Persianas - Sessh x Inu (Finalizado)

" Todo es según el cristal con que se mira " reza el conocido refrán. Pero... ¿ Y si lo miramos a través de las persianas, como atrevidos observadores ? Entrando en el íntimo mundo de alguie

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  1. Hoshi no Hikari
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    Aclaraciones del capítulo:

    ¡ Hooola, ya estoy de nueva cuenta con ustedes !

    Espero que tengan unas excelentes vacaciones para los que ya han salido de la escuela, por lo pronto para alegrárselas un poco más, les publico la segunda parte de éste capítulo.
    Como les había comentado le ponemos un sabor “lemon” a la miel que destilan nuestros personajes principales.
    Aunque a pesar de que dividí el capítulo, me quedó muy larga la segunda parte, espero lo disfruten de todos modos.
    Los dejo con los protagonistas, que no son míos, como ya lo saben son propiedad de Rumiko Takahashi, por lo menos ésta vez los he tratado menos mal que en mis otros ff.

    Aquí tienen…




    Capítulo 7 ( Segunda parte)

    ¿ Quieres amarme ?











    Temprano por la mañana todavía el rocío nocturno brilla con los primeros rayos del sol, cuando Inuyasha regresa de su carrera matutina, está disfrutando de verdad éste nuevo y prometedor día, se siente más animado que nunca, llega a su apartamento y va de aquí para allá tarareando alegremente decidido a poner orden y limpieza en su hogar antes de preparase… ¿ Para su festejo de cumpleaños ? aunque más bien un secreto regocijo le recuerda su sentir, pues más que una celebración todo le da un aire como de una cita.

    Entonces con la mente abierta y la luz en su mirada se dedicó a prepararse para su “ cita”, la cual dicho sea de paso ya no le pareció tan desagradable pero si le causaba un extraño hormigueo en el estómago.

    Una vez que terminó con lo que se había propuesto, tomó un relajante baño y se arregló, incluso más de lo normal, vistiéndose informal pero impecable luciendo sensacional con su camisa en color rojo profundo, pantalón de mezclilla negra y chamarra de piel a juego, su cabello impecablemente cepillado y atado en una alta coleta.
    El tiempo se ha escurrido entre sus manos, al menos así lo percibe él, porque aunque ya está listo le sobresalta el timbre de su puerta cuando llaman a ella, siente pues un profundo vuelco en el estómago, no puede negar que está profundamente emocionado, pero terco como siempre se lo niega a él mismo disimulando lo mejor que puede.


    - ¡ Hola Inuyasha ! – lo saluda No Taisho Sama luciendo una sonrisa torcida y un brillo travieso en los ojos.

    - ¡ Hola ! pasa Sesshoumaru – invita a la bella aparición que espera ante la puerta.



    Es oficialmente la primera vez que él pisa ese apartamento que ha contemplado a lo lejos ( Sin contar claro la furtiva intromisión anoche, cuando llevó las rosas y el vino, aunque ahora que Inuyasha se encuentra ahí es diferente)
    Nada más trasponer el umbral de la puerta, se aproxima a Inuyasha, se agacha hacia él y lo toma suavemente por el mentón, se miran un momento, Inuyasha ya sabe lo que sigue aunque todavía le cuesta un poco asimilarlo y se jala nervioso, aunque no demasiado, pero el rápido brazo de Sesshoumaru lo rodea por la cintura pegándolo a su cuerpo, notando enseguida como ese joven adulto se estremece al contacto.


    - ¡ Sesshoumaru, detente ! – le dice casi en un susurro pues siente que incluso la voz le falta.

    - ¿ Por qué ? –pregunta en tono falsamente ingenuo Sesshoumaru - después de todo debía de hacerte entrega en persona de lo que anoche hice a la distancia.



    Se agacha entonces, en cuanto Inuyasha siente el primer contacto con esos sensuales labios cierra los ojos lentamente, dejándose invadir por las sensaciones que ahora lo envuelven, lenta muy lentamente transcurre ese beso, con la pasión acechando tras la calma.

    Cuando se separan el menor decide detener todo…


    - Será mejor irnos – su voz suena nerviosa.

    - ¡ Cobarde ! – le susurra al oído Sesshoumaru.

    - Cobarde no, solo precavido –



    Sobra decir que Sesshoumaru luce como siempre soberbio, a juicio de Inuyasha que lo contempla vestido informal, después de verlo siempre de traje en el trabajo es un muy grato cambio, informal pero no deja de verse distinguido, vestido todo de negro, pantalón, camisa de seda con los dos primeros botones desabrochados dejando ver parte de su blanco pecho, chamarra de piel y botas ocultas bajo las piernas del pantalón. En fin le roba el aliento a Inuyasha, aunque eso no quiere decir que él no lo haya hecho de igual forma con el mayor.
    Cuando llegan al estacionamiento de Sesshoumaru, éste lo invita a subir a su auto…


    - ¡¿ Es tuyo ?! – pregunta sorprendido el chico al contemplar el impresionante Ferrari Spider convertible.

    - Sí, desde luego –

    - ¡ Caray, si que deja ser ejecutivo en esa empresa ! –

    - Supongo que algo así – responde Sesshoumaru sin darle mayor importancia.

    - ¿ A dónde vamos ? – pregunta curioso Inuyasha.

    - Bien, por la hora, puedo suponer que tendrás hambre ¿ Me equivoco ? –

    - No, en realidad- Inuyasha comprende que es la hora a la que acostumbra estar siendo “ consentido” por Shippou y al recordarlo, un inquieto ruido en su estómago se hace presente para vergüenza del chico.



    Se escucha una grave risita baja.



    - Sí, evidentemente es hora de ir a comer - comenta Sesshoumaru divertido.

    - ¡ Tonto estómago ! – exclama avergonzado Inuyasha.



    No Taisho Sama lo lleva a un muy buen restaurante donde para regocijo del festejado, comparten una excelente comida, los han ubicado en un lugar especial, un apartado donde disfrutan de un ambiente más privado.
    Le llama sobremanera la atención a Inuyasha la forma en que en todos lados tratan a Sesshoumaru, ha disimulado muy bien todo el tiempo, hasta que ingenuamente hace un comentario al respecto:



    - ¿ Sabes Sesshoumaru ? aún debo de hacer un mejor esfuerzo en mi trabajo para ocupar un puesto como el tuyo… ¡ Vaya que te tratan bien donde sea que te pares !-



    Sesshoumaru vuelve a sonreír, se acerca al oído de Inuyasha y le susurra:



    - Tú solo quédate a mi lado –



    Inuyasha lo mira en silencio, ya que el contemplar la posibilidad de quedarse al lado de Sesshoumaru con quien cada vez se siente más a gusto le parece ahora una muy buena idea, sin embargo no se atreve a decir nada.

    El ambiente es tan grato que permanecen ahí un muy buen rato, conforme pasa el tiempo el trato entre ellos se va volviendo más cordial, con mayor confianza al irse conociendo mejor, aunque se acoplan de tal manera que cualquiera diría que ya se llevan bien desde hace tiempo.
    No cabe duda de que esos momentos que comparten son ahora disfrutados y atesorados por uno y otro.
    Sesshoumaru va volviendo el ambiente más íntimo, guiando hábilmente al chico, que de alguna forma podría decirse que lo está permitiendo.

    Cuando el momento le parece propicio al mayor, lleva la plática por otros rumbos, clava su bella mirada intensa en sí misma captando toda la atención de Inuyasha, al cual los nervios lo invaden poco a poco.


    - Inuyasha, hay tantas cosas que deseo decirte, que quisiera comprendieras con toda claridad, pues quiero que sepas que jamás había sentido el deseo tan profundo de comunicarle algo así a nadie.



    Inuyasha puede darse cuenta que pese a la elocuencia y firmeza de lo que pronuncia Sesshoumaru, sus ojos brillan inquietos, sin duda es verdad lo que le dice, él guarda silencio atento a lo que le dice mientras Sesshoumaru continua:



    - Quiero que sepas… ¡ Que realmente me gustas mucho , más de lo que yo mismo me atrevería a aceptar ! pero quiero hacerte saber también que ya no solo es eso, pues pasado éste tiempo desde que me empecé a fijar en ti, lo he comprendido. Estoy comenzando a reusarme a estar lejos de ti, cada vez me es más difícil – le dice con esa voz grave impregnada por completo de sinceridad, la forma en que lo dice suena casi como una caricia.

    - ¡ Baka ! ¡ Pero qué cosas dices! – responde inquieto Inuyasha, aunque luce apenado.

    - Dime Inuyasha… ¿ Tú que sientes por mí ? – pregunta con su serena voz mientras lo mira con esos ojos lanzando dorados destellos de sol.

    - Yo… bueno… verás, no soy muy bueno con las palabras ¿ Sabes? – Inuyasha se ruboriza demasiado, la respuesta ya grita en su interior, pero su orgullo le impide salir, siente entonces como Sesshoumaru comienza a acariciar su mejilla lentamente, mirándolo esperando su respuesta.

    - ¡Bueno… no me caes mal ! – responde Inuyasha en un primer impulso.

    - ¡ Vaya, eso es un gran logro ! – le responde irónico Sesshoumaru, aunque puede darse cuenta del enorme esfuerzo que le cuesta a Inuyasha expresar sus sentimientos.



    Inuyasha se siente realmente bien al lado de ese hombre, su corazón late inquieto. Aún cuando mantiene cierta resistencia a aceptar abiertamente lo que siente, pero ahora puede darse cuenta de que esa resistencia le está causando más daño que si se decide a ceder ante ella. En cierto momento siente como de tanto luchar en su interior algo se rompe en mil pedazos, sin duda se trata de algún tipo de atadura que ha sido vencida por fin, a causa de éste trato mucho más cercano y cálido con Sesshoumaru.
    Inuyasha lo mira directo a los ojos, suspira profundamente y le entrega en palabras lo que puede sentir con claridad ahora, aún si le cuesta trabajo expresarlo.



    - Tú… tú también me gustas mucho Sesshoumaru – siente como si la garganta se le cerrara, pasa saliva y continúa:
    Tal vez no comprenda por completo mis sentimientos por la enorme cantidad de sensaciones que has comenzado a mover en mi interior, pero aún sin quedarme por entero claros, si puedo decirte con certeza que me siento feliz y pleno ahora que he tenido oportunidad de pasar tiempo a tu lado.



