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Mar-chan+1
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QUOTEAviso: Todos los personajes de Naruto no me pertenecen son del gran Masashi Kishimoto.
En la aldea oculta de la hoja el querido sensei Iruka Umino paseaba por entre las tiendas, era un día soleado con un hermoso cielo celeste haciéndole acordar de su alumno preferido, eso y que paso por alado de la tienda de Ichiraku Ramen.
De seguro estaría a un en una misión con su equipo siete, se había vuelto tan fuerte que le dejaba sorprendido. El último de la clase llego a ser el héroe de la aldea después de la derrota de Pain.
Viendo la hora comprobó que debería comprar comida para la cena, ya casi no quedaban vegetales además que tenía deseos de una buena comida saludable. En la tiendas había mucha gente paseando, cuando la aldea estuvo siendo construida llegaron de todas los demás lugares en país del fuego a ayudarlos junto a vendedores ambulantes.
Las frutas eran buena cosecha para su suerte, se encontraba pesando una manzana cuando diviso un cabello de punta color plateado entre la multitud, termino de comprar rápido y poder buscar a esa persona. Caminaba unos locales lejos de él, podría intentar alcanzarle pero había demasiada gente, también le bajaron las ganas a ver que era acompañado por su rival y amigo Gai-san.
Eso le molestaba un poco, nadie le había avisado que el lobo estaba devuelta de su misión, tal vez el rubio también etaria ya comiendo ramen. El hombre que miraba seguía caminando, parecía hablar con su compañero aunque no se notaba a la distancia por ese pañuelo que le tapaba la boca, siempre lo llevaba puesto ya era una obsesión que tenía.
Ignorándolo prefirió ir a buscar al hiperactivo adolescente en el único lugar donde estaría, además de su casa. No se había equivocado hay estaba sentado en el mismo lugar de siempre junto a sus amigos, ya iba por su tercer plato el moreno contó que hacia media hora que habían llegado.
-Hola chicos- Saludo a todos en general.
-Iruka- sensei, hola- Le devolvió el saludo el rubio.
-Buenas tardes sensie- Saludo el dueño del lugar –Ven, te sirvo un plato-
-Gracias- Se sentó junto a sus antiguos alumnos.
Solo había cinco además del nuevo miembro del equipo siete Sai, también se encontraban Hiuga Hinata, Inuzuka Kiba, Aburame Shino, Haruno Sakura y Uzumaki Naruto. Los chicos comían más de dos platos mientras las chicas se llenaban con solo uno.
Hablaban de la misión que tuvieron, según parece una loca mujer que quería apoderarse de algún artefacto extraño y muy caro. Por esta ves Kakashi había remplazado a Yamato, que se encontraba en otra misión de ambus.
-La verdad ustedes no se preguntan que oculta detrás de ese paño- Escucho a su ex alumno de pelo castaño.
-Siempre desde que éramos niños- Le afirmo la de ojos verdes.
Sabía a quien se podían referir, era el mismo hombre que se había encontrado en los locales caminando siempre con una mano en el bolsillo y libro de Icha - Icha en la otra. Tenían razón que hasta parecía dormir bajo ese pañuelo ¿Por qué lo ocultaba? Según le habían contado desde mucho antes de empezar en la academia que lo tenía, entendía lo de su ojo por su antiguo compañero Óbito pero no esto.
-Iruka-sensei- Le sorprendió el rubio.
-¿Qué?- Parecía que hacía rato le estaban llamando.
-¿A usted que le parece lo de Kakashi- sensei?- Le pregunto La peligrosa.
-¿Sobre qué?- Se había perdido en la mitad de la charla.
-Déjenlo chicos no, nos estaba escuchando- Se fastidio un poco Kiba.
-¿Se encuentra bien Iruka-sensie?- Le pregunto con timidez la chica de pelo azul.
-Sí, si es que ya se me hace tarde y debo partir- Trato de zafar de sus alumnos.
-Yo quiero otro ramen antes de irme- No parecía molestarle las acciones del moreno.
-También yo, estar tres días de misión es agotados- Se le unió el castaño.
-Hinata ¿Quieres ir a ver unas tiendas con migo?- Le ofreció la chica de ojos verdes.
La joven de ojos claros parecía vacilar ante la idea de alejarse de su grupo. Igualmente acepto la propuesta, deseaba cambiar un poco su guardarropa medio maltratado por la última pelea con esa mujer.
