Lo que está frente a mí no es lo que veo

Naruto es un chico que no puede negarse a las proposiciones sexuales por parte de su padre o de su mejor amigo. Un día conoce a Sasuke, un hermoso chico ciego que le enseña lo que es amar de verdad

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  1. sue zoe
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    Resumen

    Naruto es un chico que no puede negarse a las proposiciones sexuales por parte de su padre o de su mejor amigo. Cree que al decir que no, tanto su padre como su amigo pensarán que no los ama… más no se siente cómodo al ser poseído y mucho menos feliz al ser “amado” de esa forma. Un día conoce a Sasuke, un hermoso chico ciego que le enseña sin saberlo, que cada uno tiene su propia concepción del amor…





    Advertencia: Para mayores de 16 años, puede contener material fuerte. Los personajes de Naruto son de su creador masashi kishimoto.








    Capitulo 1. Repugnancia al Amor.



    En una modesta casa vivía un chico de cabellos dorados y ojos azul cielo, bastante atractivo, pues despedía un aire angelical que atraía la mirada de cualquiera que se cruzase en su camino. Éste chico respondía al nombre de Naruto, contaba con 16 años cumplidos y era el hijo de un hombre que daba su vida entera por complacerlo. Pero a pesar de todas las comodidades y toda la gracia que poseía, tenía un defecto… Naruto se enamoraba de las personas equivocadas.


    - Naruto…


    - …


    Del primero que se enamoró, fue de su padre.


    - Naruto…


    - … ¡!...


    Pensó que eso era normal, ya que supuestamente las relaciones sexuales sólo se tenían con personas amadas… y él amaba a su padre.


    - No… - El rubio cerró los ojos al sentir un agudo dolor en su espalda.


    - Sólo un poco más ¿Si?


    - ¡Agh! – Soltó un quejido ahogado, el miembro de su padre era demasiado grande para su angosta entrada.


    - Oh… si… a tu padre le gusta – Daba embestidas al cuerpo de su niño – Te has portado bien y mereces un premio – Llevó una de sus manos a la hombría del menor y comenzó a masajear.


    - Ah… No… no ahí – El placer que sentía era demasiado para él.


    Jiraiya era un hombre trabajador y responsable que se hacía cargo de su único hijo, el único recuerdo que le quedaba de su amada esposa. Tsunade había muerto de un terrible cáncer que la había consumido de manera voraz. Era amada por su esposo, amada por su hijo… la conexión prima y permanente entre ellos…


    El rubio también tenía un amigo.


    - Hola Gaara.


    - Hola Naruto.


    Su amistad se remontaba desde su infancia, siempre pensaron que estarían en las buenas y en las malas, siempre juntos… Naruto se enamoró de él también.


    - Gaara… duele… no por favor – Retiró el enrojecido rostro – Hoy no…


    - Pero Naruto ¿Por qué no? – Preguntaba en un tono lastimero – ¿Qué no me quieres?


    - ¡!


    ¿Por qué le preguntaba eso? Por supuesto que lo quería, lo quería mucho, demasiado…


    - Si… yo te quiero – Su pupilas se movían de un lado a otro desconcertadas.


    - Entonces… - Y volvió a toquetear.


    El rubio cerró los ojos y soltó un suspiró, demostrar su cariño era algo doloroso y… en ocasiones… le asqueaba…


    - ¡Oh Naruto!... Como me encanta estar así contigo…


    - Ah… ah… Gaara… me duele… ah… no.


    Sabía que con eso ellos eran felices, pero detestaba el cambio radical que tenían cuando estaban con él. Odiaba el comportamiento que adquirían cuando juntaban sus cuerpos, un comportamiento salvaje que le aterraba y que no le gustaba… para nada.


    Hacer el amor. Si eso era amor, a Naruto no le gustaba que le amaran. Cuando lo amaban era demasiado doloroso, siempre terminaba llorando y en ocasiones sangrando… pero no podía dejar de hacerlo, todos decían que amar era bueno, aunque realmente no sabía si creía en ello, lo cierto era que cada vez que estaba con su padre o su amigo no se sentía cómodo; él no deseaba hacer eso o no así…


    - Te quiero Naruto…


    Lo llenaban de besos y caricias, pero eso no lo hacía olvidar la manera brusca con que lo insistían en poseer; lo abrazaban tan fuerte que creía sus huesos romper, lo colocaban en posiciones tan complicadas que le dolían las articulaciones al terminar y lo penetraban con bestialidad… como si dándole con todas las fuerzas fueran a desatar más deseos de proseguir…


    Naruto se dedicaba a continuar fingiendo que amaba, pues eso le parecía bien. No recordaba desde cuándo, sólo sabía que los que lo hacían con él se sentían felices.


    Tal vez él no había nacido para amar. Había nacido para ser amado y eso, era lo peor que le podía ocurrir a un ser humano según sus creencias…







    Continuará…



     
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29 replies since 11/9/2014, 03:18   1237 views
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