    Los ojos de Sesshoumaru relucen, se aproxima a besarle tiernamente y deja salir las palabras que ha esperado tanto tiempo para poder decirle a la persona indicada, palabras que claman por salir justo ahora.



    - Eres muy especial Inuyasha ¿ Lo sabías ? Tan especial ahora solo para mí, justo como yo espero serlo para ti. Es necesario que sepas que al paso del tiempo de estarte observando y en las escasas ocasiones que he logrado estar cerca de ti, has causado un gran revuelo en mi interior, volcando todas mis creencias sobre mi ser y mi sentir. Comprendo también que esto no es fácil ni para tí ni para mí, sin embargo ahora me siento con el ánimo para confesarte que han sido noches en vela con tu imagen clavada en mi mente, ante una inútil resistencia por mi parte, algo que jamás me había pasado. Hasta que finalmente he comprendido que mi lucha es una lucha perdida, donde al perder he ganado.
    Ignoro así mismo si esto que siento es juzgado como pecado, algo correcto e inaceptable para los que nos rodean, aunque para serte sincero, en verdad ya no me importa. Solo tengo la convicción de que mis sentimientos son sinceros, aún cuando haya mucho que descubrir en ellos.
    Y al contemplar ahora tu mirada, sé que tenemos una oportunidad esperando porque la tomemos. No deseo seguir engañándome, no deseo vivir con estas implacables dudas y justo en éste momento deseo de verdad que la mayor de ellas sea aclarada.
    Te pido… ¡ Mírame y dime si los dos creemos lo mismo, si nuestros sentimientos son semejantes ya que puedo notar que en tu interior ocultas demasiado de lo que tú mismo eres, me parece que en más de un sentido, tú y yo somos muy semejantes.-




    Sesshoumaru no aparta ni un instante su mirada de la de Inuyasha causando un mayor impacto las palabras que éste escucha, puede notar una expresión en ellos que se vuelve más intensa cuando No Taisho Sama vuelve a hablar:



    - Inuyasha… quisiera saber si tú… ¿ Estarías dispuesto a amarme y a permitir que yo lo haga ? ¿ Me dejarías permanecer a tu lado como deseo hacerlo ?…
    ...¿ Me permitirías amarte… como mi novio ?-



    Inuyasha se siente de pronto en las nubes, debe estar soñando pues por un instante le parece difícil de saber con certeza si es verdad lo que ha escuchado, pero la cálida caricia que le prodiga Sesshoumaru en su rostro es sin duda real, suspira nuevamente y responde a su vez:



    - No te equivocas al decir que esto no es fácil, yo mismo me encuentro sorprendido de estar aquí y ahora de ésta forma contigo. Ha sido casi repentino, inesperado – logra decir con cierta dificultad.

    - ¿ Te arrepientes Inuyasha ? ¿ Quieres detener todo esto en realidad ? quedarte con la duda de lo que pudo ser, déjame decirte que yo no estoy tan convencido de eso – pregunta Sesshoumaru con calma, aunque no es exactamente lo que desea- pero sin embargo, si eso es lo que quieres… -



    Inuyasha inclina levemente la cabeza pensativo, pero luego la mueve lentamente negando en silencio.



    - No pretendo forzarte a nada y…¡ Créeme que podría hacerlo ! pero no quiero que las cosas sean así – le aclara Sesshoumaru con calma.

    - No estés tan seguro de que yo lo permitiría – responde con cierto orgullo Inuyasha, dirige entonces su mirada ámbar a la de Sesshoumaru otra vez, a pesar del orgullo del mayor, éste no podría negar que él también es presa de esa dulce inocente y tierna mirada, dentro de la fuerza que expresa también.



    Takahashi San le habla firme y claro ahora:



    - Tú eres todo lo que yo jamás esperé encontrar en mi camino, me desconciertas, me intrigas, me sacas de balance. Supongo que podría salir huyendo en cualquier momento pero… ¡ Desde luego que no lo haré !
    Tú como yo sabemos que esto ahora también está tornándose en algo difícil de dejar, una duda imposible de ser olvidada sin buscarle respuesta. Sin embargo debo ser honesto y decirte que tengo miedo, miedo quizá a lo que descubra y que después de aceptarlo eso termine y me vea solo otra vez, quedando nuevamente vacío , muerto en vida… ¡ Tengo miedo de creer en algo que no sea verdadero ! pues ya en el pasado lo que he amado, me ha dejado solo. – Su voz de Inuyasha deja oír un silencioso eco de dolor captado de inmediato por Sesshoumaru.



    Sesshoumaru lo mira en silencio detenidamente, una mirada cargada de todo lo que percibe en Inuyasha, de lo que él mismo siente.
    Toma entonces la mano de Inuyasha, la acaricia por un momento y luego sin apartar la mirada de él, le susurra mientras pone esa mano del chico en su propio pecho.



    - Dime Inuyasha… ¿ Lo escuchas ? –



    Inuyasha lo mira confundido al principio. Después con calma pone atención y entonces lo percibe, son los fuertes latidos del corazón de ese alto hombre que ahora le habla:



    - ¿ Escuchas lo que te dice ? ahora… ¡ Mírame y responde ! ¿ Puedes creerme Inuyasha?
    ¿ Puedes amarme? ¿Puedes dejar que te ame con todas mis fuerzas?-



    Inuyasha entonces comienza a entender ese extraño y secreto lenguaje en que Sesshoumaru le habla, haciéndole comprender lo que trata de comunicarle, algo que nunca antes había escuchado y mucho menos sentido.
    Lentamente el joven diseñador sonríe y responde al fin:



    - ¡ Sesshoumaru… para mí… para mí sería todo un placer… yo… acepto con gusto ! – los ojos ámbar de Inuyasha lucen realmente hermosos con esa luz interna tan suya.



    Sesshoumaru toma ambas manos del chico y se las besa lentamente.



    - ¡ Gracias Inu chan ! no imaginas la alegría que haces surgir en mi interior con solo mirarte, así que imagina lo que logran tus palabras –



    Se quedan un rato compartiendo el silencio, en uno de esos momentos en los que las palabras ya sobran.


    Cuando salen del lugar, la tarde ya comienza a caer.



    - Será mejor regresar ya Sesshoumaru, se hace tarde – dice Inuyasha mientras caminan tomados de la mano hasta el sitio en donde les entregarán el auto.

    - ¿ Bromeas verdad Inu chan? ¡ Esto apenas comienza amor ! – le dice con una traviesa mirada que estremece a Inuyasha.






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    - ¿ Con que una reunión de cumpleaños? – pregunta Naraku de forma tan gélida que a Byakuya le causa miedo.

    - Sí, así es, fue idea de Sesshoumaru – dice tímido el delgado chico que se disponía a salir.

    - ¡ Dame los datos del lugar ! –

    - Pero Naraku –

    - ¡ Dámelos he dicho ! – le ordena Naraku.

    - Está bien – al menor no le queda más remedio que obedecer, aunque sabe que no es buena idea, aunque tampoco lo era callar la información.



    Suena entonces el timbre del apartamento, lo cual alivia a Byakuya que sale de inmediato al encuentro de Kouga quien ha llegado para irse juntos en el auto de su novio.



    - Sería una descortesía de mi parte no ir a darte un abrazo de felicitación… Inuyasha – dice Naraku al quedarse solo, con una siniestra sonrisa y un destello rojizo en la mirada.






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    Viajan el par de peli plateados en el impresionante auto negro del importante ejecutivo, Inuyasha ignora hacia donde se dirigen, ya que según Sesshoumaru se trata de una sorpresa.
    El tiempo que tardan en llegar a su destino le brinda a Inuyasha la oportunidad de pensar con más calma en todo lo que ha ocurrido en tan poco tiempo.


    “ Todo ha sido tan rápido… vine a Tokio buscando un cambio, pero jamás pensé la magnitud que tomaría dicho cambio. Ni en mis más locas ideas me imaginé que algo así sucedería ”.


    Mira de reojo a Sesshoumaru que por instantes parece también inmerso en sus propias reflexiones.


    “ Ya no sé si pensar en si esto estará correcto, aún cuando sé que el camino que hemos elegido no será fácil, aunque si soy sincero… no siento arrepentimiento alguno.”


    Después de todo éste impresionante hombre le ha ayudado a descubrirse a sí mismo, a aceptarse tal cual sus sentimientos le dictan, aunque de alguna manera también se da cuenta de que esto es algo nuevo también para Sesshoumaru, con seguridad ha sido un descubrimiento mutuo después de todo.


    “ ¿ Arrepentido? ¡ No definitivamente no me siento así ! “ – se repite Inuyasha mentalmente y completamente seguro ahora que contempla a ese sereno hombre a su lado.


    - ¿ Ocurre algo Inu chan ? – le pregunta intrigado Sesshoumaru al sentir la insistencia con que lo mira Inuyasha.

    - ¡ No, nada ! – responde rápidamente el menor de ellos.

    - A mí no me parece que sea “nada” - le replica Sesshoumaru.



    Inuyasha se da cuenta enseguida que no será sencillo negarse a cualquier cosa con Sesshoumaru, sabe que al menos no lo dejará en paz hasta saber que le ocurre.



    - Solo pensaba… pensaba en que… - Inuyasha toma la mano de Sesshoumaru y la coloca con el dorso contra su mejilla, en un tierno gesto mientras inclina su cabeza recargándose en el hombro de su ahora novio - … que me siento realmente bien a tu lado.



    Sesshoumaru no deja de sorprenderse por la calidez de ese chico terco, mientras aparca el auto pues ya han llegado a su destino.


    - Inuyasha – lo llama suavemente, cuando el diseñador voltea a verle le toma su rostro con ambas manos y una vez más lo hace prisionero de sus labios - Hemos llegado, ahora bien déjame hacer algo que he deseado desde que te recogí. –



    Inuyasha lo mira sin saber a qué se refiere pero ve como Sesshoumaru dirige sus manos hacia su cabello y con un hábil movimiento le retira la cinta de seda que lo sujeta en una coleta, liberándolo de ella, desliza después sus finos dedos entre las hebras plata una y otra vez hasta que se lo acomoda para que caiga nuevamente como cascada sobre los hombros del chico.



