Azufre y Miel (Misaki x Akihiko)

Romance, accion, drama, Lemon, M-preg, muerte de un personaje

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  1. Maga oscura
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    Holaaaaaa aquí les traigo la actualización de mi loco fic...

    Gracias a Misaki Saruhiko, Nomi 7u7, Usami Akihiko 90, YeyaMisakiChiaki y Hino_chan... Ame todos sus comentariosss :=WIJIS: :=WIJIS: :=WIJIS: :=WIJIS:

    Me domero porque estuve rindiendo y no pude actualizar el viernes pasado...

    En este capi les traigo una gran sorpresa y muchos mas misteriossss :=MUAHAHA: :=MUAHAHA: :=MUAHAHA:







    Capitulo 4: escarbando en las cenizas del pasado.


    Las agujas del reloj marcaban más de las 12:00 del mediodía.

    El dolor en sus caderas le había impedido levantarse de la cama, además había despertado con mucha pereza.

    Imágenes de la noche pasada llegaban a su cabeza martirizándolo. Sentía culpa de haberse acostado con su marido pues mientras lo hacían no había pensado en el… aquel rostro tan perfecto a su parecer se había apoderado de sus pensamientos y simplemente con recordar su aroma se podía excitar. Las caricias de Takano se habían convertido en aquellas grandes y frías manos recorriendo su piel.

    Había perdido el control de su cordura y se había tirado a un abismo sin retorno.

    No recordaba ninguna noche tan apasionado con su marido como la que horas atrás habían tenido y temía que Takano sospechara algo.

    Toc, toc, toc… Alguien llamaba a la puerta.

    -Voy a entrar- esa era la inconfundible voz de su mano derecha, Yukina.

    La puerta se abrió y su empleado ingreso con una resplandeciente sonrisa. Se acerco al castaño y se sentó en la orilla de la cama.

    -Al parecer tuvieron una noche muy apasionada- comento Yukina tratando de que su amo y amigo se abriera a él y le comentara lo sucedido en la noche.

    Misaki desvió la mirada soltando un pesado suspiro.

    -¿Qué ocurre?- pregunto Yukina preocupado.

    -Fue la primera vez… que… que… que te… tengo una noche así- confeso Misaki con timidez.

    -¿Pensabas en el mientras lo hacían?- pregunto Yukina con curiosidad.

    Misaki volteo su rostro para mirar a su acompañante. Tenía los ojos cristalinos y las mejillas sonrojadas.

    -Me siento culpable- susurro sintiéndose débil.

    Yukina rodeo el pequeño cuerpo con sus brazos, acunándolo con un cariño maternal que solo él podía transmitirle.

    -Tú no has hecho nada malo- dijo Yukina con seguridad.

    -Lo dices para que no me sienta mal… Me he dejado llevar por una ilusión y tengo miedo de que esto llegue a acciones irreversibles- confeso Misaki preocupado.

    -Yo estaré junto a ti sea cual sea tu elección, pero quiero que sepas que cuando tomes una decisión lo hagas por ti sin pensar en cómo afectara a los demás- pidió Yukina.

    -No puedo hacer algo tan egoísta- dijo Misaki agachando la mirada.

    -Le has entregado los mejores años de tu vida a Takano queriéndolo hacer feliz, ¿pero cuando has sido tú la prioridad?... Me entere por ahí que nunca tuviste un novio, que nunca hubo otra persona que te ilusionara y revolucionara tus emociones. ¿Por qué ahora que has encontrado un verdadero sentimiento no te quiere dejar llevar?- dijo Yukina tratando de comprender lo que pasaba en la cabeza y el corazón del castaño.
    -Soy una persona casada ya no es momento de las aventuras- dijo Misaki mirándolo con melancolía.

    -¿Y que hay sobre tus sueños?- pregunto Yukina preocupado.

    -Viviré mis sueños en brazos del hombre que me ama- dijo Misaki tratando de mostrarse seguro.

    -Llevas siete años evitando concebir un hijo de Takano ¿Acaso ahora lo permitirás que plante su semilla en ti?- pregunto Yukina.

    -Ya he cometido muchos errores, si tome la decisión de casarme con el debo aceptar todas las responsabilidades que mi elección conlleva- dijo Misaki.

    Yukina beso con cariño la frente de su amigo y salió de la habitación diciendo que le prepararía un almuerzo especial que haría llevar a su habitación.



    La tarde callo y con ella llego una inesperada visita.

    Shinobu entro sin tocar a la habitación de su amado primo con el seño fruncido.

