Hechizo (+18) ShinxSho y RyuxYoshiro Cap 14

A veces los cuentos no son como los cuentan y Shin lo descubrirá a llegar a la torre del castillo, despertando a la Doncella de su sueño de 100 años pero... Resultara ser un Príncipe.

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    Hechizo.



    Resumen completo:

    A veces los cuentos no son como los cuentan. Shin cabalgo hasta la torre del castillo, encontrándose con la doncella, que despertaría de su sueño de 100 años con el beso del príncipe azul. Un brillo extraño lo cegó y la princesa despertó, salvo por un pequeño e insignificante detalle… Resulto ser un príncipe.


    Advertencia: Lemon y Muerte de personaje.

    Géneros: Acción, Angustia, Ciencia Ficción, Drama, Fantasía, Humor, Misterio, Romántico y Tragedia.



    Hola, espero que les agrade la historia, la verdad no se que mas decirles, disfrútenlo y espero realmente que les agrade n,n


    Capitulo 1: Había una vez...





    Desde que era un niño podía recordar a su Madre la Reina, repitiéndole incansables veces que sería de futuro al cumplir la mayoría de edad. A la hora de dormir su nana le contaba la misma historia miles de veces, para él no era igual si la contaba su Madre, porque la misma siempre entrometía su futuro, un futuro que aún estaba lejos, cualquier cosa podría ocurrirle, pues tan solo faltaban diez años, para cumplir los dieciocho.

    Sus ojos eran de un color rojo, perteneciente al clan Niimura. Tenía el cabello negro rizado y la piel clara. Aún era un niño y como cualquiera de ellos, estaba por ir a dormir. Su habitación era grande, como su cómoda cama, cual sabanas eran de seda azul. Como buen niño esperaba que su nana viniera a contarle la historia más famosa del reino. La puerta se abrió y con un velero apareció la mujer, robusta de cabellos blancos, quien sonreía. Como la habitación ya estaba siendo iluminada, soplo su vela y la dejo sobre una mesa de roble cercana.

    — ¿Estás listo?—pregunto, con amabilidad.

    — ¡Claro!—exclamo con entusiasmo, dejo espacio en la cama y la mujer se sentó en la misma. Como era su momento favorito del dia que estaba por terminar, se acomodó rápidamente y sonriéndole a mujer, aguardo que empezara.

    —Había una vez…

    “Se dice que hubo una vez un reino superior al que hoy en dia gobierna el clan Niimura. Era conocido como Jakimioto (Larga vida) durante generaciones gobernaron y vivieron, tal y como lo dice su significado, eran poseedores de una larga vida. Cuando sus últimos descendientes tuvieron a su adorada heredera, la hasta por el momento Princesa, se celebró una gran fiesta en su honor. Como los Jakimioto’s eran bondadosos ordenaron preparar un gran banquete para que todo el pueblo pudiera visitar el castillo.”

    “Reyes de la región del norte y el sur vinieron, sin importarles cruzar vientos y mareas para llegar, pero hubo un reino, el del Este, conocido como Tukusama (Guerreros) , que se negó, en cambio su regalo para la princesa más esperada no se hizo esperar. Entre los invitados aparecieron tres simpáticos magos, Ichi (Uno), Ni (Dos) y San (Tres). Cada uno no llegó con sus manos vacías o más bien “Con las varitas vacías”. Ichi tenía la manía de contar hasta uno y asi lo hizo, luego toco a la Princesa con su varita y le dio un regalo “Belleza”.

    “El turno de Ni llego y como fue de esperarse, mientras todos suspiraron conto hasta dos y toco con su varita a la princesa, regalándole el don de “Cantar” al momento de que San hicieran su aparición y decidiera su regalo, de entre la sombras un extraño y viejo mago surgió. Emanaba de si un aura maléfica que provocaba escalofríos en todos los presentes. A pasos lentos y precisos llego hasta la cuna, la reina desesperada se interpuso en su camino. Cuando todos pensaron que le haría algo malo hablo y dijo < ¡Soy un mago y como tal, deseo darle mi regalo!> Exclamo, sonriendo y mostrando a la vez sus descuidados dientes.”

    “Dudo, pero dejo que el mago terminara de sacar su varita y apunto a la princesa. Mostro una vez más sus dientes al sonreír y dijo sin tropiezos y maldad < ¡A la edad de dieseis años tu morirás, al picharte con el huso de una rueca y morirás!> Una nube de humo negra apareció en su lugar y todos los presentes desesperaron. Las Reyes no tenía manera de proteger a su hija, cuando Sin disgustado exclamo, con una radiante sonrisa. < ¡Uno, dos, tres, yo te prometo que no morirás al cumplir los dieseis años, tan solo dormirás y… solo el beso de un amor te despertara!> la toco con su varita y pudieron respirar en paz”

    “Los años pasaron en una abrir y cerrar de ojos, pero la joven princesa paso dieseis años de su vida, en compañía de los tres magos, disfrazados de campesinos. Ella no tenía idea de lo que era en verdad, pero muy pronto en el castillo la celebración de su cumpleaños seria realizada y por lo tanto, Ichi, Ni y San, se encontraban preparados para confesarle la realidad a su amada niña. Al enterarse escapo y corrió por el bosque, era momento de ir hacia el castillo y no aparecía por ningún lado.”

    “El malvado y viejo mago la encontró después de tanto tiempo, la Princesa se escondía desolada en una vieja cabaña. Hizo uso de su magia y con la varita desde lejos la hipnotizo. En trance se acercó hacia el huso de una rueca y pregunto ingenuamente < ¿Qué es eso?> y el contesto <una rueca, tócala sin miedo> y debido al embrujo obedeció, cayendo al instante. Para cuando los magos llegaron, le miraron con tristeza y debida la situación, la princesa fue acomodada en la torre más alta y los magos durmieron al reino entero, a la par de la Princesa.”

    Shin escuchaba atentamente, su nana bostezo y antes que su niño le dijera que continúe, prosiguió;

    —“Cien años pasaron, los tres magos desaparecieron y se dice que la princesa aguarda en ese castillo, para despertar con el beso de su amor”

    — ¡Emocionante!

    —“El clan Jakimioto quedo en aquel sueño, haciéndole compañía y este cuento terminara, el dia en que su amor cabalgue hasta la torre más alta, cruzando el bosque, saltando al otro lado del puente de piedra y asi… vivirán felices por siempre”. —otro bostezo y se levantó de la cama, acunando al pequeño de ocho años—Es hora de dormir Shin, descansa mi niño. —beso su frente y el la abrazo. Su nana se retiró, prendiendo el velero y el en los brazos de Morfeo cayo.



    Al igual que para la Princesa del cuento, que según sus Padres los reyes era verdad, en un abrir y cerrar de ojos los años pasaron. Shin era un joven y apuesto príncipe, de ojos rojos aun y cabello negro rizado. Shin tenía los ojos de su Padre el gran Rey del Este llamado Shichiro Niimura; era el séptimo hijo de los antiguos gobernantes, los abuelos de Shin y fue el único que sobrevivo. Su cabello castaño ya no disimulaba por la edad y algunos cabellos blancos podían notarse. Su Madre, la gran Reyna segunda hija y princesa del reino del sur, era quien le heredo su hermoso cabello azabache rizado y se llamaba Yukiko.

    Recordaba recostado bajo la sombra de un árbol, las veces que su fallecida nana le contaba aquel cuento, de la manera que más le gustaba. Ella le hacía creer que solo se trataba de un cuento, no como su Madre, que le ordenaba cada dia, que no olvidara su misión al cumplir la mayoría de edad.

    Hace poco se acababa de enterar que el clan Niimura era descendiente del clan Tukusama, por lo tanto era su deber despertar a la princesa, por ende, los últimos reyes del clan Jakimioto lo harían y asi, se casaría con la joven, para unir ambos reinos y clanes. No solo había crecido físicamente, sino mentalmente y sabía que su familia solo buscaba poder, algo que no habían descartado del clan anterior, el Tukusama. Cada tanto Shin escapaba y adentraba en el bosque, buscando la paz que su nana, le daba de niño.

    Cerca del atardecer se estiro aun sentado sobre la sombra del árbol y luego levanto. Su caballo quien era fiel, se encontraba suelto en un pequeño campo comiendo hierbas, el mismo rechino de contento y con una sonrisa se le acerco, se montó a él y se fue por el sendero que daba al castillo. Su caballo era color café y se llamaba Kento, lo tenía desde pequeño y desde entonces eran inseparables. Sobre la torre de vigilancia un vigía anuncio su llegada y el puente hizo que se bajara.

    Ya bajado de Kento ingreso al castillo, el puente fue subido y asegurado. A lo lejos uno de los tantos sirvientes venía desesperado caminando a paso rápido. Le siguió en silencio hacia los establos y una vez que dejo al caballo, el sirviente se decidió por hablarle, pero como le ignoraba aclaro su garganta y la atención de Shin recibió, pero se adelantó y pregunto;

    — ¿Qué deseas Yoshiro?

    —Sus Padres le están esperando Shin-Sama.

    —En un momento iré, puedes irte.

    — ¿Pero Shin-Sama…?

    —Acaso estas a punto de entrometerte en la vida de tu futuro Rey. —no fue una pregunta y el joven sirviente lo comprendió, retirándose del lugar. Luego de unos largos mimos a Kento se decidió por entrar al castillo. Los reyes aguardaban en la biblioteca y se encontraban impacientes.

