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Shadow in the Light
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DIGIMON ADVETURE: THE LEGACY OF EVIL
Capítulo 4: La última campanada
Capítulo contado desde la perspectiva de Davis
¿Qué se puede esperar de la vida? Nada, tan sólo puedes encaminarte hacia tu meta esperando que los contratiempos no se entrometan y si lo hacen, que no sea nada grave. Yo carecía de metas, mi vida era fácil, tranquila, vivía bien, no necesitaba nada a lo que agarrarme. Fue al llegar al instituto cuando todo cambió, mi vida se revolucionó. Conocí a Takeru, un chico rubio y agradable. Sorprendiéndome a mí mismo, Takeru me resultaba excesivamente atractivo y sentía deseo sexual hacia él, sentía necesidad de diseñar metas para alcanzarle, para estar junto a él y sentirle.
Tenía miedo, no entendía mis sentimientos y además, desconocía los suyos. Me costaba acercarme a Takeru por el miedo y por ese motivo, cambié de actitud. Dejé de ser tan tranquilo y busqué el modo de llamar su atención sin necesidad de acercarme a él. Ese fue un instante decisivo en mi historia, me transformó en otra persona, en una persona en busca de metas. Por supuesto, llamar la atención en todo momento, tuvo su eficacia, aunque no la esperada. Takeru me miraba, pero lo hacía avergonzado, me esquivaba siempre que tenía ocasión.
A fuerza de cambiar, me volví más seguro y encontré el valor necesario para acercarme a Takeru, lo tenía claro, al menos lo intentaría. Pero, el mal acechaba en un mundo que resultaba totalmente desconocido para mí, una misión de importancia superior que contuvo mis deseos por Takeru. Ahora como nuevo elegido, debía salvar el mundo Digital.
Cuando descubrí que Takeru había sido elegido con anterioridad y que había salvado el mundo Digital hacía ya 3 años, me quedé impresionado e incluso llegué a pensar que Takeru y yo estábamos hechos el uno para el otro. Sin embargo, Kari, esa chica que compartía su misma historia, parecía muy apegada a él. Me ponía nervioso y me hacía pensar que Takeru nunca me correspondería, que se trataba de un chico heterosexual enamorado de Kari.
Perdidas las esperanzas, un nuevo alba llegó, iluminando mis ojos e irrandiándolos de brillo. El misterioso 'Emperador Digimon' resultó ser Ken, un chico totalmente contrario a Takeru, agresivo y oscuro, su color de ojos negro, casi tanto como su pelo moreno intenso como el azabache, me dejaba sin respiración. No tenía sonrisa y parecía siempre afligido, era tan diferente a Takeru... Me enamoré de él. Sí, me enamoré de la persona más contraria al ser que amaba y que sentía que me había traicionado. Mi amor fue correspondido y fui el ser más feliz, durante escasos meses lo fui. Tenía mil metas que desafiar junto a Ken y todas murieron en un instante, aquel en el que Ken abandonó la vida y me dejó sólo, sin vida pero vivo, sin metas pero con contratiempos.
Mil años podrían haber pasado, mil historias podrían haberse contado, pero jamás me habría percatado de la verdad. Takeru no me evitaba por vergüenza, lo hacía porque no podía mantenerme la mirada, no si quería ocultar su amor por mí. Él, estaba enamorado tanto como yo de él, ambos dudábamos de la correspondencia del otro y cada uno actuaba a su manera para evitar ser descubiertos ¡Maldito miedo!
Sarcástico ¿Verdad? Fue Ken quien me demostró esa perspectiva, la perspectiva de lo cierto. Aquella historia era cierta, Ken la conocía y... También estaba al tanto de que todo el amor que yo le procesaba, era el amor que realmente quería ofrecerle a Takeru.
Dudas existenciales acarrean mis pensamientos, matándome cada segundo, deseando la muerte por encima de cualquier cosa, mereciendo sólo sufrimiento, carga que llevo conmigo mismo y que llevaré hasta el final de los días. ¿Ken se sacrificó para salvar a TK y para dejar de ser un muro entre los dos? ¿Siendo así, como podría perdonármelo? ¿Cómo podría aceptar esa realidad? La muerte de Ken supondría para mí, el fracaso. El fracaso como persona, el fracaso como hombre. Dejé morir a Ken, le dejé morir sabiendo que aunque le fuese a amar toda mi vida, parte de mi corazón aún deseaba irse con Takeru. Le dejé morir engañado y traicionado. Le dejé morir para mi propio beneficio, a costa de su amor, para satisfacer el mío.
Soy culpable de todo lo que sufro y de todo lo que sufriré. No merezco felicidad y es por eso, que Takeru y yo nunca estaremos juntos, pese a las palabras de Ken antes de morir. Pensarlo me destroza, me rompe, me quema. Palabras cuyo recuerdo generan una herida profunda, que paralizan mis instintos y me propician del único pensamiento del que me sirvo hoy: Quitarme la vida, pues soy el ser más despreciable, hipócrita y traidor que existe, yo maté a Ken por puro egoísmo.FLASHBACK
Horas antes de la muerte de Ken, antes de la reaparición de Myotismon como Malomyotismon, Ken y yo nos hallábamos en su casa, en su habitación, tumbados en su cama, mirando ambos al techo con gran preocupación. Preocupados por lo que sucedía en nuestro mundo para ser exactos, o al menos pensaba que ambos estábamos preocupados por esa misma razón. Como si Ken conociese el final de todo, el final de su propia historia, comenzó a hablarme de nosotros y de Takeru:
-Ken: La oscuridad se cierne, Davis.
