DIGIMON ADVENTURE: The Legacy of Evil

Una historia basada en Digimon Adventure 1 y 2, narrada por Takeru. Capítulo 4: La última campanada (Davis revive su pasado y toma importantes decisiones que tendrán que ver directamente con TK)

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  1. Shadow in the Light
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    DIGIMON ADVENTURE: THE LEGACY OF EVIL







    Capítulo 2: Mensaje del viento





    Llamas ardiendo en mi interior, abrasándo mi interior, pesadilla en sueño, pesadilla en vida. Jamás olvidaría la sensación, el sentimiento de sentimientos, algo frío, cruel, duro y desgararador, pero al mismo tiempo fuego vivo e inextinguible que deboraba cada instante convirtiéndolo en mera ceniza, esparciéndola en un callejón sin salida.

    Un ejemplo insuficiente y breve de todo lo que sentí cuando vinieron a mí los recuerdos del pasado. Lo más extraño, aquello que más me confundía, el instante de una caricia que me salvaba, que me liberaba, deshacía todo el dolor y me sonreía, me decía que todo estaba bien. Pesadilla delirante que se convirtió en vida completa y feliz, Ken quería transmitirme un mensaje, estaba claro, o al menos, yo quería estarlo. La razón del mensaje o el mensaje en sí, no los alcancé a comprender, pero sabía que debía guiarme por el viento. Ken era el viento, el viento transmitia su deseo, así pensaba.

    Me hubiese gustado continuar mi reflexión, probablemente hubiese averiguado por mí mismo conceptos interesantes con respecto a mi hipótesis entre Ken y el viento, pero debía regresar al mundo real y hablar con mi hermano antes de que la pesadilla me consumiese.


    Pude orientarme y hallarme al fin, me encontraba sentado en el borde de mi cama, con el cuerpo desnudo exceptuando mis calzones negros y cortos que no caían mucho más allá del comienzo de la cintura, tenía el cuerpo en completa tensión y de nuevo sudaba ríos. Me levanté de la cama y la deshice por completo, no podía dejar toda esa ropa de cama allí con tan mal olor y esos charcos de sudor. Me giré y lancé las sábanas dejándolas frente a la puerta de mi habitación, busqué y saqué de mi armario de madera, delgado y alto, una camiseta de color rojo con un pequeño dibujo estampado y un pantalón vaquero corto cuyo forro interior estaba teñido de verde oliva. Por último, saqué otro calzón gemelo al que mi cuerpo portaba y con él de la mano me dirigí hacia la puerta, con un simple giro de muñeca la abrí y salí de mi habitación. Ante mí, quedaba el estrecho pasillo con cuatro estancias diferentes. Mi habitación se encontraba en la zona este del pasillo, en la zona norte y muy cerca de mi habitación, el cuarto de baño, en el sur y bastante lejos de mi habitación se hallaban el salón y la cocina, al oeste, muy cerca del salón y la cocina se encontraba el dormitorio de mi hermano.

    Me dirigí al cuarto de baño sin demasiada cautela, por suerte, ni Matt se enteraba de casi nada mientras dormía, ni la casa dejaba pasar los sonidos y el ruido con facilidad. Cerré la puerte del baño y me miré en el espejo cuyo tamaño dejaba bastante que desear, tenía que agacharme sutilmente para poder mirarme la cara. Mi cabello ondulado y rubio, se había convertido en una maraña de pelos empapados por el sudor que no describían ningún camino lógico, cada uno volaba por cuenta propia. Me miraba al espejo y a pesar de tener tan sólo 16 años, me sentía como si tuviese más de 30. Entre la pesadilla y el sudor que debió de deshidratarme, mi cara parecía todo un poema, tenía grandes ojeras en las cuencas inferiores de mis ojos y la miarada perdida, mis pómulos parecían estar chupados y mis labios, generalmente rosados, estaban completamente pálidos, al igual que mi tez. Me sentía como si hubiese perdido diez kilos de golpe.

    Dejé el calzón sobre la tapa del retrete y me metí en la ducha. Accioné el grifo del agua caliente y acto seguido, maldecí a mis demonios, pues había olvidado accionar el grifo y dejarlo calentar unos segundos, antes de introducirme en la ducha.