    -¿Acaso te piensas quedar en casa encerrado sin decirme nada?- reclamo Shinobu molesto.

    -Yukina- susurro Misaki para sí mismo.

    El rubio se acerco a la cama y se sentó junto a su primo.

    -Me ha llamado y me ha contado TODO- dijo Shinobu asiento énfasis en la última palabra.

    -¿Y qué quiere que te diga?- pregunto Misaki agachando la mirada.

    -¿Eso es todo lo que dirás en tu defensa?- pregunto Shinobu sintiéndose molesto por la actitud de su primo.

    Misaki simplemente se quedo callado, atrapados en un silencio tenso.

    -Creo que ya te había advertido acerca de lo que parecía pasar entre el escritor y tú… Sé que tienes miedo de cometer traición, ¿Pero acaso no sientes el mismo miedo de que Takano descubra que verdaderamente no lo amas como el espera?- comento Shinobu serio.

    -Si ese es el caso yo hare lo que sea por darle la felicidad que merece- dijo Misaki elevando la mirada y sonriendo con melancolía.

    Shinobu soltó un suspiro cansado.

    -Nunca me agrado el hecho de que te casaras con Takano, el siempre te alejaba de todo- protesto Shinobu cruzándose de brazos.

    -Ya he oído eso más de un millón de veces- comento Misaki con una pequeña sonrisa.

    -Pues si no veo otro macho en esta cama que te haga gemir como gata en celo me tirare desde el último piso del edifico más alto- exagero Shinobu con una sonrisa.

    Una enorme almohada azul marino impacto con fuerza en la cabeza del rubio.

    -No digas cosas tan incoherentes- dijo Misaki rojo como un tomate.

    -Tienes razón debí decir que TU QUIERES A USAMI EN TUCAMA HACIENDOTE GEMIR COMO GATA EN CELO- dijo Shinobu divertido.

    Misaki se sintió morir de la vergüenza oyendo la escandalosa risa de su primo.

    -No actúes como si no te gustara la idea- dijo Shinobu con picardía.

    -Deja de decir tantas estupideces- susurro Misaki con tristeza.

    Shinobu soltó un suspiro y se paró de la cama.

    ¿Hasta qué punto debían llegar Misaki para poder ver la realidad a la que se enfrentaba?

    -Cuando quieras encarar el tema llámame- dijo Shinobu y luego salió del cuarto sin más.



    Otra vez estaba solo acompañado únicamente por su culpa.

    Nuevamente se acurruco en su cama y miro el techo. No sabía que es lo que su cuerpo pretendía hacer de ahora en adelante y temía que su traviesa mente le jugara una mala pasada.

    Ahora era cuando debía preguntarse a si mismo ¿Qué siento por aquel hombre?... pero no se atrevía porque le temía a la respuesta.
    Seguía encerrándose en su absurda idea de su matrimonio negándose las señales que su cuerpo le mandaba.

    No podía mirar a otro lado cuando las reacciones de su cuerpo eran tan obvias, con solo mirarlo a el junto al señor Usami era casi innegable decir que entre ellos había buena química.

    ¿Cuánto tiempo podría vivir con esta situación?... posiblemente sus deseo contenidos darían frutos positivos en el matrimonio tan dormido que llevaba con su esposo, pero temía de el mismo al pensar que podría pronunciar el nombre del otro.

    Además nunca sería capaz de saber si el escritor correspondería a sus sentimientos.

    Soltó un suspiro agotado, si seguía maquinando en su cabeza ideas que él creía incensarías todo podrían terminar en un posible caos.
    Por hoy ya había sido suficiente.

    Salió de su cama y llamo a una de las empleadas para que cambiara la sabanas mientras el tomaba una relajante ducha.




    Takano llego a su casa tan puntual como siempre. La servidumbre lo recibió cordialmente.

    -¿Yukina y mi esposo?- pregunto Takano al no ver a su castaño esperándolo.

    -No se sentía bien así que se quedo en cama- le informo Yukina.

    -¿Por qué no me avisaron antes?- pregunto Takano molesto.

    -No era nada grave, solo un pequeño dolor de caderas- dijo Yukina con cierto toque de picardía en la voz.

    Takano sonrió complacido y pidió que prepararan una romántica cena y la llevaran a la habitación.



    Misaki ya estaba vestido con sus ropas de cama listo para meterse nuevamente entre las limpias sabanas.

    La puerta de pronto se abrió.

    Takano corrió hacia su esposo y lo tomo de la cintura para luego besarlo apasionadamente.

