Época de los Merodeadores

¿Qué pasaría si Tom fuera profesor en Hogwarts y James se hubiera enamorado de él y sus amigos de sus enemigos jurados? Adverténcias: he cambiado a Peter por Charlie Weasley y lleva lemon, mpreg...

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  1. kiriekuru-chan~
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    Me encanta leer yaoiii
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    En esta historia conoceremos a nuestros
    queridos personajes, empezaremos por los alumnos de Griffindor.
    James Potter, Sirius Black, Remus Lupin y Charlie Weasley.
    Los alumnos de Slytherin.
    Lucius Malfoy, Severus Snape y Régulus Black.
    Y el profesor Tom Riddle que enseña defensas contra las artes oscuras, DCAO.
    Los alumnos que acabo de nombrar de Griffindor, son Merodeadores
    Bueno ahora pasaremos a las descripciones de cada personaje.

    James Potter: uno de los merodeadores, el que hace las bromas, alto, es muy bueno en quidditch, buscador,es nervioso, su pelo de color negro suelto y revoltoso, unos ojos azabaches y usa gafas, su piel es clara pero no demasiado, también es animago su apodo es Cornamenta porque se transforma en un ciervo, el apodo solo es conocido por los tres miembros de los merodeadores.

    Sirius Black: toda su familia siempre ha sido Slytherin menos el, su pelo de color negro por encima de los hombros, ojos azules,piel clara, alto y juega a quidditch,es intranquilo, golpeador, es el que planea en las bromas y participa en ellas, es animago y apodado Canuto porque se transforma en un perro negro.

    Remus Lupin:pelo corto marrón, ojos casi dorados,piel algo morena, alto, no juega al quidditch, le gusta leer, es tranquilo y participa en algunas bromas pero siempre intenta que algunas bromas no sean realizadas, es un licántropo y apodado Lunático debido al lobo que lleva dentro, James, Charlie y Sirius conoce, su licantropía.

    Charlie Weasley: pelirrojo, alto, ojos marrones, piel clara, juega al quidditch, golpeador, participa en todas las bromas, también le gusta leer y es tranquilo pero no como Remus, es un animago, apodado dientesable ya que se transforma en tigre de colmillos largos de la prehistoria y gracias a él evitan ser pillados.

    Lucius Malfoy:pelo rubio, largo hasta por mitad de las espalda, ojos grises, alto, tranquilo, no juega al quidditch, le gusta leer, no es animago y no forma parte de los merodeadores.

    Severus Snape:pelo negro por encima de los hombros, ojos negros, piel clara, juega al quidditch de buscador, no es animago, le gusta hacer pociones, es tranquilo y es el objetivo de las bromas de los merodeadores.

    Régulus Black:pelo negro un poco mas corto que su hermano, piel clara, es menor que Sirius por 2 horas ya que son gemelos, juega al quidditch de golpeador, es tranquilo, ojos negros y le gusta leer.

    Tom Riddle: pelo marrón, corto, ojos rojos, habla con las serpientes, es alto, poco hablador, piel clara, profesor de DCAO, le gusta corregir exámenes y leer.

    Bien ahora os mostraré las parejas, recordad que va primero el seme y después el uke, y todos tienen 17 años menos el profesor .
    Tom/ James, Sirius/Severus, Lucius/ Remus, Charlie/Régulus.
    Bien, pues que empiece la historia.








