CADENA DE MENTIRAS [SASUNARU] capítulo VI "SENJU MENMA" actualizado 08/07/2015

Naruto es un ninja moderno con una misión: enamorar a Sasuke y así poder atrapar al asesino de su padre, el problema es que el enamorado resulta ser él mismo.

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  1. Adry_black
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    ¡HELLOOOO!

    por aquí me tienen después de tanto tiempo, lamento dar la sensación de abandono pero... es solo que me doy mi tiempo jeje.

    Agradezco a todas por sus comentarios y por eso decidí que hoy publicaría sí o sí y me la eché todo el día transcribiendo y mejorando el capítulo (porque ya tenía unos apuntes de lo que quería que pasara) razón por la cual estoy publicando tan noche.

    quiero decir que este capítulo está dedicado a una de mis lectoras y tambien una de mis escritoras favoritas, y no es porque tenga preferencias con ella, lo que pasa es que me enteré por buena fuente (realmente ella lo publicó) que hoy está cumpliendo años y por eso decidí dedicárselo a KIRA_96_M
    Esto no quiere decir que no piense en mis demás lectoras por lo que espero que todas disfruten del capítulo.

    Ahora sí, disfruten de la lectura.


    CAPÍTULO IV “REPARTIENDO LAS CARTAS”




    ¡FELIZ! Así era como mi madre se sentía, todo gracias al incidente con el Uchiha. Mi madre me preparó Miso rameen con brotes de menma y me lo sirvió, eso sin duda no me lo esperaba, mmm creo que nadie se lo espera: sabes que tu abuela le llamará a tu madre para contarle que te metiste en problemas, ya es seguro que ella lo sabe y que aún así venga ella muy campante y con una sonrisa te sirva un plato de tu comida favorita ¿eso es extraño cierto? Pues luego… luego entendí el porqué.

    -¿Hai mochi mochi? – dijo un peli-roja al momento de contestar el teléfono – ¡Oh! Tsunade oka-san ¿Qué desea?.. – Escuchó a su suegra – ¿Nani?... ¡No puede ser! Esto es… ¡Sugoii! – gritó a pulmón abierto – Está bien, nos vemos más tarde – cuelga la llamada y sonríe.

    -¿Qué ocurre tía, por qué tan feliz? – Cuestionó otra peli-roja un tanto más joven que la primera - ¿Pasó algo bueno? – sonrió con su propia pregunta.

    -¡Claro que si ttebane! Naru se metió en problemas en la escuela – dijo sacando unas ollas para preparar el rameen – parece que se peleo con un compañero… y no con cualquier compañero, ¡no señor! – expresó sonriente – así que le prepararé su comida favorita y ya porqué no, también le permitiré comer helado – la sonrisa no se le borraba.

    La otra peli-roja por su parte palideció ante tal información, las reglas de Kushina eran inquebrantables y buscar pleito era una de las faltas más cruelmente castigadas. Pobre de su primo, pensó al considerar las posibilidades de que le echara algún veneno a la comida del rubio.



    La comida estuvo por demás muy buena y mamá me dejó comerme medio galón de helado. Cuando mi abuela llegó, inmediatamente se fueron a la sala a platicar, parece que ambas mujeres tenían mucho que discutir, incluso se les unió mi tío Dei-chan, además de estar presentes Kakashi e Iruka, increíblemente mi abuela me felicitó por pelear con el Uchiha, al parecer esas eran buenas noticias, dijo que tenía que acatar las órdenes que me dieran y obedecer al castigo que nos impusieran al Uchiha y a mi más sin embargo, no me dieron mayor información con respecto al castigo en sí mismo, dijo la abuela que lo sabría “mañana” y luego me corrió de la sala.

    Tendría que esperar que amaneciera y las clases del sábado comenzaran para enterarme en qué consistiría el castigo. A duras penas me levanté por la mañana y me tardé como media hora para sacarme completamente los residuos de pintura: finalmente logré recuperar el brillo amarillento de mi cabello.