    - ¿ Qué haces ? –

    - Me encanta como luces con tu hermoso cabello suelto, no es que te veas mal cuando lo atas, pero a mí me gusta más así… - pasa sus dedos una vez más - … eso es… ¡ Así está mejor ! ahora vamos Inu, espero te guste éste sitio –

    - ¿ Qué lugar es éste ? – pregunta Inuyasha contemplando el lugar mientras desciende del auto.

    - ¿ No lo adivinas ? – la voz de Sesshoumaru oculta un tono divertido en ella.



    Inuyasha puede notar que es una especie de bar-antro-disco, pero de un excelente nivel, puede darse cuenta de eso por la distinguida pinta de los clientes, pero… ¡ Un momento !... solo ve hombres por los alrededores, con un comportamiento muy peculiar por cierto.



    - ¡¿ Me trajiste a un sitio gay Sesshoumaru, no es así ?! ¡¿ Me has traído a un lugar para homosexuales ?! – casi le grita escandalizado Inuyasha al darse cuenta, aunque baja enseguida la voz al fijarse como varios de los que esperan para entrar voltean a verle confundidos, aunque sin duda prestando demasiada atención a su apariencia primero y luego a la de Sesshoumaru donde sus miradas se quedan un buen rato.



    Sesshoumaru se aproxima entonces a él rodeando el auto y acercando su rostro al de Inuyasha le pregunta con una burlona sonrisa en los labios:



    - Mi querido Inu chan ¿ Acaso no has caído en la cuenta ? ¿ Qué crees que hemos descubierto que somos tú y yo ? ¡ Anda te va a encantar ! –



    El sonrojo en el rostro de Inuyasha ahora es más que evidente al darse cuenta de lo certero de esas palabras, pero luego frunce el ceño y aproximándose ahora él a el rostro de Sesshoumaru le dice bastante serio:



    - ¡ Un momento Sesshoumaru! Si no me equivoco estuviste haciendo reservaciones con anticipación, así que dime ¿ Cómo sabías que sí vendríamos hoy aquí ? ¿ Cómo podrías estar tan seguro de que yo aceptaría salir hoy contigo ? -



    Entonces Sesshoumaru lo mira con una actitud de sobrada confianza.



    - Sencillamente tenía la sospecha de que me aceptarías como tu novio y en ese caso, un lugar así sería conveniente para nosotros. –

    - ¡¡ No había ninguna seguridad de que aceptara, no seas engreído!! –

    - Bueno Inu chan… dime ¿ Acaso me equivoqué en mis suposiciones? ¡ Henos aquí ahora como… novios !

    - ¡ Eres un… eres un presumido, engreído, orgulloso de lo peor ! – le dice molesto Inuyasha, aunque debe admitir que tiene razón quien le responde con toda calma:

    - Lo sé – sonríe de lado – pero también comienzo a conocerte mejor y mientras más te conozco más me gustas y también sé que así te
    gusto –

    - ¡¡ Keh!! – presumido.



    Sesshoumaru se inclina y deposita un suave beso en los labios de su novio.



    - ¡ Lo único que deseo es que te sientas a gusto ! ahora es necesario que sepas que jamás he entrado aquí pero investigué muy bien las opciones antes de elegir un lugar para tu cumpleaños. –



    Inuyasha siente como lo toma de la mano entrelazando los dedos, con lo cual se siente incómodo, hasta que cae en la cuenta de que eso ahí es lo más normal.



    - ¡ Solo relájate ! – le dice todavía Sesshoumaru – y disfruta de tu cumpleaños.-



    Entran enseguida sin siquiera tener que hacer fila, casi con la pura presencia del joven No Taisho Sama es suficiente para que les franqueen el paso, atendiéndolos de inmediato, un edecán los conduce a su mesa, nuevamente ubicada en un lugar privado desde donde dominan todo el lugar. A lo lejos Inuyasha puede ver que en ese sitio ya los esperan Miroku, Kouga y Byakuya, quienes los saludan desde lejos muy sonrientes.

    El lugar luce espléndido, muy moderno y enorme, la música es buenísima con un sonido inmejorable, con un excelente juego de luces y efectos especiales, pantallas por aquí y por allá, Inuyasha está realmente impresionado, sin duda alguna le ha encantado el lugar. Nota a Miroku algo incómodo al principio, comprende que ahora está fuera de lugar de alguna manera, pero al poco rato lo puede ver mucho más relajado, se han hecho buenos amigos y le agrada que los acompañe en “ su festejo” .
    Kouga y Byakuya se levantan varias veces a bailar en la moderna pista que se ubica en el lugar, perfectamente acoplada a la decoración del sitio.

    La están pasando realmente bien, por demás está decir que ambos chicos de blanco cabello llaman terriblemente la atención.
    En cierto momento que Sesshoumaru se ausenta un momento para contestar una importante llamada , Kouga se sienta a un lado de su amigo de la universidad y sin aguantar más le pregunta:


    - Inuyasha… ¿ No piensas decirnos verdad ? – al escuchar esto Miroku y sobre todo Byakuya comienzan a poner atención a la charla.

    - ¿ De qué hablas ? – pregunta Inuyasha aunque sabe por dónde va su amigo.

    - ¡ Digo Inuyasha ! ya es más que evidente, si no por qué Sesshoumaru te ha traído a un lugar como éste, por Byaku y por mí está más que bien, aunque lo siento por ti Miroku - le dice burlón a éste, quien le sonríe, mientras se mueve al compas de la música respondiéndole.

    - A decir verdad, tampoco está tan mal –

    - Eso es cierto – continua Kouga - como te decía Inuyasha, solo hay que ver lo cerca que se mantiene de ti, como te trata, como te mira… -

    - ¡ Basta Kouga, ya entendí el punto ! supongo que necesitaban estar ciegos para no notarlo – Inuyasha sonríe ampliamente con las mejillas encendidas, explicándoles lo que ellos ya suponen, tomándolos por sorpresa de algún modo.

    - Pues sí mi querido Kouga, tus sospechas son ciertas… Sesshoumaru y yo nos llevamos bastante bien –

    - ¡ Ya decía yo ! – exclama Miroku interrumpiendo – ya decía yo que ese pedido de mesas de dibujo y todo lo demás que Sesshoumaru Sama me solicitó personalmente con tanta urgencia… ¡¡ Uuuupppsss!! - calla de improviso al darse cuenta de que ha hablado de más.

    - ¡¡ ¿ Que Sesshoumaru queeeé ?!! - exclama sorprendido Inuyasha.

    - ¡ Ah no, no me cambies el tema Inuyasha, no creo que eso sea todo ! – le recrimina Kouga.



    Inuyasha comprende que no lo dejarán en paz, no al menos hasta que lo diga abiertamente. Suspira profundamente y …



    - Lo que ocurre es que Sesshoumaru y yo… recién… somos novios – les dice con el rubor trepando por sus mejillas.

    - ¡ Ya decía yo ! – exclama otra vez Miroku, que eras demasiado lindo para ser hetero… - pero se interrumpe al escuchar algo de vidrio que se rompe.



    Voltean todos a ver a Byakuya que luce desencajado y con la mirada fija en algún punto inexistente, ha soltado el vaso que sostenía en las manos.


    - ¡ Byaku amor ! ¿ Te encuentras bien ! - le pregunta Kouga preocupado.

    - Sí… solo es que… -



    Inuyasha y Miroku lo miran extrañados.



    - Solo que me siento algo mareado, tal vez necesito un poco de aire fresco – responde Byakuya tratando de disimular.

    - Vamos amor, te llevaré al salón de descanso, pude ver un jardín por ahí, te hará bien – le dice Kouga ayudándole a levantarse – volvemos en un momento – les dice a los demás.



    Miroku e Inuyasha se quedan solos.



    - Ese chico es extraño – dice Miroku refiriéndose a Byakuya.

    - Es un buen hombre y un buen amigo – sale Inuyasha en su defensa.

    - No sé, hay algo que no me gusta – dice pensativo Miroku, quien ahora dirige su mirada hacia otro lado, algo que llama más fuertemente su atención.

    - Por cierto Inu, espero que tu paciencia sea infinita –

    - ¿ Por qué lo dices ?-

    - Pues porque supongo que será difícil que te acostumbres a que tu novio sea el centro de atención. –

    - ¿ A qué te refie… ? – Inuyasha se queda callado cuando dirige la mirada hacia donde lo hace Miroku.



    Allá del otro lado del lugar, se encuentra Sesshoumaru rodeado por algunos chicos que intentan que vaya a bailar con ellos o a tomar un trago con otros, impidiéndole el paso.



    - ¡ Ah no, eso sí que no ! – y allá va Inuyasha en busca de su novio.

    - Sí, puedo ver tu infinita paciencia – dice con calma Miroku mientras da un sorbo con toda calma a su bebida.



    Cuando Inuyasha llega al lado de Sesshoumaru lo toma del brazo y lo jala para que se vaya con él.


    - ¡ Oye tú, eso no es justo ! nosotros lo vimos primero – empiezan a decirle molestos los que le rodean.

    - Aunque viéndolo bien, tú no estás nada mal – dice otro.

    - ¡ Háganse a un lado y déjenos en paz ! – dice ya molesto Inuyasha.



    Pero otro chico de cabello rubio se enoja más de la cuenta y aproximándose a Inuyasha lo jala de la camisa.



    - ¡ Si deseas bailar con él, espera tu turno imbécil ! - le grita molesto.



    Inuyasha se prepara entonces para defenderse, pero Sesshoumaru se adelanta y con un aspecto que los amedrenta a todos, toma al chico rubio por el cuello y le dice con helada voz:



    - ¡ Y si tú quieres conservar la cabeza en su lugar, más vale que no vuelvas a ponerle una mano encima a mi pareja – dice aclarándole a todos la situación, logrando que los dejen tranquilos de una vez por todas.



    Llegan enseguida varios miembros de seguridad del lugar.



    - No se preocupe Sesshoumaru Sama, éste imbécil no volverá a molestarle – dicen mientras toman al chico y lo sacan casi a rastras del lugar.

    - ¡ Eso espero ! – dice en tono frío Sesshoumaru.