Iruka aprovechando estas situaciones para retirarse dando un saludo general como cuando entro, quería irse a la casa y preparar la cena, además de tomarse un baño con el agua caliente. Ser el maestro de tantos niños resultaba agotador al final aunque se llenaba de orgullo ver luego los resultados de estos.
En su camino paso por a lado de la puesta de la aldea, hay se había despedido de los jóvenes cuando se embarcaron a esa misión, por tres días no los había visto. Llegando a su destino se dispuso a ponerse cómodo, sacándose los zapatos para quedar descalzo mas el chaleco, solo tenía sus pantalones negros y remera. Usualmente con su pelo le gustaba dejarlo recogido por la banda elástica.
Ya se había hecho de noche cuando terminaba de preparar la comida sería un especial corona de arroz con verduras, estaba seguro de que terminaría poniendo la mini parrilla y cocinar así unos pedazos de salmón de acompañamiento. Con todo listo decidió tomarse esa ducha antes de comer y estar más fresco también eso mejoraría su digestión.
Dejo que el agua que corría lo envolviera relajando todos los músculos, tomo una toalla para envolverse la cintura, frente a él estaba un espejo donde se secó el pelo y volvió atárselo, era demasiado largo pensó. Escucho la puerta que daba a la calle abrirse, ya había llegado dispuesto a salir se colocó una toalla doblara por encima de sus hombros.
El abrir la puerta hizo que todo el vapor se expandiera por el interior de la casa, le había sentado muy bien expulso del todas las cosas negativas. En la entrada visualizo a un hombre sentado sacándose las botas, con el símbolo del remolino en la espalda, su pelo parado en punta y plateado se notaba ese nudo que sostenía ese pañuelo.
-Bienvenido- Le saludo en la distancia.
El hombre se dio vuelta para sonreírle –Estoy en casa-
-Voy a cambiarme y cenamos- Dándole la espalda yendo a la habitación.
Unos brazos largos blancos le atraparon por el cuello, eso le vino con la guardia baja sintió el mentón del mayor apoyarse en la parte superior de la cabeza. Era cálido estar en esos abrazos que solo él le daba aunque nunca se lo fuera a decir.
-¿Te fue bien en la misión?- Le pregunto para sacar algún tema.
-Si- Parecía sonreír y pegaba mas su cuerpo hacia el -Fueron tres días interminables-
-No, no exageres has estado semanas en otras misiones- Tartamudeo, viendo para otro costado.
-Es verdad- suspiro -Pero fueron tres días sin mi Iruka-
La última frase se la había susurrado en el oído, haciendo estremecer al moreno. Él se encontraba con solo una toalla que le cubría y Kakashi seguía con todo el uniforme puesto, aun así sentía la fricción de su piel ya conocía cada rincón del igual que el albino a su persona.
-De seguro pudiste sopórtalo- Trato de sonar calmado e indiferente.
-Sí, lo pude hacer- Le confirmo.
Eso le termino en un cierto modo ofensivo, sin saber porque razón se forzó a soltarse de sus brazos, retomando el camino a su habitación sabía que el otro le seguía los pasos. Apretaba los puños con fuerza, claro que podía soportar estar varias noches sin el porqué lo acompañaba ese Gai-san, que remplazaba a Kurenay en sus meses de licencia por maternidad.
Al atravesar la puerta sintió el agarre en su muñeca izquierda no podía soltarse, se le acelero el corazón tanto por la rabia como el sentir la piel del otro, agradecía que las luces estuvieran apagadas solo un foco proveniente de la calle podía iluminar los pocos rincones de la habitación.
-¿A caso te ofendí?- Le pregunto en forma seria.
-No, para nada- Negó en sarcasmo, tironeando para alejarse.
-¿Seguro? A mí me suena que estas enfadado- No le quería soltar.
Eso le pareció de lo más molesto, no le tomaba enserio -¿Porque no vas hablar con ese profesor de peinado ridículo?- Le acuso.
-¿Peinado ridículo?- Lo pensó en vos alta -¿Que tiene que ver Gai con todo esto?-
-No sé, tal vez porque parecen muy íntimos caminando los dos juntos en el mercado- Cada vez parecía más enojado.
-Recién acabábamos de llegar y solo íbamos a reportar lo de la misión a la hokague- Le explico también levantando la vos.