    Capítulo I



    Hacía un día de perros, el cielo por así decirlo estaba negro y hacía un frío de que pela.
    En la habitación de los chicos de Griffindor, los chicos estaban de un humor de perros, bueno más bien el único que estaba de un humor de perros era James.
    -Achís, aggg.-bufaba James cada vez que estornudaba.
    -¿Qué pasa hermano?-preguntó Sirius con una sonrisa.
    -¿Qué, qué me pasa? Achís, Pasa que odio el invierno y ese estúpido profesor de mierda, achís, no se da cuenta de nada.-decía James mientras se ponía una bufanda.
    -Jajaja.-se reía Sirius.
    -No te rías, mira que me le he insinuado varias veces y este ni se da cuenta, achís.-dijo James con ojeras ya que por culpa de su resfriado no había dormido, por así decirlo, nada.
    -No deberías ir hoy a clases.-dijo Sirius acercándose a él y poniendo le la mano en la cabeza para ver si tenía fiebre.-Tienes fiebre.
    -Me da igual, nos toca DCAO a primera hora, achís.-dijo James terminando de ponerse la túnica.
    -Ah, bueno, tú dirás.-dijo Sirius, en ese momento algo en la cabeza de James hizo click.
    -Sirius~.-canturreó James que hizo que Sirius se estremeciera.
    -No.
    -¿Por qué no?-dijo acercando se a él peligrosamente y sonriendo socarronamente.-Además como si tú no quisieras que alguien se fijara en ti, ¿verdad?-preguntó James.
    -Ah, yo no se como no acabaste en Slytherin.-dijo Sirius cogiéndole de la cintura.-Vale te ayudaré, amor.-dijo con un tono de diversión.
    -Jajaja, gracias guapo.-dijo James.
    Los dos salieron de allí con un James que no paraba de toser o estornudar, mientras era abrazado de la cintura por Sirius.
    -¿Y esto?-preguntó asombrado Remus.
    -Nada, solo que Sirius me va a ayudar con cierta persona.-dijo James a la vez que volvía a estornudar.
    -Pues hoy no es buena idea y más como estás.-dijo Charlie.
    -Nah, no pasará nada.-dijo James.
    -¿Vamos?-preguntó Sirius.
    -Vaya, ¿ansioso Sirius?-preguntó James socarronamente.
    -Mucho amor, solo quiero que se den cuenta de que propiedad eres.-dijo Sirius siguiéndole el juego, haciendo que todos rieran.
    Al llegar a la puerta del comedor, James hizo que todos se pararan.
    -Empieza el juego.-dijo James, a lo que todos rieron.
    Después de eso, los chicos entraron dejando a TODOS las personas que había en el comedor de piedra y a dos personas con ganas de matarles.
    Con los profesores...
    Dumbledore estaba en el centro de la mesa y a su lado estaba Tom.
    -Vaya...muchacho creo que se le han adelantado.
    -...-Tom no respondió ya que estaba anonadado y enfadado a la vez. ¿Y cómo no estarlo cuando estás viendo al chico que te gusta siendo abrazado de las caderas por otro chico y siendo besado dulcemente en la cabeza?
    Con un grupo de personas, más específico en Slytherin.
    -Severus...-dijo un chico parecido a Sirius.
    -Da igual Régulus.-dijo Severus.
    -Pero mira que es un h... d... p...-dijo Cissy mientras todos la miraban sorprendidos al haberla oído decir tales palabras.
    -No pasa nada.-dijo Severus mirando a su plato, tristemente haciendo que todos sintieran ganas de matar a cierta persona.
    Con los griffindor.
    -¿Los habéis visto?-dijo Remus, mientras James y Sirius asentían alegres.
    -Chicos...-dijo James.
    -¿Qué pasa?-dijo Sirius.
    -Creo que no me encuentro bien.-dijo James mientras cerraba los ojos mareado, cosa que hizo que todos se preocuparan.
    -¿Ves James? Te dije que hoy no bajaras.-dijo Sirius mientras le acariciaba la espalda y ponía otra mano en su frente.-Encima parece que te ha subido la fiebre.-mencionó.
    -James, vamos a la enfermería.-dijo Remus mientras veía que James negaba.-¿Por qué no?-preguntó.
    -Porque creo que no voy a llegar.-dijo James mientras se desmayaba, haciendo que todos en el comedor se pusieran a gritar.
    Los profesores se levantaron, Dumbledore y Tom fueron los primeros en llegar hasta los chicos.
    James estaba respirando agitadamente en el suelo con la cabeza apoyada en las piernas de Sirius.
    -¿Qué ha pasado?-preguntó Tom con ganas de matar a Sirius por dejar que James saliera en este estado.
    -Digamos que este príncipe durmiente es un cabezón de primera línea.-decía enfadado Sirius, mientras se levantaba del suelo y con James en brazos.-Voy a...-no terminó la frase cuando James se le fue arrebatado de los brazos por el profesor de DCAO.
    -Llamad a Madam Pomfrey, mientras nosotros llegamos.-dijo Tom, viendo como los chicos salían corriendo a avisar a la enfermera.
    Mientras Tom empezaba a andar apresuradamente con James en brazos y seguido de un Dumbledore sonriendo (n/a: a veces este hombre da miedo)
    -¿Qué...?-no pudo terminar de preguntar James ya que alguien lo detuvo.