    Todos se dispersan rápidamente, sin hacer intento desde luego de nada más.



    - Vamos Inu chan, no permitiré que arruinen tu cumpleaños – le dice jalándolo de la mano para conducirlo hasta su mesa.




    Por su parte Byakuya y Kouga se encuentran sentados cerca de una de las barras próxima al jardín.



    - ¿ Seguro que te sientes mejor Byaku ?-

    - Sí amor, ya estoy bien –

    - Permíteme un momento entonces, enseguida vuelvo – le dice Kouga al tiempo que le da un tierno beso en la mejilla y lo deja sentado en un alto banco.



    Byakuya se siente algo aliviado después de tomar un poco de aire fresco haciendo un esfuerzo enorme por tratar de calmarse después de lo que ha escuchado, pero sabe que solo será una calma temporal... pero dicha calma se evapora antes de tiempo cuando siente una mano posarse en su hombro y voltea a ver dándose cuenta de quien se trata.



    - ¡¡ Naraku !! ¿ Qué haces aquí ? – exclama sorprendido.

    - ¿ Acaso no es evidente? Vengo a felicitar a Inuyasha – le responde su hermano mayor con una sonrisa que le hiela la sangre.




    Y en la mesa de Inuyasha…


    - No sabía que eras tan celoso y posesivo – le susurra Sesshoumaru a su novio, para luego plantarle un beso.

    - ¡ Mira quién habla ! el que anda arrancando cabezas por ahí a la menor provocación.

    - Todavía no lo hago – le responde sonriendo.

    - Pero poco faltó –

    - Así aprenderán a respetar a MI novio –

    - Lo dices como si fuera de tu propiedad – le replica testarudo y molesto Inuyasha.

    - Aún no, pero falta poco – le dice Sesshoumaru paseando sensualmente sus labios por la oreja del chico.

    - ¡ Deja de hacer eso, nos pueden ver ! -

    - ¿Ah sí , quién ? aparte de Miroku que ahora charla con ese chico que se le ha acercado , no veo quien no esté haciendo algo similar en algún momento. –

    - ¡ Baaaka ! –



    Es anunciado entonces un bloque de música retro, la iluminación cambia, puede verse como bajan 4 enormes jaulas , una en cada esquina de la enorme pista, dentro de las cuales unos jóvenes hombres de bastante buen ver, bailan vestidos con ropa de likra que se amolda a su bien formado cuerpo, simulando ser grandes felinos con orejas e incluso colas. Contonean su cuerpo al ritmo de la música que invita a bailar, dejando embobados a muchos de los presentes.
    Incluso Inuyasha voltea a verles un momento, todo esto es nuevo para él, pero no se da cuenta de que esto provoca unos dorados destellos en unos ojos que le observan atentos. No lo nota al menos hasta que siente unos finos dedos que lo toman por la barbilla y lo obligan a encarar al dueño de esos rasgados ojos, que no le envidian nada a los de cualquier felino.
    Inuyasha lo mira quedándole clara cierta molestia en ellos, la grave voz de Sesshoumaru le llega bastante clara y posesiva aún cuando habla solo para él.


    - Tu mirada me pertenece solo a mí ahora Inuyasha, asegúrate de recordarlo –

    - Yo…solo miraba lo que sucede a mi alrededor y… ¡¡ mmmmmh !! – no puede decir nada más, pues recibe un atrevido beso que es observado a la distancia, provocando la ira de un par de destellos rojos.




    Naraku decide que es hora de hacerse presente, pero se enfurece cuando alguien se interpone en su camino invitándole un trago, mientras tanto Byakuya aprovecha para escabullirse alcanzando a Kouga para reunirse los dos con Miroku y los demás.


    Suena en ese instante una conocida canción al más puro estilo de la época disco…



    Video



    En cuanto suenan la primeras notas, Sesshoumaru mira de forma traviesa e incluso atrevida a Inuyasha y levantándose lo jala de la mano, mientras le dice:



    - ¿ Bailamos Inu chan ? esa es la nuestra. – le guiña un ojo y se encaminan juntos a la pista de baile.



    Los acordes de esa canción van encendiendo el lugar, a pesar de tratarse de una melodía de bastantes años atrás, ahora al sentirse vibrar en ese lugar aunado al moderno juego de luces y demás recursos técnicos, realzan sobre manera el efecto que ésta causa en el lugar.
    Todos en la pista se dejan envolver por la insinuante música, al tiempo que el par de atractivos peli plateados llegan a ella.


    Sesshoumaru fija sus ojos en los de Inuyasha y comienza a moverse solo para él, su cuerpo sigue el ritmo de la música y… de sus instintos.
    Inuyasha no atina en un principio a moverse , es tal el impacto de ver a ese imponente hombre bailando de esa forma, pero poco a poco el joven diseñador empieza a sentir casi como si de magia se tratara un fuerte impulso surgiendo de su interior.
    Su alto y atractivo novio se mueve con soltura a su alrededor, la camisa abierta deja ver su blanco pecho y sus finas manos revolotean sensualmente alrededor del cuerpo del chico, a la par de que el larguísimo y sedoso cabello blanco se agita al compas de los movimientos de su cadera, sus dorados ojos lanzan intensos destellos.

    Es imposible que no comiencen a llamar la atención de los que les rodean, esa nada común pareja ocasiona que les vayan abriendo espacio en la pista, replegándose todos poco a poco a las orillas.
    Inuyasha cohibido al principio, ahora ya no lo está tanto, se deja envolver entonces en los brazos de Sesshoumaru que de vez en vez lo toma por la espalda, al tiempo que le va cantando al oído algunas de las frases de la canción, haciendo vibrar al chico, quien finalmente se deja llevar por completo.



    - ¿ Y por qué demonios no? – se dice a sí mismo.



    En un instante el par de peli plateados se mueven de manera sumamente sensual, coordinados perfectamente, uniendo y separando sus tibios cuerpos, robándose ocasionalmente un intenso beso, arrancando suspiros por aquí y por allá.


    Naraku los observa casi embobado además de furioso a la distancia, ese par de tentadores hombres que mantenía bajo la mira, le han sorprendido al llevarle ventaja en la que creía su jugada. Aprieta los puños con fuerza , quiere llegar hasta ellos y arrebatarle a Sesshoumaru su trofeo, ése chico que ya pensaba tener casi bajo su dominio.

    Pero la multitud que rodea la pista se lo impide.

    Todos se mueven al mismo ritmo en sus lugares, aunque ya los únicos que bailan al centro de la pista en un muy intenso vaivén, mientras su cabellos forman blancos remolinos, son Sesshoumaru e Inuyasha.
    Se alejan, se aproximan, danzan uno alrededor del otro, sus manos jugueteando como sutiles caricias en el contorno de aquel que se mueve a su ritmo.


    Después de su intenso baile, terminan a la par de la canción, fundidos en un muy apasionado beso, sujeto Inuyasha al cuerpo de Sesshoumaru, rodeado por sus fuertes brazos que lo pegan por completo a su cuerpo.

    Se escuchan fuertes gritos y aplausos, hasta entonces todos caen en la cuenta de que las jaulas habían sido izadas, las cuales ahora bajan nuevamente, pues lo más llamativo no estaba en ellas sino al centro de la pista.
    Después de la fuerte ovación que se dejó escuchar por ese lugar dedicada por completo a ese par de sumamente atractivos hombres, el ambiente regresa poco a poco a la normalidad, calmándose lentamente la agitación que envolvió todo hace un momento.

    Sesshoumaru e Inuyasha llegan a su mesa, más que contentos, prodigándose varias discretas muestras de esa sensualidad que por un momento sentían se desbordaría.


    - No cabe duda que éste ha sido el mejor cumpleaños que he tenido – exclama Inuyasha sonriente y agitado.

    - De eso se trataba amor – le dice Sesshoumaru besándolo en la mejilla mientras toman asiento nuevamente.


    - ¡ Espero no interrumpir a … los enamorados ! – se escucha la voz fría de Naraku - quien siente la furia arder de solo contemplar ese beso dado por Sesshoumaru .



    Inuyasha voltea de inmediato para ver al que llega de forma tan inoportuna.



    - ¡ Naraku ! –

    - ¿ Qué haces tú aquí ? – es la pregunta en tono seco que recibe por parte de Sesshoumaru.



    Naraku lo mira con rencor en la mirada, pero su tono de voz es tan suave y falsamente amable, conteniendo toda la rabia que lo carcome por dentro.



    - Bien, pues sucede que Byakuya me comentó que venía a celebrar con ustedes el cumpleaños de Inuyasha y no quise dejar pasar la oportunidad para felicitarlo – una ladina sonrisa adorna su rostro.



    Miroku, Kouga y Byakuya observan todo en silencio, pueden notar la enorme tensión que flota ahora en el lugar, pero nadie atina a moverse.



    - Pues ya lo has hecho ¡Ahora lárgate , ya que tú no has sido invitado ! – casi le ordena Sesshoumaru.

    - ¡Pero qué descortés eres Sesshoumaru ! - le dice Naraku al alto empresario suavizando aún más la voz. – te informo que Inuyasha también es mi amigo, así que tú no vas a impedirme que lo felicite apropiadamente – comienza a aproximarse al diseñador.

    - Eso depende de a que llames “felicitarlo apropiadamente” – casi le escupe Sesshoumaru sin perder la compostura, pero poniéndose de pie.

    - Solo hablo de un abrazo – le dice inocente Naraku y agrega en voz más baja- ¡ Claro que a mi estilo ! –



    Sesshoumaru se interpone en su camino hacia Inuyasha y con voz helada le dice:



    - ¡Ja ! como si fuera a permitirlo, pues déjame informarte entonces, que nadie y sobre todo tú le da ninguna clase de abrazo a MI NOVIO –

    - ¡¡¿ Tu queeeeé ?!! ¡Explícame eso maldito bastardo ! ¿ De que estúpida cosa hablas ? – le pregunta Naraku que ha palidecido a causa de la rabia.



    Pero ahora es Inuyasha el que habla al tiempo que se levanta y se sitúa a un lado de Sesshoumaru y permite que éste lo rodee con su brazo por la cintura, pegándolo a su cuerpo.



    - Es la verdad Naraku, Sesshoumaru y yo ahora somos novios – el tono de Inuyasha no denota la más mínima duda.



