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•Alice Miu•
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Disculpas por la tardanza, estoy en tiempo de exámenes y por ende, en trabajos finales. Tardare en las próximas actualizaciones. El estudio primero <3
La cuenta regresiva.
Al menos llegaría más temprano…
El metro lo llevaba de estación en estación, personas subían y bajaban, algunas se colocaban cerca de un asiento, esperando que la otra persona se bajara. Los vagones llenos de parejas que salían de alguna cita y trabajadores los cuales terminaban su jornada de día a día. Hizo una mueca al sentir como se le revolvía el estomago con sus pensamientos, por lo que, con un gran suspiro se dirigió a la puerta en la que bajaría
Próxima estación…
Esa era su estación, por lo que se bajo y se encamino a las escaleras, donde podría salir e ir a su hogar. Las personas que se encontraban afuera de la estación lucían más extravagantes y formales, siempre era así por esos lugares, personas con demasiado dinero teniendo cenas en lugares donde podrían gastar un poco de ese dinero
Siempre era así por allí…
Esto le recordó a su pareja, con la cual compartía el lujoso apartamento. Akihiko por ser escritor, siempre se encontraba rodeado de personas con mucho dinero y lujo, aunque desde que empezó a vivir con él, Misaki se dio cuenta que el escritor odiaba esas cosas tan extravagantes a las cuales era invitado
Así era Usagi…
‘Ese infantil y caprichoso hombre sí que lo tenía loco, siempre se la pasaba desordenando todo lo que Misaki limpiaba diariamente, recogiendo los peluches y cada juguete de colección que se encontraban en cada habitación. Amaba a ese hombre tanto que lo quería proteger de cualquier forma…
—Proteger ¿Eh?... — Susurro amargamente Misaki, sentía que su estomago se revolvía con tan solo pensar lo sucedido hace unas horas, se sentía demasiado culpable por lo sucedido. No era como si nunca hubiera trabajado para personas tan extrañas y desquiciadas como el Cuervo, pero había algo en ese hombre que le había llegado, ese hombre estaba decidido a morir por aquella chica que no sabía su nombre ¿Quién era ella, porque era tan importante para él?
—Por que la amaba ¿Acaso no es obvio… M-i-s-a-k-i? — Exclamo y deletreo burlonamente Emerald, el cual divertido, al ver una persona que se encontraba cerca de chocar con Misaki, exclamo— ¡Idiota, vas a chocar! — Y así fue, Misaki choco con una persona muy alta — Al menos para la estatura de Misaki— el universitario con lentitud dirigió su mirada hacia arriba. Enrojeció al ver quien era — ¡¿Usagi-san?! — Pregunto hecho nervios por haber chocado con tal persona— ¿Qq-q-ue estas haciendo por aquí? — Pregunto completamente ruborizado. Akihiko arqueo una ceja— Pues aquí vivimos… ¿No es obvio? — Misaki se ruborizo mas al darse cuenta que, en efecto, el enorme edificio donde vivían se encontraba ahí
El escritor con una sonrisa burlona exclamo— Vamos— Mientras que lo jalaba del brazo y lo llevaba hacia el apartamento, Misaki simplemente estaba tan avergonzado que no replico nada en el camino hacia el pent-house.
Una vez allí, Misaki suspiro con cansancio y se recostó en el sillón— Estoy muy cansado— Dijo mientras que bostezaba, y no era mentira, se encontraba sumamente cansado por todo lo ocurrido — Mentalmente, claro— El escritor miro con burla a Misaki — ¿Cansado de elegir un color de traje? Si que no tienes condición mental— Se burlo Akihiko mientras que se sentaba en un espacio que había dejado el menor
—Cállate…— Susurro en un medio bostezo— Igualmente tengo que hacer la cena…— Dijo con cansancio
—Podemos pedir a domicilio— Exclamo Akihiko mientras acariciaba cariñosamente el cabello castaño de Misaki
Misaki se levanto y dijo — No, será más rápido si la hago— Una pequeña sonrisa apareció en el rostro de Takahashi, mientras que se dirigía hacia la cocina y sacaba los ingredientes necesarios.
Akihiko miraba a Misaki mientras cocinaba, sus cabellos castaños agarrados por una pequeña liga, sus ojos verdes concentrados en preparar una deliciosa cena. Inconscientemente, el escritor sonrió
— ¿Pasa algo? — Pregunto Misaki con una sonrisa mientras que cortaba algunas verduras
— ¿Por qué preguntas?— Pregunto el de ojos violetas’
—Tienes una cara de bobo desde que empecé a cocinar— Contesto el de ojos verdes mientras que rodaba sus ojos. Akihiko se paro y se fue acercando a la cocina, abrazo dulcemente a Misaki mientras notaba como el otro se tensaba— Usagi-san, déjame cocinar…— Contesto totalmente sonrojado por la tierna muestra de afecto que le dedicaba su pareja
—No quiero— Contesto simplemente mientras que intentaba una de sus cosas favoritas — Molestar al menor—
Misaki frunció el ceño mientras que se removía entre los brazos de Akihiko— Qué idiota, vas a provocar un accidente— El escritor simplemente se rio, ocasionando que Misaki se enojara mas — ¡Usagi, hablo en serio!
