Este remordimiento (Harry/Dudley)

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  1. VivaEspaña!
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    User deleted


    Al principio me pareció extraño que en la parte de "Temas" no pusiese 1, por el nombre de usuario que aparecía había comentado la historia, pero al final ya he visto que te has cambiado de nombre de usuario. :)) Muchas gracias por leer la historia.
    El "ConnorXHarry" será bastante fugaz y no habrá ninguna escena de lemmon. Me cuesta algo escribir sobre el "DudleyXHarry", igual que con el DracoXHarry, porque durante siempre Dudley aparece como un personaje que participó en el maltrato psicológico (y seguramente físico, aunque J.K.Rowling no especificase nada) con su silencio. Y tampoco creo que, además de su silencio, fuese amable con Harry. Así que me cuesta establecer un amor entre ambos, que resulte realista (al menos, más o menos). Los tres primos de Dudley sólo son una excusa para que, finalmente, debido a que Connor no desea jugar con ellos a no ser que acepten a Harry en ellos, Dudley tenga que dar su brazo a torcer y le invité también a jugar. A partir de ahí, la cosa será más sencilla. No me enrollo porque al final acabaré contando el resumen de la historia entera.

    Capítulo IV
    Dudley llevaba pensando desde el rechazo de Connor una manera de arruinar la amistad entre su primo y Harry, a quien no consideraba como tal. Pensó en calumniarlo, chivarse a su madre de alguna trastada inventada por él para que castigasen a Harry y a Connor no le quedase más opción que estar con ellos, pero no le parecían lo suficientemente seductoras; él no quería cosechar su odio con Connor (y era evidente que, al menos en la segunda, esta reacción se propagaría), sino su amistad y su aprecio; lo quería con él jugando, y con el resto de sus primos, por voluntad propia, no por cadenas que lo maniatasen a él. Finalmente, probó suerte abordándole cuando Harry no estaba cerca, puesto que hacía la comida. Se sentía feliz cada vez que Harry permanecía en la cocina en una actitud de esclavitud, y aún más cuando lo encerraban en su alacena en condiciones infrahumanas, pero por alguna ilógica razón, esta vez no sintió nada por ello. Ninguna compasión, pero tampoco alegría. Una indiferencia que lo asustó.
    -Buenos días, Connor. ¿Qué tal? Ahora mismo Harry está cocinando. Puede que estés aburrido de esperarle delante de la puerta -se cuidó mucho de no agregar "como un perrito faldero, que es lo que eres con el fenómeno"-, así que, mientras tanto, puedes venir con nosotros y jugar a "Verdad o Reto". Está siendo interesante, y mira que a mí no me gusta el juego; pero tus primos lo hacen realmente divertido.
    Decidió engatusarlo halagando el buen quehacer de sus hermanos. Connor ni siquiera le miró, así que continuó hablando, mientras tomaba aire furioso de su indiferencia:
    -No hemos empezado con el pie izquierdo, lo sé, pero no es cuestión tampoco de que me ignores de una forma tan descarada. Somos de la misma familia, y primos, que no puedes olvidarlo; tratemos de empezar de cero, borremos este mal pasado y pulamos nuestros defectos, hasta que se transformen en virtudes. Dame una oportunidad y te prometo que la aprovecharé. -Al ver que no contestaba, comenzó a enojarse y a pensar que él mismo parecía un mono de circo, hablando al viento-. Si no quieres nada, si no deseas hablarme, dímelo a la cara y terminemos esta estupidez de una vez. Te has propuesto hacerme quedar como un idiota, como el villano de la película. Supongo que ese fenómeno -lanzó una mirada despectiva a Harry, que no tardó ni un instante en devolvérsela, con igual o mayor intensidad- te habrá metido esa idea de mí en tu cabeza de chorlito. Por cierto, hacéis buena pareja. Los dos sois unos idiotas de tomo y lomo.
    Por primera vez, el chico se dignó a mirarle.