    -Naru-chan date prisa – dijo Kushina tras la puerta – se te hace tarde y ya sabes cómo es Iruka-kun con respecto a la puntualidad, no querrás ganarte otro castigo – finalizó la peli-roja con una pequeña risita.

    -Ya voy mamá, ya voy… que fastidió – susurró esto último y luego abrió la puerta para salir de su cuarto. Su apariencia dejó sorprendida a su madre.

    -¿A dónde crees que vas vestido así jovencito? – Preguntó un tanto sorprendida y molesta su madre – es cierto que quiero nietos pero aun creo que estás muy joven para eso – comentó – te vas a cambiarte de inmediato – sentenció.

    -Pero mamá… hoy es sábado y a los de mi salón le corresponde gimnasia este día – alegó – además, se supone que me quedaré a cumplir mi castigo este día, déjame por lo menos andar un poco cómodo ¿sí? – eso fue prácticamente una súplica.

    -NA MI KA ZE NA RU TO – Pronunció de manera tétrica – ve a cambiarte ya mismo, no te presentarás como “el chico más violable del mundo” a esa escuela y es mi última palabra da´ttebane.



    Mi madre no es precisamente la mujer más dulce del mundo, de hecho se ganó unos sobrenombres dignos de un gánster cuando era una estudiante, al estilo “el habanero sangriento” y a pesar de que la amo y suele ser cariñosa y hasta sobre protectora, no puedo evitar sentir un terrible horror cuando me habla de esa manera, es como si un león te asechara.

    No sé que le molesta de mi atuendo, básicamente solo me vestí como lo hacía cuando mi vida era la de un “top model” y no la de un ratón de bibliotecas… aunque la verdad es que sí soy eso último, solo que con estilo. Y es que no veo cuál sea el problema en usar un atuendo un poco más a mi gusto de vez en cuando, además… ni siquiera me quité los lentes ni los frenillos, incluso me dejé los pantalones formales de siempre…

    … está bien, no son los lentes que he usado esta semana pero siguen siendo lentes – converse, delgados, sin marco inferior y con las paletas azules – esos son los verdaderos lentes que debo usar, y sí, aunque el pantalón es formal debo admitir que me queda un poco ajustado y que sea de color azul no es tan formal jeje y claro, como omitir el hecho de que esta vez no cepillé mi cabello y que en vez del tedioso suéter con rombos estoy usando una chamarra negra con los costados naranja y por bajo una camiseta negra con el emblema de la familia Uzumaki.



    -Ya sube al auto, Naruto-kun, es tarde – dijo su prima Karin – no puedes hacer nada, si Kushina Oka-san dijo que te pusieras eso – señalándolo – no puedes contradecirla.

    -No es justo – quejó el rubio haciendo un puchero – detesto esta ropa.

    Si, un cambio extremo, lo único que se le permitió quedarse fue la camiseta y el peinado (aunque técnicamente no se había peinado por cuestiones de tiempo), los lentes, el pantalón y la chamarra fueron sustituidos por los que había usado durante la semana.


    *******¨¨¨¨¨¨¨¨*******¨¨¨¨¨¨*********



    -¿Natación? – Preguntó nervioso el rubio – imposible ¡Me niego rotundamente! – Sentenció al ver la enorme piscina dentro del salón– soy alérgico al cloro de las piscinas y además no sé nadar – se justificó rojo de la vergüenza – ¿y no que hoy teníamos gimnasia?

    No es que no supiera nadar, de hecho era muy bueno en eso, pero prefería no entrar al agua… tiempo atrás había sufrido el acoso de parte de sus compañeros mientras nadaba en las clases, por eso no le agradaba la idea de mostrar su cuerpo semi desnudo a los demás chicos, y la razón de ponerse coloradito por la vergüenza fue más bien por el hecho de ver a los demás chicos desnudos… eso era demasiado pervertido y su mente le había jugado una mala broma… hemos de aceptar el hecho de que aún siendo puro de cuerpo, nuestro rubio es humano y el deseo es normal.

