verdad quieres amarme ? ¿ De verdad soy capaz de amarte? –





    ----------------------------------------------------------







    Mientras tanto Inuyasha… estornudó, va caminando con rumbo a los ascensores para ir al comedor.



    - ¡ Demonios ! ¿ Quién rayos estará hablando de mí ? - refunfuña enfadado.



    Pero le espera una no muy grata sorpresa cuando el elevador se abre, pues justo en él viaja a quien menos quiere ver quien además luce una cara que da miedo.



    - ¡ Naraku ! - exclama sorprendido Inuyasha que además retrocede un par de pasos.

    - ¡ Hola Inuyasha , justo estaba buscándote ! –



    El diseñador de ojos ámbar, duda un instante entre subir al elevador o alejarse y usar las escaleras, de lo cual Naraku se percata rápidamente.



    - ¿ No irás a escapar otra vez por ahí verdad ? ¿ Acaso saldrás huyendo de mí como aquella tarde ? –

    - Naraku, acaso tú ¿ Sabías que era yo? –

    - ¡ Por supuesto ! para tu mala fortuna, reconocería tu gratísimo olor en cualquier lado, ahora ven, pues si no me equivoco ibas al
    comedor según acostumbras hacer a ésta hora – le dice componiendo una sonrisa encantadora y tomando a Inuyasha por el brazo, lo jala para el interior del ascensor.

    - ¡ Oye, espera ! – trata de decir Inuyasha a modo de protesta, pero ya las puertas se cierran tras de sí, quedando encerrados a solas sin remedio, con ese hombre que no aparta sus extraños ojos rojos.

    “Esto no es bueno, no es nada bueno ” – piensa Inuyasha sintiéndose cada vez más incómodo.



    Naraku percibe el creciente nerviosismo en el chico, sonríe levemente con secreta perversión y comienza a acortar la distancia entre ellos dos.



    - ¿ Sabes Inuyasha ? he estado buscándote inútilmente todos éstos días, pero pareciera que me evadieras ¿ Estoy en lo correcto? –

    - Yo… Naraku… verás, lo que ocurre es que tengo demasiado trabajo y yo… etto…-



    Naraku ya está prácticamente encima de él, quién además toma un mechón de su blanquísimo cabello y se lo lleva a la cara aspirando profundamente.



    - ¡ Aaaaah, hueles tan…delicioso… tan ingenuamente delicioso ! –



    Inuyasha retrocede hasta topar con la pared del ascensor.



    - No debes temerme Inuyasha, si tu lo deseas, podemos llevarnos muy bien, excelentemente bien –



    El rostro de Inuyasha se ha encendido, en parte por lo que éste hombre le dice y por otro lado por la rabia que comienza a sentir, sus ojos chispean molestos por lo que Naraku retrocede un poco.



    - Tranquilo Inu, todo lo que deseo por el momento es charlar contigo –

    - Pues entonces más te vale que dejes de estar encima de mí si no quieres que estampe tu desagradable rostro en la pared –

    - ¡Vamos, no hay necesidad de ponerse violentos…! –


    “ Ding” – suena el timbre anunciando la llegada al piso deseado, cuando se abren las puertas del ascensor, para fortuna de Inuyasha, otras personas aguardan por él, así que al verse sorprendido así, Naraku se aparta del chico y descienden , aunque sin darse por vencido toma a Inuyasha por el hombro y lo conduce a una de las mesas.


    - Ven, comamos juntos – le pide Naraku, aunque en realidad no parece una propuesta.

    - Yo prefiero comer como siempre con Byakuya – replica Inuyasha sacudiéndose el contacto de Naraku de encima.

    - ¡ Oh, lo lamento! – dice con falso pesar Naraku – pero como podrás notar él se encuentra ocupado – le dice señalándole hacía una de
    las mesas - ¡ Anda no seas tan esquivo conmigo ! –



    Inuyasha voltea hacia donde le indica Naraku, solo para ver como Byakuya se encuentra compartiendo una mesa con Kouga y lucen además muy contentos. Ahora recuerda que Byakuya le había dicho que Kouga iría a entregar no sé qué asunto relacionado con unas impresiones.


    “ ¡ Maldición ! ¿ Y ahora como rayos me libro de él ? -


    Pero un aliado con el que no cuenta Inuyasha, al observar a lo lejos la escena y notando lo evidentemente incómodo que luce su amigo, se prepara para entrar en acción.



    Mientras tanto en ésa mesa…


    - Y dime Inuyasha… ¿ Es que ya cambiaste de opinión en cuanto a tus motivos para rechazarme ?-

    - ¡ No sé a que te refieres! – responde molesto Inuyasha.

    - No te hagas el ingenuo conmigo, sabes perfectamente que me refiero a que si no tienes impedimento para salir con Sesshoumaru Sama, entonces no lo habría para salir conmigo –

    - ¡¿ Queeé yo qué ?! ¡ Un momento, yo no estoy saliendo con él ! –

    - Pues a mí no me lo pareció así el otro día cuando te fuiste con él en su auto –

    - En todo caso… ¿ Qué hay de malo en dejar que me llevara a mi apartamento, después de todo vivimos muy cerca uno del otro como ya sabes... ¡ Finalmente no es de tu incumbencia ! –

    - ¡ Claro que me incumbe, pues tú sabes que yo deseo hacerlo, es decir acompañarte, llevarte y traerte, en resumen pasar un buen rato contigo, podríamos disfrutarlo bastante los dos –

    - ¡ Pero yo no, no es de ninguna manera algo que yo desee hacer ! ¿ Es que no puedes entenderlo ? no deseo sentirme forzado a nada. –



    Llega entonces Shippou, haciéndose el desentendido, aunque se ha escuchado perfectamente las últimas frases que han pronunciado.



