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sue zoe+2
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Yappo!! *w* agradecida por sus comentarios!! Espero que lo que estan por leer les guste
see ya!!
Capitulo 3. La persona que se llevó tus ojos.
Desde aquel día, Naruto quedó cautivado por el chico de los cabellos azulados. No había instante en que no pensase en él, inclusive cuando hacía el amor.
Su ambición fue tan grande, que no pudo resistirse a irle a visitar a diario, así fuera simplemente a verle sentando frente a la ventana, esperando hallar algo… o al menos escuchar la llegada de alguien.
Se acercó hasta un hombre alto y de cabello largo que mantenía entre sus manos un delgado libro.
- Buenas tardes.
- Muy buenas tardes ¿Podrías moverte un poco? Necesito claridad para poder leer – Le hacía un gesto con la mano a lo que el rubio obedeció sin molestia – Muchas gracias…. Y…. ¿Qué te trae por aquí?
- Pues… usted…. ¿Quién es el chico de la ventana?
Itachi giró el rostro hasta encontrarse con quien preguntaba.
- ¿Te refieres a Sasuke?
- “Sasuke”
“Sasuke, Sasuke, Sasuke, Sasuke”… En el corazón de Naruto se produjo una guerra de emociones, se sentía entre feliz y emocionado, sorprendido y encantado… su nombre era hermoso, tan hermoso como él mismo.
- Es mi hermano menor. Lo tengo a mi cuidado a partir de ahora.
- Ya veo… - El ojiazul lo miró una vez más y se perdió de nuevo en su aura majestuosa.
- ¿Hay algo más que quisieses saber? Él no estaba aquí, de hecho nunca había estado por estas tierras, vivía en el extranjero.
- Ya… - Mencionó comprensivo. Una idea, según él maravillosa le surgió a la mente – Si necesitas ayuda para cuidarle, yo podría dártela con mucho gusto. En verdad no me molestaría.
- No.
Naruto recibió un fuerte golpe en el corazón, trató de no mostrarse tan herido pero le fue inútil. Itachi sabía que era un buen muchacho, así que decidió contarle sobre su hermano menor.
- Sasuke es muy independiente, antes de que cayera en depresión era bastante activo. No permitía que nadie le ayudase con sus asuntos.
- … ¿Por qué cayó en depresión? – El rubio se entristecía al enterarse de aquello.
- ¡Ay muchacho! ¡Los infortunios del amor!…
***Flash Back***
En aquel tiempo, Sasuke temía a la soledad. Era un niño frágil y temía hacer cualquier cosa, ya que su mundo era oscuro y no conocía más que la nada.
Hasta que un día lo conoció a él…
Un hombre que lo llenó de esperanzas, un hombre que le dio fortaleza para seguir adelante, un hombre que le entregó… la luz.
Sasuke tenía apenas catorce y éste hombre le triplicaba la edad, pero a él no le importaba, sólo estando con aquel hombre era capaz de ver, podía ver hermosas escenas de personas bailando a pesar de que jamás en su vida hubiese visto un baile, podía ver extensos campos de narcisos a pesar de que su nariz sólo hubiese olfateado los ramos que su madre traía del jardín… podía ver colores, luces… ya que todo esto no lo veía con los ojos del rostro, si no con los ojos del corazón.
Sasuke se entregó en cuerpo y en alma a ese hombre, se volvió suyo y lloró de felicidad al poder vivir en un mundo habitado por algo más que el solitario manto negro que lo acompañaba desde su nacimiento. Le gustaba cuando hacían el amor… las mejores visiones las tenía en esos momentos y más cuando el hombre le dedicaba todo el tiempo que podía para describirle cada una de las cosas del mundo exterior.
El peliazul aprendió a hacer las cosas por sí solo, y por primera vez no se sentía inútil. Nuestros padres no estaban de acuerdo con esa relación, debido a la diferencia de edad tan grande, pero prefirieron no inmiscuirse ¡Porque su hijo sonreía y amaba como nunca en su vida!
Hasta que… ese hombre lo abandonó, se fue y le dejó sin siquiera avisarle. Estaba casado y tenía hijos sin siquiera contarle… Sasuke estaba destrozado, ni siquiera podía ir a buscarlo, de nuevo habitaba en el mundo oscuro, porque su amado se había llevado sus ojos con él, ya no veía más que oscuridad… había perdido la vista de nuevo…
***Fin del Flash Back***
Naruto lloraba a lágrima viva, lo que acababa de escuchar le había llegado al alma, miraba a Sasuke desde la ventana esperando el regreso de su amado y se entristecía aún más.
- Él no sabe que no está en el mismo país que su amado. Decidimos sedarlo y traerlo aquí, así evitaríamos tener que darle otra causa de dolor…
El rubio no podía contenerse, inclusive en esos momentos estaba siendo engañado, aquel hombre nunca llegaría para buscarle, permanecería en la ventana esperando a que viniera y le devolviese la visión, sin saber que lo más probable era que eso nunca sucediese… El Uzumaki deseó arrancarse sus propios ojos y dárselos a aquel desafortunado joven.
- Por favor Itachi…. déjame ayudarlo. Aunque sea servirle de compañía, estoy seguro de que se debe sentir muy solo…
- ¡Jamás! – Exclamó como si hubiese escuchado una ofensa – No permitiré que vuelvan a lastimar a mi hermano nunca más. Retírate.
- Pero Itachi… Te juro que no deseo hacerle mal alguno, yo sólo…
- Lo siento Naruto. Pero no… - Y luego de brindarle una mirada seria volvió a las páginas de su libro.
Sencillamente no pudo aguantarlo, Naruto corrió como desaforado por todo el camino a casa. Los árboles agitaban sus ramas sobre su cabeza y sus lágrimas se perdían entre la música del bosque. Se detuvo a llorar. Le parecía tan triste. Sasuke no vería jamás las cosas tan hermosas que él había contemplado, su hermano estaba decidido a protegerlo de cualquiera que quisiese acercarse a él, como si fuera a desvanecerse al igual que un suspiro…
Naruto se maravilló por algo relatado por Itachi… Sasuke sólo había podido ver a través del amor que sentía hacía aquel hombre… pero el ojiazul sólo veía dolor e incomodidad con el amor de su padre y Gaara… tal vez aquello que ellos tenían era muy distinto a ese amor… el rubio se prometió que encontraría ese cálido sentimiento capaz de proveer tan bellas imágenes… y se lo entregaría a Sasuke…
Continuará…
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Lo que está frente a mí no es lo que veoNaruto es un chico que no puede negarse a las proposiciones sexuales por parte de su padre o de su mejor amigo. Un día conoce a Sasuke, un hermoso chico ciego que le enseña lo que es amar de verdad |
