Azufre y Miel (Misaki x Akihiko)

Romance, accion, drama, Lemon, M-preg, muerte de un personaje

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  1. Maga oscura
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    Holaaaaa aqui estoy yo con el segundo capiii.. wiiiii que emocion :=duouou: :=duouou: :=duouou:

    quiero agradecerle a Lady-Fujoshi por su lindo comentario que se subió el animo :=NEKKIN:

    sin mas preambulos aqui les dejo el capi 2.... nuevamente recuerdo que el fic es de la pareja romantica :=MUSEEN:



    Capitulo 2: El destino te puso en mi camino.


    (2 semanas después)…


    Misaki llego como cada viernes de la primera semana del mes para la reunión general de la revista Cosmopolitan.

    Allí está el sentado a la derecha de su hermano quien ocupaba la cabecera de la extensa mesa donde ejecutivos y editores se sentaban.

    Realmente él no era parte fundamental en aquellas reuniones pero ser simplemente el hijo de los fundadores lo anclaba a dar parte de su tiempo a oír a persona a las cuales no comprendía.

    Como siempre Misaki termino divagando en su imaginación aunque aparentaba estar concentrado. En su cabeza todas sus dudas giraban en torno a el…

    La junta finalizo, él y su hermano salieron de la sala de reuniones y caminaron hacia la oficina principal, la del presidente de la compañía (Takahiro).

    El mayor de los hermanos se sentó detrás del escritorio y el menor enfrente.

    -Todou se mantendrá en contacto contigo para acordar el día, la hora y el lugar para la sesión de fotos- dijo Takahiro con una tonalidad fría en la voz mientras mantenía su mirada concentrada en la pantalla de su computadora.

    -Está bien- dijo Misaki sin muchos ánimos.

    El ambiente se torno tenso entre ambos hermanos, un perturbador silencio los acobijaba.

    Misaki jugaba nervioso con sus dedos mientras veía a su hermano teclear de manera rápida concentrado en lo que suponía eran asuntos de la empresa.

    -¿No piensas irte?- pregunto Takahiro con cierto fastidio en la voz.

    -Emm… eto… yo…- Misaki siempre comenzaba a tartamudear cuando su hermano le hablaba de esa manera.

    -Sin rodeos- dijo Takahiro plantando su gélida mirada en el castaño.

    -Solo te estoy esperando para que vayamos juntos a la mansión, hoy jugaremos un partido de Polo- dijo Misaki mientras acomodaba un mechón de su cabello tras su oreja.

    -No iré, ya le avise con anticipación a Takano que hoy tendría muchos asuntos importantes- dijo Takahiro quien nuevamente se centro en su computadora dando por terminada la conversación.

    Misaki soltó un suspiro y se puso de pie.

    -Nos vemos hermano- se despidió Misaki sin recibir respuesta.

    Salió del gran edificio y abordo la limosina que lo esperaba en la entrada.




    Llego a la mansión siendo recibido por un eufórico rubio que se arrojo a sus brazos.

    -Me alegra verte Shinobu- dijo Misaki con una cálida sonrisa.

    -Te extrañe primito- dijo Shinobu con un tono juguetón mientras se separaba del castaño.

    Ambos jóvenes se adentraron a la casa para poder salir al patio, llegar a los establos y cabalgar a caballo por los extensos jardines hasta poder llegar a la cancha.

    Nuevamente se metieron a otro establo y colocaron a los bellos sementales en aquel lugar para que descansaran.

    Se encaminaron hacia las gradas donde se sentaron para observar el partido.

    -¿Te conto tu marido la mala noticia?- pregunto Shinobu con una amplia sonrisa.

    -Define para ti que es una mala noticia- dijo Misaki desconfiando de la actitud de su primo.

    Shinobu hizo una seña con su rostro y miro hacia la cancha.

    Allí entraban los dos equipos que comenzarían un amistoso juego, los naranjas contra los rojos. Pero entre tantos hombres de esculturales cuerpos había uno que sobresalía, era un hombre de porte elegante y cabellera plateada.

    -¿El señor Usami ha venido a jugar?- pregunto Misaki sorprendido.

    -Conmigo deja las formalidades que sé muy bien que ese bombón te mueve el piso- dijo Shinobu con picardía.

    A Misaki se le subieron los colores a sus mejillas, sentía que iba a morir de la vergüenza.

    -No… no digas… e… e… ese ti…i… tipo de cosas, so… somos ca… casados- dijo Misaki con voz temblorosa.

    -Tú y yo tenemos marido, pero eres tú el interesado en ese hombre- dijo Shinobu serio cruzado de piernas.

    -Por favor no digas esas cosas- dijo Misaki saludando con la mano a su marido.