    —Hasta que por fin llegas…—dijo su Padre, levantándose de su sillón.

    —Lo mismo digo. —dijo su Madre y suspiro, sentándose el, mientras los Reyes le miraban desde arriba, pues estaban parados.

    —Shin pronto celebraremos tu cumpleaños dieciocho y sabes que tú te encargaras de traer tu mayor regalo.

    — ¿Siguen con lo de la Princesa?—pregunto con desinterés. —Solo es un tonto cuento de hadas. —agrego.

    — ¡Que tu fallecida nana te haya creer hecho eso, no significa nada!—exclamo su Padre y Shin se levantó del sillón.
    —¡¡Significa demasiado para mí, Padre!!—grito, como nunca antes a sus Padres.

    —Te sugiero que bajes ese tono, no debes hablarse de esa manera al rey. —su Madre intento calmarlo, pero Shin la aparto algo brusco y camino hacia la puerta.

    — ¡Solo buscan un maldito poder, por ese maldito clan, perdido hace varias generaciones y no me sumare a eso…!—abrió la puerta—No me esperen a cenar y menos manden a Yoshiro con mi cena, salvo que prefieran que no asista a mi propia fiesta. —azoto la puerta y camino hacia su habitación.

    La habitación era mucho más grande, tenía dos grandes ventanales por donde entraba algo de luz y su cama, como todo lo demás, se había engrandecido. Con ganas de descansar y pensando en huir del castillo se lanzó en su cama, donde un fino cobertor color verde lo espero para acompañarlo en su sueño. En el mismo su nana le contaba como todas las noches el cuento de hadas. El sueño llego hasta la última noche, hacía seis años, donde él tenía doce años, desde entonces trato de apegarse a su Madre, pero ella insistía con su misión y justo cuando quería negarse y no podía hacerlo, despertó exaltado.

    Los reyes mandaron a Yoshiro para despertarlo mucho antes de la cena, pero se dedicó a encender cada vela y con temor le propuso a la Reina que durmiera un poco más. Al momento de estar ya servida la mesa, volvieron a mandarle y Shin había desaparecido. Inmediatamente empezó a buscarlo, pero no le encontraba y pensó que finalmente el joven príncipe había cumplido lo que alguna vez el tomo como una broma, escapar de todo ese infierno de órdenes, que le azotaban desde la muerte de su adorada nana.




    Se encontraba fastidiado y cansado de que le dieran ordenes, saco su caballo, tomo varias y cosas y a la mitad de la noche escapo del castillo. Los guardias fueron fáciles de espantar, era mucho más listo y una vez que el puente levadizo fue bajado a todo galope cruzo el puente y se marchó. Al amanecer había parado para descansar y mientras agua de un rio cercano tomaba, unas voces le llamaron—Príncipe…—la evito, suponiendo que solo era su imaginación, porque apenas un susurro escucho—Príncipe…—volvieron a llamar. Ahora la voz era grabe y parecía estar más cerca, pero la ignoro una vez más. Cuando termino de tomar agua, una exclamación casi le ensordeció— ¡Príncipe!—miro hacia un punto inconcreto y de manera más amable, fue llamado una vez más.

    Frunció el entrecejo y cuando monto al caballo acelero y acelero, cada vez más fuerte la voz que permanecía con tono amable, escucho. Con furia tomo las cuerdas del caballo y el mismo rechino hacia atrás, justo antes de caer por el puente de piedra partido en dos. Controlo a su caballo y retrocedió, empezó a recordar el cuento y a toda velocidad cruzo. Una vez dejado detrás, el puente levadizo por el suelo, le dio a conocer el interior del castillo. Su caballo cobarde se negó a seguir y murmurando un “Como quieras” bajo e ingreso.

    La voz ya no se escuchaba, pero él quería explorar el lugar, que por fuera era ocultado por altos matorrales. Por donde quiera que mirase, todo se encontraba en ruinas, la torre más alta vio y hacia ella se dirigió. Esperaba ver al reino sumido en un sueño, pero allí solo había esqueletos, envueltos algunos en tela de araña, que le repugnaba. Ya al pie de la escalera, aseguro su espada y subió escalón por escalón. Al abrir la puerta con la hermosa joven se encontró. Recostada sobre la cama, de piel suave y luminosa, su cabello era plateado y una rosa traía entre sus manos.

    —Eres hermosa… pobre de ti. —susurro y se acercó acariciando su mejilla, se encontraba tibia y sin pensarlo dos veces cerro sus ojos y los labios de ambos junto.

    Un brillo le cegó, el mismo a ella la envolvió y el momento más esperado llego a su límite. De la cama él se levantó y lo miro desconcertado… Sus ojos de color de la mora la miraban y su largo cabello blanco caía por sus hombros. — ¡El…!—exclamo y retrocedió cayendo al suelo, buscando una explicación.






    Chan... Eso fue todo me voy despidiendo hasta la semana que viene, si quieren que siga, la semana que viene, no dare un día, tendrán la continuación que seguro disfrutaran, si disfrutaron esto, gracias por darme la oportunidad y bueno, Mata Ne Mina.

    Edited by LeyiUzumaki - 20/8/2014, 22:57
     
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    Lo dejaste en el momento más importante, ahora a esperar a que traigas la continuación de esta historia bien escrita que envuelve al lector. >.<
     
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  3. Marii Anälï€
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    ASDSADASD!!!
    NOOOO!!!!1
    CONTIIII AHORA!!!!
    EXIJO CONTIII!!!!!!
    LA DEJASTE EN EL MEJOR MOMENTO!!!!
    ASDASD NI GANA DE VER PUROS ESQUELETOS!!!
    PERO LA IDEA DE LA HISTORIA ES BASTANTE SIMPATICA!!!
    ES HERMOSO!!! ESPERO LA CONTIII CON ANSIAS!!!!
    :D :D :D
     
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    Konnichiwa, estoy feliz de que les haya gustado y no les haré esperar mas, aquí esta la continuación n,n
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    Capitulo 2: "Princesa".




    Shin observo cada detalle de la “Princesa”. Su delicada y brillante piel seguía allí, al igual que su cabello banco y largo, cayendo por sus hombros lacio. Antes tenía puesto un largo vestido de seda rosa y ahora un par de pantalones y camisa de seda, color marfil. Sus ojos morados le observaron a él, completamente absortos. Como seguía en el suelo, retrocedió hacia atrás y miro la salida, en cambio la “Princesa” hizo unos cuantos pasos hacia él, con la rosa en su mano y recobro sus memorias.

    Se quedó viéndola o más bien viéndolo y en su cabeza resonaba es EL es EL miles de veces. La salida se encontraba a centímetros, pues a medida que la “Princesa” avanzo, el retrocedió. Por un momento pensó en utilizar su espada y acabar con su vida pero… ¿Por qué? Su nana un dia le dijo “A medida que trascurren los años, los cuentos son contados y en algún punto, los mismos se modifican”. Podía escuchar su dulce voz y se lanzó hacia la posibilidad, que el cuento de la “Princesa” haya sido modificado y vaya que modificación, tenía adelante a un Príncipe.

    Mas haya de recordar esas palabras, Shin desconfiaba bastante y sentía una gran desilusión, ya que todo el tiempo el cuento fue real y a través de los años, el Príncipe que ahora tenía delante, fue transformado en Princesa. Por otra parte eso le daba ventaja de no tener que cumplir el dichoso destino que los Reyes le vivían diciendo, desde que tenía memoria. Entre recuerdos, posibilidades, ventajas, modificaciones y una Princesa que resulto ser Príncipe, lo tenía frente a frente. Estiro su mano y le dio la rosa, lo que le hizo estallar en carcajadas, no recordaba haberse reído tanto en su vida.

    — ¿¡Que es tan gracioso!?—a pesar de haberlo escuchado hablar por primera vez, no podía parar su risa y no le prestó atención, hasta ese preciso momento donde la “Princesa” de manera “Amable” le intento dar una vez más la rosa, haciéndosela tragar, vaya manera ¿Verdad?.

    —Coff, coff, coff… ¿¡Estás loco!?

    —Para nada. —contesto y se posó detrás. — ¿Nos iremos ya? —Miro parte del lugar, al salir de la torre y definitivamente como pensó, todo estaba en ruinas, había dormido por mucho pero mucho tiempo. —Supongo que traerás un corcel blanco como la nieve. —dijo y Shin le miro.

    — ¿Por qué debería de hacerlo?—aun con desconfianza se levantó y le siguió, quedando a su lado.

    —Como ¿Qué, por qué? La leyenda de mi hechizo lo dice claramente “El verdadero amor llegara montado en un corcel blanco como la nieve, atravesará el bosque de la muerte, pasara al otro lado del puente de piedra, rodeado de hambrientos cocodrilos y llegara hasta la torre más alta, despertando al Príncipe con un beso”—pestañeo varias veces y la “Princesa” frunció el entrecejo—Estas vivo y llegaste hasta mí, despertándome, lo que quiere decir que pudiste pasar los grandes peligros, lo cual me hace pensar que en realidad traes el corcel.

    —Eres tan gracioso y yo pensaba en asesinarte.

    —Hum… Lamento hacerte tragar la rosa, pero mi verdadero amor no debe reírse de mi persona.