— ¡Usagi, hablo en serio! — Arremedo las palabras de su amado con una aguda voz, sintió como el menor empezaba a temblar, en efecto, había logrado que Misaki se enojara
— ¡Idiota Usagi! — Exclamo totalmente molesto el universitario mientras que apagaba el fuego— ¡Ve y siéntate, ya vamos a comer!
—Sí, sí, eres una dulzura— Dijo burlonamente mientras que se dirigía a la mesa, los platos con la cena fueron puestos y los dos empezaron a degustar de la comida.
En medio de la cena, Emerald apareció y se sentó a un lado de Misaki, con una mirada de fastidio toco la lujosa mesa y exclamo— ¿Y... eso es todo? —Misaki simplemente se quedo viendo mientras que esperaba una explicación, por lo que Emerald rodo los ojos— ¿No vas a divertirte más? No sé, tal vez deberías salir y hacer algo ¡Esto es aburrido!
—Misaki — Interrumpió los pensamientos del menor— ¿Qué miras? — Pregunto intrigado por la mirada fija hacia una silla vacía que se encontraba a un lado de su pareja
—Nada…— Susurro el menor mientras que seguía con la degustación de la cena, miro el reloj y marcaban exactamente las siete de la tarde. Al terminar su comida se levanto y dejo su plato en el lavaplatos.
Al terminar de cenar, la pareja se dispuso a mirar la televisión, de canal en canal, desde una película familiar hasta un canal de crítica de moda. No había nada interesante para los dos, hasta que apareció el canal de noticias
—En otras noticias, mi compañero me informa que se encontraron dos cuerpos en la zona oeste de Tokio, aun no hay ningún rastro del asesino y no se sabe con exactitud la hora de la muerte de las víctimas, les mantendremos informados sobre el caso.
‘’ No le hagan nada a ella… por favor… a ella no’’— Un vuelco en su corazón se dio al recordar las desesperadas palabras de aquel hombre para proteger a aquella mujer, su mirada cambio a una de angustia, llamando la atención del escritor— ¿Pasa algo?
—No nada, simplemente me quede pensando— Mintió Misaki, Akihiko simplemente lo dejo pasar y apago la televisión— ¿Vamos a dormir?
Misaki asintió y con pesadez se levanto del sillón, una vez entrando en la habitación llena de juguetes y con las piyamas puestas, se acomodaron en la cama y cerraron los ojos— Buenas noches— Dijeron al miso tiempo, para después, apagar las luces e intentar irse al mundo de los sueños. Misaki se removió y quedo a espaldas de Akihiko, abrió sus ojos y simplemente miro las oscuras siluetas que había por la oscuridad de la noche. Sus labios empezaron a temblar, su ceño fue fruncido mientras que su mano se dirigía a su boca, en un sobre esfuerzo de no llorar cerró los ojos fuertemente…
La primera lágrima silenciosa fue derramada, intentando no sollozar, Misaki tapo con más fuerza su boca y empezó a derramar más y más lagrimas. El silencio en la habitación combinaban con las silenciosas lagrimas que salían de sus verdosos ojos su mirada estaba borrosa, por lo que no se dio cuenta cuando Emerald apareció
—Misaki, deja de ser débil— Exclamo fríamente Emerald— Misaki, deja de ser débil— Una y otra vez las mismas palabras se repetían fríamente, atravesando más el corazón angustiado de Misaki
Abrió sus ojos e inmediatamente sintió una punzada de dolor en la cabeza, entonces recordó la debilidad de anoche, las lágrimas y la insistente voz de Emerald. Con cansancio miro la hora en el inusual reloj de oso que le había regalado a Akihiko hace mucho
Las nueve de la mañana, ocho de diciembre
Eso significaban dos cosas: Akihiko seguía dormido, ya que sentía la calidez y la sensación de otro cuerpo al lado de la cama —No era como si el escritor se levantara temprano—. Dos, faltaban dos días para el tan esperado viaje a Paris. Con un suspiro se volteo y miro el rostro dormido de su pareja, lo movió un poco, despertándolo
— ¿Qué quieres de desayunar, Usagi-san? — Pregunto el menor
—Quiero a Misaki durmiendo conmigo— Respondió el adormilado escritor, mientras que pasaba un brazo por la cintura del menor, formando un inocente abrazo. Misaki sintió demasiada comodidad y sumada con su sueño, se quedo dormido de nuevo
Despertó en un vano intento de tomar aire con la nariz, abrió sus ojos y sintió una adolorida y seca garganta, con un suspiro seco por la garganta se libero del abrazo de Akihiko y se levanto. Se miro en el espejo de cuerpo completo que se encontraba ahí, miro la gran camiseta —La cual le pertenecía al mayor— y sus bóxers, miro más hacia abajo y encontró la culpable de su dolor de garganta, Misaki se encontraba descalzo
— ¿Misaki? — Pregunto con una adormilada voz el escritor, el cual tocaba el lado donde su pareja había dormido
—Buenos días…— Contesto roncamente Misaki, llamando la atención de Akihiko
— ¿Enfermo? — Misaki simplemente asintió y roncamente contesto— Tomare algo y se me pasara— Y antes de que Akihiko pudiera replicar, Misaki bajo rápidamente y se dirigió a su habitación, con el malestar en su garganta, empezó a buscar alguna pastilla que le aliviara el dolor, sin ningún resultado, suspiro derrotado y se puso algo con que salir hacia una farmacia. Salió de la habitación y encontró al escritor leyendo en la sala
—Voy a una farmacia y de ahí al supermercado, si tienes hambre hay cereal ¿Entendido? — Exclamo Misaki. El de ojos violetas cerro su libro y se acerco a Misaki, con le agarro de la barbilla y le planto un dulce beso en la frente, muy dulce a decir verdad
—Te cuidas — Dijo Akihiko mientras que le regalaba una sonrisa, la cual ocasiono que el menor se sonrojara
—S-sí…— Titubeo para irse del apartamento.