    -Está bien – habló el sensei de Educación Física – Lo que pasó es que el grupo de Kakashi-sensei está ocupando el salón de gimnasia por un evento y como esta es su hora en la piscina, intercambiamos sesiones – Explicó sonriendo – te lo pasaré esta vez pero a la próxima por favor me presentas una constancia médica que me compruebe tus alergias y así evitarnos estos inconvenientes.

    -Se lo agradezco Gai-sensei – dijo el rubio haciendo una reverencia – con su permiso – se retiró.

    Debía ir donde su prima a pedirle que le esperara después del entrenamiento de las porristas, porque sí, Karin había ingresado al grupo de animadoras y por ende, terminaría su práctica justo cuando Naruto saliera de recibir su castigo.

    Su camino era lento y la piscina larga, no pudo evitar caer al momento en que Kiba y Chōji se estrellaron contra él – muy a propósito – y lo arrastraron consigo dentro de la enorme piscina. Todos estaban en shock, el rubio empezó a patalear como loco pero sin avanzar en lo más mínimo. Se estaba ahogando y aunque pidiera ayuda, nadie se acercaba, de pronto alguien entró al agua, se acercó a él rápidamente e hiso algo para calmarlo que dejó aun más atónitos a todos: Le había besado. En shock, el rubio fue sacado del agua y recostado en el suelo. La persona que le salvó se acerco y le abrazó.

    -¿Te encuentras bien? – Su voz denotaba preocupación – vaya, casi te mueres – dijo más calmada abrazándole y luego miro fulminantemente a Gai-sensei – ¿Pero qué le pasa, por qué no hiso nada para salvarle? – gritó por demás molesta.


    Me besó, por primera vez en mi vida, una mujer ajena a mi familia, me había dado un beso y como si fuera poco, no me suelta, me tiene bajo este abrazo tan maternal ¿Quién es? Su piel acanelada, un poco más suave que la mía, sus hermosos ojos negros y su cabello azabache, tiene una voz bastante dulce a pesar de que está discutiendo con Gai-sensei, puedo oírle a él disculparse y ella lo regaña aún más mientras me aprieta pero su olor…


    *Estornudo*


    Los dos pleitistos miraron al rubio inmediatamente después que estornudara

    -¡Ah! Quítate el suéter rápido – dijo la chica sacándole el susodicho a la fuerza – mira nada más, cogerás un refriado si no te quitas esta ropa.

    -Hablando una cosa por otra – interrumpió Gai-sensei viendo a la chica – tú… ¿qué haces aquí, no deberías estar en tus clases?

    -Bien, es que… es que Tsunade-sensei… ¡perdón! La directora Tsunade-sama me envió a darle un recado – contestó tratando de sacarle la camiseta al rubio, lográndolo finalmente.


    *Sonrojo*


    -Y ¿Cuál es el recado? – cuestionó el sensei.

    -Tsunade-sama pidió que excluyera al joven Uzumaki Naruto de las actividades en la piscina pues hay una constancia médica en su expediente donde dice que es alérgico al cloro y…

    -Ok ya me lo había explicado el joven – aclaró el sensei.

    -Ah muy bien – dijo ella tratando de sacarle los pantalones a un muy sonrojado rubio que se resistía.

    -Ano… Naruto-kun… etto… tus lentes – dijo Hinata entregándole los lentes al rubio – etto… ¿Podría dejar de hacer eso? – preguntó a la chica.

    -Oh gomen nasai, yo… no caía en cuenta de lo que estaba haciendo – rió nerviosa – pero… ¿tú eres Naruto-kun? Vaya, parece que llegué a tiempo, será mejor que vayas a los vestidores y te saques el cloro del cuerpo o enfermarás – sugirió claramente preocupada – ah y por cierto mi nombre es Kaima Isaribi.

