La prueba de Fey (Alpha x Fey) (One-shot)

Érase una vez, en un pequeño pueblo vivía un joven llamado Alpha.

Al llegar a las afueras del pueblo, el gobernador detuvo su caballo ante una casucha destartalada y llena de goteras. Allí vivía alguien bastante especial para Alpha. Una persona, a pesar de su condición social había sido muy importante para él. Una persona con la que había jugado desde su niñez y el único capaz de sacarle una sonrisa. Alguien tan especial para él que se juró en secreto que si un día llegaba a casarse sería con esa persona, Fey.

- Por supuesto… que me gustaría casarme con usted – dijo Fey. Después de aceptar la propuesta, Alpha se levantó y puso sus manos en la cintura de Fey atrayéndolo hacia él delicadamente mientras Fey llevó sus manos al cuello de Alpha. Lentamente se empezaron a acercar el uno al otro, sus respiraciones empezaban a mezclarse hasta y sus labios se rozaban hasta que acotaron la distancia uniendo sus labios formando un hermoso beso lleno de amor y pasión, cerrando los ojos disfrutando al máximo de su primer beso, siguieron un rato más hasta que sus órganos respiratorios les empezaron a reclamar aire. Se separaron lentamente algo sonrojados, abrieron los ojos y se dedicaron una sonrisa aunque la de Alpha seguía siendo microscópica.
- Hace tiempo que quería hacer esto desde que te conocí, I love you Fey – dijo Alpha besándole la mejilla.
- Me too, Alpha – susurró Fey abrazándose a su ahora esposo.

Después esa charla, Alpha se quedó pensativo un rato ¿y si era verdad que a veces Fey hablaba a sus espaldas? La duda empezó a concomerlo por dentro, no quería darle más vuelta al asunto así que se dirigió hacia la habitación de su hijo donde supondría que estaba su esposo, abrió la puerta lentamente y vio una tierna escena: allí estaba Fey con una tierna sonrisa, con el niño durmiendo en sus brazos, meciéndolo y tarareando una canción de cuna.

- Que bien, ¿te importaría prepararme la cena? – preguntó Alpha.
- Ahora mismo voy, koala glotón – dijo Fey dándole un beso en la mejilla a su esposo y uno en la frente a su hijo para posteriormente dejarlo en la cuna y salir de la habitación del bebé junto al koala.
Cuando la noche llegó, la pareja se fue a dormir cayendo directamente en los brazos de Morfeo, excepto Alpha que todavía seguía dándole vueltas a las palabras de Kerry. Miró a Fey observando como este dormía plácidamente abrazado a él, pero por más que se decía que no podía ser posible que Fey se quejase y le criticase siempre existía esa pequeña parte en la mente humana que contradecía lo que pensabas.

- Sí es cierto que me gustaría conservar esta casa pues es donde crecí, pero si piensas que es lo mejor para el pueblo entonces… hazlo, sé que todo lo que haces es por el bien del pueblo y mientras sea así no puedo criticarte nada – dijo Fey con una tranquilizadora sonrisa.

- No pasa nada Alpha. Todos tenemos dudas alguna vez sobre alguien, no es necesario que te disculpes.
- Siempre supe que eras perfecto – dijo Alpha acercándose a su conejito poniendo sus manos en sus caderas – I love you, Fey – dijo empezando a acotar la distancia.
- I love you, Alpha – dijo Fey antes de ser besado por el koala.