El Iberium (T.K-Davis / Tai-Matt) FINALIZADO

T.K y sus amigos van a un viaje escolar que jamas olvidaran. Aveces a los sentimientos les cuesta salir por si solos y necesitan un "empujoncito" para darles energia. Este viaje será eso, y

« Older   Newer »
 
  Share  
.
  1. exerodri
        +1   -1
     
    .
    Avatar

    Yaoizando
    Image and video hosting by TinyPic

    Group
    Member
    Posts
    126
    Location
    Argentina

    Status
    Offline
    Holaa! cuarta entrega del fic, que en realidad es como una continuación de la tercera. Gracias a los que comentan y me dan consejos. Sirven mucho para intentar mejorar.

    espero que les guste......


    *Taiyama: Muchas gracias por el comentario!!! Me alegra mucho que así sea





    Capitulo 4: El señor Z


    -Esto debe ser una broma- dijo Matt tratando de encontrar una explicación.

    -¡Maldito Izzy! jamás vino a avisarnos que se iban- Tai estaba enfurecido- cuando lo vea lo mataré.

    -Que se olviden de ustedes puedo entenderlo- dijo Kevin mirando el suelo- ¡pero que se olviden de mi! Eso es inaudito. Soy el preceptor ¿Cómo pudieron dejarme atrás así sin más?

    -Eso demuestra el gran aprecio que te tienen- mencionó Matt con sus manos en los bolsillos.

    -No molestes Ishida – dijo Kevin mirándolo de reojo- todavía soy una autoridad de la escuela así que debes respetarme.

    -¿y ahora que haremos?- dije un poco preocupado, al mismo tiempo que Ken se juntaba con nosotros y se ponía al tanto de la situación.

    -¡llamemos a nuestros compañeros por celular para avisar que nos quedamos aquí!- gritó Mimí sacando su celular.

    -Es inútil- le contestó Matt- hace varios quilómetros que los celulares no agarran señal y este lugar no es la excepción- al parecer el ya lo había intentado, pues tenía su celular en la mano.

    -Pidamos un taxi para llegar al campamento, llamemos desde las cabinas telefónicas de la estación- opinó Davis.

    -¿Acaso tu sabes dónde se encuentra el campamento? ¿O cuanto nos costará un taxi desde aquí?- le contestó Tai con algo de enfado.

    -Bueno, yo solo decía…- dijo el moreno menor mirando al piso.

    Mientras discutíamos que hacer, una camioneta de alta gamma se había parado en el estacionamiento de la estación. El hombre que se bajó era bastante grandote y musculoso, de unos 50 años aproximadamente, con cabello y bigote rubio pálido. Vestía con unos jeans y una campera con flecos, al estilo de los vaqueros del oeste. Se notaba que no le iba nada mal en la vida, puesto que la ropa que traía encima se veía bastante costosa. Pasó por nuestro lado sin darnos mucha importancia, dirigiéndose a la tienda de regalos.

    -¿y alguien sabe el número de teléfono del campamento?-pregunto Kevin tratando de pensar en un plan- ¿Alguien tiene un folleto o algo así?

    Al escuchar la palabra “campamento”, vi como el sujeto rubio se detuvo en seco. Nos miró con un poco de curiosidad, como si de repente fuéramos alguien de su interés. Se acercó a nosotros.

    -disculpen chicos que sea entrometido- nos dijo amablemente llamándonos la atención, interrumpiendo nuestra charla de soluciones sin sentido par nuestro problema, como así las acusaciones de culpas que empezaban a hacerse presente- pero me pareció escuchar que necesitan llegar a un campamento ¿estoy en lo cierto?

    -mm puede ser- contestó Kevin haciéndose cargo de la situación. Era algo lógico, era el único mayor de edad, aunque no lo pareciera- ¿Qué se le ofrece?

    -¿Puede ser que ese campamento se llame “El Iberium”?- preguntó el hombresote, su altura me intimidaba.

