Entre la vida y la muerte. (Misaki X Usagi) ACTU(23/Junio/15) <Capítulo 5>. CANCELADO.

No todo es felicidad entre Misaki y Usagi, ¿Podrán sobrevivir a los obstáculos?

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  1. Galeks
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    ¡Hola! ¡PERDÓN! Siento el mucho haberme ausentado y no haber subido la continuación por dos meses :(, que rápido pasa el tiempo, pero ahora todo esta decidido, terminare el fick y obviamente subiré más rápido los capítulos, estoy muy feliz de ver que hay nueva lectoras/os y ¡BIENVENIDOS! ¡ESPERO LES GUSTE EL CAPITULO, QUIERO SABER QUE SIENTEN, QUE PIENSAN Y UN SALUDO!

    CITAZIONE

    Capítulo 2.

    Sentimientos que se desbordan.


    -¡NO!, ¡NO LO HARE!

    -Pero, ella es joven y muy hermosa.

    -No me importa, no me casare sin amarle.

    -Misaki, ya no tienes tiempo, pronto cumplirás veintiocho años – Takahiro suspiro.

    -Pero, a parte, él me necesita – Misaki se ruborizo al decir la última palabra.

    -Es una lástima que no se haya encontrado a alguna buena mujer, pero Misaki te está robando los años, me siento mal al decir esto, pero tú tienes que hacer tu vida y a parte no por casarte tienes que dejar de cuidarlo, si así lo deseas.

    -Pero, no lo puedo dejar solo.

    -Aprovecha que Tanaka Aiko tu mejor amiga de la infancia ha regresado y ¿Quién mejor que ella, para que sea tu futura esposa?

    -¡No puedo verla más que una buena amiga!

    -¡Si puedes! – Takahiro parecía cansado.

    Misaki estaba al borde del llanto por la desesperación que sentía, él no estaba solo tenía a Usagi juntos eran una pareja, a parte su hermano había enloquecido como se había planteado que él abandonara a Usagi después de dos años de tratamiento.

    -Misaki – Takahiro pasó sus manos por su cara. – Comprendo que no puedes dejarle, pero no puedes seguir así, yo mismo veo como te estás desgastando.

    Misaki necesita fuerza, pero no la tenía y no hablando físicamente, sino emocionalmente, quería gritar que él amaba a Usagi y que sus sentimientos eran sinceros y aunque Takahiro no aprobara su relación, no le importaría, nadie podría alejarlo de su amado escritor.

    -No quiero ser grosero – Dijo Misaki tratando de estar lo más calmado posible. – Pero no lo hare.

    Takahiro volvió a suspirar – De acuerdo, pero piénsalo.

    Takahiro se dio la vuelta y se dirigió hacia la puerta, la cual abrió y cerró por su propia cuenta sin el acompañamiento de Misaki.

    Misaki se dejó caer en el sofá a un lado de un degastado y un poco deshilado Suzuki.

    Habían pasado dos años desde que Misaki se habría tratado de suicidar con unas tijeras, pero sólo se había hecho unos rasguños al no tener el coraje de acabar con su vida y porque no quería abandonar a Usagi en un momento como en el que estaban viviendo.

    Misaki ya no dormía como antes, tenía unas terribles ojeras, su cabello estaba mal peinado y siempre estaba vestido casi con la misma ropa, sólo tenía tiempo para atender a Usagi.

    Se levantó y sacudió un poco de pelusa que tenía su playera, fue hacia la cocina y en una charola coloco unas tazas de porcelana con té verde, una para Usagi y otra para él.

    Misaki cuando entraba a la habitación quería llorar y es que no podía, nunca lo haría hacerse a la idea de ver como su amado escritor había cambiado tanto, su hermosa cabellera plateada ya no existía, sus ojos color lila no tenían brillo, era un Usagi decaído, sin ánimos, apenas podía respirar y beber un poco de té que Misaki siempre le preparaba alrededor de las cuatro de la tarde.

    Recodar la primera vez que entro en aquella habitación, lo asustado que estaba al ver tantos juguetes y cuando Usagi lo toco por primera vez, pero en ese momento todo, absolutamente todo era más fácil, la única preocupación que existía era el decir la palabra “te amo” confesarle sus sentimientos al escritor, pero ahora ya no hay eso, ahora es peor.

    Melancolía al mirar en el pasado y recordar cuando construyeron muñecos de nieve, cuando le enseño a Usagi a construir uno y hasta tomaron fotos.

    -Hey – Dijo tímidamente Misaki – Te traje un poco de té.

    Misaki se acercó lentamente depósito la bandeja en un mueble de madera un poco despintado y se colocó a un lado del escritor en el borde de la cama. - ¿Cómo te sientes? – Misaki trataba de sonreír.

    -Mejor – Usagi con trabajo respiraba.

    En un momento de tristeza y con unas ganas de llorar inmensas, Usagi se acercó un poco y agarro a Misaki de la quijada. – ¿Qué me puedes contar de la vida?

    Misaki trataba de sonreír. – Nada, creo que hay que cambiarle el listón a Suzuki, pero no soy bueno eligiendo el color.

    Usagi sonrió y toco lentamente a Misaki. –Claro que si lo eres.

    Misaki trataba de no llorar. – Quizás lo he decidido, será color lila, como tus ojos.

    Y entonces nadie puede explicar como Usagi con toda la fuerza del mundo se flexiono un poco hacia adelante y deposito sus labios en los de Misaki y se besaron fuerte y agitadamente, aunque el beso no durara mucho, eso no importaba, lo importante es que se habían conectado y sabían que los dos estaban ahí.

    Habían pasado dos años de lucha y al parecer el cáncer estaba ganando, la radioterapia no había hecho más que matar las células de Usagi, que su cabello ya no exista, además de que sus perfectos y hermosos ojos color lila ya no tuvieran vida.

    Pero a Usagi cada vez le dolía más el tórax y casi siempre tenía silbido cuando respiraba, se sentía como si nada estuviera funcionando, como si el destino estuviera marcado y Usagi debía…

    Misaki se sentía culpable, demasiado, su corazón ya no aguantaba, sin tan sólo hubiera hecho caso su amado de ojos lilas y no hubiera insistido en la radioterapia, porque ese maldito tratamiento lo estaba matando y Misaki sentía que él mismo lo estaba matando, pero él pensó que se curaría, ¿No el doctos lo había dicho? ¿Por qué no todo sale como debería? Ese tipo de preguntas se hacía Misaki cada noche, pero nunca sabia la respuesta.

    ¿Por qué la quimioterapia no había hecho su trabajo? Por unos meses todo estaba yendo perfecto, Misaki creía que recobrarían sus vidas y que todo sería un mal sueño, pero un día Nowaki hablo con ellos y les explico que no todo iba bien y era necesario proseguir con la radioterapia y desde ese momento todo sería una pesadilla, su mundo es una pesadilla de la cual no te libras ni aunque te pellizques.

    “Usagi estaba en la etapa extensa” había dicho Nowaki.
     
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26 replies since 6/3/2014, 08:17   1210 views
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