    -Cuando yo no esté, maldito cobarde, le dirás todo lo que quieras decirle, como haces siempre. Es mi amigo, y para mí mucho más primo de lo que tú puedas ser nunca; me da igual si no nos tocan lazos de sangre. Tú no eres sino un individuo desconocido para mí con el que debo convivir quiera yo o no. En mi presencia, no obstante, no te atrevas a faltarle el respeto. Ahora puedes ir y chivarte a tu mamaíta de haber ofendido al bebé de la casa.
    Dudley padeció de inmediato y comenzó a balbucear, aunque Connor apartó la mirada, como si fuese una visión execrable y continuó sentado, a la esperada de que su amigo acabase su tarea.
    -Bien. Si no quieres ninguna amistad conmigo, sino con ese estor... Harry, al menos permíteme andar por mi propia casa sin pensar que he matado a alguien.
    El comentario venía cargado de humor, pero Connor ni siquiera se dignó a mirarle. Cada vez se enfadaba más. Sólo quería que se largase, al menos Connor, si no era mucho pedir... A Harry lo soportaba malamente, pero no se atrevería jamás a soltarle cosas como esas.
    Harry acabó y esperó pacientemente a que tía Petunia llegase, para ver que el trabajo ya estaba hecho. Connor se ofreció amablemente a avisarla, pero Harry alegó que a su tía no le gustaba que la apresurasen. Aunque Connor le pareció exagerado, sólo permaneció con una mueca de disgusto, y rebosante de confusión. Para matar el tiempo, confeso:
    -Disculpa, Harry, pero creo que he metido la pata hasta el fondo. Perdóname, pero no he conseguido morderme la lengua. Ese mocoso arrogante de Dudley comenzó a insultarte, y yo no permito que nadie insulte a mis amigos. -Harry abrió los ojos, horrorizado, y sintió que la sangre se le salía de las venas. Calló y Connor, un poco asustado, continuó hablando.
    Una vez le relató la experiencia completa, Harry no sabía si maldecir en ese momento a Connor, por su imprudencia, o al Destino, por no matarlo junto a sus padres en aquel accidente.
    -¡Y ahora tienes una mísera idea de qué puedo hacer! ¡Me insultará, si es que no se chiva a tía Petunia!
    -No creo -trató inútilmente de apaciguarlo-. De todas formas, si estás incómodo, puedes venir hoy a dormir al cuarto que nos han asignado a mis hermanos y yo. En mi cama hay sitio para dos, me parece.
    Harry le miró desconcertado un minuto. Avergonzado, Connor se sintió victorioso, ante el rubor que atenazó a su amigo. No quería proclamar que le gustaba Harry, ¡pero es que todo lo que debía suceder sucedía! Además, odiaba que molestasen a sus amigos, pero tal vez su reacción en el caso de Harry hubiese sido algo exagerada. Los dos en una misma cama probaría si tenía algún tipo de deseo sexual con el chico.
    -De acuerdo. Ojalá no te moleste.
    -Soy el último que puede molestarse; al fin y al cabo, te he metido yo en el condenado problema.
    Esbozó una sonrisa. Por primera vez, Connor quiso molestarle un poco, sólo por admirar una vez más ese exquisito y sabroso rubor, que devoraría si pudiese:
    -Además, entre tú y yo: no me desagrada tanto la idea de dormir contigo.
    Efectivamente, las mejillas de Harry tornaron un violento color rojizo. Connor se relamió.
    Una vez recuperó la razón que le caracterizaba, se sintió tan avergonzado... ¡Prácticamente se le había confesado! Y Harry no era tonto. No sabía si continuaría siendo virgen, pero eso no era sinónimo de idiota. No le dio más vueltas a la cabeza. En nada sería de noche. En nada podría disfrutar de la presencia de ese cuerpo, en su cama.
    Harry lo trató con total normalidad después de aquello, y sospechó que hubiese tomado sus palabras como una forma de meterse con él. Eso tampoco era, pero... si así no lo descubría, dentro de lo malo no era lo peor.
     
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48 replies since 18/12/2014, 21:20   2400 views
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