    - ¡ Buenas tardes ! hoy los atenderé yo personalmente – los saludo inclinándose, siempre con una sonrisa en la boca – Inuyasha hoy tenemos uno de tus platillos predilectos, estoy seguro de que te encantará –

    - ¡ Hola Shippou ! estoy seguro de eso, como todos los días –



    Naraku mira a uno y a otro, tuerce el gesto, al notar la confianza con que se hablan entre ellos, luego ordena lo que desea, con cierta molestia por haber sido interrumpido.


    Una vez que quedan solos nuevamente, Naraku vuelve al ataque:


    - ¿ Sabes Inuyasha ? puedo asegurarte además, que conmigo la pasarías muy bien, mucho mejor al menos que con ese aburrido de Sesshoumaru ¡ Es tan frío!

    “ ¡ Sí claro, no tienes ni idea de lo “aburrido ” que me he sentido con él en los fugaces encuentros que he tenido, tan aburrido y frío, que de recordarlo tan solo se me agita incontrolablemente el corazón” - piensa Inuyasha moviendo la cabeza al escuchar esas necias palabras.


    - Pues a mí me parece una persona bastante interesante y agradable – dice firme Inuyasha.



    Aparece Shippou otra vez…



    - Disculpa Inu chan – le dice colocándole la mano en el hombro al aludido, contacto e intromisión que molestan aún más a Naraku.

    - ¿ Qué no ya tomaste la orden hace un momento ? – le dice serio el peli negro.

    - Sí, lo siento, pero es que olvidé decirle a Inu chan que también tenemos ramen especial con mariscos –

    - ¡ En serio ! - se saborea Inuyasha – pues tráemelos también por favor –

    - ¡ Ya lo decía yo ! – dice Shippou- lo que pidas, ya sabes que eres mi cliente consentido. –

    - ¡ Inu chan, vaya con el descarado ! – musita enfadado Naraku.


    Se retira nuevamente el joven chef, luciendo una enorme sonrisa.


    - ¡ Por fin ! - bufa molesto Naraku.- luego continua con lo que estaba.

    - Te decía, he pensado que podrías darme la oportunidad de conocernos mejor – Naraku toma la mano de Inuyasha, la cual reposaba sobre la mesa, lo que hace hervir la sangre del peli- plata.

    - ¡ Suéltame, ya te dije que no soy como tú ! ¿ Es que no puedes entenderlo de una maldita vez ? ¿ Eres idiota o qué ? – le dice zafándole la mano bruscamente.

    - ¡ No me salgas con eso ! ¿ Así que no eres como yo, pero sí como Sesshoumaru ?-

    - ¿ Y si así fuera qué ? -



    Shippou no pierde detalle desde lejos.



    - ¡ Maldito bastardo ! no lo piensa dejar en paz , si sigue así hará que se vaya sin probar lo que le preparé – murmura mientras se acerca nuevamente a la mesa de ese par.

    - ¡ Perdonen, perdonen! – dice siempre sin perder la sonrisa que dirige sobre todo a Inuyasha.

    - ¡ Otra vez tú ! – explota Naraku furioso - ¿ Qué no se supone que tu lugar es en la cocina como el chef en jefe que se supone que eres
    ?-

    - ¡ Gomen ! es que olvidé mencionarles que tenemos un postre especial, casi hecho especialmente para ti – le dice a Inuyasha- es tarta de queso con arándanos frescos .



    Inuyasha lo mira, al principio confundido, pero luego al comprender, le dice también sonriendo.



    - ¡ Eso suena bien, tráeme una buena rebanada! -



    Naraku lo mira con rabia y nuevamente ataca al chico.



    - ¿ Por qué no te concretas a tu maldito trabajo y nos dejas de una buena vez en paz ?, además no veo por qué tanta confianza con alguien que es prácticamente a quien debes servir y nada más –



    A pesar de ser cas fulminado con la mirada, Shippou mantiene su actitud relajada y alegre.



    - Disculpe Naraku San, pero tiene razón en que mi deber es atenderles y sobre todo cuando mi misión es consentir a Inu chan, pero algo también muy cierto es que él y yo somos amigos ¿ No es así Inu ? – dice el chef al tiempo que rodea con su brazo a Inuyasha por la espalda, ante lo cual Naraku casi echa chispas por los ojos.

    - Así es, Shippou y yo somos buenos amigos – responde Inuyasha, poniendo su mano sobre la que posa el chef en su hombro.

    - ¡ Bien, es suficiente! – exclama Naraku levantándose sumamente molesto – te buscaré después Inuyasha, pues nuestra charla no ha
    terminado, pero será cuando podamos tener mayor privacidad y no rodeados por gente insolente –



    Arroja la servilleta sobre la mesa y se retira del lugar a grandes pasos.
    Shippou e Inuyasha se miran un instante y enseguida estallan en sonoras carcajadas.