-Davis: ¿Qué? ¿A qué te refieres?
Ken se giró, me miró a los ojos y me sonrió.
-Ken: Olvídalo -Dijo con melancolía en su voz-.
-Davis: ¿Qué te pasa, cielo? Habla, no me dejes con la preocupación. -Le dí un pequeño beso en los labios-.
-Ken: Falta poco para la última campanada, lo presiento.
Ken me agarró de las manos con fuerza y decisión, transmitía dolor en su corazón, transmitía miedo y tristeza, una oscuridad que nunca había experimentado en él.
-Ken: Davis, sé que me amas, pero también sé lo que sientes por Takeru.
-Davis: ¿Takeru? ¡Maldita sea Ken! ¿A qué viene esto? -Me sentía ofendido ante sus palabras-.
-Ken: Él también te ama, ninguno de los dos os habéis dado cuenta de vuestros sentimientos correspondido ¿Verdad? -Rió con brevedad y sarcasmo-.
-Davis: ¿Él... siente lo mismo por... por mí? -Estaba totalmente impresionado, sorprendido por la noticia, tanto que formulé una pregunta que no sólo no negó las palabras de Ken, sino que las admitió-.
La actitud de Ken cambió por completo, se volvió más serio y directo de lo que jamás le había visto.
-Ken: Lo siente y si enlazas tus recuerdos del pasado con lo que sabes ahora, te darás cuenta de que lo que te digo es cierto.
-Davis: ¿Y a mí qué me importa? -Alegué sin convencimiento-, yo quiero estar contigo, mi vida, sólo contigo -Acerqué mis labios para besarle de nuevo, pero se alejó un poco y continuó hablando-.
-Ken: Te quiero -Suspiró conteniendo el dolor-. Quiero que seas feliz y pase lo que pase, necesito que me prometas una cosa...
-Davis: Contigo hago promesas ciegas, lo sabes.
-Ken: ¡Escúchame bien! La luz de la esperanza será consumida y la oscuridad reinará en tu corazón...
-Davis: ¿Mi corazón? ¿¡De qué estás hablando!? -Me sentía confuso, no terminaba de entender a Ken-.
-Ken: Quiero que no abandones tu camino y que hables con Takeru, pase lo que pase no debes alejarte de él. No sientas culpa de nada y sé feliz ¿Me lo prometes?
-Davis: ¡Ya basta! -Me enfadé, no podía creer las palabras de Ken, ni siquiera las entendía-.
Me levanté de la cama y salí de la habitación, me fui directo a la puerta que da a la calle, la abrí y salí de allí. Estaba enojado, perdido y muy asustado ¿La última campanada? ¿Qué pretendían significar todas esas afirmaciones y promesas? También dijo que mi luz se vería acosada por la osuridad ¿Acaso hablaba de estar deprimido?
Mi cabeza dió mil vueltas y no obtuve ninguna respuesta. Volví a casa de Ken después de un par de horas para disculparme por mi ruda actitud y pedirle explicaciones, pero no tuve tiempo de nada. El mal se había descubierto y la última de las batallas tendría lugar en pocas horas.FIN DEL FLASHBACK
Tres años han pasado ya desde aquel suceso, tres largos y sufridos años. Aquí continuo, sin comprender el motivo por el cual supo advertirme de todo lo que terminó sucediendo poco más tarde. No se trata de comprender el por qué, se trata de entender el cómo ¿Cómo demonios llegó a conocer los sucesos que acontecieron antes de que tuviesen lugar? Ken no era ningún vidente. Él sabía que la oscuridad se cernía porque siempre pudo sentirla, pero cuando habló de mis sentimientos hacia TK y de estar con él pasase lo que pasase... ¿Ken ya sabía que iba a morir? No, eso es imposible, alguna otra razón le llevaría a esas palabras. En realidad, estoy prácticamente seguro de cual fue la premisa que le llevó a su conclusión, la conclusión de despedirse de mí antes de dar la vida en la batalla que se libraría poco después. Pero, recordarlo me hiere, me quema, me tortura y me mata.
Todo esto, nos lleva hasta un suceso que tuvo lugar hace muy poco tiempo, simples (aunque destructivos para mí, cada instante que el tiempo contaba era significado de más y más a dolor) y escasos días atrás. Me encontré con Izzy y no fue por casualidad, es fácil contactar con una persona que se mantiene activa en la red, al menos, 12 horas diarias. La razones por las cuales decidí hablar con Izzy y no con otra persona fueron sencillamente su discreción y su inteligencia para tomar las riendas de los asuntos. Si en algún momento te topas con un dolor atroz que te impide hablar, necesitas a alguien que sepa interpretarte y que sobretodo, también sepa actuar por tí con total madurez y protegiendo tu intimidad. Izzy es esa persona, el tipo persona que esconde más secretos de los que cualquiera de nosotros somos capaces de ver u observar...
Cuando la oscuridad gobierna tu corazón, toda oscuridad sabrá como encontrarte. Esto resume todo lo que hablé con Izzy, al menos, lo más importante.FIN DEL CAPÍTULO 4
Espero que les haya gustado, espero sus comentarios e intentaré no retrasarme tanto con las próximas actualizaciones
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DIGIMON ADVENTURE: The Legacy of EvilUna historia basada en Digimon Adventure 1 y 2, narrada por Takeru. Capítulo 4: La última campanada (Davis revive su pasado y toma importantes decisiones que tendrán que ver directamente con TK) |