    —Además Bipolar—agrego y sonrió. —Bromista—continuo—y muy sobre todo… Para nada una “Princesa”. Exijo una explicación, yo creía que todo esto se trataba de un cuento, jamás imagine que sería real pero… Que la princesa terminaría por transformarse en un Príncipe, claro si es que lo eres.

    Suspiro y antes de explicar pregunto— ¿Podemos salir de este lugar? Prometo que te contare todo si me cumples al menos eso.

    —Claro…—repentinamente lo tomo en sus brazos, el Príncipe se sonrojo y Shin tranquilamente lo cargo durante todo el camino. No parecía espantarse con los esqueletos y sin más llegaron hasta el puente, encontrándose con Kento, que por sí solo cruzo hacia el otro lado, mientras con desagrado la “Princesa” observo que claramente no era un corcel y pidió ser bajado.

    — ¿¡Y el corcel blanco como la nieve!?—Kento se sintió ofendido y relincho ante eso.

    —Lamento decepcionarla “Señorita” pero no tuve tiempo que pintar a Kento.

    — ¿Kento…?—volvió relinchar.

    —Tampoco le haría eso a mí fiel amigo, lo tengo desde pequeño y adoro su color café. —volvió a tomarlo entre sus brazos y antes de recibir quejas retrocedió hacia atrás, Kento relincho más fuerte temiendo que su amo no lo lograse y hasta cerro sus ojos, mientras la “Princesa” observo que no había cocodrilos hambrientos en el agua que corría debajo. Cuando quisieron darse cuenta, Shin se encontraba del otro lado y bajando con una sonrisa a la “Princesa”.

    En señal de demostrarle que se encontraba bien Shin acaricio la melena café clara que tenía Kento y el bello caballo froto su cabeza sobre la de su amo, el mismo sonrió y dirigió su atención hacia la “Princesa”. Ofendido desde la punta del pie hasta la punta de su cabello blanco, esperaba realmente un corcel del color de su cabello pero poco a poco tendría que aprender que no todo se consigue en este cuento de “Hadas” y antes de poder quejarse, Shin volvió a exigir una explicación. Aguardo en silencio y la “Princesa” se presentó.

    —Sho ¿Y tú?

    — ¿Perdón…?

    —Me llamo Sho…

    —Con que Sho, pues yo soy el Príncipe Shin Niimura.

    — ¿Niimura?

    —Estos cien años las cosas tomaron otro rumbo, los Niimura somos descendientes del clan Tukusama.

    —Haz dicho… ¡Tukusama! ¡Tukusama! ¡Tukusama! ¡Tukusama!—empezó una ida y vuelta, sujetándose la cabeza.

    —C-Creo que no es una buena noticia para ti.

    — ¡Esperabas que sí!—exclamo enfadado, dejando de tener su cara angelical digna de una Princesa, pero era de esperarse para Shin, puesto que era un Príncipe. — ¡Dame una navaja!

    — ¿Q-Que p-planeas…?

    —¡¡Hazlo!!

    —E-Esta bien…—reviso sus pertenencias que estaban sujetas a la montura del caballo y le entrego la que un año atrás le dio como regalo su Padre al cumplir diecisiete años. — ¡No me mates, está bien que pensé en hacerlo contigo, pero aquí estas vivo!—dijo con desesperación y cerro sus ojos esperando su fin. Cuando los abrió toco su abdomen y al dirigir su mirada hacia el suelo, varios hilos blancos llamaron su atención. Paso por sus pies, piernas, brazos y al mirar su cabeza la nueva apariencia de Sho le dejo pasmado.

    Más hermoso no podía verse, su cabello blanco y lacio dejo de ser largo. En el reluciente filo de la navaja veía su reflejo y terminaba de acomodarse su cabello; Flotaba por encima de sus hombros, llevaba un poco el flequillo entrecruzado de costado, al igual que la parte de abajo y cuando Sho noto la exhaustiva mirada de Shin se sonrojo una vez más, pero esta vez era diferente, el Príncipe mayor lo noto y quedo aún más encantado.

    Sho llegaba a la altura de Shin y eso pudo notarse cuando le entrego su navaja y dijo apenas gracias. Suspiro por que seguía vivo, guardo la navaja de su Padre y siguió con su mirada hacia el peli-blanco. — ¿Qué me sucede? Ahora menos que nunca puedo dejar de mirarlo es…—apago sus pensamientos—Eres… eres…—Sho le miro avergonzado y para no estarlo más, interrumpió a Shin.

    —Creo que querrás tu explicación. —dijo.

    —Eh… Eso creo…

    — ¿Eso crees?

    —La merezco, me escape del castillo y le falte el respeto al Rey que es mi Padre para venir sin querer hacia aquí, también te desperté y resultaste ser un… Príncipe.

    —Empezare por el Principio.

    —Como desees, tengo todo el tiempo del mundo… Hasta que me encuentren los hombres de Ryu. —lo último lo pensó y sin preocuparse demasiado Sho se sentó un tanto lejos de la orilla del puente partido y cruzo sus piernas, Shin le imito y luego de aclarar la garganta “La Princesa” comenzó.



    “Todo el reino gobernado por los Jakimioto’s celebraba el nacimiento del primogénito de los Reyes, el Príncipe Sho. Eran bondadosos y un gran banquete disfrutaba el “Mundo” entero. Los reyes del norte y sur presentes estaban, menos el reino del Este, los Tukusuma’s gobernaban el único y todos sabían que por celos jamás aceptarían la invitación y asi, sucedió. Tres locos magos vinieron para celebrar y ahora mismo estaban a punto de darle su regalo al pequeño Príncipe.”

    “El primero era conocido como Ichi y luego de decir “Uno” toco con su brillante varita al bebe y le regalo el don de la “Belleza” con el afán de que al crecer pudiera ser el centro de la atención de cualquier dama y todos los presentes rieron. Cuando llego el turno del llamado Ni, este conto hasta “Dos” lo toco con su apagada varita y le dio el don de “Cantar” estando seguro que al ser mayor, cortejaría a bellas mujeres con su canto y para entonces solo quedaba San, pero se vio interrumpido por un estruendo que hizo saltar a todos.”

    “A paso lento se dio a conocer de entre las sombras un no tan joven mago, por su aura y el entrecejo fruncido de los tres magos Ichi, Ni y San, todos sabían que era un mago oscuro, escondiéndose tras un apariencia deslumbrante, que encanto a más de una joven presente. Sonrió mostrando sus relucientes dientes y antes de siquiera pestañar exclamo < ¡A la edad de catorce años una espada tu pecho atravesara y con un beso mío revivirás, para juntos destruir este reino!> Era tarde, el hechizo fue puesto sobre el inocente bebe y el mago desapareció”

    “Antes de que los Reyes entraran en desesperación San recordó que aún faltaba su regalo y ahí, su varita al fin pudo agitar. <” ¡Uno, dos, tres!” ¡No morirás, dormirás y el beso de tu verdadero amor lograra apartarte de quien la muerte quiso concederte!> exclamo feliz. Para que el mago malo no se saliera con la suya, los tres magos buenos propusieron a los Reyes que hasta que su Príncipe cumpliera catorce, viviría con tres campesinos bajo el manto del bosque y asi se cumplió.”

    “Sho creció sin saber lo que era y cuando el momento de la verdad llego...”

    Un repentino temblor le dejo con aquellos relatos sin concluir, para luego sin pensarlo el Príncipe Sho se sujetó de las ropas del Príncipe Shin, el mismo tampoco lo dudo y poco antes de caer del puente de piedra que se estaba derrumbando al igual que el castillo, le abrazo lo más fuerte que pudo al peli-blanco con sus brazos. Kento logró escapar sin antes relinchar por su amo, que junto con “La Princesa” fue arrastrado por la corriente del rio. Donde alguna vez hubo un puente y un castillo, era todo agua, ya no había rastros de nada.







    El Rey Shichiro había mandado prácticamente a un ejército para que su hijo fuera encontrado. Como cualquier clase de personas tenían enemigos, por lo tanto, estaba terminantemente prohibido decir a cualquiera ajeno al castillo, que el Príncipe Shin estaba perdido, fuera de los altos muros del castillo. El jefe de los soldados del castillo acataría las órdenes del su Rey, para no perder su confianza y mientras prometió que traería de regreso a Shin, cruzo los dedos detrás, y cuando se encontró solo, sonrió y ordeno a su hombres partir.

    El jefe de los soldados del Rey era alto y apuesto, todas las mujeres adoraban sus ojos dorados y su largo cabello azulado, asi como esa personalidad dulce y amable que veían a simple vista, pero como todos tenía su lado donde siempre, quiso ser un Rey. No significaba que el Rey se lo haya prometido, pero estaba tan seguro que si Shin moría, de lo cual se encargaría, el Rey dejaría como heredero al hombre de su más confianza, que fuera como el segundo hijo varón que nunca tuvo y Ryu, asi era su nombre, no se negaría ese dia.

    —Pronto seré el nuevo Rey… Cuanto espere el dia en que el Príncipe Shin estuviera a mi merced, para acabar con su tonta vida… diecisiete años. —sonrió y monto a su caballo, todos sus hombres le siguieron y desde una de las torres de vigilancia un Yoshiro muy preocupado les vio perderse dentro del basto bosque.