    - ¡ Gracias Shippou ! te debo una –

    - Me alegra haberte librado de él, pude notar que te tenía harto –

    - ¡ Y que lo digas amigo ! – Inuyasha recobra la compostura, mira de reojo a Byakuya y a Kouga quienes sentados en una lejana mesa, parecen no haber notado nada, ya que parecen sumidos en su propio mundo.



    Inuyasha mira a Shippou y le pregunta:



    - Oye Shippou y ¿ Qué es eso que dijiste acerca de consentirme ? –

    - Es la verdad Inu, ese es uno de mis trabajos –

    - ¿ Qué razón hay para que hagas eso ? – pregunta Inuyasha con curiosidad.

    - Ya lo sabes, eres mi cliente consentido, solo eso así que… ¡ Solo disfrútalo ! ahora si me disculpas, de verdad debo ir a la cocina –

    - De acuerdo y… ¡ Gracias otra vez ! –



    Inuyasha le echa una mirada a su plato y armado con su par de palillos exclama de mejor humor:



    - ¡ Bien, ahora sí a comer ! –






    ---------------------------------------------------------







    Definitivamente no ha sido el día de Naraku, de principio a fin ha estado pésimo.

    Por la tarde cuando ya llega a su apartamento, a lo lejos ve un auto aparcado cerca de la entrada del edificio.

    Adentro de éste, un par de jóvenes adultos, charlan animadamente…



    - ¿ Sabes Kouga? Disfruto mucho de tu compañía – le dice a su acompañante tomando una de sus manos, Kouga luce realmente contento...



    …Ha tenido otras relaciones anteriormente, no demasiadas y debe de admitir que solo han sido encuentros fugaces sin mayor trascendencia, de hecho su alma ansía encontrar el amor verdadero, hallar la verdadera compañía que lo complemente de forma sincera.
    No fue sencillo al principio aceptar su preferencia para escoger parejas, pero valiente como siempre lo ha sido, encaro a todos los que se opusieron a su forma de amar, incluso se separó de aquellos que se interpusieron en el camino a lo que él sabía sería su felicidad, aún cuando se tratara de su propia familia, con la cual mantiene contacto pero sin llegar a un acercamiento.

    Y ahora parece haber encontrado a alguien especial, siente que se trata de alguien de corazón noble del cual es sencillo enamorarse, con ese aire tierno e inocente que le ha cautivado aunque también nota algo en él que le inquieta, tal vez se trate solo de cierta inseguridad, pero piensa también que él puede lograr ayudarle a superarla, en pocas palabras se siente dichoso de haber encontrado alguien como Byakuya.

    Muy en el fondo sabe que solo hay otra persona capaz de ocupar ese lugar especial en su corazón, pero desgraciadamente ése chico de bellos ojos ámbar, le ha dejado claro que no puede corresponderle como él necesita.


    Ahora después de una maravillosa tarde con Byakuya, se siente capaza de abrir su corazón de forma más completa.



    - Lo mismo digo Byaku, en el poco tiempo que tengo de conocerte, puedo afirmar que ya eres alguien muy especial para mí. –



    Kouga lo mira intensamente, sus ojos azules recorren cada detalle de ese tierno rostro que está comenzando a amar, mientras su corazón late con fuerza, haciéndole saber que es tiempo de dejar salir sus sentimientos.



    - Hay algo que quisiera preguntarte Byaku –

    - Te escucho – exclama con voz queda El delgado chico, aún cuando ya intuye de que se trata.

    - Bien, es realmente corto el tiempo que ha pasado desde que te conocí, pero sé también que hay cosas que escapan al yugo de el tiempo, son tan intensas y ciertas que no podemos medirlas solo por el correr de ese tiempo. Es por eso que a pesar de todo, quiero que ahora sepas que siento como si ya te conociera lo suficiente – Kouga toma entonces ambas manos del peli negro, esos ojos azules del que habla lucen húmedos y brillantes, miran intensamente aun cuando sea de forma tierna y sincera a ese chico que luce muy atento a lo que le dicen a continuación:

    - Lo que quisiera saber Byaku, es si tu quisieras permitirme amarte como me lo dicta mi corazón, es decir con todas mis fuerzas, con toda mi alma… ¿ Quisieras para eso… aceptarías… ser mi novio? –

    - ¡¿ Tú novio ?! – exclama a pesar de todo sorprendido Byakuya, ha sentido un vuelco en su corazón al escuchar la sincera declaración de Kouga, sin duda alguna algo se revela ante esas palabras reflejándolo en la confusión de su mirada.

    - Sí, mi novio ¿ Es que te resulta desagradable la idea acaso ? – pregunta preocupado Kouga.

    - ¡ No Kouga, no ! – responde apresurado Byakuya recomponiendo su semblante – solo es que me has tomado por sorpresa, una muy grata sorpresa.



    Kouga sonríe al escucharlo, de verdad desea que esto funcione, está dispuesto a amar a ése chico, ha hacerlo feliz, a caminar a su lado.