    Naraku le dirige entonces una mirada de desprecio al menor de los peli platas.



    - ¿ Y eras tú el que pregonaba ser heterosexual y que no podías interesarte en tener algo conmigo ?-

    - ¡ Así es ! – los ojos de Inuyasha han tomado un aspecto amenazador – y lo que yo sea o deje de ser no es tu maldito asunto, nunca lo ha sido y… ¡ Sí, tienes razón, de cualquier forma no tengo ningún interés de nada contigo ! que seas un maldito imbécil que no lo vea no es mi culpa – le dice furioso Inuyasha que al hacer el intento de acercarse aún más a Naraku para ponerlo en su lugar de una vez por todas, siente como es retenido con fuerza al lado de Sesshoumaru quien exclama:

    - ¡ Ya escuchaste ! ahora o te largas o te hecho yo mismo! - comienza a caminar hacia Naraku colocando a Inuyasha tras de él.



    Naraku en ese momento siente como lo jalan del brazo, es Byakuya que luce muy pálido, puede notar como incluso le tiémbla la mano.



    - ¡ Vámonos oniisan, es lo mejor !-



    Naraku se jala zafándose y dándose la vuelta fulminándolo con la mirada, mira de reojo al par de peli platas y les dice amenazador:



    - ¡ Esto no se quedará así ! – dirigiéndose a Byakuya le ordena:

    - ¡ Vámonos ! –



    El chico se agacha y sin decir nada se retira junto con su hermano, dejando el ambiente tenso y a un Kouga que se queda perplejo, parado sin saber que rayos ocurre con su novio.
    Todos toman asiento otra vez, permanecen un momento en un incómodo silencio, hasta que Sesshoumaru lanzándoles una rápida mirada les dice como si nada:



    - ¿ Qué no es esto un festejo ? - todos asienten en silencio – pues entonces no veo como algo tan insignificante podría arruinarlo.-



    Al poco rato la charla ha retomado casi su nivel normal que tenía antes de ser interrumpidos.


    Miroku observa atentamente a Kouga ahora que Sesshoumaru e Inuyasha se han levantado nuevamente a bailar, éste luce intranquilo y sin que él lo note le toma la mano con toda calma y con una tranquila voz que inexplicablemente le sirve de consuelo a Kouga, le dice:



    - ¡ Tranquilo amigo ! dale tiempo, ya te buscará cuando esté más calmado, por ahora debes entender que no le quedaba alternativa – aunque en el fondo Miroku sabe que esto no es así exactamente, pues si ese chico realmente amara a Kouga, no habría poder humano que logrará que lastimara así a quien ama. Pero lo que si es cierto es que le afecta de alguna forma ver a ese joven afligido de esa manera.

    - ¡ Te lo agradezco ! – responde Kouga en un suspiro, sin embargo la noche se ha arruinado para Kouga, quien pasado un rato decide irse.

    - Me retiro Inu – le dice a su amigo cuando toma asiento otra vez cerca de él – ha sido una noche de sorpresas, la pasé genial con ustedes y sobre todo… ¡ Felicidades a los dos ! son una pareja fuera de serie – al abrazar a Inuyasha a modo de despedida le susurra:

    - No cabe duda que ha sido mejor así amigo, deberías de ver la expresión en tu rostro, con toda seguridad Sesshoumaru es lo mejor para ti –

    - ¡ Gracias Kouga ! no pierdas el ánimo, es solo un pequeño tropiezo entre ustedes, ya verás que para mañana toda volverá a la normalidad – le dice Inuyasha a modo de consuelo.



    Al despedirse de Sesshoumaru…



    - ¡ Gracias Sesshoumaru! ¡ Cuídalo es un muy buen hombre !-

    - No necesitas decirlo, lo sé bastante bien – Sesshoumaru le dice unas palabras solo para él:

    - Tal vez parezca insensible, pero si yo fuera tú no me preocuparía tanto por Byakuya, de hecho me alejaría de él –



    Kouga lo mira más que intrigado.



    - Pero allá tú, finalmente es tú asunto – completa Sesshoumaru alejándose de él.

    - Así es Sesshoumaru… en fin… ¡ Nos vemos! -



    Miroku se aproxima a Kouga.



    - ¿ Traes automóvil ?-

    - No, de hecho hoy llegamos en el auto de Byakuya –

    - Entonces te llevo, yo ya pensaba retirarme también –



    Ambos jóvenes felicitan una vez más a Inuyasha, bajo la atenta mirada de Sesshoumaru para luego salir juntos del lugar.



    - ¿ Preocupado ? – le pregunta No Taisho Sama a Inuyasha al ver la mirada con que éste sigue a los que se retiran.

    - Solo es que… no desearía que Kouga pase por alguna situación desagradable, no lo merece, ya anteriormente ha tenido finales desafortunados en algunas relaciones – dice con cierta preocupación.

    - ¡ Tranquilo Inu, estará bien ! –

    - Supongo que tienes razón –

    - Ahora solo somos tú y yo ¡ Y nada más! ¿ Comprendes? –

    - Ss…ssí, comprendo – dice titubeando Inuyasha mientras siente la calidez de Sesshoumaru que se aproxima aún más a él.



    Permanecen un rato mas bebiendo juntos el que será su último trago, disfrutando de la música, mientras Sesshoumaru mantiene abrazado a Inuyasha muy cerca de él, rodeándolo con uno de sus brazos.



    - Aunque…¿ Sabes Inu chan? – le dice Sesshoumaru mirándolo de una forma extrañamente intensa – a mí me parece que aún así hay demasiada gente aquí ¿ Qué opinas, nos vamos a un lugar más… privado? –

    - Más bien, me parece que ya es hora de regresar, me siento cansado - le dice Inuyasha, tratando de evitar lo que se cierne sobre él.

    - Como gustes amor, vámonos entonces – le responde Sesshoumaru poniéndose los dos de pie, tomando el mayor a su pareja rodeándolo por la cintura para pegarlo más a su cuerpo, una cercanía que no deja de ser aún extraña para Inuyasha a pesar de lo grata que le pueda resultar.



    El camino de regreso nuevamente transcurrió casi en silencio, aunque los dos saben perfectamente que las cosas han cambiado sustancialmente desde el mediodía que se reunieron para salir. En tan poco tiempo todo ha dado un giro tal vez no tan sorpresivo pero aún así inesperadamente rápido, pero en los asuntos del corazón podría decirse que estas cosas suceden.
    De vez en vez se toman de la mano y comentan algo de lo que ha sucedido en el día, sin embargo ninguno de los dos menciona nada sobre el asunto de Kouga y mucho menos del más que cálido baile que compartieron los dos, el cual los dejó más que inquietos. Tal vez al inicio de todo podrían haber pensado que había posibilidades de llevarse bien, pero aún así les ha llamado fuertemente la atención la manera en que se han entendido sus mentes y sus cuerpos encendiendo una hasta entonces desconocida pasión entre ambos, la cual los hace desear por más, sus corazones incluso no han podido recobrar la calma habitual.

    Cuando más tarde llegan a los edificios donde viven, Sesshoumaru desde luego llega directo a su lugar privado y aparca su auto.
    Al descender los dos, se forma un momento algo… incómodo, al menos diferente, ya que es la primera vez que se despedirán como novios. Sesshoumaru llega a un lado de Inuyasha, lo mira con calma y una leve y torcida sonrisa asoma a su rostro, tal vez esto sea incómodo solo para Inuyasha.



    - ¿ Qu…qué ocurre Sesshoumaru ? – dice algo nervioso al notar la atención puesta en él.

    - Es simplemente que me parece tan increíblemente grato el poder mirarte ahora de ésta otra forma –

    - ¿ Qué forma, de qué hablas ? –



    Sesshoumaru se aproxima a él rodeándolo por la espalda con sus brazos, brindándole un tibio cobijo con el cual lo ajusta por completo a su cuerpo.



    - Pues así, como mi novio ¿ Acaso no te gusta ? –



    Inuyasha se estremece, sus mejillas se encienden con ese tono sonrosado tan suyo y sus manos tiemblan levemente mientras las mantiene sobre las de Sesshoumaru.



    - ¿ Y cómo voy a saberlo ? – responde Inuyasha con su natural rebeldía, como suele hacerlo cuando alguna situación amenaza con rebasarlo. – después de todo esto es nuevo para mí –

    - También para mí lo es Inu chan – responde Sesshoumaru girándolo para verlo a la cara – pero es tan sencillo como el que solo me respondas , solo eso… ¿ Te gusta o no ? – sus ojos fijos en los del menor.

    - ¡ Cómo esperas que pueda concentrarme en algo si permaneces mirándome de esa forma, deberías de saber que tus ojos son tan… tan … - Inuyasha comienza a tartamudea completamente ruborizado.



    Sesshoumaru lo mira más fijamente, más cerca observando a detalle el rostro de ese joven empleado suyo quien poco a poco se ha ido apoderando de su atención y ahora de sus sentimientos. Pero a la vez le causa una perversa satisfacción el contemplar las reacciones que puede causar en él.



    - ¿ Tan qué, mi querido Inu chan ? ¿ Qué pasa con mis ojos ? –



    Inuyasha queda desvalido ante el oro líquido de esos ojos que gotea invadiendo irremediablemente su interior.



    “¿ Cómo pueden ser tan malditamente perversos sin dejar de ser impresionantemente bellos ? ” – piensa Inuyasha mientras permanece embobado en ellos.



    - ¿ Y bien, mi reluciente novio ? – insiste divertido Sesshoumaru.

    - Deja de decir esa clase de cosas, me pones nervioso – le reclama Inuyasha tratando de zafarse de sus brazos – y ya suéltame que deseo descansar, ha sido un estupendo día pero me siento agotado, solo deseo tenderme cuan largo soy en mi cama –

    - Pues la mía es bastante amplia y cómoda – responde de inmediato Sesshoumaru.

    - ¡ Keh, pervertido ! –



    Pero de todos modos no consigue aflojar esos brazos que lo retienen, Inuyasha se ha dado la vuelta una vez más quedando de espaldas a Sesshoumaru, siente entonces como éste se inclina sobre su hombro apoyando su cabeza y comienza a aflojar el abrazo.