    Poco después el agua tomó la temperatura idónea y pude relajar los músculos, suspiré un par de veces mientras el agua caia por mi cabello rubio, descendía por mi torso cayendo finalmente sobre el suelo de la ducha. Mientras el agua descendía acariciando mi cuerpo con complacencia y me renovaba, regresé a mis pensamientos.


    ¡Maldita sea! ¿Cuál es, a qué se debe éste mensaje? ¿Por qué ahora? He tenido en otras ocasiones la misma pesadilla, pero jamás soñé con que el viento me transmitía el mensaje de Ken. El mensaje quería que recordase, que recuperase en mi mente y en mi cuerpo la sensación exacta, lo que mi cuerpo y mente sintieron con el tacto de aquella mano acariciando mi mejilla derecha con amor y pureza. ¿Por qué? Quizá fuese para... ¡Sí! eso es, fue para recalcarme el mensaje que el mismo Ken me transmitió después de acariciarme con su mano, tiene que ser por eso. ¿Cuál fue el mensaje? Nunca consigo acordarme, aquel no era un momento sencillo precisamente, quería escucharle pero todo transcurría deprisa y despacio, la confusión era enorme y llegar al entendimiento se hacía casi imposible.


    ¡Pum pum pum! La puerta del baño sonó tres veces con cada golpe más rápido y fuerte robándome los pensamientos y sacándome de mi ensimismado mundo.


    -Matt: Tk, llevas mucho tiempo en el baño ¿No crees?
    -TK: Sí, Matt... -Callé un instante-, ahora mismo salgo ¿Vale?
    -Matt: ¿Te encuentras bien?
    -TK: Cuando salga hablamos Matt.
    -Matt: De acuerdo, por cierto ya he hechado tus sábanas a lavar, has tenido otra pesadilla ¿Verdad?


    Cerré el grifo y salí de la ducha, agarrándome a los lados de la mampara para no resbalar. Me sequé con una de las toallas colgadas en la puerta y me puse el calzón negro gemelo del anterior. Abrí la puerta y me encontré con Matt enfrente de mí. Tenía la mano izquierda apoyada en el marco de la puerta y sobre su mano la cabeza. Por lo visto llevaba un rato esperando.


    -Matt: ¡Por fin! necesitaba ir al baño -Declaró tras mirarme de arriba a abajo-.
    -TK: Todo tuyo.


    Me encaminé hasta mi cuarto un tanto extrañado, no recordaba la última vez que Matt me miró de aquella forma tan fija, me examinó el cuerpo completo sin pestañear, aparentaba ser un médico en busca de heridas graves o huesos rotos a causa de un traumatismo grave.

    Entré en mi cuarto y me fui directo a la cama, cogí los pantalones vaqueros y me los puse, me encontraba un poco torpe y perdí el equilibrio un par de veces al levantar cada pierna para vestirme. De inmediato, tomé la camiseta roja y la metí en el armario, hacía demasiado calor como para ponerse más ropa, bastante había sudado durante la noche.


    -Matt: ¿Puedes hablar ya? -Me sorprendió-.
    -TK: ¡Qué susto Matt! Sí, además es importante.


    Nos dirigimos al salón y nos sentamos en el sofá, compuesto por tres plazas y de color negro, tenía tacto de cuero (pero no aparentaba serlo), cada uno en un extremo del mismo, iniciamos la conversación. Le confesé a Matt que había vuelto a tener la misma pesadilla recurrente, que sentí que el viento me transportaba un mensaje de Ken, también lo que pensaba de aquel mensaje. Matt me escuchó y me tranquilizó, como siempre lo hace, y me dió un par de consejos para que no me obsesionara demasiado con todo lo referente a Ken.


    -Matt: TK, los sueños o pesadillas, nos muestran imágenes de nuestra mente. Las pesadillas suelen ser temores, los sueños deseos o simplemente cosas que nos han marcado en el algún momento.


    Matt se detuvo y esperó mi aprobación, muestra de que entendía lo que me quería decir.


    -Matt: Personalmente no creo que el viento transmitisese un mensaje de Ken, el viento transmitía tu propio mensaje Tk. Quizá porque querías advertirte a tí mismo de que pasaste por alto momentos de gran importancia. Lo que nos lleva de nuevo a las palabras de Ken. ¿Qué fue lo que te dijo? ¿Por qué tu mismo te adviertes ahora de que necesitas conocer esas últimas palabras de Ken?