    - ¿ Entonces tu respuesta es…? –

    - ¡ Sí Kouga, claro que acepto, nada me haría más feliz ! - le responde al tiempo que se arroja a los brazos de ese hombre, a pesar del escaso espacio dentro del auto.

    - ¡ Byaku, me haces tan dichoso ! – exclama Kouga llenándolo de intensos besos, mientras retiene contra su pecho a su ahora novio, quien levanta la cara mirándolo tiernamente. Kouga entonces le toma el rostro con una de sus manos, repasando esa tersa piel en una suave caricia. Busca entonces esos delgados labios y le entrega en un profundo beso la promesa de amarlo con todo su corazón.

    - ¿ De verdad Byaku, quieres amarme ? – le susurra entre beso y beso que le prodiga, con el alma llena de ilusión.

    - Quiero amarte por completo Kouga, con todas mis fuerzas y deseo sentirme amado de igual forma – se recarga en ese fuerte pecho que está ahí solo para él.



    Éstas últimas palabras salen desde lo más hondo, desde un rincón de su alma de donde son arrancadas con demasiado dolor. Un par de lágrimas surcan sus blancas mejillas y un cruel pensamiento cruza su mente:



    “¡ Ya caíste Kouga ! Desgraciadamente para ti, solo puedo amar con todo mi ser y desear ser amado por alguien que no eres tú ! ”



    Kouga levanta el rostro de Byakuya para besarlo nuevamente, pero al contemplar sus mejillas húmedas le habla con preocupación y cierta ansiedad en la voz:



    - ¿ Lloras Byakuya ? ¿ Qué te ocurre amor ? – le acaricia el rostro una y otra vez, enjugando el silencioso llanto.

    - ¡ Oh, no me hagas caso ! solo es que me siento tan… contento, es que nunca me habían dicho algo así, nunca me habían amado como tú lo haces. – le miente en parte a Kouga.

    - ¡ Pues han sido unos verdaderos idiotas al no enamorarse y apreciar un alma tan bella como la tuya ! –



    Se unen en un beso más apasionado en el que Byakuya, no sin cierta desesperación se entrega por completo.
    Los cristales del auto se han comenzado a empañar, pero eso no impide que Naraku al aproximarse se agache para mirar al reconocer a su hermano menor como uno de esos nocturnos enamorados. Desde luego su estado de ánimo no es de lo mejor, pero al contemplar la intensa escena sin que los protagonistas se den cuenta, le causa una oculta molestia, un agudo espasmo en el corazón.



    ¡ Toc, toc ! – toca con los nudillos en el cristal, interrumpiéndolos con toda la intención.

    - ¡ Naraku ! – exclama avergonzado Byakuya, al ver a su hermano que los observa, se aparta de Kouga de inmediato, solo para ver como éste da la vuelta molesto y se dirige al interior del edificio de dos plantas.

    - ¿ Quién es Byakuya ? – pregunta Kouga al mirar el descontrol de su pareja.

    - Es… es mi hermano mayor –

    - Parecía bastante molesto –

    - No es nada, supongo que solo es porque yo nunca he tenido un “ novio formal” , no hasta ahora – exclama nervioso el chico – sería mejor despedirnos, mañana debo ir temprano a trabajar –



    Se despiden con un fugaz beso, Kouga parte con rumbo a su casa y Byakuya entra a su apartamento donde ya lo espera Naraku parado en medio de la sala.


    - ¡ Hola Naraku, ya llegué, se me hizo un poco tarde ! - Byakuya no puede dejar de sentirse estúpido al dar tal explicación, después de todo ya no es un niño.

    - Ya lo pude notar – le dice serio Naraku – aunque no parecías muy preocupado mientras te besuqueabas con ése –

    - ¡¿ Queé, por eso estás molesto?! ¡ No te entiendo Naraku ! después de todo me dijiste que lo alejara de Inuyasha como fuera y justo eso es lo que estoy haciendo – exclama Byakuya molesto.



    Naraku se aproxima a él y lo encara con el ceño fruncido.



    - Sí eso dije, pero estás llegando demasiado lejos –

    - No veo por qué, después de todo eso que hacíamos es lo normal entre novios –

    - ¡¿ Novios ?! – casi grita Naraku.

    - ¡ Sí eso dije : Novios !… ¡ Vamos Naraku ! ¿ Acaso estás celoso ? – le dice Byakuya mirándolo de lado, con una fugaz esperanza en su interior.

    - ¿ Celoso ? ¡ No seas idiota ! – replica con frialdad Naraku – eres libre de estar con quien te plazca y mejor aún si con eso me dejas la vía libre hasta Inuyasha –



    A Naraku ni siquiera le importa observar el efecto que causan sus crueles palabras en su hermano menor, cuyos ojos brillan a causa de las lágrimas que amenazan con derramarse de sus ojos. Simplemente se dirige al pequeño bar y se sirve un trago, para dejarse caer después en uno de los sillones de la sala.



    - ¡ Muy bien, comprendo ! entonces ocúpate de tu Inuyasha y déjame a mí en paz con mis asuntos – le dice molesto Byakuya, dándose la vuelta para dirigirse a su alcoba.

    - Puedes estar seguro de eso Byakuya – musita de forma helada Naraku.






