El Iberium (T.K-Davis / Tai-Matt) FINALIZADO

T.K y sus amigos van a un viaje escolar que jamas olvidaran. Aveces a los sentimientos les cuesta salir por si solos y necesitan un "empujoncito" para darles energia. Este viaje será eso, y

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  1. exerodri
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    Yaoizando
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    Holaa ¿como estan? aca les traigo el segundo capitulo de la historia. es algo largo asi que recomiendo que lo lean tranquilos y con tiempo. aqui presento al resto de los personajes y es mas que nada para seguir conociendo a nuestros protagonistas. Ah, este capitulo contiene "lemon" como veo que le dicen por aqui, bueno no se si en realidad entra en esa categoria, yo aviso por las dudas jaja. bueno no los distraigo mas, ojala lo disfruten

    *Taiyama muchas gracias por el comentario, espero que te gusten los próximos capítulos también. saludos



    Capitulo 2: Los preparativos

    Punto de vista de Tai

    "Esto es más complicado de lo que pensé, tengo que concentrarme sino perderé el ritmo. Es difícil seguir a Matt, pero no nos podemos de-sincronizar. No puedo más. Mi mano me quema, estos movimientos son nuevos y muy difíciles para mí. No tengo experiencia en esto. Él sigue en la suya, claro, él es un experimentado que se maneja como pez en el agua a la hora de hacer esto. Parece que goza mucho, yo en cambio estoy sufriendo, no sé cuánto tiempo más podré seguirle el paso"

    -Ahhh listo, no puedo mas- dije soltando el mástil de la guitarra.

    Matt ni me escuchó, solo siguió tocando la armónica continuando el rock and roll que improvisábamos.

    -¿Matt?- dije tratando de llamarle la atención, pero él siguió soplando las notas con un entusiasmo que pocas veces dejaba ver- ¿Matt, me oyes??- seguí sin respuesta.

    Para sacarlo de su trance, le tiré un peluche con forma de vaca que Sora le había regalado por el aniversario de su primer mes juntos como pareja.

    -ahhg Tai ¿por qué hiciste eso?- me recriminó el rubio sobándose la nariz. No le había apuntado allí pero sirvió para lo que quería hacer.

    -¿Qué no te das cuenta que dejé de seguirte con la guitarra? –dije mientras me agarraba la mano izquierda con la que formaba los acordes, la cual me dolía mucho ya que todavía no estaba acostumbrado a tocar por mucho tiempo- vaya, cuando tocas la armónica te olvidas de todo lo demás.

    - Perdona, es que cuando viene la inspiración uno no se puede contener - dijo mientras guardaba la armónica en su estuche especial- ¿pero porque dejaste de tocar? Íbamos muy bien.

    -Estos acordes son muy difíciles, el FA mayor es prácticamente imposible para mi, hay que tener dedos de hule para poder pasar de un acorde al otro... esto es más difícil de lo que pensé.

    -Claro que no - sonrió mientras me arrebataba la guitarra y se la ponía sobre sus piernas- ¿ves? esta posición es más fácil para poder hacer este acorde y asi pasas a… - me explicó las técnicas que el usaba para hacer cada cosa, yo solo lo miraba medio confundido, asombrado por la elasticidad de sus dedos.

    -Wow Matt, esos dedos hábiles te servirán mucho cuando estés a solas con Sora- dije subiendo y bajando las cejas rápidamente.

    Cuando por fin Matt entendió a que me refería se sonrojó bastante, y dejó la guitarra sobre la cama.

    Me gustaba mucho poner nervioso a mi amigo con el tema de la sexualidad, era el único tema que le incomodaba hablar conmigo. Y ahora que estaba de novio con Sora, siempre veía la oportunidad perfecta para ponerlo más nervioso aun, dándole consejos sobre qué hacer con ella y esas cosas. Matt increíblemente, a pesar de haber sido asediado por las chicas durante toda su vida, aun era virgen. Vah en realidad yo era el único de nuestro grupo de amigos que había tenido relaciones, aunque solo fue una vez. Eso era algo que solo Matt sabía, ya que era la persona que más confianza tenía en todo el mundo.

    -Tu siempre con lo mismo Tai, no todo en la vida es sexo, además solo tenemos 16 años, no hay necesidad de apurarse en el tema- dijo mientras guardaba la guitarra en su funda.

    -Justamente, 16 es la edad perfecta para experimentar y abrirse a nuevas cosas- dije mientras lo sacudía agarrándolo de los hombros- tienes que darle alegrías al mini-Matt- le miré ahí abajo- aparte de las que le da Manuela Di-palma – le dije agarrándole la mano derecha.

    -jajaja ¿Manuela Di-palma?, esa es nueva no la había oído – rió liberando su mano de la mía- ya, todo a su tiempo amigo. Cambiando de tema, ¿sigues saliendo con aquella morena de la otra vez?

    -¿ah? No, no. Hace rato que no la veo, creo que me aburrió- contesté un poco decaído.

    La verdad que últimamente había estado saliendo con muchas chicas distintas. El número máximo de chicas con la que salí en una semana fue de 4 o 5, ya no estaba seguro. A pesar de que no era tan bello como Matt, yo también tenía lo mío. Sabía cómo hacerlas reír y hacerlas sentir cómodas conmigo. Además, ser el capitán del equipo inter-escolar de futbol de nuestra escuela te daba como un "plus".