    -Mucho gusto y gracias – dijo un poco avergonzado el rubio, sonrojado por el beso y por su desnudez. No era tonto, se había percatado de las libidinosas miradas de sus compañeros dirigidas a su desnudo y sensual cuerpo.

    -Bien… apresúrate Naruto o enfermarás – dijo el sensei – Hinata, ve con él y ayúdale, los demás continúen con sus ejercicios – mirando a la chica – y muchas gracias por su ayuda señorita Isaribi.

    -De nada – dijo caminando a la salida del salón – por cierto, fue un placer conocerles Naruto, Hinata, espero que seamos amigos – sonrió y se fue.


    +++++++++++++++++++++++++++++++++++




    -¿Qué se supone que haré? Mi ropa está mojada – gritó el rubio mientras se duchaba – Hinata necesito otra ropa – volvió a gritar.

    -No te preocupes Naruto-kun, yo iré a buscarte otra muda, regreso en seguida – gritó la chica saliendo de los vestidores de hombres.


    45 MINUTOS MÁS TARDE


    -¡wow Naru, te ves muy bien! – dijo Hinata con estrellitas en los ojos – menos mal que compartimos algunas tallas y hasta calzamos el mismo número de zapatos, pero dime ¿Por qué dejaste de vestirte así eh? – preguntó viendo al rubio con su cabello despeinado, una sudadera gris con una camiseta azul que resaltaba sus ojos a pesar de esconderse tras esas gafas, unos pantalones ajustados de color negro desgastado y unas botas CAT color gris.

    -Mi madre dice que aún soy muy joven para tener hijos y piensa que vistiendo así saldré embarazado en un dos por tres – dijo claramente sonrojado – pero ¿De dónde sacaste esta ropa Hina-chan?

    La chica permanecía callada y con un leve sonrojo en sus mejillas… parecía tener una sobrecarga de información y aún la estaba procesando, el rubio la miro por un momento y luego cayó en cuenta de su error.


    “¡Mierda! Hoy si se me recoció el rameen… ¡me fui por el caño! Hinata no para de mirarme de pies a cabeza, su mirada se clava en la mía, es claro que quiere respuestas pero… y ¿qué le digo? Estoy entre la espada y la pared.”

    -Na…ru…to.

    -Escucha por favor, no le digas esto a nadie, me he empeñado demasiado en mi vida para que nadie supiera que soy un doncel así que por favor ¿puedes guardar el secreto? – más que una petición era una súplica… dos veces suplicando el mismo día.

    -De… descuida… yo – no parecía salir del trance – yo… lo prometo, guardaré el secreto si es lo que deseas – el rubio asintió – solo espero que algún día me cuentes que es lo que pasa en tu vida que tienes que guardar tantos secretos de tu verdadero ser – vio como el rubio agachaba la cabeza – pero no te desanimes, no es momento de ponerse sentimental – sonrió cálidamente – no puedes salir así – sentenció viéndolo analíticamente – tendrás que usar otra ropa o capaz te viola el primero que te encuentre – agregó riendo al ver al rubio sonrojarse.

    -Eres una gran persona – halagó el rubio – pero… ¿de dónde saco la ropa? Si ni siquiera sé como conseguiste esta.

    -El pantalón es de mi hermana jeje – rió un poco – está claro que tengo más caderas que tú – esta vez fue el rubio el que rió al ver a la chica sonrojada – la sudadera me la regalo Neji Nii-san y la camiseta junto con las botas son mías.

    -Me habría encantado usar esta ropa hoy – confesó abrazándose a la sudadera – lástima que eso es imposible, debemos encontrar otra ropa pero ¿Dónde?

    -Fácil, iré a la oficina de objetos olvidados, ahí se encuentran muchas cosas útiles jeje – rió por demás nerviosa – conseguiré un suéter similar al que usas y también un poco de fijador para tu cabello… los pantalones tendrán que ser esos pues difícilmente alguien olvida sus pantalones jeje.