    ---------------------------------------------------------








    Miércoles…


    Inuyasha está nervioso, aunque no demasiado, llegó el día de la presentación de la campaña en la que ha estado trabajando tanto. No ha sido presa por completo de los traicioneros nervios pues se siente bastante seguro de su trabajo
    Le causa gracia también el saber que las apuestas a favor y en contra de su fracaso han continuado, aún a pesar de que Nakamura San ya no ha intervenido.

    Ya tiene todo listo cuando su jefe lo llama para que se vayan a una de las salas de conferencias de la compañía, la cual aún está vacía, así que Inuyasha tiene tiempo de preparar todo.



    - ¿ Vendrá el dueño de Industrias no Taisho? – pregunta Inuyasha , tiene curiosidad ya que sería la primera vez que tendría oportunidad de conocerle y desea además causar una buena impresión.

    - Me parece que no esta vez, según supe, tuvo que atender otro compromiso inesperado – responde su superior, quien sin que lo sepa el diseñador, también recibe ciertas ordenes “especiales” - pero según fui informado, vendrá algún otro representante de alto rango.-

    - ¡ Qué lamentable ! – se desanima un poco Inuyasha.- “ Supongo que ya habrá alguna otra oportunidad de conocer al abuelo “ piensa mientras termina de preparar todo.



    Justo a tiempo, cuando ve ingresar a la sala a los primeros inversionistas extranjeros, alemanes, seguidos de otros británicos y finalmente otro grupo de franceses, todos acompañados por ejecutivos de Industrias no Taisho. Al final para su sorpresa ve entrar a Sesshoumaru, que ocupa el lugar desde donde presidirá la reunión, acompañado por su secretaria.


    “ Se nota que tienes un alto cargo como para que te hayan mandado como representante principal ” - son los pensamientos que ocupan a Inuyasha que trata de controlar los nervios crecientes que de pronto le han invadido y no precisamente por la presentación.


    Puede vera además como todos se dirigen a el alto peli plata con mucho respeto. Entran los últimos ejecutivos e inversionistas a la sala, dando inicio enseguida la presentación.



    - ¡ Buenos días, mi nombre es Takahashi Inuyasha ! – se inclina respetuoso a modo de saludo – seré el encargado de presentar el siguiente proyecto –



    Durante la siguiente hora, Inuyasha hace una presentación soberbia, impecable, apoyado en el excelente material que ha preparado.
    Para su mayor tranquilidad, Sesshoumaru parece tan serio y frío como acostumbra, no parece fijarse en lo absoluto en Inuyasha, pero sí en su trabajo, además de hacer de vez en vez, algunos comentarios. Fugazmente dirige su atenta mirada al chico de platinado cabello, pero no denota nada más que la atención que presta a la explicación que éste da.

    A la sesión de aclaración de dudas, comentarios, anotaciones y demás, Inuyasha siempre responde seguro de sí mismo, resolviendo perfectamente cada uno de los puntos que surgen.


    Cuando todo termina salen todos satisfechos y decididos a apoyar el proyecto que ampara la campaña que acaban de presenciar.

    Inuyasha se despide respetuoso y a la par de los presentes que todavía resuelven algunos asuntos con los ejecutivos pertinentes y otros más cruzan algunas palabras con Sesshoumaru, él se concentra en recoger todo el material que ha ocupado.

    Sin embargo puede notar a un alto ejecutivo alemán que se aproxima a él, para felicitarlo por su magnífico trabajo.
    Inuyasha agradece a su vez al rubio hombre de transparentes ojos azules, atractivo sin duda, aunque no tanto como el más alto ejecutivo peli plateado que a lo lejos no quita los ojos de la escena aún de forma disimulada.
    El hombre estrecha la mano de Inuyasha pero el chico comienza a sentirse incómodo cuando su mano es retenida más de lo necesario y mira de forma demasiado directa al chico, acompañando sus palabras con una amplia y cálida sonrisa, algo totalmente fuera de lugar tratándose de una reunión de negocios y hallándose en un país donde las costumbres son diferentes en muchos aspectos a las de occidente.

    Sesshoumaru experimenta entonces una hasta ahora desconocida sensación, como si la sangre le empezara a subir de temperatura y amenazara con hacer erupción dentro de su mismo cuerpo, a pesar de que su aspecto continua siendo tan helado como acostumbra.

    El empresario alemán, cruza algunas palabras más con Inuyasha en inglés, todo referente al trabajo, demasiado cerca de Inuyasha. Cuando se despide, le entrega su tarjeta personal a Takahashi San, tomando ahora con ambas manos las del chico. Al ver la mirada directa y sugerente que aquel empresario alemán le dedica , las mejillas de Inuyasha se comienzan a teñir levemente de carmín, pero son sus palabras las que le causan mayor efecto, sin embargo Inuyasha nunca pierde la compostura.

    Sesshoumaru no puede soportar más y despacha hábilmente a los últimos inversionistas que quedaban en la sala, para dirigirse a ese atrevido sujeto y llega justo a tiempo para escuchar las siguientes palabras dirigidas a Inuyasha, con más confianza de la debida y sin percatarse de la presencia de no Taisho Sama.



    - Sería una fortuna contar con alguien con tantos talentos en nuestra empresa, podría tener un prometedor futuro en su carrera. Aunque debo de confesar que mi interés primordial sería que formaras parte de mi equipo personal de asesores, me interesa tu trabajo, aprovechar tu brillante desempeño, pero sobre todo… gozar de tu presencia – le sonríe nuevamente en una abierta insinuación.