    -Te extrañe mucho- susurro Takano con sensualidad.

    -Yo también amor- pronuncio Misaki con timidez.

    -Pedí que trajeran la cena al cuarto, Yukina me comento que no te sentías muy bien- dijo Takano.

    Misaki sintió como su cara ardía de la vergüenza, cosa que hizo reír a su marido.

    -Creo que fui un poco brusco- dijo Takano a modo de disculpa mientras abrazaba a su castaño por la espalda.

    -No te preocupes me ha gustado mas así, aunque tomara un tiempo recuperar- dijo Misaki apenado.

    Nuevamente sus labios se unieron en un apasionado beso.

    El hambriento cuerpo de Takano parecía no querer contenerse y lentamente su mano se fue aventurandose por el cuerpo del castaño para poder llegar a aquella zona tan intima.

    Pero para suerte de Misaki la puerta se abrió, era una de las empleadas que traía en un carrito la cena.

    -Disculpen- dijo la sirvienta apenada creyendo que había interrumpido un momento tan intimo de la pareja.

    -No te preocupes, no pasa nada- dijo Takano.

    La joven hizo una reverencia y se retiro.

    Takano acomodo todo para que comenzaran a comer.

    -Me comentaron que hoy vino tu primo- dijo Takano para comenzar un típica conversación de pareja.

    -Si paso a saludarme, ya sabes cómo es el- dijo Misaki con tristeza.

    -¿Discutieron?- pregunto Takano preocupado.

    Misaki solo negó con la cabeza y se llevo un bocado de pollo a la boca.

    -¿Entonces?- pregunto Takano.

    -Hemos tocado el tema de Ijuuin- mintió Misaki.

    Hubo por unos segundos un silencio incomodo, una atmosfera pesada.

    -No me gusto que discutieran, el solo hizo un comentario para molestas- dijo Misaki.

    -No te olvides quien fue el en el pasado- advirtió Takano para luego beber un poco de vino.

    -Ya sabes cómo es el, siempre ha gozado de hacerme apenar porque me conoce bien- dijo Misaki con inocencia.

    -Y es porque te conoce bien que me molesto, ¿Acaso has olvidado lo que fue de ustedes en el pasado?- dijo Takano molesto.

    -Si vas a enojarte prefiero no seguir hablando… pero sabes entre él y yo nunca hubo algo verdaderamente- dijo Misaki dolido por la actitud de su marido.

    -¿Esos besos significaban algo para ti?- pregunto Takano con tristeza.

    Misaki elevo su rostro y miro con seguridad a su marido.

    -Eso solo fue un juego de niños que ambos quisimos, para mí esa parte de mi pasado no tiene ningún valor sentimental más que el de la amistad- aseguro Misaki.

    Takano tomo con delicadeza entre sus grandes manos el rostro de su esposo y lo beso con ternura y necesidad.

    -Nunca me dejes- susurro entre besos.

    Esas palabras había dando en lo más profundo del corazón de Misaki haciéndolo sentir culpable.






    Otro día iniciaba y nuevamente la casa había recuperado su humor habitual.

    Misaki como lo hacía cada día de su vida asistía con alegría a los empleados dando el mismo el ejemplo de un buen esposo y ama de casa.

    Nuevamente debía pasar otro almuerzo sin su marido pero no quería preocuparse sabia que él era un hombre ocupado.

    El día prometía mucho así que había dado la orden a sus empleados de que armaran la mesa del almuerzo en el balcón que daba a los jardines traseros.

    Ya se había sentado en la mesa esperando la comida cuando el sonido del timbre resonó en toda la casa.

    La inesperada visita de Sumi lo sorprendió y lo alegro, lo invito a que lo acompañara en el almuerzo.

    El chef sirvió un exquisito filet de salmón con una ensalada de rucula y brote de soja acompañando con un jugo de pomelo recién exprimido.

    -Bonito almuerzo- alago Sumi.

    -Es más bonito porque tengo quien me acompañe- confeso Misaki.

    -Es una pena que tu marido se pierda de algo tan bonito- dijo Sumi.

    -Lo extraño pero sé que él está trabajando duro para complacerme a mí- dijo Misaki.

    -Tú también trabajas muy duro para complacerlo- dijo Sumi.

    -Gracias- dijo Misaki.

    Pasaron unos minutos de relajante silencio.

    -Sabes a veces me gustaría ser mas como tu- confeso Sumi mirando al horizonte.

    -¿A qué te refieres?- pregunto Misaki.