    - No quiero que te vayas – exclama Sesshoumaru con una voz queda que no tiene ya ningún rastro de burla o diversión, al contrario suena sumamente sincera. – cuando estás cerca de mí, tu calidez reconforta mi corazón –

    - ¡ Sesshoumaru ! – dice Inuyasha sorprendido - ¿ Qué pretendes ? – la sospecha está implícita en sus palabras, entonces decide encararlo.



    Cuando lo hace, toma con ambas manos el bello rostro de Sesshoumaru y ahora es él quien hace que lo mire.



    - ¿ Qué estás tramando Sesshoumaru Sama ? –

    - ¿ Ya eres mi pareja no ? deseo entonces que seas mío por completo desde hoy ¿ Comprendes de que te hablo? –



    El rojo debe de ser el color de moda, pues Inuyasha lo luce cada vez con mayor intensidad en su rostro.



    - ¡ Baka ! ¿ No pretenderás que estemos de “esa forma ” ó si ? – “ Como la pareja que somos desde luego… supongo… ¡ Demonios ! ¿ Por qué mi corazón late tan de prisa ? siento además que mis piernas no me sostendrán por más tiempo, pero sobre todo siento un intenso fuego en mi interior que amenaza con consumirme ” – Inuyasha retrocede asustado, pero no solo por Sesshoumaru… ¡ Bueno sí y bastante ! pero… ahora también tiene miedo de sí mismo.



    Pero se queda paralizado cuando Sesshoumaru lo contempla nuevamente, pues sus ojos han adquirido un brillo diferente, un dorado fuego arde en el fondo de ellos. El alto No Taisho Sama lo recorre con la mirada, con el deseo implícito en ella, lo cual hace sentir a Inuyasha un escalofrío descender por su espalda.



    - ¡ No, espera Sesshoumaru, tenemos tan poco tiempo de conocernos… de ser novios !- trata inútilmente de razonar con él, convencerlo de lo contrario, retrocede paso a paso hasta chocar contra la pared de fondo del garaje.



    La presencia de Sesshoumaru ahora es casi intimidante, siente como se acerca demasiado a él tomándolo por el mentón.
    Lo último que recuerda Inuyasha es ese atrevido destello en los dorados ojos de Sesshoumaru, porque cuando siente el roce de sus tersos labios él mismo es arrastrado por el fuego que arde en su propio interior.
    Casi sin resistencia Sesshoumaru entra en la boca de Inuyasha, puede sentir la húmeda tibieza, mientras sus lenguas se tocan mutuamente recorriendo cada rincón hasta que se separan entre jadeos.
    Inuyasha se sorprende al hallarse aferrado con ambas manos al pecho de su novio, quien lo abraza posesivamente por la cintura.


    - ¿ Sigues pensando que esto es cuestión de dejar pasar más tiempo Inu chan ? cuando yo mismo puedo sentir tu pasión desbordándose a la par de la mía –



    Las palabras salen de los labios de Inuyasha, no sin cierta dificultad.



    - Tal vez lo que ocurre es que… tengo miedo Sesshoumaru, tengo miedo a lo desconocido, a mí mismo, a recorrer un camino extraño para ambos, sin saber que esperar a lo largo de éste. Pero ahora sobre todo no quiero sentirme solo otra vez, es decir volvernos uno tu y yo y… despertar mañana y saber que sigo solo, después de haber probado la maravilla de sentirme amado de verdad por alguien como tú. –



    Sesshoumaru acaricia con ternura el rostro del menor mientras le susurra:



    - ¡Confía en mí Inuyasha ! lo que hacemos es nuevo para los dos, pero no estás ni estarás solo de ninguna manera… ¡ Te lo prometo ! ¡ Prometo que mis brazos te cobijarán ! sé perfectamente que es un situación de cierta vulnerabilidad, pero yo estaré a tu lado, pero más allá de eso, nos volveremos uno solo, nos entregaremos por completo, pues yo deseo entregarte para ésta ocasión otro de mis regalos de cumpleaños Inu chan – le da otro beso pero mucho más tierno.

    - ¡Aférrate a mí , puedes estar seguro que después de esto, no permitiré que te alejes de mi lado, serás solo mío ! ahora dime Inuyasha… ¿ Confías en mí ?



    Inuyasha puede percibir como Sesshoumaru le inspira completa confianza, se abraza a él, recarga su cabeza en ese fuerte pecho, luego mientras lentamente lo mira, exclama de forma suave pero firme:



    - ¡ Sí Sesshoumaru, confío en ti ! llévame contigo, solo no me dejes atrás. –

    - ¡ Eso nunca Inu ! –



    Sesshoumaru lo cobija entre sus brazos, besa su blanca cabellera, para sin soltarlo echar a andar juntos con rumbo al apartamento del mayor, quien acciona el interruptor cerrando las puertas del garaje de forma automática, llegan al elevador que da directo al apartamento de Sesshoumaru, las puertas se abren en el hall de un amplio lugar que Inuyasha pisará por primera vez, después de haberlo contemplado tantas veces a través de sus persianas.



    - ¡ Wooow, tu apartamento es espectacular ! –



    Inuyasha contempla el enorme sitio, con una decoración japonesa moderna, aunque conservando el estilo, con un gusto exquisito, pulcro y limpio al extremo.
    El joven diseñador camina hasta el balcón donde ve claramente su apartamento, no puede evitar sentir un vuelco en el estómago al pensar en las ocasiones en que él mismo ha sido observado desde ese lugar.


    - Y puedo gozar de una espléndida vista – le susurra una cálida voz al oído – pero nada se compara con tener esa bella visión en vivo y a todo color aquí conmigo. –



    Sesshoumaru lo toma de la mano y lo jala suavemente escaleras arriba, Inuyasha se aferra a esa tibia mano dejándose conducir. Luego es invitado a pasar a la enorme alcoba de Sesshoumaru, en cuanto entra es como ingresar a otro mundo, luce tan apacible, tan tranquilo, tan… frío. Un frío que le transmite cierto sentimiento de soledad que flota en el lugar. Contempla una pequeña sala de estar junto a la chimenea, una puerta que comunica a un amplio vestidor y seguramente el baño, nuevamente Inuyasha voltea para ver a través de las persianas.


    Sesshoumaru sonríe complacido al contemplar a ese cálido joven que se mueve curioso de aquí para allá, dándole color y calor a su rincón más íntimo.

    Es entonces cuando Inuyasha cae en la cuenta de la enorme cama que ubicada al otro extremo de la habitación, luce tan cómoda, blanquísima y mullida con sus enormes cojines encima… pero ese mismo sentimiento de frialdad le abruma el alma.



    - ¡ Qué cama tan enorme ! - dice sorprendido, aunque un pensamiento amenaza con amargar su momento.

    “ Sí, seguramente muy útil para alguien tan irresistible como tú, sin duda ha sido un lugar muy… concurrido, tan solo Naraku, aquella vez que lo vi con él “ – Inuyasha cierra los ojos fuertemente, no debería pensar en eso, no es de su incumbencia, además del daño que siente que esto le causa.


    - Inuyasha ¿ Qué ocurre ? - le pregunta Sesshoumaru preocupado al ver el cambio en el semblante de su chico.

    - Yo… no nada – los ojos de Inuyasha lucen un aire triste.

    - Pregunté ¿ Qué ocurre? –

    - Bien, si te empeñas en saberlo – le dice encarándolo serio – solo recordaba el otro día que desde mi ventana… te vi esa noche… pero no estabas solo, aún así tú me dices que todo esto es nuevo para ti… - Inuyasha recapacita pero ya es tarde para retractarse de lo que ha dicho - ¡ Lo siento, después de todo no es asunto mío el que tú y Naraku… después de todo tú y yo todavía no… -

    - ¡ Silencio ! - lo calla la pausada voz de Sesshoumaru - ¿ Así que tú estás celoso por algo que supones sucedió antes de ti ? -

    - ¡ Lo siento !

    - ¡ Inuyasha, Inuyasha ! tienes razón no tienes derecho de juzgar mi pasado –



    Esas palabras hacen sentir sumamente mal a Inuyasha que ahora desea salir de ahí cuanto antes.



    - ¿ Cuántas veces ya te he dicho que no debes sacar conclusiones precipitadas ? –

    - . . . –

    - No voy a negar que he salido algunas veces con algunas mujeres en el pasado. Pero para consuelo de tus enoooormes celos, te lo voy a aclarar y vaya que eso es algo que no acostumbro hacer con nadie. Pues bien como te decía, yo jamás llegué a nada realmente serio.

    -En cuanto a Naraku – Sesshoumaru se aproxima a Inuyasha toma su rostro firmemente y le habla mirándolo fijamente:

    - Entre él y yo jamás ha habido nada, nos conocemos desde hace tiempo, fuimos compañeros de estudios, amigos, pero nada más. Cuando te he dicho que esto es nuevo para mí estoy diciendo la verdad, éste cambio tan drástico, éste descubrimiento o aceptación de mi mismo si así le quieres llamar, en gran medida ha sido gracias a ti, así que tus dudas son infundadas. Ahora bien, te informo que jamás había permitido a nadie traspasar ésa puerta, ya fuera mujer y mucho menos hombre… hasta ahora. – le dice señalando la puerta de su alcoba. – nadie ha compartido mi lecho…¡ Nadie ha tenido ese privilegio antes ! – aproxima su rostro hasta el de Inuyasha, casi roza nariz con nariz, los ojos mantienen una mirada intensa.- ¿ Comprendes lo que te estoy diciendo ? ¡ Eres el primero, semejante baka terco e inseguro ! - le dá un tierno beso en la nariz a su diseñador gráfico favorito- apartándose un poco prosigue:

    - Llámalo como prefieras, presentimiento, corazonada, o ¡ Qué se yo ! pero cuando te vi, supe que serías alguien muy especial en mi vida. Ahora te pido que me permitas saber si eso es verdad, aunque puedo sentir que no me he equivocado, porque debes saber que jamás doy explicaciones de este tipo, también eres el primero.
    Ahora bien – Sesshoumaru se pega a ese tibio cuerpo que es más que una tentación – déjate de tonterías, ahora mismo hay algo más importante amor ¿ Acaso no te das cuenta, no lo percibes en el aire ?
    Eres el primero en estar aquí conmigo, así que… permíteme compartir mi lecho contigo, deja que nos volvamos uno solo y yo sé que muchas de tus dudas se aclararán por completo – Sesshoumaru le sonríe como no lo ha hecho con nadie mas mientras acaricia ese bello rostro muy suavemente con la yema de sus largos y finos dedos. Inuyasha percibe que a pesar de la aparente y absoluta seguridad de ese hombre, un muy leve temblor hace presa de esa mano.