    A pesar de todo Inuyasha con su ética impecable, se mantiene firme y de igual forma le responde:



    - Yo lo siento, pero formo parte del equipo de trabajo de Industrias no Taisho y desde luego no tengo interés en… - comienza a decir mientras suelta sus manos de entre las de ese hombre y retrocede unos pasos cuando…

    - Me parece poco ético de su parte abordar así a mi empleado - se escucha la grave voz de alguien que además de manera sutil se interpone entre los que charlaban – además de que Takahashi San forma parte de MI EQUIPO PERSONAL de asesores y no pienso cederlo a ninguna compañía, pues él tiene un futuro muy prometedor a mi lado – le dice sin demostrar mayor emoción en el rostro, lo cual suena además casi como una velada amenaza.



    Inuyasha se queda inmóvil unos segundos para luego sorprenderse de la manera tan hábil que Sesshoumaru lo libra de ese molesto asunto a la vez que lo ha retirado de él, sin afectar en lo absoluto la relación comercial entre ellos.



    - Ahora si tiene alguna duda al respecto – Sesshoumaru le sonríe de tal forma que descontrola por completo al joven extranjero , deslumbrándolo por completo – no dude en consultarme, con gusto se la puedo aclarar.

    - Yo lo lamento no Taisho Sama… eh… y gracias, pero me parece que todo ha quedado bastante claro –



    Inuyasha ve como se retiran y se dedica de nueva cuenta a terminar con su trabajo, forzándose a no prestar mayor atención al asunto, notando apenas como se escucha el leve sonido de la puerta al cerrarse. Suspira aliviado al sentirse por fin solo.

    Ya tiene todo, toma por último su portafolios de piel y se da la vuelta para salir del lugar , pero al hacerlo… se topa de frente con Sesshoumaru, que en silencio ha regresado y se ha aproximado a él.
    Es tal el sobresalto que se caen algunas de las cosas que llevaba en las manos.



    - ¡ Sesshoumaru Sama, lo siento ! no le escuché pensaba ue estaba solo – le dice apenado y nervioso mientras se agacha a recoger apresurado sus cosas…

    … cosas que Sesshoumaru le retira de las manos poniéndolas a un lado, para poder hacer lo que sigue, es decir, observa a Inuyasha fijamente y se acerca cada vez más a él, quien retrocede y replica molesto:


    - ¡¿ Qué haces, acaso estás loco?! Alguien puede vernos. –

    - No será así, ordené que no nos interrumpieran, pues yo quería hablar algunos asuntos contigo en privado –

    - ¿ Sobre qué ? - pregunta Inuyasha quien sigue retrocediendo.

    - ¡ Deja de hacer eso ! ¡ No voy a comerte! – le dice sonriendo de lado.

    - ¿ Hacer qué ? –

    - Retroceder… me impides hacer esto… -



    Le da alcance al fin y lo rodea por la cintura con uno de sus brazos e Inuyasha apenas si puede darse cuenta hasta que ya lo tiene pegado a su cuerpo.



    - ¡¿ Qué… qué crees que haces ?! – le dice nervioso, pero ya Sesshoumaru le levanta el rostro con la otra mano.

    - ¡ Te felicito realmente lo hiciste muy bien ! todos estaban muy complacidos, aunque… tal vez demasiado – exclama molesto al final.



    Inuyasha comienza a sentir el efecto de la mirada que lo apresa rápidamente, siente que las piernas amenazan con fallarle.



    - ¿ Y no puedes felicitarme sencillamente como a cualquier otro empleado? – replica Inuyasha tratando de aflojar ese apretado abrazo por parte del alto No Taisho Sama.


    - No, no puedo, porque para mí tú no eres cualquier empleado…¡ Eres tú ! y puedes estar seguro de que me has dejado gratamente impresionado. –

    - ¡ Sesshoumaru espera… - comienza a decir al ver como inclina su cabeza y sigue acercándose más a él. – no es el mmmmmhhh…! - Inuyasha se ve imposibilitado para decir nada más, pues su boca es ocupada para algo más que hablar.



    Sesshoumaru lo hace presa de un beso inesperado, que comienza de la misma tierna forma que aquel que se dieron hace tan poco en el auto, pero poco a poco se va intensificando. Inuyasha es sujetado firmemente a él tibio cuerpo del alto ejecutivo, mientras esas finas manos repasan de forma incesante su espalda y en poco tiempo ya está rendido ante ese contacto. Puede sentir en su interior una extraña reacción, algo en su interior le grita que desea más, que quiere sentir de forma mas intensa ese contacto.

    En poco tiempo Inuyasha le ha concedido la entrada a su boca que el mayor recorre lentamente, haciendo estremecer hasta lo más profundo a ese diseñador que a momentos pareciera reacio a aceptar lo que siente ya con tanta fuerza.

    Cuando el beso termina, Inuyasha permanece un instante con los ojos cerrados, tratando de calmar su agitado interior, sin duda alguna ha dejado ir en ese beso la tensión acumulada, pero Sesshoumaru ha podido notar también mayor entrega por parte del menor.
    Inuyasha abre los ojos lentamente, cobijado aún en los brazos de Sesshoumaru quien lo mira y le muestra poco a poco una sutil sonrisa, de esas que nunca muestra a nadie más. El diseñador desvía la mirada cohibido.