Salió de la farmacia y sintió el gran viento combinado del frio, el cual hacia incapaz a una persona de estar sin bufanda y guantes, suspiro mientras que veía como un pequeño como humo salía de su boca, haciéndolo sonreír— Bien, supongo que ahora al supermercado— Exclamo con decisión mientras que visualizaba la entrada subterránea del metro, pasaba entre las multitudes de gente, las cuales simplemente tenían algo que hacer, ya sea algún trabajo, estudio o simplemente una cita. Sus ojos verdosos se posaron en las escaleras para bajar, estaban húmedas y por ende, resbalosas, con cierto cuidado el bajo, intentando no caerse en las partes donde el agua se había convertido una fina capa de hielo resbaloso. Miro la fila para comprar los boletos, era una cosa demasiado inmensa, con un gran y cansado suspiro se puso a esperar en aquella larga fila
— ¿Por qué hacer estas estúpidas filas? — Se quejo Emerald—Por que ocupo un boleto, idiota— Contesto Misaki en voz baja, intentando no ser escuchado por la gente y armar otro de esos numeritos. Emerald simplemente volteo la mirada y desapareció, al igual que las personas que ya compraban sus boletos, para suerte de Misaki, la fila avanzaba con mucha rapidez, permitiéndole comprar su boleto rápidamente y encaminarse a la estación donde quería ir.
Sentía una aliviador calor al entrar más a fondo, el vapor del metro era demasiado placentero en esas épocas donde apenas y un suéter muy grueso te podía quitar solo un poco de aquel horripilante frío, a él le gustaba más el verano, siempre había adorado el sol en su cara y aquel calor que te llega, sí, amaba eso.
Subió de nuevo las escaleras, sintiendo como la temperatura bajaba de nuevo, asiéndolo acurrucarse más en su bufanda de color crema, camino derecho, pasando en cuadra en cuadra, visualizando por fin entre tantos anuncios coloridos el del tan esperado supermercado, camino más rápido en un deseo de llegar a un lugar caliente en donde acogerse del fuerte invierno en Tokio, sonrió al verse en frente de la entrada, donde se sentía el agradable calor de la calefacción, entro y saco una pequeña lista de su bolsillo, eran muy pocas cosas, en su mayoría cosas de uso personal para el viaje el cual tendría con el mayor en dos días
— ¿Tan importante es ese tonto viaje? — Pregunto irritado Emerald al leer el contenido de la pequeña lista. Misaki suspiro— Simplemente quiero estar preparado, tú y yo sabemos que Usagi-san no tomara en cuenta estas pequeñas cosas
Emerald bufo fuertemente, intentando llamar la atención de Misaki, sin resultado alguno. Emerald miro a una señorita, la cual no le quitaba la vista al de ojos verdes, con el ceño fruncido le dijo a Misaki— Oye, creo que lo que buscas esta en el pasillo seis— Takahashi simplemente asintió y se encamino a aquel pasillo, haciendo que la joven perdiera contacto visual con Misaki. Asiéndolo sonreír triunfante
—Emerald— Exclamo Takahashi mientras que tomaba algo de la lista— ¿Qué? — Pregunto totalmente descortés
— ¿Acaso estabas celoso de aquella joven? — Pregunto divertido sin quitar la vista de los productos
Emerald abrió los ojos— Eres un imbécil, solo te estás imaginando estupideces. Deja de perder el tiempo ¿Quieres? — Contesto fríamente, sacándole una pequeña risa a Misaki
Miro de reojo a Misaki y empezó a dar unas vueltas por el supermercado, obviamente nadie se daba cuenta de su presencia, miraba de pasillo en pasillo, hasta que algo lo hizo gruñir. Ahí se encontraba una de las cosas que más odiaba, Ijuuin Kyo, el gran acosador de Misaki Takahashi ¿Lo peor? A Misaki le encantaban sus mangas. Lo único que faltaba para arruinar el día era que se vieran
— ¡Takahashi-kun!
—A la mierda. — Exclamo Emerald
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Emerald MeurtrierAkihiko x Misaki - Romance, Misterio -Resumen adentro- |