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    Bueno, ya era hora de que apareciera un enemigo .>. veamos cuanto durara y pronto sabremos que hay detrás de "La Princesa" demasiado misterio y bueno, me despido dándole el nombre del siguiente capitulo 3: Camino (El cual sera la semana que viene o antes, ya vere, por eso no dare un día especifico). Pd: Tambien pronto otra pareja se sumara n,n Mata Ne Mina.

    Feliz Día Del Amigo.

     
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  5. Marii Anälï€
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    Wiiiiii!!!!!
    ACTUALIZASTE!!!!!

    NOOOO!!!!!!! QUE LE PASO A LOS CHICOS!!!!
    DESGRACIADO Ryu!!!
    JAJAJA AME LA PARTE EN QUE LE HACE TRAGAR LA ROSA
    Y EL "NO TUVE TIEMPO DE PINTAR A KANTO" JAJAJA
    MORIII DE LA RISA!!!
    ESPERO LA CONTI CON ANCIAS!!!!
    TE QUIERO CUIDATE Y BESOS Y ABRAZOS :D
    XOXO
     
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  6. CathLove
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    Hola, me gusta mucho tu fic :=amors: , es muy gracioso y me esta encantando. Esperare la conti :=WORKIN: .
     
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    Konnichiwa


    Bueno, no tarde tanto ya que gracias a mi entusiasmo, puedo hacer las continuaciones sin complicarme demasiado. Voy de acá para aya, ya que hago mis investigaciones para crear los personajes, obviamente huso listas de nombres y apellidos Japoneses, por que me encantan y elijo los que no eh escuchado antes, ademas de que los significados que tienen, tienen mucho que ver con las personalidades que deseo para los personajes y bueno, solo quería decir eso.

    ¿Ya odian a Ryu? Yo tengo mis motivos para ya amarle .>. mejor no dar spoilers "Nadie es lo que parece o nada es lo que parece" bueno, que va, ya tengo que dejarlos leer en paz la continuación, cuanto me alegro que no se me compliquen las cosas y bueno, poco a poco se sumaran personajes, los misterios dejaran de ser eso y que mas... Gracias por aceptar mi Fic n,n




    Capitulo 3: Camino.


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    Kento corrió a todo galope atravesando el bosque, había heredado la inteligencia de más que su amo, su amigo; el mismo sabía que corría peligro. Cuando iba por el camino, de pronto frente suyo desapareció y el caballo relincho con descontento en medio de una parte del bosque que no conocía. Decidió avanzar y asi encontrar el camino a casa, hacia el castillo, para dar a conocer que Shin necesitaba ayuda y volvió a correr, más que antes sin detenerse un momento.



    Shin fue arrastrado hasta una orilla lejana junto con Sho, al recobrar la conciencia lo encontró a su lado durmiendo como antes pero con la apariencia de un joven y no una joven. Detenidamente se quedó observándolo realmente le parecía—Lindo…—susurro— ¿Pero por qué?—se preguntó y le acaricio como anteriormente, para luego preocuparse por su estado. —Eres… Eres, claro que eres, lindo…—dijo y antes de revisar que estuviera con vida Sho se removió y luego se reincorporo por si solo tosiendo algo de agua que trago en el rio.

    Shin ya se encontraba de pie y cuando le extendió su mano para ayudarlo a que se levante; pudo ser capaz de conocer un poco más de Sho. Gracias al agua del rio Sho tenía su ropa pegada al cuerpo, al mismo tiempo su pequeño cuerpo que no resaltaba a simple vista, estaba a la merced de Shin para observarlo el tiempo que quisiera, el tiempo que sus ropas tardasen en secarse, claro si Sho se daba cuenta perdería el privilegio que en estos momentos tenía. No se entendía a sí mismo, no se trataba de una Joven para comer tal acto pero el mismo se encargó de echar una moneda al pozo.

    Cuando se vio recuperado tomo la mano de Shin quien disimuladamente le seguía mirando. Ahora tenía dos cuentos en sus cabeza, el que su nana le contaba y el que poco antes de caer por el puente ahora derrumbado, le conto Sho. No solo conocía su delineada figura que más que masculina, parecía femenina, sino su edad y algo de su personalidad, que parecía segura, tierna, amable, luminosa y de su entero gusto. Como se encontraban en el mismo estado, Shin antes de enfermarse opto por quitarse sus ropas, claramente sin importarle que lo hiciera delante de Sho, ambos de alguna manera eran hombres en crecimiento ¿Que podría tener uno que el otro no?

    Sho reacción ante sus miradas; ante lo que Shin estuvo a punto de hacer, pero que realmente no pudo porque el menor por su intento de pararlo le empujo y perdió el equilibrio, terminando por caer encima del mayor. La ropa era de seda se pegó aun mas y la presión hacia abajo rozo sus pezones, que al igual que todo su cuerpo se delinearon y rozaron en Shin.

    —Agh…—se quejó— ¿S-Shin?

    —S-Si…—volvió a quejarse, una sensación extraña paso por todo su cuerpo, un escalofrió desconcertante más que molesto y antes de seguir obteniendo esa reacción apoyo ambas manos en el pecho del azabache y quedo de pie. Shin suspiro y le imito, volviendo a intentar quitarse la camisa, pero ante una fulminante mirada del menor prefirió no hacerlo en su presencia.

    — ¿Qué fue esa sensación?—se preguntó, tanteando el lugar afectado con un Shin que le miraba curioso. — ¿¡Que crees que miras!?

    —Nada, nada… Es solo que, no pasa nada.

    —Muy bien. —trato de despegar las ropas de su cuerpo y como pudo exprimió el agua que estaba en las mismas.—Deberías hacer lo mismo antes de desnudarte delante de tu “Prometida” ¿Acaso no te enseñaron a ser caballero? Y Al menos espera hasta la luna de miel ¿¡De acuerdo!?

    —Muy, pero muy gracioso el niño.

    — ¿Niño? No lo soy, trátame mejor.

    —Como digas… Deberíamos preocuparnos por tomar el camino de regreso a casa, pero para eso necesitamos encontrar a Kento, aunque lo dudo. Seguro debe estar camino al castillo.

    —Busca un corcel blanco. —sonrió, mientras imaginaba con completa felicidad a él y Shin montados a un hermoso caballo blanco.

    —A esta hora Ryu debe de estar en camino y también es la hora del almuerzo.

    — ¡Oye me estas escuchando!

    —Lo primero lo primero; iremos hacia el pueblo más cercano y amablemente pediré un caballo para ir hacia el castillo, además necesitaremos comer y secar nuestras ropas.

    —¡¡Ya deja de ignorarme!!

    —Menos charla y más caminata. —sacudió los cabellos blancos sobre su cabeza, regalándole a la vez una sonrisa que dejo al menor con sus quejas, sin conclusión.

    Caminaron un largo tiempo para entonces sus ropas se encontraba secas gracia al sol de esa mañana que lentamente se iba despidiendo. Aquella parte del bosque Shin no la conocía y Sho mas perdido no podía sentirse. A punto de marearse por tantos cambios en cien años, varias veces estuvo a punto de caer por mini montañas que se formaban en el suelo, pero ahí se encontraba su “Verdadero amor” para entregarle su mano y asi, podría evitar sus caídas. No evitaba ponerse rojo ya que… ¿Le gustaba su “amor”?

    Lo verde empezaba a fastidiarlo, pero por otro lado a Sho para nada, cuanto más verde veía en ese bosque sus ojos brillaban y sin quererlo o tal vez si pero inconscientemente era capaz de embobar a Shin; causando un choque contra la rama baja de uno de los tantos árboles. La fina rama quedo pelada al azotarse contra la cara del azabache, causándole a la vez una cortada en su rostro. Cuando Sho se dio cuenta Shin tenía su mano cubriéndose la cara y el otro por la fuerza la aparto, viendo la cortada, que en realidad no era nada pero le preocupaba.

    Como la manga de su camisa era larga lo aprovecho para cubrir su mano y asi, la utilizo para limpiar el pequeño, fino y apenas notable hilo de sangre que posaba sobre la mejilla de Shin. Por auto reflejo lo tomo de la muñeca y beso su mano ya descubierta, cuando se dio cuenta de lo que hizo la soltó y avergonzado le dijo “Gracias” y Sho le dijo “De nada” después de eso continuaron el camino en silencio, para entonces Shin paro ya que deseaba descansar.

    —Creo que deberíamos descansar un poco, mientras podrías terminar tu cuento.

    —Seguro… Antes quiero mi corcel.

    —De ninguna manera, es difícil hoy en dia conseguirlos sino créeme que te compraría todos los existentes… Con tal de que complete su explicación. —termino por lo bajo y un sollozo le advirtió que tendría problemas. — ¿Te sientes bien? Eh…Sho.

    — ¡La leyenda lo decía claramente…!—“¡El verdadero amor llegara montado en un corcel blanco—no hay corcel—, como la nieve, atravesará el bosque de la muerte—este bosque parece en donde vivían Ichi, Ni y San—pasara al otro lado del puente de piedra, rodeado de hambrientos cocodrilos—Solo agua, tonta agua sin ni siquiera patos— y llegara hasta la torre más alta, despertando al Príncipe con un beso!”—vaya que amor verdadero, para nada caballero que casi se desnuda delante de mí, sin esperar a la luna de miel.

    — ¿Te gustan los patos?