    Esperen...¿tan bello como Matt? Que mal que sonó eso. Bueno en fin, no lo hacía por diversión, sinceramente no sabía porque había sentido esa necesidad de querer estar con alguien. Curiosamente, había comenzó cuando Matt y Sora se pusieron de novios hace aproximadamente dos meses, o al menos eso creía. Quizás solo eran locuras mías.

    De cualquier manera, ninguna de las chicas con la que salí me había llamado la atención. Así que tuve que seguir esperando a esa persona especial. Pero de vez en cuando me preguntaba ¿Dónde estaría? ¿Faltaría mucho para que la conozca? ¿Cómo sería?

    -¿Tai? – me llamó la atención mi blondo amigo mirándome a los ojos con esos dos faros azules que llevaba en el rostro-Si te pregunté algo que no te gustó perdóname, no fue esa mi intención.

    -Ah no, no hay problema, ando muy despistado últimamente. Oye ¿Qué onda el viaje ese de la escuela? ¿Ya hiciste que te firme la autorización tu padres- pregunté para cambiar de tema.

    - Positivo, la mía y la de T.K ya están firmadas.

    -¿y Sora irá?- pregunté con una sonrisita.

    Sus nervios volvieron a hacerse presentes.

    - Y si, seguro que si – dijo levantando una ceja en señal de sospecha- ¿Qué estas planeando?

    -Ah nada importante- dije mientras levantaba mi bolso del piso, ya que me tenía que ir a la práctica de futbol del equipo escolar con Davis, que me lo encontraría en el camino, como siempre- solo que me parece que será la oportunidad perfecta para que tu y Sora concreten su amor- le dije mientras ladeaba mi pelvis para delante y para atrás.

    -uhh deja de ser tan pervertido, Tai- me dijo mientras se tomaba la cabeza despeinándose un poco.

    -solo piénsalo, Sora y tu, solos, en ese lugar durante una semana. Me tomé la molestia de buscar ese campamento en internet y la verdad que el lugar es un cuento de hadas- eso era cierto, el lugar parecía sacado de una pintura- ¡Es perfecto Matt!

    -Mm bueno después hablaremos de eso- me contestó viendo a su alrededor algo preocupado, como si buscara algo- oye, el peluche con el que casi me rompes la nariz, el que me regaló Sora con forma de vaca. ¿Dónde quedó? Sora vendrá en un momento y si se entera que lo perdí me cortará la cabeza.

    Me reí. Conociéndola a Sora, era posible.

    - Ya aparecerá- dije sonriente saliendo de la habitación- tu sigue buscando, ya sé donde está la salida.

    - Una vaca, pff, que peluche más feo, ¿porque no un oso, o algo más normal? ¿Qué tiene que ver una vaca con el amor?- murmuré para mi mismo mientras caminaba por el pasillo que llevaba a la puerta del departamento.

    Pero algo llamó mi atención al pasar por al frente de la habitación de T.K. La puerta apenas entre abierta dejaba ver que adentro de la habitación estaba todo oscuro, pero del interior se podía oir un ruidito. Uno repetitivo y constante, además de otros sonidos.

    -¿Será posible que sea lo que pienso que es?- Dije para mi mismo – solo hay una forma de saberlo

    Me acerqué hacia la puerta y la abrí lentamente, afortunadamente no hizo ruido al moverla. Una vez adentro de la habitación prendí la luz.

    -AAAHHHH ¡¿ quién es?! ¡Ya les dije que no entren a mi habitación sin tocar!- un muy nervioso y agitado T.K se estremeció ante mi presencia, subiéndose los pantalones y tapándose la zona intima con su playera- ¡¿Qué estás haciendo aquí?!

    No le pude contestar, mi ataque de risa apenas me permitía respirar. Si habría que describir el color de la cara de T.K, creo ni el rojo más puro alcanzaría para hacerlo.

    -jajajaja estaba tocando la guitarra con Matt en su habitación, pero veo que aquí estás tocando otra cosa. Está más entretenido aquí parece.- logré contestar apoyándome sobre mis rodillas para evitar desmayarme por la falta de oxigeno- veo que sigues los pasos de tu hermano.

    -Eres un...- me dijo el menor con una cara de querer matarme y tirarle mis restos a los perros.

    -jajaja, ya estuvo, te dejo para que puedas seguir con lo tuyo. Si Kari me pregunta por ti le diré que estabas haciendo “manualidades”- le dije mientras me acercaba a la puerta- piensa en mí- logré decirle antes que T.K me tirara con una almohada.

    Cerré la puerta para que el rubio pudiera continuar, aun riendo.

    -¡IDIOTA!- me gritó el menor desde adentro, mientras iba saliendo del departamento, todavía con lagrimas en los ojos de tanto reírme.