    -TK: Por una parte tienes razón Matt, pero... -Me quedé un par de segundos en silencio-, pero... prefiero pensar que fue Ken quien utilizó al viento para transmitirme su deseo.


    Matt me miró con seriedad y se acercó hasta tenerme a pocos centímetros de su cara.


    -Matt: No por pensar así Ken volverá a la vida TK y no por...
    -TK: ¡Pero yo...! -Intenté excusarme antes de que Matt terminarse de hablar, pero no me dió la oportunidad-.
    -Matt: ¡Y no por eso! podrás ayudar a Davis TK, sabes bien que tengo razón.


    Por supuesto, Matt tenía razón, sus palabras penetraron en mi corazón destrozándome el alma. Me intentaba sostener a aquella idea para mantener vivo a Ken y poder devolverle el corazón a Davis. Matt siempre sabía lo que hacer y lo que decir, siempre sabía lo que pensaba y lo que sentía, nunca podía mentirle o intentar mentirme a mí mismo, él jamás lo permitiría.

    Me eché a llorar sobre el pecho de Matt, mientras, él me acariciaba el cabello con suavidad, procurando apaciguar mi llanto y mi dolor.


    -Matt: TK, creo que deberías averiguar que fue lo que dijo... -Sugirió cortando mi llanto casi de golpe-.


    Me incorporé retirando mi cabeza de su pecho y me sequé las lágrimas de los ojos perplejo ante la proposición inesperada de un Matt, que por regla general, siempre me intenta alejar de todo esos 'asuntos del pasado'.


    -TK: ¿Por qué?
    -Matt: Porque quizá, recordarlo te permita tener un poco de paz. Aunque sólo sea un poco -Dijo con preocupación en su voz-.
    -TK: Es posible, pero no tengo ni idea de cuales pudieron ser sus palabras, no consigo acordarme.
    -Matt: Lo descubrirás, están en tus recuerdos, bloqueados, pero existen.


    Matt acarició mi rostro con entregada dulzura y se levantó del sofá.


    -Matt: Es hora de ir desayunando ¿No? -Sonrió tendiéndome la mano-.
    -TK: Prefiero ayunar, no tengo hambre -Ofreciéndole mi mano-.
    -Matt: ¡Un momento! -Me miró con seriedad- ¿Te das cuenta de que desayunar, es ayunar, pero con un des delante? Lo que quiere decir, romper con la ayuna -Dijo con tono de haber descubierto el misterio de la vida-, soy un genio TK. -De pronto cambió su sonrisa por una seriedad inquebrantable- Por no estropear este bonito juego de palabras TK, te voy a desnucar sino rompes con la ayuna y te pones a desayunar ahora mismo.
    -TK: Hay que ver lo que te encanta desvariar hermanito... -Quitándole importancia a sus palabras.


    No desvariaba por hacer el ridículo, lo hacía para que me olvidase del tema durante un tiempo y me relajase, además de que jamás me iba a permitir irme sin desayunar, desde que empecé a vivir con Matt nunca me he había saltado las comidas del día, las llevaba siempre a rajatabla. La verdad, era siempre demasiado atento conmigo, yo era su vida entera, me cuidaba más y mejor que mi madre y mi padre juntos. Alguna vez me llegué a plantear que sería de él si me pasara algo. ¿Quizá terminaría como Davis? no quería ni planteármelo.

    ¿Cúales fueron las palabras de Ken? ¿Qué fue lo que Ken quiso transmitirme antes de morir? Tenía que averiguarlo fuese como fuese y pronto, pues ya notaba la angustia y mi distancia con la realidad, cada vez que pensaba más en la pesadilla y en Ken, menos quedaba de mí en vida, consumido por mi propia mente y el fuego vivo del dolor.




    FIN DEL CAPÍTULO 2




    ¿Dónde podría TK encontrar la información que busca? ¿Se dará cuenta TK de otras muchas incógnitas que ha dejado pasar por alto?

    Pronto un próximo capítulo, espero que les guste y no olviden dejar sus comentarios, un saludo :)
     
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15 replies since 31/8/2014, 07:14   547 views
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