    Takano se paro en plena cancha y le arrojo un beso con todo su amor, su esposo correspondió al gesto de la misma manera.

    -El puede ser o muy ingenuo o muy masoquista para no ver que tú no le amas de la manera que el espera- dijo Shinobu serio.

    -Shinobu por favor…- suplico Misaki con la intención de dar por terminado el tema pero su primo lo interrumpió.

    -No, esta vez no evadirás mi charla… llevas siete años de casado en los cuales no lograste enamorarte de tu marido, esto no puede seguir así- dijo Shinobu mientras veía como ambos equipo se preparaban para comenzar el partido.

    -¿Quienes conforman los equipos?- pregunto Misaki a uno de los sirvientes que se acerco a ellos con una bandeja donde podía verse dos vasos largos con jugo de pomelo decorados con una pajita y una sombrilla.

    -El equipo naranja liderado por su marido se compone también por el señor Ijuuin, el señor Sumi y el señor Hatori. El equipo rojo liderado por el señor Usami se compone también por el señor Nowaki, por el señor Miyagi y como jugador inesperado el señor Yukina- dijo el sirviente.

    Ambos jóvenes tomaron un vaso cada uno.

    -Gracias- dijeron al unisón.

    El sirviente se retiro y se paro junto a otro joven que está de pie al lado del marcador.

    -¿No piensas decir nada?- pregunto Shinobu curioso mientras observaba como daba inicio el partido.

    -Shinobu si me atrae o no el señor Usami no debe importar, no puedo tener el descaro de coquetear con el mejor amigo de mi esposo- dijo Misaki mientras sonreía falsamente viendo como su marido dominaba la bocha.

    -No te pido que seas infiel, tampoco te pido que exijas el divorcio… Pero sabes desde siempre fuiste sobre protegido por aquel que es tu marido y eso te ha hecho crear un lazo muy fuerte con él. Es cierto que lo amas, pero no como un compañero de vida, y por esa razón fuiste débil cuando él te pidió ser su novio y luego su esposo… Desde que tengo memoria y vivimos aventuras juntos jamás había visto esa mirada en ti llena de ilusiones y anhelo. Nunca te diste la oportunidad con otros y hoy deberás afrontar el hecho de que te has enamorado a primera vista cuando ya has contraído matrimonio- dijo Shinobu con la mirada llena de tristeza.

    -Por favor Shinobu no sigas- pidió Misaki sintiendo un nudo en la garganta.

    -No quiero que lo niegues, ni que lo ocultes… simplemente quiero oírte decir que por primera vez te enamoraste de verdad- dijo Shinobu mirando con ternura a su primo.

    Misaki sonrió sintiendo como en sus ojos se acumulaban las lágrimas.

    -Tengo un marido ideal, no soy infeliz con este matrimonio- dijo Misaki.

    -Pero tampoco eres feliz… ¿Por cuánto tiempo más crees que podrás seguir jugando a la casita?... No te considero alguien cobarde pero reconozco que eres débil frente a quien aprecias, ¿Por qué todos pueden ser feliz y tu no? ¿Por qué te privas de tus deseos?... Sabes no quiero sonar como un inmoral pero si realmente amas a aquel tipo y te corresponde se que le serás infiel a tu marido, y si así fuera yo me sentiría orgulloso de que por una vez en tu vida todo gire en torno a tu verdadera felicidad- dijo Shinobu.

    -No digas tales cosas, Dios no perdona tales actos- dijo Misaki juntando todo su autocontrol para no llorar.

    -Cuando uno se casa por iglesia solo puede volver a contraer matrimonio si has quedado viudo, el destino predijo que tu verdadero amor no era Takano y por tal razón jamás consumaron su matrimonio bajo el manto sagrado de nuestro Señor- dijo Shinobu sonriendo y moviendo sus brazos alentando a su marido.

    -Ahora comprendo porque eres uno de los grandes genios de la publicidad- dijo Misaki con una autentica sonrisa.

    -No trato de convencerte de algo a lo que temes y tampoco quiero obligarte a sentir algo que no es, pero te puedo asegurar que si todo el mundo no supiera que eres demasiado inocente el 99,99% de las veces hubieran pensado que aquel baile con el famoso Usami era un intento de seducción- dijo Shinobu dando por terminada la charla y concentrándose en el partido.

    Misaki se quedo en silencio después de oír tan fuerte declaración. Tenía muchos pecados que desahogar con su confidente y amigo del día a día.