    — ¡Y ni siquiera existe la comunicación entre nosotros, es un completo idiota, que no debe de ser Príncipe!

    —En este preciso momento hablamos, hay comunicación entre nosotros.

    —¡¡Entonces escucha lo que te digo, no hables sin sentido y… y…!!

    —Sho…

    —¡¡No digas mi nombre de esa manera, idiota!!

    —Lo lamento. —Sho lo miro—No suelo comportarme de esta manera tan impropia de un Príncipe. Yo no esperaba realmente que “La Princesa” que bese se transformase en Príncipe, todo esto es extraño y además, el cuento que siempre me dio alegría, resulto ser más que un relato, además que le modificaron demasiado y no encuentro otra manera para asimilar la situación. —La angustia de Sho desapareció y Shin se acercó, acariciando como anteriormente su mejilla. — ¿Me perdonas?

    —Con una condición.

    —La que mi niño quiera.

    — ¿Niño? Lo dejare pasar por esta vez. —limpio sus lágrimas y apartándose de Shin de nueva cuenta avergonzando dijo—Terminare por contarte mi cuento, que es una simple y vieja realidad… Espera, espera, primero quiero oír tu versión, para decirte que es real y no.

    — ¿A qué viene?—suspira.

    —Tengo curiosidad. —brillan sus ojos.

    —Supongo que tendré que esperar, no quiero verlo llorar otra vez, es demasiado lindo cuando lo hace y me perjudica bastante, y justamente esa parte es la que no comprendo, no sé qué sucede en mi interior. —Shin termino por apagar sus pensamientos y una vez que se sentaron contra un árbol del bosque, empezó.





    Yoshiro Wata diecisiete años, cabello castaño y ojos chocolates; por una cabeza no llega a la altura del Jefe de los guardias del castillo, Ryu. Desde su abuelo, pasando por su Padre hasta el, se siguió la traducción de estar bajo las órdenes del Rey; como parte de la servidumbre y desde que el Príncipe Shin se había quedado sin nana, él se había convertido en algo parecido por petición de su Madre Yukiko. Siempre le gustó la idea de ser amigos, pero era claro para el que eso jamás pasaría.

    Siempre era igual, todos los días desde hacía cinco años cuando su Padre murió por culpa de ladrones, sin alternativas tuvo que quedarse a vivir en el castillo y no estar fuera del como alguna vez lo soñó. Sabía todo lo que pasaba en el castillo, incluso podría asegurar sin mentiras quien era malo y quien bueno. Desde la sombras veía los actos cometidos por Ryu, él era una de las tantas personas malas y a su pesar por ser él tenía que callar.

    Supo en ese momento que le vio partir que ya no importaba que le ocurriera después, lo lamentaba a pesar de que el otro le robo su corazón, pero supuso que en algún momento todo terminaría por más que le doliera en lo más profundo de su alma; partiendo a la vez su propio corazón como un cristal, en piezas incapaces de reparar. Asi que sin más; preocupado dejo la torre, asegurado de que Ryu estaría días seguramente lejos del castillo y suyo por supuesto.

    Tenía en claro que las posibilidades de que la Reina le escuchara era un claro no y el que no arriesga no gana, por eso mismo se dirigió hasta el jardín principal donde la Reina tenía flores que ella misma cuidaba y dudoso la llamo con su debido respeto. La Reina Yukiko tarareaba una hermosa melodía y como Yoshiro apenas en susurro la llamo, no se dio cuenta de su presencia. Siguió con su actividad favorita y los rosales quedaban a medida que transcurrían los minutos, más bellos.

    En el castillo había un jardinero; el mismo vio que se acercaba a los lejos y dando zancadas indignado al ver a Yoshiro sin hacer nada mientras la Reina ensuciaba sus manos con tierra y utilizaba una gran tijera para podar. Una vez que llego asusto a la Reina y pidió sus debidas disculpas intentando a la vez que ella dejara lo que hacia. Era su momento, la Reina noto su presencia pero el viejo Jardinero llamado Itsuki abrió su boca para reclamarle.

    — ¿¡Tú que hacías allí!? ¡No viste el estado de la Reina! ¡Tú deber es ayudarla o no permitir que ella…!

    —Lo hacía por mi voluntad Itsuki, no te preocupes por mí, además Yoshiro acaba de llegar.

    —Pero su majestad…

    —Sabes bien que me gusta cuidar de mis rosales, en especial estos. —sonrió.

    —Tenga Yukiko-Sama. —Yoshiro había desgarrado parte de su camisa y se la entregó a la Reina para que limpiara sus manos.

    — ¡Como te atreves mocoso!—Cuando iba a pegarle a Yoshiro, Yukiko paro su mano, sujetándolo firme de su brazo.

    —Muy amable de tu parte, algo me dice que viniste hacia mí para hablar, primero ve y cambia tu camisa, nos veremos en la cocina.

    —C-Como diga.

    — ¡Itsuki podrías acompañarme!

    — ¡Enseguida su majestad!

    Suspira—Me pregunto si seré capaz salvarte a tiempo de Ryu… Príncipe Shin. —una lagrima se deslizo por su ojo derecho y antes de marcharse para cambiarse de camisa, susurro—Perdóname Ryu.
    ____________________________________________________________________________________

    Cuanto adoro a Yoshiro, me pase horas imaginándomelo en mi cabeza, es tan lindo trate de pasarles mi imaginación de el *-* y verán que tengo razón, empiezo a dudar si es normal amar a quienes uno crea .>. son como mis hijos, yo soy su diosa .>. o-ok esta misma semana, de nuevo no dare día, estará la actualización del capitulo 4 y puede que del 5. Una vez mas "Domo Arigato Gozaimasu"

    Mata Ne Mina, se los quiere =^.^=/

    Próximo Capitulo 4: Llegada.



    Shin (Corazón, alma, espíritu, mente.)

    Sho (Volar)
     
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  8. CathLove
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    WOOW me encanto el capitulo :=DFSDFSD: , muy buen fic. Espero la conti cuando se pueda :=ewriting:
     
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  9. Marii Anälï€
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    sadsadasdsd!!!!
    LO AMEEEE!!!!
    AJAJA ESPERA A LA LUNA DE MIEL MORI DE RISA EN ESA PARTE!!!!
    OWO YOSHIRO ME CAUSO UNA TERNURA!!! *-*
    JAJAJ ESE SHO SIGE CON LO DEL CORCEL BLANCO!!!

    AME EL CAP ME ENCANTO!!!!
    ESPERO LAS CONTIS PRONTOOO!!!
    BESOS TE QUIERO Y CUIDATE!!!!
    XOXO
     
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    Yaa! como están, tanto tiempo sin actualización... Momento, apenas pasaron... Um... Un día? OwO eso es correcto, pues valla que me inspi vuela, debe de ser por que no me esfuerzo en que sean largos los capítulos, simplemente los veo asi, puede que cuando sea especial sea mas largo jeje OwO un día, bueno, entonces disfruten la continuación ^-^



    Capitulo 4: Llegada Primera Parte.


    ____________________________________________________________________________________


    —Ya veo… ¿Asi fue como llegaste a mí?

    —Sí y realmente no esperaba que fueras en realidad un Príncipe. ¡Podemos ser amigos!—le sonrió abiertamente, apoyando una mano en su hombro.

    —Eh… ¿¡Amigos…!?

    —Por supuesto…—repentinamente se deprimió—Por ser un Príncipe y tener el Padre que tengo, fue difícil tener una amistad de “Mi nivel”.

    — ¿”Tu Nivel”?

    —Si… Una vez intente ser amigo de uno de los hijos de los sirvientes de confianza del Castillo, pero ni Madre ni mi Padre lo permitieron y los demás Reinos solo tiene hijas mujeres.

    — ¡Entonces seamos amigos, yo deje demasiados por dormir tanto!—ambos se dieron la mano y se levantaron a la vez.

    —Amigos…—se sonrieron y con solo mirarse supieron que era hora de continuar el camino de regreso.



    Desde que se habían sentado bajo aquel árbol, Shin comenzó a relatarle a Sho que sucesos le llevaron hasta el Castillo, que sin que supieran y casi suponiéndolo, ya no existía. Con anhelo le conto el cuento que su nana le contaba, Sho pregunto por su nombre, por lo que tuvo que hace un paréntesis e interrumpir el relato para decírselo (Akiko Eda) luego continuo. Casi al final quedo sorprendido al recordar varios puntos que durante cien años habían sido cambiados y no le gustaba para nada.



    Todo no terminaba ahí, Sho quería conocer un poco de la historia del por qué los Tukusuma’s de alguna manera evolucionaron a los Niimura’s y Shin sin más alternativas comenzó con la historia. “Hacia sesenta años, cuando su Padre había nacido, hubo una guerra y el antiguo castillo fue atacado por los enemigos, logrando que el pueblo se revelara contra por el hasta entonces Rey (Abuelo de Shin; Ichiro Tukusama) después de eso falleció y su Padre Shichiro quedo al cuidado de sus hermanos mayores; Ichiro (Primer hijo), Jiro (Segundo hijo), Saburo (Tercer hijo), Shiro (Cuarto hijo) y Goro (Quinto hijo).”