    1 ½ HORA MÁS TARDE


    -¡vaya! Creí que te habías olvidado de mi – quejó en un puchero el rubio y se puso de pie para recibir a su amiga – ¿Has conseguido todo lo que necesitamos.

    -Pues lo intente – respondió sacando un suéter de lana con rombos azules y rojos al frente, y un fijador de cabello con olor a mandarina – fue lo único más o menos decente jeje y tendrás que usar mi fijador.

    -Está bien gracias – sonrió cálidamente poniéndose el suéter. La peli-largo miró su reloj sorprendiéndose por la hora que era y tras suspirar cansinamente el rubio la miró - ¿ocurre algo?

    -Nada – respondió con desgano - ¿quieres ir a desayuno-almorzar?

    -Pero tenemos clases – respondió.

    -No realmente, son las diez y cincuenta, estamos retrasados para la última clase por casi media hora así que mejor vayamos a comer algo – sugirió y el rubio asintió.

    El desayuno-almuerzo pasó lentamente entre trivialidades, compartiendo cosas como sus gustos por la música, sus series y películas favoritas, entre otras cosas. Cuando la campana de la escuela sonó, Naruto se puso de pie y caminando junto a Hinata fueron al salón a recoger sus pertenencias. Caminaron hasta la salida y allí los interceptó Karin.

    -¿A dónde crees que vas? – cuestionó – no pensarás saltarte el castigo ¿o sí? – el rubio palideció ante la pregunta, hizo una reverencia y salió corriendo – ese tonto – dijo la peli-roja y ambas chicas comenzaron a reír. Se despidieron y mientras Karin se iba a su entrenamiento como porrista, Hinata se fue a su casa.

    En la entrada de la oficina de la directora yacía un azabache impaciente ante el retraso de su compañero de castigo, estaba fastidiado, sus dedos picoteaban uno a uno su brazo ante la espera. De un momento a otro un rubio llegó al lugar donde esperaba el azabache, le miró por un momento e hizo una reverencia.

    -Lamento la tardanza – se disculpó – y dime Sasuke ¿Ya podemos entrar?

    -¿Quién eres y quién te ha permitido llamarme por mi nombre? – cuestionó molesto por el atrevimiento del rubio.

    -Etto… ¿Uchiha Sasuke y Uzumaki Naruto? – preguntó una joven de azabaches y cortos cabellos.

    -Presente – respondieron ambos jóvenes. El azabache se sorprendió de que ese rubio se presentara como el Uzumaki… especialmente porque estaba seguro que el chico del día anterior era peli-negro.

    -La directora Tsunade-sama los atenderá en este momento – explicó y ambos jóvenes entraron a la oficina.

    -¿Y ahora qué te pasó? – preguntó la rubia al ver a su nieto con esas fachas.

    -Es que… me arrojaron a la piscina – respondió nervioso.

    -¿Estás bien? – preguntó asustada y poniéndose de pie - ¿Quién fue? – su tono mostraba molestia.

    -No tiene importancia – trato de apaciguar a su abuela – Isaribi-san me sacó de la piscina y Hinata-Hime me ayudó a conseguir otra ropa – habló formalmente para guardar las apariencias y tratando que su abuela le restara importancia al asunto.

    -Na-ru-to – dijo arrastrando cada sílaba – o me dices quien fue o te castigaré doblemente y al Uchiha también – sentenció muy molesta.

    -¿Y a mí por qué eh? Yo no tengo vela en ese entierro – se quejó de la forma más informal existente y eso molestó a la rubia.

    -Pues fíjate que sí mocoso – expresó con burla pero claramente enojada – a partir de ahora, todos sus castigos serán compartidos. Así que si Naruto se mete en problemas, tú serás el que pague por ellos y de igual forma, cada lío que me armes, será Naruto quien pagará junto a ti.