    El partido finalizo en una victoria del equipo naranja. Los esposos bajaron a felicitar a sus maridos como era debido, con un apasionado beso.
    Sin pensarlo Misaki corrió a los brazos de su marido ansioso de ser recibido en estos. Pero entonces oyó el relinchido de uno de los caballos, el animal descontrolado se libero y corrió desbocado en dirección al castaño.

    Misaki quedo paralizado del miedo y cerro sus ojos esperando lo peor… un delicioso aroma a perfume caro y tabaco lo embriago, siento que era apresado entre unos fuertes brazos. Sentía el fuerte pecho desnudo bajo su cuerpo y podía oír el acelerado palpitar de un corazón. Abrió lentamente sus ojos y se topo con la violeta mirada de Akihiko.

    Se quedaron en silencio mirándose por unos instantes a un preso de las recientes emociones o miedo, o quizás una simple escusa para poder sentir la piel desnuda de aquel atractivo hombre.

    -¿Estás bien?- pregunto Usami posando sus grandes y fuertes manos en una de las mejillas del castaño.

    Pequeñas lágrimas se acumularon en esos grandes y hermosos ojos esmeraldas. Una de sus pequeñas y delicadas manos se poso sobre la de su salvador y la acaricio con la yema de sus dedos.

    -Gracias-susurro Misaki aun exaltado por el reciente susto.

    Takano se acerco y ayudo a pararse a su amado mientras Miyagi le daba una mano a su amigo.




    Nuevamente montaron los caballos y regresaron a la mansión donde fueron recibidos en el jardín con un bello banquete.

    -Como siempre Misaki nos recibes como reyes- dijo Sumi mientras comía una tartaleta de fresa y crema de limón.

    -Al contrario es un placer para mí tenerlos en casa- dijo Misaki con una encantadora sonrisa.

    Todos estaban sentados en una amplía mesa decorada con un bello mantel blanco en la cual se podía contemplar miles de bocadillos dulces y salados con los cuales los recientes jugadores se deleitaban.

    -Hace mucho que no jugábamos un partido de polo todos juntos- comento Miyagi mientras entrelazaba sus manos con las de su esposo.

    -Eso es porque Akihiko ha estado desaparecido- dijo Masamune quien mantenía una encantadora sonrisa en su rostro.

    -He estado ocupado con la empresa y mi carrera de novelista… mi trabajo me ha mantenido en Inglaterra por mucho tiempo- dijo Usami.

    -7 años si no me equivoco- dijo Sumi que desde el inicio del partido no le había quitado la mirada de encima a aquel gallardo hombre.

    -No es como si yo hubiera deseado que las cosas fueran así, además todo ha ido por buen curso… Lo único que lamente es haber estado ausente el día de tu boda Takano, nada mas encantador que ver al novio con el traje blanco- dijo Usami refiriéndose en la última parte a Misaki.

    Misaki se sonrojo de solo haber imaginado un doble sentido en aquella frase, algo muy poco usual en su inocente cabecita.

    -Pero solo nos casamos por civil, ahora que la iglesia ha permitido el matrimonio homosexual podrás verlo con un bello vestido blanco- dijo Takano robando un casto beso de los labios de su esposo.

    -El sueño de todo esposo es casarse de blanco con un traje despampanante como los que el joven diseñador Phantomhive hace- comento Shinobu emocionado.

    Misaki también sonrió.

    -Dijo que quería verme en una de sus más grandes creaciones- dijo Misaki todo sonrojado.

    -No te apenes sabes que eres su modelo predilecto, y no solo por tener un cuerpo de infarto- comento Ijuuin con picardía.

    Masamune carraspeo su garganta y su rostro se torno serio, casi amenazante.

    -Cuidado con lo que dices Kyo, te recuerdo que Misaki está casado… conmigo- dijo Takano con voz gruesa, remarcando en especial la última palabra.

    Misaki se sintió incomodo ante la tención que se respiraba en el ambiente, sobre todo cuando vio aquella gélida mirada en el afamado escritor.

    -No es para tanto, solo fue una broma… a mi Shinobu también se las hacen seguido y yo no me enojo- comento Miyagi con un tono alegre para opacar la tención.

    -En tu casa y con tu esposo se hará lo que a ti se te dé la gana, pero aquí en la mía no permitiré que se propasen con mi esposo- advirtió con enojo Takano.

    Ijuuin arrastro la silla hacia atrás produciendo un estrepitoso ruido y se paro.

    -Yo no tengo ninguna intención oculta con tu esposo y tampoco quise ofenderte… pero te diré una cosa, ya no estamos en la secundaria cuando Misaki debía ser defendido de acosadores pervertidos. No crees enemigos donde no los hay- dijo Ijuuin mientras recogía sus cosas y le hacia una seña a Sumi para que se retiraran.