    Punto de vista de T.K

    Me sorprendí de lo rápido que había pasado el tiempo. El miércoles nos habían avisado del viaje y ya era lunes otra vez. Ni siquiera me acordaba de la mayoría de las cosas que había hecho el fin de semana. Eso si... de lo que si no me podía olvidar era del incidente con Tai del sábado. Dios que vergüenza, encima Tai ¿Por qué tuvo que haber sido él? No podía imaginar alguien más cargoso y burlisto, y yo le había dado cuerda como para que me molestara un buen tiempo.

    Todavía no me lo había cruzado en la escuela pero eso era algo inevitable, ya que siempre andábamos juntos con los demás miembros de nuestro grupo de amigos, éramos como una familia: Kari, Davis, Matt, Tai, Mimí, Izzy, Joe, sora, Ken y yo. Tenía que estar preparado para las burlas y los comentarios pervertidos e incómodos del mejor amigo de mi hermano.

    A pesar de todo, era mi amigo también y lo quería, me gustase o no. Siempre me daba “consejos” sobre cómo tratar con las chicas y todo eso, se creía el maestro de la seducción o algo así. A Davis también le molestaba con eso en igual medida, pero un día dejó de hacerlo. Desde que se enteró que estaba saliendo con Kari, dejó ese tema de lado totalmente con él. Nunca lo dijo, pero seguro no quería que Davis aplicara sus propios consejos pervertidos y de seducción con su hermana. Se podía decir que le salió el tiro por la culata. Es más, quizás había amenazado a Davis para que no intentara nada “raro” con Kari. Conociéndolo a Tai era posible.

    Una vez que me lo crucé en el recreo, lo único que hizo Tai fue mostrarme una sonrisa medio rara cuando nos saludamos. Yo esperaba una catarata de chistes y bromas de parte del moreno. Confundido por su actitud, incluso llegué a creer que (por muy raro que fuese) Tai había madurado. Pensé que había salido airoso del accidente del sábado con el castaño, pero me había equivocado.

    Todo marchaba bien hasta que durante un trabajo grupal en nuestra clase de biología...

    -T.K- dijo Kari sin apartar los ojos del libro en busca de las respuestas al trabajo que nos habían asignado- Tai me dijo que estas haciendo manualidades en tu casa ¿Por qué nunca me dijiste eso?-Yo abrí los ojos de par en par-
    Déjame ver qué cosas haces, tengo un par de ideas muy bonitas.

    No supe dónde esconderme ¡Maldito Tai!

    -No puedo creer que nunca me hayas dicho que hacías esas cosas- me recriminó mi amiga esperando una respuesta.

    -¿Manualidades?- preguntó Davis dejando de usar su libro como almohada, lo que acababa de escuchar parecía resultarle extraño pero familiar al mismo tiempo.

    - ahh ehh no Kari jajai, ehh yooo mmm…- Murmuré sin saber que inventar.
    En mi interior, maldije a Tai con todo mi ser. Él sabía que eso iba a pasar por eso se había ahorrado las bromas frente a todos.

    -¡Ahhh manualidades! Jajaja ya la capté- gritó Davis mirando su mano derecha y riéndose -mira Kari, lo que Tai quiso decir es que T.K se estaba…

    -¡Cállate! – grité empujándolo y golpeándolo para que no continuara, él solo entró a reír.

    Por fortuna, Kari creyó que la pelea era otro de nuestros típicos “jueguitos” de hombres, nos tildó de infantiles y no siguió preguntando del tema. La intervención de Davis me había salvado.


    -----------------------*------------------------



    Los lunes teníamos clase de educación física donde nos exigieron hacer ejercicios más duros de lo normal, aunque nada que Davis y yo no pudiéramos hacer. Ambos estábamos en buena condición física, sobre todo él.
    El viaje estaba programado para que partiéramos el miércoles y volviéramos el jueves de la otra semana, así que el profesor nos quiso dar una despedida a su manera. Después de la clase nos felicitó porque en general todos lo habíamos hecho bien, nos despidió y nos mandó a las duchas.

    -Ahhh que buena clase la de hoy- dijo Davis mientras se cambiaba una vez dentro en el vestuario-que bueno variar un poco los ejercicios de vez en cuando.

    -Eso creo- le respondí mientras me subía el cierre del pantalón- aunque no me molestaría si no se repite otra vez.

    -Lo hicimos bien, a pesar de que todavía me duele este moretón que me hizo Tai el sábado durante la práctica de futbol- dijo bajándose su pantalón y su bóxer, mostrando un golpe morado que tenía en la parte izquierda de su pelvis.

    -ya Davis, no necesito estar viéndote el cuerpo para creerte- dije un incomodo, apartando la vista del cuerpo de mi amigo.

    -Como si fuese la primera vez que me vez desnudo- dijo sonriéndome de manera picara mientras se volvía a cubrir.

    Me di cuenta que era verdad. No era la primera vez que veía a Davis desnudo, ya habíamos estado completamente desnudos el uno frente al otro. Es más, no solo ya nos habíamos visto desnudos, sino más aun…

    Flashback

    Era un día de vacaciones de verano y mi mamá estaba de viaje de trabajo en una ciudad cercana. Por primera vez me dejaba completamente solo, con la única condición de llamarla a cada hora para hacerle saber que estaba bien y que todo estaba en orden. Ya tenía 12 años, me consideraba grandecito para hacer eso. Sin embargo era mejor que estar con una niñera, eso sí era lo peor. A pesar de que podía ir a la casa de papá para estar con él y Matt, no tenía ganas. Prefería tener la casa para mí solo esos dos días.