    - ¡ Deja de mirarme así ! y… ¿ Podrías soltarme ya? – protesta Inuyasha, aunque no lucha abiertamente por zafarse.

    - Inuyasha… luces tan encantadoramente bello y tentador cada vez que te contemplo de cerca y puedo afirmar que cada vez luces mejor –

    - ¡ Baka! – replica otra vez Inuyasha con el rostro encendido.



    Sesshoumaru lo va soltando poco a poco, algo que aprovecha Inuyashapara ir nuevamente por sus cosas.


    “ ¿ Encantador ? ” – piensa Inuyasha mientras bufa supuestamente molesto, pero no puede evitar sentir una cálida satisfacción en su interior.

    Puede sentir esa mirada sobre de él, en silencio, lo cual no ayuda mucho aInuyasha para calmarse.



    - Bien, he terminado, es hora de irme –

    - ¡ Espera Inuyasha ! – lo detiene con esas palabras Sesshoumaru – no mentía cuando dije que tengo algo que decirte. – ya han llegado casi a la puerta.

    - ¿ Ah sí, de que se trata ? –

    - Verás, según sé de acuerdo a l que dijiste, el viernes será tu cumpleaños y me preguntaba si aceptarías que saliéramos a festejarlo el sábado –

    - ¿ El sábado? Yo lo siento, pero tenía planeado salir con mis amigos, es decir con Kouga, Byakuya y Miroku –

    - ¿ Yo no entro dentro de “ tus amigos” ? – pregunta serio Sesshoumaru.

    - Bueno, pues aún no lo sé pero supongo que…-

    - Aunque me alegro que así sea, porque yo quiero ser más que un amigo para ti. En cuanto a tus amigos no habría problema, si tu lo prefieres así, podemos ir todos, puedo arreglar lo de la reservación –

    - ¡ Eh… supongo que no es mala idea ! – dice Inuyasha pensativo, ya que no le desagrada del todo, aunque piensa que le gustaría pensarlo un poco.

    - ¡ Perfecto ! entonces es un hecho, te daré los datos del lugar más tarde para que se los des a tus amigos, pues yo pasaré por ti el sábado a las dos. – dice dando por concluido el asunto.

    - ¡ Oye todavía no acepto ! y cómo está eso de que ya hasta tienes reservación ? –

    - No pensarías que realmente dejaría pasar tu cumpleaños así como así. Ahora si me disculpas me tengo que ir, ya voy tarde para una cita con otro inversionista- le revuelve un poco el cabello y sale del lugar sin darle oportunidad de replicar nada más. - ¡ Recuerda a las dos !-

    - ¡ Espera, yo no… ! - suspira profundamente y luego al ver que ya no tiene sentido discutir nada más mejor dice para sí mismo:

    - ¿ Y cómo sabes que mi cumpleaños es exactamente el viernes ? yo nunca te dije la fecha exacta. –



    Resignado decide irse a trabajar otra vez.




    Cuando Byakuya lo ve llegar, lo primero que le llama la atención es el aspecto de su compañero de trabajo, pero está que se muerde las uñas también por saber cómo ha ido todo. Se dirige a su lado y lo mira de cerca temiendo lo peor, aunque en realidad tiene más de media docena de pares de ojos puestos sobre él. después de todo las apuestas siguen en pie.



    -¿ Todo está bien Inuyasha ? ¿ Te ocurre algo ? – le dice poniéndole la mano en la frente y alisándole además su blanco cabello revuelto.


    Después de todo el aspecto de Inuyasha luce… distinto, los ojos le brillan de un modo diferente, sus mejillas aún conservan un leve rubor y el cabello se encuentra algo despeinado.

    Inuyasha reacciona al fin, amablemente retira la mano de Byakuya de su cabeza y mirando a todos, puede notar que tienen la atención puesta en él, toma aire y exclama:



    - ¡ Todo salió muy bien ! parece que ha sido todo un éxito –



    Se escuchan aplausos y vivas, chocan las manos, lo felicitan y varios más desde luego cobran sus apuestas, mientras Nakamura se sume en su asiento, tratando de pasar desapercibido, pero no puede evitar notar la fija mirada que le lanza por un instante el peli plata, con lo cual mejor desearía desaparecer del lugar, sin duda alguna es lo que termina de convencerlo de presentar su renuncia dos días después.






    ---------------------------------------------------------








    Los dos días restantes de la semana, pasan como un suspiro…


    A Inuyasha se le han asignado otros proyectos importantes, pero ahora tiene a su cargo un pequeño grupo de diseñadores entre los que se encuentra desde luego Byakuya.



    Por la tarde del viernes, el día del cumpleaños de Inuyasha, sus amigos se reúnen a la salida del enorme edificio, donde Kouga, Miroku y Byakuya lo felicitan.
    Así mismo él les informa del “festejo ” del día siguiente con Sesshoumaru, lo cual no deja de sorprenderlos, pero ahora lo que llama la atención de Inuyasha es la repentina molestia por parte de Byakuya, aunque decide no comentar nada. Después de psarles los datos del lugar todos parten con rumbo a sus respectivos domicilios.