    Eso sin duda tomó por sorpresa a ambos jóvenes y el azabache palideció en sobremanera, definitivamente no pagaría platos que él no ha roto. Miró molesto al rubio que tenía a su lado y le apuntó con su dedo índice.

    -¡Dobe! Más te vale que le digas quién lo hizo o te arrepentirás – amenazó el azabache - ¡Dile de una vez!

    -Bueno… es que… - agachó la cabeza aún dudando de si revelar o no el nombre de la persona que lo hizo, pudo sentir la penetrante mirada de ambos sobre él – fue Kiba… ¡pero fue un accidente!

    -¿Accidente? ¡Accidente! – gritó ofendida – Naruto ¿Acaso estás protegiéndolo?

    -¡No! Por supuesto que no… pero…

    -Por favor Naruto ¿Por quién me tomas eh? – preguntó cada vez más y más molesta – con Inuzuka Kiba nada, pero NADA es un accidente, así que deja de protegerlo.

    -Si señora – dijo con resignación.

    -Disculpen – interrumpió con notable disgusto el azabache – tengo que regresar a mi casa así que si no es mucha molestia podría asignarnos el castigo de una vez por favor.

    -¡Ah claro! – dijo la rubia cayendo en cuenta – bien, comenzaré contigo – señaló al azabache – debido a la gran cantidad de problemas que me estás dando Uchiha, decidí que van a pasar toda la semana ordenando y limpiando la biblioteca y el salón de deportes, eso incluye el área de la piscina – aclaró y luego señaló al rubio – y tu castigo Naruto será darle asesorías en biología al Uchiha debido a que es un idiota en esa materia – los rubios se rieron y el azabache bufó molesto y luego la mayor agregó – Además, dado que no te llevas bien con los de tu salón, te cambiarás al salón del Uchiha.

    -¿Qué? Yo no lo haré – sentenció cruzándose de brazos y asiendo un puchero – que lo cambien a él. Además no le veo el porqué si de todos modos las asesorías son después de clases.

    -No me desautorices mocoso – regaño la rubia – decidí cambiarte a ti porque entre Iruka-sensei y Kakashi-sensei a quien le tienen miedo ambos es al último – explicó – y la razón es simple… el castigo no solo radica en lo mencionado anteriormente, ustedes dos tendrán que hacer equipo durante todo el ciclo – los chicos se miraron sorprendidos y luego la vieron a ella como pidiendo una explicación – exámenes, trabajos dentro y fuera del aula, exposiciones, ferias, equipo de deportes, todo y me refiero a todo, lo harán juntos ¡Y no me rezonguen o lo extenderé a un año completo! – sentenció.

    Ambos chicos palidecieron. Sasuke no se esperaba que el castigo fuera tan severo solo por querer estrangular a ese chico multifacético y alguno que otro por ahí; Naruto no se esperaba eso pues aunque estaba consciente que el castigo sería bastante severo… pues conocía de sobremanera a su abuela, no se imaginó que también le cambiaría de salón y para terminar de rematar, que le haría pasar junto a ese “teme” todo el ciclo escolar y todo por culpa de Kiba, definitivamente le haría pagar cada una de sus jugadas al castaño.

    Los minutos pasaban y ambos menores no salían de su propio mundo y eso fastidió a la directora, así que dejando caer un libro sobre la cabeza de cada uno los regresó a la realidad.

    -Ya puedes irte Uchiha, Uzumaki quédate – dijo sacando un sobre – Sasuke entrega esto a tus padres – le extendió el papel – es un justificante para que puedas estar aquí hasta más tarde sin que te cause problemas con ellos – el azabache lo recibió, hizo una reverencia y se fue – bueno Naru, cuenta ¿Cómo fue que pasó?