    Al caer la noche se me ocurrió que sería una idea genial invitar a Davis y a Kari a pasar la noche, como cuando éramos pequeños. Total nadie se enteraría. Primero llamé a Davis, el preguntó si no habría problema y si a mi mamá no le molestaría. Según ella, él era una mala influencia para mí. Una vez le dije que estaríamos solos, inmediatamente me cortó la llamada para alistarse y venir. Después llamé a Kari, pero su padre me dijo que ella y Tai se habían ido a la casa de su abuela a pasar el fin de semana.

    "Bueno no importa, por lo menos vendría Davis" pensé.

    Al poco tiempo él llegó y nos pusimos a hablar y jugar videojuegos. A pesar de ser vacaciones, no nos habíamos visto mucho en las últimas semanas, así que nos pusimos a recuperar el tiempo perdido. Hicimos diferentes cosas, como jugar a imitar a las estrellas de rock con la música a todo lo que daba, por ejemplo. Afortunadamente ningún vecino se quejó y eso que la música estaba al tope. Cantamos y tonteamos un buen rato con nuestras canciones favoritas hasta que nos dio hambre. Davis preguntó si yo quería ayuda para cocinar. Yo le dije que no, ya que pediríamos comida a un delivery cercano. Que nosotros cocináramos hubiese sido igual a un suicidio. Y así usamos el dinero que mamá me había dejado.

    Nos pedimos de todo: pizza, hamburguesas, papas fritas y hasta helados. Increíblemente no quedó nada. Después de cenar nos acomodamos para ver la tele en la sala.

    -T.K, estoy llenísimo- dijo el moreno mientras se sobaba el estomago.

    -Uf sí, yo igual, creo que nos pasamos un poco con la comida- le contesté sentándome a su lado en el piso, frente al televisor de la sala de estar.

    - jaja si, oye... prende el aire acondicionado, está haciendo calor- me pidió mientras se tiraba aire con una mano mirándome a los ojos.
    Tenía razón, era una noche muy pesada y calurosa

    - Disculpa, no funciona, se rompió hace 4 días y todavía no vinieron a arreglarlo.

    -mmm ya veo, tampoco tienes ventiladores, bueno no importa ¿Puedo sacarme la remera?

    -Claro, te iba a proponer lo mismo- le dije mientras me sacaba la mía- ¡Vaya ya son las 11! Tengo que llamar a mamá sino me matará cuando llegue el lunes- grité mientras me acercaba al teléfono dejando a Davis solo, mirando la tele en la sala.

    Después de hablar con mi mamá y desearle buenas noches, volví con mi amigo.
    -Listo ya le hablé, ¿Qué estás viendo?- pregunté mientras me sentaba a su izquierda en el piso.

    -Wow mira T.K, que suerte tenemos, están pasando ese programa donde muestran la vida de las conejitas de Play Boy en la mansión, las que son novias de ese viejo decrepito- dijo muy emocionado tocándome la rodilla sin despegar la vista de la televisión.

    Ya lo había visto a ese programa en el pasado. Lo pasaban por esos canales que durante el día transmitían programas de modas y temas para chicas, pero que a la noche pasaban programas bastante subidos de tono.

    - Ahh si, si. Lo conozco a ese show- dije sintiéndome un poco incomodo, nunca habíamos hablado de pornografía o sexo, solamente en el curso con los demás muchachos.

    -Sabes, si tuviera una de esas rubias como novia, no sé de lo que podría ser capas- dijo Davis mientras se mordía el labio inferior y se agarraba los genitales por encima de la ropa, sin dejar de ver la pantalla.

    -Yo también, esas tipas están que arden- dije mientras hacía exactamente lo mismo.

    Y así la noche tomó un giro inesperado a lo que tenía en mente. Empezamos a hablar de cosas, ¿Cómo explicarlo? “sucias”. De que le haríamos a tal chica si fuéramos sus novios, de lo genial que debía ser tener sexo por primera vez, de lo incomodo que eran las erecciones en ciertas ocasiones, contándonos anécdotas de cuando nos pasaba eso y ese tipo de cosas.

    A pesar que la tele seguía encendida con las conejitas play boy posando para una sesión de fotos con muy poca ropa, no le prestábamos atención. Estábamos bastante adentrados en nuestra conversación.
    Mientras hablábamos, cada uno se masajeaba de vez en cuando las partes intimas por sobre la ropa, o metíamos la mano por adentro de nuestros pantalones ya sin vergüenza de estar en compañía del otro. Conversar de este tipo de cosas nos excitaba. ¿Qué chico de 12 años no se excita hablando de sexo o masturbación?

    Se podía decir que nuestros cuerpos y mentes habían cambiado mucho desde el verano pasado. Ambos habíamos sufrido los efectos de la pubertad durante el año escolar, sintiendo cosas que uno siendo niño nunca experimenta. Cosas nuevas, desconocidas, que generaban tanto placer como culpa. Era la primera vez que nos quedábamos a dormir juntos desde que tuvimos esos cambios. Era agradable poder compartir esas cosas nuevas que te pasan con alguien, sobre todo si ese alguien era tu mejor amigo al que tenías toda la confianza.