    -Tú eres bello, dulce, amable, sincero, cariñoso y honesto, hay muchas cosas en ti que te dan ese aire angelical que no he visto en otros- dijo Sumi mirándolo con cariño.

    -No soy tan así- dijo Misaki sintiéndose apenado.

    -Deberías pasarme algunos tips para conquistar al hombre de mis sueños- dijo Sumi con picardía.

    Misaki se sonrojo ante tal comentario. Bebió un poco de su jugo y miro nuevamente su acompañante.

    -¿Hay alguien que te interese?- pregunto Misaki con curiosidad.

    -Si- comento Sumi con timidez.

    -Cuéntame- dijo Misaki con dulzura.

    -Desde que estamos en la secundaria había un chico que me tenia loco pero el siempre me ignoro, es de personalidad fría y arrogante- comento Sumi con una sonrisa de enamorado.

    Misaki rio ante la forma de hablar de su amigo.

    -Pero cada vez que me le acerco el me evade- dijo Sumi soltando un suspiro.

    -¿El sabe que te gusta?- pregunto Misaki.

    Sumi solo asintió.

    -El amor es tan complicado- soltó Misaki sin pensarlo.

    -Que vas a saber tu de eso si todos los hombres mueren por ti- dijo Sumi con una sonrisa burlona.

    -Eso no es verdad- contradijo Misaki rojo como un tomate.

    -Te has sonrojado tanto que pareces insolado- se burlo Sumi.

    Misaki solo rodo los ojos. Inflo los cachetes, se cruzo de brazos y le dio la espalda a su invitado fingiendo enojo. Esta acción hizo sonreír a Sumi.

    -Creo que deberías llamarle e invitarle- aconsejo Misaki mirando el hermoso cielo azul.

    -¿Crees que acepte?- pregunto Sumi dudoso.

    Misaki volteo y miro con dulzura a su amigo.

    -No lo sé, pero no pierdes nada con intentarlo- dijo con una sonrisa.

    -Está bien- dijo Sumi.

    Saco su móvil y marco el número del misterioso hombre. Después de cinco tonos contestaron. Hubo unos segundos de silencio antes de que Sumi hablara.

    -No seas tan agresivo solo te llamaba para invitarte a salir- dijo Sumi con voz dulce aunque la expresión de su rostro denotara fastidio.
    Nuevamente hubo otro silencio.

    -Siempre dices lo mismo, siempre das escusas… Prefiero que me digas no quiero salir contigo antes de que me tengas como un idiota- dijo Sumi exaltado.

    Otro silencio incomodo.

    -Eres muy cruel, no tienes consideración por mis sentimientos… Ni intentas darme una oportunidad alegando que vives ocupado con miles de asuntos que atender… Sabes que metete por el culo tus asuntitos y a la zorra que te los atiende- dijo Sumi colérico y colgó.

    Soltó un suspiro y sintió lagrimas traidora rodar por su mejilla.

    -Lo siento es mi culpa- dijo Misaki dolido.

    -Nada de eso tu eres un ángel y él un cretino, solo querías ayudarme- dijo Sumi mirándolo como si fuera un hermano pequeño.

    -¿Qué te dijo?- pregunto Misaki.

    -Lo de siempre, dijo que soy una molestia y que no lo llame porque tiene cosas importantes que hacer- dijo Sumi deprimido.

    -Ánimos, eres demasiado bueno para decaer por un hombre- dijo Misaki intentándolo alegrarlo.

    -Supongo que sí- dijo Sumi poniéndose de pie.

    Misaki lo imito.

    -Creo que debería irme, ya he causado muchas molestias por hoy- dijo Sumi.

    -Para nada- dijo Misaki negando con la cabeza.

    De pronto se oyeron voces y pisadas bastante estrepitosas.

    -El señor Takahashi está ocupado- esa era la inconfundible voz de Yukina.

    De pronto la puerta del balcón se abrió dejando ver a un apuesto hombre vistiendo prendas deportivas.

    -¿Qué haces tú aquí?- pregunto Sumi molesto.

    -Esa debería ser mi línea- dijo Usami.

    Misaki miraba confundido como ambos hombres se dirigían penetrantes miradas.

    -¿No era que tenias que atender asuntos importantes?- pregunto Sumi molesto.

    -Claro que si, por eso estoy aquí. Yo le doy clases particulares de defensa personal a Misaki por pedido de Takano- dijo Akihiko serio.
    Sumi miro a Misaki y este asintió.