    Ijuuin salió despidiéndose de todos menos de Takano y Sumi le siguió por detrás saludando con la mano.

    Incómodos por la reciente pelea poco a poco todos se fueron retirando del lugar casi sin cruzar palabras más que un “adiós o hasta luego”.
    Al final solo quedaron tres personas en la mesa; Misaki, Takano… y Akihiko.

    Un silencio incomodo se formo entre los últimos presentes.

    El pelinegro se puso de pie y le hizo una seña a su esposo y a su amigo para que lo siguieran hasta su oficina.

    Entraron a una amplia habitación llena de libros, con un juego de sillones (tapizados de un color azul rey con detalles en dorado) cerca de la puerta y un escritorio casi al final de la habitación.

    Se sentó Takano con su esposo sentado sobre sus piernas tras el escritorio y del otro lado, frente al empresario, se sentó Akihiko con elegancia.

    -¿Qué pasa amor?- pregunto Misaki aventurándose a descubrir el porqué de ese extraño ambiente.

    -Veras Akihiko es un hombre muy atlético, cinturón negro en varias artes marciales y experto en manejo de armas blancas y de fuego- dijo Takano mientras acariciaba con su mano derecha las largas piernas de su esposo.

    Misaki sentía como su cara ardía de la pena ante tales caricias íntimas que su marido le proporcionaba frente a aquel hombre.
    -¿Y eso que tiene que ver conmigo?- pregunto con curiosidad.

    -Bueno estamos llegando a esa época del año en la cual me toca realizar largos viajes de trabajo y sabes que en mi ausencia me gusta saber que estarás seguro sin mí pero a ti no te gusta que te deje con un sequito de guardaespaldas... así que pensé que sería una gran idea que aprendieras defensa personal con alguien que yo considero de mi entera confianza- dijo Takano con una de esas encantadores sonrisas.

    Misaki se quedo en silencio observando a ambos hombres tratando de buscar algún truco o mentira en aquella propuesta.

    -Señor Takahashi no hay ninguna trampa en esto, y al igual que su esposo coincido que es una idea razonable considerando sus condiciones- dijo Usami serio.

    -Señor Usami creo que sería una experiencia nueva e interesante, si mi esposo me asegura que estaré en buenas manos no me negare- dijo Misaki con su encantadora sonrisa.

    La charla giro entorno a lo que seria las clases de defensa personal que tomaría Misaki a cargo de Usami Akihiko.

    Acordaron que se reuniría cuatro veces a la semana en la casa de la familia Usami.




    Varias horas después Usami se despedía para regresar a su hogar.

    -Extrañaba los viejos tiempos- dijo Akihiko.

    -Yo también, lástima que Takahiro no quiso venir- dijo Takano con tristeza.

    Akihiko desvió la miraba y jugó con los puños de su abrigo.

    -Hace mucho que no sabía algo de el- dijo Akihiko con indiferencia.

    Takano siempre supo que algo extraño había pasado entre Takahiro y Usami para que su estrecha relación se volviera hostil. Sabía que la razón por la que el peliazul no asistió fue porque sabía de la presencia de Akihiko.

    -¿Qué paso entre ustedes?- pregunto Takano intentando sacar alguna información de aquel desconocido pasado.

    -Es algo que prefiero dejar enterrado en el pasado- dijo Usami serio.

    -Nadie más que ustedes supo la razón por la cual se distanciaron y recuerdo que unos meses después tuviste que irte antes de mi casamiento- comento Takano tratando de encontrar alguna pista para poder descubrir aquel misterio.

    -Hay cosas que es mejor no saberlas- dijo Akihiko.

    Takano estaba a punto de hablar cuando repentinamente apareció su esposo.

    Misaki extendió sus manos hacia el escritor ofreciéndole un paquete de cartón.

    -Son cupcake de distintos sabores, un presente de mi parte- dijo Misaki con elegancia.

    El escritor los recibió con una sonrisa.

    -Muchas gracias- dijo Usami mientras con ayuda de una de las empleadas colocaba el presente dentro de una bolsa.

    Se despidió con la mano de la pareja y salió hasta el pie de la escalera de la entrada principal donde Yukina lo esperaba con una bella moto negra.

    Misaki miraba embelesado a aquel apuesto hombre de porte elegante montarse en aquella moto negra.

    Sus miradas se cruzaron solo por un par de segundos antes de que el peliplata arrancara y desapareciera tras el portón.





    Graciasss a todos mis lectores :=BIENODOE: :=BIENODOE: :=BIENODOE:

    Me alegra saber que hay gente que siga este loco fic :=wozardd: :=wozardd:

    Besossssssss, hasta la proxima... :=WORKIN:
     
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