    Llegó un momento en que ese masajeo esporádico que hacíamos de nuestros penes por sobre el pantalón se transformó en arremetidas cada vez menos disimuladas. Ambos vestíamos shorts de los que se usan cuando practicas futbol, de una tela bien finita y liviana. Nuestras erecciones eran muy evidentes.

    Ninguno dijo nada, pero ambos sabíamos a que final llegaría esto. Ya era irreversible. Lo que si no estaba seguro es que si nos animaríamos a masturbarnos estando en presencia del otro. Ambos teníamos el deseo de librarnos de las prendas para empezar con la acción que nuestros miembros pedían desesperadamente, pero ninguno se animaba a exponerse primero. Continuamos viendo la televisión, mientras nuestra temperatura corporal aumentaba con cada minuto.

    Como era de suponer, Davis dio el primer paso bajándose los pantalones y el bóxer, dejándome ver su pene erecto a más no poder. Como si hubiese perdido la vergüenza en un segundo, hice lo mismo, exponiéndome ante él. Nuestros ojos se fijaron en el miembro del otro inmediatamente. Nos reímos nerviosamente, eso era nuevo para los dos.

    -Lo tenemos bastante diferentes ¿No?- dijo Davis mientras miraba mi pene y el suyo con mucha atención, como quien comparaba dos celulares o dos sombreros entre sí.

    Él tenía razón, la forma que tenían nuestros miembros era diferente, igual no nos sorprendió ya que nos habían hablado de eso en una clase de educación sexual en la escuela. El tamaño también era dispar, aunque no nos lo habíamos medido antes, se notaba que el de Davis era más grande. Yo no podía dejar de mirárselo lo cual me puso algo nervioso. Me pregunté fugazmente el porqué.

    "Debe ser que tengo la necesidad de compararlo con el mío, eso es todo” pensé para tranquilizarme un poco.

    - Oye ¿no te creció pelo alrededor?- pregunté viendo extrañado al ver que mi amigo no tenía vello ahí abajo.

    -Claro que me creció, es más, desde el año pasado me crece, solo que yo me afeité ya que es más cómodo e higiénico... o por lo menos eso dicen en la tele-me dijo mientras me mostraba el trabajo de rasurado que había hecho, como si estuviese orgulloso-¿te gusta?-preguntó sonriente

    -¿Qué si me gusta? Davis no seas ridículo- le dije enojado mientras ambos empezábamos a masturbarnos viendo la tele.

    De vez en cuando desviaba la mirada del tv para ver como se masturbaba Davis. A pesar de no verle la cara, con el rabillo del ojo me daba cuenta que él a veces hacía lo mismo. A veces nos sorprendíamos mutuamente mirándonos el miembro del otro, pero lo único que hacíamos era mirarnos a los ojo, sonreír y soltar una risita un tanto nerviosa.

    Me sorprendía a mi mismo cuanto tiempo estaba durando sin “acabar”, debía ser la vez que más había durado hasta ese momento.

    -Ahh me cansé- dijo Davis mientras soltaba su pene erecto- ayer hicimos mucho ejercicio físico en el entrenamiento y estoy destruido de los brazos. T.K continua por mi ¿quieres?- dijo mirando su pene, para después mirarme a los ojos.

    Yo respondí con una risa mientras seguía enfocado en lo que estaba haciendo.

    -¿De qué ríes?- dijo haciendo puchero- te los estoy pidiendo en serio.

    - Buen chiste, Davis- dije sin darle mucha importancia

    -Vamos, no seas malo- dijo mientras ladeada su pene duro de un lado para el otro, como incitándome a agarrarlo- hazlo como un favor.

    -¿Qué? ¿Me lo estas pidiendo en serio? ¿Estás loco?- pregunté mientras dejaba de masturbarme para mirarlo a la cara.

    Davis no mostraba la típica expresión que solía lucir cuando hacía un chiste.

    - ¿Qué tiene de malo? Sería como un favor entre amigos- me dijo confiado.

    No lo podía creer, me estaba pidiendo que agarrara su pene y lo masturbara como quien le pedía a un amigo que le rascara la espalda. Por raro que parezca, una parte de mi quería hacerlo, no sé porque. Sentía la necesidad de agarrarlo y cumplir con lo que me pedía pero aquello ya era mucho para mí, no sabía cómo reaccionar. Antes de decir o hacer algo, miré atentamente su rostro. Buscaba una señal que me dijera que lo que decía el moreno era solo un chiste, pero se notaba que no era así. Tartamudeé:

    -Emm yo ehh, Davis no sé eeeemmm.

    "¿Qué pasa conmigo? ¿Por qué no me puedo negar a esta petición?" me pregunté mentalmente sin dejar de ver el pene de mi amigo. Había algo que impedía que me negara.

    -Vamos, por favor. Si quieres yo te toco a vos, así estemos iguales- dijo el moreno mientras apoyaba su mano izquierda en mi muslo derecho. Todo mi cuerpo tembló al contacto.