    El menor de los peli plateados se ha quedado mudo, inmóvil, avergonzado.



    - ¡ Lo lamento tanto Sesshoumaru, he cometido una tremenda indiscreción ! – le dice bajando la mirada.

    - No te disculpes Inu, solo puedo ver que eres casi tan posesivo como yo… así que por esa razón, asegúrate de recordar que después de unirte a mí, no permitiré que nadie más que te toque siquiera… pues serás solo mío- exclama tajante Sesshoumaru- aunque no me has dicho si deseas estar de ésa forma conmigo –



    Inuyasha lo mira y con la seguridad y el deseo en sus ojos ámbar, asiente en silencio. El alto No Taisho camina hacia las persianas cerrándolas todas de golpe.



    - ¿ No queremos curiosos verdad Inu chan ?-

    - S..ssupongo que no – dice Inuyasha nervioso –

    - Tranquilo Inu chan, te prometo ser amable contigo, después de todo es la primera vez de ambos, aunque te advierto que ya me tomé la libertad de investigar sobre el asunto, así mismo no te haré… por ahora… algo que tú no desees, nada que tú no quieras compartir conmigo.
    ¡ Vayamos lento Inu, aférrate a mi, descubramos esto juntos ! –



    Los ojitos de Inuyasha brillan intensamente, solo atina a asentir nuevamente en silencio, ante lo cual Sesshoumaru como acostumbra, toma la iniciativa, lleva la voz de mando.



    - ¡ Relájate ! ehmm… ya sé, estoy seguro que esto te ayudará – se aproxima a su moderno aparato de sonido empotrado en una pared , selecciona algo y casi enseguida se comienzan a escuchar las suaves notas de una melodía a un volumen muy suave – El bolero de Maurice Ravel, seguro lo conoces, a mí me gusta escucharla, siento que lleva una sensualidad implícita en cada nota. Ahora solo déjate guiar, déjate llevar por mí y por lo que tú mismo sientes… no te reprimas en nada Inu, estás seguro conmigo –



    Acaricia lentamente el rostro de Inuyasha con una mano mientras con la otra comienza a recorrer pausadamente su espalda.



    - ¡ Me gustas Inuyasha, me gustaste desde el primer día que te vi, aquella ocasión en que te contemplé a la distancia a través de mis persianas, la primera vez que fuiste a las oficinas –

    - ¿ Cómo, entonces desde esa vez me miraste así, me conocías desde ese día?-

    - Tanto como conocerte no desde luego – le dice sonriendo Sesshoumaru mientras lo pega más a su cuerpo y le habla en susurros a la vez que comienza a recorrer ese blanco cuello con sus labios, sintiendo enseguida el leve estremecimiento que esto provoca en Inuyasha. – pero la impresión que causaste en mí nos ha llevado hasta éste momento – juguetea ahora mordisqueando y paseando su lengua por la oreja de Inuyasha.

    - ¡ Aaah ! – gime suavemente el menor ante ésta nueva y placentera sensación.



    El joven diseñador gráfico comienza a ser consciente de que éste alto y sumamente atractivo hombre está provocando una hasta ahora desconocida reacción en él, sus manos del chico ya rodean casi con ansiedad ese cuerpo impresionante, puede sentir un leve temblor en ellas, está entrando en una lucha, entre seguir o retroceder en esto…


    “ ¡ No te reprimas en nada, estás seguro conmigo ! “ – resuena en su mente y con toda certeza ahora siente que eso puede ser verdad.



    Sin embargo la presencia de Sesshoumaru es demasiado para él, pero con la cordura que le permiten sus intensas caricias, quiere tener bien claro que esto es lo que desea.



    - ¡ Relájate amor, solo déjate llevar, siénteme estoy contigo, estás bajo mi cobijo y no pienso dejarte ir ya ! – la sensual voz baja le llega clara.



    Esas palabras de alguna forma alivian la tensión que el más joven siente, empieza entonces a concentrarse precisamente en lo que su cuerpo está percibiendo ahora, pero sobre todo lo que desde el fondo de su corazón éste necesita, su alma anhela cariño, su cuerpo necesita esa pasión, ese calor que Sesshoumaru le brinda ahora por medio de sus manos, de su cuerpo, de su mente, de todo él… su corazón necesita amar y ser amado.

    Sesshoumaru comienza a intensificar el roce de sus labios, él mismo está descubriendo y disfrutando enormemente las nuevas sensaciones, desconocidas para él también, hasta ahora. No es que sea un novato en las relaciones sexuales, ha vivido la experiencia desde edades tempranas con alguna mujeres… pero nunca era suficiente, nunca era lo que el deseaba, por eso las fue desechando, Pero esto… ¡Esto es completamente diferente ! ¡ Esto es más que un simple contacto físico, esto está basado en mucho más que eso… es el inicio de algo mucho más completo, significativo y profundo !

    Se besan una y otra vez, sus labios repasan repetidas veces los de su pareja, sus ágiles manos se han encargado de desabotonar la camisa de su futuro amante, perdiendo uno y otro el aliento al contemplar la blanca y tersa piel bajo la tela que la cubría.
    Sesshoumaru comienza a empujar a Inuyasha posando una mano en su pecho hasta que lentamente lo recuesta en la suave cama, sus respiraciones ya suceden inquietas, profundas, el mayor lo mira travieso y con el deseo y la sensualidad desbordándose en cada uno de sus movimientos, lo contempla recostado en su cama, con la respiración agitada, en espera de llegar juntos a ser consumidos por ese intenso fuego que les abrasa.

    No Taisho Sama se sube a la cama, se sienta colocando una rodilla a cada lado del cuerpo de Inuyasha, sintiendo los dos la cálida presencia, luego se agacha y entrecerrando sus dorados ojos roza su rostro con el de Inuyasha, compartiendo sus respiraciones y de manera por demás sensual le dice:



    - ¡ Solo sé libre se sentir Inu, no más barreras entre tú y yo ! –



    Inuyasha contempla en su interior esa respuesta descubierta hace tan poco… SU VERDAD brilla ahora con intensidad y él en un instante decide aferrarse a ella.
    Levanta sus brazos y sujetando firmemente a Sesshoumaru por los hombros, lo jala hacia él mientras los ojos de ambos comienzan a arder lanzando dorados destellos de deseo.
    Sus manos repasan una y otra vez el cuerpo de otro, sus lenguas buscan ansiosas el contacto en medio de esos intensos besos, se besan una, dos, diez, mil veces con pasión.

    Sesshoumaru comienza entonces a moverse lentamente , su cadera se mece cadenciosa encendiendo la intimidad de Inuyasha con ese intenso contacto aún por sobre la ropa, quien empieza a gemir sin poderse contener.



    - ¡ Aaaaagggh Sesshoumaru esto es tan… intenso , se siente tan bien tu cuerpo contra el mio ! ¡ Sigueee, sigue asssiiíí ! –



    Las finas manos de Sesshoumaru ya inquietas, bajan al cinturón de Inuyasha y lo aflojan, entonces el siente como Inuyasha comienza a hacer lo mismo. Sesshoumaru se mueve hacia un lado permitiendo a Inuyasha incorporarse un poco. En un momento dado uno y otro ya están hincados en la cama, sin dejar descansar sus bocas y en medio de jadeos de placer, se despojan mutuamente de cualquier prenda que impida el contacto de piel a piel.



    - Ya decía yo Inu chan, que el fuego acechaba tras tu inocente mirada –

    - ¡ Quiero más Sesshoumaru, quiero más de ti ! – casi gime de deseo Inuyasha.

    - Con gusto amor – Sesshoumaru clava sus ojos en los de él después de recorrer su cuerpo desnudo con su mirada ámbar.



    Toma las manos del menor y las dirige hacía su parte más íntima, para luego él hacer lo mismo con su amante, tocándolo de forma intensa. Inuyasha siente un sobresalto, se sonroja tremendamente e intenta en un reflejo retirar sus manos, que son colocadas nuevamente en esa enorme extensión de su novio quien le dice:



    - Mi regalo Inu chan ¿ Recuerdas que te lo dije ? ¿ Qué más podría ofrecerte que valiera la pena ? te entrego lo que realmente poseo, lo que soy , te lo entrego por completo… ¡ Me ofrezco a ti por entero ! ¡ Entrégate a mí, sé mío, como yo seré tuyo ! –



    Y a partir de ahí, si es que Inuyasha había sentido un melancólico frío en esa habitación cuando entró, ahora puede notar como la temperatura se comenzó a elevar notablemente, rodeados por la sensual cadencia de la melodía que los envuelve.
    Aquel chico de mirada inocente, reflejo de su interior, de manos temblorosas, se deja guiar, deja que las sensaciones lo invadan por completo, despertando su libido a algo mucho más intenso, más placentero que lo que pudiera haber imaginado que podría sentir alguna vez.
    Por su parte Sesshoumaru tomó posesión de la situación, guiando, acompasando las caricias, encendiendo el ambiente, disfrutando a su vez como nunca lo había hecho.
    La manos de los dos, han despertando con su intenso roce la parte más íntima de su pareja, el enorme deseo contenido, aquel guardado por mucho tiempo para ser descubierto por la persona indicada, han llegado a su punto cumbre a punto de estallar.


    - ¡ Aaaaahhh Sesshoumaru , te deseo tanto !-

    - ¡¡Aaaaaaggggghhhhh !! no tanto como yo a ti !! ¡ Sigue, sigue, lleguemos juntos ! -



    Hincados uno frente al otro, recorriéndose intensamente, sus bocas unidas, un vaivén desenfrenado… estallan sus cuerpos humedeciendo sus vientres en medio de inquietos espasmos.