    -Parece que te olvidaste que hoy te daría la clase en tu casa- dijo Akihiko mientras observaba al castaño que vestía prendas informales.
    Misaki se miro a sí mismo y se apeno.

    -Lo siento, ahora mismo me cambio- dijo Misaki y salió corriendo para cambiarse en su habitación.

    Yukina se quedo a acompañar a los dos invitados que desprendían chispas de su mirada.

    -Ahora le dices Misaki, no sabía que eras alguien tan confianzudo- escupió Sumi con rabia.

    -Eso es porque el así lo quiso- dijo Akihiko sin darle verdadera importancia a la discusión.

    -Estúpido- dijo Sumi molesto.

    -Y decir que solo hace unos segundos le llamaste zorra a tu amigo- dijo Akihiko con burla solo para molestar al otro hombre.

    -Desgraciado- dijo Sumi.

    Le dio una fuerte cachetada y abandono la mansión hecho una furia.

    -Lamento que hayas tenido que presenciar eso Yukina- se disculpo Akihiko con elegancia.

    Yukina solo negó con la cabeza dando a entender que no se preocupara por nada.

    Minutos después Misaki bajo al gimnasio personalizado donde entrenarían.

    Como en la clase anterior comenzaron con el calentamiento y luego practicaron los golpes que Usami le había enseñado la clase pasada.

    -10 minutos de descanso- dijo Usami.

    Misaki corrió hasta una esquina donde había una banca y tomo su botella de agua para poder beber y así hidratarse.

    -Lo has hecho muy bien- lo felicito Usami.

    Misaki solo se sonrojo ante aquellas palabras.

    Hubo solo unos minutos de silencios hasta que el castaño decidió romperlo.

    -¿Sumi está enamorado de usted?- pregunto Misaki con timidez.

    -Así es, es un sentimiento molesto que siente hacia mi desde la secundaria- dijo Usami sin darle importancia al tema.

    -¿Por qué nunca le dio una oportunidad?- pregunto Misaki con curiosidad.

    -Porque ya tengo a alguien más a quien amar- dijo Akihiko con la voz débil.

    -Masamune nunca menciono a alguien especial en su vida- dijo Misaki mientras colocaba nuevamente la botella en la banca.

    -Hay muchas cosas que él no sabe de mi- dijo Akihiko mirando fijamente al castaño.

    Misaki se sentía cohibido por la penetrante mirada amatista.

    Camino hasta la pared junto a la ventana y se apoyo en esta tratando de despejar su mente y así poder continuar con lo que tenía en su cabeza.

    -Creo que debería darle una oportunidad a Sumi, es un buen partido- insistió Misaki.

    -No puedes saber lo que es bueno para mí si no me conoces-dijo Akihiko acercándose al castaño.

    Misaki agacho la cabeza no quería ver a aquel hombre que lo estremecía de pies a cabeza.

    -Solo quiero ayudar a mi amigo- susurro Misaki.

    Usami acaricio los suaves cabellos castaños.

    -Eso ya lo sé, entiendo que tus intenciones son buenas pero no puedes forzar un sentimiento- dijo Akihiko con dulzura.

    Misaki cerró los ojos y se dejo llevar por las caricias de aquellas frías manos.

    -¿La persona a la que usted ama sabe de sus sentimientos?- pregunto Misaki con inquietud.

    -Él ni siquiera se imagina que existo en su mundo desde hace mucho tiempo-susurro Usami con voz ronca.

    Misaki abrió sus ojos y elevo su rostro.

    Amatistas y esmeraldas se encontraron…

    -¿Nunca se atrevió a acercársele?- pregunto Misaki con voz suave y meloso.

    -Siempre fue y será un amor prohibido- confeso Usami.

    Todo el auto control fue echado a la basura… sus labios se unieron en un anhelado beso.

    Un ardiente rose de labios y un sabor tan dulce como la miel. Tan cruel azar que no dejo aquel tan satisfactoria encuentro entre ambas bocas tiempo atrás.

    Akihiko mordió con suavidad y lujuria el labio inferior de Misaki el cual tan ansioso abrió su boca esperando la llegada de aquella hambrienta lengua que tanto necesitaba saborear.

    Ambas lenguas se encontraron en una danza llena de pasión, el sabor de ambas bocas se mesclaron. Las grandes manos de Akihiko se posaron en las caderas de Misaki mientras este enredaba sus brazos en el cuello del peliplateado.

    Misaki no pudo contener más aquel desenfrenado deseo y comenzó a frotar su cuerpo con el de Akihiko tratando de zacear su sed.