    Al escuchar el nombre del campamento, todos respondimos afirmativamente con mucha emoción.

    -jajaja perfecto- rió el sujeto. A todos nos asustó un poco, su risa era demasiado estruendosa- Lo supuse porque “El Iberium” es el único campamento por estas rutas. Me presento jóvenes, yo soy el dueño de ese lugar. Vine a comprar un regalo, ya que en algunos días vendrá mi hija a visitarme.

    Todos nos sorprendimos al escuchar eso. Al fin algo de suerte, pensé.

    -Cuéntenme ¿qué hacen aquí solos, sin un medio de transporte?- nos preguntó el hombre, peinando su cabello rubio (casi blanco) para atrás.

    -los idiotas de nuestra escuela nos dejaron aquí sin darse cuenta- contesto Matt, con el humor que lo caracterizaba.

    -ahora lo recuerdo- dijo Kevin en voz baja, al poder verle mejor el rostro, del tipo- vaya, no ha envejecido casi nada después de 10 años.

    - jajajajajaja vaya problema- rio el tipo. Ah esa risa, me estaba empezando a doler los tímpanos - Con gusto me ofrezco a llevarlos, espérenme a que compre algo en la tienda y nos subimos a la camioneta todos juntos- dijo mientras se dirigía nuevamente a la tienda de regalos.

    -¿podemos confiar en este tipo?- preguntó Mimí casi susurrando una vez el voluminoso hombre había ingresado en la tienda- ¿y si es un pervertido o algo así? Uno nunca sabe.

    -tranquila, Kevin lo reconoció- le contestó Tai sonriendo- además, mira allí.

    El castaño señaló la camioneta del hombre rubio. En la parte trasera del vehículo, había una gran calcomanía que decía “Hotel El Iberium”, con el logo de un árbol blanco.

    Punto de vista de Davis

    Después que el tipo ese saliera de la tienda con un regalo en sus manos, nos indicó que nos acercáramos a su camioneta.

    -¿señor?- le dijo Ken al bigotón- ¿no es mucha molestia que nos lleve a los 7?

    - ¡para nada hijo!- le contestó el hombre a nuestro amigo, mientras le revolvía el cabello.

    En ese momento me di cuenta de algo muy peculiar en ese sujeto. Tenía unos ojos muy particulares, de un color que me parecía una mescla de verde con celeste, muy intensos.

    -Cada uno de ustedes de ahora en más son mis invitados, lo mínimo que puedo hacer es ayudarlos. Ademas me dirigía para allí, porque aparte de trabajar también vivo ahí con 2 de mis 3 hijos.

    - muchas gracias señor ehhh…- Dijo Tai - …disculpe, pero no nos dijo su nombre.

    - soy el señor Zchwarzschkildr- ¡¿QUEEEEE?! ¿Cómo se pronunciaba eso? Me daría tres calambres en la lengua al intentarlo- pero pueden decirme señor Z o simplemente Z, como todos los de por aquí. Bien, vayan subiendo a la camioneta niños.- Dijo mientras presionaba el botón de su llavero para desactivar la alarma del vehículo.

    Primero se subió Mimí en el asiento del copiloto, así que viajaría súper cómoda, la envidié. Quedaban los tres asientos de atrás y la caja de la camioneta. En la caja solo había lugar para que viaje una persona, ya que estaba casi llena de chatarra o cosas que parecían chatarra. Yo me subí al asiento que estaba detrás del conductor, Matt se me puso al lado, en el asiento del medio y Ken en el asiento que quedaba libre, dejando a T.K y Tai sin lugar. Kevin había decidido subirse al espacio libre que había en la caja. La idea de ir sintiendo todo el aire frio de la mañana no me atraía en lo más mínimo.

    -Parece que tendrán que cargar a sus amigos en las piernas- dijo el señor Z mientras subía- lamento tener la caja ocupada, chicos.