    -No hable Potter, y permita me decirle que es usted un completo ignorante al salir de su habitación en estas condiciones.-decía furibundo Tom, pero algo hizo que parara en seco, haciendo que la sonrisa de Dumbledore se ensanchara más.
    James le había cogido del cuello con los brazos y le había besado.
    -¿Qué...?-dijo Tom.-Definitivamente no se encuentra nada bien.
    -¿Y tú qué sabes? Llevo tres meses intentando acercarme a ti y tú como si nada.-dijo James mientras ponía su cara entre el cuello y el hombro de Tom y empezaba a sollozar.
    -Pero Sirius...
    -Sirius solo fue un engaño para darte celos y no solo a ti.-dijo James que cada vez respiraba más pesadamente.
    -Venga, Tom, deje se ya de hacer como si no le importara.-dijo Dumbledore mientras Tom lo miraba mal y suspiraba.
    Tom bajó a James de sus brazos y lo miraba, este estaba con lágrimas saliendo de sus preciosos ojos que fueron quitadas por las manos de Tom sorprendiendo a James.
    -De verdad, no sé cómo y cuándo empecé a enamorarme de ti.-dijo Tom mientras besaba a James quien estaba en las nubes. Tom agarró de la cintura a James y este pasó sus manos por el cuello de Tom.
    Dumbledore simplemente estaba con una sonrisa y con una camara de fotos muggles haciendo una foto, haciendo que la pareja se separara sonrojados.
    -Tom,AHHH.-chilló James cuando Tom lo tomó en brazos sorprendiendo le.
    -Vamos a la enfermería.-dijo Tom siguiendo su camino, hasta la enfermería donde depositó a James en una de las camas sonrojado, haciendo reír a los presentes.
    Después de todo eso, James le dijo a Tom que iba a seguir fingiendo que Sirius era su pareja, cosa que Tom asintió de mala gana haciendo que todos los de la sala volvieran a reír.
    Después de dos días de eso... en la clase de DCAO...
    -JAMES POTTER, CASTIGADO.-dijo un enfadado Tom.
    Todos salieron menos James que tenía que saber a que hora era su castigo.
    Al salir de clase James se unió con sus amigos con una gran sonrisa en la cara.
    -De verdad, lo que hace el amor.-dijo Sirius riendo.
    Y se fueron a las demás clases.
    Al finalizar el día por la noche...en el castigo de James...
    Al cerrar la puerta y darse la vuelta sus labios fueron apresados por los de Tom.
    -No sabes cuanto he deseado hacer eso.-dijo Tom.
    -Yo también.-dijo James volviendo a besarle.
    -Una pregunta, eso de que te has acostado con todas las...-no acabó la frase al oír la risa de James.-¿De qué te ríes?-dijo molesto.
    -Pues que son las chicas las que se lo inventan, pero a mi no me importa.-dijo James con una sonrisa y volviendo a besar a Tom.-¿Celoso?
    -Un poco, pero... ¿te han besado?-preguntó receloso Tom.
    -Jajaja, si.
    --¿Con quién fue el primero?
    -Con un chico
    -¿Quién?
    -¿Quieres saberlo?
    -¿¡Con quien!?
    -Jajaja, vale...contigo, antes de entrar a la enfermería.-dijo James a lo que Tom sonrió orgulloso de ser el primero en besar a James.
    -Creo que me quedaré castigado más veces.
    -Lo estoy deseando.-dijo Tom sentándolo encima de él y besándole a la vez que repartía besos por el cuello, haciendo que James gimiera y se frotara contra él.
    -Aún no Leoncito -dijo Tom parándole.
    -¿Por qué?-dijo inocentemente James.
    -Porque no estas preparado aunque creas que si.-dijo Tom.
    James hizo un puchero pero pensó y mejor sería hacerlo más tarde.
    -Vale.
    -Pero eso no quita que no nos podamos divertir.-dijo Tom con una mirada maliciosa.
    A James le dio un pequeño escalofrío mientras Tom lo cogía y lo llevaba a su habitación y cerraba la puerta con magia y hacía un hechizo para que no se oyera nada y se fueron a su habitación.
    Luego tumbó a James sobre su cama y se situó encima, y empezó a lamer, besar y morder el cuello de su pequeño león.
    Al rato le quitó la capa junto con el suéter y la camisa y empezó a repartir besos por todo el pecho y lamer esos pezones hasta dejarlos erectos.
    James no paraba de gemir..
    -Tom, ah, ah...
    Tom acabó por dejar a James, sin ni un trozo de ropa.
    -Eres hermoso.-dijo para acto seguido besar sus labios y bajar a la entrepierna del chico que necesitaba atención.
    “Espera...¿No irá a hacerlo?” preguntó James pero su mente se paró cuando...
    -AAAHH...-gritó cuando Tom se metió su miembro en su boca. Al cabo de un rato Tom fue apurando la forma en la que le masturbaba.-Tom, ah, me...ah, me, AAAAHH.-no pudo terminar ya que en ese momento se vino en la boca de su profesor.
    -Eres delicioso.-dijo Tom tumbándose en la cama y James se puso a su lado abrazándole y tapándoles a ambos.
    -Te amo.-dijo James cayendo en los brazos de Morfeo.
    -Yo también te amo James.-dijo Tom antes de ir a arreglar una cosa.