    Fue la falta de aire la que nuevamente los trajo a la realidad.

    Se miraron fijamente a los ojos sintiéndose culpables.

    Sin pensarlo dos veces Akihiko se separo, tomo sus cosas y salió corriendo del gimnasio sin dar explicaciones.

    Misaki se deslizo por la pared hasta caer sentado en el suelo, llevo una mano a sus labios y los acaricio sin poder creer lo que había ocurrido… había besado con pasión a otro hombre que no era su marido.

    No lo pudo evitar y derramo amargas lágrimas de culpa.






    La noche caía sobre la casa de la familia Usami.

    Akihiko todavía no podía conciliar el sueño después de lo que había hecho. Desde un inicio supo que la propuesta de Takano era muy peligrosa para su auto-control, peor simplemente aquella fuerte amistad que tenían le impedía negarse ¿O quizás solo lo había hecho con la egoísta intención de acercarse más al castaño?...

    Ahora su mente daba vueltas en aquel placentero sabor de tan angelical boca la cual había respondido a todos sus deseos ocultos.
    -Mierda- musito molesto.

    Había metido feo la pata y ahora no sabía cómo solucionarlo. Seguramente Misaki le pediría olvidar todo, pero ahora que había probado esa boca que era su tan ansiada y prohibida droga no podía detenerse.

    Alguien llamo a su puerta, era Tanaka quien le avisaba que tenía una inesperada visita la cual por razones personales no podía rechazar.

    Algo le decía que esta escena ya la había vivido antes. Se levanto de la cama y salió de su cuarto. Mientras caminaba por los pasillos de la casa pudo observar por las ventanas la torrencial lluvia que caía afuera, todo le recordaba a aquel día.



    Dio unas últimas succiones a aquel miembro dispuesto a conseguir su objetivo.

    Termino de tragar todo el semen de uno de sus guardaespaldas y se puso de pie.

    -Gracias por el servicio- dijo Kisa guiñándole un ojo.

    El hombre asintió y luego se retiro.

    El pelinegro caminaba tranquilamente por los pasillos dispuesto a regresar a su habitación cuando observo que el famoso Takahiro Takahashi dueño de su revista favorita Cosmopolitan ingresaba a la casa por la entrada principal.

    Como un golpe certero llego a su cabeza las historias de su madre, ese tipo y su tío tiempo atrás habían sido buenos amigos hasta que una pelea de la que nadie sabe los separo.

    -Esto me huele mal- se dijo a si mismo Kisa.

    Ni lento ni perezoso lo siguió y vio como se metía en la sala preferida de su abuelo (el que se menciona en el capitulo anterior, donde Misaki conoce al padre y al hermano de Akihiko). La puerta se cerro y el corrió hacia esta para mirar por la rendija.

    -Lo sabia- pensó Kisa al ver a su tío y aquel hombre en la misma sala sentados enfrentados- esto me da mala espina.



    Ambos hombres se sentaron enfrentados en los sillones con la pequeña mesa ratona en el medio sobre la cual había hielo, dos vasos y una botella de licor.

    -Eso me recuerda a los viejos tiempos- dijo Akihiko tomado uno de los vasos, acción que imito su invitado.

    -Más que nada vine a refrescar tu memoria- dijo Takahiro con frialdad.

    Akihiko dio un sorbo a su bebida, sentía como el fuerte líquido quemaba su interior. Carraspeo la garganta para aclarar su voz.

    -Tengo entendido que le pusimos punto final a aquella historia cuando me fui- dijo Akihiko molesto.

    -Pero regresaste para joderme la vida- escupió Takahiro molesto.

    -No tengo ninguna intención con tu hermano- dijo Akihiko con seguridad.

    -Entonces no tienes razón para estar aquí ahora, ¿Por qué no mejor vuelves a Inglaterra?- dijo Takahiro con una falsa sonrisa.

    -¿Qué pretendes con todo esto?- pegunto Akihiko fastidiado con la actitud de su ex-amigo.

    Takahiro se cruzo de piernas y acomodo sus lentes.

    -Soy el hermano de Misaki y lo conozco lo suficiente como para saber que esta babeando por ti… No puedo correr el riesgo que ese idiota de un paso en falso- dijo Takahiro molesto.

    -Sabes que yo no daré un paso en falso- dijo Akihiko serio sintiéndose arder de la rabia al verse en esta situación por segunda vez en su vida.