-Claro, como si el necesitara ayuda para que lo acompañaras- exageraba al hablar -en vez de dejarlo y buscarme a mí para avisarme que volviste- Se puso más rojo que un tomate al reflexionar en lo último dicho.
-A sí que es eso- Hablo con fastidio el plateado.
Pego un tirón asía atrás del brazo que tenía bien agarrado, quedando enfrentados tomándole de la cintura impidiéndole así escapar. Iruka completamente avergonzado intento cubrir su rostro mirando sus pies, aunque solo se encontraba con el torso del mayor.
Kakashi coloco su mejilla en la nuca del menor -¿Que voy hacer contigo?- Se preguntó.
Iruka no se atrevía hablar, por toda la escena bochornosa de adolescente con las hormonas alborotaras que había causado ¿Desde hacía cuanto que se sentía así por su culpa? Esa actitud de niño mes claro con caprichos adolescentes le terminaría volviendo loco, a todo eso le tenía un culpable y era él.
La mano blanca que sostenía la cintura del moreno se deslizo hacia arriba tomando su rostro y acariciándolo con suavidad, como si fuera una seda fina y cálida. Agarrando la parte del mentón le obligo a mirarlo directo a los ojos, sus mejillas sonrojadas y ese brillo en las pupilas le hacían parecer un pequeño niño dándole mucha ternura al mayor.
-Adoro cuando te pones celoso- Le confeso.
-¿Quien esta celoso?- Aprovecho cuando ya no le obligaba a mirarlo, bajando y desviando la cara.
Separando un poco ambos cuerpos solo quedaba el agarre de su mano a la muñeca del otro, el hombre de pelo plateado bajo la cabeza hasta llegar a la altura del menor. Quien le miraba de soslayo, con su mano libre se desato el pañuelo destapando así su boca.
Solo Iruka sabía lo que había detrás de esa tela, desde hacía ya casi dos años que se venía enterando lo que tanto tiempo oculto desde su infancia. Le dedico una sonrisa de costado acariciando de nuevo las suaves y rosadas mejillas.
-No tienes que estar celoso de Gai- Le hablo con comprensión
-Otra vez ¿Quién dice que estoy celoso?- Cruzo su mirada con fastidio pero de inmediato la volvió apartar.
-Tú me lo demuestras- Le seguía acariciando -Y eso me hace feliz-
Aproximo sus labios a su rostro, dándole un leve beso tomando de sorpresa al moreno, volvió a besarlo pero estas vez dándose mucho más tiempo permitiéndose degustar cada rincón de sus labios decididos a permanecer cerrados.
La mano que tomaba la muñeca fue abriéndose, pasando así por su palma hasta encontrar el hueco entre los dedos y formar una cadena tan difícil de romper. Atrapo de vuelta su cintura apegando los dos cuerpos, mientras usaba los besos para elevar ambas cabezas. El moreno se dejaba llevar por las caricias que proporcionaba, uso su única mano libre en pasarla por detrás de la nuca del mayor enredando así sus dedos con la plata.
Ya lo tenía casi a su merced, solo le faltaba separar esos labios utilizando su lengua exploro desde arriba hasta abajo alguna abertura, pensó en alguna clave que le permitiera el paso o botón. Se rió para sus adentros al ocurrírsele una idea, movió la mano que le acariciaba la cintura asiéndola bajar a los muslos donde como una pinza presiono uno de los cachetes, consiguiendo un gemido tanto de doloroso como de satisfacción para el menor.
Una vez adentro se dirigió a inspeccionar el lugar oscuro hasta encontrarse una vez más con su compañera de juegos, esto terminaba siendo un deleite. El aliento empezaba a escasear a ambos terminando de separarse con un pequeño rastro de saliva que Kakashi se limpió con la lengua causando más sonrojos al menor.
Iruka vencido, se ocultó de nuevo en el pecho del mayor y su mano agarrando de este, cuando de repente sintió una brisa en sus partes bajas le volvía a mirar a los ojos oscuros, que brillaban con cierta lujuria. La mano que no solo lo había estado acariciando y obligarlo a entrar la lengua de este a su boca, también desato el nudo que sostenía la toalla a su cintura.
Sin previo aviso Kakashi alzo al moreno llevándolo a la cama, su cama, quedando los dos recostados en ella. La poca luz que venía de la calle y las agitaciones del menor le daba una exquisita vista de todo su cuerpo al plateado que se sacó el chaleco.