    Capítulo II



    Al día siguiente James se despertó gracias a Tom un poco temprano.
    -¿Eh?-preguntó James restregando se el ojo derecho como un niño pequeño haciéndose muy tierno para Tom.
    -Tienes que ir a tu sala, si te ven más tarde saliendo de mi habitación nos meteremos en un buen lío.
    -Jajaja, adiós, nos vemos luego “profesor”-dijo James con ironía saliendo de la habitación, pero antes de nada, añadió- Voy a seguir fingiendo que me gusta Sirius hasta que cierta persona se le acerque, ya sabes.-dijo James guiñándole el ojo, pero antes de que pudiera salir Tom le abraza por la espalda le da un beso en el cuello y después le gira y le besa en los labios.
    -Pues me tendré que contener para no hacerte mío en medio de todo el comedor.-dijo Tom con una mirada maliciosa.
    -¡Tom!-gritó un James muy sonrojado y acto seguido le dio un pico de despedía.
    Al cabo de unos minutos se encontraba en su habitación con tres pares de ojos mirándole con diversión.
    -Gracias, Sirius, sin ti no hubiera podido estar con él, me toca devolverte el favor con, Snivellius.-dijo James a Sirius quien sonrió y dijo:
    -Gracias guapo.
    -De nada precioso.-volvió a decir James.
    Todos se pusieron a reír, entonces todos se fueron a preparar para ir a desayunar.
    En el comedor un pelinegro miraba muy atentamente a Sirius.
    -Que comience el espectáculo.
    -Si, jajaja.
    James hizo como si se fuera a caer mientras que un Sirius le cogía de la cintura.
    Todo, ¿Me oís?, todo el comedor se les quedaron mirando, en ese momento Sirius le acercó a él y le susurró algo al oído que James como buen actor hizo como si se estremeciera.
    En ese momento Severus si que miró a James de forma que pudiera matarle.
    Si antes alguno se habían quedado mirándoles y de piedra... ¡Ahora estaban como muertos en las sillas!
    Los chicos se fueron a su mesa, James y Sirius se fueron cogidos de la mano.
    -Le tienes en tu mano.-dijo Remus.
    -Jajaja, eso espero.-dijo Sirius.
    -Lo malo es que mañana tenemos partido de quidditch y James conociendo a las serpientes estará en peligro.-dijo Charlie.
    -Ostias, tienes razón, James lo siento, no voy a dejar que...-no pudo terminar de hablar ya que James se estaba riendo-¿de qué te ríes?.-dijo mosqueado.
    -Que...jajaja, pareces a jajaja una jajaja pareja... Jajaja.-dijo riendo James pero a la vez bajo para que nadie se diera cuenta de que se estaba riendo.
    -Mira que me preocupo por ti y tú te lo tomas a la ligera, que sabes como son esas serpientes y mas Severus, y, si le he llamado por su nombre.-dijo Sirius antes de que ninguno de los tres pudiera hablar pero que tenían abierta sus bocas.
    -Si, si, mejor vayamos a clase que se hará tarde.-dijo James.
    Pero antes de levantarse de la mesa una carta llegó a Remus.
    Los tres compañeros se quedaron de piedra, mientras que Remus miraba la carta, sonrojado y se la guardaba en el bolsillo.
    Los cuatro salieron del comedor con un Severus y un Lucius algo enfadados.
    “De quién podrá ser la carta de Remus, y encima le ha hecho sonrojar, nadie, nadie solo yo puedo hacer que se sonroje” pensamiento del rubio.
    “Pero quién se ha creído quién es para acercarse a MI Sirius” pensamiento del pelinegro.
    Los tres amigos salieron de ahí y Régulus y Severus iban hablando sobre lo que hacer con James en en partido de mañana.
    A la primera hora tocaba adivinación, a la segunda runas oscuras, a la tercera DCAO que...-¡SEÑOR POTTER, CASTIGADO!-gritó un “furibundo” Tom.