    “Saburo y Shiro murieron al verse solos y apartados, a manos de ladrones, durante el camino hacia una nueva tierra. Como Shichiro aún era un bebe y la última esperanza de Ichiro, Jiro y Goro, los dos últimos murieron protegiéndolo también. Para entonces solo habían quedado Ichiro y Shichiro que a salvo llegaron a las tierras que hoy gobierna Shichiro. La gente murmuraba que misteriosamente Ichiro había fallecido pero solo eran rumores y vivió lo suficiente para obtener un limpio título para clan; su última voluntad fue que quería ver casado a su hermano menor y pudo ser testigo de que Shichiro Niimura (Pueblo nuevo) no le había desilusionado”



    Una vez que tomo aire, otra pregunta de Sho no se hizo esperar y pregunto por el nombre de la Madre de Shin y contesto claramente; Yukiko Bunya, segunda hija de los Reyes del sur, los Bunya’s que al casarse, obtuvo el apellido Niimura. Entre otros detalles pidió y Shin se preguntó cómo era capaz de contestarle sin negativas, simplemente podía negarse a no profundizar, pero como se dijo “Si quisiera no le hubiera dicho tanto y aquí estoy, haciéndolo”.



    El dia poco a poco se iba yendo y ambos morían de hambre pero durante todo el camino que hicieron solo había arboles normales, ninguno frutal y era frustrante. Pasando por un claro vieron un conejo que Sho empezó a corretear como si nunca hubiese entrado a la parte de maduración de un ser humano. Shin volvió a tener ese extraño sentimiento que al ver a Sho le decía “Sí que es lindo, en verdad eres lindo” y no había manera de callarlo. En un momento dado el conejo desapareció al igual que el peli-blanco.

    — ¿Sho…?

    — ¡Shin ayúdame, nos hemos caído en un trampa!

    —“Duerme con niños y terminaras mojado”—suspiro y con cuidado camino para no caer, sino quien les rescataría.

    — ¡¿Has dicho algo?!—frunció el entrecejo.

    —Nada de lo que debas preocuparte. —le sonrió nervioso a pesar de que Sho no pudiera verlo.

    — ¡No soy un niño y no mojo la cama!

    — ¡Ya tranquilo, es solo un dicho que mi nana siempre decía por Yoshiro!

    — ¡¿Quién es Yoshiro?!

    —Nadie de quien debas preocuparte.

    —Si me dice eso, claro que me preocupare… Tonto. —mascullo por lo bajo y algo termino por caerle encima.

    —Creo que debemos ser pacientes y rogar por que el causante del oyó, nos saque de aquí.



    Sho frunció el entrecejo y hasta el atardecer se dedicó a ignorar a Shin. El conejo quedo milagrosamente dormido entre sus brazos y el menor había acabado de acariciarlo. Ahora la luz empezaba a escasear en ese gran oyó y varias veces el mayor intento escalarlo, hasta trato de imaginarse a sí mismo, como si fuera Ryu, era el único que él sabía que podría escalar el oyó, gracias a que eran de la misma altura.



    Sin otra cosa que hacer, Sho recordó que le debía una difícil explicación para el a Shin y ahí fue cuando una vez más, sus relatos fueron interrumpidos. Por un lado daba gracias y por el otro Sho sabía que ahora él no estaba a la merced de las miradas (Para el lujuriosas) del Príncipe Shin, sino que tanto el Príncipe mayor como el, se encontraba a merced de cualquiera, un desconocido que podría tener buenas asi como malas intenciones.











    Había sido bastante rápido a la hora de cambiarse. Cuando se encontró satisfecho con su buena impresión para la Reina Yukiko, salió de su habitación que al igual que las de los demás miembros de la servidumbre; se encontraba cerca de la cocina y lo suficientemente alejada de cualquier espacio real. Con cada paso sentía que era seguido pero en su interior, a pesar de mirar con un ligero miedo hacia atrás, sabía que era el fantasma del que le robo su corazón, durante su intento de unirse al ejército real.



    Al doblar por un pasillo cuyas paredes eran de piedras grises y adornadas por lujosos veleros de plata montados a la pared, se encontró frente a la puerta de madera de la cocina y las voces no se hicieron esperar, para ser escuchadas por él. Yukiko estaba al pendiente de la cena de esa noche, tanto ella como el Rey confiaban en las habilidades de Ryu y no debían temer según ellos, porque no tenían dudas que Shin estaría presente en la mesa.



    Suspiro sin ser escuchado e ingreso mirando con tristeza a la Reina ya que le dolía mucho que por causa de Ryu perdiera a su único hijo, al hijo que fue el milagro que tanto esperaron y a Yoshiro no le gustaba que las personas buenas sufrieran, por lo tanto no quería que Yukiko-Sama, como acababa de llamarle, sufriera. Primeramente no le escucho y las cocineras y sirvientas no le daban atención. ¿Acaso le escucharía o algo pasaría antes?



    Su relinchado era inconfundible en todo el castillo, se trataba de Kento que fue visto y reconocido desde lejos por uno de los vigías de turno. Al bajar el puente levadizo entro a toda velocidad sin que pudieran acercársele. Cansado logro llegar a la parte trasera donde había una puerta que daba a la cocina y al verlo el corazón de Yukiko se emocionó por que esperaba ver a su hijo, pero este no estaba.

    — ¿Acaso Ryu…? ¡No pudo haberlo encontrado, sino hubiese acabado con Kento, eso quiere decir que…!—como eran todas mujeres Yoshiro fue el único que se denominaría valiente para calmarlo y asi lo hizo ante la atenta mirada del Rey Shichiro (Que acababa de llegar) que al igual que su esposa, pensó que Shin había regresado. —Ya, ya… Seguro tendrás sed, se te ve muy cansado…—acaricio su melena y poco a poco se hizo sumiso con el castaño. —Creo que Kento nos llevara hasta el Príncipe Shin, su majestad. —miro al Rey.

    — ¡Avisa a las caballerías de apoyo que se preparen!—giro y sin mirar a la cara a Yoshiro agrego—Taichi era bueno montando a caballo, seguro que no habrá perdido el tiempo enseñándote… Y Kento no te derribara a la hora de que intentes montarlo. —sin decir más se marchó y con un vestigio de esperanza Yoshiro se retiró con Kento directo a los establos.



    Comía a gusto y para nada pacifico el heno que Yoshiro le dio una vez que llego a los establos. Pronto la noche se había asomado y luego de darle agua fue por si solo para reunir al escuadrón a caballo. Recordaba a varios de ellos, los mismos que se habían presentado hacía dos años atrás para formar parte del ejército comandado bajo la orden de Ryu y la indiscutible del Rey Sichiro. Se burlaron una vez más de él y sumamente enfado pidió audiencia con el Rey.

    — ¡No creí que tendría que firmar un decreto por la incompetencia de esos soldados!—exclamo y una vez que le fue entregado el pergamino que ordenaba a la caballeriza seguir a Yoshiro o más bien a Kento montado por él, se fue a prisa, corriendo por los pasillos, dando giros, tomando atajos y rogando que Ryu no encontrase a Shin.



    Sus quijadas quedaron por el suelo y aunque no querían se apresuraron por preparar sus armas y caballos. Lo pensaron perfectamente y supieron al instante que una vez fuera del castillo, quedarían bien con su jefe, el Rey que tanto deseaban obtener. Tenían calculado que al irse se aprovecharían de conocer mas el bosque y arrinconarían a Yoshiro junto con Kento; para asi acabarlos y volver con aparente desesperación al castillo, por la perdida y luego suponían que Ryu llegaría con la triste noticia de que hizo todo lo posible para salvar la ya ida vida del Príncipe Shin.

    —Por aquí es más rápido… Yoshiro. —dijo el más astuto de todos, que con la mirada dijo su plan.

    —Recuerda que no debes confiarte, ellos son fieles a Ryu, Yoshiro…—pensó con desconfianza. —D-Debemos seguir a Kento.

    —Como veras aun no nos ha indicado ningún camino, por el momento seguirán ustedes el nuestro. —dijo otro.

    —D-De acuerdo…



    Las negras y grises nubes adornaron el cielo y la ligera lluvia que cayó con previo aviso se tornó más fuerte. Yoshiro fue incapaz de controlar a Kento y termino por caer de él, cuando este relincho hacia atrás por el descontento que le causaban los truenos. Los hombres sonrieron frente a él y sin previo aviso empezaron a acorralarlos.









    Después de todo no corrían peligro. El encargado de cavar ese gran oyó en la tierra los había sacado de lo que era una trampa para animales y como era tan amable dejo que Sho se quedara como mascota al conejo blanco. Su nombre era Takumi, un verdadero maestro de las trampas lo que le daba un poco de honor a lo que significaba su nombre. Para cuando la lluvia había iniciado se encontraban en la casa que aquel hombre tenía en el bosque.



    Takumi decía conocer a Shin de vista y bien sabía que se trataba del Príncipe; único heredero al trono Niimura. Se sorprendió bastante al saber que los rumores no eran mentiras, definitivamente el azabache era una buena persona, amable y cálida, para nada un monstruo como decían otros, que casi le convencían de eso. Su casa era humilde y mientras calentaba agua para el té, Shin aprovecho para agradecerle una vez más.

    —De verdad muchas gracias, Takumi-Sama.

    —Muchas gracias… De mi parte también. —dijo con una sonrisa Sho.

    — ¡Nadie nunca me dijo “Sama” y menos alguien de la realeza!—lloraba de emoción.