    -Etto… verás Obaa-chan… - dijo nervioso – es que choqué con Kiba y Chōji mientras iba camino a la salida, entonces los tres caímos al agua… pero como yo ya había dicho que era alérgico al cloro y que además no sabía nadar, no tuve de otra más que fingir que me estaba ahogando pero… el desgraciado de Gai-sensei ni se mosqueó y si no fuera por esa chica: Isaribi, quién sabe lo que habría pasado – expresó molesto y luego se sonrojó – y ella… ella me besó – confesó con una tímida sonrisa.

    -¡Oh! – se sorprendió y sonrió pícaramente – es que… ¿Te has enamorado con un beso? – burló la rubia y el menor la vio muy serio.

    -Obaa-chan – se cruzó de brazos e hizo aún más notable su seriedad – no me creas tan lento y dime ¿Qué planeas hacer con esto? No me digas que realmente es lo que creo que es – la mayor sonrió ante la capacidad analítica de su nieto y eso solo le provocó un escalofrío al menor - ¡me niego! De ninguna manera participaré de eso, no voy a jugar con alguien inocente… se supone que regresamos para que yo me acostumbrara al lugar y cuando cumpliera los dieciocho me hiciera cargo del negocio de papá… no volví para esto.

    -Naruto – la rubia también se puso seria - ¿No entiendes? ¡Se trata de hacer justicia por tu padre!

    -¡¿Y eso justifica jugar con los sentimientos de una persona inocente?! Yo no lo creo – expresó muy molesto – está claro que quiero que el maldito gusano que mató a mi padre se pudra en la cárcel pero… no estoy dispuesto a dañar a otros ¡no es justo! – eso último fue un grito.

    -¡Naruto cálmate! – pidió la rubia – Sé que esto te molesta pero entiende por favor, no te estoy pidiendo que rompas el corazón de Sasuke… tu madre y yo pensamos que si te hacías amigo de…

    -¡Mi madre también está en esto! No puedo creerlo – habló fríamente y con clara decepción se puso de pie – Castígueme como crea conveniente directora pero yo no juego esta partida – su tono cada vez más frío sorprendió a la mayor pues jamás creyó oía hablar así a su nieto y menos si ese desprecio que emanaba iba dirigido a ella – con su permiso – hizo una reverencia dispuesto a salir de allí.

    -Naruto espera – la mujer se levantó – sé que es difícil para ti aceptar semejante petición pero entiende por favor… sabes perfectamente cómo está la situación con tu madre – el menor la miro con dolor – solo tienes que averiguar dónde está ese maldito y así tu madre podrá vivir en paz, esa vida tranquila que perdieron con el asesinato de tu padre… yo, al igual que tu madre, al igual que tú, quiero que ese desgraciado pague por su crimen, por quitarme a mi hijo… y lo queramos o no, el que te acerques a Sasuke puede devolvernos esa paz que teníamos.
    -Está bien – se resignó – pero esto no deja de parecerme una mala idea.

    -Lo sé – respondió – pero mientras más rápido esté preso ese tipo, más rápido dejarás de esconderte y de mentir, podrás vestir y actuar como te plazca, como realmente eres, podrás presentarte como Namikaze Naruto sin ningún temor y con orgullo.

    -Haré esto únicamente por darle una vida más tranquila a mi madre – aclaró el menor – solo espero que no crean que de la noche a la mañana me ganaré la confianza del Uchiha, ya viste que es todo un teme – quejó haciendo un puchero – y nada nos asegura que él sepa siquiera dónde está ese maldito.

    -Precisamente por eso el castigo durará todo el ciclo, así pasarás el suficiente tiempo con él como para averiguar cosas sin que sospeche algo – explicó – si al final del ciclo no logras nada, dependerá de ti si continúas a su lado o no, si realmente se vuelven amigos, ahora bien, regresando a lo de antes – su entrecejo se frunció y alzó su tono de voz – dime ¿Esta es la primera vez que el cara de perro te juega pesado? – el rubio desvió la mirada apenado y la rubia cayó de sentón - ¿Y por qué no has hecho nada al respecto?