-Pude soportar tres días- se aproximó a la oreja del moreno mordiendo su lóbulo -Sin mi Iruka-
Un gemido salió de la boca del menor cuando sintió las caricias de la mano blanca tocando su hombría ya avergonzadamente erecta.
-Parece que tú tampoco podías aguantas más- Se burló.
-Cállate, claro que puedo estar más de una semana sin ti- Mintió.
Ya así tiempo que no podía estar alejado de él, desde que se determinado a vivir juntos, ya que de día les fue siendo muy complicado a causa de misiones o trabajo encontrarse, con este plan tenían la seguridad de verse para cenar. Si no lo veía por un tiempo empezaba a estar inquieto.
-Entonces ¿Porque con solo rozarte ya te estremeces?- Le acaricio uno de los pezones.
Iruka arqueo la espalda permitiendo que uno de los brazos blancos pasada por debajo uniendo mucho más sus cuerpos. Además que Kakashi volvía a inspeccionar su boca, teniendo solo una mano libre ya que la otra seguía encadenada quería tocar la piel del mayor. Le molestaba en su orgullo pero tenía razón cada vez que lo hacían quería mas de él, con sus dedos acariciaban y paseaban por todo el abdomen marcado.
Separándose unos instantes por falta de aire, Kakashi se sentó en el vientre del de abajo liberándose de la remera. Tomo la mano del moreno colocándola en su pecho izquierdo, dejando que sintiera su corazón acelerado mientras que con la otra de él, se escuchaba manipular un cierre.
-Que no te de pena- Le besaba y lamia el cuello -Yo lo pude soportar, hasta que te vi recién saliendo de la ducha-
-Pues, lamento el cuidar mi higiene- Se había ofendido por echarle la culpa.
-Ese no es el problema- Rió -Todas las noches pensaba en ti y como seria nuestro reencuentro-
Cada vez iba aumentando la velocidad en tocar cada una de las partes bajas del moreno, teniendo como resultado más gemidos. Besando todo su cuerpo volviendo a dejar marcas en él.
-Te imagine con tu uniforme y rodeado de niños- Le torturaba mordiendo uno de sus pezones -En la gran puerta esperándonos-
-Que estarías en la cocina con ese delantal que te regale para tu cumpleaños, preparando la cena- Sonó con la nariz ronca al seguir hablando –Hasta que tal vez te encontrada durmiendo en el sofá esperando mi llegada-
-Kakashi te imaginas muchas tonterías- Intentaba controlar su respiración.
-Sí, pero- Hizo una pausa –Tú las superaste todas, recibiéndome tan despreocupadamente recién salido de bañarte con ese cuerpo para mi opinión perfecto- Bajó a besar la punta de su hombria dándole una descarga eléctrica al moreno - Eres un pillo al excitarme así¿Cómo seguir aguantando? Si el único pensamiento que se me cruzo fue hacerte una vez más, mío-
El menor casi ni podía modular una sola palabra, el con toda la más pura inocencia no pensó en provocar de semejante forma al mayor tan solo había ido a saludarlo y utilizando una toalla para cubrirle sus… ¿Acaso él había usado el sharingan para ver otra ves de la tela? Asia poco consiguió recuperar su color en las mejillas y por esa leven idea volvió a tomar el rojo carmesí.
Kakashi aprovechaba las distracciones del menor terminando de quedar completamente desnudo, otra vez poseía la mano del moreno dejándola entre sus piernas mostrandole lo que ocasionaba en el.
Iruka regreso a la realidad al sentir algo largo y duro como piedra en su palma ya sabía que era, en otras ocasiones el le había dado un tratamiento especial de besos y cariño.
-Él te extraño- Le dedico una pícara sonrisa –Solo te falta una cosa-
Con rapidez quito la banda elástica que recogía todo el pelo castaño, levantando unos centímetros el cuello dejándolo caer como lluvia hasta sus hombros, corriendo algunos pocos flecos que se quedaron en la cara.
-Nunca te cortes el pelo- Le robo un largo beso.
Las manos del moreno quedaron libres permitiéndose recorrer toda la espalda y torso blanquecino, el de los pelos plateados flexionaba las piernas de este acariciado los firmes muslos, dejando que ambos miembros se tocaran con falsas envestidas.