    Mi corazón se aceleró, era como si me estuviese quemando por dentro. Lentamente comencé a acercar mi temblorosa mano derecha al pene de mi amigo, mientras él hacía lo mismo con su zurda. Una vez que estuve a menos de un centímetro de agarrárselo, me detuve en seco para ver si él decía algo. Pero no. Solo me miraba a los ojos con su mano izquierda a la misma distancia de mi pene que la mía del el suyo, así que sin más, procedí a hacerlo.

    Al mismo tiempo que yo toqué su miembro, el agarró el mío como había prometido. Mi cuerpo entero se estremeció. El suyo era tan suave pero a la vez estaba muy duro. Tardé un rato en acostumbrarme a la sensación de tenerlo en mi mano. Lentamente comenzamos a masturbarnos el uno al otro. Se sentía raro, pero al mismo tiempo muy placentero.

    Los movimientos fueron aumentando en velocidad, al igual que nuestra respiración. Nuestras miradas estaban puestas en el miembro del otro con tal concentración, que la televisión y el show de las conejitas pasó a ser un elemento más del fondo. De vez en cuando nuestras miradas se cruzaban, pero no decíamos nada. Ambos jadeábamos.

    Yo me vine primero, de la punta de mi pene salió una grandísima cantidad de semen de forma lenta, empapando por completo la mano izquierda de Davis. Yo levanté la mirada al techo con la boca abierta y cerrando los ojos. Nunca había sentido una sensación tan poderosa y placentera.

    Todavía reponiéndome, me concentré en el miembro de Davis, quien una vez que eyaculé puso su mano izquierda en mi muslo nuevamente. Empecé a masturbarlo más y más rápido, sus jadeos aumentaron. Incrementé la velocidad con la que mi mano subía y bajaba por el pene del castaño.

    -Aaahh T.K- gimió despacio, casi susurrando, mientras veía como de su pene salían chorros cortitos de semen a gran velocidad, mojando sus abdominales y su pecho.

    Su mano izquierda apretó mi muslo con mucha fuerza, pero nada me importaba en ese momento, estaba como cegado. Después de eso los dos nos tiramos para atrás en el sillón donde estábamos para tomar aire y descansar.

    -¿Ves?- mencionó Davis agitado, tratando de recuperar el aire- no fue tan difícil- dijo sonriendo exhausto y mirándome a los ojos, yo solo le sonreí ya que no tenía aliento para decir algo.

    -puaagg -exclamó el moreno- tengo mucho de T.K en mi mano- dijo acercado a mi cara su mano izquierda que seguía empapada por mi culpa.

    -¡¡aaahh sal de aquí!!- le grité empujándolo- ve limpiarte eso, y límpiate lo que tienes en el pecho también.

    Él se vistió y se fue al baño riéndose.

    Fin de flashback

    De lo fuerte que me había agarrado del muslo esa noche, me había dejado adolorido por varios días. Pero no me importaba. Cada vez que el dolor se hacía presente, mi mente me llevaba a ese momento. Desde esa noche, cada vez que uno se quedaba a dormir en la casa del otro, repetíamos ese ritual. Se volvió tan natural, que directamente nos tocábamos sin preguntar o pedir permiso, como si siempre hubiera sido así. Aquello se repitió durante varios meses. Pero extrañamente y sin razón que yo pudiera encontrar, nuestros encuentros de ese tipo habían disminuido en el último tiempo. La última vez que nos habíamos tocado en compañía del otro había sido hace 3 meses, y en esa vez ya ni siquiera nos dimos placer mutuamente. No me animé a tocarlo, y él tampoco intentó hacerlo conmigo. No le quise preguntar el porqué, ya que nunca habíamos hablado de eso a no ser que estuviéramos a punto de hacerlo.

    Me daba miedo lo que pudiera pensar de mí si tocaba el tema. Pensé que posiblemente él había tenido claro desde el comienzo que aquello era por un tiempo nada más, algo temporal.

    Sinceramente extrañaba sentir su contacto. Extrañaba también poder darle placer a él. En esos momentos en los que nos entregábamos a la satisfacción, era como si nada mas importase en ese instante. El verle la cara de satisfacción, verle sonreír, ver que esa sonrisa era para mí. Que estuviéramos tan unidos me hacía sentir en las nubes.

    Sin embargo, esos pensamientos y sentimientos los ocultaba en un completo silencio. Aparte de no entenderlos del todo, no me agradaban por el hecho que me hacían parecer uno de esos perdedores de las telenovelas que tanto aborrecía.

    Me concentré en terminar de vestirme para poder irnos y dejé de pensar en esas cosas. Tenía que preparar el bolso para el campamento que era en dos días. Todavía no había preparado nada, y no quería estar guardando todo a último momento. Ese era el estilo de Davis.

    Punto de vista de Davis

    Con T.K caminamos hacia la salida de escuela como todos los días. Kari no nos acompañaba ya que la clase educación física de las chicas comenzaba y terminaba media hora antes que la nuestra.