    -Sabe perfectamente que a mi madre no le gusta que me meta en peleas – dijo sentándose el también - además, le tengo más miedo a ella que a lo que Kiba pueda hacerme – confesó sintiendo un escalofrío.

    -Pero es que no se trata de pelear, pudiste haber puesto queja – regañó a su nieto y luego comprendió algo – no me digas… ese infeliz es el responsable de esos moretones y de que tu cabello fuera negro – se sorprendió a sí misma ante su descubrimiento – ¿Por qué carajos no me lo dijiste antes? – gritó.

    -No te dije nada porque sé perfectamente que Kiba no es santo de tu devoción, de hecho nunca lo fue, y conociéndote es seguro que lo expulsas.

    -¡Obviamente sí! – gritó de nuevo.

    -¡Exacto! Por eso no te lo dije – remarcó – y aún no he tenido la oportunidad de hablar con él.

    -¿Hablar? ¡Y de qué carajos vas a hablar! – gritó otra vez - ¿Qué? Le dirás: “hola soy yo, cuanto tiempo, quería decirte que fingí mi muerte y que todo lo que vivimos fue una cruel mentira, pero aún quiero ser tu amigo” ¡Despierta por favor! – le recriminó molesta – ese chico no es el mismo que conociste en aquel entonces, tú mismo lo has experimentado, él es completamente diferente ahora así que no trates de hablar con él… ya me haré cargo de castigarle como se debe, y no te preocupes que le haré algo peor que expulsarlo – aclaró.

    -Entiendo pero… no importa cómo es él ahora, sigue siendo Kiba y por eso sé que aún puede ser mi amigo y quisiera saber por qué cambió tanto – confesó un poco triste pero seguro.

    -Haz lo que quieras – chasqueó su lengua ante la insistencia de su nieto – pero cuidadito con revelarle quien eres ¿entendido? – advirtió y el menor asintió – ya puedes irte, seguiremos hablando del asunto en casa con toda la familia – el rubio se puso de pie e iba a salir - ¡ah! Por cierto, tu abuelo regresará mañana – una sonrisa se formó en el menor.

    -¡Gracias Obaa-chan, eres la mejor da´ttebayō! – expresó feliz para salir casi corriendo.

    -¡¡No me llames así mocoso!! – gritó arrojando un libro que se estrelló en la puerta que recién había sido cerrada y que se volvió a abrir después para mostrar al rubio sacándole la lengua, dejándola a ella con una vena hinchada en la sien.



    Vaya lío en el que acepté formar parte, mamá y la abuela explicaron mi “misión” a ejecutar durante el ciclo, ordenes simples: ganarme la confianza de Sasuke aunque tenga que enamorarlo con el fin de obtener información al respecto del paradero del asesino de mi padre… ¡Mierda! Ni siquiera sé si ese teme es aunque sea bisexual ¿Cómo pretenden que lo seduzca? ¡Mi familia está loca!


    “Cuando las cartas han sido repartidas no queda de otra más que empezar el juego… y jugar para ganar al final”


    ¿Podrá Naruto ganar la partida?


    Próximo capítulo “que inicié el juego”.


    Sí quedó un poco más largo que los anteriores pero era justamente así como lo quería... en el siguiente capítulo verán los peculiares intentos de Naruto por llamar la atención de Sasuke, además averiguaremos si a Sasu le gustan o no los Hombres (o sea, los donceles a fin de cuentas también son hombres) y Naruto se meterá en una pelea donde Sasu será el caballero al rescate... aunque no presisamente de él jeje, nee ya no les digo más o el siguiente capi no tendrá chiste.

    espero que comenten... y si no... de igual forma seguiré actualizando... Algún día jeje.

    nos leemos luego

    Matta ne

    :)
     
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37 replies since 6/10/2014, 07:28   1204 views
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