    -no hay problema señor- contestó Tai con una sonrisa- suficiente con lo que está haciendo por nosotros, si no fuera por usted seguramente nos hubiésemos quedado en esta estación por siempre. A ver… T.K súbete a las piernas de Davis, Matt ya que estás libre, llevarás todos nuestros regalos en tu regazo y tú Ken tendrás el honor de cargarme.

    -¿y tú crees que llevaré todos las bolsas solo porque lo dig…?- el rubio no pudo terminar su pregunta ya que todos le aventamos nuestras bolsas con regalos en sus piernas. El solo contestó con un resoplo.

    -Tai ¿no sería más lógico que tú me cargues a mí, ya que vos eres más grande?- preguntó Ken mientras Tai se le sentaba sobre sus piernas.

    -No, en lo absoluto- contesto le contestó el castaño- Vamos “Sir” T.K solo faltas tú, súbete así arranquemos de una vez.

    No sé porque el rubio se enojó cuando Tai le dijo eso ¿Sir T.K? ¿Había algo que solo ellos dos sabían? Bueno, allá ellos.

    Mi amigo le hizo caso y se subió sobre mis piernas. Por el tamaño del señor Z, el asiento del conductor estaba corrido hacia atrás lo máximo posible, no había mucho espacio para nosotros. Más que sentado sobre mis piernas, se podía decir que T.K iba sentado sobre mí… eh bueno….era una posición muy incómoda para mí. Podía sentir todo el trasero de T.K sobre mi pelvis, toda su anatomía. Me quedé unos segundos en shock al sentir como se sentaba sobre mí de esa forma

    -¿Se supone que tendremos que estar así todo el viaje?- Esa pregunta se presentó de forma alborotada en mi mente

    -Bueno, todo listo, partimos- dijo el rubio adulto mientras ponía primera marcha y arrancaba de manera un poco brusca, haciéndonos zarandear la cabeza por el impulso- conozco varios atajos a través del bosque, así evitaremos el trafico que puede haber en la ruta.

    -¡Genial!-dijo Mimí emocionada- oiga señor Z, solo por curiosidad ¿Cómo es el campamento? ¿Tienen camas o tendremos que dormir en el suelo?- preguntó la castaña, con un poco de temor por la respuesta que el señor Z podría darle.

    En la escuela no nos habían dado mucha información de cómo era el lugar o que haríamos ahí.

    -¿dormir en el suelo? Jajaja no corazón, te explicaré un poco. – dijo el hombre mientras seguía conduciendo sin sacar los ojos de la autopista- el lugar durante las vacaciones de verano es un hotel donde la gente viene a descansar y a disfrutar la belleza del lugar, así que el termino campamento está mal utilizado para referirse al Iberium .

    -¿Un hotel?- preguntó Mimí, asombrada por esa respuesta.

    -Sí, tiene todo lo necesario para que la gente pueda estar cómodamente sin preocuparse. Para los estudiantes tengo edificaciones adheridas al hotel principal donde pueden comer todos juntos, otros salones son para hacer fiestas y esas cosas que les gustan a los jóvenes. Después hay patios al aire libre y unos pocos metros hay canchas de futbol…

    -… ¿Futbol?- le interrumpió Tai.

    -Así es…-sonrió el hombre al ver el entusiasmo de Tai al preguntar eso-…, futbol, vóley ehhh….mm, bueno y otros deportes que ahora no recuerdo. Todo eso fue idea de mi hijo menor.

    -es muy diferente a como me lo imaginaba- mencionó Ken

    -No tienen de que preocuparse- continuó el grandulón- todas las habitaciones tienen aire acondicionado, con su propio baño. Hay una sala de relax donde podrán recibir masajes por parte de nuestros profesionales…

    Caray, el viaje parecía estar poniéndose bueno. Yo había pensado que estaríamos en un chiquero lleno de barro y que nos harían bañar en un rio hediondo. En vez de un castigo, como yo había pensado que era en un principio, la escuela nos había enviado aquí como un premio. Pero… ¿Por qué?