    A la cuarta pociones, que no salió muy bien... ya lo veréis y a la quinta Cuidado de criaturas mágicas.
    Después de pociones se puede decir que ninguno de los merodeadores fue a clases de cuidado de criaturas mágicas ya que James tubo un pequeño percance.
    -No puedo creerlo -dijo un Remus anonadado junto con un Sirius riéndose y un Charlie de piedra y es que como las serpientes nunca olvidan James tenía, umm, ¿cómo decirlo? Orejas y cola de gato de color canela.
    -No te rías Sirius.-dijo James sonrojado bajando sus orejas y la mirada.
    -Pero mira que lindo.-dijo Sirius abrazándole.
    -Grrr, si pudiera te mataba.
    -Pero no puedes.
    -¿Y eso?
    -Por qué vendría cierta persona y te cruciaría o te haría algo como ponerte a demás el hocico o terminar de convertirte en un gato.
    -Sabes, mejor te dejo tal y como estás.
    -Buena elección.
    Todos empezaron a reír. A eso llegó la enfermera.
    -Ya tengo los resultados, pero no te van a gustar mucho, Potter.
    -¿El qué?
    -Pues que te vas a quedar a sí por dentro de un mes.
    Todos los amigos se quedaron en silencio y temblaron al oír la risa de James, hasta la enfermera.
    -Ja-James, ¿Q-qué vas a hacer? Porque esa risa dice que vas a hacer algo malo-dijo Remus con muchas, pero muchas gotas de sudor, temblando y con una cara de horror.
    -Sirius~- dijo James con una voz que hasta al mismo Tom le daría miedo y con una cara de... “Corre o muere” y a sí lo hizo Sirius como todo griffindor se fue de ahí como la expresión muggle dice “Sal de ahí cagando leches”.
    -Coge lo- dijo Remus y Charlie lo cogió antes de que atrapara a Sirius para matarle.
    -SUELTAME, SIRIUS VEN AQUÍ Y PELEA CABRÓN.-decía muy “tranquilamente” James dando puñetazos y pataleando al aire, Sirius estaba detrás de una asustada enfermera.
    -Si, para que me mates.-dijo Sirius con una cara de horror, a eso Remus se acerca detrás de James y le acaricia por detrás de las orejas haciendo que se relajara y ronroneara.
    -Vaya pero...-no pudo terminar ya que un James enfadado dijo.
    -Cállate si aprecias tu vida y tus testículos.
    A eso entraron a la enfermería dos personas, Tom y Dumbledore.
    -Señor Potter, ¿Qué le ha pasado?-preguntó Dumbledore.
    James estaba que no sabía dónde meter la cabeza, Tom estaba delante de él con una pequeña pero pequeña sonrisa que solo fue notada por James, que hizo que se sonrojara y bajara las orejas.
    -Jajaja, pero mira que lindo.-dijo Dumbledore riendo y mirando de reojo a Tom que le miraba con una cara asesina.
    -No tiene gracia.-dijo James aguantando no dejar caer ninguna lágrima cosa que hizo enfurecer más de la cuenta pero algo hizo que le sacaran de sus casillas.
    -Deje de fingir Tom, lo se todo.-dijo Dumbledore mirando a Tom con una sonrisa.
    -De verdad usted esta paranoico.-dijo Tom con una sonrisa.
    -¿Eh?-preguntó James.
    -Que sabe lo nuestro y la enfermera también, ¿verdad?- a lo que ella asintió.-¿Quién?-añadió enfadado.
    -¿EH?-dijo James.
    -Dije que ¿quién fue el que hizo esa obra maestra?-dijo Tom con una sonrisa de picardía y señalando las orejas y cola de James, cosa que hizo que James se sonrojara a más no poder y bajando sus orejas y guardando su cola entre sus patas ya que estaba de pie.
    -No lo sé.-dijo este mirándole a los ojos a Tom.
    -¿Seguro?-preguntó Tom elevando una ceja.