    Mientras hablábamos, me di cuenta que mi despistado amigo llevaba la etiqueta del cuello de la remera por afuera. Sin decirle nada, la agarré y se la acomodé por adentro. No me dijo “gracias” ni nada ya que venía hablando de algo que le interesaba mucho, pero estaba bien. Él sabía que no era necesaria la formalidad entre nosotros. A veces era como un niño en algunos aspectos, tan inocente en algunas ocasiones. Eso me parecía muy tierno. ¿Tierno? Emmm quise decir divertido, sí, eso. Tanto él y Kari sostenían que yo era el más inmaduro de los tres, pero me daba igual. Ellos también lo eran, solo que no se daban cuenta.

    Ya una vez fuera de la escuela, caminamos a la par de un grupo de chicas sentadas en uno de los canteros con flores que adornaban el frente del edificio. Reconocimos algunas de nuestras compañeras de salón, mescladas con chicas que no conocíamos pero que evidentemente eran de la escuela también. Cuando se dieron cuenta de nuestra presencia, se pusieron a murmurar entre ellas y a mirarnos de reojo no muy disimuladamente. No supe si lo hacían a propósito o no se daban cuenta que si lo notábamos. Me enojaba que hicieran eso.

    -¡T.K!- llamó una de las chicas al rubio mientras pasábamos a su lado- ¿vas a ir al viaje del campamento?- le preguntó mientras se enredaba un mechón del pelo con su mano. Un signo de nerviosismo. No era Friud, o como sea, pero eso cualquiera lo sabía.

    -Ah hola, seguro que si ¿Por qué preguntas?- le contestó T.K, sonrojándose un poco.

    Me sobresalté al darme cuenta que había pensado que el rubio se veía tierno cuando se ponía nervioso. Necesitaba llegar a mi casa y despejarme para dejar de pensar esas cosas raras, urgente.

    -Ah no por nada jaja- dijo la chica sonriendo de forma tonta.

    -Entonces nosotras también iremos- gritó otra de las chicas del grupo, provocando una risa entre ellas.

    Como siempre T.K era acosado por sus admiradoras, no importaba cuántas veces pase, él nunca se acostumbraba.

    -Lo ziento chicaz, él ez zolo mío- les dije con un tono amanerado mientras agarraba a T.K de una nalga, alejándonos.

    El blondo solo reaccionó con una risa. Las chicas quisieron explotar de la calentura.

    -¡Algún día te lo quitaremos Davis!- gritó una de chicas del grupo.

    -¡No te descuides sino perderás!

    - Pero que suerte tiene, ya quisiera yo poder hacer eso- fue una de las últimas cosas que logramos oír mientras dejábamos a ese grupo atrás.

    -jajaja eres un descarado, Davis- dijo mi amigo mientras seguíamos caminando por la vereda.

    -No digas que no te gustó, tontín- le respondí sonriente mientras le tocaba el lóbulo de la oreja haciendo que él me empujase y empezáramos a darnos golpes a modo de juego.

    Me pregunté qué era lo que pasaba por esa cabeza rubia cuando bromeaba de esa forma con él ¿Le gustaba? ¿Le incomoda? ¿Le daba igual?


    Últimamente sentía la necesidad de preguntarme ese tipo de cosas. También había notado que últimamente me comportaba de una forma diferente cuando estaba con él. Como si me importase más lo que pensara de mí. Por eso que no me animaba a preguntar porque ya no nos masturbamos juntos, si parecía que lo dos lo disfrutábamos tanto. Pensé que posiblemente al único que le gustaba hacer eso era a mí, por eso a él no le importaba si no lo repetíamos.

    ¿Y si el blondo pensaba que yo era "raro" si se lo preguntaba? No podía soportar esa idea. Lo único que quería era que nunca dejáramos de ser amigos y que estuviésemos siempre juntos. Aquellos sentimientos los tenía desde hace un tiempo, inclusive desde antes de haberme puesto de novio con Kari.


    Mientras caminábamos, escuchamos que alguien nos llamaba desde atrás.

    -¡Davis, T.K! ¡Esperen!

    Ken era un chico flaco, con ojos azules y pelo negro, un poco más largo de lo permiten en la escuela.

    Él era la única persona que conocía que admitía le gustaban los chicos. Lo admiraba por eso, había que ser muy valiente para hacerse cargo de algo así a nuestra edad. Al principio no nos acostumbrábamos a la idea, creíamos que se
    podría enamorar de nosotros o algo así, pero él nos hizo ver que todas nuestras creencias, prejuicios y miedos que teníamos sobre ese tipo de gente eran cosas que la sociedad y la cultura te imponían y las cuales eran falsas.

    Cuando fue transferido a nuestro salón, hace 2 años, fue bien recibido en nuestro grupo de amigos. Y si bien tenía otro grupo con el cual pasaba más tiempo que con nosotros, nos alegrábamos cuando él se nos unía en los recreos, o en las salidas que organizábamos fuera del horario escolar.

    - ¿Adónde van chicos? Claro, si es que se puede saber ¿o es algo íntimo?- preguntó con cierto aire de perversión.

    Eso sí, a veces parecía disfrutar al ver cómo nos incomodábamos con sus ocurrencias, pero en fin, era parte de su personalidad… al parecer.

    -pff no digas tonterías, solo acompaño a T.K a la parada del colectivo y después me voy a mi casa caminando, total, vivo cerca. Ahh pero no sé porque te lo digo si ya lo sabes - dije golpeándome la frente con la palma de mi mano.
    Ken había ido varias veces a mi casa para pasar el rato o para hacer deberes y trabajos grupales para la escuela.