    A Mimí le brillaban los ojos de la emoción al escuchar todas las cosas que el rubio mayor estaba diciendo.

    -¡Pero qué bueno! Y dígame ¿tienen internet, wi-fi, televisión?- preguntó Mimí encantada, todas las cosas que escucho le habían subido el ánimo al 1000%

    -Esas cosas ya no, cielo- contestó un poco en modo de burla el hombre- la gracia del lugar es que se desconecten un poco de toda la basura del mundo exterior que tanto mal nos está haciendo a los humanos- dijo Z con un semblante serio.

    - ¿Quién es la chica de la foto que cuelga de su retrovisor, señor?- preguntó T.K, un tanto curioso.

    No me había dado cuenta de esa foto. Colgada del espejo retrovisor, atada a este por una cinta roja, se movía de aquí para allá al compás del movimiento de la camioneta. En la foto se veía una mujer joven, morena de piel, delgada, vestida de forma simple pero elegante. Su pelo castaño quedaba muy bien con su tono de piel. Era bonita ¡muy bonita! Las facciones de su cara eran algo así como… perfectas se podría decir. La nariz, el mentón, los pómulos…todo era simétrico y delicado. Una mujer muy hermosa.

    -Ella es Noemi, era mi esposa, falleció hace unos 5 años- dijo el señor Z con un tono triste, mirando la foto a la vez que le sonreía.

    Matt le pegó un buen golpe a su hermano en la cabeza, aunque de manera disimulada, por haber tocado ese tema triste para nuestro nuevo anfitrión.

    -Lo siento mucho señor, no sabía- pidió disculpas el rubio, mientras se sobaba donde Matt le había pegado.

    -No te preocupes campeón, la vida sigue ¿no?- dijo un poco más animado nuestro chofer- bueno chicos, agarraremos el atajo a través del bosque, así que sujétense- cuando terminó de decir eso, dobló bruscamente saliendo de la
    ruta para meterse por un sendero en medio de los arboles.

    Las bolsas que Matt llevaba en su regazo volaron por toda la parte trasera de la cabina.

    El sendero que había agarrado el viejo era más irregular que la ruta pavimentada, así que empezamos a rebotar en nuestros asientos. Aquello hizo que T.K rebotara sobre mi… que rebotara sobre mi….bueno, que rebotara sobre mí.

    Durante el trayecto en el que habíamos estado en la ruta, no había tenido ningún problema en controlar mi cuerpo. Pero con aquellos saltitos que T.K hacía sobre mí, se estaba produciendo algo que no podía evitar.

    Una parte de mi se iba “despertando” y no podía hacer nada para controlarlo.

    "¿Qué pensará T.K cuando lo sienta? Pensará que soy un pervertido. ¿Qué puedo hacer?" pensé mientras la desesperación poco a poco se apoderaba mí.

    Cada vez estaba peor y peor. Para colmo, llevaba puesto unos bóxers que eran bien sueltos, juntos con el short de futbol que estaba usando hacían que mi “amiguito” tuviese mucha libertad. Con cada segundo que pasaba, sentía como mi miembro chocaba con las nalgas de mi rubio amigo. Rápidamente llegué al tope de la erección.

    "¿Será que no lo siente? ¿O no quiere hacerme pasar vergüenza frente a los otros?"

    T.K no me había dicho nada todavía. Lo único que hacía era mirar por la ventanilla o hablar de vez en cuando con los otros chicos de variadas cosas.

    Con cada bache o irregularidad del camino, la sensación era más fuerte. No quería seguir con aquello, pero me sorprendí al darme cuenta que una parte de mí lo estaba disfrutando ¡¿Qué me pasaba?! Cada vez el placer era más y más intenso. Me sentí avergonzado, pero a la vez era tan excitante tenerlo a T.K sobre mí, en esa situación. Mi respiración se tornaba cada vez más irregular. Intenté disimular así nadie se enterara, pero se me estaba haciendo difícil. Afortunadamente nadie se había dado cuenta lo callado que estaba. Había alzado mucha temperatura, mi amigo no había parado de rebotar sobre mí ni un segundo desde que entramos en el bosque. No sabía cuánto más podía aguantar disimulando.