    -¿Crees que si supiera quién me ha hecho esto, no estaría muerto ya?.-dijo James con un gran gran enfado y con una mirada que mataría hasta al ser mas muerto cosa que hizo estremecer a Tom y a los demás.
    -Te creo.-dijo este sudando frío.
    -Jajaja.-reía Dumbledore.
    -Sigue sin tener gracia.-decía un James enfado.
    -No se pierde nada por intentarlo.-dijo Tom con malicia acercándose peligrosamente a James cosa que hizo que a este no le diera buena espina y se girara para salir corriendo pero algo le detiene y es que Tom con dos zancadas había llegado al lado de James y le había cogido de las caderas acercándole a él y empezándole a acariciar por detrás de las orejas haciéndole ronronear.
    -Grrr, pa...grrr...para...grrr- intentaba decir James, cosa que no hizo caso Tom.
    -Jajaja, bueno ya puedes irte, Potter.-dijo la enfermera a lo que la miró como si le hubiese salido una segunda cabeza.
    -Pero, tengo mañana partido de quidditch.
    -¿Y?
    -¿Cómo que y? Que no puedo ir así.-dijo señalando sus orejas y su cola.
    -¿Quién te lo impide.
    -Nadie.
    -¿Entonces?
    -¿Cómo que entonces? No puede hacer nada para al menos que desaparezcan en el partido al menos.
    -Si, tengo algo, te lo tienes que tomar una hora antes del partido para que haga efecto ya que solo dura 4 horas.
    -¿Solo?
    -Solo.
    Los chicos junto a los profesores salieron de ahí con un enfurruñado James y un divertido Sirius.
    -Venga hermano, no es para tanto.
    -Cierra la boca Sirius.-dijo un enfadado James yendo a su torre.
    -Ah, ya se acostumbrará.-dijo Sirius mirando a Tom.
    -¿Eh?-dijo este.
    -Nada, nada.-dijo Sirius y acto seguido los tres amigos se fueron detrás de James.
    -Espera James.
    -¿Qué queréis?
    -Lo siento hermano-dijo Sirius.
    James le miró a los ojos y supo que decía la verdad.
    -Bah, solo espero que esto funcione para mañana y no se si ir a las clases hasta que se termine el partido.
    -En eso entro yo.-dijo una voz que hizo que James se estremeciera.
    -Pero...
    -Nada de peros, vas a ir.
    -GRRR.-dijo James mientras se le engrifaban los pelos y mostraba sus pequeños colmillos, dio un giro sobre sus piernas pero no llegó a terminar de irse cuando algo le hizo detenerse y estremecerse.
    Tom sonrió y se fue.
    -Condenado.-fue lo único que pronunció.
    Los cuatro amigos entraron con cuidado de que nadie les viera y se dirigieron a su habitación.
    -¿Qué te he dicho?-preguntó Remus.
    -Na-nada.-dijo James con un pequeño sonrojo y con las orejas bajas y echando lo que parecían maldiciones, pero recordó algo -Sirius... no te voy a seguir ayudando.
    -¿Por?
    -¿Cómo que por? No quiero acabar siendo un gato definitivamente, ese tío da miedo cuando se lo propone y no quiero acabar en una tienda de mascotas.-dijo con una cara de horror James.
    -Bueno, no pasa nada, lo entiendo, por eso tengo un plan.-dijo Sirius con una cara perversa.-Pero ayúdame solo hasta mañana antes del partido.-dijo juntando las manos.
    -GRRR, está bien.
    -Bien, gracias hermano.-dijo acercándose a él y soplándole en la oreja, cosa que hizo que James se estremeciera y ronroneara.
    -GRRR, definitivamente lo mato.
    -Jajaja.
    -Bueno nosotros vamos a comer, ¿Vienes?-dijo Charlie quien recibió por parte de James una mirada de odio.
    -Si no bajas es capaz de que “ese” suba y te “coja”-dijo Remus, acto seguido tenían a un James pegado a la puerta diciendo “Vamos u os mato”.





