El principe RBD y el chico misterioso

¿Por que no las quieren?

-No quiero, no lo haré, me niego rotundamente


---Al día siguiente---


-No se ni por que estoy aquí- decía el príncipe Sosuke quien estaba cruzado de brazos cerca de una pared, en el salón de baile de palacio. Resulta que el día anterior, después de una "pelea pacifica", el rey logro convencer a su hijo de asistir; y ahora estaba aburrido viendo toda esa gente llegar.

-Mucho gusto su alteza. Soy el príncipe del reino del sur- dijo el otro chico al notar que el príncipe se había detenido al frente suyo.

-Parece un león...- dijo Sousuke y siguió con su camino.

Al final de toda la velada, el príncipe Taki Sousuke seguía soltero.

-Te dije que me dieras tu nombre.

-No te mereces saberlo

-¿Como?- pregunto con incredulidad. Era Kishibe el que no merecía saber ni mencionar su nombre pero se quedo callado.

En ese momento, Sousuke recordó a aquel chico que tenia apariencia de un león. Lo había rechazado por su apariencia, de no haberlo hecho quizá seria el dueño de ese hermoso bosque donde ahora vivía con su esposo de rostro incógnito.

-Ah que interesante- dijo melancólicamente y siguió comiendo.

-Si, es un joven muy amable, tierno y comprometido. A pesar de ser un príncipe, no es nada caprichoso, de vez en cuando viene aquí y nos ayuda a preparar la comida o a hacer el aseo, es muy generoso...

Sousuke sonrió con melancolía. Esa hubiera podido ser su fiesta si no hubiera sido tan estricto y baka. Claro y ahora había cambiado, ya no era el mismo. Se lo debía a Kishibe y a todos los que ahora estaban con el, pero mas que todo a Kishibe.

-Es afortunado quien se convierta en su esposo.

Kishibe acerco las manos a su pañuelo y se lo fue quitando lentamente mientras dejaba al descubierto ese mismo rostro que había visto Sousuke aquel día: piel morena, cabello azul/morado, ojos azules, y la apariencia de un pequeño león.

-Kishibe Taiga...

-Si, ese es mi nombre Sousuke. Siempre quise estar a tu lado, te amo desde que te vi por primera vez. Quería que cambiaras y vieras como es todo en realidad, que dejaras esa actitud rebelde y altanera que tenias. Ahora que lo he conseguido, quiero que seas mi esposo Sousuke.

-Claro que acepto, mi pequeño leoncito- Sousuke se acerco a su esposo, lo cogió de la cintura y le dio un dulce beso en los labios.

-¡Que vivan los reyes!- gritaron todos en el salón e hicieron la fiesta en conmemoración a todo lo que había sucedido.

De ahí en adelante, todo el reino estuvo en paz, nadie se quejaba, todo estaba en orden, y todo gracias a un príncipe RBD que pudo cambiar gracias a un príncipe con la apariencia misteriosa.

Ah, y tampoco voy a escribir random, se que a much@s les gusta, no critico, pero para mi no me gusta.