    -ahg Ken, tus piernas son muy huesudas, me lastiman- se quejó Tai, intentando acomodarse mejor sobre las piernas de Ken.

    - No tienes porque quejarte Tai, tú fuiste el que quiso ir arriba de él y no al revés- interrumpió T.K en defensa de nuestro par.

    - Nadie pidió tu opinión- le contestó Tai - se ve que estas disfrutando mucho del paseo ¿no?- mencionó mirando la unión de nuestras caderas.

    Quedé petrificado.

    -¿Que estas insinuando?-contestó mi amigo, completamente rojo- ¡no seas ridículo!- gritó mientras empezaban a tirarse manotazos entre los dos, al frente de la cara de Matt, que había quedado en el medio de la pelea cuidando que la pila de regalos que tenia sobre sí no se desparramara por toda la camioneta.

    El Señor Z, al ver el espectáculo infantil que estaba pasando atrás suyo solo, entró a reír a carcajadas.

    Con los movimientos bruscos que estaba haciendo T.K por pelearse con Tai, hacía que la situación mía allí abajo empeorase.

    No podía seguir disimulando. La excitación era demasiada. Afortunadamente, con los movimientos bruscos de la camioneta, el escándalo que estaban causando el rubio y el moreno, y la risa del señor del bigote, nadie se daba cuenta de las caras que iba, producto del continuo roce. De repente, la camioneta dio un salto bastante brusco. Eso fue demasiado para mí… la envestida de mi pelvis contra el trasero del rubio hizo que de mi boca salga un gemido del placer, totalmente involuntario. "¡Qué vergüenza!" Quedé sin poder reaccionar, con el rostro ardiendo.

    Pero al parecer nadie me había escuchado, todos seguían en la suya. Ni siquiera T.K lo había hecho: seguía concentrado peleándose con Tai.

    Cuando pensé que había salido indemne de la situación, vi que Matt me miraba fijamente a los ojos. Me sentí terriblemente incomodo. Nos quedamos mirando unos segundos, que para mi fueron interminables. Su expresión era de duda, como si no entendiera lo que acababa de pasarme.

    "¿Por qué no me dice nada y termina con esto de una vez?"

    De repente, uno de los golpes de T.K que iba destinado a Tai, golpeó a Matt en la cara, cortando con la pseudo-tensión que se había producido entre nosotros dos.

    -¡Ya basta los dos!- Gritó el ojiazul mayor- ¡parecen nenes de 5 años!- tanto T.K como Tai se quedaron quietos al oír ese rugido de Matt.

    -él empezó- dijo Tai cruzándose de brazos y mirando por la ventanilla.

    -no es cierto- contesto el menor ojiazul, haciendo lo mismo.

    -jajaja estos chicos- dijo el señor Z- ustedes se llevarán bien con mi hijo menor ¿Qué edades tienen?

    -Entre 14 y 16 señor- le contestó Mimí.

    -ah perfecto, él tiene 15, su nombre es Ray- continuó hablando Z mientras hacía maniobras entre los arboles del bosque. Me pregunté si sabía por dónde iba- él a la mañana asiste a la escuela, pero durante la tarde hace de coordinador de las actividades del “campamento”, así que lo asignaré a su grupo. Se nota que son buenos chicos, de seguro se llevarán bien.

    Para mi fortuna, después de un largo rato por los “atajos” en medio del bosque, la camioneta volvió a la carretera pavimentada. El vehículo ya no daba saltos ni vibraba por culpa del terreno irregular del bosque, sino que se deslizaba suavemente por el asfalto. Eso ayudó bastante a calmar mi situación ahí abajo, aunque seguía un poco “alterado” por seguir sintiendo a T.K sobre mí. Él se había inclinado para adelante para poder apoyar su cabeza en la parte trasera del asiento del conductor.