    Sesshoumaru recuesta a Inuyasha, pues el fuego aún arde incontrolable, mantiene una de sus manos en la entrepierna de su amante y con la otra se prende de ese rosado pezón que le tienta.
    Inuyasha extiende sus brazos a los lados y cerrando los ojos, con la boca entreabierta, estruja entre sus dedos el blanco edredón que cubre la cama.


    - ¡¡¡ Aaaaaaahhhhh Sesshoumaru, maáss, quiero maaaásss !!! –



    Siente entonces como lo estimula más intensamente, nota como su cuerpo se comienza a encender aún más, pero su hinchado miembro es dejado libre de pronto, el dolor se vuelve casi insoportable.



    - ¡¡ Noooo Sessh, no pares !! –

    - Paciencia amor, llegó el momento de que me sientas por completo, de que sepas quien será tu dueño a partir de hoy, de que me sientas desde lo más profundo de tu ser –



    Una caricia suave y lenta en su rostro, los finos dedos juguetean en el contorno de su boca, Inuyasha instintivamente separa sus labios permitiendo la entrada , lamiéndolos repasándolos hasta dejarlos húmedos.



    - ¡ Ahora cariño, será necesario que me ayudes a llevar la cuenta ! – la respiración del mayor se escucha agitada por el intenso deseo de que es presa.

    - ¿ Cómo dices, de qué hablas? –

    - De esto – le dice al tiempo que le separa las piernas - ¡ Aaaah Inu chan, luces tan… tentador, tan virgen, solo para mí ! –



    Sesshoumaru levanta su mano frente al chico mostrándole el primer dedo, húmedo por completo.



    - ¿ Y bien ? – musita en forma de orden Sesshoumaru.
    - ¡ U…uuno ! – cuenta Inuyasha jadeando, intuyendo lo que sigue, cierra los ojos dejándose llevar por las sensaciones.



    Siente casi enseguida una leve presión, algo que intenta abrirse paso en su estrecha entrada, hasta que logra introducirse poco a poco.



    - Todavía eres muy estrecho debido a tu virginidad, tal vez duela Inu, pero pasará y estoy seguro de que rogarás por más – le susurra Sesshoumaru de forma cálida.

    - ¡ Aaaay ! – se queja al sentir cuando entra por completo, aunque se muerde los labios tratando de acallar su voz, le molesta sentirse en desventaja o dar muestras de debilidad. Realmente duele al principio , pero ese fino intruso comienza a moverse logrando ir estimulando más a Inuyasha, sin previo aviso siente de pronto como sale haciéndolo jadear un poco, ahora Sesshoumaru le muestra nuevamente su mano pero ahora son dos dedos los que levanta frente a él.

    - ¡ Doos ! – dice de forma queda Inuyasha, la mano desaparece de su vista.

    - ¡ Aaaaagggh! – gime casi enseguida, ese par de dígitos han entrado lentamente, pero comienzan a moverse en su interior enseguida.



    Después de un corto tiempo…


    - ¡¡ Treeesss !! – exclama asombrado Inuyasha, pues no cree aún que sea posible dar paso a tanto.

    - ¡¡¡ Aaaaaay, aaaagggghhh Sesshoumaru me duele !!! – se queja nuevamente, pero comprueba que su novio es muy hábil moviendo sus dedos dentro de él, preparándolo para lo que vendrá a continuación, comienza a ceder el dolor dando paso a una nueva sensación de placer, que se siente verdaderamente bien, las exclamaciones de dolor van dando paso a unos cortos gemidos que denotan lo grato que resulta ahora esto para Inuyasha.



    Siente ahora como su cuerpo comienza a responder, su cadera se está moviendo al ritmo de los intensos espasmos que siente en la parte baja de su vientre. Pero lo invade una sensación de vacío cuando Sesshoumaru saca a los hábiles intrusos dejándole un vacío que le desagrada.


    - ¡ Sessh nooo! ¿ Por qué? – gime, está a punto de soltar una sarta de protestas que simplemente se evaporan en su boca cuando Sesshoumaru se yergue llevándose las manos a quien será el protagonista de ahora en adelante, encargándose de proporcionarle todo el placer que su amante ha estado pidiendo.

    - ¡ Ahora es mi turno ! – exclama de forma lujuriosa Sesshoumaru jadeando de placer.

    - ¡ No, espera amor, no creo que algo tan enorme me pueda, no creo en realidad que…! – dice con temor en la mirada. Siente como sus piernas son levantadas nuevamente hasta los hombros de Sesshoumaru y siente también la calidez de ese cuerpo que ahora se ha aproximado hasta quedar pegado a él.

    - ¡¡ Aaaaaggggghhh Sesshoumaaaarruuuu, duele, me duele mucho ! – casi llora sus palabras, mientras las lágrimas brotan sin su permiso cruzándole el rostro.



    Sesshoumaru se detiene un momento, se agacha para besar sus lágrimas, al mismo tiempo estimula otra vez la extensión de Inuyasha para lograr que al hacerlo el dolor ceda poco a poco, entrando lentamente.



    - ¡ Tranquilo mi Inu chan, pasará pronto, solo date un poco de tiempo ! – vuelve a quedarse inmóvil, aumentando el movimiento de sus manos.

    - ¡ Ssssiiííí , así está mejor ! – exclama Inuyasha, su cadera comienza a moverse otra vez al ritmo de su placer que se acrecienta.

    - Ahora Inu, serás mío, me entregas tu virginidad y yo te entregaré mi esencia a modo de mi marca personal –



    La pelvis de ambos ahora se ha sincronizado de forma perfecta, facilitando las penetraciones, cuando Sesshoumaru entra por completo Inuyasha arquea su espalda por el dolor y el placer que lo invade a la par de su amante. Que ahora masajea lentamente los muslos del chico.



    - ¡¡ Aaagggghhh detente Sesshoumaru, te lo ruego !! –

    - No puedo hacerlo ya, pero lo que sí puedo hacer es esto –



    Vuelve a tomar su erecta hombría de Inuyasha y la recorre con su mano, aprisionándola, recorriéndola hasta que sus dedos se humedecen otra vez.
    Los gemidos graves de Sesshoumaru ya se hacen presentes al sentir como su amante lo estimula con su cuerpo, esa cálida sensación lo está enloqueciendo, entra y sale cada vez más rápido al escuchar como los gemidos de dolor de Inuyasha se han vuelto gemidos de puro placer, mientras ruega por más.



    - ¡¡ Aaaaaaagggghhh!! Inu ¿ Puedes notarlo? ¡ Nos hemos vuelto uno solo! A partir de ahora nos pertenecemos, somos solo tú y yo – los gemidos del mayor se intensifican a la par del placer que siente al ser aprisionado en el interior de su chico.- ¡¡ Eres solo mío!! –

    - ¡¡ Y tú eres todo mío!! – responde entre jadeos Inuyasha, completamente dichoso de lo que eso significa.



    Inuyasha ya no puede más, al sentir como en su interior estalla Sesshoumaru entre espasmos, la cálida y húmeda sensación lo abruma completamente, él mismo también llega al clímax, mojando sus pieles con su blanca esencia.
    Sesshoumaru se apodera de la boca de su amante tomando su rostro con ambas manos con ansiedad, lo besa con el beso más intenso de la noche, depositando las últimas fuerzas que le quedan. Al tiempo que va dejando ese tibio cuerpo que lo ha acogido por primera vez, va recostándolo suavemente cobijándolo en un cálido abrazo, que Inuyasha corresponde enseguida pegándose aún más a su tersa piel.



    - ¿ Me sientes Inu? Estoy aquí contigo y no pienso soltarte, no pienso dejarte ir – lo besa en la frente suspirando - ¿ Escuchas los acompasados latidos de nuestros corazones? laten a la par, saben que ahora están entrelazados… para siempre – ahora Inuyasha percibe cierta dulzura en esas palabras, aunque después éstas se impregnan de un halo de tristeza cuando exclaman:

    - Dime amor… ¿ Te quedarás conmigo, no me dejarás solo? ¿ Verdad que no lo harás? –



    Inuyasha lo mira directo a los ojos, lo besa con inmensa ternura, para luego decirle lo que siente desde lo más profundo de su ser:


    - ¡ No pienso soltarte baka ! eres ya la persona más importante en mi vida . Solo dime algo –

    - Lo que sea cariño –

    - ¿ Quieres amarme en realidad ? ¿ Podré ser tan importante para ti como lo eres ahora para mí? –



    Sesshoumaru entrecierra los ojos, sonríe y responde enseguida.



    - ¡ Tonto! ¿ A qué viene esa pregunta ahora ? lo que acabo de hacer contigo no fue solo sexo amor mío, estoy seguro de que lo sentiste…¿ Acaso no te das cuenta de la magnitud de nuestro acto? Más que sexo, fue una entrega por amor, un amor que inicia hoy, así lo percibí también en ti y tengo la firme intención de crecer éste sentimiento que ha surgido dentro de mí, así como pienso que tú puedes hacerlo.-



    Inuyasha sonríe, iluminando el rostro de Sesshoumaru con ese solo gesto.



    - ¡ Sí Sessh, ahora estoy seguro… ¡ De verdad podemos amarnos ! – exclama con gran alegría.



    Deposita un último beso en la perfecta y tentadora boca, para agotado recostarse en el pecho de Sesshoumaru… ¡ Su Sesshoumaru !, donde escucha los sonoros latidos de ese corazón, un corazón mucho más cálido de lo que esa fría actitud aparenta.


    Se quedan escuchando el susurro del silencio a su alrededor, ni siquiera notaron cuando cesó la música que les ha hecho más grato aún el ambiente de esa ahora cálida habitación, susurros que les dicen a voces que el tiempo de amar se ha abierto para ellos.



    Finalmente las llamas doradas se dejan llevar en un apacible sueño compartido, mientras la brisa nocturna mueve suavemente las persianas que los han acompañado desde el inicio de todo.











    Continuará. . .



    Notas finales:

    Deseo de verdad les haya gustado, porque aquí el ambiente quedó muy cálido por culpa de ese par de guapísimos peli plateados, je,je,je
    Supongo que es el calor del verano ;)
    Les agradezco su compañía como siempre y sus valiosos comentarios.

    Nos leemos espero el próximo domingo.

    Bye, bye :D

    Edited by Hoshi no Hikari - 2/9/2014, 21:24
     
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