    Inuyasha emprende solo el regreso, se siente sin embargo casi melancólico. Algo le hace falta el día de hoy o mejor dicho la presencia de alguien. Cierto es que en la mañana al llegar a su mesa de dibujo, encontró una cesta con un surtido inimaginable de pockys, lo cual le da casi la certeza de la procedencia de ellos. También es cierto que Shippou le preparó un menú especial y su pastel favorito, lo cual disfrutó enormemente.

    Ahora con la cesta en brazos, regresa solitario a su apartamento, entra cerrando con el pie la puerta y caminando en la penumbra se dirige a la cocina a depositar la canasta de pockys en la barra.


    Es entonces cuando lo notó, es un leve aroma dulce y fresco, que lo hace cerrar los ojos y aspirar deleitándose al reconocer el conocido aroma, se irige apresurado a accionar el interruptor de la luz y puede entonces ver de donde procede el olor que inunda su apartamento.


    Sobre la mesa de la sala, se encuentra un enorme ramo de rosas de un encendido color rojo, impresionantemente bellas, colocadas con un gusto exquisito en un fino florero de cerámica y colocada a un lado de ellas, una botella de un fino vino afrutado, justo como le gustan a Inuyasha, así mismo puede ver una copa de fino cristal sobre la mesa.
    Está más que impresionado, en ese momento, nota una tarjeta muy semejante a las que ha encontrado en los paquetes de pockys, colocada entre las rosas.

    Le tiembla levemente la mano al tomarla paran leer lo que tiene escrito con una fina y pulcra caligrafía:




    “ Para la más bella e inigualable visión
    que haya yo podido contemplar desde mi ventana a través de las persianas.
    Espero que pase a ser de solo una fugaz ilusión
    a una palpable realidad… a mi lado.
    ¡ Feliz cumpleaños Inuyasha !
    Aprovecho para reafirmar: Tú futuro se encuentra junto a mí.
    Piénsalo.
    Sesshoumaru.





    La tarjeta escapa de sus manos, Inuyasha se ha dado cuenta desde luego del interés que tiene Sesshoumaru en él, pero ahora la realidad le grita que esto es un asunto mucho más serio de lo que pensaba, pero para su mayor sorpresa, eso no le parece ya tan desagradable como hubiera pensado antes, una sensación cada vez más cálida ha ido invadiendo su interior cuando piensa en Sesshoumaru.
    Toma la tarjeta del suelo y la coloca otra vez entre las rosas y luego dirige su atención a la botella de vino, le llama la atención que ésta ya haya sido abierta, pues no tiene el sello de metal.



    - ¡ Qué extraño ! – piensa al tiempo que restira el corcho – lo piensa un instante.. ¡ Qué diablos, es su cumpleaños, por qué no ! – se sirve un poco de vino en la copa, aspira el delicioso aroma que emana.



    No puede evitar el suspirar desanimado al pensar que hará un brindis solitario por su cumpleaños, sin embargo justo en ese momento una conocida sensación recorre su cuerpo, levanta la vista y contempla a través del ventanal, juraría que cuando llegó aquel apartamento se encontraba en penumbras, pero ahora puede ver claramente, recortado contra la luz que procede del interior , la alta silueta de quien lo contempla con mucha atención. Inuyasha lo mira también y movido por un impulso interno, camina hacía su balcón, haciendo a un lado las persianas.

    Puede sentir el efecto electrizante que Sesshoumaru ejerce sobre él aún a esa distancia, observa entonces como extiende un brazo y parece tomar algo de alguna superficie cercana, levanta entonces esa mano ofreciéndole con ella una copa de vino idéntica a la que Inuyasha ahora sostiene en su mano.

    Lentamente Inuyasha hace el mismo ademán con su copa, hecho esto llevan la copa de vino a sus labios compartiendo ese momento en un simbólico brindis a la distancia, por su cumpleaños.

    Sesshoumaru le sonríe, le guiña un ojo, Inuyasha le corresponde con una sonrisa. No Taisho Sama entrecierra complacido los dorados ojos y lentamente lleva su mano hasta su pecho a la altura de su corazón y luego la dirige hasta sus labios, para después en un suave movimiento dirige su brazo hacía él, lanzándole un beso.

    Beso que Inuyasha atrapa significativo movimiento con su mano, para después posarla sobre su boca, cerrando los ojos un momento, como si realmente lo sintiera rozar sus labios.
    Se sonríen una vez más, para luego lentamente dar la vuelta y regresar cada quien al interior de su apartamento, con un dulce sabor jugueteando por sus labios.

    Indudablemente los dos están traspasando sus propias barreras para seguir un camino que no habían pensado recorrerían.







    ( Fin de primera parte)





    Continuará. . .




    Notas finales:

    Me despido, los espero la semana que entra con la segunda parte.
    Y ahora… yo les pregunto:
    ¿ Les gusta la miel con “lemon” ?
    ¿ Qué les parece una probadita para la segunda parte ? >o<
    Espero saber su opinión .

    Nos leemos.

    Bye, bye :D[/font][/size]

    Edited by Hoshi no Hikari - 2/9/2014, 21:22
     
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