    -No me fio de tu palabra, recuerdo que me costó mucho sacarte del camino- dijo Takahiro mirando de manera amenazante al hombre frente a él.

    -Pare ser un don nadie comparado con mi poder no te intimidas ni un poco ante mí, no titubeas ni una vez para hacer lo que te plazca- dijo Akihiko con una sonrisa.

    -No le temo a nada porque yo tengo en mi poder lo más preciado para ti, yo controlo tu talón de Aquiles y por eso tú me obedeces- dijo Takahiro con burla.

    -Verdaderamente se nota que no te importa lo que pase con Misaki, todo este lio en el que nos metiste a todos por tus egoístas sentimientos- dijo Akihiko furioso.

    -La culpa la tiene el por ser tan dócil- dijo Takahiro con burla.

    -Eres despreciable- escupió con asco Akihiko.

    -Gracias, me siento alagado… pero sabes al final yo no gane, mi único consuelo es saber que tengo a Misaki bajo control- dijo Takahiro con arrogancia.

    -Tanto que te dabas de bueno e ingenuo resulto ser que eras el peor de los idiotas- dijo Usami divertido.

    -Deberías cuidar tu lengua, recuerda que yo accidentalmente podría contar tu secretito- dijo Takahiro con malicia.

    -Nuestro secreto, recuerda que si yo me hundo tú también lo harás… Aunque pensándolo bien con esa carita adorable de Misaki seguramente conseguirá salvarse. A ti también puede que te proteja si es que no te odia demasiado después de que lo alejaste de su primer y único amor- dijo Usami serio.

    -No te hagas el loco conmigo que Misaki se decepcionaría si supiera que bastaron solo unas palabras mías para que te echaras atrás- dijo Takahiro con aires triunfante.

    -Tsk… Tú te das de fuerte solo porque tienes una certeza, pero te diré que soy yo quien tiene el sartén por el mango. Hay cosas que todavía no sabes, situaciones que ocurren a tu alrededor y que solo yo tengo acceso a esa información- dijo Akihiko con arrogancia.

    -No porque tengas el consentimiento del estado y la policía lograras intimidarme- dijo Takahiro serio.

    Akihiko negó con la cabeza y sonrió.

    -Tu barco se está hundiendo y yo solo velare por el bienestar de Misaki… Recuerda tu posición en este matrimonio arreglado, tu solo eres el peón favorito de Takano porque sigue en pie el contrato pero una vez que el acuerdo se desgaste tú te convertirás en escoria.

    -Te das de todo poderoso solo por tu apellido, pero déjame decirte que quien da las órdenes soy yo- dijo Takahiro sintiéndose presionado por las palabras de aquel hombre.

    -Al menos corre en mi sangre la grandeza, a ti solo te quedan tus artimañas… Abusaste del puro corazón de tu hermano que tanto te adora y ahora el karma viene a pasarte factura… ¿Crees que un amor de secundaria valía mucho más que el cariño de tu hermano?- dijo Usami serio.

    -¡¡Cállate!!- dijo Takahiro arrojando el vaso al suelo-… Tú no sabes lo difícil que ha sido para mí. Yo lo ame y lo amo pero él jamás se fijo en mí. Jamás podrás estar en mi lugar y sentirte como yo me siento porque a ti quien amas siempre te correspondió.

    -Pero lo lastime cuando creí en tus palabras, cuando fingir comprender tus razones… Tú fuiste quien me hirió diciendo que un yakuza, una mierda como yo, jamás podría darle a Misaki esa vida tranquila y amorosa como la que Takano le ofrecía- dijo Akihiko dolido luchando contra sí mismo para no llorar.

    -Y tenía razón, es mejor que Misaki finja ser feliz- dijo Takahiro alterado.

    -¿Y qué paso con tu amor por Ijuuin?, fue fácil para ti dejarlo ir como si nada y después casarte con cualquier mujer… No te imaginas cuantas noches sufrí por aquel amor que deje ir, me arrepiento hasta hoy el haber dejado que tú me lavaras el cerebro con palabras llenas de veneno- dijo Akihiko lleno de ira.

    -¡¡Eso no tiene nada que ver contigo!!- grito Takahiro.

    -¡¡Claro que este también es mi asunto, este es nuestro secreto!!... ¡¡No te olvides que yo se que fuiste tú quien se las ingenio para que tus padres no te comprometieran con Takano cuando les vendiste el verso de que la relación que el tenia con Misaki era tan estrecha como la de las parejas que se amaban con locura, fuiste muy liste y te saliste con la tuya lástima que Ijuuin te rechazo diciendo que ya tenía a alguien más!!... ¡Dime! ¡¿Cuántos años te martirizaste creyendo que esa persona era tu lindo hermano Misaki?! ¡¡Pero cómo me lo esperaba descubriste que no era así y ahora te quedaste con las manos vacías!!- grito Akihiko molesto, cansado de todo este asunto.