-Kakashi- Le llamo –No puedo más-
Una descarga eléctrica término atrapando todo el cuerpo del moreno, dejando salir todo su líquido empapando ambos cuerpos. Quitándole casi todas sus últimas fuerzas.
-Te viniste muy rápido- Se burló.
Estaba ofendido -Cállate, al menos yo…-
-Tampoco aguanto más- Le interrumpió mordiendo su oreja –Voy a entrar-
Se arrodillo en el colchón tomando ambas piernas separándolas, busco la abertura que tantas veces había usado para volver loco a su amor, sin prepáralo se introdujo de una sola estocada. Un grito de dolor y placer combinados salieron del que era tomado.
Espero a que este se acostumbrara a su invasión, le picaban las ansias pero no quería lastimarlo, ni bien sintió los leves movimientos del menor empezó con sus embestidas a un ritmo lento que fue tomando potencia.
Solo se escuchaba los choques de cuerpos al ir asía afuera y adentro entre ambos hombres, más los sonidos de placer que salían de las bocas tanto el moreno como el mayor y las respiraciones agitadas.
Cambiaron de posición, acostándose en forma lateral Kakashi levantaba una de las piernas del moreno mientras la otra se enroscaba con la de él. Permitiéndole mejorar sus estocadas y poder besar o lamer su cuello.
-Kakashi-san- No podía aguantar tanto placer.
No solo lo estaba poseyendo, sino que cuando volvió a tener su miembro despierto ya estaba recibiendo todas las caricias que quería de las manos cálidas del blanco.
-Di mi nombre- Le ordeno. Tocando la punta del miembro.
-Kakashi- san- Obedeció.
El mencionado estaba satisfecho había conseguido tocar el punto G de este, a hora cualquier toque o cosa seria una completa tortura para el moreno que no le faltaría pedir por más.
-Kaka…-
No pudo terminar de hablar se habían venido los dos juntos, el en la mano albina del mayor y el otro en su interior, una vez más Kakashi lo había marcado como suyo.
Cuando el plateado consiguió sacar su hombría del interior del moreno, se acomodó en la cama tomando las frazadas dejándola como una carpa con el brazo levantado. Iruka parecía dispuesto a levantarse hasta que algo lo retuvo, dándose la vuelta la cadena de sus dedos se había vuelto a unir y viendo tendedora la proposición del mayor que no apartaba la mirada.
Apoyando la cabeza en el rígido y a la ves suave pecho de este, ofreciéndole calor y protección se terminó de acurrucar junto a el mientras Kakashi pasaba un brazo por detrás de su espalda para juntarlos más y dejando caerle las mantas sobre ellos.
El plateado le obligo a levantar el mentón del otro pare verse a los ojos, implantando un último y cálido beso en sus labios.
-Estoy en casa- Repitió.
-Bienvenido- Sonrió serrando los ojos y dormir como tantas veces sobre él.
A la mañana siguiente Iruka estaba sentado en la silla junto a la mesa desayunado su parte de su corona de arroz con verduras, que no había podido cenar por culpa de ya saben quién. Salió de la pieza ya cambiado preparándose para otro día normal Hakate Kakashi.
-Buenos días- Le saludo el mayor cuando lo vio.
-Buenos días ¿No vas a desayunar?- Le ofreció a él solo le faltaba el chaleco.
-Ya comí cuando estabas durmiendo- Se colocaba la bandana en la frente –Debo ir a entregar unos papeles pero volveré para la cena-
-Ok- Seguía masticando.
Una picazón de curiosidad le dio en su columna al volverlo a ver con su pañuelo tapándole la boca, todos los demás de la aldea no conocían su rostro completo se podrá decir que solo él. Pero ¿Por qué se lo tapaba? Esa era su más grande cuestión no de que estaba ocultando.
Antes de verlo partir se atrevió a preguntar –Kakashi ¿Por qué te tapas la cara a los demás?-
Esto le hizo paran en seco al plateado, era la primera vez que le asía una pregunta respecto a su rostro. Se giró así mirarlo, hay sentado como un niño preguntándole a su padre de donde vienen los bebes.
-Solo a ti te lo puedo contar- Le aviso
-No se lo diré a nadie- Sintió en su interior una gran felicidad de que le contara un secreto tan importante.