    -Sí, se nota que últimamente tu cerebro no anda bien - dijo ladeando su cabeza de un lado al otro con los ojos cerrados.

    -¿Y qué haces por aquí Ken?- preguntó T.K- Siempre te vienen a buscar después de la escuela

    -Es que los lunes voy al curso de masajista que estoy haciendo hace como 4 meses, hoy es mi última clase y me dan el certificado, aunque eso no me sirve aun ya que por ser tan joven ningún centro de masajes me querrá contratar, por lo menos obtuve las habilidades como para ir practicando para cuando sea mayor- contestó mientras llegábamos a la parada del colectivo que tomaba T.K para volver a su casa.

    -Allá viene mi colectivo. Nos vemos chicos- dijo el blondo despidiéndose.

    Cuando T.K subió al colectivo, no pude evitar ver como se le marcaba el trasero con el pantalón. No era que lo había hecho a propósito, solo que mis ojos no pudieron evitar notar ese detalle. Al recordar que no estaba solo, giré mi cabeza y me di cuenta que Ken me había visto observando a T.K. Intenté disimular ¡Qué vergüenza! Sentí como mi rostro se calentaba lentamente. Sin embargo, para mi fortuna, el peli azabache no se había dado cuenta de la verdad, o por lo menos eso parecía. Estaba consciente que si llegaba a preguntar o a decir algo al respecto, no hubiera sabido que decir o inventar. Ni yo sabía porque lo había hecho.

    Después que se fue T.K, me quedé conversando con Ken en la parada por aproximadamente 10 minutos de diversos temas, para después despedirnos.

    Punto de vista de Matt

    Siempre me habían agradado los martes. Era el día en que menos hacíamos en la escuela, además salíamos más temprano con respecto a otros días. Aquel martes era particularmente atractivo porque saldríamos con los chicos al cine y a comer. Al próximo día partiríamos para el campamento, el cual no tenía muchas ganas de ir. Teníamos planeado tocar con la banda en un pub ese viernes y participar de un torneo de bandas locales el sábado. No porque nos interesase ganar o el dinero. Disfrutábamos de las experiencias como grupo. A nosotros nos complacía tocar tanto si había 200 personas escuchándonos como si solo había 5.

    Pero en fin, aquel viaje sería una buena oportunidad para poder avanzar con mi relación con Sora.

    Aquel martes había vuelto a meter la pata. La idea de ir al cine había sido de Sora, pero su intención era que fuésemos nosotros dos solos, como una salida en pareja. Pero yo me encargué de estropearlo invitando a Tai y los demás. Ella sabía que no lo había hecho a propósito, pero no ocultó su cara de desilusión cuando se enteró que los chicos venían con nosotros. Yo sabía que si les contaba a mis amigos sobre la situación, lo entenderían y desistirían de ir para que fuésemos nosotros dos solos, pero no lo hice. Nuestros amigos habían esperado tanto para ver esa película, que me dio pena pedirles que no fueran.

    Sabía que tenía que cambiar mi actitud con respecto a esa relación. Me estaba dando cuenta que ella era siempre la que proponía actividades para que pasáramos tiempo juntos ¿Y yo qué? ¿Qué había hecho yo por ella en esos dos meses que estábamos saliendo? ¡Nada! Es más, fue ella la que dio el primer paso para que fuéramos novios.

    Un día yo estaba con ella en el patio de la escuela cuando le avisaron por celular que su abuelo había fallecido. Dolida, se puso a llorar sobre mi hombro. Como buen amigo la abracé para que supiera que tenía mi apoyo. Una vez que se pudo componer y dejó de llorar, levantó su mirada de mi hombro para ponerla en mis ojos. De repente vi que se me acercaba al rostro con la clara intención de besarme. No supe reaccionar de otra forma que correspondiéndole el beso. Sinceramente, si me preguntaban porque lo había hecho, no hubiese tenido una explicación. Quizás me había dejado llevar por el momento emotivo.

    Nunca había visto a Sora con otros ojos que no fueran los de un amigo muy cercano, así que ese beso me tomó por sorpresa. Sin embargo, desde ese día, decidí darle una oportunidad a nuestra relación. Nunca había tenido nada serio, y Sora era alguien a quien quería mucho así que ¿Por qué no podía funcionar?

    Lo que me preocupaba era que después de dos meses de noviazgo, todavía no estaba al 100% seguro de que era lo que sentía por ella. Podía ser que era amor o no, no lo sabía.
    Pero en fin, aquel viaje parecía una buena oportunidad para poner las cosas un poco más claras.




    Bueno hasta ahi nomas, les pido perdon si es demasiado largo, pero se me hizo necesario para poder seguir con los hechos del tercer capitulo mas fluidamente. Los invito a comentar, opinar, sugerir. Toda opinion, ya sea positiva o negativa mientras sea con onda, suma y ayuda a crecer. Bueno me despido y espero que esten bien, hasta la proxima semana.

    Edited by exerodri - 19/11/2016, 23:53
     
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95 replies since 22/9/2014, 02:50   9181 views
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