    Capítulo III



    Los tres rieron y bajaron con un James temblando con ganas de matar a alguien en especial.
    Al llegar al comedor todos se quedaron de piedra, algunas chicas se habían desmayado, unos chicos con ganas de... ¿cómo decirlo?... devorar a cierto león o ahora... gatito, (Jajaja, soy muy mala) y a un muy orgulloso pelinegro.
    James susurró a sus amigos un... “Que os follen” y los tres respondieron a la misma vez “A ti”.
    Los cuatro se rieron para sorpresa de los que estaban en el comedor y para un pelinegro y para los profesores.
    Cuando se sentaron James se sentó al lado de Sirius, y este le acarició las orejas.
    Acto seguido llego Lily se sentó al lado de James.
    -¿Qué te ha pasado?
    -Digamos que ha Snivellius no le gustan que toquen lo que es suyo.
    -¿Cómo?
    -Haber Lily, Sirius está enamorado de Snape y Snape de Sirius, y Sirius y James han hecho como que son novios para darle celos, cosa que ha funcionado... como puedes ver.-dijo Remus mirando a James.
    -Jajaja.
    -No te rías Lily.-decía un sonrojado James mientras bajaba sus orejas.
    -Pero mira que te quedan bien.
    -No, no me quedan nada bien.
    -Si.
    -No.
    -Si.
    -No.
    -Si.
    -No.
    -Callaros los dos.-dijo Remus con una vena en la frente.
    -Vale.-dijeron los dos a unisonoro.
    -Ahora, ¿qué demonios vas a hacer?, Sirius.-dijo James mirando a Sirius, quien sonrió coqueto.
    -Bueno después de comer y de que este salga del comedor, voy a ir a por él.-dijo Sirius con su sonrisa.
    -Bueno y ya que estamos hablando de amores, ¿Alguien más quiere hablar de amores?-dijo Lily mirando a Remus y Charlie.
    -¿Qué?-dijeron los dos a unisonoro.
    -Venga, que se nota demasiado de que vosotros dos también estáis enamorados.-dijo Lily.
    -Bueno, yo... yo-dijo Charlie temblando.
    -¿Tú qué, Charlie?-dijo Sirius.
    -Pues yo, yo, yo estoy por tu, hermano-terminó diciendo mirando a su plato.
    -¿Tanto has tardado en decir eso?Ya lo sabía.-dijo Sirius.
    -¿EH?-dijo este anonadado.
    -Jajaja.
    -¿Bueno y tú?-dijo Lily a Remus.
    -Yo por, Malfoy.-dijo este mirando a su plato a lo que Sirius se quedó de piedra e intentando recapacitar lo dicho.
    -¿Qué le ha pasado?-preguntó Charlie.
    A lo que James miró a Sirius, que este estaba como si acabara oír la cosa más bárbara del mundo
    -Nah, ya se...-no pudo terminar ya que Sirius...
    -¿Te gusta el rubio?-dijo Sirius sin chillar, cosa que sorprendió a los cuatro amigos.-¿Qué pasa?
    -Pensaba que ibas a gritar.-dijo Remus.
    -Si quieres lo hago.
    -No.
    -Vale.
    -Jajaja.- se reía Lily.
    -Aun no hemos terminado-dijo James con un brillo en los ojos y mirando a Lily. Quien rió nerviosa.
    -Si, es verdad, ¿Y tú por quién?-dijo Sirius.
    -Yo...Yo... Me voy.-dijo Lily quien iba a irse pero James la agarró.
    -No, desembucha.
    -Pero...-decía temblando.
    -Cuenta.-ordenó James.
    -Aggg, vale, Cissy.-dijo ella con un pequeño sonrojo.
    -¿Mi prima?
    -Si, y... estamos juntas.-añadió ella.
    -¡Vaya! Felicidades-dijo James.
    -Gracias, y si me disculpáis me tengo que ir a la biblioteca que he quedado con ella.-dijo Lily yéndose de allí.