Kakashi suspiro al recordar –Cuando era niño mucho antes de la academia, yo era lo que se le llaman prodigio- Se acomodó contra la pared con las manos en los bolsillos para hablar más cómodo –Quería demostrar mi fuerza y capacidad, en cierto sentido había sido un engreído y egoísta-
-Me escape de la casa una noche de luna llena, en busca de algún lobo o perro salvaje- Cada tanto miraba si el moreno seguía la historia – Lo encontré para mi mala suerte este no era fácil de manejar y cuando quise darme cuenta lo tenía encima de mí-
Iruka cambio su expresión a una de horror, tan solo imaginarse a uno de sus alumnos tan pequeño e indefenso siendo atacado por un animal, le causaba un mal sabor en la boca. Aunque no era solo por el pobre niño que era lastimado, sino que se trataba de Kakashi siendo herido, casi no pudo soportar cuando lo perdía en el enfrentamiento con Pain.
-Mi padre llego justo, a salvarme- Parecía estar viviendo otra vez ese momento –El lobo solo me había lastimado la parte de abajo en mi rostro, fui llevado a urgencias donde solo me quedo una cicatriz para unir la pie-
El moreno recordaba la cantidad de veces que la vio, con ese color medio rosa pálido, esa era solo restos de un gran tratamiento medico. La primeras veces que el mayor se descubría su cara el observaba esa cicatriz con curiosidad, luego se acostumbro a ella a tal punto de no percatarse que se encontraba hay.
-Eso era todo- Termino yendo a la entrada –Me la cubro por considerarla una vergüenza de mi antigua estupidez-
Se sentó en el piso de madera para ponerse las botas, Iruka se levantó de su asiento y fue a su lado en sigilo. Kakashi no se percató de las intenciones del moreno mientras seguía hablando, este se colocó a su altura desatando el nudo del pañuelo, donde apoyo luego sus labios en los de él.
Con su mano en el cabello plateado y con la otra acariciaba esa cicatriz a su costado de la boca, Kakashi correspondió el beso abrazándolo con fuerza por la cintura y espalda. El moreno había terminado sentado encima de las piernas del mayor, siguiendo con su beso siendo acunado por este.
Al separarse por demanda de aire se quedaron viendo fijo, Iruka le sonrió besando aquella marca, tomando el pañuelo tirado en el piso.
-Que no te de pena- Le repitió una frase anteriormente dicha por el –Esta cicatriz es una muestra de tu habilidad y que sigues vivos-
Kakashi volvía a tomar sus labios con pasión enredando sus lenguas, tanto por las palabras dichas como su gran amor asía el, sus mano que sostenía las piernas del moreno fueron paseando de un lado al otro atraiéndolos mas. Al liberarse por falta de aire Iruka le coloco la tela en su respectivo lugar.
-Aunque- Parecía pensar en otra cosa –Prefiero ser el único a quien le muestres tu rostro-
El mayor sonrió a los pensamientos del otro, pasando con la yema de sus dedos en las mejillas –Solo a ti te dejaría ver- Le robo un beso pero ya con el pañuelo.QUOTEHola a todos, esta es una historia que se me ocurrió hace poco y bueno la imaginación vuela cuando tienes un lápiz. Confieso que esta es mi pareja favorita ya que puedes hacer lo que sea con ellos (ya saben a lo que me refiero).
También tengo otra historia en este foro se llama "No hay receta, ni truco para el amor", esta incluye a muchas parejas, la principal Sasunaru/Narusasu.
Muchas gracias por leer y disfruten su ultimo día del año, que el 2015 llegue con todos los mejores deseos.
Edited by Mar-chan - 20/2/2015, 11:25
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Lindooooo me gusto 
y muchoo Me encanta el KakaIru y me encanto mas tu fic...
Bye...
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soy alegre, me gusta ver animes y me gusta el Yaoi
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holaa muy linda tu historia me encanto . -
Hyo .
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Muy bueno. . -
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me encanto, esta es una de mis parejas favoritas . -
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Demonishinigami(hija de takano x onodera y hermana de usami Akihiko)
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Ay que lindo me encanto 😍 amo a esta pareja la verdad siempre será kakairu por siempre kyaaaa por eso amo ❤️ mucho a esta pareja jejeje espero que continúes este fanfic por faaa besos .
¿Por qué te tapas la cara Kakashi? (Kakashi y Iruka) lemon, One-shotEste es solo una mini historia de la linda pareja Kakashi e Iruka, mostrando una de mis hipotesis del secreto que oculta Kakashi. Ademas en el medio habrá lemon. |