    -¡¡Te recuerdo que soy yo quien tiene la delantera en este juego, retráctate ahora mismo!!- dijo Takahiro con altanería.

    -¡¿Eres idiota o qué?!... ¡¡Tu barco se hunde, todo lo que construiste con trampas se viene abajo!! ¡¡Soy yo quien te mantendrá en el cielo o el infierno!!- dijo Usami con una sonrisa triunfante.

    -¡¿Y qué puedes saber tu que yo no sepa?! ¡¡Te recuerdo que yo soy informado de todos los movimientos de dinero que hay en mi empresa y en la de Takano!!- dijo Takahiro con arrogancia.

    -Pero jamás sabrás acerca de su vida personal y sus errores pues tú solo eres su socio - dijo Usami serio.

    -¿Qué estas queriéndome decir?- pregunto Takahiro molesto.

    -Eiri, que no se te olvide ese apellido- dijo Akihiko poniéndose de pie.

    -¿Quién es Eiri?- pregunto Takahiro confundido.

    -Eso lo dejare que tú lo descubras… Te recomiendo que te prepares para lo que viene porque a partir de ahora habrá muchas turbulencias en tu pacifica vida- dijo Akihiko serio.

    -¡¿Qué nos has hecho?!- pregunto Takahiro colérico.

    -Lo que pase de ahora en adelante nada tiene que ver conmigo, pero ten por seguro que no dejare que nada les pase- dijo Akihiko sacando de su bolsillo una caja de cigarrillo, saco uno y lo prendió.

    -¿Me ayudaras?- pregunto Takahiro desconfiado.

    -Siempre y cuando Misaki así lo desee yo hare lo que sea por el- afirmo Akihiko con seguridad.

    -Eres un idiota… Solo te aconsejare que no juegues a ser Romeo, ya es tarde para recuperar el tiempo perdido y el amor que fue abandonado- dijo Takahiro agachando la mirada.

    -Eso ya lo sé… El pasado quedo enterrado y aunque lo siga amando ya no hay nada que yo pueda hacer. Pero ten por seguro que jamás lo dejare a su suerte- dijo Akihiko.

    -Eso ya lo sé- dijo Takahiro.



    Finas lágrimas corrían por su mejilla para morir en su boca degustando el amargo sabor de la verdad. Todo lo que había oído era demasiado para una sola noche, había unido varias piezas del rompecabezas pero también se había abierto un nuevo misterio.

    -Oh por Dios- susurro para sí mismo mientras con ambas manos sobre su boca trataba de acallar su sollozo.

    Estaba arrodillado en el suelo rendido ante el peso de la verdad… ya no lo soporto mas y salió corriendo del lugar. No quería oír más de aquella dolorosa realidad, no quería desenterrar más secretos.

    Llego a su habitación y se arrojo sobre la cama en un mar de lagrimas.

    Se abrazo a su almohada con desesperación y necesidad. Ahora se había convertido en parte de aquel vil secreto y no podía soportar el peso de tal realidad.

    Necesitaba una seguridad.

    Tomo su móvil y con manos temblorosas marco el número de esa persona que podría consolarlo.

    -¿Kisa?- pregunto la adormilada voz de Yukina al otro lado de la línea.

    -Por favor, por favor… necesito verte mañana…- dijo Kisa entre sollozos.

    -¿Kisa qué pasa?- pregunto Yukina con preocupación.

    -Mañana… mañana hablaremos… es urgente…- contesto Kisa alterado.

    -Cálmate, yo estoy contigo- dijo Yukina con voz dulce.

    Lentamente Kisa se dejo vencer por el estrés de la situación.






    Les gustooo????

    Dios Takahiro es tan malvado :=MUAHAHA:

    ¿¿Quien es ese tal Eiri??

    ¿¿En que lio se ha metido Takano??

    Muchas cosas extrañan pasaran a partir de ahora en este loco fic...

    Besosssss, nos vemos en el siguiente capi :=BIENODOE: :=BIENODOE: :=BIENODOE: :=WORKIN: :=WORKIN:

    :=MIMIRS: :=MIMIRS: :=MIMIRS: :=MIMIRS:
     
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