    —Eh…—miles de gotitas en la cabeza

    —Je, je…—una gran gota detrás de su cabeza—Si supiera que somos dos Príncipes. —murmuro Sho a Shin. —Creo que el agua para él se calentara tanto, que terminara por hervir. —le dijo a Takumi.

    —Oh… Cierto, es que me siento tan alagado—retiro el agua del fuego y se puso a preparar él te—tiene que ser todo perfecto, es muy grata la compañía de su majestad y sus amistades…—cuando lo sirvió pregunto— ¿Qué eres exactamente?—miro a Sho y el mismo se miró con Shin.

    —Creo que te diremos si prometes guardar el secreto por “Siempre de los siempre-s”.

    — ¡Claro, confié en mí su majestad!

    —Muy bien, escucha atentamente…—comenzó Sho y Takumi sirvió te para todos, se sentó y atentamente escucho a ambos Príncipes.
    ____________________________________________________________________________________



    Creo que al paso que va la popularidad de Yoshiro, si le pasa algo me asesinaran OwO Lamentablemente no se dibujar manga, ni siquiera algo parecido, sino con gusto sacaría a los personajes de mi imaginación y los plasmaría en un dibujo, pero si Kami quiere, puede que el año que viene se habrán las inscripciones para que vaya a estudiar a una escuela de Manga/Anime y donde también enseñan Japones (Lo cual se aprende en tres años OwO) vale la pena, pero hasta el año que viene XD

    Como podría hacerlo... Um... Imagínense que Ryu es como Sesshomaru (De Inuyasha) pero solo con el pelo bien lacio y azulado, ojos dorados y sin flequillo, pero con la mirada un poco mas fría y... algo asi .>. y Yoshiro... Como Kentin (De corazón de melón) pero sin anteojos y el pelo castaño un poco mas largo y desordenado .>. sin sentimiento en la mirada y un brillo especial.

    Pasara a despedirme, Mata Ne mina, se los quiere (esta semana sin falta, el capitulo 5: Llegada Segunda Parte y el 6: sin definir el titulo).

    Yoshiro (Buen hijo o hijo arbol)

    Ryu (Dragón).
     
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  11. Marii Anälï€
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    de solo imaginarme a sho corriendo al conejo
    me muero de la ternura!!!!!
    AME EL CAP!!!
    YY SI SLE PASA ALGO AL POBRE YOSHIRO TE MATO!!
    FUERA DE ESO TODO GENIAL!!!
    CUANDO LEI LLEGADA YO PENSE YHUY ACA LA MADRE DE
    SHIN LO OBLIGA A CASARSE IGUAL JAJAJA
    SERIA RE COMICO!!!
    "AMIGOS"?! SIP CON DERECHO X3
    JAJA BUENO BESOS CUIDATE Y ESPERO CONTI *-*
     
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  12. CathLove
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    Me encanta tu fic :=amors: , genial capitulo. Espero la conti :=ewriting: :=WORKIN: , saludos :) .
     
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    Ejem... Hola... Tengo demasiado emoción, mucho emoción, de verdad, no pensé que tendría éxito, que gustara un fic original, escrito por mi, pero hasta un personaje tiene club de fans (Tampoco un club, pero en fin). De nuevo tarde un... Día OwO no se cuento dure, puede que mañana venga con la conti, no lo se, puede que si y no, mientras se que disfrutaran este capitulo.


    Capitulo 5: Llegada Segunda Parte.



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    Como sería capaz de describir la felicidad de ese momento, dos Príncipes le habían confiado lo que ellos habían decidido que mantendrían como un secreto a todo aquel que fuera ajeno al castillo y Shin sabía de antemano que asi lo dictaría su Padre si creía lo sucedido con Sho. Takumi era una buena persona ya sabían eso y confiaban en que no lo diría a nadie. Como gesto a su majestad les anunció que les prestaría no, que les regalaría un caballo (Lo que Shin y Sho no creyeron necesario) además de hospedarlos esa noche allí, para que puedan irse mañana por la mañana, ya que fuera la tormenta estaba decidida a no retirarse y alargarse.

    Ahora sobre el fuego de la chimenea que había en la casa se asaba un cordero que para su mala suerte le toco caer en unas de las fabulosas trampas de Takumi. Para cuando terminaron la segunda ronda de té y siguieron hablando como amigos que parecían conocerse años entre los tres, el mayor de todos dio su anuncio de que era la hora de la cena. Se sentaron frente a una mesa chica y algo vieja. Fuera la tormenta seguía igual y uno que otro relámpago hizo saltar disimuladamente a Sho; uno de ellos fue incontrolable y termino sentando en Shin, quien no salía de su asombro.

    —Se parece a Kento. Ruego por que haya llegado al castillo, no quiero ni pensar que aun este en camino, sino se asustaría bastante. —pensó y abrazo a Sho, quien no se quejó en ningún momento, es más le gustaba el suave tacto de las manos de Shin que lo tenían sujeto de la cintura, mientras que a Shin le gustaba protegerlo de alguna manera, con esos delgados brazos rodeándole el cuello.

    Llegada la hora de dormir, le propusieron con anticipación a Takumi que durmiera sin ninguna preocupación en la cama de una esquina, mientras que ellos se conformarían y estarían a gusto en un sillón de dos cuerpos que estaba contra una de las ventanas. Takumi les quería ofrecer su cama ya que eran de la realeza pero no se opuso a las decisiones amables y modestas de los Príncipes.

    —Ya se quedó dormido.

    —Además ronca, pero es una buena persona.

    —Me encargare de que mi Padre por influencia de mi Madre le dé una buena recompensa.

    Sonríe—Suerte.

    —La tendré. Buenas Noches Sho.

    —Um… ¿Cómo dormiremos Shin?

    — ¡Como hermanos menor y mayor!—se entusiasmó.

    —Ah…—murmuro dormido Takumi y giro en su cama, parando por esa noche sus ronquidos.

    —Claro, como hermanos…—susurro Sho.

    — ¿Dijiste algo?

    —Nada… En realidad sí. ¿Cómo sería dormir de esa manera?

    — ¿Cómo hermano menor y mayor?

    —Si…

    —Por lo que oí, seria de esta manera…—Shin se acostó en el sillón mitad de costado y mitad boca arriba, con un perfecto espacio para Sho. —Ven.

    —E-Estas seguro…

    —Claro, ya debemos dormir. Gracias a Takumi sé que no estamos muy lejos del castillo. —Sho se sonrojo y con cierta timidez se acostó en ese pequeño espacio de espaldas y los brazos de Shin no tardaron en rodearlo, avergonzándolo aún más.

    —Huele bien su cabello…—pensó para sí, antes de caer profundamente dormido por tan grata compañía.

    —Shin… Eh… ¿S-Shin…?—trato de moverse, pero estaba muy sujeto y su mente entro en un colapso— ¡Cálmate, cálmate, cálmate, cálmate, en ningún momento hizo lo que su supone, me dijeron, que tendríamos que hacer en el luna de miel!—exclamo en su mente y su cara enrojeció. —Es solo dormir juntos en el sentido para nada lujurioso, como hermano menor y mayor…. Solo cálmate Sho. —se dijo suave y cerro sus ojos.

    Los sentidos se agudizaron más, una mano de Shin se levantó hacia arriba, levantando a la vez un poco de la camisa de Sho, por lo que la otra mano de Shin rozo su piel y un escalofrió recorrió el cuerpo de Sho una vez más. No supo cómo sino hasta el dia siguiente, como fue capaz de dormirse con todo lo ocurrido la noche anterior, donde Shin le propuso dormir como hermano menor y mayor. Cuando abrió sus dos moras de ojos; se encontró solo en el sillón y con un Shin sentado en la mesa, bebiendo otra taza de té, pero sin la compañía de Takumi.

    Aun no se había percatado de su despertar ya que estaba dándole la espalda. Se desperezo y sobo la cara, había cumplido un dia desde que despertó de aquel sueño infinito y sentía cierta felicidad que tenía un deje de tristeza, por poder despertarse. Fue tan raro, no tenía recuerdos de algún sueño, supuso que durante cien años habría agotado el límite de soñar y solo esperaba recuperarlos, era triste despertarse y no recordar el producto de la imaginación más clara, que solo se da mientras duermes.

    —Buenos Dias. Perdona por no notar que habías despertado.

    —B-Buenos Dias y…

    —Takumi fue por nuestro caballo al Pueblo más cercano, no tarda en volver; ya que según él conoce un atajo que te hace parecer que caminaste solo un paso y medio.

    —Eso es muy gracioso.

    —Me alegro que no seas mal humorado a la mañana.

    —Igualmente. —sonrió y el otro correspondió con la misma acción.

    —¡¡Esperen, les dare todo lo que tengo, menos el caballo, llévense todo!!—se escuchó fuera de la casa. Shin tardo en reconocer la voz y al hacerlo, supo inmediatamente de quien se trataba.

    —No nos haga perder nuestro valioso tiempo y entrega todo; incluido el caballo viejo.

    — ¡El caballo no!

    —Tú lo has querido…—justo cuando desenvaino su espada, cierto azabache apareció en escena.

    —Yo que tú la bajaría.

    — ¿¡Tu quien eres mocoso!?

    —Es su majestad, el Príncipe Shin. —dijo su acompañante.