    “Me gustaría estar así un tiempo más” pensé para mi mismo mientras acariciaba su espalda de con la yema con mis dedos, como si estuviese dibujando algo. Empecé desde los hombros, bajando lentamente haciendo zigzag, sintiendo cada centímetro de la espalda de mi amigo, hasta llegar hasta la parte baja, donde se encuentran los lumbares.

    -jajaja Davis ¿Qué haces? Me haces cosquillas jaja- Rió el blondo mientras se erguía y se sacudía como un perro mojado cuando se sacude para secarse- me da cosa.

    -ah perdón, lo que pasa es que…ehh….estoy aburrido- dije mientras lo dejaba de tocar.

    Me avergoncé un poco ya que todos giraron la cabeza para ver a qué se refería T.K con lo que acababa de decir.

    -¿estuviste durmiendo todo el camino Davis?- preguntó Mimí desde el asiento de adelante- no te escuché decir ni una palabra desde nos subimos, eso es raro en ti.

    -no, no iba dormido, es que….- ¿Qué podía inventar?- ¡estaba muy concentrado admirando el paisaje!- sonreí, era la mentira perfecta, ya que justamente, el paisaje de aquella zona era maravilloso.

    Los arboles se encontraban totalmente forrados de verde, no como los arboles que rodeaban la gasolinera donde nos habíamos detenido, que eran pelados y grises. Las montañas con las puntas nevadas parecían estar tan cerca que daban la sensación de rodearnos por completo. Hasta el cielo se había aclarado lentamente sin darme cuenta, dejando pasar algunos rayos de sol entre las nubes. Era como si a medida que nos acercáramos al campamento ese, el paisaje hubiese ido mejorando.

    Después de unos minutos más de transitar por los ya coloridos bosques, podíamos observar algo que sobresalía de entre el paisaje a lo lejos. La camioneta cruzó por un puente muy largo, hecho completamente de madera. Nos sorprendimos por el color del agua del rio que pasaba por debajo del puente, era prácticamente cristalina. Se podía sentir una extraña sensación de tranquilidad, como si nada malo pudiese pasar en un lugar tan bonito.

    Mientras contemplaba la belleza que nos rodeaba, no sé porque…..no sé si fue por dejarme llevar por el momento de paz en el que estábamos o por estar tan maravillado de ver un paisaje que nunca vi en mi vida…rodeé a T.K por detrás con mis brazos, casi sin darme cuenta, uniendo mis manos en su estomago. Cuando me di cuenta lo que hice, ya era muy tarde, lo había hecho y ya, fue como si hubiese sido algo automático. Él no dijo nada, solo continuó mirando por la ventanilla que teníamos a nuestro lado izquierdo. Nadie nos había, ya que todos estaban al igual que nosotros, embobados por el paisaje. Mi corazón empezó a latir descontroladamente cuando sentí el contacto de sus manos con las mías. Nos quedamos así un rato, en silencio, hasta que…

    -Bueno chicos, estamos llegando….- dijo el bigotón.

    Con su potente voz nos sacó del trance que las montañas, el rio y los bosques nos habían inducido. Solté a T.K rápidamente ¿en que estaba pensando? ¿Desde cuándo era tan mimoso? Sobre todo con un chico ¡ni que fuese mi novia!

    - …jóvenes les presento mi hogar, mi trabajo, prácticamente toda mi vida esta puesta en este lugar. Espero que pasen una agradable estadía- continuó “el señor Z” mientras veíamos todos asombrados la estructura a la cual nos acercábamos rápidamente.

    -Así que este es El Iberium- dijo Tai, sin salir de su asombro.






    Hasta ahi nomas, capitulo corto, no muy habitual en mi jaja. Los invito a comentar. si tienen alguna sugerencia o consejo no duden en decirmela. bueno, hasta la semana que viene!

    Edited by exerodri - 20/11/2016, 00:35
     
    Top
    .
95 replies since 22/9/2014, 02:50   9181 views
  Share  
.