    -Bueno pues a comer.-dijo Sirius.
    -Tu siempre en el mundo de los alimentos.-dijo James con una sonrisa.
    -Por que será que estoy así de bien.-dijo Sirius.
    Los cuatro rieron.
    Mientras tanto en la mesa de Slytherin...
    -Sera.-dijo Severus.
    -¿Qué te pasa?-dijo Malfoy.
    -Que creo que voy a ir a Azkabán por asesinato.-dijo este.
    -¿Y eso?-dijo Régulus.
    -¿Veis las orejas de Potter?-dijo Severus a los que los otros dos asintieron-Bien pues es obra mía y acabaré matándole.-dijo este muy malhumorado.
    -¿Obra tuya?¿Es que al final se las quieres devolver todas?-dijo Malfoy.
    -Sinceramente Lucius, eres algo lento.-dijo Régulus.
    -¿Y eso? Espera, te gusta James o Sirius.-dijo Lucius.
    -Sirius.-dijo Severus.
    -Nah, a mi me da igual siempre y cuando sea mi hermano y no Potter.-dijo Régulus.
    -Pero... ¿tú y tu hermano no os lleváis mal?.-dijo Severus.
    -No, solo fingimos, para que mis padres no se enfaden.-dijo Régulus.
    -Vaya,no lo sabía.-dijo Lucius.
    -Nadie lo sabes hasta ahora.-dijo Régulus mirando a sus dos amigos.
    -Bueno vámonos, como sigamos aquí voy a cometer delito.-dijo Severus mirando con odio puro a James.
    Los tres amigos se levantaron y se fueron y al cabo de unos segundos los merodeadores también se fueron.
    Severus se fue hacia la biblioteca mientras que los otros dos se fueron a las mazmorras y es que como era sábado, pues no había que hacer nada.
    Cuando Severus iba a entrar a la biblioteca alguien le coge de la muñeca y le acorralan contra la pared.
    -B-Black, suéltame.-dijo Severus mirando a Sirius a los ojos.
    -¿Y si no quiero?-dijo Sirius acercándose a Severus y situando una pierna entre las piernas de Severus y sujetando sus muñecas encima de su cabeza.
    -Puede venir alguien.-dijo Severus.
    -¿Cómo quien?-dijo Sirius.
    -Como Potter.-dijo Severus.
    -Jajaja.
    -¿De qué te ríes, Black?
    -De lo inocente que puedes ser a veces.
    -¿Eh?
    -No estoy saliendo con Potter, el solo me quería para darle celos a vuestro profesor Riddle.-dijo Sirius haciendo una mueca cuando pronunció el nombre de su profesor.
    Eso hizo que Severus se enfadara y cogiera a Sirius y lo empotraba contra la pared, ahora era el quien estaba arrinconado a la pared, con los brazos encima de su cabeza siendo sujetadas por la de Severus y una de las piernas de este entre las suyas, mientras que estaba pasmado, en parte por estar arrinconado y otra porque su boca estaba siendo prácticamente devorada y eso no le agradó, no por la persona que lo hacía sino por que a el le gustaba llevar las riendas (n/a: pero no siempre, y esto lo descubriréis más adelante) y volvió a cambiar posiciones.
    -Entonces ¿qué me dices, Sev, somos pareja?-preguntó a lo que recibió por respuesta un demandante beso.
    -¿Vienes?
    -¿A dónde?
    -A un sitio que he descubierto fuera, en los jardines.-dijo Sirius.
    -Vamos para allá entonces.-dijo Severus.
    Y los dos tortolitos se fueron sin saber que un grupo de personas les habían estado observando.


    Continuará....


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