    —Con que el Príncipe eh, de seguro su Majestad tendrá muchas cosas de valor, más que este viejo inútil.

    — ¡Cosas que no serán de un ladrón tan inútil como tú!

    —¡¡No Shin!!

    — ¡Su majestad!



    A pesar de haber caído a un rio y luego a una trampa, seguía conservando su espada. Fue mayor su velocidad para desenvainarla y entrar en acción contra esos dos ladrones. Lucho con el que tenía pinta de líder, el mismo tenía el cabello negro (No tan esplendido como el suyo) y sus ojos le hacían juego. Su mirada era asquerosa y con solo mirarle, podrías darte cuenta de que iba su oficio. Eran dos contra uno y a Takumi le pareció injusto, entonces quiso entrometerse pero Shin no se lo permitió y menos a Sho.

    Logro derribar al que claramente era un lame botas de su jefe y cuando volvía a lo justo, uno contra uno, dos más aparecieron. De los dos, uno fue hacia Sho y había logrado tenerlo de prisionero. Le había enojado demasiado, no podía soportar verlo en ese estado y arremetió contra su captor. Era muy hábil con su espada y logro liberarlo sin importarle que no salió ileso y de todas maneras continuo, ante la preocupación del peli blanco.

    —¡¡Shin…!! ¡¿Estas bien?!

    —S-Si… Es tu turno, pensé que tus hombres serían más fuertes que tú.

    —Al parecer se equivocó majestad… ¡Siempre quise acabar con alguien descendiente de los Tukusuma’s! ¡Es mi oportunidad!

    — ¡Como si fuera fácil!—ambos chocaron, Shin quedo de espaldas en el suelo y justo antes de perder su espada, logro cambiar posiciones y derribo al líder. —Me corrijo y agrego; fue fácil… Para mí. —sonrió y quedo sentado por el cansancio.

    — ¡Eres mi héroe Shin!—se lanzó a sus brazos y le abrazo un momento, olvidándose de quienes estaban en ese lugar y lo miro directamente a la cara, vacilo unos momentos; mordiéndose el labio inferior y esta vez fue su turno para entrar en acción, besando con dulzura a Shin; Quien no podía escapar ni negarse, tan solo corresponder de la misma manera, dulcemente.

    Como describir el momento, para cada uno era una experiencia diferente y más aun para Shin puesto que jamás pensó que algo asi podría ser tan hermoso, siendo cometido por dos chicos. Para Sho era como la primera vez pero esta vez no quería sacar las mariposas del interior de su estómago, deseaba que revoloteasen por siempre. Shin quería ir más allá y presiono un poco los labios sin perder la dulzura y cuando allí habría más fuego, la aclaración de una garganta, les obligo a separarse.

    Volvieron a la realidad, ya no estaban unidos por los labios y haciendo como si no hubiese sucedido nada, cuando en realidad si, se dispusieron a atar al enemigo tan repentino que obtuvieron. Takumi supo que de lo que fue testigo; debía callarlo. Una vez terminada la labor, el más experimentado se subió primero al caballo (Obviamente Shin) y le dio la mano a Sho.

    —Ya es hora, prometo que tratare de visitarte Takumi.

    —Sera de nuevo un honor su majestad.

    —Yo también, lo prometo—sonrió.

    —Los hombres de mi Padre vendrán por ellos, trata de que no se escapen. —Sujeto las cuerdas del caballo— ¡Sujétate Sho!

    —Eh… S-Sí. —con vergüenza cruzo sus brazos delante de la cintura de Shin y a todo galope, despidiéndose una vez más de Takumi, se marcharon.



    NOCHE ANTERIOR



    — ¿¡Que hicieron que!?

    —R-Ryu-Sama…

    —¡¡Lo buscaron!!

    —N-No s-señor…

    —¡¡Saben que no deben hacer algo sin mis órdenes!!

    —P-Pero el chico señor…

    — ¡”P-Pero el chico señor”!—se burló y amenazante bajo del caballo, desenvainando su larga y filosa navaja, donde inmediatamente las gotas de lluvia cayeron.—Ese rio termina al final del valle…—dijo con voz suave y apoyo la navaja suavemente sobre la yugular de unos de los hombres—Traten de volver con él o de contrario no lo hagan, salvo que quieran que les degüelle como si fueran un animal salvaje…—nuevamente hablo suave y una vez infundido el miedo alejo la navaja, guardándola nuevamente.

    Sin decir absolutamente nada más siguió con su búsqueda con los mismos hombres que le siguieron al salir del castillo, mientras que los otros temblando montaron a sus caballos y fijaron su rumbo hacia el “Valle” en busca de lo que ellos creían; que les dejaría bien con su jefe. No creyeron que se molestaría tanto por Yoshiro, bien sabían lo que ahora dudaban, que significaba para Ryu. Jamás le vieron tan enojado y amenazante, parecía el mismo demonio.

    Por otro lado Ryu se sentía incómodo, durante el camino ligeras puntadas le hacían parar, esas puntadas eran un sentimiento extraño que no le dejaban avanzar. Un dolor que no se podría explicar que hacía temblar su cuerpo y no era capaz de ir a ese pequeño lugar, esa esquina un poco limpia e iluminada de su corazón donde alguien frágil estaba ocupando su corazón. Como si ese corazón frio se estuviera estremeciendo por la acongoja de no ver nunca más lo que siempre tuvo y no valoro.

    —Idiota… ¡¿Por qué se supone que acepto salir?!

    — ¿S-Se encuentra bien señor?—pregunto uno.

    — ¡Eso no les tiene por que importar, pararemos en el pueblo que hay más cerca, debemos encontrar a su majestad!

    —C-Como diga. —dijo otro y a pesar de tener que soportar esa oleado de sentimiento tan dolorosos, sin conocer el significado de los mismos, o tal vez si pero los negaba, avanzo a la par de sus hombres.


    DIA ACTUAL



    — ¿No estará incomodo?

    —Se encuentra perfecto, mientras no le molestes.

    —Yo solo quiero que esté a gusto.

    —Maxi lo está.

    — ¿Maxi? Veo que ya escogiste un nombre para él.

    —Si… ¿¡Algún problema!?

    —Ninguno, es algo inusual y poco común ese nombre.

    —Claro, porque no es de nuestra región, pertenece a otro continente.

    —En realidad sí que es especial para ti… Sho. Me alegro.

    Takumi había colocado en la montura del caballo una canasta con el conejo que llevo a que Shin y Sho cayeran ese eso oyó y además el conejo blanco de ojos verdes se había encariñado con quien ahora le había puesto un nombre. No pareció estar incómodo y en ningún momento les causo problemas. Luego de tanto cabalgar Shin diviso la bandera color roja que posaba en la punta de una las tantas torres del Castillo y cuando se encontró un poco más cerca, uno de los vigías anuncio su tan ansiada llegada.

    —Al fin, que seas bienvenido Sho.

    —G-Gracias…

    —Realmente esperaba encontrarte…—miro a Sho—Y tienes compañía… ¿Me pregunto quién será…?—se preguntó y Sho le miro confuso— La próxima no te escaparas…. “Querido Príncipe Shin”—pensó y cuando el puente levadizo estaba bajo, Shin giro el caballo y se encontró frente a frente con Ryu.

    ____________________________________________________________________________________


    Era de esperarse que quisieran asesinarme, pero quien salvara a Yoshiro, ademas yo le amo *-* No me atrevería a matarlo, pero, quiero hacer sufrir a Ryu ¿Creen que lo ame? Yo tengo mis dudas... Para el siguiente capitulo, les doy por sentado que viene algo de acción, acción Lemonera .>. jeje, primero un beso y ahora, un Lemon... Aunque... No diré nada, sorpresa, sorpresa. No tengo definido el nombre del siguiente capitulo, pero puede que mañana lo traiga.

    ¡Kyaaaaaaa...! Estoy nerviosa, mi primer Lemon de personajes originales *-* espero les guste, y eso demostrara mi mas reciente teoría... Los Uke's jamas son violados, por mas que parezca, ya que son todos masoquistas... Realmente lo son, sino lucharían con uñas y dientes, no dejarían que otro hombre los obligue a hacer, lo que hacen de cuenta que no les gusta .>.

    Mata Ne Mina Se los quiere, hasta mañana sin falta.

    Pd: Mi mama, antes de que yo naciera tenia dos conejos y como tuvieron muchos hijos, les puso a todos, Maxi; Como el lindo conejo del adorable de Sho. (Eran blancos XDDDD )

    Edited by LeyiUzumaki - 23/7/2014, 10:18
     
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  14. Marii Anälï€
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    jajaja waaaaaaaaa!!!!!!
    genial!!!! lo besoooo!!!!! asadasdasdads!!!!!
    jajaja a eso le llamo tomar la iniciativa!!!!
    jajaj sufre ryu!!!! yoshino vuelve!!!!
    wiii!!!!! lemon!!!!!!! asdasdasdas!!!!
    lo espero!!!!! conti conti conti!!!!!
    :=WIJIS: :=WIJIS: :=WIJIS:
     
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  15. CathLove
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    WOOOOW ¡me encanto! :=DFSDFSD: y ya se besaron Shin y Sho :=hurrahrr: !!!
    Necesito conti y lemon!!! jiji, saludos
     
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37 replies since 17/7/2014, 10:57   760 views
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